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Guerra de Los Mil Días

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Guerra de los Mil Días

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Guerra de los Mil Días

Parte de Guerras civiles de Colombia

Departamentos de Colombia al finalizar el siglo XIX

Fecha 17 de octubre de 1899 - 21 de


noviembre de 1902 (1130 días)

Lugar Actuales territorios


de Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador.

Resultado Victoria conservadora.

Consecuencias Se crea la hegemonía conservadora y


termina con la disolución del Partido
Nacional.

Beligerantes

La Guerra de los Mil Días fue un conflicto civil de Colombia disputado entre el 17 de octubre de
1899 y el 21 de noviembre de 1902, en un principio entre el Partido Liberal y el gobierno
del Partido Nacional en cabeza del presidente Manuel Antonio Sanclemente, quien fue derrocado
el 31 de julio de 1900 por José Manuel Marroquín Ricaurte, representante del Partido
Conservador, en alianza con el liberal Aquileo Parra;7 a partir de entonces, y a pesar de dicha
alianza, la guerra continuaría entre liberales y conservadores históricos. Esta guerra se caracterizó
por un enfrentamiento irregular entre el ejército gubernamental bien organizado y un ejército de
guerrillas liberales mal entrenado y anárquico.8

El conflicto tuvo como resultado la victoria del Partido Conservador, la devastación económica de
la nación, más de cien mil muertos, la desaparición del Partido Nacional y el estado en que quedó
el país tras el conflicto se constituyó en la cima para que se diesen algunas de las condiciones
necesarias para la posterior separación de Panamá (que en ese entonces era uno
de los departamentos de Colombia) en noviembre de 1903. El brusco cambio provocado por la
derogación de la Constitución de Rionegro de 1863 (que reforzó el modelo federal) por
la centralista Constitución de 1886 (establecida bajo el mandato de Rafael Núñez), además de los
violentos intentos de cooptación de los conservadores históricos a través de Marroquín, como los
intereses liberales de retomar el poder, fueron las principales causas de la guerra.

Se trató de un conflicto internacional que se extendió parcialmente a países vecinos


como Ecuador y Venezuela, en los cuales se libraron batallas entre fuerzas colombianas y
ecuatorianas y/o venezolanas que apoyaban a los actores colombianos en conflicto. Otras
naciones como Guatemala, El Salvador y Nicaragua apoyaron a los liberales y a los conservadores
con armamento y suministros.910 Estados Unidos también intervino en acciones bélicas en
Panamá, donde una flota norteamericana garantizaba la seguridad del istmo desde el tratado
Mallarino-Bidlack de 1846.

Índice

Antecedentes[editar]

En el siglo XIX se registraron en Colombia varios conflictos regionales y guerras civiles, inicialmente
entre bolivarianos y santanderistas que fueron evolucionando a conflictos
entre conservadores y liberales.11

La Constitución de Rionegro, que reforzaba el estado federal establecido por los liberales, sembró
cada vez más las distinciones locales, como entre los mismos estados que en ocasiones tenían
ejércitos mucho más grandes que los del gobierno central y tenían derecho a declararse la guerra
entre ellos. En una situación salpicada de conflictos sociales y guerras civiles, se redactó
la Constitución de 1886 que pretendía, al contrario de la constitución anterior, un estado central
fuerte.

Con la Constitución de 1886 se dio también el concordato con la Santa Sede, mediante el cual la
educación en Colombia quedaba bajo el control de la iglesia católica, la cual determinaba los
textos escolares y universitarios que podían estudiarse estableciendo una censura por motivos
religiosos o políticos. Igualmente, todos los nombramiento de docentes quedaron bajo su
supervisión, desatándose en los centros educativos del país la persecución y expulsión de los
educadores que no profesaran la fe católica.[cita requerida] Los empleados públicos liberales fueron
despedidos y como lo relata Lucas Caballero en sus memorias, periodistas y críticos de los
gobiernos hegemónicos, como Ospina y Santiago Pérez, fueron encarcelados o condenados al
destierro; sin embargo, la oposición de otros como Rafael Uribe Uribe y Marceliano Vélez fue
permitida. Los liberales realizaron un intento de insurrección en 1895, y la exaltación y los
conflictos del momento generaron rencillas entre los candidatos de la oposición y los del gobierno
oficial.[cita requerida] Los empresarios y comerciantes opositores de los gobiernos de turno eran
hostigados y sus actividades eran obstaculizadas. Terminando el siglo XIX, en el congreso de
Colombia solo había un congresista liberal.[cita requerida]

