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04 El Don de Profecía

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CÓMO USAR E INTERPRETAR LA BIBLIA Y LOS ESCRITOS DE ELENA G.

DE
WHITE

El Don de Profecía

UNIDAD 5

El Don de Profecía y su papel en la vida de la Iglesia

El propósito de esta unidad es estudiar y entender el lugar que ocupa el don de profecía
en la Iglesia Adventista del Séptimo Día y en la vida de cada miembro en particular.
La Biblia es la herramienta principal en las manos de los cristianos para hacer el trabajo
del Reino. La Biblia, sin embargo, llegó a la humanidad por medio del don de profecía. Muchas
personas no entienden completamente la naturaleza del don de profecía o su autoridad y su papel
en la vida de cada cristiano y de la iglesia en general. Esta unidad proporcionará un
conocimiento de ese antecedente, principalmente en cómo se manifestó el don a través de la
persona de Elena G. de White y sus escritos.
Esta unidad presentará cuatro temas:
●Qué es el don de profecía.
●Cómo funciona el don de profecía.
●El papel que tiene en la vida de la iglesia.
●La autoridad del don de profecía.
Este estudio no intenta validar directamente el ministerio de Elena G. de White, ni es una
defensa de su ministerio. Existen muchos libros y documentos que hacen eso. Nuestro propósito
aquí es aprender cómo interpretar correctamente los escritos de Elena G. de White en relación
con las Escrituras, la institucipón de la iglesia y los miembros.
Cuando complete esta unidad, deberá ser capaz de:
●Expresar ya sea verbalmente o por escrito qué es el don de profecía.
●Expresar ya sea verbalmente o por escrito cómo funciona el don de profecía.
●Explicar la relación entre la autoridad de la Biblia y la autoridad del don de profecía
manifestado en la persona de Elena G. de White.

Introducción
La Iglesia Adventista del Séptimo Día cree que el don de profecía fue dado a Elena G. de
White como un don para beneficio de la iglesia. Hemos seguido la expresión de Apocalipsis
19:10 y denominado este ministerio y los escritos que han resultado de él como “Espíritu de la
Profecía”.
Hay dos creencias fundamentales relacionadas con este tema. La creencia fundamental
No. 17 trata sobre los dones espirituales en general. La creencia fundamental No. 18 especifica
el don de profecía: “Uno de los dones del Espíritu Santo es el de la profecía. Este don es una
señal identificadora de la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Elena G. de White.
Como la mensajera del Señor, sus escritos son una permanente y autorizada fuente de verdad,
que proporciona consuelo, dirección, instrucción y corrección a la iglesia. Ellos también
establecen con claridad que la Biblia es la norma por la cual debe ser probada toda enseñanza y
toda experiencia. (Joel 2:28, 29; Hechos 2:14-21; Heb. 1:1-3; Apoc. 12:17; 19:10.) 1

El don de profecía en la Biblia


Como aprendimos previamente, el cristianismo es una religión revelada. No se originó
por que alguien se propuso empezar una nueva religión. No comenzó porque alguien estaba
insatisfecho con la iglesia a la que él o ella pertenecía. Más bien, Dios se reveló a sí mismo a la
raza humana, y eligió hacerlo por medio de profetas: “Lo cierto es que nada hace el Señor sin
antes revelarlo a sus siervos los profetas” (Amós 3:7 VRVC). Los autores de la Biblia, excepto
Lucas y Judas, fueron todos profetas o apóstoles, actuaron como agentes de Dios y escribieron
para toda la gente y todo el tiempo lo que el apóstol Pablo llama “la palabra de Dios” (Rom. 3:2
VRVC).
Lo que hace a una persona profeta es el llamado de Dios y la respuesta de la persona a
ese llamado. Como veremos, una persona puede ser llamada al oficio de profeta, un ministerio
para toda la vida, o puede ser llamada para “profetizar,” es decir ser un portavoz de Dios, en un
momento dado, a pesar de que esto pudiera ocurrir una sola vez en toda su vida.
El don de profecía es mencionado en el Antiguo Testamento en relación al llamado de
varios profetas. Hay también cuatro mujeres en el Antiguo Testamento que son llamadas
específicamente profetizas; María, la hermana de Moisés (Éxodo 15:20); Débora, una de las
jueces (Jueces 4:4); Hulda, la esposa de un empleado del Templo en Jerusalén (2 Crón. 34:22); y
la esposa de Isaías (Isa. 8:3).
En el Nuevo Testamento se le atribuye a Juan el Bautista (Mat.11:9), su padre Zacarías
(Lucas 1:67), Ana (Lucas 2:36), Caifás, el sumo sacerdote (Juan 11:51), algunos discípulos en
Éfeso (Hechos 19:6), las hijas de Felipe el evangelista (Hechos 21:9), Agabo y algunos otros en
Antioquía (Hechos 11:28; 21:10), otro grupo en Antioquía que incluía a Pablo (Hechos 13:1),
Judas y Silas (Hechos 15:32), y el mismo Jesús.
El Señor da algunos consejos específicos acerca del don de profecía.
●No se deben tratar con desprecio (1 Tes. 5:20).
●Es para examinar (1 Tes. 5:21).
● El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá igual recompensa que el profeta
(Mateo 10:41).
● Creer en los profetas de Dios trae victoria (2 Crón. 20:20).

