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Visado para Otra Tierra
Visado para Otra Tierra
Visado para Otra Tierra
que el infinito. En el acto, los otros matemticos se encarnizaron con l, los ataq
ues mezquinos e injustos le quebrantaron los nervios y finalmente se volvi loco.
Es poco probable que algn otro hubiera imaginado nunca los nmeros mayores que el i
nfinito, y es sobre todo esto que se basa mi historia.
Imaginemos que Cantor hubiera sido advertido por un presentimiento de las de
sgracias que iban a sucederle si hablaba. Habra guardado, en tal caso, para s esos
nmeros, y no los habra confiado ms que a algunos amigos. Y a su muerte, habra subsi
stido una verdadera sociedad secreta que se reunira para hablar de los nmeros tran
sfinitos, no cobrara cuota alguna, no publicara revistas y no contratara espacio publicitario en la radio
ni en la televisin. Siendo inconcebible para el resto de la humanidad la idea de
las discusiones en la base de tales sociedades, stas no correran ningn peligro de s
er detectadas, ni siquiera en la sociedad ms policaca.
Pienso que existen sociedades de ese gnero. Por definicin, semejantes grupitos
, trabajando en campos ignorados en su poca, no corren peligro de hacerse notar.
El abad Tritemo parece que posey un medio de comunicacin por radio que l y sus amig
os podan practicar sin riesgo de ser detectados. Slo Cyrano de Bergerac capt sus ec
os, lo que le permiti describir un aparato de radio en Les etats de la Lune et du
Soleil. Existe actualmente, en un pas del Este, donde las investigaciones sobre
la telepata estn prohibidas, una sociedad secreta de telpatas. Como la Polica no dis
pone de tel-patas, no corren peligro de ser descubiertos. Muy recientemente, la c
omisin de energa atmica americana ha publicado la descripcin de un sistema de comuni
cacin no electromagntico, utilizando los mesones mu. Si este sistema ha sido utili
zado antes que ellos, las diversas Policas que utilizan detectores electromagntico
s no han podido detectarlo nunca.
Si los taquiones, partculas hipotticas que van ms de prisa que la luz, que han
sido propuestos por Gerald Fein-berg, un colega mo de la Academia de Ciencias de
Nueva York, existen, y si agrupaciones secretas se sirven de ellos para comunica
r con los extraterrestres, no estamos en absoluto en condiciones de detectar esa
s comunicaciones. Si incluso nos visitan algunos extraterrestres, aunque sea nica
mente para mantener contacto con pequeos grupos de iniciados, el fenmeno sigue sie
ndo indetectable. Todo este libro est basado en la idea de que el mundo en que vi
vimos es mucho ms extrao de lo que se pueda creer. sta es la opinin de los sabios. A
l menos de aquellos que llevan a cabo realmente investigaciones, y no se ocupan n
icamente de la administracin.
Muy recientemente, las ediciones Doubleday de Nueva York publicaron un libro titul
ado Ahead of Time, escrito por autnticos sabios y compuesto, por lo dems, en gran
parte de artculos aparecidos en la Prensa cientfica. En l encontramos entre otras c
osas:
La descripcin de una mquina para predecir el futuro;
la descripcin de planetas artificiales;
la teora de una astronave interestelar;
mtodos para comunicar con los extraterrestres.
Y me quedo corto.
La investigacin cientfica autntica se realiza en el mundo real, y constantement
e encuentra esas micro-bolsas de desconocido que yo he comparado con las pasas d
e un pudding. Este libro no tiene la ambicin de estar al nivel de la investigacin
cientfica, pero pretende tener el mismo espritu.
Si extrapola frecuentemente, si a veces da motivos para sorprender y disgust
ar al lector, esta extrapolacin no est hecha a partir del delirio, y no es mi obje
tivo fabricar lo sensacional nicamente para sorprender. Yo trato de imaginar el u
niverso tal como es.
Mis ideas parecern de una timidez desoladora dentro de un siglo o dos. Mientr
as tanto, intento proponer imas hiptesis, menos extraordinarias ciertamente que l
a realidad, pero originales, que yo sepa, con relacin a lo que est escrito. Trato
de llevar a cabo una obra de pionero, con riesgo de correr todos los peligros de
un pionero. He sido ya considerablemente atacado, pero tengo los nervios slidos.
Como Cantor, que descubri los nmeros transfinitos, otros, Semmelweis que descubri
la asepsia y Wells que invent la anestesia con ter, fueron perseguidos hasta que s
e volvieron locos. Yo no corro el peligro, creo, de volverme ms loco de lo que lo
estoy ya. Y tengo la costumbre de golpear muy duramente a mis adversarios, como lo demuestran por ejemplo mis pequeos ensayos:
La vrit sur la girafe (1) y
Du crpuscule des magiciens au matin des nes.
Aprovecho la ocasin que se me ofrece en este captulo de introduccin para precis
ar que, si bien estoy quizs un poco loco, no soy un timador consciente.
Este libro est basado en informaciones obtenidas en gran parte en bibliotecas
. Por esto, el ltimo captulo est dedicado a los libros fciles de encontrar pero poco
conocidos y en los que se pueden obtener informaciones completamente extraordin
arias.
Yo no formo parte de ninguna sociedad secreta, lo que me permite hablar de u
n modo totalmente libre de la iniciacin en el captulo dedicado a este tema.
De una forma general, cuando se me pide una promesa de secreto, rompo el con
tacto. De modo que si bien mi informacin es limitada, puedo, por el contrario, mo
strarla enteramente en un libro. Me ha sucedido que me enven cartas amenazadoras
personas que estiman que he revelado demasiado, especialmente sobre la alquimia.
La experiencia demuestra que las gentes que amenazan nunca son peligrosas. No t
engo, pues, ningn escrpulo en publicar ciertas cosas. No desvelo ningn secreto que
me haya sido confiado, sino que emito hiptesis sobre resultados de investigacione
s. En el fondo, se trata de un mtodo que est muy cerca de la ciencia-ficcin y, por
lo dems, ha sucedido ya ms de una vez tanto en Francia como en el extranjero, que
los autores de ciencia-ficcin utilicen mis ideas. Tanto mejor. Esto permite que s
e propaguen. Formo parte, por contra, de sociedades cientficas que
(1) Aparecido en Visa pour lhumour (Ediciones Denoel).
me proporcionan la mayor parte de mi documentacin, as como de un cierto nmero de gr
upos ms especialmente consagrados a lo extrao y especialmente el grupo americano I
nfo que contina los trabajos de Charles Fort. La revista Info, publicada por este
club, es una fuente sumamente seria de documentacin, as como un cierto nmero de re
vistas extranjeras tales como II Giornale dei Misteri, Via Massaia, 98, Florenci
a. En cuanto a la Prensa cientfica ms oficial, la revista ms accesible a las ideas
expresadas en este libro es la revista inglesa New Scientist. Citemos, en la mis
ma coleccin, mi obra Le Livre de VInexplicable (1). Por ltimo, como tampoco lo haca
Charles Fort, no descuido la Prensa cotidiana. En ella es posible encontrar inf
ormaciones muy extraordinarias, como por ejemplo, en el momento en que estas lnea
s son escritas, El lobo (quiz fantasma? (2) de Seine-et-Marne.
Por desgracia, como los lectores no se interesan suficientemente por estos p
roblemas, los grandes cotidianos raras veces insisten en las informaciones extraa
s o pintorescas que han publicado. Como deca Arthur Machen, hay cosas extraas profu
ndamente enterradas en los rincones oscuros de los peridicos. Y Machen citaba esta
informacin de la agencia Reuter en 1930:
El gran lama subi a continuacin a la cumbre de la montaa K2 en los Himalaya y a
ll se transfigur.
(1) El libro de lo inexplicable, aparecido en esta misma coleccin. (N. del T.)
(2) Juego de palabras intraducibie entre loup: lobo y loup-garou: fantasma, coco.
(N. del T.)
Y Machen hace notar que nunca Reuter insisti en esta informacin, que por lo vi
sto les pareca del todo normal. Al parecer, ningn lector les pidi detalles.
Las indicaciones encontradas en el peridico pueden, pues, conducir a pistas i
nteresantes para el investigador. Lo mismo ocurre con los anuncios por palabras
en peridicos y revistas. En captulos prximos veremos los curiosos anuncios por pala
bras en los que algunas personas solicitan refugios para escapar a la Tercera Gu
erra Mundial. Y no es ms que un ejemplo.
Aun cuando es fcil seguir un gran nmero de peridicos y revistas, es mucho ms difc
il prestar atencin continuada a los otros mass media, especialmente la Radio y la
Televisin. Algunos Gobiernos lo hacen, pero esto no est al alcance de un particul
ar.
Con frecuencia se encuentran, al registrar todas las comunicaciones de Radio
y todas las emisiones de Televisin, y al escucharlas, porciones considerables de
l pudding mgico. Desgraciadamente, la mayor parte de estas informaciones quedan c
omo propiedad de los Gobiernos al nivel de los expedientes
F.F. Estas letras, en ingls, se refieren a File and forget, es decir: Clasificar e
sta informacin y olvidarla. Yo tengo acceso a algunos de esos F.F., y los hay muy
interesantes, muy singulares. Por ejemplo, en materia de Radio, estn los L.D.E. S
on las iniciales de un trmino anglosajn (en electrnica, como en aviacin, se imponen
muy a menudo los trminos anglosajones) que quiere decir: Long delay echo, lo que
se traduce por Eco con largo retraso. Esto quiere decir que se ven reaparecer emis
iones de Radio, y a veces emisiones de Televisin, al cabo de un plazo que oscila
desde algunos minutos hasta cuatro aos. No existe ningn objeto sobre el que tales
emisiones puedan reflejarse. No hay ninguna teora de propagacin de las ondas que p
ueda explicar que stas persistan en la atmsfera sin extenderse muy rpidamente. El p
rofesor
Bracewell, eminente radioastrnomo australiano, y yo mismo, hemos propuesto, indep
endientemente, la hiptesis de que tales emisiones son recogidas por satlites de or
igen no humano instalados alrededor de la Tierra por extraterrestres. Estos satli
tes retransmiten las emisiones hacia su planeta de origen cuando las condiciones
son favorables. Mientras tanto, las conservan en memorias quiz no muy diferentes
de nuestra banda magntica. Evidentemente, se trata de una hiptesis. Se pueden con
cebir otras. Se puede imaginar, por ejemplo, que el tiempo no es tan simple como
creemos y que puede haber entrecruzamientos de los perodos temporales. Es posibl
e tambin imaginar otras hiptesis. En cualquier caso, basta con pasar la noche al l
ado de un buen aparato de radio de trfico, es decir, que pueda captar las comunicac
iones comerciales, los barcos y las bandas de frecuencia de la Polica adems de las
emisiones corrientes para tener la impresin de penetrar en un mundo desconocido.
La Televisin tiene tambin sus misterios. Mi llorado amigo George Langelaan me c
ontaba la historia de una proyectada emisin de la B.B.C., que nunca se realiz. Se
trataba de filmar un castillo encantado, y se utilizaban dos cmaras. Una de ellas
, as como todos los espectadores presentes, vio cmo la otra cmara, empujada por una
s manos invisibles, iba a estrellarse en el hueco de la escalera estando a punto
de matar a un tcnico. El registro existe, pero nunca se ha pasado: da demasiado
miedo.
Por ltimo, y para terminar este captulo con una nota de agradecimiento, mis lec
tores me transmiten frecuentemente historias extraordinarias o inicios de pistas
que se pueden seguir. Este gnero de cartas constituye incluso el 90 por ciento d
e mi correspondencia con slo un 5 por ciento de cartas de locos y otro 5 por cien
to de cartas amenazadoras. Las cartas de locos van a la papelera y en cuanto a l
as cartas amenazadoras, que sus autores encuentren aqu la clebre respuesta del
doctor Watson, en un caso semejante:
Si sigo siendo amenazado cuando cuente las aventuras de Sherlock
Holmes, dir toda la verdad sobre el poltico y el
cormorn domesticado.
Tenemos noticia de la existencia de un mapa del mundo que data del siglo xvi
y que representa una regin conocida y a su alrededor tinieblas pobladas de monst
ruos. Nosotros estamos totalmente seguros de que somos mucho ms entendidos que lo
s que trazaron esos mapas. Estamos completamente convencidos de que no hay en la
Tierra continentes, o incluso grandes islas, desconocidos. Estamos seguros de q
ue nuestros hermosos globos terrqueos representan nuestro planeta tal como es. Pu
es bien, yo no estoy totalmente seguro. Recuerdo muy bien todava la poca, hace uno
s diez aos, en que me burlaba de Ren Gunon cuando ste afirmaba que la geografa de la
Tierra es mucho menos conocida de lo que la ciencia afirma y que hay regiones a
las que se puede ir y regresar de ellas, pero que no son representables en el ma
pa. Actualmente, ya no me burlo tanto. Menos an desde mayo de 1970, poca en que me
enter por cosa de un eminente representante de la autoridad espacial americana d
e que, de un total de 250.000 fotos de la Tierra tomadas por satlites artificiale
s, slo una muestra huellas de la actividad humana. Esta cifra ha sido confirmada
oficialmente. Arthur Clarke la cita en su obra ms reciente y la N.A.S.A. ha publi
cado incluso un folleto titu3-3344
lado: Hay huellas de vida sobre la Tierra? De modo que ya no hago bromas sobre l
a tradicin acerca de Avalon y sobre Tir Nam-Beo, sobre el reino del Preste Juan y
lelo. Yo mismo me he servido de ella y estaba equivocado, pues por definicin las p
aralelas no se encuentran nunca. Ahora bien, el inters de esos universos ms prximos
a nosotros que nuestras manos y nuestros pies, como dijo Wells, es que poseen pun
tos de contacto con el nuestro. Dejemos momentneamente de lado la Tradicin legenda
ria y la ciencia-ficcin, no sin haber sealado al lector el excelente libro de Serg
e Hutin, Voyages vers Ailleurs (Arthme Fayard), y veamos aquellos que han tomado la
idea en serio.
