Infografia Sandra
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Artículo de revisión del proyecto de investigación titulado “Infografía. Una propuesta para la gestión y apropiación de contenidos
multidisciplinares”, del Grupo de Investigación Carto.graph@s de la Fundación Universitaria los Libertadores.
Revista KEPES Año 11 No. 10 enero-diciembre 2014, págs. 105-141 ISSN 1794-7111
Revista KEPES, Año 11 No. 10, enero-diciembre de 2014, págs. 105-141
[…] todo ello confluyó en la idea de que es posible realizar un modelo a escala de cualquier región
de la superficie del mundo por medio de una simplificación sistemática: la complejidad infinita de la
realidad circundante es reducida a una atracción en la que los elementos no relevantes son eliminados,
para que aquellos que sí tienen que ver con el propósito del mapa (convenientemente simbolizados)
sean resaltados. (Cairo, 2008, p. 39)
[…] el conjunto de estudios, operaciones científicas, artísticas y técnicas que, a partir de los resulta-
dos de observaciones directas o de la explotación de documentación, intervienen en la elaboración,
análisis y utilización de cartas, planos, mapas, modelos en relieve y otros medios de expresión que
representan la tierra, parte de ella o cualquier parte del universo. (ICA, 1996)
Sin embargo, lejos de este reduccionismo, campos como la literatura han pro-
puesto otros horizontes que develan, bajo la idea de cartografía, una relación 107
intrincada del ser humano con lo desconocido, con lo inabordable e incluso con
su subjetividad. Italo Calvino en su texto Colección de arena aborda la noción
de cartografía en el apartado “El viandante en el mapa”, en el cual plantea la
cartografía como conocimiento de lo inexplorado [que avanza a la par del] co-
nocimiento del propio hábitat. Según Calvino “entre la cartografía que mira hacia
fuera y la cartografía que se concentra en el territorio familiar, hay una relación
constante” (Calvino, 1976, p. 10). Esta sutil relación, problematiza y constituye la
naturaleza de la cartografía en tanto registro y modelo comprensible del entorno.
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[…] han cartografiado la totalidad del continente. Cada montaña, cada río y cada pozo pertenecen
a un conjunto de historias/recorridos –las vías de los cánticos– que, entrelazándose constantemente,
forman una única –historia del tiempo del sueño–, que es la historia de los orígenes de la humanidad.
(Careri, 2009, p. 48)
propone el mapa como “una metáfora que nos permite trazar un camino a través
de la información […] nos dan un sentido de perspectiva y nos permiten hacer
comparaciones entre informaciones” (Wurman, 2001, p. 156). Con esta definición,
Wurman se separa del concepto de mapa como fenómeno de representación e
inaugura la idea de que el mapa sirve a otras ciencias como modelo de explica-
ción de su propio saber, en consecuencia su comprensión se amplía a la idea de
modelo de visualización de información. Wurman propone que desde:
[…] una lista de supermercado es el mapa de un viaje hasta el –supermercado– más cercano. Un
gráfico de la producción de una empresa durante todo el año es un mapa de su producción. Una
solicitud de préstamo es un mapa que muestra la ruta entre nuestro estado financiero actual y el que
deseamos tener. (Wurman, 2001, p. 157)
Si bien los mapas impusieron sus dinámicas desde la época primitiva promoviendo
los orígenes de un tipo de imagen con características narrativas y con el objetivo
de orientar, otro fue precursor de la depuración gráfica en pro del conocimiento,
del acercamiento a temas complejos a través de la síntesis y la jerarquización.
110 El dibujo científico
En el libro El particular lenguaje del dibujo, Sara Bermeo plantea dos extremos entre
los cuales ha girado el dibujo; por un lado, identifica el dibujo con el disegno,
es decir, como signo de expresión plástica y por el otro, citando a Champfleury
(1845), plantea que este reduce su valor plástico en privilegio del utilitario (Ber-
meo, 1997, p. 2). Cuenta Antonio De Pedro en La historia de la ciencia y de la
técnica, que el Renacimiento (siglos XV y XVI) fue el escenario donde tuvo lugar
la gráfica funcional al “corregir errores y restaurar antiguos olvidos –del cono-
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información? En busca de los indicios de su configuración y delimi-
tación como campo disciplinar
cimiento oficial–” (De Pedro, 1999, p. 7); el reclamo manifiesto por De Pedro,
citando al naturalista italiano Ulises Aldrovandi es que: “sí los antiguos hubiesen
retratado y pintado todas las cosas de las que escribieron no se encontrarían tan-
tas dudas y errores infinitos” (De Pedro, 1999, p. 8). De esta manera, la imagen
gráfica estaba destinada a desempeñar tareas de restitución de la veracidad de
lo que en los textos se describía o afirmaba.
