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Marshall C - Payne T - El Enrejado y La Vid

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EL ENREJADO

Y LA VID
Una visión que transformará tu iglesia:
discípulos que hacen discípulos

Colin Marshall y
Tony Payne

TORRENTES DE VIDA
El Enrejado y la Vid
C o lin Marshall and Tony Payne

© 2010 T orrentes de Vida


P rim era edición: 2010

T orrentes de Vida
C o rre o e le ctró n ico : in fo @ e d ito ria ltv .o rg
Página w e b : w w w .e d ito ria ltv .o rg

Esta o b ra fue publicada origina lm e n te en inglés con el títu lo :


The Trellis and the Vine p o r M atthias Media.
© 2009 M atthias M edia

M atthias M edia
C o rre o e le ctró n ico : info@ m atthiasm edia.com .au
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M atthias M edia (EE.U U .)


C o rre o e le ctró n ico : sales@ m atthiasm edia.com
Página W e b : w w w .m a tth ia sm e d ia .co m

Traducción: Anabella Rivas Rendel


Edición: Elsa Galán de Poceros para pica6
D iseño in te rio r: Lankshear Design Pty Ltd
D iseño de portada: Pablo Sazo Canales

ISBN: 9 7 8 -0 -9 80 6 2 9 3 -4 -7

Im preso en C o lo m bia

T odos los derechos reservados. C o n excepción de lo p e rm itid o en la Ley de


D erechos de A u to r, no se p e rm ite la re p ro d u cció n parcial ni to ta l de esta
publicación, p o r ningún m edio ni de ninguna form a,
sin previa autorización de la casa ed ito ria l.

Las citas bíblicas fu e ro n tom adas de la


N U E V A BIBLIA L A T IN O A M É R IC A N A DE H O Y
C o p y rig h t © 2005 p o r T he Lockm an Foundation.
Usadas con perm iso. w w w .N B L H .o rg
CONTENIDO

Capítulo 1 El enrejado y la vid...............................................................13

Capítulo 2 Nuevo enfoque al ministerio..............................................23

Capítulo 3 ¡Dios, ¿qué estás haciendo?!................................................ 37

Capítulo 4 Todos los cristianos deben ser viñadores........................... 49

Capítulo 5 ¿Culpa o gracia?................................................................... 71

Capítulo 6 La esencia de la capacitación.............................................. 79

Capítulo 7 La capacitación y el crecimiento del evangelio .................. 93

Capítulo 8 ¿Por qué el sermón del domingo es necesario


pero no suficiente?............................................................ 105

Capítulo 9 Multiplicar el crecimiento del evangelio


al capacitar a los colaboradores....................................... 125

Capítulo 10 Personas a quienes vale la pena observar....................... 147

Capítulo 11 Aprendizaje en el ministerio............................................167

Capítulo 12 Para empezar..................................................................... 177

Apéndice 1 Preguntas frecuentes......................................................... 197

Apéndice 2 Colin Marshall conversa con Phillip Jensen


sobre la capacitación de S E M ......................................... 215
78 EL ENREJADO Y LA VID

su confianza en la carne, eran el enemigo. Pero la inmensurable


gracia gratuita de Dios que vino a ellos por medio de su fe en Cristo,
no era un permiso para llevar vidas fáciles y cómodas, ccp un toque
de espiritualidad como acompañamiento; sino que constituía más
bien un pasaporte para lograr una nueva ciudadanía de sufrimiento
y lucha, codo a codo, en defensa del evangelio.
Pablo era su líder, ejemplo y compañero de armas en esta lucha.
Y este es también el patrón que se repite en el resto del Nuevo
Testamento. Los líderes, pastores y ancianos son responsables de
enseñar, advertir, amonestar y alentar. Son maestros de obras y
organizadores, guardianes y movilizado res, maestros y modelos.
Ellos proveen las condiciones bajo las cuales el resto de los
compañeros en el evangelio pueden también participar en la tarea
de cultivar la vid: compartiendo la verdad de Dios con otros.
No obstante, en el fondo, los pastores y ancianos no son más
que compañeros. No poseen una esencia o un estatus distinto y, en
realidad, su tarea no es como si ellos fueran los 'jugadores' de verdad,
y los demás de la congregación fueran los espectadores o el^equipo
de apoyo. Los pastores o ancianos son aquellos que se ocupan de la
vid, a los que se les ha dado la responsabilidad de cuidar de la gente
y capacitarla para trabajar juntos en el evangelio.
Lo que hemos visto, inevitablemente, nos lleva al tema de
la 'capacitación'.
Capítulo 6
La esencia de la capacitación

Hay dos categorías en las que los lectores de este libro podrían caer.
Hay algunos para los que la palabra 'capacitación' está de moda en
el ministerio. Creen saber lo que significa y, por consiguiente, están
a favor, en contra, o simplemente cansados de escuchar sobre ella.
Habrá otros para quienes la 'capacitación' es algo que se hace
en un instituto teológico o en un seminario, pero que nunca han
pensado que es una actividad que la iglesia local debería realizar.
En beneficio de ambos grupos, y de todos los demás,
detengámonos a analizar qué es realmente la 'capacitación' en la
vida cristiana y el ministerio.

¿En qué consiste la capacitación o entrenamiento?


Una dificultad siempre presente al analizar el tema de la
’capacitación' (y muchos otros) es que dicha palabra tiene
connotaciones que no siempre tienen que ver con la forma en
que dicha palabra es utilizada en la Biblia.
En nuestro idioma actual, el término 'capacitación', o
'entrenamiento' tiene que ver con hacerse apto en algún ejercicio,
arte o profesión. Mediante una combinación de instrucción,
observación, práctica y disciplina, el 'aprendiz' aprende a hacer
bien algo, ya sea correr en carreras de vallas o convertirse en
soldado. En nuestro mundo, la 'capacitación' suele estar orientada
80 | EL ENREJADO Y LA VID

a realizar alguna tarea, centrada en los procesos, mediante la cual


las cosas se llevan a cabo. Pone énfasis en respuestas uniformes
y predecibles que se aprenden y se refuerzan a través de la
práctica. Cuando tenemos 'capacitación en el lugar de trabajo1
esperamos que algún aspecto de nuestro rol alcance un nuevo
nivel de competencia.
La capacitación en el ministerio también puede-ser eso:
proporcionar conocimientos *y enseñar cómo mejorar las
habilidades que sirvan para que los cristianos puedan aprender
a hacer ciertas cosas. Además, muchas iglesias tienen ’cursos de
capacitación' que ayudan a la gente a ser más competente al leer
la Biblia, al compartir su fe con otros, recibir en la iglesia a las
visitas, liderar grupos pequeños, etcétera.
Todo eso es beneficioso y útil, pero no constituye la esencia
de la 'capacitación', al menos no en la forma en que la Biblia
la concibe. En el Nuevo Testamento, el entrenamiento o
capacitación tiene mucho más que ver con la forma de pensar
y la vida cristiana, que con aprender ciertas habilidades o
competencias. Esto se hace evidente en las epístolas pastorales
por las distintas palabras que se usan para traducir este término.

Impartiendo doctrina y vida


En 1 Timoteo 4:7, por ejemplo, encontramos la siguiente
instrucción de Pablo: "Nada tengas que ver con las fábulas
profanas propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo para
la piedad". La palabra griega aquí es gumnadze {yújjva^é), que
originalmente se usaba en relación al deporte y las competencias.
Como pastor cristiano, Timoteo debía aplicar esta metáfora del
entrenamiento deportivo a su vida y a su carácter para que él y
sus oyentes pudieran avanzar hacia la madurez y la justicia. En
Hebreos, volvemos a encontrarnos con este término griego, usado
6: LA ESENCIA DE LA CAPACITACIÓN 81

del mismo modo: "...el alimento sólido es para los adultos, los
cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados, para discernir
el bien y el mal” (Heb 5:14). En contraste, el corazón de los falsos
maestros es "ejercitado en la avaricia" (2 Ped 2:14). El énfasis aquí
está puesto en que la enseñanza y el ejemplo deben servir para
alcanzar un tipo de vida en particular, no se menciona nada de
alguna habilidad o competencia.
En 2 Timoteo 3:16, la palabra griega paideia ( natóeía), se
traduce como ’instruir': "Toda Escritura es inspirada por Dios y
útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en
justicia”. Y es la misma palabra que se usa para referirse a enseñar
con la intención de formar patrones de conducta adecuados (en
este caso, la justicia). Es el mismo tipo de instrucción que un
padre ejerce sobre un hijo para moldear su carácter, ya sea nuestro
Padre Dios, quien nos disciplina por nuestro bien (Heb 12:5,7),
o nuestro padre humano que busca instruirnos en los caminos
del Señor (Ef 6:4).
En el versículo que le sigue (2 Tim 3:17), el concepto de
capacitación o entrenamiento es llevado un paso más adelante.
Al ser 'instruido’ o’capacitado' en la justicia, el hombre de Dios
se vuelve competente o hábil gracias a las Escrituras, las cuales lo
preparan para toda buena obra. Es la 'capacitación' en la justicia
la que nos hace ser competentes, pero no se trata de tener alguna
habilidad en particular, como ser capaz de enseñar con claridad, o
de dirigir un grupo pequeño, o lo que sea, sino que tiene que ver
con tener un carácter o una conducta basados en la sana doctrina
de las Escrituras.
La sana doctrina es un elemento esencial. En las epístolas
pastorales se va entregando un testigo (una estafeta), como en una
carrera de relevos, y ese testigo es el propio evangelio. Dios le confía
el evangelio a Pablo (1 Tim 1:11-12), quien a su vez se lo entrega a
82 J EL ENREJADO Y LA VID

Timoteo (1 Tim 1:18-19; 6:11-14,20-21). Después, Pablo quiere


que Timoteo haga lo mismo: que aquello que él le ha entregado,
Timoteo lo confíe a otros fieles que a su vez sean capaces de enseñar
a otros (2 Tim 2:2).
La esencia de la capacitación no es ejercitar una habilidad, sino
impartir la sana doctrina. Pablo usa el término ejercitar' o ’capacitar’
para referirse a un proceso que dura toda la vida, mediante el cual
Timoteo y su congregación aprenden por medio de las Escrituras a
rechazar toda falsa religión y a conformar sus corazones y sus vidas
a la sana doctrina. Un buen en tren am ienta.hí blieo da po£ resultado
una vida santa basada en una enseñanza sana^y sanadora.

