International Relations">
La Integración A Nivel Universal y Regional
La Integración A Nivel Universal y Regional
La Integración A Nivel Universal y Regional
LA INTEGRACIÓN A NIVEL
UNIVERSAL Y REGIONAL.
Facilitador: Triunfador:
Profesor Edward Gil
C.I. 13.254.548
1.3.2 Funcionamiento
2.1.3.1 MERCOSUR
2.1.3.2 CAN
Introducción
Ya hace varios siglos atrás, existían ideas integracionistas y de cooperación entre países,
especialmente entre aquellos que comparten un territorio continental en común.
En las últimas cinco décadas del siglo XX, los fenómenos de integración se han hecho
mucho más comunes. Características más actuales del mundo, como son la creciente
globalización sobre todo en la década del 90, acompañado del predominio de un modelo
económico de libre mercado el cual se nutre del intercambio entre los Estados-nación, ha
hecho necesario adoptar medidas tendientes a mejorar la posición negociadora frente a
otros Estados. Esto último se ha logrado por medio de los procesos de integración regional,
que permiten a los países negociar como bloque. Los casos más conocidos en la actualidad
son: MERCOSUR, NAFTA y la UE.
Cabe destacar por sobre todos los procesos de integración conocidos, el caso de la Unión
Europea, el cual ha llegado mucho más allá de un aspecto sólo económico. Se ha creado
toda una institucionalidad supranacional, con atribuciones en materias políticas, jurídicas,
de defensa, sociales y económicas.
Es por esta razón que se ha optado por analizar los procesos de integración desde la
perspectiva que nos entrega la teoría funcionalista de las relaciones internacionales, la cual
parte del supuesto de la incapacidad del estado moderno de satisfacer las cada vez más
complejas necesidades de interés nacional. Para colmar esa carencia, propone la creación
paulatina de una red de organizaciones internacionales que irían asumiendo la gestión de
sectores concretos (agricultura, energía, defensa, por ejemplo). Se gestaría así un sistema
territorial de transacciones, encargado de satisfacer -con la colaboración de los gobiernos
estatales- las necesidades de los ciudadanos. Así, poco a poco, surgiría entre los Estados, la
conciencia de estar vinculada a los demás por una red cada vez más densa de intereses en
común.
De este modo se produciría una paulatina transferencia de las lealtades desde los
estados hacia las distintas organizaciones supranacionales. Mediante este método, y a partir
del desarrollo de la conciencia de las ventajas de la cooperación internacional, se
eliminarían las actitudes ultra nacionalistas irracionales que según el funcionalismo son las
causantes de los conflictos internacionales violentos.
Partiendo desde lo mas básico, la palabra integración viene del latín, integratio – onis,
que según el diccionario de la RAE significa acción y efecto de integrar o integrarse,
constituir las partes un todo, unirse a un grupo para formar parte de él.
La integración son " los procesos por los cuáles las naciones anteponen el deseo y la
capacidad para conducir políticas exteriores e internas clave de forma independiente entre
sí, buscando por el contrario tomar decisiones conjuntas o delegar su proceso de toma de
decisiones a nuevos órganos centrales".
Modelos de integración.
A grandes rasgos y más allá de matices o factores nacionales, hay dos modelos distintos
para insertarse en este mundo globalizado y que esos modelos comportan diferencias
fundamentales.
Esas dos visiones son “por una parte, (el modelo) asociado a la perspectiva neoclásica y a
la visión fundamentalista de la globalización, el cual está incorporado en la política de
estabilidad y de ajuste estructural del llamado Consenso de Washington”.
Y, por otra parte, “la integración sustentable (alternativa) refleja la visión crítica de la
globalización y las estrategias nacionales de desarrollo humano y protección del ambiente,
las cuales, al proyectarse a las políticas comunitarias, configuran una integración
participativa y la transformación convergente de todos los socios del Mercosur”.
