Claviformes Tebellín Alberto M Villa C Arte Preh PDF
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Resumen
La cueva del Tebelln situada en el macizo de La Llera en Posada de Llanes (Asturias) contiene un conjunto
de ideomorfos tipo claviforme. El presente trabajo pretende avanzar en una primera revisin de las
representaciones paleolticas de esta cueva y otras cuevas cantbricas con este tipo de signos, as como
reflexionar sobre el concepto de claviforme, su valor como item territorial y su cronologa. Este tipo de
ideomorfo parece situarse en momentos pre-magdalenienses y concentrarse en el centro de la regin
cantbrica.
Palabras Claves
Abstract
The Tebelln cave is located in the massif of La Llera (Posada de Llanes, Asturias). It contains a set of
ideomorphs type claviforme. The present paper aims to firts review of this tipe of Palaeolithics
representations in this cave and others cantabric caves with this type of symbols, its value about territorial
item, the concept of claviform and its chronology. This type of idiomorph seems to be in Pre - Magdalenian
times and concentrate on the centre of the Cantabrian regin.
Keywords
Paleolithic art Asturias Tebelln Claviform Idiomorph Territory Symbols Upper Paleolithic
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 79
Introduccin
1
La cueva se encuentra prcticamente al lado de Cuetu La Mina y La Riera, ambas con una
importante ocupacin paleoltica desde el Auriaciense y Gravetiense hasta el Asturiense. Estos
dos yacimientos descubiertos por el Conde de la Vega del Sella: El Paleoltico de Cueto de La Mina
(Asturias) CIPP 13, Madrid 1916 y La cueva de la Riera y Balmori (Asturias) CIPP 38 Madrid 1930
fueron posteriormente excavados en los aos 70 y 80 del pasado siglo. L. G. Straus & K. A. Clark,
La Riera Paleoecological Project: Preliminary Report, 1977 excavations. Current Anthropology
19 (1978) 455-456. M. de la Rasilla, Cueto de la Mina, campaas 1981-86. EAA 1983-1986,
Principado de Asturias (1990) 79-86.
2
La topografa fue realizada por Pablo Solares y Victoria lvarez (espelelogos del grupo Escar
que han explorado la cavidad), a los que agradecemos su ayuda y magnfica colaboracin en este
trabajo. La proyeccin de aqulla muestra la posicin de una posible cuarta boca hoy sepultada por
un colapso de bloques y a pocos metros de la entrada actual. De hecho en el interior de la cueva
a la altura de ese posible acceso- se observa una zona donde el piso es arcilloso con importantes
capas de helix sp. completamente concrecionados que buzan desde el exterior al interior. Debo
tambin agradecer especialmente a Marelia Gil, Laura Labajos y Juanjo Arrojo su ayuda y apoyo
en los trabajos de campo. Las coordenadas que sitan la entrada de la cueva son: Datum ETRS89.
Lat N 4325' 40.11/Long W 451' 17.36// UTM HUSO 30: X. 349.867,34/ Y. 4.809.994,33.
3
Durante nuestro trabajo de campo para la realizacin de la tesis doctoral se pudo realizar una
revisin ms detallada de las pinturas de esta cueva aportando nuevas figuras. Este hecho nos
llev a plantear este artculo. Aprovecho para agradecer la aportacin de documentacin,
informacin, sugerencias y colaboracin a los profesores Mario Menndez, Diego Garate y Rodrigo
de Balbn.
4
M. R. Gonzlez Morales, La cueva del Tebelln (Bricia, Llanes, Asturias) y sus pinturas
rupestres Ars Praehistorica I (1982) 169-174.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 80
Figura 1a
Principales yacimientos de arte paleoltico en la cornisa cantbrica
Figura 1b
Mapa de situacin de Tebelln y de La Llera
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 81
Figura 2
Plano de la Galera de Las Pinturas y Camarn, y secciones longitudinales del camarn
Figura 2b
Seccin A'-A
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 82
Figura 2c
Seccin B'.B y C'-C
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 83
Figura 3
Vista de la Sala Central
5
Aunque a lo largo del presente trabajo nos iremos refiriendo a los ideomorfos del Tebelln como
claviformes, al ser un trmino aceptado y reconocido en la bibliografa, nuestra propuesta es
redefinir tal acepcin. M. P. Casado, Los Signos en el Arte Paleoltico de La Pennsula Ibrica.
Zaragoza. 1977.
6
Este grupo, el profesor M. R. Gonzlez Morales lo denominaba conjunto 1 aunque no se
detectaron ni la figura en forma de Y, ni la mancha subtriangular, ni el valo.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 84
pequeo grupo. Est formado por varias manchas difusas destacando dos; una forma
subtriangular (n 5) en tinta plana roja de unos treinta por cincuenta centmetros situada
en el borde de la pared que vuela sobre el suelo. Parece tener su continuidad -con un
trazo difuso alargado de unos 80 cms- por la arista de la roca. Creemos que se trata de
otro claviforme muy perdido con apndice central y laterales; y un gran forma, a primera
vista, oval (n 6) pintada aprovechando la oquedad de la roca (60 x 32 cms y con un trazo
de 5 a 3 cms de grosor). El estudio ms detenido in situ as como de la tomas fotogrficas
ha permitido apreciar otras dos formas adems del trazo largo superior (6a). Bajo el trazo
ms largo se descubre uno ms corto que parece corresponder a un claviforme de
pequeo tamao (n. 6 b). A un lado y a pocos centmetros otra mancha roja perdida se
concreta en un claviforme de lados cortos y forma triangualar (6c). Todos estos trazos
rojos estn muy perdidos y recubiertos por una capa de carbonatos formados
posiblemente por disgregacin de la pared o por la accin de condensacin sobre la roca
(figuras 5 y 9).
