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Planetarizacion y Crisis de La Humanidad

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PLANETARIZACION Y CRISIS DE LA HUMANIDAD.

La reforma educativa ha de tener su mirada estratégica en la conciencia y civilidad


planetarias, pues la sociedad mundo precisa ética, derecho, política, conciencia.

El papel de la educació n será decisivo para abrirnos a la incertidumbre de lo


improbable y desarrollar el pensamiento nuevo que nos permita inclinar la balanza
hacia la metamorfosis y evite la aniquilació n, que fortalezca el poder de comprensió n
y debilite el de manipulació n, que fortalezca la civilidad y la democracia.

En los ú ltimos decenios del siglo XX se realizaron reformas educativas en varios


países, en su mayor parte motivadas por la necesidades sentidas; la conciencia de
educadores, autoridades y ciudadanía de que la educació n no se encuentra a la altura
requerida para buscar soluciones a los problemas que manifiesta la sociedad. Todas
las reformas intentaron cambiar el estado de la educació n, y se alcanzaron resultados
parciales. Pero al poco tiempo de emprendidas, las banderas que abogan por nuevas
reformas se vuelven a alzar, indicador inequívoco de que los éxitos parciales está n
acompañ ados de un fracaso má s general, reiterado y profundo.

¿A qué se debe esta situación de repetido fracaso?


Habrá que señ alar muchas peculiaridades en el estudio de cada reforma en concreto.
Podrá n seguirse los hilos de enlace entre los problemas nacionales, regionales y
aquellos que atañ en al contexto internacional. No faltará la presencia de situaciones
especiales y causalidades mú ltiples, eventos, improntas personales, resistencias y
contextos locales, decisiones y circunstancias irrepetibles que siempre acompañ an los
éxitos, los fracasos y los derroteros propios.

Las mú ltiples diferencias no deberían impedir, sin embargo, que veamos la debilidad
del modo habitual de considerar el vínculo entre los problemas de cará cter global y las
circunstancias locales en que transcurre la educació n de los individuos, y como las
reformas han fallado precisamente al momento de considerar la naturaleza global y
local de los problemas fundamentales de la humanidad.

Reconocer los problemas fundamentales de la humanidad


Entendida como proceso de moldeado y conformació n, la educació n no es solo
instrucció n y aprendizaje, incluye las consideraciones cognitivas de transmisió n,
comprensió n y asimilació n de conocimientos: la “enseñ anza”. Pero la educació n no
puede reducirse a la enseñ anza, pues su misió n está vinculada directamente al
proceso de vivir. Aprender a vivir es el objeto de la educació n, y ese aprendizaje
necesita transformar la informació n en conocimientos en sapiencia (sabiduría y
ciencia), e incorporar esa sapiencia a la vida.

Cuando reconocemos la intima relació n que existe entre la educació n y la vida, los
problemas en que debe ocuparse una reforma educativa cambian, ya no se trata de
cuestiones de estructuras y desempeñ os:

-estarían siempre incluidas, pero no serian el nú cleo que delimita la orientació n


principal. El nú cleo estaría constituido por la transformació n profunda que se necesita
para que podamos vivir en las circunstancias que atraviesa la humanidad
contemporá nea. Esas circunstancias pueden ser comprendidas como desafíos que
debemos enfrentar y también como el contexto en que se insertan y realizan esos
desafíos. Ellos son el desafío de la globalidad y la complejidad; la expansió n
descontrolada del saber, la organizació n del saber; el desafío cultural, el socioló gico, el
cívico, y el desafío mayor de considerar la interdependencia de todos los desafíos
tomados de conjunto. El dragó n de dos cabezas de la mundializaciones
contemporá nea y la crisis de la humanidad constituyen el contexto de estos desafíos.

Las dos hélices de la mundializació n muestran el contexto planetario contemporá neo,


caracterizado por dos mundializaciones en una: de la dominació n y de la solidaridad.