Existen varios tipos de integración que son necesarios y valiosos pero a veces no
satisfacen las necesidades de muchos negocios. Algunas veces las áreas que cubren son
demasiado específicas dedicándose a una función o a un departamento en particular. Se
necesita la integración no solamente en el nivel físico sino conceptual. Para esto se utiliza el
concepto de EAI, el cual se define de la siguiente manera: “… es el proceso mediante el cual
hardware, software y procedimientos de negocios combinan sus componentes haciendo
posible la fácil utilización de la información y los sistemas en un trabajo conjunto que puede
alcanzar la sinergia. EAI está representada a través de los MI.
El uso de cada modelo ofrece unos beneficios específicos que reflejan su esencia. Estos
modelos tratan de abarcar todas las posibles combinaciones de integración que pueden usar
las organizaciones. En se menciona que es probable que existan otros modelos que no
están descritos todavía. Los MI demuestran un amplio panorama de la aplicación de los
mismos en diversos procesos organizacionales. Cada proceso está relacionado con el
propósito de la organización. Éste, en su lugar, define la razón de ser de la organización y
actúa como catalizador para crear una estructura que opera en el marco del contexto
definido. Para llevar a cabo los cambios deseados, una organización necesita identificar los
procesos actuales, recalcando sus fortalezas y debilidades, comprenderlos, planificar como
poder mejorarlos o transformarlos y definir los requerimientos tecnológicos, entre otros.
Los MI reúnen los requisitos necesarios para soportar y llevar a cabo este proceso de
cambio.
Desde su sede en Nueva York, los Estados miembros de las Naciones Unidas y otros
organismos vinculados proporcionan consejo y deciden acerca de temas significativos y
administrativos en reuniones periódicas celebradas durante el año. La ONU está
estructurada en diversos organismos administrativos: Asamblea General, Consejo de
Seguridad, Consejo Económico y Social, Secretaría General, Consejo de Administración
Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia. La figura pública principal de la ONU es el
Secretario General. El actual es Ban Ki-moon de Corea del Sur, que asumió el puesto el 1 de
enero de 2007, reemplazando a Kofi Annan.
En el año 2007, la ONU posee 192 estados miembros, prácticamente todos los países
soberanos reconocidos internacionalmente. Hay excepciones como la Santa Sede, que tiene
calidad de observador, y República de China-Taiwán (un caso especial).
El término «Naciones Unidas» se pronunció por primera vez en plena Segunda Guerra
Mundial por el entonces presidente de los Estados Unidos Franklin Roosevelt, en la
Declaración de las Naciones Unidas, el 1 de enero de 1942 como una alianza de 26 países en
la que sus representantes se comprometieron a defender la Carta del Atlántico y para
emplear sus recursos en la guerra contra el Eje Roma-Berlín-Tokio.
Han aparecido renovadas llamadas para la reforma en 2004 y 2005, tras las acusaciones
de mala gestión y corrupción del Programa Petróleo-por-Alimentos para Iraq bajo el
régimen de Saddam Hussein.
Estados miembros
• Niue y las Islas Cook: ambos territorios están actualmente en libre asociación con
Nueva Zelanda. Sin embargo, cada uno podría declarar su independencia solicitando su
ingreso a la ONU. Esto ya ha sucedido, por ejemplo, con las Islas Marshall y Palau, ambos
estados en libre asociación con Estados Unidos y miembros permanentes de las Naciones
Unidas.
El artículo 4, del Capítulo 2 de la Carta de las Naciones Unidas establece los requisitos
para ser Estado miembro:
Podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los demás Estados amantes de la paz
que acepten las obligaciones consignadas en esta Carta, y que, a juicio de la Organización,
estén capacitados para cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo.
La admisión de tales Estados como Miembros de las Naciones Unidas se efectuará por
decisión de la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad.
La labor de las Naciones Unidas llega a todos los rincones del mundo. Aunque más
conocida por el mantenimiento de la paz, la Consolidación de la Paz, la prevención de
conflictos y la asistencia humanitaria, hay muchas otras maneras de las Naciones Unidas y
su sistema (organismos especializados, fondos y programas), que afectan a nuestras vidas y
hacer del mundo un lugar mejor. La Organización trabaja en una amplia gama de cuestiones
fundamentales, desde el desarrollo sostenible, medio ambiente y la protección de los
refugiados, socorro en casos de desastre, la lucha contra el terrorismo, el desarme y la no
proliferación, a la promoción de la democracia, los derechos humanos, la igualdad entre los
géneros y el adelanto de la mujer, la gobernanza, el desarrollo económico y social y la salud
internacional, la limpieza las minas terrestres, la expansión de la producción de alimentos, y
más, con el fin de alcanzar sus objetivos y coordinar los esfuerzos para un mundo más
seguro para esta y futuras generaciones.
