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CONSIDERACIONES SOBRE EL MARXISMO OCCIDENTAL por

Libro del historiador marxista perry anderson Anderson-Consideraciones_Sobre_El_Marxismo_Occidental

Traducción de NÉSTOR MíGUEZ CONSIDERACIONES SOBRE EL MARXISMO OCCIDENTAL por PERRY ANDERSON )l(l siglo veintiuno editores MEXICO FSPANA ARGENTINA COLOMBIA INDICE siglo veintiuno editores, sa de cv CEAFIO DEL AGUA 248. DEI.EGACION OOYON;Ñ4, 04310 lÉXICO, D.F. siglo veintiuno de españa editores, sa CIPI.AlA 5. セ@ 33. EIPAAA siglo veintiuno argentina editores, sa siglo veintiuno de -colombia, ltda AY. 3L 17·73 PIIIMEII PIS(), 110001'.\ D.E. セ@ PROLOGO 1. LA TRADICION CLASICA 35 3. CAMBIOS FORMALES 64 4. INNOVACION ES TEMA TICAS portada de anhelo hernóndez primera edición en español, 1979 @siglo xxi de españa editores, s.a. séptima edición en español, 1987 e siglo xxi editores, s.a. de c.v. ISBN 968-23-1105-5 . primera edición en inglés, 1976 ©new left books, ltd., Iondres título original: consideration s on western marxism derechos reservados conforme a la ley impreso y hecho en méxico/print ed and made in mexico 7 2. EL ADVENIMIEN TO DEL MARXISMO OCCIDENTAL 94 S. CONTRASTE S Y CONCLUSION ES 118 EPILOGO 132 INDICE DE NOMBRES 149 PROLOGO la ocaSon neces arias unas pocas palab ras para expli car ipios princ a sión y el carác ter de este breve texto . Escri to ción de de 1974, prete ndía ser una intro ducci ón a una colec ntes del ensay os de vario s autor es sobre los teóric os recie edito rial marx ismo europ eo. Por circu nstan cias fortu itas, la de exisdejó ogía antol esta gado encar educa tiva que había al privó cto proye del ción anula tir un mes más tarde . La expli·· cias nstan circu Estas al. origin texto de su propó sito prese ncan algun as de las anom alías del traba jo que aquí efecto , En ente. ariam neces tamo s, aunq ue no las excus an ales gener s enada coord el ensay o aquí publi cado trata de las coctual intele ión tradic del «mar xismo occid ental» como ación evalu una o mún; no conti ene un análi sis espec ífico partic ulacomp arativ a de ningu no de los sistem as .teóricos de los res a que hace réfere ncia. Esta iba a ser la tarea n ser debía estud ios cuyo preám bulo iba a const ituir. Estos las escueuna serie de expos icion es crític as de cada una de Luká cs las o teóric os princ ipale s de esta tradic ión, desde Marhasta Gram sci, desde Sartr e hasta Althu sser, desde las en ado centr , texto nte prese El . cuse hasta Della Volpe en rolló desar se que ismo marx estru ctura s forma les del ne abstie se re, Octub de Occid ente despu és de la revol ución cualio os mérit los de form ular juicio s susta ntivo s sobre En realidades relati vos de sus princ ipale s repre senta ntes. es o alent equiv dad, por supue sto, éstos no han sido todos ismo marx idént icos. Un balan ce histó rico de la unida d del es discri acion estim de idad neces la ye occid ental no exclu denmina torias sobre la diver sidad de los logro s alcan zados aquí, uar efect de sible tro de él. El debat e sobre ellos, impo es esenc ial y fructí fero para la izqui erda. 2 Perry Ande rson Si, más allá del mom ento parti cular de su redac ción, este texto fue inspi rado por preoc upaci ones más perdu rables, lo cual perm ite su publi cació n actua l, ello se debió a que reflej ó cierto s probl emas halla dos en el curso de la labor realiz ada en una publi cació n socia lista, la New Left Review, a lo largo de años. En un ensay o escrit o a fines del decen io de 1960-1970 para esta revist a, h,abía tratad o de delim itar y anali zar una parti cular confi gurac ión de la cultura nacio nal surgi da en Ingla terra desde la prim era guerr a mund ial 1• Uno de sus tema s princ ipale s era que la cultu ra ingle sa había carec ido esenc ialme nte de toda tradic ión de «mar xismo occidental>> en esta época , ausen cia regist ra'da en una persp ectiv a inequ ívoca ment e negat iva. Much a de la labor de la New Left Revie w en este perío do estuy o dedicada al inten to consc iente 、セ@ reme diar de algún modo esta defici encia , publi cando y discu tiend o, a menu do por primera vez en Gran Breta ña, la obra de los más desta cados teóric os de Alem ania, Franc ia e Italia . Este progr ama, seguido metó dicam ente, estab a llega ndo a su fin a princ ipios de la décad a de 1970-1980. Lógic amen te, se neces itaba un balan ce final del legad o que la revis ta había tratad o de dejar en una form a.org aniza da. En esta persp ectiv a se desarrol laron por prim era vez los temas aquí consi derad os. Así, este ensay o sobre una tradic ión «cont inent al» europ ea es en parte una conti nuaci ón de la expos ición anter ior sobre el caso «insu lar» de Ingla terra. Fue el produ cto de una conci encia cada vez mayo r de que la heren cia de la cual había carec ido Gran Breta ña, en detrim ento suyo, faltab a tamb ién en algun as de las carac teríst icas clásic as del materialis mo histór ico. Una conse cuenc ia tácita de esto fue una mayo r equid ad de juicio al evalu ar las varia cione s nacio nales y el destin o intern acion al del marx ismo en esta época . Retom ando uno de los punto s centr ales de interé s de la revist a, el texto fue discu tido y critic ado por coleg as de la New Left Revie w desde una gran varie dad de punto s de 1 cComp onents of the nation al culture •, New Left Review , 50 julio· agosto de 1968 (La cultura represiva: elemen tos de la cultura nacional britdnica, Barcel ona, Anagra ma, 1977). Alguna s partes de este escrito hoy serían someti das a modifi cacion es. Prólo go 3 . ra la «anto logía » vista, poco despue,s de que se aban dona . l 1 1 había sido escrit o. Al revis ar e texto para su ー。セN@ a セ。@ he tratad o de toma r en cuent a esas reflex iones pu Liセ。」キ[Nュ「ゥ←ョ@ lo he modi ficad o allí dond e era posib le y c:lticasl. argum entac ión y dar refere ncias de desar rollos meJo rar a "d d'f • 2 I Ica.do poste nores . El docu ment o subsi stentfe ha SI · ot mo ' seca Sm en la medi da en que lo perm ite su arma m rm . emba rgo desde su redac ción inicia l, me parec e que 。ャァオ、ョッセ@ ' de los punto s subra yado s p 1antea n problema s que no a milució n fácil dentr o del texto . Estas duda s no son ten una so ·, del prese nte ensuper ables medi ante ningu na ree 1a b ッイ。」キセ@ Por lo tanto son remit idas a un epilo go que expon e セ@ cuest iones a' las que no se ha dado イ・ウーオエセL@ para servi r a una inves tigaci ón sobre el futur o del mate nahs mo histó rico. 2 Las notas entre corche tes son las que se refiere n a textos o suceso s poster iores a este ensavo . Una acertada teoría revolucionaria sólo se forma de manera definitiva en estrecha conexión con la experiencia práctica de un movimiento verdaderamente de masas y verdaderamente revolucionario. LEN IN Pido al vulgo, y a aquellos que tienen pasiones similares a las del vulgo, que no lean mi libro, antes preferiría que lo ignorasen completamente a que lo interpretaran según su costumbre. SPINOZA l. LA TRADICION CLASICA mar xism o desd e su Aún está por escr ibirs e la histo ria del . Su desa rroll o, aunnaci mien to hace poco más de un siglo plej o y mov ido. Las com sido ha que rela tiva men te brev e, mor fosi s y tran scaus as y las form as de sus suce siva s meta en· gran med ida. El fere ncia s se hall an toda vía sin expl orar que aquí expo ndre tem a limi tado de las cons ider acio nes expr esió n que en sí mos será el «ma rxis mo occi dent al», po prec iso. El obmism a no indi ca ning ún espa cio o tiem situ ar histó ricam enjetiv o de este brev e ensa yo, pues , será lar las coor dena das te cier;to cuer po de obra teór ica y seña otra s pala bras , que estru ctur ales que defi nen su unid ad; en y opos icion es inter la cons tituy en, pese a las dive rgen cias ún. Esto requ iere nas, com o una trad ició n inte lectu al com evol ució n del mar cier tas refe renc ias inici ales a la ante rior alud idos , pues icos xism o, ante s de la apar ició n de los teór la nove dad espe cífisólo de este mod o podr emo s disc erni r Desd e lueg o, una exca del mod elo que ellos repr esen tan. ante rior del mate riaposi ción adec uada de toda la histo ria muc ho más exte nlism o histó rico exig iría un trata mie nto obst ante , un esbo zo so del que pode mos ofre cer aquí . No ará a ver con más retro spec tivo , inclu so resu mid o, nos ayud clar idad los cam bios post erio res. rico , Mar x y EnLos fund ador es del mate riali smo histó r a las guer ras erio post da déca gels, naci eron en la prim era ado de Tréabog un de hijo era napo león icas . Mar x (1818-83) en; amBarm de te ican fabr un veris ; Eng els (1820-95), de ntes de prós pera s bos eran rena nos de orig en, prov enie avan zada s y occifami lias burg uesa s, de las regi ones más dete nern os aquí en dent ales de Alem ania . No nece sitam os s. Es bien sabi do su vida y su obra , reco rdad as por todo 10 UNIVERSIDAD DE BELGRl"NO., Perry Ande rson . . h b desig ual y med iata: raram ente cidencia diCOin una o u . . I La recta entre amb as ión obje ulac artic la d de tiva entr e «clas e» ·y «」セッュ_@ Ienci a»eJida , d ( , en este peno o aun prác ticam ente sin estu diar) se refl . , eJo: a su vez, en la natu ralez a y el desti no de los mism efect o, los escrditos 、セ@ Marx . En límit es del mov imie nto oobsrero . . a epoc la e . . . pusi eron Ciert as 1Imita ciOn es a la obra de Marx . , dy Engetls. t Esto pued e verse en dos plan os·. en la rece pcw n e sus . ex セウ@ Y en su alean ce. La mflu enci a teóri ca d M senti do estri cto, fue relat ivam ente limi tada dur: nte a;x, セョ@ . u VIda. La may or part e de sus escri tos, al men os las t :; de ellos , estaban inéd itos cuan do mu . , res !cua rtas parte publ icad o estaa habí que no, Y ᄋセ@ ba disp erso al azar en una I sene de p , y engu as, sin 。ゥウ・セ@ pode r disp oner se del conj unt d en ning uno ・ウセョエッ@ de ellos 2. Iba a tran scur rir o e ・ウッセ@ s de que ante siglo med w el públ ico pudi era cono ce セエッ@ ipale s, y princ s obra セL@ o 。セ@ sus 'b la histo ria de su publ i'ca cwn f post uma . 't d es post e · I a da 1orm ar. una tram a .cent ral en las vJ· CISI u . nore s e marx ismo d El regis tro de las publ ' . . Icac wnes e1 Ma rx d uran te su VIda . es un mdic ador de las b arrer as a a d ·f · , d e su pens a. I uswn mien to entre la clase a I Pero , recí、ゥセァッN@ proc ame nte, la ゥョ・クーイZセオウエ。「@ la époc a de ado prol etan · -aú n a mita d d y la :fám:al ・セ@ talle r artes セエイ@ care nte en eァセZi、@ 「セゥ」。L@ sinión mzac orga dical y sin espe ranz as d I a Ir:c uso de en ning una セ@ セッ、・イ@ part e de Eur opa - B」ゥイZョセッiウQ@ rnos del exte s Imite sd F M de mism o pens amie nto , Marx ente ntalm un ame dejó una teorí a econ ómic arx. mod o del ra_da elabo y capi talis ta de prod ucci ón a cohe rente no pero tal, capz セョ@ El dejó una teorí a polít ica ᄋウZイ・セエ。@ del s ctura estru las e Ja?te Esta do burg ués 0 de 1a estra tegia y la t' t'Ica d e 1a luch a . ac . naria lucio socia lista revo do. o_brero para derro cario . A lo sum o dejó u por un parti nas poca s prev isiOn es crípt icas en vid . 2 Entre las obras inédit as en de Marx se conta ban: Critic a de la fzloso fía del Estad o de Hegel QXTセ@ ;:an_uscrz to;' econó mico- filosó ficos : ((!84S/ ach euerb (1844); _Tesis sobre F a zdeologza alema na (1846). los , b Teoría (;rund rzsse (!857-58). m libros u r;;us @ セ del ーZッ[。セ@ 1valia (1862-63); de El capita l; cイ■エゥセ。@ e ot za (1875), y Notas sobre Wag. ner (!880). y La tradición clásica BH3LIOTECJ.iA 11 lacón icos en el el dece nio de 1840-1850 y algu nos princ ipios , adem ás de o>>) de 1870-1880 (<da dicta dura del proletariad Impe rio. ndo Segu sus famo sos anál isis coyu ntura les del de prisa más ir A este resp ecto , la obra de Marx no pudo de su des alida mod en la inve nció n de los instr ume ntos y las s. masa las de real rico auto ema ncip ació n que el ritm o histó sus para a obvi Al mism o tiem po, y ésta era una lagu na más expo sició n genecont emp orán eos, Marx nunc a elab oró una fue la tare a que ral exte nsa del mate riali smo histó rico. Esta -1880 y dura nte asum ió Enge ls a fines de la déca da de 1870 obra s que le sila de 1880-1890, con el Anti- Dühr ing y las as orga nizac ioguie ron, en resp uest a al surg imie nto de nuev doja final de para nes obre ras en el Cont inen te. Porq ue la y Enge ls Marx de ca la relac ión histó rica entre la obra teóri form a la en e y las luch as prác ticas del prol etari ado resid ellos de uno Ning cara cterí stica de su inter naci onal ismo . . 