Relación e imitación
La transferencia del tesoro del evangelio, sin embargo, no es
un ejercicio educativo carente de sensibilidad, sino que es
profunda e innegablemente basada en relaciones humanas. Al
observar la relación que tenían Pablo y Timoteo, de inmediato
se hace evidente que en la capacitación de este último hubo
mucho más que una simple transferencia de habilidades o
información. En varias ocasiones Pablo describe a Timoteo
con mucho cariño, llamándolo hijo o hijo amado (1 Cor 4:17;
Fil 2:22; 1 Tim 1:2,18; 2 Tim 1:2), hijo en la fe y copartícipe
de la gracia (1 Tim 1:2; 2 Tim 1:2, 2:1). Existe casi una plena
certeza de que la conversión de Timoteo se produjo gracias al
ministerio de Pablo (Hech 14:6-23; 16:1-3), convirtiéndose en
un apreciado colaborador en la misión evangelizadora ("a nadie
más tengo del mismo sentir”, Fil 2:20), a quien Pablo confió la
misión de ir como su mensajero a las demás iglesias (Fil 2:19-20;
1 Tes 3:1-5).'
Esta cercana relación fue un vehículo para uno de los
elementos clave en la capacitación de Timoteo: la imitación.
6: LA ESENCIA DE LA CAPACITACIÓN 83

"Tú has seguido mi enseñanza, mi conducta, propósito, fe,


paciencia, amor, perseverancia, mis persecuciones, sufrimientos,
como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio y en Listra.
¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor"
(2 Tim 3:10-11).
Pablo le transfirió a Timoteo no solamente el tesoro del
evangelio, sino una forma de vivir. Y, a su vez, Timoteo habría
de ser un ejemplo para los demás de esta forma de vivir según
el evangelio: "No permitas que nadie menosprecie tu juventud,
sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y
pureza" (1 Tim 4:12). Pablo le ofreció un consejo similar a Tito,
otro de sus protegidos: "Muéstrate en todo como ejemplo de
buenas obras, con pureza de doctrina, con dignidad, con palabra
sana e irreprochable, a fin de que el adversario se avergüence al no
tener nada malo que decir de nosotros" (Tito 2:7-8). Nótese que
la conducta y enseñanza ejemplares de Tito también repercuten
en Pablo ("no tener nada malo que decir de nosotros '), porque su
enseñanza y su conducta no son más que una imitación de Pablo.
Estametodología de ser un modelo, ejemplo, alguien a quien
imitar, era parte esencial del ministerio de Pablo:
Hermanos, sean imitadores míos, y observen a los que andan
según el ejemplo que tienen en nosotros. (Fil 3:17)

No les escribo esto park avergonzarlos, sino para


amonestarlos como a hijos míos amados. Porque aunque
ustedes tengan innumerables maestros en Cristo, sin
embargo no tienen muchos padres; pues en Cristo Jesús
yo los engendré por medio del evangelio. Por tanto, los
exhorto: sean imitadores míos. Por esta razón les he enviado
a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor. El les
recordará mis caminos, los caminos en Cristo, tal como yo
enseño en todas partes, en cada iglesia. (1 Cor 4:14-17)
84 | EL ENREJADO Y LA VID

No sean motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a


la iglesia de Dios; así como también yo procuro agradar a
todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de
muchos, para que sean salvos. Sean imitadores de mí, como
también yo lo soy de Cristo. (1 Cor 10:32 - 11:1)

Sabemos, hermanos amados de Dios, de la elección de


ustedes, porque nuestro evangelio no vino a ustedes
solamente en palabras, sino también en poder y en el
Espíritu Santo y con plena convicción; como saben qué
clase de personas demostramos ser entre ustedes por el
amor que les tenemos. Y ustedes llegaron a ser imitadores
de nosotros y del Señor, habiendo recibido la palabra, en
medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo,
de tal manera que llegaron a ser un ejemplo para todos los
creyentes en Macedonia y en Acaya. (1 Tes 1:4-7)

La cadena de imitación parte del mismo Señor Jesús, a quien copia


Pablo, y pasa a Timoteo (quien imita a Pablo y les recuerda a otros
la forma de actuar de éste), hasta llegar a los creyentes, quienes se
convierten en "imitadores de nosotros y del Señor”.
Es importante hacer hincapié en el hecho de que Pablo no
sólo desea que imiten su doctrina, sino también su forma de vivir.
Pablo jamás separa k^ética^y la doctrina, porque una correcta
interpretación del evangelio siempre trae consigo un cambio en
la forma de vivir. Aunque estas palabras podrían hacernos sentir
avergonzados, ya sea por humildad o porque conocemos muy bien
la pobreza de nuestro ejemplo, Pablo no mostraba vergüenza ni
por él ni por sus colaboradores. El instaba a Timoteo y a los demás
a unírsele y ser ejemplo para los creyentes, e instaba a los creyentes
a seguir dicho ejemplo.
6: LA ESENCIA DE LA CAPACITACIÓN 85

No obstante, debemos recordar qué tipo de ejemplo era


el que daba Pablo al imitar a Jesús. El suyo era un ejemplo de
aceptación, tanto de la enemistad y el rechazo de la sociedad,
como del camino de autosacrificio, sufrimiento y malos tratos
que es necesario soportar por los demás. Tal como sostiene
Edwin Judge, el tipo de imitación que exigía Pablo iba contra la
tendencia cultural de la época. No consistía en seguir ciertas reglas
éticas de moda o tradiciones, imitando a su maestro espiritual,
sino en dar la vida por los demás. ’’Este llamado a sacrificar los
intereses personales por un objetivo superior era una inversión
desconcertante de la ética perfeccionada por los griegos".1
Pabló" llamaba a sus congregaciones a sufrir con él por la
misión de Cristo y a buscar la salvación de otros, renunciando a
sus propios derechos. Su ambición de salvar a otros también debía
ser la ambición de ellos.
Nos guste o no, siempre somos un ejemplo para los que
enseñamos o capacitamos. No podemos dejar de ser un ejemplo.
Una de las tareas fundamentales de los pastores y ancianos es
estructurar sus vidas de tal forma, que puedan ser para los
demás un ejemplo de lo que agrada a Dios, motivo por el cual la
mayoría de los requisitos para los ancianos que se establecen en
la Biblia, como por ejemplo en 1 Timoteo 3 y Tito 1, tienen que
ver con<;SU carácter y con su estilo de vida. N o es que debamos
ser modelos de perfección, ya que eso es imposible. Pero,
como le dice Pablo a Timoteo: "Sé diligente en estos asuntos;

1 E. A. Judge, 'The Teacher as Moral Exemplar in Paul and in the Inscriptions


of Ephesus' (El maestro como ejemplo moral en Pablo y en las inscripciones
de Efeso), dentro del libro In the Fullness o f Time: Biblical Studies in Honour o f
Archbishop Donald Robinson (En la plenitud de los tiempos: estudios bíblicos en
honor al arzobispo Donald Robinson), editado por D. Peterson y J. Pryor, Anzea,
Homebush West, Nueva Galés del Sur, 1992, pág. 199.
86 EL ENREJADO Y LA VID

entrégate de lleno a ellos, de modo que todos puedan ver que


estás progresando ’ (1 Tim 4:15, NV1). Debemos ser un ejemplo
de lucha por alcanzar la santidad; no, por supuesto, de haber
alcanzado la santidad perfecta (Heb 12:14). En realidad, en el
fondo, nuestro ejemplo consiste en imitar el camino de la cruz.
No intentamos crear clones ni un culto a la personalidad, sino
que buscamos seguir su ejemplo, perseverando a pesar de las
pruebas y la persecución. Si el maestro sufre, también lo hace
el alumno.
Lo importante aquí es que la capacitación no puede ser sino
por medio de las relaciones personales. No puede hacerse en
una sala de clases a través de una transferencia supuestamente
neutra de información. El instructor requiere que su aprendiz
no sólo adopte su enseñanza, sino también la forma de vivir que
forzosamente fluye de dicha enseñanza. En otras palabras, el
instructor debe hacer lo que Pablo le dice a Timoteo:

Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en


estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvacióff tanto
para ti mismo como para los que te escuchan. (1 Tim 4:16)

Formar como lo hacen los padres


Para resumir, podemos decir que el modelo de capacitación en el
ministerio que ocupa Pablo se parece mucho a lo que hacen los
padres con sus hijos:
• Comienza cuarído una persona es el instrumento que lleva
a otra a experimentar un nuevo nacimiento.
• Es un proceso a largo plazo y hecho con amor.
• Implica transmitir conocimientos, sabiduría e
instrucciones prácticas.
6: LA ESENCIA DE LA CAPACITACIÓN 87

• Involucra imitar y seguir un ejemplo.


• No sólo forma creencias y habilidades, sino también
carácter y estilo de vida.
Cuando hablamos de capacitación, esta metáfora resulta ¿er muy
útil. Formar a otros es como criar hijos. Es amar a otro lo suficiente
como para desear verlo crecer y florecer; y es estar dispuesto a
trabajar fielmente y a largo plazo, hasta lograr (con la misericordia
divina) que ello ocurra.
Se aprende por imitación y por instrucción; sin embargo,
la mejor capacitación suele darse por osmosis. La naturaleza
relaciona] de la capacitación da por resultado que, por osmosis,
los aprendices terminen pareciéndose a sus maestros, tal como los
hijos se parecen a sus padres.
En la capacitación relacional (la que resulta de la relación
directa maestro-aprendiz), los corazones del maestro y del
aprendiz se ven expuestos. Cuando entrenamos a ministros de
la Palabra de Cristo, los avances no se miden simplemente por
el éxito en el desempeño de tareas, sino por la integridad de sus
corazones. ¿Ama realmente el aprendiz a Dios y a su prójimo? ¿Se
somete de verdad a la Palabra de Cristo? Las palabras y acciones
espontáneas del aprendiz ponen al descubierto su corazón: lo
bueno, lo malo y lo feo, así que el tira y afloja de la vida y del
ministerio, la relación se profundiza, y el maestro llega a conocer
más profundamente el carácter del aprendiz.
Igualmente, los aprendices necesitan conocer el corazón de
sus maestros: sus pecados y confesiones, sus temores y su fe, su
visión y su realidad, sus éxitos y fracasos. La vida y el ministerio
del maestro son un modelo para el aprendiz, no de perfección,
sino de deseos de agradar a Dios en envases terrenales. Por eso
es necesario que compartamos nuestras vidas de manera sincera
y abierta.
88 | EL ENREJADO Y LA VID

