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Gaby

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1. ¿Qué es el signo lingüístico?

Se llama signo lingüístico a la unidad mínima de la comunicación verbal, parte de un sistema social y
psíquico de comunicación entre los seres humanos, que conocemos como lenguaje. Este mecanismo
actúa sustituyendo a las cosas de la realidad por signos que las representan, y en el caso del lenguaje
verbal, por signos que podemos recibir a través de los sentidos y luego decodificar e interpretar para
recuperar un mensaje original.

Todo signo es una representación convencional de la realidad, que se enmarca en un sistema


convencional, social, de sustituciones: en el caso del lenguaje verbal, se trata de la palabra por la cosa, o
mejor dicho: un sonido específico por la impresión que deja la cosa referida en la mente.

Por otro lado, el signo lingüístico aparece como parte de una cadena hablada, en la que un signo sucede
a otro, empleando silencios para separar los conjuntos ordenados de signos que componen, por
ejemplo, una palabra. Por eso las lenguas poseen una lógica, una secuencia, una manera de organizar la
información que denominamos sintaxis.

El signo lingüístico fue el tema de estudio de Ferdinand de Saussure y Charles Sanders Peirce en el siglo
XIX, cuyos estudios sentaron las bases para la posterior lingüística moderna. La obra Curso de lingüística
general de Saussure es una referencia obligatoria en la materia.

2. Elementos del signo lingüístico

Los elementos del signo lingüístico, tal y como lo definió Saussure, son dos:

Significante. Es la parte material del signo, aquella que aporta la forma y que es reconocible mediante
los sentidos. En el caso del lenguaje hablado, se trata de la imagen mental (la imagen acústica) de los
sonidos articulados y transmitidos por el aire que se necesitan para comunicar el signo.

Significado. Es la parte inmaterial, mental, social y abstracta del signo lingüístico, que forma parte de lo
contemplado comunitariamente en la lengua (y que son patrimonio de todos), pero también de las
capacidades expresivas del individuo (su léxico individual). El significado vendría a ser la imagen psíquica
o el contenido que se transmite mediante el lenguaje.

Tanto el significante como el significado son facetas recíprocas del signo, es decir, que se necesitan la
una a la otra como las dos caras de una hoja de papel. Por ello no es posible separarlos, ni manejar uno
solo. A este tipo de relación se le conoce como dicotomía.
Pierce, por su lado, le atribuía al signo lingüístico tres caras, como un triángulo:

Representamen. Se llama así a lo que se encuentra en lugar del objeto real, es decir, eso que se halla
representando a la cosa: una palabra, un dibujo, son formas de representamen.

Interpretante. Todo signo requiere de alguien que lo lea o lo escuche y capte los sentidos en el signo,
que necesariamente se dirige a alguien. Esto es el interpretante: la visión mental que del representamen
se hacen los individuos que se comunican.

Objeto. Es la realidad concreta que se desea representar, es decir, eso en cuyo lugar se halla el signo
lingüístico.

3. Características del signo lingüístico

Según los estudios de Saussure, el signo lingüístico posee características determinadas:

Arbitrariedad. La relación que hay entre significado y significante es, por lo general, de tipo arbitrario, es
decir, convencional, artificial. No hay una relación de semejanza entre los sonidos que componen una
palabra determinada (digamos: cielo) y el significado concreto que buscan transmitir (la idea del cielo).
Es por esto que los idiomas deben aprenderse.

Linealidad. Como se dijo antes, los significantes del lenguaje verbal forman parte de una cadena de
signos cuyo orden importa para que se puedan entender de manera correcta. Eso se entiende como un
carácter lineal: los sonidos que componen una palabra aparecen en línea, o sea, uno delante de otro, no
todos a la vez, ni de manera desordenada: cielo no es equivalente a ociel.

Mutabildad e inmutabildad. Esto significa que el signo lingüístico puede mutar: cambiar, adquirir nuevos
sentidos, desplazar el nexo específico entre significado y significante, pero siempre que lo haga a lo largo
del tiempo. Un ejemplo de ello es la etimología: el origen de las palabras modernas a partir de las
antiguas, que van lentamente cambiando. Pero al mismo tiempo tiende a permanecer incambiante:
dentro de una comunidad determinada y en un momento de la historia específico, la relación entre
significado y significante tiende a ser estática. Un ejemplo de ello es que no podemos alterar las palabras
de nuestro idioma e imponer ese uso al resto de los hablantes del mismo.