El Proceso Profético
La palabra “profeta” significa “aquel que habla el mensaje de Dios.” La exposición clave
de cómo trabaja el sistema profético se encuentra en Deut. 18:14-21. El proceso del sistema de
comunicación está descrito en Apocalipsis 1:1-3.
“La manera en la que Dios se comunica es generalmente por medio de sueños y visiones
(Núm. 12:6). Cuando hablamos de las fuentes de la teología de Pablo, no debe olvidarse que
Dios trató con él en formas muy personales y subjetivas. Dios utilizó la apertura de Pablo a las
visiones y sueños para permitirle aclarar mensajes, recibir entendimiento y encontrar respuesta a
problemas difíciles. Pablo se ha caracterizado por sus críticos más severos como alguien que era
fácilmente influenciado por sus emociones y susceptible a todo tipo de mensajes
extrasensoriales. Pero para Pablo no era debilidad u obligación ser enseñado por comunicación
espiritual. Era su más pura orientación y fuente de fortaleza. Las referencias a la información
dada divinamente están registradas de una manera tan natural que podemos asumir solamente
que las visiones y los sueños eran aceptados como fuentes de autoridad en los días de Pablo
(traducción libre).”2
La Biblia no da una definición específica del don de profecía y muchas han sido ideadas.
Una razón por la que es difícil elegir entre las muchas definiciones disponibles es que la mayoría
de ellas reflejan un punto de vista teológico en lugar de una descripción del don mismo. La
siguiente definición parece ser una descripción adecuada del don de profecía.
“El don de profecía es la especial capacidad que Dios da a ciertos miembros del Cuerpo
de Cristo, de recibir y comunicar un mensaje inmediato de Dios a su pueblo, por medio de una
declaración divinamente ungida.”3
A quién, por qué y cuándo sucede depende del Espíritu Santo. Él es el iniciador,
designador y facilitador del don de profecía.

La Permanencia del Don de Profecía


Muchas iglesias creen que el don de profecía terminó ya sea en la muerte del último
apóstol, o cuando se cerró el canon de la Escritura. William McRae escribe: “Antes de la
disponibilidad y la terminación del Nuevo Testamento, este don debe haber sido indispensable.
Como no hay más revelación dada hoy, desde que el canon de la Escritura esta completo, el don
ya no está presente con nosotros, ni ha estado presente desde los días de la iglesia primitiva .”4
El argumento de la Iglesia Adventista del Séptimo día, sin embargo, para la permanencia
del don de profecía es que:
1. El cierre del canon no marcó el término de la comunicación del cielo con la humanidad.
2. Las Escrituras mismas revelan el continuo trabajo del Espíritu Santo.
3. “Aquellos que rechazan el trabajo del Espíritu Santo bajo el pretexto de que las Escrituras
son suficientes niegan y rechazan toda aquella parte de la Biblia que revela el ministerio y obra
del Espíritu Santo (traducción libre).”5
4. El don de profecía esta específicamente conectado con la obra final de la era del evangelio
(Apoc. 12:17; 14:12; 19:10; Joel 2:28-32).

