El documento describe un proyecto llevado a cabo por la Fundación Natura y CORPOURABA para fortalecer la sostenibilidad en 20 pequeñas empresas forestales en la región de Urabá en Colombia a través de la implementación de la certificación forestal voluntaria FSC. El proyecto, que duró casi dos años, ayudó a las empresas a cumplir con los criterios de FSC y ahora tienen un alto porcentaje de cumplimiento. El objetivo final es replicar esta experiencia con 92 empresas forestales más en la región.
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El documento describe un proyecto llevado a cabo por la Fundación Natura y CORPOURABA para fortalecer la sostenibilidad en 20 pequeñas empresas forestales en la región de Urabá en Colombia a través de la implementación de la certificación forestal voluntaria FSC. El proyecto, que duró casi dos años, ayudó a las empresas a cumplir con los criterios de FSC y ahora tienen un alto porcentaje de cumplimiento. El objetivo final es replicar esta experiencia con 92 empresas forestales más en la región.
Descripción original:
psa
Título original
ensayo de certificacion forestal y servicios ambientales
El documento describe un proyecto llevado a cabo por la Fundación Natura y CORPOURABA para fortalecer la sostenibilidad en 20 pequeñas empresas forestales en la región de Urabá en Colombia a través de la implementación de la certificación forestal voluntaria FSC. El proyecto, que duró casi dos años, ayudó a las empresas a cumplir con los criterios de FSC y ahora tienen un alto porcentaje de cumplimiento. El objetivo final es replicar esta experiencia con 92 empresas forestales más en la región.
El documento describe un proyecto llevado a cabo por la Fundación Natura y CORPOURABA para fortalecer la sostenibilidad en 20 pequeñas empresas forestales en la región de Urabá en Colombia a través de la implementación de la certificación forestal voluntaria FSC. El proyecto, que duró casi dos años, ayudó a las empresas a cumplir con los criterios de FSC y ahora tienen un alto porcentaje de cumplimiento. El objetivo final es replicar esta experiencia con 92 empresas forestales más en la región.
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INTRODUCCION
La Certificación Forestal Voluntaria es un proceso estandarizado que otorga el
Forest Stewardship Council – FSC y a través del cual se demuestra que la gestión de los bosques se hace bajo parámetros estrictos que dan cumplimiento a aspectos sociales, ambientales y económicos pre establecidos. Con el propósito de contribuir a la mejora de la gestión de pequeñas empresas Forestales de la Región del Urabá y al incremento de la competitividad de la cadena forestal nacional, la Fundación Natura con el Apoyo financiero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia y con el apoyo técnico del Instituto interamericano de Cooperación para la Agricultura IICA, llevó a cabo el proyecto: “Fortalecimiento de los procesos de sostenibilidad en pequeñas empresas forestales de la región del Urabá mediante la implementación de la certificación forestal voluntaria” Este proceso que duró casi dos años, permitió que veinte empresas forestales del Urabá, a partir de la identificación y sistematización de las principales barreras para acceder a la certificación forestal voluntaria, pudieran avanzar significativamente hacia el cumplimiento de los criterios del FSC. Los logros obtenidos durante la estrategia de acompañamiento diseñada por la Fundación Natura y la Corporación para el Desarrollo sostenible del Urabá – CORPOURABA, reflejan que estas veinte empresas, hoy en día cuenten con un alto porcentaje de cumplimiento de los principios que aplican para la certificación de este tipo de empresas. Esta experiencia permitió a su vez fomentar buenas prácticas de manejo forestal que asociadas a otros factores como lo son las políticas nacionales que orientan a las explotaciones forestales, los incentivos económicos y las ventajas comparativas de la ubicación geográfica del Urabá, impulsen procesos de certificación grupal o individual tendientes a facilitar la apertura de nuevos mercados para productos maderables provenientes de la región. Dentro de los objetivos del proyecto y una vez validados estos procesos, se busca también la replicación de esta experiencia para que sea adoptada por los 92 pequeños empresarios forestales identificados en la región, los cuales explotan en total una superficie de 14.281 has. ECONOMIA DE LA CERTIFICACION FORESTAL La certificación forestal, y en especial el esquema que promueve el Forest Stewardship Council (FSC), que es quien ha certificado el 100% de los bosques y plantaciones en América Latina (Eba’a Atyi y Simula, 2002), es uno de los intentos más concretos de llevar a la práctica el concepto de desarrollo sostenible. Su finalidad es promover un manejo forestal «socialmente beneficioso, ambientalmente responsable y económicamente viable», y ello se refleja tanto en los Principios y Criterios que guían el proceso de certificación, como en el funcionamiento interno de esta rara avis de los organismos internacionales, donde sus miembros, agrupados en tres cámaras, la ambiental, la económica y la social, y en subcámaras del Norte y del Sur, tienen el mismo peso relativo, al menos formalmente, en la toma de decisiones. La certificación forestal es un procedimiento que implica una evaluación por parte de un certificador independiente, por el cual éste asegura que un bosque o plantación está siendo manejado de acuerdo a criterios ecológicos, sociales y económico-productivos acordados. La certificación