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La Figura Esperpentica de Zacarias El Cruzado

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Título: La figura esperpéntica de Zacarías el cruzado

Nombre: Norma Leticia Ferraez Corral

Abstract: Tirano Banderas es una novela emblemática de la generación del 98, además de ser
reconocida como las precursoras de la novela del dictador. Por medio del esperpento, Valle Inclán
logra hacer una crítica de la tiranía en una ciudad ficticia. Los críticos reconocen que en la novela
se encuentra un Tirano por excelencia, Santos Banderas, el cual tiene todas las características del
esperpento, sin embargo, Zacarías el cruzado, personaje secundario, se considera como una
excepción dentro de la novela. En el presente trabajo se intenta demostrar lo contrario. Cada
personaje, espacio y situación se encuentran inmersos en lo grotesco.

Ramón María del Valle Inclán es un escritor gallego, nacido en Villa Nueva de Arosa en
1866. Fue un importante dramaturgo, poeta y novelista. Formó parte del modernismo en España y
se encuentra próximo a la generación del 98. Es considerado uno de los autores claves en la
literatura española del siglo XX. Aportó el concepto del esperpento en la literatura. La RAE lo
define como “Persona, cosa o situación grotescas o estrafalarias”. En una definición hecha por el
mismo Valle Inclán, lo refiere como una estética sistemáticamente deformada. Lo menciona en
Luces de Bohemia (1920) explica que el concepto parte de Goya, sin embargo, él lo adopta
literariamente. Se trata de una deformación de la realidad. El esperpento caracteriza a la obra, el
léxico, estilo y las figuras. Existe una etapa donde hizo las obras esperpénticas, abarca de 1920
hasta 1932: Luces de bohemia (1920); la trilogía Martes de carnaval que está conformada por Los
cuernos de Don Friolera (1921), Las Galas del Difunto (1926) y La Hija del Capitán (1927);
Autos para siluetas y melodramas para marionetas la primera contiene las cuatro piezas que
integran el Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte: El Embrujado y Son
Ligazón (1926), Sacrificio (1927) subtituladas Autos para siluetas; Melodramas para marionetas
está formada por dos La rosa de papel (1924) y La Cabeza del Bautista (1924); Tirano
Banderas (1926) y El ruedo ibérico (1927-1932).

En este ensayo hablaremos sobre Tirano Banderas. Narra la historia de un dictador en


tierras latinoamericanas. El esperpento se puede observar en la conformación del espacio, desde
la composición oscura del lugar “Un globo de colores se quemaba en la turquesa celeste, sobre la
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campa invadida por la sombra morada del convento. Algunos soldados, indios comaltes de la selva,
levantaban los ojos. Santa Fe celebraba sus famosas ferias de Santos y Difuntos.” (Valle Inclán,
16) el escenario de la obra será en Santa Fe de tierra firme, a lo largo de tres días, en los primeros
días de noviembre. Valle Inclán expide su opinión sobre la tiranía y la postra en esta obra, ayudado
del esperpento, es decir, toda esta realidad se ve ironizada. Santos Banderas, el personaje principal
está descrito como “el garabato de un lechuzo” y en toda la obra el autor se burla de él. Es
importante entender que el recurso estético es para mostrar la visión de Valle Inclán.

Existen indios, negros, criollos, españoles, y los ministros extranjeros conviviendo en esta
tierra. Las relaciones entre los personajes van a ser importantes, puesto que se ve reflejada la
opresión de los españoles hacia las clases bajas. La explotación y vulnerabilidad de los indios. La
dictadura extrema que llevaba Santos Banderas ofuscada por una diplomacia intacta. Los
gachupines, forma de llamarle a los españoles que vivían en Latinoamérica, eran personas crueles
y déspotas que abusaban de su poder, la ironía es clara cuando el autor les llama “honrado
gachupín”. Son personajes que viven entre vicios y sus descripciones son grotescas también, tal es
el caso de Don Celestino “chaparro y negrote, con el pelo en erizo, y el cuello de toro desbordante
sobre la tirilla de celuloide: la voz fachendosa tenía la brutalidad intempestiva de una claque de
teatro.” (Valle Inclán, 18)