Cómo Funciona el Don de Profecía


Hay dos categorías generales de la función profética:
●Profecía Clásica. La profecía clásica se refiere a la función de un profeta que
principalmente incluye, en las palabras de 2 Timoteo 3:16, enseñar, redargüir, corregir e instruir
en justicia. En este sentido los mensajes de los profetas son dirigidos hacia el pueblo de Dios y el
funcionamiento interno de la iglesia.
●Profecía Predictiva. La profecía predictiva, así como Daniel y Apocalipsis también es la
obra de algunos profetas, pero no de todos. En realidad, la mayoría de los profetas son clásicos.
La parte predictiva de sus trabajos es relativamente menor.
Las palabras “profeta” y “profecía,” sin embargo, generalmente construyen cuadros
predictivos en las mentes de las personas. Así que el estereotipo común de un profeta es el de
alguien que predice el futuro. En realidad los profetas pasan la mayor parte de su tiempo dando
consejo o edificando la iglesia.
Elena de White sirve la mayoría del tiempo como profeta clásica. Sus Testimonios, por
ejemplo, son mayormente cartas enviadas a individuos o grupos, al igual que las epístolas
(cartas) de Pablo. Hay, por supuesto, elementos predictivos en los escritos de Elena de White,
pero son pocos en número comparados con otras funciones de sus obras.
“Advertiré, aconsejaré, reprenderé y alentaré tal como dicta el Espíritu de Dios, tanto
si se me escucha como si se me silencia. Mi deber no es complacerme, sino hacer la voluntad de
mi Padre celestial, el cual me ha encargado la obra.”6
Elena de White no se llamó a sí misma profetiza. Se llamó a sí misma “mensajera,” pero
no negó su labor profética.
“Nunca he pretendido ser profetisa. Si otros me llaman así, no les discuto. Pero mi obra
ha abarcado tantos aspectos, que no puedo llamarme sino mensajera, enviada para dar un
mensaje del Señor a su pueblo y para ocuparme de cualquier actividad que él me señale.”7

La autoridad del don de profecía


Cuando tiene una persona contemporánea (en comparación con los tiempos bíblicos) con
el don de profecía, ¿cuál es la relación entre su autoridad y la autoridad de la Escritura? Esta es
una pregunta clave y necesita ser considerada cuidadosamente.
No hay diferencia cualitativa entre la inspiración de los profetas de la Biblia y la
inspiración de ningún otro con el don de profecía. Es el mismo Dios y el mismo Espíritu Santo
que da el don de profecía a quien es elegido.
La diferencia radica en la autoridad de las Escrituras canónicas a diferencia de cualquier
otra revelación profética, ya sea escrita u oral. Las Escrituras canónicas son el campo de prueba
contra la cual todas las otras revelaciones deben ser probadas y medidas. La analogía de la fe
reside en la Escritura. Es frente a la Escritura, que toda contradicción, nuevos planteamientos,
interpretaciones más amplias, o de lo que se trate, deben ser resueltos y moderados. Este era el
punto de vista de Elena de White, de sus propios escritos.
“El Espíritu no fue dado—ni puede jamás ser otorgado—para invalidar la Biblia; pues las
Escrituras declaran explícitamente que la Palabra de Dios es la regla por la cual toda enseñanza y
toda manifestación religiosa debe ser probada…E Isaías declara: “¡A la ley y al testimonio! Si
no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido (Isaías 8:20).”8
“Poca atención es dada a la Biblia, y el Señor ha dado una luz menor para guiar a los
hombres y mujeres a la luz mayor”.9 (Traducción libre)
“A pesar de haber recibido el don de profecía, continuamente dirigía la atención de sus
oyentes a los mensajes de los profetas y apóstoles de la antigüedad. Esta fue su costumbre
durante toda su vida”.10
Elena de White era determinante en este punto: “Si los Testimonios no hablan según la
Palabra de Dios, rechazadlos. No puede haber unión entre Cristo y Belial.”11

