Consulta - Módulo 4 - Microeconomía
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Ya hemos visto que los demandantes (consumidores), a precios bajos, estarán dispuestos a comprar grandes
cantidades, mientras que, a precios altos, desearán comprar menos cantidades. Por otra parte, los ofertantes
(productores), a precios bajos estarán dispuestos a ofrecer pocas cantidades, mientras que, a precios altos,
desearán ofrecer más cantidades.
Ante este escenario, parece muy difícil poner de acuerdo a ambos agentes económicos. Sin embargo, existe un
punto en común. Un punto en el que las expectativas de demandantes y ofertantes se cumplen, donde ambas
partes se ponen de acuerdo para intercambiarse una cantidad determinada de un bien a un precio determinado. Ese
punto es el denominado Punto de Equilibrio: aquel único punto donde, para un determinado precio, la cantidad
ofrecida es igual a la cantidad demandada.
Cuando se alcanza este punto, en el que los consumidores consumen lo que desean y los productores producen lo
que desean, nos encontramos en una situación de equilibrio de mercado: Situación en la que, a un determinado
precio, coinciden
la cantidad que los productores están dispuestos a producir con la cantidad que los consumidores están dispuestos
a consumir. En una situación de equilibrio de mercado, los deseos de los demandantes y de los ofertantes
coinciden, tanto en las cantidades intercambiadas como en el precio que se paga por ellas.
La competencia perfecta se refiere a aquella situación de mercado en la que las empresas no tienen el poder
suficiente para determinar el precio de los productos, por lo que no imponen las reglas del juego. Esto hace que
sea la propia interacción entre ofertantes (empresas) y demandantes (clientes) la que determine el precio. En este
mercado existe una gran cantidad de compradores que, junto a muchos vendedores, impiden que ninguno de los
dos grupos ejerza una influencia decisiva en el precio. Todo depende del producto en cuestión, pero su precio es
fijado de manera impersonal según las leyes que marcan la oferta y la demanda.
La competencia perfecta en un mercado significa que ninguno de los agentes puede influir en el precio del
bien o servicio, es decir, tanto los vendedores como compradores son precio-aceptantes.
La teoría de la elección racional, también conocida como teoría de la acción racional, es un marco teórico que
es utilizado para entender y modelar formalmente el comportamiento social y económico. Es la principal corriente
teórica en la microeconomía y supone que el individuo o agente tiende a maximizar su utilidad-beneficio y a
reducir los costos o riesgos. Los individuos prefieren más de lo bueno y menos de lo que les cause mal.
“Los consumidores siempre eligen la mejor cesta de bienes que pueden adquirir”. La teoría neoclásica de la
elección del consumidor se puede sintetizar en la frase anterior. Como vemos consta de dos proposiciones de las
que se desprende todo el análisis de la elección de los consumidores: la mejor cesta y las posibilidades de
adquirir. Veamos en forma gráfica una especie de mapa que guiará nuestro estudio.
Entonces vamos a ver, cómo las preferencias de los sujetos económicos se traducen en términos de utilidad y estas
se vuelcan en el plano geométrico en formas de curvas de indiferencia y cómo a cada tipo de bienes les
corresponde una forma particular de curvas de indiferencia.
6.3. Fundamentos de la teoría del consumidor
Los fundamentos de la teoría del consumidor son las preferencias, utilidad, restricción presupuestaria y óptimo o
equilibrio del consumidor.
6.4.1. Utilidad
La utilidad es el nivel de la satisfacción de las necesidades cuando se consumen bienes y servicios. Todas las
personas cuando consumen bienes y servicios satisfacen sus necesidades. La teoría del consumidor define el nivel
de la satisfacción de las necesidades como la “utilidad”.
La utilidad total corresponde a la satisfacción total que obtiene un individuo por el consumo de una cierta
cantidad de bienes o servicios. La utilidad total se calcula como la suma de las utilidades que nos reporta el
consumo de una determinada cantidad de bienes o servicios.
La utilidad marginal es la utilidad que obtenemos por el consumo de una unidad adicional de un bien o
servicio.
La utilidad marginal (UM) se refiere al concepto de “adicional” o “extra”, se trata de la utilidad que se agrega o
añade cuando consumimos una unidad más de un bien o servicio.