4. Tipos de signos lingüísticos

Según Peirce, existen tres tipos distintos de signos, de acuerdo a la relación entre el objeto y su
interpretante:

Índices. El signo tiene una relación lógica, causal, de proximidad de algún tipo con su referente real. Por
ejemplo: las huellas de un perro en el suelo, remiten a la presencia del animal.
Íconos. En este caso, el signo se asemeja a lo que representa, es decir, tiene una relación mimética o de
parecido. Por ejemplo: una onomatopeya del sonido de un animal.

Símbolos. Son los que presentan la relación más compleja entre el objeto y el referente, ya que es
totalmente cultural, arbitraria. Por ejemplo: los emblemas religiosos, las banderas, los escudos de
armas.

1.

El signo lingüístico es una unidad lingüística que puede ser percibida por el ser humano mediante los
sentidos y que permite representar completamente un evento comunicativo en sus propios términos. Es
una construcción social que funciona dentro de un sistema lingüístico y que pone un "elemento" en
lugar de otro. Como sistema, tiene la capacidad de aplicarse a sí mismo y de explicar los demás sistemas
de signos; pero es importante advertir que en la lingüística y en la semiótica la teoría define al objeto, y
por lo tanto el signo es consecuencia de una perspectiva teórica.

El signo lingüístico fue abordado por dos autores diferentes, por un lado Ferdinand de Saussure y por el
otro Charles Sanders Peirce, quienes a finales del siglo XIX desarrollaron sus estudios en los cuales
abordaron un mismo fenómeno: el signo, pero desde diferentes perspectivas: Saussure utiliza una
perspectiva lingüística, mientras que la de Peirce es lógico-pragmática. Y ambos sentaron las bases de lo
que hoy se conoce como la "Teoría General de los Signos". Si se tiene en cuenta al signo desde la
perspectiva del estudio de F. Saussure este establece un signo biplánico: un significado, que es el
concepto; y un significante, que es la imagen acústica.

El signo se puede definir como la representación de la realidad. Saussure lo demuestra con su teoría,
debido a que todo lo que es interpretado como significado (concepto) se debe a algo de la realidad, por
eso se dice que el significante es la huella psíquica que deja en la mente. Esto hace posible que los
habitantes que hablan una sola lengua, puedan tener una comunicación efectiva al momento de
expresar cualquier tema que tenga relación con el contexto en el que se vive, el receptor pueda
entender de qué se está hablando. “La lengua es un sistema en donde todos los términos son solidarios
y donde el valor de cada uno no resulta más que de la presencia simultánea de los otros.”[1]Ferdinand
de Saussure plantea el signo lingüístico como un proceso mental en el cual el significante y significado
son biunívocos, es decir, el signo es indivisible y tanto el significante y significado no pueden ser
separados; a partir de esto, se dice que el signo es como una moneda de dos caras. El significado es un
concepto, mientras que el significante es una imagen acústica. El concepto se encuentra en nuestra
mente, dependiendo del contexto y de los referentes adquiridos. En cambio, la imagen acústica no se
limita al sonido de la palabra, sino es la huella psíquica que deja en nuestra mente. "El significante
lingüístico; en su esencia, de ningún modo es fónico, es incorpóreo, constituido, no por su sustancia
material, sino únicamente por las diferencias que separan su imagen acústica de todas las demás. Este
principio es tan esencial, que se aplica a todos los elementos materiales de la lengua, incluidos los
fonemas" [2]La teoría propuesta por Saussure ha servido como base para la creación de los modelos de
comunicación.

Para Saussure el signo lingüístico posee características específicas:

La arbitrariedad del signo lingüístico: hace referencia a que el signo es arbitrario en el sentido que la
unión entre el significado y el significante es inmotivada, es decir, convencional. Arbitrario con relación
al significado, ya que el enlace que une el significado con el significante es inmotivado, es decir, no
existe motivo o razón por el cual exista una relación entre significante y significado. Por ejemplo, en los
sinónimos (varios significantes y un solo significado), las lenguas (español: tiza, inglés: chalk), incluso en
las onomatopeyas (español: quiquiriquí, francés: cocorico) y las exclamaciones (español: ¡ay!, alemán:
¡au!).