La enmienda al Artículo 109, que corresponde al párrafo 1 de dicho Artículo, dispone que
se podrá celebrar una Conferencia General de los Estados Miembros con el propósito de
revisar la Carta, en la fecha y lugar que se determinen por el voto de las dos terceras partes
de los Miembros de la Asamblea General y por el voto de cualesquiera nueve miembros
(anteriormente siete) del Consejo de Seguridad. El párrafo 3 del mismo Artículo, que se
refiere al examen de la cuestión de una posible conferencia de revisión en el décimo
período ordinario de sesiones de la Asamblea General, ha sido conservado en su forma
primitiva por lo que toca a una decisión de "siete miembros cualesquiera del Consejo de
Seguridad", dado que en 1955 la Asamblea General, en su décimo período ordinario de
sesiones, y el Consejo de Seguridad tomaron medidas acerca de dicho párrafo.
Preámbulo
• A preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces
durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles,
• A crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las
obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional,
Los cambios a largo plazo y gran escala que atraviesan los continentes raras veces
ocurren sin profundos procesos de cambios acumulativos y heterodoxos en el nivel de las
relaciones de clase de ámbito local, regional y nacional. Del mismo modo la propagación de
nuevas ideas, organizaciones, luchas y políticas a través de las fronteras nacionales no es
simplemente un proceso de 'comunicación' o una 'revolución tecnológica', sino el resultado
de la emergencia de organizaciones políticas que ya comparten perspectivas básicas e
intereses con los 'actores principales'.
Durante los años 1990 los regímenes neoliberales patrocinados por EEUU y las
economías de Ibero América experimentaron una serie de quiebras, crisis graves y
estancamiento crónico. Los fracasos económicos de los regímenes neoliberales generaron la
base popular para una nueva oleada de movimientos sociales radicales, que sustituyeron a
la generación anterior de partidos electorales de centro izquierda y antiguos radicales de los
años 1980 como principales opositores al imperialismo estadounidense. CONAIE en
Ecuador, el MST en Brasil, los Cocaleros en Bolivia, los desempleados piqueteros en
Argentina, y los Zapatistas de México todos ellos vinculados a movimientos urbanos para
desafiar las políticas neoliberales y en algunos casos para derrocar regímenes. Estos
movimientos y sus políticas de acción directa extraparlamentaria hicieron detonar el apoyo
en las ciudades entre una minoría de sindicalistas militantes.
Si bien los poderes imperialistas - de nuestro tiempo - EEUU y la Unión Europea son
incapaces de establecer la hegemonía directa, en sentido estricto, sobre las masas de Ibero
América, cuentan con las élites colaboradoras con las que comparten intereses, propiedades
y riquezas. Dada la creciente polarización, y la agudización de las crisis políticas y
económicas la influencia de la clase dirigente colaboracionista sobre las masas se ha vuelto
muy tenue. En este contexto la clase político social crucial que entra para ejercer el poder es
la pequeña burguesía por medio de su aparato electoral de partido, su papel en la
burocracia estatal y en las organizaciones cívicas, sus estrechos lazos con la burocracia
sindical, las ONG y los 'movimientos sociales'. Combinando una 'retórica populista' de
ataque al “neoliberalismo” y la “globalización” con un servilismo incondicional a la política
electoral, y al orden institucional y legal, esta clase ejerce realmente la hegemonía sobre
sectores importantes de las masas durante períodos de tiempo más o menos largos.
