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El Rol Del Docente Facilitador para Propiciar El Aprendizaje Experiencial en Enseñanza Superior

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EL ROL DEL DOCENTE FACILITADOR PARA PROPICIAR EL APRENDIZAJE

EXPERIENCIAL EN ENSEÑANZA SUPERIOR

Paola Andrea Dellepiane


Universidad Argentina de la Empresa
pdellepiane@uade.edu.ar / padellepiane@gmail.com

Resumen

Las tendencias y la difusión de las TIC han diversificado las formas de producir, transmitir y
gestionar el conocimiento, impactando en los procesos educativos, multiplicando los espacios y
dispositivos de formación.
El uso de las TIC también ha instalado un cambio de paradigma pedagógico en la enseñanza
superior. Actualmente, gracias a las redes y comunidades de aprendizaje, se están ampliando las
dimensiones del proceso participativo en entornos digitales. Sin embargo, en la universidad, objeto
de análisis de este trabajo, se ha detectado que existe una resistencia a la modificación de
metodologías de enseñanza sustentadas en entornos y recursos digitales.

En este trabajo, se propone que un profesor con experiencia en la utilización de tecnologías en el


aula, comparta el espacio del aula y asista a otro docente que se inicia en la práctica. Este docente
ya ha recibido capacitación sobre una determinada herramienta pero en esta oportunidad será
asistido por un colega o facilitador con mayor experiencia en las aplicaciones. De esta manera, a
través del aprendizaje experiencial, llegará a adquirir conceptos abstractos y generalizaciones que
serán hipótesis a poner a prueba en futuras prácticas en el aula sustentadas con TIC.

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Introducción

Tal como nos plantea Manuel Área (2000), el reto de las universidades es que innoven no sólo en
tecnología, sino también sus concepciones y prácticas pedagógicas, lo que conlleva a una
modificación del modelo de enseñanza.
Abordar dicho modelo significará reformular la función del docente, cambiando las formas
organizativas del tiempo y el espacio, hacia un modelo más flexible.
En cuanto a las formas de integración y uso de Internet, en la docencia universitaria pueden oscilar
entre la elaboración de pequeñas experiencias que parten de iniciativas de docentes, hasta la
creación y puesta en funcionamiento de un sistema institucional de formación sustentado en TIC.

Ante este escenario surge la siguiente pregunta:


¿Qué tipo de apropiación como docentes hacemos en nuestras prácticas educativas?

Sin dudas, estas prácticas se ven impactadas por el desarrollo de nuevas tecnologías que influyen
tanto en la vida personal como profesional de docentes y alumnos.
Nos encontramos en un momento histórico en que el profesor tiene que establecer una nueva
manera de relacionarse con los estudiantes, y donde la tecnología debe ser simplemente “una parte”
de su tarea. Estar hoy conectados está relacionado con qué se hace en Internet y no tanto con el
equipamiento tecnológico.

Partiendo de la premisa que formar y capacitar no solo es poner tecnologías en las aulas,
consideramos entonces que es necesaria una formación en los docentes no solo “de TIC” sino “a
través de TIC”, utilizando las tecnologías que ya existen y se encuentran culturalmente integradas,
tal sería el caso de celulares, teléfonos inteligentes, tabletas multimedia, netbook. Acciones de este
tipo contribuirían a reducir la brecha digital asociada al acceso desde los factores enunciados.

La Universidad donde me desempeño es una institución privada que posee PCs, proyectores y
conexión a Internet en todas las aulas. Por otra parte, cuenta con laboratorios equipados con última
tecnología. Sin embargo, ante este escenario, existen experiencias de escasa utilización de algunas

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herramientas y recursos tecnológicos en las actividades de enseñanza y aprendizaje. 1 Se utilizan
presentaciones en PowerPoint, videos, simulaciones, pero sin un aprovechamiento de todas las
posibilidades existentes.
La institución cuenta con un área de capacitación que gestiona cursos de formación académica,
tanto en lo pedagógico como disciplinar, y posee también un gabinete tecnopedagógico destinado a
asesoramiento en la aplicación y utilización de recursos tecnológicos y digitales en las clases. Dadas
las condiciones mencionadas y el contexto tecnológico existente ¿por qué el profesor no aprovecha
los recursos tecnológicos para mejorar sus estrategias de enseñanza?