El lugar donde con mayor claridad podemos ver eso es en


el hogar. En su casa, el maestro deja de ser el ’cristiano público’,
el líder pastoral. La fachada se desploma, para convertirse en lo
que realmente es, el marido que ríe con su mujer, el padre que
reprende a la hija que no quiere comer, el cocinero que disfruta de
su lado creativo, el dueño de casa que repara el caño del agua, el
hombre agotado que ve la TV con la mirada vacía. Experimenta
la vida en el Espíritu en el ^contexto más difícil de todos. Del
mismo modo, cuando un maestro inteligente va a la casa de un
aprendiz, también se preocupa de observar cómo éste escucha con
respeto a su esposa, o ignora a sus hijos, o espera ser atendido, o
no puede relajarse. Todo eso es importante y, más adelante, deberá
ser motivo de reflexión y análisis.
Dicho lo cual, es importante mencionar que también
la capacitación formal es un complemento muy valioso, e
irremplazable, de la capacitación relacional. Es cierto que hay
maestros poco comunes que intuitivamente pueden juzgar lo que
es necesario para el desarrollo de cada aprendiz, y proporcionárselo
improvisadamente. Es posible que este maestro intuitivo no
necesite preocuparse de contar con un programa formal de
capacitación; así de innata es para él la formación. Pero la mayoría
de nosotros no somos maestros con tan brillante intuición; e
incluso, quienes sí lo son, a menudo no logran proporcionar
una formación integral, pues no tienen idea de qué temas fueron
cubiertos y cuáles no.
Por lo cual, los programas formales de capacitación no son
incompatibles con la capacitación relacional. Si el maestro se ha
comprometido^ a utilizar el enfoque relacional, los programas de
capacitación realzan la capacitación personal, en vez de restarle
méritos. De hecho, las sesiones o programas de capacitación formal
son otra oportunidad para el maestro de ver a su aprendiz en
6: LA ESENCIA DE LA CAPACITACIÓN 89

acción: relacionándose con la gente, participando, completando


tareas establecidas, etc.
Todo lo anterior nos lleva a preguntarnos cuál es el lugar que
ocupan las habilidades y los cursos en la capacitación.

¿Qué lugar ocupan las habilidades, cursos y programas?


Cuando ya se puso el énfasis bíblico en el lugar correcto, y se han
formado la mente, el corazón y el carácter por medio de la Palabra
de Dios, es el momento en que podemos hablar sobre el lugar
que ocupan las habilidades o competencias en la capacitación.
La Biblia sí habla de habilidades prácticas. Por ejemplo, todos
los cristianos deben estar "preparados para presentar defensa ante
todo el que les demanda razón de la esperanza que hay en ustedes"
(1 Péd 3:15), y deben considerar "cómo estimularnos unos a
otros al amor y a las buenas obras" (Heb 10:24). Otro elemento
fundamental es que algunos tengan la habilidad de enseñar,
como por ejemplo, los obispos en 1 Timoteo 3:2 y Tito 1:9,
o los "hombres fieles" en 2 Timoteo 2:2. También leemos que
algunos tienen el don de 'dirigir', en Romanos 12:8 (ver, los que
'gobiernan' en 1 Tim 3:4).
Las habilidades y competencias son importantes. De
hecho, son necesarias para comunicar el mensaje del evangelio,
pastorear al pueblo de Dios y dirigir a la iglesia; sin embargo,
las habilidades nunca deben estar separadas del evangelio, de
la verdad de la sana doctrina y del carácter santo acorde a ella.
Desgraciadamente, es fácil dejarse llevar por las 'capacidades',
pensando que basta con tener las habilidades y técnicas apropiadas
para que todo resulte bien y el crecimiento sea cosa segura; es fácil
concentrarse en las habilidades como un fin en sí mismas, y poner
demasiada confianza en ellas.
90 EL ENREJADO Y LA VID

Pero, si permitimos que el evangelio ocupe el lugar principal


y central, entonces, el hecho de aprender a hacer las cosas con
mayor efectividad simplemente será una forma de servir a
Cristo y a los demás; que por supuesto agrada a Dios. Así, por
ejemplo, podríamos desear ser mejores maestros de la Biblia; no
para nuestra propia gloria ni porque erradamente confiemos en
nuestra propia importancia, sino simplemente porque deseamos
comunicar a los demás, con mayor claridad y peso, el mensaje
transformador de la Biblia. Lo mismo se aplica a nuestros planes
de preparar a otros en alguna habilidad en particular.
Una manera útil de resumir el carácter y el objetivo de la
capacitación es mediante las siguientes palabras. Las tres comienzan
con la letra c. Nuestro deseo es que, a través de la relación personal,
la oración, la enseñanza, el ejemplo que vean y la enseñanza práctica,
las personas puedan crecer en:
• Convicción: que puedan conocer a Dios y entender lo
que dice la Biblia.
• Carácter: que se forme en ellas el carácter y el estilo de
vida santo que caracteriza a la sana doctrina.
• Capacidad: que desarrollen la habilidad de compartir la
Palabra de Dios a otros, orando, y de diferentes maneras.
Una vez que nos armamos de una perspectiva más bíblica de lo
que significa 'capacitar*, estamos preparados para hacer uso de
la gran variedad de cursos de capacitación y recursos disponibles
actualmente. Si recordamos que la capacitación es una actividad
ineludiblemente personal y de relaciones humanas, que involucra
enseñar y dar ejemplo con una sana doctrina, que implica además
un estilo de vida y la habilidad para servir a otros, entonces
podemos decir que sí es útil contar con estructuras para capacitar,
las cuales pueden ser programas formales de capacitación, como
6: LA ESENCIA DE LA CAPACITACIÓN | 91

el curso de dos años desarrollado por el Sistema de Entrenamiento


Ministerial (SEM; más sobre eso en el capítulo 11).
Los programas y cursos pueden servir como un excelente
marco para la capacitación, siempre y cuando las estructuras y
recursos proporcionados no reemplacen la capacitación personal
y el dar ejemplo. Es fácil creer que es tan sencillo como 'hacer
el curso o programa'; proponiendo a los grupos pequeños a que
lo hagan, o enviando una invitación general para que quien esté
interesado se inscriba; y, una vez que se ha hecho el curso con
uno o- varios grupos, poder darse palmaditas en la espalda por
haber logrado una 'capacitación' (y no cabe la menor duda de
que trabajar así será de gran ayuda para quienes lo estudien);
sin embargo, para realmente ayudar a los cristianos de nuestra
congregación a que se conviertan en personas capaces de ministrar
a otros, se necesita más que un curso. Requieren del ejemplo, de
ver cómo se hace; y necesitan, con enseñanza personal, tutoría y
oración abordar las temáticas espirituales que les permiten llegar
a ser capaces de ministrar a otros. Esto toma tiempo y precisa de
atención personalizada, antes, durante y después de haber realizado
cualquier tipo de capacitación estructurada.
¿Cómo se puede hacer posible en la realidad de un pastor
atareado, con las características de su propia congregación? En los
siguientes capítulos nos ocuparemos de este asunto, pero antes,
debemos seguir preparando el terreno.
Capítulo 7
La capacitación y el crecimiento del
evangelio

El concepto bíblico de capacitación que hemos estado analizando


hasta el momento supone que el trabajo evangelizador es una
'industria en crecimiento', que cuando se predica el evangelio, y el
Espíritu hace su obra, entonces se produce un 'crecimiento'.
Esta idea aparece en el cariñoso saludo de Pablo a los
colosenses:
Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
orando siempre por ustedes, pues hemos oído de su fe en
Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos, a
causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De
esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad,
el evangelio que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo
el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así
lo ha estado haciendo también en ustedes, desde el día que
oyeron y comprendieron la gracia de Dios en verdad.
(Col 1:3-6)
El crecimiento al que se refiere Pablo aquí parece tener dos
aspectos. En un sentido, el evangelio crece en todo el mundo
como una vid cuyas ramas no dejan de trepar por el muro, pasando
por encima del mismo hasta llegar al patio del vecino. Gracias al
noble Epafras, el evangelio llegó incluso a Colosas, donde Pablo
jamás había estado, y echó raíces.
94 EL ENREJADO Y LA VID

Pero también crece en otro sentido, en las vidas de las personas.


Allí donde se enseña la "palabra de verdad” y ésta es recibida con
fe, hay fruto- la gente cambia,. Es transferida de un reino a otro (tal
como dice Pablo en el versículo 13). Comienzan a tener fe en Cristo
Jesús, a amar a todos los hermanos en la fe, y a anhelar su herencia
celestial. Sus prioridades cambian, su cosmovisión cambia, y poco
a poco sus vidas son rehechas a la imagen del Hijo de Dios. Esto es
lo que pide Pablo en sus oraciones que siga sucediendo en la vida
de los colosenses: "Por esta razón, también nosotros, desde el día
que lo supimos, no hemos cesado de orar por ustedes, pidiendo
que sean llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría
y comprensión espiritual, para que anden como es digno del Señor,
haciendo en todo, lo que le agrada, dando fruto en toda buena
obra y creciendo en el conocimiento de Dios" (Col 1:9-10).
No hay nada escandaloso ni revolucionario en estas ideas.
Está en la naturaleza del evangelio producir crecimiento, y todos
lo sabemos; sin embargo, es importante recalcar tres puntos que se
desprenden de esta simple idea.
ULnprimer lugar, el crecimiento del evangelio se da en las vidas
de las personas, no en las estructuras de la .iglesia. O, para decirlo
en los mismos términos de mi metáfora inicial, el crecimiento del
enrejado no implica el crecimiento de la vid. Podemos aumentar
la cantidad de programas, eventos, comités y otras actividades
en las que nuestra iglesia está involucrada; podemos agrandar
o modernizar nuestros edificios; podemos replantear nuestras
reuniones regulares para comunicarnos con nuestra cultura de
una manera más atractiva y eficaz; podemos felicitarnos a nosotros
mismos porque los números van en aumento, y está bien, ¡todo eso
es bueno! Pero si las personas no están creciendo en conocimiento
de la voluntad de Dios, de modo de que su comportamiento sea
7: LA CAPACITACIÓN Y EL CRECIMIENTO DEL EVANGELIO | 95

