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Argumentativo Ensayo

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EL TEXTO ARGUMENTATIVO1

Argumentar es defender una idea aportando unas razones que justifican la


postura que toma; por tanto, la capacidad para argumentar correctamente
suele ir emparejada con la capacidad de influir sobre las personas. El texto
argumentativo cuenta con los siguientes elementos:

El objeto: es el tema sobre el cual se argumenta.


La tesis: postura que el argumentador tiene respecto al tema.
Los argumentos: razones en las que se basa la postura. Deben estar
directamente relacionadas con el objeto de la argumentación y con la tesis que
defienden.
La conclusión: se resume, propone, critica, lanza teoría, pregunta, etc.

TIPOS DE ARGUMENTOS

La argumentación es un conjunto de ideas que se contrastan entre sí


(coherencia) con un fundamento para explicar, justificar, demostrar, convencer,
sobre un tema determinado. Aquí se integran los conocimientos gramaticales,
sintácticos, semánticos para iniciar un proceso, no sólo de información sino de
aprobación o respeto por lo que se plantea.

El argumento permite formar una opinión, tomar posición crítica, reconocer con
ejemplificaciones y afirmaciones los distintos puntos de vista y las
implicaciones que estos pueden llegar a tener luego de leer opiniones
fundamentadas.

La argumentación presenta muchos puntos en común con la demostración


lógica y científica, particularmente la que es por definición; sin embargo, la
primera tiene en cuenta al destinatario, no persigue tanto la verdad como la
eficacia persuasiva y la adhesión la que se apoya en principios básicos o
conocimientos implícitos compartidos por emisor y receptor (los supuestos)
mientras que el discurso científico parte de hechos y de verdades bien
establecidas, comprobadas; se apoya sobre métodos de deducción seguros y
llega a conclusiones firmes, y además acepta exponerse a la refutación. Lo
anterior es de acuerdo con lo estipulado por Teodoro Álvarez (2001) para
diferenciar argumentación y demostración.

Tipos de argumentos según Anthony Weston

Argumentos mediante ejemplos: consiste en ofrecer varios ejemplos


específicos en apoyo de una generalización, ya que uno solo sirve de
fundamento a la conclusión. A continuación se presenta una muestra de este
tipo de argumento:

1
GARZÓN, Martha Alexandra. Características de los textos argumentativos producidos por
estudiantes de la Universidad del Quindío. Tesis de Maestría. Universidad de Manizales. Julio
2006. P. 10-11, 21-30.
“En épocas pasadas las mujeres se casaban muy jóvenes. Julieta, en Romeo
y Julieta de Shakespeare, aún no tenía catorce años. En la edad media la
edad normal del matrimonio para las jóvenes judías era de trece años. Y
durante el Imperio Romano muchas mujeres romanas contraían matrimonio
también a los trece años, Incluso más jóvenes”.

Este argumento generaliza a partir de tres ejemplos – Julieta, las mujeres


judías en la Edad Media y las mujeres romanas durante el Imperio Romano – a
muchas o a la mayoría de las mujeres de las épocas pasadas. Para ver la
forma de este argumento con mayor claridad se enumeran las premisas de
forma separada. Julieta de la obra de Shakespeare, aún no tenía catorce años.

Las mujeres judías durante la Edad Media, estaban casadas normalmente a los
trece años.

Muchas mujeres romanas durante el Imperio Romano estaban casadas a los


trece años o incluso más jóvenes.

Un requisito para que unas premisas apoyen una generalización es, que los
ejemplos sean ciertos. Si Julieta no tenía alrededor de catorce años, o la
mayoría de las mujeres romanas o judías no estaban casadas a los trece años,
entonces el argumento es mucho más débil, y si ninguna de las premisas
puede sustentarse, no hay argumento. Un ejemplo simple puede ser usado a
veces para la ilustración pero se necesita más de un ejemplo para apoyar una
generalización.

Los ejemplos son representativos, un gran número de casos exclusivamente de


mujeres romanas no son necesariamente representativos, se puede decir muy
poco acerca de las mujeres en general, el argumento también necesita tomar
en cuenta las mujeres de otras partes del mundo.

“En mi barrio, todas apoyan a Gutiérrez para Presidente. Por lo tanto es


seguro que Gutiérrez ganará”.