1848 de ués desp echó raíce s en un part ido polít ico naci onal gran en ieron anec Esta blec idos en Ingl aterr a, dond e perm y polít ico local , med ida al marg en del esce nario cultu ral er a Alem ania en amb os deci diero n cons cien teme nte no volv podi do hace rlo. el dece nio de 1860-1870, cuan do hubi eran ión direc ta en la Aun que se abst uvie ron de toda inter venc de la clase obre cons trucc ión de orga niza cion es naci onal es acon sejar on y ra en los princ ipale s paíse s indu stria les, Euro pa y Nort eguia ron a milit ante s y dirig ente s de toda erzo de Mos cú a amér ica. Su corr espo nden cia iba sin esfu debi lidad e inma Chic ago y de Nápo les a Oslo . La mism a les perm itió reaa époc la de dure z del mov imie nto obre ro más puro que el ismo onal lizar , a ciert o prec io, un inter naci su desa rroll o. de ente sigui que iba a ser posi ble en la fase y Enge ls El grup o de teóri cos que suce diero n a Marx form aba Esta eño. pequ aún en la gene ració n sigu iente era riamate al ron llega oría, may su do por hom bres que, en su de o tardí ente ivam relat lism o histó rico en un mom ento este de s ipale princ as figur desa rroll o pers onal . Las cuat ro Meh ring (nac ido perío do fuero n Labr iola (nac ido en 1843), nov (nac ido en Plejá y ) 1854 en en 1846), Kau tsky (nac ido 12 Perr y iinde rson 1856) 3 • Todo s ellos prov enía n de las regio nes orien tales o meri dion ales más atras adas de Euro pa. Meh ring era hijo de un junk er de Pom eran ia; Plejá nov, de un terra tenie nte de Tam bov; Labr iola, de un terra tenie nte de Carn pani a, y Kaut sky, de un pint or de Bohe mia. Desp ués de una déca da de activ idad clan desti na com o naro dnik , Plejá nov se convirti ó al marx ismo en el exilio, en Suiz a, en el dece nio de 1880-1890; Labr iola era en Rom a un cono cido filós ofo hegelia no que se pasó al marx ismo en 1890 ; Meh ring habí a tenid o una carr era más larga com o dem ócra ta liber al y publ icist a en Prus ia, ante s de inco rpor arse al Part ido Sociald emó crata Alem án (SPD) en 1891; sólo Kau tsky no tenía un pasa do prem arxis ta, pues habí a ingre sado en el movímien to obre ro com o perio dista socia lista a sus vein tipoc os años . Ning uno de estos intel ectu ales iba a dese mpe ñar un pape l cent ral en la direc ción de los parti dos naci onal es de sus paíse s, pero estuv ieron todo s íntim ame nte vinc ulad os a su vida polít ica e ideo lógic a y ocup aron carg os ofici ales en ellos, con exce pció n de Labr iola, quie n fue ajen o a la fund ació n del Part ido Soci alist a Itali ano 4 • Plejá nov, después de cont ribu ir a fund ar el Grup o para la Ema ncip ació n del Trab ajo, fue miem bro del equi po edito rial de Iskra y del Com ité Cent ral del Part ido Obre ro Soci alde móc rata de Rusi a elegi do en el II Cong reso. Kau tsky fue direc tor de Die Neue Zeit, que se conv irtió en el prin cipa l órga no teórico del SPD, y reda ctó el prog rama ofici al del par.t ido en el Cong reso de Erfu rt. Meh ring fue un desta cado cola bora dor de Die Neue Zeit, y Labr iola, de su equi vale nte franc és, Le Deve nir Social. Los cuat ro hom bres man tuvie ron una corresp onde ncia pers onal con Enge ls, quie n tuvo una influ encia form ativa sobr e ellos. De hech o, pued e vers e la dirección prin cipa l de su labo r com o una cont inua ción del pe· 3 Berns tein (1850-1932), intele ctualm ente una figura secun daria, perten eció a la mism a gener ación . Morri s (1834-9 6), de este grupo , tuvo much a mayo r impor tancia de más edad que todos los , pero, injust amen te, no tuvo much a influe ncia en su propi o país y era desco nocid o fuera de él 1 4 Labri ola había urgid o a Turat i la creac ión de un partid o social ista en Italia , según el mode lo alemá n, pero a últim o mome nto decid ió no partic ipar en el congr eso de funda ción del PSI, celeb rado en Génov a en 1892, a causa de sus reserv as con respe cto a su clarid ad ideoló gica. La tradición clásica 13 . ras, se ocup aron : d,e riodo fma1 de Enge ls. Er: otr ast. p alab el mate riali smo htsto ma zzar difer ente s man ;ras, de szste 1 del hom bre y la natu ralez a, capa z rico com o teon a 、ァセョイN@ burg uesa s rival es y brin dar al de reem plaz ar a tsctp ュセL@ lia cohe rente del mun mov imie nto .obre ro una vャセ£・ョエ@ por sus milit ante s. do que pudi era se_r capt a abía suce dido con Enge ls, a una Esta tarea les llevo, 」ッュセ@ .. 'pios filos ófico s gene radobl e activ idad : elab orar os ーイセ」ャ@ de la histo ria y extenles del ュ。イクゥウセッ@ . com o 」セZ・ョ@ sido abor dado s direcder éste a dom mws que . d los títul os de algu nos tame nte por Marx .. La. ウ・ュjセᄋ。@ :us preo cupa cion es cade sus escri tos ーョ」ゥセ。ャウ@ m hlistórico (Meh ring) , Ensa yos mun es: Sobr e el セ。エ・ョィウ[@ de la histo ria (Lab riola ), sobr e la conc epcw n ュ。エ・ョセL@ mon ista de la histo ria (PleEZ desa rroll o de ャセ@ L」ッョ・ーセウエ。@ de laJzi stori a (Kau tsky ) 5 • jáno v), La 」_ョ・ーオセ@ セエ・@ y Plejá nov escri biero n ensa yos Al mism o tiem po, e ョセ@ le •enda de Less ing y El arte y sobr e ャゥエ・イ。セオ@ y. arte (L K ltsk reali zó un estu dio de la la vida socw l), セi・ョエイ。@ l a Gウエゥセョュッ@ ), tema s todo s que relig ión (Los ongeneds be en ente en sus últim os años 6. , dea 0 reve m · Enge ls h ab la , son fue el de com pleta r, mas El senti do gene ral de estas. obJa s Marx El com ienz o de la que desa rroll ar, la here ncia e 'to.s de Marx y del es. ., man uscn pubh cacw n eru d 1· t a de los 'd 1 'nten ción de recu pera r. , f' d a I . tudio bwg ra lCO e su VI a ' 1'con d d por prim era vez para e1 los y ーオ「ャゥ」。イッセ@ セョ@ su エセゥョ。@ es de esta gene ració n. Enmov imie nto socia lista , ta . do y terce ro de El gels habí a publ icad o ャッセN@ l:bro s [Zセウ@ sobr e la plusv alía; capit al; k。オエウォセ@ lueg o e セ。Zイ￳@ en la publ icaci ón de Qセ@ Meh ring ーッウエ・セキイュョ@ l. 1 final de su vida escn Corr espo nden cw Marx-,En.ge s, y at de Marx 7. La siste mabió la prim era biog raha Impo rtan e -. ublica en 1893; el de Pleiá? ov, en QXYUセ@ s El ensay o de Mehn ng fue P d ddo Kauts ky much o mas vasto , fu el de Labri ola en QセYVN@ El trata o e ' . セオ「ャゥ」。、ッ@ muy posten ormen _te, en QY[セエゥカ。ュ・ョL@ en 1893 (Meh nng), 1908 6 Estos textos fuero n Mセウ」ョエッL@ resp (Kaut sky) y 1912-13 (PleJa ?ov). 'ó 1885 y el libro III en 1896; Teo1 El libro II de Ef 」。ーャヲ﾿ッセMイA@ @ L 。 ゥ ョ 、 ッ ー ウ ・ イ セ 」 en 1913; Karl Marx, rías sobre la plusva lza, en , de Mehr ing, en 1918. La tradtción clásica 14 Perry Anderson tización y recapitulación de una herencia aún muy reciente y cercana a ellos fueron las metas predominantes de estos sucesores. Pero mientras tanto estaba cambiando todo el clima internacional del capitalismo mundial. En los últimos años del siglo xrx se produjo un pronunciado auge económico en los principales países industriales a medida que el proceso de monopolización se afirmaba en el interior y la expansión imperialista se aceleraba en el exterior, dando comienzo a una tensa época de impetuosas innovaciones tecnológicas, tasas de beneficios en ascenso, creciente acu· mulación de capital y una rivalidad militar cada vez mayor entre las grandes potencias. Estas condiciones objetivas eran muy diferentes de la fase relativamente tranquila de desarrollo capitalista durante el largo receso que hubo de 1874 a 1894, después de la derrota de la Comuna y antes del primer estallido de conflictos interimperialistas en la guerra anglo-bóer y la hispano-norteame ricana (pronto seguidas por la guerra ruso-japonesa). Los herederos inmediatos de Marx y Engels se habían formado en un período de relativa calma. La generación siguiente de marxistas llegó a la madurez en un ambiente mucho más turbulento, cuando el capitalismo europeo comenzó la carrera hacia la tempestad de la primera guerra mundial. Los teóricos de esta generación eran mucho más numerosos que sus predecesores, y confirmaban aún más dramáticamente un cambio que ya había comenzado a percibirse en el período anterior: el desplazamiento de todo el eje geográfico de la cultura marxista hacia la Europa oriental y central. Las figuras dominantes de la nueva generación provenían, sin excepción, de regiones situadas al es.te de Berlín. Lenin era hijo de un funcionario de Astrakán; Luxemburgo, hija de un comerciante en madera de Galitzia; Trotski, hijo de un granjero de Ucrania; Hilferding, de un agente de seguros, y Bauer, de un fabricante de tejidos de Austria. Todos ellos escribieron obras de importancia antes de la primera guerra mundial. Bujarin, hijo de un maestro de Moscú, y Preobrazhenski, cuyo padre era un sacerdote de Orel, se distinguieron luego, pero pueden ser considerados como d . formación La datación productos posteriores e 1a misma 'ae Qセ@ teoría mary distribución geográfica del 、・ウセイッ[@ tabulada de la sixista hasta este punto, pues, pue e guiente manera: Marx ...... ······ Engels ....... .. 1818-1883 Tréveris (Renania) 1820-1895 Barmen (Westfalia) 1843-1904 Cassino ( Campania) Labriola .. . 1846-1919 Schlawe (Pomerania) Mehring .. . 1854-1938 Praga (Bohemia) Kautsky .. . Tambov (Rusia central) Plejánov ........... . 1856-1918 Lenin .......... .. Luxemburgo · · · Hilferding 1870-1923 Simbirsk (Valga) 1871-1919 Zamosc (Galitzia) 1877-1941 Viena Trotski ... Bauer ... ··· Preobrazhenski Bujarin ........ . 1879-1940 1881-1938 1886-1937 1888-1938 Jersón (Ucrania) Viena Orel (Rusia central) Moscú . . bros de la generación más Prácticamente todos losdmlem - r un papel destacado , . 'b n a esempena joven de エ・セャ」ッウ@ 1 a ctivos partidos nacionales, paen la direccwn de sus res pe t. que el de sus predepel mucho セ£ウ@ ゥューッイエ。ョZセ@ カャ creador del Partido cesares. Lemn, por. supue 'b o fue el intelecto rector Bolchevique en .Rusia. _Luxemd:r:olonia y luego la fundadel Partido Socialdei?ociaJal Partido Comunista de Alemadora de mayor autond.a e. rtante en las disputas de nia. Trotski fue una 、ヲャQオイセ@ ャセヲZ・ュッ」イ。ゥ@ rusa, y Bujarin, facciones en el seno e a socia L nin antes de la primera un lugarteniente en ascenso bde ó eel ウセ」イ・エ。ゥ、ッ@ del grupo . 1 Bauer enea ez . guerra mun.d la. "d S cialdemócrata Austríaco, mien0 0 parlamentano del Partl minente diputado del tra.s Hilferding llegó . セ@ ウ[セ」ゥイ、・。エ@ Alemán. Una caReichstag por el Parti o 1 . bros de este grupo era , . , todos os m1em ractenstica comun a 'd d d su desarrollo: cada una, la extraordinaria precoci a e セ@ 1 16 Perr y Ande rson ar habí a escr ito de las figur as que acab arno s de men cion trein ta años . los una obra teórica'· fund ame ntal ante s de repre senta ¿Cuáles eran las nuev as orien tacio nes que n de todo ració ban sus escri tos? Dete rmin adas por la acele preo cupa sus , siglo el ritm o histó rico desd e princ ipios de es nuecion direc cion es apun taba n esen cialm ente haci a dos del nes acio form trans vas. En prim er térm ino, las evid entes ndra enge sido an mod o de prod ucci ón capi talis ta que habí isis anál un ían exig das por el mon opol io y el impe riali smo ás, por priy una expl icaci ón econ ómic a cons tante s. Adem prof esion al ca críti de mera vez la obra de Marx era obje to tal ya no capi 8 El • os por part e de econ omis tas acad émic rroll ado. desa ser a debí : podí a ser defe ndid o senc illam ente realido rend emp fue ción El prim er inten to en esta direc de ria, agra tión cues La obra men te por Kaut sky, en su en ios camb los de orial categ ión 1899, una vast a expl orac que mos trab a a la agric ultur a euro pea y nort eam erica na, ració n más senKaut sky com o el miem bro de la vieja gene emp orán ea y cont ción situa la de sible a las nece sidad es más jóve nes 9 • afirm aba su autor19ad. entr e los marx istas rroll o del capiLuego, el mism o afio, Leni n publ icó El desa omía rura l econ una de dio estu o talis mo en Rusi a, sólid la de La cuescuya insp iraci ón form al era muy cerc ana a era más auda z tión agraria, pero cuyo obje tivo espe cífic o la' prim era apliy más nove doso . Esta obra , en efect o, fue de prod ucci ón cació n seria de la teorí a gene ral del mod o form ació n socapi talis ta, expu esta en El capi tal, a una de prod ucci ón cial conc reta que com bina ba vario s mod os la inve stiga ción en una total idad histó rica artic ulad a. Así, un avan ce dede Leni n sobr e el cam po zaris ta repr esen tó fue la de Bohm -Baw erk, s La prime ra crític a neocl ásica seria de Marx -Baw erk fue tres veBohm . (1896) m Syste chen Zum Absch luss des Marxs ocupó la cáted ra de y aco austrí io Imper el ces minis tro de Finan zas en 1904 hasta 1914. desde Viena de Econo mía Políti ca de la Unive rsidad o del Partid o Socia lde· dentr ios agrar emas probl los sobre e debat 9 El almen te desen caden ado por el mócr ata Alem án fue en gran medid a origin de los traba jador es agríco las ión situac la sobre r Webe estud io de Max ico alemá n Verein für Soen Alem ania Orien tal, publi cado por el periód n de Giulia no Proca cci ucció introd nte excele la zialpo litik en 1892. Véase ky La quest ione agraKauts de obra la a la recien te reedic ión italia na de ria, Milán, 1971, pp, l·lü, lvüi. 17 La t 1·adic ión clásica Teníea histó rico . l' más. tard - unto S ·su conj . , en cisivo para el rnat ena dIsmo ' eis anos lo terrn mo en 1904 con una @ イ ・ セ ッ 」 a d d @ セ cuan anos カ・ゥョエセ@ a 0 rgin alist a de Marx reali zada Hilfe rdmg -qu e sf ィ。