El Estado de Los Altos
El Estado de Los Altos
El Estado de Los Altos
ESCUELA DE HISTORIA
REA DE ARQUEOLOGA
TESIS
Presentada por;
ARQUELOGA
En el grado acadmico de
LICENCIADA
ESCUELA DE HISTORIA
AUTORIDADES UNIVERSITARIAS
CONSEJO DIRECTIVO
ASESORA DE TESIS
Comit de Tesis
A TI por permitirme la vida, dejarme viva cada maana y por estar siempre a mi lado.
A mis Abuelitas y Abuelito, por permitirme conocer la historia a travs de sus vivencias.
A Nora Lpez, por aceptar ser mi gua en esta aventura de la arqueologa quetzalteca.
A mis lectores: Jos Crasborn, por ser mi padrino en la arqueologa y acompaarme desde
el inicio hasta hoy; a Anait Galeotti, por sus valiosos consejos y entusiasmo en cada una
de sus palabras para la presente tesis.
A Byron Hernndez, por apoyarme en todo momento, por su cario y paciencia; adems
de ser mi amigo y compaero de campo.
A Zoilita Caldern, Paulo Estrada y Marlen Garnica, por ser mis amigos y consejeros en
cada uno de los pasos de sta investigacin.
A mis amigos del Proyecto Ceibal-Petexbatun Alfredo, Flory, JuanMa, Mnica y Ral, por
sus consejos, comentarios y los recuerdos que siempre llevar en mi memoria. A Daniela
Triadan y Takeshi Inomata por siempre alentarnos, a todos, a seguir estudiando y salir
adelante.
A mis amigos de siempre por darme nimos para trabajar en lo que ms me gusta. A Ana
Luca (Mex), Heydi (Cutu), Christa, Carmen Luca y Santiago.
Los criterios y opiniones expresados
en la presente tesis, son responsabilidad
exclusiva de la autora
cono que identifica a Quetzaltenango en El Lienzo de Quauhquechollan
(Tomado de Asselbergs, 2009)
INDICE GENERAL
Pg.
Introduccin.. i
Captulo 7: CONCLUSIONES.. 97
REFERENCIAS 101
ANEXOS
Es una lstima que un episodio tan importante en la historia no sea tomado en cuenta, ya
que posiblemente ayudara a exaltar valores identitarios complementarios a lo que se ha
logrado con los dems periodos, que han dado fortaleza, unin y apego cultural a la
poblacin del municipio. Por lo que se plante el presente trabajo de tesis para hacer un
acercamiento a esos lugares con vestigios arqueolgicos y su relacin o no con la identidad
quetzalteca.
i
dinmica humana en cuanto la creacin de iconos de identidad, pero sobre todo hacer una
relacin entre los vestigios arqueolgicos y la identidad del mismo poblado.
Para ello se ha dividido el presente trabajo en siete captulos, los cuales se enumeran a
continuacin.
El capitulo 1 consiste en el Marco Metodolgico donde se incluyen el planteamiento del
problema de investigacin, la justificacin, la metodologa empleada, delimitacin, la
hiptesis y los objetivos que le dieron forma.
El capitulo 3, corresponde a la parte terica del trabajo a travs del cual se definen
conceptos que son de importancia para comprender la relacin entre arqueologa e
identidad. En l se detalla mejor esa labora arqueolgica que debe responder como ciencia
social a ayudar explicar fenmenos actuales o de importancia reciente. Con lo que se
pretende aproximar al lector a la discusin posterior de lo terico con la emprico en el caso
quetzalteco.
En el captulo 4 se presentan las definiciones tcnicas que se utilizaron. Dejando claro los
conceptos que guan la investigacin en los recorridos y posterior registro de los lugares
con remanentes arqueolgicos.
ii
municipios cercanos que permitan distinguir las fronteras culturales antiguas y no las
polticas actuales.
Finalmente, es necesario agradecer a todas las personas que hicieron posible este trabajo
de investigacin y las personas que creen que la arqueologa es una disciplina de aportes
sociales y culturales.
iii
Captulo I
MARCO METODOLGICO
Este hecho de relevancia histrica, se ha visto opacado por la historia oficial quetzalteca
que se ha encargado de enaltecer otros valores, en especial aquellos atribuidos a ladinos.
Tratando de invisibilizar la historia indgena, llegando al punto que los mismos
descendientes kiche no se han sentido a gusto con sus apellidos y/o su forma de vestir,
ya que no se sienten identificados con ellos y algunos otros hasta se avergenzan de los
mismos.
1
1. 2. Delimitacin
Investigacin bibliogrfica y reconocimiento de campo en los sitios arqueolgicos de la
cabecera departamental (1,200km), los cuales muestran una ocupacin que abarca desde
el Preclsico Tardo (del 300 a.C. hasta 250d.C) hasta el Postclsico Tardo (del 1250 al
1524d.C.).
1. 3. Justificacin
Esta investigacin, es importante para ampliar nuestro conocimiento sobre la historia de
Quetzaltenango, la cual ha permanecido en el olvido por diversas razones entre la que se
puede mencionar: a) el desinters de la poblacin actual por conocer su historia, en
especial la indgena; b) porque simplemente les es indiferente, y c) porque desconocen la
importancia de su historia o no quieren encontrar muestras de su ascendencia tnica-
histrica.
Existe una hiptesis planteada por algunos historiadores como Gustavo Palma
(comunicacin personal 2008), en la que menciona que los quetzaltecos han tratado de
borrar su historia antigua a partir de la creacin del Sexto Estado de los Altos, el cual fue
un estado de la desaparecida Federacin Centroamericana (1824-1839) y que fue un
episodio en el cual se enaltecieron los valores ladinos ignorando los indgenas, hecho que
puede apoyar sobre el porqu del olvido de este importante pasaje histrico, sin asegurar
que sea la nica posibilidad.
Por lo que en pleno siglo XXI se hace necesario conocer y verificar la informacin que se
maneja sobre la historia de Quetzaltenango. Como lo ha propuesto Edgar Carpio (1990: 26)
2
quin seala que:
el papel que debe jugar todo arquelogo como cientfico social se
encamina a la bsqueda de la informacin que le permita la explicacin
coherente del comportamiento social que nos ha precedido. Solo de esta
manera la investigacin arqueolgica aportar una pieza fundamental que
servir para comprender la dinmica social presente.
Dado que sta regin y sus alrededores se encuentran habitadas por descendientes de los
pueblos originarios, lo que hace necesario un anlisis entre las formas de vida antiguas y el
cambio cultural moderno, aproximndose a un estudio etnoarqueolgico de la zona.
3
Luego de identificar la localizacin aproximada de los sitos arqueolgicos se utiliz como
mtodo de investigacin arqueolgica la prospeccin, la cual consisti en recorridos
pedestres con el objetivo de encontrar evidencias arqueolgicas.
En este caso las variables de estudio seran vestigios arqueolgicos y la identidad, por lo
que se tratara de relacionar ambos trminos.
Partiendo del Mtodo Deductivo Comparativo se realiz la primera parte del anlisis. Este
4
mtodo, por el cual se procede lgicamente de lo universal a lo particular y se sacan
consecuencias de un supuesto, al mismo tiempo fija la atencin en dos o ms objetos para
descubrir sus relaciones y/o estimar sus diferencias o semejanzas. Se trata dentro de lo
posible, en el rea del municipio y lo que los vestigios permitan, de relacionar la ubicacin
de los mismos con la poblacin prehispnica mam o kiche y ver de qu manera se logra
vincular con la identidad quetzalteca actual.
5
significado que se intenta conocer.
1. 5. Hiptesis
La ocupacin prehispnica en Quetzaltenango es considerada un episodio importante pero
olvidado dentro de la historia quetzalteca; partiendo de la documentacin etnohistrica y de
las evidencias arqueolgicas posiblemente se intentar explicar parte de su desarrollo y
evolucin histrica.
1. 6. Objetivos
General:
Iniciar la investigacin arqueolgica sistemtica del rea que contenga informacin y
registro de los sitios prehispnicos del municipio de Quetzaltenango y sus
implicaciones histricas.
Especficos:
Identificar, reconocer, registrar y evaluar los sitios arqueolgicos reportados en el
municipio de Quetzaltenango.
Investigar las principales fuentes etnohistricas del rea que brinden informacin
acerca de antiguos poblados y sus migraciones.
6
Captulo II
APROXIMACIN A LA GEOGRAFA E HISTORIA DE
QUETZALTENANGO
7
Posee una configuracin montaosa, especialmente en la parte norte. Los principales
volcanes son: Santa Mara, Santiaguito, Siete orejas, Cerro Quemado y Lacandn. Su clima
es bastante fro ya que se encuentra a 2,333msnm. Por lo que su produccin consiste en su
mayora a cultivo de manzanas, papas, trigo y verduras; ganado lanar, entre otros.
Figura 2. Configuracin de los cerros y volcanes alrededor del volcn Santa Mara y Cerro Quemado.
(Tomado de Gall 1966: 16)
Se encuentra compuesto por las zonas de vida conocidas como Bosque muy hmedo
montano bajo subtropical (o bosque montano de Centroamrica) y Bosque hmedo
montano bajo subtropical (o bosque de pino-encino), con una cobertura forestal compuesta
por conferas, latifoliadas y bosque mixto, todos estos bosques asociados a cultivos (URL,
2006: 21 y 27).
8
que en la sur, habiendo en sta un mayor aprovechamiento del terreno. Mientras que los
suelos Quetzaltenango, se desarrollan sobre deposiciones cuaternarias de pumita, siendo
muy frtiles y por ello intensivamente utilizados en la actualidad (Simmons, et. al., 1958:
141).
2. 2. Acercamiento a su Etnohistoria
La mayora de los datos prehispnicos que se tienen del rea provienen de los documentos
indgenas que se escribieron durante la poca colonial.
Segn Robert M. Hill, II (1997: 651) existen varias razones o propsitos que dieron origen a
los documentos etnohistricos: a) fueron una especie de reaccin contra el nuevo rgimen
colonial, en un intento de las aristocracias nativas por mantener sus antiguos privilegios
mediante el registro de sus historias dinsticas, que es lo que en su mayora, son tales
documentos. b) son verdaderas historias escritas por inspiracin de los frailes misioneros,
quienes queran entender la historia antigua y las creencias de sus feligreses, con el objeto
de convertirlos al cristianismo mejor y ms fcilmente. c) las crnicas indgenas se
redactaron con el propsito de demostrar ttulos o pruebas de posesin histrica de las
tierras. Y d) stos documentos fueron compilados por la nobleza indgena, como pruebas
para demostrar, ante la Corona espaola, los derechos y privilegios que les correspondan
como seores naturales. Estos derechos incluan exencin respecto del pago de tributos y
servicios personales, as como el disfrute de los que por tradicin solan recibir
anteriormente de sus sbditos.
Ruud van Akkeren (2007: 24) propone, basado en un documento de don Pedro Lopes Escot
(sic.), que estos textos salieron a luz a partir de que:
Pedro de Alvarado con ayuda de algunos frailes fundaron una escuela en
Salcaj. En la casa del encomendero local Juan de Len y Cardona, con el fin
de ensear a leer y escribir a los hijos de los seores principales indgenas.
Quiz esto explica porque en la regin hay muchos y diversos textos
etnohistricos.
9
Algunos de los textos que hacen referencia a esta zona, son:
10
El chinamit era un grupo corporativo en lo que concierne a la vinculacin con
la tierra. Los miembros del grupo gozaban del usufructo de la tierra, es
posible tambin que en ciertos casos entregaran los terrenos a sus hijos, en
calidad de herencia. Sin embargo, no hay evidencias de que la tierra fuera
una mercanca que pudiera comprarse o venderse. Tampoco puede precisarse
el tamao del territorio controlado por un chinamit. Ciertamente, pudieron
existir muchas variaciones en este punto, segn el nmero de miembros del
grupo, y de otros factores (Hill 1997: 654).
Tal y como explica van Akkeren (2007: 69) en la siguiente figura que muestra la relacin de
poder en Q'umarkaj.
11
Por su parte Robert Carmack desde la dcada de los 70s ha publicado abundante literatura
acerca de un sistema de 'linajes segmentarios', trmino utilizado por los antroplogos
ingleses para designar el tipo de organizacin de las tribus africanas. En donde el
parentesco es la principal caracterstica.
Sahlins (citado por Alcamn 1997: 115) menciona que las organizaciones segmentarias
consisten en:
Linajes: son grupos de personas unidas por descender de un antepasado comn,
organizados patrilineal y patrilocalmente, que tienen la tendencia crnica a
escindirse o fragmentarse en "segmentos primarios" generalmente por razones de
escasez de tierras para subsistir, mantenindose siempre vinculados por lazos de
parentesco o consanguinidad.
Esta organizacin segmentaria est compuesta de un nmero equivalente de
elementos en donde cualquiera duplica estructuralmente a otro: las sociedades de
linajes segmentarios son un congregado de bloques iguales de parentesco. Estos
segmentos conforman comunidades multifamiliares encabezadas por sus propias
autoridades originarias de tal forma que las organizaciones segmentarias en su
conjunto constituyen sistemas polticos pluricntricos.
Los "segmentos primarios" del sistema de linajes segmentarios estn conectados
por el mecanismo de la "oposicin complementaria" y la "estabilidad estructural".
