Materials">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Ceramica

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

Para otros usos de este término, véase 

Cerámica (desambiguación).

Jarrón de cerámica, Théodore Deck, siglo XIX.

La cerámica (del griego κεραμικός, keramikós,1) es el arte de fabricar vasijas2 y otros objetos


de arcilla u otro material cerámico por acción del calor, es decir cocida a una temperatura
superior a los 900 grados.3 El resultado es una diversa variedad de piezas u objetos
de terracota —o alfarería «de basto»—, de loza y del conjunto de porcelanas. Además de
denominar la técnica y su actividad, también da nombre al conjunto de objetos y producción. 2
Su uso inicial fue la fabricación de recipientes empleados para contener alimentos o bebidas.
Más adelante se utilizó para modelar figurillas de posible carácter simbólico, mágico, religioso
o funerario. También se empleó como material de construcción en forma
de ladrillo, teja, baldosa o azulejo, conformando muros o revistiendo paramentos. La técnica
del vidriado aumentó su atractivo suntuario y su uso arquitectónico. A partir del siglo XIX se
aplicó a la industria como aislante eléctrico y térmico en hornos, en motores y en blindajes. La
moderna cerámica se aplica a las industrias de silicatos (grupo de minerales de mayor
abundancia, pues constituyen más del 95 % de la corteza terrestre) y como complemento en
tecnologías de construcción asociada al cemento. También es la base de las técnicas
de esmaltes sobre metal.4

Índice

 1Alfarería y cerámica
o 1.1Algunas citas
 1.1.1Clasificaciones y estructuración de la cerámica en
arqueología
 2Introducción
 3Aspectos tecnológicos
o 3.1Materia prima
o 3.2Modelado y preparación de la pasta
 4Historia
o 4.1Utensilios
o 4.2Técnicas y materiales
o 4.3Decoración
 5Fabricación
 6Materiales
 7Véase también
 8Referencias
 9Enlaces externos

Alfarería y cerámica[editar]
Artículo principal: Alfarería

Existe cierta confusión, provocada desde el propio contexto de la investigación a partir del
siglo XVIII, entre los conceptos alfarería y cerámica, llegando a generar un incómodo
conflicto semántico (semántica lógica).5 Las dos palabras se usan indistintamente para
nombrar las actividades artesanales, artísticas e industriales a partir del barro cocido, así
como el producto o los productos de las mismas y su cultura. nota 1
La propuesta de los diccionarios (ideológicos y de sinónimos) y los manuales léxicos no ayuda
a resolver la disyuntiva cuando «alfarería» aparece redirigida o referida a «cerámica»,
dándosele así a esta última mayor valor troncal. nota 2 En el capítulo de las etimologías se indica
que Alfarería, como alfar, provienen del árabe hispánico alfah hár, y este del árabe clásico fah
har ‘alfarería’, y a su vez del hebreo hhafar ‘tierra, barro’.67 Por su parte, Cerámica procede del
griego antiguo κεραμική (keramiké), femenino de κεραμικός, keramikós ‘hecho de arcilla’;
“cerámico”, que designaba originalmente al barrio de los alfareros de la antigua Atenas, al
noroeste de la Acrópolis.nota 3[cita  requerida]

Panorámica del sitio arqueológico del Cerámico desde el sureste.


A comienzos del siglo XVI, el humanista Antonio de Nebrija ya mencionaba el término
griego ceramion en un contexto amplio. Pero se ha atribuido al arqueólogo Giovanni Battista
Passeri la responsabilidad de incluir la voz "cerámica" en el contexto lingüístico moderno, al
usarlo en una obra impresa en Venecia en 1768.8 Joan Corominas completa el seguimiento
del término y su uso explicando que dicho vocablo llegó a España en 1869, justo un siglo
después de la propuesta de Passeri.9
Las definiciones con más peso oficial, tras admitir que ambos términos designan el arte de
elaborar objetos de barro, relacionan la alfarería con los espacios de fabricación y venta, y a la
cerámica con el conjunto de objetos y sus vertientes científicas asociadas a la arqueología.nota 4
En un manual clásico de términos de arte,10 ambos términos se relacionan con el «arte y
técnicas del barro y la arcilla»; dándole preferencia a la alfarería en esta acepción y
reservando a cerámica la definición de los objetos fabricados con dichas características y
haciéndolo extensivo a otros términos más concretos
como: loza, porcelana, mayólica y terracota.nota 511