Carácter lineal del significante: Los elementos del significante lingüístico se presentan uno tras otro
formando una cadena ya que el significante se desenvuelve en el tiempo únicamente y tiene los
caracteres que toma de este.[3] El signo es lineal porque el significante se desenvuelve sucesivamente
en el tiempo, es decir, no pueden ser pronunciados en forma simultánea, sino uno después del otro, en
unidades sucesivas que se producen linealmente en el tiempo. Por ejemplo, ¡a-c-a-b-o-d-e-ll-e-g-a-r!.

Por otra parte Saussure hace referencia al concepto de "Mutabilidad e Inmutabilidad del Signo".[4] Lo
que Saussure intenta diferenciar, por un lado, es que la Inmutabilidad se refiere a que un significante es
elegido libremente con relación a la idea que representa pero impuesto con relación a la comunidad
lingüística que lo usa. Por el otro, se refiere a la Mutabilidad del signo, es decir, a un cambio o alteración
del mismo ya que este se continúa en el tiempo, la cual siempre conduce a un desplazamiento de la
relación entre el significado y el significante.

A diferencia de Saussure, a Charles S. Peirce no le preocupaba el funcionamiento de la lengua; su


preocupación era más general, ya que le interesaba cómo el ser humano conoce la realidad.

Peirce definió al signo como:

«Un signo o representamen, es algo que, para alguien, representa o se refiere a algo en algún aspecto o
carácter. Se dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o, tal vez, un
signo más desarrollado. Este signo creado es lo que yo llamo el interpretante del primer signo. El signo
está en lugar de algo, su objeto. Esta en lugar de ese objeto no en todos los aspectos si no solo con
referencia a una suerte de idea, que a veces he llamado el fundamento del representamen».

[4]

Para Peirce, el signo es una entidad de tres caras:[6]

Representamen: Es una cualidad material que está en lugar de otra cosa.[4]

Interpretante: Aclara lo que significa el representamen y a su vez representa el mismo objeto. Peirce
distingue tres interpretantes de un signo:

Interpretante Dinámico: se trata del efecto particular que un signo provoca en la mente de un intérprete
en una situación concreta de enunciación, en un contexto determinado de utilización.

Interpretante Inmediato: es pensado como el concepto o significado que comporta todo signo,
independientemente del contexto y circunstancias de su enunciación. Peirce afirma que se trata de una
abstracción y de una posibilidad.

Interpretante Final: presupone a los otros dos tipos de interpretantes. Es el interpretante pensado como
un hábito que hace posible la interpretación recurrente y estable de un signo.

Objeto: Peirce hace hincapié en que para que algo sea un signo, debe representar a otra cosa, llamada
su objeto. Se referirá a los signos como si tuvieran un único objeto, pero aclara que un signo puede
tener más de un objeto. Distingue dos tipos de objeto:

Objeto Inmediato: (interior a la semiosis) es el objeto tal como es representado por el signo mismo, cuyo
ser es dependiente de la representación de él en un signo.

Objeto Dinámico: (exterior a la semiosis) es la realidad que por algún medio arbitra la forma de
determinar el signo a su representación.

Según Peirce es necesario que existan tres condiciones para que algo sea un signo:

El signo debe tener cualidades que sirvan para distinguirlo.

El signo debe tener un objeto, aunque la relación del representamen con el objeto no basta para hacer
de uno el signo del otro; para ello se necesita un interpretante.

La relación semiótica debe ser triádica: comportar un representamen que debe ser reconocido como el
signo de un objeto a través de un interpretante. La semiosis, es el instrumento de conocimiento de la
realidad, y es siempre para Peirce un proceso triádico de inferencia mediante el cual a un signo (llamado
representamen) se le atribuye un objeto a partir de otro signo (llamado interpretante) que remite al
mismo objeto.

Peirce distingue también tres clases de signos y los clasifica según cómo se presente a sí mismo, cómo se
relacione con su objeto y cómo se relacione con su interpretante. De esta manera los clasificó en
indicios, íconos y símbolos:

Índices: El signo guarda relación física de causa-efecto o proximidad con el objeto al cual representa, y
son espontáneos. Muestran algo sobre las cosas por estar físicamente conectados con ellas. Por
ejemplo, el síntoma de una enfermedad.