Entre stos, hay que sealar en primer lugar a Ren Gunon.
Este escritor es sumamente irritante, a la vez que su oscuridad y por el ton
o extremadamente superior e insolente que adopta (1).
Pienso, no obstante, que su obra, despus de haber hecho la travesa del desiert
o, ser examinada de una forma seria para deducir de ella un cierto nmero de ideas
interesantes.
De la obra de Ren Gunon y de la lectura de algunos hindes, as como de algunas co
nversaciones con orientales que conocen el tema, me he hecho la imagen siguiente
de la geografa sagrada. Si los guenonianos me reprochan haber traicio(1)
l afirma, en efecto: No tenemos que informar al pblico de nuestras verda
deras fuentes... stas no incluyen en absoluto referencias {El velo de Isis, noviem
bre 1932, pgina 734). Permtase al humilde investigador que soy aadir que est muy bie
n adoptar esta actitud si verdaderamente se tienen fuentes. Si, por el contrario
, se inventa la cosa con detalles, no se es acreedor de ms respeto que cualquier
autor de ciencia-ficcin.
nado el pensamiento del maestro, contestar que no me baso nicamente en Gunon. Con c
ierta reserva, he aqu la imagen que se desprende:
Hay una infinidad de estados, de niveles, de superficies de Riemann, de plieg
ues topolgicos o de planos de existencia ligados a la Tierra.
De estos planos, siete nos son accesibles, o al menos lo son para los altos i
niciados. Se los llama los siete dwipas. No conozco el origen de esa palabra. Un
cientfico chino moderno dira que esto se explica mediante la teora de los estratos
o capas, una de las ms recientes concepciones de los sabios de la China popular.
Desgraciadamente, no poseo los conocimientos matemticos necesarios para comprend
er la teora de los estratos que por aadidura est constantemente interrumpida y comp
licada con referencias al pensamiento de Mao Tse Tung (el Gunon chino).
Ren Gunon escribe, por ejemplo, en Le Regne de la Quan-tit et les Signes des Tem
ps, pgina 181 de la edicin de bolsillo Gallimard (Ides), al hablar de los gegrafos mod
ernos:
stos proclaman triunfalmente que la Tierra est ahora enteramente descubierta, lo
cual quiz no es tan seguro como ellos creen, y se imaginan que, por el contrario,
era desconocida para los antiguos en su mayor parte, en lo que cabe preguntarse
de qu antiguos pretenden hablar exactamente.
Asimismo escribe, en las pginas 182 y 183 de la misma edicin:
Pues bien, hay realmente una geografa sagrada o tradicional, que los modernos ig
noran tan completamente como los dems conocimientos del mismo gnero; hay un simbol
ismo geogrfico tanto como un simbolismo histrico, y es el valor simblico de las cos
as lo que les da su significacin profunda,
porque es a travs de eso como se establece su correspondencia con realidades de o
rden superior. Pero para determinar efectivamente esta correspondencia, hay que
ser capaz, de un modo u otro, de percibir en las cosas mismas el reflejo de esas
realidades. As es como hay lugares que son particularmente adecuados para servir
de soporte a la accin de influencias espirituales, y es en eso que siempre se ha bas
ado el establecimiento de ciertos centros tradicionales principales o secundarios,
entre los que los orculos de la Antigedad y los lugares de peregrinacin proporcionan
los ejemplos ms aparentes desde el punto de vista exterior; hay tambin otros luga
res que son no menos particularmente favorables a la manifestacin de influencias de
una ndole totalmente opuesta, perteneciente a las ms bajas regiones del dominio s
util, pero qu puede importarle a un occidental moderno que haya, por ejemplo, en e
se lugar una puerta de los Cielos o en aquel otro una boca de los Infiernos, dado qu
e el carcter grosero de su constitucin psicofisiolgica es tal que, ni en un caso ni en
el otro, puede sentir absolutamente nada de especial? Estas cosas son literalmen
te inexistentes para l, lo que, por supuesto, no quiere decir en absoluto que hay
Bruscamente, la idea de una tercera dimensin, dimensin que estaba, sin embarg
o, a nuestro alcance, influye los espritus y provoca las exploraciones. Es totalm
ente posible que una apertura anloga suceda el da de maana en el mbito de los pliegu
es dimensionales del espacio que nos ocultan otros aspectos de esta Tierra. Es p
osible incluso que el presente libro pueda contribuir un poco a esta evolucin. Lo
s otros lados de la Tierra son quiz tan fcilmente accesibles como las montaas o la
atmsfera, y tal vez hace falta una determinada actitud mental ms que imas mquinas.
Si hemos de tomar en serio las ideas tradicionales, hay en todo caso sobre la Ti
erra gentes que saben, que han visitado los aspectos
desconocidos de la realidad terrestre y que van y vienen entre ciudades e inclu
so entre pases cuya existencia no sospechamos desde nuestra realidad en tres dime
nsiones. Dentro de esta perspectiva, Agartha, pas legendario del Rey del Mundo, o
, para tomar un ejemplo de la ciencia-ficcin, El abismo de la Luna, de Abraham Me
yritt (Hachette), no se tratara de terrenos subterrneos, sino de porciones de otras
superficies de la Tierra.
Me falta espacio para enumerar todas las formas como esos aspectos paralelos d
e la Tierra han sido tratados en la ciencia-ficcin. Tal vez llegue el da en que es
os relatos de ciencia-ficcin se estudien con el mismo cuidado que se emple en el e
studio de la ciencia-ficcin que predeca la energa atmica o los cohetes. Un gran nmero
de lugares tanto en al lado de ac como en el otro lado de la Luna han sido bauti
zados con nombres tomados a la ciencia-ficcin. Es posible que algunos lugares que
no figuran en el mapa sean bautizados asi cuando hayan sido explorados.
Mientras tanto, los nicos documentos realmente cientficos que se poseen sobre
la cuestin son las 250.000 fotos de la N.A.S.A. que no muestran la Tierra tal com
o la conocemos. El fenmeno parece comenzar a los 300 kilmetros de altitud y acentu
arse ms a los 1.000 kilmetros. A veces no se encuentran los continentes y a veces
se distinguen otros. Una foto particularmente curiosa es la que abarca el emplaz
amiento de la gran ciudad industrial americana de Detroit.
Ninguna de estas fotos ha sido echada a la basura. Todas estn en los archivos
de la N.A.S.A. y pueden ser consultadas. Sera interesante hacer su balance y tra
tar de encontrar una correlacin entre la altitud del satlite que tom la foto, la in
tensidad de los cinturones de radiacin que rodean la Tierra en aquel momento, el
viento solar y quizs otros fenmenos.
Parece cierto que los astronautas ven infinitamente mejor de lo que se habra
credo, infinitamente mejor de lo que las
leyes de la ptica les permitiran. Los croquis ejecutados por los astronautas debera
n tambin ser examinados con cuidado, sobre todo cuando muestran ciudades que es p
osible encontrar. Por el momento, sta es la nica va cientfica que puede conducir a l
a solucin de ese curioso problema. El estudio de las apariciones y las desaparici
ones y el examen de los mapas de la Edad Media han sido efectuados ms de una vez
y hasta ahora no parece haber salido de ello nada realmente interesante. Ciertam
ente, encontramos relatos extraos, pero no como para fabricar una teora cientfica.
Sera asimismo interesante aunque eso quiz sea pedir demasiado que se estudiaran
desde el punto de vista cientfico las afirmaciones de los tesofos y de la tradicin
hind sobre los dwipas. Por desgracia, eso exigira de los cientficos un esfuerzo ent
eramente particular.
Como dice muy justamente Gunon (El Reino de la Cantidad, pgina 65, Gallimard):
Y de hecho, la mentalidad moderna y dentista se caracteriza efectivamente, en
todos los aspectos, por una verdadera miopa intelectual... Quiz nos demos cuenta a t
ravs de ello de que muchas cosas que son consideradas hoy como fabulosas no lo eran
en modo alguno por los antiguos.
Creo que se debe relacionar esta cuestin de una estructura desconocida de la
Tierra con los experimentos efectuados recientemente en las Pirmides. Desgraciada
mente, los trabajos originales egipcios estn en rabe, y yo no he ledo ms que resmenes
en ingls, aparecidos especialmente en la enciclopedia Man, Myth and Magic. Segn e
stas informaciones, se habra intentado sondear la Gran Pirmide con detectores de r
ayos csmicos y ello habra revelado la existencia de cavidades importantes y secret
as, si las hay. La absorcin de los rayos csmicos no es la misma en un slido que en
el aire. La
diferencia es bastante reducida, pero los modernos mtodos de deteccin la hacen se
nsible. Por otra parte, recientemente se ha creado lo que se llama el telfono atmic
o que permite transmitir sonidos e imgenes a travs de los slidos con mesones mu prod
ucidos por un acelerador y detectados por dispositivos muy sensibles. Ahora bien
, las experiencias llevadas a cabo en las Pirmides han proporcionado resultados t
otalmente imposibles. Para interpretar cientficamente esos resultados se han suge
rido dos hiptesis:
a) Una fuerza interior de la Pirmide desva los rayos csmicos. Esta hiptesis es t
otalmente improbable, ya que para desviar los rayos csmicos hacen falta campos ma
gnticos de una potencia formidable que habran sido detectados. No se ha encontrado
ningn magnetismo especial en las Pirmides.
b) Las Pirmides no tienen la misma forma en su interior que en su exterior. E
n el interior, el espacio se habra modificado, lo que hara que su forma interior n
o fuera la piramidal que se observa desde el exterior.
Esta segunda hiptesis me interesa prodigiosamente, ya que si disponemos en el
interior de las Pirmides del mismo fenmeno de los pliegues topolgicos o superficie de
Rie-mann, ese fenmeno podra ser estudiado mucho ms fcilmente. Una razn ms para desear
que la guerra civil en el interior de la etnia semita se termine rpidamente.
En el estado actual, lo menos que se puede decir es que yo no sera muy bien r
ecibido en Egipto. Hay estudios sobre el efecto general de la forma piramidal y
sobre el modo en que sta modifica el espacio y concentra radiaciones ms o menos bi
en conocidas. A tales estudios se vincula el nombre de un investigador suizo, qu
e escribe con el seudnimo de Enel y cuyas obras son fcilmente accesibles. Aparece
tambin un resumen de los trabajos de Enel en la hermosa novela de Raymond Abellio, La Fosse de Babel (Gallimard). Yo he repetido algunos de esos experi
mentos y lo menos que se puede decir es que se trata de algo curioso. Y lo ms cur
ioso de todo es que, con un equipo muy simple hecho con cartones, se obtienen re
sultados difcilmente explicables por la fsica moderna. Quiz hay aqu tambin una solucin
para el problema que nos interesa.
La Tradicin siempre ha pretendido que existe un vnculo entre la geometra sagrad
a y la geografa sagrada. La misma idea es sostenida por Robert Heinlein en su muy
curiosa novela La ruta de la Gloria (Ediciones Opta) Tendremos que insistir en es
to cuando estemos en el captulo sobre las puertas inducidas.
Es posible que toda la arquitectura sagrada consista en reservar una puerta
que se abra a los aspectos desconocidos de la Tierra.
ste sera el secreto de todo templo, cualquiera que fuese la religin , a la que
pertenece.
Todo verdadero santuario podra precisamente servir de refugio, porque se podra
pasar a travs del santuario de un templo a regiones donde los perseguidores no t
endran acceso de momento.
No existen, que yo sepa, estudios sobre la nocin de santuario, es decir, de u
n lugar que pertenece a Dios, pero debera de haber uno.
La Tradicin hebraica ofrece en este campo un abundante material accesible, es
pecialmente sobre el fenmeno llamado la Gloria del Seor (1). Desgraciadamente, yo no
tengo la competencia necesaria para hacer estudios en este terreno particular y
recordar solamente que, en hebreo, luz y misil) La Gloria del Seor era una radiacin l
uminosa que rodeaba el tesoro del Templo de Jerusaln y que cegaba, salvo si se la
contemplaba con unas gafas de cuarzo. Un procnsul romano fue cegado as.
4 3.344
terio se designan con la misma palabra.
El lector cascarrabias me dir que no he probado nada. Exacto. Pero todo lo qu
e espero es que un cierto nmero de lectores, al observar un globo terrestre, lleg
uen a la conclusin de que no es la ltima palabra de la ciencia.
III. ESTAN ENTRE NOSOTROS
Segn Gustav Meyrink, existe una serie indefinida y tal vez infinita de estado
s de conciencia superiores a la vigilia. Una persona despierta puede despertarse
ms todava, y pasar a un estado de conciencia superior. Meyrink escribe:
El primer escaln ya se llama genio. Los dems son desconocidos por el vulgo y t
enidos por espejismos. Troya era considerada tambin un espejismo hasta que un hom
bre tuvo el valor de realizar excavaciones por su cuenta.
stos son algunos ejemplos de esas leyendas de que me gustara hablar en el pres
En 1970, las Naciones Unidas publicaron una Memoria diciendo que las cuatro
quintas partes de la superficie de 1 Tierra no eran objeto de mapas utilizables.
