Parkinson, Alzheimer y Literatura
Parkinson, Alzheimer y Literatura
Parkinson, Alzheimer y Literatura
Resumen
Sostendr aqu que la Literatura, como disciplina cientfica, sufre, por un lado,
una especie de Parkinson debido a la decadencia o degeneracin de sus
investigaciones y a la prdida del equilibrio disciplinario que permite el
descontrol de sus movimientos; y, por otro lado, siendo una disciplina joven,
sufre de una enfermedad senil debido a que ha olvidado su funcin, su lugar y
hasta su nombre. As, la Literatura, entendida como disciplina que forma parte
de las llamadas ciencias humanas, se fue enfermando gradual y
silenciosamente en los ltimos treinta aos en el Per, no solo porque
involucion disciplinariamente, sino, y sobre todo, porque perdi de vista su
razn de ser hasta llegar al grado de la acinesia cuando no al estado de coma.
En el momento actual no es exagerado afirmar que la Literatura ha olvidado su
origen y el quehacer que le da sentido a su existencia como disciplina cientfica.
Sin embargo, a diferencia del Parkinson y del Alzheimer, es posible rastrear el
derrotero y las causas de la degeneracin literaria y eso es lo que intentaremos
hacer a lo largo de este texto.
Charles Darwin
Albert Einstein
Est claro que las ciencias humanas no son divinas ni demolgicas porque, si
fueran as, no seran humanas. Creer que hay algo sobrenatural, que no puede
ser explicado con la razn, es situarse en un modo de pensar las ciencias
humanas felizmente ya superado que se corresponde con el pensamiento
premoderno. Racionalizar la Literatura es finalmente la razn de ser de los
Estudios Literarios. As, la supersticin y el irracionalismo son los principales
enemigos de la ciencia de la Literatura. Sin embargo, cabe recordar aqu los
planteamientos platnicos sobre la Poesa que consideraban al poeta un ser
posedo por las Musas y, por lo tanto, un mdium. Desde el punto de vista
platnico la poesa autntica (que se opone a la poesa tcnica o falsa),
entendida como acto creativo, tiene su origen en la divinidad o los demos.
Ahora bien, dar cuenta de la creacin o explicarla requera de la anamnesis.
Para objetivar al sujeto hay que cosificarlo u objetivarlo de manera que las
ciencias humanas, ms que descubrir al sujeto, lo encubren. De modo que no
es posible una ciencia del hombre porque el Hombre no es objeto categorial
de ninguna ciencia. La autognosis cientfica, es decir, el conocimiento del
hombre, es imposible porque no se puede obligar al sujeto a que se haga
objeto de su conocimiento o a que se exteriorice. En ese sentido, las ciencias
humanas son imposibles o utpicas. Pero, si segmentamos y objetivamos las
manifestaciones humanas podemos conocer gradualmente aspectos concretos
del campo de lo humano. El conocimiento de lo humano del Hombre requiere
de la colaboracin de todas las ciencias (donde se incluyen a las ciencias
naturales o formales y, por supuesto, a las denominadas ciencias humanas).
Estos aportes en el anlisis del discurso pudieron haber servido para fortalecer
la hermenutica o la interpretacin de textos literarios. Esto no fue as, puesto
que la posmodernidad niega la posibilidad de conocer el significado de un
significante. Por lo tanto, los aportes de los mtodos posmodernos, fueron
utilizados para diseminar la significacin de un texto o para especular sobre lo
mismo. Para la hermenutica posmoderna el texto no tiene sentido, al texto
puede otorgrsele un sentido, el sentido del texto depende de la recepcin, el
texto genera un sentido o es imposible determinar el sentido de un texto.
Pueden o no verificarse, demostrarse o comprobarse, verdades en los textos
literarios?
Conviene aqu definir algunos conceptos bsicos que sern utilizados a lo largo
de este texto con ejemplos literarios. Lo disciplinario hace referencia a una
disciplina cientfica que cuenta con objeto de estudio definido y que ha
desarrollado mtodos y conceptos adecuados para dar cuenta de ese objeto.