Iconos: Se dan cuando el signo se parece al objeto representado. Sirven para transmitir ideas de las
cosas que representan simplemente imitándolas. Tiene la naturaleza de una apariencia y, como tal, sólo
existe en la conciencia. Las representaciones artísticas (escultura, pintura...) son un ejemplo, pero las
onomatopeyas, en el plano oral, también.

Símbolos: Se dan cuando hay una relación injustificada entre signo y objeto, como resultado de la
conveniencia. El símbolo está conectado con su objeto en virtud de la idea de la mente que usa
símbolos, sin la cual no existiría tal conexión. Las palabras, números, signos religiosos y banderas, son,
entre otros, algunos ejemplos.

Los signos: concepto, tipos y ejemplos

El signo es un elemento creado para representar cosas que se están pensando y que, por ende, pueden
ser comunicadas. Es el elemento más pequeño en el ámbito de la expresión.

Todo signo consta de dos partes: la parte material que es la percibida por los sentidos (significante) y la
parte abstracta o idea que se nos viene a la mente al percibir el significante (significado). Ejemplos:
El sonido del teléfono, indica que alguien desea hablarnos.

La palabra cocina, nos evoca el lugar donde se preparan los alimentos.

La luz color rojo en el anuncio de la farmacia, nos señala que esa noche está de turno.

El gesto serio de un amigo, nos dice que está molesto porque llegamos tarde.

Un signo puede ser una palabra (lenguaje verbal), un sonido, un gesto, una imagen, una señal, un color,
un olor (lenguaje no verbal).

Tipos de signos

Es complicado clasificar los signos porque son variadas las perspectivas desde las cuales se pueden
analizar; no obstante, vamos a considerar la clasificación más importante, y es aquella que se hace
según la relación existente entre el significante y el significado (Llamada Teoría de Charles Peirce):

Signos naturales

La característica principal de estos signos es la no intervención del hombre en su creación; corresponden


directamente a los fenómenos de la naturaleza y algunas funciones humanas. La relación entre el
significante y el significado se establece a través del origen intrínseco entre ambas partes.

Clasificación

Indicios: Son signos naturales en los que se establece una relación entre el significante y el significado,
tipo causa – efecto. Ejemplo:

Las huellas digitales en el trabajo de los forenses.

Señales: Es un signo que se produce de manera natural. Ejemplo:

La nevada que anuncia la llegada del invierno, para el meteorólogo.

Síntomas: Signo que se produce de manera natural y compulsiva. Ejemplo:

La fiebre indicando que existe una infección, para el médico.

Signos artificiales

Estos signos fueron creados por el hombre de manera consciente para comunicarse con otros.
Percibimos signos a través de los sentidos y les damos un significado para poder transmitir la
información. Los podemos clasificar en
Clasificación

Signos lingüísticos: Son la unidad mínima de comunicación verbal o del lenguaje. El signo lingüístico
proviene de la combinación de un significante y un significado; donde el significante es la imagen
acústica (cadena de sonidos) y el significado es el concepto (la idea principal que tenemos de cualquier
palabra).

Signos no lingüísticos: Son entidades que comunican algo; pero esta comunicación no se hace ni
mediante lenguaje hablado, ni mediante lenguaje escrito. Se representan como:

Iconos: Han sido creados por el hombre (signos artificiales), y se caracterizan porque existe un parecido
o semejanza entre el significante y el significado. Con estos signos trabajan los arquitectos, dibujantes,
fotógrafos, topógrafos. Ejemplo:

Fotografías familiares.

Planos para construir una casa.

Dibujo de nuestra mascota.

Imagen de un avión en el aeropuerto.

Símbolos: También han sido creados por el hombre (signos artificiales); pero, entre el significante y el
significado no existe semejanza, (como ocurre con la mayoría de señales de circulación).

En este caso, la relación consiste en un acuerdo entre los miembros de un conglomerado para utilizar los
signos. Los símbolos deben ser aprendidos por los integrantes del grupo o comunidad, y hasta pueden
cambiarse en cualquier momento. Ejemplo:

Los símbolos patrios de una nación a través de su himno, escudo y bandera.

La simbología del semáforo peatonal con sus colores rojo, amarillo y verde.