En vísperas de la guerra, el país se encontraba dividido en varias corrientes políticas: los


nacionalistas, que conformaban el gobierno y se caracterizaban por ser altamente excluyentes con
los liberales, y los conservadores históricos, que aceptaban la necesidad de entenderse con los
liberales, que en aquel entonces eran un grupo político importante, se oponían igualmente a la
censura de prensa y a la restricción de los derechos individuales, como venían actuando los
nacionalistas amparados en un pasaje transitorio de la constitución de 1886.11

Los liberales también se encontraban fraccionados: aquellos que deseaban agotar las instancias
políticas para acceder al poder, y quienes estaban dispuestos a conquistar los espacios que el
Gobierno les cerraba mediante la confrontación armada.11

Causas[editar]

Ejército del gobierno en 1899.

Las elecciones presidenciales de 1898 se realizaron después de una campaña agitada por vientos
de guerra. Desde marzo de 1897, a nombre de los liberales, Nicolás Esguerra había propuesto un
frente nacional, con un ejecutivo plural de liberales y conservadores históricos que excluía del
gobierno a los nacionalistas.12 Por su lado, el partido conservador se oponía continuamente a todo
aquello que pudiese llegar a representar el gobierno de los nacionalistas; por ejemplo, declaraba
en el acuerdo 3 del 17 de agosto de 1899: «1. Que en la actualidad no existe vínculo político
ninguno entre el Gobierno, que es nacionalista y el Partido Conservador; y que, por el contrario,
los miembros de esta comunidad son sistemáticamente alejados de la cosa pública...Acuerda 1.
Declarar que el Gobierno actual, por su política y tendencias, no corresponde a los ideales,
prácticas y aspiraciones del Partido Conservador».

Sanclemente, debido a problemas de salud, tuvo que delegar provisionalmente el poder al


vicepresidente José Manuel Marroquín,13 esto fue aprovechado por los conservadores históricos
ya que Marroquín era cercano a este bando.14 Los primeros actos de gobierno de Marroquín, en
materia económica, sorprendieron a todos: los liberales lo aplaudieron y los nacionalistas se
sintieron defraudados. Marroquín había comenzado a desmontar la política proteccionista de
la Regeneración y a darle vía al libre cambio. Caro le envió mensajes de urgencia a Sanclemente
para que viniera a posesionarse, generándose un vacío de poder que permitió que se dieran las
condiciones para la guerra. Sanclemente asumió el poder en los primeros días de noviembre de
1898, poniendo fin, de esta forma, a los ochenta días de la administración Marroquín.

El vicepresidente Marroquín renunció acosado por las críticas de Caro el 20 de septiembre.


Las reformas políticas a favor del libre cambio que venían promoviendo los históricos y los
liberales eran opuestas a los postulados nacionalistas de la Regeneración, por lo que no podía
darse acuerdo alguno entre las agrupaciones. A su vez, en cuanto a la concepción del Estado, los
postulados conservadores y liberales se oponían a los del Partido Nacional.

La guerra se inicia con el asalto de Bucaramanga por parte de liberales mal organizados,
provocando la respuesta del gobierno central.

Sitios de las principales batallas de la Guerra de los Mil Días. Bogotá solo se muestra como
referencia.

Durante la primera fase del conflicto ambos bandos combatieron con ejércitos en grandes batallas
campales, siendo llamados sus comandantes los Generales Caballeros por el trato respetuoso que
daban los vencedores a los vencidos.4 Inicialmente esto se debía a la desconfianza de los altos
mandos liberales a sus propias guerrillas, consideradas bandoleras y anárquicas. El mismo
comando militar rebelde estaba dividido por rivalidades internas (belicistas y pacifistas), entre los
generales Justo Leónidas Durán, Benjamín Herrera y Rafael Uribe Uribe cuyo intento de unión y
coordinación a través del nombramiento de Gabriel Vargas Santos como Presidente Provisional de
la República fue un fracaso.