Del otro lado y en la pared derecha7, a un metro setenta del suelo, casi frente a las
otras pinturas, se aprecian dos manchas rojas, casi una sobre otra (a 20 cms). La superior
(n 7) de unos 25 x 20 cms y la inferior (n 8) de 20 x 40 cms. Por ltimo, y a 4,25 m de la
esquina de entrada al este camarn, hay un pequeo trazo (n 9) rojo vinoso (12 x 3 cms)
dispuesto de manera oblicua y a 70 cms del piso (figura 9).
Figura 4
Signos 1a y 1b. Situacin Conjunto I
7
Conjuntos 2 y 3 formado por trazos difusos, aparentemente no figurativos y por dos marcas
difusas subcirculares segn el Profesor Gonzlez Morales. No se cita el trazo vinoso (n9). M. R.
Gonzlez Morales, La cueva de El Tebelln..., (1982)172-173
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 85
Figura 5
Conjunto I. Figuras 5, 6a, 6b y 6c
Figura 6
Signo en V n 2 del Conjunto I
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 86
Figura 7
Signo en trompeta n 3. Conjunto I
Figura 8
Signo en Y n 4. Conjunto I
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Figura 9
Conjunto I: Figuras 6a, 6b y 6c
El suelo del camarn cambia de altura a consecuencia de una gran colada (figura
2). Justo en esa ruptura de pisos y en la interrupcin del paso por una gran estalagmita,
se dispone el siguiente conjunto (II)8. Al pie del resalte, dentro de una especie de
hornacina y en lado izquierdo se observan las dos primeras figuras pintadas en tinta plana
roja (figura 10) Se trata de un claviforme (n 12) en posicin vertical de unos 75 cms de
largo y 20 de ancho. Su base est algo perdida pero en la parte superior se aprecia el
remate con un pequeo apndice tpico de los claviformes de esta cueva. A su vez en la
parte central se observa el apndice dispuesto de manera equidistante a los dos
extremos. Su disposicin, a ras de suelo, obliga a observarlo de manera forzada, y la
inclinacin de la pared distorsiona la imagen del mismo. Sobre l, a unos 20 cms y a la
izquierda, se observa otra forma (n 11). Se trata de una figura semicircular (50 x 25 cms)
con tres pequeas protuberancias en su base (difciles de ver al haberse corrido la pintura
pero que se llegan a apreciar mejor en las fotos). Algo ms all y a la izquierda (1,30m) un
pequeo trazo (n 10) de 13 cms por 4 cms dispuesto casi verticalmente. Sobre las figuras
11 y 12 se observan una serie de manchas rojas de difcil interpretacin. La figura nmero
13, se sita a 30 cms del claviforme. Aparece totalmente velada por una colada
estalagmtica que la cubre. Mide unos 30 por 40 cms aunque parece continuar en un
8
Agrupamos en este grupo los siguientes conjuntos de la publicacin del profesor Gonzlez
Morales La Cueva de El Tebelln...: Conjunto 4una mancha difusa, probablemente estructurada
en origen como otro claviforme, y un gran claviforme (n 11 y 12); Conjunto 5 varias manchas
difusas, parcialmente cubiertas por veladuras estalagmticas o alteradas por decalcificacin del
techo que afecta de modo especial al conjunto 6 (n13 y n14 mejor definida por nosotros) y
conjunto 11 frente a estos formado por varias manchas muy perdidas de color y un trazo grueso
muy intenso al pie de una hornacina (n15. Nuevo el n15b). Gonzlez Morales. La cueva del El
Tebelln..., (1982) 172-73.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 88
quiebro de la pared, parece continuar (20x 10 cms). En esa zona la galera se interrumpe
por otra colada y por una gran estalagmita. A la vez es un punto donde el camarn gira al
oeste y su suelo se nivela yendo en paralelo al techo (un metro entre ambos). La otra
forma se observa sobre las dos figuras reconocibles (n 11 y 12). Se trata de una gran
mancha roja (n 14), bastante perdida, que parece disponerse en forma semicircular
entorno a una grieta y una pequea irregularidad de la pared (de unos 45 cms). Mide 1,23
m y sus anchos son desiguales oscilando entre 27 y 13 cms. La mancha est recubierta
en sus dos extremos por sendas coladas, una de aspecto ms vitreo que la otra.
Figura 10
Claviforme y signo rojo n 11 y 12 (Conjunto II)
9
Conjunto 7 de Morales. hay tres manchas compactas de color de las que surgen hacia la
derecha otras tantas bandas de pintura que parecen ser claviformes, el superior con el vrtice
hacia arriba, y los otros dos puestos al modo del conjunto 1(n 17,18 y 19)...En paralelo con las
bandas citadas, y ya en el techo, hay un trazo longitudinal tambin difuso (Se trata de los n 16,
lnea larga en el techo). La figura 20 no est descrita por M. R. Gonzlez Morales, La cueva de El
Tebelln..., 1982.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 89
7 cms). Entre la bveda y la pared se observa el mencionado grupo de tres formas que
interpretamos como claviformes. La pintura est muy difuminada haciendo difcil la
interpretacin. El superior -mejor conservado y cuya pintura monta ligeramente sobre una
costra muestra un apndice central y dos alterales- mide 76 por 10 cms (n 17) y se
separa por 8 cms de los inferiores. Los otros dos (n 18 y 19) parecen formar una
agrupacin simtrica como los dos grandes claviformes de la entrada. Al otro lado
(derecha) y en el techo se aprecia una mancha alargada (n 20) y ligeramente curvada
que mide 35 por 10 cms.