Además de los nuevos movimientos de acción popular directa, las guerrillas colombianas
(FARC y ELN) aumentaron su control territorial e influencia, rodeando la capital, Bogotá. En
Venezuela, un nuevo tipo de política nacionalista que combinó la movilización popular y la
polarización de clases, con la política electoral encabezada por Chávez, ganó la Presidencia
en 1998 sobre la base de su oposición a la política imperialista estadounidense. Los puntos
culminantes de estos movimientos ocurrieron en diferentes momentos de los años 1990 -
alcanzando su cénit alrededor de 2001.
La militarización abarca un amplio repertorio de tácticas - incluso dentro del mismo país.
En Venezuela, Washington siguió una serie de políticas desde promover un golpe militar, un
golpe civil-militar, un cierre empresarial, un referéndum fraudulento y la contratación de
fuerzas paramilitares Colombianas para actividades terroristas transfronterizas. Las tácticas
ofensivas de Washington fueron derrotadas en todos los casos por una alianza entre los
pobres urbanos y las fuerzas militares constitucionales. Los conflictos radicalizaron a las
bases populares del movimiento Chávez, aumentaron el nivel organizativo de las bases,
llevando a la expansión de los programas sociales, pero no hicieron radicalizar las políticas
del régimen hacia los banqueros, industriales o los dueños de los medios de comunicación.
En cada uno de estos países, los poderosos movimientos políticos sociales han sido
fragmentados, aislados, divididos y debilitados por el ascenso al poder de antiguos partidos
de izquierdas anteriormente considerados aliados de los movimientos. El caso más
asombroso es el del régimen de Lula en Brasil, la economía más grande y más importante en
América Latina. Da Silva ha proporcionado a EEUU un “régimen de sueño” - dejando aparte
un remanente de presupuesto de más del 4,25% para pagar a los acreedores extranjeros,
acuchillando pensiones, invirtiendo la legislación laboral, negociando a favor del ALCA,
dirigiendo la ocupación militar de Haití para apoyar al régimen títere impuesto por EEUU.
Lula prácticamente ha congelado el salario mínimo por debajo del nivel de inflación y ha
ampliado la privatización para que incluya la infraestructura básica. Políticas similares han
sido puestas en práctica por los seudo populistas Gutiérrez en Ecuador, Toledo en Perú, y
Mesa en Bolivia.
El proceso de transformación de América latina que se inicia con el despunte del siglo XXI
muestra que dada país tiene su propio camino.
Su historia, el grado 22 de desarrollo de sus sistemas productivos, sus formas de
inserción específicas en la economía mundial sus formas de organización política, entre
otros factores, determinan caminos y estrategias diferentes. Es responsabilidad de cada
pueblo y de sus vanguardias, en todo caso, enmendar errores, cuando sus líderes eligen el
camino equivocado o traicionan sus programas. Pero lo que las izquierdas latinoamericanas
no pueden hacer es caer en el juego de los imperialismos y promover la división. Por el
contrario, en un sentido estratégico, una de sus tareas principales es avanzar firmemente en
el proceso de unidad e integración latinoamericana, lo que implica: la ampliación y
fortalecimiento del ALBA y del MERCOSUR; la aceleración de la integración energética; la
actuación conjunta, con posiciones unitarias, en organismos multilaterales como la OMC; y
la creación del Banco del Sur.
Historia
Una vez concluida la guerra, los líderes políticos mundiales quisieron establecer una serie
de organizaciones internacionales que redujeran la posibilidad de que se repitiera de nuevo
el conflicto. Estas organizaciones internacionales fueron creadas para controlar las
relaciones internacionales y monetarias (Naciones Unidas y FMI) y para el control de las
relaciones comerciales (la Organización Internacional del Comercio, OIC).
Así pues, la OMC fue creada el 1 de enero de 1995, sustituyendo al GATT, en la ciudad de
Ginebra, Suiza, donde aún mantiene su sede. Desde su creación, el GATT fue explícitamente
concebido como un acuerdo temporal que posteriormente formaría parte de la OIC. Debido
a que carecía de una estructura institucional, se decidió crear la OMC para suplir estas
deficiencias.
