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Teoria de La Contingencia
Teoria de La Contingencia
Teoria de La Contingencia
Resumen
La teoría de la contingencia de Fiedler establece que, para que un líder sea eficaz, su estilo de
liderazgo debe adaptarse a la situación. Con este modelo, podrás identificar tu propio estilo,
evaluar la situación y determinar si eres el líder ideal. En este artículo, analizaremos la teoría con
más detalle, te enseñaremos cómo aplicarla para convertirte en un mejor líder y te brindaremos
algunos ejemplos del modelo en acción.
Cuando piensas en las características de un líder, ¿qué te viene a la mente? Quizá imagines a una
persona fuerte y decidida con un traje y una lista de verificación, o tal vez pienses en un maestro
de las relaciones interpersonales que empodera a su equipo para colaborar. Según esta teoría,
ambas personas pueden ser grandes líderes, porque la eficacia de un líder depende de la armonía
entre su estilo de liderazgo y la situación en cuestión.
Fiedler sostiene que es difícil cambiar la forma de liderar, por lo que comprender tu estilo
personal de liderazgo es esencial al trabajar con tu equipo. Analizaremos el modelo de Fiedler
para ayudarte a entender mejor tu estilo de liderazgo y tomar las mejores decisiones para tu
empresa.
El profesor y psicólogo austríaco Fred Fiedler desarrolló la teoría en la década de 1960. Luego
de estudiar las personalidades y características de los líderes, llegó a la conclusión de que el
estilo de liderazgo, dado que se forma a través de las experiencias de la vida, es increíblemente
difícil, si no imposible, de cambiar.
Por esta razón, Fiedler creía que se debía elegir al líder adecuado para cada trabajo en función de
su conjunto de habilidades y los requisitos de la situación. A fin de lograr una mejor alineación
entre los líderes y las situaciones, cada líder primero debe comprender su estilo de liderazgo
natural y, luego, evaluar si es el adecuado para la situación. En pocas palabras, Fiedler determinó
que la capacidad de un líder para tener éxito se basa en dos factores:
Estilo de liderazgo
Para ayudarte a conocer tu estilo de liderazgo, Fiedler desarrolló la escala del compañero de
trabajo menos preferido o Least Preferred Coworker (LPC). En esta escala, debes describir al
compañero de trabajo con el que menos te gustaría trabajar.
Cuanto más positiva sea la calificación de tu compañero de trabajo menos preferido en una
variedad de criterios diferentes, más orientado estarás a las relaciones. Por el contrario, cuanto
menos favorablemente lo califiques en función de los mismos criterios, más orientado estarás a
las tareas.
Si eres un líder con LPC alto, tu estilo está orientado a las relaciones.
Si eres un líder con LPC bajo, tu estilo está orientado a las tareas.
Los líderes orientados a las relaciones son excelentes para entablar vínculos personales, facilitar
la sinergia del equipo y abordar los conflictos entre los miembros. Por su parte, aquellos
orientados a las tareas tienden a ser hábiles al organizar proyectos y equipos para completar el
trabajo de manera eficiente y efectiva.
El fundamento de estos dos estilos de liderazgo es bastante sencillo de explicar:
Si calificas favorablemente a tu compañero de trabajo menos preferido significa que ves
lo mejor de las personas, incluso en aquellas con las que no necesariamente elegirías
trabajar.
Si lo calificas desfavorablemente, esto sugiere que quizás te resulta difícil ver lo que tiene
para aportar, ya que valoras la eficiencia y la eficacia sobre otros atributos.
No existe una forma “correcta” de liderar. Si bien la orientación a las tareas puede ser mejor para
la organización en general, los miembros del equipo suelen preferir una orientación a las
relaciones. De hecho, el 79 % de las personas que renuncian a sus trabajos indican que la falta de
valoración es la razón principal para irse.
Control situacional
A continuación, según el modelo de Fiedler debes evaluar la situación en cuestión. La teoría de
la contingencia situacional, también conocida como liderazgo situacional, establece que cada
situación de liderazgo es diferente y requiere un tipo específico de líder. El control situacional en
cada caso depende de cuánta influencia y poder tengas como líder.
Para identificar tu estilo natural, debes usar la escala de LPC que mencionamos antes. Es
momento de pensar en la persona con la que menos te gusta trabajar. Copia la siguiente tabla en
otro documento y marca la puntuación que mejor describe a tu compañero de trabajo menos
preferido.
Recuerda que entender tu estilo de liderazgo es muy beneficioso para ti y tu equipo. Si bien es
posible que desees ser amable en tu puntuación, es importante que respondas honestamente para
comprender mejor tu estilo de liderazgo.
Rechaza 1 2 3 4 5 6 7 8 Acepta
Tenso 1 2 3 4 5 6 7 8 Relajado
Frío 1 2 3 4 5 6 7 8 Cálido
Aburrido 1 2 3 4 5 6 7 8 Interesante
Desleal 1 2 3 4 5 6 7 8 Leal
Indiferente 1 2 3 4 5 6 7 8 Colaborador
Antipático 1 2 3 4 5 6 7 8 Comprensivo
Reservado 1 2 3 4 5 6 7 8 Abierto
Falso 1 2 3 4 5 6 7 8 Sincero
Desconsiderado 1 2 3 4 5 6 7 8 Considerado
No confiable 1 2 3 4 5 6 7 8 Confiable
Sombrío 1 2 3 4 5 6 7 8 Alegre
Conflictivo 1 2 3 4 5 6 7 8 Armonioso
Ahora que completaste la prueba, suma todos los números que marcaste para calcular tu
puntuación del LPC. Interprétala de la siguiente manera:
Si obtuviste un puntaje de 73 o más (un puntaje alto del LPC), eres un líder orientado a
las relaciones.