La primera, principalmente técnica y econó mica, fundada en la ganancia, y la otra que


esboza una consciencia de pertenencia a una patria terrestre y que prepara para una
ciudadanía planetaria. La primera animada por el cuatrimotor (ciencia, técnica,
economía, beneficio) y la segunda animada por las ideas del universalismo y la
solidaridad. Este contexto antagonista de dos mundializaciones en una ha de ser
considerado de manera prioritaria en la reforma educativa, para que esta contribuya a
la formació n de ciudadanos planetarios capaces de civilizar la Tierra en una sociedad-
mundo y de realizar una política al servicio del ser humano (antropolitica).

Por otra parte, a pesar de la magnitud de las urgencias ambientales, econó micas y
sociopolíticas ampliamente reconocidas, la crisis de la humanidad no se reduce a ellas.
Este concepto denota la presencia simultá nea de condiciones de infraestructura
comunicacional, técnica y econó mica para una sociedad-mundo, y la imposibilidad de
constituir el sistema jurídico, la gobernabilidad y la conciencia comú n necesarios para
hacer posible esa sociedad planetaria. La crisis expresa el momento de ruptura que
demanda el cambio y también el peligro de no realizarlo y sucumbir ante las
catá strofes que cada una de las urgencias mencionadas augura. El contexto y los
desafíos se encuentran en estrecha vinculació n y es tarea de la reforma prepararnos
para estar en condiciones de enfrentarlos y contribuir al fortalecimiento de las
tendencias que permitan alejarnos de esas catá strofes posibles.
El desafío doble de la globalidad y la complejidad demanda educar un pensamiento y
desarrollar una inteligencia que sea capaz de encarar el contexto y el complejo global,
que sea a partir de ello consciente y responsable. Muchos autores y líderes mundiales
se han referido a este desafío que incluye el problema ambiental, en particular el
cambio climá tico, la conciencia de los límites al crecimiento que viene creciendo
desde los trabajos fundacionales del Club de Roma, hasta las posiciones científicas
avanzadas que sostiene el Panel Intergubernamental para el Cambio Climá tico y
delimitan el curso estratégico en busca de soluciones a la problemá tica ambiental
contemporá nea. Estos desafíos convocan a superar la hiperespecializacion, el
enclaustramiento y la fragmentació n del saber, así como la ignorancia y ceguera que
han traído consigo. La atenció n a estos desafíos permitirá desarrollar la aptitud para
contextualizar e integrar el aprendizaje vital del conocimiento pertinente.

La expansió n descontrolada del saber, la babelizacion del conocimiento es otro


desafío de nuestro tiempo, que denuncia el desarrollo de los aspirantes para aconsejar
los lenguajes discordantes, transformar las informaciones en conocimientos en
integrarlos para conducir nuestras vidas. La preocupació n por hacer avanzar la
sociedad del conocimiento, presente en la agenda internacional contemporá nea, es
parte de este desafío, que incluye ademá s la superació n de los estados actuales del
conocimiento fragmentado que afectan la pertinencia de las ciencias sociales, como
demostró el informe de la comisió n Gulbenkian.

La babelizacion nos coloca ademá s ante el desafío de la organizació n de los


conocimientos. Por una parte la educació n debe fomentar la inteligencia general, la
actitud para plantear problemas y la posibilidad de vincular conocimientos, y por otra,
educar el arte de hacer posible conocimientos valiosos por la atenció n a los detalles
de lo que acontece y aparenta irrelevancia – la serendipia -, y contribuir a la
transformació n de los principios organizadores del conocimiento para superar la
dispersió n actual en disciplinas, la “parcelizacion” y el enclaustramiento de los
saberes humanos. La educació n no puede continuar reducida a la instrucció n y
formació n del pensamiento Ló gico-Racional y conceptual, es importante abrir el
proceso formador en todos los niveles a la riqueza de las formas expresivas de las
diversas culturas de la humanidad, establecer un amplio fundamento para la
inteligencia general que incluya el pensamiento ló gico-racional y conceptual, y la
expresió n literaria y poética, la capacidad creativa que la comunidad, el lenguaje y el
quehacer humanos en toda su diversidad nos aportan.

