Cognition">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Terapia Sistémica y Perspectiva Dialógica

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

Artículos

Terapia sistémica y
perspectiva dialógica, una
posible integración
P AOLO BERTRANDO 1

No obstante sus muchas fortunas pasadas (Bertrando y Despite its many past fortunes (Bertrando, et.al., 2000),
otros, 2000), el modelo sistémico de psicoterapia parece the systemic model of psychotherapy currently seems to
encontrar hoy crecientes dificultades para interpretar las be faced with increasing difficulties in interpreting
relaciones humanas en el tiempo de la modernidad líquida human relationships in times of liquid modernity
(Bauman, 2000). Como si la teoría (terapéutica) sistémica (Bauman, 2000), as if (therapeutic) theory were to live
pudiera vivir solo dentro de un orden social bien definido, within a well-defined social order, and were to lose sense
y perdiera sentido en un mundo mutable e inestable. Este in a mutable and unstable world. This article proposes a
artículo propone una revisión del modelo sistémico, revision of the systemic model, considering the dialogic
considerando el concepto de diálogo desarrollado por concept developed by Mikhail Bahktin (1935, 1968), by
Bajtín (1935, 1968), y utilizándolo para superar la rigidez using it to overcome the emerging rigidity of the systemic
emergente del modelo sistémico. model.

Palabras clave: posmodernismo, construccionismo social,


crisis económica, modelo sistémico, perspectiva dialógica. Key words: postmodernism, social constructionism,
economic crisis, systemic model, dialogic perspective.

1
Dr. Paolo Bertrando Psiquiatra y psicoterapeuta. Director de la Scuola di
Psicoterapia Sistémico Dialógica. Email: pbertrando@gmail.com Traducido por
Gerardo Reséndiz.

5
Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

Modelo sistémico - La conciencia del terapeuta es siempre provisoria e


incierta. El terapeuta mantiene un constante estado de

L a terapia sistémica se fundó inicialmente en los


principios de la cibernética, en la interpretación que
de ella hizo Bateson (1971), considerando las relaciones y
duda con respecto a lo que puede saber y entender del
sistema, y de las personas que lo componen. Y su actitud
debería ser de respetuosa curiosidad.
las redes de relaciones antes que a los individuos; leyendo
las interacciones desde el punto de vista del sistema, - También las emociones del terapeuta y de los otros
totalidad que siempre es más que la suma de sus partes; y participantes del sistema terapéutico son tomadas en
observando las reglas y las costumbres en la espontánea cuenta de la misma manera que los otros eventos
organización de los componentes. La familia, objetivo sistémicos. Forman parte, con pleno derecho, de la red de
principal en la terapia, no era más que un sistema relaciones y deben ser comprendidas por el terapeuta en
modelo, ejemplo paradigmático de una concepción más la misma modalidad hipotética y provisional.
general (Haley, 1959). La comprensión sistémica se funda en una idea de
El modelo superaba la perspectiva interior e orden. Si pienso que el sistema funciona para mantener
individualista de la psicoterapia de la época, como en el un equilibrio (cibernética de primer orden), estoy
psicoanálisis, en el cual apenas se asomaban ideas suponiendo que en el sistema hay un orden inmanente
relacionales e intersubjetivas (Bertrando y otros, 2000). que debo descubrir. Si pienso que soy yo quien sobrepongo
Insistiendo en las relaciones e interacciones observables, un orden de acuerdo a mis coordenadas interiores
proponía una perspectiva visual completamente exterior, (cibernética de segundo orden, constructivismo), o que
perdiendo de vista la complejidad de los individuos esto se forma en la interacción social (construccionismo),
considerados solo como partes (por tal razón limitados) del estoy de todas formas pensando en el mundo como algo
todo sistémico. Los casos clínicos de Haley (1973), de que tendría que tener un orden. En esto, la teoría
Watzlawick (1974), y del primer grupo de Milán (Selvini sistémica es similar a la lingüística saussuriana, en la
Palazzoli y otros, 1975) presentaban a los pacientes cual la lengua es un sistema ordenado (Saussure, en el
individuales como personajes de una sola dimensión, de Curso de lingüística general, usa la palabra “sistema”,
alguna manera similares a las máscaras de la comedia en nunca la palabra “estructura”) que considera una
el arte, tipos ejemplares más que individualidades recíproca comprensión, mientras que la palabra es el uso