Existe a su vez, la contraposición de los criollos que luchan por la revolución. La obra se
verá desde el bien y el mal, lo claro y lo oscuro, haciendo dicotomías entre personajes y espacios.
El tirano se desenvuelve siempre en un lugar oscuro, los revolucionarios denotan un espacio con
luz “El circo Harris, en el fondo del parque, perfilaba la cúpula diáfana de sus lonas bajo el cielo
verde de luceros” (Valle Inclán, 37)

La estructura de la novela se encuentra dividida de manera simétrica. Se divide en siete


partes, cada parte tiene tres libros y estos a su vez, se dividen en siete partes, excepto la parte
cuatro, esta se divide en siete libros y es considerada la parte central del texto. Valle Inclán utiliza
este recurso para acentuar la matemática perfecta del esperpento. También la historia se desarrolla
en tres días. Los números mágicos están sistemáticamente puestos en la novela. La intervención
de los personajes con más relevancia igualmente está medida; el tiempo no avanza de manera lineal
en la novela, funden pasado, presente y futuro. Hay acciones simultáneas para darnos una visión
total de la historia.
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Es menester hablar sobre la novela en general, para así podernos concentrar en el personaje
central de este ensayo, Zacarías San José. Los críticos dicen que Valle Inclán crea una fauna
humana, es decir, que todos los actantes están sujetos a una animalización, como se mencionaba
anteriormente, Santos Banderas es quien recibe la mayor parte de la ironización por parte del autor,
no obstante, todos los personajes están sujetos a una máscara, esta es un recurso utilizado en el
teatro. Excepto Zacarías San José, Víctor Ouimette en su ensayo El centro patético en Tirano
Banderas dice que es la “personificación y ejemplificación de las causas humanas de la revolución
en tanto victima racial y social de la tiranía.” (243) y su destino trágico así lo apunta, pero no se
salva de la esperpentización de Valle Inclán. Asimismo, lo mencionan como la “excepción
humanizadora”

Aparece en tres ocasiones, la primera en el prólogo, en la parte cuatro y, finalmente, en el


epílogo. A primera instancia no parece relevante en la configuración de la obra. Desde una
perspectiva anecdótica Zacarías se ve afectado por la tiranía de Santos Banderas y las acciones de
los españoles déspotas. Ayuda a un criollo que confinaba con el tirano y por motivos personales
se cambia de bando con los liberales. Deja sola a su esposa e hijo para pelear por las causas
establecidas por los revolucionarios. A su regreso encuentra una escena atroz que lo hace moverse
por una pasión ciega y tomar venganza.

Toda esta aparición del personaje se podría dividir en tres partes; la primera cuando llega
el coronelito Gándara por él y se marchan donde Filomeno; la segunda a su regreso y la escena
atroz de su hijo; la tercera cuando toma venganza. Este hilo tripartito nos ayudaría a hacer una
diégesis propia para las apariciones de Zacarías y así, sea más fácil de analizar. Para esta
investigación vamos a partir con el concepto de esperpento que Julio Verdi escribe en su tesis El
origen del bien y el mal visto desde la estética valleinclaniana de la Lámpara maravillosa y los
personajes de Tirano banderas:

El esperpento es una herramienta de crítica social que se basa en el uso de la imagen


del espejo cóncavo por el cual la imagen reflejada a través [sic] de el la imagen
resultante es una imagen deforme. En analogía con la sociedad, el espejo no sólo
arroja la imagen individual del ser humano, sino que refleja también las relaciones
que hay entre los componentes que integran la sociedad. Dichas relaciones serán
también esperpénticas. Las relaciones sociales que son interpretadas a través de la
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imagen surgen usualmente de manera cruda, irónica y en ocasiones hasta grotesca.