As, el objeto de estudio de la disciplina literaria es, como acertadamente
sostuvo Jacobson a inicios del siglo XX, el texto literario que ha sido estudiado,
por ejemplo, con el mtodo formalista y que tiene conceptos propios como
desautomatizacin, extraamiento, metfora o verso alejandrino. Lo
interdisciplinario alude al estudio de un objeto que pertenece a dos o ms
disciplinas que tienen mtodos de aproximacin diferentes a dicho objeto. Este
sera el caso del ensayo como gnero discursivo y objeto de estudio reclamado
tanto por la Literatura como por la Historia, la Sociologa o la Antropologa. Lo
multidisciplinario o pluridisciplinario remite al estudio articulado de un objeto
que pertenece a una disciplina especfica hecho desde el punto de vista de
otras disciplinas con sus respectivos mtodos de aproximacin. Corresponde
poner el ejemplo del estudio de un texto literario hecho desde la perspectiva de
la Antropologa, Sociologa, Historia, Lingstica, Derecho o Pedagoga con sus
respectivas herramientas metodolgicas y conceptos disciplinarios. Lo
transdisciplinario indica una visin holstica de un fenmeno que requiere la
articulacin de todas las disciplinas necesarias y la transgresin de las
fronteras disciplinarias a travs de la incorporacin de saberes considerados no
cientficos. Aqu encajan como ejemplos los estudios sobre las manifestaciones
de la cultura en general que hacen uso de todos los conceptos y mtodos
provengan de donde provengan. Lo antidisciplinario seala tipos de estudio
que no tienen campo, objeto de estudio, mtodos o conceptos definidos y que
pueden ser realizados por cualquier sujeto que se crea capaz de opinar sobre
cualquier tpico sin rigor cientfico. Estamos frente a la lgica que sostiene que
todas las lecturas son interpretaciones vlidas.
Mara del Carmen Bobes Naves afirma que: Los mtodos adecuados para
lograr el conocimiento cientfico deben tener en cuenta el estatus ontolgico de
los objetos que analizan. Comprender el ser de la obra literaria es decisivo para
lograr conocimientos cientficos sobre ella (Crtica del conocimiento literario
19). En efecto, la autora, al preguntarse si es posible un conocimiento cientfico
sobre las obras literarias, reconoce que estas obras literarias son el objeto de
estudio de la Literatura entendida como disciplina cientfica. Ms adelante, en
ese mismo texto se lee: Determinar el objeto de estudio y el mtodo para
estudiarlo son pasos previos y centrales de toda investigacin (Crtica del
conocimiento literario 26). Que se establezca una relacin entre el sujeto
cognoscente y el objeto cognoscible, no significa que el objeto de estudio de la
Literatura sea esa relacin entendida como experiencia de lectura.
Por qu los estudios culturales o los estudios del discurso desplazaron a los
Estudios Literarios? La respuesta a esta pregunta tiene que ver, en el caso
peruano, con la importacin de una moda acadmica difundida desde las
universidades metropolitanas a las que asisten para obtener su PHD los
egresados de nuestras universidades. En efecto, la dependencia acadmica o
la colonialidad del saber (Quijano Colonialidad del poder 2003) tiene un
esquema piramidal en el que el reconocimiento acadmico se obtiene en las
universidades metropolitanas para luego ser difundido en las principales
universidades que funcionan en Lima a donde acuden a capacitarse los
profesionales de las universidades del interior que, a su vez, capacitan a los
profesionales de las provincias y distritos en cada una de las regiones del Per.
La ampliacin del corpus de lo que ahora se quiere entender por Literatura (que
tambin puede verse como deformacin, distorsin, desequilibrio o evolucin)
tiene dos causas: una endgena y otra exgena. La primera obedece a la
experimentacin continua e inevitable, por parte de los escritores, que mezclan
gneros y transgreden tradiciones heredadas de modo que producen obras
hbridas y desconcertantes para la crtica y teora literaria en lo que podra
denominarse evolucin autnoma de la produccin literaria que est
ntimamente relacionada con la morfognesis y la gentica textual. Este
fenmeno puede ser ejemplificado con todos los experimentos de la
Vanguardia y, especficamente, con El pez de oro de Gamaliel Churata que es,
como todos saben, un texto generolgicamente complejo.
