Tema 34 El Auge de Las Dictaduras
Tema 34 El Auge de Las Dictaduras
Tema 34 El Auge de Las Dictaduras
A pesar de que la victoria de los aliados parece asegurar el triunfo de los valores
liberales, el periodo de entreguerras asiste a un creciente progreso de los
regímenes dictatoriales
A la altura de 1939 sólo 11 estados europeos (todos occidentales) mantienen
sistemas democráticos
Abstracción hecha de la URSS (donde la revolución socialista aboca, sin
embargo, al totalitarismo estalinista), en toda la orla mediterránea, en
Alemania, en el centro y este del Continente, se han impuesto dictaduras
El fenómeno se inscribe dentro de un proceso más amplio, de crisis del Estado
liberal, que arranca de finales del siglo XIX, se acentúa en el viraje histórico de la
Gran Guerra y alcanza su clímax en la dramática década de los treinta
En términos generales, podría decirse que allí donde la endeblez estructural
(económica y sociopolítica) de los sistemas liberales se revela incapaz de
absorber las tensiones generadas por los cambios económicos y el consiguiente
aumento de la tensión social, se impone el recurso a fórmulas ordenancistas
(auspiciadas por la clase dominante y, a tenor de la agudización de la crisis,
socialmente respaldadas por una clase media exasperada y radicalizada en el
rechazo a la doble amenaza “capitalista” y “comunista”)
Bajo este genérico denominador común referido a las causas económico-sociales
de fondo, es posible aplicar el calificativo de fascistas al conjunto de las
experiencias antidemocráticas del periodo intermedio. Sin embargo, una parte de la
historiografía, influenciada por los enfoques taxonomistas de la ciencia política,
prefiere distinguir entre regímenes autoritarios y totalitarios. Estos últimos se
caracterizan por:
Una elaboración ideológica precisa
Un monolitismo de poder (en torno al partido y al líder)
Una intensa movilización política
Un nacionalismo expansionista y agresivo
que sólo cuadrarían a las experiencias alemana e italiana. Y aún así, casi todos los
especialistas insisten con razón en marcas las distancias entre ambos casos,
puesto que ni la determinante “utopía racial” de Hitler, ni su consecuente
proyección belicista, tienen paralelo en la dictadura de Mussolini. El fascismo
italiano, totalitario en cuanto a régimen, pero no, o escasamente en cuanto
“movimiento” sería un “totalitarismo imperfecto” o frustrado, a medio camino entre
el caso alemán y las dictaduras de gobierno (no de partido) propias del modelo
autoritario
2. La Italia fascista
Los problemas de la Italia de la posguerra
Surgimiento del fascismo
a) La figura de Mussolini
b) Los progresos de la agitación fascista
La marcha sobre Roma (27/29-oct-1922)
El establecimiento de la dictadura
3. La Alemania nazi
La crisis alemana de posguerra (1919 – 1924)
Surgimiento del nazismo
a) La figura de Hitler
b) La doctrina del Mein Kampf
c) El fracaso del putch de Munich (8/9-nov-1923)
Recuperación económica y estabilidad política (1924 – 1930)
Los efectos (económicos, sociales y políticos) de la Gran Depresión
El asalto nazi al poder: en las sucesivas elecciones legislativas
(sep-1930, jul-1932 y nov-1932), el partido nazi (con 14 escaños en las
de 1928) obtiene 107, 230 y 196 diputados, respectivamente (sobre un
total de 607)
Hitler es designado Canciller (3-ene-1933)
Rápido establecimiento de la dictadura:
a) Incendio en el Reichstag (feb-1933); persecución de comunistas y
suspensión de las libertades constitucionales
b) El nuevo Reichstag concentra en Hitler la plenitud de poderes
c) Cruenta depuración del partido (30-jun-1934)
d) Tras la muerte de Hindenburg (2-jul-1934), Hitler acumula la Jefatura
del Estado (plebiscito del 19-ago)
Los instrumentos del poder totalitario
o Control político-administrativo del Estado
o Poderosa máquina propagandística
o Implacable represión (a partir de 1938, política de dominio
antisemita)
Política económica (autarquía e intervencionismo): rotundo éxito en la