Figura 11
Conjunto III. N 17,18 y 19
Por ltimo y cerrando la serie de pinturas, justo cuando el camarn cambia de nivel
y se une nuevamente con la galera principal, se encuentra el ltimo conjunto (IV)10. Est
formado (figura 12) por un claviforme (n 21) con las tpicas protuberancias en sus
extremos, mide 73 cms por 11 cms. Bajo ste, que parece realizado sobre un pequeo
resalte de la roca, se dispone una mancha roja informe (n 22) que mide 20x24 cms.
Sigue en el techo un trazo longitudinal de 70 por 7 cms (n 23) y finalmente y al otro lado,
una figura (n 24) de difcil interpretacin y de forma semicircular ejecutada con trazos
10
Conjunto 8 de M. R. Gonzlez Morales en su publicacin de La cueva de El Tebelln..., (1982)
describe: en ambas caras de una arista horizontal aparecen sendos claviformes rojos, opuestos y
en el extremo izquierdo de los mismos hay restos de pintura que parecen configurar una mancha
circular de la que surge un trazo hacia abajo (n21 y 22). Conjunto 9 serie de cuatro trazos
cortos que se asocian con una grieta y otras pequeas manchas puntiformes... (n24. Se trata de
la figura que interpretamos como escutiforme. El conjunto 10 cercano a las otras es un grueso tazo
longitudinal ensanchado en sus extremos (n23).
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rojos que recuerda el extremo de un escutiforme (30 x 30 cms) o una forma similar a la
figura n 11(figuras 13a y b). Sobre ella una pequea vrgula roja.
Figura 12
Conjunto IV, n 21
Figura 13
Conjunto IV, n24
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 91
Figura13b
Signo n 24 en blanco y negro
Figura 14
Conjunto V. Puntuaciones bveda de la galera central
11
Este conjunto no fue detectado en la publicacin de M. R. Gonzlez Morales sobre la cueva.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 92
La serie comienza por los dos grandes ideomorfos que anuncian -segn se
accede a la galera- la entrada del camarn donde fueron pintados. Se hace de manera
bien visible acabando en una versin ms reducida de los mismos (Conjunto IV) al final
del corredor. Estos signos se asocian -como se indicaba- con otras figuras en forma de Y,
alargadas u ovales.
12
F. Jorda Cerda, Sur Des Sanctuaires Monothmatiques dans LArt Rupestre
Cantabrique Valcamonica Symposium III : 1976. 331-48; F. Jorda Cerd, Los Santuarios de
Mazouco. Los Santuarios Mono-Temticos y los animales dominantes en el Arte Paleoltico
Peninsular. Revista de Guimaraes 94. Sociedade Martins Sarmento. Guimaraes, Portugal. 1984.
307-327.
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los tardos. Una idea ya sugerida por J. Fortea13. Hasta la fecha se englobaban en el
mismo grupo y en la misma forma representada. A la vez que se plantea esa distincin
formal, queremos proponer un marco cronolgico diferenciado para ambos. Como se
indicaba todos los denominados claviformes eran considerados signos de tipo femenino
como parte de un mismo grupo formal. Se parta de la definicin de A. Leroi-Gourhan14;
es decir un signo alargado (eje del cuerpo) con apuntamiento o abultamiento central
(expansin lateral) que sintetiza el perfil de mujer. Este autor los vea como una evolucin
de las figuras femneas inclinadas. Un conjunto de signos repartidos fundamentalmente
por el rea cantbrica y pirenaica. Cronolgicamente para este autor, todas eran formas
dentro de su Estilo IV15 permitindose una divisin en dos grupos, pequea taxonoma
que ya reflejaba la necesidad de establecer una clara divisin de aquellos signos:
- Claviformes dentro del Estilo IV antiguo que englobaran aquellas grandes figuras
de brazos iguales (techo de Altamira, Pasiega,).
Otro de nuestras hiptesis sera definir con claridad esa divisin, no slo formal
dentro del grupo sino su personalidad geogrfica con las implicaciones que ms adelante
se comentarn. Esa visin y conceptualizacin de estos ideomorfos -por nuestra parte-
partira de una idea expresada, en su momento, por A. Leroi-Gourhan17. Una hiptesis
que pretenda asociar, por su tipologa y concentracin, determinados signos complejos
segn la terminologa de aquel autor a un espacio geogrfico concreto, denominndolos
marcadores tnicos. Este planteamiento fue recogido y desarrollado posteriormente por
13
El profesor F. J. Fortea ya sealaba la posibilidad de ver este tipo de signos como marcadores
territoriales junto a Altamira y La Pasiega. A la vez sealaba que estos ideomorfos se denominaban
incorrectamente claviformes. F. J. Fortea Prez, Apuntes Sobre El Arte Paleoltico del Oriente de
Asturias. En S. Ros, C. Garca De Castro, M. Rasilla y J. Fortea (eds). Arte Rupestre
Prehistrico del Oriente se Asturias, Oviedo: Ed. Nobel (2007) 226.
14
A. Leroi-Gourhan, Le Symbolisme Des Grand Signes Dans Lart Parital Palolithiques, Bspf
55 .5-6 (1958) 378 ; A. Leroi-Gourhan, A.: La Prehistoria Del Arte Occidental. Barcelona : Ed Gil
(1968) 84-85.
15
A. Leroi-Gourhan, La Prehistoria Del Arte Occidental... (1968) 120-121.
16
C. Gonzlez Sainz, En torno a los paralelos entre el arte mobiliar y el rupestre. Veleia 10: 1993.
39-56. C. Gonzlez Sanz, E. Muoz y J. M Morlate, De Nuevo En La Cullalvera (Ramales,
Cantabria). Una Revisin De Su Conjunto Rupestre Paleoltico. Veleia 14 (1997) 78-96.
