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Conservación de Frutas Por Aplicación de Frio

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CONSERVACIÓN DE FRUTAS POR APLICACIÓN DE FRÍO

MARRIAGA LOZANO DAYANA

RANGEL GONZÁLEZ DAILER

SEGURA BERMÚDEZ DIEGO

URANGO ANAYA JANER

ING. PEDRO ROMERO

CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS I

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

FACULTAD DE INGENIERÍAS

INGENIERÍA DE ALIMENTOS

BERÁSTEGUI – CIENAGA DE ORO – COLOMBIA

CONSERVACIÓN DE FRUTAS POR APLICACIÓN DE FRÍO


INTRODUCCIÓN

En la actualidad el desarrollo tecnológico de la conservación de alimentos se relaciona de


forma directa a la demanda creciente de productos frescos y la naturaleza perecedera de
estos.

Uno de los campos que más se destacan en la conservación de productos de alta


peresibilidad es la conservación por frio, que hoy día ocupa un lugar destacado por su
mayor facilidad de aplicación y, en especial, por no realizar modificaciones en las
características sensoriales, las estructurales y bioquímicas de los mismos.

La acción fundamental del frío como agente conservador radica, básicamente, en su acción
inhibidora del crecimiento de microorganismos y a la acción enzimática, frenando así los
fenómenos degradativos que terminan con la descomposición del alimento; no es pues un
agente esterilizante, lo que determina su éxito como conservador está en la buena calidad
inicial de la materia prima, en la aplicación inmediata y en la continuidad del tratamiento a
lo largo de todas las etapas de la cadena comercial, que se inicia en la producción y termina
en el consumo. Este trabajo tiene como objetivo mostrar los diferentes métodos de
conservación por frio en las frutas y hortalizas y los daños que este puede producir en estos
alimentos si no se lleva adecuadamente el proceso

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OBJETIVOS

Objetivo general.

 Dar a conocer los diferentes métodos de conservación por frio en frutas y hortalizas
y los daños ocasionados este.

Objetivos especifico.

 Mostrar los diferentes métodos de conservación por frio de frutas y hortalizas y la


aplicación de estos.
 Mostrar los diferentes daños que el frio puede ocasionar a estos alimentos si no se
manejan adecuadamente las temperaturas.
 Identificar las recomendaciones a tener en cuenta paro no a la hora de aplicar los
diferentes métodos.

CONSERVACIÓN DE FRUTAS POR APLICACIÓN DE FRÍO


CONSERVACIÓN DE FRUTAS POR APLICACIÓN DE FRIO

Comportamiento climatérico. Las frutas se clasifican en climatéricas y no- climatéricas,


según su patrón respiratorio y de producción de etileno durante la maduración
organoléptica o de consumo (Cuadro 3 y Figura 1). Las frutas climatéricas incrementan
marcadamente su ritmo respiratorio y producción de etileno durante la maduración
organoléptica. De igual manera, los cambios asociados con esta etapa de desarrollo (color,
sabor, aroma, textura) son rápidos, intensos y variados.

Por el contrario, en las frutas no-climatéricas, los procesos de desarrollo y maduración


organoléptica son continuos y graduales; manteniendo éstas, en todo momento, niveles
bajos de respiración y de producción de etileno.

Cambios químicos durante el desarrollo y maduración de frutos

En cuanto a los carbohidratos, hay una alteración durante la etapa de maduración, ya que se
presenta un aumento en el contenido de azúcares, bien por la degradación casi total de las
reservas amiláceas en frutos climatéricos, o por la degradación de los productos de la
fotosíntesis en frutos no climatéricos. Esta transformación conduce a cambios en el sabor,
la textura y la consistencia del fruto. El cambio en la consistencia se da principalmente por
la degradación de pectinas y hemicelulosas (Wills et ál. 1998; Seymour et ál. 1993).

A medida que avanza la maduración, los ácidos orgánicos son respirados o convertidos en
azúcares, disminuyendo su contenido. Ácidos como el málico, succínico y cítrico, se
encuentran con frecuencia en la mayoría de los frutos (Seymour et ál. 1993). Sin embargo,
la concentración de ácidos orgánicos no siempre decrece con la maduración en todos los
frutos. En banano hay un significativo incremento en la concentración de ácido málico y un
descenso en el pH (Kays 1997; Wills et ál. 1998). Es evidente que el balance entre síntesis
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y consumo de ácidos orgánicos durante la maduración depende directamente de las
características metabólicas de la especie. La modificación del contenido de ácidos
orgánicos es de gran importancia a nivel bioquímico, ya que el pH condiciona la actividad
de un gran número de enzimas responsables de los sucesos claves (ablandamiento, color,
entre otros) asociados a la maduración.

