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La Participación de Las Mujeres en La Independencia

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La participación de las mujeres en la independencia

Hoy en día, en pleno siglo XXI, recordar a Manuela Sáenz (1795-1856) significa
valorar aquellas mujeres que han formado la historia de nuestros pueblos de
América Latina, significa repensar en el pasado, presente y futuro desde una
óptica diferencial otorgando un nuevo sentido a quienes lucharon por sus ideales.

La figura de Manuela Sáenz ha sido ampliamente estudiada por diversos


investigadores de diferentes disciplinas, sin embargo, ninguno de ellos la ha
considerado como protagonista histórico, debido a que solo la han reducido a su
papel de amante de Simón Bolívar o sólo ha sido catalogada como “La
libertadora del libertador”, no mencionando así, el papel que ha jugado dentro de
las gestas revolucionarias por la independencia.

Motivo por el cual el presente tiene como objetivo contribuir a una lectura sobre
los procesos de independencia de América desde la vida y obra de Manuela
Sáenz. Con ello no se pretende hablar de esta figura como la excepción, sino
como una mujer que dentro de la representación femenina lucho junto con sus
compañeras por sus ideales.

Un panorama de las mujeres en la independencia

Las mujeres tuvieron un rol fundamental en la batalla, fueron esenciales en lo


económico yen las estrategias clandestinas. Un espacio relevante eran los
hogares, en los cuales se organizaban tertulias que eran aprovechadas para
captar adeptos y transmitir información. Tenemos el caso de la colombiana
Policarpa Salavarrieta, quien al trabajar en casa de realistas se enteró de sus
planes, posteriormente lo transmitió a las tertulias y a las guerrillas del Norte y
del Sur [1]. También está el caso de la venezolana Josefa Palacios, quien en
1808 organizó en su casa de Caracas, una reunión para unir fuerzas. Dichas
tertulias dieron lugar al movimiento 9 de agosto de 1809 en México [2].

También podemos mencionar aquellas mujeres que contribuyeron a la causa con


el envió de dinero para la adquisición de armamentos. La colombiana Antonia
Santos de Charola aprovisionó con sus bienes a la guerrilla de Coromoro [3], por
su parte María Vicenta de Juariste Equino Diez de medina, desde muy joven se
entregó a la causa libertaria a partir de la contribución de dinero a los soldados,
al igual que Valvimonte de Agrelo, quien en 1812 entregó dinero para la compra
de armas. Estas ultimas dos son bolivianas [4].

Las mujeres no sólo participaron como cuidadoras, sino también en el campo de


batalla, junto con los hombres cabalgando caballos y usando la espada. Juana
Azurduy de Padilla en el territorio que hoy se conoce como Bolivia, fue elegida
coronela del ejército y asistió a los ataques es medio de la artillería [5]. Otros
ejemplos que podemos ilustrar, son aquellos casos de mujeres que, frente a un
orden masculino, decidieron disfrazarse de hombres para combatir en los
campos de batalla como Nicolasa Jurado, Gertrudis Espalza e Inés Jiménez
quienes se disfrazaron con las identidades de Manuel Jurado, Manuel Espalza y
Manuel Jiménez en la campaña de Pichincha el 24 de mayo de 1822 en Ecuador
[6].

Vida de Manuela Sáenz

Manuela Sáenz Aizpuru nació en Quito Ecuador en 1795, fue hija del español
Simón Sáenz y de la criolla Joaquina Aizpuru, quien murió cuando Manuelita
tenía un año. Situación que genera que su padre decida que su hija entre al
convento Santa catalina para aprender inglés, francés, historia de los griegos y
labores domésticos. La persecución política de su padre hizo que ambos,
viajaran a Panamá, donde se dedicaron al comercio; actividad que les permitió
comprar a dos esclavas.