Algunas citas[editar]
 «La alfarería es la cerámica popular, la más corriente, la que se hacía en los
pueblos para uso popular. Después vino la cerámica, todo aquello que es
decorado, con carácter suntuario, artístico». Emili Francés Sempere. 12
 «La cerámica ocupa un lugar importante en las artes decorativas, ya que participa
a la vez de la arquitectura, la escultura y la pintura. Esta palabra se emplea
también no sólo para designar lo que Bernard Palissy llamaba «el arte del barro»,
sino sus mismos productos».13
Clasificaciones y estructuración de la cerámica en arqueología[editar]
Además de las diferenciaciones según aspectos geográficos, lingüísticos, sociológicos,
económicos, se ha clasificado:
Por la fabricación: a mano, a torno (manual o de pie), con molde.
Por la cronología.
Por culturas.
Por reparto espacial.
Por análisis físico o químico.
Por técnicas decorativas y tratamiento de superficies.
Por tipología de cocción.
Por la morfología de las piezas.
Por otras clasificaciones sociales y etnográficas, según simbolismos y rituales. 14
La base y los materiales arqueológicos para dichas
clasificaciones y su investigación, por convención, son
los diferentes productos del trabajo alfarero.
Estructuralmente se han propuesto tres fases de
investigación: la histórico-artística (del siglo XV a 1880)
cuando se trata de vasos completos, la tipológica (de
1880 a 1956) en el caso de que sean fragmentos, y la
fase contextual (de 1956-60 en adelante) cuando se
parte de muestras microscópicas o se trabaja con
conjuntos de muestras.

Introducción[editar]
Existen varias razones por las que se considera muy
importante el estudio de las cerámicas en comparación
con el resto del registro arqueológico:

1. Por la valiosa información que a través


del estudio de su tecnología y tipología
podemos obtener de ellas.
2. Por sus posibilidades analíticas gracias a
la geoquímica y la mineralogía (a través
del estudio de la arcilla con una serie de
técnicas).
3. Por la posibilidad de trabajos
experimentales.
4. Por su resistencia al paso del tiempo.
5. Por su relativa abundancia.
Cuando nos enfrentamos con el análisis de un objeto
cerámico debemos tener en cuenta que este va a ser una
aproximación a la historia total del artefacto, desde su
producción a su deposición y alteraciones posteriores, y
que esta historia contiene información desde un nivel
puramente estético hasta un nivel relacionado con el
grado de tecnología de estas comunidades, las posibles
funciones de las cerámicas (uso doméstico, ritual,
simbólico...), la procedencia de las mismas (intercambio,
producción autónoma, etc.).
Este argumento ha traído como consecuencia la
superación de la fase llamada crono-tipológica en los
estudios cerámicos, que había llegado a un punto de
estancamiento por no ser capaz de dar más información
que la puramente descriptiva.
De este modo, se recurrió a otras disciplinas para poder
llegar a incrementar los niveles de información
recuperable que no podían extraerse con ningún otro
medio arqueológico.
Por otro lado es muy importante tener en cuenta que el
estudio de las cerámicas ha de realizarse siempre
teniendo en cuenta el contexto en el que han sido
halladas (con qué otros elementos arqueológicos
estaban, qué disposición en el espacio tenían respecto a
los demás elementos y su posición estratigráfica, en qué
tipo de estructuras estaban, si están en un asentamiento,
en una necrópolis, en un área de producción, etc.).
Aisladas del mismo, la información es mucho más
reducida y prácticamente se limita a su datación relativa
y posible función.
Los datos proporcionados por las distintas técnicas de
análisis no tienen relevancia arqueológica directa si no es
porque se estudian como fruto de un sistema humano de
conducta, como un producto humano (se han llegado a
hacer análisis del tipo de medidas de diámetro,
estadísticas, reagrupamientos con análisis de grupos,
etc, para al final decir que tal conjunto cerámico es de tal
período o tal cultura), una conducta que puede inferirse
de ellos, y que en última instancia son los que interesan
en la investigación arqueológica.
Por ello, en la investigación hay que partir en primer lugar
de un marco teórico que sea el que dote de significado
los estudios analíticos que se emprendan, en un intento
de integrar la información de la composición de las
cerámicas y la información cultural, buscando así la
interrelación entre las aproximaciones experimentales y
las arqueológicas.
La caracterización de una cerámica,nota 6 al igual que la
tipología, no tiene un valor más que puramente
descriptivo si no tiene un marco teórico que dote de
significado a estos estudios analíticos.

