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Ideologias y Creencias Del Hombre Actual
Ideologias y Creencias Del Hombre Actual
Ideologias y Creencias Del Hombre Actual
Filosofía lll.
La secularización.
El fenómeno de la secularización.
Hasta hace muy poco tiempo, se daba por supuesto que ninguna sociedad podía
subsistir si no estaba unida a una religión común. En aquellas sociedades los
monarcas gobernaban en nombre de Dios, hasta el extremo de que eran ungidos
con óleo, igual que los sacerdotes.
Francia tenía el privilegio de que dicha unción iba unida a un milagro, porque se
hacía con óleo, que había bajado milagrosamente del cielo, traído, según unos, por
un ángel; según otros, por una paloma; y según los más conciliadores, por un ángel
en forma de paloma.
El hombre moderno pensará que la economía fue siempre una actividad secular.
Pues bien, no es así. En las sociedades antiguas, el campo económico mantenía
una relación muy especial con lo sagrado. La siembra de los campos iba unida a
una serie de ritos sagrados (la unión sexual del rey con la sacerdotisa a la que
atribuía la fertilidad de los campos). El cristianismo, y antes todavía el judaísmo,
abolió tales ritos; pero, hasta hace poco, era todavía frecuente asperjar los campos
con agua bendita.
Hoy ya no son los párrocos, sino los notarios, quienes registran los testamentos; y la
iglesia ha ido cediendo cada vez más protagonismo frente al Estado en los campos
educativo, sanitario y de servicios sociales.
Secularización y secularismo.
El teólogo, sabe que en el pasado predominó una imagen falsa de Dios que no
respetaba suficientemente su trascendencia. Dicho con otras palabras: colocaba a
Dios al mismo nivel que las causas segundas: producía las enfermedades como un
microbio más; las curaba como un médico más; garantizaba las buenas cosechas
igual o mejor que las semillas de alto rendimiento; etc.
Biblia y secularización.
Jesús, en cambio, hace caso omiso de todo eso. No tiene reparos en tocar a los
leprosos o a los muertos ni en dejarse tocar por una mujer que padecía flujo de
sangre. Declara igualmente que ningún alimento hace impuro al hombre.