12
les dio consejos a sus guerreros para que conquistaran centros
fortificados y se apoderarn de ellos a la gente de Zaculeu, los Yok
Qanchebex, Tzitzol, Bamaq, Nima Amaqagrrenlos por los sobacos y
sacrifquenlos, pisadlos, hganse guerreros valientes y guardianes alertos
(Carmack y Mondloch, 2009: 44).
Luego de ello existe hay un listado en donde se mencionan varios centros polticos que
recibieron guardianes militares entre los que se encontraban Quetzaltenango, Totonicapn,
Ixtahuacn, Paxtoca, Xekul y Momostenango. Al parecer todos los designados como
conquistadores se reunieron en un lugar llamado Tzam Chikojaj y subieron a Kaqapek, no
se sabe con certeza la ubicacin de estos lugares pero al parecer estaban muy cerca de
Exkanul o Volcn Santa Mara. Y de ah fue donde se separaron los que se quedaban en
Xelajuj y los que se fueron para los diferentes lugares a conquistar.
Este texto, al igual que el anterior, es uno de los pocos que refiere a las ocupaciones
antiguas de esta zona, ya que existe una lista de pueblos del occidente que al parecer
fueron hablantes mam especialmente Lajumkej1 (que sera despus Xelajujnoj) y los
pueblos en el extremo occidente del rea como Xekul.
13
2.3.1 Siglo XVI
Otra de las descripciones que hace referencia al Quetzaltenango antiguo es el Lienzo de
Quauhquechollan en donde se menciona la llegada del ejrcito espaol a cargo de Jorge de
Alvarado (hermano de Pedro de Alvarado):
...una roca que representa el paso de montaa de Santa Mara de Jess,
tambin conocido como Palajunoj y a continuacin dos versiones del glifo de
Quetzaltenango o Xelajujnoj, representado por un muralla y plumas de
quetzal, que no son representaciones del nombre kiche sino de su nombre
nahua (Asselbergs, 2009: 171).
Mientras que Pedro de Alvarado en una Relacin hecha a Hernn Corts, en 1524 menciona
que al salir de la zona de Zapotitln tuvo que subir una montaa bastante escarpada para
llegar al pueblo de Quetzaltenango, en donde antes de llegar a dicho pueblo tuvo una
batalla con ms de:
Treinta mil hombres de guerra que venan a nosotros, y pluego (sic.) a Dios
que all hallamos unos llanos y aunque los caballos iban cansados y fatigados
del puerto, los esperamos, hasta que tanto que llegaron a echarnos flechas y
rompimos en ellos, e hicimos un alcance muy bueno, y los derramamos, y
murieron muchos de ellos (Senz de Santa Mara, 1991: 80).
14
Figura 3. Imagen del Lienzo de Quauhquechollan donde se muestra el camino desde la costa sur
hacia Quetzaltenango y posteriormente a Olintepeque (Tomado de Van Akkeren, 2007).
Luego de esta batalla parece que descansaron en una fuente cercana de agua, mientras
que algunos se adelantaron con Alvarado donde se encontraron a ms hombres de guerra:
gente que esperaba a dos de caballo, y seguimos el alcance bien una legua, y
llegabansenos(sic) ya a una sierra, y ah hicieron rostro, y yo me puse en
huida con ciertos de caballo, por sacarlos al campo, y salieron con nosotros
hasta llegar a las colas de los caballos, y despus que me rehice (sic) con los
de caballo, di vuelta sobre ellos, y aquise (sic) hizo un alcance y castigo muy
grande; en esta muri uno de los cuatro seores de esta ciudad de Utatln,
15
que vena por capitn general de toda la tierra, y yo me asent el real aquella
noche, harto fatigados (Senz de Santa Mara, 1991: 83).
16
Figura 4. La Conquistadora o Iglesia San Jacinto, es la primera iglesia fundada en la regin en la
Villa de Salcaj (Tomado Bauer S/F).
17
Por su importancia econmica, poltica y social a nivel regional Quetzaltenango fue elevada
a la categora de ciudad el 29 de octubre de 1825 y luego reconocida como cabecera
departamental el 16 de septiembre de 1845.
Figura 5. Volcn Santa Mara y el extinto volcn Cerro Quemado (Fotografa MB. Mndez 2010)
18
hacia los privilegios que tenan sus rivales econmicos de la ciudad de
Guatemala (Taracena, 1997: 226).
Pero fue la resistencia indgena la que socav el plan poltico altense y le dio el golpe de
gracia a sus fuerzas militares. Y sus alianzas con Rafael Carrera que intervino en los
asuntos altenses, buscando crear las condiciones reales para el desmoronamiento del
Estado de Los Altos. Ambos elementos seran decisivos en la definicin de la consiguiente
poltica agraria y social del rgimen conservador y llenaran de contenido el que a Carrera
se le llamase Rey de los Indios (Taracena, 1997: 307). Pero en 1849 despus de una
fatdica lucha por la Federacin Centroamericana y por mantener el Sexto Estado de los
Altos, sta fue disuelta, apenas diez aos despus de su fundacin.
A partir de los cambios de Reforma Liberal en 1871, se dan una serie cambios en el
escenario urbano de la ciudad. Se erigieron varios edificios que distinguen hoy la ciudad,
utilizando canteras cercanas como el cerro La Pedrera. En 1886 se funda La Empresa
Elctrica de Zunil para el suministro a la ciudad, por parte de la iniciativa privada a cargo de
ciudadanos alemanes, mismos que fundan el Molino Elctrico elaborador de harina de trigo.
Es en sta poca, precisamente en mayo de 1881, es cuando tambin se funda el Banco de
Occidente. El cual foment la agricultura, el comercio, la industria, el crecimiento urbano y
le dio al municipio un gran poder econmico.
2.3.5 Siglo XX
Despus de los intensos problemas, que se traan desde la colonia en 1902 ocurre otra gran
erupcin volcnica, esta vez por el Volcn Santa Mara lo que caus grandes capas de
cenizas y daos a la estructura de los nuevos poblados. Dando con esto nacimiento a un
nuevo volcn, el Santiaguito, que se mantiene activo actualmente. Lo que trajo otra
remodelacin de las construcciones quetzaltecas y por supuesto de su configuracin
urbana.
Luego de este desastre, la ciudad tena que ponerse de pie de nuevo, pero sta vez lo hara
con un nuevo estilo, producto del intercambio cultural con Europa, ya que algunos europeos
19
se encontraban viviendo en la ciudad por las comodidades que ofreca en comparacin con
las que podan ofrecer la fincas cafetaleras en la costa.
Es durante los inicios del siglo XX que se distinguen otros muchos cambios en la regin con
la implementacin del primer Ferrocarril elctrico del pas, lo que conlleva la formacin de
una hidroelctrica y con ello otra oportunidad de comunicacin con la costa y lugares
aledaos. Es probable que esto tenga que ver con el comercio que exista entre la Costa
Cuca y Quetzaltenango, especialmente de caf y algunos otros recursos. Pues ya existan
vas de comunicacin desde la bocacosta y costa haca el Puerto de San Jos y desde la
cabecera quetzalteca hacia la capital; entonces haca falta un pequeo espacio para qu los
productos de sta zona llegaran ms lejos de la regin suroccidente y ese era el tramo que
cubri el Ferrocarril Nacional de los Altos.
En el mes de abril de 1920, la dictadura de los 22 aos llega a su fin y toda la repblica
resurge en un accionar cvico ante las perspectivas de libertad y democracia; se organiza el
nuevo gobierno provisional y despus de convocar a elecciones toma posesin como
Presidente de la Republica de Guatemala don Carlos Herrera (Valdz, 2005:11).
20
destinados exclusivamente para la construccin del Ferrocarril de Los Altos. Este mismo
decreto contempla, que al terminar la obra se continuar, para prolongar la va frrea hacia
los departamentos de Huehuetenango, San Marcos, Totonicapn y Solol (Ibd., 2005:12).
Al mismo tiempo se necesitaba una va ancha cuyas dimensiones entre riel tenan una
abertura de un metro, 435 milmetros. En 1924 los fondos se hacen escasos y se recurre a
la Emisin de Bonos avalados por el Gobierno de la Repblica de Guatemala, para poder
terminar la construccin del dique, el terrapln, la instalacin de la va frrea, construir
estaciones, puentes, material rodante, instalaciones elctricas, etctera. En 1924 toma la
direccin, Ejecucin y Administracin la compaa A.E.G. Berln, quien se compromete a
colocar los bonos en el extranjero (Ibd., 1995:38).
El Comit que tanto haba luchado, queda como elemento supervisor de los trabajos hasta
la inauguracin del Ferrocarril el 30 de Marzo de 1930. Introduce los cambios en el Proyecto
Shaw, la A.E.G. en el tramo de Las Cuevas-Aguas Amargas, dadas las condiciones rocosas y
grandes depresiones que presentaba el terreno rocoso que obligan a realizar el Tnel de
Santa Mara cuya construccin tardo dos aos (Ibd., 1995:39).
21
ocurre un deslizamiento de lodo, y en el kilmetro 30 se tapa el canal de la bveda y
comienza a acumularse el agua lo que destruy el relleno de la bveda. Situacin que se
utiliz como excusa para destruir el Ferrocarril.
El Presidente y General Jorge Ubico le dio la orden al penltimo Jefe Gerente del Ferrocarril
Roberto Vunsch, quien mand inmediatamente a despedir a todo el personal. Solo la
intervencin del seor Carlos Enrquez Barrios, Jefe Poltico de Quetzaltenango, logr que
se volviera a reinstalar todo el personal.
Despus de sto y bajo el liderazgo, valor y carcter del Jefe de Talleres del Ferrocarril de
los Altos, Alfonso Castro Conde, se dirigi a todo el personal, que trabajo sin cobrar un
centavo, da y noche para salvar la obra. Mientras Jorge Ubico pensaba proponer a la
Municipalidad de Quetzaltenango que fuera la Administradora del Ferrocarril, con el objeto
de que la obra fuera abandonada. Cuando la Municipalidad acept y se firm el traslado en
el Ministerio de Fomento, pero al final no reconoci este traslado, ya que todo el pueblo de
Quetzaltenango, decidi donar tiempo, dinero y alimentos, con el objeto de reconstruir la
va. Cuando el presidente Ubico se enter de esto decidi prohibir que la Municipalidad
aceptara donaciones y trabajo gratuito y no bastndole eso mando a trasladar al Jefe de
Va de Quetzaltenango para que trabajara en la capital. De tal suerte que el ltimo tren que
circul en Quetzaltenango fue el 10 de Noviembre de 1933. (Ochoa 1995:48)
Bajo las rdenes de Ubico, el ltimo Gerente Julio Coln tuvo el dudoso honor de pasar a la
historia como el "responsable directo" de la destruccin del ferrocarril de los altos, ya que l
fue el que dio las rdenes de que todos los rieles del Ferrocarril se utilizaran para postes de
alumbrado pblico; que todo lo que fuera de madera, las estaciones inclusive se usaran
para combustible; que se cortocircuitaran las bateras para destruirlas totalmente; que los
vagones del ferrocarril se destruyeran y se convirtieran en chatarra. (Ibd. 1995:48)
22
Al igual que Guatemala entera, en el municipio y el departamento en general se sufrieron
los efectos y consecuencias de la Revolucin del 1944 y luego la contrarrevolucin diez
aos despus. En aos posteriores varios el conflicto armado interno y su tarda Firma de la
Paz en 1996. As tambin el terremoto del 1976, los golpes de estado, y cada uno de los
episodios de la historia guatemalteca contempornea.
Figura 6. Fachada Sur de la Estacin Central del Ferrocarril de los Altos, segn planos de 1925.
(Tomado de Valdz 2005:35)
23
24
Captulo III
BREVE REVISIN TERICA
La presente Tesis busca encontrar una respuesta y/o explicacin a la relacin que existe
entre el pasado y el presente, entre los distintos pueblos que conformaron el municipio y
los que actualmente habitan en l. En especial a aquellos fragmentos de la historia que
viven en el inconsciente de las personas y que da a da son revividos sin que se les de la
importancia que merecen. Por ejemplo, la existencia de altares mayas modernos cercano o
en sitios arqueolgicos, sin que la gente sepa de la existencia de stos ltimos.
Es por ello que se considera de suma importancia hacer una definicin exhaustiva del
trmino arqueologa, haciendo nfasis a la relacin que existe entre sta y la antropologa,
que si bien sabemos son complementarias, en Guatemala se han trabajado separadas una
de la otra.
25
comprensin del presente asignando al pasado el papel que le
corresponde, apoyndose sobre bases tericas, slidas y est en
capacidad, actuando desde una posicin poltica definida, de sealar la
manipulacin de que son o no son objeto las manifestaciones culturales
del pasado por parte de grupos que en la actualidad, para defender sus
intereses particulares, pretenden crear falsos nacionalismo desvirtuando,
distorsionando y destruyendo el significado de los valores.
Estas metas comunes, son capaces de alcanzarse cuando se tiene o consigue una identidad
tanto individual como colectiva. Entonces es cuando surge la pregunta Qu es la
identidad? Segn Ricardo Falla (2005: 13), no es algo fijo e inmutable () Es un proceso
que est siempre en construccin (), que se va haciendo por una interaccin entre el
individuo y () la sociedad.