complejas. Los individuos eran considerados así específico de la lengua por parte de un conjunto de
simplemente como se veían, solo las relaciones estaban hablantes (Saussure, 1922). El orden del sistema general
sujetas al cambio sistémico. Al mismo tiempo, los orígenes es fundacional y constitutivo con respecto a los discursos y
científicos de la cibernética fundamentaban el modelo en a la interacción viva de los individuos y los grupos.
bases substancialmente cognitivas, por lo que el sistema
debía ser entendido y explicado según leyes racionales.
Del posmodernismo al diálogo abierto
Pasados los primeros veinte años, el modelo
comenzó a complejizarse, primero, gracias al La idea del diálogo proveniente de la filosofía,
redescubrimiento de las ideas originales de Bateson por lingüística y narratología, entró en la psicología con la
parte del grupo de Milán (Selvini Palazzoli y otros, 1980), teoría del sí mismo dialógico (Hermans y otros, 1992),
también debido a la perspectiva constructivista para después pasar a influenciar a la psicoterapia a
(Maturana y otros, 1980) y construccionista social inicios del milenio (Pollard, 2008). En las terapias
(McNamee y otros, 1992). Por un lado, el individuo dialógicas Bajtín ocupa el lugar que en las terapias
recuperó relevancia, visto como sistema-individuo sistémicas tiene Gregory Bateson. Vale la pena indagar a
(Boscolo y otros, 1996) o como narrador de la propia fondo algunas de las características del pensamiento de
historia (White, 1989); por otro lado, se dirigió la atención este grande y complejo teórico.
hacia sistemas más amplios y complejos que la familia Bajtín filósofo del lenguaje y teórico de la novela,
(Anderson y otros, 1986; Boscolo y otros, 1987). Hoy el como tantos en quienes se han inspirado los modelos
modelo sistémico es un modelo terapéutico consolidado y terapéuticos (Bateson, Maturana, Von Foerster, Foucault,
rico, y sus puntos de base pueden ser resumidos así: Wittgenstein), nunca tuvo nada que ver con la
- El sistema (humano) se entiende como una red de psicoterapia. Usar su teoría en psicoterapia significa
relaciones entre individuos, moduladas constantemente adaptarla, bajo nuestro riesgo y peligro; adaptar quiere
en un flujo incesante. Las relaciones, por lo tanto, son el decir descontextualizar, en alguna medida es traicionar
punto focal de la intervención terapéutica, aun cuando se una teoría y una práctica nacidas para otros fines. Como
toma en consideración la complejidad de la vida interior. sabemos, Bateson no escondió en los años subsiguientes a
sus primeros trabajos, el desacuerdo con las tantas
- En un sistema humano emergen reglas creadas terapias nacidas en su nombre (Bateson y otros, 1987).
espontáneamente por la interacción y no modificables a
través del los simples actos individuales. El terapeuta El concepto bajtiniano más citado es el dialogismo,
debe hacerse hipótesis de tales reglas. Incluyendo la traducible como la pluralidad de voces, lenguajes y
relación terapéutica que debe ser entendida a través del perspectivas en el discurso (Holquist, 2002). A su vez, el
mismo principio. dialogismo contiene otras dos nociones, desarrolladas en
momentos diferentes: polifonía (Bajtín, 1968) y
- Cada acción y cada acto comunicativo adquieren pluridiscursividad (Bajtín, 1935). La polifonía se refiere a
sentido en el contexto del cual forman parte y la presencia de diversas voces, personas y personajes en el
recursivamente, contribuyen a dar forma al contexto al diálogo; la pluridiscursividad, a la presencia de diversos
cual pertenecen. Uno de los primeros deberes del lenguajes social o históricamente connotados.
terapeuta es evaluar el contexto, y comprender su posición
y la posición de los demás. Aunque diferentes, ambos conceptos implican que el
orden inmanente en los hechos humanos es nuestra
- El lenguaje (verbal y no verbal) es una parte creación; la vida verdadera asemeja más a una cacofonía
esencial del sistema, como lo son las tantas historias que que a una armonía más o menos preestablecida. El mundo
ahí se entrecruzan. El terapeuta debe comprender las (lingüístico y el mundo en general) es un lugar
diferentes modalidades de comunicación en las que desordenado, en el que un eventual orden emerge por
participa, los estilos de las historias que ahí se cuentan, nuestra iniciativa, no por sus reglas internas. Aceptar el
además de su propio lenguaje y la manera en que se desorden significa renunciar a privilegiar, de una vez por
articula con el lenguaje de los otros. todas, una voz con respecto a las otras. En el diálogo, el
sentido emerge de la interacción, donde no podemos estar