digno del Señor, buscando agradarle en todo y dando fruto en toda


buena obra, entonces no podemos decir que hay crecimiento.
Aunque hay muchas maneras de hacer que más personas
asistan a la iglesia, y de hecho, algunas de las iglesias más
concurridas del mundo son las menos fieles al evangelio y a la
Biblia, la misma Biblia nos advierte que la gente se congregará
donde sea que haya alguien dispuesto a decirle lo que quiere
escuchar (2 Tim 4:3-4). El crecimiento numérico o estructural no
es necesariamente un indicador de crecimiento del evangelio (la
verdad es que el fracaso en los números tampoco es un indicador
de crecimiento del evangelio; no queremos dar a entender que
en las iglesias pequeñas se promueve un mayor crecimiento del
evangelio que en las más concurridas).
SarL?íSn*%a clue debemos estar dispuestos a
dejar jr a algunas p erso n ^ congregación, si es lo
más conveniente para el crecimiento del evangelio. Debemos estar
dispuestos a enviar a nuestros miembros a otros lugares, para que
el evangelio también crezca allí. Y una advertencia: así ocurrirá si
tomamos en serio el crecimiento del evangelio y la capacitación. Si
les dedicamos tiempo a las personas, si actuamos como sus tutores
y las capacitamos, con frecuencia veremos que algunos de nuestros
mejores aprendices, en quienes hemos invertido muchísimas horas,
nos abandonarán. Se irán a trabajar*como misioneros, se irán a
otra parte de la ciudad para unirse a un equipo dedicado a iniciar
iglesias, se irán a trabajar a otra región del país donde la necesidad
del evangelio sea mayor, o continuarán capacitándose, tal vez en un
instituto teológico o seminario lejano. Estar comprometido con el
crecimiento del evangelio implica capacitar a las personas para que
vayan madurando en su fe, no para el beneficio de nuestras propias
iglesias o comunidades, sino para el beneficio del reino de Cristo.
96 | EL ENREJADO Y LA VID

En tercer lugar,^.donde este cqncepto_del_,'crecimiento del


evangelio' repercute con mayor fuerza es en la forma en^que,
pensamos jespecto a las personas. No las vemos como si fueran
piezas en nuestro mecanismo, ni como recursos para nuestros
proyectos, sino como individuos con su propio nivel de crecimiento
en el evangelio. Y nuestro objetivo para cada una de ellas es que se
desarrollen, que avancen, que sigan un paso adelante de donde se
encuentran ahora. ,
Analicemos esta idea con más detalle.

Etapas en el crecimiento del evangelio


En términos generales, hay cuatro etapas básicas decrecimiento del
evangelio en la vida de las personas, y son:
• Acercamiento
• Seguimiento
• Crecimiento
• Capacitación......
En la etapa de acercamiento,) la persona por primera vez entra
en contacto con la Palabra de la verdad. Puede ser que en un
principio ocurra gracias a una conversación sobre algún asunto
relacionado con sus vidas o con el mundo. Pero de algún modo,
en cierto contexto (amplio o reducido), alguien les explica el
evangelio. La semilla echa raíces, y en el momento que Dios
determina y por obra de su Espíritu, da fruto.
Cuando alguien responde al mensaje del evangelio y pone su fe
en Cristo, se hace necesario hacer algún tipo de^$%m/V^^)inicial
para afirmarlo en su fe y enseñarle lo básico. Dependiendo de su
formación y circunstancias, esta etapa inicial de llegar a ser firme en
la fe, podría demorar de unos cuantos meses a varios años; pero sin
importar el tiempo que tarde, es esencial que alguien permanezca
a su lado, enseñándole, preocupándose y orando por él.
7: LA CAPACITACIÓN Y EL CRECIMIENTO DEL EVANGELIO | 97

Luégo sigue el proceso de (^crecimiento^)como discípulo


cristiano, el cual dura toda la vida e implica crecer en el
conocimiento de Dios y en el carácter que agrada a Dios, carácter
que fluye de dicho conocimiento. Este proceso de crecimiento
no es nada fácil. Es un camino recto y angosto, como el que
siguió Cristiano en el libro E l Progreso del Peregrino (trata del
viaje de Cristiano por la vida, buscando salvación), uno lleno de
montes, valles, enemigos y elementos que buscaban desviar su
camino. Varias veces durante su caminar los cristianos se verán
enfrentados a problemas y necesitarán ayuda, consejo y oración.
Podría ser alguna enfermedad o prueba, algún pecado en particular
que esté comenzando a sobrepasarlos; o una temporada de
debilidad o aridez espiritual que requiera atención. En todas estas
circunstancias, tanto en los buenos como en los malos momentos,
la fórmula para crecer es la misma: el ministerio de la Palabra y
del Espíritu. El crecimiento proviene de escuchar la Palabra de
Dios, compartirla y aplicarla a la vida diaria, orando, mientras el
Espíritu efectúa su obra en el interior de cada persona.
La cuarta etapa, \ti\gapacitaciór¡)o discipulado, no es secuencial,
como si sucediera después de que el crecimiento hubiera terminado
(lo cual nunca ocurriría, ya que nunca dejamos de crecer). En
realidad, la etapa de 'capacitación' es parte del crecimiento
cristiano, porque la madurez cristiana no es individual ni
egocéntrica, como si hubiésemos alcanzado el punto máximo de
santidad por el hecho de dedicarle una hora diaria a la reflexión
de la Palabra. Crecer como Cristo, es crecer en amor y en el deseo
de servir y ministrar a otros, lo cual hacemos toda la vida, pero
cuando usamos la palabra 'capacitar \ lo hacemos para describir el
crecimiento que se produce en los creyentes en su convicción, carácter
y capacidad, que les permite ministrar a otros con amor y llevarles
la Palabra de Dios, ya sea a los no creyentes durante la etapa de
98 EL ENREJADO Y LA VID

acercamientoy a los nuevos cristianos durante el seguimiento> o a


todos los demás cristianos durante elproceso de crecimiento diario . Si
cada cristiano es un potencial viñador (ver el capítulo 4), entonces
la ’capacitación' es aquella etapa en el crecimiento del cristiano
en la cual las personas reciben la preparación, la motivación,
los recursos y el aliento necesarios para llevar a cabo tal labor.
Es aquella etapa en la cual su crecimiento a nivel de convicción
(creencias), carácter (santidad) y competencias (habilidades) está
aumentando, hasta llegar al punto de poder ministrar a otros con
mayor eficacia.

EL PROCESO DE CRECIMIENTO EN EL EVANGELIO

Acercamiento / , Seguimiento Crecimiento


m
| Discipulado

Ahora bien, hay dos cosas importantísimas que debemos recordar.


La primera de ellas es que, aunque todos los cristiano^ pueden
y deben ser preparados para trabajar en el^cultivo de la vid, no
todos tienen* los dones necesarios para ministrar de la misjiia
manera^ o con el mismo alcance. Algunos serán predicadores o
maestros, otros podrán ser guías de estudios bíblicos, otros serán
muy buenos para contactar a los no creyentes y responder a sus
dudas, otros preferirán reunirse individualmente con los nuevos
creyentes y hacerles seguimiento, y también están los que en su
calidad de padres, y madres enseñarán a sus hijos. Hay miles de
contextos y oportunidades para trabajar en la vid, y Dios le ha
dado a cada cristiano un papel que desempeñar.
7: LA CAPACITACIÓN Y EL CRECIMIENTO DEL EVANGELIO ¡ 99

La segunda es que preparar a los cristianos como viñadores


no consiste simplemente en ejercitar ciertas habilidades y
destrezas (como acabamos de ver). El discipulado cristiano está
relacionado con la sana doctrina y una vida de santidad, de
modo que capacitar o equipar a alguien para ministrar a otros
implica prepararlo y proveerlo de santidad y de buen juicio,
y no sólo de un conjunto de habilidades; porque así es como
ellos ministrarán a otros posteriormente. Por ejemplo, ..garajjue
un cristiano maduro pueda hacerle seguimiento a un nuevo
creyente,,j i p j s q 1q necesita saber cómo llevarla cabo una serie;
._

completa de estudios bíblicos básicos, también debe ser capaz de


ser un modelo de fe y de vida cristiana.

Con la mente puesta en las personas


Una de las enormes ventajas de concebir el crecimiento cristiano
en etapas, como las que acabamos de ver, es que nos ayuda a
pensar en las personas, orar por ellas y ministrarlas de acuerdo a
la posición en la que se encuentran. Entonces, si el crecimiento
del evangelio realmente ocurre a nivel individual en la vida de
cada creyente, ¿cómo podemos ayudarlos a avanzar? ¿Cómo
podemos hacer que la Palabra de Dios tenga aplicación en las
vidas de cada uno de ellos? ^
La siguiente es una pequeña herramienta diagnóstica que
nos ayudará a pensar en las personas. Haz un listado de siete
personas que conozcas, tanto no creyentes como creyentes de tu
iglesia. ¿En qué etapa se encuentra cada uno en lo que respecta
a su crecimiento del evangelio? Veamos si podemos visualizarlo
delineando las diferentes etapas de ’crecimiento del evangelio'.1

1 Esta tabla diagnóstica o de planificación la robamos y adaptamos descaradamente


del excelente librillo escrito por Peter Bolt, "Mission M inded' (Matthias Media,
Sidney, 2000).
100 EL ENREJADO Y LA VID

Acercam iento Seguim iento Crecimiento Capacitación

Ha
Plantea Necesita
escuchado Sólido G eneral Específico
inquietudes ayuda
el evangelio