Depende de las preferencias del consumidor, las que no siempre son conocidas. No obstante,
independientemente de su forma o nivel, los economistas suelen coincidir en que se generalmente se cumple que a
medida que aumenta el consumo de una unidad adicional, la utilidad que obtenemos va cayendo. Este fenómeno
fue reflejado en la llamada “ley de utilidad marginal decreciente”.
En principio, sólo trabajamos con canastas que contienen sólo dos bienes. En general se puede salvar esta
abstracción suponiendo que uno de los bienes de la canasta es un bien en particular y en el otro bien se tienen en
cuenta el “resto de los bienes”. Esta abstracción se realiza para facilitar el análisis, ya que, si se pretendiera
trabajar con todo el conjunto de bienes a los que se enfrenta el consumidor en su elección, no sólo deberíamos
citar cada uno de estos bienes sino también las diferentes circunstancias de consumo a las que se enfrenta nuestro
sujeto económico bajo análisis. Es decir, no es lo mismo para una persona
consumir un vaso más de agua si está sentado en la mesa de su casa con la
botella de agua sobre su mesa, que, si esta misma persona se encuentra en
un desierto y se le ofrece un vaso de agua, o si recién termina de correr
una maratón.
Por tanto, las restricciones que tiene el consumidor a la hora de elegir la cesta de bienes, son su renta y los precios
de los bienes, cuanto mayor sea el precio de un bien menos se puede consumir.
Las curvas de indiferencia son un conjunto de combinaciones de bienes que proporcionan la misma utilidad al
consumidor. Sobre una curva de indiferencia el consumidor es indiferente entre cualquiera de las canastas de
bienes que se le presentan.
La curva a la que nos referimos refleja, ni más ni menos, las preferencias entre pares de bienes y no tiene relación
alguna con el dinero o con los precios. Es más, a lo largo de la curva de indiferencia cada punto tiene un valor
monetario distinto, pero el grado de satisfacción es idéntico.
6.6. Relación marginal de sustitución
La Relación Marginal de Sustitución (RMS) representa la tasa a la que un individuo está dispuesto a cambiar
un bien por otro permaneciendo indiferente. Por eso también se conoce como Tasa Marginal de Sustitución
(TMS).
La RMS entre dos bienes es el número de unidades del bien “Y” (el que se encuentra en el eje de ordenadas) que
estamos dispuestos a ceder a cambio de recibir unidades del bien “X” (eje de abscisas) manteniendo siempre
constante el nivel de utilidad del consumidor.
El equilibrio del consumidor es aquel punto en el que un consumidor encuentra su mayor utilidad para unos
precios y una renta dada. El consumidor se encuentra en equilibrio cuando con la renta o presupuesto que dispone
cuando puede adquirir los bienes que le reportan la mayor satisfacción.
La curva de Engel nos muestra como varía la demanda de un bien ante un cambio en el ingreso, considerando
que los precios de los bienes se mantienen constantes.
Para cada nivel de ingreso, existe una canasta de bienes óptima que depende de las preferencias del
consumidor. En términos gráficos, la canasta óptima para un nivel dado de ingreso es el punto de tangencia entre
la curva de indiferencia y la recta de balance o restricción presupuestaria. Cuando cambia el ingreso
disponible del consumidor, su demanda por los bienes se ajusta, este ajuste es lo que se refleja en la curva de
Engel.
Cuando el bien es normal, la pendiente será positiva porque un aumento del ingreso viene acompañado
de un aumento de la demanda del bien. Así, por ejemplo, la carne de ternera es un bien normal, cuando
aumenta el ingreso esperamos que aumente su demanda y por tanto, la curva de Engel tendrá pendiente
positiva.
Cuando el bien es inferior, la pendiente será negativa puesto que al aumentar el ingreso, el consumidor
preferirá reducir su demanda por el bien. Así, por ejemplo, el pan duro es un bien inferior, si el
consumidor tiene poca renta comprará el pan más barato que encuentre pero a medida que aumenta su
ingreso buscará reemplazarlo por otro bien de mayor calidad. De esta forma, la curva de Engel tendrá
pendiente negativa.