6
Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

seguros de ser comprendidos por el otro de acuerdo a Desaparece gran parte del armamento conceptual y
nuestras intenciones pero, al mismo tiempo, lo que técnico de la tradición, las estrategias más o menos
decimos pone límites a lo que el otro puede modificar, directivas, gran parte de las reglas del setting,
plegar de nuestro mensaje. Ningún punto de vista reformulaciones, prescripciones o rituales.
humano es nunca final, cada uno de nosotros está siempre
A su ingreso a la terapia sistémica (o post-sistémica),
en devenir, en el acto de construirse a sí mismo en
las ideas de Bajtín han encontrado su propia sede natural
relación a los otros. Y esta relación dialógica para nosotros
en la metateoría postmoderna (Bertrando y otros, 2000),
es constitutiva; solo en el diálogo con otras personas
que realiza una crítica radical al poder y la autoridad del
podemos definir - provisoriamente en cada momento -
terapeuta. Este último se atribuía el derecho de
nuestro punto de vista.
reconducir el sentido de las acciones del paciente hacia las
Según Bajtín (1968), en la novela polifónica de coordenadas de su propio sistema teórico, que explicaría
Dostoievski, objeto principal de su investigación, el las verdaderas motivaciones de su actuar. Cada hipótesis
diálogo se diferencia de la narrativa porque centra su y reformulación sistémica (analítica, cognitiva, etc.), no
perspectiva en el aquí y el ahora. Los personajes no son sería otra cosa sino la constricción del paciente dentro del
contados ni se cuentan en su devenir histórico saber dominante. Anderson y otros (1992) evocan en este
(perspectiva narrativa), sino que emergen del diálogo libre sentido un “no saber” (not-knowing), en el cual el
entre las diferentes voces al interior de la novela (Bajtín, terapeuta se limite, sin preconceptos, a estimular la
1968). El personaje no puede ser conocido ni explicado conversación de los pacientes, asumiendo una posición
desde el exterior, se explica y se conoce desde sí, llevando puramente hermenéutica.
a la narración su propia voz. El autor, lo escucha Si los pacientes deben siempre ser tratados como
empáticamente pero sin ensimismarse completamente iguales, lo que sigue es que el terapeuta debería ser
(Bajtín, 1923); entra en diálogo, comparando su propia siempre transparente con ellos sin esconder nada,
perspectiva con la de cada personaje, y la de los diferentes posición sostenida con su máxima coherencia por Tom
personajes unas con otras.
Andersen en su trabajo sobre el equipo reflexivo
La polifonía no se identifica obviamente con el (Andersen, 1987). Postura similar a la de la terapia
dogmatismo ni con el relativismo; ninguno de los dos narrativa de Michael White (1989) y a la de tantos otros
acepta en verdad el conflicto, el dogmatismo lo hace modelos construccionistas (Hoyt, 1998). El objetivo
imposible y el relativismo lo hace inútil. En una visión principal de la terapia se vuelve la liberación de los
dialógica ninguno tiene en verdad la última palabra. Hay saberes y de las prácticas “subyugadas” de los pacientes,
siempre para todos una posibilidad (un derecho) de más que la resolución de los problemas o de los síntomas.
réplica. Por esto, el autor no tiene miedo de llevar los
Autores como el mismo Andersen (1991) o Peter
contrastes al máximo (Bajtín, 1968).
Rober (2005) se definieron dialógicos, pero ha sido
El autor polifónico no sobrepone los personajes a Seikkula (2002; 2003; 2011) el que mejor ha conjugado las
una mirada objetivadora, los hace vivir en su ideas de Bajtín con la sensibilidad posmoderna en su
incompletud; que significa que no solo no están Aproximación de Diálogos Abiertos. Según Seikkula y
determinados por el autor, sino tampoco por las propias Olson (2003), los principios más importantes del Open
condiciones sociales y económicas. El personaje no es un Dialogue son tres: tolerancia a la incertidumbre,
“tipo”, no pertenece a una tipología, es impredecible. Esto dialogismo y polifonía, claramente modelados sobre las
permite al diálogo proceder por diferentes aperturas, sin correspondientes concepciones bajtinianas.
imponer restricciones para alguno de los participantes.
Tolerancia a la incertidumbre significa que el
Al mismo tiempo, la novela polifónica es terapeuta considera la duda no como un problema, sino
pluridiscursiva. La lengua que se habla es múltiple, como la natural condición de su actuar. No buscará
porque en ella coexisten muchos lenguajes diferentes, resolver inmediatamente su incertidumbre (para calmar
cada uno con sus especificidades, influenciados por la sus ansias, para calmar las ansias del paciente), más bien
historia y la sociedad. Hay aquí un vuelco de la lingüística aceptará que una respuesta definitoria y definitiva a los
saussuriana, el dialogismo considera primario lo concreto problemas presentados, en términos de etiología o de
de la palabra con respecto a la abstracción de la lengua. líneas para conducir la intervención, no es posible. El
Lo que es esencial no es el signo como en Saussure, sino la dialogismo terapéutico implica capacidad de escucha y
enunciación efectiva de ese signo (de esa palabra). El empatía; terapeuta y paciente desarrollan juntos una
intercambio dialógico es el emerger de significados vivos comprensión recíproca de sus respectivos discursos, sin
enunciados por personas vivas, que se afrontan en su que el discurso de uno prevarique sobre el del otro. Con
propia fisicidad (Bajtín, 1923). Cada enunciación es polifonía se entiende que el terapeuta no busca explicar la
contextual, no solo porque cada palabra es modelada estructura o los juegos de varios sistemas humanos en los
desde el contexto social y cultural en el que nace, sino cuales el paciente se encuentra, sino dar voz a los
porque cada contingencia puede modificar sutilmente el diferentes puntos de vista y a las diferentes posiciones sin
sentido (Morris, 1994). privilegiar ninguna.
Si transportamos las consideraciones de Bajtín al En el diálogo abierto hay un lugar para la
plano terapéutico, obtenemos un escenario diferente del pluridiscursividad, que se concreta en una modalidad de
esperado en la mayoría de las teorías sistémicas. La interacción espontánea, sin que esté regulada por
interacción vivida con los pacientes toma el lugar de la complejos formalismos. En vez de tratar de traducir lo que
elucubración personal del terapeuta. Los pacientes deben los pacientes dicen en el lenguaje de la terapia, se permite
ser aceptados en su incompletud, en su humanidad que las lenguas y los estilos se mezclen libremente. Lo que
emergente del diálogo, sin ser definidos por alguna es verdaderamente relevante emergerá dejando a las
tipología o categoría (o mejor dicho, pueden pertenecer a personas libres de expresarse y de interactuar; o mejor
una o a varias categorías, pero no son completamente dicho no hay nada de “relevante” en sí mismo, cuenta solo
describibles ni están limitados por ellas). La última el modo en el que las personas entran en la conversación.
palabra no es del terapeuta ni de los pacientes, el diálogo El diálogo abierto lleva la posición dialógica hasta
no se cierra nunca, y los momentos en que parece cerrarse sus límites, trabajando con familias que han sido
son solo interrupciones arbitrarias. Entonces, la golpeadas por un episodio psicótico, exactamente el mismo
perspectiva dialógica cancela la fe en un orden inmanente tipo de familias con las que fueron creados los primeros
que estaba implícita en la óptica cibernética. La terapia se
métodos sistémicos, con resultados más que halagadores
vuelve - como el mundo - un proceso desordenado. (Seikkula y otros, 2001).
7
Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