Roberto •

Josefina •

Bernardo •

Teresa •

Daniel •

Marcos •

Sara •

Como verán, hemos subdividido la mayoría de las etapas para


facilitar el análisis de las situaciones.
Roberto, por ejemplo, aún no es cristiano. Definitivamente se
encuentra en la etapa de acercamiento, pero en tus conversaciones
con él aún no has llegado a compartirle el evangelio. Hasta el
momento, te ha manifestado varias inquietudes relacionadas con
Dios, la fe y la Biblia, pero está en los primeros días. En cambio
Marcos vino de invitado a un culto en la iglesia y escuchó una
clara explicación del evangelio. Aún no se ha convertido, pero
lleva más camino avanzado que Roberto.
Igualmente, en la etapa de crecimiento podrás ver que
Josefina está en la categoría de ’necesita ayuda', en tanto
que Bernardo se muestra ’sólido’. Ambos han sido cristianos
durante varios años y ninguno de ellos necesita que se le haga
seguimiento inicial. Pero Josefina está pasando por un momento
muy difícil: su marido, que no es creyente, es adicto al juego y ella
está luchando para criar a sus hijos adolescentes prácticamente
sola. Su fe siempre ha sido sólida, pero últimamente se está
sintiendo amargada y enojada con Dios y ya no asiste con la
misma regularidad a la iglesia y a su grupo de estudio bíblico.
Josefina necesita ayuda de verdad. Necesita que alguien (o más
7: LA CAPACITACIÓN Y EL CRECIMIENTO DEL EVANGELIO | 101

de alguien) la acompañe, se preocupe por ella, ore con ella y


la aliente, usando pasajes de la Biblia, para qué pueda seguir
adelante, etcétera. Bernardo, por otra parte, va avanzando
relativamente bien. Evidentemente, no todo le es tan fácil pero,
por ahora, su avance en el Señor es bueno y firme.
Ahora bien, no se trata de simples categorías del tipo blanco o
negro, ni tampoco son estrictamente secuenciales. Casi todos los
cristianos entran y salen de la categoría ’necesita ayuda' en distintos
momentos de su vida. Al año siguiente, podría ser Bernardo el
que esté pasando por dificultades. Pero para efectos de visualizar
lo que cada uno de ellos necesita en ese momento para poder
crecer en el evangelio, es importante hacer una diferenciación.
En la etapa de capacitación nos encontramos además con
un par de subcategorías muy útiles: general y específica. La
primera de ellas se refiere a la preparación o discipulado que
todos los cristianos necesitan; y la segunda, a la necesaria para
llevar a cabo ciertos ministerios en particular. Por ejemplo,
Daniel es un cristiano firme y maduro que está aprendiendo a
comprender y a compartir su fe con sus colegas de trabajo no
creyentes. Esta es la capacitación general; es algo que todos los
cristianos deberían saber hacer. En cambio Sara, es una mujer
muy capaz y cariñosa y posee gran habilidad para explicar con
claridad la Biblia. Actualmente está siendo preparada para dirigir
uno de los grupos de estudio bíblico femeninos que se reúnen los
martes en la mañana.
No utilizamos este tipo de herramientas con el objeto de
convertir al ministerio cristiano en una serie de listados, sino para
que nosjtyuden a enfocarnos en las personas, porque el ministerio
tiene que ver con personas, no con programas. Si nunca pensamos
de manera individual en las personas, si no averiguamos en qué
situación se encuentran, ni de qué manera necesitan crecer, y
en qué área en particular, estaremos ministrando al azar y de
102 | EL ENREJADO Y LA VID

manera dispersa. Es como si un doctor se dijera lo siguiente:


"Me complica demasiado atender y diagnosticar de manera
individual a cada uno de mis pacientes, aparte de que me ocupa
demasiado tiempo. En vez de ello, voy a reunirlos a todos una vez
a la semana y les recetaré el mismo medicamento. Cada semana
iré cambiando la medicina para que todos puedan recibir al
menos algún tipo de beneficio. Este método es más eficiente y
fácil de manejar".
Puede ser que algunos lectores estén sospechando que lo que
decimos está comenzando a sonar demasiado anti-iglesia^ y anti­
sermón, y cuando vean el título del capítulo 8 (’¿Por qué el sermón
del domingo es necesario pero no suficiente?') sus sospechas podrían
aumentar. Cuando lleguemos a dicho capítulo analizaremos en
más detalle esos temas. Por ahora, podemos adelantarles que somos
pro-iglesia y que creemos que el sermón es una forma esencial,
valiosa y altamente eficaz de ministrar la Palabra de Dios, pero
no es la única manera de hacer crecer el evangelio. Si cultivar la
vid tiene que ver con cultivár personas, necesitamos ayudarlas a
crecer de manera individual, empezando por el nivel en el que se
encuentran en ese momento. Y ambos ministerios son necesarios,
tanto este ministerio personal y aparentemente ineficiente, como
el que se lleva a cabo en grupos más grandes y que parece más
eficiente/Pero veamos cómo Pablo prevé el tipo de ministerio
personalizado, en 1 Tesalonicenses 5:
Pero les rogamos hermanos, que reconozcan a los que con
diligencia trabajan entre ustedes, y los dirigen en el Señor
y los instruyen, y que los tengan en muy alta estima con
amor, por causa de su trabajo. Vivan en paz los unos con
los otros. Les exhortamos, hermanos, a que amonesten a los
indisciplinados, animen a los desalentados, sostengan a los
débiles y sean pacientes con todos. (1 Tes 5:12-14)
7: LA CAPACITACIÓN Y EL CRECIMIENTO DEL EVANGELIO j 103

Los líderes trabajan duro en su importantísimo papel y, por


ello, merecen todo nuestro respeto. Pero los ’hermanos' también
tienen un papel igualmente importante que desempeñar:
ministrar en las diversas situaciones que cada cristiano debe
enfrentar durante su vida.
Otro enorme beneficio que surge de usar una herramienta
diagnóstica como la anterior es que nos ayuda a visualizar
cuál será la siguiente necesidad de las personas, y que siempre
consiste en avanzar un paso más hacia la derecha de la tabla.
Lo que Josefina necesita más adelante, después de recibir ayuda,
es obtener (o recuperar) firmeza y estabilidad en su fe. Lo que
Bernardo con su sólida fe necesita, es recibir aliento y preparación
para comenzar a ministrar a otros, en vez de seguir creciendo
en su propio mundo feliz. Lo que Roberto necesita después de
satisfacer sus inquietudes es dejar de discutir temas generales
respecto a Dios o el cristianismo, y escuchar el evangelio.
A propósito, si eres pastor de alguna iglesia, esta herramienta
también te ayudará a ver dónde hay vacíos, agujeros y necesidades
que resolver. En una iglesia con un buen 'crecimiento del
evangelio', debería haber una buena cantidad de personas que
pertenezcan a cada una de estas categorías. Si haces un listado de
todas las personas que conoces, tanto dentro de tu congregación
como al margen de ella, pronto te darás cuenta de dónde están
los desafíos. Si hay muy pocas personas en la categoría de
acercamiento, entonces tu iglesia no está haciendo lo suficiente
para contactarse con los no creyentes para hablarles del evangelio.
Ahora bien, si hay muchos en esta categoría, pero casi ninguno
en la categoría de seguimiento, entonces lo más probable es
que estás llevando a cabo muchas actividades y programas
para contactarte con la gente, pero no estás compartiendo lo
suficiente el evangelio, con oración, como para que estas personas
104 EL ENREJADO Y LA VID

se conviertan y necesiten pasar a la etapa de seguimiento. Y lo


mismo se aplica al resto.

fb *

LA CAPACITACIÓN ES EL MOTOR QUE HACE POSIBLE EL


crecimiento del evangelio. Y para que haya más crecimiento
del evangelio, es necesario capacitar a más cristianos maduros y
reverentes para la obra en la vid; es decir que hay que preparar,
dotar y alentar a más personas para que, con oración, compartan
la Palabra con otros, ya sea en actividades de acercamiento, de
seguimiento o de apoyo para el crecimiento de algún cristiano.
Por desgracia, la mayoría de las iglesias y la mayor parte
de los pastores casi no se ocupan de capacitar. En términos
generales, se considera que es el pastor a quién le corresponde la
tarea de hacer crecer el evangelio, y como eso es prácticamente
algo imposible de hacer a nivel individual o personal, se hace a
nivel general y en masa. Y al poco tiempo, la administración y
la organización de actividades, grupos, reuniones y estructuras
ocupan todo el tiempo del pastor y la agenda semanal de los
miembros de la iglesia.
Hay otra manera de hacerlo, pero antes de ahondar en lo
que implica en la práctica el ministerio de la capacitación, es
tiempo de hacer una pausa y abordar algunos de los temas que
sin duda se han estado anidando en las mentes de algunos de
nuestros lectores.
Capítulo 8
¿Por qué el sermón del domingo es
necesario pero no suficiente?

Hemos llegado a un punto en nuestro tema en el que es necesario


hacer una pausa y analizar en mayor detalle de qué manera el
modelo de capacitación y crecimiento que aquí proponemos
choca con la realidad de las estructuras, modelos y prácticas de
nuestras iglesias actuales. Porque sí que choca. El mayor obstáculo
que se presenta para replantear y reformular nuestros ministerios
es, principalmente, la inercia de las tradiciones, tanto de las que se
han mantenido por mucho tiempo en nuestras denominaciones
o en nuestras reuniones, como de las más recientes innovaciones
reconocidas como "movimiento para el crecimiento de la iglesia",
ya que se han convertido en una especie de convencionalismo
tácito en varias iglesias evangélicas.
A su debido tiempo abordaremos la propuesta un tanto
alarmante contenida en el título de este capítulo, pues primero
analizaremos dos enfoques del ministerio pastoral muy comunes
hoy en día, para contrastarlos con el enfoque de este libro. Claro
está que estos dos enfoques son estereotipos y no reflejan la realidad
multifacética del ministerio en toda su variedad, pero esperamos
que puedas reconocer las estructuras y tendencias que se reflejan
en estas descripciones, y te sirvan de base para efectuar los cambios
que tu propia situación requiera.
Existen tres enfoques o énfasis que deseamos examinar, y que
llamaremos:
106 | EL ENREJADO Y LA VID

• El pastor como clérigo proveedor de servicios.


• El pastor como gerente general.
• El pastor como capacitador.

