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Sujetos Vulnerables
Sujetos Vulnerables
Sujetos Vulnerables
ISSN : en curso
Directora de publicacin : Dominique Gay-Sylvestre
TraHs N1 | 2017
Poblaciones Vulnerables y Derechos Humanos
TraHs N1 | 2017 : Poblaciones Vulnerables y Derechos Humanos
http://www.unilim.fr/trahs - ISSN : en curso
La trata de seres humanos es un fenmeno global, con mltiples formas, que se asienta sobre la
vulnerabilidad de las personas. Luchar contra la trata de seres humanos implica analizar las causas
que provocan esa vulnerabilidad. La hiptesis de trabajo, por tanto, exige preguntarse por qu
muchas personas son susceptibles de ser vctimas de trata de seres humanos, qu hace a una
persona vulnerable a este tipo de acciones. Una correcta respuesta a esta pregunta determinar qu
hacer y sobre todo a quin le corresponde actuar. Tanto la pregunta como la respuesta vienen
impregnadas por la idea de que son mltiples los derechos humanos que se vulneran y que, por
tanto, son muchos los derechos humanos que hay que proteger, garantizar y reparar. En
consecuencia, el enfoque basado en derechos humanos se antoja como un instrumento til de accin
al situar a los derechos humanos como referencia normativa ineludible
Palabras claves: derechos humanos, trata de seres humanos, vulnerabilidad, enfoque basado en
derechos humanos
Trafficking is a global phenomenon with multiple forms based on the vulnerability of people.
Combating trafficking involves analyzing the causes of this vulnerability. The working hypothesis,
therefore, requires asking why many people are susceptible to being trafficked, what makes a person
vulnerable to such actions. A correct answer to this question will determine what to do and above all
who should act. Both the question and the answer are impregnated by the idea that there are multiple
human rights that are violated and that, therefore, many human rights have to be protected,
guaranteed and repaired. Consequently, the human rights-based approach appears to be a useful
instrument of action by placing human rights as an inescapable normative reference.
Keywords: Human rights, trafficking, vulnerability, human rights based approach
Consideraciones iniciales1
El Informe sobre Trata de seres humanos de junio de 2016 elaborado por el Departamento
de Estado de los Estados Unidos2, al referirse a Espaa seala que el grupo de sujetos
vulnerables para la explotacin que supone la trata lo componen hombres, mujeres y nios
sometidos a trabajos forzados y al comercio sexual. Las mujeres proceden de Europa del
Este (particularmente Rumania, Bulgaria, Ucrania y Rusia) Sudamrica (especialmente
Paraguay, Brasil, Colombia y Ecuador), China y Nigeria. Hay tambin hombres y mujeres de
China, India y Pakistn que estn sometidos a trabajos forzados en los sectores de servicio
domstico, textil, agrcola, construccin, industria y servicios.
Los menores no acompaados (MENAS) constituyen un colectivo especialmente vulnerable
sometido al comercio sexual y al ejercicio forzado de la mendicidad. Al aludir a Mxico se
indica que el grupo de sujetos vulnerables viene constituido por mujeres, nios, personas
indgenas, personas con discapacidad mental y fsica, personas migrantes y miembros del
colectivo LGBTI. Las mujeres, los nios y, en menor medida, las personas transgneros son
vctimas del comercio sexual tanto en Mxico como en Estados Unidos. En otras formas de
trata como trabajo forzoso en agricultura, servicio domstico, manufactura, procesamiento
de alimentos, construccin, mendicidad forzada, economa sumergida y venta ambulante en
Mxico y Estados Unidos, las vctimas son tanto hombres como mujeres y nios. La gran
mayora de las vctimas extranjeras de trabajo forzado y comercio para la explotacin sexual
en Mxico proceden de Amrica Central y del Sur.
Tambin se han identificado vctimas en Mxico del Caribe, Europa Oriental, Asia y frica,
algunas en ruta hacia los Estados Unidos. El turismo sexual infantil contina siendo un
problema, especialmente en las zonas tursticas y en las ciudades fronterizas del norte.
Muchos turistas sexuales de nios provienen de Estados Unidos, Canad y Europa
Occidental, si bien tambin hay ciudadanos mexicanos entre los que utilizan nios con fines
de explotacin sexual.
Lo expuesto pone de relieve que la trata de seres humanos es un fenmeno global con
mltiples caras y que se aprovecha de la situacin de vulnerabilidad de las personas siendo
sta determinada por razones diversas. La pregunta en definitiva es por qu muchas
personas son susceptibles de ser vctimas de trata de seres humanos?, qu hace a una
persona vulnerable a este tipo de acciones? Una correcta respuesta a esta pregunta
determinar qu hacer y sobre todo a quin le corresponde actuar. Tanto la pregunta como
la respuesta vienen impregnadas por la idea de que son mltiples los derechos humanos
que se vulneran y que, por tanto, son muchos los derechos humanos que hay que proteger,
garantizar y reparar. En consecuencia, el enfoque basado en derechos humanos se antoja
como un instrumento til de accin, al situar a los derechos humanos como referencia
normativa ineludible.
1.- La trata de seres humanos desde el Examen Peridico Universal de
Mxico y Espaa
Mxico se someti al Examen Peridico Universal (EPU) el 23 de octubre de 2013, estando
programado el prximo Examen para el 31 perodo de sesiones de 2018 (Octubre-
Noviembre), por tanto en la medida en que el sujeto obligado es el Estado mexicano en
materia de trata de seres humanos, se hace imprescindible comparar las recomendaciones
dadas por Naciones Unidas en ese Examen y ver qu se ha hecho o no para perseguir,
1 Este trabajo se encuadra dentro del proyecto La nueva proteccin jurdica de las personas
vulnerables, (DER 2015-69120-R) cuyos investigadores principales son Cristina Guilarte Martn-
Calero y Javier Garca Medina.
2 Trafficking in Persons Report 2016
https://www.state.gov/documents/organization/258876.pdf
solo frmulas vacas, como en su intensidad, porque de disfrutarse se hacen con un alcance
extremadamente reducido.
Las posibilidades de sufrir violencia se incrementan como consecuencia de estructuras de
dominacin tanto culturales, religiosas, polticas y tambin econmicas. En este ltimo caso
hay que atender al Informe de la Comisin de la Condicin Jurdica y Social de la Mujer
(Consejo Econmico y Social de ONU)6 en el que se seala que la actual crisis financiera y
econmica mundial plantea dificultades para progresar en la igualdad entre los gneros en
muchas esferas. Si bien hay ms hombres que pierden su empleo como consecuencia de la
crisis econmica, el desempleo entre las mujeres es ms persistente. Determinados grupos
de mujeres, como las mujeres migrantes y las trabajadoras domsticas, son especialmente
vulnerables en tiempos de crisis econmica. La disminucin de las corrientes de remesas
tiene efectos negativos en los hogares de los pases de origen. Las dificultades econmicas
y la falta de empleos tambin pueden aumentar la vulnerabilidad de las mujeres para la trata
de personas.
En las polticas econmicas y los procesos de planificacin se debera prestar atencin
sistemticamente a las prioridades y necesidades de las mujeres y las nias a fin de
promover una distribucin equitativa de los recursos. Las polticas deberan centrarse en la
creacin de empleo y la promocin de un crecimiento favorable a los pobres, que beneficiara
a todas las mujeres y hombres - si bien las mujeres deberan adquirir un papel ms
relevante y convertirse en autnticos agentes del cambio en las respuestas a las crisis de
diverso tipo.
El Comit para la eliminacin de la discriminacin contra la mujer en la Recomendacin
general N 19 sobre violencia contra la mujer7, en las Observaciones sobre disposiciones
concretas de la Convencin, indica respecto al artculo 6 que la pobreza y el desempleo
aumentan las oportunidades de trata. Adems de las formas establecidas, hay nuevas
formas de explotacin sexual, como el turismo sexual, la contratacin de trabajadoras
domsticas de pases en desarrollo en los pases desarrollados y el casamiento de mujeres
de los pases en desarrollo con extranjeros. Estas prcticas son incompatibles con la
igualdad de derechos y con el respeto a los derechos y la dignidad de las mujeres y las
ponen en situaciones especiales de riesgo de sufrir violencia y malos tratos.
En dicho informe se resaltan las consecuencias de la pobreza ya que sta y el desempleo
obligan a muchas mujeres, incluso a nias, a prostituirse, hacindolas ms vulnerables, ms
expuestas a la violencia y a un incremento de la marginacin. Un factor aadido que incide
en la vulnerabilidad son las guerras, los conflictos armados y la ocupacin de territorios que
conducen frecuentemente a un aumento de la prostitucin, la trata de mujeres y actos de
agresin sexual contra la mujer, que requiere la adopcin de medidas protectoras y
punitivas.
As lo revela el Informe de la Relatora Especial sobre la trata de personas, especialmente
mujeres y nios, de 5 de agosto de 2016 (A/71/303)8 en el que se hace un anlisis temtico
sobre la trata de personas en situaciones de conflicto y posteriores a conflictos: la proteccin
de las vctimas de la trata de personas y las personas que corren el riesgo de ser vctimas
de ella especialmente las mujeres y los nios. Siendo objetivo esencial del informe la
evaluacin de los mltiples modos en que los conflictos y la trata de personas interactan y
se intersectan, as como presentar las respuestas adicionales.
6 E/2010/27E/CN.6/2010/11. http://www.refworld.org/pdfid/4e78b74b2.pdf
7 Recomendacin general N 19 sobre violencia contra la mujer
http://www.ipu.org/splz-e/cuenca10/cedaw_19.pdf
8 Informe de la Relatora Especial sobre la trata de personas, especialmente mujeres y nios de 5 de
agosto de 2016 (A/71/303)
https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N16/250/81/PDF/N1625081.pdf?OpenElement
El informe establece tres perspectivas para presentar las formas ms comunes de trata en
situaciones de conflicto: a) la trata de personas que huyen de conflictos; b) la trata durante
los conflictos, y c) la trata en situaciones posteriores a conflictos. Si bien la Relatora
considera que es comn que en la prctica se superpongan estas tres circunstancias, se
pueden detectar caractersticas particulares o cuestiones relativas a la trata de personas
asociadas con cada una de ellas y comprender, de este modo, cmo surgen las distintas
situaciones y vulnerabilidades y cmo se pueden subsanar:
a) La trata de personas que huyen de conflictos. La presin para huir a menudo es tan
urgente e intensa que lleva a las personas a correr riesgos que seran inaceptables en
circunstancias normales. Los conflictos debilitan las estructuras estatales, eliminan las
protecciones y hacen que las redes delictivas puedan operar ms libremente, incluso a
travs de las fronteras. A veces, la trata se produce dentro de la zona de conflicto o en otra
parte del pas afectado al que se haya desplazado a las vctimas. Cada vez son ms las
personas que han escapado de conflictos, huyendo hacia otro pas como parte de un
proceso de migracin mixta ms amplio, y se han convertido en vctimas de la trata en algn
momento de su viaje o al llegar a destino.
Dentro de esta perspectiva hay que diferenciar:
1. Trata de personas desplazadas por los conflictos. El hecho de que los desplazados
internos no puedan poseer documentacin, implica un acceso limitado a la educacin, a los
recursos y a las oportunidades de autosuficiencia, siendo especialmente vulnerables a
tratantes, que prometen acceder a empleos y oportunidades que podran salvar sus vidas9.
2. Trata de refugiados y solicitantes de asilo que huyen de conflictos. Las polticas de
inmigracin que cada vez son ms restrictivas y discriminatorias, entre ellas la
criminalizacin y detencin de los migrantes irregulares, la insuficiencia de canales para la
migracin regular y la reunificacin de las familias, y la falta de acceso normalizado al
mercado laboral de los solicitantes de asilo, los refugiados y los migrantes, conducen a la
explotacin de los migrantes, incluida la trata. La falta de rutas seguras hace que busquen
quienes les eviten los controles. A lo largo de su viaje y al llegar a destino, los migrantes,
incluidos los refugiados y los solicitantes de asilo que se han visto obligados a huir de su
pas a causa de los conflictos armados, son muy vulnerables a la violencia fsica, la agresin
sexual, la extorsin y la trata. () El viaje de las mujeres migrantes y los nios no
acompaados es particularmente peligroso10. Por supuesto a cualquier persona en esta
situacin se le hace ms vulnerable a la extraccin de rganos, pues los tratantes cuentan
con total impunidad.
b) La trata durante los conflictos. En este contexto se agudiza la vulnerabilidad y las
situaciones preexistentes, tales como la discriminacin estructural por razn de gnero y
otros tipos de discriminacin que afectan a las mujeres, los nios y los no ciudadanos, ya
que las oportunidades de explotacin aumentan y las protecciones se debilitan () La trata
9 Los desplazados internos que temen por sus vidas y desean solicitar proteccin en el extranjero
tambin pueden ser presas de traficantes que aleguen ofrecerles una ruta a la seguridad () Puede
suceder que las familias pobres y desplazadas confen el cuidado de sus hijos a los traficantes que,
bajo la promesa de proporcionarles educacin o capacitacin, terminan por explotarlos con fines de
prostitucin, trabajo forzoso y esclavitud domstica, o adopcin irregular. Adems la violencia
relacionada con los conflictos, como la violencia sexual, puede por s sola ser motivo de
desplazamientos internos forzados, lo que a su vez aumenta la vulnerabilidad a la explotacin, en
particular mediante la trata.
10 Miles de ellos han desaparecido; es probable que hayan sido secuestrados con fines de
explotacin relacionada con la trata. Tras huir de los conflicto los nios se ven obligados a trabajar
para sostenerse o sostener a sus familias. A menudo, los nios no acompaados no tienen ms
opcin que trabajar para satisfacer sus necesidades bsicas, provocando consecuencias muy
negativas para su salud y educacin.
de personas no solo es una consecuencia de los conflictos, sino que tambin puede
provocarlos, habida cuenta de que estos pueden prolongarse a causa de actores que se
aprovechan de las situaciones de anarqua para su beneficio personal, mediante actividades
con fines de lucro, como la trata.
En el marco de esta perspectiva sobre la trata cabe hacer alusin a:
1. Trata de nios para su enrolamiento en el servicio militar, en general, varones, a los que
se recluta por la fuerza o son secuestrados para colaborar con las milicias armadas en los
conflictos en curso, pudiendo ser utilizados tambin como terroristas suicidas y escudos
humanos11.
2. Trata de mujeres y nias con fines de explotacin sexual, que puede manifestarse de
formas diversas. Con frecuencia, las mujeres y las nias que tratan de sobrevivir en zonas
de conflicto se ven obligadas a prestar servicios sexuales e incluso a contraer matrimonio a
cambio de alimentos, alojamiento, proteccin o desplazamientos seguros12
3. Trata de trabajadores migrantes en zonas de conflicto, realizada por agentes de
contratacin y sus intermediarios en los pases de origen que engaan a los trabajadores
acerca de su pas de destino final, las condiciones y la naturaleza del trabajo que realizarn,
as como las condiciones de vida que tendrn y, sin saberlo, se ven obligados a trabajar en
pases afectados por conflictos.13
c) la trata en situaciones posteriores a conflictos, que se caracterizan por la falta de
instituciones de justicia y encargadas de velar por el cumplimiento de la ley, o por su
disfuncionalidad producindose en consecuencia: un clima de impunidad que fomenta la
existencia de redes delictivas violentas; altos niveles de pobreza y escasez de recursos
bsicos; una desigualdad importante; grandes poblaciones de personas muy vulnerables
(desplazados, repatriados, viudas y nios no acompaados); comunidades divididas y falta
de confianza; y sociedades militarizadas que toleran niveles extremos de violencia.
En este apartado se resalta en particular la trata de personas relacionada con el personal de
mantenimiento de la paz ya que las fuerzas extranjeras tambin pueden aumentar ese dao
y, a veces, incluso contribuir directamente a l. Una gran presencia internacional militarizada
vctima ni siquiera sabe, en muchos casos, que es vctima de trata y asume su destino como
inexorable y casi natural.
En particular, las vctimas y supervivientes de la trata relatan dolores de cabeza
persistentes, fatiga, mareos, problemas de memoria, dolores de pecho, dolores de
estmago. Y en el caso de jvenes se pueden desarrollar diabetes, enfermedades del
corazn, pulmonares, cncer y ver las expectativas de vida reducidas en casi 20 aos15. En
el caso de la trata en el que se dan mltiples factores de estrs, se puede desarrollar,
adems, ansiedad, depresin, tendencias al suicidio, insomnio, desrdenes disociativos,
baja autoestima, automutilaciones, cambios de humor, desrdenes alimenticios y
dependencia de las drogas y el alcohol.
Siendo comn en las vctimas de trata una disfuncin del sistema endocrino, el cual
constituye a juicio de quienes atienden a las vctimas de trata como desorden de estrs
postraumtico. En definitiva, los sntomas se pueden agrupar en tres categoras: revivir la
experiencia del trauma, disociacin y anulacin emocional y/o hiperexcitacin fisiolgica. Se
hace necesario en tales condiciones y como factor de proteccin evitar personas, lugares o
situaciones que le recuerden el trauma y/o la disociacin en situaciones donde la vctima
puede sentirse insegura16.
Abordar todos estas circunstancias requiere atenciones en distintos niveles (prevencin,
intervencin, cuidados posteriores) y respuestas multidisciplinares (trabajadores sociales,
juristas, mdicos, terapeutas en salud mental y emocional.), solo de esa manera se puede
salir de la trata e iniciar un proceso de resiliencia, recuperacin y prosperidad17.
Desde una perspectiva de derechos humanos esta fase implicara una vulneracin de los
mismos en los trminos sealados y recogidos en el documento Principios y Directrices
recomendados sobre Derechos Humanos y Trata de Personas, de la Oficina de la Alta
Comisionada de Naciones Unidad para los Derechos Humanos, y que son los siguientes18:
Prohibicin de la discriminacin por uno o ms de los motivos prohibidos: raza, color,
sexo, idioma, religin, opinin poltica o de otra ndole, origen nacional o social,
propiedades, origen u otra condicin;
El derecho a la vida;
El derecho a la libertad y la seguridad de la persona;
El derecho de acceso a la justicia, a la igualdad ante los tribunales y a un juicio
imparcial;
15 Countryman-Roswurn, K. y Shaffer, V.A., (2015) Its more than just my body that got hurt: The
psychophysiological consequences of sex trafficking, en Journal of Trafficking, Organized Crime and
Security Vol 1, No 1, p.3.
http://www.brownwalker.com/ojs/index.php/JTOCS/issue/view/8
16 Countryman-Roswurn, K. y Shaffer, V.A., (2015). Its more than just my body that got hurt: The
psychophysiological consequences of sex trafficking, pp.3 y 4. Se aade adems que debido a los
diversos sentidos en los que cada individuo percibe el estrs, hay diversos grados de estrs y trauma
experimentados por las vctimas de trata y/o supervivientes. Adems, cada superviviente de la trata
tiene su propia y correspondiente respuesta psicofisiolgica dependiendo de la predisposicin
gentica, gnero, caractersticas personales, contexto social, estrs y traumas pasados en la
juventud, la gravedad de mltiples formas de abuso experimentadas durante la trata, amplitud de la
trata, y la presencia o ausencia de redes sociales de apoyo () En consecuencia, algunas, pero no
todas, las vctimas de trata adquiriran la sintomatologa de enfermedades relacionadas con el estrs
17 Countryman-Roswurn, K. y Shaffer, V.A.,(2015). Its more than just my body that got hurt: The
psychophysiological consequences of sex trafficking, pp.5 y 6.
18 Principios y Directrices recomendados sobre Derechos Humanos y Trata de Personas, Naciones
Unidas, Nueva York y Ginebra, 2010, pp.53-58.
19 Informe de la Oficina de la Defensora del Pueblo titulado La trata de seres humanos en Espaa:
VCTIMAS INVISIBLES, 2012.
20 V.tb. el documento Movilidad humana. Estndares interamericanos
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/MovilidadHumana.pdf
cada caso a las actuaciones que correspondan. Este documento, tal y como se ha sealado
anteriormente, concreta los derechos vulnerados en la trata de seres humanos.
El contenido de cada uno de los derechos vulnerados viene determinado por los estndares
internacionales de derechos humanos24. En el caso de la trata de seres humanos tiene su
fuente esencial en la Convencin de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional que fue aprobada por la Resolucin 55/25 de la Asamblea General, de 15 de
noviembre de 2000, y se suscribi en Palermo (Italia) en diciembre de 2000, como un
instrumento para luchar contra la delincuencia transnacional organizada como problema
mundial. En el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas,
especialmente mujeres y nios (conocido como Protocolo de Palermo), que complementa la
Convencin de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, ha
de considerarse lo establecido en el artculo 2, Finalidades del Protocolo:
a) Prevenir y combatir la trata de personas, prestando especial atencin a las mujeres y los
nios;
b) Proteger y ayudar a las vctimas de dicha trata, respetando plenamente sus derechos
humanos; y
c) Promover la cooperacin entre los Estados Parte para lograr esos fines.
Naciones Unidas establece que para fijar los estndares internacionales sobre la trata,
adems de los documentos sealados, se han de tener en cuenta especialmente los
siguientes:
Declaracin Universal de Derechos Humanos
Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos
Convencin Internacional sobre la Eliminacin de todas las Formas de
Discriminacin Racial
Convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la
mujer
Convencin sobre los Derechos del Nio
Protocolo Facultativo de la Convencin sobre los Derechos del Nio relativo a la
venta de nios, la prostitucin infantil y la utilizacin de nios en la pornografa
Convencin sobre los derechos de las personas con discapacidad
Convencin contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes
Convencin Internacional sobre la proteccin de los derechos de todos los
trabajadores migratorios y de sus familiares.
Desde Naciones Unidas se han ido dando sucesivos pasos entre los que cabe destacar la
Resolucin aprobada por la Asamblea General (A/RES/64/293) mediante la cual se
establece el Plan de Accin Mundial de las Naciones Unidas para combatir la trata de
personas, el 12 de agosto de 2010, entre cuyos objetivos estaba promover un enfoque
basado en los derechos humanos y que tenga en cuenta el gnero y la edad al hacer frente
a todos los factores que contribuyen a que las personas sean vulnerables a la trata y
24 Milano V., (2016), Proteccin de las vctimas de trata con fines de explotacin sexual: estndares
internacionales en materia de enfoque de derechos humanos y retos relativos a su aplicacin en
Espaa en Revista electrnica de estudios internacionales (http://www.reei.org/ ) Nmero 32,
diciembre 2016.
El recorrido por los estndares internacionales de derechos humanos para abordar la trata
de seres humanos pone de relieve que son los Estados los titulares de las obligaciones de
prevenir, proteger y reparar a las vctimas, sin embargo y tal y como seala el informe de la
Oficina del Defensor del Pueblo, La trata de seres humanos en Espaa: VCTIMAS
INVISIBLES, entre los factores que complican la cuestin figuran la complejidad del
fenmeno de la trata; la variedad de normas aplicables o potencialmente aplicables, y la
difcil cuestin de la responsabilidad de los Estados respecto de actos que a menudo se
encuentran fuera de su esfera de control directa.
Hay una resistencia por parte de los Estados a aceptar la responsabilidad bien porque el
dao principal de la trata y otros perjuicios asociados han sido cometidos por un delincuente
o grupos de delincuentes y no por el Estado propiamente dicho, o bien porque el Estado
considera que han hecho todo lo posible por prevenir el dao
El esclarecimiento del alcance de tal responsabilidad exige volver al documento sobre
Principios y Directrices recomendados sobre derechos humanos y trata de personas en
cuyo Principio 2 confirma que todos los Estados, con independencia de su lugar en el ciclo
de la trata de personas, tienen la responsabilidad jurdica internacional de actuar con la
debida diligencia en la prevencin de la trata de personas, la investigacin y el
enjuiciamiento de los presuntos traficantes, y la prestacin de asistencia y proteccin a las
personas que han sido vctimas de trata. El Estado es responsable de las infracciones del
derecho internacional que puedan atribursele directa o indirectamente (), incluso en
aquellas situaciones en las que no sea el agente primario del dao.
6.-Consideraciones Finales
La pregunta que queda por resolver ahora es si las reformas legislativas llevadas a cabo
como consecuencia de la Directiva 2011/36/UE, relativa a la prevencin y lucha contra la
trata de seres humanos y a la proteccin de las vctimas, que recoge buena parte de los
derechos enunciados y que ha supuesto una nueva redaccin del artculo 177.bis del
Cdigo Penal27, as como la ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de la vctima del delito 28,
van a ser suficientes para hace realidad tales derechos.