Por su parte, Javier de Felipe (2005) en su dossier científico “Cajal y sus dibujos:
ciencia y arte”, argumenta que el origen de la ilustración científica en el siglo XVII,
tuvo lugar en la conexión entre conocimiento, analfabetismo y la precariedad
de los instrumentos de registro del momento. Si bien la ciencia había construi-
do herramientas de observación como el microscopio, no había desarrollado
mecanismos que permitieran registrar lo observado; como consecuencia, los
dibujos científicos se instalaron como única alternativa de representación, para
conservar y transmitir la información, según Cajal “por precisa y minuciosa que
sea la descripción de los objetos observados, siempre resulta inferior en claridad
a un buen grabado” (Cajal, citado por De Felipe, 2005, p. 219). En este sentido,
el dibujo científico tenía una exigencia de realismo mayor que otras gráficas de
la época, la conservación del conocimiento requería el más alto estándar de fi-
delidad con lo observado; “el dibujo científico está subordinado al propósito de
mostrar algo con mayor claridad de lo que podría expresarse con palabras” (Ra-
món y Cajal, citado por Cocucci, 2000, p. 11) o con otro tipo de gráfico, incluso 111
en detrimento de lo estético, lo que ubica este tipo de dibujo en el extremo que
definía Champfleury, un dibujo que se comporta en mayor medida de acuerdo
a su valor de uso.
Alfredo Elio Cocucci en Dibujo científico. Manual para biólogos que no son
dibujantes y para dibujantes que no son biólogos, plantea los fundamentos del
dibujo científico y aborda sus características en detalle con el objetivo de la
máxima funcionalidad. Para Cocucci el dibujo es una herramienta más apropiada
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Estos dos tipos de gráfica, tanto la cartografía como el dibujo científico, hicieron
de herramientas para el desarrollo del pensamiento en diversos campos, pero
es el escenario de convergencia de ambos lo que propició el nicho ideal para el
surgimiento de la infografía.
Tal como comenta Sheila Pontis, los mapas de datos son producto de la evolución
de la estadística y su encuentro con la cartografía. Alberto Cairo menciona que:
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tación como campo disciplinar
[…] la representación estadística cuenta con un único inventor, el ingeniero, matemático y economista
escocés William Playfair, quien es bien conocido en la historia de la visualización de información por
dos libros capitales, The commercial and Political Atlas (1786) y el Statistical Breviary (1801), que
contienen lo primeros ejemplos de los tipos más comunes de gráficas estadísticas: de barras, de fiebre
y de tarta. (Cairo, 2008, p. 48)
Toda representación visual está sujeta a los impulsos del contexto que la produce,
esto ocasiona la necesidad de buscar cambios en la representación gráfica, en
respuesta a las demandas Charles Duplin desarrolló los cartogramas, Henry Drury
Harness los mapas de flujos; pero el máximo de estos desarrollos:
[…] se produce en pleno siglo XIX gracias a la evolución de los datos estadísticos promovida por
Charles Joseph Minard (1861), quien logró reproducir la invasión de Napoleón a Rusia, al tiempo que
se refleja la sucesiva pérdida de soldados. De hecho, es mucho más que un mapa pues realiza sus
explicaciones desde una perspectiva cronológica, temporal junto con el factor temperaturas. En el siglo
XX, concretamente en el periodo de entreguerras, nace la disciplina del diseño funcionalista, justo en el
periodo que triunfa la Bauhaus. El funcionalismo elimina los elementos sobrantes, de forma que prima
la función, la eficacia, frente a la forma. (Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos
Aires, 2011)
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Uno de los principales desafíos de la funcionalidad es la universalidad. Con
esta premisa Otto Neurath, en 1924, creó el Isotype (International system of
typographic picture education) una pretensión de “lenguaje icónico universal”,
una forma de transmitir información a través de un sistema universal de iconos
(Pontis, 2007). Entre sus ejemplos más evidentes está el caso del Departamento de
Estado de EE.UU., que en 1974 creó, a través de la empresa Aiga, 50 elementos
a fin de unificar los distintos iconos utilizados en el transporte. No obstante, este
sistema no fue tan relevante como lo fueron los primeros pictogramas creados
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para representar los deportes olímpicos, que sí bien tuvieron origen en la versión
Japón 1964, adquirieron mayor significación en los Juegos de Munich de 1972.