セi@ fund ame ntal estu dio del セ。@ eficaz resp uest a a a 」ョエゥセ@ años Publ icad a en . s:r mo por Boh m-B awe rk- term aplic ació n de Mセョ。@ 、セ@ losf カ・ュエセッ」it£@ Capi talis mo ヲゥョ。」セ・イッL@ corno la realí zada por オ・。イ[セZコ@ 1910, la obra de セィャヲ・イ@ ョセァ@ actua lizac ión» en ' p e El de l» «Sectorial» o «naciOna camb ios glob ales para jGイ・ウョセZッ\@ Kau tsky Y l・ョセL@ ' oca de en n torna el, de la esca gran . ep a nuev la en ón ucci prod de ta d l modo capi talis ercia com ras guer las der de los- -las barr eras a duane ras y . e trust s, los mon oposu anál isis ena ela 」イ[セ￳Z・@ les. c・ョエイ。セ、ッ@ de la maq uina ria estat al banc os, el trnpu lso acele rado Hilfe rding poní a de ュセイ」。ーゥエャL@ カ・セ@ lios y el uso . セ。、@ onal y la anar quía naci inter , para la expa nswn agre siva. cent raliz"ació n cada la y , . @ セ ウ ョ ・ エ te nden orga mzac iOn relie ve la asce la - b naci onal . Entr e tanto . , a cada cap1't a }¡''IDO s que acom ' 'd a de , pana , czero finan tal capi El de , . . vez mas ng1 as -_ un o icad publ @ ■ 「 。 ィ セ M @ オ 。 ゥ 」 I ョ L i イ ・ セ ャ de en 1907 (des pués La cues tión de las naciopero ante s de su pu icセ」キョ@ cuan do tenía vein tiséi s e volu men igualmente_ セイ[ᄀョ@ daba un prob lema polít ico nalid ades y la.... socra N・[キ」イセコ@ cons idera do años de edad . en esta o ra a or habí a sido cada vez ría dqui as que apen y teóri co fund ame ntal nces a E 1els y que por ento . iento socia lista . En este 1 por Marx Y ng -. • elab oró una amb icios a @ ュ エ カ セ ョ イ e para ia rtanc impo may or auf: com posi ción de las naョオ・セッ@ camp o, ーイ£」エゥ。ュセョ・@ 's de la olea da conterncar el ong y'l's sínte sis para exph 1 1 · ba con un anaisi.a . fuer a de Euro pa. E 1 ·m erial cton es, que terrn l?a. de un impo rtan te exam en I .p po:ránea de 。ョ・クャoセオウイッ@ La acum ulac ión del caimpe ríali smo en SI. fue ッ「j・セ@ d 1 rirne ra guer ra @ L ッ ァ イ セ rn Luxe de teóri co en la obra :npe l pape l indispital , publ ica? a _en 19.13, ・ョlセ]イァ@ del capi talis mo istas pital rnun dial. La msis ten? Ia de en la neceende or . @ セ ・ no nes pens able de las regiO Q セ ᅳゥエセイ@ e impe riali sta por la pセZWA para la reali zació n 、セ@ Asia y Africa, mes, Bak: @ セ ッ ャ sida d estn :ctur al de al. exp las pote ncia s metr opo Itana s en ° b so.:: Q 18 Pe1·ry Ande rson s- como el distin guía su obra -pes e a sus error es anal ítico bora r y reela a do mina enca esfue rzo más radic al y origi nal escala a al capit El de orías desa rroll ar el siste ma de categ e ment diata inme Fue a. époc mund ial, a la luz de 1a nuev a ha1904 e desd quien r, Baue por critic ada en Die Neue Zeit esqu emas de bía estad o traba jand o en el prob lema de los al. Por últicapit del iada ampl Marx para la repro ducc ión su explicantó prese rin Buja ra, mo, ya come nzad a la guer La ecoen nal nacio inter o alism ción del proce so del capit 10, y al 1915 en to escri mo, rialis impe nomí a mund ial y el io .El imaño sigui ente Lenin publi có su famo so breve estud os prop orperia lismo , fase supe rior del capit alism o. Amb lusio nes ecociona ban un resum en descr iptiv o de las conc prim era vez nómi cas comu nes del deba te anter ior, y por del belicislas inser taban en un análi sis polít ico 」ッィ・イョエセ@ ado de la mo impe rialis ta y la explo tació n colon ial, deriv ucció n prod de ley gene ra! del desa rrollo desig ual del modo . . capit alista prod ujo Así, en la prim era déca da y medi a del siglo se marx ís o ómic un gran flore cimie nto del pens amie nto econ rtant e impo ta en Alemania, Aust ria y Rusia . Todc teóri co descide ia rtanc de la époc a daba por senta da la vital impo aliscapit del to frar las leyes fund amen tales del movi mien misal Pero rico. mo en su nuev a etapa de desa rrollo histó era prim por to, mo tiem po hubo un mete órico surgi mien estulos que tras vez, de una teorí a polít ica marx ista. Mien direc üune nte dios econ ómic os del perio do podí an basa rse Marx ni Enni al, capit en los impo nente s cimie ntos de El para la eptos conc de ar gels habí an legad o un cuerp o simil taria . prole ución revol la de estra tegia y la táctic a polít icas El esto. ía· exclu Como hemo s visto, su situa ción objet iva cenpa Euro en ros obre rápid o creci mien to de los parti dos popu lares tral y el temp estuo so ascen so de las rebel iones on las crear tal orien pa Euro de cont ra los antig uos regím enes una extensa. critica de Más tarde, en 1924, Bujar in tambi én public órecien temen te traduc ido sido ha escrito este ; burgo Luxem de la teoría and the accum ulatio n of al i.nglés, en K. Tarbu ck, comp. , lmper ialism lación de capital Córacumu la y o ialism imper caprtal, Londr es, 1971 (El ' 1975). te, Presen y o Pasad de rnos Cuade doba, Argen tina, lO La tradi ción clásica 19 da direc tacond icion es para un nuev o tipo de teorí a, ?asa y .natu ralo tanad prole del ment e en las lucha s de masa s dos. La parti los de iones ment e integ rada en las orgar üzac Alemaen a rvad obse te amen revol ución rusa de 1905, atent téestra @ セ 」 ゥ エ ■ ャ ⦅ ッ ー sis análi nia y Aust ria, dio orige n al ーセゥュ・イN@ Relos . ismo marx del @ 。 ᄋ セ ッ エ ウ Q ィ la gico de tipo cient ífico en una ョセエ。「ャ・@ sulta dos y persp ectiv as, de Trotsk1. Fund ada en del. Impeal estat ma siste del ctura comp rensi ón de la estru 「ョャ。セLエ・@ rialis mo mund ial, esta breve obra expo nía con @ ョ P Q A G ャ ッ セ ・ イ la de os. futur curso preci sión el carác ter .y el カ・ュエャウセ@ socia lista en Rusia . Escr ita por Trots kl a los cont nbuotra una ning por ida segu años de edad , no fue guer ra ュオセᆳ ción suya de impo rtanc ia antes de. la prim era. 、・ウセ@ @ セ オ ア Q カ ・ ィ 」 ャ ッ 「 do part.I del to dial, por su aisla mien pNッィエセ」。@ a teon una de ca mátt siste ión trucc de 1907. La cons ッイァ。ZQコエセ@ marx ista de la lucha de clase s, en el aspec to reahz ac1?n esta de @ セ ャ 。 」 ウ ・ La . Lenin de obra y táctic o, fue ma.tenadel en este plano trans form ó toda la arqu itect ura el @ L ュ ョ ・ セ de s li.smo histó rico de modo perm anen te. Ante ente icam práct a ciominio polít ico prop iame nte dicho estab dent ro de la teorí a marx ista. En el lapso de ゥョセクーャッイ。、@ necesavenJ.te años , Leni n creó los conc eptos y los . ュ←セッ、@ por @ 。 セ ョ ッ エ 」 Q カ tana rios para lleva r a cabo una lucha prole de @ セ ャ エ イ 。 ー un por la conq uista del pode r en Rusia , dirig ida s 1f1co espec @ N ウ _ セ ッ ュ los traba jado res hábil y abne gado . lセ@ Y as huelg @ イ Q ァ ュ セ cwn, de comb inar la prop agan da y la agita la ッイセ。M mani festa cione s, forja r alian zas de clase s, 」ョイZ・エセ@ cwn mma deter 1 · nacw . del parti do . ;ón · , abor dar la auto . rnzac es, 0na nac1 mter e nas nal, inter preta r ]as coyu ntura s inter :nenparla labor la ar carac teriz ar tipos de desvi ación , utiliz estas mnotaria y prep arar ataqu es insur recci onale s, エッセ。ウ@ ュ・イセョZᆳ vaciones, conte mpla das a menu do como ュ・、Qセ。ウ@ dec1s1vo.s dad reah en te «prác ticas », repre senta ban tamb ién nocidesco ces enton avan ces intel ectua les en ámbi tos hasta Dos , atrás s paso dos. nte, dos. ¿Qué hacer?, Un paso adela talevan del nes leccw Las táctic as de la socia ldem ocrac ia, ᆳ ュ セ 、 ャ 。 ゥ 」 ッ ウ la de rio mien to de Moscú, El prog rama agra et,er mma cwn, cia rusa, El derec ho de las nacio nes a la autod ulas o enartic otros de todas estas obra s, y un cente nar 20 Perry Anclerson sayos «Ocasionales» anterio res. a la primer a guerra mun dial, fueron el comien zo de una ciencia marxis ta de la polí-· tica, en adelant e capaz de aborda r una amplia gama de problemas que antes habían estado fuera de toda jurisdic ción teórica riguros a. La fuerza de la obra de Lenin en esos años, desde luego, le fue dada por las inmens as energía s revolucionari as de las masas rusas en el ocaso del zarismo . Sólo su práctic a elemen tal espontá nea, que empuja ba cada vez más vigoros amente hacia el derroca miento del absolut ismo ruso, hizo posible el gran enrique cimien to de la teoría marxista realizad o por Lenin. Necesa riamen te, tambié n, estas condici ones materia les reales de un descub rimient o intelec tual fueron, una vez más, las que determ inaron sus límites objetiv os. No disponemos aquí de espacio para examin ar las limitac iones y omisio nes de la obra de Lenin: sólo podem os decir que éstas se relacio naban todas, en lo fundam ental, con el particular atraso de la formac ión social rusa y el Estado que la gobern aba, que diferen ciaba al imperio zarista del resto de la Europa de pregue rra. Lenin, mucho más profun damente vincula do a un movim iento obrero naciona l de lo que nunca había estado Marx, no se preocu pó directa mente por el contex to de lucha necesa riamen te distinto de otros países del contine nte, que iba a hacer que el camino hacia la revoluc ión fuera cualita tivame nte más difícil que en Rusia. Así, en Alemania, país industr ialmen te mucho más avanzado, el sufragi o univers al mascul ino y las libertad es cívicas habían creado una estruct ura estatal muy distinta de la autocraci a de los Roman ov, y por ende un campo de batalla político que nunca se asemej ó al de Rusia. En él, el temper amento de la clase obrera organiz ada era notable mente menos revoluc ionario , a la par que su cultura era conside rablem ente superio r, al igual que el marco instituc ional de toda la socieda d. Luxem burgo, el único pensad or marxis ta de la Aleman ia imperia l que produj o un cuerpo origina l de teoría política , reflejó signific ativam ente esta contrad icción en su propia obra, aunque tambié n se hallaba parciah nente influid a por su experie ncia en el movim iento clandes tino La tradición cldsica 21 polaco de la época, de carácte r mucho más insurre cciona! . Los escrito s político s de Luxem burgo nunca alcanza ron la profun didad o la cohere ncia de los de Lenin o la perspic acia de los de Trotski . El suelo del movim iento alemán no permit ía un desarro llo similar . Pero las apasion adas ゥョセ・イᆳ vencion es de Luxem burgo dentro del SPD contra su creciente desliza miento hacia el reform ismo (cuyo alcance Lenin, en el exilio, curiosa mente no llegó a percibi r) conten ían elemen tos de una crítica de la democr acia capital ista, una defensa de la espont aneida d proleta ria y una concep ción de la liberta d socialis ta que se adelan taron a la concien cia de Lenin de esos problem as, en el ambien te más comple jo en que ella se movía. La obra Reform a o revolución, mordaz polémi ca con la que respon dió al evoluci onismo de Bernst ein a los veintio cho años de edad, la imprim ió su rumbo distinti vo: le siguier on sucesiv as teoriza ciones sobre la huelga general como arma agresiv a arquetí pica de la emanci pación de la clase obrera, para llegar a su conclusión en un decisiv o debate con Kaustk y en 1909-10, en el cual trazó finalme nte las líneas divisor ias básicas de la futura política de la clase obrera. La primer a guerra mundia l iba a dividir las filas de la teoría marxis ta en Europa tan radical mente como dividió al movim iento mismo de la clase obrera. Todo el desarro llo del marxis mo en las últimas década s anterio res a la guerra había logrado una unidad de teoría y práctic a mucho mayor que en el período precede nte, a causa del ascend iente de los partido s socialis tas organiz ados de la época. Sin embarg o, la integra ción de los princip ales teórico s marxistas en la práctic a de sus partido s naciona les no les infundió un espíritu particu larista ni los segregó unos de otros. Por el contrar io, el debate y la polémi ca interna cionale s eran consus tancial es a ellos: si ningun o de ellos alcanzó el univers alismo olímpic o de Marx y Engels, ello fue una consec uencia necesa ria de su arraigo más concre to en la situaci ón y la vida particu lares de sus países, mediat izado, en el caso de los rusos y los polacos , por largos período s de exilio que recuerd an los de los fundad ores del materia lis- 