Problemas sobre la Autoridad


Los problemas que surgieron sobre la autoridad del ministerio de Elena G. de White caen
en tres categorías:
●El asunto de la inspiración verbal.
●Malentendidos sobre las Fuentes de la información profética.
●Declaraciones falsas por personas demasiado apasionadas que subsecuentemente se
vuelven parte de la “tradición” en las iglesias Adventistas del Séptimo Día.
Inspiración verbal. Algunas de las mismas personas que aceptaron este punto de vista de
la inspiración de la Biblia lo trasladaron a los escritos de Elena de White. En la historia
adventista, esto estalló en una batalla alrededor de 1909 sobre un punto relativamente
insignificante de la interpretación profética, el significado del “continuo” en Daniel 8. El asunto
era sobre si Urías Smith o O.R.L.Crosier tenían el punto de vista correcto.
W.W. Prescott, un cuidadoso erudito, pero con una tendencia, como Elena de White se lo
dijo, “de hacer una montaña de un grano de arena,”12 estaba de un lado, y Stephen Haskell era el
líder en el otro lado. Haskell se valió de un viejo diagrama profético de 1843 que confirmaba su
punto de vista del “continuo”. Aquí es donde vino el problema de la inspiración verbal.
Haskell afirmaba que Elena de White, que al aprobar ese diagrama profético en Primeros
Escritos, pp. 74-76, había refrendado su opinión, y si se aceptara alguna otra opinión, debilitaría
la confianza en el Espíritu de profecía, ya que violaría el principio de inspiración verbal, ya que
la inspiración no puede cambiar sup unto de vista. Haskell dijo categóricamente: “Si la hermana
White dice que ella no quiso decir lo que dijo cuando lo hizo sobre el ‘continuo’, entonces no
dire nada más13”.
El lado opuesto dijo que la época y el contexto debían ser tomados en consideración y
que había una perfecta explicación lógica a lo que ella había escrito en Primeros Escritos.
Durante todo este tiempo Elena de White estuvo diciendo a ambas partes que no tenía revelación
directa del Señor en alguno de los dos sentidos de la cuestión y que toda la agitación sobre ese
asunto menor estaba causando un gran problema que no valía la pena. Lo que es interesante aquí
es que la misma persona que originalmente trajo el punto de la inspiración verbal, W. W.
Prescott, se cambió de bando y cosechó los resultados de su primera opinión, habiendo sido
aceptada por Stephen Haskell y otros.
A la larga, lo que sucedió es que la opinion sobre la inspiración verbal llegó a ser la
“percepción no oficial” sostenida por un número significativo de Adventistas del Séptimo Día,a
pesar de las declaraciones oficiales en contra, incluso las de la misma Elena de White.
Otra cuestión que causó una inquietud considerable sobre la idea de la inspiración verbal
fue una nueva edición de El Conflicto de los Siglos en 1911. Desde 1888 este libro había sido
reimpreso muchas veces de las mismas placas de impresión. Esto es 23 años con un juego de
placas. En 1907, las placas se repararon, pero para 1910 era obvio que se necesitaban nuevas
placas. A medida que el proyecto se llevaba a cabo, la misma Elena de White hizo la siguiente
sugerencia:
“Cuando supe que El conflicto de los siglos debía ser recompuesto, determiné que
examinaríamos muy detenidamente todas las cosas, par aver si las verdades contenidas estaban
presentadas de la major manera, para convencer a aquellos que no son de nuestra fe acerca de
que el Señor me ha guiado y sostenido en la tarea de escribir sus páginas”. 14
A medida que el trabajo de revisión de las fuentes y citas progresaba y el tiempo pasaba,
sin embargo, los rumores empezaron a surgir. Como lo describe Arthur White en palabras de W.
C. White:
“Poco después de que enviamos mensaje a la casa publicadora para que retrasara la electrotipia
[hacer las placas de impresión], uno de los trabajadores de la fundición tipográfica visitó la
escuela [Pacific Union College], y pronto las preguntas e informes eran tan abundantes en la
colina y en el valle, como codornices en Agosto. “Preguntas, suposiciones y observaciones le
llegan a mamá de todos lados, y ella seguirá confundida con todo eso hasta que el trabajo quede
terminado”.15 Ibid, p.104.
¿Cuál era el propósito de estas preguntas? Principalmente, parece que se trataba de lo que
pensaban del “continuo” que iba a estar en la nueva edición. Al final result que el “continuo” nik
siquiera se mencionó en El conflicto de los siglos.
Fue en este contexto que se desarrolló una “tradición no escrita” en la Iglesia Adventista
del Séptimo Día, la cual persiste aun hoy. El historiador Adventista R. W. Schwarz la describe
muy bien:
“En los años que siguieron a la muerte de Elena de White, la veneración por su trabajo y sus