El pastor como clérigo proveedor de servicios


Según este’concepto de la vida y el ministerio en la iglesia, la tarea
del pastor es la de cuidar y alimentar a la congregación. En este
sentido, es un clérigo profesional (ya sea que lo llamemos "clérigo"
o no), y tanto el pastor mismo como la congregación esperan que
se le pague por llevar a cabo ciertas funciones fundamentales:
• Alimentar al rebaño mediante sus sermones dominicales y
la administración de los sacramentos.
• Organizar y llevar a cabo el culto del domingo, que
es considerado como un tiempo de adoración para la
congregación.
• Llevar a cabo diversos servicios ocasionales con diferentes
propósitos: bautismos, bodas y, tal vez, eventos especiales
para invitados.
• Aconsejar individualmente a los miembros de la
congregación, en especial en momentos de crisis, j
Este es el clásico modelo evangélico reformado de lo que hace un
pastor ordenado para pastorear a las ovejas que Cristo le dio. Y este
modelo tiene bastante fortalezas, por ejemplo:
• Coloca a la predicación regular de la Palabra en el lugar que
le corresponde, es decir, en el centro del ministerio.
• Reúne a la congregación para que los domingos oren,
alaben y escuchen juntos la prédica como una sola familia.
• Los cultos ocasionales son una oportunidad para acercarse
a la comunidad no creyente.
• El pastor se ocupa de su congregación en tiempos de
crisis.
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO ¡ 107

No obstante, este enfoque tiene también desventajas muy reales


(y evidentes). Para empezar, el ministerio que se lleva a cabo en
la congregación se ve limitado por los dones y la capacidad del
pastor: depende de su eficacia para predicar y de la cantidad
de personas que puede conocer y aconsejar individualmente.
En este modelo, se hace muy difícil que la congregación pueda
crecer más allá de cierta cantidad (por lo general entre 100 y 150
miembros regulares).
Quizás la mayor desventaja de este punto de vista sobre el
ministerio sea que se alimenta de la cultura de "consumismo"
que ya reina en nuestra cultura, fomentándola. Va de acuerdo
de manera perfecta con el espíritu de nuestra época, en la cual
pagamos a profesionales entrenados para que lo hagan todo
por nosotros, en lugar de hacerlo nosotros mismos, ya sea lavar,
nuestro auto, planchar nuestras camisas o sacar a pasear al perro.
Existe una tendencia a reducir la vida y la comunión cristianas a
una hora y cuarto los domingos por la mañana, relacionándonos
muy poco o nada con los demás; y son muy pocos los ministerios
que son llevados a cabo por la propia congregación. En este tipo
de iglesia, se hace muy fácil que la congregación piense en su
iglesia casi completamente en términos de ’’qué provecho saco yo
de ella”, cayendo así en críticas y quejas cuando las cosas no les
parecen bien.
Incluso la buena práctica del consejo pastoral puede llegar
a convertirse en una práctica en la cual lo importante soy "yo”,
entonces se enojan cuando, en vez de recibir la visita del pastor,
son visitados por su asistente: "El pastor lo envió porque no quiso
tomarse la molestia de venir él en persona".
Ninguna de estas cosas es por completo culpa del
"consumidor". A pesar de todas sus fortalezas históricas, el
enfoque del pastor como clérigo profesional les dice con toda
claridad a los miembros de la iglesia que su función es la de
108 EL ENREJADO Y LA VID

recibir, en vez de ser la de dar. Como modelo, tiende a producir


consumidores espirituales en vez de discípulos activos de Cristo,
y suele quedarse estancado en modo de mantenimiento. En
este modelo, los miembros individuales de la congregación y
la iglesia en general, colocan al evangelismo al final de la lista
de prioridades.
En muchos aspectos, este concepto del ministerio pastoral
refleja la cultura y las normas ;de un mundo diferente, del
mundo de las naciones cristianizadas de los siglos XVI y XVII, en
el que toda la comunidad iba a la iglesia, y donde el pastor era
uno de los pocos que contaba con la suficiente educación para
poder enseñar.

El pastor como gerente general


En muchos aspectos, el "movimiento para el crecimiento de la
iglesia" de los años 70 y 80 fue una respuesta directa al concepto
evangélico-reformado tradicional de la vida en la iglesia y del
ministerio. La gente se dio cuenta de algunas de las desventajas
que mencionamos con anterioridad y comenzó a abordarlas.
En términos bastante generales, se produjeron varios cambios
fundamentales:
• El pastor seguía siendo un clérigo profesional, pero ahora
su papel fundamental era el de dirigir a la congregación
como una organización con metas definidas. Seguía siendo
un predicador y un proveedor de servicios pastorales, pero
también era un líder gerencial responsable de hacer que
estas cosas ocurrieran a una escala más grande. Para hacer
posible el crecimiento, el pastor tenía que aprender la
diferencia entre ser un comerciante que maneja su propia
tienda o dirigir una tienda departamental con mucho
personal y una gran variedad de servicios.
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO 109

El domingo pasó a enfocarse en la tarea de " atraer a


la comunidad”, con el tipo de música, decoración y
predicación que fuera atractiva para las visitas y recién
llegados. Para que la iglesia creciera, sus 'Vitrinas” debían
ser mucho más atractivas para el "mercado objetivo".
Aunque suena de muy mal gusto expresado de este modo,
para muchas iglesias se trataba de un enfoque centrado
profundamente en el evangelio. Se originaba en un deseo
puro de eliminar todo obstáculo cultural innecesario que
no permitiera escuchar la Palabra de Dios, y asegurarse de
que lo único raro, ofensivo o extraño en la iglesia fuera el
propio evangelio.
En vez de cultos ocasionales, ~el "movimiento para
el crecimiento, de la iglesia" produjo una revolución
de programas y eventos, tanto para los miembros de
la iglesia como para la comunidad en general, desde
cursos y programas evangelisticos, hasta actividades de
acercamiento diseñadas para alcanzar a la familia o amigos
no cristianos de los miembros de la congregación, además
de seminarios y programas para ayudar a los miembros de
la congregación en diferentes aspectos de sus vidas (cómo
criar a los hijos, cómo lidiar con la depresión, etc.).
En una iglesia que cuenta con 500 miembros (en vez
de 150), ¿cómo es posible conocer a cada miembro de
manera individual, ocuparse y orar por ellos y ayudarlos en
momentos de crisis? En términos logísticos, era imposible
que el equipo pastoral (y mucho menos el pastor principal)
pudiera aconsejar individualmente a cada uno de ellos,
en especial dada la gama de programas y actividades
adicionales que se llevaban a cabo. Como respuesta a ello
surgieron los grupos que se reúnen en distintas casas, en
110 | EL ENREJADO Y LA VID

los que cada miembro puede relacionarse individualmente


con otros hermanos, darse a conocer y recibir su ayuda.

Una de las principales fortalezas y ventajas de la postura que aboga


por el crecimiento de la iglesia es que promueve la participación de
la congregación. Este es uno de los conceptos fundamentales de este
movimiento: si se quiere que alguien se una a nuestra congregación
y se sienta parte de ella, tiene que haber alguna actividad en la cual
pueda participar. Las investigaciones a este respecto nos decían que
si le encontramos a alguien una función o papel que desempeñar
en algún ministerio dentro de los primeros seis meses de haber
ingresado a nuestra iglesia, las posibilidades de retener a esa persona
como miembro a largo plazo aumentan considerablemente.
Otra de las principales fortalezas del "movimiento por el
crecimiento de la iglesia" es que reconoce el hecho de que, para que
una congregación crezca en número, hace falta trabajar más en el
enrejado. Supuestamente, el pastor tiene que pasar menos tiempo
"en el negocio" y más tiempo "organizando el negocio". Esta
no es más que una función propia del crecimiento y del cambio
organizacionales; y el pensamiento orientado al "crecimiento de
la iglesia" ha ayudado a muchos pastores a enfrentar estos desafíos
del liderazgo.
Sin duda alguna, hay muchas iglesias que estos últimos 30 años
han crecido aplicando con éxito los principios del "crecimiento de
la iglesia". Ha permitido que las iglesias crezcan hasta tener más
de 150 miembros y ha promovido una participación más activa
de sus miembros en diversos grupos, actividades y programas de
las mismas.
La desventaja es que, a pesar del crecimiento en miembros
y en participación, muchas de las iglesias que forman parte de
este movimiento también han aceptado las hipótesis consumistas
de nuestra sociedad, pues su éxito se debe a la entrega de un
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO | 111

"producto" más atractivo e interesante para un mayor número


de personas, pero no siempre se consigue con ello un ministerio
más fuerte de la Palabra aunada a la oración, que es lo que da
como consecuencia el verdadero crecimiento espiritual. Sí, son
muchas las personas que participan en la iglesia y que reciben
apoyo y ayuda, pero ¿están creciendo como discípulos, al igual
que en su misión?
Hace poco, la Iglesia Willow Creek Community, de los
Estados Unidos, descubrió lo mismo, luego de estar 20 años al
frente del "movimiento para el crecimiento de la iglesia". Al analizar
detalladamente a los miembros que la componían, el personal de
esta iglesia descubrió que, a pesar de dirigir una de las iglesias más
logradas y mejor organizadas de Estados Unidos, con fabulosas
estructuras, música y obras teatrales de excelente calidad, además
de un impresionante grado de participación de sus miembros en
todo tipo de grupos pequeños y actividades, no existía en ellos un
crecimiento espiritual personal como discípulos.1
Para presentar ambos enfoques, podemos utilizar la siguiente
tabla:

El pastor como El pastor como


clérigo gerente general
%

El pastor es... predicador y predicador y


proveedor de gerente
servicios

El domingo es... para realizar un una reunión para


culto de adoración atraer gente

1 Ver G. Hawkins y C. Parkinson, Reveal: Where are you? (Una revelación: ¿Dónde
te encuentras?), Willow Creek Resources, Chicago, 2007.
112 | EL ENREJADO Y LA VID

Los demás días para realizar cultos para realizar toda una
son... ocasionales gama de eventos
y programas

El cuidado aconsejando y en grupos


pastoral se visitando pequeños
ejerce...

La iglesia es un pequeño una tienda


como... negocio con un solo departamental con
empleado mucho personal

Tiende a consumidores que consumidores que


producir... quieren mantener las quieren hacer crecer
cosas como estaban la iglesia

El pastor como capacitador


Hasta aquí, y tomando como base la Biblia, hemos sostenido que:
• El verdadero crecimiento espiritual sólo se produce cuando^
el Espíritu Santo aplica la Palabra de Dios en los corazones
de las personas.
• Todos los cristianos tienen el privilegio y la responsabilidad
de compartir la Palabra de Dios unos a otros y a los no
creyentes, orando, ya qué ésa es la manera por medio de la
cual Dios provee este crecimiento.
Si estas dos propuestas fundamentales son ciertas, entonces
necesitamos hacernos otra imagen mental de la vida en la iglesia y
del ministerio pastoral, una en la cual el compartir con oración la
Palabra de Dios ocupe un lugar primordial, y donde los cristianos
sean preparados y equipados para ministrar la Palabra de Dios a
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO | 113

otros. Así, nuestras congregaciones se convertirán en centros de


capacitación donde se prepara y se enseña a las personas a ser
discípulos de Cristo, las que, a su vez, también buscarán hacer
otros discípulos.

