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Trabajo Académico - SEMANA 1

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FACULTAD DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA AMBIENTAL

TRABAJO ACADÉMICO N° 01

ASIGNATURA LEGISLACIÒN AMBIENTAL


TEMA SESION 1: CONCEPTOS BASICOS
Periodo Académico: 2020-1
Semana: SEMANA 1
Docente: Mg. Lesly Patricia BRAVO MENESES
Sede/Filial: Lima

Estimado participante:

El presente trabajo es de carácter individual y consiste en:

1. Aplicación del aprendizaje sobre los siguientes temas:

a) Análisis y explicación de los siguientes temas de la clase:

b) Prepare un Análisis de los 26 Principios de Estocolmo

IMPORTANTE:

• El trabajo deberá ser presentado en forma digital en la fecha de entrega señalada por el
docente.
• Debe publicar el desarrollo del trabajo a través del aula virtual. NO se
acepta otra forma de envío.
• Después de la fecha de presentación se deshabilita el envío de trabajos.

FECHA DE ENTREGA: Hasta el 22 de mayo 2020

Recuerde cumplir a tiempo con la entrega de su trabajo académico.

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CÓMO DEBE ENVIAR UN CORREO AL DOCENTE PARA CUALQUIER CONSULTA
SOBRE SU TRABAJO ACADÈMICO:
Siempre que envíe un correo al docente debe indicar:

1) Nombres y apellidos completos

2) Curso

3) Carrera

4) Sede

5) Asunto exacto del correo

DATOS ALUMNO

NOMBRE
CODIGO
FACULTAD INGENIERÍA Y ARQUITECTURA
ESCUELA INGENIERÍA AMBIENTAL

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DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS Expresa la convicción común de que:

Principio I. El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y el disfrute de condiciones de


vida adecuadas en un medio de calidad tal que le permita llevar una vida digna y gozar de bienestar y, tiene
la solemne obligación de proteger y mejorar el medio para las generaciones presentes y futuras. A este
respecto, las políticas que promueven o perpetúan el apartheid, la segregación racial, la discriminación, la
opresión colonial y otras formas de opresión y de dominación extranjera quedan condenadas y deben
eliminarse.
Principio 2. Los recursos naturales de la tierra, incluidos el aire, el agua, la tierra, la flora y la fauna y
especialmente muestras representativas de los ecosistemas naturales, deben preservarse en beneficio de
las generaciones presentes y futuras mediante cuidadosa planificación u ordenación, según convenga.
Principio 3. Debe mantenerse y, siempre que sea posible, restaurarse o mejorarse la capacidad de la tierra
para producir recursos vitales renovables.
Principio 4. El hombre tiene la responsabilidad especial de preservar y administrar juiciosamente el
patrimonio de la flora y fauna silvestres y su hábitat, que se encuentran actualmente en grave peligro por
una combinación de factores adversos. En consecuencia, al planificar el desarrollo económico debe
atribuirse importancia a la conservación de la naturaleza, incluidas la flora y fauna silvestres.
Principio 5. Los recursos no renovables de la tierra deben emplearse de forma que se evite el peligro de su
futuro agotamiento y se asegure que toda la humanidad comparte los beneficios de tal empleo.
Principio 6. Debe ponerse fin a la descarga de sustancias tóxicas o de otras materias y a la liberación de
calor, en cantidades o concentraciones tales que el medio no pueda neutralizarlas, para que no se causen
daños graves o irreparables a los ecosistemas. Debe apoyarse la justa lucha de los pueblos de todos los
países contra la contaminación.
Principio 7. Los estados deberán tomar todas las medidas posibles para impedir la contaminación de los
mares por sustancias que puedan poner en peligro la salud del hombre, dañar los recursos vivos y la vida
marina, menoscabar las posibilidades del esparcimiento o entorpecer otras utilizaciones legítimas del mar.
Principio 8. El desarrollo económico y social es indispensable para asegurar al hombre un ambiente de vida
y trabajo favorable y crear en la tierra las condiciones necesarias para mejorar la calidad de la vida.
Principio 9. Las deficiencias del medio originadas por las condiciones del subdesarrollo y los desastres
naturales plantean graves problemas y, la mejor manera de subsanarlas es el desarrollo acelerado mediante
la transferencia de cantidades considerables de asistencia financiera y tecnológica que complemente los
esfuerzos internos de los países en desarrollo y la ayuda oportuna que pueda requerirse.
Principio 10. Para los países en desarrollo, la estabilidad de precios y la obtención de ingresos adecuados
de los productos básicos y las materias primas son elementos esenciales para la ordenación del medio, ya
que han de tenerse en cuenta tanto los factores económicos como los procesos ecológicos.
Principio 11. Las políticas ambientales de todos los estados deberían estar encaminadas a aumentar el
potencial de crecimiento actual ó futuro de los países en desarrollo y no deberían menoscabar ese potencial
ni obstaculizar el logro de mejores condiciones de vida para todos y, los estados y las organizaciones
internacionales deberían tomar las disposiciones pertinentes con miras a llegar al acuerdo para hacer frente
a las consecuencias económicas que pudieran resultar, en los planos nacional e internacional, de la
aplicación de medidas ambientales.
Principio 12. Deberían destinarse recursos a la conservación y mejoramiento del medio, teniendo en cuenta
las circunstancias y las necesidades especiales de los países en desarrollo y cualesquiera gastos que
pueda originar a estos países la inclusión de medidas para la conservación del medio en sus planes de
desarrollo, así como la necesidad de prestarles, cuando lo soliciten, más asistencia financiera internacional
con ese fin.
Principio 13. A fin de lograr una más racional ordenación de los recursos y mejorar así las condiciones
ambientales, los estados deberían adoptar un enfoque integrado y coordinado de la planificación de su
desarrollo de modo que quede asegurada la compatibilidad del desarrollo con la necesidad de proteger y
mejorar el medio humano en beneficio de su población.
Principio 14. La planificación racional constituye un instrumento indispensable para conciliar las diferencias
que puedan surgir entre las exigencias del desarrollo y la necesidad de proteger y mejorar el medio.
Principio 15. Debe aplicarse la planificación a los asentamientos humanos y a la urbanización con miras a
evitar repercusiones perjudiciales sobre el medio y a obtener los máximos beneficios sociales económicos
y ambientales para todos. A este respecto deben abandonarse los proyectos destinados a la dominación
colonialista y racista.

