Unidad 1 Definición de Música
Unidad 1 Definición de Música
Unidad 1 Definición de Música
Maestro de Educación Primaria, Plan 2008 Educación Artística II, Expresión Musical
En la antigua Grecia la música (etimología del griego, musiké = arte de las musas) en
su sentido más amplio, significaba cualquiera de las artes y ciencias que estaban bajo la
protección de las musas, doncellas hijas del celestial Zeus y la humana Mnemósine.
Zeus es su creador y Mnemósine, como entraña su nombre, fue el símbolo de la
memoria, y por esa causa se consideraba que las musas y sus artes eran resultado de la
unión del impulso creador y la memoria, mitad divina y mitad humana, una forma bella
de decir que la música era inspiración plasmada en sonidos y dada a los vientos. Al
evolucionar la civilización griega, las musas -bajo la protección de Apolo, dios de la
profecía y los conocimientos-, poco a poco aumentaron hasta llegar a nueve, y las artes
y las ciencias que presidían, se ampliaron para incluir todas las disciplinas intelectuales
y productos de la inspiración, frutos de la mente fértil y del espíritu de este pueblo
altamente creador, como eran la poesía lírica, el drama trágico y cómico, la danza coral
y la música. Las nueve musas de la inspiración se llamaron:
Calíope (Καλλιόπη, ‘la de la bella voz"); musa de la poesía épica (canción
narrativa)
Clío (Κλειώ, ‘la que celebra’); musa de la historia (epopeya)
Erato (Ἐρατώ, ‘amorosa’); musa de la poesía lírica (canción amatoria)
Euterpe (Ευτέρπη, ‘deleite’); musa de la música, especialmente la de la
flauta.
Melpómene (Μελπομένη, ‘cantar’); musa de la tragedia
Polimnia (Πολυμνία, ‘muchos himnos’); musa de los cantos (himnos)
Talía (θάλλεω, ‘florecer’); musa de la comedia
Terpsícore (Τερψιχόρη, ‘deleite de la danza’); musa de la danza y poesía
coral
Urania (Ουρανία, ‘celestial’). musa de la astronomía y poesía didáctica.
Las nueve musas canónicas: (de izquierda a derecha) Clío, Talía, Erato, Euterpe, Polimnia, Calíope,
Terpsícore, Urania y Melpómene. Dibujo de un sarcófago en el Museo del Louvre.
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Atenea junto a las musas.
Pintura al óleo de Frans Floris (c. 1560).
Los griegos también emplearon la música en su acepción más particular, como arte
de los sonidos. En la “República” de Platón el filósofo señala que la melodía está
compuesta de tres elementos: las palabras, la armonía (con ello denota la secuencia de
intervalos melódicos), y el ritmo.
La música, en el sentido amplio y particular, estaba íntimamente ligada en la trama de
la vida emocional, intelectual y social de los antiguos griegos, quienes consideraban que
el arte tenía una relación fundamental con el bienestar de los individuos de modo
personal, al igual que con su medio social y físico. No hay tributo más elocuente de la
enorme influencia del arte sonoro en los asuntos públicos, que el que hizo Sócrates al
decir que “cuando cambiaban los modos de la música, casi siempre con ellos cambiaban
las leyes fundamentales del estado”.
La educación de los jóvenes en Grecia consistía en un currículum equilibrado de
música para el espíritu y gimnasia para el cuerpo. Ello lo demuestra la pintura de un
vaso de Douris “Enseñanza de música y gramática en una escuela ática”.
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Cirse y Ulises. Aprox. 440 a. C.
Vaso ático con figuras rojizas.
Museos Estatales de Berlín.
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ESCUELA DE ESCOPAS. Apolo y Atenea Niké.
Siglo IV a. C. Mármol, Museo Nacional de Atenas.
A partir de los géneros musicales surgen los estilos. El estilo musical es el conjunto de
características que individualizan las obras de un músico o la tendencia musical de una
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época; por ejemplo: el estilo de Beethoven; el estilo romántico (siglo XIX). Así como se
hace en otros campos del arte, -en Historia del Arte- la clasificación de las obras y
autores por estilos permite agruparlos y reconocerlos por sus características puramente
musicales, tales como el uso de la melodía, la armonía, la textura y el ritmo.
“La música no existe sin el hombre y su impulso creativo. No existe, por tanto, en un
ambiente vacío, exento de la presencia humana y de sus contenidos afectivos y
cognoscitivos. Sabemos que la música –en su triple calidad de lenguaje sonoro, medio
de comunicación y expresión artística del hombre- es producto de la cultura y no de la
naturaleza. Aunque sus elementos físico-acústicos son materia relevante, la música se
vincula con mayor propiedad a la órbita de la cultura inmaterial por su naturaleza
abstracta y espiritual. Puesto que la música no es una expresión totalmente
independiente, ella aparece relacionada e integrada a configuraciones culturales
complejas que le otorgan sentido, significado, valor y coherencia interna. Sabemos,
además, que la música es un fenómeno artístico universal cuya materia sonora es
susceptible de ser escindida del contexto total y analizada en su dimensión morfológica
y estructural. Así, ella puede ser analizada aislando sus elementos, variables o
parámetros –tales como altura, duración, intensidad y timbre-, unidos éstos a sus
aspectos sintácticos relevantes. Estructura y estilo se compenetran en un nivel
específicamente musical, determinando la dimensión constructiva, gramatical o
arquitectónica del fenómeno sonoro”.
María Esther Grebe, (etnomusicóloga chilena). Revista Musical Chilena. Año XXX, Nº
133, (enero-marzo) 1976; pp. 5.
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Cuestionario:
Bibliografía:
Videografía
Colección Las grandes épocas del Arte europeo. Producción de Walter Flemmer,
edición de Bayerischen Rundfunks, 1989.
- DVD 1 parte 3 “La Construcción de un Imperio I: Grecia”.