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Métodos de La Ética
Métodos de La Ética
Métodos de La Ética
Para comprender el método de la ética distinguimos entre ética como saber teórico
y ética como saber práctico. En ese mismo ámbito presentamos el método
latinoamericano: ver-juzgar-actuar (pues conjuga lo teórico y lo práctico).
Por inducción
Veamos un ejemplo:
Por deducción
Veamos un ejemplo:
La ética como disciplina filosófica aplica ambos métodos. Debe comenzar por el
método inductivo. En este caso se trata de observar escrupulosamente las
costumbres (ethos). Conocer el fenómeno moral para interpretarlo y descubrir su
significado.
Entre el ser y el deber ser hay un salto, un hiato, algo así como una distancia
infranqueable: la experiencia nos da hechos y no palabras; el ser, no el deber ser.
Ejemplo:
Para determinar éticamente como deben ser las acciones humanas se debe partir
de algún postulado, imperativo categórico o principio teórico práctico, aceptado
universalmente por todos (culturas, pueblos, ethos) para aplicarlos después (a partir
del método deductivo) a las cosas y a situaciones particulares.
Ejemplo:
Los Diez mandamientos: “no matar”, “no robar” … “hacer el bien y no el mal”,
“obra de tal manera que trates siempre a las personas como fines y no como
medios”, “trata a los demás como quieres que a ti te traten” (Confucio, Máxima
de la regla de oro del cristianismo).
Los principios y normas éticas no sólo deben elaborarse teóricamente, sino que
deben aplicarse a la praxis, a la vida diaria. ¿Eso es posible?
Por tanto.
B. Otra forma extrema de responder a esta interrogante, sobre cómo enseñar los
valores, sería admitir que las virtudes y los valores no se pueden enseñar ni
transmitir. Cada cual adquiriría de una manera propia, personal, misteriosa e
intransferible.
Es decir,
Según Aristóteles. Sócrates tenía razón al afirmar que nadie obra mal
voluntariamente, si la persona humana fuera sólo razón, pero la persona es
inseparablemente pathos2 (pasión, instinto, animalidad) que a veces se
1
Ethos, tal como lo venimos entendiendo, es costumbre, modo de ser, comportamiento, carácter, hábito. La
segunda naturaleza moral. Se trata de una creación genuina y necesaria del hombre, pues éste desde el momento
en que se organiza en sociedad siente la necesidad imperiosa de crear reglas para regular su comportamiento y
permitir modelar así su carácter.
2
Pathos es uno de los tres modos de persuasión en la retórica (junto con el ethos y el logos). En la retórica de
Aristóteles, el pathos es el uso de los sentimientos humanos para afectar el juicio de un jurado. En el sentido
etimológico de la palabra, crear un argumento patético. Se puede utilizar este término para referirnos al
sufrimiento humano normal de una persona; el sufrimiento existencial, propio del ser persona en el mundo y
contrario al sufrimiento patológico o mórbido. Significa también pasión, desenfreno pasional no patológico
opone al dictamen sereno de la razón. Por eso hay problema moral. La
persona es un constructo complejo, compuesto por diversos estratos e
instancias que, a veces lucha entre sí.
Una recta conducta no se aprende sólo por la teoría, más bien es el resultado
de un adiestramiento, del ejercicio de la responsabilidad y de las experiencias
humanas de la limitación en el fracaso o el sufrimiento, por ejemplo, no de
una reflexión teórica.
Aristóteles decía que las virtudes (los valores morales) son hábitos buenos,
y como todo hábito, la única manera de adquirirlos es a base de repetición
de actos. Un hábito, una virtud, no se adquiere con una sola acción. Queda
demostrado en la disciplina de un atleta, en las dietas alimenticias para
equilibrar peso, en la organización del tiempo para quienes trabajan y
estudian, en quienes repiten actos de caridad.