Una importante llamada de atencin es lo recogido en las Observaciones finales sobre los
informes peridicos sptimo y octavo combinados de Espaa de 29 de julio de 2015
presentadas por el Comit de la Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de
Discriminacin contra la Mujer, en las cuales se llama la atencin sobre el impacto que la
crisis financiera y econmica y las medidas de austeridad adoptadas por el Estado, parte
para hacerle frente, han tenido efectos negativos en todas las esferas de la vida de las
mujeres. Adems, el Comit observa con preocupacin que no se han realizado estudios ni
evaluaciones para vigilar los efectos de la crisis en funcin del gnero. Mostrando una
especial preocupacin por el deterioro de los servicios de proteccin de las mujeres que
son vctimas de la violencia domstica en distintas comunidades autnomas, en particular la
limitada disponibilidad de casas de acogida para mujeres y nios. Circunstancia aplicable a
las vctimas de trata, en cuanto forma de violencia de gnero, ya que en cualquiera de las
fases antes aludidas las casas de acogida son esenciales para preservar a las vctimas
alejadas del alcance de sus victimarios. Si no se prevn medidas para paliar este dficit de
casas de acogida, necesariamente se coloca a las vctimas en una situacin de mxima
vulnerabilidad.
El Comit en estas Observaciones finales en lo relativo a la trata de seres humanos y
explotacin de la prostitucin seala que sigue siendo muy preocupante la prevalencia de la
trata de mujeres y nias; la falta de legislacin integral de lucha contra la trata; la limitada
definicin de proxenetismo, que puede obstaculizar el debido enjuiciamiento de la
explotacin de la prostitucin; los limitados datos disponibles actualmente para determinar la
magnitud de este fenmeno.
En sentido muy parecido se ha manifestado la asociacin Proyecto Esperanza que entiende
que se han dado avances significativos pero parciales, pues el II Plan Integral de Lucha
contra la Trata de Mujeres y Nias con Fines de Explotacin Sexual 2015-2018, se centra en
la trata para fines de explotacin sexual, mientras que el resto de formas de trata no recibe
la proteccin exigida internacionalmente. Lo que hace necesario, por tanto una ley
especfica sobre trata.
El Plan integral de lucha contra la trata de mujeres y nias con fines de explotacin sexual
2015-2018 fundamenta en su Plan de accin en las siguientes premisas: Enfoque de
derechos humanos; Enfoque de gnero; Primaca del inters superior del menor; Mejora del
conocimiento de las situaciones de trata con fines de explotacin sexual; Las vctimas
protagonistas de todo el proceso; Persecucin del delito; Enfoque integral, cooperacin y
participacin. Estableciendo 5 mbitos prioritarios de accin; 1. Refuerzo de la prevencin y
la deteccin de la trata; 2. Identificacin, proteccin y asistencia a las vctimas de la trata de
seres humanos; 3. Anlisis y mejora del conocimiento para una respuesta eficaz frente a la
trata con fines de explotacin sexual; 4. Persecucin ms activa a los tratantes; 5.
Coordinacin y cooperacin entre instituciones y participacin de la sociedad civil.
Si stos son los mbitos a los que hay que atender especialmente, quiere decirse que la
vulnerabilidad de las personas vctimas de trata se encuentra en una situacin cuando
menos preocupante. Si existen fallos en la prevencin, deteccin e identificacin,
principalmente por causa de falta de formacin de los agentes encargados, ello supone que
la primera lnea de lucha contra la trata claudica frente a los tratantes y sus medios de
coaccin y amenaza. Resulta llamativo que los cuatro informes de seguimiento del anterior
Plan integral de lucha contra la trata de seres humanos con fines de explotacin sexual ya
aludan a la necesidad de realizar estas acciones y reclamaban ser llevadas a cabo.
a) El auto por el que el Juez de Vigilancia Penitenciaria autoriza, conforme a lo previsto en el prrafo
tercero del artculo 36.2 del Cdigo Penal, la posible clasificacin del penado en tercer grado antes de
que se extinga la mitad de la condena, cuando la vctima lo fuera de alguno de los siguientes delitos:
9. Delitos de trata de seres humanos
29 lvarez Cuesta, H., (2015). Dificultades para la integracin laboral de mujeres vctimas de trata de
seres humanos y explotacin sexual en La insercin laboral de las mujeres en riesgo de exclusin
social (coord. por Henar lvarez Cuesta; (dir) Susana Rodrguez Escanciano y Mara de los Reyes
Martnez Barroso) Valencia; Tirant Lo Blanch, pgs. 217-243
Informe de la Oficina de la Defensora del Pueblo titulado (2012). La trata de seres humanos
en Espaa: VCTIMAS INVISIBLES.
Informe de la Relatora Especial sobre la trata de personas, especialmente mujeres y nios
de 5 de agosto de 2016 (A/71/303)https://documents-dds-
ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N16/250/81/PDF/N1625081.pdf?OpenElement
Milano V., (2016). Proteccin de las vctimas de trata con fines de explotacin sexual:
estndares internacionales en materia de enfoque de derechos humanos y retos relativos a
su aplicacin en Espaa en Revista electrnica de estudios internacionales
(http://www.reei.org/ ) Nmero 32, diciembre.
Movilidad humana. Estndares interamericanos
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/MovilidadHumana.pdf
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)
https://www.unodc.org/unodc/es/frontpage/2016/December/almost-a-third-of-trafficking-
victims-are-children_-unodc-report.html?ref=fs1
Principios y Directrices recomendados sobre Derechos Humanos y Trata de Personas,
Naciones Unidas, Nueva York y Ginebra, 2010, pp.53-58.
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/Commentary_Human_Trafficking_sp.pdf
Recomendacin general N 19 sobre violencia contra la mujer http://www.ipu.org/splz-
e/cuenca10/cedaw_19.pdf
Spicker, P. (2009). Pobreza: Un glosario internacional. Edicin literaria a cargo de Paul
Spicker; Sonia lvarez Leguizamn; David Gordon. 1 ed. Buenos Aires: Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO. Traducido por: Pedro Marcelo Ibarra y
Sonia lvarez Leguizamn
http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/clacso/crop/glosario/06spicker.pdf
Trafficking in Persons Report 2016
https://www.state.gov/documents/organization/258876.pdf
El presente trabajo abreva en los datos y estudios recogidos durante la realizacin del
Proyecto de Investigacin DeCyT 1438, perodo 2014-2016. Agradecemos el financiamiento
y apoyo institucional brindado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires. Fueron tambin integrantes de ese proyecto las alumnas de la carrera de abogaca de
la Facultad de Derecho -UBA-: Brenda Beln Caro, Laura Eugenia Corsiglia y la alumna de
la carrera de medicina de la Facultad de Medicina -UBA- Camila Capriglioni. Agradecemos
tambin los valiosos intercambios de material realizados con los grupos de investigacin de
la Universidad Industrial de Santander -UIS Colombia, Dra. Clara Tapias Padilla- de la
Universidad Catlica de Oriente -Colombia, Dr.Luis Rico Otlvaro- y de la Universidad de
Salamanca,-Espaa, Dr. Lorenzo BujosaVadell.
1. Introduccin
El acceso a la justicia de las adultas mayores y, en particular, de aquellas que son vctimas
de violencia de gnero, presenta problemas jurdicos y sociales complejos. Desde el trabajo
docente de la Enseanza Prctica del Derecho-Facultad de Derecho, Universidad de
Buenos Aires-30, espacio en el que se atiende a personas de escasos recursos econmicos
que no pueden acudir a un abogado particular, se garantiza el acceso a la justicia de grupos
vulnerables, a la par que se ensea el difcil arte de "abogar".
Hemos observado en particular desde la ctedra, el alarmante avance de la violencia contra
este grupo, y la consecuente desproteccin de sus derechos; ello no slo a nivel
institucional, sino tambin a nivel social.
En Argentina, los malos tratos a los adultos mayores estn contemplados en el marco legal
de las leyes contra la violencia familiar-maltrato que afecte la vida o la integracin fsica o
psicolgica de un miembro de la familia sobre otro. Tambin la discriminacin y violencia
contra la mujer abarcan a este colectivo, dentro de la llamada "violencia de gnero", en el
marco de la "Ley de proteccin integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en los mbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales"31.
La violencia domstica contra el anciano necesita de rpida intervencin, tanto en proteccin
fsica como en proteccin psicolgica ante la realidad de un problema que va en aumento, al
32 "... Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, as como a su familia,
la salud y el bienestar, y en especial la alimentacin, el vestido, la vivienda, la asistencia mdica y los
servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de prdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad....
33 "...Toda persona tiene derecho a la seguridad social que le proteja contra las consecuencias de la
desocupacin, de la vejez y de la incapacidad que, proveniente de cualquier otra causa ajena a su
voluntad, la imposibilite fsica o mentalmente para obtener los medios de subsistencia
38 -Ley Violencia Gnero -1/2004 del 28 de diciembre- Ley 35/1995 de 11 de diciembre, de Ayuda y
Asistencia a las Vctimas de Delitos Violentos y contra la libertad sexual.
39 XIV Cumbre Judicial Iberoamericana.
40 Asamblea General de la Organizacin de los Estados Americanos, 15 de junio de 2015. Disponible
en:
http://www.ippdh.mercosur.int/wp-content/uploads/2015/06/Espa-%C2%A6ol_CONVENCI-
%C3%B4N-INTERAMERICANA-SOBRE-LA-PROTECCI-%C3%B4N-DE-LOS-DERECHOS-
HUMANOS-DE-LAS-PERSONAS-MAYORES.pdf.
ltima entrada: 31/10/2015.
Trabajo de campo
Muestra Piloto
Se realiz trabajo de campo sobre un universo constituido por las personas que consultan
en el Departamento de Prctica Profesional42, y que tienen 60 aos o ms.
El estudio de campo se realiz entre agosto de 2015 y marzo 2016. De 60 consultantes
entrevistadas, la muestra piloto est conformada por 36 personas que accedieron a
responder el cuestionario en el momento de sus consultas, de las cuales el 97% son de
sexo femenino y un slo consultante es hombre (3%).
De la Edad
La edad de los consultantes est comprendida entre 60 y 101 aos, siendo el promedio de
72,86 aos, la desviacin tpica de 8,93 aos y la variabilidad relativa con respecto al
promedio de 12%, indicando que la distribucin de la edad es bastante homognea. La
mitad de los consultantes tiene menos de 72,5 aos y la mayora tiene 79 aos. Un 25%
tiene menos de 64 aos y otro 25% tiene ms de 79 aos. El 56% de los consultantes tiene
ms de 70 aos.
De la situacin de violencia.
Dado que la situacin de violencia puede ser generada por una o ms personas, se observa
que el 58,3% est pasando por alguna situacin de violencia con una sola persona; el 41,7%
restante, con varias personas. Al momento de la realizacin de la encuesta, el 75% sostiene
que la situacin de violencia perdura hasta el da de hoy y un 5% sostiene que no sabe.
De la duracin de la situacin de violencia.
La duracin de la situacin de violencia vara desde un da, hasta 38 aos entre quienes
pudieron dar la respuesta. Sin embargo, hay un 13,9% que no sabe desde cundo vive en
situacin de violencia. No obstante, se podra establecer una categorizacin en cuanto a la
naturalizacin de la situacin de violencia. Esta categorizacin es uno de los resultados del
trabajo realizado. Se ha detectado que hay personas que, desde menos de una semana de
alguna situacin de violencia, han concurrido a hacer la denuncia (5,6%), lo cual podra
estar indicando una situacin incipiente o una no naturalizacin. Otras, en cambio, han
soportado una situacin de violencia de ms de una semana a seis meses (8,3%), lo cual
podra indicar una situacin reciente de violencia. Y la mayora ha vivido en situacin de
violencia por ms de seis meses hasta 38 aos (72,2%), lo cual podra indicar una situacin
naturalizada de violencia (en diferentes grados). Teniendo en cuenta esta categorizacin se
presentan los datos en el Cuadro 1.
42Centro de Formacin Profesional, Patrocinio Jurdico Gratuito, donde funcionan el Servicio Jurdico
y Patrocinio Gratuito, el centro de Mediacin, el Servicio Social -cuerpo asistencial integrado por
Trabajadores Sociales y Psiclogos-, y se imparte la materia de Prctica Profesional de la Facultad de
Derecho de la UBA.
NO SABE 5 13,9
TOTAL 36 100
Fuente: Elaboracin propia. Proyecto DeCyT 1438. Facultad de Derecho UBA
HIJO 8 22,2
NUERA/VECINO/TRABAJO/YERNO 8 22,2
NIETO 3 8,3
TONTA 4 11,1
MAL 3 8,3
DESPROTEGIDA/AMENAZADO/INSOMNE 3 8,3
INUTIL 2 5,6
INFANTIL 1 2,8
TOTAL 36 100,0
Fuente: Elaboracin propia. Proyecto DeCyT 1438. Facultad de Derecho UBA.
CREENCIAS RELIGIOSAS,OPINIONES
5 26,3
PERSONALES E IDEAS POLITICAS
BURLAS 1 5,2
TOTAL 19 100,0
TOTAL 36 100
Fuente: Elaboracin propia. Proyecto DeCyT 1438. Facultad de Derecho UBA
e) Se observa la falta de datos y estudios sobre la situacin de las vctimas adultas mayores
del mbito rural Argentina.
f) Las situaciones de violencia de gnero contra la adulta mayor son ms percibidas por su
entorno que por la misma vctima.
g) Las adultas mayores, subgrupo desaventajado, tiene menores canales de acceso a la
justica que las personas de los otros grupos etarios y algunos de los canales de acceso -
Oficina de Violencia Domstica, Corte Suprema de Justicia de la Nacin Argentina- ni
siquiera son conocidos por estas mujeres.
h) Del trabajo de campo realizado ha surgido la importancia de que las integrantes de este
grupo tengan a disposicin "canales" que les posibiliten el acceso a la justicia.
j) Se ha comprobado a travs de encuestas y de observacin en el Patrocinio Jurdico
Gratuito de la UBA, que hay una falta de registro por parte de los operadores jurdicos,
acerca de la naturaleza y especificidad de las situaciones de violencia, slo identificando
"violencia" con agresiones fsicas, sin tomar en cuenta ni analizar las "otras violencias":
psicolgica, verbal, econmica.
5. Colofn
La profundizacin en el estudio e investigacin universitaria de la problemtica de la
violencia de gnero contra las adultas mayores y el acceso a la justicia de este grupo,
constituye una herramienta fundamental para que la Universidad provea al tejido social de
futuros abogados capacitados en esta temtica, quienes desde diferentes funciones -jueces,
abogados, mediadores, legisladores, gobernantes- podrn ser sujetos impulsores de
avances sociales en la materia (VALLET y CIANCIA, 2009).
A su vez, el trabajo ha abierto otro interrogante: pueden los grupos en estado de
vulnerabilidad "ELEGIR" el recurso de acceso a la justicia? Conocen la variedad de
mecanismos existentes? Estas preguntas sern objeto de nuevas investigaciones.
No obstante ello, a travs de las entrevistas realizadas, se pudo comprobar la conformidad
de los consultantes con el recurso que brinda la Universidad de Buenos Aires, pblica, laica
y gratuita.
Y en ello estriba la importancia de los servicios jurdicos gratuitos de las universidades: en
brindar no slo el recurso de acceso a la justicia a la persona que lo requiera, sino tambin
prestar la contencin en confianza: eso que el justiciable esperara de un abogado particular,
si pudiera pagarlo.
Referencias
DECYT 1438: "Mujeres Adultas Mayores Vctimas de Violencia de Gnero: Acceso a la
justicia en defensa de sus derechos"Proyecto de investigacin, Facultad de Derecho,
Universidad de Buenos Aires. Abstract Disponible en:
http://www.derecho.uba.ar/investigacion/inv_proyectos_vigentes_decyt_2014_vallet.php.
ltima entrada. 7-01-2017.
CONVENCIN INTERAMERICANA SOBRE LA PROTECCIN DE LOS DERECHOS
HUMANOS DE LAS PERSONAS MAYORES. Asamblea General de la Organizacin de los
Estados Americanos, 15 de junio de 2015. Disponible en: http://www.ippdh.mercosur.int/wp-
content/uploads/2015/06/Espa-%C2%A6ol_CONVENCI-%C3%B4N-INTERAMERICANA-
SOBRE-LA-PROTECCI-%C3%B4N-DE-LOS-DERECHOS-HUMANOS-DE-LAS-
PERSONAS-MAYORES.pdf. ltima entrada: 31/10/2015.
DABOVE, M. S. (2000). Razones iusfilosficas para la construccin de un Derecho de la
Ancianidad, en"Nmero especial de Biotica N 6218". Buenos Aires: Jurisprudencia
Argentina.
A pesar de que en la Constitucin Nacional se reconoce el hbitat y los derechos originarios sobre las
tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan los pueblos y comunidades indgenas, las tensiones,
contradicciones y conflictos generados por su flagrante incumplimiento marcan la agenda
reivindicativa de estos pueblos. En este sentido, aqu nos proponemos indagar en la lucha
emprendida por el pueblo yukpa de la Sierra de Perij (edo. Zulia), con el fin de conocer cules
pueden ser las posibles causas que expliquen el incumplimiento estatal. Para ello, hemos realizado
una detallada revisin documental proveniente de diversas fuentes, tanto legales, acadmicas y
periodsticas sobre la cadena de eventos que han sido encabezados por lderes y lideresas yukpa,
concentrndonos en las actuaciones gubernamentales frente a su legtimo reclamo. Si bien este caso
se enmarca en las mismas tendencias econmico-polticas que predominan en el Continente, el
hecho de que los yukpa habiten en la frontera con Colombia, dificulta y complejiza an mas el
examen de las razones que se esconden detrs de determinadas decisiones polticas. Lo que s
parece quedar claro en esta disputa territorial, es que dentro de la variada gama de intereses que
priva, los indgenas resultan ser la poblacin ms vulnerable.
Palabras claves: conflictos, indgenas, poltica, territorio
In spite of the fact that our National Constitution recognizes the habitat and originary rights on the
lands occupied ancestrally and traditionally by Indigenous peoples and communities, there are
tensions, contradictions and conflicts generated by its flagrant lack of accomplishment, which marks,
the right-recovering agenda of these peoples. In this connection, we are proposing here an inquiry on
the struggle undertaken by the Yukpa people in the Perij Mountains (State of Zulia), in order to know
the possible causes that explain the lack of accomplishment by the State for this reason, we have
made a detailed documentary revision proceding from various sources, such as legal, and
journalistic on account of the chain of events directed by male and female Yukpa leaders, but
emphasizing the governmental actions in face of their legitimate claims. Although this case is situated
within the same economical and political tendencies predominating in our Continent, Yukpas being
located at the frontier with Colombia makes even more difficult and complicated the reasons hidden
behind certain political decisions. What really seems clear in this territorial controversy is that within
this variegated gamut of prevailing interests, Indigenous peoples are bound to be the most vulnerable
population.
Keywords: conflicts, indigenous peoples, land rights, state policy
1. Introduccin
La lucha de los yukpa por la recuperacin de su territorio data de mucho tiempo atrs, al
punto que en 1961 durante el gobierno de Rmulo Betancourt se oficializ una figura
jurdica de ocupacin indgena, en el marco de la Reforma Agraria, con el fin de frenar la
invasin y expropiacin de sus tierras por parte de hacendados y ganaderos45. Sin embargo,
con la entrada en vigencia de la Constitucin Bolivariana de Venezuela, a partir del ao
2000, y la implantacin de un rgimen poltico que discursivamente se autoproclama como
indiosocialista, el movimiento indgena nacional sufre drsticas transformaciones. La
unidad y fortaleza que poco a poco se haba logrado forjar alrededor de una agenda
reivindicativa propia, luego de varias dcadas de activismo independiente, muy pronto se fue
resquebrajando debido a la penetracin poltico-partidista que oper desde el gobierno y
sigue operando en tiempos de revolucin bolivariana.
En estas condiciones, los esfuerzos emprendidos por los pueblos indgenas del pas con
miras a lograr la titulacin de sus territorios, luego de elaborado el proceso de auto-
demarcacin, tropieza muchas veces con la falta de consenso y apoyo en el seno de un
mismo pueblo. Tal fue la experiencia que le toc vivir al cacique Sabino Romero Izarra, de la
comunidad de Chaktapa en la cuenca del ro Yaza, quien lider la campaa destinada a
rescatar las tierras ancestrales del pueblo yukpa. Sabino no solo tuvo que hacerle frente al
poder econmico y estatal, sino tambin a la oposicin gestada en una parte de su propia
gente: bien porque no comparta la vieja estrategia de ocupar las haciendas, aun cuando se
tratara de predios abandonados por sus testaferros o poco productivos; bien por temor a
perder el acceso a ciertos programas sociales ejecutados por distintos niveles de gobierno;
bien por haber aceptado prebendas a los afiliados de la asociacin de Ganaderos de
Machiques (GADEMA), o, simplemente, por temor a perder sus vidas46.
Ahora bien, pese a que no es muy difcil barruntar sobre las causas que han impedido el
reconocimiento territorial de los yukpa incluyendo las que provocaron los asesinatos del
dirigente Sabino y varios de sus compaeros de lucha en las pginas que siguen
intentaremos ahondar en algunos elementos que nos permitan aproximarnos a la
comprensin de este emblemtico caso. Con esta finalidad, hemos dividido el contenido en
dos partes. En la primera, se abordan ciertos aspectos de carcter histrico y etnogrfico
que permiten contextualizar la persistencia de los yukpa en esa serrana, pero tambin la
dinmica conflictiva que all predomina. En la segunda, se expone una serie de hechos
vinculados a las acciones emprendidas por un grupo de indgenas yukpa para conseguir la
titularidad de sus territorios, incluyendo las estrategias acometidas para hacer valer sus
derechos.
2. Los yukpa de la Sierra de Perij.
Notas para comprender una historia de resistencia
a) Los yukpa-yuko son un pueblo indgena de filiacin Caribe que habita partes de la Sierra
de Perij, la Serrana de Valledupar y la Serrana de los Motilones, territorio que forma parte
de la frontera colombo-venezolana entre las latitudes 940 y 1035 norte. En Venezuela se
les conoce como yukpa (yupa) y en Colombia como yuko (yuco). Los yukpa venezolanos
ocupan los mrgenes occidentales de los municipios Rosario de Perij y Machiques de
Perij, en el estado Zulia, y los yuko colombianos los confines orientales de los
45 Confrntese: Venturini, Jos Ali. (1984). Naturaleza jurdica del usufructo indgena. En Revista
Derecho y Reforma Agraria, N 14. Instituto Iberoamericano de Derecho Agrario y Reforma Agraria.
Mrida: Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Jurdicas y Polticas, pp. 202, 203, 209.
46 Sociedad Homo et Natura. (2012). Se inicia la criminalizacin contra el lder Sabino y su familia. Si
asesinan a Sabino, sern culpables el diario La Verdad y acusadores yukpa tarifados o los dirigentes
parceleros guarimberos de Machiques. Maracaibo, 20 de febrero: Autor.
departamentos de la Guajira y del Cesar. Vale subrayar que los yukpa son el nico pueblo
de origen Caribe que habita en el noroeste de Venezuela.
b) Aun cuando se reconocen dos parcialidades bsicas entre los yukpa-yuko: los yukpa en
el territorio venezolano y los yuko en el territorio colombiano, e incluso, a pesar de las
diferencias existentes en el interior de ambas parcialidades, estas comparten suficientes
similitudes socioculturales que permiten considerarlas como un solo pueblo. Los yukpa
venezolanos estn conformados en siete subgrupos: Irapa, Macota, Parir, Shaparu,
Viakshi, Wasama y los Rionegrinos (Ruddle, K. y Wilbert. J. 1983: 54).
c) Tradicionalmente, cada uno de los subgrupos que conforman el pueblo yukpa ocupaba un
territorio diferente, orientado siempre hacia un valle fluvial particular. En esos valles, la
comunidad sola estar repartida en asentamientos pequeos ubicados sobre las terrazas del
valle principal y a orillas de algunos ros, siendo el patrn de asentamiento una mezcla de
casas aisladas, poblados compuestos de dos o tres viviendas y ncleos ms grandes que
llegaban a tener hasta 16 munna47. No obstante, desde hace mas de cincuenta aos, ese
patrn de asentamiento tradicional ha sufrido cambios fundamentales como consecuencia
de la antigua hostilidad inter e intra-tnica, es decir, entre ellos mismos y con otros
indgenas del rea; pero, principalmente, debido a la escasez y afectacin de la base de
recursos bio-ecolgicos generadas por la invasin de su territorio.
d) Desde los primeros das de la Conquista espaola, y hasta 1960 aproximadamente, en el
territorio comprendido entre el lago de Maracaibo (hoy Venezuela) y el valle del Cesar (hoy
Colombia), se estableci un patrn de violencia cclica que caracteriz las relaciones entre
los indgenas y los no indgenas. Cuando en la poca colonial les prometieron ciertas
garantas de seguridad, varias familias yukpa se atrevieron a desplazarse hacia las regiones
mas bajas de la Sierra y se les organiz en Encomiendas48. Pero, como era de esperar,
47 Vivienda tradicional donde residen los yukpa permanentemente, cuando no estn de caza o
pesca.
