Inicios Reflexion Musica Grecia - Arituclo
Inicios Reflexion Musica Grecia - Arituclo
Inicios Reflexion Musica Grecia - Arituclo
Resumen
Abstract
This article aims to present an overview of some Greek literary and philosophical
statements about the beginnings of the sociological reflection on the importance of music
for the shaping of an harmonious society and for the self-improvement of the individual
within it. According to our interpretation, the origin of these two notions, which have
been subsequently recovered both in the history of Utopian thought and in sociology
which has used music as a model social since the late 19th Century can be traced in
the tradition of Greek Education, in ancient Pythagoreanism and in the interpretations of
music and society offered by Plato and Aristotle in his political works. If our hypothesis
is confirmed, and this article is a piece of a PhD research on the reception of these two
notions in the history of ideas and of sociology, the modern sociology of music (Mu-
siksoziologie) would depend directly from the Greek musical paideia and from these
utopian ideas about an ideal society through music stamming from Ancient Greece.
Key words: Music and Society in Ancient Greece, Education in Ancient Greece,
Pythagoreanism, Plato, Aristotle.
Al hablar de la msica en la sociedad griega, debemos situarnos en la ntima relacin
de las artes o ciencias (technai) entre s en esta poca histrica. Los griegos de la poca
arcaica, empezaron ejerciendo dos tipos de artes: uno era expresivo y otro constructivo.
El primero, como un todo, lo formaba la poesa, la msica y la danza. El segundo la
arquitectura, la escultura y la pintura. El arte expresivo se basaba en la danza, acompa-
ada de palabras y sonidos musicales, formando un solo arte, la triunica choreia, como
la llam Tadeusz Zielinski1. Este arte consista en la expresin de los sentimientos me-
diante sonidos y movimiento, mediante palabras, meloda y ritmo. El trmino msica
o arte musical (mousik techne) merece una consideracin aparte y muy especial. Es,
por supuesto, el arte de las Musas, las nueve divinas doncellas del squito de Apolo, que
inclua la poesa, la danza y la gimnasia, pero tambin especulacin csmica y otras
ramas de la educacin con el arte del sonido2. Ya el pensador Sexto Emprico3 advierte
de que la palabra msica se usa de tres formas distintas: como ciencia que trata la
meloda y la creacin de ritmos, como prctica instrumental de los msicos propiamente
dichos en su ejecucin de piezas y, por ltimo, como la correccin de algo determinado,
como cuando decimos que una obra es armoniosa y hablamos de quien ha conseguido tal
correccin como de alguien inspirado por las Musas4.
Conformaba, pues, la msica en la antigedad una educacin integral y no solo
musical que resultaba bsica en la formacin del individuo y en su integracin en la
sociedad. As afirmaba Ateneo que la antigua sabidura se conceda sobre todo a la
msica5 y Aristides Quintiliano sostiene que la msica es el arte ms perfecto, pues
mientras que la pintura o la escultura persiguen al belleza visual en una pequea porcin
o durante un momento, la msica es positiva en todo tiempo, ya que ordena el alma y su
tarea es reunir y armonizar todo cuanto tiene la naturaleza6. La mousik es entendida
como conjuncin de poesa, msica y danza y se la considera la ms eficaz va para la
educacin del individuo en diversos textos clave de la cultura antigua a los que se pasar
1
Apud Tatarkiewicz, 1987, 22.
2
Rowell, 1990, 47.
3
Sexto Emprico, Adv. Math. VI 1-2.
4
Martnez Hernndez 2010, 12.
5
Ateneo, Deipn. 14, 632e.
6
Arstides Quintiliano, Sobre la msica I 10-20.
7
Fubini, 1988, 31.
8
Rowell, 1990, 47
9
Rowell, 1990, 23.
10
P.e., Plinio, Nat. Hist. II 20. Cf. en general Hernndez de la Fuente 2011.
su movimiento que, sin embargo, sobrepasaba la capacidad del odo humano y solo era
audible para las almas sin cuerpo y quiz para el propio Pitgoras11.