presenta como algo que nace ya plenamente formado en la


Problemas del diálogo abierto mente del terapeuta con escasa consideración de los
interlocutores. Pero si en vez de esto, el terapeuta propone
Por lo que he dicho hasta aquí, el diálogo abierto
diferentes hipótesis, estimulando a los pacientes a
parecería el Santo Grial de la terapia, perfecto para
elaborar y mostrar sus propias hipótesis, la hipotetización
afrontar los dilemas de la vida contemporánea. De hecho,
se vuelve un modo de generar opciones múltiples para ver
la urgencia de desembarazarse de referencias pasadas ha
y sentir una determinada situación; una concepción más
llevado a los terapeutas dialógicos a crear nuevos
cercana a la noción original de hipótesis “ni verdadera ni
problemas en el lugar de los viejos.
falsa” del grupo de Milán (Selvini Palazzoli y otros, 1980),
Algunos de ellos están ligados a las tantas aporías que postula la búsqueda de explicaciones y soluciones
del posmodernismo; que el paciente sea siempre “el siempre provisorias y reelaborables, compartidas - incluso
experto de su propia vida”, que el saber del terapeuta en lo provisorio de estas - entre paciente y terapeuta.
implique siempre un poder en sí mismo malévolo, que dar Estas hipótesis múltiples y provisorias son en sí mismas
voz a los pacientes sea necesariamente curativo, ejemplos de tolerancia a la incertidumbre.
posiciones ampliamente refutadas en otra parte
Según el dialogismo bajtiniano, el intercambio
(Bertrando, 2000). Pero algunas ambigüedades son
abierto a través del discurso es constitutivo de la
también reconducibles al canon bajtiniano. Bajtín parece
identidad humana; nosotros somos los productos de los
creer en un diálogo intrínsecamente positivo, sin
diálogos en los que vivimos. En el diálogo clínico, primero
considerar que la apertura sin fin podría resultar
que nada nosotros como terapeutas asumimos una
desorientadora (Emerson, 1997), o esconder el rechazo a
posición de escucha; hacer preguntas es más importante
tomar posiciones definidas (Bernstein, 1989). No podemos
que obtener respuestas, es decir, una libre danza
excluir, por otro lado, que en la vida real los diálogos
lingüística es más importante que llegar a definiciones
pueden volverse autoritarios o coercitivos (Fogel, 1985).
últimas. No para todos, pero el mero hecho de encontrar
Quizá como sostiene Reed (1999) este optimismo excesivo
una voz es curativo. Este asunto se aplica muy bien a la
deriva del tratar los diálogos (imaginarios) presentes en
población en la que tanto White como Seikkula han
las novelas de Dostoievski exactamente como verdaderos
construido sus propios modelos (familias con encopresis en
diálogos entre personas de carne y hueso. El resultado –
el primer caso, familias con esquizofrenia en el segundo
paradojal - es fundar una teoría encarnada sobre el
caso), pero no en cualquier otra situación. A veces puede
diálogo en ejemplos inventados por un escritor de novela.
ser necesario para el terapeuta intervenir con su propia
Es verdad que la idea bajtiniana de polifonía voz y desafiar, incluso respetuosamente, a los propios
permite descartar nociones que frecuentemente han pacientes. Al mismo tiempo, la pluridiscursividad implica
limitado la terapia sistémica a una cama de Procusto. que los lenguajes constituyan un complejo entramado, en
Pero parece presuponer que cada individuo o grupo sean el cual se influencian, condicionan y mezclan uno con otro.
un conjunto de voces no organizadas entre ellas y que Una imbricación que no es diferente a la que Bateson
cada interacción humana sea (o deba ser) completamente (1955) se refiere al hablar de los contextos y los marcos.
desorganizada; olvidando que “la orquesta tiene un
Respecto a la polifonía, Seikkula y otros afirman
director, la música un compositor y el libro un autor”
que “en contraste con el uso sistémico de las preguntas
(Pollard, 2008, pág. 77). La terapia se vuelve así un
circulares, el acento dialógico es en el generar expresiones
encuentro entre personas que entran en relación
múltiples, sin tratar de descubrir una particular verdad”.
desnudas, como si no emergieran del complejo entramado
Pero ¿quién ha dicho que el terapeuta sistémico hace solo
de contextos en el cual todos vivimos, que a su vez (al
preguntas circulares, y sobre todo que las usa con el
menos en alguna medida) contribuimos a definir, y que
propósito de descubrir una verdad? La afirmación revela
dan sentido a nuestros actos y a nuestras palabras
otro doble prejuicio; que la terapia sistémica sería una
(Bertrando, 2000). Esta implícita descontextualización
empresa esencialmente técnica, en la que el terapeuta
tiene el riesgo de quitar al terapeuta la posibilidad de
aplica una serie estandarizada de preguntas específicas, y
colocar a sí mismo y a sus pacientes en el mundo.
que lo hace no con el intento de abrir perspectivas sino de
Pragmáticamente, la terapia del diálogo abierto descubrir una verdad. Ambos prejuicios contradicen la
deriva de una variación del modelo sistémico de Milán. De práctica sistémica, al menos en la variante de la cual me
frente a los límites de este último, el grupo de Seikkula ocupo (Boscolo y otros, 1996; Bertrando, 2014a). En ella,
tomó distancia rechazándolo en su conjunto, in toto las preguntas y “las afirmaciones” tiene la finalidad de
(Seikkula y otros, 2003). Pero viéndolo bien, una lectura producir aperturas y poner en discusión las pretendidas
bajtiniana de la terapia no es tan distante de la terapia verdades, tanto del terapeuta como de los pacientes.
sistémica - por lo menos como yo la entiendo. La aparente
incompatibilidad es quizá, debida a la interpretación que
elegimos para estos modelos. Probemos reexaminando los Un modelo sistémico dialógico
principios de base del Open Dialogue bajo esta luz.
Es posible imaginar un modelo que recupere la
Para Seikkula y Olson la “tolerancia a la visión sistémica y la posición dialógica, sin que se tenga
incertidumbre es la contraparte del uso sistémico de la que integrar forzosamente en la aproximación de Milán (o
hipotetización y de cualquier otro tipo de instrumento de de Minuchin o del MRI) y el Diálogo Abierto (o la
valoración” (2003, pág. 408). ¿Es posible que un terapeuta conversación interior de Rober o el equipo reflexivo de
no haga hipótesis en el momento en que trabaja e Andersen). Lo que aquí se propone emergió en autonomía,
interactúe con sus pacientes no solo sin proponer alguna como evolución de una reflexión y de una práctica
sino también sin tener alguna? En terapia - y no solo en sistémica, encontrando enseguida consonancias y puntos
terapia - cada uno hace sus hipótesis, y lo mejor que un de contacto con la perspectiva bajtiniana. Lo presentaré
terapeuta puede hacer es ser consciente de ellas bajo la forma de dicotomías aparentemente no resueltas
(Bertrando, 2014a). Tal vez, como Tom Andersen lo dijo que encuentran una composición dentro de la práctica
antes que ellos, también Seikkula y otros (2003) ven las terapéutica.
hipótesis como una toma de postura decidida del Orden y desorden. Gregory Bateson creía que el
terapeuta o de un equipo terapéutico, un modo de mundo era ontológicamente organizado según principios
categorizar a los pacientes (esta es la mejor manera de sistémicos, y que aceptarlos tendría efectos
explicar que se tome a la hipótesis como un instrumento intrínsecamente positivos (Harries-Jones, 1995). De modo
de valoración), que restringe la apertura de posibilidades
similar, Bajtín pensaba que el mundo era ontológicamente
a través del diálogo. Una hipótesis en este sentido, se