Aspectos tecnológicos[editar]
Los estudios tecnológicos de las cerámicas fueron
aplicados en un primer momento fuera de España. Estos
no solo se pueden quedar en darle un carácter científico
a una publicación, sino que hay que interpretar los datos
para poder responder a hipótesis previas.

Materia prima[editar]

La arena de cuarzo se puede utilizar como desgrasante.

Muestra de esquisto metamórfico.

Con la caracterización de un objeto cerámico se intenta


determinar los constituyentes de su materia prima con el
fin de poder llegar a realizar inferencias sobre aspectos
tecnológicos que nos informan sobre su proceso de
manufactura, y también son susceptibles de informarnos
sobre la posible procedencia de los mismos.
Esta información puede ser muy valiosa para detectar
patrones de producción o de intercambio y comercio, así
como para documentar datos sobre factores socio-
económicos y culturales. Los resultados serán más
valiosos si trabajamos con cerámicas bien
contextualizadas.
Al estudiar la naturaleza de la materia prima, el fin
principal por lo tanto es la tecnología y su procedencia.
Aunque ambas cuestiones debieran desempeñar un
papel semejante, se ha puesto mayor énfasis en los
aspectos relacionados con la procedencia de las
cerámicas, (más de un tercio de los trabajos en todo el
mundo). Para ello se lleva a cabo un estudio del entorno
geológico en donde se ha hallado la cerámica y se
recogen sedimentos arcillosos potencialmente utilizables
dentro del área geográfica del estudio, como apoyo y
contrastación de los resultados analíticos obtenidos con
la caracterización de las cerámicas.
Las materias primas de la cerámica son la arcilla,
el desgrasante o clastos y el agua.
La arcilla es llamada fracción fina de un suelo o
sedimento, siendo el conjunto de partículas minerales
que tienen un diámetro de dos micras o menos. Algunos
autores prefieren denominar la materia prima de la
cerámica como tierras, porque las arcillas seleccionadas
nunca son puras, están mezcladas con elementos
minerales de mayor tamaño o fracciones gruesas,
no plásticos o desgrasante. Es decir, aunque el mayor
porcentaje de material sea arcilla, no lo es todo. También
contienen limos y arenas en cantidades variables que
serán factores determinantes respecto al tipo de textura.
La razón de que se use la arcilla es por su propiedad
plástica, sus facultades de moldeo en el estado pastoso
pero dureza en el estado cocido.
El desgrasante se añade o ya va incluido en las arcillas
para que sirva de armazón y de solidez a la parte plástica
de la cerámica (arcilla y agua). Las arcillas tienen una
gran capacidad de absorción de agua, no solo la
intrínseca sino también la añadida por el alfarero para
darle plasticidad y poder moldearla (supone el 18-25 %
del total). Si se le echa poca agua se fragmenta y si se le
echa mucha ya no es plástica.
El desgrasante suele ser más visible en la pared interior,
ya que en la exterior normalmente se procede a un
acabado final de alisamiento por motivos estéticos y
prácticos (por ejemplo para evitar en lo posible
la porosidad).
Los desgrasantes pueden
ser minerales (cuarzo, calcita, feldespato, esquisto, mica,
etc), orgánicos (carbón, vegetales, cereales, hojas), anim
ales (conchas, fragmentos de hueso), y trozos de
cerámica, fragmentos de sílex, etc.
Su tamaño puede ser de fracción gruesa, 2 mm, media,
de 2 a 1 mm, o fina, 1 mm.
El tipo de desgrasante en ocasiones era seleccionado
según la función que fuese a cumplir la vasija. Para las
que tenían que soportar altas temperaturas, como
los crisoles por ejemplo, añadían gran cantidad de
cuarzo; para las de actividad de cocina le añadían mayor
cantidad de minerales desgrasantes que a las rituales o
de enterramientos (estas últimas suelen tener unas
pastas con el desgrasante más fino). Si requerían alta
porosidad para transpirar (para contener
agua, aceite, leche) se utilizaban desgrasantes
orgánicos, ya que estos al cocerse la cerámica
desaparecen y dejan los huecos.
Se pueden hacer estudios, incluso dentro de un mismo
yacimiento, sobre cómo va variando la cerámica a lo
largo del tiempo en relación con su mayor o menor
calidad, su forma, su función, etc., y deducir, por ejemplo,
que el cambio está motivado por un cambio en la dieta o
por otros aspectos y el por qué (por contacto con otros
grupos, por evolución interna en el tipo de producción
inducido por un cambio en el medio, por nuevas técnicas
de producción, por un nuevo modo de vida nómada o
sedentaria, etc.).
Asimismo se pueden hacer estudios de la procedencia
de los minerales: si se trata de esquinas redondeadas o
cantos desbastados procede normalmente de las
márgenes de un río o de depósitos fluviales. En el
estudio concreto de la cerámica neolítica granadina, la
presencia de mica dorada era un detector clave del lugar
de procedencia del sedimento (Sierra Nevada).
El tipo de resistencia mecánica de la cerámica puede ser
también un indicador importante: si se trata de una
cerámica con arcilla muy fina y cocida a altas
temperaturas, su resistencia es alta en tanto que si la
densidad es baja y tiene alta porosidad, puede indicar
cierto grado de arcaísmo.

