Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Herme Cap. 16

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 16

CAPÍTULO 16

HEBRAÍSMOS

Los hebraísmos son ciertas expresiones y giros 1 o construcciones peculiares y


característicos del idioma hebreo que encontramos en nuestras traducciones
de la Biblia, que originalmente fue escrita en hebreo y que por lo tanto, son
expresiones que nos resultan incomprensibles por no poder ser traducidas o
aclaradas en las traducciones, ya que por lo general son producto de la
mentalidad particular de los hebreos y de su forma, también particular, de usar
el idioma, lo cual no tiene traducción.

Resulta, entonces, imprescindible adquirir algún conocimiento de los


hebraísmos, para poder hacer uso correcto de algunas de nuestras reglas de
interpretación. Pero mejor veamos algunos ejemplos:

1º. Era costumbre entre los hebreos llamar a las personas hijos de algo que
los caracterizara o distinguiera de los demás, de modo que al pacífico y bien
dispuesto se le llamaba “hijo de paz”; al iluminado o entendido, “hijo de luz”; a
los desobedientes, “Hijos de desobediencia”, etc. (Lucas 10:6; Efesios 2:2; 5:6;
5:8).

2º.Las comparaciones eran expresadas a veces en forma de negaciones,


como, por ejemplo, al decir el Señor Jesús:

...y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que


me envió.
Marcos 9:36

Esto, en nuestra forma de hablar quiere decir: “El que a mí me recibe, no me


recibe tanto a mí, como al que me envió” o “…no solamente a mí, sino también
al que me envió”.

Del mismo modo debemos interpretar (hacerlo en clase) Juan 5:30:


…porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me
envió, la del Padre.

Juan 6:27
Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a
27

vida eterna permanece.

Hechos 5:4
No has mentido a los hombres, sino a Dios

1
Giros idiomáticos: Tratándose del lenguaje o estilo, estructura especial de la frase, o manera de estar ordenadas las
palabras para expresar un concepto.

99
1ª. Corintios 1:17
Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio

Efesios 6:12
12
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,

3o. Como ya hemos explicado anteriormente, las palabras “amar” y “aborrecer”,


cuando son usadas como hebraísmos, expresan no amor y aborrecimiento
como lo expresan literalmente, sino preferencia por algo o alguien en relación
con otra cosa o persona; así que cuando leemos en Romanos 9:13:

Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.

No se debe entender que Dios amaba a Jacob y odiaba a Esaú, sino que para
el cumplimiento de sus planes, Dios prefirió a Jacob y dejó de lado a Esaú.

4º A veces encontramos en la Biblia expresiones como estas:


Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes,
sobre los montes de Ararat.
Génesis 8:4

Esto no significa que el arca de Noé quedó sobre “todos” los montes Ararat, es
un hebraísmo por el cual podemos saber que no hay solo un monte Ararat,
sino varios y que en uno de ellos, sin especificar en cual, quedó el arca. El
propósito de este hebraísmo es indicar la existencia de más personas o cosa
pesar de que se referían a una sola de ellas. Tomemos otros ejemplos.

En Mateo 24:1 leemos:


1
Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus
discípulos para mostrarle los edificios del templo

Es evidente que solamente uno de ellos, como intérprete o representante de


todos fue el que se acercó y le mostró los grandes edificios del templo, no
podemos imaginarnos a todos hablándole al mismo tiempo.

Tomemos ahora el caso de Mateo 26:8-9:


Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este
desperdicio? 9Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y
haberse dado a los pobres

También aquí aprendemos que no fueron todos los discípulos sino uno solo el
que habló. Este caso es comprobable por la misma Palabra en Juan 12:4-5,
dándonos cuenta de que fue Judas Iscariote:
4
Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el
que le había de entregar: 5¿Por qué no fue este perfume vendido
por trescientos denarios, y dado a los pobres

Otro caso también comprobable es el de Lucas 26:33 donde leemos:

100
Los soldados también le escarnecían, acercándose y
presentándole vinagre,

Es obvio que no fueron todos los soldados quienes lo hicieron, Mateo 27:48
nos dice que fue solo uno:

Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la


empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber.

Como podemos darnos cuenta, conocer el uso de los hebraísmos nos ayuda a
aclarar aparentes contradicciones de la Biblia y a entender que las diferencias
ente un escritor y otro que hablan de lo mismo, solamente son para darnos una
mayor comprensión y ampliarnos el panorama de lo que estamos estudiando y
no para contradecirse. La ignorancia sobre los hebraísmos ha conducido a
muchos a juicios erróneos sobre la Palabra de Dios.

