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(2000) Carlos Lenkersdorf: Nosotros Otra Realidad
(2000) Carlos Lenkersdorf: Nosotros Otra Realidad
(2000) Carlos Lenkersdorf: Nosotros Otra Realidad
aorf
\itz conoce a los ladrones de Sakalja`, son ecinos pues. Ln asamblea toman
la decisin de que los dos no salgan de la carcel hasta que paguen una multa de
>5,000.00 a la comunidad de Niwan \itz.
lalta aclarar que la presencia de las carceles en las comunidades es
producto de la tradicin establecida en tiempos de la colonia. Ln los poblados
de los Pueblos de Indios la justicia se hizo presente mediante la carcel, el
cepo y los grillos al congregar a la poblacin indgena en los llamados Pueblos
de Indios la Cdula Real despachada en Valladolid el 9 de octubre de 1549
dice, ... que tambin tuiese carcel en cada pueblo para los malhechores
2
. Las
ordenanzas del oidor Cristbal de Axcoeta de 153, a su ez, dicen. L
asimismo les mando buena carcel en el dicho pueblo con cepos y grillos, de
manera que los delincuentes no se ayan de ella ...
3
Los ejidatarios de Sakalja` se enteran del incidente que inolucra a dos
comuneros de su ejido. Preocupada toda la gente se rene en asamblea para
platicar el asunto. La razn de la preocupacin es que no se trata de ninguna
manera de un asunto que les toca slo a los dos malhechores y sus amilias. Los
dos son Sakalja`eros y Sakalja` se sabe identiicado con los dos puesto que son
miembros de la comunidad. Por ello, en asamblea tiene que enocarse el
problema como asunto que toca a toda la comunidad que debe encontrar una
solucin. Despus de una larga platica de todos los comuneros se llega a ormar
un decisin consensada. La comunidad pide una cooperacin de una cantidad
determinada de cada amilia del ejido para tener los cinco mil pesos que los dos
culpables deben a Niwan \itz. Se nombra a una comisin que aya a Niwan
\itz para hablar con esa comunidad, que le pague los >5,000.00 y libere a los
dos encarcelados para traerlos a Sakalja`.
As se hace. La comisin llega al ejido ecino, se junta con los niwan
witzeros, pide disculpas por el delito de los malhechores de Sakalja`, paga la
multa y trae a los dos liberados de la carcel a su comunidad.
Al regresar la comisin la comunidad de Niwan \itz ya esta reunida. La
comisin presenta a los dos culpables delante de la asamblea ejidal. Las
autoridades les platican y les hacen er su responsabilidad de haber danado no
slo a s mismos sino a toda la comunidad, porque son miembros de la misma..
Por ello, la comunidad acepta y reconoce su responsabilidad por todos sus
miembros y tambin recogi el dinero de la multa para poder sacarlos de la
carcel. Los dos, a su ez, se han hecho deudores de su comunidad. Los dos no
2
Ver AGI, Audencia de Guatemala, legajo 402, Libro 3.
3
Ver AGI, Audiencia de Guatemala, legajo 56, oja 169.. Las ordenanzas ueron dadas en Comitan,
24 de enero de 153. A Gudrun Lenkersdor le debemos las reerencias a los documentos del AGI.
11 `o.otro., otra reaiaaa
tienen razones ni palabras tampoco comuneros que los deiendan. Reconocen
que han cometido un delito que ha danado a toda la comunidad que, a su ez,
no rehusa su responsabilidad con los comuneros. Las autoridades, pues, les
comunican la decisin de la comunidad. Los dos tienen que restituir los cinco
mil pesos por medio de una serie de trabajos determinados por la comunidad
y para el bien de la misma y, ademas, iiran igilados por los comuneros para
mostrar el cambio de actitud.
Ll acontecimiento maniiesta otro aspecto del NOSO1ROS al realizar-
se en el contexto de la justicia. Subrayamos slo tres aspectos clae del suceso.
Ln primer lugar, la comunidad se identiica con los malhechores porque
son miembros de la comunidad, del NOSO1ROS comunitario. La identiica-
cin signiica que los dos han causado un dano que atane a toda la comunidad
que, a su ez, se hace corresponsable de los actos de los suyos al pagar la multa
que libera a los dos de la carcel. Ll NOSO1ROS, pues, nos es un mero giro
del lenguaje, sino que representa una realidad que en el ejemplo entra en accin.
Ln segundo lugar, la comunidad no los mete en la carcel de nueo.
Desde la perspectia del NOSO1ROS el encarcelamiento no cambiara nada.