Modelado y preparación de la
pasta[editar]
Tipos de cerámica Naqada II. 3500-3200 a. C.

Existen distintas técnicas de modelado:

 El modelado simple: se manipula la masa o


pella de barro hasta darle forma con la mano.
Tiene que estar húmeda y consistente. Se
hace una masa homogénea tras numerosos
dobleces y golpeándola, sosteniéndola con
un puño y dándole palmadas enérgicas con
la otra mano para ir adelgazando las
paredes.
 El modelado por bandas o rulos: se modelan
bandas o anillos que se superponen de forma
elipsoidal. Después se le da un baño de
arcilla externa más depurada y se ocultan
estas bandas. Pero a veces cuando se
fracturan se puede observar que se ha
practicado esta técnica. Lo normal es que el
fondo sea más grueso que el labio o boca. Se
utiliza sobre todo para las grandes vasijas en
el Neolítico, Calcolítico y Edad del Bronce.
 Modelado compuesto: se modelan dos
cuerpos independientes prefabricados (parte
inferior y superior de la vasija) que se
ensamblan.
 Modelado aprovechando un molde: este
molde puede ser un cesto, bolsa de cuero,
una calabaza, etc. Fundamentalmente se da
en el Calcolítico y Bronce final.

Historia[editar]
Este artículo o sección
tiene referencias, pero necesita
más para complementar
su verificabilidad.
Este aviso fue puesto el 31 de octubre de
2015.