5º. Otro hebraísmo frecuente es aquel en el que se toma el nombre de los


padres para denotar a sus descendientes. Un ejemplo lo tenemos en Génesis
9:25:

Y dijo: Maldito sea Canaán;

Es obvio que se refiere a él y a toda su descendencia (También, conociendo el


contexto de la Palabra sabemos que esta maldición excluye a los justos y sus
descendientes). Encontramos muchas veces en la Escritura que el nombre de
Israel o de Jacob es usado para referirse al pueblo que desciende de él.
Veamos algunos ejemplos de esto. Primero Génesis 49:7:

Maldito su furor, que fue fiero; Y su ira, que fue dura. Yo los apartaré en
Jacob,
Y los esparciré en Israel.

Salmo 14:7
¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver
a los cautivos de su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará Israel

1º. Reyes 18:17-19


Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?
18
Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu
padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los
baales. 19Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el
monte Carmelo…

6º. Otro hebraísmo es el uso que se hace de la palabra “hijo” para designar un
descendiente más o menos remoto. De esta manera a los sacerdotes se les
llama hijos de Leví; a Mefiboset se le llama hijo de Saúl, aunque en realidad
era su nieto; del mismo modo a Zacarías se le llama hijo de Iddo, cuando en
realidad su padre era Berequías hijo de iddo. (Buscar citas).

101
7º. Del mismo modo como “hijo” se usa para designar un descendiente
cualquiera, “padre” es usado para designar un antepasado cualquiera o muy
notorio. También “hermano” es usado para señalar un pariente más o menos
cercano con el cual se ha intimado mucho. Por ejemplo, en la versión 1609 de
Reina Valera, en Génesis 14:12, 14,16, encontramos que Lot es llamado
hermano de Abraham cuando en realidad solamente era su sobrino, lo cual nos
es aclarado en el mismo pasaje:

Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abraham, que


moraba en Sodoma, y su hacienda, y se fueron. Y oyó Abraham
que su hermano estaba prisionero… y recobró todos los bienes, y
también a Lot su hermano…

Si tenemos en cuenta todos estos hebraísmos como habíamos dicho,


desaparecen aparentes contradicciones. Por ejemplo, en 2 Reyes Atalía es
llamada hija de Omri, y en el versículo 18; hija de Acab. En realidad era hija de
este último y nieta de Omri.

8º. Además de los hebraísmos ya referidos, en el lenguaje bíblico ocurren


otras singularidades que forman parte de este estudio. Son ciertos “Casi-
hebraísmos” que necesitamos conocer para la correcta comprensión de
muchos textos. Concretamente nos referimos al uso peculiar de ciertos
números, así como de algunas palabras que expresan hechos realizados o
supuestos y de varios nombres propios.

Ejemplo1. Ciertos números determinados se usan a veces en el hebreo para


expresar cantidades indeterminadas.

“Diez”, por ejemplo, significa tanto “varios”, como ese número exacto. Veamos
Génesis 31:7:
...y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario
diez veces

Comparemos con Daniel 1:20:


En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó,
los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos
que había en todo su reino.

Indudablemente que aquí el número diez está representando una cantidad


indeterminada de veces, Lo que Jacob está diciendo es que Labán le ha
cambiado el trato varias veces. E indudablemente que Nabucodonosor no tenía
un “sabiduriómetro” para medir cuantas veces era mayor la sabiduría de los
muchachos hebreos que los de los magos y astrólogos del reino. Sin ninguna
duda pues, que “Diez” quiere decir “varias veces”

Ejemplo 2. “Cuarenta” significa también “muchos”. Persépois era llamada “la


ciudad de las cuarenta torres”, aunque el número de las mismas era mucho
mayor. Probablemente ese sea también el significado de “cuarenta” en 2º.
Reyes 8:9, donde leemos que Hazael

102
Hizo un regalo de cuarenta cargas de camellos de bienes de Damasco a
Eliseo. Tal vez es el mismo significado en Ezequiel 29.11-13 donde en una
profecía contra
Etiopía dice así:
No pasará por ella pie de hombre, ni pie de animal pasará por
ella, ni será habitada, por cuarenta años.

Ejemplo 3. “Siete” y “setenta” se usan también para expresar un número


crecido e indeterminado pero completo. Como en Proverbios 26:16, 25

En su propia opinión el perezoso es más sabio Que siete que sepan


aconsejar…
…Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones
hay en su corazón.

Salmo 119:164:
Siete veces al día te alabo A causa de tus justos juicios.

Levítico 26.24:
24
yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún
siete veces
por vuestros pecados.

Se nos manda perdonar hasta setenta veces siete para darnos a comprender
que, si el hermano se arrepiente, le debamos perdonar siempre. Los siete
demonios echados de María por el Señor, nos dan a saber aparte del número
de principados que la poseían, el gran sufrimiento a que estaba sometida, al
mismo tiempo que la gran maldad que había en ella.