Ln la carcel no pueden reintegrarse en la comunidad, tampoco pagar la deuda
ni tampoco mantener a sus amiliares. Ll NOSO1ROS, pues, no enoca slo
a los delincuentes de una manera aislada, sino que los e en el contexto social
tanto comunitario cuanto amiliar.
Ln ltimo lugar esta el acuerdo de la comunidad: abrirles a los delincuentes
un camino de reintegracin en el NOSO1ROS COMUNI1ARIO.
A dierencia de la justicia de la sociedad dominante la JUS1ICIA DLL
NOSO1ROS no es punitia ni engatia. Por ello no mete a los delincuentes
en la carcel ni los mata. Lsta clase de justicia asla a los delincuentes, corta los lazos
con ellos y al meterlos en la carcel sabemos de antemano que ah dicilmente
saldran transormados. Parece que el libro de Julio Scherer, Carce e., que acaba
de publicarse muestra la ineicacia de las mismas.
La justicia de la sociedad dominante al proponerse c a. t i g ar a los
delincuentes la llamamos punitia y engatia. La JUS1ICIA DLL NOSO-
1ROS, en cambio, nos parece restitutoria al tratar de reincorporar a los
delincuentes a la comunidad, mostrarles un camino de recuperacin y manies-
tarles la solidaridad con ellos. Ll trmino de justicia restitutoria nos parece mas
idnea y explicatia que la de consuetudinaria.
Ln resumidas cuentas, la JUS1ICIA DLL NOSO1ROS no es ni
idealizada ni utpica, sino que representa relaciones sociales muy exigentes.
1odos y cada uno de la comunidad tienen que reconocerse corresponsables de
los demas miembros del conjunto social del NOSO1ROS. La gente indiidu-
Covvvi c a, ao&potica, n.s., .VII, n.2 p.11-069
12 Caro. ever.aorf
nos podra serir de punto de partida. La rase se recogi entre los tojolabales
durante los anos de 190 a 1980 en la elaboracin del diccionario tojolabal-
espanol y espanol-tojolabal. Mencionamos estos datos para eitar el malenten-
dido de que la rase-ejemplo se haya hecho recientemente y releja la tematica
o problematica que surgi a la luz del da a partir el 1 de enero de 1994. Sin
duda alguna es anterior a esta echa y tambin anterior a la undacin del
Ljrcito Zapatista de Liberacin Nacional. Lsta anterioridad, sin embargo, nos
hace er que muchos de los temas que los zapatistas metieron en la discusin
pblica, en eecto representan temas igentes entre los tojolabales desde
tiempos anteriores. Gracias a los zapatistas dichos temas comenzaron a entrar
en la conciencia nacional y mas alla de las ronteras de la nacin.
He aqu la rase cuya traduccin es algo dicil y complejo de modo tal
que paso por paso tenemos que acercarnos a ella sin perdernos en demasiados
detalles lingsticos.
(4) ja ma' ay ya'tel kujtiki mandar ay kujtik
7
.
;a va` ay ya`te es un trmino tcnico y se reiere a las avt ori aaae. de una
comunidad, de un ejido. Las palabras corresponden a o. qve tievev .v traba;o.
A menudo la rase se aclara por las palabras siguientes: ;a b`a yo; ;ovovti aevtro
ae vve.tra covvvi aaa. Ln su lugar se dice v;tii. Ls un pronombre personal que
indica origen o causa, esta en la primera persona plural, orma general. Ls decir,
se habla de nosotros en el sentido de que nosotros somos la causa o el origen
del hecho de que ellos son autoridades. 1eniendo en mente el signiicado de los
elementos de la primera parte de la rase traducimos simplemente vve . t ra.
avtoriaaae..
vavaar ay. La oz vavaar se deria, por supuesto, del erbo espanol
va v a a r. Ln tojolabal slo tiene el sentido de aar raeve.. Ln combinacin con
el erbo estatio a y, sin embargo, corresponde a recibir raeve.. Una traduccin
aproximada de la rase parcial es: . vve.tra. avtoriaaae. e. aav raeve..
v;ti, la ltima palabra de la oracin, nos indica quines son los que dan
rdenes. \a los conocemos, son los NOSO1ROS en el sentido de ser el origen
o la causa de un acontecer. Ls, pues, el NOSO1ROS que da rdenes a nuestras
autoridades o a aquellos que son autoridades gracias al NOSO1ROS. Nos
acordamos que el NOSO1ROS representa, a la ez, la comunidad.