Por lo general, las decisiones en la OMC son adoptadas por consenso de todos los
Miembros. El órgano institucional de más alto nivel es la Conferencia Ministerial, que se
reúne aproximadamente cada dos años. Un Consejo General dirige las actividades de la
Organización en los intervalos entre reuniones de la Conferencia Ministerial. Ambos órganos
están integrados por todos los Miembros. Se encargan de la administración y vigilancia de la
aplicación por los Miembros de los distintos Acuerdos de la OMC órganos subsidiarios
especializados (Consejos, Comités y Subcomités), también integrados por todos los
Miembros.
Participación que implica articular políticamente todas aquellas luchas que desde una
perspectiva filosófica orientada por la democracia y la igualdad, comparten la aversión a la
mercantilización de la vida social y el dominio del mundo por el capital.
Algunos autores como Tomás Moulian, son categóricos en caracterizar la caída de estas
dos grandes familias como un fracaso, en el tanto no lograron revertir el sistema capitalista.
Se hace necesario repensar una afirmación tan categórica. Aun y cuando en la época actual
ambas propuestas –por lo menos como las conocimos en el siglo XX- no ofrezcan soluciones,
respuestas, y mucho menos una alternativa al Capitalismo Global, no se puede tirar por la
borda todo el pasado del movimiento político más allá del agotamiento de un modelo
particular. Las conquistas políticas y sociales del socialismo democrático no se pueden
negar. No sería justo ni honesto desde el punto de vista intelectual, negar que aquellas
tentativas por crear un orden social y económico más apegado a los valores socialistas, se
concretaron gracias a la acción política del socialismo democrático. Más allá de las
limitaciones que en el pasado reciente ha tenido la práctica política de la izquierda, las
nuevas circunstancias exigen un nuevo planteamiento político y organizativo, pues ni la
hegemonía del neoliberalismo ni la crisis de estas dos grandes familias del movimiento
progresista, suponen el fin de las ideologías ni mucho menos de la izquierda. Moulian dice al
respecto:
“Parece haber sucumbido la esperanza central del siglo XX, la convicción de que los
sujetos colectivos podían hacer la historia en cuanto construcción de un futuro distinto, no
como mera reproducción. Pero ¿qué es lo que ha muerto? (…) no la explotación ni la
pobreza, ni los privilegios o las iniquidades. No hay una mejoría o una humanización del
capitalismo, como muchos lo quieren creer. Somos víctimas de la desilusión respecto a
nuestros proyectos del pasado, más que partícipes de la humanización del capitalismo”.
Todos los desafíos a la democracia, a la igualdad y en general a la sobrevivencia de la
humanidad esbozados en el capítulo I, constituyen el acicate fundamental para este
replanteamiento político de la idea de progreso. Mientras el Capitalismo Global continúe -
como una dinámica inherente a su funcionamiento- extendiendo la explotación, la injusticia,
la exclusión, habrá resistencia. El hecho de que haya habido respuestas equivocadas no
quiere decir que las preguntas no sigan vigentes. Esta Resistencia, Michael Harrington dice
en Socialism Past and Future: “I have demonstrated by means of sleeping historical analysis
that something called “socialism” is the logical response to the predicament of freedom and
justice on the eve of the twenty-first century (…).
¿Qué era? ¿Qué es? El socialismo. Ciertamente puede asumir muchos perfiles, no
necesariamente progresistas, pero sin duda representa un desafío y una oportunidad para
una izquierda renovada que, sin olvidar de donde viene, su lealtad a los valores y hacia
aquellos que dedicaron sus vidas a luchar por un mundo más justo e igualitario, pueda
replantear con éxito un proyecto político, social y económico frente al liberalismo realmente
existente.
Durante casi todo el siglo XX, comunistas y socialdemócratas practicaron estrategias que,
concentrándose únicamente en la conquista del aparato estatal, suponían –una vez que se
llegara al poder- un cambio en el sistema. Esto como se sabe, no sucedió. La toma del poder
por los comunistas fue la sustitución de un régimen opresivo por otro igualmente opresivo.