Una vez que Manuela contrae matrimonio en 1817 con un comerciante de origen
inglés, regresa a Ecuador y organiza un taller dedicado a la confección de
uniformes para vestir a quienes lucharían por los pueblos de América, lo cual la
llevó a ser condecorada con la “Orden del sol” en 1821. Es a partir de ese
momento que dedica su vida a luchar por la gesta libertaria, junto con sus fieles
amigas, Jonatás y Natán.

Manuela se enamora de Simón Bolívar, y decidió unir sus fuerzas con las de él
en la lucha por la emancipación. Después de años de lucha sembró odio en todos
aquellos que buscaban separarse de la Gran Colombia, por lo que fue exiliada a
Paita, Perú en 1827, donde muere en 1856 como resultado de una enfermedad
incurable.

Aquí es importante mencionar que Manuela era una mujer muy culta e
inteligente, le gustaba leer sobre política, historia y literatura. Pero además tenia
un sentimiento americanista muy arraigado en ella, tal como se evidencia en la
siguiente frase: “Mi país es el continente de las Américas, aunque he nacido bajo
la línea del Ecuador” [7]. Dicho sentimiento generó en ella una rebeldía ante un
sistema colonial de subordinación y sometimiento, por lo que se une a la causa
independentista con Bolívar con la convicción de fijar las bases políticas e
institucionales de la nación que soñaban.

A Manuela no le gustaba dedicarse al trabajo doméstico. Su participación directa


en la lucha por la independencia evidencia que no se identificación con dichos
roles femeninos, como se observa en su diario: “Nada había en las mujeres que
no fuera hablar, coser cadenetas y bordados de encajes. Yo, mientras tanto, leía;
(…) hice de mujer, de secretaria, de escribiente, soldado húsar, de espía, de
inquisidora como intransigente. Yo meditaba planes” [8].

La participación política de Manuela

La figura de Manuelita Sáenz es más conocida que la de otras mujeres, a pesar


de que ella realizó trabajos parecidos a los de sus compañeras. Es decir, al igual
que otras mujeres contribuyo económicamente y realizo tareas de espionaje para
la obtención de información y participó en el campo de batalla. No obstante, la
rebeldía, el carácter fuerte, desconfiado, perspicaz y sobre todo su capacidad de
liderazgo hizo que se distinguiera de sus compañeras de lucha. Por lo tanto, su
singularidad no está en su relación amorosa con Bolívar, tal y como aparece en
una lista extensa de documentos sino en su capacidad de intervenir en los
acontecimientos históricos, de organizar revueltas y de imponerse frente a los
soldados. Un ejemplo de lo mencionado es el hecho de que fue elegida como
coronela del ejército colombiano y como secretaria del archivo del libertador [9].

En la lucha por la independencia de Ecuador contra el ejército realista, Manuela


en 1822 contribuye económicamente al batallón y es informante de las
actividades que realizaba el bando enemigo. Dicha tarea fue cumplida gracias a
la ayuda de sus fieles amigas, quien logrando entrar en los espacios de los
realistas, lograron enterarse de sus planes. Lo mencionado se evidencia en el
diario relatado por Manuela: “Yo estoy enviando ahora misma una ración
completa a la campaña de guardia del batallón paya y cinco mulas para su
abastecimiento y reponer las perdidas” [10].

Con respecto al trabajo de informante, en fecha 23 de mayo de 1822, Manuela


escribe lo siguiente: “Los godos se han puesto nerviosos y andan por todas
partes atisbando el descuido de algunos para tomarles presos. Ya le he impartido
órdenes a Jonathás, yéndose con Nathán a recoger información que sirva como
espionaje, de dónde se encuentran las fortificaciones y los puestos de defensa
de los españoles, para mandarles dicha información a los patriotas” [11].

Manuela era un excelente informante, transmitía información relevante a los


partidarios de la causa independentista. Su papel de informante lo realizo
durante varios años de su existencia, en una primera etapa lo hizo de 1817-1822
y posteriormente de 1826-1844.