A continuación, veamos una ilustración acerca de los signos artificiales más conocidos o cotidianos a los
que nos vemos expuestos:

Signos más utilizados

Signos de puntuación

Son símbolos que se utilizan para interpretar y definir las expresiones en un escrito. Ayudan a
estructurar el texto y a diferenciar ideas principales de las ideas secundarias. Los signos de puntuación
son: el punto, dos puntos, la coma, las comillas, el punto y coma, paréntesis, corchetes y llaves, diéresis
o crema, raya, guion, puntos suspensivos, signos de exclamación e interrogación, etc.
Signos matemáticos

Son todos aquellos que se utilizan para indicar las operaciones o naturaleza de las cantidades. Los signos
matemáticos para operaciones básicas son: “+, -, x, /”.

Y existen otra cantidad de signos que se usan para operaciones matemáticas más complejas.

Signos musicales

Son representaciones gráficas que permiten escribir la música y dan la pauta exacta para crear los
sonidos de la melodía. Los signos musicales más utilizados son: notas, silencios, clave, armadura y
compás.

Signos zodiacales

Son cada una de las doce partes iguales en que se considera dividido el zodiaco. Según la astrología…,
cada signo del zodiaco representa una personalidad básica humana; y el signo que le corresponde a cada
quien depende de la fecha, hora y posición de los astros en el día su nacimiento.

Los signos zodiacales son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario,
Capricornio, Acuario y Piscis.

Origen e historia

Los signos van de la mano junto a la evolución del hombre. La diferencia esencial entre signo y símbolo
es que mientras el signo puede ser una sencilla señal entendida no sólo por el hombre, sino por un
animal; no ocurre lo mismo con el símbolo, que puede ser interpretado únicamente por los seres
humanos porque es una combinación de diferentes signos.

En una primera etapa, los seres humanos comenzaron a emitir sonidos y a escribir garabatos y dibujos
para representar su ingenio; de allí pasaron al lenguaje oral. Y fue esta comunicación verbal, el empuje
para la invención de los signos, creación, que dio respuesta a la necesidad del hombre de preservar sus
ideas y pensamientos.
EL SIGNO SEGUN SAUSSURE

Una de las definiciones mas conocidas de signo es la de Ferdinand de Saussure, que aparece en el texto
Curso de Lingüïstica General (1916).

Este autor se centró específicamente en los signos lingüísticos, es decir "las palabras". Así definió la
Lingüïstica como la ciencia que estudia estos signos verbales y la incluyó dentro de una ciencia más
general, que se ocupa de la totalidad de los signos en la vida social, la semiología, por ello sus conceptos
fueron aplicados luego a la reflexión sobre distintos tipos de signos.

Para Saussure, la lengua es un sitema de signos.


El signo lingüístico es una entidad con dos caras: es la unión entre un concepto o idea (significante) y
una imagen acústica (significado) que se corresponden recíprocamente. La imagen acústica no es el
sonido, sino la representación mental de la cadena de sonidos que se corresponden con un determiando
concepto (si pensas en el sonido de una palabra sin pronunciarla, no hay sonido físico pero sí una
imagen acústica).

El significado es una representación psíquica. Esto quiere decir que el significado no sería el árbol como
objeto real, sino la idea que la persona se hace del árbol. El significante ha sido considerado la parte
material del signo (el sonido o la letra escrita) y permite que el significado se haga presente. Según él,
los signos lingüísticos están en la mente.

Recordemos que:

Según Saussure, la característica de los signos es que son:

Arbitrarios: porque no hay ninguna necesidad para que el significante á-r-b-o-l esté asociado a la idea de
árbol; podría haber sido cualquier otra cadena de sonidos y, de hecho, en otros idiomas, la relación se
da con otras cadenas de sonidos, como por ejemplo en inglés es la palabra "tree".

Convencionales: porque nacen del acuerdo tácito dentro de una comunidad. Para los hispanohablantes,
quien fija la relación significado-significante es la Real Academia Española.
El signo lingüístico posee las siguientes características:[5]

Arbitrariedad. El lazo que une el significante y el significado es arbitrario. Saussure aclara que con
«arbitrario» quiere decir inmotivado: la idea de árbol no está ligada por relación alguna con la secuencia
sonora á-r-b-o-l.

