David Musto Perspectiva Histórica
David Musto Perspectiva Histórica
David Musto Perspectiva Histórica
Período Grecolatino
La Edad Media no supuso avances médicos para los locos. La principal influencias sobre
las actitudes hacia el enfermo mental provenía de la religión.
El contexto ético en el que se tomaban las decisiones era la tradición religiosa local.
Las personas con comportamientos y creencias extrañas rara vez eran consideradas
pacientes y no existía un consenso amplio acerca de lo que se consideraba tratamiento
humanitario.
Fue un período de mayor creación de hospitales pero ello no implicó una mejora
significativa en la asistencia de los enfermos mentales. La visión religiosa tradicional de la
enfermedad mental fue controlada progresivamente por los avances en anatomía y
fisiología que sugerían cambios orgánicos en su origen. La corrección de lesiones
específicas justificaba las terapias más potentes y destructivas. Los terapeutas
consideraban que los procedimientos violentos eran necesarios. Como las sangrías,
purgas, medicamentos potentes, golpes, etc.
Siglo XIX
Siglo XX
Los derechos humanos son todos aquellos bienes inherentes, inderogables e inalienables
de la persona humana, los cuales se manifiestan como facultades que tienen su cimiento
en la intimidad intrínseca humana bus ejercicio reviste un carácter histórico social. Estos
bienes no son una creación del estado, si no se han de ser reconocidos o positivados por
el ordenamiento jurídico.
Para el derecho a la persona es un sujeto jurídico, es el centro y fin del quehacer estatal,
como sujeto capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones.
La persona posee una dimensión ontológica que hace referencia a las características de
la persona que le confieren un valor único y supremo, tal valor se manifiesta en la
dignidad humana. La dimensión jurídica consiste en su aptitud para protagonizar la vida
jurídica. Por lo tanto la persona es titular de derechos y sujeto de obligaciones.
-inviolabilidad de la persona, que prohíbe imponer sacrificios a una persona sólo en razón
de que ello beneficie a otros.
Los derechos humanos son todas aquellas prerrogativas o bienes inherentes, indivisibles,
inderogables, e inalienables de la persona:
Inderogables: no pueden ser despojados, dejados sin vigencia, abolidos o anulados por el
orden jurídico.
Universales: son extensibles a todos y cada uno de los miembros del género humano sin
distinción alguna de los rasgos individuales que puedan caracterizar a un individuo.
De responsabilidad que es la aptitud esencial que tiene todo sujeto activo de derecho
para aceptar y entender las consecuencias de un acto realizado libre y conscientemente.
. Rehusamiento: es aquel día acción que manifiesta una objeción o negación a un deber u
obligación o que rechaza el ejercicio de un derecho.
Participación: son aquellos derechos que facultan al individuo para actuar y participar
activamente en las diferentes esferas del estado o su conformación.
Crédito: el titular del derecho puede exigir al estado o a particulares actuaciones positivas
para suplir una necesidad o la realización de un derecho.
Limitar los derechos humanos es fijar el ámbito y la extensión dentro de los cuales se
pueden ejercer dichos bienes fundamentales.
Los limites intrínsecos hacen referencia a los límites que poseen los derechos humanos
en el ámbito interno, los cuales a su vez pueden ser subjetivos (señalan la buena fe en el
ejercicio de los derechos humanos) y objetivos (demandan el ejercicio de los derechos
humanos sea racional y no abusivo).
Los límites extrínsecos son aquellos que se enmarcan en las limitaciones previstas en la
esfera exterior que poseen los derechos humanos cuando la persona ejerce estos bienes
fundamentales.
También se le suele llamar por extensión derechos de los pueblos, derechos del medio
ambiente o derecho al desarrollo sustentable. Esta generación es la más controvertida y
la que más debates o bien día genera. Se busca la cooperación y la participación de la
comunidad internacional para que hagan viable las condiciones adecuadas para su
puesta en práctica.
Son derechos que exigen a los estados una acción positiva, esto es la voluntad
económica y política del país y su compromiso de colaborar con esta misma línea con
otros estados, así como prestar atención a la voz de las organizaciones internacionales y
no gubernamentales, etcétera. Al ser derechos de cooperación, de solidaridad con otras
naciones y pueblos se van causando el diálogo Norte-Sur, lo cual ha generado una
conciencia internacional de respeto, protección y promoción de todo lo relacionado con el
patrimonio común de los pueblos, de su riqueza cultural y de su biodiversidad, como
legado para las futuras generaciones.
La realidad irrumpe con sus exigencias en la vida filosófica y le pide respuestas, es por
ello que la filosofía se vio obligada a dar, tras los llamados “giro lingüístico” y “pragmático”,
un “giro aplicado”, sobre todo en el ámbito de la filosofía práctica.
Tareas de la ética como filosofía moral: determinar en qué consiste lo moral, fundamentar
lo moral, intentar una aplicación de los principios éticos descubiertos a los distintos
ámbitos de la vida cotidiana.
Ética aplicada: es la aplicación a los distintos ámbitos de la vida cotidiana de los principios
descubiertos en el nivel de fundamentación, que es la que admitiría Apel para lo que él
llama la “parte B” de la ética. Según Apel en la ética podemos distinguir una parte A,
referida a la fundamentación de lo moral y una parte B, que se ocupa del marco de
principios necesarios para la aplicación a la vida cotidiana de los principios descubiertos
en la parte A. Siendo así que los principios descubiertos en el nivel de fundamentación
son los mismos, hay una unidad formal entre los distintos ámbitos de aplicación.
La ética aplicada no puede ser una moral más, no hay ninguna ética aceptada por todos,
y los distintos con ámbitos de aplicación presentan peculiaridades ineliniminables.
La ética se debe al diseño del marco de aplicación, no con la aplicación concreta, y con el
esclarecimiento del estatuto de ese marco que no puede ser, el del silogismo deductivo.