• Según este concepto, el pastor es un^ predicador que


ora, moldea y hace funcionar todo el ministerio a través
de su predicación bíblica y expositiva; hecho esencial y
fundamental. Pero, lo que es más decisivo aún, el pastor
es también un capacitador. Su tarea no consiste sólo en
proporcionar servicios espirituales, o en llevar a cabo todos
los ministerios, su tarea es enseñar y preparar a los miembros
de su congregación, con sus palabras y dando ejemplo con
su vida, para que se conviertan en discípulos de Jesús y
hacedores de discípulos. En este modelo, la diferencia
entre lo clerical y lo laico desaparece de manera drástica.
Ya no se trata del pastor y de los que son pastoreados, sino
del pastor y de aquellos que trabajan colaborando con él
enjodo tipo de ministerios de la Palabra.
• Cuando incorporamos este concepto de la capacitación,
lo que hacemos en el culto del domingo adquiere un
mayor realce, ya que lleva el enfoque de que los asistentes
adquieran madurez en el evangelio y a que la iglesia
vaya creciendo. De esta manera, preparamos a todos
para que sean colaboradores y siervos, no espectadores
o consumidores. La congregación se convierte en una
reunión de discípulos que hacenjdiscípulqsen la presencia
de su Señor, reuniéndose con él, escuchando su Palabra,
respondiéndole con arrepentimiento, adoración y fe, y
discipulándose mutuamente. El punto de reunión de la
congregación se convierte no sólo en un escenario para
EL ENREJADO Y LA VID

llevar a cabo el ministerio (el lugar donde se comparte


la Palabra con oración), sino que también constituye un
estímulo y un impulso para la adoración y el ministerio de
cada discípulo durante la semana.
Cuando el pastor es un^apacitado>rLse concentra en hacer
que las personas se ministren unas a otras, en tanto que las
estructuras, programas y eventos dejan de ser el centro. El
evangelismo se produce cuando los discípulos se conectan
con la gente que los rodea: en sus casas, con sus familiares,
en la calle, sus lugares de trabajo, sus escuelas, etcétera. Los
eventos y programas, además de los cultos para invitados,
siguen siendo útiles para concentrar los esfuerzos de las
personas y son una buena oportunidad para invitar a
nuestros amigos, pero el verdadero trabajo de evangelismo
con oración ocurre cuando los propios discípulos lo
hacen. Retomando el ejemplo del capítulo anterior, sucede
cuando Daniel se da el tiempo de conocer a Roberto, para
luego ofrecerse a leer con él uno de los evangelios.
En esta propuesta, el cuidado pastoral también se basa
en la preparación de discípulos que se ocupen de otros
cristianos y los discipulen. Una manera de hacerlo es
utilizando la estructura de los grupos pequeños, pero la
estructura por sí misma no lo consigue. Nuestro objetivo
no puede ser simplemente conseguir que las personas
participen en estos grupos. Sijrio^e prepar^y enseña a
los cristianos a reunirse unos con otros, a leer la Biblia
y a orar juntos, a alentarse y a estimularse mutuamente
para amar y hacer buenas obras, la estructura del grupo
pequeño no servirá para generar crecimiento espiritual.
•Cuando las personas participan en grupos pequeños tienen
la oportunidad de conocerse, sienten que forman parte de
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO | 115

una fraternidad o comunidad, desarrollan lazos de amistad


y, como resultado de ello, asisten con mayor regularidad a
la iglesia y participan más en ella; pero ninguna de estas
cosas equivale a crecer en el evangelio. Gran parte de la
tarea de la congregación de alentar y discipular a otros
puede fácilmente llevarse a cabo de manera individual,
sin que haya necesidad de participar en algún grupo
pequeño estructurado.2
Para contrastar el enfoque del "pastor como capacitador" con
nuestros otros dos modelos, veamos la siguiente tabla:

El pastor El pastor El pastor


como clérigo como gerente como
general capacitador ,
El pastor es... predicador y predicador y predicador y
proveedor de gerente capacitador
servicios
El domingo un culto de una reunión una reunión
es... adoración para atraer de discípulos
gente que adoran a
su Señor

Los demás para realizar para realizar para que los


días son... cultos toda una gama discípulos
ocasionales de eventos y intenten
programas hacer
discípulos

2 Para profundizar más sobre los grupos pequeños y la forma en que pueden
ser vehículos positivos para el crecimiento del evangelio, ver el libro de Colin
Marshall, "Growth G ro u p ' (Grupos para el crecimiento), Matthias Media,
Sydney, 1995.
116 | EL ENREJADO Y LA VID

El cuidado aconsejando y en grupos conforme


pastoral se visitando pequeños las personas
ejerce... ministran a
otras

La iglesia es un pequeño una tienda un equipo


como... negocio con un departamental con un activo
solo empleado ? con mucho capitán/
personal entrenador

Tiende a consumidores consumidores discípulos


producir... que quieren que quieren dispuestos
mantener las hacer crecer la a ser
cosas como iglesia misioneros
estaban

En caso de haberlas olvidado, vale la pena repetir ahora las


advertencias que hicimos al principio de este capítulo. Por
supuesto que en esta exposición estamos hablando de hombres
de paja y estereotipos, ya que ninguna iglesia en particular puede
ser un ejemplo perfecto de cualquiera de estos puntos de vista
o énfasis; existen muchísimas variaciones. De hecho, si observas
tu propia congregación quizá verás que en ella se da una extraña
mezcla de dos o más de ellos.
De todas formas, como ejercicio mental, delinear estos tres
puntos de vista resulta ser muy útil, pues podemos reconocer las
distintas tendencias y tradiciones, al igual que las consecuencias.

El sermón insuficiente
Tal vez el mejor modo de enfocar el tema en este capítulo es señalar
que los sermones dominicales son n e c e sa rio ^ p ^ n ^ i^ s^ ^ r u ^
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO | 117

Para algunos de nuestros lectores estas palabras pudieran sonar


a herejía y, en cierto sentido, esperamos qué generen cierto
impacto. ¿Acaso lo que pretendemos aquí es menospreciar la
predicación? ¿Será verdad que los devotos y fieles sermones
expositivos acompañados de oración, son lo único que se requiere
para edificar la iglesia de Cristo? ¿No?
Es cierto que necesitamos de los sermones, pero no son
lo único necesario. Seamos totalmente claros al respecto:
la predicación de exposiciones bíblicas poderosas, fieles y
convincentes es absolutamente necesaria para la vida y crecimiento
de nuestras congregaciones. Una predicación débil e inadecuada
debilita a nuestras iglesias. Tal como dice el dicho: "los sermones
pequeños producen cristianos pequeños". En cambio, juna
predicación pública que es clara, enérgica y poderosa constituye el
cimiento sobre el cual se construyen todos los demás ministerios
en la congregación. El sermón es un llamamiento para reanimar a
la congregación. Es el momento en que la congregación se reúne
para recibir el alimento de la Palabra de Dios, para ser desafiada,
consolada y edificada. El ministerio de la predicación pública es
como una estructura que marca la pauta y define el programa de
todos los demás ministerios de la Palabra existentes. ¡No queremos
que se vea disminuido el énfasis en la predicación o que se dediquen
menos esfuerzos en ella! Por el contrario, deseamos que existan
más maestros de la Biblia, reverentes y talentosos, que enciendan a
las congregaciones con el poder de la Palabra predicada.
Decir que los sermones (como exposiciones bíblicas durante
el culto del domingo) son necesarios pero no suficientes, es
sencillamente hacer hincapié en la verdad teológica de que
1° suficiente aquí es la palabra d d j^vangelio, Y no Ia forma en
particular en que ésta es entregada. Podemos decir que compartir
la palabra del evangelio en el poder del Espíritu es totalmente
118 EL ENREJADO Y LA VID

suficiente, pero que la forma de compartirla en un sermón de 25


minutos, no lo es.
Afirmamos que no es suficiente porque el Nuevo Testamento
nos obliga a hacerlo. Como ya vimos, Dios espera que todos los
cristianos hagan discípulos compartiendo su Palabra y orando, de
la forma y hasta donde sus dones y circunstancias lo permitan.
Si Dios ha dotado a todos los miembros de la congregación de
la habilidad de ayudar a formar discípulos, ¿por qué hemos de
silenciar la contribución de todos en favor de la de uno solo (el
pastor), y pensar que eso es suficiente o aceptable?
En su excelente libro sobre la predicación, Speaking God's
Words, Peter Adam realiza un detallado estudio de los ministerios
de la Palabra en el Nuevo Testamento, además de hacer una
reflexión sobre las prácticas de Juan Calvino, de Richard Baxter
y de los ministerios que existen hoy en día en nuestras iglesias. Y
Adam concluye que:
...si bien la predicación... es una forma de ministerio de la
Palabra, hay muchas otras formas que se ven reflejadas en
la Biblia y en la vida de la iglesia cristiana contemporánea.
Es importante comprender este punto con toda claridad, de
lo contrario estaríamos haciendo que la predicación cargue
con un peso que no es capaz de soportar; es decir, el peso de
hacer todo lo que la Biblia espera que hagan cada una de las
distintas formas de ministerio de la Palabra.3
Luego, Adam procede a definir la predicación como "la,
explicación y aplicación de la Palabra a la congregación de Cristo,
con el objeto de prepararla colectivamente para el servicio, la
unidad en la fe, la madurez, el crecimiento y la edificación".^

3 Peter Adam, Speaking God's Words: A Practical Theology o f Preaching, (Hablar las
palabras de Dios: una teología práctica sobre la predicación) IVP, Leicester, 1996,
pág. 56. .
4 Adam, p. 71.
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO 119

Pero, como él señala, la predicación del domingo no es la única


manera de edificar el cuerpo:
Aunque los individuos pueden ser edificados como miembros
de la congregación, también podrían existir otras áreas en las
cuales necesitan ser corregidos e instruidos en justicia, lo que
no es posible a través del sermón del domingo porque éste,
por naturaleza, tiene una aplicación más general.5
¿Quiere decir, entonces, que además de un sermón de 25 minutos,
deberíamos tener 50 testimonios de un minuto por parte de la
congregación?
Aunque esto haría que los domingos por la mañana fueran
fascinantes y alentadores (aunque un tanto prolongados), no es lo
que proponemos aquí, porque la acción no se circunscribe sólo al
domingo. Richard Baxter, uno de los más importantes ministros
del evangelio, que caminó firme en nuestra herencia evangélica
reformada por la Biblia, lo sabía muy bien. Veamos qué dijo.