Tampoco los socialdemócratas se atrevieron a cuestionar las bases mismas del capitalismo,
limitándose a “humanizarlo”. Para Wallerstein, esta realidad queda especialmente clara en
los convulsos sucesos políticos y sociales de 1968. El 68' surge de la sensación que el
desarrollo nacional no había ocurrido. Una protesta contra la hegemonía de los EE.UU. en el
sistema mundial, pero también una protesta contra la ineficacia de los movimientos
llamados de la “izquierda histórica”: socialdemócratas, comunistas y movimientos de
liberación nacional, que eran atacados por no haber transformado realmente al mundo tal y
como lo habían prometido:
Los cambios que la izquierda plural está llamada a hacer implican ver al futuro
asimilándolas lecciones de casi trescientos años de lucha, pero a la vez superando los vicios,
los dogmatismos. Hay un pasaje de El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte que resulta
particularmente oportuno re contextualizado en la época actual:
La revolución social del siglo XIX no puede sacar su poesía del pasado, sino solamente del
porvenir. No puede comenzar su propia tarea antes de despojarse de toda veneración
supersticiosa por el pasado.
• Como todo proceso (aún más, con la complejidad del caso al que se hace
referencia) se debe avanzar por etapas, es decir, el proceso debe ser gradual.
• Las etapas deben ser cada vez más profundas y dispersas; de allí la necesidad de la
progresividad y la convergencia del proceso.
• Por último, el proceso de integración se inicia con acercamientos económicos, pero
lentamente y dependiendo de cada proceso –conforme a lo estipulado por los Estados
miembros-, la agenda va abarcando e incluyendo nuevos temas de las áreas sociales,
culturales, jurídicas, y hasta políticas de los países miembros.
El neoliberalismo había tenido entre sus pioneras a dos dictaduras militares sangrientas,
la chilena (1973-1989) y la argentina (1976-1983) pero se transformó en proyecto
dominante cuando en los 80, fue asumido por el imperialismo norteamericano (con el
gobierno Reagan) como programa a ser implementando mundialmente.
Las crisis del programa socialdemócrata europeo desde finales de los años 1970 y del
socialismo burocratizado en la década de 1980 y el fin de la Unión Soviética en 1991
abrieron espacio para que el proyecto neoliberal se tornara ideológicamente hegemónico
en ese período. Al mismo tiempo, el “fin de la guerra fría” alimentó en algunos círculos la
ilusión de un mundo sin conflictos que no se verificó: surgió un orden mundial más injusto,
más inestable y más violento que el anterior, regido por la unipolaridad del imperialismo
norteamericano.
Se entiende que aún estamos bajo ese doble signo a nivel mundial, de imposición del
programa neoliberal y de la unilateralidad del accionar del imperialismo norteamericano.
Sin embargo, se trata de un orden que presenta resquebrajaduras (aunque hay que
considerar que son resquebrajaduras regionales con características y potencialidades
políticas muy heterogéneas).
Y cuando los pueblos, a través de su voto, buscaron alternativas, comenzando con las
elecciones venezolanas de 1998, cuando Hugo Chávez fue electo presidente de Venezuela,
en una serie que creció expresivamente en los últimos años con Brasil, Argentina y Uruguay
y tuvo su momento alto con la reciente elección de Evo Morales en Bolivia.
Ahora bien, que haya cuestionamiento y oposición al neoliberalismo no quiere decir aún
que otro proyecto ya esté claramente en marcha. Lo que significa es que ese programa se
agotó porque no ofrece más perspectivas de gobernabilidad (al menos en un marco
democrático), que está abierta la temporada de formulación, construcción y aplicación de
alternativas.
Por otro lado, no hay un programa alternativo ya listo y válido para todos los casos. Por
último, el desenlace de la coyuntura dependerá de la constitución de voluntades políticas
capaces de impulsar a cada país y a la región hacia un proyecto de superación del
neoliberalismo.
Sin embargo, no quiere decir también que en el proceso de ese parto no estén presentes
ya indicaciones del sentido general de las mudanzas. Por ejemplo, no es un detalle menor
que en la Cumbre de Presidentes de Mar del Plata, en noviembre de 2005, el presidente
Bush mismo con la ayuda de sus testaferros regionales (con el mexicano Vicente Fox a la
cabeza) no haya conseguido forzar la retomada de las negociaciones del ALCA (Área de Libre
Comercio de las Américas), bloqueada por la oposición de los gobiernos de Venezuela y del
Mercosur.