Quedaban an vastas manchas blancas. Si un da se lleva a cabo el mapa de la poblacin
humana, se hallarn tambin las cuatro quintas
partes de superficies inexploradas, manchas blancas y tierras desconocidas que s
e encuentran en la superficie de la Tierra. La verdadera antropologa, un autntico
estudio del hombre, est an por hacer.
LAS PUERTAS INDUCIDAS
Si nuestra Tierra es un lugar de paso, ha de haber en ella unas puertas que,
a partir de nuestro mundo, se abren a lo desconocido y a partir de otros aspecto
s del Universo, a nuestra Tierra.
Un cierto nmero de cientficos audaces, entre los que hay que citar en primer lu
gar al zologo americano Ivan T. San-derson, se han dedicado ya a efectuar el cens
o de los lugares que se puede sospechar que son tales puertas. Yo empleo, para d
esignarlas, el trmino de H. P. Lovecraft, las puertas inducidas, porque supongo que
no se trata de fenmenos naturales, sino de fenmenos artificiales. Por el contrari
o, una vez creada la puerta, por medio de unas tcnicas de las que por el momento
no podemos tener la menor idea, debe ser posible un paso accidental, y esto es l
o que explica las apariciones y desapariciones de que hablamos a menudo en este
libro.
Los lugares donde se puede suponer la existencia de una puerta inducida se di
stinguen por las caractersticas siguientes:
la gravitacin es alterada;
el magnetismo terrestre es perturbado;
se observan visiones;
se producen desapariciones enigmticas.
Un ejemplo sorprendente est en Carolina del Norte, Estados Unidos, en Chimney
Rock. All se renen todas las caractersticas, y las observaciones datan de 1800. En
1806, el cler-gyman local seala en el peridico Raleigh Register:
Una visin de millares de seres humanos flotando en el aire. Tenan una vaga apa
riencia humana, pero iban vestidos con ropas resplandecientes.
Despus de este artculo, se manifiestan algunos testigos. Todos estn de acuerdo
en el hecho de que los seres de la visin no eran enteramente humanos y que llevab
an unos vestidos transparentes que reflejaban la luz. Ahora bien, evidentemente,
en 1806 los testigos no podan estar influenciados por el cine ni por la televisin
.
Ms tarde, algunos investigadores deban encontrar huellas de visin en Chimney Ro
ck, entre los indios cherokes. Se encuentran puertas inducidas en Sussex, en el
valle del Mississipi, en el valle del Ohio, en Arizona, en Siberia, en Bretaa y e
n las Bermudas. Es en la regin de las Bermudas donde est situado el famoso Tringulo
de la Muerte, en el que submarinos, aviones y barcos desaparecen sin dejar rastro
.
Las desapariciones en el Tringulo de la Muerte se cuentan por centenares. Rec
ientemente, el doctor C. L. Mammus, de la Compaa de Telfonos Bell, someti a un orden
ador un gran nmero de fenmenos extraos observados cerca de diversas puertas inducid
as. Se puso de manifiesto un ciclo de
9,6 aos. Cada 9,6 aos, las puertas manifiestan una actividad violenta, y al mismo
tiempo se percibe una abundancia en el mundo entero de espritus inquietos, de bl
oques de hielo que
caen del cielo y, de una forma general, de fenmenos paranor-males.
No se comprende muy bien a qu corresponde ese ciclo de
9,6 aos. Est relativamente prximo al ciclo solar de 11 aos, pero no lo bastante como
para poder sacar conclusiones al respecto.
En su reciente biografa de Charles Fort, El profeta de lo inexplicado, el esc
ritor americano Damon Knight afirma que ese ciclo tiene un origen csmico o al men
os extraterrestre.
El gran escritor ingls Robert Graves ha estudiado los fenmenos paranormales en
torno a Delfos, en Grecia. Est convencido de que Delfos es una regin anormalmente
cargada y que es por eso que es un lugar sagrado.
Hay que sealar tambin que la isla de Pascua es el centro de una anomala magntica
Un lugar que parece caracterizarse tambin como puerta inducida es Baha Blanca,
en Argentina.
He citado ya anteriormente algunas de las historias de Baha Blanca. Veamos un
a ms:
En mayo de 1968, el doctor Gerardo Vidal y su mujer se encuentran inmersos e
n una niebla espesa, sumamente rara en los alrededores de la ciudad. Pierden el
conocimiento. Cuando vuelven en s, sus relojes estn parados, la carrocera de su coc
he ha sido fuertemente araada y marchan por una carretera desconocida. Cuando lle
gan al pueblo ms prximo, comprueban para estupefaccin suya que han transcurrido cua
renta y ocho horas y, cosa an ms extraordinaria, estn en Mxico!
Cmo han franqueado millares de kilmetros, incluyendo las fronteras? No comprend
en nada, ni ellos ni nadie.
Argentina, Brasil y Mxico parecen estar tan llenos de puertas inducidas que e
s sorprendente que no se haya levantado an un mapa detallado.
Un cierto nmero de autores, como el americano Vincent Gaddis, han estudiado p
articularmente las puertas inducidas que se encuentran al nivel del mar y donde
desaparecen buques. Al parecer, son extremadamente numerosas. Una de tales puert
as parece haber inspirado a Edgar Poe su extraordinaria novela Manuscrito encont
rado en una botella.
La alta atmsfera no est suficientemente explorada para que se pueda estar segu
ro de que existen puertas inducidas. Pero las desapariciones inexplicables de av
iones estn de hecho perfectamente establecidas.
Por desgracia, no se puede decir otro tanto de las apariciones de los platil
los volantes, ya que actualmente parece seguro que tales apariciones son inventa
das sobre la marcha por sus supuestos testigos. Con la mejor voluntad del mundo,
no podemos creer en ellos.
Son las puertas inducidas responsables de la desaparicin de pueblos enteros en
Asia del sudeste, Amrica central y otras regiones del Globo?
Qu sucedi con los constructores de Angkor? Y con los pueblos desaparecidos de
Amrica del Sur y de Mxico? Por
MENSAJE SECRETO DE LOS ROSACRUZ: Quien descifre este acertijo alqumico podr viajar
a pases inaccesibles. Los crculos concntricos corresponden probablemente a los niv
eles electrnicos del tomo.
qu abandonaron sus ciudades y sus campos?
Mientras la arqueologa oficial no haya dado una respuesta clara a esta cuestin
, ser posible imaginar las hiptesis ms fantsticas. Recientemente, los chinos han pub
licado informaciones breves y singulares sobre una pirmide gigante ms grande que t
odas las pirmides conocidas, situada en el interior de la China y construida por
una raza enteramente desconocida. Si dicha informacin es confirmada al parecer, se
ve esa pirmide en un reciente filme la cuestin de las razas desaparecidas podr plan
tearse una vez ms.
Otra cuestin interesante es saber si las facultades de percepcin extrasensoria
les no pueden a veces franquear las puertas inducidas y dar imgenes de caras ocul
tas del mundo. Que yo sepa, ningn examen sistemtico de los sueos en este sentido ha
sido emprendido hasta ahora. Sin embargo, algunos casos mereceran serlo. Uno de
estos casos fue descrito en el semanario American Weekly del 28 de junio de 1942
. (En ese perodo, el gran escritor Abraham Merritt era el redactor jefe.)
Se trata del caso de un electricista llamado Dan W. Fehren-bach. Este americ
ano tena desde haca aos un sueo recurrente en el que visitaba otro mundo ms avanzado
que el nuestro cientficamente. Vea, por ejemplo, y lo describi detalladamente, cent
rales de energa que transmitan por T.S.H. la corriente que producan, y que en cada
casa haba un receptor. Vea continuamente invenciones avanzadas con relacin a nuestr
o mundo. Los habitantes del mundo que l vea se daban cuenta de su presencia y un g
ua lo acompaaba en sus visitas. Este gua era un hombre vestido de blanco, llamado T
hta. Todos los habitantes de aquel mundo hablaban griego, y Feh-renbach se decidi
a aprenderlo para comprender mejor lo que ocurra. En sus sueos tena largas conversa
ciones con su gua y con otros habitantes de aquel mundo. Dio numerosos detalles,
que, naturalmente, pudo haber inventado. ste es el gnero de informaciones que, por
el momento, no pueden
ser comprobadas, pero que mereceran ser estudiadas independientemente de toda hipt
Es la primera vez que vemos la leyenda, en lo sucesivo clsica, del Judo errant
e Ahasverus, zapatero de Jerusaln, que, cuando Jesucristo camino de la cruz, quie
re descansar en su puerta, le rechaza. Jess le dice entonces:
Yo descansar cuando quiera, pero t estars caminando constantemente hasta que yo
vuelva.
El panfleto de 1602 fue impreso no se sabe dnde y el autor es desconocido. De
l se han hecho numerosas ediciones. En el siglo xviii, y luego en el xix, el Judo
errante se hace ms raro. Aparecer en New Castle en 1790 y en Salt Lake City en 18
68. Con ocasin de esta visita, y por primera vez, concede una entrevista a un rep
ortero mormn llamado OGrady, del pe-didico Desert News. No se ha manifestado todava
en Saint-Germain-des-Prs, pero todas las esperanzas al respecto estn permitidas de
sde que Saint-Germain, el Rosa-Cruz inmortal, se manifest all.
Pienso que es demasiado simplista atribuir la leyenda del Judo errante al ant
isemitismo eterno. La tradicin de los Inmortales que viven secretamente entre nos
otros no depende del antisemitismo y resida bastante natural pensar que un Inmort
al haya podido asistir al acontecimiento nmero uno de la historia, la crucifixin.
Muy recientemente, un autor dramtico judo, David Pins-ky, ha recogido la leyen
da del Judo errante desde el punto de vista judo. Su Judo errante no es un hombre c
ulpable, sino un buscador inmortal que desea encontrarse en el lugar donde se pr
oduzca la venida del Mesas. Esto se parece a la versin de Meyrink.
La leyenda ms antigua de inmortalidad es la epopeya su-meria de Gilgamesh. El
hroe encuentra en el fondo del mar una planta cuyo jugo restaura la juventud y p
rolonga la vida indefinidamente. sta es una idea bastante prxima a la Biologa moder
na. Sabios como Ren Quinton han pensado que el secreto de la inmortalidad reside
en el mar.
Luego, y dejando aparte al Judo errante, la leyenda de la inmortalidad fsica,
la idea de una minora de Inmortales entre nosotros, est tan extendida que merecera
un examen ms serio que los que se han llevado a cabo hasta ahora. Por lo que yo s,
el nico estudio serio de un medio simple de llegar a la inmortalidad fue realiza
do un poco antes de la Segunda Guerra Mundial por el senador americano Roger She
r-man Hoar. Partiendo de la idea de que la vejez es causada por la acumulacin de
agua pesada en el organismo, Hoar dedujo de ello que el elixir de larga vida pod
ra ser simplemente una sustancia que eliminase del organismo el agua pesada en el
sudor y las orinas con preferencia al agua ligera. Semejante sustancia habra pod
ido ser hallada empricamente (u obtenida por contacto con los extraterrestres) en
un pasado lejano, y el secreto se habra conservado por una sociedad de Inmortale
s muy reducida.
La idea es bastante plausible y una sociedad de Inmortales semejante sera muy
difcil de descubrir. An en nuestra poca es muy fcil proporcionarse documentos falso
s y modificar suficientemente la clasificacin de las huellas digitales para que st
as no sean archivadas en el departamento correspondiente. Basta con untar poco a
los funcionarios y esto es algo que se practica. En el pasado, cuando no haba hu
ellas digitales ni fotografas, era muy fcil cambiar de identidad y pasar inadverti
do. Un pequeo nmero de Inmortales entre nosotros algunos centenares en el mundo ent
ero por generacin de hombres normales no corre el peligro de ser detectado. Aun en
caso de accidente, todo lo ms, se hace una autopsia
VISADO PARA OTRA TIERRA
93
superficial, no se toman muestras de sangre y no se realizan estudios detallados
. Un Inmortal aplastado por un automvil o que perece en un accidente de aviacin no
corre riesgo alguno de ser detectado.
Aun cuando los Inmortales son los nicos en conocer el secreto del elixir de l
arga vida, otros lo han buscado sin encontrarlo. Los alquimistas en particular.
La tradicin china afirma que, en el siglo n de la Era Cristiana, el alquimista We
i Po-Yang descubri el secreto de larga vida. Hizo inmortal a uno de sus discpulos
y lo que qued del elixir fue ingerido por el perro del alquimista, que se convirt
i tambin en inmortal.
Los alquimistas chinos crean que el oro era indispensable para preparar el el
ixir de larga vida, y como en general eran monjes taoistas que no podan procurars
e oro porque eran demasiado pobres, intentaron fabricarlo y parece que lo consig
uieron.
Pero fabricaron tambin el elixir de larga vida? A pesar de las leyendas, no es
seguro.
