Historia y Evolución de La Sociología 09-09
Historia y Evolución de La Sociología 09-09
Historia y Evolución de La Sociología 09-09
EVOLUCIÓN DE LA SOCIOLOGÍA
INTRODUCCIÓN
“Una ciencia que vacila en olvidar a sus fundadores está perdida” (Alfred N.
White Head). “Mas para olvidar algo, primero hay que conocerlo. Una ciencia
ignorante de sus fundadores no sabe cuánto camino lleva recorrido, ni en qué
dirección, también está perdida” (Alvin Gouldner).
Sobre las ideas centrales del surgimiento de la Sociología en la historia de las
ciencias sociales, brevemente se puede decir, que desde el Renacimiento, la Era de la
Ilustración y las Revoluciones Francesa e Industrial (siglos XVIII-XIX) alimentaron
el surgimiento de las ciencias en general.
Estos fenómenos sociales contribuyeron a la observación, la producción de conocimientos y la explicación
de acontecimientos y procesos sociales cotidianos que construían el nuevo orden social industrial europeo.
Por ejemplo las Ciencias Sociales surgieron dentro del espíritu de las Ciencias Naturales, principalmente
influenciadas por la Física y también la Filosofía Social especulativa.
Cuando se intentó explicar los fenómenos humanos y sociales aplicándoles teorías (sistema conceptual) y
métodos de las Ciencias Naturales hubo muchas dificultades porque éstas son de carácter más cuantitativas
que cualitativos. La elite intelectual de la época hizo los esfuerzos por una nueva ciencia social apropiada al
estudio de la sociedad. Se analizaron sus componentes estructurales y coyunturales a partir de las prácticas,
visiones y transformaciones que proponían los individuos, grupos, clases o las instituciones como la familia,
la comunidad, el Estado y el mercado.
El objeto de estudio de las Ciencias Sociales se desarrolló con un nuevo sistema de innovaciones
metodológicas que generaron la capacidad de observar, descubrir, analizar, construir y proponer nuevos
conocimientos. En este marco surgió la sociología como portadora de soluciones a los problemas de los
macro y microprocesos de la realidad social cotidiana de ese momento histórico
La sociología, como ciencia social, tuvo dos fuentes principales de conocimientos de la cambiante realidad
que la enriquecieron:
El naciente Capitalismo-industrial.
La primera fase de socialismo utópico de mediados del siglo XIX.
Sobre estas líneas de análisis se presenta una aproximación al surgimiento de la sociología europea.
Se ha recurrido al pensamiento social clásico y neoclásico, para presentar una síntesis integradora de los
distintos momentos históricos por los que ha pasado la sociología.
¿Dónde encontrar las raíces históricas de la sociología para comprender su pasado?
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¿Cuáles fueron los principales fenómenos y acontecimientos históricos que vivió la sociedad europea y
obligó a los intelectuales y pensadores de distintas épocas a describir la sociedad (siglos XVII–XIX y primera
mitad del siglo XX)?
¿Cómo se desarrolló la sociología en el resto del siglo XX y cuál es su estado actual para entrar al siglo
XXI?, ¿Qué es lo que está vigente en el presente? y ¿Cuáles son sus futuras proyecciones?
La concepción Sociedad-Estado
Fueron los enciclopedistas quienes establecieron una diferencia entre Sociedad y Estado. La sociedad se
concibió como Modelo mecánico con División del Trabajo e intercambio racional entre los individuos; como
una máquina estructural en la que se podía analizar y comprender las funciones reales de instituciones
sociales o subsistemas, como la economía y la cultura o el Estado y el Derecho, que se concebía como un
derecho natural y de origen contractual. La división de la estructura social-natural y los reglamentos jurídicos
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artificiales abrieron el camino hacia la comprensión de que la vida económica es independiente de la política
(Kon: 8).
Con estas concepciones de sociedad se fue acumulando el conocimiento necesario que posteriormente
daría origen a la sociología, con la que podría explicarse en forma científica las profundas transformaciones
de la época.