Ejemplo 4. En las Escrituras se usan a veces números redondos para


expresar cantidades faltas de exactitud, tomemos como ejemplo Jueces
20:35,46:
35
Y derrotó Jehová a Benjamín delante de Israel; y mataron los
hijos de Israel aquel día a veinticinco mil cien hombres de
Benjamín, todos los cuales sacaban espada.
46
Fueron todos los que de Benjamín murieron aquel día,
veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos
hombres de guerra.

Ejemplo 5. A veces se hace un uso muy peculiar de las palabras que expresan
acción, diciéndose por ejemplo que una persona realiza algo cuando en
realidad solamente la declara hecha. Algo así como cuando una autoridad va e
inaugura una obra y luego en su discurso dice “hicimos esta obra”, cuando en
realidad ni las manos metió, es más ni siquiera se acercó por allí cuando se
estaba construyendo.

También se dice que alguien realizó algo cuando solamente propicia que se
haga, o cuando profetiza que va a suceder. También se dice que alguien hizo
algo cuando solamente permitió que se haga.

103
Veamos: En Levítico 13.13, en el original, dice que el sacerdote limpia al
leproso, cuando en realidad solo lo declara limpio. En 2ª. Corintios leemos que
la “letra mata” (Es decir la ley), cuando sólo declara que el trasgresor debe
morir.

En Juan 4:1-2 dice que Jesús bautizaba más discípulos que Juan, cuando en
realidad sólo causaba u ordenaba que fueran bautizados, pues a inmediata
continuación leemos “Aunque Jesús no bautizaba sino sus discípulos”.

Leemos también en Hechos 1:16-19 que Judas “Adquirió un campo con el


salario de su iniquidad” aunque solamente fue causa de esto, pues él entregó
el dinero a los sacerdotes y ellos compraron dicho campo.
4
diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos
dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! 5Y arrojando las
piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. 6Los
principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No
es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de
sangre. 7Y después de consultar, compraron con ellas el campo
del alfarero, para sepultura de los extranjeros. 8Por lo cual aquel
campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre
Mateo 27:4-10

Entendiendo esto, podemos también comprender correctamente pasajes como:

Éxodo 9:12
Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como
Jehová lo había dicho a Moisés.

Deuteronomio 28:15-61
15
Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para
procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo
te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te
alcanzarán. 16Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el
campo. 17Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. 18Maldito el
fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los
rebaños de tus ovejas. 19Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu
salir.
20
Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro
en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido,
y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales
me habrás dejado. 21Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te
consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
22
Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor,
con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te
perseguirán hasta que perezcas. 23Y los cielos que están sobre tu
cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
24
Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos
descenderán sobre ti hasta que perezcas.

104
25
Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un
camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de
ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra. 26Y tus
cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la
tierra, y no habrá quien las espante. 27Jehová te herirá con la
úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que
no puedas ser curado. 28Jehová te herirá con locura, ceguera y
turbación de espíritu; 29y palparás a mediodía como palpa el ciego
en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás
sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.
30
Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella;
edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la
disfrutarás. 31Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no
comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te
será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás
quien te las rescate. 32Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro
pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y
no habrá fuerza en tu mano. 33El fruto de tu tierra y de todo tu
trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido
y quebrantado todos los días. 34Y enloquecerás a causa de lo que
verás con tus ojos. 35Te herirá Jehová con maligna pústula en las
rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu
coronilla, sin que puedas ser curado.
36
Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a
nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a
dioses ajenos, al palo y a la piedra. 37Y serás motivo de horror, y
servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te
llevará Jehová. 38Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás
poco, porque la langosta lo consumirá. 39Plantarás viñas y
labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el
gusano se las comerá. 40Tendrás olivos en todo tu territorio, más
no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá. 41Hijos e
hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
42
Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la
langosta. 43El extranjero que estará en medio de ti se elevará
sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. 44El te prestará a ti,
y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.
45
Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y
te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a
la voz de Jehová tú Dios, para guardar sus mandamientos y sus
estatutos, que él te mandó; 46y serán en ti por señal y por
maravilla, y en tu descendencia para siempre.
47
Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo
de corazón, por la abundancia de todas las cosas, 48servirás, por
tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y
con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él
pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49Jehová
traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que
vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; 50gente fiera
de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;

105
y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que
51

perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de


tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52Pondrá
sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y
fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues,
todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere
dado. 53Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de
tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con
que te angustiará tu enemigo. 54El hombre tierno en medio de ti, y
el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la
mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren; 55para
no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere,
por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que
tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56La tierna y la
delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría
sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con
malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija, 57al recién
nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz;
pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el
asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus
ciudades.
58
Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley
que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y
temible: JEHOVÁ TU DIOS, 59entonces Jehová aumentará
maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia,
plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y
duraderas; 60y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de
los cuales temiste, y no te dejarán. 61Asimismo toda enfermedad y
toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la
enviará sobre ti, hasta que seas destruido.
También, cuando el Señor dice al profeta Jeremías en 1:10:
10
Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos,
para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para
edificar y para plantar.