Por otro lado, los estudios del discurso fundamentan su prctica en el hecho de
que cualquier discurso de la cultura es un relato, una narracin, un discurso
que puede ser analizado e interpretado por todas las disciplinas que se ocupan
del estudio de la comunicacin, de la informacin y del lenguaje. Cabe aqu
formular algunos interrogantes: Todos los textos fronterizos o indeterminados
deben y pueden ser considerados Literatura? Los discursos culturales son
discursos literarios? Con estos criterios se ampli el corpus literario hasta el
punto de incluir a discursos no literarios solo por el hecho de ser expresados
con lenguaje. Si no podemos definir un texto literario, por lo menos tenemos
que saber reconocer un texto no literario y un texto condicionalmente literario.
Si no podemos hacer eso, entonces ya no tenemos disciplina literaria. Eso
significara que el Alzheimer nos ha derrotado.
Esta voraz ampliacin del corpus de lo que se considera como literario da por
sentado que cualquier texto (entendido como cualquier produccin que pueda
leerse o como cualquier conjunto sgnico coherente) puede ser estudiado como
Literatura. En esta lgica, la Literatura no es una disciplina cientfica, sino un
campo indeterminado, inestable, inconsistente o dbil conformado por
diferentes objetos de estudio dismiles que se analizan con una mescolanza de
mtodos derivados de varias disciplinas. Por tanto, la Literatura ya no tiene un
campo de investigacin, un objeto de estudios definido; tampoco desarrolla
mtodos adecuados para dar cuenta del fenmeno literario, para establecer
relaciones entre los textos literarios y explicar su evolucin, para enunciar leyes
o principios y para producir conocimientos tiles para el hombre. La crtica
cultural es una prctica hermenutica que no produce saber, un ejercicio libre
de interpretacin, una arbitraria y continua experimentacin con el ensamblaje
de conceptos y mtodos de manera antidisciplinaria.
Estamos frente a la figura del charlatn que cree tener competencia para opinar
sobre performances, pintura o msica. La prueba de esto est en las tesis
de nuestros estudiantes que en estos tiempos versan sobre comics, canciones,
danzas, cuadros, representaciones, recetas de cocina, artculos periodsticos,
cine, caricatura, o prcticamente cualquier discurso de la cultura (Miranda
Catlogo de tesis de la Facultad de Letras 2003). Sin embargo, no hay que
perder de vista que cuanto ms se extiendan las fronteras de lo literario, ms
cerca estaremos de su desaparicin como disciplina ya que tanto el objeto
como el mtodo se vuelven indeterminados. Como correlato contrario est la
tesis de que cuanto ms se fortalezcan y precisen las fronteras de la disciplina
literaria -o de cualquier otra- que produzca conocimientos tiles para la
humanidad, ms garantizaremos su existencia y supervivencia como disciplina
cientfica. Esa ha sido la razn por la que la comunidad antropolgica ha
desterrado a los estudios culturales de su campo disciplinario y decretado su
decadencia e impertinencia (Reynoso Apogeo y decadencia de los estudios
culturales 2000).
Es ms, dentro del enorme campo literario, existen erizos que se especializan
por ejemplo en la produccin de un escritor, de una regin o de una poca, y
zorros que tienen visiones panormicas de la literatura peruana,
latinoamericana o mundial en general. La heterosis de zorros con erizos
presupone una doble competencia que permita estudiar la produccin literaria
de cualquier escritor ubicndolo dentro del proceso literario en el que se
inscribe. Lo que quiero advertir es que es muy difcil que un licenciado en
Literatura domine todas las ramas del rbol literario por lo que es muy
pretencioso aparentar que se domina todas las ramas del bosque cultural. Otra
cuestin, muy diferente, es lo transdisciplinario que presupone a un sujeto que
domina todas las disciplinas. Sin embargo, un hombre con semejante
conocimiento enciclopdico, que solo puede calificarse como sabio, no existe
en el siglo XXI. En tal sentido, me parece que no debemos pretender formar
profesionales transdisciplinarios puesto que esa tarea es imposible y que, por
el contrario, s debemos garantizar la formacin disciplinaria para,
posteriormente, integrarla a los estudios inter o multidisciplinarios.