En la transición histórica del siglo XVIII al XIX, surgieron nuevas concepciones de sociedad como
reacción a que los cambios esperados por la Revolución Francesa y el desarrollo industrial fueran favorables
al desarrollo y al progreso. Estas concepciones fueron contradictorias, por la misma percepción y posición de
clase de sus formuladores.
Concepción de los románticos conservadores tradicionalistas
Fueron los franceses Edmundo Burque (1729-1799), Luis de Bonald (1754-1840) y Joseph de Maistre
(1753-1821) quienes criticaron el caos y destrucción de la sociedad que generó la Revolución Francesa, por
ello clamaron el retorno a la armonía y el orden del Medioevo. La sociedad la concebían como ente orgánico
único, más importante que el individuo. La existencia de éste es imposible al margen de ella, que lo precede y
lo socializa para sus propios objetivos, por ello está moralmente encima de ellos. Las leyes internas que la
rigen radican en el pasado remoto. Lo que cuenta no son los individuos sino las relaciones entre las
estructuras e instituciones donde cada uno cumple su función, rol y papel determinado, según su posición.
"Todas las partes de este conjunto están relacionadas orgánicamente; si cambia una, cambia la otra” (Kon:
14). Y si se introducen cambios debe ser con suma precaución (Ritzer-I 1994: 13)
Concepción liberal utilitarista
Otros pensadores de la época como los ingleses utilitaristas Jeremy Bentham (1748-1832) y James Mills
(1773-1836) vieron a la sociedad como un cuerpo artificial, ficticio, compuesto de individuos que son sus
unidades. Superioridad es el individuo y la libertad de empresa (Laissez-faire, laissez-passer) como la
institución que se justifica por su utilidad. Su ley ética general fue asegurar el bien máximo del nuevo orden,
pues sus relaciones son las que más benefician a la comunidad. Este liberalismo reconoció la posibilidad de
modificar, reformar y perfeccionarla pero solamente por parte de la burguesía (Kon: 15).
Todas estas concepciones surgieron de la vida cotidiana a partir de fenómenos innovadores como las
revoluciones mencionadas y otros como reacción ante la ilustración y el romanticismo. Se fueron
reemplazando muchas ideas tradicionales y hubo cambios en las formas de pensar la realidad, desde su
concepción físico-natural hasta comprender el mundo social, regidos por leyes naturales o por leyes sociales.
Fue durante el siglo XIX que tomó forma una primera concepción de sociología en forma empírica. En un
primer momento surgieron los precursores y posteriormente lo fundadores.
Este conjunto de conceptos nuevos reflejó “un período de notable desarrollo y cambio intelectual en el
pensamiento filosófico y social” (Ritzer-I, 1994: 11). Con ellos se pretendía analizar la situación en el trabajo,
la movilidad profesional, el cambio de organización los efectos sociales de los avances tecnológicos, la
polémica sobre políticas mal estructuradas, la diferenciación, solidaridad y evolución de la sociedad.
De los esfuerzos realizados para comprender y controlar el universo mediante la razón y la investigación
empírica en el período de la ilustración, es que se fue reformulando el mismo concepto de sociedad y el
desarrollo de nuevas líneas teóricas de interpretación que dieron paso al nacimiento de la sociología empírica.
La meta era “la creación de un mundo más racional y mejor, rechazando las creencias en la autoridad
tradicional -valores e instituciones de la Edad Media- por irracional y opuestas a la naturaleza humana”
(Ibíd.).
Ferguson planteó un nuevo concepto de sociedad referida a una estructura integrada en la que la
distribución de la propiedad es lo que confiere el poder y la riqueza. Aunque es fuente de progreso, de
desarrollo social, de cambio evolutivo de la estructura social, también contiene el germen del conflicto social.
El logro y mantenimiento de una civilización es una hazaña peligrosa, pues cada sociedad adquiere su
estructura a un precio y esto es lo que le da su carácter (Raison: 19 ss.).
A partir de este concepto construyó el concepto de sociología, que utilizando la observación captaba la
naturaleza de la sociedad y se derivaban proposiciones de nuevo tipo y originales. Las generalizaciones
sociológicas consistían en presentar una construcción racional en términos abstractos y ya no sólo empíricos.
(Ibíd.).