Linealidad del significante. El significante se desarrolla en el tiempo: constituye, pues, una línea
temporal. En oposición a los significantes visuales (una fotografía por ejemplo), los acústicos solo
disponen de la línea del tiempo: sus elementos se presentan unos tras otros formando una cadena. Al
pronunciar /árbol/, se emite un sonido detrás de otro: á-r-b-o-l. La representación escrita árbol
proporciona también un claro ejemplo: la sucesión en el tiempo es sustituida por la línea espacial de los
signos gráficos.

Inmutabilidad y mutabilidad. Con relación a la comunidad que lo utiliza, el signo lingüístico es impuesto,
inmutable. Pero los signos lingüísticos con el paso del tiempo pueden alterarse, por lo cual es posible
hablar, a la vez, de inmutabilidad y mutabilidad del signo lingüístico. Por ejemplo, en castellano primitivo
mecer significaba «menear», «agitar», «encogerse de hombros»; en la actualidad, el significado de este
término se ha restringido a «mover acompasadamente la cuna de los niños».

Los tres componentes del signo según la perspectiva de C. Peirce.

A diferencia de Saussure, a Charles S. Peirce no le preocupaba el funcionamiento de la lengua; su


preocupación era más general, ya que le interesaba cómo el ser humano conoce la realidad.

Peirce definió al signo como:

«Un signo o representamen, es algo que, para alguien, representa o se refiere a algo en algún aspecto o
carácter. Se dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o, tal vez, un
signo más desarrollado. Este signo creado es lo que yo llamo el interpretante del primer signo. El signo
está en lugar de algo, su objeto. Esta en lugar de ese objeto no en todos los aspectos si no solo con
referencia a una suerte de idea, que a veces he llamado el fundamento del representamen».

[4]
Para Peirce, el signo es una entidad de tres caras:[6]

Representamen: Es una cualidad material que está en lugar de otra cosa.[4]

Interpretante: Aclara lo que significa el representamen y a su vez representa el mismo objeto. Peirce
distingue tres interpretantes de un signo:

Interpretante Dinámico: se trata del efecto particular que un signo provoca en la mente de un intérprete
en una situación concreta de enunciación, en un contexto determinado de utilización.

Interpretante Inmediato: es pensado como el concepto o significado que comporta todo signo,
independientemente del contexto y circunstancias de su enunciación. Peirce afirma que se trata de una
abstracción y de una posibilidad.

Interpretante Final: presupone a los otros dos tipos de interpretantes. Es el interpretante pensado como
un hábito que hace posible la interpretación recurrente y estable de un signo.

Objeto: Peirce hace hincapié en que para que algo sea un signo, debe representar a otra cosa, llamada
su objeto. Se referirá a los signos como si tuvieran un único objeto, pero aclara que un signo puede
tener más de un objeto. Distingue dos tipos de objeto:

Objeto Inmediato: (interior a la semiosis) es el objeto tal como es representado por el signo mismo, cuyo
ser es dependiente de la representación de él en un signo.

Objeto Dinámico: (exterior a la semiosis) es la realidad que por algún medio arbitra la forma de
determinar el signo a su representación.

Según Peirce es necesario que existan tres condiciones para que algo sea un signo:

El signo debe tener cualidades que sirvan para distinguirlo.

El signo debe tener un objeto, aunque la relación del representamen con el objeto no basta para hacer
de uno el signo del otro; para ello se necesita un interpretante.

La relación semiótica debe ser triádica: comportar un representamen que debe ser reconocido como el
signo de un objeto a través de un interpretante. La semiosis, es el instrumento de conocimiento de la
realidad, y es siempre para Peirce un proceso triádico de inferencia mediante el cual a un signo (llamado
representamen) se le atribuye un objeto a partir de otro signo (llamado interpretante) que remite al
mismo objeto.

Peirce distingue también tres clases de signos y los clasifica según cómo se presente a sí mismo, cómo se
relacione con su objeto y cómo se relacione con su interpretante. De esta manera los clasificó en
indicios, íconos y símbolos:
Índices: El signo guarda relación física de causa-efecto o proximidad con el objeto al cual representa, y
son espontáneos. Muestran algo sobre las cosas por estar físicamente conectados con ellas. Por
ejemplo, el síntoma de una enfermedad.