Estudios transdisciplinarios
Los cursos que tienen el rtulo de estudios tienen una clara ideologa detrs
heredada del relativismo posmoderno donde no se puede abogar por nada y
tampoco se puede llegar a ningn "deber ser" debido a que todo "puede ser".
Esta ideologa, que se identifica actualmente como "marxismo cultural" (una
reinterpretacin de la Escuela de Frankfurt), se manifiesta en un procedimiento
que consiste en ubicar cualquier mbito del hacer humano en el que hay una
distribucin desigual del capital simblico; identificar a los que les "va mejor"
como opresores y a los que no como oprimidos; ponerse del lado de los
"oprimidos" y en contra de los "opresores"; y hablar por, hablar de, hablar como,
hablar sobre las prcticas de los oprimidos para ocupar un lugar dominante en
el culturalismo acadmico. En ese sentido, si estudiamos Crimen y castigo en
vez de ver videos de "Risas y salsa" (el ms famoso programa cmico que
emiti la televisin peruana) en una clase de literatura, estamos invisibilizando
prcticas artsticas marginales, y, por lo tanto, estamos oprimiendo al
subalterno.
As, esta ideologa ha servido para equiparar a Julio Ramn Ribeyro con
Mnica Cabrejos, a Manuelcha Prado con scar Colchado o a Hilaria Supa con
Scrates Zuzunaga por poner tres ejemplos. Desde esa perspectiva, cualquier
valoracin, jerarqua o simple categorizacin en diferentes dominios sera
discriminadora y opresiva en principio. Ya no se trata solamente de que "todo
puede ser literatura". Ahora tambin hay que considerar que el culturalista (una
especie de soldado de la justicia cultural) est convencido que debe luchar
para que los discursos subalternos que han sido oprimidos o marginados sean
considerados literarios ocupando la posicin principal o central dentro de la
disciplina literaria. Para ello, paradjicamente, dejan la discusin literaria para
centrarse en una discusin socio-poltica. El resultado: cualquier discurso
marginal de cualquier naturaleza es considerado discurso literario.
Considero que uno de los problemas en cuestin es que existe un afn por
hacer gala del dominio de la teora cultural (aunque este dominio terico sea un
sancochado de todo) y un descuido en la utilizacin de la teora literaria de
modo que se termina opacando el texto considerado literario. O, en el caso
ms grave, dicho texto termina siendo el pretexto para validar la teora aplicada.
Sin embargo, debemos tener presente que las categoras y los conceptos
fueron desarrollados para explicar un fenmeno dentro de una disciplina y que,
por lo tanto, es muy difcil aplicarla en otra disciplina sin procesos de
adaptacin y transduccin (La formacin de conceptos en ciencias y
humanidades, 2006). En efecto, la categoras sexualidad o inconsciente son
trabajadas esencialmente en el campo disciplinario de la Psiquiatra, las
categora poscolonialidad y subalterno corresponden bsicamente a la Historia,
la categora andino corresponde a varias disciplinas pertenecientes a la
ciencias sociales, la categora cultura corresponde fundamentalmente a la
Antropologa, la categora discurso es trabajada bsicamente por la Lingstica.
Es fcil constatar, por lo tanto, que lo que hacemos en Literatura es hablar de
lo que el profesor-investigador considera que es Literatura con categoras no
literarias que lindan con ideologas provenientes de otras disciplinas o
antidisciplinas. Al licenciado en Literatura se le preguntar seguramente sobre
categoras como metonimia, poema, soneto, narrador, endecaslabo, digesis,
mimesis, novela, etc., y difcilmente sobre eutanasia, clonacin, inflacin o
condimentos. El licenciado en Literatura debera dar cuenta de tpicos inter o
multidisciplinarios desde el punto de vista de la especialidad en la que es
competente sin atribuirse la competencia en disciplinas en las que no est
formado. Doy por sentado que todos entendemos que muchas categoras,
especialmente de las ciencias humanas, pueden pertenecer a dos o ms
disciplinas y que, adems, todos podemos distinguir las categoras nativas de
las categoras inmigrantes o trasplantadas dentro de una disciplina.