Los insurrectos recibieron el apoyo de liberales de otros países, en especial Venezuela. Se debe
mencionar que el conflicto degeneró en una larga guerra de guerrillas en la que ambos bandos
cayeron en excesos y brutalidades a una escala jamás vista en Colombia desde los tiempos de
la independencia.

Por otro lado los conservadores históricos agrupados en el partido conservador conspiraban
contra Sanclemente. Los máximos líderes del partido y de esa corriente, Marceliano Vélez y Carlos
Martínez Silva, escribieron cartas en que incitaban a los conservadores a no respaldar al
gobierno.12

Primera fase[editar]

La rebelión en Santander[editar]

El 17 de octubre de 1899, los liberales se alzaron en varias partes del país, empezando de
inmediato a atacar pueblos y ciudades ante la falta de reacción del gobierno, quien fue tomado
por sorpresa.15 Ese día, el general Juan Francisco Gómez Pinzón se declaró a favor de la guerra en
su hacienda La Peña, tomó la población de El Socorro y camino a San Gil derrotó a las tropas del
gobierno al mando del capitán Sanmiguel.10 Al día siguiente y en horas de la noche el coronel Juan
Francisco Garay inició el levantamiento liberal desde el barrio de Las Llanadas, sin resistencia
alguna de las autoridades locales, que huyeron a la localidad de La Cruz (hoy Ábrego). El coronel
Garay logró tomar posteriormente la población de Río de Oro, muy cercana a Ocaña, y se dirigió a
La Cruz para proteger el avance del general Justo Durán quien venía desde Cáchira a asumir la
comandancia de las fuerzas liberales del Magdalena y del norte de Santander. Cuando llegó,
encontró que los conservadores históricos habían firmado un pacto con el jefe liberal Adán Franco,
en el que censuraban al gobierno de Sanclemente.16 Los alzados consiguieron apoderarse de
prácticamente la totalidad del departamento de Santander, estallando levantamientos
en Boyacá, Tolima y Magdalena. Por tal razón, el gobierno declaró la ley marcial para todo el día
18 de octubre.1017

Las primeras derrotas militares para el bando liberal comenzaron días más tarde de haber iniciado
la guerra en la batalla de los Obispos en el río Magdalena el 24 de octubre cuando los rebeldes de
Santander intentaron establecer contacto con la costa por dicho río.18 Como resultado la flota
rebelde fue destruida y el general Durán, que planeaba iniciar operaciones en la ribera del
Magdalena, tuvo que limitarse a realizar recorridos por el territorio para incorporar sobrevivientes
a su causa, y después de haberse abastecido partió con los batallones Cazadores, Libres de Ocaña,
Carmen de Santander, Córdoba y La Palma a librar los combates de Peralonso (15 y 16 de
diciembre de ese año), Cáchira y Arboledas, entre otros.16

Los liberales quedaron aislados luego de la derrota en la batalla de los Obispos, por lo que les fue
imposible apoyar al general Vicente Carrera en el Tolima, quien fue derrotado y murió en San
Luis el 14 de noviembre,19 a partir de entonces las fuerzas liberales tolimenses quedaron reducidas
a acciones de guerrilla.2021 A pesar de este revés, las fuerzas liberales en Santander pasaron a 7000
hombres a finales de ese mes.22

La rebelión en el Cauca[editar]

A finales de octubre de 1899, en el departamento del Cauca también estallaron guerrillas liberales
que se tomaron a Tumaco y asaltaron a Palmira en noviembre, pero que resultaron vencidas. La
victoria rebelde en Peralonso les dio nuevos aires y empezaron a reclutar hombres en las
comunidades indígenas del Cauca, y también volvieron muchos liberales exiliados en Ecuador. Se
produjo un ataque rebelde contra Popayán el 25 de diciembre, siendo vencidos a veinte
kilómetros al sur de la ciudad, en Flautas. Muchos volvieron a huir a Ecuador, donde el presidente
liberal, Eloy Alfaro, armó a los alzados,9 quienes volvieron al ataque produciéndose una batalla
cerca de la frontera, en el sitio de Cascajal (ubicado en el municipio de San Lorenzo, departamento
de Nariño), el 23 de enero de 1900. La victoria gubernamental fue total y con ella acabó
momentáneamente la rebelión en el Cauca.23

La ayuda económica otorgada por el entonces obispo de Pasto, Fray Ezequiel Moreno y Díaz, hacia
las fuerzas conservadoras fue crucial para la victoria gubernamental en el territorio del actual
departamento de Nariño.