Si obtuviste un puntaje de 54 o menos (un puntaje bajo del LPC), eres un líder orientado
a las tareas.
Si obtuviste una puntuación de entre 55 y 72, tienes cualidades de un líder orientado a las
relaciones y de uno orientado a las tareas. Para conocer tu estilo, deberás explorar más
otras teorías de liderazgo.
Con el fin de evaluar el control situacional para determinar la eficacia del liderazgo en un
contexto específico, Fiedler plantea tres preguntas.
En una escala del 1 al 10, donde 10 representa el valor más alto, responde:
¿Las relaciones líder-miembro son buenas y confiables (10) o malas y no confiables (1)?
¿Las tareas en cuestión son claras y estructuradas (10) o confusas y desestructuradas (1)?
¿Tu autoridad e influencia sobre el equipo es fuerte (10) o débil (1)?
No confíes únicamente en tu opinión sobre la situación. Pide a los miembros del equipo que
respondan de forma anónima estas mismas preguntas y calcula un promedio de todas las
respuestas para comprender mejor el control situacional. Pedir la opinión de los demás es una
excelente manera de empoderarlos y mejorar la moral del equipo.
Ahora que conoces tu estilo de liderazgo y el control situacional, puedes determinar si eres el
líder adecuado para este caso.
Si eres un líder orientado a las tareas, eres la persona más indicada para abordar
situaciones muy favorables y muy desfavorables. Los extremos son donde mejor podrás
ayudar a tu equipo.
Si eres un líder orientado a las relaciones, tu estilo es el más adecuado para liderar en
situaciones moderadamente favorables.
En la siguiente tabla se desglosan los diferentes casos en los que se recomienda cada estilo de
liderazgo.
¿Qué sucede en situaciones más complejas? Por ejemplo, ¿qué ocurre si eres un líder orientado a
las tareas en una situación moderadamente favorable o un líder orientado a las relaciones en una
situación muy favorable o desfavorable? Es posible que tu estilo de liderazgo no sea el adecuado
para la situación, pero, si este es el caso, no te preocupes, ya que hay formas de garantizar que el
equipo aún logre el éxito.
Si bien puede ser un desafío admitir que tu conjunto de habilidades no es el adecuado para una
situación, no debes avergonzarte de delegar el liderazgo a otra persona. De hecho, poder hacerlo
es clave para un liderazgo eficaz. Si eres gerente, puedes promover a alguien de tu equipo con el
estilo de liderazgo opuesto para que supervise el trabajo cuando sea necesario. Si estás a cargo de
un proyecto entre diferentes departamentos, puedes averiguar si alguno de los miembros del
equipo interdisciplinario sería una mejor elección para la situación.
Si tu estilo de liderazgo no es el ideal para la situación, otra forma de asegurarte de que tu equipo
esté preparado para el éxito es intentar cambiarla. Explora estos métodos para alinear el control
situacional con tu conjunto de habilidades:
Mejora las relaciones líder-miembro. Si al mejorar las relaciones entre el líder y los
miembros mejorará la situación, intenta centrarte en aumentar tu honestidad con el
equipo o en confiar a otras personas nuevas responsabilidades. El 60 % de los líderes se
preocupa por cómo su equipo percibe la transparencia. Trabaja para mejorar este aspecto
siempre que sea posible, así, podrás tener la tranquilidad de que los miembros de tu
equipo confiarán en ti, lo que a su vez mejorará las relaciones.
Aumenta la claridad de las tareas. ¿Las tareas no son claras porque esa es la naturaleza
del trabajo o hay procesos que se pueden organizar un poco? Intenta estructurar las tareas
para que el equipo pueda completarlas más fácilmente.
Incrementa tu autoridad. Si más poder e influencia podrían ayudarte a liderar mejor,
intenta elaborar un argumento para presentarlo a la alta gerencia. Quizá puedas obtener
un ascenso a un puesto de mayor jerarquía.
Ejemplos de la teoría de Fiedler en acción
Principalmente, hemos explorado el modelo de Fiedler en teoría, pero ahora echaremos un
vistazo a algunas situaciones del mundo real que ayudarán a aclarar cómo podría darse en una
organización.
Imagina que hace poco te contrataron como cogerente en una empresa emergente de tecnología.
El equipo de 12 personas ha estado trabajando en conjunto durante un poco más de un año. La
razón de que te hayan contratado es que el gerente actual necesita ayuda para mejorar la
estrategia de la empresa.
Desventajas
Independientemente del estilo de liderazgo y el control de la situación, cada equipo necesita las
herramientas adecuadas para comunicarse correctamente y lograr los objetivos de la
organización. Si tu equipo sabe quién está haciendo qué y para cuándo, podrá trabajar
mejor y desarrollar relaciones de colaboración. La mejor forma de hacerlo es con un software de
gestión del trabajo que te ayude a mantener a todos encaminados y a ahorrar tiempo y energía a
medida que perfeccionas tus habilidades de liderazgo.