Téngase en cuenta que el ALCA era desde el tiempo del auge neoliberal la principal
estrategia imperialista para completar su dominación sobre la región. Por las cuentas de
Clinton, primero, y Bush, después, el año 2005 sería con el ALCA para todo el continente
(excluyendo a Cuba) el equivalente al 1994 con el NAFTA en América del Norte. No fue y no
hay perspectiva de que se pueda retomar a corto plazo.
Lo que le restó al gobierno norteamericano es presionar a los gobiernos nacionales más
susceptibles a su coerción (Chile, Colombia, Peru, países de América Central y República
Dominicana) para imponer TLCs bilaterales. Esto que es un avance del imperialismo
norteamericano por las partes de menor resistencia (gracias a la presencia de gobiernos
entreguistas) es también su confesión de derrota.
Habiendo entrado militarmente de forma maciza no tiene como salir tan temprano de
allá y no cuenta con fuerzas suficientes para dos frentes de conflictos agudos al mismo
tiempo.
Pero también tienen su impacto las coaliciones contra la guerra y las que llevan
campañas contra las políticas de las corporaciones multinacionales norteamericanas.
Es debido a ese cuadro coyuntural que América Latina no es hoy la primera prioridad
estratégica del imperialismo norteamericano. También en otras coyunturas cuando se
aflojaron las cuerdas con que el imperialismo ata a la periferia es que hubo mayores
espacios políticos para proyectos emancipatorios. Pero eso no significa que en términos
geopolíticos nuestra región haya perdido su carácter de área natural de ejercicio de la
hegemonía norteamericana (por lo que no hay que esperar auxilio de otras potencias).
Las Instituciones de la Unión Europea son los organismos políticos e instituciones en los
que los estados miembros delegan parte de sus poderes y soberanía. Con ello se busca que
determinadas decisiones y actuaciones institucionales provengan de órganos de carácter
supranacional cuya voluntad se aplica en el conjunto de los Estados miembros,
desapoderando así a los órganos nacionales de cada país.
Las normas y procedimientos que las instituciones deben seguir se establecen en los
tratados, negociados por el Consejo Europeo y en conferencias intergubernamentales y
ratificados por los parlamentos nacionales de cada Estado. El Tratado de Lisboa, modifica
nuevamente el TUE, pero también el TCE, que pasaría a llamarse Tratado sobre el
Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). 31
Es una unión aduanera integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, tiene como
países asociados a Chile, Colombia, Ecuador y Perú, México actúa como observador y Bolivia
y Venezuela están en proceso de incorporación. Fue creado el 26 de marzo de 1991 con la
firma del Tratado de Asunción.
Para
Estructura institucional
1. El Consejo del Mercado Común (CMC), órgano supremo del Mercosur, creado en 1991.
3. El Parlamento del Mercosur, constituido en 2005 (dos mil cinco), comenzó a sesionar el 7
de mayo de 2007 en reemplazo de la Comisión Parlamentaria Conjunta.
6. El Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur (TPRM), con sede en Asunción, creado
en 2002 e instalado en 2004.
2. El Tribunal Administrativo Laboral del Mercosur, para conflictos con el staff, creado en
2003
El Mercosur cuenta también con instancias auxiliares no decisorias como los Subgrupos
de Trabajo (SGT) dependientes del GMC, los Comités Técnicos (CT) dependientes del CCM,
el Observatorio del Mercado de Trabajo (OMT) dependiente del SGT10, y el Observatorio de
la Democracia creado en 2006. El Mercosur también funciona habitualmente mediante
Reuniones de Ministros (RM), Reuniones Especializadas (RE), Conferencias, y Reuniones Ad-
hoc.
El Mercosur funciona con una estructura jurídica en la que se combinan los clásicos
tratados, protocolos y declaraciones del Derecho Internacional, con normas propias
obligatorias dictadas por los órganos decisorios del bloque (derecho comunitario),
recomendaciones no obligatorias dictadas por los órganos auxiliares, e incluso acuerdos de
concertación social regional.