En cuanto a las tentativas de los alquimistas europeos, aun cuando parecen h
aber logrado la Gran Obra, no se puede decir lo mismo del elixir de la larga vid
a, que al parecer fue hallado independientemente de ellos. En el siglo xvm, el lx
ico universal de H. Zedler habla de una panacea aqua que, frente a todos los anli
sis, apareca slo como un agua muy pura y que, sin embargo, prolongaba la vida y cu
raba numerosas enfermedades.
Esta agua era distribuida gratuitamente por un tal Mon-sieur de Villars, de
Pars, sobre el cual me gustara saber algo ms. Es totalmente posible que se trate de
la primera aparicin conocida de un elixir que disuelve el agua pesada. Es la mis
ma tcnica que la eliminacin de agua de un carburante: se aade alcohol que arrastra
el agua. Un tratado, atribuido con razn o sin ella a Paracelso, titulado De Tinct
ura Physicorum,
que data de 1570, habla de una tintura gracias a la cual los mdicos egipcios habra
n vivido 150 aos. Hacia el mismo perodo, un hombre llamado Salomn Trismosin se habra
rejuvenecido varias veces, tanto en lo que respecta a su rostro como a sus cabe
llos y al enderezamiento de la columna vertebral. Interrogado sobre cunto tiempo
esperaba vivir, contest:
Hasta el Juicio final.
Tambin l, al parecer, empleaba un agua modificada. En nuestra poca, la sociedad
secreta poseedora de este producto parece que se manifest en el siglo xix con la
curacin de Goethe, que estaba condenado. Alexander von Bemius hace alusin a ello
en algunas de sus obras.
Se ha hablado de una intervencin de la sociedad para prolongar la vida del ca
nciller Adenauer, considerado por los miembros de la sociedad como indispensable
para la causa de la paz. La cosa no ha sido demostrada, pero el propio Adenauer
afirmaba que unos mdicos poseedores de tcnicas desconocidas haban intervenido en s
u caso.
Goethe estuvo marcado durante toda su vida por la intervencin de los alquimis
tas para salvarlo.
En aquella poca, en 1770, escriba a una amiga, la seorita Von Klettenberg:
Mi pasin secreta es la alquimia.
Al mismo tiempo, y probablemente bajo los efectos del tratamiento, los dones
paranormales que siempre haban existido en su familia (su abuela materna posea el
don de la segunda visin e interpretaba los sueos de una manera muy freudiana) sal
ieron a la superficie.
Como Newton, se interesaba por las disciplinas paranormales, por la ptica, es
pecialmente por la teora del color, y por la meteorologa, particularmente por la t
eora de las nubes.
Por el contrario, cada vez se fue separando ms de las religiones y a la edad
de ochenta aos declaraba que la nica religin a la que le habra gustado pertenecer er
a la de las sectas del siglo iv que queran realizar la sntesis del cristianismo, e
l judaismo y las religiones paganas.
Encontraremos pruebas detalladas de la intervencin de los alquimistas en la v
ida de Goethe en las siguientes referencias:
R. D. Gray, Goethe the Alchimist (Cambridge Univ. Press, 1952), y A. Raphael
, The Philosophers Stone (Routledge, 1965).
Estas dos obras son vagas en lo que concierne al nombre de la sociedad que i
ntervino. Yo no dispongo de informacin adicional a este respecto. Quisiera simple
mente hacer observar esto:
Muchos autores, y yo el primero, han insistido en el hecho de la Alemania ne
gra que culmin en el nazismo. La existencia de esa Alemania negra es, por desgrac
ia, indiscutible. Pero existi tambin su opuesta, la Alemania blanca. Y el nazismo
parece que no fue capaz de destruir su centro. Es ese centro el que, an en nuestr
os das, es el nico que est en condiciones de dar autorizacin para fundar organismos
de iniciacin. La ltima de tales autorizaciones fue aqulla dada a finales del siglo
xix a la Golden Dawn. En esa autorizacin, el centro es designado por las iniciales
S.DA. Es igualmente esta organizacin la que dio la autorizacin para crear los crculo
s csmicos del escritor Stefan George. Algunos de los oficiales que participaron en
el atentado del 20 de julio de 1944 contra Hitler formaban parte de esos crculos
csmicos.
Con la muerte de Alexander von Bernus, el gran poeta y alquimista alemn conte
mporneo, el nico lazo que yo conoca para ir a parar a ese centro desapareci. Pero su
existencia es innegable como lo es el hecho de que intervino en 1770 para salva
r a Goethe.
Sealemos finalmente que algunos sabios tan eminentes
como Max Planck y Wemer Heisenberg se tomaron o se toman muy en serio las ideas
de Goethe sobre la relacin entre la alquimia y la ciencia.
Es, por lo tanto, posible admitir, al menos como una hiptesis, la existencia
de una sociedad de los Inmortales que intervienen raramente. Y nuestros conocimi
entos sobre el efecto fisiolgico del agua pesada permiten al menos una hiptesis pr
ecisa sobre la funcin del elixir de larga vida.
El lector podr indignarse ante la idea de que el elixir de larga vida es fund
amentalmente un descubrimiento qumico basado nicamente en las leyes naturales. Muc
hos lectores esperaran ms bien que el secreto de la inmortalidad comprenda esencia
lmente elementos espirituales. Siento el mayor respeto por las concepciones de e
se gnero y quisiera recomendar al lector que se interese por la inmortalidad fsica
desde el punto de vista espiritual la obra LImmortlit physi-que, de Marcel Pouget
(Editions et Publications premires).
Raymond Abellio, en el prefacio de este libro, menciona la existencia de una
secta califomiana que publica un peridico titulado El Correo de la Inmortalidad.
Este peridico escribi:
Todo es posible, incluso la inmortalidad. Llegar l da en que los hombres se aso
mbrarn de que sus antepasados, en su ignorancia, hubiesen vivido miles de generac
iones en la sombra espantosa de la falsa conviccin de que la muerte era
inevitable.
Es una bella observacin.
Pouget considera la inmortalidad ms bien como un estado de la mente que puede
ser logrado interiormente y que constituye una resistencia a la muerte.
Desgraciadamente, si tan slo con la voluntad de resistir a la muerte se logra
ra la inmortalidad, hay muchos deportados de los campos de concentracin que se ha
bran convertido
VISADO PARA OTRA TIERRA
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en inmortales. Ahora bien, los antiguos deportados siguen muriendo y dentro de
pocos aos ya no quedar ninguno. Pouget menciona, como prueba de la eficacia de su
mtodo, que no ha consultado a su mdico desde hace quince aos. Yo creo que confunde
los efectos con las causas y que est bien de salud porque no ha consultado al mdic
o desde hace quince aos, y no lo contrario. Su libro merece el respeto e incluso
el afecto que se debe sentir por aquellos que han sufrido mucho, pero eso no imp
ide que l repita los clichs perfectamente falsos sobre la contaminacin y las tontera
s habituales sobre el yoga, el prana, etc.
Por el contrario, su descripcin de la condicin sobrehumana es muy interesante
y vale la pena reproducirla:
Cabe ahora preguntarse por qu yo llamo inmortalidad fsica o incluso inmortal ju
ventud a eso que experiment de incomunicable durante esos pocos segundos. Sin duda
, porque en el fondo de m mismo se impuso con fuerza la idea de la imposibilidad
de envejecer y de morir en un estado tan formidable, tan resplandeciente, de fel
icidad fsica. La parte de mi ser de donde surga esta impresin era un Yo que no se m
anifestaba de ordinario, pero que, lo sent como una indiscutible verdad, constitua
l sostn luminoso de mi vida, as como su gua hacia una existencia superior.
Slo cuenta la experiencia y ya veremos si el seor Pouget ser inmortal. Yo se lo
deseo vivamente, pero no creo que se pueda deducir algo prctico del mtodo que pre
coniza. Si se quiere conciliar absolutamente todas las ideas, se puede creer que
en su origen la sociedad de los Inmortales encontr su revelacin en sus intuicione
s paranormales, en la oracin o incluso en los contactos con los extraterrestres.
Lo que me interesa es pensar que existe un producto simple, obtenido por el trat
amiento del agua en presencia de ciertos metales, entre
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ellos muy probablemente el oro, que prolonga la vida ms all del lmite que los bilog
os consideran como normales. Se comprende que el secreto de dicho producto sea g
uardado. Hay ya suficientes problemas de superpoblacin sin que vengamos tambin a aa
dir el de la inmortalidad.
Pero la sociedad debe reservar este tratamiento para ciertos seres de un val
or excepcional y debe tambin poder remplazar a aquellos de sus miembros que muere
n por accidente, porque un Inmortal no est al abrigo de una guerra o de un accide
nte de automvil o de avin.
La Sociedad debe tambin velar por la salvaguarda de su secreto. Esta salvagua
rda debe ser cada vez ms difcil a medida que las tcnicas militares se perfeccionan.
En el pasado, cuando se observaba que el retrato de un hombre que vivi en el sig
lo xviii se pareca mucho al de un hombre del siglo xiv, sin que hubiera existido
ningn parentesco, se atribua al azar o a la reencarnacin. Los que se asombraban por
el parecido de ciertas firmas de hombres separados por siglos, como por ejemplo
(sobre todo en forma de iniciales) las firmas de Roger Bacon y Roger Boscovitch
, no insistan. Pero en lo sucesivo, si aparecen en el siglo xxi, en un fichero de
la Polica, las mismas huellas digitales que en el siglo xix, se plantearn muchas
preguntas. Lo mismo ocurrir con las fotografas, aunque todas las fotografas de pasa
porte se parecen, as como todas las fotografas de peridicos. Antes de la guerra, Le
Canard Enchain demostr, pruebas en mano, que el Aga Khan era la misma persona que
el poltico Albert Sarraut y el primer ministro griego Vasconcellos. La semejanza
de las fotografas de agencia era realmente seductora. Si se encuentran medios de
identificacin mejores an que las huellas digitales, estructura retiniana, electro
encefalograma y todos los seres humanos son fichados por medio de un ordenador c
entral, ste se dar cuenta de que algunos humanos sobreviven a travs de los siglos.
A menos que la sociedad de
los Inmortales no encuentre un medio para estropear a distancia dicho calculado
r...
Cabra preguntarse si algunos de los smbolos de la sociedad no corren el peligr
o de ser identificados. La relacin entre la manzana y la inmortalidad est tan exte
ndida por el mundo entero, all donde existe dicho fruto, que merecera un examen. A
simismo, la leyenda de los Inmortales que estn durmiendo, pero que reaparecern, pr
oporciona quizs algunos indicios. La ms clsica de tales leyendas es el rey Arturo,
el de la Tabla Redonda, que durmi en Richmond Castle, en Yorkshire. Fue visto all.
Pero est tambin el rey checo Wenzel, que duerme bajo el monte Blanik y Federico B
arbarroja, que duerme bajo las montaas de Turingia. (No puedo dejar de citar una
acotacin escnica de Victor Hugo, admirable por su ingenuidad, en Los Burgraves: Men
digo, dime tu nombre. Federico Barbarroja, emperador de Alemania. Y la acotacin de V
ictor Hugo es asombro y estupor. No hay para menos.)
Se cita tambin al rey Marko, que duerme en las montaas servias, y al bandolero
Dobocz, que duerme bajo los Crpatos. Estaran tambin los fundadores de la Federacin
Suiza, Ogier el Dans, y muchos otros.
Cada una de esas leyendas designa tal vez Inmortales. Est asimismo la leyenda
de los Siete Durmientes de feso, leyenda cristiana que volvemos a encontrar en e
l Corn.
Hallamos tambin durmientes inmortales en los Nibelun-gos, que influenciaron t
erriblemente a Hitler, cuya consigna fue finalmente: Alemania, despierta.
Una cancin de marcha nazi dice: Se acerca la hora en que los muertos se desper
tarn, incluyendo aquellos que se creen vivos.
Los mitos que hablan, aun en nuestros das, de fortalezas subterrneas de Inmort
ales son extremadamente numerosos.
Los Superiores desconocidos, los maestros que han inspirado movimientos tale
s como la teosofa o Golden Dawn,
seran Inmortales. Tendran igualmente el poder de inmovilizar su cuerpo en un tranc
e en el que el cuerpo no es necesario, mientras hacen un trabajo mental, reflexi
onan o incluso viajan por clarividencia a otras regiones del espacio.
Pitgoras y Francis Bacon estaran en nuestros das todava entre ellos. Todo esto e
s, evidentemente, difcil de demostrar, y no puede ser considerado como cierto. Ha
y quiz, sin embargo, una pista.
nesia lo demuestran. Hay que admitir, pues, que la actividad psquica puede actuar
como catalizador (2) sobre energas que estn presentes
(1) Cooptacin: Eleccin de una persona como miebro de una sociedad, mediante el
voto de los asociados (N. del T.)
(2) O sea, producir efectos sin quedar modificada.
a nuestro alrededor y que no sabemos an detectar.
El sabio americano Wheeler cree que unas energas inmensas, mayores incluso qu
e aquellas procedentes de la aniquilacin total de la materia, se hallan en la est
ructura misma del espacio. Su teora se llama la geometrodinmica, y est basada en co
nsecuencias perfectamente razonables de la teora de la relatividad general de Ein
stein. Por lo tanto, no es absolutamente aberrante creer que la energa psquica pue
da actuar como catalizador sobre la energa geometrodinmica de Wheeler.
