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Bleichmar. Resumen Cap1en Los Origenes Del Sujeto Psiquico

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Resumen de texto:

● Bleichmar, Silvia: En los orígenes del sujeto psíquico . Buenos Aires, Amorrortu (1984), Cap.
1 ("El concepto de neurosis en la infancia a partir de la represión originaria") y 3 ("Mito o
historia en los orígenes del aparato psíquico").

Silvia Bleichmar, adhería a la idea de redefinición de neurosis en la infancia, partiendo de la


concepción de un sujeto en estructuración. Por lo tanto, no se podía redimir a priori ningún
tipo de técnica sino se resituaba el concepto rector de represión originaria, y el lugar de ésta
en la constitución del aparato psíquico.

“Partí entonces de la hipótesis desarrollada por Freud en la metapsicología (1915) que postula
que la represión funda la diferencia entre los sistemas inconciente y preconsciente -
conciente, y que antes de esto son los otros destinos pulsionales – el retorno sobre la propia
persona y la transformación en lo contrario – los que pueden actuar como defensa.”

La represión originaria era en esta formulación freudiana la condición de transformación del


placer en displacer en relación con la pulsión, porque la posibilidad de placer en un sistema se
convertía en displacer en otro sistema.

¿Quién sufre? Y ¿por qué? Preguntas claves para plantearse la intervención terapéutica.

Nudo patógeno y formación de síntomas. Tal como Freud plantea en inhibición, síntoma y
angustia, en principio resulta difícil averiguar cuál es el impulso reprimido, cual el síntoma
sustitutivo y el motivo de la represión. Respecto del caso Juanito Freud plantea que el
síntoma sería un signo y un sustitutivo de una inlograda satisfacción pulsional, un resultado del
proceso de la represión. Entonces:

1. si todo síntoma se manifiesta como signo, no todo signo es un síntoma.


Manifestaciones conductuales de los niños no pueden ser entendidas como síntomas
en el sentido psicoanalítico
2. Sustitutivo remite al carácter simbólico del síntoma, en tanto representación indirecta
y figurada de una idea de un conflicto, de un deseo inconsciente. Y si es simbólico,
sustitutivo, si marca la aparición deformada de un deseo ¿Estamos hablando de
desplazamiento como mecanismo de funcionamiento del inconciente?
Actualmente el concepto de neurosis se reserva para la neurosis obsesiva, histeria y
neurosis fóbica, se tiende a abandonar la clasificación de neurosis actuales y neurosis
de carácter, ya que sea cual fuere el factor desencadenante, es siempre en los
síntomas donde se encuentra la expresión simbólica de conflictos estructurales.

En este marco, ¿Cuál es el sentido de mantener el concepto de neurosis infantil?


Tomando esta idea rectora de un sujeto en estructuración ¿no deberíamos más bien
hablar de conflictos neuróticos infantiles, en la medida que la primera infancia toda es
un proceso altamente complejo que somete al sujeto psíquico en constitución a
movimientos lo suficientemente lábiles y masivos para que no hayamos de
plantearnos los elementos como definitivos?

Nos ubicamos en una concepción del sujeto psíquico cuya tópica se presenta desde el
comienzo, intersubjetiva.(..) y al momento de abordar el diagnóstico del nudo
patógeno debemos tener en cuenta en qué momento de la constitución se encuentra.
Si partimos de la idea que la tópica psíquica se constituye en el marco de la tópica
intersubjetiva que el Edipo define con su estructura “me he propuesto la revisión del
concepto de inconciente.”

Resulta importante diferenciar los elementos que ponen en marcha la constitución del
aparato psíquico, del funcionamiento de estos mismos elementos una vez
constituido. / es decir, el sujeto en conflicto marcado por la escisión no lo es desde los
orígenes. (Melanie Klein da cuenta de ello y plantea las defensas precoces, como
elementos constitutivos y anteriores a la represión originaria).
Esto plantea dos grandes problemáticas:
1. La diferencia entre inconciente originario e inconciente desde los orígenes; y
2. El papel del otro humano en la constitución del sujeto y el problema de la
constitución de la tópica psíquica en el marco de una tópica intersubjetiva.