8
Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

anárquico, y liberar las voces y los lenguajes contenidos significa que la individualidad de un discurso no está
en la lengua era de por sí liberatorio (Holquist, 2002). dada, sino que es un resultado al que llegamos, teniendo
Quizá ambas perspectivas son insuficientes para fundar siempre en cuenta el discurso del otro (de los otros). Al
una práctica terapéutica. Puede ser más fértil para este mismo tiempo, puedo entrar en el discurso del otro solo
propósito, la dialéctica entre desorden y orden, también partiendo del mío. Naturalmente, esto vale también para
porque el orden es algo que sobreponemos al mundo, pero los significados que atribuyo a las palabras y las acciones
que al mismo tiempo nos es necesario para orientarnos. de mis interlocutores. La terapia, desde esta perspectiva,
La Babel de la polifonía y de la pluridiscursividad puede es un continuo proceso de renegociación de los
ser una cura para el exceso de orden, que se vuelve significados, en el cual es imposible alcanzar un punto
restrictivo y rígido, pero un orden se vuelve necesario si la final; en todo caso, cada negociación abre nuevos contextos
polifonía se vuelve cacofónica y es vivida como pura que crean nuevos significados, y así sucesivamente.
confusión desarticulada.
Pero hay más, el diálogo no es simplemente
En la perspectiva sistémico dialógica, el orden toma entendido como diálogo con individuos, parejas o familias;
forma con las hipótesis. Como terapeuta yo no busco es también un diálogo con las diversas situaciones y
restringir a mis pacientes en hipótesis cerradas y diferentes contextos que como terapeuta encuentro
objetivas, como en la primera terapia sistémica (Selvini (Schon, 1983). Debo entonces afinar y ser lo más
Palazzoli y otros, 1975), sino que formulo propuestas consciente posible de mi capacidad para leer los contextos
hipotéticas, continuamente corregidas y revisadas a la luz relacionales (del contexto de la relación terapéutica, al
del diálogo (Bertrando y otros, 2006). Las hipótesis contexto familiar, al contexto organizacional y profesional
pueden introducir orden pero también desorden, según su hasta el contexto más vasto social y cultural), facilitando a
posición en el flujo dialógico. No se trata de explicar qué las personas instrumentos para situarse. Si sé dialogar
cosa hacen, dicen, sienten o piensan los pacientes, ni de con las situaciones, me sitúo con respecto a mí mismo
encontrar las causas o los motivos. Se trata de mostrar a (premisas, prejuicios, vivencias, expectativas) y respecto a
los pacientes puntos de vista que puedan dialogar con los los sistemas de relación de los cuales participo (premisas
suyos. Ilustrar la polifonía de su vida y la de otros. Las explícitas e implícitas más o menos compartidas en el
preguntas tienden a ser instrumentos informativos; no las sistema, mitos, expectativas y objetivos), además de
uso para imponer un punto de vista, sino que trato de orientarme en la dinámica evolutiva dictada por el marco
hacerme una idea de la situación de un paciente o de una temporal. Se trata aquí de situarse en el sistema, leer las
familia. posibles evoluciones e imaginar dentro de los límites del
mismo las posibles respuestas.
Un concepto bajtiniano fundamental es la
incompletud. Si veo a mi paciente como incompleto, en el De esta manera, el diálogo terapéutico se vuelve
sentido que cualquier descripción que yo pueda dar de él (también) un modo de situarse: situarme a mí, terapeuta
está siempre limitada, podrá siempre sorprenderme, respecto a los pacientes; a los pacientes respecto a sus
podrá salir de los esquemas que yo trato de sobreponerle. sistemas de vida; a mí respecto a mis prejuicios; y a todos
El sistema humano está compuesto por personas de las con respecto al contexto más amplio. Lo que da
cuales solamente puedo tener una visión incompleta, profundidad a la perspectiva dialógica. Por otro lado, los
entonces no puedo concebir alguna forma de determinismo sistemas y los contextos que, como terapeuta, propongo en
sistémico. Entonces, mis hipótesis deberían hacerse más el diálogo, más que existir allá fuera, solo puedo
provisorias y mínimas, sin aspirar a una lectura global de hipotetizarlos, pero a su vez estos contextos me
la situación, sino describir una nube de posibilidades que determinan. Esta incertidumbre constante, es parte de
no pueden tener una conclusión. Someter a los pacientes a una sistémica metodológica más que ontológica (Eco,
una multiplicidad de opiniones diferentes, incluso 1968), y es un aspecto constitutivo del modelo.
contradictorias, puede ayudarlos a sentir como viven los
Interno y externo. La intervención del terapeuta
otros, los terceros ausentes, en su propia incompletud. Si
sistémico dialógico emerge de un constante diálogo entre
veo al otro no como alguien a quien tengo que explicar
lo que está dentro y lo que está fuera. Bajtín (1968) habla
exteriormente, sino como a alguien con quien entrar en
en este sentido de “la palabra a dos voces” (bívoca); es
una relación dialógica, aceptando eso que no puede (o tal
decir, la palabra de cada interlocutor es doble, contiene y
vez que no debe) ser explicado, entonces mi relación con el
busca anticipar la palabra del otro, volviéndose menos
otro puede volverse más respetuosa de su singularidad,
arrogante y monológica. Si lo extendemos a la terapia
en un palabra, dialógica.
podemos decir que mi discurso terapéutico debe contener,
Si bien este tipo de diálogo puede y suele acoger o prever el discurso (los diferentes discursos) de
influenciar a quienes participan en él, incluido al mis pacientes, no en el sentido de reconducirlos al mío,
terapeuta, no es el objetivo. No se pretende persuadir, sino en el sentido de valorizarlos y volverlos inteligibles,
sino hacer emerger una nueva comprensión. Un terapeuta reduciendo de esta misma manera mi propia seguridad o
sistémico dialógico tiene su discurso aún por asertividad. Una palabra a dos voces no puede traer
desarrollarse, pero no busca nunca o trata de no buscar certeza, solo dudas.
nunca, que su discurso prevalezca sobre el discurso del Para alcanzar este objetivo, puedo confiar en mi
otro.
diálogo interno, la inner conversation de Peter Rober
Conversación y contexto . En la perspectiva sistémica (2005). Según Hermans y otros (1992), cada uno de
la noción de diálogo se acompaña con la de contexto nosotros hospeda en sí una pluralidad de posiciones, que
(Bertrando, 2000). Yo sé que no soy yo quien escogerá los están en diálogo entre ellas y con el exterior, y que se
significados de lo que digo o hago, porque los significados activan de acuerdo a los contextos relacionales; los padres
que mis interlocutores dan a lo que digo o hago serán activan en mí una posición (un sí mismo) de hijo, los
plasmados dentro de un contexto en el que todos estamos colegas de trabajo una posición (un sí mismo) profesional,
inmersos (Bateson, 1955).La pluridiscursividad no es otra así sucesivamente. Estos diferentes sí mismos, más que
cosa que el contexto llevado a términos lingüísticos. estar organizados por un único principio jerárquico, se
Nuestro discurso no es exactamente nuestro, sino que organizan a través del diálogo interno. Desde esta clave
emerge de la interacción con otros discursos, de la historia de lectura, yo puedo ir, de vez en vez, a la posición (sí
misma de la lengua que hablo que, a su vez, es el tejido de mismo) en la que me es más conveniente posicionarme de
muchas lenguas (Bajtín, 1935). Mi manera de hablar, de acuerdo a los diferentes momentos del diálogo terapéutico.
expresarme (de vivir) fue extraída gradualmente de la
Comprensión y acción . Desde el punto de vista
asimilación y la confrontación con otros discursos; lo que
operativo, el diálogo del que hablo se refiere a lo que