(20-21)

Partiendo de este concepto iniciaremos con el análisis. Una herramienta de crítica social
donde la realidad se deforma, es decir, Santa Fe de Tierra firme es un lugar ficticio donde todas
las relaciones establecidas ahí tienen su semejanza con la realidad; Valle Inclán hizo un viaje a
México en 1921 y esto incluyó en su opinión, indudablemente, hace alusión a México. No se podría
asegurar que Santos Banderas es Porfirio Díaz, pero tiene características de él, su primera instancia
en el país fue en 1911 de momento estaba en el poder esta figura. Zacarías forma parte de este
espacio ficticio, por ende, se ve afectado por la crítica social que hace el autor. Se ve influido por
todas estas relaciones, el ambiente, por lo tanto, interviene de forma importante en las acciones
que va a desarrollar y que le caracterizan como un personaje esperpéntico y no es una visión
individual del personaje, si no, la posibilidad de aplicarse a toda su raza.

Si nos remitimos a la definición que la RAE aporta sobre la palabra cruda, hablamos sobre
algo cruel, despiadado. Así se torna Santa Fe de Tierra firme y nuestro objeto de estudio Zacarías
quedaría con esas características. La ironía es una burla fina y disimulada, habría que preguntarse
si realmente Valle Inclán se está burlando o qué es lo que pretende al crear ese personaje. El autor
menciona en una entrevista que le gusta la impasibilidad en el arte, algo imperturbable, el arte por
el arte; desde este enfoque dice que hay tres maneras de percibir un personaje: de rodillas, de pie,
y desde lo alto. La primera consiste en ver al actor como un dios, algo monumental y superior. La
segunda lo ve como un igual, no hay rasgos de inferioridad, pero tampoco superioridad,
simplemente alguien igual. Y desde lo alto, evidentemente, consiste en minimizar al personaje,
verlo desde un punto de vista demiúrgico y esto se puede ver en todos los personajes que él crea,
al final cumplen la voluntad del creador. Este recurso ayuda a la ironización en su novela. Lo
grotesco, en cambio, es algo irregular y difícil de apreciar, no resulta agradable a la vista de todos.

Dentro de las características del esperpento tomaremos tres para demostrar que Zacarías
también es una figura esperpéntica. Lo grotesco, las técnicas de reducción inmersas y los presagios
como un elemento clave en el desarrollo de la representación del indio valleinclaniano.

Precisar lo grotesco resulta difícil, puesto que cae en la comicidad o en lo sublime. En este
caso, dentro de lo grotesco encontraremos lo monstruoso, García lo explica como “Extraños y
horribles elementos, inmersos en un mundo inaccesible que agoniza, y nos horroriza, asombra y
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atormenta.” (10) en este caso se podría apreciar cuando encuentra a su hijo devorado por los cerdos
“… levanta un despojo sangriento. ¡Era cuanto encontraba de su chamaco! Los cerdos habían
devorado la cara y las manos del niño. Los zopilotes le habían sacado el corazón del pecho. (Valle
Inclán, 116) nos encontramos ante una descripción completamente cruda. A Zacarías el cruzado
le causa horror ver esto, posteriormente, carga a su chamaco y lo utiliza como amuleto. Don
Quintin Pereda incluso lo cree parte de un crimen. Se comieron a su hijo y él lo lleva consigo para
hacer venganza.

Previo a esta aparición nos situamos en la primera parte de la división que hicimos para
este capítulo, la descripción del mismo “Zacarías San José, a causa de un chirlo que le rajaba la
cara, era más conocido como Zacarías el cruzado. (Valle Inclán, 82) es un personaje feo, tiene la
cara desfigurada y de un carácter taciturno. Su casa está en las afueras y es un ambiente oscuro.
Valle Inclán crea un personaje monstruoso que hará cosas terribles.