22 Perry Anders on Dentro de las nuevas condici ones de la mo históric o época, sin embarg o, crearon un medio relativa mente homogéneo de discusi ón y comun icación en el cual los autores destaca dos de las princip ales seccion es de la II Interna cional de los países de Europa orienta l y central , donde se concen tró el marxis mo corno teoría viva, conocie ron mutuamen te su obra en forma directa o indirec ta, y la crítica no respetó ningun a fronter a. Así, cuando estalló la guerra, en 1914, la escisió n con motivo de ella se produj o no entre los diverso s conting entes naciona les de teórico s marxis tas que habían domina do el escena rio de pregue rra, sino a través de ellos. De la vieja generac ión, Kaustk y y Plejáno v optaron clamor osamen te por el chovin ismo social y el apoyo a sus respect ivas patrias imperia listas (en conflic to). Mehring, en cambio , se negó firmem ente a todo compro miso con la capitul ación del SPD. Entre la generac ión más joven, Lenin, Trotski , Luxem burgo y Bujarín se lanzaro n a la resistencia total contra la guerra y a la denunc ia de la traición de las organiz aciones sociald emócra tas conten dientes , que se habían l?l.lineado detrás de sus opreso res de clase en el holocaus.to capital ista previst o desde. hada largo tiempo . Hilferd ing, quien inicialm ente se había opuesto a la guerra en el Reichst ag, pronto se dejó recluta r en el ejército austría co; Bauer de inmedi ato se incorpo ró al servicio para luchar contra Rusia en el frente orienta l, donde fue rápidamente captura do. La unidad y realida d de la II Interna cional, tan acarici ada por Engels, quedó destrui da en una semana. Las consec uencias que tuvo para Europa agosto de 1914 son bien conocid as. En Rusia; un levanta miento espontá neo de las masas hambri entas y cansad as de la guerra, en Petrograd o, dio al traste con el zarismo en febrero de 1917. A los ocho meses, el partido bolchev ique, dirigido por Lenin, estaba dispues to para tomar el poder. En octubre , 11 • Dan una idea de lo que fue la emigraci ón rusa los países en Jos que 1917: Lenin, Trotski y Bujarin vivieron o por los que viajaron antes de Trotski); y (Lenin Austria y Suiza Bélgica, Francia, .. a Alel?ania , Ingl:'lterr · I taha y Po loma (Lenm); Rumania , Serbia, Bulgaria y España (Trotski) (Bu: Estados Unidos (Trotski y Bujarin) ; Dinamar ca, Noruega v Suecia · iarin). 11 La tradición clásica 23 Trotski tomó en Petrog rado medida s para llevar a cabo la revoluc ión socialis ta que había previst o doce años antes. La rápida victori a de 1917 pronto fue seguida por el bloque o imperia lista, la interve nción extranj era y la guerra civil de 1918-22. El curso épico de la revoluc ión rusa en esos años halló su guía teórica en los escrito s de Lenin, en quien el firpensam iento y la acción político s se fundier on en オョセ@ de Tests las me unidad sin preced entes ni secuela s. Desde marxisEl y ión abril, pasand o por El Estado y la revoluc mo y la insurrección, hasta El «izquierdismo», enferm edad infanti l del comun ismo y El impues to en especie, las obras de Lenin de esos años crearon nuevas normas dentro del materia lismo históric o; el «anális is concre to de una situación concret a», que él llamab a el «alma vivient e del marxismo», adquiri ó en ellos tal fuerza dinámi ca que poco tiempo despué s empezó a usarse el términ o «lenini smo». Por supues to, en este período heroico de la revoluc ión proletaria en Rusia, el rápido desarro llo de la teoría marxis ta no se limitó en modo alguno a la obra de Lenin. Trotsk i escribi ó textos fundam entales sobre el arte de la guerra (Escritos militares: cómo se armó la revolución) y el destino de la literatu ra (Literatura y revoluciórt). Bujarin trató de compe ndiar el materia lismo históric o como sociolo gía sistemá tica en un tratado que fue muy discuti do (Teoría del matera lismo históric o) 12 • Poco despué s, Preobra zhensk i, con quien aquél había colabo rado en el popula r manua l bolchev ique El ABC del comun ismo, comenz ó a publica r el más origina l y radical estudio económ ico de las tareas que tenía ante sí el Estado soviétic o en la transic ión hacia el socialis mo, campo hasta entonce s no explora do, natural mente, por la teoría marxis ta. Las primer as partes de La nueva econom ía apareci eron en 1924. Al mismo tiempo , el centro de graved ad interna cional de la erudici ón históric a dedicad a al descub rimient o y edición de escrito s inédito s de Marx se desplaz ó a Rusia. Riazano v, quien ya antes de la primer a guerra munda l había adquiri do reputac ión como de sociologí a de Bujarin fue publicad o en 1921; el estu12 El ュセョオ。ャ@ dio de Trotski sobre la literatura , en 1924. 24 Perry Anderso n investig ador de archivo sobre Marx, se hizo cargo de la primera edición complet a y científic a de las obras de Marx y Engels, la mayoría de cuyos manusc ritos fueron traslada dos a Moscú y deposita dos en el Instituto Marx-En gels, del cual había sido nombra do director 13 • Todos estos hombres , desde luego, ocuparo n puestos destacad os en la lucha práctica por el triunfo de la revoluci ón en Rusia y en la construc ción del naciente Estado soviético . Durante la guerra civil, Lenin fue presiden te del Consejo de Comisar ios del Pueblo; Trotski, comisar io de la Guerra; Bujarin , director del periódic o del partido; Preobra zhenski, miembr o destacad o del secretar iado del partido, y Riazano v, organiza dor de los sindicat os. La pléyade de esta generaci ón, que estaba en la flor de su vida cuando la guerra civil llegaba al triunfo final, parecía asegura r el futuro de la cultura marxist a en la nueva fortaleza de los trabajad ores, la URSS. Pero en el resto de Europa, la gran oleada revoluci onaria que había comenza do en 1918, al final de la guerra, y había durado hasta 1920 fue derrotad a. Fuera de Rusia, en todas partes el capital demostr ó ser más fuerte. El cerco internacio nal contrarr evolucio nario al Estado soviético en los años 1918-1921 no logró derribar lo, aunque la guerra civil infligió un enorme daño económ ico a la clase trabajadora rusa. Pero aisló totalme nte a la revoluci ón msa del resto de Europa durante los tres años de más aguda crisis social del orden imperia lista en todo el continen te, y de este modo permitió hacer frente con éxito a los levantamientos proletar ios fuera de la Unión Soviétic a. La primera y más importa nte amenaza a los Estados mucho más fortificados del continen te fue la gran serie de revuelta s masivas que se produje ron en Aleman ia en 1918-19. Luxemb urgo, al observa r desde la prisión el curso de la revoluci ón rusa, entrevió algunos de los peligros de la dictadu ra ins) nació en 13 David Riazanov (cuyo verdadero nombre era Goldendaj 1870. Fue una disputa sobre su admisión en el II Congreso del Partido Obero Socialdem ócrata Ruso lo que inicialmen te enfrentó a Martov con Lenin, muy poco antes de su conflicto en torno a las reglas de organización del partido. Después de la revolución de 1905, Riazanov publicó muchos artículos en Die N eue Zeit y trabajó en la edición de la correspondencia entre Marx y Engels. La tradició n clásica 25 taurada durante la guerra civil más clarame nte que cualquier dirigent e bolchev ique de la época, pero al mismo tiempo puso en evidenc ia los límites de su propia compren sión de aquellos problem as (las naciona lidades, el campesinado, e.tc.) cuya importa ncia era menos obvia en las re14 giones altamen te industri alizadas de Europa • Liberad a de se entregó inurgo la prisión al caer el II Reich, Luxemb a revoluizquierd la a r mediata mente a la tarea de organiza en la da autoriza más figura cionaria en Alemani a; como más mes un (KPD) Alemán sta creación del Partido Comuni inforel ió pronunc y partido del a tarde, escribió el program me político en su conferen cia de fundació n. Dos semanas más tarde fue asesinad a cuando un levantam iento confuso y semiespon táneo de las famélica s multitud es de Berlín fue aplastad o por los Freikorp s a requerim iento de un gobierno socialde mócrata . La represió n de la insurrec ción del mes de enero en Berlín pronto fue seguida por la reconqu ista militar de Munich por la Reichsw ehr, donde grupos socialist as y comunista s locales habían creado en abril una efímera República Soviétic a Bávara. La revoluci ón alemana , nacida de los consejo s de obreros y soldado s formado s en noviemb re de 1918, fue definitiv amente derrotad a en 1920. Mientra s tanto, en el Imperio austrohú ngaro se habían produci do sucesos similare s. En el Estado rural de Hungría , más atrasado , las exigenci as de la Entente habían provoca do la renuncia volunta ria del gobiern o burgués creado después del armistic io y la breve creación de una Repúbli ca Soviétic a bajo la direcció n conjunt a de socialde mócrata s Y comunis tas. Seis meses más tarde, las tropas rumana s suprimiero n la Comuna húngara y restaura ron un régimen blanco. En Austria, el peso objetivo de la clase obrera industrial era mucho mayor que en Hungría (como ocurría en Prusia compar ada con Baviera) , pero el partido socialde mócrata , único al que el proletar iado era fiel, se pronunc ió en contra de llevar a cabo una revoluci ón socialist a, y en cambio entró a formar parte de un gobierno burgués de publicado por 14 Su ensayo La revolución rusa, escrito en 1918, fue primera vez por Paul Levi en 1922. 26 27 l,a Perry Anderson coalición; gradualmente, suprimió desde arriba los consejos de obreros y soldados, con el pretexto de evitar la intervencióh de la Entente. Para 1920, había abandonado el gobierno, pero ya estaba asegurada la estabilización capitalista. Bauer. quien pronto se convirtió en la figura dominante del Partido Socialdemócrata Austríaco (ÜSPD), fue ministro de Asuntos Exteriores de la República en 1919, y posteriormente escribió la principal defensa teórica de la actuación del partido después de la ·guerra, un volumen impropiamente titulado La revolución austríaca, en 1924. Mientras tanto, su antiguo colega Hilferding era dos veces ministro de Finanzas de la República de Weimar. La unidad entre teoría y práctica, característica de esta generación, se mantuvo hasta en las filas reformistas del austromarxismo 15 • Más al sur, en Italia, se produjo la última insurrección proletaria importante del trienio posterior a la guerra. El partido socialista de la patria de Labriola siempre había sido mucho más pequeño que el alemán o el austríaco, pero era más brillante: había resistido al socialpatriotismo y hecho alarde de un maximalismo verbal durante la guerra. Pero la huelga general y el tumultuoso movimiento de ocupación de fábricas que se produjeron en Turín en 1920 lo tomaron de sorpresa y falto de preparación para llevar una estrategia revolucionaria agresiva. Las rápidas medidas del gobierno liberal y la patronal lograron paralizar el movimiento, en ausencia de una dirección política clara. La marea de la insurrección popular retrocedió, dejando el camino libre para que las bandas armadas de la contrarrevolución prepararan el advenimiento del fascismo en Italia. Los decisivos reveses de Alemania, Austria, Hungría e Italia -la clásica zona de influencia del marxismo de preguerra, junto con Rusia- ocurrieron antes de que la revolución bolchevique se hallara suficientemente liberada de la intervención imperialista como para poder ejercer una 15 Otros dos destacados economistas, uno ,de ellos un ex marxista y el otro un crítico del marxismo, ocuparon cargos gubernamentales por esa época en la Europa oriental y central. En Ucrania, Tugan-Baranovski fue ministro de Finanzas de la Rada contrarrevolucionaria de 1917-18; en Austria, Schumpeter ocupó el mismo cargo en 1919. o teórica directa sobre el curso de esos pai.ses. La III Internacional se Moscú era una ciudad aseblancos, pero su verdadera creación cッョセzイ・ウL@ en julio 1920. Por enton. . "n 2 ra ゥョヲャセイ@ en las batallas deciside r;osguerra. avance del Ejército que -por breve tiernpo pareció ofrecer establecer un vínculo m.aterial con las ..,_,,v"''" ias de Europa centraL h1e rechazado el v a pocas semanas la ocupación de fábricas Nセ@ b t l ' Tudn habí2 fracasado, mientras Lenm Zセウエ。L@ a. e egraqu.e emprendiera nna セエ」キョ@ nacwnal en Pe;· ·· estas derrotas no se debieron princi, ., Gpセ」イL@ n f,·lJos subietivm;: éstos eran un indicio u. ,,. '· · ,_... " セm@ cGBjゥセ。ャMQP@ en Eu.. u1 . o • • •• • " .._i. ᄋセャ@ L , occidental, donde su 。