Iconos: Se dan cuando el signo se parece al objeto representado. Sirven para transmitir ideas de las
cosas que representan simplemente imitándolas. Tiene la naturaleza de una apariencia y, como tal, sólo
existe en la conciencia. Las representaciones artísticas (escultura, pintura...) son un ejemplo, pero las
onomatopeyas, en el plano oral, también.

Símbolos: Se dan cuando hay una relación injustificada entre signo y objeto, como resultado de la
conveniencia. El símbolo está conectado con su objeto en virtud de la idea de la mente que usa
símbolos, sin la cual no existiría tal conexión. Las palabras, números, signos religiosos y banderas, son,
entre otros, algunos ejemplos.

¿QUÉ ES EL SIGNO LINGÜÍSTICO?

El signo lingüístico es toda palabra o conjunto de palabras que expresa un significado:

Los planos del signo lingüístico

Todo signo lingüístico presenta dos planos: el plano del significante (expresión) y el plano del significado
(contenido).
• El significante de un signo lingüístico es la cadena de sonidos que emitimos al hablar, o las grafías que
utilizamos al escribir. Por ejemplo, el significante de la palabra flor está constituido por cuatro sonidos
/f/l/o/r/ o por cuatro letras f, l, o, r.

• El significado de un signo lingüístico es la idea o concepto que asociamos en nuestra mente a un


significante concreto. Por ejemplo, el significado de la palabra flor es parte de la planta donde se
encuentran los órganos de reproducción, generalmente de formas y colores vistosos.

Significante y significado forman una unidad.

Relaciones entre los planos

• Hay palabras en nuestra lengua que tienen el mismo significante y diferentes significados:

- La venta de libros es un índice de cultura.

- Presiona la tecla con el índice derecho.

El significado del término índice en la primera oración es aquello que indica la importancia o intensidad
de algo y, en la segunda, dedo de la mano entre el pulgar y el anular.

• Otras palabras tienen diferentes significantes para un mismo significado:

- Con su inocencia, se ganó el cariño del público.

En ésta oración, las palabras inocencia, cariño y público pueden ser reemplazadas por otras con el
mismo significado: candor, afecto y auditorio, respectivamente.

• Además, hay palabras que tienen significantes parecidos significados totalmente diferentes:

- El papel pudo absorber el líquido derramado.


- El jurado decidió absolver al reo.

Absorber significa 'aspirar, embeber' y absolver, "exculpar".

¿Sabías que el cambio de una letra en una palabra puede generar un nuevo signo lingüístico?

Fíjate en estos casos: pata — pala — gala.

Los signos lingüísticos son un conjunto de contextos observados por el hombre a través de sus sentidos.
Es la asociación indisoluble de una idea o concepto con una forma sonora y comprenden dos términos
psíquicos unidos en nuestro cerebro, el significado y el significante.

Significado

Es la imagen que asociamos automáticamente a la palabra, determinada como la idea notable de


cualquier palabra compuesta por un conjunto de características que se recuerdan al leer.

Significante

Es la imagen acústica definida como la palabra que representa al objeto mediante una cadena de
sonidos.

Los signos lingüísticos están formados por cuatro (04) principios:


Arbitrariedad:

Indistintamente de la comunidad lingüística que sea, siempre va a tener el mismo significado.

Ejemplo: Los ladridos de un perro siempre van a sonar igual en cualquier parte del mundo, sin embargo,
plasmar por medio de la escritura el sonido, va a variar según cada comunidad.

Lineabilidad:

No existen palabras que se puedan decir al mismo tiempo, intentar hacerlo es sencillamente imposible.
Cada frase está conformada por silaba tras silaba, palabra por palabra para así poder formar el
significante.

Inmutabilidad:

Significa que un individuo no puede cambiar de un momento a otro el significante o concepción de una
o varias palabras ya que esto va a depender de toda una comunidad lingüística.

Ejemplo: Cuando se decide llamar al gato de esa forma, no hay un motivo unipersonal para llamarlo de
otra forma, esto es estático e inmutable.

Mutabilidad:

Es el cambio, evolución y desarrollo que hay y que se puede dar en diferentes niveles, como forma,
fonética y signos. Se modifican a través del tiempo, siendo esto de una forma gradual, casi
imperceptible. Es la población en general la que acepta sus cambios para que así se practique.

Ejemplos de signos lingüísticos

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