Como resultado de todo lo anterior, de la configuracin matemtica del universo, de
los cuerpos celestes y de su proporcin, se deca tambin que para los pitagricos el mo-
vimiento circular de las estrellas produca una cierta armona, una msica celestial que
exceda las capacidades humanas. Para explicar por qu no podemos orla, Aristteles
recurra a la siguiente imagen: a los hombres les pasa como a los herreros, que estn tan
acostumbrados a este ruido que no se dan cuenta de l12. Acaso Pitgoras concibiera un
sistema matemtico-musical y descubriera la relacin aritmtica existente en la escala
musical mediante la observacin accidental de los sonidos producidos sobre unas cuer-
das por pesos diferentes, como quiere la tradicin13. Resulta especialmente relevante la
idea pitagrica de la msica como medicina del alma y elemento que ayuda a regular las
pasiones, especialmente la ira: la virtud ms elevada era una especie de armona o acorde
musical del alma que permite el autocontrol14. Un aspecto interesante del rgimen de
vida pitagrico era, as, el uso constante de msica, danza y meditacin, pues considera-
ban la poesa y la meloda medicinas del espritu15. Por ello, dice el gegrafo Estrabn,
Platn, e incluso antes de l los pitagricos, llamaban a la filosofa msica16.
La escuela de Pitgoras en la Magna Grecia, concibi una teora musical que giraba
en torno a la ordenacin de las series numricas y cuyo elemento nuclear es la armona
plasmada en los intervalos que condicionan cualquier relacin matemtica o composi-
cin musical. En este ltimo caso, la consecucin de la armona oscila entre la tonalidad
y la atonalidad y, como consecuencia de esta visin terica, se extrae un rechazo de la
disarmona. Esto tiene repercusiones para la educacin tica y poltica que propugnaba la
escuela pitagrica, procurando un orden (kosmos) correcto de la vida pblica y del alma.
La idea de la armona, la amistad y la proporcin propugnada por los pitagricos te-
na una clara vertiente tica, pero tambin poltica17. La proporcin matemtico-musical
entre las clases sociales conformaba para la poltica pitagrica un equilibrio ureo, un
logisms (clculo o razonamiento). As, las nociones de armona de las esferas y del
universo tenan tambin un reflejo, en el marco del mtodo comparativo entre individuo
y sociedad, en la vida cotidiana y en la poltica. La armona poltica, aparentemente
defendida por los antiguos pitagricos, fue una especie de leitmotiv que ms tarde reuti-
lizaran Platn y Aristteles.
Debemos al Pseudo-Plutarco las primeras teoras sobre el origen de la msica, en su
obra De Musica. Este autor hace retroceder hasta Homero doctrinas posteriores al poeta,
teoras tico educativas de carcter musical. La msica se introdujo por considerrsela
capaz de combatir y calmar el efecto excitante producido por el vinoentonces, la msi-
ca, por el efecto del orden y la mesura que le son propios llevara de nuevo a los hombres
11
Platn, Resp. 616-7. Aristteles, De Caelo II 9.
12
Aristteles, de caelo B 9, 290 b 12.
13
Dig. Laercio, ibid.
14
Porfirio, Vit. Pyth. 30, Dig. Laercio VIII, 33.
15
Porf, Vit. Pyth. 32-33, 40. Sobre la meditacin, Riedweg 2002 [2005] 32.
16
Estrabn X 3 9 - 10
17
Kahn 2001, 47, Konstan 1997, 115.
al camino recto y los volvera cuerdos18. La conviccin de la bondad de los efectos pa-
cificadores de la msica llev a los legisladores griegos a introducirla dentro del sistema
educativo. Esta tradicin pedaggica pervivi en sistemas educativos posteriores de la
Edad Media y llega hasta nuestros das.
La gran poesa pica de los griegos, bajo el signo de la musa Calope, naci en los
siglos VIII y VII: La Ilada en el VIII y la Odisea en el VII. Fue la primera poesa escrita
en Europa y de una perfeccin insuperable. Se basaba en la tradicin oral, existen varias
teoras acerca de sus autores. Lo cierto es que esta poesa fue rodeada por un aura de
leyenda. El nombre de Homero significaba lo mismo que poeta. Lo veneraban como a
un semidios y consideraban su obra potica como libro sagrado19. La poesa homrica
contribuy a la formacin de la religin olmpica, que estaba llena de mitos. Sus hroes
eran tanto hombres como dioses. Pero en este mundo reinaba el orden. Todo suceda de
manera racional, el comportamiento de los dioses estaba regido por la naturaleza ms
que por fuerzas sobrenaturales.
Al estar vinculada con los ritos, la poesa griega es de carcter pblico, social, co-
lectivo y estatal. Era considerada un elemento indispensable en las ceremonias pblicas
y se preocupaban por su nivel artstico. La pica de Homero, tras ser introducida en los
programas oficiales de las fiestas estatales en Esparta, Atenas y otras ciudades, se convir-
ti en patrimonio comn de todos los griegos20.
La poesa no era de lectura personal, como la entendemos en la actualidad de forma
ms confidencial, ntima o personal, sino que estaba destinada a ser hablada y cantada.
