Un Paseo Accidentado
Un Paseo Accidentado
Un Paseo Accidentado
UN PASEO ACCIDENTADO
Silvia estrenaba su bicicleta en el parque. Comenzó a dar pedales por la pista roja del carril
bici.
— ¡Ya soy una ciclista de verdad! — pensaba.
Se mantenía a la derecha, para que las bicicletas que iban más rápido pudieran adelantarla.
En el colegio le habían enseñado las normas que todos debemos cumplir como buenos
ciudadanos.
De pronto, tuvo que detenerse en seco, porque tres
señoras se habían parado en medio de la pista roja y
hablaban como si tal cosa.
— ¡Eh, eh! — les gritó enfadada Silvia — ¡Paso a los
ciclistas!
Las señoras la miraron y ni se inmutaron. Silvia tuvo que
rodearlas.
Poco después se topó con un perro que estaba haciendo
caca en medio del carril bici.
— ¡Eh, eh! — volvió a gritar Silvia.
Otro perro, con cara de pocos amigos, echó a correr tras ella, ladrando.
— ¡Socorro! — gritó Silvia.
— No muerde — dijo la dueña, sin dejar de hablar por su teléfono móvil.
La dueña del chucho, con gesto torcido, lo sujetó por el collar y Silvia pudo seguir su camino.
Al llegar a casa, la madre de Silvia le preguntó cómo le había ido. Silvia,
malhumorada, contestó:
— Ha sido un paseo demasiado accidentado. Creo que muchas personas necesitarían
volver al colegio.
3. Señala con una X dentro del círculo todas las normas que incumplen las personas con
las que se encuentra Silvia en su paseo.
A. un poema
B. una norma
C. una historia
D. una descripción
5. Después de su paseo, ¿por qué Silvia piensa que muchas personas necesitarían volver
al colegio?
6. Completa la tabla con el orden (2º, 3º, 4º y 5º) en el que sucede la historia que has
leído.