Las TIC en educación superior: repercusiones en la tarea del profesor

El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación han irrumpido en el mundo


contemporáneo provocando un cambio de paradigma en la enseñanza superior, modificando
sustancialmente los hábitos de estudio. Internet es un medio de información y comunicación
complejo; características tales como su hipertextualidad propician determinados modos de
organización y obtención de la información y comunicación.
La incorporación de dichas tecnologías en las prácticas educativas, instala en la actualidad una
nueva agenda para el debate donde los temas centrales parecen ser el acceso y la credibilidad, el
conocimiento en entornos y comunidades virtuales, y el desafío de la hiperlectura y la calidad de la
información.

Es importante fomentar el uso de las tecnologías para que los docentes no solo adquieran
competencias y desarrollen habilidades tecnológicas, sino también sociales. Nuevas formas de
relacionarse, de comunicarse y de interactuar, han posibilitado el surgimiento de entornos de
aprendizaje social. Luego, la colaboración a través de entornos virtuales y comunidades de práctica
favorecen el trabajo colaborativo entre alumnos y docentes. (García Aretio, 2007)

¿Por qué la escuela no va más allá de la alfabetización instrumental?


Por más que se piense que el acceso a Internet es un medio importante para la información y la
comunicación, existen muchos obstáculos que inhiben a los usuarios potenciales, tales como
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En el año 2010 se dictó un curso de capacitación en simulación y juegos serios a 20 profesores y ninguno de ellos lo
está implementando

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problemas de contenido que atemorizan, frustran o desalientan a las personas antes de haber
explorado el sistema lo suficiente como para encontrar lo que les interesa: las TIC no sólo
constituyen un conjunto de herramientas, sino un entorno, un ciberespacio en el cual se producen
interacciones humanas y se plasman las relaciones que son posibles gracias a la tecnología de
Internet.

El rol del profesor en la universidad del siglo XXI

Los profesores requieren destrezas de uso de las TIC, pero principalmente de gestión de entornos y
comunidades virtuales, de orientación y guía de los alumnos, etc.
Ya no son del todo válidas las estrategias desplegadas en las situaciones convencionales de
enseñanza. El profesor deja de ser fuente de todo conocimiento y pasa a actuar de guía de sus
alumnos para facilitarles el uso de recursos y herramientas que necesitan para explorar y elaborar
nuevo conocimiento y destrezas, pasa a actuar como gestor de recursos de aprendizaje y a acentuar
su papel de orientador.

Siguiendo a Salinas (2002), es necesario que los profesores tengan formación para:
 Acompañar y guiar a los alumnos en el uso de las bases de información y conocimiento así
como proporcionar acceso a los mismos para usar sus propios recursos.
 Potenciar que los alumnos se vuelvan activos en el proceso de aprendizaje autodirigido,
explotando las posibilidades comunicativas de las redes como sistemas de acceso a recursos
de aprendizaje.
 Asesorar y gestionar el ambiente de aprendizaje en el que los alumnos están utilizando estos
recursos.
 Ser capaces de guiar a los alumnos en el desarrollo de experiencias colaborativas,
monitorizar el progreso del estudiante; proporcionar feedback de apoyo al trabajo del
estudiante; y ofrecer oportunidades reales para la difusión de su trabajo.
 Lograr un acceso fluido al trabajo del estudiante en consistencia con la filosofía de las
estrategias de aprendizaje empleadas y con el nuevo alumno-usuario de la formación
descrito.

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¿Cuáles son las destrezas en el uso de las TIC que el docente tiene que desarrollar?