Observó que la sociedad pasaba por períodos, por ejemplo, los orgánicos eran cuando las instituciones
políticas y sociales estaban en armonía con la civilización, a éstos sucedían los críticos, que aunque
transitorios eran conflictivos y corrosivos.
Su concepción de gobierno como poder político y fundamento de la autoridad permitió un tipo de
integración y estructura social nueva, que con su producción industrial reemplazara el viejo sistema
jerarquizado y subordinado (Raison).
La sociología de Saint-Simon ejerció una fuerte influencia en el liberalismo francés e inglés, en el
nacionalismo italiano, en el socialismo de Marx y Engels, pues aportó nuevas concepciones sobre las leyes de
la vida social y estableció bases para las ciencias positivas como la sociología.
La Sociología de Comte construyó un objeto de estudio enriquecido por las innovaciones que ya la
Ilustración y las revoluciones Francesa e Industrial inglesa habían iniciado con anticipación.
Como ciencia positiva, la Sociología se concibió en términos de analizar y considerar que los hechos
sociales no están separados unos de otros, sino que tienen nexos mutuos y están enmarcados en la humanidad
como integridad, concerniente al conocimiento que los seres humanos tienen de sí mismos. De ahí que la
sociología está relacionada con lo positivo, lo real, útil, fidedigno y exacto, en contraposición con lo
quimérico, inútil, dudoso y confuso y negativo, destacando su separación de la metafísica y la teología.
La Sociología había dado su primer salto de calidad respecto a las concepciones tradicionales de sociedad,
como se indica al principio. Su nueva misión fue descubrir leyes que son expresión de relaciones permanentes
y repetidas entre los fenómenos, a fin de lograr conocimientos exactos y prever el futuro. Su principal
postulado metodológico fue que lo positivo significó lo orgánico, determinado y preciso. Comparó la
estructura y cualidad de los organismos y fenómenos de la vida correlacionados con la época, la civilización y
la humanidad, de donde completó sus categorías para darle un carácter universal.
La sociología de Comte se fue constituyendo en un sistema especializado del saber, con un proceso de
formación, transformación y desarrollo de los conceptos o categorías de distintas corrientes de pensamientos
que ya circulaban en esa época, como la positivista y materialista.
Convertida la sociología en la ciencia que estudia el perfeccionamiento del intelectual y la psiquis
humana, bajo la influencia de la vida social, el ser humano como abstracción y la sociedad como realidad, está
supeditada, además de estarlo a las leyes naturales, a los fenómenos sociales que cambian, se modifican y se
desarrollan en el tiempo, cuya esencia es la historicidad. En este proceso social se dio el progreso del
pensamiento científico, que fue conformando el desarrollo de la historia y el desarrollo de la humanidad como
realidad suprema.
Los principales aportes de la Sociología de Comte se pueden sintetizar así:
Estática Social
Referida a la Teoría del Orden, organización y armonía sociales, como condición de existencia de las leyes
del funcionamiento del sistema social.
Dinámica Social
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Son las leyes del desarrollo y modificación de los sistemas sociales (Kon). Además, la sociología se fue
institucionalizando en la medida en que analizaba la sociedad como un “todo orgánico, cuya estructura
relacionada entre sí, asegure la armonía y el orden. Esto sólo es posible lograrlo a través de la familia, el
Estado-gobierno y la religión, que son las instituciones cuyas funciones pueden lograr la integración social».
(Ibid.).
Aunque fue contradictoria la concepción de familia en relación con el género, consideró que la primera era
la unión moral y emocional basada en el cariño y la simpatía mutua.
Su misión es la de educar a las nuevas generaciones en el espíritu del altruismo y ayudarle a vencer el
egoísmo innato. Cada familia debe ser fuente de educación moral y ser la base de la organización política,
pues debe preparar la sociedad futura y prolongar su vida.
Su contradicción respecto al género fue que se contraponía a la igualdad entre el hombre y la mujer,
considerando que ella está por debajo del hombre en el plano intelectual y en la fuerza de voluntad. Mientras
él, como padre y marido deberá afianzar la autoridad y el poder.