La poesa, tanto la colectiva como la ritual, era una expresin de sentimientos y fuerzas
sociales ms que de sentimientos personales. Era utilizada como arma en la lucha social:
algunos poetas pusieron sus obras al servicio de la nueva democracia, mientras que otros
pretendan defender el pasado21. La primitiva msica de los griegos estaba en estrecha
relacin con la poesa lrica, que surge a lo largo de los siglos VII y VI. Se trata de ta
lyrik, la poesa lrica o, literalmente, las [piezas] para ser entonadas al son de la lira,
que representa, tras la pica heroica de Homero y la didctica de Hesodo, el surgimiento
de la subjetividad del poeta. Antes el yo del poeta se sume en la colectividad: a partir de
Alceo, Alcmn, Safo o Anacreonte se produce el nacimiento y la expresin de la emotivi-
dad personal del poeta, de sus sentimientos y opiniones, violentas, dulces o encontradas.
La lrica coral, de raz doria, para ser entonada al son de la msica con la danza acompa-
sada de un coro de jvenes o doncellas o la lrica mondica, es decir, la monodia o canto
de uno solo, son las dos clases principales. No haba ms msica que la vocal y la poesa
siempre estaba acompaada de la msica. Los instrumentos servan como acompaamien-
to lira, auls, percusin y no se puede hablar de una msica instrumental. La fusin
de poesa y msica era una constante y no se poda pensar en una sin la otra. Las formas
de la poesa eran las de la msica, como el ditirambo, que segn Aristteles dar lugar
con el tiempo al surgimiento del tercer gnero potico-musical tras la pica y la lrica: la
poesa dramtica. Los esquemas rtmicos de la poesa se convirtieron en los modelos de
18
Pseudo Plutarco, De la Musica, Graf Verlag 1954, 15-25 cap. 15-25
19
Tatarkiewitz, 1987, 26.
20
Tatarkiewitz, 1987, 27
21
Tatarkiewitz ibid.
los esquemas rtmicos de la msica. Sabemos que la msica que acompaaba la poesa
griega de la era arcaica estaba basada en unos patrones fijos que se iban improvisando,
adaptndose a los acentos de las palabras y a la sintaxis22. Formalmente y en su contenido
y en su expresin, la msica estaba en perfecta unin con la poesa y con el texto que le
daba su razn de ser, pertenecan a la misma expresin de un solo contenido comn de
raz semntica. Quizs podemos ver esta ntima unin de la msica y la poesa en una de
las formas ms romnticas por excelencia que es el Lied, o cancin alemana, que tiene su
culminacin en el romanticismo y trata de llevar a su culminacin la unin y la expresin
del texto a travs de la msica. El Lied se convertir en un gnero musical especfico que
crea una tradicin de expresin a travs de la palabra potica, acaso como ltima reper-
cusin de la lrica griega y recreacin fiel y a la par distante. Tambin en los gneros de
msica ms tradicional y popular, los cantautores intentarn dar ms supremaca a los
textos o letras de sus canciones, y entronca con la tradicin ms literaria y romntica.
El papel de la msica en la antigua Grecia ser indispensable en la construccin de
la buena sociedad: la tica y la esttica quedan, en el caso de la msica, indisolublemente
unidas. Para E. Fubini no hay duda de que la msica desde tiempos arcaicos en Grecia,
formaba parte del sistema educativo de los nios y jvenes, hacia el siglo VII y VI, pri-
mero en Esparta y despus en Atenas, debido a la labor desarrollada por los lricos ms
arcaicos23. El mtico Terpandro en el siglo VII habra instaurado la enseanza de la m-
sica en Esparta: se dice que perfeccion la lira, aumentando su nmero de cuerdas que
pasa de 4 a 7, queriendo demostrar su superioridad sobre la flauta o auls (instrumentos
rivales en Grecia). La tradicin recogida por el Pseudo-Plutarco le atribuye la invencin
de los nomoi: Melodas que se establecen de forma rgida para distintas ocasiones en
funcin del efecto que se intenta producir en el auditorio y que se convierten en la base
de la tradicin musical posterior.