ウ」エセョ、ゥ・@ histórico . había sobrevivido a la guerra. Sólo y perderse estas batallas, la III Inter· sólidamente en los principales países de la URSS. Una vez levantado el blodesde lu.ego, el enorme contra_slos aparatos socialdemócratas y la - espontáneos en Europa cenun lado, v el éxito del partido bolel otro, ;Jseguró Ia formación relauna Internacional revolucionaria principios esbozados por Lenin En 1921, Lenin escribió su «mensaje» teórico funlos ョエカセッウ@ partidos corn.unistas que por ・ョセッᆳ fundado prácticamente en todos los pat;;es avanzado: El "izquierdismo», en¡er, a del conw.nismo. En esta ob ra smtet'1zao · históricas de la experiencia bolchevique en .lOS Lセ・ャ@ c•xi·e·r·l·o,- ". por primera vez •· ᄋセ@ • セ@ ·'' .1 , cmnenzaba a abon:lrw los problemas de la estrateg.Ia ma.rsociales más avanzados n;Ie el del 1mpeno e:l parlamentarismo burgués era mucho reformismo de la clase ot,rera mucho más o . 28 And crs on a·nt"." de .lo que él hab ía nen sad o _, セM Lセᄀ@ . la pri rne ra ·· d la1. Por pri me ra セ@ V';" u· b. ' UCC iüil a Il>llH ". "'·X:: Ien, la tra.d ,. :, , GBセ@ .'·:e ' .,<. J ' SIS tem átic a de !a ohr ae d e f.A;.I Jlü J.a l eve w O los rn,¡'j te, ・Gセ@ .a,¡. l .. . . , . t d . .., '"'d , .. o a Eu rop a 」ョイセᄋ@ ,_u .. .u'D NZ[セM^@ ..··t.·cn1 a teo nco. ,o,•·w que lo e,, @ ⦅ L ﾿ 、 セ 「 b .· . .. es fue com o un rep ent ino d " mil a pár o .mc pol M オ エ ョ キ Z ャ セ r eu de ello s. Par ecí an dan ;;: ,_,e;, díla a par es COlHÍluon e.3 セ。Nウ@ fus ión y la fertili'Ya ,· ..... セ@ .onc la teo ría m a:· .. es. 、LNᄋセ@ nai acw rn. mte n. ¡·:a CI.o " ·v /.·.·1 xis ta eTJ U"'' ¡t,c. · 1 lme va, tota nue J. e_,c< LI.a pa. • ' ·. 1'· ,a gar ant ía de su vín cul o イセ」Zi。@ cocon ma sas . tidi ana s de ,. LMセjᄋGN@ qwn t·¡,·, a Mセカイ id;¡ rca!id<J.d .ᄋセM@ Pst... iセNョ@ Va des apa rec w nirJ ⦅LセGB@ CL1. J' S[.c. •.• , t ... },•J. rp .. 8 1-··•0"セ@ bru t a l f'S ¡.en pe··· · · ·t ., J "D'lC e] Ímp eria lí "· ·. "' ..... o;"' ; ,,, •1SC !, a dos por ... ' . · la a \ rolu c·wn 1 @ ᄋ セ カ G ッ L \ ョ イ コ ・ ゥ 、 ían . o )l"C r3 rus. a nab · · セ@ ... · セ@ · . . f a mili',.a.r "O•bl'"'.· ¡,"s· bla nセャ・イコ。ウ@ ᄋセM aLm en me dio de su. VIc tori no 1 de s pué Des l. civi rra gue la en セ。ウ@ , ¡ nin gun a ayu da. cte os paí ses rna s · La Eu:copa. vw con den ada c.d ria ust ind ーイッヲオョ、セM g uerr ¿ r. 0 ,., ' Eu rop a cen tral Tan pro nto se IevanJ ó con el res to del tad o al obs tác ulo del comer;,zó a クエセゥッイMᄋN@Z vez má.s a cad 1on pac par tido , la • • ' La tra dic ión clásica 29 1924. A los tres año s, la Len in mu rió a pri nci pio s de soc iaPCU S se!l ó d des tino del vic tori a de Sta lin den tro del s fuada UR SS dur ant e las déc lísm o, y del ma rxi sm o, en la me Sta lin sup rim ió act iva nte tur as. El apa rat o pol ític o de ia, de ma sas erÍ la mis ma Rus las prá ctic as rev olu cio nar ias de ra fue ó de ma ner a cre cie nte y las des ale ntó o las sab ote átiocr bur ida ció n de un est rato la Un ión Sov iéti ca. La con sol la cla se obr era , que dó ase gude co priv ileg iad o, por enc ima l de cre cie nte fero cid ad. En rad a por un rég ime n pol icia dad yó ine luc tab lem ent e la uni est as con dic ion es, se des tru poho hec ía y prá ctic a qué hab rev olu cio nar ía ent re teo ría s, ida rim rep . Las ma sas fue ron sib le el bol che vis mo clá sico buta cas la por ida d elim ina das y su aut ono mía y esp ont ane par do el pod er en el paí s. El rpa usu roc ráti ca que hab ía s ero pañ com s mo últi o de los tido fue gra dua lme nte pur gad iéti Sov ión Un la· en ser ia ces ó de Len in. Tod a lab or teó rica exial o iad env fue i ón. Tro tsk ca des pué s de la col ect iviz aci de 0. Ria zan ov fue des poj ado 194 en ado sin lio en 1929 y ase forjos ba tra de po en un cam 5;us car gos en 1931 y mu rió o sile nci ado en 1929 y fus ilad fue n jari Bu zad os en 1939. 0 193 en e ent ralm mo o des tro zad en 1938. Pre obr azh ens ki fue Sta 8. Cu and o la dom ina ció n de y mu ríó en la cár cel en 193 a did rxi sm o que dó en gra n me Un lieg ó a su apo geo , el ma ia. El paí s má s ava nza do de1 red uci do a un rec uer do en Rus hama teri alis m.o his ióc ico , que rnu ndo en el des arr ollo del de or a poc la var ied ad y el vig bía ave nta jad o a tod a Eu rop · inte o die z año s en un pár am sus teó rico s, se con vir tió en tosla y el pes o de la cen sur a lcc tua l, sól o imp res ion ant e por que dad de su pro pag and a. SS, mie ntr as el est alin ism o En tre tan to, fue ra de la UR no· re la cul tur a sov iéti ca, la fiso r;aw com o una mo rda za sob s ere act car o eur ope o adq uir ía xnia pol Ític a del cap ital ism ía hab era obr . La cla se vez má s vio len tos y con vul sos gra n cris is rev olu cio la en tes par sid o der rot ada en tod as euía sien do una tem ible am nar ia de pos gne rra , per o seg .. io rid me y tral tod a Eu rop a cen naz a par a lns btir gue sías de de ollo arr des el aci ona l y naL La cre aci ón de la In Int ern que agi tab an la ban der a dos lina cip dis par tido s com uni sta s i .. or a tod as las cla ses dom del len inis mo ins pir aba n tem 31 30 1918"20. Ad em ás, la rec upe ra· nan tes de los epi cen tro s de o que hab ía log rad o y aseció n eco nóm ica del imp eria lism del ord en de Ver sall es degur ado la nue va esta bili zac ión 1929 se aba tió sob re el con timo stró ten er cor ta vid a. En his tor ia del cap ital ism o, pro nen te la ma yor qui ebr a de la nsi fica ndo la luc ha de clas es. pag and o el par o ma siv o e inte mo vili zó ent onc es en sus forLa con trar rev olu ció n soc ial se abo lien do la dem ocr aci a Par ma s má s bm tale s y vio len tas, las otr o, par a elim ina r tod as, lam ent aria en un paí s tras la cla se obr era . Las dic tad uorg ani zac ion es aut óno ma s de del fue ron la sol uci ón his tór ica ras terr ori sta s del fas cism o : ión reg ien to obr ero en est a cap ital a los pel igro s del mo vim e ir tod o ras tro de イ・ウゥエョセ。@ est aba n des tína das a sup rim nal cio rna una coy unt ura inte ind epe nde nci a pro leta rias , en rim per iali sta s. Ital ia fue el inte de cre cie nte s ant ago nis mo s la ó ple nam ent e la fue rza de pri me r paí s que exp erim ent a fin sto pue Mu sso lini hab ía rep res ión fas cist a: en 1926 ó der apo se o paí s. El naz ism tod a opo sici ón leg al den tro del des pué s de que la Ko min 3, 193 en del pod er en Ale ma nia cid a al KPD. El mo vim ien to tern imp usi era un n.m 1bo sui iso. Un ailo má s tard e, el fasc obr ero ale má n fue ani qui lad trudes que ado un ata que arm mo cle rica l 1anz6 en Au stri a s y sin dic ato s de la cla se tido par los yó las for tale zas de ins tala do des de hac ía tiem po obr era . En Hu ngr ía se hab ía , un gol pe mil itar en Esp aña una dic tad ura bla nca . En ei Sur il de tres año s que term inó dio ori gen a una gue rra civ ai:iol, ayu dad o por su vec ino con el triu nfo del fas cism o esp ia y Ale ma nia . La déc ada terPor tug al y sus alia dos de Ital ia con tro l naz i de Che cos lov aqu min ó con la ocu pac ión y el y la caí da de Franci.a. ast róf ica , el des tino de la ¿Cu ál fue , en est a épo ca cat ía de Eu rop a cen tral , que hab teo ría ma rxi sta en la reg ión del ort ant e en el des arr ollo des em peñ ado un pap el tan imp de la pri me ra gue rra mu ndi al? ma teri alis mo his tór ico ant es inis ta, com o hem os vist o, ape El pen sam ien to pol ític o len rili este ndo fue dif und ido fue ra de Ru sia cua nas se ィセ「■。@ suque la III Int ern aci ona l, zad o por la esta lini zac ión de ític a de sus par tido s con stipol bor din ó pro gre siv am ent e la , SS. . la UR - .a ext erio r de • os ct' e 1a poli't¡'c • •etiv • obJ tuy ent es a Jos a1e tas iald em ócr ata s o ccn tns 1 a· ,la. ap Tar rrpo co los p· arti dos soc b"d d d' . 1ca· 1 a ca · tern , nat ur.a lme nte , ク・セᄋッョ@ ··a "' · Ko min o b1t am del ... ᄋセM@ '1tro l t oe ., , u1" . , · mo . Ac:I· ' 1 1ent·nis · ue e·r¡s·¡•;n .· · n tl· "'"+ _..,' .. - ,_ a e uo de est a イセァキョL@ d s de ma sas tre 1as d lac: org :.m izac ion es obr era d ..• ・セ@ 1 · 1 · ·· - · · .-rxi p.erío o 」ッュセイ・ョ@ ría ma sta :ms tan cia l en el sls h ana ,al tó ーョセッエ・@ 1os dos gue rra s mu ndi ale s se lirmQ LᄋBセョ、エ。@ de . ente tam · CC · M ·..,ce · ' dJ" "'a- u . 1ne·a Ll'-•" en una 1" 'bl'rca d e We1 · · R 1 セ」ᄋMクャBGico@ . ·· . . 1 · . epu ' e '· ···' s •deb ate s de la pre gue rra . En a gra nde · gaesti Inv de 1 to d e11 19?3 un Ins titu . •c < セB@ forセ@rn ar se Cfe·)( e 11 P 1·an·· a@ セ u aca un cio nad o por Soc ial' ind epe ndi ent e, sub ven セH￳ョ@ los estu•diO s • prc' mo •• ver ra P" @ セ o... 1 t:s, . nte en cer ea do cor ner cm (el Ins titu to o · mc der . . aca セLウᄋャ@ d ent ro d e un ma· rco .... · ᄀ ᄋ Q Mャ。GカセエB@ 'd a d de Fra ncho @ Q a la. セjュカイウN . est aba for ma lme nte vin cul ado ec Der de r aáo ton hrs fue el 1a Um d · f 0 r ,) !7 Su pri·me r dir ect or · e · ·· ocu pad o una cat e ra en. Car l Grü nbe rg, qui en hab ía セ。ᆳ ュオョ、セャN@ ァオ・ョセ。@ la ーイAョZセ・。@ ver sid ad de Vie na ant es de ro .rn mJt @ ョ セ e1a rg nbe 1, Gru ciclo en Tra nsi lva nia en 186 セオᆳ de eru dito s ma. rxJ stas セ@ típi co de la vie ja gen era ció n ?_ü. ?,dl pe;I er pnm el y 」セ■イゥァ、ッ@ rop a ori ent al; hab ía fun dad o fur @ カ ュ 」 セ a el ,. opa Eur aJO en imp ort ant e de his tor ia del trab @ L ョ ァ キ A コ ・ 「 イ セ der s und die Ges chi cht e des Soz iali smu rep res en. Est e 、ャウエQセァュ⦅ッ@ ort ncf Fra a ó lad que lue go tras ema rxi sta con stit uyo e.n lo suc t··mte de la trad ició n aus tro tua lec mte . · 1 s· J:ov en de ·' ma ·' o un pue nte par a 1a gen era oon siv . 1ZセPQYSK[@ @ ッ ュ ・ 」 セ 、 el Du ran te les soc iali stas de Ale ma nia . O con .o sidi pre el que ial Soc el Ins titu to de Inv esti gac ión v <·o cial dem ócr ma Y atas d1 ntu . . · s. .r ·' . セ@ sv equ·ipo con cor num• sra en e s e _Marx-Eng el iセウエゥオッ@ vo U;la rela ció n reg ula r con la a par arc hiv o a Rm zan ov Mo scú , env ian do ma teri al de obr as de Ma rx y Eng els. El @ ウ セ B ャ de ,rim era edi cíó n cie ntíf ica am tau sga be inic ial de la !vla rx- Eng ds Ges en 1927, aJO @ N L エ ッ 」 ョ セ イ f en en efe cto , fue pub lica do .. , dos ュセエャオ」キョ・ウ@ aus pic ios con jun tos de las n pat roc inó bie titu to tam En el mis mo per íod o, el Ins :10s ° A •• -- ' 1 • '"' "· · d セQgエェ@ セッャオュ・ョ@ ---- ---. ---· · del iョセエjオッ@ 11 Sob re Jos oríg enes y3 ,・イオ、ゥセᄀサウM pp. ustivo197 exhadres se ,el Lon .véatwn ,gma f.ort , lma drid , Tau rus, 1974). · セ@ セl。@ Q セG@ · ació n Soc ial de Fran c· Jay The dial ecti cal ' dialé ctica , Mación e ima gina , 」セエゥョ@ 32 Perr y An.derson los años obra de teor ía econ ómi ca mar xist a de k セ@ r, Hen de Ia , rras gue las dos mpr end idos セョエイ・@ y Gro ss. ., , man n, otro emi gran te d 1· . tie.r cont i· del es ntal one .. ras . Cas e , 1881 . .. nent e. Nac ido en de un en .rac ov¡a ' hiJO prop ieta no , _ G tzia Gali de as edad min ma de . • , ross man n tem a la mis B qlue arin · . t aue r y era siete aüos may or oue Buj . , , en o ras pa age. bras , pert enec ía a la 、・ウ」ッャ。ョエセ@ ía al que hab - nera cwn . . l d ca G . 1914 de s em sm n nza o ta es altu ras ante man ross . ' ba rgo, h a b,ra evol ucio nado más ¡ t· nte: en un prin cipi o ame @ セ , k awe m-B Boh de o ípul disc afili ado al se ィ。「セ@ en ᄋᄀイセョ。L@ Part ido Com unis ta pッャ。」セ@ gue rra era pnm la de mun dial y ocu pad o una 」£エ・セウー、@ Univerla en a omi econ e ra E ·, 1' . sida d de Va rsov ¡a ., n 1925 la repr esw n P 0 Itica le llevó de .' Polo nia a Al y en 1926-27 dio una seri e de conf eren cías en el iョZセオュ。L@ セ@ ーイゥョ」セi@ セ・Z@ Q オー■、N。ウ@ セ Q Zサセッ。ᄀカァ、[・エ Z[エ・セi@ Mヲセ[ュ。イ@ un par1a a acu. mu acw n y d z -d erru m b e del siste ma capi talis ta 18. Pub lie . cada 1 de de la gran dep resi ón de 1929, la ob-ra . - e mrs mo 。ョセ@ 1 icos de Gro ssm ann resu m¡a los deb ates clás o de aprpordegue_r_ra somod del nto imie mov del s leye uccw n ca bre las b. . . ¡· , á. m el ba anta adel y xx, P.Ita lsta en el siglo Qセ@ inte nto de ded ucir su cola pso セ「j・カ」ッ@ ヲセウ・ュ£ゥ」@ . S x Mar de n cció odu g_Ica e os esqu ema s de la repr @ セ イ ョ ゥ on fuer as, rtun opo cent rale s, que pare cían tan エセウゥ@ . n econ o. . . por e1 Jove pue stas en tela d.e JUIC diat ameFnte IO . . rata de ·. . . d rnrs ta ntz Ster nbe rg, soci alde móc JZqUJer a. La 6) (192 o lism eria imp El obra de Ster nbe rg ' que era en gran 1 f med ida de Lux emb uruna re orm ulac ión de la pers pect iva nuev o anál isis de las func ione s y el ッセ@ Lオセ@ ヲ。セ@ セヲャ・ョエL、@ de rese rva del trab a.1o en el cito eJer e . . uacJOnes A bca.. ante s atac ada por Grossm pita hsm o, hab ía sido ann . m1 os , · · d os por una mar xist a de . a su vez ' f uero n cnti ca 、セ]Z_[。