Sin embargo, el problema de la funcionalidad visual no era nuevo, con bastante
anterioridad había sido tratado por la cartografía, este fue el caso del mapa del
metro de Londres creado e implementado en 1933 (Universidad Nacional del
Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, 2011).
[A] partir de los inventos tecnológicos relacionados con la comunicación visual, como el grabado, la
fotomecánica, el telégrafo, el cable y la antena, aparece la infografía en la prensa en publicaciones
como la de Benjamín Franklin a mediados del siglo XVIII, en mayo de 1754, en la Gazette de Pensilva-
nia que difundió la imagen de una culebra dividida en ocho partes, cada una de las cuales llevaba las
iniciales de una de las colonias, formando la leyenda Unión o muerte. Otros autores citan como primer
mapa publicado en prensa uno que apareció en 1740, el 29 de marzo, en el Daily Post de Londres, y
como primer gráfico informativo al que apareció en la portada el 7 de abril de 1806 en The Times de
Londres, mostrando el plano de la casa en donde había sido asesinado el señor Isaac Blight. Posterior-
mente, el primero de abril de 1875 aparece el primer mapa meteorológico publicado en un periódico
en The Times de Londres, gracias a las comunicaciones telegráficas. Luego con el comienzo de la era
de la digitalización se facilita la edición y se generaliza el uso de la infografía, expandiéndose en Amé-
116 rica desde los Estados Unidos –donde tuvo un desarrollo notable principalmente– en la década de los
años setenta con las investigaciones aeronáuticas y militares de la NASA. (Reinhardt, 2008, p. 131)
“Quizás muchos lectores hace cinco décadas no hubieran visualizado el asesinato del presidente
Kennedy sin la ayuda de una infografía. El atentado, ocurrido el 22 de noviembre de 1963, se ubicó
en una época donde el acceso a medios audiovisuales era muy incipiente, la única versión gráfica del
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tación como campo disciplinar
hecho al alcance del espectador fue una infografía elaborada por Peter Sullivan del Sunday Times de
Londres” (Viloria y Villalobos, 2009, p. 72).
info viene de informática ni grafía viene del concepto de animación que hoy se
le pretende dar. Tampoco infografía es lo mismo que información gráfica, puesto
que hay otras formas en el periodismo que también lo son” (Valero, 2001). Más
adelante el mismo Valero recalca: “la infografía no es otra cosa que la construc-
ción de una estructura enunciativa, un discurso, un espacio de sentido, que nos
cuenta gráfica y sintéticamente una realidad, una cosa, un hecho, que podríamos
englobar en el término ‘acontecimiento’” (Valero, 2000, p. 20). La editorial Al-
faguara en su texto titulado Infografía, menciona que el término hace referencia
a “un recurso que aproxima al lector a los elementos, ideas o acontecimientos
más importantes de un determinado tema, como: dónde ocurrió, cómo se llevó
a cabo, cuáles son sus características, en qué consiste el proceso, cuáles son las
cifras, etc.” (Alfaguara: Infantil y Juvenil, 2006).
Abreu Sojo en varios de sus textos recorre las definiciones que diversos autores
han dado a la infografía, específicamente denominada periodística. Menciona
Abreu Sojo que Julio Alonso (1998), Marta Botero (citada por Martínez, 1998),
José María Casasús y Luis Núñez Ladevéze (1991), José de Pablos (1991, 1993),
Adriana Romero (1996), Mario Tascón y Tomás Ondarra (citado por Martínez,
1998), coinciden en establecer la infografía como un género periodístico que
surge de la relación de varios factores; en primer lugar, gracias al avance de las
tecnologías informáticas y a la convergencia de “soluciones” de diseño, fotografía,
120 ilustración y contenido, en combinación con los hechos, con la información, ele-
mento que prima en la infografía bajo el imperativo de la veracidad, la exactitud y
la claridad expositiva. En segundo lugar, debido a la necesidad de los periódicos
de ser más visuales para adaptarse a los requerimientos de los nuevos lectores y
como resultado un mensaje informativo más claro, ameno, rápido, bello, objetivo,
exacto, completo y, por supuesto, más eficaz. Agrega Abreu Sojo, bajo esta mis-
ma perspectiva de validación del género periodístico, a los autores Laura Tirado,
Víctor Hugo Rodríguez, Vladimir Ortega y Francisco Romero, principalmente
porque ellos coinciden en ver en ella una forma de explicar las noticias mejor
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tación como campo disciplinar
que con ningún otro género, pues incluso puede hablar por sí misma y expresar
aquello que con palabras, no es posible (Abreu Sojo, 2002). En otras palabras
podría decirse que “la infografía es una disciplina que une diseño, ilustración y
periodismo” (Serra, 1998 citado por Borrás y Carita, 2000).