La rebelión en Panamá[editar]

Benjamín Herrera, comandante de las tropas liberales en Panamá.

A pesar de esto, los liberales, animados por su victoria en Peralonso, decidieron lanzar una
ofensiva sorpresa en Panamá donde tuvieron mucho éxito debido a la lejanía de este
departamento de la capital.24 El asalto fue encabezado por liberales exiliados en América Central,
en especial Nicaragua, donde su presidente José Santos Zelaya les dio un importante apoyo.
Finalmente los exiliados, dirigidos por Belisario Porras Barahona partieron el 31 de marzo de 1900
desde Punta Burica en un barco cargado de armas y suministros. Desembarcaron cerca de David el
4 de abril, donde derrotaron a la pequeña guarnición local, uniéndoseles dirigentes con sus
hombres en su inmediata marcha a la ciudad de Panamá. Porras, tras recibir la ayuda de Zelaya,
nombró al caudillo exiliado Emiliano Herrera, nativo del departamento de Boyacá, como
comandante de su ejército. Los rebeldes cometieron el error de no acelerar su marcha cuando
pudieron y llegaron refuerzos al mando del general Víctor Salazar a la pobremente defendida
capital departamental, que empezó a ser fortificada. Al mando de la misma estaba el gobernador
del departamento, el general Carlos Albán.25

Sin embargo, Albán, deseoso de entablar combate lo antes posible, no esperó a que las defensas
estuvieran listas y envió tres batallones a Capira a detener a los alzados. El 8 de junio se produjo el
combate y en un primer encuentro fueron vencidos los liberales; forzados a retroceder, el ejército
del gobierno los persiguió, lo que fue aprovechado para atraer a los gubernamentales a un terreno
difícil donde los liberales contraatacaron y derrotaron completamente a sus enemigos, que
retrocedieron a la capital departamental.26

Los liberales avanzaron hasta La Chorrera, donde establecieron su base de operaciones; su plan
era atacar el puente de Calidonia obligando al enemigo a concentrarse en dicho lugar, donde los
alzados podrían elegir y atacar los puntos más débiles. Sin embargo, Herrera decidió atacar el
puente solo con sus hombres sin esperar los refuerzos de Porras para así no tener que compartir la
gloria con él.27

Herrera avanzó y tomó posiciones el 20 de julio en una estación ferroviaria en Corozal, al día
siguiente llegó el gobernador Albán con tres batallones produciéndose una importante batalla en
que las fuerzas del gobierno fueron nuevamente vencidos y forzados a volver a la ciudad de
Panamá. Herrera aprovechó para iniciar inmediatamente negociaciones por su cuenta para
conseguir la capitulación de la urbe. Tras esto, cundió el pánico en la ciudad, se temía que fuera
saqueada y destruida en los combates, pero entonces el general Salazar convenció a su superior,
Albán, de que no debía rendirse y su única opción era resistir.

Patrullas gubernamentales detectaron a los alzados aproximarse por tierra y por mar en botes.
Enterado del próximo asalto, Salazar fortificó varios edificios y caminos, pero viendo lo vulnerable
que era la posición del puente de Calidonia, entendió que defenderla era un desperdicio y decidió
hacerlo con pocos hombres mientras fuerzas más numerosas estaban ocultas en los alrededores
esperando emboscar al enemigo. Cuando Porras llegó al lugar, Herrera volvió a desafiarlo y contra
sus órdenes atacó las posiciones fortificadas, resultando en una masacre (24 de julio).
Posteriormente, un ataque nocturno suyo fue detectado prematuramente y terminó en un nuevo
fracaso.28

En la jornada siguiente se llevó a cabo un alto al fuego en el que ambos bandos recogieron a sus
muertos y heridos, suspendido a las 16:00 horas cuando Herrera reinició sus ataques, que
volvieron a terminar en carnicerías para sus hombres. Los ataques terminaron cuando llegaron
noticias de la venida de refuerzos gubernamentales desde Colón; tiroteos esporádicos se
sucedieron hasta el día siguiente cuando sus fuerzas retrocedieron al interior de la península de
Azuero, ocultándose en la selva. Mientras, el gobernador Albán lograba en poco tiempo
restablecer su control en todo el departamento.29

Ofensiva en Santander[editar]
Rafael Uribe Uribe.

