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Contrarrevolución

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Contrarrevolución

Una contrarrevolución es un movimiento contrario a una


revolución ya acaecida, normalmente en un pasado próximo,1 ​
que intenta revertir sus resultados, parcial o totalmente; este
movimiento desea restaurar la situación o los principios
prevalecientes en la época prerrevolucionaria. El adjetivo
contrarrevolucionario denota a cualquier ente o persona que
se opone a una revolución.

Una contrarrevolución puede tener consecuencias positivas o


negativas, dependiendo en parte del carácter beneficioso o
pernicioso de la revolución que se revierte. Por ejemplo, La Guerra de la Vendée fue un alzamiento
Plutarco considera que el éxito transitorio de Agis y monárquico que fue reprimido por las
Cleómenes en Esparta, al restaurar la constitución de Licurgo, fuerzas revolucionarias en 1796
es contrarrevolucionario en sentido positivo. Y durante la
Revolución francesa, los jacobinos vieron la revuelta de la
Vendée como claramente negativa.

Índice
Contrarrevolucionarios en distintos países
China
Uso del vocablo
Citas
Notas y referencias
Véase también
Enlaces externos

Contrarrevolucionarios en distintos países


En cierta manera, los jacobitas pertenecen a esta categoría. Los jacobitas apoyaban la reclamación del trono
de Inglaterra por parte de la dinastía Estuardo. Los jacobitas siguen existiendo hoy, y continúan
defendiendo el derecho de los Estuardo al trono británico.

La palabra «contrarrevolucionario» se refería originalmente a los pensadores que se opusieron a la


Revolución francesa de 1789, como Joseph de Maistre, Louis de Bonald o más tarde, Charles Maurras,
fundador del movimiento monárquico Action française. A partir de entonces, se usa en Francia para
calificar movimientos políticos que rechazan el legado de la Revolución de 1789, lo que el historiador René
Rémond ha denominado legitimistas. Así, los monárquicos que apoyaron al antiguo régimen después de la
Revolución, eran contrarrevolucionarios. Por ejemplo, los participantes en la revuelta de la Vendée y las
monarquías que acabaron con las distintas revoluciones de 1848. El movimiento monárquico
contrarrevolucionario francés de los legitimistas todavía existe, aunque tiene un número muy pequeño de
seguidores. Estuvo activo durante la pretendida Revolución nacional encarnada por el régimen de Vichy,
que René Rémond no considera un régimen fascista, sino un régimen contrarrevolucionario, cuyo lema era
«Travail, Famille, Patrie» (Trabajo, familia, patria), en sustitución del lema republicano «Liberté, Egalité,
Fraternité» (Libertad, igualdad, fraternidad).

Tras la Revolución francesa, las políticas anticlericales y la ejecución del rey Luis XVI condujeron a la
revuelta de la Vendée. Esta contrarrevolución provocó lo que hoy muchos consideran el primer genocidio
moderno. En 1793, monárquicos y católicos tomaron las armas contra la República francesa de los
revolucionarios después de que el ejército republicano reclutara a la fuerza a 300 000 vendeanos. Los
vendeanos también se rebelaron contra el intento de leva forzosa de Napoleón en 1815.

En Italia, tras la conquista napoleónica a finales del siglo XVIII, hubo contrarrevoluciones en todas las
repúblicas hermanas de Francia. La más conocida fue el sanfedismo, movimiento reaccionario liderado por
el cardenal Fabrizio Ruffo, que revocó la República Partenopea y permitió que la dinastía de Borbón-Dos
Sicilias recuperara el trono del Reino de Nápoles. Se produjo un resurgimiento del fenómeno durante la
segunda campaña italiana de Napoleón a principios del siglo XIX. Otro ejemplo de contrarrevolución fue la
revuelta campesina en el sur de Italia tras la unificación del país, fomentada por el gobierno de los
Borbones en el exilio y los Estados Pontificios. La rebelión, tachada de bandolerismo, acabó por
convertirse en una sangrienta guerra civil que duró al menos diez años.

Los partidarios del carlismo desde el siglo XIX hasta el presente son quizás el grupo superviviente más
antiguo de la contrarrevolución en España. Los carlistas defienden la aplicación estricta de la ley sálica en
la sucesión al trono, por lo que apoyan a la rama borbónica descendiente del infante Carlos María Isidro,
hermano del rey Fernando VII, además de la autonomía regional bajo la monarquía, la tradición y el
catolicismo. La causa carlista se inició con la primera Guerra Carlista en 1840 y sigue existiendo en la
actualidad.