Superar la escisió n de la cultura humanística y la científico-técnica es un formidable


desafío cultural que fuera planteado inicialmente por Charles Perey Snow en 1956, el
vinculo informació n-conocimiento-pensamiento-individuo-sociedad constituye un
desafío socioló gico, pues todavía no alcanzamos a a ver como nuestras actividades
econó micas, técnicas, sociales y políticas adquieren características cognitivas y se va
conformando un sistema neuro-cerebral artificial y simbió tico con nuestras
actividades.

A estos desafíos se une el cívico, vinculado al debilitamiento de las nociones de


responsabilidad y solidaridad, el debilitamiento de la democracia ante el predominio
de los expertos, sustitutos de los ciudadanos en la toma de decisiones sobre
problemas fundamentales, lo que plantea la necesidad de comprender la democracia
también como una democracia cognitiva que restaure el derecho del ciudadano al
conocimiento.

El desafío de la interdependencia de todos los desafíos puede encontrarse en lo


inmediato de la vida cotidiana, y en aquellos procesos mediados por la inclusió n de
diversos actores y formas sociales má s generales, nacionales, internacionales,
mundiales, que como radiació n atraviesan y modifican todo el tejido social, en lo local
y lo global.

Contrario a lo que suele suponer el pensamiento que mutila y aísla, lo local no está
separado de lo global por una barrera estructural. Estos conceptos expresan la
diná mica de infundacion de los procesos inmediatos de la vida cotidiana de los
individuos y las comunidades, y aquellos otros que involucran comunidades mayores
y abarcan a la sociedad en su conjunto. Lo global no puede ser entendido como
totalidad separada de sus partes, mientras que lo local no se reduce al aislamiento y la
separació n respecto a la totalidad –globalidad- de que forma parte. El vinculo
diná mico local-global/global-local nos remite sin cesar de la parte al todo y del todo a
la parte, de lo local. Ser locales exige de nosotros un esfuerzo intelectual para superar
tanto la separació n como la subordinació n. La reforma educativa debe contribuir a
formar un pensamiento vinculante, complejo, que supere la oposició n de lo universal y
lo concreto, de lo general y lo singular, de lo global y lo local.

La vida de los seres humanos se desenvuelve hoy en contextos locales que no está n
aislados, sino vinculados, interrelacionados. Con frecuencia si no está n subordinados a
relaciones y procesos de cará cter global, son al menos atravesados, penetrados y
transformados por ellos. Asimismo, procesos globales se realizan en contextos locales
diversos y expresan su naturaleza global en una amplia y rica diversidad,
contradictoria, dialó gica, caó tica (simultá neamente generadora y destructora), donde
lo local puede hacerse y se hace global. Los problemas fundamentales de la
humanidad resultan tejidos de manera local/global y demandan entonces un
pensamiento y acció n que los tome de conjunto en su relació n; demandan la
constitució n de un “pensar global/actuar local”.
La contextualizació n de los problemas fundamentales de la humanidad es planetaria y
nos encontramos en un momento crucial de la planetarizacion de la humanidad que se
inicio con el descubrimiento y la conquista de América. El concepto de planetarizació n
denota el proceso de acercamiento efectivo en el que hacer de los seres humanos que
han vuelto a reencontrarse y comparten ahora la biosfera terrestre como medio
geográ fico en que se desenvuelve la actividad productiva, y reconstruyen en ella los
medios técnicos y tecnoló gicos, necesarios para la comunicació n, el trabajo y la
realizació n de la vida cotidiana en ese medio global comú n al que pertenecemos: la
Tierra.

La humanidad es planetaria de varias maneras y es muy importante comprenderlo


para estar en condiciones de reconocer la orientació n estratégica que debe tener la
reforma educativa.

Si la prehistoria fue la primera mundializació n que disperso a la humanidad por el


planeta y generó diversidad de culturas, destinos, fuentes de innovaciones y
creaciones en todos los dominios, extrañ amientos, asilamientos, escisió n generalizada
y perdida de la identidad humana: la segunda mundializació n, el reencuentro de la
humanidad dispersa por el mundo, crecida y diversa en culturas y formas de vida
social, nos ha conducido a una era planetaria, donde ademá s del efecto inicial de
díaspora y presencia de los seres humanos en todas partes del mundo se añ ade la
naciente conciencia del planeta como Tierra-patria comú n.