Los frutos y verduras, en general, productos hortifrutícolas son cosechados cuando


alcanzan el estado de desarrollo apropiado para el mercado y el consumidor final. La
recolección genera estrés o lo que es lo mismo una tensión en el producto, que desencadena
incrementos en la respiración, maduración acelerada y muerte del producto de manera
rápida. La tecnología de poscosecha es aplicada para disminuir el incremento en el
metabolismo de los productos cosechados. Para ello se emplean diferentes tratamientos que
incluyen preferiblemente el uso de baja temperatura, pre-enfriamiento, atmósferas
modificadas, retardantes de maduración, ceras y películas comestibles entre otras que
contribuyen a hacer lentos los cambios asociados con la senescencia del producto hortícola.

Factores que afectan la vida útil en el almacenamiento

Existen varios factores biológicos y ambientales que afectan gravemente los límites
naturales de la vida de todos los productos frescos después de su recolección, dentro de los
que encontramos:

Temperatura: el aumento de la temperatura acelera el ritmo de utilización de las reservas


alimenticias del producto y la perdida de agua. La refrigeración prolonga la vida del
producto al retrasar la utilización de esas reservas.

Perdida de agua: las temperaturas elevadas y las lesiones pueden aumentar


considerablemente la pérdida de agua respecto del nivel inevitable debido a causas
naturales. Para prolongar la vida del producto conviene almacenar solo piezas no dañadas y
a la temperatura más baja que toleren.

Daños físicos: los daños sufridos durante la cosecha y la manipulación posterior aceleran el
ritmo de deterioro del producto y lo hacen vulnerable a la descomposición por organismos
patógenos.

Pre enfriamiento. Un incremento en la temperatura de los productos hortícolas recién


cosechados (calor de campo) se genera como resultado de las acciones de recolección,
acopio y transporte hasta la central de distribución. Cuando sea posible, conviene eliminar
mediante un proceso de pre-refrigeración el calor de campo, hasta obtener la temperatura de
almacenamiento y la humedad relativa recomendadas para mantener la calidad de las frutas
y hortalizas. En general, altas temperaturas deterioran la calidad de la mayoría de los
productos durante estos primeros eslabones de la cadena. La pre-refrigeración alarga la
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duración del producto al reducir: el calor del campo; la tasa de respiración y el calor
generado por el producto; la velocidad de maduración; la deshidratación; la producción de
etileno y la pudrición.

La pre-refrigeración será exitosa siempre y cuando el tiempo entre la cosecha y la


operación sea corto, y se tengan en cuenta: el contenedor para el transporte, la temperatura
inicial del producto, la velocidad o cantidad de aire frío, agua o hielo suministrados. Se
requiere, así mismo, que el agua o el aire sean limpios a fin de evitar la contaminación del
producto tratado. La cadena de frío no debe interrumpirse en ninguna etapa.

Conservación de las frutas

La fruta debe ser consumida preferiblemente fresca. Un almacenamiento prolongado no es


adecuado y es hasta poco recomendable en algunos tipos de frutas como cerezas y fresas.
Para la conservación o almacenamiento de la fruta hay que tener en cuenta que la
temperatura ambiental elevada favorece la maduración y puede afectar el aroma y el color.
La fruta que se almacena debe ser sana, no deteriorada y exenta de humedad exterior. No es
aconsejable guardar diferentes frutas juntas ni cerca de hortalizas, así como tampoco se
recomienda la conservación de los plátanos en la cámara, porque se deteriora el color y el
aroma.

Lo ideal es guardar las frutas delicadas como máximo dos días, una semana las frutas con
hueso y unos diez días los cítricos maduros. Las manzanas y peras pueden guardarse
algunos meses en una habitación fresca, a unos 12 ºC, aireada y oscura, con un 80% de
humedad.

La fruta ya madura debe mantenerse en condiciones de poca luz, bajas temperaturas (entre
o y 6ºC) y alta humedad relativa (próxima al 90%). Hay que separar las frutas maduras de
las que no lo están, ya que una sola pieza puede hacer madurar el resto.