El nomos de Terpandro era una meloda mondica compuesta de siete partes. En
cuatro ocasiones triunf en Delfos antes de que se convirtiera en forma obligatoria, cons-
tituyendo un esquema sobre el cual se adaptaban varios textos24. Estos nomoi, segn el
testimonio de Platn en las Leyes debieron representar la tradicin musical ms antigua
y austera: la msica concebida conforme a una rgida ley, msica sin corromper por los
nuevos usos y costumbres25. Platn en las Leyes, relaciona la decadencia de la tradicin
musical de su poca (la poca clsica) con la confusin reinante en los gneros musi-
cales y la desaparicin de los nomoi. Como expresa en el Libro III: en el dominio de la
msica naci la opinin de que todo el mundo entenda de todo y poda juzgar acerca de
los nomoi, con lo que vino el relajamientocomo consecuencia de esa libertad viene el
negarse a obedecer a las autoridades, luego se huye de las servidumbre y no se hace caso
de las advertencias del padre, de la madre y de las personas de edad, de las leyes, de las
promesas adquiridas y hasta de los mismos dioses26. En fin, Platn ve el abandono de
los nomoi musicales como el principio para llegar a la falta de respeto a todo tipo de ley
22
Bergua, 2012, 29. En este ensayo Bergua estudia de forma minuciosa la relacin textual-musical desde
la Antigedad, as como los distintos mtodos de notacin musical.
23
Fubini, 1990, 35.
24
Tatarkiewitz, 1987, 26.
25
Fubini, 1990, 36.
26
Platn, Las Leyes, Libro III, 700-1
27
Bergua, 2012, 29.
28
Rowell, 1990, 49.
29
Bttner, 2006, 62 ss.
de belleza, y por tanto, de verdad30. En Gorgias define la msica como un arte, una
techn. No tiene la dignidad de una ciencia y su utilidad radica en el hecho de producir
placer. De esta forma resultan contrastantes las opiniones que se vierten en los dilogos
acerca del arte musical y la prctica de la msica.
En Las Leyes se habla de la msica como instrumento educativo de primer orden,
junto con la gimnasia. Esta ltima educa el cuerpo, pero la msica sirve para la sereni-
dad del alma. Esta teora educativa entronca con el aspecto conservador de Platn que,
como hemos visto juzgaba como msica buena las de los nomoi tradicionales. Desdea-
ba la msica de su poca de innovacin meldica y por lo tanto, desviada de los patrones
meldicos tradicionales y propugnaba una vuelta a los nomoi arcaicos. Para Platn la
msica no slo es la que es objeto de nuestros sentidos. La msica se vincula en Platn
y en Pitgoras con la teora de la reminiscencia, facilita el ejercicio de esa memoria
de todo cuanto existe que el recin nacido pierde al abrevarse en el ro del Olvido (del
que se habla en el mito de Er Libro X de la Repblica de Platn). Como se explica en el
Timeo, toda alma, csmica o individual, est constituida segn un nmero y proporcin,
atendiendo a las principales consonancias musicales.31 En su unin con el cuerpo, segn
la conocida teora socrtico-platnica de la anmnesis, de honda raigambre pitagrica32,
nuestra alma pierde el recuerdo de las armonas del cosmos, que le son inherentes: El
reencuentro con estas es la tarea de la filosofa, acompaada de la msica y las matem-
ticas. El objetivo que se persiguees la salud del alma que ese cuidado proporciona. Y
esa salud permite alcanzar la eudaimona, el mejor de los destinos. La msica propor-
ciona esa forma de sintona entre alma y cosmos que ese cuidado socrtico facilita. Es
msica que orienta el ethos. Y que por tanto debe ser objeto preferente de consideracin
en toda reflexin cvica y poltica33. Como vemos, en estos juicios, la importancia de
la consideracin moral de la msica llega a extremos elevadsimos en su consideracin
pedaggica y tica. Platn crea que la msica poda implantar todas las virtudes (valor,
moderacin e incluso justicia) en el carcter humano, es explicable que Platn abogara
por el uso de la msica como continuacin de la poltica estatal. Sostena que la msica
formaba el carcter no slo del ciudadano, sino del Estado como totalidad; la msica
poda, en efecto, apoyar o subvertir el orden social establecido, pues, (como dice en la
Repblica), cuando cambian los modos de la msica, las leyes fundamentales del estado
siempre cambian con ellos34.
Pero veamos brevemente la funcin de la msica en la educacin platnica en cada
uno de los dos grandes dilogos que contienen el proyecto poltico-pedaggico del filso-
fo ateniense, las Leyes y la Repblica. En el proyecto poltico de Platn la consideracin
tica y educativa est siempre presente, pues solo individuos justos pueden componer la
ciudad justa y solo la armona interna puede dar lugar a una armona global, siguiendo
los postulados polticos que ya estaban presentes en el pitagorismo. El pitagorismo haba
30
Fubini, 1987, 56
31
Cita de Tras, 2008, 811.
32
Cf. tambin Hernndez de la Fuente, 2011, 138-155.
33
Tras, 2008, 810.