9
Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

Jaspers (1913) definiría como un modo de intuir la El diálogo del terapeuta con los pacientes no sucede
experiencia vivida de los pacientes a través de la mía. solo en el aquí y ahora de la sesión, es un diálogo también
Para Bajtín (1935), la comprensión es un proceso activo, con las situaciones y los contextos. El terapeuta recoge
en el cual lo que el hablante dice debe ser asimilado por sugerencias y respuestas del complejo de la situación en la
quien escucha en un nuevo sistema conceptual. Yo no que se encuentra, y “reacciona ante ello”.
puedo tener garantías de que mis intenciones serán El terapeuta debe desarrollar una conciencia
percibidas de esa manera por el paciente o quien me emocional de su propia posición en el sistema, y ayudar a
escuche, ni que yo seré capaz de comprender los pacientes a crear su propia conciencia. De esta
inmediatamente sus intenciones. No puedo estar en el manera, serán capaces de situarse en los sistemas y
diálogo si yo no actúo hacia el otro, o no reacciono frente a contextos a los que pertenecen.
las acciones del otro; y puedo reaccionar solo si entro en la
conversación con todas mis opiniones, ideas y emociones.
Bajtín (1968) observa que en Dostoievski la idea no solo es
Ejemplo clínico
entendida sino también sentida; descripción que también Para ilustrar la multiplicidad de las perspectivas en
puede aplicarse a la terapia, una comprensión que no la terapia sistémico dialógica elegí como ejemplo un caso
puede ser puramente intelectual, sino que debe también de supervisión en el cual participaba como supervisor de
ser emocional. un grupo de cuatro colegas que trabajan en la consulta
privada. Uno de los terapeutas trae un caso que está
Si subrayo la centralidad de la acción y de la
siguiendo hace algunos meses en terapia individual, con
emoción, si el diálogo terapéutico es entendido como una
resultados variables. Lo llamaremos Giacomo, tiene 22
forma de acción (recíproca), no espero que el lenguaje sea
años, vive con los padres y con una hermana de 15 años.
el único portador de novedades, sino que acepto que el
Lleva una vida semi-recluida. Es apasionado de la música
diálogo no se agote con las palabras. Las actividades
electrónica, pasa su vida en su habitación componiendo
extraverbales y paraverbales son muy importantes en la
música en la computadora y con diferentes instrumentos.
comunicación emocional, lo que conduce a la necesidad
Parece ser un hábil compositor, autor de docenas de
como terapeuta de andar también más allá de las
piezas (que nunca nadie ha escuchado); podría ser un
palabras. De un diálogo demasiado logocéntrico se puede
genio musical o un total iluso.
decir lo que Pollard dice de Bajtín, que “se espera
demasiado del lenguaje, el cual no puede dar cuenta de Durante dos años concurrió a una universidad a
todos los aspectos de la conciencia humana, de la vida estudiar música. A lo largo de los dos años se sintió
social y de la experiencia” (2008, pág. 80). Como cansado y desmotivado, hasta que interrumpió el curso.
terapeuta, debo comprender mejor entonces mis La universidad invitó a los padres a que lo ayudaran a
emociones y las de los otros, la manera en que se expresan recuperar su interés en los estudios o a ofrecerle un
en el discurso y más allá del discurso, en forma de tratamiento psiquiátrico con la consecuente expulsión de
acciones (Bertrando, 2014b). Y le corresponde al terapeuta la universidad. Los padres se dirigieron al terapeuta que
modular todas estas acciones de acuerdo a un principio después de una sesión con los tres, comenzó a tener
dialógico. sesiones individuales con Giacomo. Al inicio, Giacomo
aceptó pero después se mostró poco interesado, hasta que
La idea dialógica en su complejidad, ha fertilizado
dejó de asistir, de manera muy similar a lo que sucedió
el campo de la terapia sistémica, a veces modificando los
con la Universidad. El padre, alarmado, convenció al
principios que expuse al inicio; otras veces agregando
terapeuta y a Giacomo a que retomaran las sesiones.
nuevos principios. Podría sintetizar así sus más
importantes contribuciones: El terapeuta estuvo experimentando con un método
motivacional, con la esperanza de hacerlo reencontrar a
La interacción humana es abierta y desordenada.
Giacomo su interés por el estudio, pero no tuvo éxito.
Somos nosotros que sobreponemos un orden a las cosas.
Intentó luego sugerirle que cambiara de Universidad para
No todas las interacciones entre las personas son de
el nuevo año académico, esta vez con una universidad
verdad dialógicas. El respeto recíproco y la apertura,
especializada en música electrónica. Giacomo aceptó y el
propios del verdadero diálogo, son metas a alcanzar y no
padre lo apoyó mucho; lo despertaba a la mañana, lo
requisitos.
llevaba al tren para que pudiera llegar a la otra ciudad en
Cada participante del diálogo tiene algo importante
la que se ubicaba la universidad, y así sucesivamente.
que decir sobre sí mismo y sobre los otros, y debe ser
Aquí la pauta también se volvió a repetir: después de un
puesto en condiciones para decirlo. No se debe ahorrar
buen inicio, Giacomo se desmotivó, perdió el interés, no
ningún esfuerzo para lograr que todos se escuchen entre
asistió a sus clases, hasta que renunció diciendo que el
ellos, por difícil que esto pueda ser.
curso era demasiado elemental y que él ya sabia más.
No existe un lenguaje, una manera de hablar o de
Después interrumpió de nuevo la terapia.
estar en el diálogo que sea “adecuado” por sí mismo: Todos
los lenguajes, los modos de ser, deben ser respetados Regresaron por tercera vez, los padres cada vez más
(excepto el intento de hacer callar o la incapacidad de desesperados. Giacomo también se había vuelto violento
escuchar a los otros). (verbalmente), sobre todo con la madre. Una vez, cuando
También el terapeuta es un interlocutor como los ella lo regañó, él reaccionó con fuerza, llegando a escupirle
otros. Esto implica que debe traer al diálogo sus propias en la cara, con la respectiva consternación de ella.
ideas y posiciones; de otra manera corre el riesgo de Giacomo dice olvidarse de todo, sentirse confundido,
volverse paternalista, de considerar a los pacientes como desinteresado y apático. Después de una discusión
si fueran personas que tiene que proteger. particularmente dura salió de casa descalzo, arañándose
Si las hipótesis, afirmaciones, preguntas, opiniones los brazos y gritando “Soy un inútil, soy un inútil”. Todo
y sentimientos del terapeuta son parte del diálogo, no esto trajo consigo el involucramiento de varios psiquiatras
deben llevar a un cierre sino a una mayor apertura. Es “iluminados”, para encontrar la solución que cada vez
responsabilidad del terapeuta proponerlas de esta resulta más en vano.
manera, y considerar las hipótesis, afirmaciones, Confundido, el terapeuta retomó las sesiones pero
preguntas, opiniones y sentimientos de los pacientes de la la situación parecía totalmente bloqueada. La semana
misma manera. anterior había visto a los padres y les había aconsejado
El diálogo terapéutico no tiene la intención de una actitud de “sabotaje benévolo”; un método estratégico
alcanzar la unanimidad, la armonía y concordia final. El mediante el cual los padres deben mostrarse más ineptos
diálogo no se cierra ni se concluye nunca. que el hijo (por ejemplo, no ser capaces de respetar los