48 El sistema de encomiendas naci como una respuesta a la imperiosa necesidad del colono, de
mano de obra dcil, segura y controlada. En el sistema de encomiendas, los indgenas
estos arreglos duraron muy poco tiempo y los yukpa se regresaron a las montaas,
permaneciendo all hasta el arribo de los capuchinos a fines del siglo XVII.
e) Pese a que los continuos conflictos inter e intratnicos aunados a la lucha contra los
invasores wata49 predominan en la historia de los yukpa, a partir de 1945 surge una nueva
situacin con el reinicio de la llamada campaa civilizadora por parte de los capuchinos
interrumpida antes por la guerra de Independencia quienes establecieron una misin en El
Tukuko. Esta labor misional promovi entre muchas familias yukpa la tendencia a
reagruparse en asentamientos de mayor tamao que los tradicionales, y a ubicarlos a menor
altitud (entre los 300 y los 2.000 metros s.n.m.), siendo El Tukuko uno de los poblados mas
numerosos en la actualidad.
f) En 1961 el Ministerio de Agricultura y Cra y el Ministerio de Justicia, en el marco de la
Reforma Agraria, con el objeto de prevenir ms expropiaciones de tierras indgenas por
parte de los hacendados y ganaderos, oficializaron una figura de ocupacin indgena en la
zona que se extenda desde las estribaciones orientales de la Sierra de Perij hasta la
frontera con Colombia, y desde el valle del Alto Tukuko y la serrana de Marigua hasta el ro
de Oro. De esta manera, tanto el pueblo yukpa como el pueblo bar quedaban al amparo de
este instrumento legal. Aos despus, el 12 de diciembre de 1978, a travs del Decreto
Presidencial N 2.983 se declara a la Sierra de Perij Parque Nacional.
g) La vida tradicional yukpa siempre se caracteriz por las migraciones, tanto temporales
como definitivas. Aparte de las migraciones temporales producto de expediciones
prolongadas para cazar, pescar, recolectar frutos y visitar parientes, ha sido un fenmeno
frecuente entre ellos el que las personas abandonen la comunidad por algn tiempo a causa
de rivalidades intergrupales, o, ms recientemente, para trabajar estacionalmente en las
haciendas. Antiguamente, eventos de la vida social como el matrimonio, la muerte de un
miembro mayor de la familia y la necesidad de sembrar conucos50 en reas alejadas o
incluso graves conflictos intratnicos figuraban tambin como las principales causas de las
migraciones definitivas. Hoy da son cada vez mas comunes este tipo de migraciones, pero
motivado por los enfrentamientos con los wata y el impacto de las polticas de corte
asistencialista implementadas por el gobierno. De hecho, la invasin y expropiacin de sus
tierras por parte de los hacendados-ganaderos y de estructuras criminales de ambos pases,
aunado a la necesidad de asentarse en lugares mas cercanos con el fin de poder
beneficiarse de las llamadas Misiones Sociales51, los induce a desplazarse hacia la periferia
y las zonas populosas de los centros urbanos del estado Zulia.
h) Solo en las comunidades mas alejadas en el norte de la Sierra las actividades de caza
y recoleccin seguan teniendo un rol destacado en la subsistencia durante las ltimas
dcadas del siglo pasado; en los poblados mas bajos y meridionales ya casi no se practican,
consecuencia tanto de la sobreexplotacin y agotamiento de los suelos, as como de la
creciente disponibilidad de protenas provenientes de animales domsticos y alimentos
encomendados guardaban la propiedad de sus tierras, que no deban confundirse con las concedidas
al encomendero por la Merced de Tierras (instituida por la Corona en 1513).
49 Nombre con el que los yukpa se refieren a las personas no indgenas.
50 Despus de un perodo de cultivo que poda variar de uno a tres o ms aos, se dejaban los
conucos en barbecho. Los yukpa reconocan que esto era necesario para el descanso y recuperacin
de la tierra y para eliminar malezas, enfermedades de los cultivos y pestes animales. Las zonas de
barbecho constituan sitios importantes para la recoleccin de plantas comestibles y medicinales
(Ibdem. 84)
51 En el ao 2003, despus de 4 aos de gobierno, el Presidente Hugo Chvez adopta un nuevo
esquema para darle operatividad a su gestin al que bautiz con el nombre de Misiones. Es as como,
entre los aos 2003 y 2004, se crearon 13 misiones con el apoyo del gobierno cubano, cuya finalidad
era demostrar la capacidad de la Revolucin Bolivariana para reducir la exclusin social, la cual se
haba extendido aceleradamente a las reas de salud, educacin, alimentacin, produccin y
vivienda.
procesados. Tambin el conuco, pese a que an subsiste como la base econmica de los
yukpa, ha sido impactado por la nueva realidad y en el presente su importancia vara
significativamente segn la comunidad. En paralelo, las actividades tradicionales
complementarias tienden a desaparecer en la medida en que se adoptan nuevas
modalidades de trabajo: la cra de ganado, la pequea agricultura con fines comerciales, el
trabajo agrcola asalariado, la venta de artesana, las ocupaciones de servicio domstico, el
desempeo como funcionario/a estatal o ser beneficiario de algn programa gubernamental.
i) Desde comienzos del siglo XX, la ocupacin de los territorios indgenas en el estado Zulia
ha estado asociada a la dinmica de expansin mundial de las multinacionales petroleras y
mineras52. En efecto, durante la dictadura de Juan Vicente Gmez (1908-1935) se les
entreg a las compaas petroleras las tierras ocupadas por los indgenas bar. En la dcada
de 1980, las empresas del carbn obtuvieron en arrendamiento a travs de Carbozulia53
el noreste del piedemonte de la Sierra de Perij y grandes extensiones en las cuencas de
los ros Guasare, Socuy y Cachir, las cuales forman parte del territorio wayuu.
Posteriormente, el Ministerio de Energa le otorg concesiones en todas las tierras al sureste
del piedemonte de la Sierra de Perij, desde el poblado El Llano al norte del ro Apn
hasta el norte del ro de Oro.
j) De acuerdo con el ltimo censo de 2011, el pueblo yukpa asentado en el estado Zulia est
conformado por 10.460 individuos, de los cuales 5.339 son hombres y 5.121 son mujeres.
Otros estados donde se auto-identificaron personas como yukpa fueron: Lara 75, Carabobo
44, Tchira 18, Miranda 10 y Distrito Capital 7. En su mayora, los miembros de este pueblo
habitan en el municipio Machiques de Perij (9.759 personas), seguido por el municipio San
Francisco (293), la ciudad de Maracaibo (157), Rosario de Perij (125), Mara (32), Cabimas
(30) y Jess Enrique Lossada (22).
Territorio, extractivismo y otros males
No cabe duda de que en Venezuela los casos que mas han trascendido a la palestra pblica
en los ltimos aos en relacin con los problemas que enfrentan los pueblos indgenas
son los referentes a los pemn en el estado Bolvar y los yukpa de la Sierra de Perij en el
estado Zulia, ambas etnias, casualmente, pertenecientes a la familia Caribe. Sin embargo,
respecto de la problemtica pemn, como fue ampliamente reseado en distintos medios de
comunicacin nacional, su repercusin en la opinin pblica estuvo determinada en buena
medida por la retencin de efectivos militares en dos ocasiones (Urimn 2011-Musukpa
2013) quienes sometan a los indgenas al pago de tributos y decomiso de sus
pertenencias para permitirles desplazarse por sus territorios, aparte de disputarles la
explotacin de las minas de oro ubicadas en esas zonas54. Situacin muy distinta a la del
pueblo yukpa, por cuanto la grave problemtica que enfrenta dicho pueblo reside en su
tenaz lucha con el Estado por la titulacin de su territorio y su enfrentamiento con
52 Portillo, Lusbi. (2000). Reterritorializacin del estado Zulia. Ponencia presentada en la Universidad
del Zulia.
53 Carbones del Zulia (Carbozulia), se cre como compaa en 1978. Lamentablemente, la crisis
econmica del ao 1983 llev al Ejecutivo Nacional a tomar la decisin de traspasar Carbozulia a
PDVSA. Bajo la direccin de PDVSA, Carbozulia constituy, conjuntamente con empresas
internacionales, Carbones del Guasare en 1986 para operar la primera mina: Paso Diablo, que inici
produccin en 1987, ubicada en el Municipio Mara. Igualmente, con participacin de capitales
extranjeros, constituy Carbones de la Guajira, que inici produccin en 1996 en Mina Norte,
Municipio Pez. Las Verdades de Miguel. (2005). El carbn del Zulia. Perjuicio o beneficio N 63, julio
08. Disponible en: http://www.soberania.org/Articulos/articulo_1363.htm
54 www.aporrea.org/desalambrar/a159149.html
Varias comunidades pemn de la Gran Sabana desarmaron y retuvieron a 43 funcionarios militares.
El motivo del conflicto reside en la decisin del Gobierno Nacional de reservar para el Estado la
exclusividad de la exploracin y explotacin del oro, a travs de la Ley de Nacionalizacin del Oro,
excluyendo por completo a los pueblos y comunidades indgenas de la zona.
Chvez, porque los yukpas aspiran a una tierra saneada, sin ganaderos ni
minas, y el Presidente fue muy claro al respaldar tal aspiracin. Si se hace
lo que propone la ministra del Ambiente61, los yukpas van a quedar
confinados en espacios minsculos. Si los indgenas firman las cartas de
convivencia que les exige Nicia Maldonado 62, claudicaran en su lucha sin
haber sido reivindicados (Portillo, L. 2008).
A los dos das de haberse suscitado un violento altercado con activistas sociales, quienes
decidieron ir hasta el ro Yaza con el fin de llevarles alimentos y medicinas a las familias
yukpa que haban ocupado las haciendas pues stas se encontraban sitiadas por efectivos
del Ejrcito y la Guardia Nacional el Presidente Chvez se pronunci a travs de su
programa dominical Al Presidente, del 24 de agosto. Luego de manifestar su
preocupacin por los hechos acaecidos la noche del viernes anterior, design una comisin
integrada por varios representantes de las fuerzas armadas y el Vicecanciller Francisco
Arias Crdenas actual gobernador de la entidad con el fin de mediar en el conflicto y
buscar alternativas de solucin al problema.
Sin embargo, esta comisin fue objetada por los yukpa dada su justificada desconfianza
hacia los militares. En esa oportunidad, los yukpa solicitaron una intervencin mas directa
del Presidente Chvez y cuestionaron la actuacin de la ministra Nicia Maldonado, pidiendo
su destitucin63. Los integrantes de la Comisin, incluidos la ministra Maldonado y el
Vicepresidente Elas Jaua, junto a otros delegados gubernamentales, afirmaron que en dos
meses estara culminada la delimitacin del rea en disputa y que los yukpa participaran en
el proceso de demarcacin de sus tierras. Por tal razn, la entrega de ttulos prevista para el
12 de octubre de ese mismo ao fue suspendida y en su lugar se anunci un plan de
desarrollo e inversin social en la Sierra de Perij, por un monto de 235,4 millones de
bolvares64, destinados a atender la crtica situacin de pobreza que viven los pueblos
indgenas de la zona. Todo ello, en un vano intento por atemperar las tensiones producidas
por el enfrentamiento entre ganaderos e indgenas.
En octubre del ao siguiente (2009), el gobierno realiz una entrega de ttulos de propiedad
sobre espacios fragmentados, es decir, por parcelas, violando as lo establecido en la Ley
de Demarcacin y desvirtuando de esta manera la propuesta de demarcacin original hecha
por las comunidades yukpa, lo cual fue denunciado pblicamente en diferentes medios de
comunicacin. Segn las informaciones de prensa, el 85% de las tierras indgenas no seran
entregadas a los yukpa: la demarcacin del territorio inclua, en una primera fase, slo
46.000 de las 285.000 hectreas exigidas65.
De acuerdo con los aliados de la causa yukpa agrupados en la ONG Sociedad Homo et
Natura:
El Gobierno dividi el trabajo de la delimitacin en cuatro secciones, que
incluyen las tierras de las comunidades yukpas sirapta, aroy y tinakoa. No
se les van a entregar las tierras a los yukpas que viven al lado del Ro
Negro, Ro Yaza o Tukuko, donde habita ms de la mitad de los yukpas.
All, a Tokuko, ni siquiera ha ido la comisin de demarcacin (Portillo,
2009).
De ah que la representante yukpa que asisti al Foro Permanente para las Cuestiones
Indgenas en 2012 expusiera:
El proceso de demarcacin de nuestras tierras por presiones de los
ganaderos y parceleros fue detenido en dos oportunidades y dur 7 aos,
61 Yubir Ortega.
62 Ministra del Poder Popular Para los Pueblos Indgenas en ese momento.
63 Diario El Nacional. Ciudadanos, Regiones. 27 de agosto de 2008.
64 Diario El Nacional. Ciudadanos, Regiones. 13 de octubre de 2008.
65 Diario El Nacional. Ciudadanos, Regiones. 11 de octubre de 2009.
carbonferos 2.750 hectreas en Socuy, 3.750 has. en Cachir, 47.000 has. en Ro de Oro y
78.256 has. en el Tukuko-Aricuaiz. Pero como bien lo afirma Quintero Weir69:
El gran problema reside en que esas 132.456 has. se encuentran ubicadas
en territorios ancestrales indgenas y es obvio que si el carbn a explotar se
encuentra en estos territorios, sus habitantes, es decir la poblacin
indgena, ser desplazada por las buenas o por las malas; no en vano el
gobierno venezolano activ el Teatro de Operaciones N 4 (TO4) en esa
zona (Prez, E. 2007).
Incluso, las denuncias sealaban que haba tres pueblos wayuu en el municipio Pez (al
Noroccidente de la entidad) que vivan literalmente sitiados en Mina Norte la cual es
operada por Carbozulia, Inter American Coal y Chevron (Carbones de la Guajira S.A.) pues
solo se les permita entrar o salir de esta rea dos das a la semana, a la vez que el acceso
de forneos al lugar era fuertemente restringido por las empresas.
Por lo anterior, no era de extraar que Quintero Weir se preguntara si con la explotacin del
carbn en los ros Socuy, Mach y Cachir, es decir, en territorio indgena, el gobierno
estimaba convertir a la poblacin originaria en minera: La poblacin originaria de estas
zonas se convertir en minera?, qu harn el gobierno nacional y las transnacionales
carbonferas con las poblaciones indgenas que se niegan a abandonar sus territorios?,
qu papel jugar el TO4 en esta situacin? (Ibdem). De hecho, las informaciones
publicadas daban cuenta de que el 80% del subsuelo del territorio bar contiene las
principales minas de carbn y que el gobierno las haba entregado en concesin a
transnacionales chinas, brasileas y surafricanas amparndose en la Ley de Minas. Sobre
este punto, es necesario tener presente que el 14 de febrero de 2005 se haba constituido
en Caracas con la firma de los presidentes de Venezuela y Brasil, Hugo Chvez y Luis
Incio Lula Da silva la empresa binacional Carbosurmerica, cuyo objetivo era promover la
explotacin carbonfera en los yacimientos de Socuy y Casigua el Cubo. Incluso, un ao
antes, el 15 de septiembre de 2004, se haba firmado el Memorndum de Entendimiento
entre Carbozulia y Vale do Rio Doce (empresa brasilea). Pero debido a la fuerte presin
ejercida por las comunidades indgenas, los grupos ambientalistas regionales y nacionales y
las organizaciones de DD.HH., el Ejecutivo decide nombrar una Comisin Presidencial,
coordinada por la ministra del Ambiente Jacqueline Faras, para que se elabore el informe
ejecutivo titulado: Evaluacin Ambiental. Explotacin del carbn, Estado Zulia, a fin de
evaluar los posibles daos que ocasionara la explotacin del mineral en la Sierra de Perij.
Como era previsible, el resultado del informe coincidi con el anlisis y los cuestionamientos
formulados por las organizaciones ecologistas, los movimientos sociales y las comunidades
indgenas, paralizndose provisionalmente los planes extractivos en esa regin.
Decimos provisional, por cuanto los planes carbonferos nunca han sido realmente
abandonados por el estamento poltico-gubernamental de las administraciones Chvez-
Maduro. Todo lo contrario. Con la llegada a la Gobernacin del Zulia de Francisco Arias
Crdenas en diciembre de 2012, se impulsa otra vez el ciclo de planificacin minera en la
regin. As lo revelan las denuncias realizadas por la organizacin Sociedad Homo et
Natura70 los indgenas y los movimientos ecologistas de la regin, las cuales dan cuenta de
la intencin de crear una gran infraestructura portuaria-vial en el lago de Maracaibo para
transportar el carbn, y otras materias primas, hacia el exterior. La iniciativa incluye abrir
nuevas minas en el sur del lago de Maracaibo y en la Sierra de Perij.
Las ubicadas en esta ltima, contaran con un sistema de entramado ferrovial que
atravesar todo el piedemonte de la Sierra hasta desembocar en el denominado Puerto
Bolvar (o Puerto Amrica), en el Golfo de Venezuela. Tambin se proyect la construccin
de una planta carboelctrica en la mina Paso Diablo, cuya administracin es compartida por
71 Decreto N 1.606, Gaceta Oficial N 40.599, de fecha 10 de febrero de 2015. Con este decreto, el
Ejecutivo le otorga a la empresa Carbones del Zulia S.A. filial de Petrleos de Venezuela S.A.
24.192 hectreas de las cuencas de los ros Guasare y Socuy para explotar carbn.
72 Decreto N 40.733 del 27 de agosto de 2015.
73 http://www.larazon.net/2015/06/30/decreto-presidencial-amenaza-a-la-sierra-de-perija/
74 El Plan de la Patria. Segundo Plan Socialista de Desarrollo Econmico y Social de la Nacin 2013-
2019. Gaceta Oficial N 6.118, Extraordinario del 4 de diciembre de 2013.
75 Para una visin detallada, lase vila, Ariel F. (Coord.). (2012). La frontera caliente entre Colombia
y Venezuela. Narcotrfico. Cartel de gasolina. Corrupcin. Paramilitarismo. Retaguardia de la
guerrilla. Cundinamarca: Corporacin Nuevo Arco Iris y Random House Mondadori SAS.
3. Apreciaciones finales
Sabino marca el camino
El 03 de marzo de 2013, dos das antes del anuncio formal de la muerte de Hugo Chvez,
fue vilmente asesinado el cacique yukpa del Centro Originario Chaktapa Sabino Romero
Izarra. Se trat de una muerte anunciada, por cuanto en su condicin de lder emblemtico
de la lucha por el territorio del pueblo yukpa, fue la figura que capitaliz los esfuerzos
encaminados a lograr el reconocimiento de la demarcacin y titulacin del territorio indgena
en la Sierra de Perij.
Sin lugar a dudas, el haberse negado a aceptar sobornos, en mltiples ocasiones, con la
finalidad de que desistiera de su objetivo imprimindole con ello un carcter autonmico a
su accionar confabularon contra l para que diversos sectores, entre los que se
encontraban altos representantes del poder poltico local y nacional, le adversaran. En este
sentido, su cruzada representa un denodado esfuerzo contra un modelo econmico basado
en la extraccin y comercializacin de recursos petroleros, gasferos y mineros, promovidos
por capitales transnacionales en contubernio con autoridades gubernamentales.
Como es de conocimiento pblico, la decisin que tom el gobierno venezolano para reducir
las tensiones y mitigar los conflictos en el caso yukpa, consisti en entregarles dos (2) ttulos
de tierras: el primero comprende 41.630,07 has. para los poblados ubicados en el
extremo norte del territorio exigido, especficamente las comunidades Sirapta, Aroy y
Tinacoa, con lo cual perdieron su lindero oeste; es decir, el de las altas montaas de la
Sierra de Perij que van hacia Colombia.
Esto lo hizo el 12 de octubre de 2009. El segundo abarca 143.610,50 has. y fue entregado el
15 de diciembre de 2011. Sin embargo, los yukpa congregados en torno a la lucha del
cacique Sabino rechazaron tales ttulos por considerar que divida y fragmentaba la
integridad del territorio ancestral reclamado por ellos, porque apenas representaba una
mnima porcin del mismo, y porque como colofn se le reconoca derechos a terceros,
esto es, a campesinos y parceleros invasores, hacendados, empresas nacionales y
extranjeras, etctera76.
En la actualidad, vastas regiones del pas han sido repartidas y concesionadas a compaas
cuyos capitales son de procedencia china, rusa, cubana, iran, brasilea, canadiense,
estadounidense, entre otras, para ejecutar actividades de exploracin, extraccin y
comercializacin de recursos estratgicos que yacen en el subsuelo. En tales
condiciones, los territorios y hbitats donde se encuentran asentados los pueblos y
comunidades indgenas no por casualidad aquellos que concentran mayor riqueza mineral,
mayor biodiversidad, grandes reservorios de agua dulce, amn de su diversidad
sociocultural y lingstica difcilmente le sern reconocidos a sus guardianes originarios.
Muy por el contrario, con la desposesin y desplazamiento masivo de nuestras poblaciones
indgenas, campesinas y tradicionales tal como viene sucediendo en gran parte del
Continente se har aicos el entramado bio-cultural que sirve de sustento a la integridad
ecolgica-ambiental del pas. Todo, por el beneficio pecuniario de unos pocos.
Referencias
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Cartel de gasolina. Corrupcin. Paramilitarismo. Retaguardia de la guerrilla. Cundinamarca:
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www.soberania.org/Articulos/articulo_1363.htm
www.venezuelareal.zoomblog.com/archivo/2008/10/12/lusbi-portillo-las-ministras-
traiciona.html
Trayectorias Humanas
Trascontinentales
O povo camba em espaos transnacionais:
entre dupla ausncia e mltiplas violncias
en Mato Grosso do Sul (Brasil)
Antonio Hilrio Aguilera
Urquiza
Centro de Cincias
Humanas e Sociais
(CCHS)
Universidade Federal de
Mato Grosso do Sul,
Brasil
hilarioaguilera@gmail.com
Getlio Raimundo de
Lima
Instituto de Direitos
Humanos (IDHMS)
Mato Grosso do Sul,
Brasil
miostilima@gmail.com
O povo Camba vive desde meados do sculo XX na fronteira Brasil/Bolvia e interage com os
mais diversos atores sociais desse amplo territrio, fixando moradia, principalmente, no bairro
Cristo Redentor em Corumb/MS. Este grupo, que se autodenomina Camba, h dcadas
sofre com dupla ausncia: do estado boliviano e pelos limites de cidadania impostos pelo
Estado brasileiro, bem como, por parte da sociedade, mltiplas discriminaes, preconceitos e
tentativas de invisibilidade, por sua naturalidade boliviana e sua identidade indgena. O
objetivo deste trabalho estudar a migrao do povo Camba para a cidade de Corumb, no
Estado do Mato Grosso do Sul, Brasil e suas ressignificaes identitrias perante a sociedade
e o governo brasileiro, como indgenas no Brasil.
Introduo
O presente trabalho se props uma anlise antropolgica sobre a emergncia de
identidades tnicas e seu consequente processo de reconhecimento, a partir da realidade
histrica do povo Camba, no corao da Amrica do Sul, na fronteira entre Brasil e Bolvia.
O povo Camba possui ligao com os Chiquitanos da Bolvia, e que receberam esta
denominao por volta do sculo XVIII pelos colonizadores europeus, sendo uma
denominao genrica dada a diferentes grupos tnicos alocados em uma vasta regio
chamada de Chiquito (Chiquitania), na regio oriental da Bolvia. Esta rea geogrfica
compreendida pelo espao localizado entre o Chaco (sul), os rios Paraguai (leste) e Rio
Grande (oeste).