34
Rowell, 1990, 59.
formulado la idea de armona en el macrocosmos, regida, como las escalas musicales, por
proporciones matemticas, y tambin en el microcosmos, en el alma del hombre.
Platn retoma esta equivalencia entre ciudad ideal y alma justa. Solamente formando
ciudadanos justos, y repartiendo sus funciones en virtud de su calidad tica y psicolgi-
ca, podremos obtener el estado ideal. Esta educacin integral, sin embargo, solo puede
ser alcanzada por los estratos superiores, los guardianes de la ciudad de la Repblica,
los gobernantes filsofos, que culminarn todo el iter de la formacin filosfica tras
separarse de la educacin comn. Cabe preguntarse qu tipo de educacin recibirn las
otras dos clases, que se deja en una ambigedad calculada. En la Repblica el proceso
educativo est dividido en dos etapas, una, en la infancia y juventud, y otra que va desde
la mayora de edad a la madurez. Mientras que la primera fase est destinada a la forma-
cin de los auxiliares o guerreros, la segunda apunta a la formacin de quienes llegarn a
ser gobernantes-guardianes y se corresponden, siguiendo esta dualidad, al desarrollo del
cuerpo y al del alma, definindose como gimnasia y msica35.
Se trata de un proyecto unitario para formar ciudadanos integrales pero respondien-
do a sus clases diferenciadas y a los tipos de alma, desde la formacin del nimo y de las
virtudes que se relacionan con l, hasta el modelado de la parte ms intelectiva mediante
la educacin musical, que es una suerte de formacin humanstica, filosfica, matemtica
y artstica fundamental para la educacin de la clase gobernante. Mientras que los auxi-
liares han de ser educados para tener una opinin (doxa) firme y recta, el saber verdadero
(episteme) se reservar para las clases dirigentes.
Sin duda, la diferencia entre los niveles de la educacin estriba en el arte musical,
en la techne mousik. La msica se configura como el instrumento educativo por exce-
lencia36. La msica y la poesa, indisolublemente unidas, son fundamentales para este
proyecto poltico, y de ah el gran inters que tienen las pginas que dedica Platn a su
teora potica y a la clase de arte que debe tener cabida en esta ciudad. La clebre censu-
ra de los poetas tradicionales, sobre todo a los poemas picos tradicionales, de Homero
y Hesodo, y los autores de tragedia, gnero este ltimo ntimamente relacionado con
el sistema democrtico ateniense, se explica porque la temtica y los personajes deben
ser adecuadas para la finalidad educativa. Se trata de una cuestin de mmesis, del mo-
delo que se propone para la imitacin en el sistema educativo platnico. El destierro de
cierta poesa que postula modelos no convenientes para la comunidad queda claramente
evidenciado. Pero no todos los gneros de la poesa son tan duramente criticados en la
Repblica. Sin embargo, no todo el arte potico es condenado: hay un tipo de poema
de ndole musical y arcaica que se salva de la censura de Platn por ser tradicional,
inmutable y digno de imitacin y enseanza a las nuevas generaciones de ciudadanos.
La tragedia y la comedia parecen objetable al filsofo, ya que son esencialmente artes
mimticas, es decir, que imitan las acciones humanas37. Sin embargo, hay un balance
ms positivo para otros gneros como la pica, un gnero mixto entre la narracin y el
teatro, o la poesa lrica que, de acuerdo con este pasaje, es pura narracin sin mimesis.
Pero sorprendentemente, la referencia a la lrica se obra mediante el trmino tcnico
35
Calvo 1995, 174-181.
36
Platn, Repblica 376e; 386a ss., etc.
37
Platn, Repblica 394c.
ditirambo, un gnero de la poesa lrica coral que, acompaado por msica, se dedica
a Dioniso, as como el Pen es el himno que pertenece por excelencia a Apolo. En este
sentido, se han querido ver en la Repblica restos de cierto arcasmo religioso y, a la par,
una devocin por un tipo de educacin musical relacionada con la tradicin pedaggica
del mundo dorio, lo que no est lejos de la realidad. En efecto, Platn muestra a menudo
fascinacin por las tradiciones religiosas y culturales, en concreto las del pueblo dorio, y
no esconde ciertas simpatas por Esparta38. Hay estudiosos que han ledo as el comunis-
mo de la Repblica, el papel de la mujer o ciertas preferencias en la educacin musical
y potica por gneros corales.