26
individualidad. Es por eso que se dice que si la identidad es vista como parte de un proceso
histrico, nos remite necesariamente a la concepcin de un pasado que ha venido
aportando a la construccin de la imagen de un grupo.
A estas caractersticas de la identidad hay que agregarle que, siempre son positivas. Pero
esta afirmacin implica una negacin. (Falla, 2005: 15) Puesto que al afirmar que una
persona posee determinada identidad se niega la existencia de otra antagnica (visto desde
el imaginario social al que se pertenezca). Por ejemplo, al afirmar Yo soy mam, se est
negando la identificacin de esta persona con los Kiche, Kaqchikel y con cualquier otra
etnia. O afirmar Yo soy mujer heterosexual, se niega la identificacin con ser hombre y ser
homosexual.
27
En el caso de los indgenas, Bastos y Camus (2003: 304) mencionan la existencia de tres
tipos de identificacin indgena.
Es un campesino pobre, esta identidad surge como consecuencia de las polticas
histricas de segregacin e implica o asume un planteamiento de clase de cara a la
estructura social. Se plantea entonces una lucha sociopoltica frente a los ricos
para lograr la igualdad. sta ha sido la visin o posicin ms recurrente entre los
indgenas vinculados al movimiento revolucionario y al campesino (Ibd. 2003: 304).
Para otros, lo que les marca como indgenas es el hecho de ser discriminados, de no
poder ser unos guatemaltecos con los mismos derechos que los dems. Esto supone
ver de forma tnica la misma situacin de exclusin ciudadana que es producto de
la segregacin. Estaran planteando que una lucha como indgenas esta en lograr la
ciudadana, disfrutar los mismos derechos que goza la poblacin ladina
guatemalteca, pero sin tener que dejar de ser indgenas. En esta lucha, los ladinos
son los otros y, normalmente, los que impiden lograr la igualdad buscada. En la
base de estos planteamientos se encuentra la lucha por la dignidad de la persona.
Esta ideologa fue de la mano con la clasista en las expresiones ligadas a la
revolucin moral que se plantea desde las comunidades a partir de los aos 70
(Ibd. 2003: 304).
El ser indgena puede tambin significar el pertenecer a un grupo con una cultura
diferente. Con esta visin se responde a las polticas de asimilacin del Estado,
como las de castellanizacin, que empiezan a extenderse con el proceso de
modernizacin de los aos 60 y 70, y hacen desaparecer los elementos culturales
que histricamente les han definido. Desde una visin tnica, se considera que los
indgenas viven en una relacin de colonialismo interno, pues existe otro colectivo,
los ladinos, que no les permiten ejercer todos sus derechos polticos. As, de la
diferencia cultural se pasa a la idea de pertenecer a un pueblo caracterizado por una
cultura milenaria, y con una serie de derechos por ello. Este grupo es el que
desarrolla la identidad maya, y a quienes se les puede decir que son propiamente
los mayas, porque conllevan una propuesta poltica de comprenderse en trminos
de Pueblo Maya, en trminos de nacin (Ibd. 2003: 304).
28
Todo ello lleva a los nuevos movimientos y forma de estudiar a la poblacin. Aunque en
opinin personal, esto lleva a un conflicto identitario tanto tnico, econmico como social.
Que va desde la dicotoma ricos-pobres, ladino-indgena. Y que no necesariamente es como
explica Guzmn Bockler y Herbert (1995) y Severo Martnez (1971) que el conflicto de
etnias se explica desde la lucha de clases, sino va ms a all de modelos econmicos,
quiz encuentre sus races en la historia y en lo social.
Aunque tambin hay que hacer referencia a aquello que es expresado por personas no
vinculadas a ningn movimiento indgena o popular, como Gabriel Hernndez Prez
originario de San Juan la Laguna, Solol el que se autodenomina indio de pura cepa, mis
rasgos fsicos y mi idioma materno (El Tzutujil) lo delatan, lo que me enorgullece y me hace
muy feliz. En su opinin es:
a partir de los acuerdos de Paz de 1996, el trmino Maya se empez a
acuar y a emplear frecuentemente para referirse al indgena guatemalteco
con intensin de dignificarlo y de darle su lugar dentro de la sociedad
guatemalteca, Maya para suplir el trmino Indio que se asocia con
degradacin y discriminacin Los estudiosos de las ciencias sociales
indican que para tener una identidad fuerte hay que identificarse con la
historia verdadera de los pueblos, por ms dolorosa o vergonzosa que sta
haya sido; pero veo que los indgenas guatemaltecos vamos por el camino
equivocado, actualmente estamos construyendo una identidad Maya basada
y fundamentada en supuestos, mentiras y falsas evidencias, que hemos
buscado a conveniencia y hasta inventado cuando la realidad dice lo
contrario, slo para llenar nuestro ego y creernos algo que no somos,
inevitablemente esto nos est conduciendo a la prdida de nuestra
verdadera identidad y al debilitamiento de nuestra cultura, si queremos
seguir siendo llamados "Mayas" mejor escribmoslo "Mallas", porque nunca
vamos a ser los originales y verdaderos, siempre vamos a ser como los
juguetes chinos, una mala imitacin de esta grandiosa cultura
milenaria(Hernndez 2008: SP).
29
Ahora bien, es necesario encontrar la relacin que existe entre los dos conceptos anteriores
en donde es necesario tambin hacer referencia a otro que se encuentra estrechamente
relacionado con ellos: el Patrimonio cultural, el cual consiste en la herencia cultural del
pasado de una comunidad, con la que sta vive en la actualidad y que transmite a las
generaciones presentes y futuras. Que de una manera directa se relaciona estrechamente
con la identidad, puesto que es una pequea parte de como se representa.
El arte se alza, sin dudas, entre las primeras manifestaciones rituales de una
incipiente sociedad de seres humanos que queran con eso construir aunque
fuera un frgil dilogo con el misterio de su propia existencia y trascendencia.
Constituye desde entonces nuestro ms importante y preciado patrimonio. Es
la celebracin de la vida, el recuerdo de la finitud de nuestra existencia y el
contacto con la trascendencia y la divinidad. Desde entonces, los pueblos
han seguido en el mismo intento, sin desfallecer, y nos han dejado
incalculables y valiossimos rastros de sus hallazgos, eso es patrimonio (di
Girolamo 2008: SP).
Segn Pazmio (2008: SP) vemos entonces, cmo los trabajos de ndole arqueolgica son
utilizados en muchos casos para la sobre-exaltacin de elementos pasados con un fin
poltico, lejos de las interpretaciones fundadas en la objetividad de los datos. El simbolismo
que se encuentran en los restos arqueolgicos, los bienes patrimoniales y en los hechos
histricos mismos, ha sido reemplazado por la interpretacin que se le da desde diferentes
sectores.
Y es que, al igual que la idea de arqueologa se remiti a los objetos (...) el concepto de
patrimonio cultural se restringi a la restauracin, reconstruccin, consolidacin y
modificacin de edificios (), a tal punto que una arqueologa de la vida cotidiana de los
sitios ha sido desechada (Maggiolo 1999 citado por Pazmio 2008: SP). Por tanto,
percibimos que lo importante no es la historia ni el simbolismo que est detrs, sino la
imagen de la fachada o el objeto. El valor inconmensurable que los grupos de poder
asignan a los objetos se vuelve fuente de consenso general, pese a las distintas formas de
apropiarse del patrimonio que poseen los distintos sectores de una poblacin (Garca
Canclini 1990 citado por Pazmio 2008: SP).
30
Las personas no se conectan con un pasado, sino con los fragmentos del pasado que les
interesa. El pasado ha sufrido una materializacin, una comercializacin; hoy en da el
pasado vende (Pazmio, 2008: SP).
El gobierno nos utilizaba y nos utiliza cuando tiene algunos intereses. Como cuando
usamos nuestros trajes y nos ven en el parque, ellos (el gobierno) cobran para que nos
vean (los turistas) como si estuviramos en un zoolgico (Yates y Sigel, 1983). O en
palabras de Marco Augusto Quiroa, (QUIROA sin g) para hacer la descripcin de los
perrajes, son aquellas prendas indgenas que usan las ladinas para parecer gringas
(Morales, Comunicacin Personal 2011)
31
los monumentos con fines de lucro y de la falsa exaltacin de valores identitarios e
histricos.
32
Captulo IV
ASENTAMIENTO Y VESTIGIOS ARQUEOLGICOS
4.1. Definiciones
Se entiende por vestigios arqueolgicos todas las manifestaciones materiales de los pueblos
antiguos, como por ejemplo: viviendas, caminos, restos de cermica, instrumentos de
piedra, tumbas, construcciones para depsitos, etc. Es probable que en cualquier lugar de
este pas se encuentre alguno de stos.
Tambin existen otros trminos que han sido propuestos de una manera ms amplia pero
buscan ser el reflejo de componentes sociales ms especficos. Pero a continuacin se
presenta cuatro niveles a tomar en cuenta, que han sido propuestos por investigadores de
diferentes reas del mundo, que se logran adaptar muy bien al tema de investigacin: 1)
rea de actividad, 2) unidad habitacional, 3) agrupacin y 4) sitio arqueolgico.
Asimismo, Manzanilla propone que el rea de actividad particular sea descrita teniendo en
cuenta: ubicacin y contexto, dimensiones, forma, contenido y asociacin con elementos
vecinos, lo que ayudara a determinar su funcin. 2) Unidad habitacional, segn Winter
33
(citado por Manzanilla, 1986: 9) es la residencia de la unidad bsica de produccin que
generalmente es la familia. Requiere de la incorporacin de las diversas reas de actividad
que estn asociadas constituyendo el conjunto domstico. En esta unidad de anlisis,
confluyen el nmero de casas que pueden ser aisladas y/o grupos de construccin
alrededor de patios o plazuelas, las actividades que realiza, el nmero de habitantes, sus
dimensiones, artefactos, etc. Robert Sharer (1998: 455) hace referencia a la unidad
residencial la cual corresponde a la parte mnima de un asentamiento y la llama na, que en
maya yucateco significa una sola casa. sta unidad es, por lo general, una plataforma baja
de tierra o cascajo que soportaba unas estructuras oblongas o rectangulares de una o ms
habitaciones, con muros de piedra y techada mediante vigas y hojas de plantas, o
construida por materiales perecederos. Algunas de ellas con plataformas.
Figura 8. Vistas de corte y plano de tpicas casas mayas antiguas, con reconstruccin a la derecha.
(Tomado de Sharer, 1998: 451)
34
encontradas en proximidad, define a un grupo residencial. Se considera que algunos de
estos grupos estuvieron habitados por una gran familia, dos o ms grupos nucleares
familiares unidos por estrechos lazos de parentesco. Y probablemente algunos grupo de
artesanos especializados. En esta categora tambin se puede agregar la definicin de
barrio, el cual Sharer (1998: 456) denomina como: una agrupacin que consta de dos o
ms grupos residenciales separados de otras agrupaciones similares por un espacio abierto
y una agrupacin por lo general abarca de cinco a doce grupos; adems un grupo, o una
estructura, a menudo es ms grande o ms elaborada que las dems.
35
O como seala la Ley para la Proteccin del Patrimonio Cultural de la Nacin en donde
Sitio Arqueolgico se define como aquel lugar o paraje cultural-natural vinculado con
acontecimientos o recuerdos pasados, a tradiciones populares, creaciones culturales o de la
naturaleza y la obras del ser humano, que poseen valor histrico, arqueolgico,
paleontolgico o antropolgico. Mientras que define a Zona Arqueolgica, como el
lugar o paraje natural donde existe o se presume la existencia de bienes muebles o
inmuebles susceptibles de ser estudiados con metodologa arqueolgica, hayan sido
excavados o no, que se encuentran en la superficie, subsuelo o bajo las aguas territoriales
jurisdiccionales (Art. 42 Decreto 26-97, y sus reformas).
En Guatemala, Juan Pedro Laporte, quien trabaj por ms de veinte aos en el sureste del
Petn, define de la siguiente manera sus unidades de anlisis.
sitio arqueolgico, espacio donde existe concentracin de artefactos, montculos,
grupos de montculos y rasgos asociados. Tambin existen estratos de una o ms
ocupaciones. Es difcil definir un lmite o espacio fsico para el sitio, ya que puede
variar dependiendo del lugar, de donde termina un sitio y donde comienza otro. Pero
usualmente un lmite est indicado por la declinacin en la frecuencia de artefactos
o evidencias en la superficie (Ponciano, 1993: 3).
localidad, de mayor extensin que el sitio, pero se conserva dentro de los lmites
reducidos. Se puede considerar en trminos antropolgicos como la extensin
ocupada por la comunidad, sus lugares de influencia, lugares de sostn, etc. Aqu
se puede incluir aquellos lugares en que es difcil mostrar el fin de un sitio y el
inicio de otro, dada la frecuencia de artefactos en la superficie. Se utiliza el trmino
zona para designar arbitrariamente aquellas unidades, ya sean administrativas o de
ordenamiento (Ibd. 1993: 3).
regin, unidad espacial ms grande. La regin est determinada por accidentes
naturales e histrico-arqueolgicos (Ibd. 1993: 3).
rea, tiene un espacio geogrfico mayor que el de regin y rebasa los lmites
meramente geogrficos. Se utiliza para agrupar sociedades que habitaron diferentes
medio ambientes aun cuando hayan formado parte de la misma entidad cultural
(Ibd. 1993: 3).