A questo motivadora da pesquisa refletir acerca de quem so esses sujeitos que pugnam
por uma identidade como um povo e vive entre fronteiras como vitimas de mltiplas
violncias?
Segundo Delgado e Henrique Silva (2011), os interlocutores deste grupo, descrevem como
Camba, todos os nascidos e/ou habitantes do Oriente da Bolvia. Apontam as seguintes
diferenas entre Cambas: os que nascem na capital do Departamento de Santa Cruz de la
Sierra, so os cruceos (o Camba urbano, branco), enquanto que os nascidos no
interior podem ser denominados como Camba indgena ou campesino (Camba rural).
Vrios estudos apresentam significados distintos para a denominao Camba e dos
sentidos que vem sendo atribudos e modificados no decorrer da construo da identidade
destes antigos moradores de Santa Cruz de la Sierra/Bolvia.
De acordo com alguns estudiosos desta regio,77eram os cruceos que denominavam os
Chiriguanos de Camba, que significa amigo, denominao a qual os Chiriguanos solo la
usan entre los de la tribu. Para Delgado e Henrique Silva (2011, p. 130), os Camba eram
castas guaranies de las provincias departamentales y del Beni.
Delgado e Henrique Silva (2011) em seus estudos identificaram tambm que Camba,
possivelmente, seja uma alterao da palavra guarani cuimbae. Este termo era usado para
nomear as pessoas de classe inferior. Atualmente, os cruceos aceitam orgulhosamente
este gentlico. Em fim, com o passar do tempo o termo Camba passou a referir-se aos
nascidos en el Oriente, como adjetivo gentlico. Conforme os autores:
Parece-nos que uma parte desse pot-pourri encontra-se em Corumb, onde
alguns se identificam como Camba indgena ou Camba chiquitano, como
cruceo ou simplesmente Camba (Delgado e Henrique Silva, 2011: 131).
De acordo com Souza (2009), no incio do sculo XIX, a populao brasileira da provncia
de Mato Grosso j havia consolidado a defesa e ampliao dos domnios obtidos pelos
bandeirantes, estabelecido povoaes, fortes e vilas na fronteira, compostas por
comerciantes, soldados, famlias, funcionrios, mineiros, seus escravos e seus ndios.
Toda essa rea conquistada por portugueses e espanhis ocorreu em detrimento das
sociedades indgenas. Geralmente, quando no eram dizimadas tinham apenas como
meio de sobrevivncia a rendio, ou ento a fuga para locais isolados movendo o fluxo
migratrio na fronteira (Souza, 2009, p. 103). Desta forma, o conceito de fronteira deixa de
ser:
A linha de limitao e passa a ser uma possibilidade de sobrevivncia, de
integrao, ultrapassando o limite do permitido e com isso proporcionando
um intercmbio alm do econmico, terminando por deixar rastros
socioculturais em ambos os lados. A partir da, possvel entender a
fronteira como a limitao de um poder em relao a outro, seria a margem
extrema de uma territorialidade. Assim, a fronteira seria encarada como um
ponto conflituoso que teria na militarizao da defesa a sua principal base
de sustentao. Nesse caso, a fronteira aparece como escudo protetor de
uma determinada espacialidade, dando-lhe contornos demarcatrios
territoriais (Souza, 2009: 104).
Torna-se necessria a superao dessa concepo estatal hegemnica do conceito de
fronteira, em defesa de um entendimento ressignificado, fruto de simbolizao das relaes
que ocorrem nessas regies entre sociedades e suas diferenas. Assim, entendemos
fronteira como espao de trnsito, fluxo de pessoas e produtos, lcitos e ilcitos,
especialmente, espaos em que se criam e reforam identidades (Barth, 2000). nesse
contexto sociocultural de fronteira que encontramos o povo camba.
77 Amaral y Carvalho, 2013; Delgado y Henrique Silva, 2011; Farias, 2013; Henrique Silva, 2012,
2013; Silva, 2009, 2011; Souza, 2009;
Segundo Linera e Sader (2006), com base no censo de 2001, cerca de 62% dos habitantes
maiores de quinze anos da Bolvia, se auto identificam como descendentes dos povos
originrios da regio, e pouco mais de 40% da populao tem como lngua materna uma
lngua indgena.
Entre os 38 povos originrios e descendentes que existem na Bolvia, se destacam, por um
lado os quchuas, que compreendem 30% da populao total do pas, e os aymars, que
chegam ao percentual de 25%. Os quchuas esto principalmente localizados, em sua
maioria nas zonas dos vales, e os aymars no planalto, tanto rural como urbano. Os demais
35 povos tradicionais, localizados sobretudo, nas zonas de terras baixas e planas do pas,
chegam a 6% do total da populao recenseada.
Na parte Oriental da Bolvia, se concentram dezenas de povos originrios das terras baixas
da Amaznia e do Chaco (chiquitano, ayoreo, guarani, mojeng etc.), cujas regies contam
com ampla presena de latifndios. Durante muito tempo, de acordo com Linera e Sader
(2006), essas populaes ficaram invisveis devido sua baixa densidade demogrfica.
A realidade do Oriente Boliviano segue uma dinmica particular, porm, dentro das
determinaes dos fenmenos regionais, os quais se manifestam tambm no contexto de
Mato Grosso do Sul. Podemos citar como exemplos, os macros projetos de
desenvolvimentos, expanso agrcola, a explorao de recursos naturais contra territrios
dos povos originrios, expropriao de suas terras, dentre outros. Todo esse contexto
parte de um mesmo processo que obriga os povos originrios a reinventar e reencontrar
suas formas de resistncia (Schavelzon, 2012).
78 Alguns pesquisadores como Souza (2009) e Silva (2012) utilizam a escrita da etnia dos povos
indgenas bolivianos como Chiquitanos. Em respeito aos interlocutores da pesquisa que conhecem a
literatura de Silva (2009) resolvemos manter a mesma grafia, ou seja, Camba-Chiquitano.
Metodologia
Primeiramente foi realizada uma pesquisa bibliogrfica para identificar quem so os Camba,
alm de pesquisa de campo. Para tanto, os dados apresentados foram levantados em
quatro viagens de campo, em que foi adotada a prtica de observao participante,
combinada com entrevistas abertas e direcionadas ao tema estudado. Utilizamos os
recursos tcnicos de gravao, fotografias e conversas informais. Por ser uma pesquisa
antropolgica, houve a possibilidade da compreenso das relaes entre as pessoas e as
situaes sociais.
O dilogo entre antropologia e histria sempre esteve presente, em especial neste trabalho,
cujo ponto de partida era antropolgico, mas a abordagem da etnohistria dos Camba foi
fundamental para conseguir entender o cotidiano desse povo. A narrativa dos entrevistados,
sobretudo dos mais velhos, foi de suma importncia para recuperar as informaes sobre os
trajetos, deslocamentos e modo de vida dos Camba, sendo as lembranas e a memria
elementos fundamentais buscados pelos entrevistados.
A base dos procedimentos de pesquisa foi o mtodo etnogrfico, tambm conhecido como
observao direta e conversa informal, o qual consiste na observao direta da vida social e
da cultura de grupos humanos. Nesse sentido, a etnografia, como mtodo de pesquisa
antropolgica, fornece as ferramentas para analisarmos a ao desses indivduos a partir do
ponto de vista dos mesmos e pelo estigma dado pela populao local, que os veem como
ndios sem aldeia, imigrantes, estrangeiros, bugres ou bolivianos.
Resultados e discusso
Independente do espao em que estejam e do contexto histrico que os cerque, a
identidade e prticas culturais de origem dos Camba no deixaro de existir em
sobreposio a outras. Suas prticas culturais, tradies e histrias, sejam coletivas ou
individuais, so recriadas e ganham novos significados identitrios distintos em situaes
especficas (Barth, 2000).
Em conversa informal, os interlocutores descrevem que desde que chegaram ao Brasil, os
Camba so vistos pelos demais cidados, como estrangeiros, seja pela populao
corumbaense ou mesmo pelo Estado brasileiro, dificultando o reconhecimento da identidade
indgena desse povo no estado de Mato Grosso do Sul pela Fundao Nacional do ndio
(FUNAI), como j ocorreu no estado de Mato Grosso por uma populao tambm migrante
da Bolvia reconhecida como da etnia Chiquitano.
Neste sentido, e com relao atuao da FUNAI (Fundao Nacional do Indio) sobre o
reconhecimento dos Chiquitano em territrio brasileiro, Alda Lcia M. de Souza nos diz que:
No Brasil, os Chiquitanos sempre foram reconhecidos pela populao regional como ndios
bolivianos. Apenas recentemente, h cerca de 10 anos, o rgo indigenista oficial (FUNAI)
reconheceu a existncia dos Chiquitanos em territrios brasileiro (Souza, 2009, p.11).
E esta a situao em que se encontram os Camba no territrio brasileiro: um grupo
reconhecido como ndios bolivianos, por terem migrado da Bolvia para o Brasil no sculo
XX, mas sem reconhecimento oficial pela FUNAI como indgenas no Brasil, para que
possam usufruir de direitos de cidadania e de polticas pblicas destinadas s comunidades
indgenas brasileiras.
No campo da construo identitria do povo Camba no Brasil, desempenha papel
importante o Sr. Nazrio, ento migrante boliviano que passou a reivindicar uma
indianidade, a partir de um encontro do movimento social indgena na regio de Corumb
em fins dos anos de 1970 (Henrique Silva, 2013). Este senhor, que foi liderana por muitos
anos dos Camba-Chiquitano, lutou pelo reconhecimento dos direitos desta populao
indgena no Brasil, mas infelizmente no teve xito. Atualmente ele no reside mais em
Corumb, porm os moradores da localidade continuam reunidos, dando continuidade luta
pelo reconhecimento identitrio.
Por habitar uma localidade que reproduz fortes estigmas com relao aos povos bolivianos
bem como aos indgenas, acabaram se tornando vtimas de um duplo preconceito: por
serem ndios e por serem estrangeiros (bolivianos) no Brasil.
Deslocados de seu contexto de origem e inseridos em espaos que no lhes
corresponderiam e por passarem por dificuldades econmicas, vm a ser vtimas de
trabalhos subalternos e informais. nesse contexto histrico que encontramos os Camba na
atualidade: desterritorializados, migrantes e sofrendo dupla discriminao, por serem ndios
e, ao mesmo tempo, por serem considerados estrangeiros no Brasil: eis a situao atual dos
Camba (Silva, 2009).
Ao analisarmos o fluxo migratrio, na tica de Roberto Cardoso de Oliveira (Cardoso de
Oliveira e Baines, 2005) os indgenas e migrantes estaro sempre na situao
desconfortvel de minorias sociais, enfrentando todo tipo de dificuldades para sobreviver no
novo ambiente, passando por discriminao e marginalizao.
A auto identificao indgena um direito garantido pela Constituio Federal brasileira de
1988, sendo, antes de tudo, um importante reconhecimento da conscincia poltica de ser
ndio. Isso no significa que qualquer um pode ser ndio, mas que com base no processo
histrico-tnico e reconhecimento de seu povo, esta populao ao chegar cidade de
Corumb/MS trouxe toda a sua histria sociocultural e misturou elementos socioculturais
urbanos, sem perder sua identidade tnica.
Lembramos que Frederick Barth (2000) utiliza o conceito das fronteiras para compreender
as dinmicas do grupo, e dinamiza a identidade tnica afirmando que ela no esttica, se
transforma a partir das relaes e como qualquer outra identidade, coletiva ou individual
dependendo do interesse ou contexto. A interao entre os sujeitos e grupos, permitem
transformaes contnuas que modelam a identidade, em processo de excluso ou incluso,
determinando quem est inserido no grupo e quem no est. Os grupos se organizam a fim
de definirem o eu e o outro e, nesta relao organizativa mantm sua legitimidade.
Sendo assim importante que o grupo tenha um membro que se identifique e seja
identificado por outros, para compartilhar os elementos da cultura. Barth procurou mostrar
que as ordens culturais podem mudar sem ocorrer mudana na identidade tnica de seus
membros. Nesse sentido afirma que os fluxos migratrios atravs das fronteiras contribuem
para recriar e reforar identidades tnicas, pois estas so dinmicas.
Ser pblica e oficialmente reconhecidos como indgenas pelo Estado brasileiro abriria a
possibilidade de ter garantidos os direitos sua especificidade tnica: eis um dos pontos de
luta dos Camba.
Os antroplogos Delgado e Henrique Silva (2011), no trabalho intitulado Construindo
identidades: os Camba na fronteira Brasil-Bolvia lembram que:
A partir de 1988, com a promulgao Constituio da Repblica Federativa
do Brasil, pelo Congresso Nacional, h no s o reconhecimento da
diversidade tnica no pas como a designao do Estado Brasileiro como
responsvel pela demarcao das terras tradicionalmente ocupadas pelos
grupos indgenas. Entretanto, ainda coexiste na legislao indigenista
brasileira leis como a 6001 (de 19/12/1973, conhecida como Estatuto do
ndio), que precisa ser adequada s conquistas obtidas na Constituio
Federal de 1988, uma vez que mantm uma conotao colonialista e
integracionista dos indgenas sociedade nacional, assemelhando-se ao
artigo 8 da Constituio Federal Brasileira de 1969 (Delgado e Henrique
SILVA, 2011: 133).
De fato, a vida cotidiana dos Camba, uma populao indgena sem fronteiras, resume-se
constante busca do reconhecimento de seus direitos como comunidade indgena dentro do
Brasil, passando a usufruir integralmente dos direitos previstos nas normas brasileiras,
garantindo-lhes o direito a uma identidade e principalmente devolver a sua dignidade, e
respeito aos direitos bsicos de qualquer cidado.
Os Camba enfrentam dificuldades de reconhecimento devido a no possurem um padro
lingustico (embora tenham traos da lngua Chiquitano falada entre os mais velhos), por
estarem localizados em rea urbana sem possuir nenhuma caracterstica do imaginrio que
se tem de ndios que os identifiquem com sinais diacrticos. Por isso, geralmente so
acusados de fraudadores tnicos.
Por meio do trabalho de campo constatamos que perante a sociedade corumbaense e,
especialmente em relao aos rgos pblicos, a partir dos quais obtivemos contatos, a
grande maioria desconhece a presena do povo Camba na cidade fronteiria de
Corumb/MS.
No trabalho de campo encontramos o senhor Barnab Artega Lopes, pintor de letreiros,
nascido em 1954, em Puerto Surez, casado com Lucinda Surubi Arteaga e possui sete
filhos. Senhor Barnab atualmente com sessenta e trs anos tambm se reconhece como
Camba e no exatamente como Chiquitano, por conta de o pai no ser da Chiquitania.
Ele chegou ao Brasil ainda como criana de colo (com aproximadamente oito meses)
juntamente com seus pais. A me, a Sra. Petrona Lopes, era natural de San Jos de
Chiquitos, e o pai, o Sr. Antnio Sorez Arteaga, pescador, era natural de Puerto Surez,
municpio boliviano, prximo a Corumb. Ambos, j falecidos, vieram casados da Bolvia,
entre os anos de 1954 e 1955. Barnab lembra que eles vieram aps serem expulsos de
sua terra natal em virtude de conflitos e guerras internas na Bolvia, e que sempre recorda
que sua me falava a lngua nativa, porm no soube dizer qual seria. Tambm cita que o
senhor Nazrio um bom amigo, mas como liderana nunca foi muito bom. Ele chegou at
ir para Braslia, mas a gente nunca soube de nada.
Descontente com a liderana do amigo, ainda disse que o mesmo foi morar com a filha em
Campo Grande/MS e levou toda a papelada, sem deixar ningum em seu lugar, para dar
continuidade luta pelo reconhecimento tnico do seu povo.
Apesar dos esforos para se auto afirmarem como indgenas, poucos so os conhecedores
da situao histrica dos Camba. Recentemente foram realizadas duas pesquisas de
doutorado sobre essa comunidade, ressaltando sua histria, organizao social e
particularidades culturais.
Levando em considerao as narrativas coletadas por Giovani Jos da Silva, os
entrevistados temiam a desapario do povo Camba, diante das circunstncias social e
cultural da invisibilidade. Um deles afirma:
[...] iro desaparecer em breve... Isso porque, de acordo com o velho
narrador, as geraes mais novas sequer se sabem indgenas, j nasceram
em ambiente urbanizado, completamente sem perspectivas de fazerem
Camba-Chiquitano num meio hostil a ndios e estrangeiros (Silva, 2009:
37-38).
Realmente seguindo o raciocnio desse interlocutor, pode vir a ocorrer de fato o fenmeno
descrito, haja vista os moradores mais antigos do Bairro So Francisco de Corumb-MS,
citados em pesquisas anteriores terem falecido, deixando assim uma grande lacuna no
aspecto histrico desse povo, pois a lembrana em larga medida uma reconstruo do
passado que com a ajuda de dados emprestados do presente, possibilita aos Camba
reconstrurem a imagem de outrora, que se encontra bem modificada.
Observamos, ento, um papel importante da memria, inclusive coletiva, no que diz respeito
reconstruo do passado pertencente a um determinado grupo, pois a partir dele, vrias
vtima da populao regional, que os veem como ndios sem aldeia, imigrantes,
estrangeiros, bugres ou bolivianos.
Qualquer espao em que se localizem e do contexto histrico, sua identidade e suas
prticas culturais de origem continuaro a existir. Suas prticas culturais, tradies e
histrias, sejam coletivas ou individuais, so recriadas e ganham novos significados
identitrios distintos em situaes especficas, como se pode constatar na pesquisa.
Os camba partilham especificidades constitutivas da histria dos povos originrios do
continente, que est marcada por ciclos de extermnio, insurreies, pactos e incluses
parciais na estrutura nacional hegemnica. O reconhecimento dos traos constitutivos da
sua identidade potencializa os processos de luta, de mobilizao e defesa dos seus direitos
humanos sociais, territoriais e culturais.
Dessa forma, a partir de um olhar mais acurado, em especial a partir do prisma da
antropologia, podemos constatar a ancestralidade originria do povo Camba. Vindos da
regio da Chiquitania (Bolvia), em migrao, em meados do sculo XX, inicialmente para a
construo da Estrada de Ferro Brasil-Bolvia, se estabeleceram na periferia da cidade de
Corumb/MS (Brasil) e desde ento, vivem uma dupla invisibilidade, como migrantes
bolivianos e o no reconhecimento de sua identidade tnica, como povo amerndio. Assim,
veem negada sua cidadania e direitos bsicos na sociedade Brasileira.
Referncias
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imigrao brasileira no Paraguai. Fortaleza, UFC. Tese Doutorado em Sociologia.
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<http://www.encontro2010.historiaoral.org.br/resources/anais/2/1270335823_arquivo_textoc
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Acesso em: 02/02/2017.
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Fernandes, A. D. (2000) A Expanso da Fronteira e a Formao de uma Ideologia no Brasil.
Universidade Federal de Gois.
O povo Camba vive desde meados do sculo XX na fronteira Brasil/Bolvia e interage com os mais
diversos atores sociais desse amplo territrio, fixando moradia, principalmente, no bairro Cristo
Redentor em Corumb/MS. Este grupo, que se autodenomina Camba, h dcadas sofre com dupla
ausncia: do estado boliviano e pelos limites de cidadania impostos pelo Estado brasileiro, bem
como, por parte da sociedade, mltiplas discriminaes, preconceitos e tentativas de invisibilidade,
por sua naturalidade boliviana e sua identidade indgena. O objetivo deste trabalho estudar a
migrao do povo Camba para a cidade de Corumb, no Estado do Mato Grosso do Sul, Brasil e
suas ressignificaes identitrias perante a sociedade e o governo brasileiro, como indgenas no
Brasil.
Palavras chaves: cidadania, estado, fronteira, identidade, migrao, territrio
Camba live from the mid - twentieth century on the border between Brazil and Bolivia, they interact
with the most diverse social actors of this vast territory, establishing housing mainly in the Cristo
Redentor neighborhood in Corumb / MS. This group, which calls itself "Camba", has for decades
suffered from a double absence, from the Bolivian state and from the limits of citizenship imposed by
the Brazilian State, as well as from society, multiple discrimination, prejudices and invisibility attempts,
by their naturalness Bolivian identity and indigenous identity. The objective of this work is to study the
migration of the Camba people to the city of Corumb, in the State of Mato Grosso do Sul, Brazil, and
their identity reassignment to society and the Brazilian government.
Keywords: citizenship, state, border Brasil-Bolivia, identity, migration, territory
Introduo
O presente trabalho se props uma anlise antropolgica sobre a emergncia de
identidades tnicas e seu consequente processo de reconhecimento, a partir da realidade
histrica do povo Camba, no corao da Amrica do Sul, na fronteira entre Brasil e Bolvia.
O povo Camba possui ligao com os Chiquitanos da Bolvia, e que receberam esta
denominao por volta do sculo XVIII pelos colonizadores europeus, sendo uma
denominao genrica dada a diferentes grupos tnicos alocados em uma vasta regio
chamada de Chiquito (Chiquitania), na regio oriental da Bolvia. Esta rea geogrfica
compreendida pelo espao localizado entre o Chaco (sul), os rios Paraguai (leste) e Rio
Grande (oeste).
A questo motivadora da pesquisa refletir acerca de quem so esses sujeitos que pugnam
por uma identidade como um povo e vive entre fronteiras como vitimas de mltiplas
violncias?
Segundo Delgado e Henrique Silva (2011), os interlocutores deste grupo, descrevem como
Camba, todos os nascidos e/ou habitantes do Oriente da Bolvia. Apontam as seguintes
diferenas entre Cambas: os que nascem na capital do Departamento de Santa Cruz de la
Sierra, so os cruceos (o Camba urbano, branco), enquanto que os nascidos no
interior podem ser denominados como Camba indgena ou campesino (Camba rural).
Vrios estudos apresentam significados distintos para a denominao Camba e dos
sentidos que vem sendo atribudos e modificados no decorrer da construo da identidade
destes antigos moradores de Santa Cruz de la Sierra/Bolvia.
De acordo com alguns estudiosos desta regio,79eram os cruceos que denominavam os
Chiriguanos de Camba, que significa amigo, denominao a qual os Chiriguanos solo la
usan entre los de la tribu. Para Delgado e Henrique Silva (2011, p. 130), os Camba eram
castas guaranies de las provincias departamentales y del Beni.
Delgado e Henrique Silva (2011) em seus estudos identificaram tambm que Camba,
possivelmente, seja uma alterao da palavra guarani cuimbae. Este termo era usado para
nomear as pessoas de classe inferior. Atualmente, os cruceos aceitam orgulhosamente
este gentlico. Em fim, com o passar do tempo o termo Camba passou a referir-se aos
nascidos en el Oriente, como adjetivo gentlico. Conforme os autores:
Parece-nos que uma parte desse pot-pourri encontra-se em Corumb, onde
alguns se identificam como Camba indgena ou Camba chiquitano, como
cruceo ou simplesmente Camba (Delgado e Henrique Silva, 2011: 131).
De acordo com Souza (2009), no incio do sculo XIX, a populao brasileira da provncia
de Mato Grosso j havia consolidado a defesa e ampliao dos domnios obtidos pelos
bandeirantes, estabelecido povoaes, fortes e vilas na fronteira, compostas por
comerciantes, soldados, famlias, funcionrios, mineiros, seus escravos e seus ndios.
Toda essa rea conquistada por portugueses e espanhis ocorreu em detrimento das
sociedades indgenas. Geralmente, quando no eram dizimadas tinham apenas como
meio de sobrevivncia a rendio, ou ento a fuga para locais isolados movendo o fluxo
migratrio na fronteira (Souza, 2009, p. 103). Desta forma, o conceito de fronteira deixa de
ser:
A linha de limitao e passa a ser uma possibilidade de sobrevivncia, de
integrao, ultrapassando o limite do permitido e com isso proporcionando
um intercmbio alm do econmico, terminando por deixar rastros
socioculturais em ambos os lados. A partir da, possvel entender a
79 Amaral y Carvalho, 2013; Delgado y Henrique Silva, 2011; Farias, 2013; Henrique Silva, 2012,
2013; Silva, 2009, 2011; Souza, 2009;
Segundo Linera e Sader (2006), com base no censo de 2001, cerca de 62% dos habitantes
maiores de quinze anos da Bolvia, se auto identificam como descendentes dos povos
originrios da regio, e pouco mais de 40% da populao tem como lngua materna uma
lngua indgena.