escritos se incrementó entre muchos Adventistas del Séptimo Día. Quizás porque su ministerio
estaba muy reciente o usaba palabras en un lenguaje que ellos podían entender mejor o porque
ella era, única y exclusivamente, ‘uno de ellos’. Cualesquiera que hayan sido las razones, la
situación fue tal que para 1919, A. G. Daniells pudo admitir francamente: ‘Estoy seguro que se
ha defendido la idea de la infalibilidad de la hermana White y la inspiración verbal en los
testimonios que ha llevado a la gente a esperar demasiado y hacer grandes reclamos, y nos
hemos puesto en dificultades’ O. A. Tait estuvo de acuerdo; record que pareció haber un
porcentaje más alto que lo normal de apostasías entre la gente que promovía tales opiniones
extremistas. ‘Si un hombre no cree en la inspiración verbal de la Biblia, todavía se le respeta;
pero si dice que no cree en la inspiración verbal de los testimonios, queda descartado de
inmediato’, Prescott reclamó, ‘Creo que es una situación poco saludable. Coloca al espíritu de
profecía por encima de la Biblia”.16
El uso de referencias de escritores inspirados. Han surgido algunos malos entendidos
sobre el uso de referencias de escritos inspirados. Los que están de parte de la inspiración verbal,
encuentran difícil aceptar que todos los recursos existentes puedan ser usados por un profeta.
Quienes aceptan la opinión de Elena de White de la inspiración dinámica, no tienen problema,
pero todavía luchan en cuanto a cómo evalua el profeta las referencias y qué tan precisas son en
cuanto a lo histórico, científico, e incluso, moral y sociológico.
El hecho es que los escritores inspirados siempre han utilizado referencias. Las Escrituras
nos ofrecen los ejemplos de Lucas y Pablo. La información de Pablo sobre la situación en la
iglesia de Corinto vino de una carta enviada por los de Cloé (1 Cor. 1:11). Lucas nos dice
específicamente que hizo una investigación diligente y como resultado escribió “por orden”
(Lucas 1:3, RV1960).
El reajuste de las placas de El conflicto de los siglos dio lugar, como hemos visto, a una
discusión por el uso de referencias de Elena de White. La propia explicación de Elena de White
es que ella recibió en visión “imágenes instantáneas” de eventos históricos y utilizó a
historiadores como referencia para fechas, sucesos y otros detalles.17
En una declaración ante el Concilio de la Asociación General, el 30 de octubre de 1911,
su hijo W. C. White, dio esta explicación: “Mi madre nunca pretendió ser una autoridad en
historia. Las coss que ella ha escrito son descripciones instantáneas y otras presentaciones que le
fueron dadas con respect a los hechos de estos hombres y a la influencia de estas acciones sobre
la obra de Dios para la salvación de los hombres, con referencia al pasado, al presente y a la
historia future en su relación con esta obra. En la redacción de estas visions ella ha hecho uso de
buenas y claras declaraciones históricas para hacer comprensible al lector las cosas que estaba
tratando de presentar. Cuando yo era apenas un muchacho, la oí que le leía a mi padre la
Historia de la reforma de D’Aubigne. Ella le leyó a él una gran parte, si no la totalidad de los
cinco volúmenes. Leyó también otras historias de la Reforma. Esto la ayudó a localizar y
describir muchos de los acontecimientos y movimientos que le fueron presentados en la visión.
En cierta forma esto es parecido a la manera en que el estudio de la Biblia la ayuda a localizar y
describir las muchas presentaciones figuradas que le son dadas del desarrollo del gran conflicto
entre la verdad y el error en nuestros días”.18
Malos entendidos que se convierten en tradiciones. Los malos entendidos pueden
dividirse en cuatro categorías:
●El malentendido de que cada uno debe interpretar todos los textos y declaraciones por
igual.
●El malentendido que lleva al concepto de un profeta inflexible.
●El malentendido de confundir las declaraciones de Elena de White con las de otros y
acreditarle la inspiración a todos.
●La propagación de declaraciones apócrifas.
El malentendido de que cada uno debe interpretar todos los textos y declaraciones por
igual, es más fácilmente respondido con las palabras de la misma Elena de White:
“Un hombre puede estar familiarizado con las Escrituras, y puede apreciar alguna
porción de la Biblia en particular; otro ve otra porción como muy importante, y así uno presenta
un punto y otro y ambos pueden ser de gran valor. Todo esto está en conformidad con Dios.
Pero si un hombre comete un error en la interpretación de una porción de la Biblia, ¿sera causa
de diversidad y desunión? Dios lo prohibe. No podemos tomar una posición de que la unidad de