36
Despus de entender trminos de suma importancia para esta investigacin surge una
interrogante: cmo determinar un sitio arqueolgico? Es una pregunta clsica de los
arquelogos de campo. Sin embargo, es posible observar que existe una tendencia de
"atomizacin" de los sitios, es decir, se registra como sitio arqueolgico un punto geogrfico
determinado por el slo hecho de detectar presencia de alguna unidad habitacional y/o
concentraciones de cermica y ltica. (Kaneko y Flores, 1999: 607) o tal como dice Linda
Manzanilla (1986), que corresponda simplemente a un rea de actividad.
Luego de describir de manera general algunas de las denominaciones para nombrar a los
lugares con presencia de evidencia arqueolgica, existe otra forma de analizarlos, el
patrn de asentamiento. Gordon Willey, pionero en el tema (citado por Flores, 1992: 18)
define que ste es: () la manera en que la gente se ha dispuesto en el terreno en que
vivi. Con lo que se refiere a sus casas, entorno y ubicacin entre otros rasgos que
pertenecen a la vida en comunidad. En ellos se reflejan el ambiente natural, el nivel
tecnolgico en que se operaba y las instituciones de interaccin y control social que la
cultura mantena.
37
El mismo autor tambin menciona que: El hombre inscribe sobre el paisaje ciertos modos
de su existencia. Estas distribuciones de asentamientos se relacionan a los ajustes del
hombre y la cultura al medio ambiente y a la organizacin de la sociedad en el ms amplio
sentido. Si se analiza este concepto de Willey, vemos que relaciona tanto actividades
simblicas como de subsistencia en el uso del territorio, por lo que su estudio concierne a
disciplinas como la geologa, urbanismo, sociologa, arquitectura y antropologa, entre otras.
Otra postura terica sobre patrn de asentamiento es la de Chan (citado por Sanhueza et.
al. 2007: SP): entendemos por patrn de asentamiento la estructura formal de los
asentamientos en el espacio y por sistema de asentamiento, las reglas de la sociedad que
rigen esta ordenacin. Se comprende por lo tanto que el sistema de asentamiento es
resultado de actividades sociales, religiosas, econmicas y polticas que estn basadas en la
misma organizacin social. Mientras que patrn de asentamiento es el resultado de la
forma en que los humanos ocupan los espacios, con lo que est en funcin de las
caractersticas propias del medio ambiente.
La postura de Chan tiene mucho sentido si se analiza a las sociedades humanas como tales
con la herramienta antropolgica y se recuerda a Childe (1964: 11) cuando dice que la
etnografa comparativa debe aislar los fenmenos correlativos y hacer abstracciones de la
compleja variedad de sus manifestaciones peculiares, que en este caso, esas
manifestaciones son producto de las actividades sociales, de actividades simblicas de cada
sociedad.
En este sentido, William Sanders (citado por Cabrero 1989: 253) menciona:
38
Patrn de asentamiento es ecologa humana, ya que se refiere a la
distribucin de la poblacin sobre el paisaje y una investigacin de las
razones del porqu de esa distribucin. Y lo redefine como: El estudio de la
distribucin de la poblacin en una regin geogrfica dada y el anlisis de los
factores responsables para tal distribucin.
Rouse (citado por Cabrero 1989: 254) define patrn de asentamiento como: La manera en
que las actividades culturales de un pueblo y sus instituciones sociales estn distribuidas
sobre el paisaje. Incorpora las tres clases de sistemas, cultural, social y ecolgico, y
proporciona un registro de las relaciones entre ellos
Esta postura hace notar no slo la distribucin del asentamiento como un puado de
estructuras, sino ms bien, como manifestacin de actividades socioculturales haciendo
notar que dichos registros arqueolgicos son producto de un pensamiento, un
comportamiento y una interrelacin, de los miembros de la sociedad, y los cambios que
esta sufre con el tiempo ya que una sociedad al igual que un ser vivo es cambiante y
evolutiva.
Hay algunos elementos caractersticos en la arquitectura Maya, que s bien es probable que
en las Tierras Altas hayan tenido un desarrollo diferente no pueden dejarse a un lado
porque pueden ser de utilidad en el estudio del patrn de asentamiento. Segn Muoz
Cosme (2008: 8) existen cuatro puntos de observacin que posibilitan clasificar e
interpretar los edificios, unido a las variables temporales y territoriales permiten establecer
una clasificacin general ordenada, esto estn basados en:
39
El contenido simblico lleva a estudiar las diferentes representaciones iconogrficas
que aparecen en la arquitectura, junto con los posibles significados de los edificios
vinculados con su posicin o forma, y su relacin con otros edificios o espacios
urbanos de la ciudad o de su entorno, es fundamental para dar explicacin al
simbolismo, en imgenes representadas y posiciones relativas en relacin con la luz
solar, etc. (Ibd. 2008: 8).
La planificacin de los mayas fue diagramada y creada siguiendo la topografa del terreno,
lo que determin las diferentes formas y estructuras de las diferentes edificaciones. Sin
embargo tambin los espacios ceremoniales de las grandes ciudades fueron construidos
como microcosmos, adaptndose a las caractersticas topogrficas, con sus cuatro rumbos
y su axis mundi desde donde se lograba la comunicacin con las fuerzas sagradas de arriba
y de abajo, es decir, del cielo y el inframundo y que simbolizaba a la vez el sitio donde se
origin el cosmos, el lugar primigenio de la creacin. En estos espacios se realizaban ritos
para revivir peridicamente el acontecimiento primigenio, como una forma de revitalizar el
cosmos (Schvelzon 1983, 1990).
La geometra estuvo relacionada con lo mtico religioso constitua una Geometra Sagrada,
la Geomancia, o sea una integracin astrolgica, adivinatoria y geomtrica que estableci el
ordenamientos edilicios con direccionalidades astronmicas. Se relacionaba mgicamente la
geometra y el paisaje para integrar urbanismo y arquitectura en una topografa dada. En
todo el rea maya deben relacionarse las construcciones religiosas con el mundo divino en
el que crey este pueblo, en cuya realidad los arquitectos se esforzaron por expresar
simblicamente en sus creaciones. El patrn de asentamiento de rea Maya se caracteriz
por su dispersin, conformada por ncleos urbanos y campos agrcolas, formando
pequeas agrupaciones familiares que iban cambiando de acuerdo a la rotacin del sistema
agrcola (Ibd. 2011).
40
reas de actividad cultural, donde no se encuentren estructuras pero se encuentre
material arqueolgico en la superficie.
Unidad habitacional lugares en los que se encuentre un montculo.
Agrupacin de casas para aquellos en los que se puedan identificar dos o ms
montculos sin aparente relacin espacial y finalmente,
Sitio Arqueolgico, para aquellos que contengan plazas, juegos de pelota, pirmides
gemelas, etc.
41
42
Captulo V
ARQUEOLOGA EN QUETZALTENANGO
John Lloyd Stephens, quien estuvo en Guatemala entre 1838 y 1839, public en el ao de
1841 su libro sobre los incidentes de su viaje. En la Semana Santa de 1839 yendo de
Totonicapn a Quezaltenango, describe:
Dos leguas ms adelante llegamos a la vista de Quezaltenango, edificada al
pie de una gran fila de montaas superadas por un despedazado volcn que
arroja humo constantemente, y frente a l una peascosa montaa de lava,
que si hubiera tomado su curso con direccin a la ciudad, la habra sepultado
como a Herculano y Pompeya (Gall, 1961).
Las mismas colecciones, junto a los datos aportados por Edwin M. Shook, quin realiz un
reconocimiento en el rea entre los aos 1930 y 1950, obtuvo informacin en cuanto la
ocupacin prehispnica del rea mediante el estudio de diferentes colecciones privadas,
ente las que se puede mencionar la coleccin Dieseldorff, la coleccin Rossbach y la
coleccin Robles, entre otras, las que se encuentran en algunos museos de las diferentes
Casas de la Cultura de varios municipios de Quetzaltenango.
43
En 1936 Samuel Lothrop, en sus investigaciones en el sitio de Zacualpa propone un distrito
cultural que abarca Salcaj, San Francisco El Alto y Momostenango, al que le da el nombre
de Salcaj-Momostenango. En esta investigacin logra identificar diversos tipos de cermica
y entre ellas las de este distrito.
La Universidad del Estado de Nueva York, en Albany, realiz en la dcada de 1970 una
investigacin de la meseta quich y en el valle de Chichicastenango (Iglesias y Ciudad Ruz,
1993: 265), en donde se elabor un documento de carcter etnohistrico ms que
arqueolgico, que ha contribuido a conocer un poco ms el rea, especialmente lo que
tiene mayor relacin con la etapa final de la historia prehispnica, proyecto durante el cual
William Fox realiz su tesis sobre asentamiento en el rea Kiche.
44
Cronologa Arqueolgica del Altiplano Occidental del Preclsico Tardo al Postclsico Tardo
Hacia 1996 Juan Luis Velsquez, realiz una clasificacin de la cermica que se encuentra
en el Museo Julio Csar de la Roca de la Casa de la Cultura de Quetzaltenango. La coleccin
es de gran importancia y valor cientfico pues, constituye una fuente de conocimiento para
la regin.
La muestra proviene de donaciones y colecciones privadas, siendo en el
mayor de los casos material sin un contexto bien definido. En trminos
generales las piezas provienen de Quetzaltenango, Totonicapn, Quich y
Huehuetenango, abarcando los perodos Preclsico, Clsico y Postclsico en
un rango temporal del 600 a.C. al 1524 d.C. (1996: 296).
En esta oportunidad el autor, analiz material cermico de cantn Chitux, un lugar situado
al norte de la ciudad. Estableciendo grupos cermicos y dndoles fecha a partir de
comparaciones estilsticas con otras regiones cercanas. El material se relaciona con los
complejos de la Esfera Providencia que abarcan del centro de Guatemala al centro de El
Salvador (Velsquez, 1996:279). (ANEXO 2)
45
Luego en 2004 se llevaron a cabo excavaciones en el Parque Central de Quetzaltenango a
cargo de Yvonne Putzeys, donde se encontraron cuatro entierros del perodo Postclsico, lo
que quiz de una pista de donde se encontraba esta antigua ciudad. Asimismo, sta
investigadora realiz otras excavaciones de rescate en las faldas del Cerro El Bal.
46
Figura 10. Fotografa antigua del Volcn Santa Mara y el valle de Olintepeque, lugar de grandes
conflictos en la poca prehispnica. (Fotografa sin autor)
Segn el Ttulo de Aj pop Huitzitzil Tz'unun cuando se trazaron las medidas para la
construccin de la primera iglesia se hicieron en el paraje Chicalpul2 en 1532, que pudo
haber sido el centro del asentamiento posclsico. Como es bien sabido varias de las
ciudades o poblaciones coloniales fueron asentadas sobre las que existan en ese momento
con el fin de eliminarlas del mapa y utilizar su ubicacin tanto geogrfico como en el
imaginario para que tuvieran el xito que necesitaban.
Mientras que el seor de Zunil, don Pedro Lopes Ixcot (sic.), dice que Chicalpul es tambin
el lugar donde los primeros seores fueron bautizados, por lo que quiz se trata de la plaza
a que se refieren otros cronistas como Fuentes y Guzmn en 1699. Chicalpul parece haber
sido el centro de la ciudad prehispnica: la plaza con sus casas largas o edificios pblicos
de uno de los nueve seores de Xelaj, es por eso que se le conoce como Lugar de los
Calpules, que es posible se encuentre abajo o cerca de la actual Quetzaltenango. Incluso
Francis Gall (1980 citado por van Akkeren 2007: 27) sugiere que Chicalpul es el nombre
antiguo de lo que hoy en da se conoce como Cerro del Carmen. Esta elevacin natural se
encuentra al suroeste del Parque a Centroamrica y es un lugar estratgico desde donde se
puede observar la ciudad y el valle, con lo que quiz se poda mantener bajo control.
47
Edwin Shook (1943a: 48) menciona que cree posible que la ciudad precolombina se
encuentre en el sector suroeste de la actual ciudad, pero que se encuentra destruida por
siglos de construccin desde la conquista espaola en 1524. En cuanto a la tradicin oral
que se relata por familias descendientes de algunos de los escribanos de la poca de la
conquista como los Coyoy y Pisquiy se dice que:
La Xelajuj N'oj prehispnica estuvo asentada en lo que hoy es la moderna
ciudad. El Templo al N'oj3 (sic.) estuvo ubicado en el actual Parque Central,
los centros rituales en el Instituto de Varones de Occidente, la ciudadela justo
detrs de estos centros y la entrada o lo que la gente llama las Murallas en la
Cuesta Blanca, no esos paredones como se ven ahora sino que las
elevaciones naturales que son (Alvarado Gamarro, Comunicacin Personal
2010).
48
5.3.1. Santa Luisa de Marillac
Categora: Sitio Arqueolgico
Coordenadas: N14 49' 47.2074" W091 32' 41.5386"
Altitud: 2,380 msnm.
En un rea donde se pueden confundir los montculos con las elevaciones de piedra,
posiblemente creadas de las diferentes explosiones volcnicas que acontecieron en el lugar,
es claro observar la disposicin de una pequea plaza con seis montculos. Estas
estructuras en apariencia hechas de basalto y barro se encuentran orientadas este-oeste,
dispuestas a manera de plaza. De diferentes tamaos, sus alturas varan desde 1 a 2.5
metros.