En el mercado se encuentra principalmente fresca, que es como mejor aporta sus


propiedades nutritivas, pero existen otras formas de consumir la fruta, bien sea porque se
pretende conservar durante largos periodos de tiempo (en conserva, secado, azucarado, etc.)
o por la diversidad de preparaciones que se pueden realizar (mermeladas, confituras, jaleas,
bebidas de frutas, etc.).

Almacenamiento de productos perecederos

La producción mundial de frutas está dominada por los cítricos, las uvas, las bananas, las
frutas de pepita (principalmente manzanas) y las frutas de hueso. De las especies de origen
tropical de mayor importancia en los mercados mundiales se pueden destacar el aguacate, la
papaya, el mango y la piña. Afirman que la fisiología de las frutas tropicales no difiere de la
fisiología de los frutos de clima templado y subtropical, por lo que se pueden implementar
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tecnologías ya probadas y conocidas en ellos. Sin embargo, es posible encontrar diferencias
en la velocidad de maduración y en la senescencia, y en algunos casos en el orden
cronológico de los eventos que ocurren en el proceso de maduración. Las diferencias más
relevantes que se nota entre los frutos tropicales y los de clima templado son, entre otras, la
mayor velocidad de maduración de los frutos de tipo climatérico.

Existe una brecha considerable entre la tecnología desarrollada para frutos de los países
desarrollados y climas temperados, y los frutos de los países en desarrollo y de origen
tropical. Las pérdidas postcosecha en estos últimos pueden superar el 50%. La refrigeración
es el método de conservación para frutas y hortalizas más empleado; sin embargo, su
implementación requiere de conocimiento previo de la fisiología del producto a fin de no
generar daños irreversibles.

Conservación de frutas a bajas temperaturas

La maduración de los frutos ocurre en un estrecho rango de temperatura. A temperaturas


inferiores a la temperatura crítica se interrumpe el proceso de maduración. Similarmente, a
temperaturas superiores a 35°C no se presentan cambios de color característico y en frutos
de tipo climatérico no se presenta el alza climatérica. La maduración normal de los frutos y
hortalizas se produce entre los 10 y 25°C.

La vida útil de los frutos durante la poscosecha puede ser aumentada mediante tratamientos
como la refrigeración. Disminuir la temperatura contribuye a controlar la síntesis de etileno,
que es la hormona encargada de regular la síntesis de las enzimas hidrolíticas que degradan
la lamela media de la pared celular, las clorofilasas y amilasas; en consecuencia, se
prolonga la vida de poscosecha del producto (Alique y Zamorano 2010).

La temperatura es un factor decisivo en la actividad respiratoria en particular, y en el


metabolismo, en general. Una disminución de 10°C trae consigo una reducción en la
velocidad de las reacciones a aproximadamente la mitad. El objetivo de conservar los
productos de origen vegetal, regulando el metabolismo durante la poscosecha es prolongar
su vida útil, así como procurar el suministro permanente de éstos productos y con ello la
satisfacción de un mercado en constante demanda, con lo cual se consolidan las cadenas de
comercialización ( Alique y Zamorano 2010).

En los frutos climatéricos la regulación de la maduración puede lograrse con mayor éxito y
por tanto optimizar su comercialización. Éstos pueden ser recolectados de manera
anticipada, consiguiendo así, una mejor regulación de la maduración. En éstos, se reduce
tanto la hidrólisis de almidón como el consumo de azúcares monosacáridos glucosa y
fructosa y se mantienen los ácidos orgánicos, aunque en frutos tropicales se ha encontrado
que éstos pueden llegar a aumentar (Alique y Zamorano 2010).

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Principios de acciòn del frîo

La conservación, el almacenamiento y transporte por frio de alimentos, persigue objetivos


económicos, comerciales y sociales, al contribuir a:

 Reducción de las mermas


 Alargar vida útil
 Disponibilidad de productos en cualquier época del año
 Integración de mercados distantes
 Regular oferta-demanda de productos
 Facilita labores domésticas

Los procesos donde se aplica frîo realizados de la forma adecuada no originan cambios en
la composición química de los alimentos, tienen poco efecto sobre la textura, el gusto y el
valor nutritivo, y son entre los métodos de conservación es el que produce menos cambios
en las cualidades originales.

Se debe recordar que para tener los mejores resultados, los procesos de aplicación de frío
deben ser aplicados sólo a productos sanos y frescos, y que se deben enfriar o congelar tan
rápidamente como sea posible después de la cosecha.