Una vez lograda la independencia de Ecuador es que Manuela Sáenz y Bolívar


se conocen oficialmente en una recepción. Es relevante señalar que, desde hace
mucho antes de conocer a Simón Bolívar, Manuela abrazaba los ideales de la
independencia y el sentimiento americanista, es más como resultado de su
participación en la lucha por las gestas libertarias es que conoció a Bolívar y no
al revés.

Manuela era una mujer muy valiente y audaz, era capaz de arriesgar su propia
vida por sus ideales, incluso mostró ser más decidida que otros hombres.
Situación que, la llevó en 1826 a disfrazarse de militar para poder rescatar a un
general. Esto evidencia que dicha decisión de Manuela de disfrazarse de hombre
en una sociedad colonial y sexista responde estrategia de lucha. Lo mencionado
fue contado por la propia Manuela a Simón Bolívar a través de una carta, dónde
le dice lo siguiente: “En Lima, apresaron al general Heres el 26 de enero pasado;
(…) Al día siguiente (el 27), me aparecí vestida con traje militar al cuartel de los
insurrectos, y armada de pistolas con el fin de amedrentar a éstos y librar a
Heres; (…) fui apresada; (…) en el monasterio de las Carmelitas” [12].

Su capacidad de informante, generó que le salvara la vida al Libertador. Le


advirtió a través de una carta sobre el objetivo de matarlo en una fiesta de
disfraces en 1828: “Le ruego, por lo que más quiera en este mundo (que no soy
yo), no asista a ese baile de disfraces; no porque usted se encuentre obligado a
obedecerme, sino por su seguridad personal, que en mucho estimo; cosa que no
hacen sus generales, ni la guardia” [13]. también se entera de una conspiración
aupada por Santander contra Bolívar, provocando que ella recurra donde el
libertador, y le ayude a vestirse y escapar.

En Paita, a pesar de sus condiciones de pobreza seguía luchando por sus


ideales, motivo por el cual le informaba al presidente Juan José Flores de la
republica del Ecuador, sobre las intenciones oscuras de quienes querían
deshacerse de él. También armo un grupo de espionaje de mujeres para
enterarse de las intenciones ambiciosas del Perú [14].

Manuela en el campo de batalla

Existe muy poco material sobre la participación de Manuela en el campo de


batalla. La mayor parte de la bibliografía existente sobre su vida y obra no
menciona este aspecto, tan solo se limita a describir su participación de manera
indirecta. Sin embargo, por fortuna existe un material que comprueba su
participación en los asuntos bélicos, nos referimos a su diario personal, donde la
heroína cuenta sus experiencias, tal y como evidenciamos a continuación: “Era
una loca por la libertad, que era su doctrina e iba armada hasta los dientes entre
los coches de bayonetas, salpicaduras de sangre, gritos; (…) silbidos de balas.
Estruendo de cañones me maldecían, pero me cuidaban, solo el verme entre el
fragor de una batalla les enervaba la sangre y triunfábamos” [15].

Esto también se evidencia en la habilidad que tenía para montar caballos y


manejar armas y su conocimiento militar, el cual se evidencia a través de sus
cartas o en su diario personal en lo que respecta a su manera de juzgar al ejército
peruano cuando estaba en Paita, Perú. Incluso en otro fragmento de su diario,
Manuela escribe lo siguiente: “Se me nombró compañera del libertador, Sí,
compañera de luchas, metida en asuntos militares y presidenciales” [16]. Esto
evidencia que Manuela no era reconocida únicamente como la amante de Bolívar
sino como una mujer astuta y estratega, como una mujer de lucha.

Otro ejemplo de la participación de Manuela Sáenz de manera directa en la lucha


por la independencia y de su capacidad de liderazgo, es precisamente el
Levamiento que organizó en enero de 1827 en Lima, Perú. El 26 de enero había
estallado una revolución en contra de Bolívar y a favor de un Perú independiente
de la Gran Colombia, lo cual llevó a Manuela a buscar mecanismos para disolver
esos ambiciosos planes.