La familia debe socializar para poder ser útil y aprender a vivir con los demás, con base en relaciones
equilibradas entre las generaciones de viejos y jóvenes y con sentimientos sociales, emocionales, de cohesión
y de solidaridad.
La concepción sobre División del Trabajo difiere de la que ya habían esbozado otros pensadores; la
excesiva especialización descompone la sociedad, destruye la unidad y engendra competencia, explotación y
despierta bajos instintos. Por ello rechaza el principio de laissez-faire, laissez-passer, por ser absurdo y poner
de relieve el egoísmo de la naturaleza humana, es así como relega a segundo plano las relaciones económicas.
Lo que supone el relieve es la armonía social, la cooperación y el consenso (Ibíd.).
La otra institución de mayor importancia para la sociología es el Estado y el gobierno, tomados como
objetos de estudio de la naciente sociología.
Al Estado hay que obedecerlo como un deber sagrado, pues es el órgano de solidaridad social, el guardián
del orden público que cumple funciones económicas, políticas y morales, estas dos últimas son las más
importantes, mientras el gobierno es el poder político y exponente del espíritu común, cuya misión social es
prevenir la discrepancia radical en las ideas, la descomposición y alteración de su unidad orgánica.
En la sociología de Comte no se puede concebir el orden sin el progreso, éste es el “desarrollo social
ascendente de carácter primario como lo espiritual e intelectual y secundario referido al clima, raza,
longevidad de los seres humanos e incremento de la población, que puede aminorarlo o acrecentarlo en la
historia de los pueblos. El progreso puede ser material -mejoramiento de condiciones externas de vida-, físico
-perfeccionamiento de la naturaleza humana-, intelectual -paso del mundo religioso y metafísico al positivo- y
moral -sentimientos morales y espíritu colectivista-.
Un aporte fundamental de la sociología de A. Comte es haber arribado a una concepción del mundo a
través de tres etapas, por las que ha pasado la humanidad;
1. Del estadio Teológico (religión) se pasó al
2. Metafísico (filosófico) para quedarse en el
3. Positivo o científico que fundamenta el nuevo orden y progreso basado en la industria.
El positivismo, dice Comte, es como la nueva religión de la humanidad, en el que los sacerdotes son los
intelectuales científicos y artistas, su Dios es ahora la sociedad, a la que se debe venerar como un ser
supremo, pues es a quien le debe todo (Ibíd.).
El impacto de la Sociología sobre los demás ciencias se hizo sentir en la historiografía, la lógica,
psicología, literatura, etc. y en otros pensadores de la época como Emilio Durkheim.
Comte dio relevancia a la sociología, cuando en 1839 inventó la palabra “sociología” con la que rechazó y
sustituyó la de “física social” (Timasheff, 1983: 16).
Las principales obras de Augusto Comte fueron:
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“Curso de Filosofía Positiva” (1830-1842), referido a la clasificación de las ciencias, la filosofía positiva y
la sociología.
“Sistema de política positiva o tratado de sociología” (1851-1854), que sentó las bases de la política y la
religión futura.
En 1848 formó la Sociedad Positivista con sus alumnos para educar e instruir al pueblo en la concepción
positiva del mundo.
3.2. La Sociología de las normas y los valores morales: Emilio Durkheim
La sociología dio un paso más en la construcción de su objeto de estudio. Surgieron nuevas concepciones
en su estructura científica en cuanto a teorías, métodos y técnicas de investigación. La disciplinaridad a través
de nuevas praxis científicas, permitió una mayor institucionalización en el seno de la sociedad, que seguía
siendo estudiada por los intelectuales.
Emilio Durkheim (1858-1917) dio el sello académico a la sociología ya que la incorporó definitivamente
en los cursos de las universidades de Francia.
Al igual que sus antecesores, Saint-Simon y Comte, temía y odiaba el desorden social reinante en la
sociedad de su época, que se manifestaba por los conflictos laborales que intentaban derrocar a la clase
dominante; la discordia entre la Iglesia y el Estado y el nacimiento del antisemitismo político.
Consideró que “esos desórdenes sociales, ya no eran del mundo moderno y podían solucionarse mediante
la introducción de reformas sociales (Ritzer: 18). Su propuesta para ello fue el control social, el orden, la
integración, la moral y la religión.
