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Problemas de La Pedagogía
Problemas de La Pedagogía
Problemas de La Pedagogía
Eje Temático 3.
3.1. El problema de la Pedagogía
Si tomamos como referencia a las ciencias positivas o fácticas, a las que también suele
llamarse básicas, vemos que la matemática constituye la base sobre la que se apoyan
todas las demás. Seguiría la física, cuyo "idioma" es la matemática, pudiendo
considerarse a la química como un compendio de casos particulares de la física. El
campo de la biología es la interpretación de un conjunto especial de procesos físicos y
químicos. Todos los seres vivos están constituidos por sustancias químicas, y su
comportamiento obedece a leyes físicas. Ocurre lo mismo con la geología, ya que las
rocas son agregados de minerales, los que constituyen las formas cristalinas de ciertos
grupos de compuestos químicos. Las modificaciones que los minerales y rocas
experimentaron desde el comienzo se rigen por leyes físicas. La meteorología
comprende la interpretación de los procesos físicos que tienen lugar en la atmósfera,
la cual está a su vez compuesta por un grupo reducido de moléculas.
¿Es necesario hallar los elementos que indiquen que la pedagogía es una
ciencia?
Con este criterio podemos decir que los pedagogos, en vez de plantearse la validez
científica de la pedagogía, tendrían que... ¿...? ¿Educar? No!, si los que educan o
enseñan son los docentes. Entonces,
Probablemente, podemos decir que todos estos actores son estudiados por la pedagogía.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la pedagogía no educa ni enseña, ya que eso
compete a los docentes. Si planteamos que corresponde a la pedagogía decidir sobre los
contenidos de la enseñanza, podemos encontrarnos frente a un planteo ético.
Si tomamos como educandos sólo a los habitantes con edades entre 0 y la conclusión de
la etapa de la adolescencia,
Si consideramos que tienen que ser los padres, entonces corresponde decidir a ellos
sobre los contenidos de la educación. Pero la mayor parte de los padres no son ni
docentes, ni pedagogos. Es así que es el gobierno quien toma para sí la
responsabilidad de todas las decisiones referentes a educación, pero, ¿le
corresponde?
Siguiendo la línea argumental de Laeng, citado por Stouvenel (1998), el objetivo del
presente trabajo es quitar trascendencia a la discusión sobre la
También indica que los temas clásicos de la epistemología son los relativos al modo en
que se organizan y se fundamentan los conocimientos científicos, sus características y
sus relaciones hasta los que constituyen explicaciones e interpretaciones de la realidad
en las distintas teorías de la ciencia contemporánea.
En forma similar, Fernández (1999) indica que una ciencia autónoma es poseedora de
un objeto de estudio que no se confunda con otro.
Una visión diferente es presentada por Quintanilla (1980), citado por Fernández (op.
cit.), al presentar a las ciencias como programas de investigación, mientras que lo
esencial en ellas pasa a tener carácter de plan, de proyecto, de acción, orientadas a
finalidades específicas.
También puede considerarse dentro de esta visión la definición de Dewey (1968), cuando
dice que ciencia significa la existencia de métodos sistemáticos de investigación que,
cuando se dirigen a estudiar una serie de hechos, nos ponen en condiciones de
comprenderlos menos azarosamente y con menos rutina.
En cambio, Durkheim, citado por Geneyro (1990), indica que ciencia es aquella que se
ocupa de lo que es, no de lo que debe ser; estudia lo que es empíricamente observable,
"los hechos", y debe orientarse a la construcción de conocimientos destinados a la
resolución de los problemas que afrontan los hombres en sus prácticas concretas.
Del mismo modo indica que la educación consiste en una actividad sistemática ejercida
por los adultos sobre los niños y los adolescentes, con el fin de prepararlos para la
vida en un medio determinado.
Desarrollo Temático.
Si se tiene en cuenta la definición de Follari (1990) sobre pedagogía,
Si esta definición fuera cierta, habría que preguntarse si realmente existe alguna ciencia.
Por otro lado, en los ámbitos científicos son extremadamente comunes las convenciones
arbitrarias, y los gestos e intereses individuales. Finalmente, es cierto que se puedan
definir métodos de verificación, pero lo que no es posible definir es la interpretación que
se haga de los resultados de esos métodos.
Para facilitar la comprensión de las razones que permiten esta afirmación, es útil la
comparación con las ciencias formales y fácticas, ya que a nadie se le ocurriría poner en
duda su valoración como ciencias.
Pero como la física es una ciencia, y, ¿quién podría dudar de ello?, por suerte ya
existen muchos que hacen una interpretación diferente de esos resultados. Si la ciencia
resultara de "relaciones objetivas", como plantea Langlois et Seignobos, habría que
preguntarse si la persistencia de la física relativista y la teoría del "bigbang" no tiene
algo que ver con las características de sus creadores.
Además de los "gestos e intereses individuales", sobre los que podrían mencionarse
numerosos ejemplos, en forma extremadamente común la ciencia está regida por
"convenciones arbitrarias", que muchas veces son de índole política y económica.
Y siguiendo con esta idea, y el aporte de los que proponen el posmodernismo cuando
mencionan "la muerte de las ideologías", se enmarca lo que recuerda Stouvenel (op.
cit.): "...la clasificación de las ciencias y las disciplinas tomó un auge particular con la
reivindicación positivista de la autonomía de la ciencia. Hoy, consumado ese proceso,
el acento se pone menos sobre el desarrollo ramificado en direcciones y más sobre la
intersección cada vez más densa de los diferentes planos de investigación y de acción.