As, una vez superada esta primera fase educativa en sus dos vas, la fsica y la musi-
cal, los que han sido seleccionados por su naturaleza para seguir la senda del sabio pasan
a la etapa siguiente. Se trata de quienes hayan destacado ms entre los ciudadanos por su
amor por la ciudad y por su excelencia en el estudio. La metafsica platnica y la teora
del conocimiento son pilares fundamentales de este currculo del sabio. La justicia y
armona interior solo se pueden obtener a travs de una profunda formacin filosfica en
materias como la matemtica, la geometra, la astronoma y, de ah, la extrema importan-
cia de esta educacin superior en el proyecto poltico platnico, centrada en la doctrina
del alma y del conocimiento, en la clebre teora de las ideas que se enuncia en la parte
central de la Repblica, al final del libro V y en los libros VI y VII.
El mtodo de alcanzar este conocimiento, mediante la dialctica, est en consonan-
cia con anteriores dilogos de Platn. Se trata de un ascenso gradual en el conocimiento,
en el amor a la sabidura, a la justicia y al bien, en pos de la contemplacin ms all del
mundo sensible hasta llegar a la Idea del Bien. Mediante estos entrenamientos intelec-
tuales y despojados de todas las pasiones mundanas, los sabios podrn regir con justicia
la ciudad y ser los guardianes perfectos de la comunidad poltica (Platn, Repblica,
518b-d). Platn postula la contemplacin del nivel ontolgico ms alto, tal vez la escu-
cha de la msica de las esferas, para sus gobernantes filsofos del ms alto nivel.
Ahora procede pasar a las Leyes. Junto a la propia fundacin de la ciudad, la im-
portancia de la msica en la ciudad platnica de las Leyes se deja sentir especialmente.
Al comienzo de la obra, y tras examinar la legislacin legendaria de Creta y Esparta,
modelos dorios presumibles de Platn tanto en la Repblica como en las Leyes, el ex-
tranjero ateniense analiza, a modo de prembulo, ciertos motivos previos para algunas
instituciones que han de inspirar la ciudad proyectada de Magnesia. En seguida se llega
a la cuestin del simposio, cuando se exponen las facilidades para el ejercicio de la vir-
tud, el coraje y la fortaleza en Esparta. Entonces se llega a la cuestin de si es admisible
en una sociedad ideal el disfrute del simposio, entre msica y vino. Aqu el extranjero
ateniense contradice la tradicin doria y sostiene la que ausencia absoluta de vino en Es-
parta es algo negativo39 y propone un uso controlado y educativo de los simposios, con
el objetivo de educar a los ciudadanos a modular los placeres en el simposio y, por tanto,
a ejercitarse en la virtud y el coraje.
La educacin musical y en la poesa aparece con gran importancia en las Leyes,
cuyo libro II se refiere a la importancia de la msica para la educacin del alma, en una
38
Isnardi Parente, 1981, 208-209.
39
Platn, Leyes 674d.
discusin sobre los coros apolneos y dionisacos que se sita antes de que empiece la
legislacin de la ciudad propiamente dicha, como una especie de prembulo. Tambin
las Leyes se oponen al libre desarrollo de la funcin potica, salvo si se someten a una
estricta censura, pues el poder de la poesa es enorme y los legisladores han de proteger
a la poblacin regulndola segn la ley y la justicia. Llama la atencin, no obstante, que
las palabras que se dirigen a los poetas son respetuosas y recuerdan al In y a la conside-
racin de la locura divina de los poetas en el Fedro: se les llama hombres divinos, los
mejores extranjeros y el legislador les considera en cierto modo rivales:
Tambin nosotros somos poetas trgicos, y nuestra tragedia [...] es la mejor y ms
noble. Tanto vosotros como nosotros somos poetas rivales y antagonistas en el ms
noble de los dramas, que solo la verdadera ley puede hacer perfecto40.
La ciudad debe estar bajo el hechizo de la ley pues esta misma parece una poseer
los caracteres de la poesa musical, de la tchne mousik: se compara los prembulos de
la ley con preludios musicales y poticos: medidas de la lrica y la msica y de todo
tipo deben tener preludios elaborados con el mayor cuidado41 y tambin las leyes deben
ser precedidas por este tipo de preludios, del que el episodio del coro de Dioniso es un
ejemplo; en la obra, el nomos, como meloda y ley, aparece con sentido ambivalente. La
presencia del culto a dioses diversos del panten tradicional, en una nueva lectura filos-
fico-poltica, es muy notable en las Leyes y sobre todo en el libro II, que funciona como
una suerte de preludio, pues se ve positivamente la contribucin del simposio para la
educacin del alma. As, el extranjero ateniense propone establecer tres coros musicales
bajo el patrocinio de diferentes dioses para educar a los ciudadanos de diversas edades:
Decamos que como los dioses se compadecieron de nosotros nos dieron como
compaeros de baile y jefes de danzas a Apolo y las Musas y en tercer lugar, si recoda-
mos bien, a Dioniso.