No le quiso decir que él personalmente lo iba a hacer, sino que debería


proclamar o profetizar esas cosas para que sucedieran.

En ese mismo sentido también Isaías hubo de “Engrosar el corazón del pueblo,
agravar sus oídos y cegar sus ojos” (Isaías 6:10).

Como prueba de que el idioma hebreo expresa en forma de mandamiento


positivo lo que no implica más que un simple permiso, y ni siquiera un
consentimiento de hacer una cosa, tenemos en Ezequiel 20:39 que nos dice el
Señor:

Y a vosotros, oh casa de Israel, así ha dicho Jehová el Señor:


39

Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me


obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras
ofrendas y con vuestros ídolos.

106
El Señor no está permitiendo a su pueblo la idolatría con estas palabras, pero
sí les está diciendo que les va a permitir hacer lo que quieran aunque Él de
ninguna manera esté de acuerdo.

Tenemos un caso semejante en Números 22:20:


20
Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para
llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo
que yo te diga.

El contexto nos manifiesta claramente que aquello no era más que un simple
permiso para que el profeta hiciera un mal que Dios estaba muy lejos de
querer.

Lo mismo sucede en Juan 13:27:


Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.

Hay quienes han llegado a asegurar que Judas no pecó al entregar a Cristo,
pues sólo obedeció la orden que el Señor le dio con estas palabras. Sin
embargo, aquello era algo que Judas ya tenía decidido hacer y el Señor sólo lo
apresuró, permitiéndole hacer un mal en contra de su misma persona.

8º. En la interpretación de las Sagradas Escrituras es muy necesario tener


presente que también se hace un uso muy singular de los nombres propios,
designándose a veces a diferentes personas con un mismo nombre, diferentes
lugares con un mismo nombre, personas y lugares con el mismo nombre y una
misma persona con diferentes nombres.

Ejemplo 1. Personas diferentes designadas con un mismo nombre.

Faraón. Palabra que significa regente, era el nombre de todos los reyes de
Egipto desde los tiempos de Abraham hasta la invasión de los persas,
cambiándose después por el de Ptolomeo.
Abimelec, que significa “Mi padre el rey”, parece haber sido el nombre común
de los reyes de los filisteos.
Agag, era el nombre común de los reyes de los amalecitas.
Ben-adad, el de los reyes sirios.
Augusto César, el de los emperadores romanos. El augusto César que
reinaba cuando nació Cristo (Lucas 2:1), era el segundo que llevaba ese
nombre. El César que reinaba cuando Jesús fue crucificado era Tiberio. El
Augusto César al que apeló Pablo era Nerón. (Hechos 25:21). Los reyes
egipcios y los filisteos, así como los romanos, parecen haber tenido un nombre
propio además del común. Así es que leemos, por ejemplo, de un faraón
Nechao, de faraón Ofra entre los egipcios, y entre los filisteos, de Abimelec
Achís. (Veamos el prefacio del salmo 34 y 1º. Samuel 21:11).

Herodes. En el Nuevo Testamento se conocen distintas personas con este


nombre: Herodes el grande, así se le conoce en la historia secular, fue él quien
ya siendo viejo mató a los niños en Belén. Cuando éste murió, la mitad de su
reino, Judea y Samaria inclusive, fue entregado a su hijo Arquelao; la mayor

107
parte de Galilea, a su hijo Herodes el Tetrarca (Lucas 3:1; Mateo 2:22); y otras
partes de Siria y Galilea a su tercer hijo Felipe Herodes. Fue Herodes el
Tetrarca el que decapitó a Juan el Bautista y se burlaba de Jesús en su pasión.
Aún hay otro rey Herodes, nieto del cruel Herodes el Grande, y fue quien mató
al apóstol Jacobo, muriendo después abandonado en Cesarea. Y fue delante
del hijo de este asesino de Jacobo, llamado herodes Agripa, que compareció
Pablo por medio de Festo. El carácter de este Herodes Agripa era muy
diferente al de su padre, y el no confundirlos es muy importante para la recta
comprensión de la historia sagrada. (Vea la información anexa a continuación)