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Principio 16. En las regiones en que exista el riesgo de que la tasa de crecimiento demográfico o las
concentraciones excesivas de población perjudiquen al medio o al desarrollo, o en que la baja densidad de
población pueda impedir el mejoramiento del medio humano y obstaculizar el desarrollo, deberían aplicarse
políticas demográficas que respetasen los derechos humanos fundamentales y contasen con la aprobación
de los gobiernos interesados.
Principio 17. Debe confiarse a las instituciones nacionales competentes la tarea de planificar, administrar o
controlar la utilización de los recursos ambientales de los estados con miras a mejorar la calidad del medio.
Principio 18. Como parte de su contribución al desarrollo económico y social se deben utilizar la ciencia y
la tecnología para descubrir, evitar y combatir los riesgos que amenazan al medio, para solucionar los
problemas ambientales y para el bien común de la humanidad.
Principio 19. Es indispensable una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las
generaciones jóvenes como a los adultos y que preste la debida atención al sector de población menos
privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada y de una conducta de los
individuos, de las empresas y de las colectividades inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto
a la protección y mejoramiento del medio en toda su dimensión humana. Es también esencial que los medios
de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro del medio humano y difundan, por el contrario,
información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo, a fin de que el hombre
pueda desarrollarse en todos los aspectos.
Principio 20. Se deben fomentar en todos los países, especialmente en los países en desarrollo, la
investigación y el desenvolvimiento científicos referentes a los problemas ambientales, tanto nacionales
como multinacionales. A este respecto, el libre intercambio de información científica actualizada y de
experiencia sobre la transferencia debe ser objeto de apoyo y asistencia, a fin de facilitar la solución de los
problemas ambientales; las tecnologías ambientales deben ponerse a disposición de los países en
desarrollo en condiciones que favorezcan su amplia difusión sin que constituyan una carga económica
excesiva para esos países.
Principio 21. De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y con los principios del derecho
internacional, los estados tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos en aplicación de su
propia política ambiental y la obligación de asegurar que las actividades que se lleven a cabo dentro de su
jurisdicción o bajo su control no perjudiquen al medio de otros estados o de zonas situadas fuera de toda
jurisdicción nacional.
Principio 22. Los estados deben cooperar para continuar desarrollando el derecho internacional en lo que
se refiere a la responsabilidad y a la indemnización a las víctimas de la contaminación y otros daños
ambientales que las actividades realizadas dentro de la jurisdicción o bajo el control de tales estados causen
a zonas situadas fuera de su jurisdicción.
Principio 23. Sin perjuicio de los criterios que puedan acordarse por la comunidad internacional y de las
normas que deberán ser definidas a nivel nacional, en todos los casos será indispensable considerar los
sistemas de valores prevalecientes en cada país y la aplicabilidad de unas normas que, si bien son válidas
para los países más avanzados, pueden ser inadecuados y de alto costo social para los países en
desarrollo.
Principio 24. Todos los países, grandes o pequeños, deben ocuparse, con espíritu de cooperación y de pie
de igualdad, en las cuestiones internacionales relativas a la protección y mejoramiento del medio. Es
indispensable cooperar, mediante acuerdos multilaterales o bilaterales o por otros medios apropiados, para
controlar, evitar, reducir y eliminar eficazmente los efectos perjudiciales que las actividades que se realicen
en cualquier esfera puedan tener para el medio, teniendo en cuenta debidamente la soberanía y los
intereses de todos los estados.
Principio 25. Los estados se asegurarán de que las organizaciones internacionales realicen una labor
coordinada, eficaz y dinámica en la conservación y mejoramiento del medio.
Principio 26. Es preciso librar al hombre y a su medio de los efectos de las armas nucleares y de todos los
demás medios de destrucción en masa. Los estados deben esforzarse por llegar pronto a un acuerdo, en
los órganos internacionales pertinentes, sobre la eliminación y destrucción completa de tales armas.

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