Llamó a la Sociología, ciencia de la sociedad o ciencia de lo moral, dándole el carácter de disciplina
científica (Torres-R: 18). La influencia sobre la moral viene del neokantismo alemán, que era la moral
intelectual, abstracta e independiente de la voluntad del hombre. También fue influenciado por el utilitarismo
de Spencer que trataba sobre lo bueno que produce placer. Consideró que las reglas morales debían estudiarse
científicamente y no en forma metafísica e irracional, como las ideas religiosas primitivas.
Su propuesta era la unidad de la sociedad como propiedad colectiva referida a la economía, el arte, la
cultura y todos los individuos deben respetar y acatar las normas, que son como dogmas religiosos, por ello su
primer obra fue “Las formas elementales de la vida religiosa”. En ésta identificaba a la sociedad con Dios y
buscaba la manera de mejorar su funcionamiento.
En 1893 escribió “La división social del trabajo” para tratar de explicar que esta división era muy
elemental en las sociedades primitivas y por ello eran más estables, pues los individuos eran iguales y la
religión era el cemento unificador, que generaba una solidaridad mecánica porque el interés de uno depende
del interés del otro y eso crea cohesión (Ibíd.).
Esto no ocurría en la sociedad industrial porque por la creciente especialización se dio un individualismo
creciente por el predominio del ideal liberal, donde los vínculos son más difusos y el hombre vale por lo que
hace y realiza. De ahí que el progreso y el desarrollo son más complejos, porque la sociedad se va
diferenciando en su orden, cohesión y unanimidad, es decir, se va polisegmentando, por ello surgen las
normas, leyes, códigos que rigen la sociedad y reproducen las normas morales.
La sociología de Durkheim se caracterizó porque además del estudio de la moral, analizó la aplicación de
las normas desde el Derecho y consideró que detrás de la norma legal hay una norma moral, donde se
encuentran formas de solidaridad como interdependencia colectiva.
En la sociedad industrial, cada vez más compleja, la tendencia es a aplicar sanciones y no castigos para
reformar. Ese mecanismo de aplicación de sanciones restitutivas, que parte de las creencias y costumbres con
consecuencias colectivas, le llamó solidaridad orgánica (Ibíd.), con ella se establecen normas y valores y en la
medida que se cumplen hay orden e integración, cuando no se cumplen se cae en un estado de anomia, que es
una conducta desviada.
La anomia, como categoría sociológica estudia y analiza la disfunción de la sociedad; puede ser individual
y colectiva, en la primera están los delincuentes, en la segunda las revoluciones sociales.
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La sociología había cualificado sus niveles de análisis científico, pues ya era articuladora de procesos
micro y procesos macrosociológicos. Para Durkheim fue muy importante incorporar la metodología de
investigación a partir del estudio empírico de los “hechos sociales”, como postulados para la investigación
sociológica sobre los problemas de lo humano.
Los hechos sociales son considerados como “cosas”, pero no objetos codificados o “datos” empíricos
exclusivamente, sino procesos sociales caracterizados por una exterioridad, así, por ejemplo, cuando un
individuo nace ya encuentra la sociedad dada, y convierte en un elemento de la totalidad-sociedad. Con este
orden moral y de coacción el hecho social se caracteriza por la coerción, pues deben acatarse sus normas,
leyes y códigos y ser aceptados como tal, por ello el individuo debe ser socializado para formar la conducta y
actuar bajo las normas que la sociedad impone.
Dos trabajos sociológicos muy importantes construidos a partir de la aplicación del nuevo método de
investigación fueron “El Suicidio” y “Las reglas del método sociológico”. En el primero se aplica la
estadística con la que se indica el número de gente que se suicida en determinados períodos y épocas de crisis.
El suicidio puede ser:
Egoísta -ocurre cuando una persona hace prevalecer su “yo individual” por sobre el “yo social”-.
Altruista -es la muerte como parte de un código de honor, ejemplo el harakiri en los japoneses- y el
Anómico -cuando los desempleados entran en un estado de depresión y angustia, ante la pobreza y la
desintegración que produce una crisis económica o política-.
