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Planetarizacion y Crisis de La Humanidad
Planetarizacion y Crisis de La Humanidad
Planetarizacion y Crisis de La Humanidad
Las mú ltiples diferencias no deberían impedir, sin embargo, que veamos la debilidad
del modo habitual de considerar el vínculo entre los problemas de cará cter global y las
circunstancias locales en que transcurre la educació n de los individuos, y como las
reformas han fallado precisamente al momento de considerar la naturaleza global y
local de los problemas fundamentales de la humanidad.
Cuando reconocemos la intima relació n que existe entre la educació n y la vida, los
problemas en que debe ocuparse una reforma educativa cambian, ya no se trata de
cuestiones de estructuras y desempeñ os:
Por otra parte, a pesar de la magnitud de las urgencias ambientales, econó micas y
sociopolíticas ampliamente reconocidas, la crisis de la humanidad no se reduce a ellas.
Este concepto denota la presencia simultá nea de condiciones de infraestructura
comunicacional, técnica y econó mica para una sociedad-mundo, y la imposibilidad de
constituir el sistema jurídico, la gobernabilidad y la conciencia comú n necesarios para
hacer posible esa sociedad planetaria. La crisis expresa el momento de ruptura que
demanda el cambio y también el peligro de no realizarlo y sucumbir ante las
catá strofes que cada una de las urgencias mencionadas augura. El contexto y los
desafíos se encuentran en estrecha vinculació n y es tarea de la reforma prepararnos
para estar en condiciones de enfrentarlos y contribuir al fortalecimiento de las
tendencias que permitan alejarnos de esas catá strofes posibles.
El desafío doble de la globalidad y la complejidad demanda educar un pensamiento y
desarrollar una inteligencia que sea capaz de encarar el contexto y el complejo global,
que sea a partir de ello consciente y responsable. Muchos autores y líderes mundiales
se han referido a este desafío que incluye el problema ambiental, en particular el
cambio climá tico, la conciencia de los límites al crecimiento que viene creciendo
desde los trabajos fundacionales del Club de Roma, hasta las posiciones científicas
avanzadas que sostiene el Panel Intergubernamental para el Cambio Climá tico y
delimitan el curso estratégico en busca de soluciones a la problemá tica ambiental
contemporá nea. Estos desafíos convocan a superar la hiperespecializacion, el
enclaustramiento y la fragmentació n del saber, así como la ignorancia y ceguera que
han traído consigo. La atenció n a estos desafíos permitirá desarrollar la aptitud para
contextualizar e integrar el aprendizaje vital del conocimiento pertinente.
Contrario a lo que suele suponer el pensamiento que mutila y aísla, lo local no está
separado de lo global por una barrera estructural. Estos conceptos expresan la
diná mica de infundacion de los procesos inmediatos de la vida cotidiana de los
individuos y las comunidades, y aquellos otros que involucran comunidades mayores
y abarcan a la sociedad en su conjunto. Lo global no puede ser entendido como
totalidad separada de sus partes, mientras que lo local no se reduce al aislamiento y la
separació n respecto a la totalidad –globalidad- de que forma parte. El vinculo
diná mico local-global/global-local nos remite sin cesar de la parte al todo y del todo a
la parte, de lo local. Ser locales exige de nosotros un esfuerzo intelectual para superar
tanto la separació n como la subordinació n. La reforma educativa debe contribuir a
formar un pensamiento vinculante, complejo, que supere la oposició n de lo universal y
lo concreto, de lo general y lo singular, de lo global y lo local.
La vida de los seres humanos se desenvuelve hoy en contextos locales que no está n
aislados, sino vinculados, interrelacionados. Con frecuencia si no está n subordinados a
relaciones y procesos de cará cter global, son al menos atravesados, penetrados y
transformados por ellos. Asimismo, procesos globales se realizan en contextos locales
diversos y expresan su naturaleza global en una amplia y rica diversidad,
contradictoria, dialó gica, caó tica (simultá neamente generadora y destructora), donde
lo local puede hacerse y se hace global. Los problemas fundamentales de la
humanidad resultan tejidos de manera local/global y demandan entonces un
pensamiento y acció n que los tome de conjunto en su relació n; demandan la
constitució n de un “pensar global/actuar local”.
La contextualizació n de los problemas fundamentales de la humanidad es planetaria y
nos encontramos en un momento crucial de la planetarizacion de la humanidad que se
inicio con el descubrimiento y la conquista de América. El concepto de planetarizació n
denota el proceso de acercamiento efectivo en el que hacer de los seres humanos que
han vuelto a reencontrarse y comparten ahora la biosfera terrestre como medio
geográ fico en que se desenvuelve la actividad productiva, y reconstruyen en ella los
medios técnicos y tecnoló gicos, necesarios para la comunicació n, el trabajo y la
realizació n de la vida cotidiana en ese medio global comú n al que pertenecemos: la
Tierra.