La ética del discurso se compone de una pragmática formal del lenguaje, una
antropología del conocimiento, una teoría de la acción comunicativa, una teoría de los
tipos de racionalidad, una teoría consensual de la verdad y de la corrección y una teoría
de la evolución social.
La ética tiene la misión fundamentadota de lo moral. Para Habermas la misión de la ética
es la de esclarecer el significado del término “correcto” cuando se aplica una norma,
mientras que Apel considera dos partes en la ética. La parte A de la ética se orienta por la
idea de fundamentación mientras que la parte B se orienta por la de responsabilidad.
1. Moral del carácter: Si la moral puede entenderse como la formación del carácter
individual que lleva a los sujetos a enfrentar la vida con estado de ánimo determinado: a
tener la moral alta o bien a estar desmoralizado ante los retos vitales. Por lo cual lo moral,
resulta indispensable para un individuo tener algún proyecto vital de autorrealización e ir
ganando la confianza suficiente en sí mismo como para intentar llevarlo a cabo. Rawls
sitúa la autoestima entre lo que denomina los bienes primarios, para poder llevar adelante
cualquier proyecto.
3. Moral del deber: Moral como cumplimiento de deberes hacia lo que es fin en sí mismo.
3.1. Conflictos entre lo justo y lo placentero: Kant descubrió que la vida moral no consiste
en buscar el propio bienestar a costa de lo que sea, sino en poner el mundo humano a
servicios de los hombres, ya que son fines en sí mismos, y precisamente porque este es
el sentido de la vida moral, en el terreno ético se ha ido produciendo un desplazamiento
es entender las exigencias morales como absolutas, como en condicionadas, en el
sentido tan tirano descrito, hasta interpretarlas como deberes prima facie.
Son deberes prima facie aquellos que han de ser cumplidos siempre que no entren en
colisión con otros que, en el caso concreto, pueden tener mayor fuerza exigitiva,
precisamente porque defienden mejor a los hombres.
Las éticas de máximos tratan de dar razón del fenómeno moral en toda su complejidad y
por eso entienden la moral como el diseño que una forma de vida del visitante. Se trata
del tipo de éticas entienden lo moral desde un inmenso imperativo hipotético que diría si
quieres ser feliz, entonces debes. Por lo tanto son éticas conciliatorias, éticas que invitan
o dan consejos desde la experiencia vivida en primera persona o desde la experiencia
heredadas de quienes merecen confianza.
1) Las éticas de máximos tratan de razón del fenómeno moral en toda su complejidad y
por eso entienden la moral como el diseño de una forma de vida felicitante. Estas éticas
son éticas conciliatorias que invitan o dan consejos desde la experiencia vivida en primera
persona o desde la experiencia heredada de quienes merecen confianza.
Morales formales serían las que hacen una invitación universalizable para ser feliz. Se
debería incluir una ética filosófica como el utilitarismo y la moral como la cristiana.
El utilitarismo es una ética de móviles explica la existencia de la moral por la tendencia de
todos los seres vivos a la felicidad, entendida como placer, y propone como criterio para
medir la corrección de cursos alternativos de acción en masa a placer para el menor
número obtenido por cada uno de ellos. Una de sus dificultades sería señalar su carácter
de ética de máximos que como filosofía moral no has apelación alguna a la trascendencia.
El cristianismo se interesa por ser moral, será también una moral de máximos
expresamente remitida al Dios revelado por Jesucristo y que tiene como mensaje el amor
de Dios y al prójimo. Pero será una moral formal porque el amor es una actitud y un
cristianismo no saben más que cualquier otro modo de encarnarlo. El cristianismo si
quiere ser una moral será una moral de máximos.
Las morales de máximos individuales se refieren a la felicidad de los hombres concretos,
no sólo son conciliatorias sino únicas e irrepetibles. Porque la felicidad se identifica con la
gratificación que proporciona experimentar el propio proyecto vital se va abriendo paso y
que el horizonte encierra también una promesa de viabilidad.
La moral se ocupa de lo que debe ser y desde ese deber se critica lo que sucede.
Desde esta perspectiva es un hecho en las sociedades pluralistas se ha llegado a una
conciencia moral compartida de valores como la libertad, la tendencia al igualdad y la
solidaridad, que se concretan en la defensa de unos derechos humanos, no sólo políticos
y civiles (derechos de la primera generación), sino también económicos, sociales y
culturales (derechos de segunda generación) y en derechos ecológicos y en el derecho a
la paz, que componen la tercera generación. Si la libertad es el valor guía de la primera
generación, la igualdad lo es de la segunda y la solidaridad de la tercera. Precisamente
porque estos valores son los que dan sentido compartido a la existencia de las
mencionadas instituciones, pueden ser esta criticada por cualquier ciudadano que
considere que no lo encarnan debidamente. Su cumplimiento y respeto llevan aparejada
la práctica de las virtudes propias de un ethos dialógico, que parte de reconocer en cada
hombre es de carácter personal por el que tiene derecho a defender sus intereses y a ser
atendido en unas condiciones es obligado aproximar material y culturalmente a la
simetría. Se precisa un reconocimiento básico del otro como persona, el interés en
conocer sus necesidades, intereses y razones, la propia disposición a razonar, el
compromiso con la mejora material y cultural que haga posible el al máximo la simetría, la
disposición a optar por los intereses generalizables.
Los valores y derechos de nuestra mínima moral cívica son perfectamente defendibles por
creyentes, cuya fe, bien entendida ha ayudado y ayuda a configurarlos. Pero no debe
esperarse de ellos fraternidad o salvación, porque la moral cívica no pretende sino dar un
sentido compartido la vida y decisiones sociales y evitar el totalitarismo intolerante de los
incapaces de pluralismo. Hay dos corrientes capaces de dar razón de una moral cívica
dotada de las características que señalamos: el liberalismo político y la ética del discurso.