La segunda mundializació n ha sido impulsada por dos hélices propulsoras y


generadoras, que pueden simbolizarse en los encuentros simultá neos de Davos y
Porto Alegre 2001.

La hélice predominante de la conquista, la aventura, la guerra, la dominació n, la


muerte, ha producido también comunicaciones, intercambios, migraciones, ha
devenido en un proceso de occidentalizació n, mestizaje y simbiosis de civilizació n
que ha generado los conocidos circuitos planetarios de confort y miseria. El resultado
es la interconexió n de todos los fragmentos de la humanidad que fueron dispersados
en la primera mundializació n.

La segunda hélice, complementaria y antagonista a la primera, se ha venido añ adiendo


progresivamente para contrarrestarla y desviarla. Es la hélice del humanismo
europeo. Los derechos del hombre, el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos,
las ideas de libertad, igualdad, fraternidad, el valor universal de la democracia, las
ideas emancipadoras y de solidaridad humana es una mundializació n que se favorece
con el desarrollo de las comunicaciones, toma vigor después de los añ os sesenta, se
desarrolla hoy con organizaciones como Amnistía Internacional. Survival
Internacional, Greenpeace, y con las contracorrientes ecoló gicas de resistencia a la
invasió n generalizada de lo cuantitativo y al consumo estandarizado: de salvaguarda
de las identidades culturales: de emancipació n respecto a la tiranía del dinero, el
utilitarismo y la violencia.

Se emprende una nueva bú squeda de solidaridad y responsabilidad.

Las oportunidades de las encrucijadas: ¿en qué sociedad vivimos y


que enseñanza necesitamos?
La humanidad se encuentra en una encrucijada que integra el destino histó rico en el
destino planetario.

Oportunidades de cambio y riesgos enormes la acompañ an. Disponemos de una


maquina econó mica planetaria, una tecnosfera, una red de comunicació n que
constituyen una infraestructura organizadora para una sociedad mundo: pero faltan
las instancias superiores de esta mega maquina, los poderes de regulació n y control
capaces de orientarla hacia la segunda mundializació n, falta una sociedad civil
mundial, una consciencia de la comunidad de destino planetario.

Nos encontramos en una encrucijada donde se ha vuelto a encontrar la unidad


humana, y todavía no lo sabemos. Nos hemos religado y estamos amenazados por las
armas de destrucció n masiva y el peligro ecoló gico. Nos encontramos en una
situació n en la que puede emerger la humanidad, o la humanidad puede destruirse,
pues estamos atenazados por dos barbaries, la de la guerra, la masacre, el fanatismo, y
la tecnoindustrial del cá lculo y la racionalizació n deshumanizada. Nos encontramos
ante un problema fundamental y global donde las alternativas de la metamorfosis de
la sociedad o su catá strofe son inminentes.

La reforma educativa ha de tener su mirada estratégica en la conciencia y civilidad


planetarias, pues la sociedad-mundo precisa ética, derecho, política, conciencia el
papel de la educació n será decisivo para abrirnos a la incertidumbre de lo improbable
y desarrollar el pensamiento nuevo que nos permita inclinar la balanza hacia la
metamorfosis y evite la aniquilació n, que fortalezca el poder de comprensió n y
debilite el de manipulació n, que fortalezca la civilidad y la democracia. La reforma
educativa se hace necesaria para atender el reto formidable que nos plantea el dragó n
de dos cabezas, la mundializació n dual: para transformar los sistemas educativos de
manera que no continú en alimentando a ciegas el cuatrimotor, el eficientísmo, la
visió n estrecha, los pensamientos mutilantes, el raciocinio calculador y la
incomprensió n humana. La reforma haría una contribució n fundamental a la
metamorfosis de la humanidad que posibilite la sociedad-mundo y haga emerger la
humanidad.

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