17
A. Leroi-Gourhan, Les Signes Parietaux Comme <Marqueurs> Ethniques. Altamira Symposium.
Madrid: Ministerio De Cultura (1980) 289-294.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 95
otros autores, caso de A. Moure Romanillo18 que plante una clarificadora tesis sobre la
identificacin de espacios sociales a travs de determinadas manifestaciones artsticas en
la cornisa cantbrica o ms recientemente por M. Groenen19 junto con estudios ms
concretos como los realizados sobre las figuras de La Covaciella en su momento por J.
Fortea y su equipo20 y ms recientemente por el grupo de investigadores coordinados por
M. Garca y A. Rodrguez21 o en el valle del ro Sella por M. Menndez22 y R. de Balbn23.
Para nosotros este punto de partida (marcador tnico o signos de referencia) es clave, en
primer lugar, para entender la diferenciacin que se har entre el tipo de los llamados
claviformes Tebelln-Pasiega-Altamira respecto al tipo Pindal-Cullalvera y la hipottica
vinculacin, de aqullos, con otros ideomorfos (cuadrangulares), as como la diferente y
posible funcin sgnica y por consiguiente simblica, que stos pudieran tener para
aquellas poblaciones paleolticas. Por tanto nuestro trabajo24 -siguiendo las premisas de
los autores antes citados y nuestras propias observaciones basadas en una concentracin
de factores artsticos y geogrficos-25 siempre parte de la identificacin formal de uno o
varios tipos de ideomorfos, la fuerte concurrencia de los mismos en un espacio geogrfico
determinado con personalidad social y econmica26, su asociacin a otras expresiones
plsticas singulares tanto iconogrficas como estilsticas y cierta complejidad formal de las
manifestaciones definidas27. Frente a esos elementos ms elaborados, especficos y
reiterativos tendramos otra serie de manifestaciones grficas ms generales y por tanto
ms difciles de asociar e identificar con un territorio concreto dada su amplia dispersin
espacial (caso de signos simples como puntos, los claviformes tipo Pindal, vulvas, etc).
Signos o expresiones que tendran otros cometidos plsticos y simblicos. Por tanto no
vinculables al concepto de identificadores territoriales sensu estricto.
18
A. Moure Romanillo, Arte Paleoltico Y Geografas Sociales. Asentamiento, Movilidad y
Agregacin Al Final Del Paleoltico. Complutum 5, (1994) 313-330.
19
M. Groenen, M: Sombra y luz en el Arte Paleoltico. Barcelona: Ed Ariel (2000) 43.
20
J. Fortea Prez, El Bosque. Excavaciones Arqueolgicas en Asturias 1991-94. Oviedo.
Servicio de Publicaciones del Principado de Asturias (1995) 271-274; F. J. Fortea Prez, Cuevas
de Covaciella y El Bosque (Cabrales). Campaa de 2000. Excavaciones Arqueolgicas en
Asturias 1999-02. Oviedo: Consejera de Cultura, Comunicacin Social y Turismo. (2007a) 221-
226.
21
M. Garca-Diez et alii, Parietal Graphic Territories In The Magdalenian: An Initial Proposal Based
On La Covaciella Cave (Asturies, Spain).XIX International Rock Art Conference. Ifra. H.Collado Y
J.J Garca. (Eds). Symbols In The Landscape: Rock Art And Its Context . Arkeos 37. (2015) 1297-
1303.
22
M. Menndez, Arte Prehstorico y Territoriolidad En la Cuenca Media del Sella. Arte Prehistrico
Desde Los Inicios Del Siglo XXI. (2003)185-199.
23
R. de Balbin, Los Caminos ms antiguos de la imagen: El Sella. Expresin Simblica y
Territorial: Los Cursos Fluviales y El Arte Paleoltico en Asturias. Un Siglo despus del
reconocimiento cientfico de la Cueva de La Pea, Candamo (De Blas, M. A, De.). Oviedo: RIDEA,
(2014) 65-91.
24
A. Martnez-Villa, Nuevas evidencias de Arte Rupestre en el Paleoltico del Valle Sella-Gea.
Contexto y territorio. En S. Corchn y M. Menndez (eds.), Cien Aos de Arte Rupestre Paleoltico.
Salamanca: Universidad De Salamanca, (2014) 301-318.
25
Nuestro trabajo de investigacin tanto de doctorado como de tesis doctoral parte de estas
premisas siguiendo algunas de las hiptesis lanzadas para la ocupacin paleoltica del valle medio
del ro Sella y los elementos identificadores de un territorio por el profesor Mario Menndez y su
equipo.
26
M. Menndez, M.: Arte Prehstorico y Territoriolidad... (2003) 185-199.
27
Por ejemplo los tectiformes de Les Eyzies, los aviformes de la regin de Lot o los cuadrangulares
tabicados cantbricos presentes en Castillo, Pasiega, Chimeneas o Altamira y cuya versin
grabada podramos encontrar en el Buxu o Tito Bustillo.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 96
Por tanto podra plantearse que este tipo concreto de ideomorfos (claviforme tipo
Pindal-Cullalvera) que A. Leroi-Gourhan asimilaba a la abstraccin de un perfil femenino33
se alejaran de la idea planteada en principio: ideomorfo-territorio. Habra que comenzar
por identificar y separar los diferentes tipos denominados claviformes34. Estas figuras con
28
Actualmente hay que aadir otro grupo intermedio entre el mundo centro-cantbrico y pirenaico.
Se trata de una serie de claviformes grabados aparecidos en la cueva vasca de Armintxe. Un
avance de los hallazgos se ha presentado Csar Gonzlez Sainz en el workshop de Santimamie
2016 Redescubriendo el Arte Parietal Paleoltico.
29
Para el profesor G. Sauvet seran resultado de uno ms de los intercambios que se producen
hacia el Magdaleniense medio entre la zona pirenaica y cantbrica. G. Sauvet, "Histoire De
Chasseurs. Chronique Des Temps Palolithiques. En S. Corchn y M. Menndez (eds). Cien Aos
De Arte Rupestre Paleoltico. Salamanca: Universidad de Salamanca, (2104) 22.