Ambas tienen precedente ético a la ética formalista, deontológica, universalista y mínima
de Kant, por lo cual se las denomina éticas kantianas. Las diferencias existentes entre
ellas proceden sobre todo del método filosófico empleado y del tipo de fundamento al que
digan.
En el caso de Kant el método empleado es el trascendental, que tiene sus dificultades en
el campo práctico porque el método de deducción trascendental empleado por tiene por
referente el conocimiento científico de experiencia y no una experiencia no empírica. El
punto de llegada es la autonomía de cada ser racional. Son capaces de darse sus propias
leyes, hecho por el cual tienen un valor en sí, es decir, un valor absoluto del sentido moral
y no se les puede utilizar como medios con vistas a fines egoístas porque son en sí
mismos fines.
El método empleado por Rawls es el equilibrio reflexivo que parte del hecho de que ya
existe en los países democráticos occidentales un consenso solapadamente entre
distintas posiciones, creyentes y no creyentes, posiciones que comparten determinados
valores. La tarea del filósofo consistirá entonces en ayudarnos a comprender mejor lo que
ya compartimos y propone con tal fin rastrear en nuestra tradición es cual o cuales darán
mejor razón de ello, para pasar después a configurar conceptualmente con su ayuda un
modelo que pueda devolverse a la sociedad para llevar a cabo la tarea social práctica de
reforzar sus convicciones morales.
Ética para psicólogos. Introducción a la Psicoética
Omar Franca-Tarragó
b) Declarativa: fórmula cuáles son los valores fundamentales sobre los que está
basada una determinada ética profesional
e) discriminativa: diferencia los actos de los ilícitos; los que están de acuerdo con la
ética profesional y los que no lo están
Aunque los códigos de ética son un instrumento educativo de la conciencia ética del
profesional, poseen limitaciones:
-pueden inducir a pensar que la responsabilidad moral del profesional se reduce a cumplir
sólo lo que explícitamente está prescripto o prohibido en esos códigos.
-Pueden ser disarmónicos, es decir, dar importancia a ciertos principios morales como el
de beneficencia pero dejar de lado otros como el de autonomía o de justicia, o las reglas
de veracidad y fidelidad.
La ética, voz precedente del griego ethikos, que significa disposición, encuentra su nicho
filosófico dentro del discurso de la filosofía moral, el estudio de la conducta en relación a
la corrección o incorrección de una acción y a la bondad o maldad de sus motivos o fines.
Los filósofos morales explican cómo se alcanzan los juicios de valor y abordan el
problema de cómo poner a prueba las proposiciones éticas. Examinan conceptos como
bueno, malo, correcto, incorrecto, deber, tener que, justicia, obligación, responsabilidad y
muchos otros términos de carácter valorativo. Una premisa básica, es que cuando los
sujetos pueden elegir entre varios cursos de acción y sus actividades no están totalmente
condicionadas, emerge inmediatamente la cuestión relativa a cómo se ha tomado la
decisión y a si la opción elegida es correcta o incorrecta.
El filósofo puede ofrecer una teoría para enfrentarse a estos problemas (éste es el nivel
más general de la ética).
Teoría de la Justicia de Rawls (finales del siglo XX): su tesis central consiste en que
la moralidad se constituye sobre la base de los principios elegidos por la persona
racional (que es la persona que actúa en beneficio de sus propios intereses) con el
condicionamiento crucial de que realiza sus juicios tras un velo de ignorancia –el
sujeto ignora la posición que ocuparía en una sociedad en la que operasen sus
principios-. De esta manera, al elegir los principios desde esta posición velada, se
evita cualquier interés egoísta en la elección.
Consentimiento informado
Algunas cosas el paciente debe saber acerca de la terapia y de su psicoterapeuta: la
capacitación. Informaciones sobre el proceso psicoterapéutico. Como parte de mi ética
profesional se reconozco usted: tiene el derecho a decidir si quiere recibir o no
psicoterapia de mi parte. De dar por finalizada la terapia en cualquier momento sin
ninguna obligación moral, legal o económica. A hacer cualquier pregunta acerca de la
manera que tengo de proceder durante la terapia. De evitar el uso de ciertas técnicas
terapéuticas. A oponerse al registro electrónico de los datos. A revisar los datos objetivos
que se refieren a usted y que tengo en mis ficheros. A la confidencialidad. A saber cuáles
son las excepciones a mi deber de confidencialidad.
Otros aspectos prácticos. Puede hacer preguntas. Acuerdo mutuo para el inicio de la
psicoterapia.
Evaluación de la competencia
Son competentes en esta categoría: adultos con mayoría de edad legal, enfermos
reflexivos y autocríticos, poseedores de un mecanismo maduro de comprensión.
Procedimiento de decisión:
. Toma de decisión: cada uno de los cursos de acción posibles deberá ser sometido a los
diferentes pasos o momentos del análisis.
. Metodología dialógica: sin una metodología de este tipo es imposible tomar decisiones
moralmente legítimas, porque la interdisciplinariedad y la democracia son elementos
irrenunciables para la bioética.
. Actitud aplicación del procedimiento: hay dos actitudes distintas ante los problemas
morales y ante cualquier otro tipo de problemas. Hay individuos que se sitúan ante el
problema con actitud de búsqueda, de investigación, sin importarles la conclusión a la que
puedan llegar. Su preocupación se centra en las razones, los argumentos, etc. Hay otros
individuos que ante un problema, sobre todo si es moral, se adhieren a una solución
inmediatamente, toma partido por una postura y buscan hacia atrás las razones que
avalen esa solución, esa postura. Lo que les importa estar razones para una solución en
concreto. Ante cualquier problema y sobre todo ante los problemas morales se debe optar
por la primera postura. Una postura de búsqueda, de investigación, sin conclusiones
prefijadas, abiertos a los mejores argumentos y dispuestos a cambiar la solución, sin
miedo a de decirlo. Es una postura suele ser fruto de la inseguridad, de la escasez de
conocimiento y del miedo razonar por uno mismo, defendiendo soluciones diseñadas
desde otras instancias considera superior.
