Wellness">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Papelucho

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

Ciencia de los Alimentos NYD 103

Escuela de Nutrición y Dietética


Facultad de Ciencias de la Salud.

Educación Alimentaria y
Nutricional

Nombre Docente: Gisella González


Nombre Integrantes: Nathalia Pulgar.
Miguel Fariña.
Nicole Lizama.
Fecha de entrega: 28 de marzo del 2018.
I
ntroducción
La alimentación es un aspecto fundamental de la vida humana, pues ayuda a
cumplir con las necesidades de crecimiento, obtención de energía y buena salud
gran parte de nuestro bienestar, como seres humanos, se basa en una buena
nutrición. La Educación Alimentaria Nutricional es un proceso dinámico de
cambio, donde las familias y su comunidad adquieren, reafirman sus
conocimientos, actitudes, habilidades y prácticas. Además, consigue despertar una
conciencia más responsable y racional en los procesos de producción, selección,
adquisición, conservación, preparación y consumo de los alimentos, de acuerdo a
sus pautas culturales, necesidades individuales y la disponibilidad de recursos en
cada lugar.

Hoy en día vivimos en una sociedad donde los porcentajes de enfermedades son
cada vez mayores y la alimentación no es del todo correcta. Una de las
principales causas bajo nuestro punto de vista, es la falta de información sobre
alimentación, nutrición y dietética, además de la existencia de variada publicidad
engañosa que nos encontramos día a día. Nunca antes se ha debatido y
hablado tanto sobre la influencia de una alimentación sana sobre la salud como en
nuestros tiempos. Por lo anterior, y aprovechando este crecimiento del interés por
la educación alimentaria y nutricional, es que queremos entregar como futuros
profesionales de la nutrición, en este presente informe, las herramientas
necesarias y los conocimientos adecuados, abarcando todos los ámbitos,
escolares, familiares, asociaciones, etc. Las cuales permitan concientizar a la
sociedad sobre los hábitos errados en su alimentación, erradicando pensamientos
que lleven a las personas a creer que alimentarse bien es costoso o difícil.
Importancia de la nutrición
La educación nutricional ha tenido una importante influencia en los hábitos
alimentarios, pero no siempre ha sido positiva. Felizmente, ya pasó el momento en
que los nutricionistas promovían costosos alimentos ricos en proteínas a personas
que no los podían comprar. Desgraciadamente, la tendencia de escoger alimentos
o nutrientes sea para promoverlos o para prohibirlos, no ha desaparecido, como
tampoco la tendencia a tratar de enseñar mediante el temor y quitando el placer
de comer. Sin embargo, el cambio siempre surge en forma lenta y los antiguos
hábitos difícilmente terminan; las personas a que aprendieron estas antiguas
lecciones son aún responsables de alimentarse a sí mismas y a sus familias, y
pueden encontrar que es problemático cambiar de nuevo.
Algo estamos haciendo mal
Vivimos en una sociedad en la que los porcentajes de obesidad son cada vez
mayores, se practica menos ejercicio físico y la alimentación no es del
todo correcta y uno de los principales problemas bajo nuestro punto de vista, es la
falta de información sobre alimentación, nutrición y deporte que existe, además de
la existencia de publicidad engañosa que nos encontramos día a día. Llegados a
este punto, la educación alimentaria y nutricional juega un papel fundamental
en nuestra sociedad; es la encargada de cambiar los malos hábitos de vida de la
población a un estilo de vida saludable, y nosotros (los dietistas nutricionistas)
somos los encargados de difundirlo.

Para intentar disminuir este ascenso de la obesidad en la población, gran parte de


nuestros objetivos deberán centrarse en los niños. Ellos son la nueva generación
encargada de adquirir esos hábitos saludables porque, para ser sinceros, es muy
difícil cambiar el estilo de vida de una persona adulta o anciana (aunque no
imposible). Pero los niños, junto a su entorno familiar, escolar y círculos de
amigos, son los encargados de crear una nueva generación que priorice el
ejercicio diario y la alimentación saludable, antes que los malos estilos de
vida actuales.
¿Cuál sería la manera de actuar?

A nivel individual, los nutricionistas estamos en la obligación de fomentar


ese estilo de vida saludable del que tanto hablamos. No se trata sólo de comentar
en consulta el tiempo que debemos hacer ejercicio a la semana, o de los
alimentos que debemos consumir en menor o mayor cantidad; se trata de
movilizar diferentes actividades o campañas (a nivel regional o poblacional) para
concienciar al mayor número de personas del problema de obesidad que presenta
la población.

En el caso de los niños, se pueden plantear actividades divertidas o formar


escuelas-talleres en los que se introduzcan nuevos alimentos en su día a día para
que los conozcan. Los niños son bastante competitivos entre ellos mismos, y esto
es una ventaja para los educadores, ya que, por ejemplo, se pueden hacer
actividades en las que haya un ganador y obtengan “medallas saludables”, trofeos
de frutas, etc. Nuestra imaginación no debe tener límites a la hora de jugar y
aprender con los niños.

En el caso de los adultos, también se pueden crear talleres de nutrición, en los


que se explique la correcta alimentación de la familia, cómo hacer platos más
apetecibles para los pequeños de la casa, etc. También se pueden crear cursos o
talleres de cocina para sacar el máximo provecho a todos los alimentos. La
educación alimentaria y nutricional es bastante efectiva en todos los colectivos.
Conclusión
Para finalizar, la mayoría de las situaciones sea cual sea el escenario, la
educación puede marcar diferencias en la lucha contra la nutrición deficiente, y en
muchas de ellas se trata del factor fundamental. Por ejemplo, son muy pocas las
madres que no pueden incorporar en la alimentación de sus bebés pequeñas
mejoras que protejan su salud y los ayuden a crecer y desarrollarse. El suministro
de desayunos a los niños que asisten a la escuela y de refrigerios más sanos a los
adolescentes no queda fuera del alcance de la mayoría de las familias. Estos
cambios no suponen grandes dispendios de dinero ni de esfuerzo, pero deben
incorporarse en la vida de las personas y en los sistemas de salud, enseñanza y
agricultura como mentalidad práctica y no como una serie de proyectos o
experimentos limitados o buenos consejos sin plasmación concreta.

Además, el concepto de seguridad alimentaria fue evolucionando con el tiempo


volviéndose multisectorial y está compuesto por tres dimensiones disponibilidad,
accesibilidad y utilización.

La educación alimentaria a través de consejerías nutricionales y sesiones


demostrativas conforman estrategias de intervención nutricional que colaboran en
mejorar la seguridad alimentaria en nuestra sociedad. Por lo tanto, es nuestro
deber crear la ejecución de dichos programas de educación lo antes posible, para
poner atajo en el más breve plazo a los graves problemas de salud que genera
una mala y desinformada alimentación.
Bibliografía
www.nutritionlearning.net.
www.nutritionlearning.net.
http://www.fao.org/ag/humannutrition/nutritioneducation/es/

También podría gustarte