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Ensayo - El Enigma de La Felicidad en Freud y Tomás de Aquino
Ensayo - El Enigma de La Felicidad en Freud y Tomás de Aquino
Ensayo - El Enigma de La Felicidad en Freud y Tomás de Aquino
Sigmund Freud (1856-1939) trata el tema de la felicidad haciendo una fuerte crtica a la
cultura cristiana, rechaza los principios evanglicos y quiere imponer un cambio radical
en ella. El centro de la felicidad, para el fundador del psicoanlisis, consiste en el
principio del placer por el que debe regirse toda la conducta humana. Propone que la
cultura cristiana apela a los sentimientos para reprimir las tendencias antagnicas
(sexualidad y agresividad) haciendo que los individuos se sientan en pecado por
haber cometido algo malo que segn la escuela psicoanaltica esto produce neurosis y
otras patologas graves.
El argumento de Sigmund Freud se puede refutar con la gran aportacin realizada por
Santo Toms de Aquino (1225-1274). Santo Toms analiza igualmente el tema de los
distintos objetos donde la gente pone equivocadamente la felicidad. Pero se diferencia
en mostrar en qu radica la verdadera bienaventuranza. La enfermedad del hombre es la
infelicidad que es provocada por la ignorancia o el rechazo del verdadero bien.
El Anglico, como tambin se le conoce, dice que todos los hombres apetecen el fin
ltimo que es la felicidad. Todos desean este fin pero es buscado de distintas formas por
las personas. Algunos desean riquezas, otros los placeres y otros, otras cosas. Para
Toms de Aquino, teniendo un pensamiento profundamente cristiano, la felicidad debe
tener un carcter de fin ltimo y supremo bien que lo encontramos en el ser superior a
todo, en Dios. Por tanto, una vez lograda la felicidad, la persona no puede desear algo
mayor porque no existe tal cosa.
En esta vida no se puede alcanzar la perfecta felicidad pero se puede participar en cierto
grado de lo que se alcanzara en la vida eterna. La bsqueda de la verdadera felicidad no
se debe basar en los bienes creados, en la materia, sino que se debe dirigir directamente
al Creador. Los placeres corporales no pueden ser consecuencia de la felicidad porque
el cuerpo es uno perecedero y mnimo en comparacin con el alma.
Dios puede colmar la voluntad humana, de manera que no puede desearse nada ms.
Solo en l est el origen y el fin de la felicidad. A travs de nuestra unin con Dios
podemos lograr la perfeccin y ser felices por toda la eternidad. Este es precisamente el
valor de la vida humana que brinda la fe, encontramos el sentido a esta vida (y por
consiguiente la felicidad) desde una realidad superior a nosotros, Dios que revela su
plan de amor a nosotros.
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