El respeto por la autonomía exige que se reconozca el derecho del sujeto moral: a tener
sus propios puntos de vista, a hacer sus propias acciones, y a obrar en conformidad con
sus valores y creencias personales.
La obligación de respetar la autonomía ajena exige acciones y actitudes, por ello, los
profesionales de la salud están obligados a revelar información necesaria a sus pacientes
acerca de su diagnóstico y de las opciones terapéuticas disponibles, para que el paciente
comprenda de qué se trata y que pueda decidir con conocimiento de causa. Éstas son las
exigencias del consentimiento informado.
El principio de respeto por la autonomía se puede formular como aquél exige que se
otorgue un trato respetuoso a las personas en la comunicación de informaciones, así
como que se favorezcan sus decisiones autónomas.
Cuando las personas tienen autonomía disminuida se pueden justificar las intervenciones
de índole paternalista.
Valoración crítica: Estos cuatro principios son demasiado generales e insuficientes por sí
solo para guiarnos en las decisiones, es por esto que existen especificación y
ponderación.
La especificación es el proceso por el cual reducimos la indeterminación de las normas
abstractas y las dotamos de contenidos aptos para guiar acciones concretas, es un
proceso de refinamiento para desarrollar el significado y alcance de los principios morales
generales en coherencia con los valores morales aceptados por el sujeto y por su
comunidad.
El criterio para decidir cuál es el valor o norma preponderante en una situación concreta
es de índole consecuencialista: el sujeto moral de optar por la alternativa que maximizan
bien en la situación.
A pesar de estas condiciones y del requisito de coherencia moral al que están sujetas
todas las decisiones morales, algunas veces ser imposible determinar cuál es el principio
o norma preponderante.
Hay una semejanza entre razonamiento clínico y el ético, dado que en ambos casos se
trata de razonamientos prácticos, exigen el ejercicio de la prudencia aristotélica. El
elemento clave en el diagnóstico es el reconocimiento de las taxonomías (es la ciencia de
los principios de clasificación y su aplicación a las ciencias particulares) aprendidas
anteriormente, a través de lecturas o el contacto con casos paradigmáticos (ejemplo o
ejemplar). Mediante un razonamiento analógico procede por comparación.
Cuando no se ve con claridad cuál sería la solución moral para una solución problemática
se recurre a casos análogos de resolución moral ya se conoce y se acepta (casos
paradigmáticos). Pero: la solución no puede ser simplemente transferirse de un caso al
otro, porque son análogos pero no unívocos. El método casuístico no ni al valor de los
principios morales, sino que procura aplicar los principios a la nueva situación con
discernimiento, tomando en serio las circunstancias concretas del caso nuevo y
devaluación ponderada de las posibles soluciones.
Tópicos: los tópicos comunes son los pasos que hay que seguir para definir
cualquier caso, los tópicos especiales son los que hay que tener en cuenta para
analizar los casos que pertenecen a una disciplina en particular.
Para Jonsen la casuística no es una alternativa a los principios. Los principios son como
la armazón estructural del edificio ético, pero los principios sin la casuística carecen de la
sustancia concreta de la vida moral.
Valoración crítica: Beauchamp y Childress señalan en su crítica del modelo casuístico en
bioética, los casuistas parecen sugerir que los casos hablan por sí mismo, pero los casos
tienen que ser clasificados e interpretados y en eso juegan un papel crucial en las teorías,
los principios y las normas morales. Son precisamente estas normas generales las que
nos permiten elaborar taxonomía para el análisis moral. Además, así como en conflictos
entre los principios generales, también puede haber conflictos entre las analogías que un
caso puede evocar casos análogos que sugieran soluciones conflictivas entre sí.
Las éticas de la virtud son e ideológicas. Las virtudes son rasgos de carácter y capacitan
al sujeto moral para alcanzar el fin propio de la actividad particular está realizando. En una
sociedad pluralista como la nuestra es imposible desarrollar una teoría robusta de las
virtudes porque falta el acuerdo acerca del telos de la vida humana, de cual sea la vida
buena para el hombre. Diversas comunidades morales proponen fines incompatibles entre
sí.
Las éticas de la virtud florecen en una comunidad moral que pueda aglutinarse en torno a
un consenso teleológico, y puede alcanzar un consenso con respecto al bien o fin que la
define. Para los autores la medicina es una comunidad moral. Esto se debe a la
naturaleza de la enfermedad; la índole comunitaria de los conocimientos médicos; el
juramento profesional.
La virtud es un trabajo de carácter que dispone habitualmente a la persona que lo posee a
la excelencia, tanto en intención como en la ejecución, en relación con el telos propio de
una actividad humana. Las virtudes médicas son fidelidad a la promesa, benevolencia,
abnegación, humildad intelectual, justicia y prudencia.
Valoración crítica: los autores admiten que las virtudes por sí solas no bastan para la
elaboración de una teoría ética suficientemente abarcadora, se deben incluir además los
conceptos de deber y principio así como anclar la relación entre esos.
El autor propone elaborar una bioética mínima para permitir la colaboración de los
ciudadanos en empresas comunes en el seno del estado moderno. Se trata de una
sociedad pluralista, sin una visión compartida de la vida buena.
Existen cuatro caminos para resolver los conflictos y desacuerdos entre las personas: la
fuerza; la conversión de una parte al punto de vista de la otra; la sólida argumentación
racional; el acuerdo. Pero cuando no existe una visión compartida la única fuente
autoridad moral es el acuerdo o consenso democrático. Esta concepción de la bioética
exige un mínimo de suposiciones morales previas. Los dos principios fundamentales de la
tal moral son:
El principio del permiso: implica el respeto mutuo y la prohibición de usar al otro sin su
consentimiento, este es el principio cardinal de la vida moral. Sin permiso o
consentimiento de autoridad moral. Las acciones que lesionan este principio son acciones
vituperables y colocan a la gente fuera de la comunidad de los seres morales en general.