Conforme al avance de la guerra, esta tomó un giro más represivo y cruel. Incluso la población se
dividió para tomar parte en cada bando de un modo más fanático, pese a los esfuerzos de cada
partido por obtener victorias que luego serían ilusorias. En Santander los liberales se
reorganizaron y decidieron tomar las estratégicas urbes de Cúcuta y Bucaramanga; el general
Herrera atacó la primera con un gran ejército y el comandante de las tropas gubernamentales en
la plaza, general Juan B. Tobar, la evacuó con sus tropas y se dirigió a reforzar las defensas de la
segunda ciudad. Las tropas restantes en Cúcuta, al mando del coronel Luis Morales Berti
(quinientos hombres bien armados) se rindieron el 1.º de noviembre de 1899, la ciudad pasó a ser
su base principal de operaciones.30 Ahí los liberales lograron juntar, según ellos mismos, unos 8000
a 10 000 hombres bien armados (más 1500 a 2000 llaneros que logró juntar Vargas Santos) para
enfrentar la segura ofensiva del gobierno que tendría 8500 soldados en Boyacá listos para
atacar.3132 Sin embargo, estas cifras, respecto de las fuerzas liberales, son rechazadas actualmente,
cifrando el número de alzados en 3500, muchos de ellos armados solo con machetes; por otro
lado, las fuerzas del gobierno que marchaban contra ellos llegaban a los 10 000.33 Los hombres de
Uribe Uribe, en tanto, atacaron Bucaramanga el 11 de noviembre, la ciudad fue defendida por el
general Vicente Villamizar, quien tuvo éxito y, tras dos días de feroz batalla, forzó al enemigo a
retroceder.34 Uribe Uribe se unió a Durán y con unos 2000 hombres marcharon a unirse a
Herrera35 empezando entonces una importante ofensiva al interior del país. Sin embargo, esta
derrota le costó el título de Comandante en Jefe de las fuerzas liberales,36 rango que recibió el 12
del mismo mes, ya que más encima se retiró del campo de batalla cuando sus soldados seguían
atacando.37

En la batalla de Peralonso, Uribe Uribe consiguió derrotar a Villamizar y cruzar el río Peralonso,38
pudiendo tomar Pamplona el día 24, uniéndoseles a las tropas liberales el general Vargas Santos y
una columna de llaneros en la jornada siguiente; Vargas fue nombrado Presidente Provisional de la
República para unificar el mando liberal.39 Vargas era un combatiente y dirigente veterano de
varias rebeliones, caudillo de Casanare y fue recibido por entusiasmo por las desesperadas fuerzas
liberales,40 que sumaban más de 12 000 hombres según ellos.41 Por desgracia, y a pesar de su
prestigio como líder de la anterior rebelión liberal, carecía de talento militar, además intentó
desmovilizar las tropas de Uribe Uribe quien era un poderoso rival suyo y trató de apartarlo
políticamente contribuyendo con eso solo a dividir a sus fuerzas. Los liberales terminaron por dar
mayor importancia a la lucha entre Vargas Santos y Herrera contra Uribe Uribe que a la lucha
común contra el gobierno nacionalista.42 Ante esto, Uribe Uribe decidió continuar la marcha
aprovechando que el gobierno estaba distraído por el alzamiento de Antioquia del 1.º de enero de
1900, asediando la ciudad hasta su rendición.42 En estos momentos, más de 5000 hombres
avanzaban con Uribe Uribe mientras más de 6000 quedaron de reserva guarneciendo a Cúcuta43
(las cifras reales probablemente eran más modestas).33 Los hechos en Panamá y el Cauca
mostraron al gobierno colombiano que la insurrección generalizada en todo el país había
fracasado y era posible acabar uno por uno con los focos alzados tras lograr aislarlos. El presidente
Sanclemente preparó una ofensiva contra el principal bastión en Santander, reemplazó a
Villamizar por el general Manuel Casabianca, quien estaba decidido a detener el avance rebelde
contra Bogotá. Aprovechando la inacción de los liberales ubicados cerca de Cúcuta, Casabianca fue
capaz de reunir sus fuerzas (unos 9000 hombres) mientras el general José María
Domínguez avanzaba hacia la ciudad desde Ocaña. Casabianca advirtió al gobierno que la columna
de Domínguez podía ser fácilmente aislada y destruida por los liberales pero no fue escuchado.29