Es interesante observar cmo encima de los montculos no hay nada sembrado, mientras
que en los alrededores hay maz y papa. Hecho que dificulta la recoleccin de materiales
en la superficie. A pesar de ello, fue posible encontrar cermica aunque muy escasa. A
unos 300 metros del lugar existe un altar maya moderno, conocido como Oxlajuj Ajau Noj,
lo que puede ser un indicador de lo sagrado que ha sido este lugar.
Temporalidad aproximada en base a cermica: muy poco material y en mal estado para
lograr determinar su fechamiento.
49
Figura 11. Vista de algunos montculos de Santa Luisa de Marillac (Fotografa MB. Mndez, 2009).
50
5.3.2. Monte Sina
Categora: rea de actividad cultural.
Coordenadas: N14 49' 44.4'' W091 31' 13.8''
Altitud: 2,422 msnm
Situado a menos de 1km del centro del Parque Central del municipio, en direccin sur,
sobre lo que se conoce como el Cerro La Pedrera. En los terrenos propiedad de la Iglesia
Evanglica Cristo Viene, exactamente detrs de ella.
Figura 13. Vista desde Monte Sina hacia la Ciudad de Quetzaltenango (Fotografa MB. Mndez,
2009).
51
Figura 14. Croquis de llegada a Monte Sina (Dibujo MB. Mndez, 2011).
52
5.3.3. La Pedrera-Finca Arabia
Categora: Sitio Arqueolgico
Coordenadas:
Altar maya con recinto y techo de lmina: N14 49' 33.9" W91 31' 16.3"
Terraza con piedras talladas: N14 49' 27.9" W91 31' 15.2"
Altar con piedras talladas con diseos zoomorfos: N14 49' 33.8" W91 31' 11.9"
Altitud: 2,497 msnm
Sitio registrado por Shook entre 1943 y 1944 en donde menciona la existencia de altares y
plataformas; mientras que la Misin Espaola en 1979 despus de realizar reconocimiento
en la zona afirma que no observaron restos de montculos ni plataformas sino alguna
aglomeracin pequea de piedras sin aparente significado cultural (Iglesias y Ciudad Ruz,
1984: 18).
Sin embargo durante los recorridos realizados fue posible distinguir elevaciones naturales
posiblemente modificadas culturalmente, denominadas plataformas. De las cuales se
identificaron cinco, que se encuentran parcialmente cubiertas de rboles, sotobosque y
sembrados de maz. Ubicadas a manera terrazas, con orientacin norte-sur; de diferentes
tamaos sus alturas se encuentran alrededor de 2 metros. Y un posible montculo de 1.70m
aprox. de altura, posiblemente fueron construidos con basalto y barro.
53
asegurar nada sobre su cronologa.
Este ltimo tambin fue registrado por Edwin Shook, que lo describe como una piedra con
un mono tallado incluso hizo un dibujo de l, que para ese entonces tambin era usado
como un altar. Al parecer Vitalino Robles dueo de la labor (en 1943) hizo una excavacin
en uno de los montculos de donde encontr un muro y abundante cermica plomiza, en
especial aquella que es roja sobre naranja, identificada por Lothrop en Zacualpa (Shook,
1943a: 66).
Temporalidad aproximada en base a cermica: La Misin Espaola fech este sitio para el
Clsico Tardo (Iglesias y Ciudad Ruz, 1984: 18). Por lo observado durante la presente
investigacin se puede decir que se observaron tiestos del Clsico Temprano y algunos del
Postclsico, tal y como menciona Shook fue posible distinguir algunos fragmentos de
cermica plomiza.
54
Figura 15. Piedra tallada con figuras zoomorfas, (Fotografa MB. Mndez, 2010).
Figura 16. Vista de la Finca Arabia y al fondo el sitio arqueolgico (Fotografa P. Estrada, 2009).
55
Figura 17. Piedras con depresiones talladas asociadas al sitio,
(Fotografa MB. Mndez y B. Hernndez, 2010).
56
Figura 18. Croquis del sitio La Pedrera (Levantamiento y dibujo MB. Mndez y B. Hernndez, 2010).
Figura 19. Vista de Cerro La Pedrera, lugar donde se encuentra Monte Sina y Finca Arabia
(Fotografa MB. Mndez, 2011).
57
5.3.4. El Bal
Categora: rea de actividad cultural
Coordenadas: N 14 49' 47.2074" N 91 32' 41.5386"
Altitud: 2.580 msnm
A 4km aproximadamente hacia el Este del centro de la ciudad, sobre el cerro que lleva el
mismo nombre. Edwin Shook (1971) registr un sitio cercano a este, llamado la Piedra del
Mono ya que encontr una piedra esculpida con esa forma, posiblemente se trate del
mismo por la ubicacin que describe.
Resulta interesante el hecho de que la carretera para llegar a la cima del cerro, que es de
asfalto tenga tiestos incrustados en su superficie. Quiz porque la tierra y arena que usaron
eran del rea.
Temporalidad aproximada en base a cermica: fue posible observar muy pocos tiestos por
las construcciones que albergan a los turistas, pero sin duda se puede mencionar que es
material del Clsico.
58
Figura 20.Croquis de llegada al Cerro Bal o Cerro Tecun Uman (Dibujo MB. Mndez, 2011).
Figura 22. Vista de construccin en la cima del Cerro (Fotografa MB.Mndez, 2010).
59
5.3.5. Cerro Quemado
Categora: rea de actividad cultural
Coordenadas: N1447'45'', W 09130'54''
Altitud: 3,197 msnm
A 4km aproximadamente hacia el Sur de la ciudad, cercano al camino que lleva al municipio
de Almolonga. Sobre el Cerro Quemado, antiguo volcn. ste cerro se encuentra rodeado
por muchos altares mayas y cristianos (evanglicos y catlicos) lo que demuestra el valor
sagrado de este sitio. En el camino que conduce a la cancha de ftbol, se encuentran varios
fragmentos de cermica. Es posible que este lugar no haya sido un lugar de habitacin sino
que un lugar de peregrinacin y de paso para muchos de los visitantes que iban al cerro
por algn pedido especial.
Este cerro es tambin conocido como Quecxac (en kiche quec, negro y xac, tizne humo
negro), Xecac (de xe, abajo y cac, fuego, debajo del fuego), Catinocjuyup (de catinoc,
quemado y juyup, cerro) (Gall 1966: 22). Este antiguo volcn registra dos actividades
grandes una el 24 de octubre de 1765 y la ltima el 16 de enero de 1818, al parecer sta
ltima dur cinco meses datos expresados en el estudio de Gall publicado en 1966. Hecho
que confirma que Cerro Quemado para la poca prehispnica an era un volcn y
posiblemente activo, adems de ser el lugar donde habitaba el N'oj, que es la sabidura que
habita en l, al mismo tiempo que es su guardin.
60
Temporalidad aproximada en base a cermica: a pesar de la erosin y de lo poco del
material se puede decir que pertenecen al Clsico.
Figura 23. Vista del Cerro Quemado desde sus faldas, (Fotografa MB. Mndez, 2009).
Figura 24. Vista de Cerro Quemado desde Cerro El Baul (Fotografa P. Estrada, 2009)
61
Figura 25. Croquis de cmo llegar al Cerro Quemado (Dibujo MB. Mndez, 2011)
62
5.3.6. Palajunoj
Categora: rea de actividad cultural
Coordenadas: N14 48 26.5209, N091 32 16.9368
Altitud: 2,395 msnm.
Se encuentra a unos 800m de lo que se conoce como la Puerta del Llano del Pinal, en
donde ocurri una de las batallas de los espaoles y kiches. La cermica observada fue
muy pequea y no representativa. No se observaron estructuras ni montculos. Ms que los
amontonamientos de piedra de canteras modernas, de las que an se siguen extrayendo
materiales rocosos para construccin.
Segn la tradicin oral, el nombre a este valle le fue dado ya que se encuentra en el camino
que va hacia el nuevo altar del N'oj. Uno de estos cerros de piedra de cantera, tiene una
forma cnica y se encuentra orientado con el volcn Santa Mara, el cual tiene un moderno
altar, con una cruz bastante grande, en donde las personas llegan a hacer rituales y lo
llaman Huitzitzil Mundo.
63
Figura 26. Vista de uno de los cerros naturales del rea (Fotografi P. Estrada, 2009).
Figura 27. Croquis de cmo llegar a Palajunoj (Dibujo MB. Mndez, 2011).
64
5.3.7. La Pinada
Categora: rea de actividad cultural.
Coordenadas: Al otro lado del ro seco, N1453'16.8'' W09130'24.4''
Altura: 2410 msnm
Muy cercano al depsito arqueolgico, se observ un altar maya moderno, que tiene una
cueva artificial que pasa debajo de un bosque de pino.
Figura 28
Piedra tallada, posible altar hallado
en el camino de acceso al cantn
(Fotografa MB. Mndez, 2009).
65
Figura 29. Zanjn que conforma el Ro Seco, llamado as porque solo cuando llueve se llena de
agua (Fotografa JA. Mndez, 2009).
66
5.3.8. Chiquilaj-La Lucha
Categora: rea de actividad cultural
Coordenadas: N 1452'48.1" W 9128'56.9"
Altitud: 2,330msnm.
Es probable que ste material se encuentre asociado al sitio Chiquilaj registrado por la
Misin Espaola el cual consiste en:
Un pequeo montculo junto al Ro Xequijel, localizado cerca del camino que
conduce [a la aldea] de San Jos Chiquilaj. El montculo, de altura inferior a
los dos metros, apenas si se halla erosionado. Sus dueos se negaron
expresamente a que tomramos fotografas y las dimensiones pertinentes del
sitio, as como que recogiramos, si lo hubiera, material de superficie; sta ha
sido la causa por la cual no hemos podido asignarlo a un perodo concreto
aunque sus caractersticas fsicas y situacin en el mapa nos hacen pensar
que se trata de un rasgo de finales del Formativo o Protoclsico (Iglesias y
Ciudad Ruz, 1984: 18).
67
Figura 31. Cermica de Chiquilaj (Fotografa MB. Mndez, 2011).
68
Figura 32. Cmo llegar a Chiquilaj-La Lucha (Dibujo MB. Mndez, 2011).
69
5.3.9. Botellones
Categora: rea de actividad cultural
Coordenadas: 1450'29.2" N y 9129'42.2" W
Altura: 2,390 msnm.
Los botellones eran depsitos subterrneos tallados en forma cnica o en forma de botella
en el barro, arena o talpetate, relacionadas por lo regular a reas habitacionales.
Todo esto qued al descubierto por el trabajo de una constructora que se encarga de un
condominio recientemente fundando en el rea.
Al observar los perfiles de estos vestigios es posible compararlos con los hallazgos de la
Misin Espaola en Las Victorias, Salcaj en donde se hallaron pozos abiertos de boca
estrecha posiblemente dedicados al almacenaje y enterramientos (Ciudad Ruz e Iglesias,
1995: 90), en donde tambin fueron descubiertas ofrendas.
70
Figura 33. Piedras de moler en superficie cercano a los escombros de construccin del condominio
(Fotografa MB. Mndez, 2011).
Figura 34. Croquis de cmo llegar al rea donde se encuentran los botellones (Dibujo MB. Mndez,
2011)
71
Figura 35. Vista de dos de los botellones (Fotografa Z. Caldern, 2010)
72
5.3.10. Chitux
Categora: rea de actividad cultural
Coordenadas: N 1450'48.3" y W 9132'33.8"
Altura: 2,520 msnm.
Este es un lugar donde tambin se ha reportado cermica por parte de las constructoras
que realizan labores en el sector. No se conoce muy bien el contexto en que se hall la
misma, pero segn reportes de las personas que habitan cerca al lugar fue en el momento
de hacer los cimientos de las casas.
En 1996, Juan Luis Velsquez recorri el sector y tambin hall cermica la cual define as:
las clases engobadas son de los grupos Salcaj (caf-negro), Miraflores
(negro), Lolotique (rojo), Santa Tecla (rojo), Olocuitla (naranja), y de una
clase no establecida sin engobe. En conjunto la muestra es del Preclsico
Medio-Tardo y un solo soporte mamiforme se puede fechar para el Preclsico
Tardo-Terminal o Protoclsico (1996: 279).
Es probable que en este sector hayan existido botellones como los descritos anteriormente
pues la cermica y los hallazgos observados son muy parecidos, adems segn rumores de
los albailes del sector observaron huesos y algunas ollas completas.
73
Figura 36. Vista de la ladera que es parte de Cantn Chitux y que ahora es ocupada por modernas
construcciones (Fotografa MB. Mndez, 2011)
Figura 37. Croquis de cmo llegar al rea de actividad cultural Chitux y su (Dibujo MB. Mndez,
2011).
74
5.4. Interpretacin arqueolgica
El aumento de la poblacin y la necesidad de aprovechar el terreno, han
trado consigo la destruccin de multitud de lugares arqueolgicos, cosa que
ha podido ser comprobada al tratar de buscar los yacimientos descritos por
Shook en sus reconocimientos llevados a cabo en la dcada de 1940 (Iglesias
y Ciudad Ruz, 1984: 10).