El uso de la fuerza, defensa o castigo es moralmente lícito.
Frente al principio beneficencia, el del permiso goza de una prioridad conceptual, porque
el principio del permiso se pueda aplicar sin necesidad de recurrir al de beneficencia pero
no a la inversa.
El autor plantea una filosofía política alternativa que permite afirmar el pluralismo a la vez
que sostiene que es necesario invocar las visiones de la vida buena para justificar las
leyes y las políticas de acción en la sociedad. El líder político de la democracia
deliberativa, en la que los individuos autónomos participan activamente en la vida de una
pluralidad de comunidades. En ellas, los ciudadanos interpretan y crean los valores
comunitarios y especifican como éstos van a configurar la vida en común. Cada uno de
los miembros se compromete con la comunidad y no sólo con su propia prosperidad.
La bioética debe desarrollar una metodología feminista, de tal manera que contribuya a la
articulación de políticas públicas que reduzcan la opresión de las mujeres en el mundo de
la biomedicina. Esta metodología consiste en el diálogo práctico feminista, en lugar de
comenzar con la articulación de principios o normas morales generales, parte de
oportunidades para que los participantes hablen acerca de sus propias experiencias
morales.
Este autor presenta una versión distinta de la tradición filosófica: el utilitarismo basado en
el principio de igual consideración de intereses. Extiende la protección de las exigencias
morales a todos los seres sensibles.
Sostienen que una persona y una vida moral cuando está convencida de que sus
acciones son correctas y puede justificar racionalmente sus opciones morales. La
justificación debe ser aceptable desde una perspectiva universal.
El autor propone el principio igual consideración de intereses que exige que otorguemos
el mismo peso en nuestras consideraciones morales a los intereses iguales de todos los
afectados por nuestras decisiones.
El pragmatismo clínico
El sistema moral es la moralidad común, que incluso en los juicios morales ponderados
que la generalidad de las personas sostiene con partes. La teoría moral describí justifica
el sistema moral. Lo que existe primero es el sistema moral.
Valoración crítica: La teoría de la moralidad común nació como una crítica al
principalísimo. La crítica básica es la ausencia de una teoría que unifique y de coherencia
los principios.
Le ética no es verdad. La ética es arbitraria en cuanto sus principios lógicos aunque esto
no significa que sea arbitraria desde el punto de vista humano. La ética no se basa en
principios que se puedan establecer como verdaderos indiscutibles. Por lo tanto, la ética
es siempre una opción radicalmente individual.
Una de las críticas señala la carencia de un sistema de referencia previo, así como la
ausencia de jerarquía de los principios. En la propuesta de Beauchamp y Childress los
principios pueden ser justificados las diferentes posturas, por lo tanto no es relevante su
fundamentación. Gracia niega que deontología y teleología sean justificaciones
metaéticas, si no que son momentos necesarios de la racionalidad moral, el momento del
esbozo y el de la experiencia. Niega que los cuatros principios sean posibles sin un
sistema de referencia previo que los fundamente y dota de sentido. Para este autor, los
principios son similares a máximas o principios subjetivos de la acción de Kant, pues
definen móviles de la voluntad compatible con el sistema de referencia o canon moral.
Afirma, con Brota y contra Beauchamp y Childress que “deben llamarse deontológicos
todos aquellos sistemas morales que defienden la posibilidad de afirmar la existencia de
principios morales absolutos de contenido material y carácter deontológico, y teológicos
los que afirman que los principios absolutos son formales y canónicos, y que los
materiales y deontológicos no pueden tener más que valor relativo.”
Para el autor los deberes se van gestando históricamente, los principios deben ser
siempre complementados con la evaluación de las consecuencias y circunstancias. Son
dos momentos intrínsecos de todo razonamiento moral. El principialismo es compatible
con el análisis contextual. En el razonamiento moral hay un momento principialista y un
momento contextualista, narrativista o hermenéutico.
Conflicto
Se habla de conflicto moral cuando el agente moral se encuentra ante una encrucijada
moral, es decir tiene que elegir entre dos o más alternativas, pero ninguna de ellas está
libre de problemas éticos. El dilema moral en cambio planteados alternativas o soluciones
posibles, percibiendo argumentos morales a favor y en contra de cada una de ellas,
quedando en una situación de perplejidad moral, lo cual dificulta la toma de decisiones
con buena conciencia.
Gracia ha sido crítico con la mentalidad que él llama dilemática en bioética, pues ha
venido a usarse como sinónimo de conflicto moral. Esta manera de hablar resulta
problemática porque induce a pensar que ante cualquier conflicto moral existen solamente
dos soluciones posibles, opuestas incompatibles entre sí.
Las teorías éticas no garantizan que ser siempre posible resolver de modo satisfactorio
todo los conflictos morales, en la vida moral, a veces no existe la absoluta certeza sino
más bien decisiones prudentes. Por eso puede existir el desacuerdo moral. En el
desacuerdo a diferencia del conflicto los sujetos morales no están en un estado de
perplejidad, si no se sienten seguros de la justeza o del acierto de sus propios
argumentos para apoyar sus respectivas posiciones, no pudiendo considerar los a
ninguno de ellos es una persona inmoral o ha querido emitir un fallo.
Para fundamentar la bioética
Teorías y paradigmas teóricos en la bioética contemporánea
Jorge José Ferrer / Juan Carlos Álvarez
Capitulo Primero: Ética, Moral y Bioética
I- Clarificación terminológica
1. Ética
Proviene del griego éthos (éthos páthos).
Pathos: refiere a todo lo recibido pasivamente.
Ethos: refiere al esfuerzo activo y dinámico de la persona.
La autonomía humana esculpe en los materiales recibidos del páthos la propia identidad
personal. Con el éthos entramos en el ámbito de la libertad y por ende en el ámbito de lo
biográfico y de lo estrictamente moral.