Viendo el peligro que significaba aquella ofensiva conjunta para sus fuerzas, Vargas Santos, quien
se hallaba planeando tras Peralonso como continuar la campaña, ordenó a Uribe Uribe y Herrera
acabar con Domínguez. Uribe Uribe marchó rápidamente a intentar impedir que ambas fuerzas
gubernamentales se reunieran, ya que Casabianca marchaba rápidamente a auxiliar a Domínguez.
Ambos generales esperaban reunirse en Pamplona. Mientras, Herrera aprovechó para atacar y
derrotar a Domínguez en Gramalote (2 de febrero), los restos del ejército gubernamental huyeron
a la cercana hacienda de Terán, pero Herrera se dedicó a celebrar y no los persiguió. Finalmente
aprovechó para enviar algunas tropas que fingieron ser refuerzos del gobierno y lograron capturar
a Domínguez, quien salió a recibirlos. Enterados de esto, la mayoría de sus tropas capitularon y
solo unos pocos volvieron a Ocaña. La victoria de Terán dio a las tropas de Uribe Uribe un botín
enorme, incluyendo más de dos mil rifles. Temiendo ser reemplazado por su subalterno, Vargas
Santos ordenó a sus tropas retroceder a Peralonso desaprovechando la oportunidad de avanzar
contra el gobierno en su momento de mayor debilidad.44

La rebelión en el Tolima[editar]

Ramón "El Negro" Marín, guerrillero liberal del Tolima.

El departamento del Tolima era el lugar de operaciones de los guerrilleros Ramón "El Negro"
Marín, oriundo de Marmato, y Tulio Varón. Las fuerzas de ambos asaltaron en enero de 1900 a la
población de Honda en donde se apoderaron de las municiones y rifles almacenados en el cuartel,
e igualmente secuestraron al embajador español Manuel Guirior, el cual fue dejado en libertad
después del pago de 100 pesos oro; luego siguieron en su avance hacia La Dorada. Continuando
con su campaña contra los conservadores, en noviembre de dicho año las fuerzas guerrilleras
conjuntas de Marín, Varón, Aristóbulo Ibáñez, Juan MacAllister y Avelino Rosas atacaron
en Girardot a las fuerzas del gobierno al mando de Nicolás Perdono con el fin de apoderarse de
pertrechos y armas provenientes de Europa, pero después de un día de combate fueron
rechazados.10

En abril de 1901 el batallón Pagola fue atacado por la guerrilla de Tulio Varón mientras acampaba
en su camino desde Antioquia, quedando solamente veinte soldados sobrevivientes. Varón
continuó con sus incursiones nocturnas en campamentos del ejército, y es así como en la
madrugada del 31 de agosto sus fuerzas sorprendieron al ejército apostado en la hacienda La
Rusia, al norte del Tolima, matando más de quinientos soldados a cuchillo. El 21 de septiembre
Tulio Varón tuvo el infortunio de asaltar Ibagué en estado de embriaguez, junto con su tropa,
cayendo muerto de un disparo. Tras ello su cadáver fue arrastrado hasta la casa donde vivía su
mujer.10

Segundo alzamiento en el Cauca[editar]

El presidente ecuatoriano Eloy Alfaro.