30
En este caso, se plantea que el ncleo estara en el Arige y llegaran al Pindal y Cullalvera por
transferencia directa que podra deberse al desplazamiento de un pequeo grupo. G. Sauvet, J.
Fortea, C. Fritz y G. Tosell, Crnica de ios intercambios entre los grupos humanos paleolticos.
Contribucin del Arte para el periodo 20000-12000 Aos BP. Zephyrus LXI, (2008) 47 y 53.
31
Leroi-Gouran. Les signes..., (1980) 290-293.
32
G. Sauvet, Historie des chasseurs..., (2014) 15-30.
33
A. Leroi-Gourhan los ve como abstracciones femeninas frente a visiones etnogrficas postuladas
por autores como Henri Breuil. Leroi-Gourhan, A.: Le Symbolisme des grand signes ..., (1958)
388; A. Leroi-Gourhan, La fonction des signes dans les Sanctuaires Palolithiques. Bull. Societ
Prehist. Franaise. 35, 7-8 (1958) 318.
34
Esta diferenciacin ya fue apuntada por Henri Breuil, Hugo Obermaier y Hermilio Alcalde del Ro
en su trabajo de la cueva de La Pasiega, donde se apreciaba la similitud formal y dimensional de
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 97
Estamos, pues, ante un tipo de ideomorfo propio y especfico del cantbrico que
de momento se repite, especialmente, en la zona Pas-Saja-Besaya junto a los signos
cuadrangulares (Altamira, Castillo, Pasiega, etc) pero con un rea mayor de dispersin
a raz de los ltimos hallazgos en la cuenca del ro Sella- dentro del ncleo central de la
Regin Cantbrica situado entre el Sella y Pas. Un territorio con cierta personalidad
artstica como haba definido en su momento, acertadamente, A. Moure Romanillo40. Un
espacio geogrfico que podra haber sido ocupado en un amplio periodo del paleoltico
superior41 por grupos con una misma unidad ideolgica manifestada en modelos
iconolgicos similares (sugerente hiptesis planteada por F. Bernaldo de Quiros y A.
Mingo42). Parece como seala G. Sauvet43, que los signos claviformes poseen un
problema de terminologa y tipologa, un uso y abuso del trmino que conduce a error.
Hasta la fecha se han englobado en el mismo grupo elementos que a nuestro juicio poco
o nada tienen que ver. Los claviformes del Pindal, por ejemplo, se conciben formalmente -
como ya se expres reiteradamente- de una manera muy diferente a aquellos que vemos
en el Tebelln, Altamira o Pasiega. Mientras que unos se suelen representar de manera
vertical en trazos relativamente cortos, relativamente finos y paralelos, en grupos de 6 u 8
y con pequea protuberancia en la parte superior (asimetra); los segundos se plasman,
por lo general, en gran formato o al menos con cierta masa en la forma y en la concepcin
de la figura propiciando una fuerte impronta visual (vanse los dos signos de entrada del
Tebelln), fueron pintados con tintas planas rojas, se destaca la protuberancia central y en
casos -ms pequeas- laterales (Tebelln o Pasiega), se suelen disponer en posicin
los claviformes de La Pasiega y Altamira respecto a los de Niaux y Pindal. H. Breuil, H. Obermaier
y H. Alcalde Del Ro, La Pasiega, Puente Viesgo (Santander, Espagne). Madrid. Instituto De
Paleonthologie Humaine. (1913) 34.
35
La doctora Pilar Casado en su tipologa planteaba concentraciones de estos signos y los
denomina B.II 1.1 y B.II 1.2. P. Casado, Los signos en el arte paleoltico..., (1977) 249 y 272.
36
Una separacin ms que formal, posiblemente de significado o intencionalidad.
37
C. Gonzlez Sainz, En torno a los paralelos..., (1993) 45-49.
38
Este autor aborda la relacin pirenaica y cantbrica de estos signos y su relacin con signos
cuadrangulares proponiendo una datacin desde el Magdaleniense inferior al superior.
Formalmente siguen siendo perfiles femeninos.
39
C. Gonzlez Sainz, E. Muoz y J. M Morlate, De nuevo en la Cullalvera..., (1997) 96-97.
40
A. Moure Romanillo, Arte paleoltico y geografas..., (1994) 313-330.
41
Ese periodo podra concentrarse entre los inicios del paleoltico superior en la cornisa cantbrica
y el 14000-14500 BP con la irrupcin de nuevas frmulas iconogrficas, estilos, etc.
42
F. Bernaldo De Quirs y A. Mingo lvarez, La Interpretacin De Los Signos, En J. A. Lasheras
(ed), El Significado Del Arte Paleoltico, Madrid: Ministerio de Cultura, (2005) 211-228.
43
G. Sauvet, Histoire des chaussers..., (2014) 24.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 98
44
A. Leroi-Gourhan, Les signes..., (1980).
45
P. Casado, Los signos, (1977) 249 y 272.
46
C. Gonzlez Sainz, En torno a los paralelos..., (1993) 47-48; D. Garate, Anlisis y
caraterizacin de los conjuntos..., (2006) 458-460; R. Eric, Expression Individuelle, Expression
Collective: Confrontation des motifs du Palolithique Suprieur. En M. A .Medina-Alcaide, A.
Romero. R. Ruiz-Marquez y J. L. Sanchidrin (eds.), Sobre Rocas Y Huesos: Las Sociedades
Prehistricas y sus manifestaciones plsticas. Mlaga: Fundacin Cueva de Nerja, (2014) 106.