Daños por frîo

La intensidad a la que tienen lugar los procesos metabolicos de los organos de las frutas
dependen de la temperatura del organismo y de la del medio exterior. Mientras que los
animales disponen de sistemas de regulacion termica, las frutas no, por lo que son
particularmente sensibles a las bajas temperaturas. La aplicación a las frutas de frio
moderado, superior al punto de congelacion (entre -1 y 3ºC según el producto), reduce la
velocidad de las reacciones metabolicas al modificar la energia de activacion y velocidad
maxima.

Diferentes autores exponen que tanto la respiracion y la fotosintesis, los principales


procesos ligados al metabolismo energetico de la planta, como todo el metabolismo
general, se pertuban por las temperaturas de refrigeracion. Son numerosas las alteraciones
fisiologicas y bioquimicas que induce el frio no congelante; generalmente estimula la tasa
de respiratoria y la emision de etilineo, reduce la fotosintesis, interfiere la produccion de
energia, aumenta la energia de actovacion, retrasa la fluidez del protoplasma, amenta la
permeabilidad de la membrana, inactiva algunas enzimas, desarregla la membrana y altera
la estructura celular.

El efecto de las temperaturas no congelantes, se manifiesta de inmediatamente sobre la


estructura y composicion de las biomembranas vegetales, aumentando la microviscosidad

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de la matriz lipidica y la rigidez de las membranas, que adquieren una estructura gel-
cristalina, y se redistribuyen las proteinas integradas, que son expulsadas de las zonas
lipidicas rigidas. Los cambios en la temperatura del medio afectan tambien al
funcionamiento de las enzimas y de los transportadores incluidos en la matriz lipidica de las
membranas y con esto a los intercambios a traves de ella, lo que altera la permeabilidad y
perturba las funciones celulares, que, en los casos mas graves, produce un trasvase de
electrolitos y metabolitos entre los diversos compartimientos celulares y entre las celulas y
el medio, llegando incluso a la ruptura de las membranas, necrosis y muerte del organo o de
la planta.

Estos desordenes fisiologicos se denominan daños por el frio (DF) y sucede tras una cierta
permanencia de los productos a temperaturas entre -0,5 y unos 15ºC. Inicialmente se penso
que este fenomeno sucedia solo en los productos de origen tropical, pero tambien los
productos de clima templado desarrollan estos desordenes fisiologicos cuando sufren el
estrés de temperaturas no congelantes. En efecto, la mayoria de productos tropicales y
subtropicales, numerosos productos mediterraneos y algunas especies de clima templado
son sencibles a los DF y se ha observado que las especies climatericas son mas proclives a
sufrir DF cuando tienen un metabolismo muy activo, con elevada tasa respiratoria. En el
desarrollo de los DF intervienen una serie de factores geneticos, fisiologicos y bioquimicos
e incluso de las condiciones termicas del cultivo.

Comunmente, la accion del frio moderado produce unos efectos directos y rapidos sobre las
membranas, con la alteracion de la celula, cuya gravedad depende de la intensidad y
duracion de la baja temperatura. Pero tambien puede tener una accion mas gradual y
duradera, que conduce a una alteracion primaria e indirecta del metabolismo, e incluso a un
desequilibrio hidrico, que da lugar a una alteracion secundaria y puede yener consecuencias
reparables, aunque dependiendo del estado fisiologico. En efecto se ha observado que los
frutos inmaduros o precoses son mas sensibles al frio que los maduros de la misma
cosecha, con indipendencia de que sean climatericos o no.

Sintomas de daños por frio

Los sintomas con los que se manifiestan los desordenes fisiologicos por el frio en frutas
recolectadas son muy diversos, distinguiendose dos categorias, que ueden coexistir
desarrollarse simultaneamente, lo que sucede con frecuencia en frutos tropicales y
subtropicales. La primera muestra una naturaleza cualitativa y consiste en anomalias del
desarrollo o del metabolismo.

Varios metabolitos gaseosos como el CO2, C2H4, etanol y acetaldehido, pueden ser bio-
indicadores para evaluar y detectar alteraciones organolepticas, fisiologicas y patologicas
antes de que se manifiesten los sintomas.

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La segunda categoria de DF la integran verdaderas enfemedades que presentan muy
variadas manifestaciones, depresiones de la piel o picado, descomposicion de tejidos,
pardeamiento internos o superficiales, desarrollo de textura algodonosa o harinosisad o
lanosidad, debilitamiento de la resistencia a daños mecanicos y al ataque microbiano,
consistencia gelatinosa.