Eso explicara entre otras cosas los fenmenos de polter-geist (espritus que lanzan
objetos por los aires) y de un modo ms amplio los fenmenos de psicoquinesia y de
una forma general la telepata. Y es posible que la actividad psquica pueda produci
r fenmenos ms tiles, emitir a partir de centros de energa que actan sobre otros psiqu
ismos o incluso sobre toda la naturaleza entera de un modo que no podemos de mom
ento concebir con claridad. Olaf Stapledon, en Los ltimos y los primeros (Denol) emi
te la hiptesis de que la actividad psquica sobre un planeta pueda perturbar su cam
po de gravitacin.
La idea no es tan absurda como parece a primera vista y la gravitacin no es l
a ms sutil de las energas imaginables.
La fuerza de la gravitacin es la ms dbil de las energas conocidas, ms dbil que la
fuerza nuclear, y ms dbil tambin, y con mucho, que las fuerzas de atraccin y repulsin
elctricas. Pero es posible que haya fuerzas an ms dbiles que hayan escapado hasta a
hora a los fsicos, pero que no por ello dejen de existir. Igual que la gravitacin,
estas fuerzas modificaran el espacio, pero de otra manera.
No se posee la prueba absoluta de su existencia. Se han emitido diversas teo
ras, slidamente basadas en una estructura matemtica. As, el propio Wheeler, con la a
yuda de Al-bert Einstein, concibi lo que l llama los agujeros de gusanos topolgicos. Se trata de unas trayectorias en la estructura fina del espacio
que permiten pasar de un punto al otro sin franquear el espacio ordinario. Los a
gujeros topolgicos seran un fenmeno del micro-universo, un fenmeno muy pequeo que ocu
rre en regiones por debajo de la longitud mnima concebible, que es del orden de 1
0-13 centmetros. En el interior de esa longitud ms pequea que las dimensiones de lo
s ncleos atmicos, el espacio ordinario desaparecera para ser remplazado por energas
fantsticas.
Muy recientemente, los astrofsicos han inventado un fenmeno anlogo, pero en los
inmensos espacios del universo astronmico. Se ha demostrado que, en ciertas cond
iciones, lina estrella puede hundirse sobre s misma y retirarse del espacio dejan
do lo que los astrnomos han llamado un agujero negro. Semejante fenmeno se llama un
collapsar.
Yendo en su imaginacin ms all incluso de los collapsars y los agujeros negros,
irnos tericos ingleses han imaginado recientemente que una galaxia entera puede t
ambin hundirse. Una estrella es un cuerpo sensiblemente esfrico. Una galaxia, no.
Se puede decir de ella groseramente que tiene la forma de un huevo.
El clculo demuestra que si una galaxia se hunde no deja en el cielo un agujer
o negro, sino un tnel que puede ir a otras regiones del espacio. Se trata de fuer
zas enteramente nuevas que modifican el espacio.
Esta energa interespacial existe en todas partes, incluso en la superficie de
la Tierra. Si suponemos, tal como hemos hecho, que la actividad psquica puede, e
n casos especiales, manipularla, modularla, como un grifo modula una corriente d
e agua o un catalizador modula las energas qumicas, entonces se abren posibilidade
s fantsticas.
Podemos, por ejemplo, imaginar que las puertas inducidas estn abiertas y mant
enidas por un mecanismo de ese gnero creado voluntaria o involuntariamente.
Cabe preguntarse si los objetos materiales, convenientemente tratados, puede
n almacenar energas que la Ciencia de momento ignora. La sociedad Golden Dawn celeb
raba ceremonias para cargar talismanes. Por desgracia, las descripciones de estas
ceremonias son vagas, aunque quienes haban asistido a ellas tenan la impresin de qu
s.
ios serios. Se trata verdaderamente de magia y, como deca Arthur Machen: Los
miembros de esas sociedades se contentan con una gloria secreta.
Machen ilustr su pensamiento con esta fbula: Si Cristbal Coln hubiera sido verdad
eramente grande, habra, al descubrir Amrica, echado su tripulacin al mar. Y despus d
e esto habra regresado diciendo que no haba encontrado nada.
Mentes de esta cualidad, y las hay, no buscan obtener palmas acadmicas y no e
stn atadas a universidades cuyo lema es: Publicar o perecer. Se contentan con activ
idades cuya sola descripcin les implicara hacerse encerrar por nuestros alienistas
y su consigna principal es: No te dejes coger.
Su mentalidad es la imagen invertida de la mentalidad del sabio oficial. ste
tiene la mana de divulgar la informacin, y es juzgado por la cantidad de informaci
ones que ha divulgado. Uno de mis maestros venerables, el fsico Bouasse, profesor
de la Facultad de Ciencias de Toulouse, deca que para lograr el premio Nobel, ha
y que publicar cinco veces la misma cosa, de modo que se posea as un volumen de p
ublicaciones. Pero se puede concebir tambin la mentalidad inversa, que es la fobi
a de la publicacin, que no trata de publicar en las circunstancias habituales, si
no que trabaja en conjuncin con algunas mentes del mismo calibre y orientadas de
la misma manera.
Se dice que la crisis de la Universidad se debe al hecho de que no hay eleva
das inteligencias en ella. Si no las hay en la Universidad es que tal vez estn en
otra parte.
En otra parte, es decir entre nosotros.
Y yo pienso, por razones psicolgicas, que sus poseedores estn agrupados en clul
as pequesimas y no en una vasta sociedad paralela. Deben creer esencialmente en el
valor del individuo y haber escrito en letras de oro en su templo del saber la
frase de Churchill: Un camello es un caballo que ha sido diseado por un comit.
Y tambin deben utilizar profusamente la divisa de Dis-raeli: Nunca explicarse,
nunca quejarse.
En unas conversaciones que he tenido sobre sociedades secretas, a menudo me
han dicho: Si todo el mundo fuera como esas personas que usted imagina, no habra p
rogreso humano. Lo que en el fondo equivale a decir: Si las excepciones fueran com
o todo el mundo, no habra excepciones. Dicho as, se ve que es una perogrullada.
Segn lo que sabemos, especialmente gracias a los trabajos de Catell sobre la
inteligencia humana, parece que la curva desciende bruscamente cuando se llega a
los niveles de inteligencia muy elevados, por encima de 200. Algunos se pregunt
an incluso si la medicin de inteligencia en las regiones desconocidas ms all de 200
tiene algn sentido. Lo que parece seguro es que, en una poca dada, no parece habe
r ms de un millar de inteligencias por encima de los 200 que existan al mismo tie
mpo. Este millar de seres excepcionales es lo que debe constituir las sociedades
verdaderamente secretas, lo que equivalei a decir que no debe de haber un nmero
muy grande de tales sociedades. Las superinteligencias han de poseer una psicolo
ga muy particular.
Uno de esos hombres superinteligentes, Norbert Wiener, que invent la ciberntic
a, escribi sus memorias, que se llaman ex prodige y que, por desgracia, no estn trad
ucidas al francs. Vemos en ellas una mentalidad muy diferente ya a la mentalidad
humana corriente. Aunque existen seres humanos ms inteligentes que Wiener, que er
a bachiller a los ocho aos y doctor en Ciencias a los doce y que escribi una encic
lopedia entera a los diecisis aos, no deben sentir ninguna obligacin hacia la masa
hostil que les rodea.
Como escribi Merritt, al describir un ser semejante en la novela, no traducid
a al francs, El ltimo poeta y los robots, saba que hay un ocano espeso de estupidez q
ue cubre el planeta y que de vez en cuando una ola de inteligencia se
eleva por encima de ese ocano y saba que l era una de esas olas.
Las superinteligencias no deben de sentir ninguna necesidad de beneficiar a
la Humanidad con sus trabajos, la cual, por otra parte, no los comprendera. Sigue
n su camino y tienen que especializarse bastante rpidamente en un terreno de inve
stigacin, lo que hace que las diversas sociedades secretas, nunca demasiado numer
osas, no puedan comunicarse entre s ni interesarse por otros trabajos que no sean
los suyos. Se trata de una actitud absolutamente contraria a la cientfica y, an ms
, a la de vulgarizacin. La actitud de los alquimistas antiguos y modernos da una
idea de ello.
En estas condiciones, cul es el inters de esas sociedades?
Ya he contestado a esto: el mismo que la propia vida. Y aadir otro: creo posib
le que la cima del espritu humano no sea aparente y que se alcance precisamente e
n sus trabajos secretos. Probablemente, es sobre ellos que nuestra especie es ju
zgada por las inteligencias de otros planetas.
Jacobi, el gran matemtico de comienzos del siglo xix, dijo que los matemticos
no tienen ms inters que el de trabajar para la mayor gloria del espritu humano.
Tal vez sea para esta mayor gloria por lo que trabajan las sociedades secret
as. Y en tal caso, son quiz la parte importante de la Humanidad.
En otro captulo veremos que alguien est organizando actualmente refugios en lo
s que una seleccin de la Humanidad podra sobrevivir a una catstrofe general. Es pos
ible que sus conocimientos y sus poderes superiores permitieren en cualquier cas
o a las sociedades secretas el sobrevivir. Cuando Hit-ler lleg al poder, interrog
aron a G. K. Chesterton sobre los peligros que la orden negra representaba para
el cristianismo. Chesterton respondi:
El peligro es grave, pero la Iglesia de Jesucristo sobrevivir, puesto que su smbolo secreto en las catacumbas era el pez.
Y como los periodistas no lo comprendan, Chesterton precis:
Los peces fueron los que sobrevivieron al Diluvio.
Yo pienso que hay sociedades secretas ms antiguas de lo que se cree y que han
sobrevivido a numerosos fines del mundo, a muchos diluvios, y han conservado sec
retos que tienen muchas decenas de miles de aos de existencia. Lo cual plantea el
problema de la iniciacin que constituye el objeto del prximo captulo.
LAS IDEAS DE UN NO-INICIADO SOBRE LA INICIACIN
Una salvacionista que encontr en Pigalle me pregunt una noche:
Ha sido usted salvado?
De qu? le pregunt.
Y ella no supo contestarme.
En el mismo sentido, cuando un pretendido iniciado se anuncia a m, le planteo
la pregunta:
Iniciado a qu?
Y tampoco es capaz de responder.
Esto me demuestra una vez ms que hasta ahora no he encontrado ms que falsos in
iciados. Creo, sin embargo, que los hay de verdad y como yo no estoy ligado por
ninguna promesa de secreto puedo emitir algunas reflexiones al respecto.
Siempre me niego a hacer una promesa de secreto. Mi oficio es la informacin,
y la informacin congelada, no utiliza-ble, no me interesa. Se dice en materia de
informacin que lo peor de las indiscreciones es una intuicin inspirada.
De este tipo de indiscrecin, y nicamente de ste quiero hacerme culpable en el p
resente captulo.
Los falsos iniciados son bastante abundantes y se les puede pescar sin dificultad en Flore o en Deux-Magots. Chesterton, que ya los haba o
bservado en el siglo xix, los describe como aquellos que alrededor de un vaso de
ajenjo os levantan el velo de Isis y os descubren el secreto de Stonehenge.
La descripcin de OHenry es an tal vez mejor.
Jeff Peters, el timador escrupuloso, funda un culto secreto y se dirige a sus
discpulos:
Soy el nico Sanedrn y el ostensible houpla del Pupitre interior. Los cojos ven y
los ciegos andan en cuanto hago un pase cerca de ellos.
Le llevan entonces un enfermo.
Tiene usted una grave inflamacin de la clavcula derecha del harpsicordio diagnost
ica Peters.
Y como el enfermo se asusta:
Tranquilcese! No tiene usted clavcula, no tiene harpsicordio y nunca ha tenido na
da en el cerebro. Levntese y ande.
Y cuando el enfermo salta, curado, Jeff Peters da las ltimas instrucciones:
Dadle un bistec y ocho gotas de terebentina.
Haba ledo Gurdjieff a OHenry? Es bastante probable. Slo que los estafadores que fa
brican moneda falsa no impiden que haya moneda buena. Y la existencia de timador
de Tera, en el archipilago jnico, y que fue destruida por la erupcin del volcn Santo
rin en el ao 1400 antes de Jesucristo. (Vase al respecto la obra del profesor Gala
nopoulos, La Atlntida, publicada en Francia en Presses de la Cit.) Egipto, incluso s
egn la cronologa oficial, es mucho ms antiguo que esto. Y segn la cronologa de los ar
quelogos modernos, soviticos y egipcios, Egipto se remontara tambin a menos de cuare
nta a veinte mil aos, lo que habra permitido contactos directos con la civilizacin
desaparecida de la Antrtida. Cabe, pues, imaginar una ilacin, una sociedad secreta
invisible que se formara en el seno de la civilizacin de la Antrtida, que continu
ara su obra en Egipto y en la civilizacin de los megalitos y que siga funcionando
an en nuestros das. La comunicacin de una parte o de la totalidad de la reserva de
informaciones de dicha sociedad es lo que yo llamo iniciacin. Es evidentemente ms
limitativo que la limitacin habitual, pero al menos sabemos de qu se habla.
Acerca de esta iniciacin, citar un pasaje de Gunon, con el que, por una vez, es
toy de acuerdo totalmente. Hablando de la iniciacin con relacin a la ciencia ofici
al, escribe:
Estas cosas son de las que estn y seguirn estando totalmente fuera de su alcan
ce. Por lo dems, por eso las niegan (1), como niegan indistintamente todo aquello
que los supera de alguna manera, ya que todos sus estudios y todas sus investig
a-gaciones, emprendidos partiendo de un punto de vista falso y limitado, no pued
en desembocar en defintiva ms que en la negacin de todo lo que no est incluido en e
ste punto de vista. Y, por aadidura, esas personas estn tan absolutamente convenci
das de su superioridad que no pueden admitir la existencia o la posibilidad de que
haya algo que escape a sus investigaciones. Seguramente, los ciegos tendran la m
isma
(1) Gunon se refiere a los sabios oficiales.