Entre os 38 povos originrios e descendentes que existem na Bolvia, se destacam, por um
lado os quchuas, que compreendem 30% da populao total do pas, e os aymars, que
chegam ao percentual de 25%. Os quchuas esto principalmente localizados, em sua
maioria nas zonas dos vales, e os aymars no planalto, tanto rural como urbano. Os demais
35 povos tradicionais, localizados sobretudo, nas zonas de terras baixas e planas do pas,
chegam a 6% do total da populao recenseada.
Na parte Oriental da Bolvia, se concentram dezenas de povos originrios das terras baixas
da Amaznia e do Chaco (chiquitano, ayoreo, guarani, mojeng etc.), cujas regies contam
com ampla presena de latifndios. Durante muito tempo, de acordo com Linera e Sader
(2006), essas populaes ficaram invisveis devido sua baixa densidade demogrfica.
A realidade do Oriente Boliviano segue uma dinmica particular, porm, dentro das
determinaes dos fenmenos regionais, os quais se manifestam tambm no contexto de
Mato Grosso do Sul. Podemos citar como exemplos, os macros projetos de
desenvolvimentos, expanso agrcola, a explorao de recursos naturais contra territrios
dos povos originrios, expropriao de suas terras, dentre outros. Todo esse contexto
parte de um mesmo processo que obriga os povos originrios a reinventar e reencontrar
suas formas de resistncia (Schavelzon, 2012).
A Estrada de Ferro Santa Cruz de La Sierra-Corumb um projeto que atende a geopoltica
do desenvolvimento e integrao de mercados regionais e internacionais, a qual provocou
fortes impactos sobre a populao indgena e no-indgena da regio e em particular da
Chiquitania.
No caso dos Camba, descendentes dos Chiquitanos, esse impacto se deu com a sada de
determinada parcela de famlias das proximidades das provncias de Robor, Tapera e San
Jos de Chiquitos e de sua entrada no Brasil, em meados do sculo passado. Como isso:
(...) os pioneiros Kamba teriam aproveitado a descida para Corumb,
como mo de obra da ferrocarril e da se fixaram na cidade; (...) aps esse
primeiro movimento migratrio, outros indgenas se deslocaram, atendendo
aos chamados dos parentes (afins consanguneos), j moradores no lado
brasileiro (Silva, 2011: 151).
Dessa forma, a ferrocarril (sistema de transporte terrestre de personas y mercancas guiado
sobre una via frrea) foi muito alm do que seus idealizadores previam inicialmente, que era
apenas estabelecer uma linha de comunicao da Bolvia com o Oeste brasileiro, ligando o
Oceano Atlntico com o Oceano Pacfico. No entanto, a construo tambm resultou na
migrao do povo Camba e de outros bolivianos para o Brasil, devido extenso da estrada
de ferro, que ligava Corumb a Santa Cruz de La Sierra, atravessando toda a regio dos
Chiquitanos. Importa destacar que a vinda dos Camba tambm foi facilitada devido
franquia do transporte e incentivo da migrao para o Brasil.
Partindo da localizao dos Camba-Chiquitano80 na Bolvia, podemos analisar o processo
migratrio dos mesmos para o Brasil, onde atualmente grande parte encontra-se morando
na periferia do municpio sul mato-grossense de Corumb, no bairro Cristo Redentor,
tambm denominado reduto So Francisco de Assis, rea antigamente utilizada como
lixo. Nessa rea residiram os descendentes dos primeiros Camba de origem Chiquitano
que migraram das tierras bajas (terras baixas) na parte oriental da Bolvia, no Departamento
de Santa Cruz, em meados do sculo passado em busca de trabalho e melhoria de
condies de vida.
80 Alguns pesquisadores como Souza (2009) e Silva (2012) utilizam a escrita da etnia dos povos
indgenas bolivianos como Chiquitanos. Em respeito aos interlocutores da pesquisa que conhecem a
literatura de Silva (2009) resolvemos manter a mesma grafia, ou seja, Camba-Chiquitano.
Metodologia
Primeiramente foi realizada uma pesquisa bibliogrfica para identificar quem so os Camba,
alm de pesquisa de campo. Para tanto, os dados apresentados foram levantados em
quatro viagens de campo, em que foi adotada a prtica de observao participante,
combinada com entrevistas abertas e direcionadas ao tema estudado. Utilizamos os
recursos tcnicos de gravao, fotografias e conversas informais. Por ser uma pesquisa
antropolgica, houve a possibilidade da compreenso das relaes entre as pessoas e as
situaes sociais.
O dilogo entre antropologia e histria sempre esteve presente, em especial neste trabalho,
cujo ponto de partida era antropolgico, mas a abordagem da etnohistria dos Camba foi
fundamental para conseguir entender o cotidiano desse povo. A narrativa dos entrevistados,
sobretudo dos mais velhos, foi de suma importncia para recuperar as informaes sobre os
trajetos, deslocamentos e modo de vida dos Camba, sendo as lembranas e a memria
elementos fundamentais buscados pelos entrevistados.
A base dos procedimentos de pesquisa foi o mtodo etnogrfico, tambm conhecido como
observao direta e conversa informal, o qual consiste na observao direta da vida social e
da cultura de grupos humanos. Nesse sentido, a etnografia, como mtodo de pesquisa
antropolgica, fornece as ferramentas para analisarmos a ao desses indivduos a partir do
ponto de vista dos mesmos e pelo estigma dado pela populao local, que os veem como
ndios sem aldeia, imigrantes, estrangeiros, bugres ou bolivianos.
Resultados e discusso
Independente do espao em que estejam e do contexto histrico que os cerque, a
identidade e prticas culturais de origem dos Camba no deixaro de existir em
sobreposio a outras. Suas prticas culturais, tradies e histrias, sejam coletivas ou
individuais, so recriadas e ganham novos significados identitrios distintos em situaes
especficas (Barth, 2000).
Sendo assim importante que o grupo tenha um membro que se identifique e seja
identificado por outros, para compartilhar os elementos da cultura. Barth procurou mostrar
que as ordens culturais podem mudar sem ocorrer mudana na identidade tnica de seus
membros. Nesse sentido afirma que os fluxos migratrios atravs das fronteiras contribuem
para recriar e reforar identidades tnicas, pois estas so dinmicas.
Ser pblica e oficialmente reconhecidos como indgenas pelo Estado brasileiro abriria a
possibilidade de ter garantidos os direitos sua especificidade tnica: eis um dos pontos de
luta dos Camba.
Os antroplogos Delgado e Henrique Silva (2011), no trabalho intitulado Construindo
identidades: os Camba na fronteira Brasil-Bolvia lembram que:
A partir de 1988, com a promulgao Constituio da Repblica Federativa
do Brasil, pelo Congresso Nacional, h no s o reconhecimento da
diversidade tnica no pas como a designao do Estado Brasileiro como
responsvel pela demarcao das terras tradicionalmente ocupadas pelos
grupos indgenas. Entretanto, ainda coexiste na legislao indigenista
brasileira leis como a 6001 (de 19/12/1973, conhecida como Estatuto do
ndio), que precisa ser adequada s conquistas obtidas na Constituio
Federal de 1988, uma vez que mantm uma conotao colonialista e
integracionista dos indgenas sociedade nacional, assemelhando-se ao
artigo 8 da Constituio Federal Brasileira de 1969 (Delgado e Henrique
SILVA, 2011: 133).
De fato, a vida cotidiana dos Camba, uma populao indgena sem fronteiras, resume-se
constante busca do reconhecimento de seus direitos como comunidade indgena dentro do
Brasil, passando a usufruir integralmente dos direitos previstos nas normas brasileiras,
garantindo-lhes o direito a uma identidade e principalmente devolver a sua dignidade, e
respeito aos direitos bsicos de qualquer cidado.
Os Camba enfrentam dificuldades de reconhecimento devido a no possurem um padro
lingustico (embora tenham traos da lngua Chiquitano falada entre os mais velhos), por
estarem localizados em rea urbana sem possuir nenhuma caracterstica do imaginrio que
se tem de ndios que os identifiquem com sinais diacrticos. Por isso, geralmente so
acusados de fraudadores tnicos.
Por meio do trabalho de campo constatamos que perante a sociedade corumbaense e,
especialmente em relao aos rgos pblicos, a partir dos quais obtivemos contatos, a
grande maioria desconhece a presena do povo Camba na cidade fronteiria de
Corumb/MS.
No trabalho de campo encontramos o senhor Barnab Artega Lopes, pintor de letreiros,
nascido em 1954, em Puerto Surez, casado com Lucinda Surubi Arteaga e possui sete
filhos. Senhor Barnab atualmente com sessenta e trs anos tambm se reconhece como
Camba e no exatamente como Chiquitano, por conta de o pai no ser da Chiquitania.
Ele chegou ao Brasil ainda como criana de colo (com aproximadamente oito meses)
juntamente com seus pais. A me, a Sra. Petrona Lopes, era natural de San Jos de
Chiquitos, e o pai, o Sr. Antnio Sorez Arteaga, pescador, era natural de Puerto Surez,
municpio boliviano, prximo a Corumb. Ambos, j falecidos, vieram casados da Bolvia,
entre os anos de 1954 e 1955. Barnab lembra que eles vieram aps serem expulsos de
sua terra natal em virtude de conflitos e guerras internas na Bolvia, e que sempre recorda
que sua me falava a lngua nativa, porm no soube dizer qual seria. Tambm cita que o
senhor Nazrio um bom amigo, mas como liderana nunca foi muito bom. Ele chegou at
ir para Braslia, mas a gente nunca soube de nada.
Descontente com a liderana do amigo, ainda disse que o mesmo foi morar com a filha em
Campo Grande/MS e levou toda a papelada, sem deixar ningum em seu lugar, para dar
continuidade luta pelo reconhecimento tnico do seu povo.
Apesar dos esforos para se auto afirmarem como indgenas, poucos so os conhecedores
da situao histrica dos Camba. Recentemente foram realizadas duas pesquisas de
doutorado sobre essa comunidade, ressaltando sua histria, organizao social e
particularidades culturais.
Levando em considerao as narrativas coletadas por Giovani Jos da Silva, os
entrevistados temiam a desapario do povo Camba, diante das circunstncias social e
cultural da invisibilidade. Um deles afirma:
[...] iro desaparecer em breve... Isso porque, de acordo com o velho
narrador, as geraes mais novas sequer se sabem indgenas, j nasceram
em ambiente urbanizado, completamente sem perspectivas de fazerem
Camba-Chiquitano num meio hostil a ndios e estrangeiros (Silva, 2009:
37-38).
Realmente seguindo o raciocnio desse interlocutor, pode vir a ocorrer de fato o fenmeno
descrito, haja vista os moradores mais antigos do Bairro So Francisco de Corumb-MS,
citados em pesquisas anteriores terem falecido, deixando assim uma grande lacuna no
aspecto histrico desse povo, pois a lembrana em larga medida uma reconstruo do
passado que com a ajuda de dados emprestados do presente, possibilita aos Camba
reconstrurem a imagem de outrora, que se encontra bem modificada.
Observamos, ento, um papel importante da memria, inclusive coletiva, no que diz respeito
reconstruo do passado pertencente a um determinado grupo, pois a partir dele, vrias
manifestaes podem ser entendidas na atualidade em que podemos verificar uma
diversidade de novos caminhos.
Por meio dessas memrias podemos compreender melhor a dinmica social, mas para isso
necessitamos respeitar a oralidade, pois um fator predominante de transmisso de
conhecimento em diversas sociedades na histria humana. A oralidade primria desse povo
permite ao grupo conhecer o processo migratrio exercido pelos seus antepassados.
Outro fator importante a ser destacado que nem todos os Camba que residem em
Corumb na atualidade, se auto identificam como Camba, como descreve Henrique Silva
(2013) baseada na narrativa do senhor Nazrio: tem que ter sentimento, saber a histria do
seu povo, ajudar os que chegam, porque so Camba, so ndios. recorrente
encontrarmos descendentes do povo Camba, de terceira e quarta geraes, que no
querem mais ser identificados como bolivianos e muito menos como indgenas. Segundo
estas novas geraes, afirmam que so cidados brasileiros.
Sobre o povo Camba em Corumb-MS e regio circunscrita h uma grande dificuldade de
encontrar literatura sobre o tema, devido a pouca produo acadmica, o que demonstra
certa falta de interesse da academia. Outro fato marcante, na cidade de Corumb/MS, que
esse povo totalmente invisvel perante os rgos pblicos, que desconhecem a presena
da populao indgena Camba, identificando apenas como bolivianos.
um povo sem condies de cidadania, entre espaos transnacionais, impossibilitados de
constituir territrio, poltica de territorialidade e etnicidade. A construo da
desindianizao como forma de civilizar por meio de processos de negao de sua
dignidade e cultura, cujo Estado assume o papel de fazenda de domesticao (Leirner,
2012) e esfacelamento de coletivos humanos, territrios e valores culturais em nome de um
modelo de sociedade hegemnica.
Abandonados pelo Estado boliviano e tratado pelo Estado brasileiro com a perspectiva de
integrao e incorporao, por meio do processo de assimilao, que exige anulao e
renncia da identidade histrica. Impedidos por diversos meios e preconceitos de
desenvolver e lutar por uma poltica de defesa de etnicidade (Feldeman-Bianco e Ribeiro,
2003, p. 243) expressa e constituda por meio de sentimentos, saberes histricos do seu
povo, solidariedade com os que chegam, porque so Camba, so ndios, bandeira exposta
por seu Nazrio e por outros lderes.
Fronteiras e negaes de direitos exercem um profundo efeito sobre o cotidiano dos Camba,
os limites transnacionais estabelecem tanto diferenas legais como princpio da identidade
territorial e a separao entre origens nacionais e no-nacionais por meio de
impedimentos jurdicos, polticos e ideolgicos (Steiman, 2002, p. 7), bem como a
construo de condies de sua etnicidade em termos sociais, culturais, econmicos,
polticos e de comunicao (Feldeman-Bianco, Ribeiro, 2003, p. 243).
Consideraes finais
Se por um lado o perodo histrico da construo da Estrada de Ferro Santa Cruz de La
Sierra-Corumb foi o marco para a migrao dos bolivianos e indgenas em meados do
sculo XX, devido busca por trabalho, por outro, nota-se que Corumb no mais possui o
fluxo migratrio de indgenas, em particular dos Camba, de pocas anteriores, tanto que se
verifica diante de nossos narradores que eles desconhecem totalmente a vinda de novos
Chiquitanos para a cidade.
A pesquisa teve como finalidade trazer tona o panorama atual do povo Camba -
lembrando que populaes indgenas no tm fronteiras - e mesmo os conflitos polticos
entre os membros desta grande e heterognea populao, ainda se pretende alcanar o
reconhecimento de seus direitos como comunidade indgena dentro do Brasil, e assim
passar a usufruir integralmente dos direitos previstos nas normas brasileiras, garantindo-
lhes o direito a uma identidade e principalmente devolver a dignidade humana a este povo,
vtima da populao regional, que os veem como ndios sem aldeia, imigrantes,
estrangeiros, bugres ou bolivianos.
Qualquer espao em que se localizem e do contexto histrico, sua identidade e suas
prticas culturais de origem continuaro a existir. Suas prticas culturais, tradies e
histrias, sejam coletivas ou individuais, so recriadas e ganham novos significados
identitrios distintos em situaes especficas, como se pode constatar na pesquisa.
Os camba partilham especificidades constitutivas da histria dos povos originrios do
continente, que est marcada por ciclos de extermnio, insurreies, pactos e incluses
parciais na estrutura nacional hegemnica. O reconhecimento dos traos constitutivos da
sua identidade potencializa os processos de luta, de mobilizao e defesa dos seus direitos
humanos sociais, territoriais e culturais.
Dessa forma, a partir de um olhar mais acurado, em especial a partir do prisma da
antropologia, podemos constatar a ancestralidade originria do povo Camba. Vindos da
regio da Chiquitania (Bolvia), em migrao, em meados do sculo XX, inicialmente para a
construo da Estrada de Ferro Brasil-Bolvia, se estabeleceram na periferia da cidade de
Corumb/MS (Brasil) e desde ento, vivem uma dupla invisibilidade, como migrantes
bolivianos e o no reconhecimento de sua identidade tnica, como povo amerndio. Assim,
veem negada sua cidadania e direitos bsicos na sociedade Brasileira.
Referncias
Albuquerque, J., Lindomar C. (2005). Fronteiras em movimento e identidades nacionais: a
imigrao brasileira no Paraguai. Fortaleza, UFC. Tese Doutorado em Sociologia.
Amaral, Ana Paula M.; y Carvalho, L. C. (2013). Direito do Estrangeiro ao Sistema nico de
Sade: Um olhar para as fronteiras de Mato Grosso do Sul. Campo Grande: Ed. UFMS.
Barth, Fredrik. (2000). O guru, o iniciador e outras variaes antropolgicas. Traduo de
John Cunha Comerford. Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria.
BRASIL (1988): Constituio Federal.
Cardoso de Oliveira, Roberto y Baines, Stephen (Coords.) (2005). Nacionalidade Etnicidade
em Fronteiras. Braslia, Editora UNB.
I- Des vulnrabilits
Les sciences humaines et sociales ont apprhend le concept de vulnrabilit par le biais de
la vulnrabilit du monde, que lon pourrait rsumer par la prise de conscience de la socit
du risque (Beck, 2001) et la vulnrabilit de certains hommes (les populations dites
vulnrables). Cependant le terme vulnrabilit connait depuis de nombreuses annes une
utilisation exponentielle, tel point que la polysmie construite le rend vague, confus,
presque banal. Il convient de rhabiliter le concept tant sur le plan politique
qupistmologique (Ferrarese, 2013).
1) La vulnrabilit et la socit
Dans la cit, la vulnrabilit est associe lincertitude, ce qui pourrait ventuellement
arriver, un accident, une catastrophe ; cest quelque chose que lon ne peut ni prvoir, ni
mme imaginer parfois. La vulnrabilit dcoule ainsi de lexposition de lhumain mais aussi
du non humain (animal, terre) cette incertitude. Le souci est que la socit
contemporaine, berce par la foi du progrs, hrite du sicle des lumires, ne peut
admettre, voire mme conceptualiser lincertitude. La valeur thique dautonomie (Kant) nest
pas compatible avec la ncessit dinterdpendance des tres humains face notre
vulnrabilit fondamentale (Tronto, 2009).
Les gouvernants se sentent ainsi obligs de contrler, normaliser, mesurer, valuer les cots
et bnfices, prendre des prcautions, utiliser une arme dexperts, sassurer, pour maitriser
au plus prs lincertitude. Pire de projeter cette impuissance de toute puissance sur le
citoyen lui-mme, en le responsabilisant. Cest la dmarche que lon voit fleurir sous le
vocable dinnovation responsable. Par exemple, dans le champ des nanotechnologies,
linterprtation du concept dinnovation responsable est orchestr par une vaste campagne
dducation, de dialogue avec le public, de cration de ressources ducatives au service de
lacceptabilit sociale des nanotechnologies (Thoreau, 2012) et de la formation de citoyens
consommateurs responsables, capables de faire des choix raisonns puisque avertis en
amont.
Si lon songe, titre dexemple, la complexit des tudes sur la toxicit des nanoparticules
prsentes dans de nombreux produits (alimentaires, agricoles, btiments, sports) il est
difficile dadmettre que le citoyen soit mme de raliser une consommation raisonne,
sachant que mme les experts du champ ne sont pas daccord sur les effets toxiques, les
seuils tolrables, les interactions entre les diffrents produits (Laurent, 2010).
Quelle est donc sa responsabilit ? Ferrarese dnonce ainsi le paternalisme des institutions
relay par les mdias, qui finissent par catgoriser les citoyens en fonction de leur exposition
aux ventuelles incertitudes et/ou risques et crer de toute pice des populations dsignes
alors comme vulnrables. Lillusion de matrise par la discrimination agit comme dni de
limpuissance. Beck, ce titre, a montr quel point le risque (ou incertitude) inhrent au
progrs technoscientifique est auto-fertile lorsquil dnonce le fait que la science cre de
nouvelles recherches pour rparer les dgts provoqus par dautres innovations. Ainsi, de
nombreux travaux se concentrent sur la conception de nanofiltres capables de piger les
polluants fins prsents dans leau. Demain, de nouveaux projets de recherches financeront
des travaux sur des filtres ultras fins pour arrter les nanoparticules dans leau.
Les progrs scientifiques ont considrablement amlior nos conditions de vie, notre
condition dhumain, cest indniable, mais en parallle ces progrs ont rvl dautres
vulnrabilits. Dans les annes 1970, Hottois a introduit le terme de technosciences pour
signifier quel point sciences et techniques sont inter relies (Hottois, 1996) ; il ne sagit plus
de faire la science neutre, noble avant, et la technique, les applications ensuite
(Beusaude-Vincent, 2009). Dsormais, la technologie est incluse dans la construction des
faits scientifiques et agence le progrs scientifique. Les technosciences ont la qualit dtre
interdisciplinaires, voire convergentes et transdisciplinaires ; ainsi, lchelle du
(Laugier, 2013). Lthique du care nest pas que pour les femmes, lthique de la justice nest
pas que pour les hommes. Nous avons prcis prcdemment que la socialisation genre
touffait la voix du care chez le petit garon ds lge de six ans (Gilligan, 2010). Cette voix
touffe est une mtaphore rsumant lensemble des voix des sans voix, des gens
ordinaires fragiles, vulnrables. Cette voix qui exprime
quil est possible dagir, de penser, de ressentir les situations sociales
impliquant des enjeux moraux autrement que ne le fait la conception
patriarcale de la morale () lthique du care rsiste la division
hirarchisante des proccupations humaines (Paperman, 2010 : 87-88).
Gilligan (2010) prcise ainsi que si lon observe les dualits et hirarchies, on constate que
la raison, le soi, lesprit, la culture penchent vers le ct masculin, alors que lmotion, la
relation, le corps, la nature sont attirs vers le ple fminin, au cours du dbat justice/care.
Ces divisions nont aucun sens, ni psychologiquement, ni sur le plan neurologique
(Gilligan, 2010 : 27). La voix du care est prcisment lopportunit de pouvoir lier ces
dualits, dintgrer lmotion et la raison, le soi et la relation, lesprit et le corps, la culture et
la nature ; une voix qui refuse les hirarchies imposes par des gnrations du patriarcat et
qui imposent le patriarcat comme nature (p. 28).
Ainsi de genr et politis, le care peut se transformer en une capacit distribue parmi tous
les individus et un nouveau mode dorganisation pour penser, organiser et agir dans la
socit. Lthique du care permet ainsi de complter les thories morales actuelles de la
justice (considrant le sujet autonome et rationnel), oprationnalises par des pratiques
politiques sous-tendues par des rgles de porte universelle et des principes gnraux
sappliquant tous (individu gnrique) au service de la cohsion sociale. Le concept de
care bouleverse la conception purement universelle de la morale en portant le regard sur les
individus en dehors des cadres globaux.
Il ne sagit plus de rendre les personnes atypiques conformes, mais de faire avec, dapporter
des rponses non plus uniquement universelles, mais spcifiques pour ne pas couper les
relations. Lenjeu moral ici est bien de dpasser une ide de justice logique (en termes de
droits), et de la complter par une logique de responsabilit de la relation des uns vis--vis
des autres (notre co-responsabilit relationnelle). Lthique du care implmente la
conception de la justice sociale, par une conceptualisation de la justice attentive, sensible
aux ralits singulires ; elle aiguise le regard sur des comportements, des faits de la vie
souvent passs sous silence ; elle contribue tablir de nouveaux critres moraux que sont :
lattention, lcoute, la sollicitude, la responsabilit, la comptence, la rciprocit vis--vis
dautrui, mais galement la prise de conscience de la vulnrabilit du sujet lui-mme.
En effet, le monde hypermoderne contemporain survalorise lautonomie ; il masque un trait
caractristique de lhumanit, sa vulnrabilit et son invitable dpendance autrui. Le care
nest pas seulement un principe moral abstrait mais une pratique qui mobilise les
comptences cites ci-dessus comme une relation au monde qui nous entoure.