10
Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

horarios o de preparar el desayuno), restituyéndole a El terapeuta escucha y, poco a poco, parece


Giacomo así responsabilidad y competencia para su vida, aligerarse de los pesos que parecía haber. El proceso de
pero con un pronóstico de pocas esperanzas de éxito. supervisión no llega a una conclusión ni a una definición
Para el terapeuta, Giacomo era un paciente final de la intervención, sino que propone lecturas
múltiples que consideran diferentes niveles del sistema.
extraño, con “cara de piedra”, frío y poco afectuoso,
Finalmente, el terapeuta logró sentirse liberado de la
aparentemente desinteresado en la terapia, inescrutable.
sensación de inutilidad e insensatez que invadía su
Respondía siempre con las mismas respuestas a las
trabajo. Un seguimiento después de algunos meses reveló
preguntas. La única vez que lo había visto involucrado y
que no fue necesario poner en práctica todo lo propuesto, y
participativo de verdad fue cuando hablaron de su música,
tanto el sentido de ligereza como la diversidad de
pero el terapeuta no profundizó en ello. Los padres
reflexiones obtenidas en la supervisión le han psoibiltado
parecían no solo estar muy dedicados al hijo, sino también
reconstruir una alianza suficientemente estable con
verdaderamente angustiados. El terapeuta nunca había
Giacomo y con el resto de su familia.
convocado a la hermana.
Al inicio de la sesión, evalué, como supervisor (yo,
Paolo), los procesos paralelos: Giacomo y la familia, Conclusiones
Giacomo y la escuela, Giacomo y la terapia internamente, El modelo sistémico dialógico, el cual emerge como
mi ‘sí mismo’ dialógico, y activo una posición de terapeuta evolución e integración del modelo sistémico de Milán, hoy
sistémico de primer orden. Giacomo busca siempre poner puede ser considerado como perspectiva autónoma. A raíz
en jaque a su interlocutor, a través de su pasividad, de mi actual experiencia y actividad, este modelo me
silencio, y sentido de inutilidad que parece despertar en parece apto para afrontar los diferentes desafíos
los demás. Pido después al terapeuta que hable de sus existentes en los tiempos actuales de modernidad líquida,
propias sensaciones y sus pensamientos. Su sensación ya que nos permite aceptar la incertidumbre y
más fuerte sobre Giacomo es que lo siente extraño, como provisionalidad sin sentirnos agobiados.
si estuviera en proceso de desarrollar “esquizofrenia”, algo
crónico y una futura carrera de paciente psiquiátrico. Me
doy cuenta que estoy adoptando una postura psiquiátrica
y veo que el terapeuta tiene ideas similares. Observo
también que el terapeuta se ha aliado con la familia para
que Giacomo estudie, y, sobre todo, que se interese en REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
cosas que debe hacer (posición estratégica, “ejemplificada
en el sabotaje benévolo”). Andersen, T. (1987), “The Reflecting Team: Dialogue and
Meta-Dialogue in Clinical Work”, en Family Process, 26
Una de las participantes del grupo de supervisión
(4), págs. 415–428.
observa que nadie entiende y que ninguno ha intentado
entender a Giacomo (posición empática). Como supervisor,
Anderson, H., Goolishian, H. y Winderman, L. (1986),
busco entonces identificarme con Giacomo (posición
“Problem Determined Systems: Towards Transformation
fenomenológica), y ahí me pregunto: ¿Cómo está Giacomo
in Family Therapy”, en Journal of Strategic and Systemic
con todas estas personas que lo quieren impulsar a hacer
Therapy, 1986 (5), págs. 1-14.
cosas y que además tienen sus propias ideas sobre lo que
tiene que hacer para tener éxito?; ¿Qué quiere Giacomo?
Anderson, H. y Goolishian, H. (1992), “The Client is the
Pero también, ¿Qué quiere el terapeuta? Intento promover
Expert: A Not-Knowing Approach to Therapy”, en Mc
un diálogo sobre ello. Para concluir, sugiero, como
Namee S. y Gergen K. (Eds.), Therapy as Social
supervisor, pensar en la posibilidad de cambiar nuestros
Construction, London, Sage, págs. 25-39.
criterios de éxito, y pregunto: ¿Qué realmente es éxito?;
¿Qué cosa puede significar el éxito para Giacomo?; ¿Él se
Bachtin, M. (1923), “L’autore e l’eroenell’attivitàestetica”,
siente inútil y somos nosotros (la colectividad) los que lo
en C.S. Janovic, C.S. (Ed.), L’autore e l’eroe, Torino,
hacemos sentir de ese modo con la idea de que debemos
Enaudi, 1988, págs 5-187.
impulsarlo a que haga cosas útiles de acuerdo con
nuestros propios criterios?
Bachtin, M. (1935), “La parola nel romanzo”, en Platone,
Otro participante propone que el terapeuta intente R. (Ed.), Estetica e romanzo, Torino, Enaudi, 1997, págs.
interesarse en su música; que la escuche, que intente 67-230.
entenderla, que la discuta con él, sin pretender sugerirle
(de manera estratégica) que lo que corresponda es que Bachtin, M. (2002), Dostoevskij, poetica e stilistica ,
esto se convierta en una profesión de éxito para él. Otra Torino, Enaudi (obra original publicada 1968).
persona del grupo ofrece un punto de vista diferente, y
pregunta: ¿Y los padres?; ¿Y su desesperación? Podría Bateson, G.(1976), Verso un´ecologia della mente, Milano,
convenir involucrarlos a ellos (introduce la posición de los Adelphi (obra original publicada en 1955).
padres). En este punto logramos, juntos, ampliar la Bateson, G. y Bateson M.C. (1989), Dove gliangeliesitano ,
perspectiva. El terapeuta puede (debe) situarse con Milano, Adelphi (obra original publicada en 1987).
respecto al sentir de los padres como también empatizar Bauman, Z. (2000), Liquid Modernity, Cambridge, Polity
con el sentir de Giacomo. Una posibilidad sería Press.
transformar los coloquios en coloquios de familia
(incluyendo a la hermana), evitando de este modo las Bernstein, A. (1989), “The Poetics of Ressentiment”, en
polarizaciones entre Giacomo y sus padres, que Morson, G. y Gardiner, M. (Eds.), Rethinking Bakhtin.
representa el estilo de vida familiar actual, como también Extensions and Challenges , Evanston, Illinois, North
la danza que se venía dando en la terapia hasta ahora. Western University Press, págs. 197-223.
Una manera de unirse a toda la familia es la del Bertrando, P. (2000), “Text and Context. Narrative,
reconocimiento del sufrimiento colectivo; todos están mal Postmodernism and Cybernetics”, en Journal of Family
aunque de maneras diferentes. Es necesario también Therapy, 22 (1), págs. 83-103.
tener en cuenta el sistema de ‘expertos’ (los psiquiatras Bertrando, P. (2014a), Il terapeuta dialogico, Torino,
involucrados), poniéndose en contacto con ellos luego de Antigone Edizioni.
haber logrado una alianza terapéutica estable con toda la
familia.