Éthos en griego tiene dos grafías diferentes:
I- Escrita con eta significaba morada, lugar de residencia, luego llegó a significar
país. Por último, significaba carácter o talante que es la disposición fundamental
de una persona ante la vida. La palabra carácter en castellano tiene dos
sentidos:
a- Psicológico: el carácter es el conjunto de cualidades psíquicas y afectivas que
intervienen en la conducta de una persona y la distinguen de las demás, es la
personalidad, concepto que refiere al temperamento y estructuras fundamentales
de la configuración psicológica de la personalidad.
b- Moral: es la disposición de una persona frente a la vida, su modo de ser estable
desde el punto de vista de los hábitos morales (disposiciones, actitudes, virtudes y
vicios) que la marcan y le confieren el talante que la distingue. El carácter moral, a
diferencia del temperamento, que posiblemente sea innato, no es fruto del páthos.
Es la configuración estable que una persona ha elegido para su vida. Se refiere a la
clase de persona que hemos elegido ser. La vida moral tiene que ver con la
formación del carácter, es decir, con la configuración de la propia personalidad.
II- Escrita con épsilon se puede traducir por hábito o costumbre. Se refiere a los
actos concretos y particulares a través de los cuales la persona realiza su
proyecto de vida. Esto interesa a la ética porque el carácter moral se va
formando a través de las opciones particulares que hacemos en nuestra vida
cotidiana.
2. Moral
Moral viene del latín mos que puede significar tanto costumbre como carácter o género de
vida. De mores (plural de mos) se derivó el término moralis para traducir el griego éthika.
Ética y Moral, desde el punto de vista etimológico, ambas tienen idéntico contenido
semántico, por ello, muchos autores usan ambos términos indistintamente.
El término ética se reserva para la disciplina filosófica (o teleológica) que estudia
racionalmente la conducta humana, desde un punto de vista de los deberes y las virtudes
morales. La ética es saber racional, en cuanto reflexión crítica sobre el hecho de la vida
moral. En el saber ético se puede distinguir tres tipos o grados del mismo:
Mora: son los códigos normativos concretos, vigentes en las diversas comunidades
humanas. Se trata de la moral vivida aceptada por las personas y los grupos, sin que
haya sido necesariamente sometida a la mediación de la crítica racional sistemática, por
ejemplo, moral islámica, moral cristiana, etc.
Se debe distinguir entre la vida moral (moral vivida) y el saber moral (moral reflexionada).
La vida moral se da biográficamente en cada uno de los seres humanos. La biografía
moral de cada sujeto es el conjunto de acontecimientos que van dando forma a su núcleo
moral, al ethos del sujeto.
El saber moral es el reconocimiento fundamentado de la moralidad, que nosotros
llamamos ética.
Las seis características constitutivas del ser humano explican por qué el ser humano es
un ser animal que construye sistemas morales. La moralidad está arraigada en nuestra
estructura óptica como seres personales.
Están relacionados pero no son idénticos. Hay cuestiones morales que también suelen
ser cuestiones legales porque afectan la convivencia social y el orden público.
Historia de la discusión sobre la relación entre la moral y el derecho positivo.
Aristóteles (384-322 a.C.): la justicia tiene una parte natural (que debe tener la
misma fuerza en todas partes) y otra legal (que comprende las normas que tienen
fuerza vinculante en el pueblo o nación que las ha adoptado o promulgado).
El estoicismo (siglo IV a.C. al siglo I d.C.): la justicia natural se realiza cuando el ser
humano obra según las exigencias de la recta razón.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274): define a la ley como “un mandato establecido
por la razón, para el bien común y promulgado por el responsable de la
comunidad”.
La ley humana tiene que ajustarse a las exigencias de la ley moral natural. Es natural lo
que se ajusta a las exigencias de la razón y la ley no puede ir contra los requisitos de la
justicia natural. La ley injusta no sería verdadera ley.
Una vez promulgadas, las leyes justas y realizables obligan en conciencia a todos los
ciudadanos. Su cumplimiento es un deber moral.
Una ley es justa:
a) por razón de su fin, si se ordena al bien común.
b) Por razón de su autor, si la promulga la legítima autoridad y dentro de los límites de
su competencia.
c) Por razón de su forma, si es conforme a la justicia distributiva.
4.La tradición “iusnaturalista” secular: Locke hay una prioridad del orden moral sobre el
orden jurídico, de lo moral sobre lo legal. Hay circunstancias en las que la ley positiva debe
ser desobedecida, por ser contrarias a las exigencias del orden moral.
V. Moral y Religión
Ambas están emparentadas pues indican una experiencia del absoluto. La auténtica
experiencia religiosa permitirá siempre a la moralidad como su signo de verificación. Si
bien es posible una moral sin religión la mejor fundamentación de la moral se encuentran
experiencia religiosa.
La manifestación más evidente del giro ético es el auge de la ética aplicada, definida
como la parte de la ética que brinda una atención particular y directa a cuestiones y
controversias prácticas. Dada la índole de los modos conflictos es necesario superar el
enfoque estrictamente disciplinar de la ética filosófica con un tratamiento más adecuado a
la complejidad de los problemas que General exhibe cuatro rasgos distintivos: se da en un
continuun teórico-práctico, es interdisciplinario, tiene una orientación social y ostenta un
carácter ideológico que posibilita la práctica de consenso.
La ética aplicada es una parte del giro ético, dicho giro ha de convertirse en motor de un
nuevo proyecto de convivencia nuevo, de otras costumbres y hábitos de pensamiento y
de acción, de un lugar propio, un ethos en su sentido más antiguo demora de cobijo,
construido por los hombres para todos.
La bioética designa una vertiente de la ética aplicada que se propone el estudio de los
aspectos éticos relacionados con la vida.
El término bioética pretende centrar la reflexión ética en torno del fenómeno de la vida.
Las áreas de estudio y aplicación de la bioética tienen un carácter mural.