La historia de la cerámica va unida a la historia de casi


todos los pueblos del mundo. Abarca sus mismas
evoluciones y fechas y su estudio está unido a las
relaciones de los seres humanos que han permitido el
progreso de este arte.
La invención de la cerámica se produjo durante el
neolítico, cuando se hicieron necesarios recipientes para
almacenar el excedente de las cosechas producido por la
práctica de la agricultura. En un principio esta cerámica
se modelaba a mano, con técnicas como el pellizco,
el colombín o la placa (de ahí las irregularidades de su
superficie), y tan solo se dejaba secar al sol en los países
cálidos y cerca de los fuegos tribales en los de zonas
frías. Más adelante comenzó a decorarse con motivos
geométricos mediante incisiones en la pasta seca, de
manera que la cada vez más compleja, perfecta y bella
elaboración determinó, junto con la aplicación de
cocción, la aparición de un nuevo oficio: el del alfarero.
Según las teorías difusionistas, los primeros pueblos que
iniciaron la elaboración de utensilios de cerámica con
técnicas más sofisticadas y cociendo las piezas en
hornos fueron los chinos. Desde China pasó el
conocimiento hacia Corea y Japón por el Oriente, y hacia
el Occidente, a Persia y el norte de África hasta llegar a
la península ibérica. En todo este recorrido, las técnicas
fueron modificándose. Esto fue debido a ciertas
variantes; una de ellas fue porque las arcillas eran
diferentes. En China se utilizaba una arcilla blanca muy
pura, el caolín, para elaborar porcelana, mientras que en
Occidente estas arcillas eran difíciles de encontrar. Otras
variantes fueron los motivos decorativos y los diferentes
métodos utilizados para la cocción.
Cerámica ibera del siglo IV a. C. (M.A.N., Madrid), hallada
en Baza (Granada).

El invento del torno de alfarero, ya en la Edad de los


Metales, vino a mejorar su elaboración y acabado, como
también su cocción al horno que la hizo más resistente y
amplió la gama de colores y texturas. En principio, el
torno era solamente una rueda colocada en un eje
vertical de madera introducido en el terreno, y se la hacía
girar hasta alcanzar la velocidad necesaria para elaborar
la pieza. Poco a poco fue evolucionando, se introdujo
una segunda rueda superior y se hacía girar el torno
mediante un movimiento del pie; posteriormente se
añadió un motor, que daba a la rueda diferente velocidad
según las necesidades.
A menudo la cerámica ha servido a los arqueólogos para
datar los yacimientos e, incluso, algunos tipos de
cerámica han dado nombre a culturas prehistóricas. Uno
de los primeros ejemplos de cerámica prehistórica es la
llamada cerámica cardial. Surgió en el Neolítico, y su
denominación se debe a que estaba decorada con
incisiones hechas con la concha del cardium edule, una
especie de berberecho. La cerámica campaniforme, o
de vaso campaniforme, es característica de la edad de
los metales y, más concretamente, del calcolítico, al igual
que la cerámica de El Argar (argárica) lo es de la Edad
del Bronce.
Los ceramistas griegos trabajaron la cerámica
influenciados por las civilizaciones del Antiguo
Egipto, Canaán y Mesopotamia. Crearon recipientes con
bellas formas que cubrieron de dibujos que narraban la
vida y costumbres de su época. Tan influyentes fueron
los griegos en la cerámica que algunos postulan que la
palabra cerámica indicaba la procedencia de un barrio de
alfareros en Atenas.[cita  requerida] La estética griega fue
heredada por la Antigua Roma y Bizancio, que la
propagaron hasta el Extremo Oriente. Se unió después a
las artes del mundo islámico, de las que aprendieron los
ceramistas chinos el empleo del bello azul de cobalto.
Desde el norte de África penetró el arte de la cerámica
en la península ibérica, dando pie a la creación de la loza
hispano-morisca, precedente de la
cerámica mayólica con esmaltes metálicos, de influencia
persa, y elaborada por primera vez en Europa en
Mallorca (España), introducida después con gran éxito en
Sicilia y en toda Italia, donde perdió la influencia islámica
y se europeizó.

Utensilios[editar]
Interruptor de luz antiguo, que se hacía de cerámica por ser
un buen aislante eléctrico.

El torno y el horno son los elementos fundamentales e


importantes para la fabricación de la cerámica. Se
necesita además pinceles y varillas para la decoración.
Las principales herramientas o utensilios son:

 Palillos de madera para modelar


 Vaciadores
 Herramientas de metal para esculpir
 Medias lunas de metal o cuchillas de metal
 Cortador de barro
 Tornetas
 Tornos para ceramistas
 Extrusoras
 Buriles variados
 Jeringa con varias puntas
 Marcadores
 Cortadores con formas
 Pinceles punta de goma
 Compás de escultor

También podría gustarte