La lectura y comentario de un texto literario es algo que todo lector puede hacer,
aunque no necesariamente disfrutar, porque la Literatura, como produccin
textual esttica, puede ser leda por cualquiera que tenga la competencia para
hacerlo. Ya Horacio, all por el ao veintitrs a. de C., hablaba de la dualidad
docere-delectare dando a entender que un texto literario puede ser til para
complacer, para aprender o para las dos cuestiones a la vez. No obstante, creo
necesario tener claro que una cosa es la lectura y opinin particular hecha por
un individuo cualquiera que solo lo afecta a l, y otra cosa es la lectura
profesional hecha por un licenciado en Literatura que emite una opinin con
rigor cientfico destinada a orientar la lectura de los dems. Eso no quita la
posibilidad de que, por ejemplo, un autodidacta emita un juicio con coherencia
y pertinencia. Lo que ocurre es que, en este momento, nuestras lecturas estn
tan desacreditadas, por aquello de todo vale y todo sirve, que importan lo
mismo las opiniones comunes y las opiniones especializadas emitidas por
sujetos que supuestamente estn formados disciplinariamente en Literatura. De
hecho, todos hemos ledo lecturas descabelladas hechas por licenciados en
Literatura.
No debe sorprender, por tanto, que cualquier profesional de cualquier rea del
saber se sienta con la capacidad de opinar con propiedad sobre Literatura ya
que considera que este es un terreno de todos o de nadie. Esta es la nica
profesin en la que un economista, un abogado, un antroplogo, un filsofo, un
socilogo, un ingeniero o un mdico (sin licenciatura en Literatura) puede
escribir un artculo cientfico sobre Literatura que sea aceptado por la
comunidad literaria. En ese sentido, nuestro campo es muy democrtico. Claro
que la especializacin no est dada necesariamente por el ttulo profesional y
que existen autodidactas ms competentes que los profesionales en Literatura,
pero son la excepcin y no la regla. Adems, asumo que la competencia
literaria puede alcanzarse estudiando una segunda especializacin, una
maestra o doctorado en Literatura. Tiene sentido otorgar una licenciatura
(permiso para ejercer una profesin) en Literatura cuando cualquiera, de facto,
hace teora, crtica e historia literaria? Desde mi punto de vista, no se puede
hacer Estudios Literarios sin formacin cientfica.
Hasta cundo los Estudios Literarios estarn subordinados por las ciencias
sociales o por la Filosofa? Hasta cundo la Literatura ser el laboratorio para
probar o no la pertinencia de categoras provenientes de otras disciplinas?
Hasta cundo la Literatura ser un campo sin lmites, bordes ni fronteras
donde cualquiera pueda entrar sin salvoconducto? Hasta cundo la disciplina
literaria ser la nica que cuestiona su propia existencia y la nica que
incorpora como acadmicos a especialistas en otras reas? En el campo
literario pasa lo mismo que en las filiales de la Real Academia de la Lengua
Espaola que han incorporado en su seno a ilustres profesionales que saben
tanto de la lengua espaola como s yo de nanotecnologa. En el campo
literario pasa lo mismo que en el Periodismo donde existen periodistas
profesionales formados acadmicamente, periodistas autodidactas con una
competencia extraordinaria y personas que se creen periodistas por haber
publicado artculos en diarios. Debe desaparecer el Periodismo como
profesin?
Sin exagerar, se puede afirmar que las ciencias humanas, definidas opaca y
ambiguamente como aquellas que se ocupan del conocimiento del hombre,
han perdido su disciplinariedad cientfica al intentar articular postulados,
conceptos, categoras, mtodos, teoras en un magma antidisciplinario o cuanto
ms transdisciplinario que no produce conocimiento til y que se deleita en el
discurso. Cmo van a producir conocimiento si niegan la posibilidad de
conocer lo real? Si antes cost mucho esfuerzo que cada una de las disciplinas
de las ciencias humanas decretara su autonoma, ahora creemos que es muy
fcil articularlas nuevamente sin considerar sus respectivos desarrollos
disciplinarios y sus especializaciones. En efecto, la Lingstica, la Antropologa
o la Sociologa surgieron como ciencias solo a partir de la segunda mitad del
siglo XIX cuando establecen sus respectivos objetos de estudio y mtodos de
investigacin. La Literatura se establece como disciplina cientfica en la primera
dcada del siglo XX.
