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Crónica Rugby Femenino. El Hallazgo de La Manada

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Rugby femenino: El hallazgo de la manada, la dicha de la pertenencia.

() mis experiencias personales, que a la vez fueron compartidas con otras jugadoras de rugby, han contribuido de forma especial a desarrollar mi feminidad, una feminidad que, por supuesto, escapa a las definiciones dicotmicas de gnero. Si socialmente el rugby es visto como un deporte masculino, personalmente el rugby me ha ayudado a no negar mi cuerpo femenino y a apreciar el partir de mi cuando me relaciono con otras jugadoras. Monserrat Martn Horcajo Contribucin del feminismo de la diferencia sexual a los anlisis de gnero en el deporte. El Hallazgo. Yo pens que la vida era solo color de rosa hasta que llegu al rugby. Luego de un primer entreno en la cancha 3 del reconocido Centro Deportivo Universitario CDU- de la Universidad del Valle me di cuenta que poda ser rojo pasin, adems del verde que te quiero verde que llevo en la sangre. El deporte ha sido una constante familiar. Mi padre, Nstor Rafael Sandoval Villa, segunda generacin de campesinos migrantes de Soledad, Atlntico, se encarg de zambullirme en aquella corriente de amor por el deporte. Como algunas de las compaeras del Club Mratas, (equipo de rugby femenino maravilla en el que juego hace dos aos), llegu al rugby por otra mujer, una colega de profesin que peg en la facultad donde estudi, la publicidad de un pequeo cartel que contena las imgenes de diferentes dibujos animados femeninos y que deca: No importa si eres grande o bajita, si eres delgada o acuerpada, no importa tu ocupacin y mucho menos tu edad. El rugby es un deporte para todas. Me atrevera a decir que prcticamente por ese lema y por las imgenes de la Nana del Conde Ptula, Robotina de los Supersnicos, Mafalda de Quinno, Angelica de Aventuras en Paales y Marge Simpson llegu al rugby. Recuerdo como si hubiera sido ayer cuando jugu mi primer partido. Por mltiples ocupaciones slo pude jugar un partido de verdad, hasta un ao despus de haber comenzado a entrenar, y de leer y llenarme de puro rugby hasta el ltimo poro de mi cuerpo. Fue en un torneo realizado en la ciudad de Pereira en 2011. Entr a la cancha 1

con todos los temores de quien se enfrenta por primera vez en una competencia deportiva, temblaba cada parte de mi cuerpo, y mi mente se encontraba obnubilada de tanta adrenalina. Jugbamos Sevens, una de las modalidades del rugby donde se enfrentan por 14 minutos, dos equipos de 7 jugadoras cada uno. Es exigente, todas las jugadas son rpidas, hay que ser fuertes y agiles, y el apoyo del equipo es fundamental. Cualquier cosa puede suceder en el momento menos inesperado. Justo cuando jugaba mi segundo partido en aquel torneo, sufr una lesin en la rodilla izquierda luego de un tackle sorpresivo por la espalda que me dej por fuera de la competencia. No pude continuar en la fiesta del rugby femenino, pero este partido le dej a mi equipo la medalla de bronce, un tercer tiempo1 de mucha cerveza y msica para bailar, y a mi, un jugador de rugby que me declar su amor. La Historia El rugby femenino en Cali lleva ms de diez aos resonando en diferentes canchas de la ciudad. En 2011, uno de los primeros equipos, las Mratas, cumpli 8 aos de fundacin. Actualmente existen tambin otros equipos como las Buziracas, Amapolas, Valquirias y Pandoras. Aunque la explosin del rugby femenino es reciente, ste ha tomado la fuerza suficiente para hacerse visible y generar varias reflexiones al respecto. Una de ellas, est atravesada por el ser mujer y practicar un deporte, que para el imaginario comn de la villa calea, es violento y agresivo y pone en cuestin la identidad femenina de quienes lo practicamos. Las primeras mujeres en jugar rugby lo hacan a escondidas. Colegios ingleses ofrecan el deporte solo en su modalidad masculina y las mujeres empezaran tiempo despus a jugarlo en las universidades.2 Para Montserrat Martn, es interesante pensar cmo estas mujeres ingresaron al rugby por motivos ligados a un periodo de intensas reivindicaciones polticas y sociales impulsadas en las universidades europeas a principios de los aos 70 por movimientos radicales a favor de los derechos humanos y la igualdad para las mujeres. En abril de 1995 se juega en Colombia el primer partido de rugby femenino. En la idea de ensayar una lnea reivindicativa, la prctica del rugby femenino se nos antoja como un espacio para reflexionar acerca de la feminidad y las transformaciones del cuerpo femenino que atraviesan la prctica de este deporte. Como un eco de las voces de quienes jugamos rugby, retomo las interpretaciones de mis compaeras, en la idea de explorar algunos de sus pensamientos y de las sensaciones que atraviesan la experiencia de estar en la cancha:
Cuando la pelota sale disparada por la patada a mitad de cancha lo primero que siento es una explosin de adrenalina, luego slo me concentro en obtenerla, si lo logro slo pienso en avanzar cuanto sea posible,
El tercer tiempo es una fiesta entre rugbiers que se realiza al finalizar el torneo y en donde todos lo equipos toman cerveza para celebrar independientemente de quien fue el equipo campen. 2 Martn, Montserrat (1998), Los orgenes del rugby femenino en Inglaterra. Apunts Educacin Fsica y Deportes, (66) pp. 82-85. (jugadora de rugby, Licenciada en Educacin Fsica. INEFC Barcelona, Licenciada en Sociologa. UAB.)