III- La citoyennet et vulnrabilit
Daprs Gallichet (2005)84, la citoyennet est dsormais davantage perue une chelle
mondiale que nationale. Jadis on parlait dducation civique, centre sur une identit civique
rattache un tat nation ; aujourdhui la citoyennet, qui fait rfrence une citoyennet
active, dmocratique ou globale, est centre sur des valeurs universelles, en adquation
avec les droits de lhomme (Myers, 2010). Ce sont ces valeurs qui sont de plus en plus
places au cur des programmes de lapprentissage de la citoyennet, comme lattestent
84 GALICHET, 2005 (Colloque international salsien de Lyon (20-24 aot 2005) Lducation la
citoyennet dans les programmes denseignement franais ncessairement lacs et leur mise en
uvre [en ligne]
http://philogalichet.fr/wp-content/uploads/2011/10/L%C3%A9ducation-civique-en-France1.pdf )
87 Pour citer ce texte : Simonneaux, J., Simonneaux, L., Legardez A. (2014). Les Questions
Socialement Vives, une perspective de recherche didactique engage. Revue francophone du
Dveloppement durable, 4.
https://www.researchgate.net/publication/281827091_Les_Questions_Socialement_Vives_une_persp
ective_de_recherche_didactique_engagee
88 yves.chevallard.free.fr/spip/spip/
89 Radio Frequency IDendification (radio identification). Technique de rcupration et de stockage
des donnes distance moyennant lutilisation dindices, les radios tiquettes ou tag.
coconstruire le monde soutenable. Les apprenants doivent pouvoir vivre la participation pour
tre invits la ngociation des valeurs de demain.
Une source dinspiration pourrait venir des groupes, des rseaux de capacitation citoyenne
fonctionnant dans le monde depuis une vingtaine dannes. Ces rseaux sinstitutionnalisent
dans plusieurs secteurs, comme par exemple la politique des villes, lconomie solidaire,
lenvironnement, la sant. A partir dexpriences locales, ils construisent des guides, retours
dexpriences, plans daction, dossiers pour la mise en capacit du citoyen dagir dans la
cit ; soit une dmarche qui place lindividu en position dacteur de sa propre formation et
des changements construire.
Conclusion
Lducation a pour mission delever lduqu vers demain, le rendre capable de btir
aujourdhui les prmisses dun vivre ensemble futur, pour dvelopper ses comptences
critiques et de jugement, pour intervenir dans lagir public. Lducation a ainsi la lourde
charge de devoir assumer lvolution de la socit dmocratique, de contribuer linnovation
dmocratique, dassumer sa responsabilit dans la soutenabilit du monde (Ballet, Dubois &
Mahieu, 2005).
Ces capacits sous-tendent que lducation dmocratique soit en mesure de faire voluer un
certain nombre de valeurs. La transposition des travaux de Tronto (2013) au champ
ducatif induit un changement vers une pdagogie critique au confluent du pouvoir, des
pratiques dducation, des valeurs, avec comme objectif de changer la socit.
Elle valorise les pratiques sur le comment vivre une meilleure vie sans tourner le dos la
vulnrabilit humaine et du monde, sans dnier que cest cette vulnrabilit qui nous rend
tellement humain.
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En el artculo se describe, por intermedio de la prensa nacional, algunos hechos que ponen en
evidencia la vulnerabilidad de la escuela venezolana hoy, en un intento por caracterizar parte de los
problemas que afectan la cultura pedaggica actual y futura. Abandono fsico, inseguridad, asesinatos
en y alrededor de la escuela, vandalismo, hurtos y robos contra la institucin escolar, paralizacin de
actividades inducida, inasistencia por mala alimentacin y carencias en la familia, sectarismo poltico
son formas de violencia que afectan la dinmica escolar. Estn las escuelas preparadas para
enfrentar estos problemas? Tienen los docentes, directivos, padres y representantes las
herramientas para enfrentarlo y la cohesin social suficiente para abordarlo? Es parte de las
interrogantes que se derivan de esta revisin.
Palabras claves: educacin, institucion escolar, violencia escolar
The article describes, through the national press, some facts that highlight the vulnerability of the
Venezuelan school today, in an attempt to characterize part of the problems that affect the current and
future pedagogical culture. Physical abandonment, insecurity, murders in and around the school,
vandalism, theft and robberies against the school institution, halting activities induced, lack of support
for poor diet and lack of family, political sectarianism are forms of violence that affect school dynamics.
Are the schools prepared to face these problems? Do teachers, managers, parents and
representatives have the tools to deal with it and sufficient social cohesion to address it? It is part of
the questions that arise from this review.
Keywords: education, school institution, school violence
1.- Presentacin
Es la escuela una institucin vulnerable? Por mucho tiempo se ha pensando que la escuela
es una comunidad de enseanza, una institucin orientada a fomentar aprendizajes para la
vida. Se ha estudiado y teorizado la escuela como una institucin especialmente diseada
para cumplir la labor de educar, pero cuando esta funcin es perturbada por distorsiones en
otras instituciones sociales, cmo se ve afectada su dinmica pedaggica?, cmo se ve
afectada la vida de los que asisten a la escuela en el contexto de crisis de la sociedad
venezolana de comienzos del siglo XXI?
A partir de la revisin de la base de datos de Memoria Educativa Venezolana (Bravo-
Uzctegui, 2016) se ha podido observar, en los ltimos aos, cmo la educacin y la
escuela aparecen en las pginas de sucesos en los principales diarios de circulacin
nacional. Es usual leer sobre educacin y escuela en las secciones de ciencia, tecnologa,
incluso en los artculos de opinin o de polticas pblica, pero en Venezuela, desde hace
algn tiempo, la escuela est reseada en las pginas de sucesos, cosa que llama
poderosamente la atencin; no porque la profeca de Ilich pedagogo que planteo la muerte
de la escuela- se haya cumplido, sa que por mucho tiempo aliment cierta corriente
pedaggica de que la escuela debe morir, sino por una serie de acontecimientos en los
cuales se ven involucrados los actores que hacen vida de la comunidad escolar, en su
dignidad y en su existencia. En este trabajo, abordamos tres expresiones de la violencia en
y contra la escuela que afecta la educacin venezolana.
2.- La escuela como opcin cultural
Es la institucin escolar una de las instituciones que mejor opcin ofrece a las personas
para su inclusin en los bienes de la cultura y en el desarrollo social? No solo es una
declaracin de principios esta afirmacin, es la resultante de la observacin que se
desprende de las polticas e iniciativas sociales y gubernamentales por lograr la
incorporacin masiva de la poblacin al proceso de escolarizacin. Tal como seala
UNICEF:
Para la mayora de los nios y las nias en Amrica Latina y el Caribe, la
escuela representa el espacio donde pasan el mayor tiempo de su vida
cotidiana. La funcin central de la escuela es educar, enriquecer y proteger
a sus estudiantes, en un mbito de respeto y ejercicio de los derechos de
todos. Sin embargo, an hay escuelas donde se registran dinmicas que
vulneran los principios de la Convencin sobre los Derechos del Nio.
(UNICEF, 2011)
Hoy, pases de todo el mundo, con diversidad de modelos econmicos y polticos asisten a
una agenda educativa comn en la que el desarrollo de capacidades en el individuo es un
factor esencial para el logro de metas econmicas y sociales, personales y colectivas. Estas
aspiraciones sociales ven en la escuela un espacio fundamental para el logro de mejores
opciones de inclusin y desarrollo social.
En los ltimos aos, se ha visto una creciente ola de violencia en y contra la escuela, lo que
nos lleva a pensar y reflexionar sobre el sentido de la escuela hoy, y ms an, la imagen
que tiene la sociedad y los individuos sobre esta institucin social.
La violencia escolar est condicionada por mltiples factores y se expresa de variadas
formas. No es el punto convencional de violencia tipo bullying entre los alumnos o conflictos
entre actores escolares, o las desavenencias entre el empleador y la huelga magisterial.
Estos conflictos se dan en el medio escolar, por lo general, atendidos por los rganos
regulares de resolucin de conflicto, o por la buena fe entre los actores escolares. Ante una
necesaria definicin del problema, abordamos la violencia escolar como aquellos
robos, [] acosos [] intimidaciones, [] intrusin, [] intimidacin y []
acoso sexual y/o racial, [] temor a la victimizacin, a la violencia estudiantil
contra alumnos y alumnas o contra el personal del centro, [] vandalismo
90 OVV. (2016). Violencia en escuelas y liceos se incrementa por frustracin social. Caracas:
Observatorio Venezolano de Violencia. Disponible en red:
https://observatoriodeviolencia.org.ve/violencia-en-escuelas-y-liceos-se-incrementa-por-frustracion-
social/
Desde CECODAP se han realizado varias investigaciones sobre violencia escolar, entre ellas
mencionamos: Pereira Fernando y Misle Oscar (2014) Lo que esconden los morrales. Cmo
prevenir y actuar en casos de violencia escolar? Caracas: CECODAP; Pereira Fernando y Misle
Oscar (2014) Violencia en los pupitres Qu es?, Cmo nos afecta?, Qu hacer? Caracas:
CECODAP
91 Hernndez, Carlos Ral (2016, 04 de septiembre) Hasta cundo escuelas! El Nacional.
92 Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) Informe disponible en:
http://www.observatoriodeconflictos.org.ve/categoria/tendencias-de-la-conflictividad
hecho noticioso los reiterados robos al Instituto de Medicina Tropical93 de la UCV, institucin
que se ha dedicado a investigar y resguardar la salud de los venezolanos, a partir de la
generacin de conocimiento; hoy en da, es asediada por una parte de la sociedad que,
seguramente, ayud a curar de enfermedades endmicas en nuestro ecosistema tropical.
Por qu esta conducta, ms all de la actuacin de personas que perpetran hechos a
todas luces punibles contra la institucin escolar, es hoy generalizada en toda la Repblica?
Porque la escuela est asediada en los entornos en los que est ubicada. Ser que el
discurso segn el cual la escuela ha muerto, de que hay que reformarla, de que ya no se
corresponde con los avances de la sociedad actual es reinterpretada por ciertos elementos
como un discurso legitimador contra su propia existencia fsica?
Padres y madres, representantes, actores sociales en general, reconocen que la escuela es
importante, que la educacin es el nico legado que dejan los padres a sus hijos en esta
economa inflacionaria subdesarrollada. Sin embargo, la escuela sigue siendo uno de los
espacios donde el nio y el joven se siente ms seguro: fuera del recinto escolar y de la
vivienda muchos nios(as) y adolescentes creen que corren riesgos94.
En este trabajo, nos centramos en describir, por intermedio de la prensa, algunos hechos
que ponen en evidencia la vulnerabilidad de la escuela venezolana hoy. Lo hacemos con la
informacin disponible en nuestra base de datos Memoria Educativa Venezolana (Bravo-
Uzctegui, 2016), en un intento por caracterizar parte de los problemas que afectan la
cultura pedaggica actual y futura. No podemos perder de vista que a la escuela asisten
personas, nios, nias, jvenes, maestros, docentes, directores, padres y representantes,
en cuya interaccin construyen y definen un espacio especialmente diferenciado, para
concurrir a propsito de la educacin. Pero, si este espacio especialmente diseado para
educar est comprometido en su dinmica cotidiana, qu resultados en trminos de
cantidad de escolares y calidad de aprendizajes tendremos? Tampoco asumimos que lo que
se describe ac ocurre en todas las escuelas del pas; lo que se quiere es caracterizar el
fenmeno para entender cmo ocurre la educacin en tiempos de crisis social.
Tal como lo indicaron representantes del sector educacin ante la Comisin de Educacin
de la Asamblea Nacional:
La crisis del sector, como el pas siente y sabe, abarca todos los
subsistemas y modalidades. Va desde la Educacin Bsica hasta la
Universitaria, incluyendo la Especial cuyo abandono es alarmante- y otras
modalidades de formacin, as como los programas de emergencia que han
pretendido dar respuesta a este grave problema, como son las misiones
educativas95.
93 Sarmiento, Mabel (2016, 06 de junio) Al Instituto de Medicina Tropical lo han robado 16 veces en
10 meses. CRONICA1 (portal de noticias) En red:
http://cronica.uno/al-instituto-de-medicina-tropical-lo-han-robado-16-veces-en-10-meses/
94 CECODAP. (2016, noviembre). Efecto de la crisis econmica y poltica en nios, nias y
adolescentes en el rea metropolitana de Caracas. Informe de Investigacin- Caracas: CISOR
CECODAP. Disponible en:
http://www.cecodap.org.ve/descargables/derechosNNA/Efectos_de_la_crisis_economica_y_politica_e
n_NNA_Informe.pdf
95 Suscriben, Fundacin Casa Uslar Pietri, Federacin de Padres-Fenasopadres, Observatorio
Educativo Venezolano, Colegio de Profesores de Venezuela, Memoria Educativa de Venezuela,
Movimiento de Educadores Simn Rodrguez, Federacin Venezolana de Maestros, Asociacin Civil
Forma, Exrector Universidad Pedaggica Libertador, Asociacin Civil Asamblea de Educacin,
Asociacin Civil Provive, Federacin de Trabajadores del Magisterio, Asociacin de Profesores Upel-
Aproupel, Red de Derechos Humanos en Educacin, Instituto Pedaggico de Caracas-Asociacin de
Jubilados- Asojubypen, Asociacin Civil Padres Organizados, Escuela de Educacin-UCAB,
Asociacin Critas de Venezuela, Organizacin Fe y Alegra, Consejo Nacional de Laicos,
Asociacin Nacional de Instituciones Privadas- Andiep. Asociacin de Educacin Popular- Apep.
Asociacin Venezolana de Educacin Catlica Avec. Asociacin Civil Educacin para todos- Ept.
Centro de Reflexin Educativa Cerpe, Doctorado Escuela de Educacin UCV, Federacin de
Trabajadores de la Educacin, Colegio de Licenciados en Educacin- Clev, Instituto de Altos
Estudios- IESA
96 OVV (2016). 2016: OVV estima 28.479 muertes violentas en Venezuela. Informe de Investigacin.
Caracas: Observatorio Venezolano de Violencia. Disponible en red:
https://observatoriodeviolencia.org.ve/2016-ovv-estima-28-479-muertes-violentas-en-venezuela/
97 El Nacional. (2016, 25 de enero). Disponible:
http://www.el-nacional.com/sucesos/Asesinaron-vigilante-colegio-Fe-Alegria_0_781721992.html
98 MANIFIESTO FE Y ALEGRA: LA VIOLENCIA CONSPIRA CONTRA EL DERECHO A LA
EDUCACIN. www.feyalegria.org
99 Sarmiento, Mabel. (2016, 29 de marzo) La inseguridad, la falta de agua y de comida ahuyenta a
los chamos de las aulas. Crnica Uno (portal de noticias) Disponible en:
http://cronica.uno/matriculas-de-universidades-privadas-estan-por-encima-de-las-nubes/
100 El Universal. (2016, 15 de abril) CECODAP reporta 1.026 nios asesinados durante 2015.
Caracas. El Universal Web. Disponible en:
http://www.eluniversal.com/noticias/caracas/cecodap-reporta-1026-ninos-asesinados-durante-
2015_288360
101 Diario Panorama. (2016, 11 de febrero) Zulia: padre de licesta asesinada en saln de clases: mi
hija Ana Sofa presinti el peligro Maracaibo. Disponible en
http://www.aporrea.org/regionales/n299608.html
102 OVV (2016, 01 de agosto) Quedara algn lugar sin dolor en Venezuela? Caracas: OVV.
Disponible en:
https://observatoriodeviolencia.org.ve/quedara-algun-lugar-sin-dolor-en-venezuela/
103 Matamoros, Natalia. (2016, 16 de octubre) Ms de 30 familias del 23 de Enero huyeron de la
guerra entre colectivos y bandas. EL NACIONAL - Domingo 16 de Octubre de 2016. Sucesos/6
El esfuerzo por rehabilitacin y dotacin escolar se diluye ante la presencia del hampa104.
Directivos, maestros, alumnos quedan vulnerables en su labor escolar. El laboratorio que
necesitan, la computadora que requieren para su labor escolar, que muchas veces no tienen
en casa por su alto costo para el presupuesto familiar, no la tendrn; algunos se la apropian
indebidamente, dndole una enorme leccin al alumno que difcilmente es digerido por ste
y que el maestro enfrenta con suma dificultad. Pasa en las escuelas, pero tambin pasa en
las universidades105, instituciones hoy acosadas por el hurto y el robo.
El drama es mayor cuando es la misma juventud la que atenta contra s misma:
Los delincuentes, con edades entre 25 aos y 30 aos de edad, accedieron
a las instalaciones del plantel luego de trepar por una pared lateral. Con una
segueta, cortaron los soportes de las rejas de las oficinas de direccin y de
uno de los laboratorios. Pero, al entrar se activ una alarma. Para callar la
sirena destruyeron el cableado106.
Afortunadamente, la Guardia Nacional Bolivariana logr dar con los malhechores. Las
autoridades hacen el seguimiento de los casos, pero aunque muchas de las noticias ofrecen
informacin de los avances, el tema sigue estando all.
La escasez de alimentos es el principal problema que afecta a los venezolanos, seguido de
la inseguridad ciudadana. Cmo educar en este medio? La profesora Luisa Pernalete
asegura que los educadores enfrentan muchas dificultades para ejercer su carrera, y
confirma que Las ms graves, son la escasez de alimentos y la violencia en las escuelas y
liceos107. No es tarea fcil para un docente enfrentar esta cruda realidad.
La cuestin se hace intolerable cuando un miembro de la propia institucin participa en
hechos delictivos, ya sea el caso de maestros108 o estudiantes109. En tiempo de vacaciones
escolar (agosto-septiembre) es cuando se recrudece el robo a los centros de enseanza110 -
en especial hurto de material para el aprendizaje o equipamiento. La situacin se reitera al
inicio de clases cuando encuentran sus escuelas desvalijadas los directivos, maestros y
alumnos. El sinsabor de saberse vctimas de la accin vandlica, adems de azotar a la
comunidad, tambin se mete en las aulas111 con el robo de insumos y de la comida de los
escolares112.
3.3.- Escasez de alimentos - crisis alimentaria escolar
La escasez de alimentos es uno de los principales problemas que enfrentan los
venezolanos. La ausencia de productos en los anaqueles, o su repentina aparicin a precios
exorbitantes ha modificado la dinmica alimentaria de las personas. Segn el Centro de
Documentacin y anlisis para los Trabajadores (CENDAS) Una familia requiere hoy de 14
salarios mnimos solo para cubrir sus gastos bsicos en alimentacin. El costo para
acceder a los alimentos tambin se ve afectado por su ausencia en los mercados:
Durante los tres ltimos meses ha sido casi imposible conseguir productos
nacionales a precios regulados como harina de maz, azcar, arroz, pasta,
aceite, margarina, caf, ocasionalmente solo pasta y harina de trigo; por lo
cual muchos de los precios utilizados para los clculos son los precios de
los revendedores y los precios de los productos de origen brasilero o
colombiano que son inalcanzables para los venezolanos 113.
En estas condiciones alimentarias, la situacin del escolar se hace ms compleja. Se
convierte en un factor generador de violencia ante la incapacidad de los ciudadanos de
hacerse con los insumos necesarios mnimos para la vida como lo es la alimentacin. La
violencia hunde sus races en un sistema social inequitativo, poco eficiente para la
generacin de riquezas, y sumamente ineficiente para la distribucin de la misma,
generando enormes brechas sociales, ampliando los cinturones de pobreza, marginalidad y
exclusin social. El informe de la Fundacin Bengoa en 2016, detall que:
escuelas en Caracas, Maracaibo y Mrida, arrojaron un incremento de 9%
de la desnutricin infantil entre 2014 y 2015. La investigacin abarc una
muestra de 1.500 alumnos en edad preescolar y hasta sexto grado de
primaria, de escuelas donde se les garantiza el desayuno 114.
Tal como se afirma en el informe: "Un cerebro hambriento no aprende, cuando faltan
caloras y hierro se compromete el desarrollo cognitivo de los nios". La alimentacin
escolar que haba sido uno de los programas bandera de la gestin gubernamental, entre
1999 y 2014, hoy encuentra seria dificultades de su sostenibilidad. La alimentacin jug un
papel fundamental en el repunte de la matricular escolar; acerc a la poblacin vulnerable a
la institucin escolar. Hoy da, en vista a la crisis alimentaria, a pesar de los ajustes hechos
a este respecto, la calidad alimenticia ha disminuido en los centros de enseanza.
Alimentacin y salud afectan de forma significativa la dinmica escolar hoy115. A este
respecto la Encuesta de Condiciones de Vida de los Venezolanos (UCV, UCAB, USB, 2016)
seala que, lejos de superarse la pobreza, en los ltimos aos sta se ha afianzado. Hoy,
111 Barreto, Jess. (2016) Baja asistencia e incidencia de robos marcaron inicio de clases en
Caracas. El Nacional - martes 27 de septiembre de 2016. Sociedad/5.
112 Matamoros, Natalia. (2016, 19 de junio). El hampa arrasa con la comida de los planteles
escolares. El Nacional - Domingo 19 de Junio de 2016. Economa/9.
113 CENDA (2016) Resumen ejecutivo canasta alimentaria de los trabajadores-CAT, nov. 2016.
Disponible en:
http://cenda.org.ve/noticia.asp?id=137
114 Fermn k. Mara Victoria. (2016). Estudio mostr aumento de desnutricin infantil en el pas. Una
investigacin realizada por la Fundacin Bengoa arroj un incremento de 9% de nios con
deficiencias por falta de nutrientes. Disponible en:
http://www.fundacionbengoa.org/noticias/2016/aumento-desnutricion-infantil.asp
115 Relatora del Foro "Alimentacin y Nutricin; Retos y Compromisos". Disponible en:
http://www.fundacionbengoa.org/i_foro_alimentacion_nutricion_informacion/relatoria.asp
73% de los Hogares y 76% de los venezolanos estn en pobreza de ingresos116. En materia
de salud, el asunto es el siguiente:
Mortalidad materna: 130,70 muertes maternas por cada 100, mortalidad
neonatos: 18.61 por cada 1.000; aumento de 47.037 casos de Malaria entre
2014 y 2015. En Venezuela, la ausencia de medidas dirigidas a corregir los
problemas estructurales as como la desinversin en el sector, han llevado a
una regresividad extrema el derecho a la salud, lo cual se manifiesta desde
2014 en un masivo desabastecimiento de medicinas, insumos y materiales
mdicos, as como el colapso de los servicios de salud pblicos y en general
un incumplimiento de las metas establecidas para el objetivo de desarrollo
sostenible nmero. 117
Cmo enfrentan las escuelas esta situacin? Hoy, en Venezuela, lo ms difcil de cumplir
para ellas es cmo satisfacer los compromisos asumidos por el Estado, de dotar de
alimentos balanceados a los escolares118? Los informes ponen en evidencia la
vulnerabilidad del escolar ante la carencia de los elementos nutricionales bsicos que la
escuela ofrece para su aprendizaje y desarrollo - muchas veces no resueltos en el entorno
familiar, canalizados por medio de la accin escolar:
La inversin en los alimentos que el Min Educacin lleva a las escuelas solo
alcanza para un da afirm la Red de Educadores por la Defensa de los
DDHH- En la Unidad Educativa Bolivariana Pedro Fontes, ubicada en la
avenida Pez, en El Paraso urbanizacin de la ciudad de Caracas, los
profesores dijeron que solo la junta parroquial poda dar informacin sobre
el funcionamiento del Sistema de Alimentacin Escolar en el plantel, pero
que no estaban disponibles, y que tampoco tenan un nmero de telfono
para contactarlos119.
La misma accin oficial reporta las limitaciones que enfrenta para satisfacer el compromiso
por la alimentacin escolar:
Un estudio realizado por la Direccin de Educacin de Miranda Estado
Miranda- revel 28% de ausentismo escolar, pues los muchachos estn
obligados a contribuir con sus padres al abastecimiento de alimentos.
230.000 alumnos estaran afectados en todo el pas. El problema causado
por la escasez perjudica la formacin de los nios, nia y adolescente,
indic Jos Francisco Jurez, director de la Escuela de Educacin de la
Universidad Catlica Andrs Bello. La situacin empeora con las fallas de
los programas de alimentacin escolar. Agreg Oscar Misle, de Cecodap y
advirti que los estudiantes comparten la angustia que causa la bsqueda
de productos bsicos: "Nos preocupa que sientan que es normal hacer cola
y que se resignen a no conseguir comida o medicamentos 120.