Podemos categorizarlas en tres niveles:


 A nivel de usuario de las tecnologías (que sean usuarios aventajados de las tecnologías de la
información).
 A nivel docente (que actúen de guía y facilitador del aprendizaje del alumno y que gestionen
ambientes de aprendizaje virtuales).
 A nivel profesional, de relaciones con los colegas además de explotar destrezas de gestión
de entornos virtuales.

Según Gisbert y otros (1998) la actitud del docente está fuertemente condicionada por la
infraestructura de comunicaciones de que disponga; por el espacio disponible en su institución
habitual de trabajo que permita la fácil integración de la tecnología; por su preparación para el uso
de esta tecnología, y por la disponibilidad del docente para una formación permanente con objeto de
no perder la carrera tecnológica.

El profesor tiene la responsabilidad del proceso global de enseñanza-aprendizaje, se desarrolle éste


en ambientes convencionales o en otros más flexibles apoyados fuertemente en las TIC donde se
promueva el aprendizaje colaborativo, teniendo este proceso fuertes implicaciones en la preparación
y en el rol que el profesor debe desempeñar.
En las modalidades de aprendizaje centradas en los procesos comunicativos y en aprendizaje
colaborativo, el modelo se centra en el alumno más que en el profesor, en tanto el conocimiento es
concebido como un constructo social, facilitado por la interacción, la evaluación y la cooperación
entre iguales. Por consiguiente, el rol del profesor, como se ha descrito, cambia de la transmisión
del conocimiento hacia la de facilitador en la construcción de su propio conocimiento por parte de
los alumnos.

Hay diversos autores que se han ocupado de las funciones que tendría que desarrollar el profesor en
los ambientes de aprendizaje colaborativo que explotan las posibilidades de la comunicación
mediada por ordenador. Autores como Pérez i Garcías, (citado en Salinas, 2004) los categoriza en
cuatro áreas:

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Pedagógica: entre los principales roles del instructor/moderador/guía/tutor giran sobre sus deberes
el de facilitador educacional, aportando su especial conocimiento y perspicacia. Utiliza cuestiones y
pruebas para las respuestas de los alumnos que centran las discusiones en conceptos, principios y
destrezas críticos. Modelando apropiadamente conductas online el profesor puede preparar a
estudiantes, solos o en grupo, para la experiencia de moderar ellos mismos la conferencia.

Social: es esencial para el éxito de la enseñanza online un entorno social y amigable en el que se
promueva el aprendizaje. Se necesita promover las relaciones humanas, afirmando y reconociendo
las aportaciones de los estudiantes; proporcionando oportunidades para que los estudiantes
desarrollen un sentido de cohesión del grupo y otras formas de ayudar a los miembros a trabajar
juntos en causas mutuas.

Organizacional o administrativa: se trata de gestionar la agenda y el ritmo. Meta-comentarios


pueden utilizarse para resolver problemas en el contexto, normas o agenda, claridad, irrelevancia o
ayuda a los participantes con la sobre información.

Técnica: el profesor se ha de sentir primero él mismo confortable y hábil con la tecnología y


entonces tienen que asegurar que los participantes están cómodos con el sistema y el software que
se está usando. Se trata además de lograr que la tecnología sea transparente.

Para el desarrollo de esta propuesta, no centraremos en la aplicación de las TIC considerando un


enfoque constructivista en la organización de un entorno de aprendizaje para construir o expresar
conocimiento, colaborar o resolver problemas.

Planteo del problema

El impacto de las redes y comunidades de práctica en la formación y la educación, supone uno de


los mayores cambios que hayan tenido las instituciones educativas, hasta incluso podría compararse
con la repercusión que tuvo la imprenta en la generalización de conocimiento.

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El aprendizaje colaborativo requiere de un nuevo perfil de docente, en tanto la mayoría de nuestros
conocimientos sobre cómo enseñar provienen de entornos tradicionales que no resultan suficientes
en estos nuevos espacios.
Lo expuesto sugiere que deben considerarse las tecnologías en educación no como un sistema de
transmisión, mediante el cual los docentes proveen información a los alumnos, sino como un
sistema potencial de colaboración donde pueden desarrollarse actividades de enseñanza y
aprendizaje.