El éxito liberal en la hacienda Terán (Santander) motivó un nuevo alzamiento en el Cauca; con
apoyo del presidente ecuatoriano Eloy Alfaro, los colombianos exiliados lanzaron una nueva
ofensiva. Sin embargo, las fuerzas nacionalistas eran fuertes en la región por el apoyo de la Iglesia
católica, liderada por el obispo Ezequiel Moreno, quien movilizó a la población ante una posible
invasión ecuatoriana, una guerra santa contra dicho gobierno, conocido por sus leyes laicistas. En
marzo, los exiliados invadieron el Cauca reclutando tropas entre algunas comunidades indígenas.
La respuesta gubernamental no se hizo esperar y envió un poderoso contingente de regulares bien
armados.45 El 27 del mismo mes los liberales apoyados por batallones ecuatorianos trataron de
tomar Ipiales; tras tres días de resistencia, la llegada de refuerzos gubernamentales y de
conservadores ecuatorianos exiliados forzaron a los rebeldes a retroceder. Los derrotados
decidieron refugiarse en Ecuador, ya que sus tropas incluían también un alto número de niños,
mujeres y ancianos, muchos heridos.46 Los liberales lanzaron un segundo ataque y tomaron
Flautas el 16 de abril, donde reunieron sus fuerzas (miles de liberales e indios aliados);
aprovechando esta concentración, las fuerzas del gobierno rodearon el pueblo y atacaron el
mismo día. Sin embargo, la mayoría de los alzados alcanzó a escapar pero quedaron sin apoyo o
suministros y con la moral por el piso.

Fue entonces cuando Moreno insistió en lanzar un ataque a Ecuador e intentar derrocar a Alfaro.
El 22 de mayo, tropas colombianas y exiliados ecuatorianos cruzaron la frontera y atacaron el
pueblo de Tulcán, siendo rechazados. Así la guerra cayó en un punto muerto, si alguno de los
bandos invadía el territorio del otro, era rápidamente rechazado. Alfaro se comprometió a apoyar
a los liberales pero dejó claro a sus dirigentes que no estaban dispuestos a irse a una guerra a gran
escala con Colombia. Los liberales lanzaron una última ofensiva el 20 de julio cruzando cerca de
Ipiales, siendo sorprendidos por tropas del gobierno y resultando expulsados.47 Los rebeldes
estaban derrotados en el Cauca, pero sorprendentemente fueron ayudados por sus compañeros
insurrectos en Tolima, estos cruzaron la cordillera de los Andes e invadieron el Cauca desde el
norte en octubre consiguiendo ganarse cierto apoyo de la población, formando una columna de
2000 hombres con los que atacaron la capital de dicho departamento, Popayán. El gobierno fue
tomado por sorpresa y no pudo detener inicialmente a los insurrectos, solo la oportuna llegada de
refuerzos permitió al gobierno derrotar a los liberales a poco kilómetros de la urbe. Los liberales,
siempre cortos de municiones, agotaron rápidamente sus reservas y se dispersaron perseguidos
por sus enemigos. La represión conservadora no se hizo esperar, los alzados caucanos, sobre todo
indígenas, fueron fusilados sumariamente, mientras que los tolimenses escaparon a su comarca.
Las comunidades indígenas fueron duramente castigadas para que no volvieran a alzarse y se
encarcelaron a las familias y cercanos de los dirigentes liberales. Un grupo importante de liberales
se exilió en Ecuador, esperando el resultado de la guerra en Santander para volver o no a la
ofensiva.48

Batalla de Palonegro[editar]

Véase también: Batalla de Palonegro

Osario levantado con los restos de las víctimas sin identificar de la Batalla de Palonegro (1900).

En febrero de 1900 los liberales quedaron aislados en Santander y con ínfimas posibilidades de
victoria. Además, los recursos humanos de dicho departamento se agotaban mientras que las filas
del ejército reemplazaron las bajas y permanecieron intactas; a pesar del entusiasmo de sus
voluntarios, los alzados se quedaban sin suministros, dependiendo de lo que podían quitarles a sus
enemigos.