Y también está presente la crueldad y el horror en la obra:

El cruzado, con súbita violencia, rebota la montura, y el lazo de la riata cae sobre el
cuello del espantado gachupín, que se desbarata abriendo los brazos. Fue un
dislocarse torbellinado de las figuras, al revolverse del guaco. Un desgarre
simultaneo. Zacarías, en alborotada corveta, atropella y se mete por la calle,
llevándose a rastras el cuerpo del gachupín. Los tregan las herraduras y trompica el
pelele, ahorcaba el extremo de la reata. El jinete, tendido sobre el borren, con las
espuelas en los ijares del caballo, sentía en la tensa reata el tirón del cuerpo que
rebota en los guijarros. Y consuela su estoica tristeza indiana Zacarías el cruzado.
(Valle Inclán, 126)

Consuma su venganza de esta manera, después de enseñarle el cadáver de su hijo procede


a matar al gachupín de una forma violenta. Zacarías, impasible se deja llevar por la pasión ciega
de la venganza, un pensamiento insistente que taladraba sus sienes, un pensamiento solitario y una
torva resolución que le apretujaba el alma lo llevaron a asesinar a Don Quintín. La crueldad se ve
presente en las acciones del indio y el horror en la descripción, como se vio en la escena de los
cerdos comiéndose al niño. El homicidio de un infante siempre presupone la crueldad, no hay
hecho más atroz que la muerte de los inocentes.
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Otro elemento a analizar serían las técnicas de reducción. 1 que utiliza García, en este caso
sólo usaremos una: la reducción de lo humano a la condición animal. Pasa de estar con un
pensamiento constante que le consume, cavilando en el atardecer a las moscas que le rodean y eso
no le perturbaba sus acciones completamente animales, se dejó llevar por el instinto de la venganza
sin poder detenerse. Una muerte horrorosa como la que arribó a su pequeño. Nunca se quitó su
máscara indiana, el autor pudo someterlo a su voluntad, no fue independiente a los deseos del
autor, es decir, Zacarías actúa como una bestia azotando a su presa. De esa manera se ve reducida
la conciencia racional.

Otro de los elementos presentes es el mal agüero, y los presagios de un advenimiento


maligno. Se pueden observar al principio de la obra cuando Zacarías nota algo inusual en el
ambiente y lo atribuye a una superstición “Taciturno bajo una nube de moscas, miraba de largo en
largo el bejucal donde había un caballo muerto. El cruzado no estaba libre de recelos: aquél
zopilote que se había en el techado, azotándole ron negro aleteo, era mal presagio.” (Valle Inclán,
83) es interesante cómo el autor maneja la figura del indio de manera respetuosa, lo describe como
un personaje completamente sabio “el alfarero movía los pinceles con lenta minucia, cautivo en
un dual contradictorio de acciones y pensamientos” (83) en ese momento estaba sumergido en una
nube de pensamientos que le indicaban la posibilidad de algún mal advenimiento. La tierra le
estaba hablando para decirle lo que pasaría.

De igual manera, Valle Inclán traza esas tradiciones ancestrales de la raza para describirlo.
La Chinita, su esposa, en cambio la describe como una mujer sumisa, pero impasible. Cuando
acude con Don Quintín Pereda a valuar la tumbaguita y él se la quita, se enoja y empieza a pelearle,
muestra un lado de fortaleza, sin embargo, cuando llegan los oficiales a arrestarla se observa la

1
Julio Verdi en su tesis El origen del bien y el mal visto desde la estética valleinclaniana de la Lámpara
maravillosa y los personajes de Tirano banderas menciona que según García las técnicas usadas para
expresar el tipo de literatura esperpéntica son:
Técnicas de reducción:
Reducción de los humanos a la condición animal, en todas sus servidumbres y
atributos.
Reducción del hombre al mundo de lo inanimado (vegetal o mineral). En
equivalencia a una completa cosificación y automatización.
Reducción por destrucción del símbolo (desheroización o desimbolización).
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opresión de los españoles hacia su raza. El abuso del poder la separan de su hijo y sucede la
tragedia. Son una figura oprimida completamente, Valle rechaza esta idea.

Cuando habla sobre la «“máscara verdiña”. Estrechamente unida a esa máscara, el


personaje se caracteriza por su impasibilidad, por su fijación alucinada, que habría que relacionar
con el uso ritual, entre los indios mexicanos, de drogas alucinógenas como el peyote o el hachís.»
(Rodríguez, 8) señala uno de los rasgos culturales que caracterizan el aspecto religioso indigena y
supondría la posibilidad de un arquetipo valleinclaniano del indio. Así como Santos Banderas es
la figura del dictador desde la perspectiva del autor y los gachupines conforman también la idea
del español en México, el indio podría ser un reflejo del aspecto social imperante en la época.