Dentro de las principales dificultades del acceso a las nuevas tecnologías por parte del docente
detectadas en la institución educativa que es objeto de estudio, se encuentran:
 Formación y capacitación de los docentes para la utilización de herramientas tecnológicas y
comunidades de práctica. La mayoría de los profesores no están interesados y las
capacitaciones que se ofrecen no dejan de tener estrategias didácticas tradicionales, es decir,
existe una fuerte presencia expositiva en las propuestas de capacitación.
 Resistencia a la modificación de metodologías de enseñanza a través de recursos digitales.
Baja motivación, fruto del desconocimiento de los efectos de la adopción de las mismas en
la tarea diaria ¿Cuál es la recompensa? ¿Más aprendizaje en el alumno o un alumno más
entretenido?

¿Será un problema de motivación?

Tomando la teoría de Maslow (1991) sobre la Jerarquía de las necesidades humanas, a medida que
se satisfacen las necesidades básicas, las personas desarrollan deseos más elevados. Esta teoría
caracteriza a los seres humanos como “insaciables” pues, al satisfacer una necesidad surge una
motivación para satisfacer una de orden superior. Las necesidades humanas quedan clasificadas en
una pirámide de cinco niveles: los cuatro primeros pueden ser agrupados como necesidades de
déficit o carencia, y se refieren a necesidades fisiológicas, de seguridad, de amor o sentido de
pertenencia y estima (incluye la autoestima y el reconocimiento de los demás). El nivel superior es
el considerado más importante y está vinculado con la auto-realización.
La idea central de esta jerarquización es que las necesidades más altas ocupan la atención de las
personas sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de

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crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas
regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía.

Llevando esta teoría a la situación práctica que nos ocupa, se puede detectar que el uso de nuevas
tecnologías en el aula no le aporta al profesor un diferencial que le permita llegar a la
autorrealización, aunque sí pueda lograr estima por parte de los alumnos, que se sienten
identificados con una clase dinámica y actualizada, siempre que al profesor le interesa la estima de
sus alumnos.

Cuando nos referimos a motivación también es posible analizar si el profesor está dispuesto a
acercarse al alumno avanzando en lo que lo distancia, es decir, actualizándose en tecnologías con
las que no está familiarizado ¿Percibe el docente la brecha? ¿Será que no está motivado para reducir
la brecha porque considera que no existe?

Douglas Mc Gregor (Chiavenato, 2006) desarrolló la “teoría X e Y” acerca de los supuestos de las
personas. La “teoría X” considera que las personas no priorizan el trabajo, carecen de ambiciones,
no tienen creatividad, necesitan ser controladas y solo consiguen motivarse para satisfacer las
necesidades fisiológicas y de seguridad. En contraposición, para la teoría Y, las personas de una
organización pueden trabajar con creatividad y controlarse a sí mismos.
Entonces, ¿qué supuestos tiene el profesor de su alumnado?

Libros de actualidad tratan el tema de las diferencias generacionales y cómo las mismas se
enfrentan en las organizaciones. Consideran a la generación Y, los nacidos entre los años 1982 y
1992, como jóvenes que están culminando sus estudios universitarios e ingresando al mundo laboral
y los describen como audaces, con conocimientos amplios en tecnología, abiertos a los cambios y
leales a las personas, no a las organizaciones. Estos jóvenes son educados en ambientes
tecnologizados, siendo el acercamiento al conocimiento rápido y entretenido, de manera de
maximizar la relación tiempo de estudio-resultados obtenidos.
Sin embargo, considerando la experiencia obtenida en los cursos con estos alumnos, resulta que
tienen facilidad para todas aquellas actividades vinculadas a lo tecnológico, tales como:
comunicación entre pares, redes sociales, juegos interactivos y utilitarios simples como el Word del
paquete de Office, pero estas competencias no necesariamente los hacen aptos para trabajar cuando