Los síntomas de daño por frío pueden ser externos e internos, y en general se inducen por
condiciones diferentes de almacenaje.

Chilling injury

Externamente los síntomas se conocen como pardeamiento externo (skin pitting,


blackening), y en general, corresponde a un pardeamiento café negro irregular de la piel.
Cuando el daño es leve se producen unas puntuaciones necróticas en la piel, en cambio
daños severos producen manchas irregulares claramente definidas de color pardas-negras
que sólo afectan la piel. El daño se inicia en el exocarpo y se desarrolla hacia la epidermis.
Los síntomas aparecen en almacenaje en frío, pero se intensifican cuando la fruta es
retirada del frío y puesta a alta temperatura.

Este tipo de síntoma es más fácil de visualizar en cultivares de piel verde en maduración.
En cultivares como "Hass" los síntomas son menos visibles.

Los síntomas internos se pueden manifestar como ablandamiento inadecuado, pulpa gris
(gray pulp), pardeamiento de haces vasculares (vascular browning), pulpa manchada (pulp
spot).

Pulpa gris: los síntomas se inician en la zona amarilla de la pulpa, la cual presenta un área
de coloración difusa pardo grisácea, que se extiende desde la porción distal adyacente a la
semilla pudiendo comprometer la totalidad de la pulpa. Ocurre en el mesocarpio en la zona
distal del fruto.

Manchas de la pulpa: aparecen manchas pequeñas de color pardo gris claro o pardo oscuro
en la zona amarilla de la pulpa, las cuales se ubican asociadas a haces vasculares. Cuando el
desorden es severo se asemeja al síntoma de pardeamiento de la pulpa. El daño ocurre en
las células procambiales alrededor de los haces vasculares. Este daño se ha observado en
"Fuerte". Pardeamiento de haces vasculares: se produce un oscurecimiento de los haces
vasculares.

Los síntomas de daño por frío se manifiestan en fruta almacenada a 0-2º C por más de 7
días y luego puestos a temperatura ambiente, o en fruta almacenada a 3-5º C por más de 2
semanas. La temperatura óptima de almacenaje para las diferentes variedades es: Van (4-
5°C), Fuerte (6-7°C).

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Causas. Se produce por almacenar la fruta con temperaturas de almacenaje bajo los 6º C y
sobre el punto de congelación, especialmente cuando se prolonga el tiempo de almacenaje
en frío. El daño se produce a nivel de la membrana celular afectando su integridad
estructural. Se cree que las bajas temperaturas modificarían la distribución de los lípidos en
la membrana causando áreas gelificadas y otras fluidas, debido a que los ácidos grasos
saturados tienden a solidificarse más fácilmente por efecto de las bajas temperaturas.

La enzima polifenoloxidasa es la responsable de los pardeamientos al oxidar los fenoles en


quinonas y melanina. Son variados los factores de precosecha como postcosecha que
influyen en el momento de aparición y severidad del desorden; además depende del
cultivar, área de producción, estado de madurez y temperatura y tiempo de almacenaje.

Dentro de los factores que aumentan el desorden están,

 Estrés hídrico durante los primeros meses de desarrollo del fruto


 Deficiencias de calcio en el fruto
 Crecimiento vigoroso del árbol
 Fruta grande
 Concentración baja de oxígeno (cercana al 1%) en almacenaje
 Cosechas tardías
 Contaminaciones de etileno

Últimamente se ha estudiado que niveles bajos de potasio en el suelo aumentan los daños
de pulpa gris y pardeamiento de haces vasculares. También que la fruta más asoleada en el
árbol, que alcanza temperaturas entre 40-50º C, es más resistente al daño por frío. La
sensibilidad al daño por frío aumenta a medida que la fruta alcanza el pick climactérico y
disminuye en el período postclimactérico.

Efecto de la conservación por frio. La conservación de los frutos a bajas temperaturas


influye en diferentes procesos biológicos como son:

Respiración: La respiración es el principal proceso de deterioro de los frutos, el mismo es


atenuado por la bajas temperatura, que logran diminuir la tasa respiratoria y la pérdida
excesiva de agua, así como la velocidad de las reacciones bioquímicas y enzimáticas. La
velocidad de respiración de un fruto se reduce a la mitad por cada 10ºC en que disminuye la
temperatura. En los frutos climatéricos como el mango, las temperaturas altas de más de
40ºC muestran un incremento en la actividad respiratoria, por el contrario, temperaturas
bajas menores de 13ºC disminuyen su respiración y prolo ngan su vida de anaquel.