superación de la crisis
Política exterior: “revisionismo” y expansionismo agresivo, que abocan
a la Segunda Guerra
4. El Portugal de Salazar
Crisis irrecuperable de la República parlamentaria (1919 – 1926) en la
posguerra
Movimiento militar (28-may-1926), que establece una dictadura militar
ineficaz y políticamente desorientada
Ascenso político de Salazar (1928 – 1932): de especialista en Finanzas a
inspirador de un nuevo sistema político
Bases institucionales del “Estado Novo”
o Acta colonial (1930)
o Unión Nacional (1930 – 1932)
o Constitución política (1933)
o Organización Corporativa (1933)
Éxito de la política económica frente a la crisis de los años treinta
Fascistización del régimen desde 1936
Hábil política exterior en la guerra civil de España y durante la Segunda
Guerra Mundial
Dificultades internas de posguerra y aceptación internacional del régimen
por las potencias occidentales
Entre 1947 – 1949 –ayudado por la coyuntura de “guerra fría”- el
salazarismo recupera posiciones de solidez (en 1949 Portugal entra en la
OTAN)
La “paz” de superficie de los años cincuenta
La gran crisis de 1958 – 1962
Inscritas dentro del mismo fenómeno de crisis del estado liberal al que aludíamos
al principio e inducidos en parte por los coetáneos paradigmas italiano y alemán,
los fenómenos dictatoriales se difunden en el periodo de entreguerras
Las dictaduras se imponen en España (1923), Portugal y Polonia (1926), en
Grecia (1928), en Yugoslavia (1929), en Hungría (1932), en Austria y Rumania
(1933), en Bulgaria (1934) y también el los Estados Bálticos, por no mencionar
sino países del viejo Continente
En todos los casos estamos ante variantes nacionales del nuevo fenómeno
histórico de cuño genéricamente fascista
Sin embargo, la naturaleza de estos regímenes es más autoritaria que
totalitaria. Baja una parafernalia simbológica y/o institucional de aspecto
fascistizante, encubren a menudo simples dictaduras conservadoras cuyos
objetivos son siempre más de control que de movilización social
FASCISMO ITALIANO
BASES SOCIALES DE LOS REGÍMENES FASCISTAS.
Otros dos sectores que caen en las redes del fascismo son las clases medias empujadas
por la amenaza de crisis económicas y las malas condiciones del proletariado, y el
sector de los parados.
También tenemos que mencionar a los colectivos que financiaron estos movimientos, el
gran capital y los terratenientes que en principio lo hicieron para suavizar la agitación
social de partidos socialistas y comunistas.
Pero, aún con el apoyo de todos estos grupos, sin la tolerancia y después colaboración
del ejército y la burocracia, estos movimientos difícilmente podrían haber llegado a
consolidarse.
El fascismo en Italia se originó tras la primera guerra mundial, ya que los tratados de
paz de 1919 no habían concedido a Italia todo lo que esperaba y esta sensación de
frustración llevó a la indignación de los nacionalistas. A nivel político Italia vivía una
situación de endebleza: entre 1917-1922, cinco gabinetes diferentes; esto ponía de
manifiesto la debilidad por parte del gobierno. La población añoraba una estabilidad
política; en este contexto aparece Benito Mussolini.
En 1919, Mussolini crea en Milán el embrión de lo que luego será el Plan Nacional
Fascista, los fascios de combate. En este pequeño grupo se integran excombatientes,
sindicalistas, nacionalistas,... empiezan enseguida a achear: el primado de la acción
frente a la palabra. Llevan a cabo acciones significativas, violentas, empiezan a darse a
conocer con la fuerza de la acción en vez de con la de la doctrina.
En el primer gobierno fascista se nombran tan solo dos ministros fascistas, se aprovecha
para conocer centros de poder y la administración y crear más seguidores. En las
elecciones de 1924 (libres, últimas hasta después de la guerra), aquel pequeño grupo va
a alcanzar 356 diputados; con este éxito electoral, control del país, empieza a verse el
verdadero rostro del fascismo.