Herodes El Grande
Fundador de la última dinastía judía y rey de Judea del 37 al 4 a.C., era
descendiente de una rica familia idumea. En 47 a.C., a los veinticinco años
de edad, fue nombrado gobernador de Galilea por su padre Antípatro, quien,
con el favor de Julio César, había sido nombrado procurador de Judea. En el
año 40 a.C., Herodes consiguió, por medio de Antonio y Octaviano, que el
senado romano lo nombrara rey de Judea, pero tuvo que conquistar su reino
peleando tres años contra el último rey de la dinastía asmonea, Antígono (®
MACABEOS). Ayudado por el ejército romano, tomó a Jerusalén e hizo
ejecutar a su rival vencido (37 a.C.).
Herodes se esforzó por afianzar su autoridad en el interior (Lc 1.5) y por
extender su dominio a nuevos territorios por medio de su alianza con Roma.
Después de la derrota de su protector Antonio en Accio (30 a.C.), se puso al
lado del vencedor, Octavio Augusto. Este no solo lo confirmó en el reino,
sino que paulatinamente le otorgó nuevas posesiones. Finalmente, el reino
de Herodes llegó a abarcar casi toda Palestina (Idumea, Judea, Samaria,
Galilea, Perea y grandes territorios al nordeste del Jordán). En el Imperio
Romano, tenía el rango de «monarca aliado». No dependía del gobernador
de la provincia de Siria, sino directamente del emperador. Tenía la
obligación de defender las fronteras del imperio contra las incursiones de los
árabes. En la administración interna era independiente.
Tradicionalmente, Herodes ha venido a ser el prototipo del tirano
sanguinario. La matanza de los niños de Belén (Mt 2.13–18), no mencionada
en los documentos históricos, contribuyó a forjar esa imagen. Pero hoy en
día los historiadores tienden a hacer un juicio más positivo sobre la persona
y obra de Herodes. Este sin duda tuvo una gran capacidad política.
Después de un largo período de luchas internas, Herodes permitió que
su pueblo disfrutara, por más de treinta años, de la paz que Augusto difundió
por todo el mundo romano. Bajo su gobierno, el estado judío llegó a ocupar
una posición fuerte, reconocida por los romanos y respetada por sus
vecinos. Además de incrementar el desarrollo de la agricultura y el comercio,
se lanzó a una política extensa de construcciones que cambió el aspecto del
país.
En Jerusalén Herodes edificó la fortaleza ® ANTONIA, un palacio real, un
hipódromo, un teatro y un anfiteatro. En el 20 a.C. emprendió la
reconstrucción del templo, en el que trató de conservar la estructura
salomónica. Fundó y transformó varias ciudades, siguiendo su inclinación
por la civilización helenística-romana. Sebaste (en griego, Augustus, la
antigua Samaria) y Cesarea, un nuevo puerto en el Mediterráneo, fueron dos
de sus creaciones urbanísticas en honor de Augusto. Además, edificó y
fortificó varias plazas fuertes, particularmente en la región del mar Muerto. A
la manera de los poderosos reyes helenos, llenó de regalos y de
construcciones ciudades fuera de su reino.

108
Para realizar tantas obras, Herodes el Grande tuvo que disponer de una
enorme cantidad de dinero y mano de obra en un país pequeño y agotado
por las guerras internas. De ahí los pesados tributos y el yugo implacable
que impuso a su reino. Exterminó con una crueldad inaudita a todos sus
enemigos, reales o supuestos, empezando con los de su propia familia. Hizo
dar muerte sucesivamente a los descendientes de la dinastía asmonea que
hubieran podido reivindicar el trono, entre ellos Mariamne II, su segunda
esposa, Alejandra, su suegra, y Alejandro y Aristóbulo, sus hijos. Poco antes
de su propia muerte, su primogénito Antípatro, que parecía destinado a
sucederle, cayó en desgracia y Herodes mandó matarle.
Los judíos, tanto fariseos como saduceos, lo odiaban a pesar de su
preocupación ostentosa por el templo de Jerusalén. Aunque pertenecía
formalmente a la religión judía, Herodes era en esencia un rey pagano, más
interesado en la pompa que en seguir los preceptos de la Ley; al menos no
tuvo interés alguno, como Antíoco Epífanes, en helenizar a la fuerza a los
judíos. Herodes era una persona dotada de grandes capacidades físicas e
intelectuales: intrépido, decidido, orador brillante, inteligente y astuto. A esas
cualidades se contraponían una sed insaciable de poder y un carácter
extremadamente desconfiado. A pesar de sus esfuerzos por ganarse la
simpatía de sus súbditos, siempre fue para ellos un tirano impío y un
usurpador impuesto por los romanos.
Era de esperar que el reino de este Herodes no durara mucho tiempo
después de su muerte (4 a.C.). El emperador Augusto, acatando el
testamento, lo dividió entre sus hijos Arquelao, Herodes Antipas y Herodes
Felipe II. Herodes fue padre de otros cinco hijos y dos hijas, pero estos no
cobraron importancia en la historia bíblica.