Cl. Cmo no bamos a recordarlo?
At. As pues se ha hablado del coro de Apolo y del de las Musas, pero se debe ha-
blar por fuerza tambin del tercer coro restante, el de Dioniso.
Cl. Y cmo? Habla, pues sera harto inslito, al menos para el que escucha de re-
pente, un coro de ancianos bajo el mando de Dioniso, si han de bailar los que tienen ms
de treinta y cincuenta aos hasta incluso los de sesenta.
At. Dices toda la verdad, pero es necesario, segn creo, argumentar cmo podra
hacerse esto de forma razonable.
Cl.Ciertamente.
At. Acaso no estamos de acuerdo en lo anterior?
Cl. A qu te refieres?
At. A que conviene que todo hombre y nio, libre y esclavo, mujer y varn, y la ciudad
entera no deje nunca de entonar encantos para s mismos en todo momento sobre las cosas
que hemos explicado, cambindolas siempre de algn modo y dndoles cierta variedad en
lo posible, de forma que se genere en los que cantan unas ganas insaciables de himnos y un
placer en ellos.42
40
Platn, Leyes 817 b.
41
Platn, Leyes 722e.
42
Platn, Leyes 665 a-b. Trad. D. Hernndez de la Fuente.
43
Platn, Repblica 394c.
44
Platn, Leyes 792c-d.
45
Platn, Leyes 796e.
46
Desde Platn, Leyes 800a.
47
Platn, Leyes 800c.
48
Aristteles Poltica, VIII, 1337b.
49
Rowell, 1990, 58.
50
Fubini, 1987, 68.
combinar los materiales ya existentes en esa misma tradicin para elaborar un equilibrio
dorado. As se desprende tambin de su regulacin de la educacin, que responde ple-
namente a parmetros conservadores tradicionales.
En los libros IV y V la regulacin de la ciudad perfecta incluye el necesario cuidado
del legislador por la educacin desde la primera infancia, prohibindose el contacto con
los esclavos y estipulando los niveles educativos. En un primer momento, desde los cin-
co a siete aos, los nios asisten a las lecciones sin tomar parte en ellas. En la educacin
propiamente dicha, se distingue la infancia, de los siete aos a los catorce, y la juventud,
desde la pubertad a los veintin aos. El sistema educativo ser pblico y se ocupar del
cuerpo y del espritu en igual medida: lectura y escritura, gimnstica y msica son las
partes principales y sirven para formar al ciudadano que disfrutar del ocio necesario
para las labores superiores de la direccin de la ciudad y de la teorizacin filosfica.
Hay una clara apologa del concepto de tiempo libre (schol), el lapso de tiempo
alejado de las tareas manuales y de cualquier otra ocupacin inferior y alimenticia
(prgmata), que se relaciona directamente con la educacin y est ligado a las altas
ocupaciones del ciudadano de pro: la gestin poltica y la especulacin terica51. Como
dice en la Poltica, en el primer principio de toda buena accin est el ocio. El ocio re-
presenta una forma de vida caracterstica de una clase social ciudadana acomodada y se
inserta en la discusin filosfica acerca del mejor gnero de vida, la vida contemplativa
(bios theoretiks) frente a la vida prctica (bios praktiks)52. El distanciamiento entre el
filsofo y el resto de los hombres surge de esta idea de vivir separado del mundo y del
trabajo servil y cotidiano.
La schol pasar as de designar el ocio a denotar aquello en lo que el ocio es em-
pleado segn el ideal filosfico, esto es, la charla entre amigos, la conversacin entre
discpulos y maestros y, por ende, en la discusin intelectual y la escuela53. La nocin
se extendi hasta designar el grupo de personas a los que un mismo maestro imparta
lecciones, como aparece en la Poltica de Aristteles54. En la Poltica la felicidad (eu-
daimona) aparece como el fin ltimo de la vida de los hombres, una forma de actividad
(energeia) deseable, autosuficiente y conforme a virtud, sobre la base de una oposicin
frente a aquellas actividades que, segn la opinin comn, tienen fama de procurar la
felicidad y cuyo comn denominador est constituido por el juego (paidi).