Deshidratación: Las pérdidas de peso en los frutos se incrementan como consecuencia de


la transpiración después de la cosecha y significa una disminución de la calidad y
aceptabilidad, estas pérdidas suelen ocasionar mermas superiores al 5% durante la
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comercialización, al 7 % en la conservación frigorífica durante tres meses y posterior
comercialización. Las condiciones de baja humedad provocan un incremento de la
transpiración y por tanto una elevada pérdida de agua, lo que acelera la senesencia del fruto
y una marcada pérdida de la calidad, tanto por la aparición de arrugas en la corteza como
por el encogimiento y ablandamiento. Las pérdidas por deshidratación representan una
cuantía importante, que en algunos casos pueden superar a las producidas por las
podredumbres.

Métodos para disminuir el daño por frío.

Se han desarrollado varios métodos para reducir el daños por frío, entre los que sé en
encuentran el acondicionamiento a bajas o altas temperaturas, calentamiento intermitente,
inmersión en agua caliente, empacado en atmósferas modificadas, atmósferas controladas y
reguladores del desarrollo.

El acondicionamiento a moderadas temperaturas previas al almacenamiento frigorífico


pueda aumentar la resistencia al frío. Esta podría estar relacionada en algunos frutos con un
aumento de los ácidos grasos insaturados, ácido abcísico, escualeno o poliaminas. Se ha
utilizado con éxito en pomelos, naranjas, limas y limones. La duración del
acondicionamiento debe ser la justa para producir el efecto deseado, ya que si se prolonga
en exceso, puede ir en detrimento de la calidad de la fruta.

El acondicionamiento a altas temperaturas también reduce los daños por frío

probablemente porque se produce la síntesis de proteínas,algunas de las cuales podrían


modificar las propiedades de las membranas celulares proporcionando la base de la
tolerancia térmica. Este tipo de acondicionamiento a alta temperatura y humedad produce
además un curado de las heridas reduciendo las podredumbres y puede llegar a ser
beneficioso para la calidad del fruto.

El empleo de las atmósferas modificadas (AM) también es utilizado para la reducir el daño
por frío, esta consiste en una reducción de la concentración de oxígeno y un aumento de la
de dióxido de carbono en la atmósfera que rodea al fruto. La efectividad de las AM
depende fundamentalmente de los niveles de O2 y CO2 de la atmósfera y del producto
almacenado. Las altas concentraciones de CO2 son en general, efectivas en la reducción de
los daños por frío, pero a veces, la respuesta de un mismo cultivar es variable dependiendo
del estado fisiológico de la fruta.

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CONCLUSIÓN

Aunque son muchos los problemas que presentan tanto las frutas como las hortaliza para
una adecuada conservación, hoy en día los estudios han avanzado y a pesar de que
alimentos bastantes perecederos, han logrado alarga en grandes periodos de tiempo la vida
útil de estos, utilizando métodos sencillos y mejorando los manejo poscosechas que se le
dan a estos, tanto así que se logran exportar estos productos a diferentes países. Es quizás
donde la aplicación del frio ha jugado un papel muy importante a la hora de la conservación
de estos alimentos brindando así mantenerlos en óptimas condiciones para el consumo sin
causar daño a la salud del consumidor.

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BIBLIOGRAFÍAS

Prevención de pérdidas de alimentos poscosecha: frutas, hortalizas, raíces y tubérculos.


Organización de las Naciones Unidas Para La Agricultura y La Alimentación (FAO).

Análisis de la cadena de frío de frutas y hortalizas de la ciudad de México (Mundo HVAC


& R).

Preelaboración y conservación de alimentos. Francisco López Barreras 2007.

Daños por frio en el almacenamiento de frutas y hortalizas. F. Artês y F. Hernández.

Artés, F. 1987. Refrigeración y comercialización hortofrutícolas en la Región de Murcia. II


Edición. Ed. CEBAS-CSIC. 150 p.

Artés, F. 1995. Innovaciones de los tratamientos físicos modulados para preservar la


calidad hortofrutícolas en la post-recolección. II. Tratamientos térmicos cíclicos. Revista
Ciencia Tecnología de Alimentos 35(2) 139-149.

Artés, F. 1999. Avances en los tratamientos post-cosecha para la conservación en fresco de


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