Este inconveniente con el que se enfrent Edwin Shook y la Misin Espaola, es cada da
ms grave puesto que algunos de los sitios registrados anteriormente se encuentran
completamente soterrados por la moderna ciudad o por los escombros de las explosiones
de los volcanes Cerro Quemado y Santa Mara. Un claro ejemplo de ellos es La Democracia
registrado por el Dr. Shook y que actualmente se encuentra por debajo de modernas
construcciones de uno de los mercados ms importantes de la ciudad. Por lo que se puede
afirmar que hacer arqueologa en el municipio es sumamente difcil. De los 5 sitios
registrados por Edwin Shook y 2 por la Misin Espaola, son pocos los restos culturales que
an permanecen.
A continuacin se presenta una tabla en donde se agruparon tanto los sitios registrados en
investigaciones anteriores como en la presente, exponiendo la categora y fechamiento que
les corresponde y un mapa donde se localiza cada uno de ellos.
75
N
Registrado anteriormente
Para esta investigacin
Figura 38. Hoja 1:50,000 indicando los lugares registrados como vestigios arqueolgicos en el
municipio.
Modificado a partir de IGN
Edwin Shook (1943a) menciona que es probable que los asentamientos se encuentren en
su mayora en la parte sureste del municipio justo donde los escritos etnohistricos
mencionan que se comienzan las conquistas de la zona. Pero que al igual que Fox,
mencionan que no existen ruinas o edificios que lo prueben. Y como se puede observar
en el mapa los sitios hallados y los registrados se encuentran ms hacia al norte. Puede ser
porque la parte sur haya sido la ms afectada por las erupciones volcnicas, soterrando los
vestigios y que estos no sean visibles o estn completamente destruidos.
Con respecto a los fechamientos en esta investigacin, es importante que fueron hechos en
base al material cermico observado en superficie con ayuda de las Licenciadas Marlen
Garnica de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala y Lic. Zoila
Caldern de la Inspectora del rea del Departamento de Monumentos Prehispnicos y
Coloniales, quienes apoyaron parte de investigacin de campo. Pero hay que reconocer que
no determinan la secuencia cronolgica del sitio o rea cultural y probablemente tampoco
76
de su ltima ocupacin puesto que sera necesario hacer una excavacin sistemtica para
lograr establecer las fechas de manera ms precisa.
Sitio arqueolgico
rea de actividad cultural
Figura 39. Hoja 1:50,000 con localizacin de sitios por categora
Modificado a partir de IGN
En cuanto a los sitios que tienen estructuras, fue difcil observar la disposicin espacial por
la mala conservacin o lo alto de la vegetacin. Lo que s es un hecho es que algunos de
los sitios mencionados anteriormente se encuentran en lugares donde tuvieron que usar
algunos elementos naturales como laderas y planicies sobre montaas, y que modificaron
de acuerdo a sus necesidades; tal es el caso de La Pedrera-Finca Arabia, cuyas estructuras
se encuentran sobre laderas y/o terrazas naturales modificadas; La Pinada para el segundo
caso y la planicie o valle que se dirige al Volcn Santa Mara como Santa Luisa de Marillac y
Palajunoj.
77
Ahora bien, es importante periodizar cada uno de los sitios descritos anteriormente y
relacionarlos con los datos del rea que permitan encontrar similitudes que sealen o
confirmen posibles relaciones con poblaciones antiguas del rea.
5.4.1 Preclsico
Para este perodo se registran Chiquilaj-La Lucha, los Botellones y Chitux, los tres
clasificados como reas de Actividad Cultural pero es probable que en Chiquilaj haya
existido un sitio mayor, puesto que Misin Espaola registr un montculo muy cercano.
Mientras tanto en la Costa Sur y en el resto de las Tierras Altas se gestaban la construccin
de grandes centros entre ellos Kaminaljuyu, Takalik Abaj, El Portn y Sakajut. Los tipos y
estilos de cermica compartidos indican que la mayora de estos centros de las Tierras Altas
comerciaban entre s, en lo que debi haber sido una red bastante elaborada de
comunicacin e intercambio (Valds y Rodrguez, 1993: 142). Durante el Preclsico Medio,
vajillas como Xuc, Morfino y Naranja Zinc fueron importados de la zona noroeste, es decir
los departamentos de Sacatepquez, Chimaltenango, Quich y Quetzaltenango (Hatch,
1997:87). Asimismo por referencias de la Dra. Hatch se reconoce la importancia del
complejo Salcaj-Momostenango, ya que fue ampliamente reconocido en el Altiplano
guatemalteco para sta poca.
78
Figura 40. Perfil Botellones de Salcaj excavados por la Misin Espaola. (Tomado de Ciudad Ruz e
Iglesias 1995: 96)
Figura 41. Perfil Botellones hallados en perfiles de cerros (Dibuj MB. Mndez, 2011)
5.4.2 Clsico
Para ste tiempo se registraron: Cerro Quemado, La Pinada, El Bal y La Pedrera-Finca
Arabia. Siendo este ltimo el nico anotado como sitio arqueolgico en contraposicin del
resto que fueron clasificados como reas de actividad cultural. Llama la atencin que tres
de estos registros se encuentren en cerros naturales posiblemente por defensa o por
control del resto de tierras, pero tambin cabe destacar que uno de ellos tiene altas
probabilidades de ser un centro de peregrinaje como es en la actualidad Cerro Quemado,
que segn la tradicin oral fue y es parte importante del imaginario cultural de la poblacin.
79
Todas las regiones de Guatemala experimentaron fuertes cambios culturales durante el
Clsico. Existieron movimientos migratorios y la formacin de nuevos centros. Las
poblaciones, identificadas como de la Tradicin Cermica Naranjo, se trasladaron
paulatinamente al este. Los movimientos poblacionales causaron una cierta tensin en el
rea central de la Costa Sur, lo que se refleja en el sistema defensivo. En las Tierras Altas
de Guatemala el sistema sociopoltico que parece haber imperado fue el dominio de varios
sitios mayores sobre amplias extensiones de terreno, donde un centro rector controlaba a
otros sitios menores. Los sitios arqueolgicos mejor conocidos para el Clsico Temprano son
Kaminaljuy, en el valle de Guatemala; Cham, en Alta Verapaz; Zacualpa, en Quich;
Zaculeu, en Huehuetenango; y el valle de Salcaj, en Quetzaltenango (Valds y Rodrguez,
1993: 149).
Segn la Misin Espaola (Iglesias y Ciudad Ruz, 1984: 28) la ocupacin Clsica tiende a
ser ms numerosa. Es probable tambin que los sitios preclsicos continen siendo
habitados en el Clsico Tardo, aunque se inicia una verdadera explosin demogrfica que
tiende a ocupar no slo los viejos asentamientos, sino tambin la parte media y media-alta
de las montaas que dominan la zona, desde 2,355 hasta 2,500msnm. Este es
posiblemente el caso de La Pedrera-Finca Arabia en donde hicieron posible el uso del
terreno como vivienda, a travs de la construccin de terrazas para nivelarlo, como algunos
sitios del Altiplano Central, (Santa Rosa y Pompeya en Sacatepquez y San Martineca en
Sumpango) (Robinson, 1993a y 1993b)
Para stas fechas tambin (Ciudad Ruz e Iglesias, 1995: 92), se tiene conocimiento de un
sitio, relativamente cercano, Monrovia que se encuentra en el municipio de San Juan
Ostuncalco, el cual cuenta con varias estructuras dispuestas a manera de plaza que
incluyen un juego de pelota de abierto. O una comunidad an ms pequea como es Agua
Tibia en Totonicapn que es una rea campesina y rural con un patrn disperso tpico del
perodo (Ciudad Ruz e Iglesias, 1995: 91).
Para el Clsico Tardo, la poblacin aument ligeramente, continuaron las relaciones con el
Altiplano Occidental, y aparecieron rasgos cermicos y arquitectnicos de estilo
teotihuacano en el sector central del sitio. Los estilos de Teotihuacan cesaron de tener
80
importancia. Sin embargo, las poblaciones de las Tierras Altas de Guatemala residieron an
en los mismos lugares y aumentaron de tamao durante el resto del Perodo Clsico. Se
mantuvieron los nexos socioeconmicos y puramente comerciales entre las regiones del
Altiplano Central, occidente y norte de Guatemala, y, en el comienzo del Clsico Tardo, se
reanudaron las relaciones entre las Tierras Altas Centrales y la Costa Sur (Valds y
Rodrguez, 1993: 150).
5.4.3 Posclsico
Monte Sina y Palajunoj son los registrados en esta investigacin con esta fecha. Aunque no
se tiene claro an si el primero de ellos era parte del Sitio Arqueolgico La Pedrera-Finca
Arabia y haya tenido una larga ocupacin. Asimismo, en el Parque Central del municipio se
registraron entierros con vasijas de estas mismas fechas.
Los estudios de las Tierras Altas se apoyan no slo en los vestigios arqueolgicos, sino
tambin en las fuentes documentales, es decir, las crnicas coloniales, las cartas de relacin
de los conquistadores, los textos indgenas, etctera. De esta manera se ha intentado
reconstruir la historia de algunos de los pueblos mencionados.
81
Un lugar de gran inters para este perodo es Tajumulco (San Marcos) que se desarrolla y
es abandonado en el Postclsico Temprano. La investigacin realizada por Dutton y Hobbs
(1943, citado por Ciudad Ruz e Iglesias 1995: 92), muestra un centro provincial con cinco
grandes montculos situados en torno a la Plaza Principal y otras terrazas con montculos
ms pequeos.
La documentacin escrita seala que los K'iche' de Utatln tuvieron una estrategia
adaptativa de tipo solar, conquistando territorios al norte, sur, este y oeste (Fox 1978;
Ciudad Ruz e Iglesias, 1995; Valds y Rodrguez, 1993). Con la anexin de los valles de
Totonicapn y Quetzaltenango consiguieron dominar el estratgico paso del Samal entre el
Altiplano y la Costa, con plantaciones tan ambicionadas como el cacao y el algodn. Para
mantener controlada esta zona y defenderla de los Mam, que contrajeron su frontera
oriental hasta poco ms all de Quetzaltenango, se construyeron fortalezas y se potenci la
creacin de grandes centros; es el caso de Momostenango -Chwa Tz'ak-, Totonicapn -
82
Chuwi Mik'ina-, la propia Quetzaltenango, Xelajuj, Zunil y otros ms. Por desgracia, esta
documentacin no ha sido contrastada an por la arqueologa (Ciudad Ruz e Iglesias,
1995: 93).
Preclsico
Clsico
Posclsico
Indeterminado
Figura 42. Mapa 1:50,000 con localizacin de los sitios por temporalidad
Modificado a partir de IGN
Existe poca informacin sobre los habitantes de la Costa Sur de Guatemala durante el
Postclsico, ya que muchos sitios fueron abandonados al final del Clsico Tardo. Los
habitantes que quedaron continuaron siendo agricultores y comerciaban algodn, sal y
cacao. La cermica Plomizo Tohil, un elemento marcador de dicho perodo, proviene de la
planicie costera del Pacfico, en la vecindad de la frontera entre Chiapas y Guatemala. Se
encuentra distribuida a lo largo del territorio guatemalteco y se extiende tambin a la
Pennsula de Yucatn, Tula, Hidalgo y otros lugares de Mxico (Iglesias y Ciudad Ruz
1993).
83
La mayor parte del Altiplano de Guatemala, experiment un cambio profundo en los
patrones de asentamiento. Sitios que estuvieron situados en valles durante el Perodo
Clsico, fueron abandonados y construidos posteriormente en las cimas de montaas, en
lugares poco accesibles, rodeados por barrancos, con el fin de hacer ms fcil su defensa
ante las continuas acciones blicas. Se acondicionaba la parte superior de los cerros a fin
de construir plazas y centros ceremoniales. Las construcciones se amoldaron a la
configuracin natural del terreno. Las estructuras se hicieron con piedra local, adobe u
otros materiales cercanos y los edificios se recubran con estuco y los pintaban de rojo,
azul, amarillo y verde. Algunos tenan murales de estilo mixteca. La arquitectura se ajust
al modelo general de las Tierras Altas y en su mayora compartieron los mismos rasgos:
templos gemelos con doble escalinata, pirmides-templo, juegos de pelota cerrados, las
estructuras largas que servan como 'Casas del Consejo', los altares en las plazas, etc.
(Valds y Rodrguez, 1993: 157).
Tal era el panorama que prevaleca a la llegada de los conquistadores espaoles en 1524;
que stos encontraron en las Tierras Altas de Guatemala a los [kiche] y [kaqchikel] como
Estados incipientes, y con seoros y otros tipos de organizacin poltica, menos complejos,
a los [tzutujil], [mam], [q'eqchi'], [poqomchi], [poqomam] y en la costa sur, a los pipiles y
xincas (Ibd. 1993: 158).
84
Captulo VI
Es probable que surjan muchos problemas al trabajar sobre un tema tan complejo como es
la identidad y es que existe cierta facilidad con que sta puede ser manipulada desde la
interpretacin y la reinterpretacin de los procesos histricos. Pues stas, se encuentran
inmersas en el manejo poltico, ya que responden a los intereses que le dan los diferentes
sectores sociales; de esta forma el discurso histrico puede ser usado para legitimar
polticas que conllevan la reafirmacin de una identidad o a la conformacin de otras.