Las definiciones sobre ciencia dadas por Durkheim, citado por Geneyro (1990), Dewey
(1968), y también Follari (1989), que fueron mencionadas anteriormente, se acercan
más a la visión posmoderna más realista, que a la positivista. Justamente es el texto de
Follari (op. cit.) el que interrumpe la rigidez de las exposiciones de Langlois et
Seignobos, Planchard (1986) o Fernández (1999), en particular cuando indican que los
conocimientos tienen que ser sobre un objeto determinado.
Sobre el tema, dice Laeng (op. cit.): "Ya en este momento es prácticamente imposible
implantar criterios taxonómicos que delimiten la clasificación de campos objetivos
definidos por género y diferencia específica." Y Stouvenel (1998): "También sigue
vigente la idea que afirma que un mismo objeto puede ser considerado desde varios
puntos de vista, como una pluralidad de objetos formales."
Bunge (1986), citado por Stouvenel (1998), afirmaba que a pesar del espacio propio que
cada ciencia supone, la investigación actual se vuelve más interdisciplinaria en tanto los
problemas que trata son más trascendentales.
Los que relativizan su carácter científico dicen que ésta se basa sobre investigaciones de
otras "ciencias", pero en la comparación con las ciencias fácticas, de indudable
naturaleza "científica", hemos visto que esto no es un impedimento. Y también podemos
afirmar que aquellos que plantean que son muchas las disciplinas que se ocupan de
aspectos relativos a la educación, restándole así validez a la pedagogía, se han quedado
con los ideales "positivistas" del modernismo.
Es cierto que la educación genera un individuo "educado" que es artificial desde el punto
de vista de la naturaleza. Según este concepto, entre otros, los ingenieros son artistas,
pero es muy poco probable que éstos interrumpan su trabajo para dedicarse a esta
discusión. Y yendo a la diferenciación de categorías, Stouvenel (op. cit.) se acerca a una
interpretación cuando expone que el sociólogo hace sociología, el psicólogo hace
psicología, el químico hace química, y el biólogo hace biología, pero es un criterio
incompleto. Las ciencias química y biológica son básicas en las investigaciones químicas
y biológicas, pero cuando un químico "hace" química y un biólogo "hace" biología, están
aplicando los conocimientos que resultaron de sus respectivas investigaciones.
En este último caso serían ciencias aplicadas. Es más, teniendo en cuenta el argumento
que la pedagogía sería una ciencia aplicada porque utiliza resultados de investigaciones
de otras disciplinas, podríamos entonces afirmar que la física es aplicada porque utiliza
resultados de investigaciones matemáticas, y así con todas las otras ciencias fácticas,
sobre las que nadie pone en duda su carácter de "básicas".
¿Tienen los pedagogos que expandirse más allá de lo que sucede con
relación a las aulas?
¿Hay alguna razón que justifique que los pedagogos excedan el campo de la
didáctica?
Cuando el gobierno toma decisiones en materia de educación, ¿no está avanzando sobre
los derechos de los individuos? ¿Los pedagogos investigan a las comunidades, o los
pedagogos investigan la didáctica apropiada para cada comunidad, y cada tipo de
institución, adaptándose a los contenidos pretendidos?
¿No obedece a un propósito más elevado hallar las formas para servir mejor
a éste, que pretender moldear una comunidad?
Y en otro nivel, no va a ser el pedagogo quien decida la oferta de una institución, pero
sí puede ser el que determine los medios para que esa oferta sea llevada a cabo en la
forma más eficiente.
Por un lado, existe la realidad planteada por Stouvenel (1998) cuando se refiere al
aumento en la unidad del saber, a la relación ciencia – técnica, que es ya indiscutible a
nivel de la práctica, y que releva el problema teoría – práctica. También hay que
considerar que la "tecnología" que desarrolla un pedagogo, se basa sobre investigaciones
"pedagógicas", a su vez basadas sobre los aportes de otras disciplinas.
Conclusiones.
Las comparaciones propuestas en el presente trabajo evidencian que la pedagogía puede
ser considerada una ciencia, y que los pretendidos problemas aparentemente planteados
desde la epistemología, obedecen a una visión positivista que no representa la realidad.
Tampoco tiene sentido intentar definir a la pedagogía como ciencia básica, aplicada o
tecnología, ya que, como se ha visto, pueden caber los tres adjetivos para una misma
disciplina.
Puede aceptarse que los sucesivos episodios de metamorfosis que han sufrido las
diferentes comunidades, han ocurrido en forma independiente de quien las haya
estudiado. No corresponde a los pedagogos como tales cuestionarlas, sino simplemente
adaptarse.
¿Qué es el "objeto educación"? ¿No podría decirse que el "objeto" es ese ser
único e irrepetible que es cada hombre y cada mujer a lo largo de toda su
vida? ¿Es necesario "materializar" el objeto?
Si se asumiera que la pedagogía tiene como "objeto" determinar las formas más
eficientes para que cada ser humano tenga la oportunidad de desarrollar sus
potencialidades (Fernández, 1999), ¿es necesario que se continúe con la discusión sobre
su cientificidad?
Referencias Bibliográficas.