1. La liberalización del comercio intrazona en el Mercosur aún no es plena (por ejemplo, los
sectores azucarero y automotor están exceptuados del arancel cero intrazona).
2. Si bien existe un arancel externo común para muchas mercaderías, hay numerosas
excepciones al mismo, y los Estados partes tienen la facultad de confeccionar una lista en la
que se indican qué bienes quedan exceptuados de dicho arancel, pudiendo modificarla
semestralmente.
3. En el Mercosur no existe una concreta coordinación de las políticas comerciales entre los
Estados partes (ello normalmente exige la creación de un Código Aduanero Común, que en
el Mercosur no existe).
En nuestro caso la integración debería comenzar por el sur de Venezuela con el norte de
Brasil, en cuya zona se ubican Boa Vista, Manaos y otras importantes regiones del norte de
Brasil v Santa Elena de Uairén, Puerto Ordaz, Ciudad Bolívar, Maturín y otras ciudades del
sur venezolano.
Es necesario revisar las áreas en las cuales podría haber la integración para evitar daños
mayores a la economía del país, que viene de un fuerte proceso recesivo y donde nunca ha
habido políticas claras y estables en el tiempo para estimular el desarrollo del aparato
productivo.
Podrían surgir problemas con las oleaginosas, algodón, leche y carne, rubros en los
cuales los países del Mercosur son excedentarios.
Una vez establecido en convenio, la cercanía geográfica de los países remediará las
distorsiones en la localización de la actividad productiva causadas por la descomposición de
un área económica en unidades nacionales.
Asociarse con el Mercado Común del Sur (Mercosur) es un excelente negocio para los
venezolanos y una oportunidad histórica para multiplicar el comercio, los negocios y las
inversiones.
La Comunidad Andina está formada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Su origen está
en el Tratado de Cartagena de Indias de 1969, que fue firmado también por Chile que se
retiró en 1976 y al que se incorporó Venezuela en 1973, retirándose en el 2006.
La Comunidad Andina está formada, además de por los países miembros, por el Sistema
Andino de Integración (SAI), un conjunto de órganos e instituciones que trabajan
estrechamente vinculados entre sí y cuyas acciones están encaminadas a lograr los mismos
objetivos: profundizar la integración subregional andina, promover su proyección externa y
robustecer las acciones relacionadas con el proceso.
El órgano máximo del SAI es el Consejo Presidencial Andino formado por los presidentes
de los países miembros. Los órganos de dirección y decisión son el Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores y la Comisión de la Comunidad Andina, integrada esta
última por los Ministros de Comercio e Integración. En reunión ampliada, la Comisión puede
incorporar a otros ministros.
La Comunidad Andina ha conseguido éxitos notables entre los que se puede enumerar
los siguientes:
• Adopción de un Arancel Común en 1995 con un tipo promedio del 13,6% y tope del 20%.
La CSN está integrada por los jefes de Estado y de Gobierno de los 12 países
sudamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú,
Suriname, Uruguay y Venezuela.
El 8 de diciembre de 2004 los presidentes de los países de América del Sur, reunidos en
la ciudad del Cusco, Perú, en ocasión de la celebración de las gestas libertarias de Junín y
Ayacucho, decidieron conformar la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Organización y estructura.
Las Reuniones de los Ministros de Relaciones Exteriores tienen por objeto primordial
promover el diálogo político, preparar las reuniones de Jefes de Estado y adoptar las
decisiones ejecutivas para implementar las directrices presidenciales. Estas reuniones tienen
una periodicidad semestral.
Por otra parte, los Viceministros de Relaciones Exteriores coordinan las posiciones de los
países de la Comunidad y preparan las reuniones de Cancilleres.
Actualmente, Brasil ejerce la Secretaría Pro Témpore de la Comunidad hasta que ésta
sea transferida a Bolivia, durante la realización de la Segunda Cumbre de la Comunidad
Sudamericana de Naciones, el 8 y 9 de diciembre de 2006, en Cochabamba.
• El diálogo político.
• La integración física.
• El medio ambiente.
• La integración energética.
• Las asimetrías.
• Las telecomunicaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Documento on line: