Poetry">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Tomas de La Fuente HEBREOS

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

Los proverbios se encuentran en muchas partes de la Biblia, y no solamente en el libro que lleva

este nombre. Eran usados en el habla común, como en nuestros tiempos. Mateo 15:26 es un caso que
apoya este punto. Respondiendo a la mujer cananea que pidió a Jesús que sanara a su hija, dijo:
No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
El Señor no dijo esto para ofenderla, ni para insinuar que ella era de los “perrillos”. Lo dijo más
bien para decirle que no era tiempo todavía de atender a los gentiles, antes de que los judíos tuvieran su
oportunidad de aceptar el evangelio. Pero lo dijo mediante un proverbio común. Jesús fue enviado a su
propia nación, y los judíos debían recibir su ministerio antes que el evangelio fuera predicado en las
otras naciones. Si los gentiles fueran atendidos primero, sería como quitar el pan a los niños para darlo
a los perros.
La mujer no se sintió ofendida porque entendió el proverbio. Sin embargo, lo usó para su propia
ventaja. Sabía que los niños dejaban caer pedazos del pan—migajas—y los perros, debajo de la mesa,
se las comían. Respondió:
Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Ella reconocía la verdad del proverbio, y aceptaba el derecho de los judíos para oír primero el mensaje
de salvación. Sin embargo, insistió en una excepción: que como los perros comen las migajas, una
mujer cananea bien podría recibir una pequeña bendición mientras que los judíos siguieran oyendo el
mensaje del Señor.
Si el intérprete no reconoce la presencia del proverbio en esta conversación, las palabras del Señor
pueden causar ofensa a muchas personas. Porque si Jesús llamara a esta mujer cananea “una perra”,
sería una contradicción del espíritu benigno de todo su ministerio.
PARA EL ESTUDIANTE
1. Examine los siguientes enigmas y procure entender la verdad contenida en cada uno. Escriba la
enseñanza en una sola oración: Juan 14:12, 19, 23; 15:26; 16:16.
2. Examine cada uno de los proverbios que siguen, y luego exprese la verdad contenida en cada uno: 1
Samuel 10:11, 12; 24:13; Isaías 37:3; Ezequiel 16:44; Lucas 4:23; 10:11, 12.

19
Poesía hebrea
En la ciudad de Sioux City, Iowa, en 1952, un joven se quejó conmigo, diciendo que “las iglesias
modernistas enseñan que la Biblia contiene mucha poesía”. Para él, aquello era lo mismo que afirmar
que la Biblia no hablaría en serio si se expresara así. El entendía que la poesía estaba compuesta de
declaraciones hermosas pero exageradas que no se deben tomar como la verdad.
Fue sólo con dificultad que pude convencerlo de la realidad de la poesía en la Biblia: tuve que
enviarle a su pastor para confirmar lo que le había dicho.
El hecho de que la verdad se expresa con frecuencia en forma poética no disminuye su valor; más
bien, las expresiones elegantes muchas veces sirven para estamparla más hondamente en el alma de los
lectores.
Uno de los principios importantes de la interpretación, especialmente en cuanto se refiera al
Antiguo Testamento, es reconocer la presencia de la poesía en grandes porciones de él. La división
poética de nuestra Biblia se puede reconocer fácilmente; incluye los libros de Job, Salmos, Proverbios,
Eclesiastés y el Cantar de los Cantares. El libro de Lamentaciones es completamente poético, aunque
ha sido colocado después de Jeremías, su autor, entre los libros proféticos.
Porque la estructura poética de varias porciones de las Escrituras nos dan una clave para su
interpretación, este capítulo será dedicado al estudio de sus características.
La poesía de los hebreos era diferente de la de la mayor parte de las naciones modernas en esto: que
el ritmo, la rima y la asonancia del verso moderno no aparecen en la poesía hebrea sino como rasgos
accidentales. Estos ocurren solamente en casos raros como curiosidades. Las características principales
de la poesía hebrea son éstas: (1) un estilo elevado y con ornato, (2) el uso de palabras y formas
gramaticales desusuales, y (3) especialmente, una forma simétrica de expresión llamada paralelismo.
Es muy posible que la poesía hebrea se originó en el hábito de los sabios viejos de las tribus que
enseñaban a sus hijos oralmente. (Véase Nm. 21:27). Por medio de la repetición de ideas usando
palabras y frases diferentes, podían hacer más claro su significado. Con la memorización de las
tradiciones orales, el hábito sería grabado en su mente y asociado con la sabiduría de sus antepasados.
Sea cual sea el origen de la poesía hebrea, se prestaba magníficamente para la memorización de las
Escrituras. Escribiendo sobre este asunto, dice Anthony C. Deane:
El método principal que usaban los rabinos para enseñar, era el de obligar a sus alumnos a aprender de
memoria pasajes de la Escritura, extractos de la Tradición, etc. Para ayudar en este proceso, arreglaban
las frases simétricamente, o las redactaban en forma epigramática, para que se pudieran memorizar con
1
mayor facilidad.
La característica llamada paralelismo consiste en cierta correspondencia o contraste entre los
renglones de la poesía, con respecto a los pensamientos, el lenguaje, o las dos cosas.
El hecho de que las mismas ideas son repetidas en líneas sucesivas, con frecuencia ayuda en su
interpretación.
Por ejemplo, en Génesis 3:3 leemos que la primera mujer repitió el mandamiento de Dios, como
sigue:
… dijo Dios: No comeréis de él [el fruto], ni le tocaréis, para que no muráis.
Muchos intérpretes entienden estas palabras como una exageración del mandamiento, como si
agregara algo que Dios no había dicho; porque no leemos que Dios dijo en ninguna parte: “No le
tocaréis.”
Si reconocemos que las palabras de la mujer fueron expresadas poéticamente, no es probable que
las entendamos de esa manera. La segunda frase es solamente la explicación de la primera: “No
comeréis de él.” Las palabras “ni le tocaréis” significan lo mismo. Aun en nuestro lenguaje moderno
podemos decirle al niño:—No lo toques—queriendo decir: “No lo comas, no lo hurtes, no lo molestes,
no juegues con él” o cualquiera cosa que indique el contexto.
El paralelismo se clasifica de varias maneras. Un diccionario menciona siete tipos: sinónimo,
antitético, sintético, introvertido, palilógico, climáctico y rítmico.2 Otro agrega comparativo y
3
progresivo. Algunos de estos términos significan la misma cosa y otros parecen ser innecesarios. Para
nuestro propósito vamos a examinar cinco tipos importantes del paralelismo.

1
Anthony C. Deane, The World Christ Knew (East Lansing, Mich.: The Michigan State College Press, Primera
edición americana, 1953), p. 82.
2
International Standard Bible Dictionary, artículo sobre “Hebrew Poetry” (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans,
1947).
3
Westminster Dictionary of the Bible. (Philadelphia: Westminster Press, 1944).
Paralelismo sinónimo
En este tipo, los varios renglones presentan el mismo pensamiento usando lenguaje ligeramente
cambiado—su vocabulario, su gramática o la estructura de la oración. Muy parecido a este tipo es el
que se llama paralelismo sintético o constructivo.
En el paralelismo sinónimo, la estructura de las dos partes es la misma. Observe que la mayoría de
los paralelismos se compone de dos renglones; pero en algunos casos hay tres, cuatro y aun más.
Los siguientes son ejemplos de este tipo:
Porque los rectos habitarán la tierra,
Y los perfectos permanecerán en ella (Pr. 2:21).
En este ejemplo, las palabras rectos y perfectos son sinónimos, y ayudan a explicar la una a la otra.
Te has enlazado con las palabras de tu boca,
Y has quedado preso en los dichos de tus labios (Pr. 6:2).
Alzaron los ríos, oh Jehová,
Los ríos alzaron su sonido;
Alzaron los ríos sus ondas (Sal. 93:3).
Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos (Sal. 24:2).
¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba?
¿Muge el buey junto a su pasto? (Job 6:5).
Un día emite palabra a otro día,
Y una noche a otra noche declara sabiduría (Sal. 19:2).
Si Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia (Sal. 127:1).
Y el ejemplo citado primero (Gn. 3:3) también es paralelismo sinónimo.
Paralelismo antitético
Este tipo de paralelismo expresa el mismo pensamiento u otro semejante por medio de un contraste
o antítesis. El libro de los Proverbios abunda con esta clase de expresión:
La mujer sabia edifica su casa;
Mas la necia con sus manos la derriba (Pr. 14:1).
La justicia engrandece a la nación;
Mas el pecado es afrenta de las naciones (Pr. 14:34).
Jehová está lejos de los impíos;
Pero él oye la oración de los justos (Pr. 15:29).
El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos (Pr. 17:22).
El buey conoce a su dueño,
y el asno el pesebre de su señor;
Israel no entiende,
mi pueblo no tiene conocimiento (Is. 1:3).
Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento: Pero con misericordia eterna tendré
compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor (Is. 54:8).
El estudiante verá por estos dos últimos ejemplos, que la poesía se encuentra no solamente en los
libros poéticos, sino en otros que fueron escritos principalmente en prosa. Observe también, que estos
ejemplos fueron arreglados especialmente para subrayar su forma poética, y no como se encuentran
impresos en las versiones comunes de la Biblia. El arreglo que aparece en los textos originales no
manifiesta el estilo poético que les damos en la Biblia impresa; son los editores los que arreglan la
poesía de esta manera.
Paralelismo sintético o constructivo
Podemos señalar cuatro divisiones de esta clase de paralelismo, como sigue: (a) Correspondiente,
donde la expresión se repite en el segundo miembro para dar fuerza, y donde la estructura de la
expresión es la misma en los dos miembros de la estrofa. (Compare la observación en la discusión del
paralelismo sinónimo.) (b) Cumulativo, en el que el escritor sigue agregando pensamientos nuevos
sobre el primero, hasta llegar a un clímax. (c) De escala descendiente, cuando el pensamiento sigue
adelante, pero en sentido inverso. (d) Irregular, cuando la correspondencia entre los varios miembros
de la estrofa no sigue alguna de las formas mencionadas antes.
Siguen aquí algunos ejemplos del paralelismo constructivo:
1. Correspondiente
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.
Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,
Para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad;
Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo.
Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabio, y sus dichos profundos (Pr. 1:1–6).
Jehová es mi luz y mi salvación;
¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida;
¿de quién he de atemorizarme? (Sal. 27:1).
Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí (Sal. 35:26).
2. Cumulativo
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos,
Y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia
Y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar (Is. 55:6, 7).
¿Por qué no fui escondido como abortivo,
Como los pequeñitos que nunca vieron la luz?
Allí los impíos dejan de perturbar,
Y allí descansan los de agotadas fuerzas.
Allí también reposan los cautivos;
No oyen la voz del capataz.
Allí están el chico y el grande,
Y el siervo libre de su señor (Job 3:16–19).
3. Escala descendiente
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado (Sal. 1:1).
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán,
caminarán, y no se fatigarán (Is. 40:31).
4. Irregular
Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron;
Se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía;
Me despedazaban sin descanso;
Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes,
Crujieron contra mí sus dientes.
Señor, ¿hasta cuándo verás esto?
Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.
Te confesaré en grande congregación;
Te alabaré entre numeroso pueblo.
No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo (Sal. 35:15–19).
La lista poética
Sería posible clasificar este tipo de paralelismo como constructivo, por las nuevas ideas que
constantemente se agregan al pensamiento original. Pero porque las ideas realmente no tienen relación
entre sí, vamos a considerar este tipo de paralelismo por separado. En él, el escritor comienza con
palabras que identifican para el lector una serie de ideas no relacionadas. En Proverbios 6:16–19 el
escritor hace una lista de siete cosas odiadas por el Señor:
Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.
Sigue otro ejemplo:
La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame!
Tres cosas hay que nunca se sacian:
Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta!
El Seol, la matriz estéril,
La tierra que no se sacia de aguas,
Y el fuego que jamás dice: ¡Basta! (Pr. 30:15, 16).
Acrósticos
El acróstico hebreo consiste de un arreglo de estrofas cuyas primeras palabras comienzan con las
letras del alfabeto hebreo en orden alfabético. Los Salmos 9, 10, 25, 34, 37, 111, 112, 119 y 145 usan
este arreglo poético, además de las otras características de la poesía hebrea. Sin embargo, los versos
reunidos bajo una sola letra del alfabeto, usualmente son dichos aislados, sin conexión entre uno y otro,
más que un tema general.
Nótese especialmente que el Salmo 119 está dividido en grupos de ocho versículos bajo las letras
del alfabeto hebreo, alfabéticamente: Alef, Bet, Guímel, Dálet , etcétera. Cada versículo en su grupo
comienza con la letra indicada. Este es el único caso donde los editores han tenido a bien indicar la
forma acróstica de algún Salmo. Sin embargo, en la Versión Popular los editores no han hecho así:
pusieron números en lugar de las letras hebreas.
La mayor parte del libro de Lamentaciones está escrita en el estilo acróstico.
El valor principal del acróstico era para ayudar a la memorización del pasaje de Escritura. Otro
valor sería su forma artística. Sin embargo, estos dos valores se pierden por completo en las
traducciones.
PARA EL ESTUDIANTE
1. Analice los siguientes textos, clasificando cada uno según el tipo de paralelismo que contiene:
Proverbios 21:30; 23:29, 30; 30:18–31; Eclesiastés 3:2–8; Isaías 60:17.
2. En cada uno de los textos siguientes, nótese cuáles diferencias de interpretación resultan cuando se
reconoce la presencia de algún paralelismo: Oseas 6:6; Proverbios 4:25, 26; 8:10; Salmo 19:7–9;
Jeremías 48:10.