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razn para negar la existencia de la luz y sacar de ello un pretexto para vanaglor
iarse de ser superiores a los hombres normales. (El reino de la cantidad y los s
ignos de los tiempos, pgina 180, coleccin Ides, Gallimard.)
Pero la actitud de la ciencia oficial no impide en modo alguno que estas inf
ormaciones existan. Pienso, por otra parte, que la actitud de la ciencia oficial
delata entre otras cosas un cierto temor. Si la Tradicin es algn da revelada, es m
uy posible que un gran nmero de sabios oficiales se encuentren completamente desc
alificados. Pero es poco probable que la Tradicin llegue alguna vez a la superfic
ie oficial de los conocimientos. A esa Tradicin, que es susceptible de ser comuni
cada, lo cual constituye la iniciacin, la defino, pues, como una gran masa de inf
ormacin importante tanto por la cantidad como por la calidad. Esta informacin es c
onservada. De qu modo? Se ha hablado mucho de las grandes bibliotecas en las que
la Tradicin es conservada y que se sitan, entre otros lugares, en el desierto de G
obi o en la jungla del Yucatn. Esto es muy posible, pero es igualmente cierto que
a luengas tierras, luengas mentiras.
Se ha hablado tambin de registros akshicos, es decir, de informacin alojada en la
textura misma del espacio-tiempo y que puede ser recuperada por una extensin de
las facultades paranormales. Basta con leer la obra de Rudolf Stei-ner (1) para
saber algo ms de ello. La antroposofa no es una sociedad secreta y la documentacin
steineriana es perfectamente accesible.
Me gustara emitir otra idea, que, segn ciertas informaciones que he recibido,
sera la buena.
La informacin tradicional, la fuente de la iniciacin, estara en todos nosotros,
inscrita en nuestro cdigo gentico.
(1) Sabio alemn muerto en 1925.
Podra ser extrada de cualquier cerebro mediante tcnicas relativamente simples. Noso
tros llevaramos la memoria de irnos antepasados muy lejanos y ella podra remontar
a la superficie. En estas condiciones, iniciar a alguien no consistira en hacerle
seguir unos cursos ni darle a leer irnos libros, sino en hacer remontar a su co
nciencia lo que ya sabe, pero de lo que no se da cuenta. Por esto, la Tradicin se
ra indestructible. Estara presente en todos nosotros mientras hubiera seres humano
s y sera accesible a todos. Pero no se iniciara ms que a aquellos que lo hubieran m
erecido.
Esta teora me parece que explica muchas cosas y precisa la naturaleza de la i
tos. Basta trazar con tiza un crculo alrededor de un pollo para que el funcionami
ento del cerebro de ste quede totalmente paralizado (1). Por el contrario, deben
de existir ciertos gestos (estudiados en las logias especiales de la masonera) cu
ya sola visin pueda activar un cerebro. Es posible tambin que el contacto directo,
una mano colocada sobre un puo, por ejemplo, permita una comunicacin sumamente rpi
da y que transmita muchas informaciones, de amplias bandas de trfico, como dicen
los especialistas de la teora de la informacin.
Wolf Messing, en Rusia, llega as a hacerse transmitir nicamente por contacto en
su puo o en su hombro la situacin compleja de una calle donde el trnsito automovils
tico es importante, y llega a conducir un coche, en medio de un trfico intenso, c
on la cabeza cubierta por una capucha totalmente opaca. Percibe gracias a los se
ntidos de otra persona presente en el coche.
Segn su propio anlisis del fenmeno, no se trata de telepata, sino de signos que l
e son transmitidos por quien le toca y que l llega a interpretar. Esto parece tan
increble que uno preferira creer en la telepata. Pero Messing, en este caso partic
ular y con respecto a la interpretacin de esta experiencia particular, no cree en
ella.
(1) Esto funciona tambin cuando se traza una simple lnea recta delante de un pja
ro.
Por increble que ello pueda parecer, pretende que las variaciones de presin qu
e su ayudante ejerce sobre su puo o su hombro le transmiten la imagen de una call
e llena de coches en movimiento, con la suficiente rapidez y precisin como para q
ue l pueda conducir.
Acabo de decirlo, y lo repito. Esto no parece creble, pero el control ha sido
efectuado por sabios soviticos muy hostiles a Messing.
Se puede, pues, admitir como hiptesis de trabajo, que una simple mano colocad
a sobre la cabeza o el corazn pueda transmitir la iniciacin. En este caso la cerem
onia de iniciacin estara representada claramente sobre muchos frescos y bajorrelie
ves, sin que esta representacin inmvil pueda revelar nada del secreto. Lamento no
poder decir nada ms sobre el particular.
Los alquimistas chinos decan: Los que saben no hablan. Los que hablan no saben
.
Yo me encuentro desgraciadamente en la situacin de aquel que habla pero que n
o sabe. Pero como los que saben no dicen nada, permtaseme al menos emitir algunas
hiptesis racionalistas. Tal vez les parezcan ridiculas a los que saben, pero a m
me parece que ofrecen algn inters.
VIII. UNO DE LOS QUE GUARDAN LAS LLAVES DE LOS SECRETOS DE LA MAGIA...
La leyenda del Caballero Blanco que voy a contar, no puede, por desgracia, s
er presentada ms que como una leyenda. Cuando estos acontecimientos ocurrieron en
Lyon, yo me encontraba ya en el campo de concentracin y, por lo tanto, no asist a
ellos personalmente. Despus de la guerra, recog algunos testimonios y asimismo lo
s solicit por intermedio de un semanario hoy desaparecido y que se llamaba Demain
.
Recog muchos testimonios, todos contradictorios. Todos procedan de algn no-lions
que haba residido en Lyon durante la guerra. Los propios lioneses no hablan nunc
a y tampoco han salido de su mutismo en esta ocasin.
Estamos, pues, en el Lyon ocupado. Lugar destacado de la Resistencia y el ms
terrible de la ocupacin. A comienzos de 1944, apareci all un hombre que se haca llam
ar el Caballero Blanco, que quera combatir al nazismo a travs de la magia blanca.
La Gestapo tuvo noticias de ello, y un da de mayo de 1944 rode la villa en la que
viva este personaje, en los suburbios de Lyon. Unos agentes de la Gestapo lo vier
on entrar, y diez minutos ms tarde ellos mismos penetraron en la villa. Estaba va
ca. No se encontr ningn pasaje secreto ni ninguna explicacin racional. El relato de
la Gestapo llega a
la conclusin de un caso inexplicable. El personaje haba desaparecido sin dejar rastr
o (spurlos, en alemn), como si hubiera estado a bordo de un buque hundido por la
marina de guerra alemana.
Para cualquiera que no conozca Lyon les Mystres, la historia parece demasiado b
onita. Para un lions, no tiene nada de asombrosa. Est dentro de la vida cotidiana
de una ciudad ms misteriosa que el Tibet.
r.
Yo mismo soy lions de adopcin, y algn da contar historias lionesas que nadie cree
Pero me parece que el inters de esta leyenda radica en que se trata de una ma
nifestacin muy moderna (1944), de una nocin muy antigua y reconfortante: que la Hu
manidad no est sola y que tiene un protector.
Esta nocin se encuentra en la historia ms antigua, en los mitos ms remotos. No
hay que confundirla con la nocin de la venida del Mesas, que debe significar el fi
n de los tiempos y que los cristianos llaman la parusa.
El Protector, por el contrario, est en el tiempo, en la Historia e intervendr
para impedir las catstrofes y para defender a la Humanidad. ste es el mito que est
en la base de la caballera y que Cervantes parodiaba. ste es tambin el mito que con
stituye el secreto de los Templarios, los cuales se consideraban como representa
ntes directos del Protector.
En literatura, ese mito ha estado, por supuesto, muy explotado, y frecuentem
ente con mucho genio. Dos ejemplos del gnero, ambos descritos por celtas, son La
ciudad del abismo, de Arthur Conan Doyle, y la triloga de C. S. Lewis: El silenci
o de la tierra, Perelandra y Esta fuerza horrorosa.
En los mitos, vemos, desde Sumer y hasta el Caballero Blanco de nuestra poca,
la aparicin del Protector.
En Amrica del Sur, donde es blanco, pelirrojo y tiene una nariz corva semita,
a menudo es descrito como procedente de las estrellas. En la tradicin juda, se pr
oclama Maestro del
David
2 30LPsoDEL PROTECTOR: El escudo de
amartlL iI j Salorr]on- Se so,an ver en forma de estrellas SUnnc l evaas pr los ludi
os durante la ocupacin. Los color azul banderas deI Estado de Israel las ostentan
en10-3.344
Nombre, y su ltima encamacin histrica es Sabbata Zvi, en el siglo xix.
El primer nombre que se da al Protector es el de Gilga-mesh. En esta forma, l
a leyenda es seguramente sumeria y se remonta quiz todava ms lejos. Encontramos en
ella notas muy curiosas. Una versin completa, descubierta por los arquelogos en la
biblioteca de Asurbanipal, data del tercer milenio antes de Jesucristo, pero se
conocen otras incompletas y ms antiguas, y no sera exagerado asignar a la leyenda
de Gilgamesh una antigedad de ocho mil aos.
Gilgamesh es presentado de una manera curiosamente aritmtica. Es dios en dos t
erceras partes y hombre en una tercera. Nos hallamos aqu ante un cdigo gentico y una
ascendencia extraterrestre? Es lcito preguntrselo. En cualquier caso, Gilgamesh e
s eterno. Atraviesa los ocanos y trae, de otro mundo que, geogrficamente, es uno d
e los dos continentes americanos (norte o sur, es imposible determinarlo) la his
toria de un Diluvio Universal. Se encuentra con un anciano alto que ha sobrevivi
do al Diluvio y que se llama Ut-napishtim. Este anciano le revela a Gilgamesh el
secreto de la inmortalidad que, por supuesto, est ligado al agua y ms exactamente
al ocano:
No hay nada eterno en la Tierra, pero en las profundidades del mar existe un rb
ol que se parece al espino blanco, y si un hombre llega a aproximarse a l y gusta
r sus frutos recuperar su juventud.
Gilgamesh se volver eterno e intervendr a lo largo de la historia de la Humanid
ad para su defensa. Volvemos a encontrar, bajo otros nombres y otros rostros, a
ese personaje en todas las tradiciones humanas.
Se podra evidentemente decir, con una cierta irona, que el Protector no ha impe
dido tremendos desastres ni matanzas. A esto cabe replicar que, sin la intervenc
in del Protector, la cosa habra podido ser peor.
Entre los mayas se encuentran descripciones del Protector misteriosamente s
emejante tanto a la leyenda de Gilgamesh como a la del Caballero Blanco, as como
a un gran nmero de leyendas medievales. Para algunas formas de la leyenda, el Pro
tector ser el Rey del Mundo de las tradiciones asiticas que interviene a veces en
defensa de los hombres. En dicha forma, la leyenda del Protector aparece en Euro
pa a finales del siglo xix en la obra de Saint Yves dAlveydre. ste habla (pgina 27
de Misin de la India en Europa) del origen del Rey del Mundo:]
Dnde est la Agartha? En qu lugar preciso se encuentra? Por qu ruta, a travs de q
eblos, hay que caminar para penetrar en ella? A esta pregunta que, no dejarn de p
lantearme los diplomticos y los militares, no me conviene responder ms de lo que l
o voy a hacer mientras la alianza sinrquica no est realizada o, al menos, firmada.
Pero como s que el momento en que estalle un posible conflicto, sus ejrcitos debe
rn forzosamente pasar por all, o bordearla, es por amistad hacia esos pueblos euro
peos, como tambin por la propia Agartha, que no temo proseguir la divulgacin que h
e comenzado.
En la superficie y en las entraas de la Tierra, la extensin real de la Agartha
desafa la opresin y la coaccin de la violencia y la profanacin. Sin hablar de Amrica
, cuyos subsuelos ignorados le han pertenecido desde una antigedad muy remota. En
Asia solamente, cerca de quinientos millones de hombres conocen ms o menos su ex
istencia y su grandeza.
Sabremos ms sobre la extraa personalidad de Saint-Yves dAlveydre cuando aparezc
a el libro de Jean Saunier, Introduccin a las investigaciones de Saint-Yves dAlvey
dre.
Encontramos ya elementos interesantes en la obra de Jean Saunier, La Synarch
ie, aparecida en CAL. y en Grasset.
Saint-Yves d Alveydre era un personaje muy curioso, que entre otras cosas haba
inventado una mquina de explorar el tiempo, que l llamaba el arquemetro.
La Misin de la India en Europa fue destruida por el propio Saint-Yves dAlveydre
a consecuencia de unas amenazas. Pero sobrevivi un ejemplar y la obra fue reedit
ada en 1910 para ser nuevamente quemada por los nazis. Un cierto nmero de otros d
ocumentos concernientes a Saint-Yves dAlveydre desaparecieron, especialmente su e
xpediente de funcionario que se volatiliz misteriosamente en los Archivos, lo cua
l es ms bien raro.
l pretenda haber recibido la visita de un emisario del Protector y se tom bastan
tes molestias para difundir un mensaje real o imaginario procedente de Asia. Lo
interesante, en las tesis de Saint-Yves dAlveydre, es que l vincula el mito o la re
alidad del Protector con la existencia de unos pases desconocidos que para m consti
tuyen repliegues dimensionales de la Tierra.