En el libro de “Las reglas del método sociológico” se refiere al estudio específico de los hechos sociales
que deben ser descubiertos a través del método empírico, preguntarse por las causas que producen fenómenos
y las funciones que deben dar viabilidad a la sociedad.
Un nuevo aporte de la sociología como ciencia es el análisis sobre la religión y la cultura, que son
fenómenos generadores de sistemas de símbolos, ya religiosos o políticos, que permiten cohesionar a la
población cuando existe crisis en la sociedad y su estado es anímico.
Así lo que procede es encaminarse a la concertación y el consenso para lograr acuerdos que atiendan los
intereses de la sociedad para construir de nuevo la solidaridad y cohesión. Los himnos, los ritos, las marchas,
etc. son símbolos místico-religiosos y políticos que ayudan a lograr la identidad de las personas que buscan la
cohesión entre sí.
La sociología del fin del siglo XIX recogió los fenómenos más relevantes de la sociedad que ya transitaba
para el siglo XX, con toda esta riqueza se afincó como una ciencia social de indiscutible carácter científico,
tanto en lo académico como extra académico.
Aun cuando Weber no conoció los trabajos sociológicos de Durkheim, pero sí los de Comte, hizo
esfuerzos intelectuales por investigar los acontecimientos del fin del siglo XIX y de las primeras décadas del
XX, como fueron la Primera Guerra Mundial y la Revolución Bolchevique Rusa. Trató de explicar el
surgimiento del capitalismo occidental, comparándolo con la vida cultural y religiosa de oriente (China,
India); es decir, comparó la emergente sociedad moderna como una economía capitalista industrial y el
mundo antiguo para explicar las desigualdades del desarrollo en la sociedad humana.
Su principal obra es “Economía y Sociedad” en la cual establece una relación entre el crecimiento
económico y las formas religiosas de la vida, entre las que intermediaban los tipos de autoridad y gobierno.
Aquí planteó las explicaciones sociológicas sobre la burocracia, las clases sociales, corporaciones, status de
grupos, tipos de ley y sistemas como aportes a la teoría sociológica.
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En su libro “Ética protestante y el espíritu del capitalismo”, explicó cómo el protestantismo religioso
rompió con la tradición religiosa y facilitó el desarrollo económico, pues había una ética, tanto para el
trabajador, quien con su ethos -espíritu de trabajo- y sus creencias religiosas buscaba más la tranquilidad que
la riqueza, como para el empresario que debía ser disciplinado y conformarse en el duro trabajo, ya que ésta
es una profesión y una vocación que apareció con la reforma y no con el catolicismo. El empresario católico
derrocha sus ganancias, el empresario ascético las ahorra para aumentar la predestinación, la felicidad eterna y
de por vida, pues ha sido escogido por Dios (Ibíd.).
Los aportes en la metodología se concentraron en el llamado “tipo ideal” que se aplican en el estudio de la
sociedad y la cultura y consiste en “enfocar cosas particulares, conocer sus rasgos susceptibles de observación
y medición exactos” (Raison: 175). Es decir, son mecanismos conceptuales para estudiar la realidad y
elaborar construcciones intelectuales para su análisis; con estas aproximaciones se organiza la investigación
provisional y luego en el proceso se va modificando en la medida que se va enriqueciendo (Torres - R).
Dos nuevos objetos de estudio de la Sociología de Weber son:
La Teoría de la Acción Social que dio origen a la
Sociología comprensiva.
A través de esta última se utilizan las categorías de Autoridad, Poder y Racionalidad que contribuyeron a
definir su propio concepto de sociología, muy diferente a los conceptos de Ferguson, Saint-Simon, Comte y
Durkheim.
Definió a la Sociología como la ciencia que pretende entender, interpretándola, la Acción Social. Es decir,
con ella se estudia a los sujetos humanos y su conducta referida a su sentido y significados concretos,
destacando sus conexiones de sentido que pueden manifestarse como tipos-ideales con significado hipotético-
ideal (Ibíd.).
Los cuatro tipos de orientación racional de la acción social del sujeto son:
Con arreglo a fines (es el cálculo para actuar).
Con arreglo a valores (es la consecución de un ideal).