Pero a pesar de las diferencias que existen entre los grupos histricamente existentes en
Quetzaltenango, conviven aspectos que los hacen exaltar fuertemente valores locales (con
su ciudad) y microregionales (con su departamento). A criterio propio hay ciertos hechos
histricos, elementos culturales, naturales y personajes con los cuales los habitantes
quetzaltecos se identifican, se sienten orgullosos y que convierten en conos, los cuales
forman parte de aquello que ha moldeado la identidad de Quetzaltenango, no importando
su etnia.
Es probable que muchos de estos conos o smbolos vengan como parte del proceso
histrico. Pues se sabe que antes, despus y durante El Sexto Estado de los Altos se,
..buscaba crear desesperadamente simbologas quietistas que permitiesen
una idea abstracta de su propia realidad sin por ello poner en duda su deseo
85
de estar con la luces del siglo y los progresos de la civilizacin. En ese
andamiaje de smbolos, la toponimia indgena habra de sugerirles el ms
obvio de ellos: Quetzaltenango, tierra de los quetzales. De esa manera,
creaban un ligamen con el patriotismo criollo de antes de la independencia.
Desde 1809 el Ayuntamiento de Quetzaltenango haba ordenado que el
quetzal figurase, junto a un volcn, en el punzn local para sellar los pesos
haciendo honor a su etimologa y a su geografa (Taracena, 1997: 226).
6.1.1 Naturales
Uno de los conos naturales ms importantes de esta ciudad es el Volcn Santa Mara, el
que se cree es el sucesor de Quecxac o Cerro Quemado y que puede ser observado desde
cualquier lugar de la ciudad. Asimismo, es utilizado en el escudo de la ciudad que es el
mismo del Sexto Estado de los Altos. Pero an ms interesante es toda aquella tradicin
oral que lo rodea, como lo que las comunidades de Santa Eulalia en el norte de
Huehuetenango cuentan, que es un lugar al que le deben respeto y al mismo tiempo le
tienen temor porque ah vive el No'j, mientras lo sealan (Castillo Aguilar, comunicacin
personal 2011), ya que desde las montaas donde se ubica este poblado es posible
observar este volcn y parte de la cadena volcnica. sta leyenda ya se trat en el captulo
anterior y la poblacin quetzalteca tambin cree en este lugar mtico.
El Cerro de la Pedrera tambin es uno de los conos naturales, usado como referencia de
ubicacin en la ciudad. Es un atractivo turstico puesto que se encuentra muy cerca del
Parque Central. En la poca Republicana se utiliz como cantera de extraccin de piedra,
cuyo origen es volcnico, siendo riodacita de color gris plido.
Es posible que, como mencionan algunos antroplogos de la teora simblica, los referentes
histricos no se encuentren vvidos y expresos en las personas, pero existen en sus
recuerdos implcitamente o simplemente son tan parte de su vida cotidiana que no le dan la
importancia que tiene realmente dentro de su historia y cultura. Tanto el Volcn Santa
Mara como el Cerro La Pedrera formaron parte del imaginario y de los conos utilizados en
la poca prehispnica, factor que an en la actualidad se maneja.
86
El quetzal, utilizado como smbolo para el Sexto Estado, incluso es descrito as
...la emulacin del ciudadano quetzalteco lo confiere al espartano carcter del
Quetzal. Lleva su nombre; primero muere que dejarse esclavizar. Esta ave es
rara; y como dice el conde Las Casas: no lo hay en el resto del mundo, slo
en nuestra Repblica (Centroamrica), y su cuna y domicilio son los Altos, de
donde el nombre de Quetzaltenango trahe (sic.) su etimologa (Peridico El
Quetzal No. 2 tomado de Taracena, 1997: 227). Habra que esperar el
triunfo de la revolucin de 1871, para que se diera una simbiosis definitiva de
la simbologa del regionalismo altense con aquella nacional y que tuvo como
significado una ruptura con la dimensin geogrfica nacida con el
experimento federativo (Taracena, 1997: 236).
Es importante reconocer los mritos que las lites tanto ladinas como indgenas tuvieron
que ver con la creacin del Sexto Estado de los Altos, a ambas les convena tener
controlado el poder por sobre el resto de ladinos e indgenas pobres. Hecho que influy en
el posterior fracaso del mismo, porque algunos indgenas y ladinos en lo ms bajo de la
estructura socio-econmica no estaban de acuerdo con lo establecido por la Repblica,
rechazaron esta separacin de Guatemala y se unieron a Carrera para impedir aquello. Lo
que es importante de resaltar de todo este embrollo histrico, es la independencia
econmica, social y poltica que lograron tener en esos momentos. Que no era algo
espontneo sino que vena gestndose incluso antes de la firma del Acta de Independencia
de Espaa en 1821. Hecho que an en la actualidad llena de orgullo a muchos quetzaltecos
que aseguran no tienen nada que envidiar a la capital.
87
Con el objetivo de proporcionar energa elctrica al Ferrocarril de Los Altos, el primero y
nico de sta ndole en Guatemala, se construy en 1927 la Hidroelctrica de Santa Mara
sobre el Ro Samal, al mismo tiempo que tambin construyeron un tnel nico en el pas
para que fuera posible su trnsito entre las montaas de la zona. Tanto el ferrocarril como
el tnel y la hidroelctrica son motivos de orgullo puesto que constituyen elementos nicos
y primognitos en el pas.
Hay dos hechos importantes para demostrar la unidad del pueblo quetzalteco: el primero
ocurre durante aparicin repentina del clera morbus a nivel mundial en la dcada de 1830,
en donde las autoridades al verse solitarias en la bsqueda de la prevencin ante el
inminente brote, se ven obligadas a crear sus propios contingentes de emergencia y
algunos boletines que permitieran informar a la poblacin; de manera que al no recibir
apoyo del gobierno central y dejarlos prcticamente abandonados es cuando empiezan a
armar el proyecto del Sexto Estado de los Altos. El otro hecho importante es cuando
sucede la desgracia de la destruccin de una gran parte del Ferrocarril de los Altos, los
quetzaltecos se unen, dejan sus trabajos para ir a ayudar a la reconstruccin del mismo sin
salario alguno, pero el General Ubico les prohbe que lo hagan. Con esto, es probable, que
en lugar de ser bien recibido el mandato presidencial haya creado ms resentimiento hacia
el gobierno central, al mismo tiempo cre cohesin y sentido de solidaridad en la poblacin
y por qu no?, mayor apego en la bsqueda de desarrollo para su municipio teniendo
como consecuencia positiva, el fortalecimiento de su identidad.
Otros de estos rasgos son las tradiciones que da a da conviven con los habitantes. Quin
no conoce los famosos paches quetzaltecos? Que incluso se venden en otras ciudades con
88
el mismo nombre, o los famosos antojitos quetzaltecos, Xelapan como empresa local,
entre otros que ms que simples comidas son referentes identitarios de este poblado.
La Feria Patronal en honor a la Virgen del Rosario quin fue investida como la patrona del
municipio luego de la explosin del Volcn Cerro Quemado, pues la poblacin le implor
que la destruccin no llegar al pueblo y que si ella como madre de Dios no lo permita le
haran un altar en su nombre y la convertiran en su patrona. En octubre de 1765 despus
de la erupcin Nuestra Seora del Rosario sali en procesin y se hicieron votos de celebrar
una solemne fiesta cada ao (Gall 1961: 31). Hecho que an en la actualidad se celebra
con una feria cada 7 de octubre con duracin de un mes.
Luna de Xelaj este vals, que no solo los quetzaltecos llaman el segundo himno de
Guatemala forma parte de los repertorios de cantantes, marimbas y todo tipo de
agrupaciones instrumentales en Guatemala y el mundo, puesto que diferentes grupos a
nivel internacional la han ejecutado en diversas versiones que van desde cumbia, balada y
duranguense. Es comn escuchar esta pieza originalmente en marimba en las fiestas y
radios y que sean los mismo quetzaltecos quienes las pidan o bien escucharla fuera de
muchas fronteras como una evocacin de pertenencia a nuestro pas, Guatemala.
89
para cada partido o evento en el que participe el equipo, que a pesar de que muchas veces
no cumpla con las expectativas de los espectadores stos siempre lo acompaan y sienten
lo que ellos mismos denominan pasin.
6.1.4 Personajes
Un personaje mtico e histrico es Tecun Uman, guerrero kiche quin libro una dura
batalla en contra de los espaoles en los Llanos de Urbina. Declarado Hroe Nacional y
smbolo de defensa de la nacionalidad guatemalteca por el Congreso de la Repblica,
mediante el Decreto No. 1334, el 22 de marzo de 1960.
Quiz esta misma evocacin de un hroe ha hecho que los quetzaltecos sientan la pasin
de destacarse en cualquier rama como se evidencia en los talentos musicales a nivel
nacional como los Ovalle, Bethancourt y Jess Castillo, compositor de pera para marimba,
los Hurtado, creadores de la marimba doble, el primer centroamericano en atravesar el
Canal de la Mancha, o artistas de la talla de Efran Recinos y don Humberto Garavito,
poetas romnticos y revolucionarios como Otto Ren Castillo y Osmundo Arreola,
matemticos como Lucas T. Cojulum, insignes mdicos como Rodolfo Robles, polticos y
presidentes como Jacobo Arbenz (Ver ANEXO 3).
90
Figura 43. Escultura de Tecun Uman en Quetzaltenango (izq.) y al momento de ser trasladada hacia
Quetzaltenango, junto a su autor, el escultor Rodolfo Galeotti Torres, (der.). (Fotografas MB. Mndez,
2011 y Archivo Fotogrfico Digital, SF).
Estos son algunos de los muchos personajes de los que la gente quetzalteca se siente
orgullosa, pero quiz la razn de esto, sea porque representa a los habitantes de la ciudad
y es que en su contexto no basta con destacar en las ramas de la ciencia y el arte para ser
considerado personaje, sino que hace falta gozar de tradicin, de arraigo y respeto en la
autoridad moral de Xelaj. Como menciona el antroplogo Roney Alvarado Gamarro:
...profesionales y artesanos, mdicos y comadronas, pintores, poetas y
arquitectos, socilogos y tartuleros, cofrades y acadmicos; en su conversa
cotidiana, sin proponrselo; autentican la autoridad del artista, el acadmico
o el cientfico. No basta con estudiar, hay que ser re conocido y
pertenecer a la ciudad y al valle. Sin este requisito, se es solo transente, no
residente (Comunicacin personal 2010).
91
antroplogo ve con ojos positivos este hecho, ya que actualmente, es el
centro urbano ms grande del occidente en el que, diariamente, conviven
ladinos y kiches (sic.) dentro de una poblacin proporcionalmente
distribuida, que accede de manera ms igualitaria, en relacin con otras reas
del pas, a la participacin poltica, social y educativa (comunicacin personal
2010).
Sean stas o no algunas de las razones que dan forma y existencia a ese amor por
Quetzaltenango, lo que s es seguro, es que la identidad quetzalteca sobresale en todo el
territorio nacional, e incluso es motivo de orgullo para las personas decir que yo soy de
Xela, sea indgena o ladino, de otros municipios o departamentos cercanos. Pues gracias a
esta identificacin se ha tratado de construir un espacio multicultural equilibrado incluso
antes de los Acuerdos de Paz. Pero como bien dice Alvarado Gamarro, no todo tiene que
tener una explicacin cientfica complicada sino que puede ser que:
Se trata de expresiones trastocadas por un contexto que acorrala y obnubila
nuestra propia forma de percibir la historia, de asumir el mensaje de nuestra
memoria colectiva; queremos asumir que igual que todos los lugares, todos
los valles y pueblos de la nacin, en estas apreciaciones y actitudes en
apariencia superfluas, subyace el grito inagotable del pasado que nos
convoca al reencuentro con nuestro Ser. Y que simplemente sea el grito del
pasado que se manifiesta en el arte, la ciencia y la academia (comunicacin
personal 2010).
Dentro de la historia que se ensea son tres los hechos de lo prehispnico que se
menciona: ocupacin mam, conquista kiche y el coraje y/o valenta de Tecun Uman,
demostrados en la mtica batalla.
92
Ninguno de estos hechos se logra enlazar con restos materiales, en la mente de sus
habitantes. Claramente observable en plticas coloquiales con habitantes del municipio
quienes dicen no conocer ninguno de los vestigios arqueolgicos de la zona, es ms
sealan que las ruinas y esas cosas de los mayas solo se encuentran en el Petn. Mientras
que una seora kiche, doa Dominga Quijivix (comunicacin personal, 2012), habitante de
un cantn cercano a Palajunoj y Pacaja, menciona que cerca de su casa hay altares y se
han visto cosas viejas, pero que a ella le dan miedo porque no son cosas de Dios, parecen
ms cosas de brujera.
Este tipo de pensamiento es comn en la mayora de lugares de nuestro pas, en donde hay
restos culturales prehispnicos que son invisibles a los ojos de la gente, puesto que algunas
veces se encuentran asentados en los mismos sitios o muy cerca de ellos, pero por
ignorancia de la historia (por desconocimiento educativo o por desinters) no son
reconocibles. Todo se deba quiz a que el inters de la arqueologa guatemalteca est muy
ligada a la cultura del turismo que promueven aquellos sitios de arquitectura monumental,
como Tikal y Yaxha en Petn; Iximch, en Chimaltenango y recientemente Takalik Abaj en
Retalhuleu.