11
Revista Sistemas Familiares y otros sistemas humanos Año 32 Nº 2 – octubre 2016

Bertrando, P. (2014b), Il terapeuta e le emozioni. Un


modelo sistemico-dialogico, Milano, Raffaello Cortina Selvini Palazzoli, M., Boscolo, L., Cecchin, G. y Prata, G.
Editore. (1975), Paradosso e controparadosso, Milano, Feltrinelli.

Bertrando, P. y Arcelloni, T. (2006), “Hypotheses Are Selvini Palazzoli, M., Boscolo, L., Cecchin, G.y Prata, G.
Dialogues: Sharing Hypotheses with Clients”, en Journal (1980), “Hypothesizing-Circularity-Neutrality. Three
of Family Therapy, 28 (4) 370– 387. Guidelines for the Conductor of the Session, en Family
Bertrando, P. y Toffanetti, D. (2000), Storia della terapia Process, 19 (1), págs. 3-12.
familiare, Milano, Raffaello Cortina Editore.
Seikkula, J. (2002), “Monologue is the Crisis: Dialogue
Boscolo, L., Bertrando, P. (1996) Terapia Becomes the Aim of Therapy”, en Journal of Marital and
sistemicaindividuale, Milano, Raffaello Cortina Editore. Family Therapy, 28 (3), págs. 283–284.

Boscolo, L., Cecchin, G., Hoffman, L. y Penn, P. (1987), Seikkula, J. y Olson, M.E. (2003), “The Open Dialogue
Clinica sistemica.Dialoghi a quattrosull’evoluzione del Approach to Acute Psychosis: Its Poetics and
modello di Milano, Torino, Bollati Boringhieri (obra Micropolitics”, en Family Process, 42, págs. 403-418.
original publicada en año 2004).
Seikkula, J., Alakare, B. y Aaltonen, J. (2001), “Open
Cecchin, G. (1987), “Hypothesizing-Circularity-Neutrality Dialogue in First Episode Psychosis II: A Comparison of
Revisited: An Invitation Of Curiosity”, en Family Process, Good and Poor Outcome Cases, en Journal of
26 (4), págs. 405-413. Constructivist Psychology, 14, págs. 267-284.

Eco, U. (1968), La struttura assente, Milano, Bompiani. Seikkula, J., Laitila, A. y Rober, P. (2011), “Making Sense
Emerson, C. (1997), The First Hundred Years of Mikhail of Multi-Accord Dialogues in Family Therapy and
Bakhtin, Princeton, Princeton University Press. Network Meetings”, en Journal of Marital and Family
Therapy, 37, págs. 1-21.
Foucault, M. (2004), Il potere psichiatrico. Corso al
Collège de France, Milano, Feltrinelli (obra original Vice, S. (1997), Introducing Bakhtin, Manchester,
publicada en 2003). Manchester University Press.
Guttman, H. (1995), “Teoria dei sistemi, cibernetica ed
epistemología”, en Bertrando, P. (Ed.), Manuale di terapia Watzlawick, P., Weakland, J. H. y Fisch, R. (1974),
della famiglia, Torino, Bollati Boringhieri, págs. 40-60 Change: The Principles of Problem Formation and
(obra original publicada en 1991). Problem Resolution , New York, NY, W. W. Norton.

Haley, J. (1959), “The Family of the Schizophrenic: A White, M. (1989), “The Externalizing of the Problem and
Model System”, en Journal of Nervous and Mental the Reauthoring of Lives and Relationships”, en
Disease, 1959, (129) 357-374. DulwichCentre Newsletter (Summer), págs. 3-21.

Haley, J. (1973), Uncommon Therapy. The Psychiatric


Techniques of Milton Erickson, New York, Norton.
Harries-Jones, P. (1995), A Recursive Vision: Ecological
Understanding and Gregory Bateson, Toronto, University
of Toronto Press.

Hermans, H.J.M., Kempen, H.J.G. y Van Loon, R.J.P.


(1992), “The Dialogical Self: Beyond Individualism and
Rationalism”, en American Psychologist , 47, págs. 23-33.

Holquist, M. (1990), Dialogism: Bakhtin and His World,


New York, NY, Routledge, 2 ed., 2002.

Hoyt, M. F. (1998), The Handbook of Constructive


Therapies: Innovative Approaches from Leading
Practitioners, San Francisco, CA, Jossey-Bass.

Jaspers, K. (1959), Psicopatologia generale , Roma, Il


Pensiero Scientifico (obra original publicada en 1913).

McNamee, S. y Gergen, K. J. (1992), Therapy as Social


Construction, London, Sage.

Pollard, R. (2008), Dialogue and Desire. Michail Bakhtin


and the Linguistic Turn in Psychotherapy, London,
Karnac Books.

Reed, N. (1999), “The Philosophical Roots of Polyphony: A


Dostoevskian Reading”, en Emerson, C. (ed.), Critical
Essays on Mikhail Bakhtin. New York, NY, G. K. Hall.

Saussure, F. (1986), Corso di lingüística generale (Payot:


trad.), Bari, Laterza (obra original publicada en 1922).
Schön, D. A. (1983), The Reflective Practitioner: How
ProfessionalsThink in Actiom, New York, NY, Basic
Books.

12

También podría gustarte