El Rey del Mundo, el Protector, tendra a su disposicin un centro, una central d
e energa. Sobre este centro, Madame Frieda Wion (El reino desconocido, ediciones L
e Courrier du Livre, 21, ru de Seine, Pars, 6), escribe muy adecuadamente:
El Rey del Mundo, el Jefe, instala su reino all donde se encuentra y donde le pare
ce que mejor responde a las necesidades de la poca. Si bien hay en la leyenda una
geografa sagrada, sta slo se torna sagrada por el establecimiento del centro: todo
lugar se sacraliza por su presencia. De Egipto y de China pas a Irlanda y luego
a Delfos. Dnde se encuentra actualmente? Est ya en otro planeta?
Si creemos que la aventura del Caballero Blanco en Lyon ocurri verdaderamente,
podemos llegar a la conclusin de que el Protector, sintindose amenazado, regres al
centro
por vas que no discurren a travs del espacio normal. Regresar de all, tal vez, cuand
o se tenga necesidad de ello.
En todo caso la idea es sumamente reconfortante. Sera interesante examinar si
la aparicin de la caballera, tanto en Occidente como, bajo una forma distinta, en
el Islam (vase a este respecto el notable libro de Pierre Ponsoye, LIslam et le G
raal, coleccin La Tour Saint-Jacques, Denol), no ha sido el resultado de una interve
ncin directa del Protector.
Yo no trato con ello de negar el aspecto de la caballera que Marx consideraba
como ejemplo de una superestructura, conjunto de mitos y de hechos destinados a d
efender los intereses de una clase. Digo que la explicacin marxista es vlida, pero
, como ocurre frecuentemente con las interpretaciones marxistas, incompleta. Hay
algo ms que aspectos econmicos en la caballera.
En la caballera hay tambin un arquetipo, y es el del Protector. Se le llame Pa
dre Juan, Maestro Secreto del Templo, o con otros nombres, se trata siempre de l.
Y ese arquetipo aparece tambin en el Islam (vase, por ejemplo, la obra del pro
fesor Henri Corbin, Terre cleste y Corps de Rsurrection). Madame Frieda Wion cita
un bello pasaje de este libro, que se relaciona directamente con las ideas expre
sadas en esta obra: repliegues secretos de la Tierra, pases desconocidos, y altos
personajes que proceden de all:
Ahnenerbe.
Se cita a menudo, entre las intervenciones directas del Protector, una serie
de incendios que estallaron en Londres el ao de la gran peste en el siglo xiv. L
os hogares que eran focos de peste ardieron con una llama muy curiosa parecida a
la de una fogata y la propagacin de la epidemia se detuvo. De lo contrario, es p
robable que una parte an ms importante de la poblacin de Inglaterra hubiera perecid
o. Podemos encontrar referencias detalladas en este sentido en Daniel De-foe (La
gran peste de Londres).
Se puede ver tambin una intervencin del Protector en la resolucin del Colegio I
nvisible de fundar la Academia Real de Ciencias y sacar as de la clandestinidad u
n cierto saber. Esta decisin es el fundamento de la ciencia moderna y de la tecno
loga que se deriva de ella y, a pesar de las protestas de los pesimistas, se pued
e afirmar que constituy una resolucin bienhechora para la Humanidad.
Sera evidentemente tentador relacionar con precisin al Protector con el Dios b
lanco de Amrica del Sur, Kukulcan Quetzacoatl. Pero faltan los elementos, ya que
todos los documentos y haba muchos fueron quemados por la Inquisicin, y especialment
e Diego de Lando. Se puede simplemente decir que no hay ninguna razn para que el
Protector se vea limitado por la tecnologa de su poca y que no pueda desplazarse l
ibremente a los cinco continentes de la Tierra y tal
vez a otras Tierras utilizando medios que nosotros an no hemos inventado.
Es entre estos desplazamientos del Protector que pienso poder contar una his
toria extraa que la mayor parte de las veces se presenta como un viaje de Jesucri
sto al Tibet.
Mis principales fuentes en este sentido proceden de los mormones.
Es de buen tono burlarse de los mormones. De ellos, uno no recuerda ms que la
poligamia y la novela de Pierre Be-noit, y cuando unos amables jvenes nos traen
a domicilio el Libro de los Mormones, ste por regla general va a parar a la papel
era.
Se olvida sencillamente que la universidad de los mormones en Salt Lake City
figura entre las ms importantes de los Estados Unidos. Su importancia se ve actu
almente acrecentada, ya que es la nica universidad americana en la que se trabaja
estando las dems ocupadas sobre todo en el consumo de drogas y la fabricacin de cc
teles Molotov.
En Salt Lake City, los estudiantes trabajan realmente y los profesores se de
dican simultneamente a la enseanza y a la investigacin, lo que convierte a esta uni
versidad en el centro de la investigacin cientfica del continente norteamericano.
Todos los movimientos mormones exigiran un estudio serio e imparcial y la doc
umentacin que poseen es nica. Ahora bien, segn dicha documentacin, as como segn alguno
s documentos chinos y tibetanos, un personaje muy importante visit el Tibet, apro
ximadamente en la poca de Jesucristo.
Pero ese personaje no ha pretendido nunca ser Jess.
Se trataba probablemente del Protector, del que descubrimos as un rastro entr
e sus viajes a Amrica del Sur y la Edad
Media. De Gilgamesh al Caballero Blanco, se pueden sealar apariciones del Protect
or a lo largo de irnos seis mil aos. Yo no he conseguido descubrir en ello una pe
riodicidad simple o cualquier otra clase de regularidad.
Si queremos ir ms lejos que Gilgamesh en el pasado, podemos pensar en los seor
es de Dyzan, que aportaron a los hombres el fuego, el arco y el martillo.
Si queremos ascender a nuestra poca, podemos evidentemente asimilar el Protec
tor a un cierto nmero de profetas autnticos de nuestro tiempo. La dificultad estri
ba en la palabra autntico. Algunos de los defensores de religiones en nuestra poca s
on aparentemente verdaderos profetas, pero otros son impostores. Es difcil para u
n contemporneo juzgar, sobre todo si tiene como yo una mente sarcstica y racional.
No obstante, me sentira inclinado a considerar a Pak Subu en Indonesia y al o a
los dirigentes de la Soga-Gokka i del Japn como manifestaciones del Protector. Al
lector corresponde estudiar el movimiento Subud de una manera imparcial los docu
mentos no faltan y juzgarlo.
A propsito del movimiento Soga-Gokki, y en general del Japn moderno, hay que sea
lar una cosa interesante.
Cuando el emperador del Japn renunci a su divinidad para capitular en agosto d
rque el valor
cabalstico de las palabras Siria y U.R.S.S. era
el mismo.
Pero al mismo tiempo declar:
Yo intervendr para que sea la U.R.S.S. y no Siria la que sea atacada.
Es una bella leyenda, totalmente dentro del estilo de las leyendas judas de l
a Edad Media.
Me gustara que Chagall la ilustrara sobre una vidriera. Podra representar una
balanza en equilibrio, con Siria en un platillo y la U.R.S.S. en el otro...
Yo he citado, sobre todo, leyendas celtas y judas sobre el Protector, pero es
to se debe sencillamente a que son las que conozco mejor.
Las hay en Africa, donde se han atribuido poderes sobrenaturales a Patricio
Lumumba.
Las hay en todas partes donde los homb
res son oprimidos.
Se han llevado a cabo estudios interesantes sobre la religin de los oprimidos
. El Caballero Blanco ha aparecido y ha desaparecido en un clima de derrota y de
opresin. Desde la Guerra de los Seis Das, el Islam vive en la espera de un profet
a que invierta la situacin. Plegarias especiales se efectan con este objeto en las
mezquitas y especialmente en la de El Arham, en El Cairo. (Vase, respecto de la g
uerra santa, el admirable libro de John Buchan, Le Prophte au manteau vert, que si
gue estando de actualidad.)
En un clima cultural totalmente distinto, pero continuando la misma idea, Is
aac Deutscher, al hablar de Trotsky, emplea la expresin el Profeta armado. Pero par
ece que el Protector no emplea armas, sino una manipulacin psicolgica de la Histor
ia que, de momento, se halla fuera de nuestro alcance. Se parece bastante al per
sonaje de Isaac Asimov, de la serie Fundacin, llamado el mulo. El personaje de As
imov, cambiando por medios paranormales la mentalidad de algunos personajes clav
e, modifica la Historia. La hace escapar as a las previsiones de los calculadores
y de los socilogos para imprimirle su propio sello personal. Aunque le pese a Isaac Asimov, q
ue detesta toda especie de misticismo, yo creo que ha trazado aqu un retrato bast
ante bueno del Protector.
IX. ...HA PERMANECIDO SOBRE ESTA TIERRA Y RENE A LOS ELEGIDOS
La revista de vanguardia francesa R 21 public en su nmero 1, pgina 53, el sigui
ente anuncio:
A ejemplo de No!
El planeta va a saltar. Dentro de unos aos, no quedar rastro de nuestra civili
zacin sobre el planeta asolado por la locura de los hombres. Pero queda una esper
anza de salvar a la especie humana de la destruccin total: El Arca de la Vida. Busc
amos, pues, personas que deseen construir ese refugio en una regin desierta. Pers
onas que dispongan de tiempo y dinero. El lugar deber ser mantenido absolutamente
secreto. Los futuros supervivientes, tres muchachas y tres muchachos, sern elegido
s en funcin de su edad, su inteligencia, su psicologa, su constitucin fsica y su bel
leza. Escribir con la mxima urgencia a la revista, indicando l nmero 92.
Este anuncio es un ejemplo de un fenmeno que figura ente los ms extraos de nues
tra poca, el de la creacin de santuarios en los que una parte de la Humanidad, cui
dadosamente elegida, sobrevivira a un desastre que se teme que ocurra. Estas acti
vidades son muy diversas. Ciertamente hay
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locos, hay manacos del pasado que estn motivados por un odio a la sociedad de cons
umo y hay quizs otra cosa... Pero, hay tal vez una accin del Protector. Ya que, re
cordmoslo, segn Meyrink el objetivo del Protector al permanecer en esta Tierra es
reunir los elegidos.
Lo cierto es que en toda la Tierra se construyen refugios que permiten a un
cierto nmero de escogidos salvarse en caso de catstrofe.
Un refugio de este gnero se construye en Chile, donde durante una decena de ao
s, desde 1955 a 1965, se han estado reclutando candidatos.
aran en el pasado para encerrar en ellas sus bibliotecas y sus museos. Se habla de tales rese
rvas bajo el Gobi, en Amrica Central y en la Antrtida. Se dice que los chinos han
encontrado ya algunas, pero que guardan para s el secreto.
Volviendo al presente, y sin necesidad de imaginar la intervencin directa del
Protector, se puede perfectamente creer en la existencia de grupos sumamente ri
cos que desean preservarse de una guerra nuclear. Los efectos de las armas nucle
ares son bien conocidos, y utilizando las tcnicas elaboradas en el Japn y abundant
emente publicadas sobre construcciones antiterremotos, se puede en lo sucesivo c
onstruir un arca capaz de resistir el impacto de una bomba de hidrgeno que estall
e encima de ella, en la superficie. Estas tcnicas son ya aplicadas para la constr
uccin de bases subterrneas de lanzamiento de cohetes. Se las llama endurecimiento de
un terreno.
La aplicacin totalmente secreta de las tcnicas de este gnero es, como ya he ind
icado, difcil pero no imposible.
La construccin de arcas puede, por otra parte, muy bien implicar la colaborac
in secreta de un Gobierno que se sienta satisfecho de disponer de un refugio para
algunos militares y algunos polticos sin que le cueste nada. Un arca en funciona
miento estara tan aislada como un submarino atmico sumergido. El aire sera regenera
do o fabricado, el agua procedera de pozos profundos sin comunicacin con la superf
icie y los depsitos de alimentos seran suficientes para un siglo. Se podra emplear
el cultivo de plantas hidropnico.
El problema de la comunicacin con la superficie es extremadamente difcil, pero
podemos imaginar la existencia en la superficie de unos receptores muy bien dis
imulados que conduzcan hacia el arca las emisiones de Radio y de Televisin, as com
o las mediciones de la temperatura y de la radiactividad del suelo. En caso de n
ecesidad, podra aadirse a estos anlisis otros del aire cercano al suelo. Pero en el
propio interior del arca, irnos dispositivos que captaran las ondas de
choque en el terreno provocadas por las explosiones de bombas atmicas informaran a
los habitantes del arca acerca de la catstrofe atmica.
Es bastante difcil imaginar las condiciones de alerta roja que podran inducir a
los dirigentes de una futura arca a convocar a los elegidos, hacerles entrar en
el arca y luego cerrarla.
Sera preciso que los dirigentes estuvieran muy al corriente de la poltica para
pensar que el desencadenamiento de una guerra atmica era sumamente probable. No
podran permitirse dar la alerta, hacer penetrar a los elegidos en el arca durante
algunos meses y luego abrirla y dispersar de nuevo a la gente por la superficie
del planeta. Es probable que se hablara y se divulgara la noticia.