Sin embargo, para no generalizar, se tuvo oportunidad de escuchar al Ing. Msc. Fabricio
Aguilar quin se autodenomina indgena kiche, al comentar sobre la existencia de vestigios
arqueolgicos sabia de su existencia, aunque geogrficamente no se donde estn
situados. Creo que es importante conocerlos, ya que le el libro donde se describe el Lienzo
de [Quauhquechollan] y hace mencin del paraje Pacaj, como el sitio donde se puede
encontrar todava vestigios de la ciudad prehispnica (Comunicacin personal, 2012). sta
informacin no queda lejos del todo, ya que el sitio Santa Luisa de Marillac se encuentra
cercano a lo que el menciona.
Es posible determinar con estas opiniones que los quetzaltecos no se resignan del todo
a creer que antiguas personas habitaron su municipio antes de la llegada de los
espaoles, pero por la educacin historiogrfica oficializada, es difcil asimilar estos
datos y considerarlos parte de la historia local.
93
Al igual que en el resto del pas la relacin que existe entre arqueologa e identidad en el
municipio no es ms que la de lo extico, turstico y restos, de lo que se trat en algn
momento, de crear smbolos de identidad nacional. Se menciona, el papel que ha jugado
el pasado en la construccin de una identidad nacional fue clave y sigue evolucionando. Las
consecuencias de tener una historia dividida en dos grandes pocas, la prehispnica y la
colonial, [el neoclsico europeo, nico en el pas, porque ninguna otra ciudad lo refleja
como Quetzaltenango] ha influenciado y permitido una seleccin del pasado para
conmemorar, segn los propsitos deseados (Costa, SF: 12)
Asimismo, se termina de comprobar sta inexistente relacin, con la gran prdida de sitios
arqueolgicos ya que la expansin urbana, la explosin demogrfica y el auge de los bienes
races en Quetzaltenango ha causado la construccin de casas, colonias, condominios y
obras pblicas que los destruyen y amenazan con destruir otros muchos en municipios
cercanos. Es probable que Edwin Shook (1943b: 60) y don Vitalino Robles, quin tena una
coleccin bastante grande de materiales arqueolgicos, hayan previsto este problema y
trataran de advertirlo, ya que ambos mencionan la idea de la construccin de un museo en
94
el Templo a Minerva incluso tenan un plano, en este lugar se representara la cultura
antigua del altiplano para que fuera visto por todos y sera en la ciudad por la importancia
que representa en el rea.
Hay un hecho que quiz tenga mucho de relacin con el trabajo antes citado de Alvarado
Gamarro, en donde se sita a lo simblico transmitido ya sea por oralidad o por tradicin y
es la existencia de altares de rituales modernos muy cercana o en los sitios arqueolgicos.
Por ejemplo, las personas que llegan a hacer sus ceremonias a los modernos altares dicen
llegar ah porque sus familiares llegaban desde hace mucho tiempo y que en realidad no
saben desde hace cuntas generaciones llegan pero al parecer como mnimo son 3 o 4. En
realidad no se sabe con exactitud esta importante relacin entre lo antiguo y moderno, que
quiz tenga que ver con algn tipo de mstica o simple tradicin, pero es un hecho
innegable.
Finalmente, en cuanto al papel que juega la historia antigua, en especial aquella que puede
contar la arqueologa prehispnica con la identidad. Quiz sea algo muy importante porque
puede reforzar pensamientos. Al conocer la historia antigua es posible hallar las races de
problemas y virtudes de un pueblo. En el caso de Xela, desde tiempos prehispnicos fue
una gran ciudad digna de ser admirada. Capaz de causar rivalidades por querer ser
habitada. Influenciada por la fuerza de diferentes energas que la llevan a ser un lugar
atractivo para visita, y capaz de procrear hijos lideres e importantes.
95
96
Captulo VII
CONCLUSIONES
97
destruidos completamente, el resto se encuentran en total abandono y con alto grado
de destruccin y uno no pudo ser localizado.
Tambin es importante recalcar lo difcil que es elaborar arqueologa en esta rea por
tres razones:
Porque la mayora de estas reas de actividad cultural y/o sitios arqueolgicos se
encuentran erosionadas parcial o completamente por la frontera agrcola y el
avance de los asentamientos humanos modernos. Al mismo tiempo que casi
90% de ellas se encuentran en propiedad privada haciendo complicado el
ingreso y su debido registro.
En segundo lugar, es probable que las erupciones del Cerro Quemado en 1765 y
1818; las de volcn Santa Mara que terminaron en 1902 y las ms recientes de
Santiaguito, hayan dejado sepultados vestigios que pudieron ser objeto de
estudio arqueolgico.
En tercer lugar, porque no se cree que puedan existir vestigios arqueolgicos
prehispnicos, dificultando la investigacin en el sentido de tradicin oral.
98
del que hacen alusin a su nombre, no han logrado expresar esa relacin de lo antiguo
y lo moderno para reivindicar esta parte de la historia, al contrario lo nico que hacen
es reproducir elementos de una regin culturalmente diferente como son la Tierras
Bajas Mayas, que si bien tuvieron relacin no son nica referencia de este perodo.
Por ello se dice que, cuando ste pasado se convierte en una utopa cerrada, lo que se
est haciendo es una concesin historiogrfica al cdigo cultural criollo-ladino,
tendindose a perder de vista tanto la complejidad de la resistencia del indgena como
la surgida de las alianzas tnicas y clasistas frente a sus opresores reales (Melgar Bao,
citado por Taracena 1997: 409).
Hay que reconocer que a pesar de las diferencias tnicas, econmicas y sociales los
quetzaltecos se sienten orgullosos del lugar donde nacieron y viven, e incluso quienes
llegaron despus retoman ese mismo amor.
99
100
REFERENCIAS
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Sin Autor.
S/F Archivo Fotogrfico Digital. Donado por Germn Bauer.
106
ANEXOS
ANEXO 1
MODELO DE FICHA UTILIZADO PARA EL RECONOCIMIENTO ARQUEOLGICO
rea en Propiedad
Tipo de acceso
Descripcin
Materiales de construccin
Observaciones
ANEXO 2
ALGUNOS DE LOS PERSONAJES QUETZALTECO RECORDADOS POR SUS LOGROS
Rodolfo Robles Reconocido mdico recordado por el descubrimiento de la
1978-1939 ceguera de la costa, ocasionada por las filarias de la onchoerca
volvulus, enfermedad hasta entonces solo reconocida en frica,
que ahora se conoce como la enfermedad de Robles en su
honor.
Jacobo Arbenz Encabez la Revolucin de 1944, actu como triunviro de la
19131971 Junta de Gobierno, luego fue Ministro de la Defensa en el
gobierno de Juan Jos Arvalo y finalmente Presidente de
Guatemala, siendo expulsado del pas por supuesta vinculacin
con el comunismo.
Jess Castillo Es un msico, compositor e investigador. Mantuvo la postura de
1877-1946 la valoracin de la msica autctona, mostrando el camino a
varias generaciones de compositores en su pas. Entre sus obras
sobresale la pera Quich Vinak.
Osmundo Arreola Fue el primer poeta Laureado en los Juegos Florales
1886-1939 Centroamericanos. Es considerado el decano de los poetas
guatemaltecos.
Efran Recinos Famoso Ingeniero, Urbanista, Pintor, Escultor, Muralista,
1928-2011 Escengrafo, Inventor, profesor de matemticas, de construccin
y de Arquitectura. Gran expositor del arte y creador de grandes
obras, una de ellas el Teatro Nacional, muri recientemente
(octubre 2011)
Rodolfo Galeotti Escultor cuyos estudios los realiz en Italia pero quin al final
Torres impone su propio sello y su tcnica. Realiz varias obras
1912-1988 escultricas en el Palacio Nacional de Guatemala, dentro de las
que se destacan los escudos nacionales, realiz varias esculturas
de Tecun Umn en diversos lugares del pas, uno de ellos es una
estatua en bronce la cual an se encuentra en la ciudad de
Quetzaltenango.
Paco Prez Huehueteco de nacimiento. Fue inmortalizado por su vals-
1917-1951 cancin Luna de Xelaj aunque de discutida y polemizada
autora.
Humberto Conocido como el pintor del paisaje. Trabaj sobre acuarela,
Garavito leo, esmalte, metal y en otras formas que experiment.
1897-1970
Francisco Vela Fue cartgrafo. Diputado electo. Se le encarg la realizacin del
1859-1909 mapa en relieve la cual concluy con xito y es uno de los
destinos ms visitados de la ciudad de Guatemala.
Beata Franciscana. Reconocida por su obra en educacin y para los
Encarnacin desprotegidos. Muri por problemas de salud y fue sepultada en
Rosal 1886 en la sacrista de una iglesia ecuatoriana. En 1896, cuando
1820-1886 este pas estaba en guerra, soldados en busca de armas
entraron a la cripta y abrieron su tumba encontrando su cadver
incorrupto, exhalando un delicioso aroma a rosas, desde
entonces se inici el proceso de canonizacin.
Otto Ren Castillo Ms conocido como el Poeta Revolucionario de Amrica. Fue
1936-1967 acreedor del premio Autonoma de los Estudiantes Universitarios
guatemaltecos con su clebre poema "Vamos Patria a Caminar.
Se dedic a actividades polticas en el partido de los Obreros,
por lo que durante la guerra es capturado, torturado e
incinerado con varios campesinos.
Adrin Ins Primer indgena en realizar una traduccin del Pop Wuj.
Chvez Fundador de la Academia de la Lengua Maya Kiche.
1904-1987
Lucas Tomas Ingeniero y estudiante de derecho, desempeo la ctedra de
Cojulum Aritmtica, Algebra y Geometra. Perteneciente a la Sociedad El
1863-1914 Adelanto, dej a la posteridad varias obras.
ANEXO 3
TIPOLOGA CERMICA PROPUESTA POR JUAN LUIS VELSQUEZ (1996)
CLASES CERMICAS
La Clase Ajmak Caf-Negro est compuesta por los grupos Salcaj y Miraflores. Esta clase
presenta una capa de engobe dura de buena adherencia, la forma ms comn los cuencos.
Generalmente stos presentan decoracin incisa gruesa (pre y post coccin), la cual
algunas veces probablemente se combina con gubiado; en ocasiones se utiliz{o pigmento
rojo en los diseos incisos con el fin de resaltarlos a la vista. Existen tambin vasos
cilndricos, platos o fuentes con quiebre basal facetado, cuencos con pestaa medial,
cuencos con quiebre basal redondeado, cuencos con paredes curvo convergentes,
tecomates y cntaros globulares.
Acabado de Superficie:
Engobe usualmente grueso de buena adherencia con pulimento alto y acabado, por lo
comn lustroso con un color que vara de caf muy oscuro (10R2/2) a negro
(2.5YRN2.5/0); comnmente se encuentra aplicado en ambas superficies de las piezas.
Modificaciones a la Superficie:
Incisin pre y post engobe, punzonado y acanaladura.
Tipo de Diseos:
Lneas rectas (horizontales y verticales), curvas y volutas.
Forma Genrica
Cuencos
La forma mayoritaria son cntaros globulares con cuello curvo divergente alto o medio y
asas de labio a cuerpo; hay tambin cuencos de paredes curvo convergentes, cuencos de
paredes rectodivergentes y borde ligeramente evertido.
Acabado de Superficie:
Engobe cuyo color vara entre rojo (10R4/6, 2.5YR4/6) y caf rojizo (2.5YR4/4), en formas
que no son cntaros. La capa de engobe se halla en ambas superficies de las piezas; es
delgada, con tendencia a erosionarse y acabado opaco, aunque existen casos ejemplo en
los que el engoble es grueso, de muy buena adherencia y acabado lustroso.
Modificaciones de la Superficie:
Incisin pre y post engobe, punzonado.
Formas Genricas:
Cuencos y cntaros.
El material rojo sobre ante (engobe o bao) se ha clasificado como parte de la Clase
Sumpango o Embudo Arte. Dentro del Grupo cermico Pilar, en el que la base ante puede
presentar engobe o bao, tiende a erosionarse y su pulimiento vara de bajo o nulo a
medio. La capa roja se encuentra en forma de bandas, crculos, ondulaciones y diseos
zoomorfos.en los casos en que la superficie ha sido modificada se observa incisin (post
engobe), punzonado y aplicacin; la forma ms usual son cuencos (algunas veces
miniatura) y cntaros globulares que pueden presentar asas verticales de dos apoyos
colocadas de borde a cuerpo.
ANEXO 4
FICHAS DE LOS SITIOS ELABORADAS PARA LA INVESTIGACIN
FICHA DE REGISTRO DE SITIOS ARQUEOLOGICOS
Descripcin En un rea donde se pueden confundir los montculos con las elevaciones de.
piedra, posiblemente creadas de las diferentes explosiones volcnicas que acontecieron en el
lugar, es claro observar la disposicin de una pequea plaza con seis montculos, orientados
este-oeste, dispuestas a manera de plaza. De diferentes tamaos, sus alturas varan de 1 a 2.5
m
Materiales de Basalto y barro
construccin
Materiales de
construccin
Materiales de ---
construccin
Materiales de ---
construccin
Materiales de ---
construccin
Materiales de ---
construccin
Materiales de ---
construccin
Descripcin Vestigios de botellones en los perfiles de los cerros que fueron cortados para
Construir. Es posible ver una superficie escalonada tambin.
Materiales de ---
construccin
Materiales de ---
construccin