Creo que una de las causas del retroceso de las Humanidades se debe a que
no han sabido mantener y desarrollar sus campos disciplinarios produciendo
conocimientos que impacten en la sociedad y al surgimiento de antidisciplinas.
Los profesionales no disciplinarios, que cuestionan a la ciencia y que por lo
mismo estn en expansin, hallan en los estudios transdisciplinarios su tabla
de salvacin y un espacio adecuado para el desarrollo de sus posiciones
especulativas, relativistas y nihilistas. Estamos viviendo tiempos en que los
erizos literarios (prcticamente una especie en extincin) son mal vistos por
defender y profundizar en sus fronteras disciplinarias. Por el contrario, los
zorros, que gozan del reconocimiento acadmico y de la fama son aquellos
sacerdotes que difunden e interpretan el discurso de los profetas,
especialmente si consideran que todo es un discurso crptico que solo ellos
pueden explicar. El hecho de que trabajemos con discursos no implica que nos
quedemos regodeando el discurso sin producir conocimientos. La
consecuencia de esta actitud permiti que en Per, por ejemplo, a nivel
secundario se fusionaran la lingstica, la literatura y la filosofa en un curso
disolvente llamado Comunicacin que cuenta con un plan lector donde priman
obras estticamente anacrnicas y se dejan de lado los textos literarios.
Una rpida lectura de la diversidad de carreras que nos ofrecen las cuatro
universidades nos indica que no hay acuerdo sobre cuntas y cules deben ser
las carreras profesionales que se imparten en las Facultades de Ciencias
Humanas. Esto indicara que no hay consenso sobre el campo. As, muchas
carreras pertenecen en otras universidades a las Facultades de Ciencias
Sociales; otras pertenecen a las Facultades de Ciencias de la Comunicacin; y
otras perteneceran a las Facultades de Arte. Las nicas carreras profesionales
comunes en las cuatro universidades son Filosofa, Lingstica y literatura. En
lo que sigue, focalizaremos nuestra atencin en la carrera profesional de
Literatura.
Si no son suficientes cinco aos, entonces son menos suficientes cuatro tal y
como proponen aquellos que quieren reducir los semestres de estudio
argumentando la articulacin de los estudios de pregrado con los de posgrado
en el supuesto de que en el posgrado se alcance la especializacin. Entonces,
qu pasar con los que decidan no hacer estudios de posgrado. Tendrn
disciplina o especialidad? Si el estudiante requiere especializarse en otra
disciplina puede llevar una segunda especializacin, que dura cuatro semestres
acadmicos, en lo que quiera. Lo que pasa es que las unidades de posgrado
no programan cursos de segunda especializacin y s maestras intiles para la
formacin disciplinaria y la investigacin cientfica.
Tal vez, por un lado, a los licenciados en Literatura nos falta hacer ejercicios de
humildad y, por otro lado, creo que en vez de contribuir a licuar la disciplina
literaria dentro del jugo de las Letras o las Humanidades, debemos, por el
contrario ayudar a su cierre categorial, es decir, a establecer sus fronteras, su
objeto de estudio y sus mtodos. Volver a conectar las disciplinas que forman
parte de las Letras no implica negar sus autonomas ni borrar sus fronteras
disciplinarias por ms que estas sean difusas o invisibles. La nueva articulacin
solo puede hacerse a partir de la conformacin de equipos inter o
multidisciplinarios que trasciendan la arrogancia transdisciplinaria y, ms
precisamente, antidisciplinaria.
Por otra parte, sustento mi propuesta con la prueba fctica de que en muchos
cursos o materias impartidas en nuestras Escuelas acadmico profesionales se
usa la Literatura solo para estudiar aspectos antropolgicos (cultura e
identidad), aspectos histricos (nacin y poscolonialidad), aspectos ideolgicos
(gnero y raza), aspectos filosficos (ser y acontecimiento) descuidando
completamente el estudio formal del texto literario que se correlaciona con su
contenido. As, se subordina lo literario a disciplinas como la Historia, la
Antropologa, la Filosofa de donde provienen las categoras ideolgicas que
luego aplicamos a la Literatura. De manera que muchos de nosotros asumimos
que no existen conceptos o categoras propias en la disciplina literaria como
para dar cuenta de la Literatura. Sufrimos o no de Alzheimer?
