Guadalupe Victoria Periodo de Gobierno
Guadalupe Victoria Periodo de Gobierno
Guadalupe Victoria Periodo de Gobierno
Periodo de Gobierno
1824-1824
José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, su nombre auténtico, fue junto con
Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, uno de los principales opositores a la conformación del
imperio pretendido por Agustín de Iturbide. Su propuesta, alimentada por su concepción de
la independencia y de la organización del Estado nacional fue siempre invariable, atenta a
los intereses colectivos en pro de la instauración de una república representativa, popular y
federal, con poderes autónomos, conformada por estados libres y soberanos.
La visión clara de la nación y del papel que debería tener México en el contexto
internacional, mantiene hasta nuestros días a Guadalupe Victoria como un hombre de
instituciones y leyes, destacando su voluntad, su lealtad y su fe inquebrantable por realizar
sus propósitos personales con respeto a los derechos, costumbres y tradiciones.
El general Guadalupe Victoria supo vivir en la medianía con honestidad, siempre dispuesto
a servir a la patria, no a servirse del poder.
Como hombre de una sólida instrucción, comprendió que sería a través de las instituciones
como se trascenderían las acciones del gobierno más allá de los hombres. Por ello, no dudó
en formar las instituciones que fueran necesarias y las circunstancias lo permitieran para
impulsar, primeramente, la educación para conservar el legado patrimonial, para desarrollar
las rutas comerciales con el exterior.
Otros hechos notables de su gestión fueron haber dado carácter jurídico al Distrito Federal
como sede de los poderes nacionales, así como la organización de la administración pública
con la creación de la Tesorería General de la Nación.
Fue el solar veracruzano el teatro principal de sus hazañas épicas y fue aquí en nuestro
Estado, en la hacienda de Acazónica, antigua cabecera del municipio de Paso de Ovejas, en
dónde tuvo amplia y plena justificación el cambio intuitivo y prodigioso que hiciera de su
nombre doble símbolo del mexicanismo y el más claro anuncio del triunfo de los ideales
nacionales, además de haber sido en esta hacienda, notificado para asumir el cargo como
primer presidente constitucional de México.
Fueron diversas y bastas las regiones en nuestro Estado privilegiadas por el trabajo y
esfuerzo de Guadalupe Victoria. Invariablemente, su actuación como legislador y
gobernante fue orientada hacia el beneficio común, desde el mismo corazón de la entidad,
hasta sus zonas de playa y montaña: Puente Nacional, Paso de Ovejas, Xalapa, Perote,
Tlapacoyan, Misantla, Martínez de la Torre, Nautla, Teocelo, Xico y Naolinco,
orgullosamente de Victoria, se vive el recuerdo glorioso del que fuera primer presidente en
nuestro régimen republicano.
Fue su estancia en nuestra tierra, desde 1811 hasta el día de su muerte en 1843, en la
fortaleza de San Carlos, en el municipio de Perote, Veracruz, constancia de entrega a los
ideales de libertad, progreso y consolidación del naciente Estado nacional. Aquí vivió, aquí
sufrió y aquí disfrutó su obra quien, desde Puente Nacional, combatió con éxito al invasor,
quien renunció a su lugar en el triunvirato por mantenerse en la defensa de esta región, la
que gobernó y representó con dignidad, desde donde enfrentó la lucha personalista de las
fracciones y de los partidos, cuyo penoso transitar comprendió la consumación de la
independencia hasta que México entró a los terrenos de una organización institucional
republicana.
Esa fue su actitud, entonces, significándose como una prueba más de la constancia y
firmeza y su conducta desde el primer periodo revolucionario. Consumador del movimiento
independiente, fue una de las voces que al unísono se alzaron con el arma empuñada,
configurando el más frontal reclamo de libertad para hacer de nuestro país el producto del
albedrío de un pueblo que había definido ya su forma de desarrollo democrático
institucional.
Es precisamente el legado de Guadalupe Victoria lo que guía la actuación acertada que nos
ha permitido a los veracruzanos, la valentía e inteligencia de superación de nuestro
problemas a través de un proceso democratizador y de participación conjunta en el
quehacer político, que redunda en importantes logros en el bienestar de todos los
veracruzanos.