La caracterización de todas las formas de vida como intrínsecamente vulnerables se hace
patente en diversas investigaciones de la ecología y las ciencias ambientales, en
documentos internacionales y en proclamas de diversos movimientos ecologistas y
ambientalistas. Casi todos estos textos coinciden críticamente en idea de que la mayor
parte del pensamiento moderno sostiene una ética que afirma la autonomía del hombre,
las bondades del progreso técnico y tecnológico y carece de normativa para las acciones
humanas que se ejercen sobre la naturaleza. Como resultado de este proceso, la biosfera
posee dos problemas: la polución y la degradación de los ecosistemas y la destrucción del
hábitat de numerosas especies vivientes y la crisis de la biodiversidad.
La idea de vulnerabilidad aplicada al sujeto enfermo integra todos los aspectos del haz de
poder y de no poder enunciados por el autor.
Sontag escribió dos textos sobre la enfermedad, donde trata de desmontar la compleja
red de metáforas construidas en torno de la enfermedad, las cuales hacen del enfermo
uno. De este modo se desconoce la enfermedad como un aspecto constitutivo de la
condición humana y el reverso obligado de la salud.
nivel más superficial: información respecto a sí mismo que el individuo quiere dar a
conocer como parte de su imagen pública. El problema ético surge cuando los
datos relacionados con intimidad o privacidad una persona desea hacer público,
puede ser distorsionado por medio de la calumnia o la difamación afectando de esa
manera su buena fama u honra.
Excepciones al deber del secreto: el secreto merecido de las personas puedes llegar a
romperse por dos tipos de circunstancias diferentes:
Cuando las empresas de trabajo quieren obligar al profesional contratado a revelar los
problemas si como semanales que puedan tener los trabajadores de la empresa con el fin
de lograr el máximo de rendimiento y efectividad o con el fin de controlar los ascensos en
el escalafón de la empresa o institución.
Cuando los agentes del gobierno, la policía, los abogados de la parte contraria o las
compañías de seguros, quieren ejercer presión o aun coercitiva sobre la empresa un
profesional para que revele datos de sus clientes.
Cuando hay amenaza o perjuicios materiales contra la sociedad entera o contra individuos
particulares.
El individuo podría exigir al profesional o la empresa que los datos que le han sido
revelados se divulguen por motivos que interesan primariamente a la persona personal
profesional. Puede ser por motivos económicos o legales.
El derecho fundamental del individuo es a ser respetado como fin y no utilizado como
medio. Cada persona en la medida que es centro de decisiones tiene derecho a auto
disponer de sí en aquella esfera que le compete así. El respeto a la autonomía se
posibilita por la regla de veracidad y se instrumenta por el consentimiento.
Las dos características básicas que debe tener un consentimiento para ser considerado
válido son:
La persona debe ser competente: tiene que ver con la capacidad racional general
del individuo para comprender las informaciones recibidas y decidir en
consecuencia.
Voluntariedad: ser libre para tomar una decisión no sólo tiene que ver con estar sin
coerción exterior. Pueden haber problemas de inmadurez afectiva, miedos,
angustias, experiencias del año previo, etcétera. La presión psicológica que ejerce
el profesional en su posición de poder puede ser una causa más para que la
voluntad de la persona se ve afectada en su libertad.
La fórmula del juramento hipocrático introduce los tres elementos que componen una
verdadera promesa:
x) Formula el objetivo del juramento que es hacer todo lo posible por el bien de los
enfermos
z) establece que el médico está dispuesto a reparar los posibles daños que se
deriven de no cumplir la promesa que se jura solemnemente
Por promesa puede entenderse el compromiso común asume de realizar omitir algún acto
en relación con otra persona.
Por fidelidad o lealtad se puede entender al mismo tiempo una virtud y una norma. Nos
referimos a la fidelidad como la obligación que genera en una persona el haber prometido
una promesa o haber aceptado un acuerdo.
Desde un punto de vista utilitarista puede decirse que la fidelidad a las promesas es lo
que garantiza el mayor día en para él mayor número.
Desde una perspectiva deontológica, sede en la fidelidad a las promesas, el principio ético
básico y fundamental a partir del cual todos los demás principios morales se derivarán.
Hay dos tipos de promesas que por su misma característica generan obligaciones
distintas:
-promesa solemne: es la que cumple con las siguientes condiciones, en el momento de
proclamar la equidad se declara contraer el deber de recuperación en caso de no
cumplirla. Que hace solemnidad en la promesa es decir que se hagan presencia de
testigos o con la firma de un documento escrito. Quizá un juramento ratificado revela
promesa.
En el sentido de un acuerdo bilateral, hay que considerar el acuerdo que se entabla entre
el empresario y el cliente se recurre a sus servicios para satisfacer sus necesidades.
Responsabilidad e imputabilidad. Omar Franca
La responsabilidad como categoría ética debe reflexionar sobre las condiciones de
imputabilidad de nuestros actos o nuestras omisiones. Este concepto incluye los
siguientes aspectos:
aa)Se refiere a los sujetos imputables: sala de la responsabilidad de los padres, los
presidentes, de los ciudadanos, de las empresas y de los estados.
bb)Se refiere a las tareas imputables: la tarea que se asigna como imputables de
responsabilidad es específica, en sentido que sólo puede ser atribuida a
determinado tipo de individuos o de grupos divididos.
cc) Forma de valorar imputabilidad una tarea: la forma de llevar a cabo la tarea
imputable por el sujeto imputable, debe ser ella misma imputable de
responsabilidad. Debe ser libre y una tarea se ejerce de forma responsable,
imputables, cuando se ejecuta de forma razonada. La tarea imputable de
responsabilidad se ejerce en forma responsable cuando es prudente. Lo cual
significa que se eligen los medios proporcionados al fin que se quiere lograr.
Responsabilidad es sinónimo de imputabilidad o de conductas éticamente así de ser
evaluadas como correctas o incorrectas.