El arca no puede ser llenada, pues, ms de una vez, la buena, lo cual constitu
ye una responsabilidad temible. Verdad es que la responsabilidad de aquellos que
desencadenen la guerra nuclear ser an mayor.
Esa misma energa atmica que amenaza destruimos proporcionara a los habitantes d
el arca fuentes suficientemente potentes de energa para que pudieran subsistir ha
sta agotar los alimentos, digamos... un siglo En ese momento, por supuesto, lo p
eor habra llegado, o bien la crisis habra pasado.
El reclutamiento de los elegidos plantear problemas ms difciles que la propia c
onstruccin del arca.
Esta construccin necesita ciencias y tcnicas bien establecidas, mientras que e
l reclutamiento personal precisa de la psicologa, que no es una coleccin de receta
s de cocina. Se puede, sin embargo, imaginar un nivel cero de reclutamiento efec
tuado a travs de anuncios como el que inicia este captulo.
El nivel 1 de reclutamiento sera el examen de los candidatos mediante unos tes
ts psicolgicos de estabilidad y un control de sus conocimientos tcnicos. Verdad es
que en un arca los fontaneros sern ms tiles que los egiptlogos. Pero,
por el contrario, un egiptlogo tiene ms probabilidades de ver un anuncio en una re
vista de vanguardia y de interesarse por l que un fontanero.
El nivel 1 consistira, pues, en un examen tcnico de los ttulos y las capacidade
s y en una aplicacin de los tests de estabilidad psicolgica.
Estos tests no valen gran cosa, pero son, sin embargo, mejor que nada, y se ap
lican con cierto xito a los candidatos que desean formar parte de un servicio sec
reto.
Tales tests eliminaran la mayor parte de los candidatos. Se explicara entonces a
los eliminados que se trataba de un experimento de Sociologa y es poco probable
que hablaran de ello: experimentos sociolgicos mucho ms dementes son efectuados a
diario. Los candidatos triunfantes pasaran al nivel 2, que seran esta vez tests de g
rupo practicados a una decena de sujetos al mismo tiempo.
La psicologa de grupos es casi inexistente, menos an que la psicologa individua
l, si ello es posible.
No obstante, ha permitido ya experimentos curiosos. Abandonando un grupo a s
mismo en una casa aislada en la que hay situados micrfonos y cmaras tomavistas se
puede comprobar si un grupo es estable. Lo es si surge un jefe, que puede tomar
la direccin de los acontecimientos. En caso contrario, pronto ocurren las trifulc
as. Es posible estabilizar un grupo cambiando algunos de sus miembros, dos o tre
s sobre doce. Por lo tanto, probablemente es posible estructurar los ochocientos
a mil candidatos a un arca en grupos estables con un mnimo de eliminacin. Despus d
e esto sera posible pasar al tercer y ltimo estadio: la entrevista individual en l
a que se revelaran al candidato los objetivos de la operacin y en la que se conseg
uira un acuerdo para participar en el arca o una promesa formal de silencio.
El resto es tcnica absolutamente elemental: el candidato que hubiera dado su
conformidad sera provisto de un receptor de T.S.H. especial accionado nicamente en caso de alerta roja y de una suma d
e dinero que bastara para cubrir los gastos necesarios de su desplazamiento hast
a el arca. Los costos del examen de grupo de los candidatos en el mundo entero s
eran evidentemente importantes, pero despreciables con relacin a los gastos de pri
mera instalacin del arca misma.
Cules podran ser las motivaciones de los dirigentes de semejante arca?
Exceptuemos aquellos que son agentes directos del Protector y que evidenteme
nte tienen los ms elevados motivos morales.
Pero y los dems?
Se comprendera que quisieran salvarse a s mismos, pero cuesta ms comprender que
quieran salvar a otros a su costa.
Mis contactos con el grupo que construye un arca en Suiza me han dejado una
impresin muy desfavorable. Quiz me equivoque, pero me han hecho pensar en un nuevo
feudalismo que desea reservarse unos servidores de modo que no tengan que reali
zar ningn trabajo manual despus de la catstrofe.
En su arca, pens, habr desde el primer momento clases tan bien definidas como
en las peores sociedades fascistas: los Amos y los otros. Quisiera equivocarme.
Los autores de ciencia-ficcin han estudiado mucho la evolucin de sociedades de
este gnero totalmente aisladas, especialmente Robert Heinlein en Universo y Bria
n Aldiss en Crucero sin escalas.
Por regla general, se imaginan que la colonia olvida la existencia del unive
rso exterior y se forma una religin nueva. Aldiss se imagina de una forma muy esp
iritual al freudismo convirtindose en una religin, y dominando incluso la vid^ cot
idiana. La gente se saluda en estos trminos:
Pueda vuestro ego ser agrandado.
A lo que contestan:
A vuestra costa.
Es evidentemente divertido, pero podemos imaginar muchas otras cosas y espec
ialmente una revolucin de las clases si se forman clases.
Verdad es que habr que educar a los habitantes del arca mostrndoles, por ejemp
lo, manuales militares sobre las armas radiactivas o el armamento biolgico, de mo
do que comprendan que la superficie del Globo puede haberse vuelto peligrosa aun
cuando el anlisis del aire proporcione una composicin normal.
Entre las motivaciones de los promotores del arca debe de haber ciertamente
motivaciones polticas. Tienen que estar aquellos que no pueden soportar la idea d
e vivir en un mundo socialista y que preferiran refugiarse a dos mil pies bajo ti
erra.
Me parece en el caso de Chile, por el contrario, a travs de los anuncios que
he ledo y de las cartas que he recibido, percibir una motivacin parecida a la de l
as colonias utpicas y tambin al xodo de los mormones. Una necesidad de pureza, un d
que iran desde el Asia central hasta la Amrica del Sur, no por ello deja de ser ci
erto que en unos tneles descubiertos recientemente en la Repblica del Ecuador no s
e ha divisado todava su final.
El recuento de esas cavernas tiene como objetivo oficial la fabricacin de ref
ugios y la creacin de centros de pruebas subterrneos de bombas atmicas. Francia, en
particular, ante
la tempestad de indignacin levantada por las pruebas atmicas en el Pacfico contemp
la la creacin de un centro semejante. Las pruebas atmicas subterrneas pueden pasar
inadvertidas si son desencadenadas en el momento en que comienza un temblor de t
ierra. La onda producida no puede ser entonces diferenciada de la del terremoto.
Pero adems de esos dos objetivos oficiales, la creacin de arcas por grupos pri
vados puede ser uno de los fines del recuento de cavernas. Como ya lo he indicad
o, la exploracin del campo gravitatorio de la Tierra por medio de satlites permite
descubrir cavernas. Pero ni los americanos ni los rusos publican sus resultados
.
El folklore y la tradicin indican un gran nmero de cavernas y tneles y la mayor
parte de las veces estas indicaciones estn basadas en hechos reales. En particul
ar, el folklore de los indios de Amrica del Norte que pretenden haber venido todo
s en su origen de un vasto dominio subterrneo, seala con precisin las entradas de l
os dominios subterrneos.
Estas entradas se sitan especialmente en Virginia y en Carolina del Norte.
El gran inters que recientemente han demostrado algunos grupos de origen mal
definido por esos dominios es quizs un signo de construccin de arcas, como puede s
er tambin el signo de actividades secretas del Gobierno americano.
Algunas de las entradas supuestas en Virginia se hallan en terrenos adquirid
os recientemente para la construccin de fbricas, pero no se ve en ellos el menor r
astro de tales fbricas.
Los terrenos en cuestin estn rodeados de alambradas electrificadas. Es probabl
e que el Gobierno americano sepa a qu atenerse, pero no responde a las preguntas
planteadas sobre el particular en la Cmara de Representantes.
Los anuncios siguen apareciendo y en el movimiento hippy
hay un vasto mito referente a un dominio subterrneo al que se podr acudir cuando o
curra la gran catstrofe o cuando la contaminacin lo invada todo. Pelculas, artculos
e incluso poemas underground estn dedicados a esos lugares. Por supuesto, los psico
analistas lo han explicado por el deseo del feto a regresar al seno de la madre.
Aparte de que no conozco declaraciones de fetos en este sentido, quisiera ha
cer notar que los psicoanalistas anteriores a la guerra mundial explicaban los c
ohetes como smbolos flicos y declaraban que nunca se podra ir a la Luna con ellos.
Pienso que ese mito hippy es la consecuencia de un reclutamiento con destino a l
as arcas.
Este reclutamiento conducira, por otra parte, a almacenar en un arca cantidad
es suficientes de marihuana y LSD si el arca estuviera llena de hippies...
La contruccin de arcas se me aparece como un hecho indiscutible.
Opino que esta construccin no llevar a ninguna parte por la sencilla razn de qu
e no habr ninguna catstrofe. Pero es posible que los trabajos realizados para cons
truir un arca lleven al descubrimiento de huellas profundamente enterradas de ci
vilizaciones desaparecidas... desaparecidas porque ellas no construyeron arcas.
Tres veces por semana me hacen la misma pregunta: De dnde saca usted sus infor
maciones?
Algunos de mis crticos, por otra parte, no me hacen esta pregunta, sino que s
e limitan a afirmar que invento las informaciones y todos sus detalles. Esto sup
ondra por mi parte la ms grande imaginacin creadora que haya existido nunca.
Nada de esto.
He hablado ya, al comienzo de este libro, de mis fuentes de informacin. Piens
o ahora que el lector podra sentirse interesado, a modo de conclusin, por un breve
estudio de tales fuentes.
H. G. Wells escribi en El hombre invisible:
En esos libros polvorientos que l estudiante slo consulta la vspera del examen,
hay maravillas, milagros!
Tena razn. Los libros cientficos, las revistas cientficas, estn llenos de maravil
roducido:
El objetivo de esta obra es plantear ms preguntas que las que resuelve.
Si el lector tiene la suerte de conocer el ruso tendr acceso fcilmente, no slo
a las obras de todos los grandes sabios en su traduccin rusa, sino a la revista m
ensual Priroda (La Naturaleza), publicada por la Academia de Ciencias de la U.R.S.
S., que es, al mismo tiempo, extremadamente rigurosa y extremadamente imaginativ
a.
En Francia no hay nada anlogo porque la vulgarizacin cientfica es un monopolio
poltico.
Hasta ahora he hablado de revistas que se dirigen al gran pblico.
Las revistas dirigidas a los otros sabios, y que publican descubrimientos, n
o son menos interesantes. Especialmente los informes de la Academia de Ciencias
que proporcionan ampliamente motivos para reflexionar y soar. Por desgracia, hay
que leer muchos fascculos para encontrar en ellos un artculo interesante.
Esto es lo que ocurre con la mayor parte de las revistas rigurosamente cientf
icas. Su lectura para el aficionado a los misterios (a los que, por otra parte,
no estn especialmente destinadas) es como la pesca con caa. Sera interesante que al
guien sealara sistemticamente en las revistas de ciencia pura los artculos inslitos
o curiosos, pero en el estado actual de la investigacin cientfica en Francia, esto
podra provocar serios conflictos a sus autores. Por ello no dar la referencia exa
cta de la comunicacin existente en las actas de la Academia de Ciencias, en las q
ue el autor describe cmo cra ratas telpatas...
Siendo las matemticas el lenguaje de las ciencias, hay un cierto nmero de comu
nicaciones cientficas sumamente extraordinarias que slo son comprensibles si se la
s conoce.
Esto es particularmente lo que ocurre con los trabajos sobre las superficies
que tienen varios niveles de estructura y con los mapas que exigen ms de cuatro
colores.
Y esto es tambin lo que sucede con los viajes en el tiempo. En estos ltimos ti
empos, fsicos y matemticos eminentes Van admitido la posibilidad de viajar en el pa
sado, cosa que, hace slo cinco aos, negaban enrgicamente.
Para todas las ideas evocadas en este libro se pueden encontrar referencias
cientficas, y un lector con otra formacin que la ma encontrara en sus lecturas cientf
icas la sustancia
de otro libro o de otros diez libros.
La investigacin de lo extrao por medio de la ciencia debe sobre todo basarse e
n las ciencias duras: matemticas, fsica, qumica, ciencias biolgicas.
De una manera general, las ciencias siguen la ley del desarrollo de Augusto
Comte:
matemticas,
fsica,
qumica,
ciencias biolgicas,
psicologa,
sociologa.
Actualmente, el espritu cientfico, despus de haber conquistado la fsica, est exte
ndindose a la qumica, que va dejando de ser una coleccin de recetas para convertirs
e en una ciencia.
Las ciencias biolgicas, por el contrario, casi no son ciencias. El espritu cie
ntfico apenas ha penetrado en ellas y estn todas llenas de mitos, como el de la ev
olucin. Tienen, pues, poco contacto con la realidad, y por ello poca repercusin en
los campos que constituyen el objeto de este libro.
En cuanto a las llamadas ciencias humanas, psicologa y sociologa, no son de ningn
modo ciencias, ni siquiera una coleccin de habilidades. Como dijo en otra ocasin
Bertrand Russell: Son ruidos sin significacin.
A esto, las llamadas ciencias humanas, que, mucho ms que la astrologa o la bru
jera, son ejemplos de falsas ciencias, aaden un vocabulario que nada tiene que ver
con la realidad. As ocurre que llaman inconsciente al aspecto de nuestra personali
dad que no duerme nunca, que percibe sin utilizar los sentidos y que no muere nu
nca.