RACISMO. Esto ocurre en determinados partidos fascistas, por ejemplo, el fin supremo
del estado nazi es la preservación de la pureza racial.
Se crea una legalización promatulista apoyada por la Iglesia. Las leyes legaban hasta el
punto de multar por soltería, "un país grande es un país poblado".
2ª.- FASE. (1930-1935). El impacto de la crisis de 1929 fue tan brutal que todos
aquellos países carentes de un comercio con el que negociar, se vieron obligados a
practicar la autarquía, pero en Italia este sistema ya estaba consolidado desde la etapa
anterior. En 1933 se crea el Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI) y se
fomenta la concentración industrial.
CONCEPTOS.
Espacio Vital: concepto político acuñado por los nacionalistas alemanes, ligado a la
idea de que Alemania estaba superpoblada y necesitaba expandir sus fronteras
hasta adquirir el espacio mínimo indispensable para su supervivencia como
nación.
Marcha sobre Roma: actuación política que se da en 1922 organizada por el Plan
Nacionalista Fascista y dirigida por el general De Bono, Caesare de Vecchi, Italo
Balbo y Michele Bianchi los cuatro, símbolos de los apoyos iniciales del fascismo,
cuyo objetivo es "convencer" al Rey para que acepte que Mussolini forme
gobierno. Muestra de la fuerza de la organización.
Duce: término que sirve para designar a Mussolini como conductor o guía en el
fascismo; este conductor tenía plenos poderes en el gobierno.
"Era de las grandes batallas": 1925-1930. Se produce en una de las fases en las que
se divide la política económica de Mussolini. Esta era se compone de tres grandes
batallas: la batalla del trigo, la revolución de la lira y las grandes obras públicas.
FECHAS.
El fascismo (del italiano fascio, haz, fasces, a su vez del latín fasces, pl. de fascis) es una ideología autoritaria que exalta la idea de
nación; sólo puede aplicarse con propiedad a los regímenes de entreguerras, sobre todo a la Alemania de Adolf Hitler y a la Italia de
Benito Mussolini. El fascismo de origen nazi tiene un componente racial, adoptado en un segundo momento por el fascismo italiano
y el resto de movimientos fascistas o fascistizantes. Los movimientos fascistas de entreguerras son alimentados por las clases
económicamente poderosas, para oponerse a los movimientos obreros y a la democracia liberal. Aunque es una cierta simplificación,
se suele considerar al fascismo como un movimiento de derecha ya que los aliados del fascismo históricamente han estado en las
clases económicas más poderosas. A pesar esto, el fascismo italiano nace desde el marxismo y el socialismo, ya que Mussolini antes
del término de la Primera Guerra Mundial era un importante ideólogo marxista y militante del Partido Socialista donde ya gestaba el
fascismo.
El fascismo es un movimiento "totalitario" en la medida en que aspira a intervenir en la totalidad de los aspectos de la vida del
individuo. En realidad, el fascismo surge con vocación de ir más allá de las ideologías tradicionales.
El fascismo tiene una base racial en Alemania por donde nace el nazismo, aunque no en Italia; los nazis construyen el mito de la
raza aria superior de origen nórdico (en realidad, los nazis confunden la teoría de un pueblo indoeuropeo original con la poco
científica teoría nórdica). Para realizar esta amalgama ideológica se basan en fuentes mitológicas y literarias, así como en los textos
clásicos dedicados a consagrar la desigualdad de las razas. El ideario del partido nazi se nutre también de publicaciones y panfletos
de carácter ocultista. Italia aprobará también leyes raciales en un segundo momento por la presión de los nazis. Asimismo, la
concepción alemana se alimenta de tesis antisemitas medievales y supersticiones de carácter romántico. El antisemitismo era muy
fuerte en muchos lugares de Europa y los nazis explotaron ese sentimiento a conciencia. El resultado fue que en muchas ocasiones
los verdugos de las SS eran sobrepasados por soldados de países aliados, a los que tenían que contener (por ejemplo Rumanía).