Herodes Felipe I
Hijo de Herodes el Grande y de Mariamne II, llamado «Felipe» en Mc
6.17 (cf. Mt 14.3) y Herodes en Josefo. Fue por un tiempo el sucesor
designado de su padre, pero luego lo desheredó (a veces «Herodes sin
tierra»). Se casó con Herodías, hija de su medio hermano Aristóbulo, pero
luego ella lo dejó para vivir con Herodes Antipas. Se retiró a la vida privada y
murió en Roma.

Arquelao
Hijo de Herodes el Grande y de la samaritana Maltace. Lo criaron en
Roma junto con su hermano y su medio hermano. Después de la muerte de
su padre, Augusto lo nombró etnarca (título inferior al de rey, pero superior a
® TETRARCA). Fue semejante a su padre en sus actos de crueldad (Mt 2.22)
y en su afán de construcción; suscitó el odio de todos. En el año 6 d.C. una
delegación de la aristocracia judía y samaritana lo acusó ante el emperador.
Arquelao fue citado a Roma, destituido, despojado de sus bienes y
desterrado a Viena, en las Galias, donde murió.
Así, gran parte del reino de Herodes el Grande perdió su autonomía, fue
anexado a la provincia romana de Siria y administrado por un procurador
nombrado por el emperador (6 d.C.). Una parábola de Jesús parece eludir a
las circunstancias en que Arquelao llegó al poder (Lc 19.12, 14, 27). Antes
de salir para Roma a obtener la ratificación imperial del testamento de su
padre, Arquelao tuvo que aplastar una rebelión; dio muerte a tres mil
personas en el templo, durante la Pascua, y los judíos mandaron una
delegación a Roma para pedir al emperador que no le otorgara la corona.

Herodes Antipas

109
Era otro hijo de Herodes el Grande y Maltace, hermano menor de
Arquelao, medio idumeo y medio samaritano. Educado en Roma, obtuvo de
Augusto el gobierno de Galilea y de Perea con el título de tetrarca (Lc 3.1,
19). Marcos 6.14 lo llama rey, siguiendo una denominación popular, pero en
los Evangelios y en sus propias monedas se llama solamente Herodes. Para
distinguirlo de su padre, es conocido tradicionalmente como Herodes
Antipas (en griego, retrato del padre) o Herodes el tetrarca. Se casó primero
con una hija de Aretas IV, rey de los nabateos, pero después la repudió para
convivir con su sobrina Herodías, esposa de su hermanastro Herodes Felipe
I. Esto provocó una guerra con Aretas, en la que Herodes fue derrotado (36
d.C.).
Herodes Antipas, lo mismo que su padre, fue un gran constructor.
Fortificó Séforis, su primera residencia, y fundó una nueva capital, que llamó
Tiberias en honor del emperador Tiberio. En el año 39 d.C. la ambición de
Herodías lo hizo ir a Roma a solicitar de Calígula el título de rey. Eso
provocó su caída: su sobrino Herodes Agripa I, a quien el emperador
acababa de conferir este mismo título, se valió de su posición de favorito y lo
acusó de tramar una alianza secreta con los partos. Herodes fue destituido y
desterrado a Lyón, en las Galias, adonde lo siguió Herodías.
El nombre de Herodes aparece en varios pasajes de los Evangelios, ya que
casi la totalidad de su reinado coincidió con la vida de Jesús. Era una
persona astuta (Lc 13.32: «aquella zorra»), ambicioso (por influjo de
Herodías) y amigo de la pompa. A pesar de su indiferencia religiosa, sabía
dar muestras de su ortodoxia judía: peregrinaba a Jerusalén en la Pascua
(Lc 23.7), intercedía a veces ante Pilato en favor de los judíos (de ahí la
enemistad inicial, Lc 23.12), no hacía figurar ninguna imagen en sus
monedas. Hizo encarcelar y ejecutar a Juan el Bautista por reprocharle su
unión ilícita con Herodías. Según los Evangelios, esta fue la principal
instigadora de la muerte de Juan (Mc 6.14–29 //). Josefo dice que Herodes
lo hizo matar porque temía que el éxito popular de Juan pudiera provocar
una insurrección.
Al enterarse Herodes de la fama de Jesús, su conciencia le hizo temer
que Juan hubiera resucitado (Lc 9.7–9). En Lc 13.31ss, unos fariseos
advierten a Jesús que Herodes lo quiere matar, pero tal hostilidad no
concuerda con el interés de aquel por ver a Jesús (Lc 9.9; 23.8). Al fin pudo
verlo, cuando Pilato, enterado de que Jesús era Galileo y por tanto estaba
bajo la jurisdicción de Herodes, se lo entregó. Porque no satisfizo toda la
curiosidad de Herodes, este juntamente con sus soldados se burló de Jesús
(Lc 23.6–12).