Si se trata de definir los espacios que hay para luego elegir los cursos primarios
y secundarios que deben llenar dichos espacios sin descuidar, reitero, la slida
formacin disciplinaria del licenciado en Literatura, creo innecesario (o
secundario) la enseanza de cursos generales que se imparten en la
enseanza secundaria. Desde mi punto de vista, la universidad no debe perder
el tiempo llenando los vacos cognitivos de los ingresantes o nivelando su
dismil preparacin: esa es una tarea por la que la direccin de educacin
secundaria del Ministerio de Educacin debe responsabilizarse. Creo, sin
embargo, necesario impartir cursos de formacin general que no se brindan en
la educacin secundaria como, por ejemplo, Antropologa, Sociologa y,
especialmente, Teora de la ciencia. Menciono esto ltimo porque una de las
razones por las que los alumnos creen en los postulados absurdos de la
posmodernidad es por su pobre formacin cientfica. No se puede sustentar
cientficamente que el agua es un discurso (Ferraris Manifiesto del nuevo
realismo 2013) o que el Parkinson y el Alzheimer sean puro discurso.
Los estudios de gnero, al igual que los estudios culturales y postmodernos en
general, son anticientficos o poscientficos. Crean una lgica fallida, desde la
cual creen que los seres humanos no tenemos una naturaleza ni un cerebro
donde existen programas puestos all por la evolucin. Creen que somos
pginas en blanco y que la sociedad nos moldea. Su anticientificismo se hace
notar en la diferenciacin que hacen entre sexo y gnero, proponiendo que el
segundo trmino es netamente social. Si hacemos un grfico estadstico para
el 99.7% de las personas su sexo y su gnero son exactamente lo mismo. Eso
es prcticamente lo ms cercanos que podemos estar cientficamente a una
distribucin bimodal. Pero ellos van a usar ese 0.3% de personas para
"demostrar" que todo es un "espectro" como les gusta decir. Una analoga
sobre este tema sera la proposicin: "Los seres humanos tienen dos brazos".
Ellos dirn, existen seres humanos que nacen sin un brazo (un porcentaje igual
o menor que los transexuales), y otros los pierden en accidentes. Adems,
qu es un brazo? Ese brazo es ms corto, ese otro ms largo, etc., etc. Por lo
tanto, la cantidad de brazos que tiene un ser humano es un "espectro".
Por estos motivos, considero, por ejemplo, que el curso de Biologa puede ser
mejorado para tratar especficamente la teora de la evolucin aplicada a los
seres humanos. Adems, considero indispensable, para no perder de vista lo
real, que deba llevarse un curso de Fsica. El resto de los espacios puede
aprovecharse para cubrir los huecos en la formacin profesional del
licenciado en Literatura. El sentido comn, que da origen y es superado por la
investigacin cientfica, indica que un mdico no puede dejar de llevar
anatoma, que un lingista no puede dejar de dominar fontica y fonologa, que
un qumico no puede evadir el conocimiento de las propiedades de los
elementos qumicos, etc. Por qu permitimos entonces que un licenciado en
Literatura no domine los postulados de los formalistas rusos, los conceptos de
la narratologa, los aportes de la estilstica o que no lea Literatura?
Por otra parte, el plan de estudios debe concordar con los estudios de
posgrado. Siendo coherentes con nuestra propuesta considero que, por
ejemplo, en la UNMSM la maestra en escritura creativa debe desaparecer
cuando no convertirse a lo mucho en un diplomado por su nulo aporte en
investigacin. Lo mismo opino de la maestra en estudios culturales ya que no
logr articular catedrticos y planes de estudios inter o multidisciplinarios
orientados al estudio de textos literarios. Creo que debe ser un imperativo
categrico oponerse radicalmente a la estafa que consiste en imponer cursos
de gnero, filosofa o de psicoanlisis en las maestras o doctorados en
Literatura. Y tambin considero impertinente abrir maestras por modas
epistemolgicas o razones de mercado. Por el contrario, las maestras y
doctorados deben estar orientadas a producir conocimiento a travs de la
investigacin en las lneas de inters establecidas por la comunidad acadmica.