Este argumento es débil porque un barrio aislado rara vez representa el voto
del conjunto de la población.

La información de trasfondo es crucial, a menudo se necesita previamente una


información de trasfondo para poder evaluar un conjunto de ejemplos. Además
se puede comprobar las generalizaciones preguntando si hay contraejemplos.

Argumentos por analogía: los argumentos por analogías, en vez de


multiplicar los ejemplos para apoyar una generalización, discurren de un caso
ejemplo específico a otro ejemplo, argumentando que, debido a que los dos
ejemplos son semejantes en muchos aspectos, son también semejantes en
otro aspecto específico.
George Bush afirmó una vez que el papel de vicepresidente es apoyar las
políticas del presidente, esta o no de acuerdo con ellas, porque “usted no
puede bloquear a su propio quaterback.

Bush está sugiriendo que formar parte de un gobierno es como formar parte de
un equipo de fútbol americano. Cuando usted forma parte de un equipo de
fútbol americano, se compromete a tenerse a las decisiones de su quaterback,
ya que el éxito de su equipo depende de que se le obedezca.

Este tipo de argumentos no requieren que el ejemplo usado como una analogía
sea absolutamente igual al ejemplo de la conclusión:

Las casas hermosas y bien construidas deben tener creadores, diseñadores y


constructores inteligentes.

El mundo es similar a una casa hermosa y bien construida.

Por lo tanto el mundo también debe tener un creador, un diseñador y un


constructor inteligente, Dios.

Argumentos de autoridad. A menudo se debe confiar en otros para obtener


información o para darse cuenta qué se puede saber por sí mismo. No es
posible hacer que todos prueben los nuevos productos de consumo, por
ejemplo, y tampoco se conoce de primera mano como se desarrolló el juicio de
Sócrates; lo que significa que la mayoría de personas no pueden juzgar sólo a
partir de su propia experiencia. Otro ejemplo más concreto sería el siguiente:
organizaciones de derechos humanos dicen que algunos presos son
maltratados en México. Por lo tanto, algunos presos son maltratados en
México.

Sin embargo, habría que confiar en otros para determinar si es cierta la


información, lo que en ocasiones resulta un asunto arriesgado. Los productos
de consumo no siempre son probados adecuadamente; las fuentes históricas
tienen sus prejuicios y también pueden tenerlos las organizaciones de
derechos humanos.
Las fuentes deben ser citadas y tener dos propósitos: uno es contribuir a
mostrar la fiabilidad de una premisa y el otro, es permitir precisamente que el
lector u oyente pueda encontrar la información necesaria. Dichas fuentes
además requieren estar bien informadas y ser cualificadas para hacer las
afirmaciones que realizan y gozan de reconocimiento de expertos.

Las personas que tienen mucho que perder en una discusión no son
generalmente las mejores fuentes de información acerca de las cuestiones en
disputa. Incluso a veces pueden no decir la verdad. Una persona acusada en
un proceso penal se presume inocente hasta que se pruebe su culpabilidad,
pero rara vez creemos completamente su alegato de inocencia sin tener alguna
confirmación de testigos imparciales.

Comprobar las fuentes, cuando hay acuerdo entre los expertos, no se puede
confiar en ninguna de ellos. Antes de citar a alguna organización como una
autoridad, debería comprobar que otras personas u organizaciones igualmente
calificadas e imparciales están de acuerdo.

Los ataques personales no descalifican las fuentes, las supuestas autoridades


pueden ser descalificadas si no están bien informadas, no son imparciales, o
en su mayor parte no están de acuerdo.

Argumentos acerca de las causas. Las pruebas formales similares al


ejemplo inmediatamente anterior, por lo general se introducen en los
argumentos de autoridad. Los argumentos propios acerca de las causas
contienen, ejemplos seleccionados de una manera menos cuidadosa.

El argumento explica cómo la causa conduce al efecto; cuando se piensa que


A causa a B, usualmente se asume que no sólo A y B están correlacionados
sino que también que “tiene sentido” que cause B. Los buenos argumentos
entonces, no apelan únicamente a la correlación de A y B, también explican por
qué tiene sentido para A causar B.

La mayoría de los sucesos tienen muchas causas posibles. Encontrar de


nuevo alguna no es suficiente, se debe dar un paso más y mostrar que esa es
la causa más probable y que no se trata sólo de una coincidencia.