El modelo de Duelo y Melancolía mostró el carácter estructurante que tiene para el


sujeto la relación con el otro./ Winnicott en realidad y juego: “cuando el bebé se
encuentra con la creciente tensión de necesidad, al principio no se puede decir que
sepa qué objeto ilusorio debe crear. En ese momento se presenta la madre, quien le
ofrece su pecho y su ansia potencial por alimentarlo. Hay superposición entre lo que la
madre proporciona y lo que el bebé puede concebir al respecto. Para el observador,
éste percibe lo que la madre le presenta, pero eso no es todo (…) No hay intercambio
entre él y su madre. En términos psicológicos el bebé se alimenta de un pecho que es
parte de él, y la madre da leche a un bebé que forma parte de ella. En psicología, la
idea de intercambio se basa en una ilusión del psicólogo.”

La primera entrevista con el psicoanalista de Maud Mannoni, marcó una revolución al


brindar una nueva herramienta técnica: la entrevista madre – hijo. Permitió poner en
correlación el deseo materno con la patología infantil. (caso Francois). En “el niño, su
enfermedad y los otros” coloca al niño en el movimiento que se constituye en el deseo
de la madre. Si “el inconciente es el discurso del Otro”, cuando la madre habla
encontramos en su propio discurso la explicación de la significación sintomática. Esto,
tanto desde lo que dice, como desde lo que no dice.

La propuesta de Mannoni tiene el mérito de emplazar al sujeto en una línea de


intersubjetividad. ¿Sin embargo, no se anula el concepto de inconciente como sistema
intrapsiquico? ¿No se termina remitiendo el conflicto a una tópica intersubjetiva, si
puede ser generadora de patología, no alcanza para explicar las peculiaridades del
conflicto psíquico?

¿En qué momento podemos decir que nos encontramos frente a un síntoma infantil?
En El psicoanálisis precoz Diatkine y Simon formulan el concepto de neurosis infantil:
“el concepto de neurosis y al mismo tiempo el de la cura psicoanalítica supone la
internalización del conflicto, es decir, una contradicción entre el yo, el ello y el superyó.
¿A partir de qué fases o proceso se puede hablar de una internalización? El concepto
de neurosis sólo puede definirse como intrapsíquica. Hablar de internalización del
conflicto implicaría partir de dos unidades diferenciales. En este sentido, la tópica
paradójica que propone Winnicott nos parece más adecuada porque borra lo externo y
lo interno como a priori. Dejamos entonces de lado la utilización de las nociones
adentro-afuera y ubicamos el problema en un campo de diferenciación progresiva que
se produce en relación con una tópica que se constituye en el marco del Edipo y cuyo
momento privilegiado de diferenciación es la represión originaria.
En tal sentido, resulta operativo el concepto de metábola (metáfora + metonimia) de
Laplanche. Propone que el inconciente es afectante, y el yo afectado. En la clínica con
niños, al momento de la consulta ¿Dónde está lo afectante y donde lo afectado?

Para Klein, en tanto concibe el inconciente desde los orígenes puede ser analizado
precozmente. Si hay angustia hay inconciente.

Retomemos el concepto de Metábola: “el inconciente del niño no es directamente el


discurso del Otro, ni aún el deseo del Otro (…) el niño no interioriza el deseo de la
madre (…) el inconciente es el resultado de un metabolismo extraño, que, como todo
metabolismo, implica descomposición y recomposición.

Sin embargo, el sujeto “no se crea de la nada” a partir de la represión originaria. La


simbolización primordial no es equivalente a la represión primordial. Tiene lugar la
constitución de un primer fantasma que no sería aun exactamente reprimido, tampoco
aun exactamente inconciente, y que estaría destinado, en un segundo tiempo, a la
represión. (Laplanche).

Me parece fecundo retomar el planteo de Lacan acerca de los 3 tiempos del Edipo
para marcar los movimientos de constitución del sujeto, así como la propuesta de
clasificación de la patología en psicosis, neurosis y perversión. Estos 3 tiempos
marcan los grandes movimientos por los cuales debe pasar el sujeto psíquico a partir
de la tarea fundamental a afrontar en los primeros años de la vida: el despredimiento
de la madre y constitución de una estructura singular que le permita ubicarse en el
mundo en tanto sujeto.