Sólo son imputables de responsabilidad por Comisión o por omisión de sujetos que tienen
el deber de saber las consecuencias de los medios utilizados para lograr justificables.
Culpa
Este término indica la infracción involuntaria de una norma en contraposición al delito que
su infracción proyectada y voluntaria.
La culpa moral es el acto de la voluntad libre que supone al orden racional. Cuando este
orden se funda en la esencia divina este acto deviene pecado. La culpa moral supone la
conciencia de la ley moral y y el contraste entre esta ley y el acto de la voluntad. La
libertad de la voluntad en la búsqueda del objeto opuesto a la ley moral. Razones de
carácter normal o de carácter patológico constituyen elementos atenuantes.
Cuando la acción es el objeto de la voluntad de modo directo o indirecto trae
consecuencias en cuanto imputabilidad de los aspectos previstos o previsibles. En caso
contrario, se habla del problema del doble efecto.
Culpa religiosa: se entiende como la trasgresión a una ley religiosa. Implica una
cosmovisión del mundo, por eso la culpa también implica una falta contra el hombre
mismo.
Ética de la virtud
La eudaimonía (felicidad)
La filosofía moral antigua tiene una concepción ideológica del mundo en donde todas las
cosas tienden hacia un telos o sin propio, en donde todas las cosas poseen su lugar
natural en el cosmos y en donde una fuerza metafísica y las impulsa a realizar su esencia.
Los griegos se interesaban por la eudaimonía (felicidad) al igual que Aristóteles. El que el
teleologismo aristotélico: el bien es aquello hace lo cual todas las cosas tienden. En ética
se trata de hallar el bien del hombre, esto es, el fin hacia el cual tiende el hombre. Lo que
se busca es la
Eudaimonía (felicidad) la cual es para Aristóteles un fin querido por sí mismo, un fin último
por el cual queremos todos los demás.
El argumento de Aristóteles que prueba que la vida contemplativa es la más propia del
hombre y por ende es equivalente a la eudaimonía:
El día se define como el fin y por lo tanto el bien supremo como el fin final
El mero vivir no es específicamente humano pues el vivir lo compartimos con las plantas y
los animales. La vía sensitiva tampoco es meramente humana pues los animales también
sienten. Es por lo tanto la vida conforman la razón lo que es más propio del hombre. La
función propia del hombre es una cierta vida en la que se ejerce la actividad del alma
racional; y el hombre bueno ara estudie infructuosamente. Y todo esto es una vida entera.
El hombre feliz y virtuoso no busca el placer como un fin final, pero su vida es placentera.
El obrar y vivir bien causan en el placer. El hombre feliz no tiene a la riqueza como meta
final de su vida, pero es preciso contar con ciertos bienes materiales sin la vida feliz ha de
llevarse a cabo.
La virtud ética
Todas las cosas incluidas las virtudes se cruzan o bien por defecto o bien por exceso. Las
virtudes morales es la disposición que nos permite manejarlos debidamente las acciones
con respecto a los placeres y dolores. Por lo cual la virtud moral tiene que ver con las
acciones y las pasiones y se refiere a los placeres y dolores pues hacemos el mal a causa
del placer y nos apartamos de todo lo bueno a causa del dolor. Las acciones morales
deben ser realizadas por el agente de acuerdo con cierta disposición. El agente debe
saber lo que hace, debe elegir las acciones virtuosas por ellas mismas y debe hacerlas
con firmeza, con cierto estado de ánimo.
La virtud moral es un modo de ser selectivo, un hábito. La virtud no es una pasión, exige
deliberación y selección. Nos disponen a ser una cosa u otra. Es un hábito, un modo de
ser. Una acción virtuosa realizada por casualidad no cuenta con una acción virtuosa.
Dado que el agente tiene que haber elegido, después de deliberación, la acción que
realiza. La virtud es un término medio, en todas las cosas puede haber exceso, defecto el
término medio. Ese hábito en qué consiste la virtud de estar determinado por la razón, lo
que significa que la virtud exige deliberación, un proceso de ponderación de diversos
cursos de acción que le otorga el estatus selectivo, racional y cognitivo a la virtud ética. El
hombre virtuoso es aquel que, habiendo contemplado diversas posibilidades de acción,
razonando correctamente elige la acción virtuosa por sí misma y por las razones
correctas.
En el alma humana hay dos partes, la irracional y la racional. Posee tres cosas que rigen
la acción y la verdad: la sensación, el intelecto y el deseo. La acción virtuosa exige la
articulación correcta de razonamiento y deseo. El deseo debe apuntar al fin correcto y la
deliberación debe proveer los medios más adecuados a ese fin el hombre prudente se
caracteriza por desear lo que es correcto.
El deseo postula un fin, que evaluará la parte deliberativa del alma, pero si el agente dice
algo incorrecto de manera sistemática, no podemos decir que las allì haya verdad
práctica. La verdad práctica exige un fin moralmente correcto y la determinación mediante
deliberación de los medios más adecuados a ese fin.
Deontologismo
ee)las máximas particulares que rigen a esas acciones. Esas reglas de acción pueden
ser de dos tipos hipotéticas o categóricas
La voluntad se legisla a sí misma. El hombre al ser autónomo brinda sus propias leyes.
Deontologismo contemporáneo
Los dos principios propuestos por Rawls: toda persona tiene derecho a libertades básicas
iguales compatible con libertades similares para todos. Las desigualdades sociales y
económicas deben respetar dos condiciones: deben estar ligadas a empleos abiertos para
todos, con igualdad de oportunidades y deben beneficiar a los menos favorecidos.
La justicia como equidad es una concepción liberal de la justicia, que no abarca todos los
aspectos de la vida de las personas, sino únicamente sus aspectos políticos.
Utilitarismo
Las interacciones comunicativas son aquellas en las cuales los participantes coordinan de
común acuerdo sus planes de acción, el consenso que se consigue en cada caso se mide
por el reconocimiento interés subjetivo de las pretensiones de validez.