los latidos de mi corazn van en aumento cada vez ms, mi temperatura corporal sube en cuestin de poco tiempo, siento la sangre concentrada en mi cabeza, si me caigo, me golpeo, no lo siento, pues slo estoy pensando en que mi equipo no pierda la posesin de la pelota; luego viene la oportunidad de anotar, me siento intackleable, mi mente me repite desesperada: CORRE! CORRE! CORRE!, mis odos slo escuchan la respiracin entrecortada, no hay tiempo de mirar hacia atrs, as que prefiero pensar que por lo menos hay dos compaeras que me apoyan, una indeseada mano roza mi espalda y siento que me desgarra el alma, mi corazn deja de latir por un segundo y sin saber cmo aumento la velocidad, ahora soy inalcanzable, cruzo la lnea in goal y anotovuelvo a respirar, a escuchar, a ver, a vivir. Annie Rodrguez.

Cuerpos que importan Cuando jugamos rugby, contenemos una serie de emociones y pensamientos que solo podra entender quien se entrega a un partido de Sevens o alguna otra modalidad. No interesa universalizar aquello que significa el rugby para nosotras, no obstante, las rugbiers transformamos nuestras vidas en medio de los entrenos, en medio de la cancha, los partidos, los triunfos, las derrotas y el tercer tiempo. Varias de mis compaeras relatan que juegan rugby principalmente porque es un deporte que no excluye por el fsico. Tal como explicaba el lema de la publicidad por la que varias ingresamos a las Mratas, en el rugby todos los cuerpos importan. Cada una es parte integrante de la totalidad que conforma el equipo y la variedad de cuerpos se vuelve un asunto de vida o muerte. Son necesarios cuerpos femeninos voluptuosos en la delantera, cuerpos talla media en el centro y cuerpos pequeos y giles en la lnea. As conozco a mi equipo, as siento la confianza para jugar, para correr, para entrar al apoyo y para anotar. Con este tackle a las exclusiones deportivas que seleccionan los cuerpos que importan y los que no, nosotras ingresamos con la certeza de integrarnos a un engranaje colectivo que necesita de cada una de sus figuras para lograr su cometido: los trys. Pues bien, a esto se suman valores que se relacionan con la libertad, la colectividad y la confianza. Una vez en una reunin de integracin de las Mratas, hicimos autoconciencia sobre el rugby. All varias compaeras comentaron que era el nico espacio donde compartan con otras mujeres, donde tenan amigas, y que esto suceda gracias al equipo y a la forma en que se juega. La dinmica interna del rugby, obliga por si mismo a que se genere una comn-unidad al momento de practicarlo y crear estrategias de juego. El hecho de tener que hacer pases del baln diagonales hacia atrs, apoyar constantemente y cuidar el baln a toda costa genera un trabajo en equipo coordinado, que propone el re-conocimiento de la compaera de equipo y motiva la confianza total. Sucede que siempre alguien estar all para vos en caso de un tackle, de un ruck, una maul o luego de un scrum para protegerte y recibir el baln 3 . Adems, como deca una vez la entrenadora de Mratas, Carolina Lpez, hay que jugar a lo que la compaera juegue. No hay tiempo para regaos, correcciones ni desaprobaciones. De modo que el rugby
Ruck y maul: son formaciones espontneas que surgen en determinado momento del juego para disputar el baln. Scrum: es una formacin generada por una falta en medio del juego para disputar el baln.