En este sentido, la identificación primaria y secundaria y la represión originaria


son parámetros de esta constitución. Esto lo podemos observar en el campo de las
pre-psicosis infantiles. Pre – psicosis porque si para las psicosis el mecanismo que
aparece como definitorio es la forclusión, que da lugar a la alucinación y al delirio, las
psicosis infantiles (como el autismo de Kanner y la psicosis simbiótica de Mahler) son
como movimientos fallidos, no logrados en la constitución del sujeto. Pero si pensamos
que el sujeto aún está en constitución, la intervención terapéutica aún puede modificar
el curso de los acontecimientos y ser productora de salud. En el Autismo precoz o
primario se produce una no constitución del yo-representación, mientras que en las
psicosis simbióticas el sujeto no puede desabrocharse del objeto materno. es como
si la membrana representacional yoica englobara ambos objetos, niño – madre, y la
efracción de ésta membrana produjera un dolor insoportable que pusiera en riesgo de
desintegración a ésta estructura simbiótica. (ej.: el niño simbiótico y el fóbico lloran la
ausencia de la madre los primeros días de jardín, la diferencia es que el niño
simbiótico hace una desconexión durante el día de trabajo (regresión autista) y no
busca con la mirada la salida o se atropella por rencontrarse con su madre, porque no
tiene la representación diferenciada del objeto de amor.)

Prerrequisitos para la constitución del sujeto:

● Narcisismo e identificación narcisista


● Constitución de la representación del yo
● Ligazón a la madre

Movimientos definitorios en la organización de las identificaciones secundarias, de la


elección de objeto y de la instauración del superyó como forma definitoria de
constitución del aparato psíquico:

● Separación de la madre
● Castración del segundo tiempo del Edipo (lacan)

Lacan plantea en el Estadio del Espejo, Nudo de servidumbre imaginario el que liga el
niño a la madre en los orígenes, y que se conserva como estructura intrasubjetiva en
el narcisismo.

Silvia Bleichmar respecto del caso clínico Senastian, se interroga si se encuentra ante
la presencia de síntomas en sentido psicoanalítico, y ¿Quién es el paciente?

Freud define en Inhibición, síntoma y angustia al síntoma como el símbolo sustitutivo


de una no lograda satisfacción pulsional, planetando que esto es el resultado del
proceso de la represión, y agrega que surge cuando: 1- una percepción externa
despierta una moción pulsional indeseable, 2- cuando tal impulso emerge en el interior
sin estímulo externo alguno, de ésta manera el síntoma surge de la moción pulsional
obstruida por la represión.

En la Metapsicología postula que la represión no es un mecanismo de defensa


originariamente dado, sino que no puede surgir hasta no darse una separación entre la
actividad anímica conciente e inconciente. Su esencia consiste en mantener alejados
de la conciencia determinados elementos. Antes de esta fase serán los restantes
destinos de la pulsión – transformación en lo contrario y vuelta sobre si mismo – los
que regirán las defensas frente a las mociones pulsionales. (lo que convierte la fobia
de Juanito en síntoma es la sustitución del padre por el caballo, este desplazamiento).

Hasta que el síntoma se desencadena, un largo recorrido ha de ser transitado


por el sujeto:

● constitución de los fantasmas originarios +


● seducción, castración, escena primaria
● instauración de la represión
● constitución del lenguaje
● aparición de los procesos de condensación y desplazamiento en las
formaciones del inconciente

Laplanche (en “el icc, un estudio psicoanalítico”) plantea que el inconciente debe
buscarse en el proceso que introduce al sujeto en el universo simbólico,

Los tiempos míticos no son construcciones, son tiempos reales de estructuración del
sujeto psíquico, (…) son los tiempos que podríamos llamar constitutivos del
inconciente.

Parámetros de definición del nudo patógeno: (origen del sufrimiento)

1) el modelo del aparato psíquico y su constitución


2) la ubicación del paciente en la tópica intersubjetiva
3) las determinaciones de la historia (en su carácter significante, y además
tomando las correlaciones entre movimiento sintomático y trauma)

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