47
Para este autor los claviformes clsicos seran una simplificacin formal de los signos
cuadrangulares u ovales con apuntamiento o arco conopial que asociaba al Estilo III. C. Gonzlez
Sainz, En torno..., (1993) 47-49.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 99
Por otro lado y a pesar que la casustica no es muy extensa (unos 59 ideomorfos
de este tipo) concentrndose el mayor nmero de representaciones en dos cuevas
(Altamira y Tebelln)48, si se podran establecer diferenciaciones entre el grupo ya definido.
A pesar de no ser una figura muy atendida en las descripciones de los registros
grficos de las cuevas, si hemos intentado con la documentacin existente49 recoger una
cierta variacin de tipos y plasmarla en una tabla con el fin de ver posibles concordancias
y repeticiones de signos. Bien es cierto que en las cuevas donde hay un mayor nmero de
representaciones, como Altamira, si se observa cierta variabilidad y casustica al contar
con mayor muestra; menor en el caso del Tebelln donde el tipo principal domina la
escena y el nmero de expresiones (figura 15).
Figura 15
Tabla de signos claviformes cuevas cantbricas
48
A falta de datos concretos en algunas publicaciones que suelen tratar este tema de formas
tangencial complicando el estudio y sistematizacin- se han recogido el siguiente nmero de
representaciones: Tito Bustillo 3, Lloseta 1, Tebelln 11, Altamira 33, Pasiega 8 y Garma 3.
Dejamos a un lado El Castillo que podra contener una representacin.
49
Hay poco aparato grfico, escasas descripciones y ninguna medida por lo que es imposible a da
de hoy hacer un estudio pormenorizado.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 100
Figura 16
Esquema de claviformes del Gran Techo de Altamira. Basado en dibujos
de S. Ripoll y H. Breuil
50
D. Garate, Anlisis y caractersticas 458.
51
S. Ripoll Prez, Representaciones femeninas de la Cueva de Altamira (Santillana del Mar,
Cantabria). Ars Praehistorica VII-VIII (1988) 69-86.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 101
Figura 17
Ideomorfos de La Pasiega B. Sobre fotografa facilitada por D. Grate Maidagn
52
Como un bigote con las puntas hacia arriba.
53
R. de Balbn, Los caminos ms antiguos..., (2014) 80-81.
54
La nica referencia es una fotografa y una sucinta descripcin. No obstante parece tratarse de
un conjunto muy prximo al estudiado por nosotros. Tanto para el grupo de Tito Bustillo como de
La Lloseta, Balbn propone una cronologa temprana relacionada con las figuras rojas
antropomorfas y de adscripcin sexual como las vulvas, de ambas cuevas, por tanto prximas a las
dataciones de Altamira. Para este autor los claviformes son siluetas de formas femeninas. Por una
fotografa facilitada por el profesor Rodrigo Balbn, al que agradecemos su colaboracin y
aportacin, creemos que el claviforme de la Lloseta podra entrar en esta tipologa.
55
En este caso trabajamos por una fotografa facilitada por Diego Garate al que agradecemos su
aportacin.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 102
Una tercera variedad (tipo 3) podra estar formada por aquellos que presentan un
apndice triangular o ligeramente curvado (no muy desarrollado) y brazos rectos, finos y
por lo general largos. No suelen ser de gran tamao. Tenemos varios ejemplos en
Altamira (figura 16b) y en el Tebelln (n 6b).
Otro tipo (tipo 4) estara formado por las figuras con apndice central menos
marcado, con lados curvados ms cortos y finos en los extremos y bases curvadas, por lo
general cncavas. Se trata de figuras menos equilibradas y con tendencia a una
estructura ms triangular. Es el caso de varios formas pintadas en el Gran Techo de
Altamira (por ejemplo bajo las patas de la gran cierva) y un ltimo hallado en el Tebelln
(n 6c). Suelen ser de menor tamao que el resto de ejemplos.
Ideomorfos con gran protuberancia central, muy gruesa y que tiende a formas
rectanguloides o ligeramente ovaladas (tipo 5). Los brazos son finos y dan una sensacin
desequilibrada y de apariencia ms pesada que los otros casos. Presentan una apariencia
de sombrero. Tenemos ejemplos en La Pasiega y en Altamira (figuras 15 y 16a y b).
56
M. W. Conkey, The Identification Of Prehistoric Hunter Gatherer Aggregation Sites: The Case
Of Altamira, Current Anthropology, 21-5 (1980) 609-630.
57
Sobre la cronologa de este tipo de ideomorfo vinculado al mundo pirenaico no vamos a entrar.
Parece aceptada de manera general su vinculacin al magdaleniense superior (sobre el 13000
BP), siguiendo las premisas de A. Leroi-Gourhan, tanto para el Pindal como para Cullalvera. J.
Fortea, El Pindal, Asturias. El nacimiento del Arte en Europa, Pars: Unin Latina, (1992) 246-248;
C. Gonzlez Sainz et alii, De nuevo en la Cullavera (Ramales, Cantabria). Una revisin de su
conjunto rupestre paleoltico. Veleia 14 (1997) 94 y 96.
58
El contexto cronolgico es esencial para ayudar a comprender las relaciones entre los procesos
de produccin artstica, la sincrona o no de formas, su vinculacin con determinados grupos
humanos, las relaciones entre stos y las formas derivadas de esos procesos, la concurrencia
cronolgica y geogrfica, etc. Por tanto que tipo de expresin social y simblica a travs de una
expresin esttica y grfica puede derivarse de cada grupo humano en el tiempo y en el territorio.
Sus cambios y constantes podran responder a movimientos ideolgicos y espirituales.
