Introducción A La Cerámica

INTRODUCCIÓN:
La cerámica está estrechamente vinculada a la historia del ser humano; viene a ser fiel
reflejo de su creatividad y de su evolución, de su desarrollo técnico, testigo de sus
costumbres, de sus ideas, de su concepción religiosa. Que gracias al descubrimiento del
fuego alcanzo un dominio espectacular.
El vocablo cerámico proviene de la palabra griega Keramos, y designa todos los

productos elaborados a partir de tierras arcillosas cocidas. Los distintos tipos de
cerámica son consecuencia de los tipos de barros o arcillas, de los modos de prepararlos
y trabajarlos, de los hornos y las temperaturas.
Sin duda la cerámica es un nexo que conduce la investigación arqueológica, a modo que
desde los inicios de la labor científica se ha estudiado de manera predominante la
cerámica puesto que ha sido utilizada en el pasado y ha podido llegar hasta nuestras
manos y esto nos permite tratar de interpretar toda la cosmovisión expresada por los
artistas en sus ceramios, aunque sabemos que existe una amplia gama de variedad de
formas y tipos, el uso de este objeto sin duda es enorme a lo largo de todo el mundo y
han definido diferentes culturas y épocas en función de sus características.
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA CERÁMICA.
A lo largo del tiempo cuatro disciplinas han suministrado información relacionada al
estudio de la cerámica arqueológica.
Fase Histórico – Artística:
Ebendorfer (1464), describió unas ollas prehistóricas descubiertas en Stockerau como

objetos realizados por el hombre, con lo que contraatacaba el punto de vista más
extendido de que se trataba de marmitas mágicas que habían crecido en el terreno o que
los gnomos habían hecho en las minas. En 1587 Petrus Albinus excavó unas vasijas
prehistóricas en el área de Meissen con el fin de reunir evidencias que demostrasen que
habían sido manufacturadas por seres humanos. En 1603 Jhon Stow describió las ollas
que había obtenido en el cementerio romano de Spitalfields, Londres.
A lo largo de este periodo prosiguió el interés hacia la cerámica sepulcral, mientras que
el estudio de la cerámica domestica del periodo europeo posclasico tuvo un desarrollo
mas lento, lo cual implicaba el material que se había coleccionado durante los siglos
XVII Y XVIII y se consideraba bastante pintoresco al compararlo con la posición
dominante que se concedía a la porcelana.
Fase Tipológica.
La necesidad de clasificar aumentó al ir suministrando las excavaciones realizadas en

Francia, Alemania y Gran Bretaña cantidades siempre crecientes de cerámica. Uno de
los primeros ejemplos es la serie de tipos de formas y figuras de terra sigillata.
Se puede afirmar que la fase tipológica se inicia en la década de 1880, cuando Pitt
Rivers desarrolla su enfoque tipológico sobre varios artefactos. La herramienta
metodológica más importante de cara a la cronología era la seriación, se creó una forma
de ordenar grupos de tumbas de un cementerio con apenas o ninguna estratigrafía,
utilizando la presencia o ausencia de artefactos directores en cada grupo (Petrie, 1899).
En torno a la misma época se observo que las proporciones de tipos en las capas
sucesivas de una secuencia estratigráfica tendían a seguir modelos regulares; los cuales
más tarde estos modelos podían tener una interpretación cultural, a lo que siguió el uso
de la seriación como herramienta formal para recrear cronologías culturales a partir de
datos porcentuales, en el caso de ausencia total o parcial de estratigrafía. En esta etapa
las proporciones se basaban en la frecuencia de fragmentos, lo que en la parte refleja la
naturaleza de las colecciones, pero también la falta de consideraciones profundas sobre
las distintas alternativas.
Fase Contextual:
Durante esta fase se realizaron intentos serios por integrar los estudios etnográficos, las
técnicas científicas y ciertos aspectos de la tecnología en la corriente principal de los
estudios sobre cerámica. En realidad, la diversidad aparente que supone esta fase podría
enmascarar una unificación creciente, ya que poco a poco se comprueba que todos estos
temas están ligados y se apoyan entre sí.
A partir del siglo XVII se empezó a manifestar interés no tan solo por el aspecto
artístico de la cerámica, sino también por la evidencia de su fabricación. Es por eso que
el hombre primitivo tuvo interés por la propia tecnología de las vasijas, se centraba en
las cuestiones de alta tecnología, tales como la manufactura de cierta cerámica muy
fina.
Estudios funcionales:
El primer intento de estudiar la función de los recipientes cerámicos se basó en la idea
de que esa función estaba vinculada al nombre original que recibía la forma. El primer
intento resulto erróneo, pero a lo largo de los siglos se mantuvo la tradición de utilizar
dichos términos especialmente sobre la cerámica clásica: olla, lagena. Se han sugerido
cuatro formas de progreso:
 Examinar las asociaciones de los tipos de cerámica con otros materiales del
mismo horizonte estratigráfico en el que se encontró.
 Examinar los residuos del contenido original o del tratamiento de la superficie.
 Examinar las propiedades físicas de las pastas cerámicas para valorar su
adecuación a las distintas funciones, como por ejemplo cocinar.
 Examinar huellas de uso en las vasijas y de hollín tanto en el interior como en el
exterior.

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