Por otra parte, Abreu Sojo también presenta posturas que se distancian de la info-
grafía como género periodístico, asignándole roles complementarios al enfoque
noticioso e informativo, como recurso, ilustración, representación e incluso como
disciplina independiente. Entre los autores que incluye están Raymond Colle,
Sibila Camps y Luis Pazos, Mariano Cebrián Herreros, Jordi Clapers (1998), Olga
Dragnic, Félix Pacho Reyero y Gonzalo Peltzer. Bajo esta misma mirada de la info-
grafía alejada del periodismo, existe un paradigma técnico, en el que “el término
infografía es utilizado haciendo referencia ‘a la moderna animática realizada por
ordenador de donde se entiende que su raíz info le venga de informática y con
grafía se haga referencia a la animación’ (De Pablos, 1998)” (Peltzer, 1991, p. 135).
Desde esta misma perspectiva, Aguilera y Vivar (1990) consideran la infografía
como pura electrónica, una modalidad para crear y transmitir imágenes a través
de un ordenador. Se puede “decir que en la infografía se funden dos aspectos
ligados a su proceso de producción: la elaboración del dibujo, una representa-
ción de la realidad y la etapa técnica, que produce la ilusión de movimiento, la
animación” (De Aguilera y Vivar, 1990, p. 50). Según estos, en la producción de
la infografía animada convergen tres áreas de creación: el diseño, el vídeo y la 121
informática (Borrás y Carita, 2000).
1. Los datos, transformados en información visual tras ser sometidos a tratamiento estadístico y organi-
zación, son atractivos por sí mismos, sin necesidad de artificios ni embellecimientos, ya sea sobre una
página impresa o en su versión digital.
2. La infografía, o la visualización de información, no es un objeto decorativo cuyo principal objetivo sea
hacer páginas del diario más “ligeras”, “dinámicas”, “coloridas”, sino que debe funcionar como una her-
ramienta de análisis de la realidad al servicio de los lectores mejorando su comprensión.
3. La incorporación de herramientas interactivas a los diarios digitales impulsa un cambio de paradigma en
la visualización de información: a la tradicional libertad que el lector de prensa tiene de leer los conte-
nidos de una infografía en el orden que desee, creando sentido a partir de los datos, se le añade, en un
correlato digital, la posibilidad de que cada visitante diseñe su propia información, la modifique a su gusto
o según sus necesidades. (Cairo, 2008, p. 16)
Con estos principios Cairo deja entrever las exigencias de la infografía en tanto
contenedor de información. En primer lugar expone la necesidad de tratamiento
de los datos, organización, análisis y estética, este último como mediación entre
una alta codificación y el imperativo de divulgación, para tratar de equilibrar las
expectativas de los usuarios y los requerimientos informativos del medio. De igual
manera le asigna un papel activo al espectador, pues considera que la infografía
122 debe permitir que el usuario cree su propia información con base en los datos que
se le proporcionan, para concretar esta idea cita a Edward Tufte quien menciona
que debe ser considerada “la visualización de información como herramienta
de ampliación de la cognición y la memoria” (Cairo, 2008, p. 36). Cairo hace
énfasis en definir la infografía como “la representación diagramática de datos”
y como diagrama entiende “una representación abstracta de la realidad” (Cairo,
2008). Raymond Colle menciona que “la infografía informa de manera sintética
y es autosuficiente en su capacidad de informar, en donde el lenguaje verbal es
analítico (divide y compara) y el lenguaje visual es sintético (se percibe de una
forma significativa y global)” (Colle, 1998).