la iglesia consiste en visualizar cada texto de las Escrituras bajo la misma luz. La iglesia puede
analizar resolución tras resolución para acabar con todos los desacuerdos y opinions, pero no
podemos forzar la mente y la voluntad, y erradicar así los desacuerdos. Estas resoluciones
pudieran disimular la discordia, pero no pueden apagarla y establecer un acuerdo perfecto. Nada
puede perfeccionar la unidad enla iglesia, sino el espíritu paciente como el de Cristo. Satanás
puede sembrar la discordia; solo Cristo puede armonizar los elementos de desacuerdo. Entonces
que cada alma se siente en la escuela de Cristo y aprenda de él, quien declara ser mansoy
humilde de corazón. Cristo dice que si aprendemos de él, las preocupaciones cesarean y
hallaremos descanso para nuestras almas”.19
1
< http://www.tuespaciojoven.com/creencias/28%20creencias.PDF>.
2
Dean S. Gilliland, Pauline Theology & Mission Practice (Grand Rapids, Mich.: Baker Books, 1983) pp. 26, 27.
3
C. Peter Wagner, Sus dones espirituales pueden ayudar a crecer a su iglesia (Ventura, Calif.: Regal Books,
1979) p. 228.
4
William McRae, The Dynamics of Spiritual Gifts [La dinámica de los dones espirituales](Grand Rapids, Mich.:
Zondervan Publishing House, 1976), p. 47.
5
J. N. Andrews, Review and Herald, Feb. 15, 1870.
6
Testimonios para la Iglesia, vol. 4, p. 229.1
7
Mensajes Selectos, tomo 1, p. 39.1
8
El Conflicto de los Siglos, p. 11
9
Review and Herald, Jan. 20, 1903.
10
D. A. Delafield, Elena G.de White en Europe 1885-1887 (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing
Association, 1975) p. 272.
11
Testimonios para la Iglesia, vol. 5, p. 647.2
12
Letter 224, 1908.
13
Arthur White, Ellen G. White: The Later Elmshaven Years (Washington, D.C.: Review & Herald Publishing,
1982), vol. 6. p. 253.
14
Mensajes Selectos, tomo 3, p. 139.
15
Arthur L. White, ibid., p. 104.
16
R. W. Schwarz, Light Bearers to the Remnant (Mountain View, Calif.: Pacific Press Publishing Association,
1979), p. 418.
17
Ver Arthur L. White, ibid., chapter 24.
18
Ver Mensajes Selectos, tomo 3, pp. 498, 499.
19
Manuscript Releases, vol. 11, p. 266.
“Cristo oró que sus discípulos fueran uno, como él y su Padre son uno. ¿En qué consiste
esta unidad? Esa unidad no consiste en que todos tengan la misma disposición, el mismo
temperament, que hagan que todo vaya en la misma dirección. No todos poseen el mismo grado
de inteligencia. No todos tienen la misma experiencia. En una iglesia existen diferentes dones y
experiencias diversas. En los asuntos temporales, hay una gran variedad de formas de manejarlos
y aun con esta diversidad en la forma de trabajar, al ejercitar los dones, no hay necesidad de
crear disensión, discordia y desunión. Una persona puede estar familiarizada con las Escrituras y
una porción en particular es especialmente significativa, porque ha visto cierta luz que le ha
llamado la atención; otra ve otra porción como muy importante para ella y otra más presenta los
puntos que le parecen son muy valiosos. Hasta aquí Dios está de acuerdo. Si un hombre se
equivoca en su interpretación de alguna porción de la Escritura, ¿será esto causa de diversidad y
desunión? Dios no lo quiera. Entonces no podemos adoptar la posición de que la unidad de la
iglesia dependa de que veamos cada texto de la Escritura bajo el mismo tono de luz”.20
El malentendido en relación con la inflexibilidad de un profeta, assume que para casi
cualquier tema usted puede encontrar la respuesta absoluta en los escritos de Elena de White.
Este se convierte entones en el así llamado modelo. Una consecuencia de esto es la tendencia
Adventista de respaldar cada cosa que se escribe o se dice con una declaración de Elena de
White. El resultado de esto es que las declaraciones usadas, son a menudo aquellas que, aunque
involuntariamente, respaldan el punto de vista del orador o escritor, no necesariamente lo que
Elena de White pudo haber tenido en mente.
Este era el problema que Elena de White enfrentaba. El tema bajo discussion en la
siguiente cita es la reforma pro-salud, empero el principio es el mismo para cualquier tema:
“Vemos a personas que seleccionan de los testimonios las declaraciones más fuertes, sin
explicar o prestar atención a las circunstancias en las cuales las palabras de alerta y amonestación
fueron dadas, y las aplican en todos los casos. Así producen impresiones desfavorables en la
mente de la gente. Siempre hay personas que están listas para tomar cualquier cosa de un
carácter tal que ellos puedan usar para imponer a la gente una prueba estricta y severa, e
introducirán elementos de su propio carácter en las reformas. Esto despierta desde el mismo
principio la oposición de los que precisamente podrían ser ayudados si se los tratara con cuidado.