El ejemplo de Richard Baxter


El nombre de Richard Baxter siempre se asocia a su obra
clásica, E l Pastor Reformado. De manera interesante, al hablar
de "reformado", Baxter no se refiere a ningún estilo de doctrina
en particular (aunque su teología, un tanto idiosincrásica,
ciertamente era reformada en ese sentido), sino que más bien se
refiere a un ministerio renovado y rebosante de energía, fervor y
propósito. "Si Dios reformara a los ministros", escribió Baxter,
" y los avivara para cumplir celosa y fielmente con sus deberes,
entonces, ciertamente el pueblo sería reformado y despertado".6

5 Adarn, pág. 71.


6 Richard Baxter, una versión resumida de El Pastor Reformado en el sitio web
www.iglesiareformada.com/Baxter_eLpastor__reformado.pdf, pág 2 .
120 | EL ENREJADO Y LA VID

El extraordinario ministerio de Baxter entre las 800 familias


del pueblo de Kidderminster comenzó en 1647, transformando
por completo a la comunidad. Desarrolló una estrategia especial
para el ministerio pastoral durante el caótico vacío de autoridad y
disciplina eclesiásticas producido después de la Guerra Civil inglesa,
y como consecuencia del fracaso de las reformas de Westminster.
Baxter deseaba asegurarse de que cada feligrés comprendiera
los principios básicos de la fe y de la vida en santidad, por ello
en su libro E l Pastor Reformado, publicado en 1656, exhortaba
extensamente a sus colegas pastores a que sus ministerios no
fueran sólo formales, sino también personales y orientados hacia
su comunidad.
La principal motivación de Baxter para hacer este llamado
a efectuar esta reforma en el ministerio y en la vida de la iglesia
era la salvación de las almas: "Nuestro propósito es defender
al mundo; salvarlo de la maldición de Dios; perfeccionar a la
creación; alcanzar los objetivos de la muerte de Cristo; salvarnos
de la condenación, a nosotros y a los demás; vencer al diablo y
destruir su reino; establecer el reino de Cristo; y esforzanos por
alcanzar el reino de gloria, y ayudar a otros a lograrlo".7
Cada sección de este libro está impregnada de este primordial
y desafiante reto a convertir almas, ya sea refiriéndose a las áreas
que el pastor descuida de sí mismo o de su congregación. Según
Baxter, ésta era la verdadera causa y prioridad para efectuar una
reforma en la iglesia. Y no era posible llevarla a cabo con simples
cambios estructurales.

Recuerdo muy bien los tiempos cuando con todo fervor


buscaba reformas en asuntos ceremoniales... ¡Ay de
mí! ¿Acaso creemos que podemos generar reformas

7 Richard Baxter, The Reformed Pastor (El pastor reformado), 5o edición, Banner of
Truth, Londres 1974, pág. 112 .
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO 121

proscribiendo unas cuantas ceremonias, cambiando


algunas vestiduras, gestos y formas? ¡Claro que no, señores!
Nuestra responsabilidad es la conversión y salvación de
almas. Es lo que principalmente se necesita reformar, lo
que más beneficios trae, y lo que más ayuda a la salvación
de las personas.8
Baxter afirmaba que para poder reformar el ministerio de
modo que su principal objetivo sea la conversión -de las almas,
los pastores tienen que dedicarle mucho tiempo a la "tarea de
enseñar individualmente e instruir al rebaño". Para él, el trabajo
personalizado es irremplazable porque ‘la mejor oportunidad para
aplicar la verdad a sus corazones, es cuando hablamos directamente
a la necesidad de cada uno de ellos y le decimos al pecador: "¡Tú
eres aquel hombre!"9 Según Baxter, la predicación pública no
es suficiente. De hecho, llega al punto de expresar: "No tengo
dudas en afirmar que la confesión auricular papal es una novedad
pecaminosa... ¡pero nuestra negligencia en la enseñanza personal
es mucho peor!"10 Como Baxter compartía en forma personal,
pudo descubrir a aquellos que:
...me han oído durante ocho o diez años, y no saben si
Cristo es Dios u hombre; y se maravillan cuando les cuento
la historia de su nacimiento, de su vida y de su muerte como
si no la conocieran... he descubierto que algunos ignorantes,
que por largo tiempo han escuchado _sjn . sacar,, ningúa
pr°vecho? jmás_no^ijgn. jrejmordi mi eri to
tras media hora de hablar personalmentecoii^d s, que
después de diez años de escucharme predicar en público. Sé

8 Richard Baxter, The Reformed Pastor, pag. 211.


9 Richard Baxter, The Reformed Pastor, pag. 175.
10 Richard Baxter, The Reformed Pastor, pags. 179-180.
122 | EL ENREJADO Y LA VID

que predicar el evangelio de manera pública es un excelente


recurso, porque podemos hablarles a muchos a la vez. Pero,
por lo general, es mucho más efectivo predicarlo en privado
a cada pecador.11
También escribió:

Lo que el pastor hace en el púlpito constituye una míMma


parte de su tarea... La gran tarea consiste en las visitas
diarias de casa en casa, viendo cómo viven, examinando qué
beneficio obtienen de la predicación pública, dirigiéndolos
a cumplir las responsabilidades con sus familias, y también
preparándolos para la muerte.12
Baxter trabajó duro para convencer a otros de la necesidad
de realizar este tipo de reforma en el ministerio. Conformó la
Asociación de Worcester con el objeto de promover dicha causa,
cuyos miembros se comprometían a conocer individualmente a
cada persona bajo su cargo, tarea nada fácil incluso ahora, y que
en aquellos tiempos era considerada revolucionaria.
Lamentablemente, el ejemplo de Baxter fue "aclamado por
todos, seguido sólo por unos pocos y, por último, en la mayoría
de los casos, simplemente desechado...".13 Ciertamente, no
son muchos los pastores que hoy en día siguen sus pasos, aun
cuando quizás leyeron The Reformed Pastor (El Pastor Reformado)
mientras estuvieron en el seminario, asintiendo con la cabeza en
señal de aprobación. El concepto de un ministerio personal a la

11 Richard Baxter, The Reformed Pastor, pág. 196,


12 Baxter, The Saints' Everlasting Rest (El descanso eterno de los santos), sig. A4,
citado en Reformation Pastors: Richard Baxter and the Ideal o f the Reformed
Pastor (Pastores de la Reforma: Richard Baxter y el ideal del pastor reformado),
Paternoster, Milton Keynes, 2004, pág. 177 .
13 Black, Reformation Pastors (Pastores <je la Reforma), pág. 105.
8: EL SERMÓN DEL DOMINGO | 123

par de un ministerio de la predicaciones admirable y es difícil


discrepar con él. Además, es completamente bíblico. Pablo les
dice a los ancianos en Efesios: "no rehuí declararles a ustedes
nada que fuera útil, y de enseñarles públicamente y de casa en
casa" (Hech 20:20). El lugar indicado para el ministerio de la
Palabra tiene necesariamente que ser público, pero también es
inevitablemente personal y doméstico. Según Baxter, ésta es la
única manera de poder cumplir con la poderosa exhortación que
les hace Pablo a estos mismos ancianos: "Tengan cuidado de sí
mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu
Santo les ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la
cual él compró con su propia sangre" (Hech 20:28).
Dado que nuestro contexto es sin duda muy diferente al de
Baxter, tanto en términos culturales como políticos, sociales y
educacionales, ¿qué aportes ofrecen sus ideas a nuestro concepto
actual del ministerio? Hay cuatro desafíos fundamentales:

• El evangelismo es el punto central del ministerio pastoral.


Este ministerio no sólo abarca abordar crisis o problemas
inmediatos, ocuparse de hacer crecer los números y de
reformar las estructuras, también implica, y es lo más
importante, preparar almas para la muerte.
• Los pastores no tienen por qué estar atados a estructuras
tradicionales, pueden utilizar cualquier "medio" (para
usar los términos de Baxter) disponible para llamar a la
gente al arrepentimiento y la salvación; lo que para Baxter
implicaba soltar las ataduras del púlpito y llegar hasta la
casa de las personas a enseñarles y exhortarlas.
• No solo^hay-que_enfi^JS^nJcLque..se está enseñando,
sino también en lo que las personas están aprendiendo
y aplicando.
124 | EL ENREJADO Y LA VID

• Se puede implementar mejor la visión de Baxter


sobre la instrucción personal en esta época en que la
educación está al alcance de todos, incluso hay más
oportunidades ahora.
• En muchas partes del mundo encontramos laicos con un
alto nivel de educación que no sólo pueden aprender bien,
sino que también tienen la habilidad para enseñar a otros.
El discipulado personal casa a casa no sólo ha de ser tarea
del pastor, sino también de discipuladores preparados
por él.
Uno de los primeros pasos para aplicar estos desafíos es llevar a
cabo un honesto estudio de todos los programas, actividades y
estructuras de tu congregación, y evaluarlos en base al criterio
del crecimiento del evangelio. ¿Cuántos siguen siendo buenos
vehículos de acercamiento a la comunidad, de seguimiento,
crecimiento o capacitación? ¿Hay algunos duplicados? ¿Hay
estructuras o actividades regulares que ya han dejado de ser
útiles? Decirle "sí” a un ministerio más personal casi siempre
implica tener que decirle "no" a otra cosa.
No obstante, incluso si liberamos nuestra agenda diaria
para contar con más tiempo para "trabajar con las personas",
igualmente nos veremos inundados de trabajo. Por eso
necesitamos contar con colaboradores.
Capítulo 9
Multiplicar el crecimiento del evangelio
al capacitar a los colaboradores

Ahora, volvamos a nuestro inspirado pero agobiado pastor, quien


quiere convertir a su iglesia en un centro de capacitación y equipar
a su congregación para que sean "viñadores", pero al mismo tiempo
está inundado de trabajo: sermones, comités, crisis pastorales,
y todo lo demás. Tiene a su cargo a 130 personas, entre las que
asisten regularmente a su iglesia, contactos diversos y personas al
margen de la misma, y se ha tomado el tiempo de hacer un listado
de todos y de evaluar el lugar en que se encuentra cada uno dentro
del proceso de "crecimiento del evangelio".
El problema es que casi no le queda tiempo para ocuparse de
10 de ellos, mucho menos de los 130. ¿Cómo va a poder ministrar
individualmente a tal cantidad de personas? ¿Cómo va a lograr
capacitarlos para "trabajar en la vid"?
Analicemos su problema utilizando a las siete personas
imaginarias de la tabla de "crecimiento en el evangelio" del
capítulo 7.

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