59
Existen posibilidades de datacin en el Tebelln al encontrarse algunas figuras tapadas por
costras o superpuestas.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 103
y su contexto. Mtodo relativo y complejo pero necesario para intentar encuadrar estas
figuraciones dentro de un lapso temporal aunque sea de manera hipottica. Esta
dificultad se acenta al tratarse de una iconografa simple, muy concreta, concentrada y
poco abundante.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 104
animalsticas como sgnicas. Si se puede sugerir, por un lado, que tanto esta cueva como
Altamira y Tito Bustillo son las cavernas - en estos momentos- que pueden ayudar a situar
cronolgicamente este tipo de ideomorfos, y por otro lado, que parece existir una relacin
contextual entre los claviformes, los signos cuadrangulares rojos y las figuras rojas
animalsticas. Esa vinculacin entre signos cuadrangulares y claviformes tipo Pasiega B-
Altamira -aunque sin expresar una posicin temporal- ha sido recogidas por autores como
C. Gonzlez-Sainz67 o D. Garate Maidagn68. Asociacin que parece repetirse en La
Lloseta o Tito Bustillo69.
67
C. Gonzalez Sainz, Una Introduccin Al Arte Parietal Paleoltico De La Regn Cantbrica. Arte
Sin Artistas. Una Mirada Al Paleoltico. Madrid: Museo Arqueolgico Madrid, (2013) 169-170.
68
D. Garate, Anlisis y caracterizacin..., (2006) 41; D. Garate, Las Pinturas Zoomorfas
Punteadas Del Paleoltico Superior Cantbrico: Hacia una cronologa dilatada de una tradicin
grfica homognea. Trabajos de Prehistoria 5-2 (2008) 29-47.
69
R. de Balbn, Los caminos ms antiguos..., (2014) 65-89.
70
G. Sauvet et alii, Crnica de los intercambios..., (2008) 46-47.
71
Los asocian al complejo Solutrense basndose en los contextos de este periodo aportados en
cuevas como La Haza o La Pasiega. Aunque es posible retrasar las dataciones a tenor de los datos
aportados por La Garma o Pondra. Ambas cuevas llevan esta tcnica a momentos anteriores
(Gravetiense). Se tiene un trmino ante quem de 26.000 aos. En este trabajo los autores
mantienen la existencia de semejanzas y relaciones entre los signos rectangulares y la forma de
organizar los lienzos rupestres proponiendo una cronologa ms dilatada en el tiempo que tendra
su inicio en el Gravetiense. Por otro lado el doctor Diego Grate en su tesis doctoral (Anlisis y
caracterizacin. (2006) 457-60) apunta a una posible evolucin en momentos iniciales desde los
signos rectangulares rojos simples, rellenos, con arco conopial y con divisiones simples como los
que se encuentran en El Castillo, Cofresnedo, Arco B o Pondra. En cualquier caso tanto estos
signos cuadrangulares como otros (claviforems clsicos, laciformes, vulvares) parecen asociarse a
ese mundo de figuras rojas punteadas o lineales. Recientemente en los trabajos que nosotros
estamos realizando de la Cueva de Pruneda (Ons, Asturias) hemos encontrado una asociacin
estilstica y de figuras en este sentido. Signo cuadrangular con posibles divisiones internas prxima
a una figura de ciervo cuya factura y trazo recuerda a las figuras rojas del periodo que estamos
tratando. Segn estos documentos grficos en diferentes cuevas del centro de la Regin
Cantbrico (Garma, Castillo, Altamira, Pasiega), todo parece apuntar a que los signos
cuadrangulares rojos (algunos realizados con tcnicas de tamponado) se relacionaran con ese
mundo de figuras zoomorfas de tcnica similar (Gravetiense- Solutrense) y dentro de ese conjunto
podramos situar los claviformes. Finalmente se podra plantear que existe otro universo temporal
posterior, aunque derivado del anterior, relacionado con los signos cuadrangulares en negro
(Altamira, Llonn o Chimeneas) entorno al 15000 BP, es decir, dentro del tecnocomplejo
Magdaleniense Inferior.
72
C. Gonzlez Sainz y C. San Miguel, Las cuevas del Desfiladero. Arte rupestre paleoltico en el
valle del ro Carranza (Cantabria-Vizcaya), 2001.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 105
A- La serie negra y pinturas fuera del gran panel y la serie del Gran Panel. Ese
primer horizonte se situara entre el Solutrense y el Magdaleniense Inicial.
B- Mientras que el Techo del Gran Panel estara dentro de un Estilo IV antiguo y
por tanto entre un Magdaleniense III y IV.
73
H. Breui y H. Obermaier, La Cueva De Altamira En Santillana Del Mar. Madrid: Ed Viso (1984)
109; H. Breuil, Four Hundred Centuries Of Cave Art. Nueva York: Ed Haucker (1952) 71.
74
H. Obermaier, Altamira IV Congreso Internacional de Arqueologa. Exposicin Internacional de
Barcelona, (1929a) 5-23; H. Obermaier, Altamira, Investigacin y Progreso 2, (1929b) 9-11.
75
C. de las Heras et alii, Nuevas Dataciones de Altamira y su implicacin en la cronologa de su
arte rupestre paleoltico. Cuadernos de Arte Rupestre 4 (2007) 117-129.
76
A. Leroi-Gourhan, La Prehistoria...,1968.
77
Esta secuencia fue nuevamente evidenciada en las excavaciones de 1980 y 81. Se dataron los
niveles Magdalenienses entre el 15910+-230 BP y el 15500+-700 BP. Las nuevas series llegan
hasta el Magdaleniense Medio con un 14070+_70.