Ll analisis de los elementos constitutios de la oracin nos capacita
proponer la siguiente ersin inal de una traduccin que, a la ez, explica al
. Gobernar, pues,
no es una actiidad apartada, sino caracterstica de aquello que se espera de
todos y cada uno. Por lo tanto, los gobernantes no son dirigentes que dicen a
los demas lo que tienen que hacer. Podemos agregar que un elemento distintio
es que el trabajo de gobernar se realiza bajo el control del NOSO1ROS
comunitario. Por todo lo dicho, los gobernantes no estan en un niel superior
a los gobernados sino todo lo contrario. 1rabajan como todos los demas y,
ademas, estan subordinados a las decisiones tomadas por parte de los
gobernados que representan el NOSO1ROS. Segn los acuerdos consensados
del NOSO1ROS de la comunidad los gobernantes-trabajadores desempenan
su cargo. Son ejecutores de dichos acuerdos.
8
Ver Gemma an der Haar y Carlos Lenkersdor 1998:31, 49.
Covvvi c a, ao&potica, n.s., .VII, n.2 p.19-061
180 Caro. ever.aorf
desarroll para ser la cancin por excelencia durante la lucha por los derechos
ciiles. Cuatro son los autores que transormaron y compusieron la cancin
Zilphia Horton, lrank Hamilton, Guy Carawan y Pete Seeger en el ano de
1960
11
.
Subrayamos la importancia del contexto en el cual el NOSO1ROS
surge en la sociedad occidental y dominante. Ls el momento de protesta, de
lucha cuando un sector de la poblacin discriminada y oprimida se leanta en
el camino de conquistar sus derechos. ,No es esta contextualizacin que, a la ez,
explica la ausencia del concepto en los diccionarios renombrados, cienticos
por no decir representatios Nos sorprende que ni siquiera los autores
socialistas aceptaron el concepto en sus obras. Nos preguntamos si no es por
el hecho de que el NOSO1ROS surge con moimientos de base, no dirigidos
por anguardias ni lites, tan importantes para el socialismo real existente.
Sea como uera, a nuestro juicio se presenta el desao de otro tema de
inestigacin que aerige dos temas, Por un lado, en qu momentos histricos
de la historia uniersal y en qu culturas surge el NOSO1ROS en cuanto
concepto y realidad, y, por otro, cual ue el signiicado del concepto y quines
lo apoyaron y quines no. Hacemos hincapi en que no se conunda el
NOSO1ROS con la relacin \O-1 que, a nuestro juicio, es slo un intento
justiicado de salir del indiidualismo sin alcanzar el NOSO1ROS.
Obseramos, inalmente, una coincidencia. Ll NOSO1ROS tojolabal
nos llama la atencin en el contexto no nostrico de la sociedad dominante.
Lntre los tojolabales seguramente tiene una historia que en mucho antecede
los tiempos de la conquista, tiempos que no exigieron protestar y leantarse
en nombre del NOSO1ROS. La documentacin lingstica de este trabajo,
a nuestro juicio, lo corrobora. Con la llegada de los espanoles y el contacto
con la cultura occidental, ajena al mundo del NOSO1ROS, comienzan las
ricciones de muchas clases. A partir de ese momento el NOSO1ROS de los
tojolabales y de otros pueblos autctonos tiene que maniestarse como
protesta, como oposicin que interpela una sociedad que no admite el
NOSO1ROS sino cuyo principio organizatio es erticalista. He aqu el
punto de contacto, de coincidencia con el moimiento por los derechos
ciiles de los negros en Lstados Unidos de los anos sesenta de este siglo. Los
negros se apropiaron de la cancin sindicalista porque relej la concepcin
de su moimiento, maniestacin del NOSO1ROS en oposicin al indiidu-
alismo y un gobierno racista, discriminatorio y opresor de la sociedad
dominante.
11
Ver Daid \allechinsky y Iring \allace 198:808s.
183 `o.otro., otra reaiaaa
Los dos ejemplos del NOSO1ROS surgen de races histricas dieren-
tes, pero hoy da en el contexto de la sociedad dominante coinciden al protestar
contra un orden social carente de la solidaridad del NOSO1ROS.
J0. Bibliografia
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Cultura Lconmica
12
.
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ol. 4, Munich, Alred Druckenmller Verlag.
12
Agregamos algunos de los diccionarios y demas libros de reerencia consultados en busca del
concepto del NOSO1ROS sin encntrarlo.
Covvvi c a, ao&potica, n.s., .VII, n.2 p.183-05