20
Interpretación
de la profecía
La meta de la interpretación profética es ayudar al estudiante a entender las características generales
de la profecía, su lugar en la historia de Israel y la iglesia, y su ministerio a las generaciones siguientes.
Debería ayudarnos a saber qué esperar con respecto a las profecías que todavía no se han cumplido;
pero el lenguaje oscuro y ambiguo de ellas hace dificil que se esté completamente seguro de lo que el
Espíritu Santo tuvo en mente cuando inspiró aquellas profecías, sino hasta que se hayan cumplido.
La profecía y los profetas
En todas las profecías la idea principal es la revelación de la voluntad de Dios con respecto a algún
asunto, y no solamente la predicción del futuro. Según el significado de la palabra hebrea nabhí, el
profeta era sencillamente uno que hablaba de parte de otro, especialmente de Dios. Esta definición es
necesaria por una sola circunstancia bíblica (Ex. 4:16 y 7:1) en la que Aarón es llamado el profeta de
Moisés. Pero en los demás casos esta palabra se usa de los que hablaban de parte de Dios con respecto
al futuro, fuera lejano o inmediato.1
Antes de que la palabra nabhí se usara comúnmente para los profetas, éstos eran llamados
“videntes”, roʾeh, como en los días de Samuel (1 S. 9:9). Este término contiene la idea de uno que

1
W. Sanday, Inspiration (Londres: Longmans, Green and Co., 1896), p. 84.

También podría gustarte