Adems de una cierta referencia a los postulados de su maestro Platn, este trata-
miento tico del tiempo libre deslinda definitivamente el ocio popular (descanso, placer,
juego) de un ocio digno del desarrollo apropiado del individuo y de la sociedad rela-
cionado con la especulacin filosfica. Al ensalzar la necesidad de tiempo libre en un
estado bien ordenado, Aristteles continua la huella de su maestro Platn, pues pretende
tambin que el estado se ocupe de la educacin en las virtudes que hacen posible la me-
jor convivencia y la justicia en la polis: la ciudad ha de promover un ocio equilibrado.
As, en el tratamiento que hace Aristteles en los libros VII y VIII de la Poltica
sobre el sistema poltico ideal y su relacin con los individuos, el nfasis en la educacin
51
Hernndez de la Fuente 2012.
52
Joly, 1956.
53
Platn, Leyes 820c, Aristteles, Poltica 1323b39.
54
Aristteles, Poltica 1313b3.
musical aparece en armona con la nocin de ocio digno y de escuela. Como en el caso
de Platn, el discpulo se centra de nuevo en dos temas clave para la ciudad ideal, la edu-
cacin y la justicia, acaso de una manera ms pragmtica que en las obras polticas del
maestro. El libro sptimo resume la vida virtuosa que debe acompaar a la virtud poltica
para armonizar la virtud individual con las leyes de la ciudad.
La felicidad humana se pone en relacin con el mencionado debate filosfico entre
la vida activa y la vida contemplativa, en aras a conseguir el sistema poltico de la ciudad
ideal. El estudio que se emprende de esta va a analizar diversos aspectos en detalle, des-
de su tamao y territorio hasta el tipo de ciudadanos que le conviene tener, los templos o
murallas y los edificios pblicos. Especial hincapi se hace en las clases sociales en que
debe estar dividida la ciudad y en los medios para alcanzar la felicidad general. Entre
estos, por supuesto, destaca la formacin del ciudadano siguiendo los principios gene-
rales de una educacin virtuosa y estructurada en etapas, pero tambin la regulacin del
matrimonio y de la natalidad.
A la educacin de los jvenes se dedica en especial el libro octavo, que examina los
tipos de sistemas educativos disponibles y se decanta por una paideia marcada por la
tradicin y estructurada en gramtica, gimnasia y msica. La insistencia en la educacin
en la msica empareja la poltica aristotlica con los proyectos platnicos y recuerda
de nuevo el doble significado de la palabra nomos, que alude tanto a la ley como a los
modos musicales.
En los ltimos captulos del Libro VIII de La Poltica establece el primer tratado
orgnico que sobre msica nos ha legado la Antigedad55. Tratar de establecer unos
fines educativos inherentes a la msica, indicar qu melodas y qu ritmos son educativos
o no. Mantiene invariable su aversin al ejercicio profesional de la msica para el hom-
bre libre. Por ello, interpretar la msica ser slo un paso para poder juzgar la calidad de
la msica. Desde esta perspectiva, es evidente que la prctica musical debe detenerse
cuando se alcanza el umbral del virtuosismo, cuando se llega a una excesiva fatiga, o
incluso cuando se trata de instrumentos excesivamente difciles como la flauta o la ctara,
que requieren competencia especfica56.
Excluida la msica como profesin, Aristteles en la Poltica trata de analizar de
forma exacta en qu consiste el valor educativo de la msica. Contaba con dos tradi-
ciones, una explicacin se ajustaba al modelo pitagrico. Para esta corriente filosfica,
la msica estara en relacin orgnica con el alma, porque el alma, como la msica es
armona y, por esto puede devolver la armona cuando esta se ha visto turbada. El otro
modelo es el de Damn de Atenas, uno de los maestros de Scrates que fue de los prin-
cipales defensores de la conexin especfica de la msica y la formacin del carcter del
hombre. Segn la teora se puede hacer retroceder hasta Damn, la relacin entre la
msica y el alma, se vera en funcin del concepto de imitacin, verdaderamente, ciertas
melodas, ciertos ritmos, ciertas armonas, imitan virtudes, aunque tambin los vicios, y
debido a esto, la msica tiene un poder educativo si se la usa con prudencia y con cono-
cimiento de sus efectos sobre el espritu humano57.
55
Fubini, 1987, 69.
56
Fubini, 1987, 69
57
Fubini 1987, 70.
58
Fubini, 1987, 70.
59
Fubini, 1987, 71.
60
Aristteles, Poltica 1342b.
61
Ethos abarca un enorme campo semntico: costumbre, hbito, manera de ser, pensar o sentir, conducta,
carcter, temperamento, moral y moralidad.
62
Fubini, 1987, 72. Aristteles, Problemas Musicales, 38
63
Fubini, 1987, 69.
64
Rowell, 1990, 92.
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