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las actividades involucran, por ejemplo, planillas de cálculo, correcta expresión escrita,
razonamientos lógicos, disciplina, respeto por sus pares y autoridades.
Otro punto a considerar es ¿qué ocurre cuando el profesor propone una actividad nueva con
tecnología no conocida? Por ejemplo, ante la propuesta de intercambiar información con alumnos
de otros cursos en realidad virtual la respuesta fue de desconcierto frente a una aplicación
tecnológica que desconocían. Luego, los alumnos también se resisten frente a avances tecnológicos
con los que no están familiarizados y son propuestos por el docente.

¿Cuál es la Propuesta?

Como propuesta se sugiere implementar la figura de un docente facilitador con el propósito de


generar aprendizaje experiencial.
Un facilitador, con la tarea de estar presente en el aula desde el inicio de la clase y durante la misma
compartiendo la dinámica y ayudando al docente en las dudas que fueran surgiendo.
Siguiendo las definiciones de Kolb (1997), un aprendizaje experiencial que nos lleva de la
observación y reflexión, a formar conceptos abstractos y generalizaciones que se convierten en
hipótesis que se ponen a prueba en la acción futura en un ciclo continuo.
Esta forma de aprender implica acción y comprobación de hipótesis para construir el conocimiento.
Se puede también incluir en un trabajo colaborativo en donde los roles en el equipo y la discusión
que se pueda generar produce enriquecimiento de los participantes.

Esta propuesta se diferenciaría de la capacitación tradicional ya que no sólo consiste en tener el


conocimiento de la herramienta, sino que se trata de un proceso de inducción, un proceso de
afianzamiento de la experiencia pero con un guía que sirva de apoyo.

¿Cuáles serían algunas tareas de un facilitador?


En una capacitación tradicional, se puede explicar, por ejemplo, en qué consiste una simulación de
Cuadro de Mando Integral, y hasta mostrar cómo se usa, como así también las dificultades que
pueden encontrar los alumnos o la dinámica que se le puede dar a la clase, sin embargo, los
docentes podrían no dar la clase con esta herramienta, por la dificultad en la accesibilidad.

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En la propuesta entonces se considera que el facilitador tiene que estar presente en la clase para
responder a las consultas y dudas que son difíciles de resolver para un profesor que se inicia en la
utilización de estas tecnologías: muchas hipótesis acerca del funcionamiento de un software de
simulación exceden a la información que se encuentra en el manual del mismo. Existen manuales de
preguntas frecuentes pero solo la experimentación de múltiples alternativas le ofrece al docente el
conocimiento genuino de las consecuencias de decisiones que involucran varias variables.

En el caso de competencias de simulaciones de negocios en Internet, no solo estamos preparando a


nuestros alumnos para decidir en incertidumbre sino que también, al enfrentarse a alumnos de otros
centros de estudios se pueden identificar modelos mentales y hasta la manipulación en las
decisiones. Esto implica un entrenamiento más profundo ya que nos ponemos a prueba frente a
extraños.

A partir de los antiguos círculos de calidad organizados por los japoneses, es posible considerar
distintas etapas al modelo propuesto:
 Etapa de capacitación: el facilitador explica y practica con la herramienta en varios
encuentros. Sería importante que trabajen en una clase como si fueran alumnos, aunque
suele resultar difícil ya que los docentes tienen miedo de responder o demostrar que algún
tema no lo manejan. Se tendría que generar una dinámica de juego de roles, donde simulen
ser alumnos y planteen qué dudas puede haber. Esto haría más dinámico el encuentro.
 Etapa de asistencia: en las clases el facilitador asiste a los profesores, ayuda en la
accesibilidad, en las respuestas a dudas. Acompaña en cursos numerosos porque frente a una
actividad que se inicia aparecen dudas de distinto tipo por lo que la experiencia del
facilitador mejoraría el clima de incertidumbre y frustración que se genera frente a una
nueva herramienta. En esta etapa podría plantearse como alternativa que la capacitación en
una nueva tecnología la realice el profesor que quiere incorporar el conocimiento como
visitante en otros cursos, pero nuestra propuesta está dirigida a la capacitación en una nueva
herramienta y abarcando los docentes de una cátedra para producir cambios incrementales
por disciplina y que puedan ser medibles y controlables.
 Independencia en la clase: el profesor comienza a trabajar solo con la herramienta en un
período que podríamos establecer previamente. Recomendable de tres a cuatro clases.