da lugar a un sello o etiqueta que informará al consumidor que la madera (u otro producto) que está adquiriendo proviene de un bosque certificado (von Kruedener, 2000). En el caso del FSC existen 10 Principios y 56 Criterios, los cuales deben ser cumplidos por cualquier tipo de bosque o plantación, cualquiera sea el ecosistema, país o dueño del bosque. Para algunos ecosistemas o países, existen estándares complementarios o adicionales, que han sido elaborados por las llamadas Iniciativas Nacionales que promueve el FSC. La certificación es así un mecanismo basado en la existencia de un nicho de mercado, y viene a reemplazar o complementar a otras herramientas y políticas que también intentan promover un manejo forestal sostenible, como las exigencias de planes de manejo y aprovechamiento forestal o los estudios de impacto ambiental que forman parte de la legislación de casi todos los países. Existen dos sistemas internacionales de certificación forestal que compiten fuertemente entre sí –el Forest Stewardship Council (FSC) y el Pan-European Forest Certification Council (PEFCC), además de varios sistemas nacionales, particularmente en Estados Unidos y Canadá, pero también en Malasia e Indonesia. Para certificarse, un productor forestal (empresa o comunidad) contrata a una de las certificadoras acreditadas ante el sistema u organismo con el cual quiere certificarse. Una vez certificado, el productor puede usar el sello en sus operaciones comerciales, durante cinco años en el caso del FSC, aunque sujeto a monitoreos anuales para verificar que siga cumpliendo con los estándares. Existen dos tipos de certificaciones, la del manejo propiamente del bosque o plantación y la de la cadena de custodia. La geopolítica de la globalización se ha centrado en las virtudes del mercado y de la capacidad empresarial para guiar y alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible. Se confiere al mercado la capacidad de internalizar los costos ambientales y de absorber actividades productivas sobre el capital natural y los servicios ambientales que hasta ahora han sido campos tradicionales de apropiación y manejo de un patrimonio y bienes comunales que funcionan fuera del mercado, para transformarlos en nuevas oportunidades de negocios. Más aún, asumen a priori la voluntad de los pueblos del Tercer Mundo en particular poblaciones indígenas y campesinas de colaborar en este propósito. La decisión de exportar es un imperativo estratégico para las empresas (Toman López, FAO, 1999) en su enfoque a mediano plazo. Exportar no es una labor sencilla requiere una cultura empresarial superior, en la que se debe dar un mayor peso a la investigación y el desarrollo de productos, seguimiento de la información comercial, actuación en geografías, etc. Los mecanismos clásicos de ajustes sino van acompañados de un programa correctivo a mediano plazo basado en la promoción de las exportaciones y el fomento de las inversiones para hacer nuestra oferta exportable, tanto de bienes como de servicios, no serán suficientes para corregir este desequilibrio. Con el crecimiento de la población mundial, se incrementará la demanda tanto por productos forestales maderables como no maderables. La forma en que sean manejadas las áreas forestales restantes determinará en gran medida si podremos en el futuro acomodar las necesidades de la población humana y, al mismo tiempo, conservar las riquezas decrecientes de los recursos del mundo La alianza entre el Banco Mundial/WWF para conservación y uso sostenible de bosques establecieron dos metas para el 2005: la protección de 50 millones de hectáreas de bosques mediante áreas protegidas y la certificación independiente del manejo sostenible de bosques de producción en 100 millones de ha de bosques tropicales y 100 millones de has de bosques templados. Han existido iniciativas y propuestas, tales como la Propuesta de Tarapoto dentro del marco de los países amazónicos, que desarrolla criterios e indicadores de sostenibilidad en el manejo de bosques amazónicos a nivel global, de país y de la unidad de manejo. Si bien es cierto que en el Amazonía cuenta con una gran biodiversidad y le podría dar una ventaja comparativa con otras regiones, la verdad es que para convertir estas ventajas comparativas en competitivas es necesario desarrollar mayor investigación y el uso de estos recursos con un mayor valor agregado. Un elemento destacable de la política ambiental es la integración entre el manejo ambiental y los procesos productivos. La certificación voluntaria ha sido utilizada para la producción de madera y la agricultura y aún es muy lenta su implementación para otros componentes de la biodiversidad, debido a la complejidad de los elementos sociales, económicos y ambientales que esta encierra. Debido a la abundancia en el mercado de los llamados productos con sello verde, se está cuestionando la veracidad de estas declaraciones. Los consumidores no están seguros si están adquiriendo productos que cumplen con los criterios de sostenibilidad ambiental y social. De ahí que Consumers International (1998) afirma que es necesario asegurar que la información que ampara cada producto sea verídica y creíble para la sociedad civil y principalmente para los consumidores. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS C.VAN DAN/2003/” La economía de la certificación forestal” /N.º pág. 21/pag2. Cárdenas L. M., J. L. Barragán, L. E. Peñaloza, 2014. Certificación Forestal Voluntaria, Guía para la implementación en Colombia bajo los estándares del FSC. Fundación Natura. Bogotá D. C. Colombia.