Lゥ@ セ@ [Zセ←・ッ@ [セイNZe@ . Zusa mme 18 Die Akku mu/a tions . und des kapit a/isti schen fイ。セ[オィァ・ウエコ@ Systen_ts, Leipz ig, 1929; reedi tado en 1971 (La ley de la acu・セ@ or.t t . del mbe derru XXI mu/a clón y del szs ema capzt ailsta , México, Siglo 1978). La trad ició n clásica 33 19 año sigu ient e, Bau er ñara n del pod er en Alem ania • Al ame nte titul ada ¿En pub licó su últi ma obra teór ica, prof étic exili o chec oslo vaco 20 • En tre dos guer ras mun dial es?, en su el más vali oso expo este test ame nto polí tico y econ ómi co, perf ecci onó la expe rinen te de la escu ela aust rom arxi sta ema s de la repr oesqu men taci ón de toda una vida con los men taci ón más argu la ducc ión de Mar x para con stru ir una teor ía subde r favo com plej a exp uest a hast a ento nces a su desi lusi ón stró regi con sum ista de las cris is capi talis tas; hab ía prac mo mis él fina l con el refo rmis mo grad ual que part ido, y de ente dirig o tica do dura nte larg o tiem po com móc raalde soci ntos imie llam ó a la reun ifica ción de los mov . ismo fasc el tra ta y com unis ta en la luch a con desp ués de que el En 1938, Bau er mur ió en Parí s, poco Brat islav a. A los nar ndo pact o de Mun ich le obli gara a aba dial , y la inva mun rra gue poco s mes es esta lló la segu nda a del mar xism o en el sión nazi de Eur opa cerr ó una époc ció en Parí s a man os cont inen te. En 1941, Hilf erdi ng pere ició n que ello s hab ían de la Ges tapo . Las posd atas a la trad ra en el cam po de baenca rnad o sólo pod ían escr ibir se aho Suiz a su obra últi ma tdla . En 1943, Mos zkow ska pub licó en cap itali smo tard ío 21 • y más radi cal, Sob re la diná mica del os, el jove n econ omi sta Mie ntra s tant o, en los Esta dos Unid uyó y resu mió toda nort eam eric ano Pau l Swe ezy reco nstr sobr e las leye s diná mila hist oria de los deb ates mar xist as aran ovsk i hast a Gro sscas del capi talis mo, desd e Tug an-B que dio Bau er al proman n, y susc ribi ó la últi ma solu ción de ejem plar clar idad : blem a del subc onsu mo, en una obra 22 emb argo , en su libro , Teo ría del desa rrol lo capi talis ta • Sin ezy renu ncia ba imp líescr ito en ei clim a del New Deal, Swe is de desp ropo rcio nacita men te al supu esto de que las cris en el mod u de prolida d o subc onsu mo eran inev itab les ncia l efic acia de las ducc ión capi talis ta y adm itía la pote , Prag a, 1935 (Con tribu ción a la Zur Kriti k mode rner Kries enthe orien , Méxi co, Cuad ernos de Pasa · crisis las de rnas mode as crític a de las teorí Vars ovia en 1866 y emig ró en nació ka kows Mosz do y Prese nte 1978). su muer te, en 1968. hasta h Zuric en a Suiza en 1908, dond e vivió 1936. , slava Brati en?, 20 Z\\'is clzen Zwei \A/elt krieg alism us, Zuric h, 1943. 21 Zur Dyzza mik des Spiit kapit cuan do fue publicad:-., en 1942. años dos y ta trein tenía zy 22 Swee 19 34 2. el :Est.::do paru antidd icas ーッセᄋ@ interve nciones ォ・ケョNセ[ゥ。ウ@ la :stabUi .dad i:xte:·na del irnperiali:.;nlo. b · 」「セ[M セウ[ァオM。L@ pcimem.egJa cwn fmal del c::q:ntahsmo fue asignad s, suywrio : externo nte ra vez, a un de.tenn inant:e purame de ¡::oi;;;es Jos y ca de la Unión Soviéti rcs logros ・セッョ￳ュゥ」ウ@ los que pod1a esperar se que siguies en su caminn al fin de logros cuyo "efecto de persuas ión» harú: Dü6hlc . la ァオ・イセL@ _transic ión pacífic a al soda!is rm; en los オセ。@ el エャ・ュセッL@ セッョ@ · · des'" 1a ,., ·' 2 ,. セK。@ MHセョ@ ' • ·' TJnlc''"'" 1 eoria r.tel r•-· stado" concepc 1on, ce'" • v <'J·.• ' . ; _, .• arrollo capztal ista sefí.al<tba el fin de t.m::l. época reerli··ió•York, QYVセ@ , R セ@ The tJzeory of .capitalis t developm ent, Nueva (Teona del desarroll o capitalist a, México, ¡;0 ; 1;¡(; 、セ@ \; 1 pagmas STセMV@ tura EconomJ ca, 1945). ;¡: EL .ADVE NIMIEN TO DEL MARX ISMO OCCID ENTAL de la segund a guerra mundia l cambió en el ValLa ュ。ョセ@ ga. Las victoria s dei Ejércit o Rojo sobre la \Nehrm acht en 1942-43 .::1seg:mamn la liberac ión de Europa de la domina ción nazi. En 1945, el fascism o había sido derrota do en tod<Js partes, t::xcepto en b región ibérica . La lJRSS, enormernen tc fortale dda en cuanto a su poder y prestig io inter-naciona l, era dueüa del destino de Europa orienta l, con ex-cepción de los Bak;c;nes más meridio nales. Pronto hubo regímenP s comunistao_ en Prusia, Checos lovaqui a, Polonia , Hungrí a, Ruman ia, Bulgar ia, Yugosl avia y Albania ; las claloca les fueron exprop iadas; se inició la inses 」。ーゥエャウセ[@ estilo soviétic o. Un «Campo socialis ta» al n dustria lizació la mitad del contine nte. La otra mi-ahora cubría do integra tad fue rescata da pan1. el capital ismo por los ejército s norteameric anos y bl"itárdcos. En Francia e Italia, sin embarg o, su p;:rpel dirigen te en la Resiste ncia convirt ió por primer a vez a los partido s comun istas naciona les en las organiz aciones mayori tarias de la clase obrera. En Aleman ia Occiden tal, en cambi0 , la ausenc ia de una experie ncia similar y la permit ió elimina r con éxito, por el Estadivisió n del ー。■セ@ ecido bajo la protecc ión de la ocurestabl s burgué do pación zmglüa merican a, la tradició n comun ista de pregue rra en el pro]etdr i<¡cJo . En los veinte años siguien tes se produj o una situaci ón económ ica y política diamet ralmen te opuesta a la del período de entregu erras. No hubo regresi ones a dictadu ras militar es o policial es en los princip ales países occiden tales. La democr acia parlam entaria , basada en el sufragi o totalme nte univers al, por primer a vez en la historia del capital ismo se hizo estable y normal en todo el mundo industr ial avanza do. Tampo co se repitier on las ca-tastrófi cas crisis de los años veinte y treinta. Por el con- Perry Anderson 36 trario, el capitalism o mundial gozó de un prolonga do auge de dinamism o sin preceden tes, la fase de Pxpansión más rápida y próspera d:; su historia. Entre tant?, ks regímene s burocráti cos represivo s que ejercían la tutela sobre el pro· letariado en la Unión Soviética y Europa oriental sufrieron sucesivas crisis y ajustes después de la muerte de Stalin, pero ninguna modificac ión fundamen tal de_ su estructu:· a. Se abandonó el terror como arma sistemátiC a del Estado, oero la coerción armada siguió sometien do las revueltas populares en esta zona. El crecimien to económic o fue rápido, desde sus puntos de partida comparat ivamente bajos, pero no constituy ó ningún desafío político a la estabilida d del bloque capitalist a. Fue en este universo alterado donde la teoría revolucio·· naria completó la mutación que dio origen a lo que hoy, retrospec ti;rament e, podemos llamar el «marxism o occidental». Pues el cuerpo de la obra de los autores de los que ahora nos ocuparem os, en efecto, constituy ó una configura ción intelectua l totalmen te nueva dentro del desarrollo del materalis mo histórico. En sus manos, el marxismo se convirtió en un tipo de teoría que en ciertos aspectos críticos era rnuv diferente de todo lo que la había precedido . En particula r, los ternas y preocupa ciones caracterís ticos N、セ@ todo el conjunto de teóricos que llegó a la madurez pohtica antes de la primera guerra mundial se desplazar on drásticamente , en un viraje que fue al mismo tiempo generacio . nal y geográfic o. La historia de este desplazam iento es larga y complep ; sus comienzo s parten del mismo período de entreguer ras v coinciden en parte con el declive de· una tradición anteLa manera más clara de abordar este problema quizá セゥッイN@ sea mediante una sencilla tabulació n inicial de las fechas Y la distribuci ón geográfic a de los teóricos que ahora consideraremo s: Lukács Korsch 1885-1971 1886-1961 Gramsci ....... .. 1891-1937 Budapest Todstedt (Sajonia occidental) AJes (Cerdeña ) Advenimi ento del marxismo occidenta l Benjamin ... Horkheím er Della Volpe ........ . Marcuse 1892-1940 1895-1973 1897-1968 1898 Berlín Stuttgart (Suabia) Imola (Rornm1a) Berlín Lefebvre ......... Adorno ... ... Sartre ... Goldman n ... Althusser 1901 1903-1969 1905 1913-1970 1918 Hagetma u (Gascuña ) Francfort París Bucarest Birmandr eis (Argelia) Colletti ... 1924 Roma 37 Los orígenes sociales de estos pensador es no eran distintos de los de sus predeceso res 1 • Geográfic amente, en cam-bio, las caracterís ticas de este grupo ofrecen un acentuad o contraste con las de los intelectua les marxistas que se destacaron después de Engels. Como hemos visto, prácticamente todos los teóricos importan tes de las dos generado · nes siguiente s a los fundador es del materiali smo histórico eran de la Europa oriental o centro-or iental; aun dentro de los imperios germánic os, fueron Viena y Praga, no Berlín, las que proporcio naron las mayores luminaria s de la II Internaci onaL Pero desde el fin de la primera guerra mundial, la situación se invirtió. Con la importan te excepción de Lukács, y de su discípulo Goldman n, todas las figuras significat ivas de la tradición antes. indicada provenían de regiones más occidenta les. El mismo Lukacs se formó en gran parte en Heidelber g, y su cultura fue siempre más alemana que húngara; y Goldman n vivió en Fran cia y Suiza toda su vida adulta. De los dos alemanes que a、」セイᆳ 1 Lukács era hijo de un banquero; Bcnjamin, de un marchante; no de un comerciante en vinos; Horkheimer , de un fabncante textil; de la Manna; Delia Volpe, de un terraten)ent e; Sartre, de un ッヲゥセ。ャ@ Korsch y Althusser, de directores de banco; Colletti, de un empleado bancario; Ldebvre, de un burócrata, y Goldmann, de un abogado. Solamente Gramsci se crió en condiciones de verdadera pobreza; su abuelo había sido coronel de la policía, pero la carrera de su padre como funcionario de rango inferior quedó arruinada al ser encarcelado por corrupción; la familia sufrió desde entonces grandes penurias. Advenimiento del mavxismo occidental 38 nacieron en r..asc-. en un un n1mncnto en que su rv1a ce use fue J.r :.-:n_t.có pu1· poco 1n1 papu_ ゥョQセ@ Adonto y l{ork." en el.la; Lukács y 1\Iatcuse tuerou edt:csdos en ella. イ[ZMセ⦅、・オ@ ィ」⦅セイョエ@ desde la Zヲゥャッsサ[」セ@ rnantuvieror1 cstn.:·:cl:.c's ャ。コッセ[@ a la Lcancufüia. de Bcnj:_'.rnin, véanse Con 1927: <{En Ale.tnani;;>,. lne slento エッ。ャセ@ obscrvacio:1cs int,·.Tcf,es entre lu-:· (k rrri ger;.craciónl ・ウlャエNセjx@ en イャゥセ[@ fucr:;:·:as [ .. 1 las que ·veo t··:n acción, 」ゥᄋGZtエ。セ[@ rnicntr;Js que :l9'JG, p. 22 (,rlinllh!rnii·t:Jtiurts, j-__ オョ、イ・Zᄋセ@ a イNZエ。」セ@ lo Q\J!:: ョQセ@ .. el iÜulo genérico en castellano 「Zセ⦅ML@ QセML⦅ᄀ|^エゥHZ。、j[@ de Illurni'" cxac:ic:tincnte ;;¡_ l;::;c edición 」オセMエGBウーッョォ@ 1973, e ·natiuus,· véansc l)iscur.'"·o:; interrurnpidos, 1_, · IVi.adri-:1) Taurus, 19í1). riunúnacionc.s, 1, セᄀQ[ZM⦅」Nャイᄋゥ、L@ 3 Toda clasjficacióu fi,Cnt·racional debe basarse en inlervalos de aprodúnde hacer obviarnente: el problen1a es ウセ「・イ@ xilnadar.o.enlc: veinte dentro del coEtinuo biológico de las ᄋカゥセ@ lo::; cortes ィゥウエZ￳イN」ッセ[L@ das en cada époc:·:t. No disponen1os (_1_quí. d.c espacio p2.ra explorar el tern.a lineas divisori:-ts esend;:.1.lcs¡ sin ernb(.l.tgo, están basaclccuad8nlentc. lセZBjN@ tante ch1.rarn.entc trazadas en este caso por las sucesivas con.rnoc1ones po· de J.a épocn. ャゥエgZセI@ _i.)ürl0.ntc cor.ne ZCJJ.ia cultul-·t:ü e;1 」セBエ。@ 39 tiempo en el USPD, en 1917-18; Benjamín eludió el servicio militar, pero fue arrastrado a la izquierda por la guerra. En generación «instalada>> dentro de la tracambio, la セZ・ァオョ、。