El Ejército Blanco y sus partidarios, que lucharon contra los


bolcheviques después de la Revolución de Octubre, así como los
políticos, policías, soldados y freikorps alemanes que aplastaron la
revolución alemana del 18, eran también contrarrevolucionarios. El
general Victoriano Huerta, y más tarde los felicistas, intentaron
frustrar la revolución mexicana en la década de 1910.

A finales de los años 1920, numerosos católicos mexicanos se


alzaron en armas contra el gobierno federal, en lo que se conoció
Tropas del ejército Rojo atacan a
como la Guerra Cristera. El presidente del país, Plutarco Elías
marineros de Kronstadt en marzo de
Calles, fue elegido en 1924. Calles inició una serie de políticas
1921
anticatólicas que en 1926 indujeron a los católicos a presentar una
resistencia pacífica comenzando así una contrarrevolución contra
las leyes anticlericales. En el verano de 1926 estallaron los
altercados. Los combatientes, conocidos como cristeros, lucharon contra el gobierno a causa de la supresión
de la iglesia, el encarcelamiento y ejecución de sacerdotes, la creación de una iglesia cismática nacionalista,
el ateísmo de estado, el socialismo, la masonería y otras duras políticas anticatólicas.

La guerra civil española fue, en ciertos aspectos, una contrarrevolución. Los carlistas, los monárquicos y los
nacionalistas de la Falange, unieron sus fuerzas en 1936 contra la Segunda República. Los
contrarrevolucionarios veían la Constitución Española de 1931 como un documento revolucionario que
desafiaba la religión, tradición y cultura españolas. En el bando republicano, los actos del Partido
Comunista de España contra colectivos rurales también pueden considerarse contrarrevolucionarios.

Más recientemente, los contrarrevolucionarios protagonizaron en 1961 la invasión de Bahía de Cochinos en


Cuba con la intención de hacer caer el gobierno revolucionario de Fidel Castro. En los años 80, la contra
luchó por derrocar al gobierno Sandinista de Nicaragua. De hecho, el nombre de la contra deriva de
«contrarrevolucionario».

Las Autodefensas Unidas de Colombia y otros movimientos paramilitares de Colombia también pueden
verse como contrarrevolucionarios. Estos grupos de derechas se oponen a las FARC y a otros movimientos
guerrilleros de izquierdas, si bien no ha habido ninguna revolución en este país, a diferencia de Nicaragua,
por lo que sería, en parte, erróneo tachar de contrarrevolucionarios a los grupos paramilitares de extrema
derecha.

Algunos contrarrevolucionarios son antiguos revolucionarios que al principio apoyaron el derrocamiento


del régimen previo, pero acabaron teniendo ideas distintas a las de los que tomaron el poder tras la
revolución. Por ejemplo, algunos de los contras que originalmente lucharon con los sandinistas para
destituir a Anastasio Somoza, y algunos de los que se oponen a Castro también se opusieron a Batista.

Plinio Corrêa de Oliveira ha escrito un extenso tratado sobre revoluciones y contrarrevoluciones.

China
El Kuomintang o Partido Nacionalista Chino utilizó el término «contrarrevolucionario» para denigrar a los
comunistas y otros oponentes a su régimen. Chiang Kai-shek, líder del Kuomintang, era quien más lo
empleaba.

La ideología del Kuomintang estaba influenciada por el pensamiento revolucionario. El Kuomintang y


Chiang Kai-shek utilizaban las palabras «feudal» y «contrarrevolucionario» como sinónimos de malo y
atrasado, y se proclamaban orgullosamente revolucionarios.2 ​ Chiang tildó a los señores de la guerra de
feudales, y reclamó que el Kuomintang aniquilara a los señores feudales y a los
contrarrevolucionarios.3 4​ 5​ 6​ ​ Chiang se encolerizaba cuando lo llamaban señor de la guerra, por sus
connotaciones feudales.7 ​

En 1927, Chiang también reprimió y sometió a los comerciantes de Shanghái, arrancándoles préstamos
bajo amenaza de muerte o exilio. Mandó arrestar a ricos comerciantes, magnates y empresarios, los acusó
de «contrarrevolucionarios» y los retuvo hasta que dieron dinero al Kuomintang. Las detenciones de
Chiang también tuvieron como blanco a los millonarios, acusándolos de actividades comunistas y
contrarrevolucionarias. También aplicó un boicot contra Japón, enviando a sus agentes a saquear las tiendas
donde se vendían productos de este país, e imponiendo multas a sus propietarios. Chiang también ignoró la
protección internacional del Asentamiento Internacional, puso jaulas en sus límites y amenazó con meter
ahí a los comerciantes, comunidad a la que aterrorizó sistemáticamente. La alianza del Kuomintang con la
banda verde le permitió desdeñar los límites de las concesiones extranjeras.8 ​

