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Tarea 3 - Psicolinguistica
Tarea 3 - Psicolinguistica
Tarea 3 - Psicolinguistica
1. Ejercicio Práctico:
Identifica 25 palabras castellanas de origen NO latinas, y resalte las
lenguas a que pertenecen.
Del catalán
Borracho, a
Esto no está muy claro. La RAE dice que «quizá» venga del catalán y que la
primera forma habría sido en femenino. La teoría principal: es una mezcla de las
palabras botella y morratxa (‘redoma’). Aparece ya a principios del siglo XV.
Cantimplora
Es uno de los ejemplos más conocidos y la razón es simple: la etimología de la
cantimplora es muy bonita. Viene del catalán canta i plora, ‘canta y llora’, y se
refiere al sonido que hacen las cantimploras cuando vas caminando. ¿Es o no
precioso?
Capicúa
Otra palabra con origen en un compuesto catalán. En este caso, cap i cúa, que
significa ‘cabeza y cola’. No hay mucho más que explicar, ¿no?
Pantalla
Aquí hay varias teorías, pero la que tiene más adeptos y la que defiende la RAE
nos lleva al catalán directamente. Pantalla es, una vez más, una combinación de
dos palabras: pampol y ventalla. Explican en Dechile.net que ambas palabras
llegaron por separado a significar más o menos lo mismo en catalán: pantalla de
lámpara.
Del gallego
Percebe
Pues claro, ¿quién iba a poner nombre a los percebes si no? Al gallego llegó
desde el latín pollicipes, que en latín vulgar pasó a ser pollicepedis. Es un
compuesto de pollex, pollicis (pulgar) y pes, pedis (pie), algo que tiene mucho
sentido si ves cómo es un percebe. Según parece, además, los romanos que se
asentaron en Gallaecia se alimentaban bastante de marisco y el percebe era uno
de los platos fuertes. Se ve que aún no era tan caro.
Choza
No está claro si llega a través gallego o del portugués (o del gallegoportugués),
pero sí que el origen es latino: desde el latín pluteum, un armatoste parecido a una
cabaña sobre ruedas que servía para asaltar al enemigo y a la vez protegerse de
sus ataques. Es fácil saber que llega a través del gallego o portugués: ese inicio
pl- se habría convertido en ll- en castellano, pero en ch- en las leguas de noroeste
peninsular.
Morriña
Esto ya lo sabíamos, sí, pero por si acaso alguien lo dudaba. Y ¿qué significa
exactamente? ¿cómo llegamos a esa morriña que nos inunda a los gallegos
cuando cruzamos la frontera? Aunque hay quien la relaciona con el latín mori
(‘morir’), es más probable que sea Corominas quien tenga razón: el origen podría
estar en morro y murria (‘tristeza’), por la cara de pucheritos que ponemos cuando
estamos morriñentos.
Cachear
¿A través del francés? Sí, pero no deja de ser curioso (es más habitual que del
francés se pasase al catalán y luego al castellano, los gallegos estamos más a
desmano). Ese cacher, ‘esconder’, francés, significaba antes ‘coleccionar’ y viene
del latín coactare (‘apretar’). Junta todos esos significados y nuestro cachear es
una palabra perfecta.}
Del portugués
Bandeja
Parece ser que las bandejas son portuguesas, aunque no está muy claro cómo los
portugueses formaron la palabra. Tenemos dos teorías, citadas por Dechile.net:
una, de Roque-Barcia, dice que está formado por banda (‘faja’, ‘cinta’) y -eja
(diminutivo), por el borde que rodea las bandejas. Corominas dice que banda, sí,
pero como bando o lado, por el meneo de un lado a otro.
Del valenciano
Chuleta
Ese final en -eta ya da una pista de por donde van los tiros. En este caso, no
obstante, no nos vamos a Cataluña, sino a Valencia. Es allí donde se empezó a
decir xulleta (xulla, ‘tocino’, ‘pedazo de carne’ + -eta, diminutivo). Se cree que xulla
viene del catalán antiguo ensunya (‘grasa’).
Panoli
Nos dice la RAE que este bonito insulto viene del valenciano pa en oli (‘pan con
aceite’). ¿Será una forma de decir a alguien que es tan simple como el pan con
aceite?
Paella
Tan sorprendente como que la ensaimada sea mallorquina o la morriña gallega.
Paella es una palabra valenciana que viene del latín patella (sartén). También hay
quien dice que paella viene en realidad del árabe, pero parece ser que no es
cierto, así que mejor nos quedamos con el latín.
Del vasco
Aquelarre
Las meigas serán gallegas, pero los aquelarres algo puramente vasco. Viene de
aker (macho cabrío) y larre (prado), dice la RAE. Es como se llamaba el prado
navarro en el que en el siglo XVII hubo un auto de fe contra las brujas (¡no lo
eran!) que se reunían en la vecina cueva de Zugarramurdi. Nos dicen en
Dechile.net que el topónimo Akelarre es bastante común en Euskadi.