femenino lleva a disfrutar el estar entre mujeres, a creer y confiar en las compaeras, y lo ms importante, es que al conocer y comprender las formas en las que cada una juega se evidencian relaciones que crean conocimiento femenino y respetan genealogas individuales. Monserrat Martin afirma que las relaciones entre mujeres en el mundo del rugby son clave para dar sentido y valor propio a las experiencias que las jugadoras vivimos dentro y fuera del campo de rugby.4 De esta manera sera posible que la normatividad sobre los cuerpos, sus formas de relacionarse con el mismo y con otras mujeres en medio del deporte puedan impactar sus vidas cotidianas, alcanzando a transformar la identidad femenina y las formas de ser mujer que solemos actuar en la vida diaria. Dos compaeras Mratas comentan un par de rasgos de las ideologas de gnero emergentes en la prctica del rugby:
En mi opinin muchas mujeres deberan salir de esa burbujita en la que debes comportarte de cierta manera para encajar y que los dems piensen que tu comportamiento es aceptable y perteneces. Adems el rugby es un deporte que requiere de ciertas habilidades que en el desarrollo de tu vida personal y profesional son aplicables y te ayudan a buscar y encontrar soluciones prcticas." Julie Pauline Mina. Pues somos diferentes porque rompemos las convenciones discriminatorias contra el gnero, porque no aceptamos la feminidad y la mujer convencional que los hombres desean: dbil, delgada y sometida, porque somos mujeres verdaderas de carne y hueso, con sentimientos contrarios a los que debemos sentir, con pensamientos e ideas que pueden cambiar el mundo, y con mucho valor para obtener un baln y mucha otras cosas ms. Ifalia Argrios.

El rugby femenino propone una resistencia al ideal de cuerpo femenino y de feminidad exigida a las mujeres. Esto es comprobable en la medida en que las rugbiers superan la dicotoma de gnero imperante en la sociedad actual, con fluidez y multiplicidad en la cancha de juego. Varias mujeres que juegan rugby suelen contar que no se sienten machonas ni hombres cuando expresan la pasin en un partido. La agresin se reemplaza por pasin y respeto. Sabemos que cuando entramos a una cancha debemos jugar con seguridad, pensando primero en cuidarnos nosotras mismas y respetando al mximo el cuerpo de la rival, quien amablemente ha prestado su cuerpo, como dira una amiga Buziraca, para que puedas competir y divertirte. En definitiva, las mujeres que jugamos rugby identificamos un cuerpo sexuado en femenino diverso y variable. Un cuerpo en formacin que est sujeto a cambios, permanencias, irreverencias y libertad. Creo que todas sentimos el hallazgo de una comunidad de mujeres que nos recibe con agrado y por ende, se ocasiona la dicha de la pertenencia a una prctica deportiva que va creciendo y re-definindose cada vez que mujeres distintas ingresan a los equipos o crean otros para incrementar la competencia y
Martin, Monserrat (2006) Contribucin del feminismo de la diferencia sexual a los anlisis de gnero en el deporte. Revista Internacional de Sociologa, Vol. LXIV, No 44, Mayo agosto, pp. 111-131. P. 126.

enriquecer la familia del rugby caleo. De modo que frente a las emociones fuertes generadas por este deporte tan controversial, cerramos junto con Annie Rodrguez, quien nos transmite la sensacin profunda que subyace mantenerse en el rugby femenino, pese a las vicisitudes:
El partido ya se va terminar al final, mi da termin con unos cuantos silbidos y aplausos por parte de los espectadores al verme salir aferrada a la espalda de mi padre con un fuerte dolor en el tobillo (lo que termin siendo un esguince grado 2) pero con la frente en alto; sobre todo an recuerdo a alguna de las chicas preguntndome: Anny vas a volver? A lo que le respond: S! Annie Rodrguez.

Girlandrey Sandoval Acosta. Es mujer y le encanta. Juega de Centro con delirio de Pilar en el Club Mratas Rugby Femenino. Es Historiadora Feminista y cree en el amor a primera vista. Vive a un helado de man casero de la autopista suroriental, en el barrio El Troncal; aunque piensa que debi nacer en Asturias del 36, en el Estado Espaol. Trabaja en La Morada Feminista, revista auto-gestionada de reciente publicacin. Malgeniada.

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