También existía un término similar en la República Popular China, que abarca acusaciones como colaborar
con fuerzas extranjeras e incitar revueltas contra el gobierno. Según el artículo 28 de la constitución china,
«El estado mantiene el orden público, sofoca la traición y otras actividades contrarrevolucionarias, y castiga
y reforma a los delincuentes.9 ​

El término fue profusamente utilizado durante la Revolución Cultural, en la que la guardia roja denunció a
miles de intelectuales y funcionarios por «contrarrevolucionarios». Finalizada la Revolución Cultural, el
término volvió a utilizarse para calificar a Lin Biao y a la Banda de los Cuatro.

Uso del vocablo


La palabra «contrarrevolución» se utiliza a menudo como sinónimo de «reacción». No obstante, algunos
reaccionarios emplean el concepto de «reacción» para describir a sus oponentes, aunque dichos oponentes
defiendan una revolución. En general, la palabra «reaccionario» describe a los que se oponen a una
tendencia de cambio social a largo plazo, mientras que los «contrarrevolucionarios» son los que se oponen
a cambios repentinos y recientes.

Los clérigos que tomaron el poder tras la revolución iraní se convirtieron en contrarrevolucionarios:
después de la revolución, los mulás echaron del poder a los marxistas. Miles de prisioneros políticos que se
oponían al régimen islámico fueron asesinados, sobre todo durante las ejecuciones de 1988.

En ocasiones no está claro quién representa la revolución y quién representa la contrarrevolución. En


Hungría, la revolución de 1956 fue tildada de contrarrevolución por las autoridades comunistas en el poder
(que afirmaban encarnar la auténtica revolución). No obstante, treinta años después, los sucesos de 1956 se
conocían en todo el mundo como «revolución».

Citas
«La contrarrevolución no será una revolución contraria, sino lo contrario de la revolución»
(La Contre-Révolution ne sera pas une révolution contraire, mais le contraire de la
Révolution.), Joseph de Maistre10 ​

Notas y referencias
1. «contrarrevolución» (https://dle.rae.es/contrarrevoluci%C3%B3n?m=form). RAE.
2. Jieru Chen, Lloyd E. Eastman (1993). Chiang Kai-shek's secret past: the memoir of his
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erturning+tables.+Then,+like+a+baby,+he+broke+down+and+wept+bitterly.+All+that+afterno
on+and+evening,+he+refused+to&hl=en&ei=lDqmTLbMNYa0lQfd0pUY&sa=X&oi=book_re
sult&ct=result&resnum=1&ved=0CCUQ6AEwAA#v=onepage&q=see%20his%20face%20w
as%20livid%20and%20his%20hands%20were%20shaking%20%E2%80%93%20he%20ra
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9. «Constitución de la República Popular China (Adoptada el 4 de diciembre de 1982)» (http://
english.people.com.cn/constitution/constitution.html). www.people.com.cn. Consultado el 9
de mayo de 2009. (en inglés)
10. Alain-Gérard Slama, p.11 (http://coursenligne.sciences-po.fr/2004_2005/slama/seance_11b.
pdf) Archivado (https://web.archive.org/web/20070926002014/http://coursenligne.sciences-p
o.fr/2004_2005/slama/seance_11b.pdf) el 26 de septiembre de 2007 en Wayback Machine.,
artículo publicado en la revista «L'Histoire», 2002 (en francés)

Véase también
Augustin Barruel
Antoine de Rivarol
Charles Maurras
Edmund Burke
Joseph de Maistre
Juan Donoso Cortés
Julius Evola
Louis de Bonald
Marcel Lefebvre
Restauración
Revolución
Guerra de la Vendée
Agitación y propaganda antisoviética y Artículo 58 (Código Penal de la RSFS de Rusia)
Action française
Legitimismo
Lealista (Guerra de Independencia de los Estados Unidos)
Carlismo
Comunión Tradicionalista
Contrainsurgencia
Reacción

Enlaces externos
Lista de recursos en alt.revolution.counter (http://jkalb.freeshell.org/other/arc_resources.htm
l)

Esta obra contiene una traducción derivada de «Counter-revolutionary» de Wikipedia en


inglés, concretamente de esta versión del 31 de enero de 2014 (https://en.wikipedia.org/wik
i/Counter-revolutionary?oldid=38878728), publicada por sus editores (https://en.wikipedia.or
g/wiki/Counter-revolutionary?action=history) bajo la Licencia de documentación libre de
GNU y la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.

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