Guiri
Así llamamos en España a los turistas normalmente rubios y de tez rosada que
nos invaden en verano. Todo apunta a que viene de cristinos, que es como se
llamaba a los no carlistas. Los vascoparlantes decían algo similar a guiristinos,
que pasó a ser como se llamaba a cualquier soldado. ¿Cómo llegamos a los
extranjeros? Quizá por referirse en algún momento a soldados extranjeros o por
influencia de la palabra guirigay, que se refiere a un lenguaje incomprensible.
Izquierdo, da
Left, gauche… ¿de dónde sacamos los españoles una palabra tan extraña como
izquierda? Como casi todas las palabras que no tienen nada que ver con nuestro
entorno indoeuropeo, del vasco. Quizá de esku (‘mano’) y del céltico kerros
(‘torcido’). El origen es claramente prerromano y peninsular, porque todas las
lenguas de la península compartimos esta rareza: esquerra en catalán, esquerda
en gallego y portugués.
Chatarra
Suena a palabra vasca porque lo es: viene de txatarra (‘hierro viejo’). Este, a su
vez, de tzatar, que significa ropa vieja.
2. Ejercicio Práctico:
Describa cuáles son las características más distintivas del lenguaje
humano. Cite dos ejemplos por cada característica.
1. El comportamiento social comunicativo. Uno de los propósitos de lenguaje
es participar en la sociedad comunicándose a través de una lengua verbal, como
en el caso de español o inglés, o a través de gestos, como las diferentes lenguas
de señas. Es decir que la lengua nos permite expresarnos a otros, y a su vez,
ellos se nos expresan. Se ejemplifica esta característica con los mandatos y los
pedidos en español e inglés. Cuando una abuela dice a su nieta quien está
sentada en una silla: ¡Abre la puerta por favor!, y la reacción de la niña es
levantarse a abrir la puerta, los lingüistas consideran esta comunicación ser parte
del comportamiento social comunicativo porque la abuela pidió a su nieta abrir la
puerta y ella respondió con la acción apropiada. Lo mismo ocurre en inglés cuando
los amigos dicen What’s up? ‘¿Qué pasa?’ y contestan Not much ‘No mucho’. Esto
es parte de nuestra socialización y es necesario entender estas normas sociales
para relacionarse apropiadamente. Es diferente en el caso de las lenguas de
señas, porque las normas de comunicación no son verbales, pero sí existen y son
muy importantes dentro las comunidades. Por ejemplo, se necesita mantener el
contacto visual cuando se usa la lengua de señas mexicana porque si no se lo
hace, indica que la interacción ha terminado y nadie está escuchando más.
También se debe tomar turnos de señalar, lo mismo que se debe hacer cuando se
habla, porque puede ser difícil enfocarse en todas las señas si más de una
persona está gesticulando a la vez. El comportamiento social comunicativo del
lenguaje se manifiesta por estas normas porque depende mucho en las
interacciones sociales.
3. Articulación dual. En cada lengua, hay dos niveles: un primer nivel sin
significado y un segundo nivel con significado. En el primer nivel hay partes
mínimas sin significado, y el segundo nivel se forma al juntar estas partes sin
significado y en este segundo nivel al combinar las partes mínimas, creamos
partes con significado. En las lenguas existen unidades discretas, que son las
partes mínimas del lenguaje sin significado. Los hablantes manipulan estas
unidades discretas para crear unidades más grandes con significado y por
siguiente las utilizan para cumplir la comunicación. Por ejemplo, los sonidos, /a/,
/b/, /e/, son unidades discretas que se combinan en español para formar la palabra
ave (representación en sonidos: /abe/). Los sonidos mismos no llevan significado
pero al combinarse a formar una palabra, sí la adquieren. Pero no es la única
maniobra, o sea, también se conectan estos mismos sonidos en otro orden en
español en el tiempo subjuntivo del verbo ver para formar vea (representación en
sonidos: /bea/). En la lengua de señas mexicana, las unidades discretas son los
gestos, y los gestos se combinan con movimientos y ubicaciones específicas que
llegan a ser gestos más complicados con significado para comunicarse. Hagamos
un experimento: con la mano derecha, haz un puño con la palma mirando afuera y
extiende el pulgar a la izquierda. Este gesto forma la letra a. Ahora, gira la muñeca
para hacer un visto bueno y después, abre la mano izquierda con palma mirando
arriba. Pon la mano derecha encima de la palma izquierda. Con solamente la
mano derecha haz la acción de moler pimienta. La seña para la a conjunto con la
ubicación encima de la otra palma y el movimiento circular forma la palabra azul.
(¿Hiciste las señas bien? Revisa la seña de la letra a aquí en la página 15 y de
azul en página 120.) Es decir, las unidades discretas no tienen significado por sí
mismos pero al ordenarse en varias maneras y así resultar en palabras, derivan
significado. Esta característica de haber dos niveles, uno sin significado y otro con
significado creado por los ítems del nivel sin significado, se llama articulación dual.
La
Articulación dual
arbitrariedad
Reflexividad y la Transmisión a
Transmisión La productividad
La sistematicidad Desplazamiento Prevaricación función través de la
cultural. y la creatividad.
metalingüística enseñanza.