LA FAMILIA HERODIANA
ANTIPÁTER
Procurador de Judea
47-43 a. C.

Falaseo Herodes el Grande José Peroras Salomé


Rey de Judea
37-4 a. C.
por Doris por Mariamne (1) por Mariamne (II) por Maltace por
Cleopatra

Antipatro Alejando y Aristóbulo Herodes Arquealo Herodes Herodes y Felipe


Fue ejecutado Los dos ejecutados (¿Felipe?) Etnarca Antipas Tretarcas
4 a. C, 7. a. C de Judea. Tretarca del territorio
Y Samaria de Galilea este del
Y Perea mar de Galilea
4 a. C. 6 d. C 4 a. C. 39 a. C. 4 a. C. 34 d. C
Herodes Herodes Agripa I Heridias

110
Herodes el Grande José
Rey de Judea
37-4 a. C.
Rey de Calis Rey de Judea Se caso con:
41-48 d. C. 41-44 d. C. 1. Herodes Felipe
2. Herodes Antipas

Herodes Agripa II Berenice Druslia


Rey de Calis
50-53 d. C.
Posteriormente regente
De la tetarquia de Felipe
Y las Regiones Adyacentes

Herodes Felipe II
Hijo de Herodes el Grande y de la quinta mujer de este, la judía
Cleopatra. Desde 4 a.C. hasta
34 d.C. fue tetrarca de los territorios situados al este del curso superior del
Jordán y del lago de Genesaret (Gaulanitis, Traconitis, Auranitis, Batanea,
Paneas e Iturea; Lc 3.1). Josefo lo elogia como un monarca justo y
moderado. Reconstruyó Paneas, a la cual llamó Cesarea en honor del
emperador (® CESAREA DE FILIPO) y trató de convertir a Betsaida en ciudad
con el nombre de Julias (en honor de una hija de Augusto). Al final de su
vida se casó con Salomé, hija de Herodías, pero murió sin hijos (34 d.C.).
Su tetrarquía quedó incorporada en la provincia de Siria y luego fue
entregada por Calígula a Herodes Agripa I (37 d.C.).

Herodes Agripa I O El Mayor


En el Nuevo Testamento se le llama «Herodes», pero Josefo lo conoce
como «Agripa». Fue hijo de ARISTÓBULO, y creció en Roma en estrecha
relación con la familia imperial. Su amigo Calígula le confirió las tetrarquías
de Herodes Felipe II y de Lisanias, junto con el título de rey (37 d.C.). Por
sus intrigas, obtuvo la deposición de Herodes Antipas y se quedó con la
tetrarquía de Galilea y Perea (39 d.C.). Finalmente, el nuevo emperador
Claudio puso también bajo el dominio de este Herodes los territorios de
Judea y Samaria (administrados desde 6 d.C. por procuradores romanos).
Así, Agripa reconstituyó en solo tres años un reino casi igual al de su
abuelo Herodes el Grande.
Aunque era un helenista convencido, Agripa se hizo pasar por una
persona singularmente fiel a la Ley judía y logró ganarse la simpatía de los
judíos. Hizo importantes donativos para el templo. En el 40 d.C. trató de
disuadir a Calígula de que hiciera erigir su estatua en el templo. Su
persecución contra los primeros cristianos (Hch 12:1–19) probablemente
fuera una tentativa más de congraciarse con los fariseos y el pueblo. En un
esfuerzo por debilitar su dependencia de Roma, empezó la construcción de
una nueva muralla al norte de Jerusalén, la cual no pudo concluir por
prohibición del emperador. Su muerte, repentina y horrorosa, en Cesarea, a
los 54 años, la relata Lucas (Hch. 12:.20ss) y Josefo en forma
esencialmente idéntica. Ambos escritores la interpretan como un castigo
divino por haber aceptado que la gente lo aclamara como un dios (44 d.C.).
Dejó cuatro hijos, de los cuales tres aparecen en el Nuevo Testamento:
Agripa, Berenice y Drusila.

Herodes Agripa II o El Menor


Hijo de Herodes Agripa I, nació en Roma ca. 27 d.C. y lo educaron bajo
el cuidado del emperador Claudio. Era aún muy joven cuando murió su
padre y, por tanto, Claudio no permitió que asumiera el mando del reino (el