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 Reunión de intercambio: se intercambian experiencias entre los docentes y se plantean los
problemas que se presentaron y las soluciones se comparten, es decir, un trabajo
colaborativo. De esta manera, el facilitador también estaría aprendiendo de las experiencias
de los docentes que aplicaron la herramienta.

Con esta propuesta se apunta a generar motivación viendo la dinámica que adopta la clase con las
nuevas tecnologías. El clima que se genera cuando se hace competir a los alumnos o se los hace
descubrir conocimiento de tipo experiencial es muy motivador. Retomando los principios de la
teoría de Maslow, el docente se encontraría en una etapa de autoestima y de autorrealización.
Desde la teoría X e Y de Mc Gregor, los profesores que consideran al alumno de tipo X
comenzarían a descubrir que el alumno puede construir su propio conocimiento, experimentando
con la herramienta y hasta descubrir que le dedican más tiempo que en la clase tradicional.
Considerando las bases de la generación Y, una actividad en el aula con la aplicación de una nueva
tecnología que puede ser conocida o no, potencia las habilidades del alumno. Es decir, conoce
algunas herramientas pero si les enseñamos otras, las aplica con más rapidez, llegando a ser
seguramente más compatibles con las competencias necesarias en su carrera.

Con respecto a la credibilidad y a la calidad de la información en entornos virtuales es importante


destacar que ocurre lo mismo que en el aula tradicional. Ante una pregunta simple que se puede
responder con una cita de un libro, la respuesta surge de la memorización del texto. Recordando a
Perkins (2003) existe el síndrome del conocimiento frágil, considerándolo como una enfermedad de
conocimiento en distintos aspectos: conocimiento olvidado, inerte, ingenuo y ritual y la deficiencia
del pensamiento pobre. En las actividades que involucran la aplicación de nuevas tecnologías se
produce una acción por lo que se evita enfermedades del conocimiento.
Una forma de motivar al docente es demostrarle como se produce aprendizaje experiencial y se
evita el conocimiento olvidado, inerte o pensamiento pobre.

Conclusiones
A modo de conclusión, consideramos que se debería incentivar la investigación docente realizando
relevamientos impulsados desde las instituciones educativas con el objetivo de tener información de
primera fuente, cuantitativa acerca de aprendizajes pero que no signifiquen un sistema de control
docente.

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Esta propuesta para ser instrumentada implica que un docente con experiencia en nuevas
tecnologías se ocupe de capacitar y acompañar a otros docentes compartiendo su experiencia. Se
podría organizar por cátedras o materias, con asignación de horas de clases y horas de facilitador
compartiendo otras clases.
Identificando facilitadores en varias cátedras e instrumentando esta capacitación se debería llegar
producir efectos positivos en un año, logrando una primera formalización o institucionalización de
la colaboración entre pares que muchas veces ocurre informalmente.

Referencias bibliográficas

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Perkins, David. (2003). La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de
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Pedagogía. Medellín (Colombia): Universidad de Antioquia, Facultad de Educación, 2002,
Vol. XIV, No. 33, (mayo-agosto), pp. 91-105.
Salinas, J. (2004). La integración de las TIC en las instituciones de educación superior como 
proyectos de innovación educativa. Artículo presentado al I Congreso de Educación 
mediada con Tecnologías. La Innovación Pedagógica con el uso de las Tecnologías de la 
Información y Comunicación.

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