@ dición del marxismo occidental, estaba formada por hommadurez: mucho después de la pribres que Uegnron a a quienes formó políticament.r;; el y rnundial guerra mera segunda guerra mundial. El prila y fascismo del avance rnero de ellos en descubrir el materialismo histórico fue Lefebvre, quien en muchos aspectos es una figura poco este grupo y que se incorporó al Partido Comucomún nista Francés (PCf<') en 1928. Adorno, diez m1os menor que Marcuse y Benjamin, no parece haberse vuelto hacia el marxismo hasta después de la conquista del poder por los nazis en 19:B ..Sartre y Althusser, aunque de edades muy dispares, parecen haberse radicalizado, al mismo tiempo, por el ilnpaclo de la guerra civil espaí1ola, el desastre fran· cés de 1940 y su encarcelmnien to en Alemania. Ambos com·· pletaron su evolución política después de 1945, en los primeros años de la guerra fría. Althusser se afilió al PCF en 1948, mientras que Sartre se alineaba con el movimiento comunista internacional en 1950. Goldmann se sintió atraído por la obra de Luk;:ics antes de la segunda guerra mundial y durante ella, y después de ésta se encontró con él en Suiza en 1946. Delia Volpe constituye una excepción cronológica que, sin embargo, confirma el esquema políticogeneracional: por su edad pertenece a la primera generación, pero la pdrnera guerra mundial no ejerció ninguna influencia sobre él, se comprometió luego con el fascismo tardíamente llegó al marxismo, en 1944-45, italiano y seguncla guerra mundial, cuando tenía cerca al final de de cincuenta años. Fínalmente, puede discernirse un caso límite de una ¡:;osible tercera generación: Colletti, quien era demasiado joven para que la segunda guerra mundial lo marcara pmfundamen te, y sólo se hizo discípulo de Della Volpe en el período de posguerra. Se afilió al PCI en 1950. Esencialment e, como se verá, desde los comienzos del dect:nio .1920-1930 el marxismo europeo se centró cada vez más en Alemania, Francia e Italia, tres países que, antes o después de la segunda guerra mundial, contaban con un par- Perry Anderson 40 tido comunista de masas al que se adherían sectores importantes de la clase obrera y se sumaba una intelectualida d numerosa y radical. La ausencia de una clase u otra de estas condiciones impidió el surgimiento de una cultura rnarxista desarrollada fuera de esta zona. En Gran Bretaña se produjo una amplia radicalización entre los intelectuales en el período comprendido entre las dos guerras. pero la masa de la clase obrera pennaneció fiel al reforrnisrno socialdemócr::tül En España, e! proletariado demostró ser de tempera· obrera mento más revolucionario que cualquier otra del continente durante los afias treinta, pero hubo muy pocos intelectuales en el movimiento obrero. Ninguno de estos paises produjo nada de importancia en la teoría marKista durartte este período 4. enigma ᄋセ@ El caso espaüol, no obstante; sigue siendo un pese a híslórico. ¿Por qué EspB.fia nunca d].(} 1J.n Labriol:t ;) un proletari.ad;.) y sn canlpésirtado. aún ele セオ@ la cxtraordina;"io.. 」ッイョ「。、カゥセQ@ XIX que, si y a una herer.tcia cuHu.rrd del セMZゥァャッ@ iエ。ャゥイセN@ n1ayor que la 、エセ@ lejos tJe ser despreciable? b]en cie.t·tan1ente rnenor que la de Italia, ・セ[エ。「@ con1pL:;jo prodedicar una i.nvestigacíón a fDndo a イZNセエ・@ ScrJ;;, エョヲセ」ウ・イ@ bl-:;nlEL Su soludón ser.l<:"- in1prJrtrtnte para un étnáJisi>, rnás a1nplio el>.; lus condicíones del surgin1iento y el de.sa1To1Io del lT:iDtcrialisn·to histórico conJo teorí.a. Aqu.i podernos sclarnentc sefw.lar en lo que concierne al prc>blema de las herencias cultu:raJes 1eiativas que, sorp:rendetJ.ternen te, mientras Croü' estndiab<l J difwJdÍG la cbra de Marx en Halia ccrcauo en Españ8-, en el (leccnio de 1890-lSOü, el intelectual análogo Qョ£セ@ convertía tan1l:.d.é:-l al nH.-rrxisroo. Unan1uno, n d.Herencia de Unaxnuno, セ・@ Crov?, participó activan1entr:-' e.:r1 la org;.;¡_nhacióri del p;-xrtidn ウッ」ゥ。ャ[エN⦅セ@ cspafiol en Utl4-97. Sin einhargo, rnie.ntra:j el coxDp:ron1iBo de Croce con c1 rnaterialis1uo histó:ck.o ib;;:. a tene:c profundas consecucnci;H, para el eJ. rie Unaxnuno no dcj6 l1uellas :n en セZエャゥ@ del セョ。イクゥNッ@ N、・ウ。イセZッョ@ con el «t:D.SrlYlS·· 」オョャZゥBNAセMエ@ del. rtaHanG, tan BZセョ@ .. Er [Zョ」Qャッーセ、ウ@ ヲセウー。ョ@ razoP.es de las diferencias en del espc.f)nl, fue :::-in du.üa una de ャ。セ[@ ョQッセI@ rrn.tcl.\o r11cnoc 1.-Iablando con Unarrn:tno era 1.1r1 ーeセPウ。、ッZイᄋ@ los イ・ウオャエ。、ッセLN@ ele la a.usenc.ia de rnayor generalidad, sus liTrÜtaci.ones e-ran ウャイエッGQ■セNゥ」ヲ@ sisterná-· ヲゥッセ\ス」@ Espafia de una i.t:nportantc tradición de ー・ョウ[ZNセjゥ」エ@ d.c todo ZセjN@ |MセャイエオッウィNョ@ ti>:X.1 1 algo de lo que la cultura espaíi.ola, dc:.d;:: c1 r・ョZMセ」ゥᄋ@ su literatura . .su de; :Fue C{I.ÚZÓ. l;;:: 。オウNZセョ」ゥ@ rniento hasL::t Ja en <:J que hnpidió la aparición de una obra n1ard.s1·,:'!. d.:.:' ibtriri.2 ü:Jn.biéD n r:x· 」ッョAセ@ rnovi1niento obret·o csp¡-.d'íol del siplt.-, xx. イNZセエッ@ 」ッウ・セ@ 「オ・ョセ[@ エセjML。@ de que el 1narxisrno vn plicar el hecho 」オイェッセ@ 1 Lセィヲョ[ᄋ」 セ￳ヲゥ」ッ@ Q セG・@ tセ」[R@ 」セ_[エゥjᄀ notable ィゥセ[エッイァ。\Nl@ dentro d.:: la c:nnpleja オョセQ@ ーイッ、エィセゥ@ cnaxx.L;1no viv(; en .tncnte. subrayad.2 por La Q ャI@ セNB|[ゥLGエョ@ ;;:.,n Pi イ■セZHI@ Advenimiento del marxismo occide·ntal Las fechas históricas y la distribución geográfica del ((marxismo occidental» brindan el marco formal preliminar para situarlo dentro de la evolución del pensamiento socialista como u:n todo. Ouedan por identificar los rasgos susque Io definen y lo delimitan como una tantivos tradición integrada. La pt'imera y más fundamental de sus característica2 - fue el divorcio estr'uctural entre este marxismo y la práctica politica. La unidad orgrínica entre teoría y ·práctica realizada en la generación clásica ck marxistas anterior n la primera guerra mundial. quienes desempefi.a· ron una función poHtica y una función intelectual inseparables dentro de su.s n:spectivos partidos, en Europa oriental y central, iba a romperse c;:\da vez más en el medio s1glo que va de 1918 a 1968, en Europa occidentaL La ruptura no fue inmediata o espontánea en el nuevo contexto geográfico del rnarxismo posterior a la prigen.eraciona1 . J.:<uc producida lenta y progrcsivamen históricas, ·que sólo en los al'íos te por disolución final del vínculo entre teatreinta Pero en 1::: época posterior a la segunda guedistanda entre ellas era tan grande que consustancial con la tradición misembargo, los tres pri:rneros teóricos im· gen_er8CÍÓX"l posterior- r:t 1920 セM@ . Nios verdaderos modelo del marxismo occidental-- fueron políticos de destacados Cada GramscL y Korsch : Lu.k<'1cs, un participante y organizador Ievantarniento s revolucionario s de masas de ser compncblo para la educación COII SU de J セQIYL@ de ffi:;za C'OrJi ra el ataque en i\11stria dur::.tnte. los aü.os \/Cinte, Comunista Húngaro y, después de L|セ[p@ ae un c:J.crO<'nto filo·· p:"'tc-¡ PngT:rldrat· un セN[Zエ・ウゥ@ ciare C'sUL clásica· forrn;}clón Ü.\ セNエ・イョー。@ La conciencia de esto 、エセ「・@ cntica ckl otras ·¡)artes te; p-:·ro uo debe inhibírLsL (-:-n de ]a filosofía en el rnarxísmo occi . .hC('hO que cxarninaren1os más adelan- 42 por el dirig ente s de su supu esto, amb os en las Orga niza dor y de ''furh 1 y direc tor sigui ente fue uno llegó a ser el do éste libra ba una solid nció n del que clase en que .;;J :Kor sch fue expu bado del KPD en I 926 s1.: habí a estab iliza do, exig ir 」。ーゥエセャウjNイZッ@ · · a_r 1 ·v crltlc ··()11 r-11 . Nセ⦅sHZ@ ·· "·joセL@ · üe ..1_o· ..s· e セNM la \Mセ@GQァᄀエᄋZNキセML@ MB[Gセl@ ' · rse noda acor sovié tica p(;r イZセクエ・ゥッ@ 1.rató de ma:n tener dura nte co inde pend iente , y aun mar· ció activ o en ;n¡¡;. mu.i: del ria victo xista s hast a 1933, cuan do y al a aban dona r Alem ania y marc har al exili o os 1 • Unid dos Esta en Esca ndin avia y luego en carn bio, reda ctó las tesis ofici ales del rech azab an Hün garo en 1928, las acab aba que pers pect ivas catas trófi cas famo sa línea d(c:l \サMセᄋ」イ・@ la , intcm VI Cung reso de );:; Korn las perío do», con sus viole ntos ataq ues :-t " de das lifica ·-·-ca obn. ras refo rmis tas ·wga ción nihil ista de toda disti nció n entre A Advenimiento del marx ismo occidental 43 les com o instr ucráti cobu rgue ses y dicta dura s milit arpo licia 6 • El inten to de Luká cs ta talis capi men tos de la dom inac ión los siste mas polít ide esbo zar una tipol ogía difer encia l de su énfa sis en la cos capi talis tas en b nuev a coyu ntur a, y ición en la luch a nece sidad de lema s dem ocrá ticos de trans n viole ntam encontr2. la tiran ía de Hort hy en Hun gría, fuero inter n, y fue amete atac ados por el secr etari ado de la Kom do. Para evita rla, naza do con la expu lsión sum aria del parti sus opin ione s pripubl icó una retra ctac ión (sin mod ifica r ació n fue la renu nvada s): pero el prec io de esta desa prob resp onsa bilid ades orga niza tivas dent ro cia perm anen te J. e 1929, Luká cs de su parti do o de la Inter naci onal . Desd se en su obra indejó de ser un m.ili tante polít ico, limit ándo ués de pasa r Desp telec tual a la críti ca liter aria y la filos ofía. r por los pode del tm brev e perío do en Berl ín, la conq uísta a la sta, opue ción nazis le oblig ó a exili arse en la direc guenda segu la perm anec ió hast a el final de URS S, 、ッセj・@ rTa mun.:::haL Gram sci fue más somb río. Arre stado en El desti no Mus solin i, en 1926, cuan do el fasci smo Rom a por orde n impo ner su total dicta dura sobr e el italia no term inó cond icion es pasó nuev e terri bles arios en prisi ón, en por la pritado que le prod ujer on la rnue rte en 1937. Apar del PCI, se ina dest sión de la pard cipu dón en la vida clan ncia s de ecue cons las salvó del enh enta mien to d1xecto con últim o su así, Aun la estal iniza dón de la Inter naci onal . gica enér una ibir escr fue to su arres esupr la ra cont cú, M'os en a que estab Cen.ité Com al no italia do \:arta del parti sión que se pedí a may or toler anci a en sus de la expu lsión de la Opos idesd e la prisi ón, se opus o lueg o en do» desd e 1930, cmeg onca n,,·n te a la línea del «terc er perio Luká cs en 1928, man tenie ndo post uras simi lares a las de encia s demo cráque dest acab an la impo rtanc ia de las exig nece sidad vital de ticas inte: nned ias bajo el fasci smo y la das tesis de Blum (seudó · 6 Véans c 'os pasaje 5 esenc iales de las llama Lukác s, Political キイゥセ@ Georg en dad), estini cland la ni m o eJe Lukác s en . 240-51 pp, tmgs 19191929, Londr es, NLH, 1972, Pen"'Y And erso n 44 par a derr oca rlo 7• El clilogr ar la alia nza del cam pes inad o iona l era tal, que su herma de la épo ca en la III Inte rnac a que las tran smi a quie n con fió sus opin ione s par セ。ョッL@ Ital ia, perde! part ido, que esta ba fuer a de tier a a.I, 」・ョエセッ@ ón. Así, ulsi exp en silenciO par a evit arle el ries go ele ュ。ョセ」キ@ rent es dife tan eras man las dos gran des trag edia s que , de el ーセZ@ en peo euro ero ウセ@ aba tier on sob re el mov imie nto obr suse , smo lini esta el y nod o de entr egu erra s, el fasc ism o none exp les ncia pote los mar on par a disp ersa r y des trui r a de tica prác la a a unid tes de una teor ía mar xist a nati va occ iden tal. La sole dad y mue rte de ーイッャセエ。ゥ、@ mas as セ・ャ@ el exil io de Kor sch y LuG:a msc r en Ital ia, el aisl ami ento y y en la URS S, resp ecti vam ente , uョゥ、ッセ@ ka:s en los セZエ。、ッウ@ el que el mar xism o occisen alar on el 1111 de un pen odo en mas as. De allí en ade-· den tal aún tení a arra igo entr e las críp tico a una disiba a hab lar su pro pio leng uaje i。ョエセ@ a cuy os dest inos trat aba tanc ia cad a vez may or de la clas e form alm ente de serv ir o arti cula r. pro duc ir hnll ó su priEl pro fun do cam bio que se iba a cen tro fue el Inst itut o de mer a exp resi ón en Ale man ia. Su cuy os oríg ene s y desa rroInve stig ació n Soc ial de Fra ncfo rt, su con cep ción com o llo ya hem os con side rado . Aun que ació n mar xist a den tro de cen tro acad émi co par a la inve stig vo en la hist oria del soun Esta do cap ital ista era algo nue arac ión inst ituc iona l de cial ism o -pu es imp lica ba una sep ejem plo, jam ás hab ría la polí tica que Lux emb urgo , por hab ía ded icad o dur ante ace ptad o ante s de la gue rra- , se trad icío nale s del movitodo s los año s vein te a pro blem as da labo r emp íric a con mie nto obre ro, com bina ndo una sóli icam ente , su dire ctor en un aná lisis teór ico seri o. Esp ecíf se de アオセ@ inau gura l, adv irtió con tra el peli gro su 。ャNッ」セゥ￳ョ@ ipo equ su y s», rine par a «ma nda en una ・ウセオャ。@ セッョカQイエ・@ los part idos pro leta rios de la de vos acti os mbr mcl uyó mie te del KPD 8. El peri ódic o Rep úbli ca de Wei mar , espe cial men sch y Luk ács, jun to a Kor del Inst itut o pub licó trab ajos de NLB, 1970, pp. 249Fiori , Anto nio Gramsci, Lond res, . 1968) , nsula Pení a, elon Gra.msci, Barc 258 (Vzda de aセエッョキN@ ination, pp. 11·17. 8 Jay, The dzalectzcal 1mag 7 vセ。ウ・@ gゥオウ・ーセ@ tal Adv enim ient o del mar xism o occ iden 45 Así, form ó el pun to noensa yos de Gro ssm ann o Riaz ano v. corr ient es <<Occidental» v da! de con junc ión en el que las del mar xism o en los año s «ori enta l» se enc ontr aron den tro iba a ser de imp orta ncia vein te. Su tray ecto ria, por tant o, ía mar xist a en su condec isiv a par a la evo luci ón de la teor pren dido entr e las dos junt o en la Eur opa del perí odo com oria dor aus trom arxi sta gue rras . En 1929, Grü nbe rg, el hist ació n, se reti ró. En 1930, que lo hab ía diri gido desd e su fund vo dire ctor del Inst itut o: Hor khe ime r se con virt ió en el nue Luk ács y el mis mo año un año desp ués de ser sile ncia do su pro pia segu rida d, por en que Gra msc i fue cen sura do yez de hist oria dor en sofo aun que esta ba en pris ión. Filó gura l Hor khe ime r dio com o Gri.inberg, en su disc urso inau ient ació n de la labo r del la tóni ca de una imp orta nte reor por el mat eria lism o hisInst itut o, lejo s de la preo cup ació n des arro llo de la «fil osof ía tóri co com o «cie ncia » v hac ia un con inve stig acio nes emp íric as. En soci al» 」ッューャ・ョエ。