111
cual volvió a ser una provincia romana). Al morir su tío Herodes de Calcis
en el 48 d.C., recibió la tetrarquía de este en el Líbano, y la cambió
después por las tetrarquías de Felipe y de Lisanias con el título de rey.
Claudio lo nombró también inspector del templo de Jerusalén con derecho
de nombrar al sumo sacerdote. Hacia el 61 Nerón le otorgó nuevos
territorios en Galilea y en Perea (Tiberias, Tariquea, Julias, etc.).
Acompañado por su hermana Berenice, con quien vivía
escandalosamente, Agripa II escuchó la defensa de Pablo, ante Festo, en
Cesarea (Hch. 25:13–26.32). Bajo su reinado se terminó el templo de
Herodes el Grande (62–64). Su simpatía por los romanos, atestiguada en
monedas e inscripciones, se manifestó especialmente durante la guerra
judía (66–70 d.C.). Primero, se esforzó por disuadir a los judíos de llevar a
cabo una resistencia armada. Luego, al desatarse la guerra combatió al
lado de los romanos. Lo hirieron en el sitio de Gamala y esto le valió que
Vespasiano lo recompensara. Murió ca. 93 ó 100 d.C., y su territorio se
incorporó a la provincia romana de Siria. Con él se extinguió la rama judía
de la dinastía herodiana.
Bibliografía:
G. Ricciotti, Historia de Israel II, Miracles, Barcelona, 1947. EBDM III, cols.
1192–1212.

Ejemplo 2. Las mismas personas con distintos nombres.

Leví es el mismo que Mateo. Tomás y Dídimo, son una misma persona. Tadeo
y Nebeo son diferentes nombres del apóstol Judas. Natanael y Bartolomé son
también nombres de una misma persona.

Ejemplo 3. Lugares diferentes designados con un mismo nombre.

Hay dos ciudades que se llaman Cesarea: La de Filipo y la que se sitúa en la


costa del Mediterráneo. A esta última, que era puerto de mar y punto de partida
para quienes quisieran viajar de Judea a Roma, es a la que se refiere
continuamente el libro de los Hechos.

También se mencionan dos Atioquías: La de Siria, que es donde Pablo y


Bernabé iniciaron su ministerio y donde los discípulos primeramente fueron
llamados cristianos; y la de Pisidia en Frigia, a la cual se hace referencia en
Hechos 13:14; y en 2ª. Timoteo 3:11.

También hay varios lugares llamados Mispa en el Antiguo Testamento, como el


de Galaad, el de Moab, el de Gabaa, y el de Judá (Génesis 31:47-49; 1º.
Samuel 22:3; 7:11; Josué 15:38).

Ejemplo 4. Un mismo nombre para designar a una persona y un lugar.

Magog, por ejemplo, es el nombre de un hijo de Jafet pero es también el


nombre del país ocupado por la gente llamada Gog.). Probablemente los
antiguos escritos, hoy llamados tártaros (Ezequiel 38; Apocalipsis 20:8, de los
cuales descienden los turcos.

Ejemplo 5. Una misma persona y un mismo lugar con nombres diferentes.

112
Horeb y Sinaí son nombres de diferentes picos de una misma montaña, pero
a veces cualquiera de los dos designa a la montaña entera.

El lago de Genezaret se llamaba antiguamente Mar de Cineret, después, Mar


de Galilea o mar de Tiberias. (Mateo 4:8; Juan 21:1).

La Abisinia moderna se llama en la Biblia Etiopía y a veces Cus, sin embargo,


las más de las veces este último nombre designa a Arabia o la India.

Grecia se llama también Javán (Isaías 68:19; Zacarías 9:13; Daniel 8:21).

Egipto se llama a veces Cam, otras, Rahab. (Salmo 78:51; Isaías 51:9).

Al Nilo se le llama Sibor o también El Río y estos nombres también designan a


veces otros ríos.

El Mediterráneo se llama a veces Mar de los Filisteos, quienes vivían en sus


costas; otras, Mar occidental; aún otras y con mayor frecuencia el Gran Mar.
(Éxodo 23:31; Deuteronomio 11:24; Números 34:6-7).

La Tierra Santa se llama Canaán, Tierra de Israel, Tierra de Judea, Palestina,


Tierra de los Pastores y la Tierra prometida. (Éxodo 15:4; 1º. Samuel 13:19;
Isaías 14:29; Hebreos 11:9).

Un conocimiento y uso cuidadoso del uso tan peculiar que hacen de los
nombres propios los hebreos, no sólo favorece la recta comprensión de las
Escrituras en general, sino que además hace desaparecer algunas
contradicciones que la ignorancia encuentra en diferentes pasajes de la Biblia.

CUESTIONARIO DE APOYO Nº 16

Nombre del alumno ______________________________ Fecha ___________

113
Iglesia___________________________ Pastor_________________________

1. ¿Qué entendemos por hebraísmos?

2. ¿Qué hebraísmos se explican en los ejemplos 1 al 8?

3. ¿Qué son los casi-hebraísmos?

4. ¿Cómo se usan los números, las palabras que expresan acción y los
nombres de personas y lugares?

NOTA MUY IMPORTANTE: A esta lección se le debe dedicar mucho tiempo, hasta
familiarizarse con todos los detalles que abarca.

114

También podría gustarte