Acciones afectivas (alcanzar el ideal con lo emotivo, tiene fines más espirituales) y
Acción tradicional (es la de sentido común).
Además, desarrolló categorías que esbozaron una sociología política, organizada alrededor de las acciones
que como las normas y reglas construyen un orden legítimo basado en la autoridad. Esta es una virtud para
convencer a los ciudadanos respecto al poder inmanente que reviste el ser rey, jefe, presidente de determinada
población o sociedad.
Esa autoridad debe legitimarse y puede expresarse ya como un don de carácter carismático o burocrático-
racional que lleva a la obediencia. De aquí surge su teoría de la burocracia, a la que considera que es el sector
capaz de manejar la administración con eficacia, imparcialidad, secretividad y de manera impersonal, para
cumplir las leyes de la empresa o del Estado.
Las distintas concepciones de la sociología, antes esbozadas, corresponden a las raíces históricas de su
surgimiento desde la corriente funcionalista-estructuralista, las que a lo largo del siglo XX se desarrollaron
con mayor especialización y con muchos nuevos sociólogos de profesión y en distintos países, tanto europeos
y americanos, entre ellos: Pitirim Sorofin, Karl Mannheim, Talcott Parsons, Robert Merton, Robert Park,
Ernest W. Burgess, George Homans, Herbert Blummer, Ralf Dahrendorf, Peter Blau, Richard Emerson,
Erving Goffman, Alfred Schutz, Harold Garfinkel, Margaret Archer, Anthony Giddens y muchos más,
quienes han profundizado, criticado, actualizado y superado muchos de los planteamientos de Comte,
Durkheim y Weber.
En América Latina tuvieron mucha influencia las obras de los clásicos de la sociología, principalmente en
las universidades, desde donde se ha irradiado hacia el seno de la sociedad civil y la sociedad política,
influencia que aún existe en el momento actual de fin del siglo XX y con proyecciones para el siglo XXI.
Las ideas de Comte y Durkheim chocaron radicalmente con los planteamientos de Carlos Marx (1818-
1883) y Federico Engels (1820-1895) en la misma época. Aunque no fueron sociólogos vale hacer algunas
reflexiones sobre sus grandes aportes al desarrollo de la Sociología del siglo XIX y su fuerte influencia
durante el siglo XX.
Sus puntos de partida los tomaron de la misma realidad europea que analizaron Comte y Durkheim, pero
desde ángulos radicalmente opuestos, al tomar a la Dialéctica como su herramienta metodológica y
fundamentada en la categoría de totalidad, con la cual recuperaron la historia desde una visión dinámica,
diacrónica, analizando el origen, los efectos y los procesos de cambio y transformación.
Aunque la dialéctica fue tomada de Federico Hegel, Marx la transformó de idealista a materialista,
impregnada de contradicciones y conflictos y dinamizada por la praxis revolucionaria, como expresión de la
lucha entre la clase dominante y la clase dominada, es decir, las nacientes burguesías y proletariados.
Marx y Engels criticaron a la sociedad capitalista, y señalaron los horrores y la explotación de los
trabajadores (Ritzer: 28).
Las principales categorías de análisis fueron:
La alienación.
Las relaciones sociales.
La lucha de clases como el motor de la historia.
Las fuerzas productivas y muchas otras que utiliza la Sociología revolucionaria.
Alienación
Lo que los seres humanos crean se vuelve contra ellos; Estas reacciones, como la producción, por ejemplo:
se convierte en fuerza enemiga que, como fuerza externa, los subyuga; otro ejemplo es el dinero, que ahora
esclaviza. Por eso la alienación es la relación contradictoria que se establece entre el mundo ideal y el mundo
real (Marx citado por Torres-R).
Relaciones sociales de producción
Se articulan las fuerzas productivas, que son las que permiten a los seres humanos transformar la
naturaleza a través del trabajo y da lugar a la división social del trabajo y, mediante la tecnología creada, es
capaz de transformarse el mismo e innovar también a la sociedad.
Proceso de producción
El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en
general; que a cierto grado de su desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en
contradicción con las relaciones de producción existentes, que se convierten en su traba, abriéndose así una
época de revolución social y se revoluciona la base económica y toda la inmensa superestructura erigida sobre
ella” (Ibíd.).