Es muy controvertido el papel de la Iglesia católica al respecto: se acusa a Pío XII de tibieza, cuando no de complicidad, por no
condenar de modo claro el régimen nazi y la persecución de judíos desde un primer momento. Muchos criminales de guerra de la
Segunda Guerra Mundial huyeron a Suiza y a Argentina con la ayuda de religiosos católicos (algunos con pasaportes del Vaticano y
disfrazados de sacerdotes). El comunismo ateo siempre ha sido visto como una gran amenaza desde el Vaticano.
El fascismo desdeña las instituciones del Estado republicano y sustituye el voto como expresión de la voluntad popular por las
expresiones masivas de apoyo al líder. Hitler utiliza el plebiscito como arma en las relaciones internacionales: sus grandes
decisiones son apoyadas por plebiscitos de apoyo masivo utilizados como amenaza: el líder fascista se presenta como portavoz de la
nación unificada que habla con una sola voz. Esto refuerza otro de sus elementos principales: el "liderazgo carismático". El líder es
casi divino y su liderazgo no es racional: "Führer", "Duce", "Caudillo por la gracia de Dios", etc. El Fascismo no considera un valor
la libertad de expresión y recurre a la violencia sistemática para obtener el poder o mantenerse en él; la violencia tiene un valor
positivo para el movimiento fascista, es una fuerza de cambio, al igual que la juventud, que también es exaltada. Mussolini,
fundador del PNF Partito Nazionale Fascista, opuso a los principios de la Revolución Francesa de «libertad, igualdad y fraternidad»
la consigna «creer, obedecer y combatir».
El fascismo lleva a cabo una "estetización" de la política: adopta uniformes y lenguaje militar y le da un gran valor a los símbolos y
a las grandes concentraciones. Se opone al concepto de razón y quema libros para demostrarlo. El Fascismo es fuerza, vitalidad,
energía, violencia y juventud, no pensamiento racional. Los intelectuales son despreciados. El Fascismo manipula las ideas de
Friedrich Nietzsche sobre el poder de la voluntad y la creación del hombre superior. Las tesis de Nietzsche, por el contrario,
condenan el proselitismo y desprecian a los fanáticos (véase Así habló Zarathustra). En diversos lugares del mundo, los
movimientos fascistas surgieron apoyados por sectores ultramontanos de sectores nacionalistas extremos. En general, describieron
como su enemigo a una conspiración internacional formada por judíos, comunistas y masones (la sinarquía) (aunque pueden incluir
en ese entramado a cualquier organización que juzguen trasnacional) y opuesta a los intereses del Estado-nación, como el
capitalismo. La oposición a la masonería, que puede parecer anacrónica, responde sin embargo a una lógica de continuidad del
tiempo histórico en el que la red de los masones permanece como custodia invisible de las ideas del liberalismo. Los fascistas
sustentan una ideología de lucha entre los estados que se resuelve mediante la imposición y expansión del más fuerte.
El "imperialismo", entendido como una política exterior expansiva, es otro de los rasgos clásicos del fascismo; generalmente se
apoya en mitos del pasado, lo que refuerza su carácter romántico, más de religión que de ideología. Los fascistas quieren recuperar
el esplendor pasado y las denominaciones de sus regímenes aluden a eso ("III Reich"). Los fascistas reclaman territorios que
consideran suyos por derecho histórico y sus líderes están en conexión con esencias de carácter místico o sagrado.
Aunque no todo gobierno militar es fascista, el término suele usarse para designar a las dictaduras y a los partidos o agrupaciones
que se expresan mediante la violencia o predican el autoritarismo y el desprecio por quienes no piensan del mismo modo. En la
actualidad el término "fascista" se asocia con la extrema derecha y las ideas de corte racista y autoritario. En general, se suele
denominar "fascista" a todo el que intenta imponer por la fuerza su criterio sobre el de los demás. Esto constituye una vulgarización
del término.