Diez minutos después de beber el “Bitter contra el insomnio de la


doctora Hartshome” me quedé profundamente dormido. Por lo tanto el
“Bitter contra el insomnio de la doctora Hartshome” me hizo dormir

Cualquiera de dos hechos correlacionales pueda causar el otro. La correlación


o establece a dirección de la casualidad. Si A se correlaciona con B, puede ser
que A se correlaciona con B, puede ser que A cause B, pero también puede ser
que A cause B pero también puede ser que B cause A.
Las causas pueden ser complejas muchas historias causales son complejas.

Argumentos deductivos. Los argumentos estudiados hasta ahora son


inciertos porque pertenecen a la categoría de retóricas o dialécticos que solo
buscan la adhesión del auditorio.

En cambio los argumentos deductivos o también llamados analíticos por


Aristóteles son aquellos en los cuales la verdad de sus premisas garantiza la
verdad de sus conclusiones. En este apartado, se pueden ubicar varias
subcategorías:

1. Modus ponens: significa literalmente el modo de poner. Se usan letras


diversas para representar los enunciados: pueden ser la x y la y. Es el modo
de deducción, donde se parte de unos enunciados generales (premisas) y se
llega a una conclusión. Se expresa: si X entonces y. Ejemplo:

Si los optimistas tienen más posibilidades de éxito que los pesimistas.


Entonces, usted debería ser un optimista.
Los optimistas efectivamente tienen más posibilidades de éxito que los
pesimistas.

Por lo tanto usted debería ser optimista.

Este sería el silogismo completo que se esconde detrás de la broma de


Churchill: “Sea optimista. No resulta de mucha utilidad ser de otra manera”.
Aquí está expresando en forma de entimema que es la manera más común de
argumentación breve donde se suprime una de las experiencias.

2. Modus Tollens: literalmente el modo de quitar. Es un argumento en el cual


la negación de una de las premisas, lleva a una conclusión negativa, se
expresa así:

Si x entonces y
No y
Por lo tanto, no x.

Analicemos una de las conclusiones de Sherlock Colmes en la obra La


Aventura Silver Blaze:

“Un perro encerrado en los estaños y sin embargo aunque alguien había
sacado un caballo, el no había ladrado (...). Es obvio que el visitante era
alguien a quien conocía bien...”

Organicemos el argumento de Colmes en forma de Modus Tollens.

Si el perro no hubiera conocido al visitante, entonces hubiera ladrado.


El perro no ladró.
Por lo tanto, él conocía al visitante.

3. Silogismo hipotético: tradicionalmente expresado como: dos cosas iguales


a una tercera son iguales entre sí. Se expresa así:

Si x entonces y
Y entonces z
Por lo tanto, si x entonces z

Veamos un ejemplo:

Si usted estudia otras culturas, comprenderá que existe una diversidad de


costumbres humanas.

Si usted comprende que existe una diversidad de costumbres humanas,


entonces pone en duda sus propias costumbres.

Advierta que el silogismo hipotético ofrece un modelo para explicar las


conexiones entre causa efecto.
4. Silogismo disyuntivo: cuando se presentan dos alternativas y de la
negación una se sigue a información de la otra. Se expresa así:

XoY
No X
Por lo tanto Y

En español la conjunción “o” puede tener dos significados diferentes: exclusivo


y el otro inclusivo. En el primero se indica que una de las dos x o y en
verdaderos, pero ambos. En el sentido exclusivo puede ser que ambos lo sean
porque son equivalentes. En este silogismo es válido únicamente el sentido de
“o”, ejemplo:

Sólo el presidente o su ministro de gobierno pudieron tomar esa medida, el


presidente no lo hizo, luego la tomó el ministro.

La forma más conocida del silogismo disyuntivo es el dilema. Por ejemplo:

Va trabajar o a estudiar.

En conclusión se debe englobar tanto la lógica como la retórica como casos


particulares de una súper – retórica, que tenga la amplitud de la teoría de la
argumentación y el rigor de la lógica. En esta dirección va Apeste cuando
afirma:

“La argumentación se da en todas las ciencias y fuera de ellas. La


argumentación en matemáticas y en física es tan esencial como el derecho a la
historia… lejos de ser el estudio de un pensamiento especial”.