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Otras acepciones
[un] elemento eminentemente didáctico que acerca al lector con mayor sencillez a la información, la
pone a su alcance, con la facilidad que brinda destacar lo más significativo. El lector es captado por
los dibujos, los gráficos o los mapas, y sí necesita mayor cantidad de datos, lee lo escrito. La labor
didáctica de la infografía se encuentra en su propia capacidad de generar necesidades informativas, de
completar referencias, relaciones y nuevas circunstancias para entender con más claridad (Martínez y
Sánchez, 2011).
[las] de divulgación que abordan la transmisión del conocimiento científico y técnico hacia el gran
público, teniendo que recurrir frecuentemente a la imagen para facilitar su aprehensión. Las periodís-
ticas o noticiosas son aquellas que aportan a la prensa la posibilidad no solo de ayudar a visualizar lo
ocurrido o descrito, sino a incluir información secuencial, representando en un medio fijo aconteci-
mientos que se han desarrollado en el tiempo, tal como lo hacen –pero en un número mucho mayor
de cuadros (viñetas)- las historietas. (Colle, 2004)
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Finalmente, según el campo de aplicación, Colle las clasifica en Manuales de
instrucciones, Informes de empresas, Infografía pedagógica, Infografía científica,
Infografía periodística e Infografía publicitaria.
[…] existen dos grandes grupos de infografías: las de actualidad inmediata y las de gran cobertura, de
cobertura de fondo. Las infografías de actualidad inmediata son aquellas que se producen en un día,
en cuanto se desencadena la noticia. Para hacer la reconstrucción se debe contar con datos exactos,
simples, solo los fundamentales. Estas deben presentar la información de manera muy precisa y clara,
pues el lector de Internet que acude a ellas, llega, visita la página, toma de ella lo que necesita y luego
se va a visitar otra página. Del otro lado están las infografías que son más de fondo, las que podría-
mos llamar “educativas”. Estas contienen mucha más información y son más complejas. Obviamente
no van a tener tantas visitas como una infografía de actualidad inmediata, pero si están bien hechas
y abordan temas de interés permanente, van a tener visitas continuadas a lo largo de muchos años.
(Cairo, 2008)
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Entrevista realizada el día 17 de septiembre de 2012 en las instalaciones del periódico El Tiempo en Bogotá D.C.
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El otro grupo de gráficos que distingue la Universidad de Navarra son los de-
nominados conjuntos gráficos, que conjugan los diferentes tipos de elementos
como mapas, tortas, barras, iconos, cajas de hechos, fotografías, textos, en un
solo infográfico (Universidad de Navarra, 2008).
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Metodologías propuestas para la construcción de infografías
[…] capacidad de ingenio y ocurrencia para disponer, inventar y trazar una infografía. En éste, es desta-
cable la elaboración mental de gestación, que muchas veces se materializa en esbozos o prebocetos
sobre unos trozos de papel, y es el origen de la actividad investigadora de búsqueda de información.
(Valero, 2001, p. 112).
Se distingue por su realización manual, habitualmente no informática y con elementos gráficos simula-
dos, en tamaño natural no es un documento impositivo en la realización; es más bien de apoyo, guía,
comunicación y plasmación de ideas. […] para muchos infógrafos esta es la verdadera infografía y el
verdadero trabajo del profesional, que no tiene porque ser el ejecutor de las tareas de artes gráficas en
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el ordenador. (Valero, 2001, p. 120)
Linda Misiura (2009) en su artículo electrónico “Visual language in the past, pre-
sent, future”, propone siete pasos para la elaboración de una infografía, el primero
de ellos, la selección de una temática, buscar un tema de interés y problematizarlo.
Investigar las diferentes aproximaciones desde diferentes perspectivas (autores,
teorías, corrientes, contextos, periodos históricos, etc.). En segundo lugar, clasificar
el tipo de información, identificar la existencia de datos espaciales, cronológicos o
cuantitativos. Los espaciales describen posiciones en el espacio, relaciones en una
locación especí¬fica física o conceptual. Los cronológicos describen posiciones
secuenciales y relaciones causales en un espacio de tiempo. Y los cuantitativos
describen escalas, proporciones, cambios y organizaciones de cantidades en
espacio o tiempo. El tercer paso es pensar en la audiencia, debe ser consecuente
con el público que interpela, por tanto deben ser consecuente con sus intereses,
el contexto, sus problemas y limitaciones. En cuarto lugar, se debe seleccionar
una forma de presentar la información bajo un criterio claro para saber si la mejor
manera es con un diagrama, un mapa o un gráfico.