Ejercerían así una saludable influencia que uniría a la gente con ellos. Pero comienzan la obra
con un ataque a las personas. Escogen algunas declaraciones de los testimonios, las aplican a
todo el mundo, y disgustan a las personas en vez de ganarlas. Producen divisiones donde podrían
y deberían traer paz”.21
La solución al problema fue dado también por la misma Elena de White. Aquí el tema
era la edad para entrar a la escuela, pero, una vez más, el principio es el mismo para cualquier
tema: “Dios quiere que tengamos sentido común, y que razonemos con sentido común. Las
circunstancias alteran las condiciones. Las circunstancias cambian la relación de las cosas”.22
Una ilustración puede ayudar a comprender este asunto. En un tiempo era la idea de
muchos adventistas que el cuarto mandamiento no solamente requiere que se guarde el sábado,
sino también requiere que se trabajen seis días.
Durante la década de 1890 la Asociación Adventista de Libertad Religiosa fue
particularmente vehemente en este tema. En un punto cuando Elena de White hizo declaraciones
defendiendo el tener un perfil bajo en el día domingo, en lugar de trabajar abiertamente, 23 A. T.
20
Ibid., vol. 15, pp. 149, 150.
21
Mensajes Selectos, tomo 3, p. 326.
22
Ibid., p. 247.
Jones, el editor de Sabbath Sentinel [Centinela del Sábado], acusó rotundamente a Elena de
White de abogar porque los adventistas aceptaran la marca de la bestia.24
Otro malentendido se produce cuando los creyentes confunden las declaraciones de Elena
de White con las de otros y le acreditan inspiración a todos. Esto pasa involuntariamente, debido
a la selección que hacen de lo que oyen, de lo que citan y a que descuidan la atención a los
detalles.
Por ejemplo, como se mencionó anteriormente, existía una serie de libros llamada
Biblioteca del Hogar Cristiano. Todos tenían el mismo tipo de encuadernación e incluía muchos
libros de Elena de White. Más de una persona asumía que porque todos tenían la misma
encuadernación, todos formaban parte del don de profecía.
Este malentendido prevaleció por muchos años (y a veces todavía) en relación con
Pensamientos sobre Daniel y Apocalipsis de Urías Smith. Urías Smith era un líder de la iglesia
altamente respetado e influyente. De alguna manera se corrió la voz de que Elena de White había
dicho que un ángel estaba de pie a su lado cuando escribió Daniel y Apocalipsis. W. C. White
comentó que algunos ministros adventistas dieron “la misma importancia a las citas de las
Escrituras que a los comentarios del hermano Smith”. 25 Knight cita cartas de W. C. White y otros
en el sentido de que:
“Cuando el libro (Daniel y Apocalipsis) se sometió a revisión para su traducción en 1887, W. C.
White recordó, ‘ellos presentaron lo que había sido escrito por [Elena de White] confirmando el
trabajo del hermano Smith, y la instrucción que él tuvo la ayuda de los ángeles del cielo en su
trabajo; y las cosas llegaron a exagerarse, que hasta el presidente de la casa publicadora
prácticamente tomó la posición de que Thoughts on Daniel and Revelation [Pensamientos sobre
Daniel y Apocalipsis] fue inspirado y no debía ser modificado en manera alguna”.26
Otro ejemplo es el hábito de A. T. Jones de mezclar el lenguaje de Elena de White con el
suyo y presentarlo todo como “inspiración”. Elena de White le escribió:
“La influencia de vuestra enseñanza sería diez veces mayor si tuvieseis cuidado de
vuestras palabras. El precioso talento del habla nunca debe ser mal usado. Es un sabor de vida
para vida o de muerte para muerte. La vida y el character se basan en principios grandes, sólidos
y permanentes. Cuando hacéis referencia a los testimonies, no tengáis por deber vuestro hacerlos
aceptar. Al leerlos, cuidad de no mezclarlos con vuestras palabras; porque esto imposibilita a los
oyentes a distinguir entre la palabra que Dios les da y vuestras palabras. Cuidad de no hacer
ofensiva la palabra del Señor. Existen métodos que siempre son correctos, cuando obran
mediante el Espíritu Santo. Existen métodos equivocados; intervenciones rápidas y severas,
palabras que no están bien adaptadas para ganar y sanar al alma herida, son de uno mismo”.27
Malos entendidos basados en declaraciones apócrifas. Es interesante que algunas de las
afirmaciones más recordadas de Elena de White, no son de ella en absoluto. El volumen 3 de
Comprehensive Index to The Writings of Ellen G. White [Índice completo de los escritos de
Elena G. de White] tiene cuatro páginas de declaraciones apócrifas, que van desde un informe
sobre una comida de sábado en otro planeta hasta un informe sobre el nombre del último
presidente de los Estados Unidos antes del tiempo de prueba.