116 UCAB. (2015). Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela Pobreza y Misiones Sociales.
Noviembre 2015.
http://www.rectorado.usb.ve/vida/sites/default/files/2015_pobreza_misiones.pdf
117 SINERGIA. (2016). INFORME para el Foro Poltico de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible de
Naciones Unidas. Caracas: Informe. Disponible en:
http://sinergia.org.ve/wp-content/uploads/2016/12/Informe-ODS-2016-TV-espa%C3%B1ol-1.pdf
118 EL NACIONAL. (2016, 16 de febrero) En Chacao han variado mens con los productos que se
consiguen. - Martes 16 de Febrero de 2016. Sociedad/7
119 Fermn K. Mara Victoria (2016, 21 de febrero) la escasez ya toc el plato de comida en las
escuelas. El Nacional Web. Disponible en:
http://www.el-nacional.com/sociedad/escasez-toco-plato-comida-escuelas_0_797320371.html
120 El Nacional. (2016, 29 de febrero). Colas para comprar comida alejan a los nios de las aulas.
CECODAP ha recibido denuncias de jvenes involucrados en el bachaqueo. El Nacional - Lunes 29
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121Crnica UNO. (2016, 05 de mayo) Crisis obliga a los ciudadanos a buscar comida en la basura.
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122 Marra, Yohana (2016). La figura del malandro se convirti en referente para los chamos.
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123 lvarez Orlando (2016, 29 de julio). Escuelas sern ocupadas con actividades para evitar robos.
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124 AVN. (2016, 07 de marzo) Impulsan cultura de convivencia y paz en el liceo Gustavo Herrera.
07/03/2016
125 ltimas Noticias. (2016, 25 de octubre) El CICPC visita liceos para promover la paz. Ultimas
Noticias. Disponible en:
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126 El Nacional (2016) el arte para romper con la violencia. - Lunes 30 de Mayo de 2016. Sociedad/4
127 Moncls Estella, Antonio (2005). La violencia escolar: perspectivas desde Naciones Unidas.
Revista Iberoamericana de educacin, ISSN-e 1022-6508, N 38, 2005 (Ejemplar dedicado a:
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encia%20escolar_%20perspectivas%20desde%20Naciones%20Unidas.pdf?sequence=1&isAllowed=
y
La production rurale de la Rpublique du Congo connait depuis les annes 1980 une baisse de
productivit qui rend ses acteurs de plus en plus vulnrables. Ltude que nous prsentons, ralise
pendant 23 mois dans six villages du dpartement du Pool (Kindamba, Mindouli, Mabaya et Ign), du
dpartement des plateaux (Gamboma) et du dpartement de la Sangha (la Sangha), a pour objectif
didentifier les causes qui bloquent le dveloppement dudit systme de production, en utilisant
lapproche interdisciplinaire, partir denqutes sur questionnaire semi-ouvert, menes auprs de 354
mnages.
Mots-cls : approche systmique, vulnrabilit, systme agricole rural, Rpublique du Congo
The Congo farming production system that produces the food consumed in this country is falling dawn
since years 1985 about productivity and its actors become more and more vulnerable. This survey,
which took place during 23 months in Pool (Kindamba, Mindouli, Mabaya and Ign), Plateaux and
Sangha. Using the interdisciplinary approach, with semi opened questionnaire applied on 354
households, it is achieved to identify the reasons that block the development of this system.
Keywords: systemic approach, vulnerability, farming rural system, Republic of Congo
Introduction
Le systme agricole constitue lun des secteurs les plus importants de lconomie des pays
spcialisation primaire. Il contribue, de manire significative, au produit intrieur brut (PIB)
dans de nombreux pays africains (Doumbia et al. 2013).
Au Congo, le systme de production, rurale, soutenu par une organisation agricole tatique a
t la base de la production de la nourriture et dautres biens qui assuraient jusqu la fin
de la dcennie 1970128, le processus de dveloppement rural.
Les programmes dajustement structurel dicts par le FMI et la Banque mondiale, dans les
annes 1980, ayant mis fin aux activits des entreprises tatiques qui soutenaient ce
systme rural, la production essentielle des denres alimentaires du Congo na cess de
dcrotre, au profit dactivits non durables comme la production du bois nergie, qui
dgrade le sous-systme terre et vgtation. Pourtant, la volont des gouvernements qui ont
suivi tait que lagriculture reprenne une place, prpondrante, dans la production des
denres alimentaires et de revenus, pour plus de 67 % des mnages (MEPAT, 2012).
Cest ainsi que plusieurs actions successives ont t menes en ce sens : cration du fonds
de soutien lagriculture, motorisation agricole, mise en place des projets nouveaux villages,
le Projet de Dveloppement Rural (PRODER129). Lagriculture a alors t dclare priorit
des priorits par tous les gouvernements qui se sont succds et qui se sont fonds sur la
dclaration du millnaire fixant 2015130 la date butoir quant la ralisation de lobjectif
visant rduire de moiti le nombre de personnes qui souffrent de la famine (Cervantes-
Godoy, 2010). Mais, malgr ces diffrentes initiatives, la production agricole du Congo reste
largement dficitaire. En dehors du manioc et de la banane, tous les autres produits sont en
grande partie complts par les importations, pour satisfaire la demande nationale131.
Au regard des impacts socioconomiques que peut avoir la dynamisation de lactivit du
monde rural, le Gouvernement cherche des solutions idoines pour concilier les objectifs de la
relance des activits dans les zones rurales dexploitation des ressources naturelles et du
dveloppement durable car, partout dans le monde, les pauvres tirent en majorit leur
revenu de lagriculture. Par consquent, tudier lconomie agricole nous apporterait
beaucoup de renseignements sur lconomie de la pauvret (Schultz, 1979).
Cest dans ce contexte que cette tude est mene, pour identifier les goulots
dtranglements qui bloquent le dveloppement du systme agricole congolais, travers le
questionnement suivant : quels sont les facteurs qui empchent le systme de production
agricole congolais de garantir lautosuffisance alimentaire ? Quelles sont les causes qui font
que 74 % de ruraux congolais et 64 %132 de ceux qui sont agriculteurs soient pauvres ?
Lhypothse de notre tude est que la vulnrabilit socioconomique des agriculteurs du
Congo Brazzaville est due la faible capacit productrice des sols, labsence
dinnovations, aux outils et techniques utiliss.
128 Ces annes concident avec le dbut de la production du ptrole (MEPAT, 2012) gnratrice
dnormes ressources financires. Ainsi, progressivement, le secteur rural, qui contribuait pour plus
de 10 % du PIB dans les annes 1960-1970, a connu un dclin et ne reprsentait plus que 6 % du
PIB en 2003 (NEPAD, 2013, p. 5).
129 Soutenu par le Fonds International pour le Dveloppement Agricole (FIDA).
130 Force est de constater quen 2017 cet objectif demeure, compte tenu de la pauvret qui svit
encore en milieu rural.
131Ainsi, le pays est expos une dpendance alimentaire quasi-totale vis--vis de ltranger, avec
des importations annuelles alimentaires values en moyenne 125 milliards de FCFA, soit environ
27 % des recettes fiscales ptrolires. Linscurit alimentaire menace plus du tiers de la population
(NEPAD, 2013).
132 Statistiques manant du rapport dtude MEPAT-Ecom (2012).
La mthodologie est base sur la collecte des donnes, par lobservation des systmes
agricoles ruraux dans six villages du dpartement du Pool (Kindamba, Mindouli, Mabaya et
Ign), du dpartement des plateaux (Gamboma) et du dpartement de la Sangha (la
Sangha) ; elle est complte par ladministration dun questionnaire auprs dun chantillon
de 354 personnes. Les donnes recueillies ont t analyses selon lapproche
interdisciplinaire. Les rsultats obtenus ont permis didentifier les causes de la vulnrabilit
des ruraux qui sont la fois structurelles et lies la dynamique des forces productives. Les
facteurs limitants de lagriculture congolaise sont aussi dichotomiques, quils soient lis
lenvironnement : fertilit des sols, maladies des cultures, conflit avec la faune, absence de
damnagement ou aux techniques utilises : matriaux et produits, absence
dinnovation133. Enfin une discussion de ces rsultats est faite la lumire dautres tudes
dj ralises dans ce secteur.
I- Matriel et mthode
A- Zone dtude
Notre tude a t ralise dans les villages de Kindamba, Mabaya, Mindouli, Ign
(dpartement du Pool) Gamboma (dpartement des Plateaux) et Mokeko (dpartement de la
Sangha) appartenant trois dpartements du Congo (figure 1).
Figure 1. Localisation des sites dtude. Source : images conues par lauteur
Ces localits ont t choisies en tenant compte de leur importance agricole dans leurs
dpartements respectifs. Elles prsentent des situations gographiques et climatiques
diffrentes qui influent sur leurs pratiques agricoles. Le Pool dispose de quelques galeries
forestires plus ou moins grandes, mais entirement dgrades ; les Plateaux renferment
une savane arbustive entrecoupe dlots forestiers, en disparition aujourdhui ; la Sangha
est situe totalement dans la fort quatoriale.
Le climat est tropical humide pour les deux premiers dpartements dont les sols sont argilo-
sablonneux, alors que la Sangha bnficie dun climat quatorial et dun sol argileux. Toutes
ces localits sont arroses par les affluents du fleuve Congo, lexception du Pool qui est
travers par laffluent du Bassin du Kouilou-Niari.
133 Les sciences de la vie sont en plein dveloppement, les rsultats saccumulent, les thories se
multiplient et leur application la ralit contribue au dveloppement des socits humaines.
La population de ces localits est repartie en deux grands groupes ethniques : les Bantous
et les peuples autochtones qui pratiquent lagriculture, la pche, la chasse, la collecte des
produits forestiers non ligneux. Elle participe aussi aux activits formelles comme exercer
dans les socits dexploitation forestire, la fonction publique, la conservation de la faune et
les autres secteurs privs.
B- Collecte des donnes
La collecte des donnes a t ralise par une enqute134 mene sur un chantillon de 354
mnages dagriculteurs dans les six villages. Leurs champs, aussi, ont t visits pour
observer les techniques culturales, la taille des exploitations et limpact de la faune sauvage
sur les cultures des paysans.
Dans chaque plantation, on a not les coordonnes gographiques, la dimension totale du
champ, lespce vgtale cultive (manioc, mas, banane, ananas,), le systme
dexploitation utilis par lexploitant (paiement dun loyer, propritaire direct ou indirect des
terres), le montant et la dure de location dans le cas dun bail, la production en kgs du
champ, les interactions ngatives avec la faune sauvage, la superficie et de la culture
agricole endommages la frquence de destruction ; le type dcosystme des environs a
t identifi, les espces qui dtruisent leurs cultures rpertoriesles outils et les intrants
utiliss, les techniques de production, les cosystmes prfrs pour la mise en place du
champ, etc...
Photo gauche lauteur lors des visites des plantations. Photo de droite lauteur avec quatre
agriculteurs qui rpondent ses questions. Source : Photos prises par lauteur
C- Analyse des donnes
Nous navons pas valu la vulnrabilit des agriculteurs car cela a t fait par une tude
nationale intitule Enqute congolaise auprs des mnages (Ecom, 2005 ; Ecom, 2011),
mais nous en avons analys les causes. Cette enqute nationale a dtermin un montant
exact (1,3 par jour) en-dessous duquel une personne est pauvre et, donc, vulnrable.
Notre tude135 numre les conditions qui font que les agriculteurs ne sont pas en mesure de
disposer dun revenu au-dessus de cette valeur.
134 Le questionnaire tait compos de trois parties : identification de lenqut, composition de son
mnage et sa production annuelle, son activit.
135 Le tableur Microsoft Excel a t utilis pour la saisie et lanalyse des donnes. Grce aux
tableaux dynamiques croiss nous avons produit les reprsentations graphiques des donnes. Pour
lanalyse du systme agricole, nous avons utilis la grille danalyse des systmes et sous-systme
propos par Maldague (2010). La fertilit du sol a t value en comparant les rendements
standards de chaque culture donne, par le memento de lagronomie et les rendements locaux. Les
D- Rsultats
Dans le secteur Agriculture et Elevage , on relve que les principaux problmes reposent
sur une faible production agro-pastorale, un accs difficile aux services sociaux et financiers,
labsence dinfrastructures agricoles de base et des techniques de production moderne, un
encadrement des producteurs insuffisant et une baisse de la fertilit des sols associe
labsence des intrants de production agricole. Ceci a entrain la trs faible croissance de
production agricole ct de la forte expansion de la population.
On assiste galement une rduction drastique du poids de ce secteur pour ce qui est de la
formation du produit intrieur brut du pays. Un revenu qui diminue anne aprs anne et une
dpendance de plus en plus grande aux importations a accru la vulnrabilit (faim et
pauvret) des populations de cette partie du pays. Par ailleurs, ltat de la production
actuelle et les projections jusqu 2020 montrent une tendance lautosuffisance
dcroissante136 (figure 2).
pertes de cultures dues la faune sauvage ont t dtermines en mesurant les espaces dtruites
par les animaux, dans chaque champ.
136 Pour compenser ce dficit de production nationale, et si rien nest fait, ce sont les importations qui
devront combler la diffrence, ce qui entrainerait au moins le doublement des importations (valeur
2007) dici 2020 pour dpasser trs certainement les 250 milliards de FCFA par an (toutes choses
gales par ailleurs) (CERAP SOFRECO, 2012).
fix de montant pour la valoriser. Cest lexploitant qui dtermine le montant de la rente
payer. Souvent, cette rente est faite en nature par restitution dune petite partie de la rcolte.
La dure de la location varie mais, gnralement, elle va jusqu la rcolte de la culture
plante. En revanche, ce qui est problmatique cest la fertilit de ces sols car ils
[] Appartiennent au groupe ferralitique sur roche basique, dont la fertilit
par rapport la texture peut tre considre comme moyenne mdiocre
La teneur en matire organique de ces sols varie de 3 % 10 % : lhumus
cest--dire lhorizon organique de surface, est un composant essentiel de
lcosystme (Diamouangana, 1989 ; Nsonsi, 2009 : PP 34)
Le sol constitue un facteur essentiel de la fertilit des sols tropicaux. En le considrant
comme substrat, la majorit des personnes interroges dveloppe leurs activits dans les
cosystmes forestiers qui reprsentent lessentiel des terres fertiles du Congo. 77 %
prfrent les sols en forts et 23 % travaillent dans la savane arbustive. La faible fertilit du
sol ne permet pas de gnrer des revenus suprieurs au seuil fix par lenqute nationale.
B- Analyse du sous-systme eau
Lensemble des localits sont bien approvisionnes en eau mme si sa qualit (pour la
boisson) reste encore dmontrer. Toutefois, il ny a ni systme de canalisation et
dirrigation, ni systme de valorisation des dchets solides et de lutte contre les eaux
stagnantes et pollues. Par ailleurs, le manque dapport deau pour le dveloppement des
cultures minimise le revenu de lagriculteur dont les rendements sont faibles.
III- Vulnrabilit concernant le systme de production
A-Analyse du systme de production
Le systme de production dune localit rurale est un systme complexe qui englobe la
gestion rationnelle des ressources naturelles, lamnagement intgr du territoire,
lamlioration des conditions de vie de la population et tous les aspects qui font appel aux
catalyseurs du dveloppement.
Dans le cadre de cette tude nous nous intressons seulement aux interactions qui se
droulent entre le milieu naturel et les formes dorganisation ou techniques de production
utilises pour la production agricole. Evaluer cette partie du systme de production revient
valuer lapprciation gnrale de la culture, la forme de lnergie utilise, la nature des
intrants et la commercialisation de la culture
B- La force productive ou main duvre
Les trois dpartements disposent dune population de 515838 habitants, dont 350000 ont
plus de 18 ans et sont sans emploi. Cette main duvre, importante, na pas de formation
dans le domaine de lagriculture. Or, lagriculture occupe la majorit de la population du
monde rural : plus de 64 % des mnages sont des agriculteurs, except dans la ville de
Mokeko (Kabo) o plus de moiti des ruraux travaillent dans les socits forestires ou la
conservation de la biodiversit. La rpartition des enquts, par activit exerce et par
village, est donne par la figure 3.
agriculteurs ont reconnu avoir t victimes de destruction des cultures par les lphants ou
autres animaux. Ils insistent sur le fait que les lphants reprsentent la plus grande
menace, car ils peuvent non seulement dtruire une grande plantation en une nuit, mais
galement sinstaller dans les environs et chasser les propritaires des plantations et aller
jusqu les blesser149.
lphant en conflit avec la population qui vient manger les pamplemousses dans le village
(Mokeko).
Source : Photo prise par lauteur
Les plantations de chaque village prsentent un type de menace faunique spcifique. Celles
de Kabo sont principalement menaces par llphant, alors que celles de Gamboma,
Kinkala, Mindouli et Ign sont menaces par les rongeurs et les antilopes tandis que celles
de Kindamba sont menaces par le potamochre, les antilopes, les rongeurs et animaux
domestiques telles que les chvres et les bufs en divagation.
Discussion
La terre nest pas un facteur limitant car Mokeko (Kabo), par exemple, la terre est presque
gratuite, tout comme Kindamba. Cependant, depuis la fin des annes 1990 le cot du loyer
de la terre (surtout forestire) a beaucoup galop dans les zones proches des grands
centres urbains. La rente foncire est passe de 3,8 en 1970 30,5 en 2010 dans les
zones loin des grandes villes et de 7,6 en 1970 FCFA 121,9 dans les localits proches
des villes.
La terre est donc devenue une cause de vulnrabilit rurale dans la mesure o sa fertilit a
diminu ; or, un sol fertile est la condition sine qua non la rentabilit et lutilisation durable
des systmes agraires (Maldague, 2010). En outre, les sols forestiers, les plus fertiles
subissent une grande pression due la production du bois nergie qui les expose aux
diffrentes formes de dgradation contribuant aggraver la vulnrabilit des ruraux.
Sous-systme eau : Leau est un lment important dans la production agricole, cependant
elle noccupe pas vraiment sa place dans le systme de production observ. En effet, la
pluviomtrie des localits tudies est le seul moyen pour apporter leau dans les
plantations. Seuls les marachers arrosent les cultures rgulirement, cest pourquoi ces
agriculteurs subissent directement les effets ngatifs dune faible pluviomtrie. Ainsi, chaque
fois que la pluviomtrie est mauvaise les rendements en produits agricoles baissent
fortement et certains produits agricoles deviennent rares sur le march.
Sous-systme amnagement Intgr du Territoire (AIT) : ce systme est cens
dvelopper un ensemble de structures (coles, hpitaux, lectricits, route, canalisation,
149 Sur les 234 personnes en conflit avec la faune, 205 nutilisent aucune technique de protection des
cultures.
etc.) afin de dynamiser les zones rurales. L o elles sont implantes la qualit de service
est gnralement mdiocre. Lapport de lAIT la rduction de la pauvret sest cependant
vrifi Kindamba. En effet, les cultivateurs de cette localit ont russi accrotre leur
production dont le revenu leur permet dacheter des mdicaments, de la nourriture, et de
payer lcole de leurs enfants grce lamnagement des routes.
Conditions du dynamisme des populations observes : La vie dans les localits rurales
observes semble infernale pour un citadin, mais les rsidents sont habitus. Les
populations travaillent activement mais leur mauvaise organisation ne permet pas
lamlioration de leur revenu et de leur condition de vie. Pourtant, elles bnficient de
lassistance en matire dducation et de sant. LONG amricaine International partenership
for human developpment (IPHD) a ouvert des cantines scolaires pour assurer la nutrition des
enfants lcole. Laccs aux soins de sant primaire est limit car les hpitaux nont pas
des mdicaments et/ou du personnel qualifi.
Le taux daccs des ruraux une formation sanitaire est de 46.5 % alors quil est de 75.2 %
dans les villes. Daprs les personnes interroges, laccs aux soins mdicaux est trs cher,
alors que le service apporte rarement de gurison ; par consquent beaucoup des ruraux ny
accdent pas. De plus, il n y a plus de visites mdicales qui contribuaient la prvention de
plusieurs maladies. Les ruraux consomment les mdicaments de moindre qualit vendus par
les pharmacies de rue. Cette mauvaise offre de sant a des rpercussions sur le systme
productif. Souvent lagriculteur doit abandonner son champ pour aller se faire soigner en
ville, ce qui engendre dnormes pertes. Nombreux sont les paysans qui perdent leurs
rcoltes cause dune maladie mal traite qui les immobilise la maison pendant la priode
cruciale culturale150.
Systmes de production : Notre analyse sest porte exclusivement sur la production
agricole et les sous-systmes connexes. Le fonctionnement du systme de production actuel
nest pas favorable la durabilit des ressources ni lpanouissement socioconomique
des populations. La raison de ce disfonctionnement peut tre trouve dans la manire de
rsoudre ces problmes du monde rural. Par exemple laugmentation de la production de
llevage et de lagriculture est toujours entreprise de faon spare alors que ce sont des
fermes intgres qui le font en Asie (Mukherjee, 1995). Labsence dutilisation des
innovations technologiques maintient galement la production locale un niveau trs bas,
contrairement lEurope o ces innovations ont accompagn la rvolution agraire. Les
espces plantes restent galement les mmes (NEPAD, 2013). De mme, cette production
souffre de linefficacit des mthodes de protections des ressources. Par exemple le conflit
avec la faune impacte le dveloppement de lagriculture et rend vulnrable les acteurs
agricoles (Naughton, 1997 ; Gillingham et al, 1999 ; Webber et al, 2007 ; Hartte et al, 2011).
Conclusion
La volont des agriculteurs des zones rurales de la Rpublique du Congo, de sortir de la
prcarit, se heurte souvent plusieurs contraintes qui sont tantt lies au milieu de vie
tantt au systme de production. Le dveloppement du monde rural congolais est
compromis par un certain nombre de facteurs ngatifs explicits plus avant. Laccent nest
pas mis sur un processus global mais sur des actes sectoriels, poss priodiquement.
Le monde rural possde d'normes potentialits avec 8 10 millions d'hectares de terres
cultivables, des milliers de mains valides, mais seuls 2 3 % sont exploites (la part du
secteur agricole dans la formation de la richesse nationale ne cessant de rgresser).
Toutefois, la vulnrabilit dans le monde rural nest pas due une cause ni la
150 Calendrier cultural : priode o se droulent les diffrentes activits agricoles dans le pays.
superposition des causes, mais des systmes de causes et leurs interactions. Pour sortir
de cette situation, nous formulerons les recommandations suivantes151 :
Prise en main du secteur par des agronomes qui doivent former les entreprises
agricoles afin daccompagner les paysans dans la prise en compte des innovations et
des pratiques agricoles conventionnelles,
Amlioration du niveau de formation technique,
Professionnalisation du secteur, soutenue par une intgration de la production
vgtale et animale et un systme de production stable,
Regroupement des producteurs dans des structures qui permettent la mutualisation
des ressources.
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En este artculo se explora la realidad social de los refugiados econmicos, procedentes de Colombia,
que residen en Pases Bajos. De manera breve, se muestran algunos de los resultados de una
investigacin en la que participan personas voluntarias. En ella se trata de poner de realce las
razones estructurales de la fragmentacin del tejido social de la sociedad colombiana en la que
reflejan las formas de relacionarse o de excluirse fuera de su pas. De esta manera, se identifican los
clivajes sociales: "mutua sospecha" clasismo, polarizacin poltica, entre otros, que impiden lograr
una cohesin social en donde los refugiados econmicos son los principales afectados, en una
exclusin social que se presenta entre las personas colombianas en el exterior. Por ltimo, se
propone hacer una aproximacin a una definicin de Refugiado Econmico para su visibilizacin
social en instituciones gubernamentales, organizaciones internacionales como tambin en la
comunidad acadmica.
Palabras claves: refugiado econmico, fragmentacin, discriminacin
This article explores the social reality of economic refugees from Colombia residing in the
Netherlands. In a brief way, shows some of the results of a research involving volunteers. It seeks
to highlight the structural reasons for the fragmentation of the Colombian social fabric that reflects the
forms of relating or excluding each other, outside of their country. In this way social cleavages are
identified: "mutual suspicion" classism, political polarization among others to achieving a social
cohesion, where economic refugees are the main affected in a social exclusion that is presented
among Colombian people abroad. Finally it will make an approach to the definition of Ecnomic
Refugee for their social visibility in governmental institutions, international organizations, as well as in
academic community
Keywords: economic refugee, fragmentation, discrimination
152 Su nombre oficial es Pases Bajos, dado que el nombre de Holanda encierra una discusin entre
sus ciudadanos, al ser Holanda tan solo el nombre de una de sus provincias. El trmino Nederlad
corresponde a su escritura en Dutch y que se puede apreciar en el nombre de cada uno de sus cuatro
regiones.