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Según Misiura, en el quinto paso, principios de organización, es indispensable
establecer niveles de ordenamiento de la información. Primero si es posible
establecer una organización piramidal que configure un orden ascendente o
descendente, por locación, alfabeto, tiempo, categoría, jerarquía. En segundo
lugar pueden establecerse niveles de acuerdo a la literalidad visual o semiótica,
es decir, el nivel de abstracción a partir de icono, símbolo o índice. El último
factor de organización es la familiaridad, es decir, establecer niveles de acuerdo
al esfuerzo que se exige por parte del lector, facilitarle el acceso a la informa-
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ción y reducir la incertidumbre. En sexto lugar, es fundamental establecer los
principios estéticos, determinar la rejilla de composición, la gama cromática,
el nivel de contraste adecuado, las tipografía que aplican al tema y en términos
generales la composición y las jerarquías. Este aspecto define el look general de
la infografía. Finalmente, el último paso es denominado los principios cogniti-
vos, Misiura establece cuatro aspectos a considerar para optimizar la recepción
de la información, en primer lugar las formas de aprender, es decir si debe ser
visual, verbal/auditiva o incluso táctil. En segundo lugar la memoria, es decir, es
necesario buscar recursos gráficos y didácticos que permitan la fácil recordación.
Tercero el proceso, es decir, recursos para aproximar la información a partir de
generar relaciones incluso por similitud y que posibilite la pregnancia y aspectos
perceptivos, establecer puntos de tensión, recorridos visuales, pero nunca se debe
decorar, se trata más bien de dar sentido a partir de la estructura (Misiura, 2009).
Otro recurso electrónico es el método propuesto por Juan Carlos Mejía Llano
(2011) en el que postula seis pasos básicos para crear una infografía. Si bien el
proceso que plantea es resumido y fácil de aplicar, se centra en aspectos técnicos
y procedimentales. El primer paso que propone es definir el tema de la infogra-
fía, delimitar de manera específica el tema, ya que se deben tener criterios para
seleccionar información específica y ser puntuales en los temas a tratar para
ser directos en la comunicación. Segundo, recopilar la información necesaria,
al principio de manera abierta y casi sin ningún tipo de filtro pues se trata de 131
recopilar tratando de responder el qué, cómo, dónde, cuándo y por qué, pero
cuando la información recogida se considera como apropiada, es en esta etapa
donde se aplican filtros de selección. El tercer paso es crear el primer borrador
de la infografía, hacer las primeras propuestas diagramáticas. Posteriormente se
realiza el diseño de la ilustración, pues debe cobrar un reconocimiento no solo
en su parte estética sino también en la parte informativa, ésta debe tener una
apariencia y estilo unificado para facilitar su lectura. La quinta etapa establece
la posibilidad de establecer otros aspectos importantes (aclarar fuentes de infor-
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Alejo Bergman en el recurso electrónico “¿Cómo crear una infografía? Paso a Paso”,
propone un método para el desarrollo de infografías independientes, para esto
enumera 10 pasos, en el primero aborda la escogencia del tema, en el segundo
la recopilación de la información, en el tercero la filtración de la información, en
el cuarto la organización y jerarquización, en el quinto la necesidad de establecer
conexiones entre los elementos conseguidos en los pasos anteriores, en el sexto
planificar la diagramación, en el séptimo la selección de color, en el octavo la
selección tipográfica, en el noveno empezar con el diseño con la premisa de la
legibilidad y finalmente, el paso más importante según Bergman, la mención de
fuentes.
Finalmente, vale la pena mencionar el método propuesto por Luz del Carmen
Vilchis (1999) en el libro Diseño, Universo de conocimiento, pues si bien no es
una propuesta específica para la producción de infografías, aborda la aplicación
del diseño en general a otras áreas del conocimiento desde la historia, pasando por
134 las artes, hasta la física, la química o la economía. De igual manera, hace énfasis
en las diferentes teorías que afectan al diseño y vincula a ellas y a la metodología
que propone, elementos ideológicos como la hermenéutica o el humanismo,
creando una base para sistemas complejos de comunicación como la infografía.
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