Es, desde estos niveles de análisis, que los autores señalados explican el cambio social de la sociedad en
todo sus órdenes, lo que altera las formas de vida, formas de pensar y sentir, la cooperación, la cultura, etc., y
que puede dar paso a una sociedad socialista como primera fase y pasar posteriormente al comunismo.
Muchas obras se conocieron de estos autores, entre las principales: “El Capital”, “El Manifiesto del
Partido comunista”, “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, “La sagrada familia”, etc.
Todas las obras están referidas al desarrollo de la sociedad en sus diferentes procesos económicos, políticos,
sociales, culturales en los que se destacan los enfoques desde la filosofía, sociología, economía, educación;
antropología, historia y otras disciplinas específicas.
De ahí que, Marx y Engels, sin ser sociólogos, hicieron sociología y la dotaron de muchas teorías que son
componentes teóricos de su objeto de estudio, pero en constante revisión y actualización y en algunos casos
hasta superadas por nuevos pensadores e intelectuales del fin del siglo XX.
La sociología clásica marxista se debilitó cuando se dogmatizó y sacralizó como la única fuente teórica
explicativa de la transformación de la realidad concreta. Algunos seguidores fueron Vladimir Ilich Lenin,
Rosa Luxemburgo y otros. Muchos repetidores del marxismo hicieron perder la verdadera esencia de la
dialéctica, como lo señaló G. Gurvitch:
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La primera inspiración de la dialéctica auténtica es la demolición de todos los conceptos adquiridos, para
impedir su modificación, que no permiten captar las tonalidades reales en movimiento, ni dar cuenta de la
penetración profunda en las riquezas inagotables de la realidad (Gurvitch, 1971: 8).
Sobre esta línea de análisis se han abierto nuevas interpretaciones del marxismo clásico. Se trata de
recuperar mucho de su espíritu revolucionario, pero por diferentes vías de interpretación se apega a los nuevos
fenómenos que la misma sociedad capitalista ha hecho avanzar en su fase neoliberal y de globalización con la
permanente crisis del capital financiero -bolsa de valores-, y la caída del socialismo real en la ahora ex Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), al final del siglo XX.
palabras nuevas e ideas nuevas para estas nuevas y extrañas realidades que nos han salido al paso. Pensar es el
primer deber de la intelligentsia. Y en ciertos casos el único...” Pero no menos importante es el pensamiento
del sociólogo francés Pierre Bourdieu al referirse a la relación de la sociología como ciencia y su objeto de
estudio sobre qué debe estudiar: “...aunque la sociología hace mucho tiempo salió de la prehistoria... sí es una
ciencia difícil pues cuando levanta velo y saca a la luz cosas ocultas, escondidas, censuradas y a veces
reprimidas se torna agresiva y perturbadora; por provocar la crítica a ciertos sectores produce miedo y
desencanto...” (Bourdieu: 2)
El análisis explicativo científico de las realidades históricas de mediados del siglo XX como las actuales
continúa con el déficit de la investigación sociológica comprometida al estilo del pensamiento Bourdiano.
En ideas de Anthony Gidden, también puede decirse que: La Sociología juega un papel clave en la cultura
intelectual moderna y ocupa una posición central en las ciencias sociales; Pues el razonamiento teórico sólo es
valioso si contribuye a iluminar los aspectos empíricos, y la mejor manera de dominar las conexiones entre
teoría e investigación es el intento activo de comprender las instituciones sociales (Giddens, 1994: 13).
Con estos desafíos vale interrogarnos:
¿Qué nuevo papel deben jugar las ciencias sociales y la Sociología clásica y neoclásica desde la academia?
¿Con qué paradigmas teórico-metodológicos construir un nuevo pensamiento sociológico?
¿Qué análisis sociológico es pertinente hacer?
¿Qué nuevos objetos de estudio incorporar a la Sociología?
¿La sociología continuará desarrollando su potencial adscrita al movimiento estructural y coyuntural de la
presente realidad en el cambiante orden social mundial y local?
BIBLIOGRAFÍA