Cabe anotar aqu que de las tres reas que conforman los Estudios Literarios,
la que no exhibe productos de investigacin es la teora literaria porque no
trabajamos con corpus de obras literarias para generalizar, formular y
contrastar hiptesis, elaborar conceptos o plantear una categora que explique
el fenmeno estudiado. La crtica literaria tiene porcentualmente mayores
investigaciones por su carcter aplicativo. En cambio, la historia de la literatura
tiene muy pocos investigadores porque es inter o multidisciplinaria y que
requiere la colaboracin de un conjunto de especialistas o de un licenciado en
Literatura formado disciplinariamente en Historia.
Muy pocas son las universidades empresa en las que se mantiene uno o dos
cursos de Literatura; en la mayora de estas universidades privadas la
Literatura forma parte del curso de comunicacin, redaccin o lengua. Es claro
que, en vez de promover la apertura de ms cursos de Literatura, muchos de
nosotros renunciamos a nuestra profesin entrando en el juego de las
universidades negocio. Es evidente que un licenciado en Literatura se gana la
vida leyendo, hablando, escribiendo e investigando. Si los cursos de Literatura
desaparecen de los colegios y las universidades, entonces nos quedaremos sin
los puestos de trabajo que ahora tenemos; si la investigacin literaria se
detiene, la disciplina literaria corre el riesgo de desaparecer. En palabras
simples, estamos perdiendo espacios que son imprescindibles para el
desarrollo de la Ciencia Literaria. No se poda esperar otra cosa por cuanto
nosotros mismos ponemos en duda la existencia de la disciplina literaria;
no poda ser de otro modo porque nosotros mismos hemos integrado la
Literatura a los estudios culturales, a las ciencias de la comunicacin o al
anlisis del discurso.
Adems, hay que escuchar a los alumnos cuando tachan una, dos, tres, cuatro
o cinco veces a un profesor y no proteger la mediocridad con un falso espritu
de cuerpo que perpeta el error por muchos aos. Si protegemos a un profesor
tachado por los alumnos, el error es de los profesores y de sus rganos de
gobierno que consideran que los estudiantes pasan, pero los aliados polticos
quedan. La solucin es simple: el profesor cuestionado debe ser cambiado e
invitado a preparar un curso en el que demuestre mayor competencia. Para
evitar eso, propongo que existan ctedras paralelas en los cursos cuestionados
y que se promueva la rotacin quinquenal de profesores con el objetivo de
evitar el enquistamiento en una ctedra y promover la renovacin de enfoques
metodolgicos.
Cacharpari
Las ideas expresadas en este discurso escrito no ficcional (de ninguna manera
literario) proponen una reorientacin de la formacin profesional del licenciado
en Literatura y buscan llamar la atencin sobre el actual estado de los planes
de estudios de las carreras profesionales de Literatura fundamentalmente en
las universidades nacionales. Partiendo de un diagnstico referido a,
bsicamente, dos Departamentos y Escuelas de Literatura, me permito sugerir
algunas soluciones radicales que permitan enfrentar el complejo problema de la
desaparicin de la disciplina literaria y el preocupante retroceso de las ciencias
humanas.
Por otro lado, estos planteamientos son una invitacin a repensar la naturaleza
y fines de los estudios de Literatura. Desde mi punto de vista, es urgente hacer
ejercicios de memoria que nos permitan recordar de dnde venimos, cmo
nacimos, cmo evolucionamos, cundo maduramos y para qu existimos como
disciplina literaria. As, este documento (que ha generalizado muchos aspectos
corriendo el riesgo de perder de vista la particularidad de lo singular) constituye
una propuesta y como tal est sujeta a recibir crticas, correcciones,
reformulaciones, adhesiones o cuestionamientos. Su intencin es dialogar con
otras propuestas para que, por consenso razonable y democrticamente, se
establezcan los ms convenientes lineamientos de los nuevos planes de
estudios de las Escuelas y Departamentos de Literatura en las universidades
peruanas.
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