1. Ver
El ver es una metáfora. Indica el abrir los ojos y percibir los objetos que “están frente”
o “yacen delante” del sujeto perceptor.3 El conocer es ante todo un recibir desde
fuera. “No hay nada en el intelecto, que antes no estuviera en los
sentidos” (empirismo).
pero inducido. Se puede definir como: «todo lo que se siente o experimenta: estado del alma, tristeza, pasión,
padecimiento, enfermedad».
3
Cf. http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&LEMA=ver
Cuando conozco necesariamente parto de un contexto previo que condiciona el
entendimiento. No es lo mismo conocer que es la guerra y la violación de los
derechos humanos estudiando en un libro, o viéndolos en un video, que siendo
víctima directa. Mi vida entra en el conocimiento y se funde en él.
Los intereses guían el conocimiento. Cuando tengo interés en algo aprendo más
rápido y mejor. No hay conocimiento ni visión neutral. Nos acercamos a la realidad,
para conocerla, juzgarla y transformarla.
- En otras ocasiones se recurre al método de indicar las luces junto con las
sombras, indicando mejor las matizaciones. Existe, sin embargo, la tendencia a
cargar las tintas sobre lo negativo.
4
FLORISTÁN Casiano, Teología práctica, 389-390. Cf. también su voz: “Ver-juzgar-actuar” en el Nuevo
Diccionario de Teología Pastoral, 1565.
las vivencias y experiencias personales y sociales, y distinguirlas de las matrices
de opinión generalizadas.
En síntesis
2. Juzgar
1. Juicio es el acto mental por medio del cual nos formamos una opinión de algo.
2. Juicio es el proceso mental por medio del cual decimos conscientemente que
algo es de un modo o de otro.
5
CELAM, Civilización del amor, tarea y esperanza. Orientaciones para una pastoral juvenil latinoamericana,
Bogotá 2001, 297.
3. Juicio es la afirmación o negación de algo (de un predicado) con respecto a algo
(un sujeto).6
Interpretación
El juzgar es una interpretación ética de la situación. Como tal está guiada por la
hermenéutica, el arte de comprender e interpretar. En la acción ética se pretende
verificar la calidad humana, la validez de las experiencias, la experiencia religiosa,
las relaciones comunitarias, las conductas éticas y los compromisos.
3. Actuar
6
FERRATER MORA José, “Juicio” en Diccionario de Filosofía II, Alianza, Madrid 1982, 1970. Cf. el clásico
HOENEN Petrus, La théorie du jugement d'après St. Thomas d'Aquin, PUG, Roma 1953.
«Actuar» aquí significa que el análisis de la realidad (VER: acto primero), el
discernimiento y la reflexión ético moral (JUZGAR: acto segundo) están orientados
a la acción que busca transformar la realidad.
La primacía de la práctica
El actuar nos recuerda la primacía de la práctica. Marx ha sido uno de los pioneros
en mostrar la relevancia filosófica de la praxis como alternativa al idealismo. La tesis
“hasta ahora los filósofos se han preocupado de comprender el mundo, ahora se
trata de transformarlo”, reivindicó un lugar privilegiado a la praxis como lugar
filosófico.
Sin embargo, ya san Basilio señalaba que la acción es el principio del conocimiento.
Mauricio Blondel hizo de la acción el punto de partida de todo su pensamiento.7 La
filosofía contemporánea, tanto en las corrientes analíticas como en las
fenomenológicas, ha prestado una creciente atención a la acción.
En síntesis
7
Cf. BLONDEL Maurice, La acción. Ensayo de una crítica de la vida y de una ciencia de la práctica
(1893), BAC, Madrid 1996.
8Cf. GONZALEZ Antonio, “Vigencia del «método teológico» de la teología de la liberación”
en Revista Latinoamericana de Teología, http://www.sjsocial.org/relat/164.htm
9
Cf. METZ Johann Baptist, Teología del mundo, Sígueme, Salamanca 1970.
El actuar impide que la reflexión quede en lo abstracto. Se debe estar atentos
para que lo que se proponga realizar sea factible, y al mismo tiempo fruto maduro
de la reflexión realizada.