Conclusiones

Manuela Sáenz si bien realizaba actividades similares a las de sus compañeras,


también se distinguía de las demás, ya que su finalidad no era tan solo apoyar a
los hombres en su lucha por la independencia, sino participar de manera directa,
ser una protagonista. Ella misma organizaba los planes de lucha, llevo a cabo un
levantamiento, era respetada entre soldados, tenía habilidad para montar
caballos y manejar armas. Es por eso que Manuela Sáenz es desterrada, pues
significaba una amenaza para el enemigo.
Estudiar a Manuela Sáenz desde el rol que ha desempeñado en la lucha por la
independencia significa valorarla como protagonista. Para considerarla como un
personaje histórico es relevante saber su contribución al proceso de
independencia, mirar sus acciones desde un contexto especifico y así poder
contemplar su liderazgo.

Bibliografía

• Costa de la Torre, Arturo. 1977. Mujeres en la independencia, Ultima Hora, La


Paz
• Guhl, Mercedes. 1997. “Las Madres de la Patria: Antonia Santos y Policarpa
Salavarrieta”, en María Mercedes Jaramillo y Betty Osorio, edits., Las
Desobedientes: Mujeres de Nuestra América, Editorial Panamericana, Bogotá.
• Hagen, Victor W. Von. 1989. Los amores de Simón Bolívar y Manuela Sáenz.
La amante inmoral, Diana, México.
• Ministerio de la Presidencia. 2010. Las más hermosas cartas de Amor entre
Manuela y Simón, Ediciones de la Presidencia de la República de Venezuela,
Caracas.
• Monsalve, J. P. 1926. Mujeres de la Independencia, Imprenta Nacional, Bogotá
• Nieto, 1910 “Corona Fúnebre”, Imprenta de Medina e Hijo, Bogotá. Núñez
Sánchez, Jorge
• Ostos, María del Pilar. 2012. “Manuela Sáenz: La heroína de la emancipación
de América Latina” en Historia comparada de las mujeres en las Américas,
Coord. Patricia Galeano, editorial CIALC, México, pp. 249-260.

1 Consultar el artículo de Mercedes Guhl, titulado “Las madres de la Patria:


Antonia Santos y Policarpa Salavarrieta”, publicado en 1977, pág. 25.
2 Consultar a J.D., Monsalves, titulado “mujeres de la independencia”, publicado
en 1926, pág. 23.
3 Consultar el texto de Nieto, publicado en 1910, pág. 83.
4 Consultar el texto de Costa de la Torre, Arturo, titulado: “Mujeres en la
independencia”, publicado en 1977, pág. 67.
5 Consultar texto de Costa, Arturo, titulado: “Mujeres en la independencia”,
publicado en 1977, pág. 191.
6 Consultar el texto de Nieto, publicado en 1910, pág. 53.
7 Consultar el texto de Víctor Hagen, titulado “Los amores de Simón Bolívar y
Manuela Sáenz. La amante inmortal”, publicado en 1989.
8 En el Diario de Manuela Sáenz, descripción del 25 y 27 de julio de 1840,
páginas 180-184.
9 Consultar el artículo de María del Pilar Ostos, titulado “Manuela Sáenz: La
heroína de la emancipación de América Latina”, publicado en 2012, páginas.
256-258.
10 En el Diario de Manuela Sáenz, descripción del 24 de mayo de 1822, pág.
116.
11 En el Diario de Manuela Sáenz, descripción del 22 de mayo de 1822, pág.
115.
12 Carta de Manuela Sáenz a Simón Bolívar, descripción del 7 de febrero de
1827, pág. 83.
13 Carta de Manuela Sáenz a Simón Bolívar, descripción del 1 de agosto de
1828, pág. 91.
14 Consultar el artículo de María del Pilar Ostos, titulado “Manuela Sáenz: La
heroína de la emancipación de América Latina”, publicado en 2012, páginas,
258.
15 En el Diario de Manuela Sáenz, descripción 23 de agosto de 1843, pág. 183.
16 Ibid., pág. 186.

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