Al lado de estos argumentos existen otros, pero debido a la extensión no se


explicarán. Más bien nos referiremos rápidamente a su fuerza “La fuerza de
un argumento se manifiesta tanto en la dificultad para refutarlo como por sus
cualidades propias” (Perelman 1983, 611). Lo anterior implica que la
capacidad para persuadir y evitar al máximo su refutación. A continuación se
esbozarán algunos aspectos a considerarse en el análisis de un discurso.

Contraargumentación.

Es una forma argumentativa más exigente que las anteriores, ya que consiste
en exponer una idea para invalidar los argumentos contrarios teniendo en
cuenta posibles debilidades del otro o las concesiones que el propio autor haya
admitido. Debe caracterizarse por la agudeza e ingenio para entender la
posición del otro, para ello se tiene los siguientes principios.

Exige una posición clara: ya que confronta dos perspectivas de un mismo tema
exigiendo suma precisión, o sea, poseer claridad de ambas posturas y definir la
opinión propia.

Requiere una exposición ordenada de ideas: se deduce este principio del


anterior ya que los argumentos están identificados, eligiendo un orden lógico y
sencillo para evitar enredos o confusión; el orden varía según los oradores o
escritores.

Rigurosa coherencia: los argumentos y contraargumentos deben tener una


relación ordenada, sin olvidar que el objetivo principal es convencer con
“ataques” acertados o sólidos.

Se debe plantear una conclusión: si es claro que se parte de una o varias ideas
ajenas que confrontan con las propias, se debe organizar con agilidad una
síntesis en la cual evidencie el parecer propio.

Exponer el propósito: en ocasiones se hace explícito, también podría mostrarse


como implícito, en donde el oyente o lector infiere o deduce.

ESTRUCTURA FORMAL DEL ENSAYO


Partes del ensayo

Aunque hemos señalado como característica principal del ensayo la libertad


creativa del ensayista, en el sentido de no tener que seguir un riguroso orden
metodológico, la experiencia y el uso han generalizado una estructura cuyos
componentes principales son: Título, Introducción, Desarrollo y Conclusiones.

Sin embargo, se debe recalcar que estos elementos se proponen como


orientación, especialmente para quien se inicia en la actividad ensayística, en
la cual le pueden servir de guía y no como un esquema rígido que
estrictamente se debe seguir.

El título del trabajo

En sentido estricto, no es propiamente una parte sino el elemento identificador


esencial del ensayo, en el cual se hace la enunciación sintética del problema
investigado. Correspondiente al tema de la disertación, formulado de manera
enunciativa.

Los títulos deben ser precisos, claros y sobrios, con suficiente grado de
abstracción como para abarcar todo el contenido incluido en ellos y servir de
esa manera como orientadores del lector.

Por procedimiento, el título es lo último que se define en un ensayo, como en


muchos otros trabajos, aunque sea lo primero que se coloca en su
presentación.

Esto debido a que el título debe ajustarse a los contenidos desarrollados en el


cuerpo del trabajo, lo cual sólo se puede definir una vez éste haya concluido y
se tenga de él y de su contenido final una visión global.
Esto último permite advertir a los profesores que asignan a sus estudiantes la
tarea de elaborar ensayos en cumplimiento de compromisos académicos, la
necesidad de no perder de vista la libertad, como característica esencial de
este género y, en consecuencia, no exigir rigurosamente ceñirse a un título
asignado, sino más bien asignar temáticas o tópicos generales sobre los cuales
los alumnos puedan trabajar con libertad y demostrar sus cualidades y
capacidad de crítica, análisis, comprensión y síntesis sobre los asuntos o
aspectos a tratar.

Como norma práctica se recomienda que, al definir un título, se tenga mucho


cuidado de no incluir en él aspectos o elementos que no sean trabajados en un
ensayo.

También es conveniente no perder de vista en estas tareas de definición del


título, que cuando estos sean muy generales, escritos, simplistas o
elementales, hay necesidad de aclararlos, delimitarlos o ampliarlos mediante el
empleo de subtítulos, cuya función es la de especificar el contenido y dar una
idea más completa, puntual y específica del mismo.

Al tratar el asunto del título es conveniente detenernos un poco en torno al


aspecto o a los aspectos sobre los cuales puede tratar un ensayo, ya que el
título depende sobre todo de esto.