Dru Dougherty en su libro Un valle-Inclán Olvidado: entrevistas y conferencias recopiló


documentos aparecidos en España y México, en donde Valle expresa su vínculo con México y
las relaciones ideológicas y políticas. Se puede observar la afinidad que el autor sentía por el
país.

Siguiendo la ruta tradicional de una raza aventurera, me fui a México, acerca de


cuyo país abrigo la creencia de que es el pueblo de América mas fuerte y de porvenir
glorioso […]. La misma ferocidad de sus luchas actuales es pregonera de la noble
exaltación, y de la inquietud de un pueblo, que se conmoverá constantemente con
terribles revoluciones; pero que constantemente también irá contra sus propios
vicios para destruirlos. (53)

Y finalmente, en el mismo libro menciona su opinión respecto al indio, propiamente.


“México […] es acaso uno de los países mas grandes del mundo. Sin duda el mas grande de
América. Es una república de bronce […]. En México los hombres blancos, Madero y Obregón
lucharon heroicamente por la redención del indio, borrando algunas viejas leyes hereditarias que
le denigraban y envilecían. “(198)

Valle Inclán quiere reivindicar esa postura de los hombres blancos hacia los indios porque
no merecen ser oprimidos de esa forma. Los respeta como una figura ancestral y conoce sus
creencias y tradiciones. De esta manera, podría decirse que crea un personaje colectivo por medio
de Zacarías el cruzado. Todo este imaginario que crea en Santa Fe de Tierra Firme y las relaciones
que se establecen entre los personajes no van a ser mas que la crítica social expuesta por el autor.
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Las características que figuraban en la época. Cada personaje tiene una representación colectiva
de la sociedad. De igual manera el espacio y el ambiente van a influir en el pensamiento de los
personajes, este juego de claro y oscuro como se aludió en líneas atrás que ambién tiene su
justificación. Valle Inclán hace esta novela magistral con una ironía fina y haciendo uso del
esperpento para vaciar su crítica social de manera excelsa.

A manera de conclusión, Valle Inclán no mira a Zacarías como a Santos Banderas o a los
gachupines, si bien es cierto, ofrece una visión diferente, pero no por ello está exenta de
esperpentización. El esperpento como sistema no plantea excepciones dentro de la novela. Se
forma con elementos heterogéneos que desempeñan diferentes funciones en el conjunto, pero
ninguna de ellas se escapa de la deformación.

Por este motivo, Zacarías San José no se escapa de esta estética y de la utilización de los
criterios del esperpento. Desde esta óptica, resulta una persona grotesca ante la vista, que actúa
con un automatismo bestial y violento, reduciendo su conciencia racional a una completamente
animal. La magia negra está presente; igual que Santos Banderas resulta una figura supersticiosa
lo es también Zacarías. El ambiente donde ambos se desarrollan es oscuro y la muerte es un
elemento que acecha a los personajes en esta descripción grotesca, pero no carente de un
esteticismo que muestra su visión del México de esa época.

Bibliografía

Dougherty, Dru. Iconos de la tiranía: La recepción crítica de Tirano Banderas (1926-2000).


Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela, 2011. Digital.

Dougherty, Dru. Un Valle Inclán olvidado: entrevistas y conferencias. Madrid:


Espiral/Fundamentos, 1983. Digital.

García Cruz, Álvaro. Los Aztecas. Madrid: Edimat libros, S.A. 2006. Digital.
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Valle Inclán, Ramón del. Tirano Banderas: Novela de tierra caliente. México, CINAR editores:
2012. Impreso.

Verdi, Julio N. El origen del bien y el mal visto desde la estética valleinclaniana de la Lámpara
maravillosa y los personajes de Tirano banderas. Texas State University. for the degree of Master
of Arts, 2013. Digital.

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