Las fuerzas liberales restantes en otras partes del país esperaban la siguiente acción de Vargas
Santos para ver qué hacer, pero este se negaba a tomar la ofensiva en vista de la vulnerabilidad de
sus fuerzas, por ello permaneció inactiva la guerra por varios meses. Para empeorar el resultado.
cuando Vargas Santos finalmente empezó a movilizar su ejército a finales de abril, ni siquiera tenía
un plan definido. Avanzó al sur desde Cúcuta después de que estalló una epidemia de malaria. Sin
embargo, no actuó contra las tropas enemigas que permanecían en Pamplona, asumiendo que no
se moverían. Estas últimas vieron cómo su comandante, el general Casabianca, era nombrado
Ministro de Guerra y lo reemplazaba el general Próspero Pinzón,49 un católico devoto que logró
implantar en sus tropas la idea de luchar una guerra santa. Sin saberlo, ambos bandos marchaban
a la vez en busca de una batalla decisiva.50 Los movimientos de los liberales fueron rápidamente
detectados por sus enemigos y el gobierno nacionalista insistió al general Pinzón iniciar una
ofensiva hacia Bucaramanga, mientras los liberales seguían en ruta al sur pasando por Rionegro y
llegando el 10 de mayo a Palonegro, donde decidieron detener al enemigo. Al día siguiente se
inició la batalla más importante de toda la guerra, unos 7000 liberales se enfrentaron a unos
21 000 nacionalistas. El día 25 terminaron los combates con la derrota total de los liberales, que
desde entonces abandonaron las tácticas de guerra regular.51 Pinzón, sin embargo, decidió no
perseguirlos, por lo que fue criticado.

Fin de la rebelión en Santander[editar]

Unos 3400 liberales sobrevivientes llegaron a Rionegro y sus comandantes entablaron duras
discusiones sobre qué hacer entre el 26 y 27 del mismo mes. Cuando el general Pinzón supo del
plan rebelde de internarse en las junglas del noroeste de dicho departamento, abandonó la
persecución seguro de que estos no sería capaces de sobrevivir a las duras condiciones de vida
selváticas. En cambio, decidió atacar Cúcuta para cortar cualquier posible apoyo de Venezuela a
los liberales.52 Sin embargo, Vargas Santos entendió que le era imposible defender Cúcuta e
ingresó a la selva al frente de la columna liberal cerca de Ocaña, donde en dos semanas debido a
las terribles condiciones murieron, desaparecieron o desertaron más de mil hombres. También
envió una carta a Pinzón para que liberara de su asedio a Cúcuta.

Sabiendo que Bucaramanga estaba indefensa con la mayoría de las tropas rivales en Cúcuta,
Vargas Santos decidió atacarla, pero la ruta fue demasiado inhóspita, pasaron cerca de Rionegro y
finalmente a inicios de agosto llegaron menos de 1500 hombres con algunos cientos de mujeres
mientras que Pinzón capturaba a Cúcuta el 16 de julio donde supo de los movimientos enemigos
volviendo a Bucaramanga el día 27 y encontrando el 3 de agosto a la columna liberal y los forzó a
huir al oeste.

Vargas Santos decidió marchar a las cercanías de Bogotá con los menos de mil hombres que le
quedaban pero Pinzón se le anticipó y lo encontró cuando cruzaba el río Sogamoso, los liberales
tenían solo una canoa para cruzar, y las fuerzas del gobierno aprovecharon para bombardearlos.
Solo la mitad de los rebeldes alcanzó a cruzar al mando de Uribe Uribe, que intentó atacar a los
agresores, pero fue rechazado; la otra mitad quedó atrás al mando de Vargas Santos y Benjamín
Uribe huyó a la selva, desintegrándose a la larga, aunque sus comandantes lograron llegar a
Venezuela. El grupo de Uribe Uribe quedó reducido a él y tres compañeros que escaparon en una
balsa por la noche bajando por el río Magdalena, y tras un largo viaje llegó a Venezuela.53

La rebelión liberal en Santander había terminado y se inició de inmediato un proceso de


pacificación, guerrillas rebeldes continuaron operando en el departamento aunque nunca con la
fuerza suficiente para amenazar el control gubernamental del mismo. Pero contrariamente a lo
esperado, la guerra continúa debido a que Vargas Santos, Uribe Uribe y Herrera lograron escapar y
el gobierno no logró convencerlos de bajar las armas. Cualquier posibilidad de victoria para los
alzados estaba acabada para julio de 1900, habían fracasado en la guerra regular enfrentando al
ejército en campo abierto en grandes batallas. Las fuerzas gubernamentales se habían impuesto
porque durante la guerra empezaron a entrar en operaciones oficiales y soldados bien entrenados
y armados.

La mayoría de los rebeldes estaban muertos, exiliados o en prisión, pero una pequeña minoría,
bajo el mando de sus líderes, empezó a organizar a partir de agosto una nueva insurrección
aprovechando el caos causado por un golpe de estado de los conservadores históricos.

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