78
F. Bernaldo de Quirs, La Cueva De Altamira: El Arte, los Artistas y su poca. En P. Saura y A.
Beltrn (eds). Altamira. Barcelona: Ed. Lunwerg, (2003) 25-58; A. Moure Romanillo, Despus De
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Gonzlez Sanz (eds), .El Final del Paleoltico Cantbrico: Transformaciones ambientales y
culturtales durante el Tardiglaciar y comienzos del Holocenos en La Regin Cantbrica. (1995)
225-258; A. Moure et alii, Dataciones absolutas de Pigmentos de cuevas Cantbricas: Altamira, El
Castillo Chimeneas Y Las Monedas. En J. A.Moure (ed), El Hombre Fsil 80 Aos Despus,
(1996) 295-324; H. Valladas et alii, Direct Radiocarbon Dates for Prehistoric Paintings at The
Altamira, El Castillo and Niaux Caves. Nature 357 (1992) 68-70.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 106
79
El profesor Fortea defiende una fase de pinturas rojas y grabados anterior al momento de las
grandes figuras polcromas. Los llamados claviformes, que l denomina signos triangulares,
estaran de dentro de esa etapa siendo similares a los ideomorfos de La Pasiega C (infrapuestos a
grabados estriados) y al Tebelln. J. Fortea Prez, La Plus Ancienne Production Artistique Du
Palolithique Ibrique. En A. Broglio y G. Dalmeri (dir.): Pitture Paleoltiche Nelle Prealpi Venete.
Grotta Di Fumane E Riparo Dalmeri. Memorie Del Museo Civico Di Storia Naturale Di Verona.
Preistoira Alpina Nr. Speciale (2005) 89-99.
80
D. Garate, Las pinturas zoomorfas..., (2008) 29-47.
81
C. de las Heras et alii, Nuevas dataciones de Altamira., (2007)117-129.
82
En la base de la secuencia de ocho capas se ha determinado un nivel 8 Gravetiense fechado en
el 22.000 BP. Por tanto tenemos una ocupacin en el Solutrense antiguo y finales del Gravetiense.
Estas fechas junto a las obtenidas mediante Uranio-Torio en calcitas asociadas a figuras cambian
la perspectiva dominante sobre la ocupacin y uso de la cueva con fines artsticos. M. Garca-Dez
et alii, Uranium Series Dating Reveals A Long Sequence Of Rock Art at Altamira Cave (Santillana
del Mar, Cantabria). Journal of Archaeological Science 40 (2013) 4098-4106.
83
Un uso largo e intenso que pudo estar relacionado como teorizaba Conkey como un lugar de
agregacin. Ver en Conkey, M. 1980:The Identification of Prehistoric Hunter-Gatherer Aggregation
Sites: The Case of Altamira, Current Anthropology 21-5, 609-630.
84
J. A. Lasheras, El Arte Paleoltico en Altamira. Redescubrir Altamira Madrid: Ed Turner, (2003)
65-97.
85
A. W. G. Pike, H. L. Hoffmann, M. Garca-Diez, P. B. Pettit, J. Alcolea, R. de Balbn, C. Gonzlez-
Sainz, C. de Las Heras, J. A. Lasheras, R. Montes y J. Zilho, U-Series Dating Of Paleolithic Art In
11 Caves In Spain. Science Vol 336 (2012) 1409-1413; A. W. G. Pike, H. L. Hoffmann, M. Garca-
Diez, P. B. Pettit, J. Alcolea, R. de Balbn, C. Gonzlez-Sainz, C. de Las Heras, J. A. Lasheras, R.
Montes y J. Zilho, En los orgenes del Arte Rupestre Paleoltico: Dataciones por la serie del
Uranio en las cuevas de Altamira, El Castillo Y Tito Bustillo. Pensando el Gravetiense: Nuevos
datos para la Regin Cantbrica en su contexto Peninsular y Pirenaico Altamira. Santander, (2012)
461-475.
86
Secuencia que comprendera cinco grandes santuarios, frente a los dos defenidos por A. Leroi-
Gourhan, superpuestos segn Jord. La serie comenzara con las figuras rojas cuya cronologa
Solutrense propuesta podra retrasarse, a tenor de los nuevos datos:
A-Figuras antiguas grabadas con trazo intenso y continuo
B- Animales e ideomorfos de tinta plana roja: claviformes. Solutrense. Previa a sta fase trazos
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 107
Por ltimo los trabajos llevados a cabo por R. de Balbn 89 y su equipo en el macizo
de Ardines tambin estn ayudando a contextualizar los horizontes de figuras rojas, y
concretamente el caso de ideomorfos objeto de este estudio. Eso s, manteniendo la tesis
que se trata de figuras femeninas de perfil y por tanto relacionables con signos de tipo
sexual como las vulvas del Camarn o del Panel Principal, y otras figuras antropomorfas
masculinas halladas tanto en Tito Bustillo como en cuevas cercanas. La primera fase de
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 108
las pinturas rojas en Ardines se referira a temas sexuales tanto masculinos como
femeninos con un contexto entorno al 30.000 BP segn Balbn.
Conclusiones
90
Nos referimos a los claviformes tipo Tebelln y que encontramos en otras cuevas como Pasiega
o Altamira. Se tratara de un tipo de ideomorfos. Signos que parecen tener una cronologa pre-
magdaleniense.
91
Cada vez est ms claro que entorno a esas fechas se produce un cambio estilstico e
iconogrfico en las manifestaciones artsticas paleolticas del rea cantbrica, tanto en el arte
mueble como parietal. Corresponde con el llamado Grupo 3 definido por Gonzlez-Sainz y Ruiz
Redondo. La llegada de influencias externas, cambios culturales e ideolgicos pueden estar en la
base de esas modificaciones. La desaparicin de signos tradicionales puede ser una posible
evidencia de esos cambios sociales e ideolgicos que se podran estar produciendo en esos
momentos del paleoltico cantbrico.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 109
expresiones sgnicas propias del Cantbrico son las formas rectangulares con divisiones
internas trazadas en negro92 como las encontradas en la Cola de Caballo de Altamira
fechados en el 15.440+-200 BP93.
Revisin del conjunto de arte paleoltico de la cueva de LTebelln en el macizo del Llera (Posada de Llanes, Asturias pg. 110
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