23
Testimonios para la Iglesia, vol. 9, pp. 187-191.
24
See George Knight, From 1888 to Apostasy (Hagerstown, Md.: Review and Herald Publishing Association.
1987), p. 84.
25
George Knight, Angry Saints (Hagerstown, Md.: Review & Herald, 1989), p. 101.
26
Ibid., p. 101.
27
Manuscript Releases, vol. 19, p. 200. [Texto parcial en Obreros Evangélicos, p. 387]
La siguiente tabla enlista la categoría de declaraciones encontradas en el Comprehensive
Index To The Writings of Ellen G. White [Índice completo de los escritos de Elena G. de White].

Tipo de Ejemplos
Declaración
Testimonios ●Comida de sábado en otro planeta.
dependientes de la ●Autoría inspirada de Daniel y Apocalipsis.
memoria ●Identidad de Melquisedec como Espíritu Santo.
●Escondites en la montaña para el tiempo de prueba.
Asociación de ●Situación de los estudiantes en la escuela en preparación para la
ideas obra del Señor.
●Legalización del alcohol y la ley dominical.
●Objetivos específicos para el desastre inminente.
Extractos sacados ●La segunda venida a media noche.
de contexto ●Huevos en su mesa.
●Elena de White y los 144,000.
Escritos de otros ●Oscuridad literal al fin de tiempo de gracia.
atribuidos a Elena ●Ángeles que reorganizan los entornos y las circunstancias
de White cambiantes.
●La última obra mediadora de Cristo por los jóvenes reincidentes.
●Consejos sobre planeación y vida.
●Importancia del estudio de los 144,000
Ficción ●Apostasía de las Iglesias y asociaciones.
●Rechazo del mensaje de Jones y Waggoner igual que el de Caleb
y Josué.
●Partido politico o apellido del último president de los EUA.

Asignación 8

“Repasando temas sobre el don de profecía” Llene los espacios con las respuestas y luego
califíquelas usted mismo. Asegúrese de marcar su puntaje en su Boleta de Estudiante.

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