Este artculo tiene por objeto, en primera instancia, explorar la realidad social de los
refugiados econmicos, para que se les reconozca no solo como sujetos producto y objeto
de investigacin, sino adems y, primordialmente, como personas, agentes sociales activos,
que necesitan de campaas de sensibilizacin, visibilizacin y adopcin de polticas pblicas
que los dimensionen y que eviten la exclusin social que, de manera frecuente, tienen que
afrontar por parte de los representantes de los Estados, de diferentes organismos
transnacionales, de la sociedad civil, que intervienen en el proceso migratorio.
Para este propsito, se entregan componentes de anlisis que aportan a la reflexin en aras
de no estigmatizar y discriminar socialmente a este grupo humano como un problema o
menospreciarlo en su dignidad humana, incluso entre los mismos colombianos. De esta
manera, a partir de esa aproximacin a la realidad social de los refugiados econmicos de
Colombia en Holanda, se describen de manera breve los principales clivajes sociales que
los afectan como sociedad, con nfasis en quienes son ms vulnerables, debido a su status
migratorio irregular.
Antecedentes
El trabajo de explorar la realidad social actual de los refugiados econmicos de Colombia,
en Pases Bajos, se genera a partir de una experiencia preliminar en un anterior trabajo de
investigacin donde se intenta encontrar el camino para resolver un cuestionamiento
identitario con mujeres colombianas y brasileas residentes en Amsterdam (Galeano 2011)
en la que, adems de los hallazgos presupuestados, se logra observar en el colectivo de
mujeres colombianas, un comportamiento particular en su tejido social, que se percibe como
una representacin de la fragmentacin de su sociedad; percepcin que se plantea en doble
va, desde las entidades que trabajan y se relacionan con personas colombianas, como
tambin entre los mismos connacionales.
De esta manera, los mismos hallazgos preliminares obligan a continuar y plantear una
investigacin ms a fondo y puntual, que parte de una pregunta que busca encontrar las
razones estructurales de esa fragmentacin social; cuestionamiento que se resumi en
por qu a los colombianos se les considera un grupo significativamente fragmentado?. De
ah la necesidad de indagar acerca de aquellos clivajes que dificultan la cohesin social,
como son patrones de discriminacin, exclusin social, significado de comunidad,
integracin, asimilacin y, a partir de all, repensar acerca de ese tejido social sin cohesin,
entre las personas migrantes colombianas. Eso llev a examinar esa fragmentacin como
una transpolacin de las caractersticas comportamentales de su sociedad, reflejadas de
manera ms expresa, clara y contundente en el exterior.
No obstante, en este artculo resultara presuntuoso exponer todos los clivajes sociales que
dividen a Colombia, por lo que se abordar en especial la exploracin en aquellos migrantes
que, con o sin documentos en regla, buscaron un refugio econmico en el exterior y que, a
pesar de su significancia econmica y social para los entornos de salida y llegada, son ms
susceptibles de ser revictimizados, invisibilizados y estigmatizados.
Marco de estudio
El estudio tiene lugar en los Pases Bajos, ms conocidos como Holanda, pequeo pas
(41 543 km) densamente poblado, habitado por 17 millones de personas. Con el objeto de
delimitar de la mejor manera posible el trabajo, la investigacin se centra en las personas
colombianas residentes dentro del West-Nederland153, en el que se encuentra el Ranstad,
rea urbana mayor poblada de los Pases Bajos, que incluye a las ciudades y sus reas
metropolitanas de Amsterdam, Rotterdam, Utrecht, La Haya, Delft.
153 Los Pases Bajos dividen su territorio en cuatro grandes regiones. Noord-Nederland, Oost-
Nederland, Zuid-Nederland y West-Nederland: esta ltima incluye las provincias de Utrecht, Noord-
Holland, Zuid-Holland, Zeeland, que representa la regin urbana ms poblada.
social. Adems, el estudio se apoya en el aporte que pueden ofrecer otras herramientas
cuantitativas, como la encuesta en la que participan 105 personas colombianas residentes
en los Pases Bajos, que aportan valiosos datos acerca de las relaciones entre colombianos
: estigmatizacin, discriminacin a la que estn sometidos algunos refugiados econmicos
en situacin irregular por sus mismos connacionales. Labor de pesquisa que cuenta con el
apoyo de centros de acogida para migrantes latinoamericanos y sus centros de enseanza
de idiomas158.
El refugio Ilegal
En los colectivos arriba mencionados en los que la participacin de refugiados econmicos
es significativa, predominan los migrantes en situacin irregular. A ellos se les adjetiva, de
manera peyorativa en lenguaje holands de illegal; as que, para los reportes oficiales de la
Oficina de Estadsticas de los Pases Bajo (CBS), estas personas, sencillamente, no existen.
De esta manera, aquellos refugiados econmicos irregulares son visibles solo como un
problema migratorio en su nuevo entorno social. En su pas de origen se visibilizan ms por
las remesas que representan para el Estado colombiano159 y por sus aportes en dinero a sus
familias. Cabe anotar que, de acuerdo con reportes de agencias de envi de dinero,
aquellas personas que carecen de identificacin que acredite su estada en Europa, son
quienes ms envan dinero de manera peridica y sistemtica- situacin que es fcil de
verificar por el tipo de documento que se presenta en el momento de realizar los envos de
dinero160 y por la cautela de no excederse en sumas para evitar llenar formularios que los
comprometan con las autoridades migratorias y fiscales holandesas.
No obstante, a pesar de que se puede demostrar por los datos suministrados por entidades
financieras161, que los migrantes irregulares son quienes ms generan remesas, ello no
significa que reciban mejores salarios y posean mayor estabilidad laboral. Por el contrario,
es precisamente por su condicin de desventaja que son vulnerables y frecuentemente
sometidos a explotacin laboral; condicin que, en muchos casos, tiene caractersticas de
una esclavitud moderna, pero que los refugiados econmicos se ven obligados a soportar,
por los compromisos econmicos adquiridos en ambos entornos sociales y por los abusos
en los precios de la vivienda, que se triplica al ser alquilada de manera irregular o en negro
como se le conoce a esta modalidad de renta.
Los refugiados econmicos, sin documentos, saben que representan la esperanza de un
porvenir menos incierto para su familia, en sus entornos de origen- razn por la que
soportan y admiten esos abusos. Sin embargo es pertinente anotar que, en investigaciones
sobre remesas, se ha visto que en la lgica de los migrantes, las remesas son vistas como
un medio para garantizar un nivel de vida para sus familias, [y que] no van destinadas
expresamente a fines productivos (Santiago-Cruz, 2009, p. 99).
Pero, ese compromiso adquirido con los que se quedan no solo es la razn de los envos
sistemticos, tambin est en las leyes migratorias holandesas, estrictas, que niegan la
posibilidad de contar con una cuenta bancaria. Esta circunstancia les cierra la posibilidad de
ahorrar de manera segura, lo que les obliga a enviar sus ahorros peridicamente y en
pequeas cantidades. En efecto, al carecer de un contrato de trabajo legal, las oficinas de
envo estn obligadas a reportar transacciones por lo que tienen que ser cautos con las
sumas de dinero que pueden enviar para evitar someterse a los controles policiales. A pesar
de estas limitaciones, las remesas de las personas sin documentos llegan a aportar ms que
muchos ciudadanos regulares, expatriados, que han elegido un proyecto de vida personal,
familiar y profesional en el exterior. La condicin migratoria legal les facilita e impulsa a
buscar mejorar el estado de bienestar que han adquirido. En esta variable es en donde se
marca un desprendimiento y la interrupcin de compromisos o propsitos en un principio
adquiridos con su entorno de origen. Su prioridad deja de ser los que se quedaron al otro
lado del ocano.
A partir de entrevistas realizadas en el primer trimestre del ao 2005 en la investigacin Piel
de cocodrilo162, en diferentes puntos en el rea Ranstad que incluyen ciudades como
Amsterdam, La Haya, Rotterdam, Utrecht, es de notar que se registra un alto porcentaje de
ciudadanos colombianos indocumentados en Holanda. En efecto, entre los 83 entrevistados,
53 personas no cuentan con ningn permiso de residencia europeo; ni siquiera poseen un
permiso caducado o, incluso, visas de turista vencidas, que se usan en su momento como
pretexto para ingresar al territorio europeo.
Otras Modalidades de Refugio Econmico
Pero quines son los Refugiados Econmicos? Acaso son solamente ese grupo de
inmigrantes que, de manera expresa, afirman haber viajado para buscar un futuro mejor?
Aquellos que siguieron el imaginario social: el mito del emigrante triunfador (Pedone,
2006: 14) y que esperan encontrarse con escenarios de desarrollo personal con menos
incertidumbre que la que experimentan en su pas y no alcanzan a entender qu significa
ser personas sin documentos?
Los expatriados profesionales y los estudiantes que en su proceso migratorio deciden no
retornar a Colombia, tambin pueden clasificar como otra modalidad de refugiados
econmicos; solamente valdra la pena cuestionarse qu porcentaje y hasta qu punto esa
migracin de capital social calificado es meramente voluntaria y si las motivaciones para
iniciar ese viaje se basan solo en decisiones de querer aprender otro idioma o mejorar sus
experticias? Tambin es preciso indagar si ese proyecto migratorio se decide de manera
voluntaria o no, o si hay otras razones de desespero al verse estancados en su movilidad
social, presionados por diferentes situaciones que generan incertidumbre econmica y en
las que las probabilidades de caer en estado de pobreza no son ajenas.
Para acercarse a una respuesta sin eufemismos, basta con mirar las estadsticas de esa
gran ola de migracin calificada que se da entre la ltima dcada de los noventa a la primera
del dos mil, poca que presenta los mayores flujos migratorios de capital social calificado
hacia Europa y Estados Unidos, cuando la migracin emerge como la nica opcin posible
de supervivencia (Yepez, 2006), donde en los flujos migratorios que se producen, es notoria
la presencia de profesionales colombianos que llegan a Europa.
El caso de Holanda no fue la excepcin ya que, en los ltimos 15 aos, la migracin de
estudiantes y profesionales empez a hacerse notoria. Tambin se dan los primeros intentos
de la creacin de grupos y asociaciones aunque stos no escaparon a la tendencia de
Grfica 1. Razones de proyecto migratorio hacia los Pases Bajos (elaboracin propia).
No obstante, resulta interesante que, ms de la mitad de personas de ese mismo grupo
(razones de estudio) tiene claro que no desea regresar a Colombia; otra cuarta parte lo
duda. Esta situacin se da en especial por dos motivos. Simultneamente a los estudios, se
produce un cambio en el estado civil, por matrimonio con pareja extranjera. Segundo, se
evidencia un alto grado de incertidumbre en cuanto a su futuro profesional si llegaran a
retornar. La respuesta de Carlos puede resumir esa percepcin de desesperanza en el
regreso:
No me planteo regresar, porque a lo sumo podra tan solo ser un simple
profesor universitario. En Colombia, no se valora la preparacin a estos
niveles y siempre ofrecen salarios que no corresponden con mi preparacin.
(Carlos, La Haya: Julio 2014)164
163 Actualmente, hay cuatro organizaciones de profesionales. Pero, a pesar de que los objetivos
sean similares no hay posibilidades de cohesin por diferentes razones que exceden los propsitos
de este artculo pero que se incluyen en la investigacin central.
164 Todas las entrevistas en el trabajo de investigacin fueron hechas por Freddy Galeano.
165 En esa investigacin, se entrevistaron 20 mujeres: 19 ya haban decidido quedarse en Europa -
de hecho ya tenan formalizadas relaciones con pareja extranjera, en su mayora holandeses y, tan
solo una mujer pensaba en regresar a Colombia, a pesar de estar casada con un hombre holands.
valoracin doy) es con gente de otros pases diferentes a Holanda con los
que estudi el Mster. Con los holandeses es ms difcil generar relaciones
ms estrechas, no por su nacionalidad, sino porque ellos ya tienen sus
grupos sociales establecidos y estn en menor disposicin de incorporar
gente nueva a su grupo. (Adriana, Amsterdam, estado civil: soltera, marzo,
2016)
Estos casos ponen de realce que el matrimonio con pareja holandesa o europea se
convierte en una estrategia de integracin hacia la sociedad de acogida - aunque tambin
puede representar en el caso de algunas mujeres con estudios superiores de postgrado, un
obstculo para su empoderamiento en el campo profesional. Pero, el caso ms crtico se
presenta en las mujeres primordialmente con niveles de educacin bajos, que viven una
violencia simblica, maltratadas y manipuladas por sus parejas extranjeras y a quienes se
les dificulta aprender el idioma holands y que viven en situaciones de dependencia social y
econmica. (Galeano, 2011)
[] Laurents se avergenza de m porque no hablo bien el holands, por
eso no me deja hablar en reuniones, ni en mi propia casa, me manda callar!,
Recuerdo que una vez estbamos en el consulado colombiano, donde a
Dios gracias puedo hablar mi propio idioma y aun as l quera explicar a la
seorita que nos atenda en su mal espaol a qu bamos y no me dejaba
hablar, hasta que la doctora del consulado escuch y se acerc y me dijo:
seora por favor, por qu no me explica usted mejor a qu vienen? Usted
es colombiana o no? Algo as parecido me dijo o es que tiene problemas de
garganta. Laurents se ofusc y se sali (Isabel, septiembre, 2010,
Amsterdam)
Desafortunadamente, el caso de Isabel es algo frecuente: las mujeres soportan tratos
indignos, en especial por la dependencia econmica y la presin por mantener un estado de
legalidad migratoria que les ofrecen sus parejas holandesas. En muchos casos, este tipo de
violencia simblica resulta ms perversa que la de que huyeron cuando decidieron dejar su
pas.
Discriminacin social entre connacionales
Entre los clivajes ms recurrentes y preocupantes que se identifican dentro de la poblacin
colombiana y que reflejan una sociedad inequitativa, con brechas sociales dramticas y an
ms contundentes en el exterior, est el notorio clasismo que pervive en Colombia. El
problema de la clase no ha perdido en absoluto su significado, a pesar del mundo
globalizado que muestra una tendencia a otros tipos de desigualdades que se dan ms
entre Estados- nacin y no dentro de ellos (Giddens, Sutton, 2015: 146).
En el caso colombiano, esa diferenciacin de clases se refleja en el exterior en una forma de
segregacin entre Expats o expatriados que desarrollan su actividad profesional cualificada
y las otras modalidades de refugiados econmicos que subsisten en labores consideradas
operacionales no cualificadas, como las de limpieza, personal de servicio en el sector
Horeca166, el cuidado de ancianos, etc., en donde se incluyen a aquellos profesionales que,
por diferentes razones no pueden laborar en su mbito de formacin y se ven obligados a
trabajar en oficios varios.
Esta exclusin social que, en ocasiones, pareciera promovida desde los mismos
representantes del Estado colombiano con su personal de embajadas y consulados.
Algunos connacionales, incluso, manifiestan que perciben un trato discriminatorio que, a
menudo, se refleja en las respuestas de personas que participaron en este estudio:
No me gusta ir al consulado, a pesar de que no puedo negar que me tratan
con respeto, pero creo es porque me conocen y saben que tengo ciertos
166 Trmino que surge en los Pases Bajos como acrnimo de Hotel, restaurante y catering.
167 En Colombia existe un sistema de estratificacin urbana y social que indica el poder adquisitivo
de las personas. Se clasifica en 6 estratos: el estrato #1 corresponde a personas muy pobres y el
estrato #6 a personas con la ms alta capacidad econmica.
168 Estigma hace referencia a las caractersticas fsicas o sociales consideradas como degradantes
que son socialmente reprobadas y que provocan oprobio, distancia social o discriminacin. (Gilddens
& Sutton p. 257)
169 En el proyecto Piel de cocodrilo - trabajo de investigacin llevado a cabo en el ao 2005 - se
pudo entrevistar a 68 colombianos, 40 mujeres y 28 hombres. De los resultados obtenidos, se puede
afirmar que slo 25 personas sealaban el narcotrfico como un mal social y se declaraban ajenas a
ese entorno. El resto: 43 personas (63.23%) aceptaban alguna vez haber participado en alguna
actividad ilcita, en escalas de compromiso que van desde el simple envo de dinero por encargo,
hasta la comercializacin directa de drogas. De las 43 personas, 19 hombres (67.85% del total
hombres) y 25 mujeres (70% del total de mujeres), los porcentajes se desbalanceaban al estudiar el
grado de compromiso en el negocio, pues de esas 28 mujeres, 21 solo se prestaban para enviar
dinero, de manera espordica, por lo que reciban 50 o 100 Euros por transaccin. Dato relevante: las
21 se dedicaban a labores de limpieza y/o cuidados, o simplemente estaban desempleadas y solo 7
de ellas tenan una participacin directa o manejaban su propia red delictiva.
170 Como se expuso antes, no hay posibilidad de tratar todos los clivajes sociales, ni en profundidad
en este artculo por razones de espacio y objetivo.
171 El Alto Comisionado De Las Naciones Unidas Para Los Refugiados define a un refugiado como a
una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religin,
nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones polticas, se encuentre fuera del
pas de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la proteccin
de su pas; o que careciendo de nacionalidad y hallndose, a consecuencia de tales acontecimientos
fuera del pas donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no
quiera regresar a l". Disponible en el sitio web oficial de la ACNUR:
http://www.acnur.org/a-quien-ayuda/refugiados/quien-es-un-refugiado/
Conclusiones
En esa relacin de clivajes sociales que fragmentan la sociedad colombiana en el exterior,
son los refugiados econmicos sin documentos los sujetos ms vulnerables frente a la
estigmatizacin, por su condicin social donde el status migratorio crea una brecha entre ser
ciudadano con sus derechos o ser percibido como un problema.
Aunque en el artculo, por razones de espacio, no se incluyeron todos los clivajes sociales
que afectan la sociedad colombiana y que se reflejan en sus formas de relacionarse entre
connacionales en el exterior y en la percepcin del nuevo entorno hacia ellos, se logra
mostrar aquellos principales, como la estigmatizacin que produce la percepcin del
narcotrfico sobre los migrantes colombianos, en especial hacia las personas sin
documentos.
Esto genera una dispersin social plagada de brechas y arenas movedizas de la mutua
sospecha que no dejan transformar ese tejido social fracturado, en uno que se perciba
como una esperanza de inclusin social de la sociedad colombiana. Trascienda a las
personas que decidieron buscar un futuro mejor, fuera de su entorno de origen, sin importar
las modalidades de un refugio econmico o las razones para salir del pas: estudio,
matrimonio, etc.
La estructura rgida de clases y el sistema de estratos sociales que se ha diseado en la
sociedad colombiana y que alimenta la discriminacin se exporta a los nuevos entornos
sociales y se reflejan en las formas de exclusin o inclusin social entre personas
colombianas, percibidas con una disposicin solidaria mnima.
El matrimonio con pareja extranjera, en el caso de las mujeres colombianas, pareciera
funcionar tambin como una estrategia en la integracin y de asegurar la estabilidad en el
nuevo entorno social. Pero, a la vez, puede generar frustracin al no poder garantizar un
desarrollo profesional, a pesar de que el primer motivo para viajar haya sido hacer estudios
de postgrado.
Para romper esquemas de exclusin social, es pertinente y urgente sensibilizar los cuerpos
consulares para que presten un servicio eficaz y con respeto, en especial hacia aquellos
menos afortunados, en cuanto a legalidad, en su status migratorio y condicin social
econmica. De esta manera, se plantea la posibilidad de que se empiecen a generar
polticas pblicas con responsabilidad para con los refugiados econmicos en el exterior, en
particular para aquellos de mayor vulnerabilidad que son las personas irregulares.
Es preciso fomentar el trabajo consular con un sentido de trabajo social, impermeable a
prejuicios clasistas; incentivar a la formacin, desde una perspectiva ms humanista y
menos burocrtica, para prestar un servicio respetuoso y eficaz para con esa poblacin
migrante connacional.
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74252009000600005&lng=es&tlng=en.
El libro ofrece algunas pistas sobre la atencin a las violencias a partir de la experiencia
generada desde distintos mbitos de aplicacin del conocimiento de las ciencias sociales.
Los diferentes modelos de intervencin y estrategias que aqu se presentan muestran los
horrores de algunas formas de violencias, pero tambin nos acerca a distintos modelos de
intervencin innovadores y con visin humanista. La prctica profesional tericamente
fundamentada, es una fuente de informacin para comprender cmo se lleva la ciencia
social a la esfera de lo pblico y lo institucional. Se trata de mirar de una manera diferente
las vinculaciones entre el conocimiento cientfico y el ejercicio concreto de la actividad
profesional. Tales vinculaciones son mltiples y cambiantes, por lo que las expuestas en
este libro que consta de ocho captulos, no agotan el sinfn de posibilidades de favorecer el
aprendizaje mutuo entre el mundo de la prctica y el de la investigacin cientfica. Un libro
para la reflexin y la construccin de otras miradas sobre un fenmeno social que amenaza
al mundo entero.
Los derechos humanos se basan en un pilar que debera ser slido, aunque necesita de
continuos refuerzos en la realidad jurdica. Me refiero a la dignidad humana. Estamos
acostumbrados a leer profundos estudios que tratan de descifrar el contenido y los lmites de
ambos conceptos fundamentales en el vigente Estado Constitucional, lo que es menos
frecuente es abordar dicho estudio desde una cuidada dimensin temporal.
El tiempo no es ni mucho menos un factor desconocido para los estudiosos del Derecho en
general, como tampoco los es para la literatura universal desde sus propios inicios, pero
dira que era muy necesario un tratamiento investigativo en el que la perspectiva del tiempo
se relacionara directamente con la base misma de los derechos fundamentales. Es
justamente lo que hacen las profesoras Ciancia y Vallet en su minucioso estudio sobre la
posicin de los adultos mayores en el ordenamiento jurdico, o, rectius, en una sociedad
lquida y compleja que debe proteger a todos los sujetos que la conforman, y con mayor
razn a los que se encuentran en una posicin de vulnerabilidad, y debe hacerlo a travs de
un perfeccionamiento de los instrumentos jurdicos a todos los niveles posibles.
Con este fin las autoras ponen en valor a las personas mayores como ciudadanos, como
sujetos primarios de la sociedad organizada, subrayando su posicin todava activa, muy
necesaria y enriquecedora si se subraya, como hacen ellas, la importancia que para la
sociedad misma tiene la experiencia vital. Escribir un libro con los adultos mayores como
protagonistas no puede considerarse ms que un atrevimiento: un bendito e imprescindible
atrevimiento, digno de celebracin.
Las circunstancias especficas del adulto mayor hacen necesario dedicar unas pginas en
las que se tratan con cuidado variadas cuestiones, tantas veces apartadas del debate
jurdico central: el problema de las salud de los abuelos que debe reconocerse como un
derecho fundamental a la salud; la cuestin predominantemente tica de la muerte digna -
como ya adelantaba, estamos en el centro del debate sobre la dignidad humana-; el odioso
tema de los malos tratos contra ancianos y, en especial, con los que tienen escasos
recursos La visin humanista y social de este estudio no puede ser ms evidente.
La problemtica sin embargo es todava ms complicada, si se constatan las amplias
exigencias filosficas, econmicas y jurdicas de la vejez: los mayores buscan tambin la
felicidad y la vejez es territorio propicio para las aoranzas y las soledades. Son estos
nuevos retos que la dignidad del anciano plantea al jurista de nuestros das, sobre todo si
tenemos en cuenta la progresiva prolongacin de la vida, no siempre con la debida calidad
que debera derivarse de una plenitud en el ejercicio de los derechos humanos.
Es clara tambin la necesidad de aplicar vas amigables de solucin de conflictos en los que
estn implicados adultos mayores. La venerabilidad de su sapiencia, sea cual sea su
formacin y su posicin social, lamentablemente va unida a su vulnerabilidad.
El alcance del objeto de estudio de este libro y sus llamadas de atencin son de amplio
alcance y, desde luego, no se limitan al mbito argentino, ni siquiera latinoamericano. Me
atrevera a afirmar que lo ms importante de esta obra es el poso que deja para una
reflexin detenida sobre las consecuencias sociales y jurdicas de una preocupacin de
larga data sobre el fatdico e inevitable paso del tiempo.