En este sentido debemos señalar que el ensayo puede tratar de los más
variados asuntos, bien sea sobre temas, objetos, personas, personajes,
aspectos políticos, económicos, sociales, culturales, doctrinas filosóficas,
ideologías, interpretación de texto, posiciones ideológicas, corrientes de
pensamiento, hechos, sucesos, acontecimientos históricos, políticos, sociales,
culturales, artísticos; tendencias, modas, etc.

Por eso, entre las diferentes modalidades o tendencias de ensayo, las cuales
definen naturalmente los títulos de los mismos - y también los subtítulos, que
concretan el enfoque dado al tema tratado en el titulo -, podemos encontrar
ensayos que se orientan a la:

 Interpretación de textos de los diferentes órdenes y temas ya señalados.

 Exposición del pensamiento y la obra de un autor, su importancia histórica y


su trascendencia en un determinado medio histórico o cultural.

 Comparación de tesis y planteamientos en los diferentes momentos de la


obra de un autor, para determinar la evolución de la misma, sus escalas de
maduración o su trascendencia y decadencia.

 Fundamentación de una posición acerca de una determinada realidad,


estableciendo principios de sustentación teórica o empírica.

 Comparación de puntos de vista diferentes de doctrinas o teorías no


concordantes, sentando alguna posición frente a ellas.

 Sustentación de un punto de vista frente a otro, con base en los puntos de


vista y las doctrinas o posiciones personales.
 Comprensión y análisis de los resultados de una determinada situación,
evaluando todas las circunstancias que la rodean.

 La reflexión críitica sobre el desarrollo de un determinado tema o problema,


su importancia e impacto en un determinado contexto.

 Observación y análisis sobre la forma como se han desarrollado o se


desarrollan ciertos procesos en la vida social, política, pública, económica
o cultural.

 Confrontación de tesis, personajes, ideas políticas, temas filosóficos,


ideológicos, culturales, etc.

Introducción

Como su nombre lo indica es, propiamente hablando, la primera parte del


trabajo, en la que el autor presenta y señala la importancia, orientación y
alcances del ensayo. Cumple la función de preparar mentalmente el ambiente
al tema y disponer al lector para el fin que en él se propone. Como regla
general, y dependiendo del tema y del autor, en la introducción se pueden
incluir los siguientes aspectos, los cuales se presentarán como una todo
coherente, con solución de continuidad y no en forma de compartimentos
estancos subtitulados; el orden en que aparezcan tampoco está sometido a
normatividad y algunos elementos, o más bien todos, son opcionales, o sea
que se pueden incluir todos, así como también sólo una parte de ellos.

Antecedentes

Son las circunstancias que llevaron al autor a preocuparse y ocuparse del


tema, como pueden ser su experiencia cotidiana, duda, preocupaciones,
lecturas, investigaciones, noticias, inquietudes intelectuales, compromisos
académicos, situaciones vividas, capacidad creadora. En los antecedentes
normalmente se procede presentando:

Ubicación del tema de investigación, la cual debe ser preferentemente


conceptual, exponiendo el género dentro del cual se inserta el problema
investigado. Explicación del concepto central, tema o problema que se va a
desarrollar, con sus orígenes o antecedentes.

Justificación

La justificación del ensayo se funda en cinco aspectos o puntos esenciales:

 Interés del tema investigado por su novedad, originalidad, relevancia.


 Utilidad o importancia, inferida de las consecuencias teóricas y prácticas
que se desprenden de las distintas soluciones expuestas o de las que se
pretende alcanzar para la comprensión, discusión o ampliación del asunto
tratado.
 Significado del estudio en el campo del conocimiento respectivo.
 Alcances y limitaciones de lo planteado en el trabajo.
 La introducción debe concluir diciendo qué es lo que se pretende plantear
con el tema tratado.

Objetivos

Los objetivos indican la finalidad o propósitos concretos que animaron al


escritor en el compromiso intelectual asumido. Presentan las intenciones
concretas y el resultado que el autor espera del trabajo elaborado, reflejado en
la reacción o actitud de los lectores, es decir, le señalan el tipo de herramienta
o aporte que cree estarles haciendo.

Motivación

Expresa los sentimientos ocultos del autor, velados en sus palabras.

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