、セ@ r los Archit•os para la His1932, el Inst itut o dejó de pub lica Obr ero; su nue va putori a del Soc iali smo v el Mot •üni ento ainoc ente men te, Rev ista de Inve stig blic ació n fue エゥオャ。、セL@ revo trar con la a rior ción Social. En el brev e perí odo ante y ado vari un ió r reun luci ón fasc ista de 1933, Hor khe ime s en el Inst itut o, los uale lect inte nes jóve de tale ntos o gru po on Mar cuse セM Ado rno. más imp orta ntes de los cua les fuer ann , Hor khe ime r nun ca A dife renc ia de Grü nbe rg o Gro ssm ido obr ero, aun que anhab ía sido mie mbr o de ning ún part :v segu ía sien do polí titaño hab ía adm irad o a Lux emb urgo crít ica fren te al SPD v cam ente radi cal, en una pos tura mbr o de un con sejo de al KPD. Mar cuse , que hab ía sido mie vínc ulos con el movisold ado s en 1918, con serv ó algu nos ar con la izqu ierd a icul mie nto obr ero orga niza do, en part es a la tom a del pod er del SPD; en los últi mos año s ante rior ódic o teór ico de Hilf erpor Hitl er fue cola bor ado r del peri cam bio, el más jove n de ding , Die Ges ells cha ft. Ado rno, en pers ona l con la vida polílos tres , no tení a ning ún vínc ulo nue vo equ ipo del Inst itica soci alis ta. El esce ptic ism o del s de la luch a de clas es tuto con resp ecto a las pers pec tiva tant o el par tido soci alde en Ale man ia, en un tiem po en que aba n su con fian za en móc rata com o el com unis ta pro clam 46 ción de el futur o, se demo stró ya al comie nzo de la ocupa irietransf se su cargo por Rork heim er, cuand o sus fondo s on lecier estab se ron callad amen te a Holan da, en 1931, y 9 oficin as exter nas en Suiza , pero no Así, la victo ria nazi de 1933 exilió al Instit uto, iar su negoc pudo lo destr uyó como centr o. Hork helm er dond e 1934, en s Unido trans feren cia form al a los Estad os York ; a Nuev en bia, se incor poró a la Univ ersid ad de: Colum todos ial mund a Y antes del estall ido de la segun da guerr emiLa ica. Amér en on sus coleg as rrd\s cerca nos se le unier a firió trans lo s Unido graci ón del Instit uto a los Estad os siquie o obrer to mien movi un medi o políti co caren te de un ión tradic toda de o lismo ra form alme nte adher ido al socia Instit uto marx ista susta ncial. En su nuevo ambi ente, el ación al adapt su hacia ente idam como tal se orien tó decid a y pasad labor a propi su rando orden local burgu és, censu micas acadé s idade ptibil susce las a prese nte para adecu arse lógico s de o corpo rativa s locale s y efect uando análi sis socio flarse en camu Para vista. positi te carác ter conve ncion almen ente icam práct da retira una uó efect su nuevo hábit at, se Adorv er heim Hork nte, dame Priva comp leta de .la políti ca. セ@ la sono conti nuaro n mant enien do una acerb a hosti lidad guerr a en cieda d estad ounid ense, revel ada despu és de la (prud ente·· su obra conju nta Dialéctica de la Ilustr ación básic a ión entac argum cuya da), Holan ment e publi cada en fascis mo ident ificab a el libera lismo norte amer icano y el. 1949--50, sin alemá n. El retom o del Instit uto a Franc fort, en funci ón y emba rgo, no alteró el camb io funda ment al en su os Unisu orien tació n socia l que hab:ía sufrid o en los Estad era erra dos. Porqu e la Alem ania Occid ental de la posgu más el ral, vista políti co y cultu ahora , desde el punto alista s impo rtante s de Eu.rocapit s paíse los de io reacc ionar nismo pa, extirp adas sus tradic iones marx istas por el chovi con ente, oralm temp nazi y la repre sión anglo amer icana y, en ente, ambi este un prole tariad o pasiv o y en repos o. En r dona aban a iba SPD el que el KPD iba a ser prohi bido y eJ. @ ￳ エ セ ィ ー ュ ッ 」 se ismo, Cüüexión con el marx fonna lmen te Adve nimie nto del marx ismo occidental 47 los Estala despo lltiza ción del Instit uto: mient r-as que en del muno dentr o aislad dos Unido s había sido un encla ve te feslmen oficia fue ental do acadé mico , en Alem ania Occid por dida defen a» crític ia tejad o y prote gido. La «teor: itaexplíc ciaba renun ahora a Hork heím er en los años treint o mism El lista. socia ica práct ment e a todo lazo con la del gías ·apolo as inios ignom en Hork heim er finalm ente cayó que llegó capit alism o en su retiro 10 • En camb io, Ador no, obra más su jo produ y 1958 en a ser direc tor del Instit uto nunc a siial, mund a guerr da segun la vigor osa despu és de ca, siempolíti la de to mien aleja o guió ese camin o; su mism Por el ello. de rvó prese le as, coleg sus de pre mayo r que el s, Unido os contr ario, Marc use, que perm aneci ó en los Estad aria, ucion iba a mant ener una intran sigen te postu ra revol ucion al, en medi o de un gran aislam iento intele ctual e instit objet iva de en los años cincu enta y sesen ta. Pero la tensió n de su pensa esta situa ción iba a cobra r su preci o dentr o ismo clámien to. Adhe rido a los ideale s políti cos del marx l activ a socia sico, pero totalm ente aleja do de toda fuerz a teoriz ar a ica que lucha se por ellos, Marc use llegó en Amér a en obrer clase sobre una «inte graci ón» estru ctura l de la cael sobre te, el capit alism o avanz ado, .y, por consi guien sociato mien pensa rácte r insup erabl e del abism o entre el más- - y lista --aho ra inevi table ment e «Utóp ico» una vez La rupánea. mpor la acció n prole taria en la histo ria conte sinzado come había tura entre la teoría y la práct ica que fue e veint aflos J.os de lenci osam ente en Alem ania a fines los años consa grada abier tame nte en teoría a medi ados de ional . mens unidi re homb sesen ta, con la publi cació n de El único el era ania Alem Antes de la victo ria del nazis mo, un tenía que , Rusia de país impo rtant e de Euro pa, fuera por tuvo ia Franc ués, Desp parti do comu nista de masa s. duran te el prim era vez un moví mien to comu nista de masa s da guerr a segun la de ués Desp nerío do del Frent e Popu lar. ente eliicam práct aba qued KPD ;,nmd ial, mien tras que el en la rtió convi se PCF el entai, mina do de Alem ania Occid ia. Franc en a obrer clase la de organ izació n mayo ritari a lú de 1970. Véase su entrev ista en Der Spiege l, 6 de enero 48 Perry Andersorz Este doble cambio transform ó todo el equilibrio de la cultura marxista en Europa. Desde la época de la II Internacional, el movimien to obrero francés -que a principio s del siglo XIX había estado a la cabeza del continent e en militancia política y creativida d intelectu al- en el campo teórico había quedado bastante a la zaga de sus equivalen tes en Europa oriental y central, y aun en Italia. El marxismo nunca había penetrado profunda mente en la sno o la CGT. Las razones de este retraso cultural en la III República fueron esencialm ente dos: la fuerza de las tradicion es pre·· marxistas nativas (el proudhon ismo, el blanquism o y el anarcosindica lismo) en el proletaria do y el sostenido vigor del radicalismo burgués (de un tardío tipo jacobino) que aún anclaba firmemen te a la intelectua lidad local en su propia clase. Donde se producía la confluenc ia de estas dos corrientes, por ejemplo, en un dirigente como Jean Jaures, el resultado era una doctrina social de un acentuad o idealismo y provincia lismo. En Francia no se hizo ninguna contribución importan te a los grandes debates marxistas de la época anterior a 1914. Para todos los fines del Partido Socialista Francés, El capital era un libro cerrado; es significativo que antes de la primera guerra mundial no se tradujera en Francia ninguna obra teórica importan te escrita después de Marx y Engels. La victoria de la Entente en 1918, al mantener la dominaci ón de la burguesía france· sa y ahorrar a la clase obrera la prueba de una derrota, amplió las condicion es para el crecimien to del marxismo corno una fuerza real en el país. El Partido Comunis ta Francés, después de un comienzo aparentem ente triunfal en 1920, pronto quedó reducido a proporcio nes relativam ente modestas , con unos 50.000 afiliados, durante el resto de la década. Los intelectua les que atrajo eran en su mayoría personali dades literarias , con una relación más sentimental que científica con la herencia de las ideas soc1a listas. Sólo en 1928 se unió al partido el primer grupo de intelectuale s más jóvenes con un verdadero interés por el marxismo . Este grupo incluía a Nizan, Lefcbvre, Politzer, Guterrnan y Friedman n; había cristaliza do en la revuelta Advenimi ento del marxismo occidenta l 49 contra la esterilida d y el provincia lismo de la filosofía francesa oficial v había tenido en un comienzo simpatías por el surrealisn ;o 11 • Sin embargo, su entrada en el PCF coincidió con la estaliniza ción final del movimien to comunist a internacio nal durante el tercer período. Por ello, desde el principio su labor teórica estuvo sujeta a estrictas limitaciones política.s, pues por entonces todas las cuestione s fundamental es concernie ntes al análisis del desarroLl o capitalista y a la conducci ón de la lucha de clases eran dominio exclusivo no va de la dirección nacional del partido en FranKominter n en la misma Rusia. Así. el campo cia, sino de intelectua l dentro del marxismo se había actividad para la de las filas de los partidos comudentro mucho reducido después de un precurso r intento Politzer, . europeos nistas 12 de llevar a cabo una crítica marxista del psicoanál isis , se convirtió en poco más que un obediente funcionar io cultural del PCF. El espíritu polémico de Nizan fue rápidame nte ahogado por 1as presiones organizat ivas, hasta que finalmente se rebeió contra el pacto nazi-sovié tico y fue expulsado del partido 13 • Sólo Lefebvre mantuvo un nivel y un volumen relativam ente elevados de producció n escrita y la fidelidad pública al PCF. Pndo hacerlo mediante una innovación táctica que más tarde se haría caracterís tica de los teóricos marxistas posterior es en Europa occidenta l: dar al Cé.snr Jo que en.1 del César, es decir, una lealtad política combínad a con una labor intelectua l lo suficiente mente disociada de les problema s centrales de la estrategia revolucionaria corno para escapar al control o la censura directos. Los principal es escritos de Lefebvre de los años treinta fueron sohre todo de carácter filosófico , con un nivel de absque le permitía mantener se dentro de los límites エイ\セ」ゥ￳ョ@ de la disciplina del partido. La publicaci ón de su obra más importan te, El materiali smo dialéctico , retrasada durante 1; Sobne lo;; oríEc'nc·s de c<e セNイオーッ@ íc rrste, París, 1959, pp. 389-414. 1i d véase Hcnri Lefebvre, La somme P:::ds 1928. Politzer ha12 Critique des fondcnh'Hfs de la ーセケ」ャッァゥ・L@ io cual sugiere bi:-:t sido testigo de _1a. Corouna húnuara en su ゥセjNv|ᄋョエオ、@ de Europa e_ cal. un !enne vínculo con el n1;11 クゥウョMセッ@ el YíYido ens;¡yo de Sartre u1 la reedíción de Aden A.rabie, t' |ALG[Zセᄋ@ de P;cul Ni<:;m, París, 1960; ambos ;eran íntimos amigos. 50 Perr y Alule rson .su conc lusió n, fue recib ida cocJ recel os tres ai'ios desp ués donc s, se la PLH> 1 ofici alme ntt: '; pcr su tono y sus preo cupa :.:ará ctÚ dic.s, Lukú de ante rior de situa r entre la oria» , v la «hist la a s ícita expl recto , con sus apel acio nes eva;i vo, cter cará de er, heirn obra conte mpon í.ne;: , de Hork deo na la a .as ridí:t escur más con sus apda cion es cada vez · n ' · \COn . · ... B " qUJe ' ' " 1 ,- :1··, , .. n. lnin eu¡ll . @ ・ イ B 「 セ ← l por ,.l crític a» . • -Le • , aULq u •.•.:eH per15 , o) en com partí a la simp atía haci a el surre alísm años los <k fines a .do aisl2 e man eció inten 1aci onah nent . único era caso su cia, .Fran trein ta; dent ro el uni· La ocup ació n alern ana de 1940A4 trast ornó era prim por " , blica Repú III la verso polít ico y cuhu ral de ' . . .r · rnarx , d.- ion ísrno e creo' 1,as ,¡fus 1a para v-z El PCl·, que corn o prod ucto teóri co corr iente en s ·-- cmt rnás de habí a l!ega dci a ser un parti do de masa Popu · últim os aüos del en 300.000 ュゥ・「イッウMセ@ Re la inan te lar, se conv irtió en la fuer·za popu lar dom nem ente desd e 1941, y surg ió de la guer ra cnon ウゥエ・セ」N@ @ カ エ コ ゥ ョ 。 { セ イ ッ ín emac supr su , fúrta !ec<d o. Desp ués de 1945 rnado ;·a. El re dent ro de la clase obre ra franc esa era ab:ru su pode r de to rnien creci o rápid sulta do de ello fue un muer zer Polit les. ectua intel reclu tami ento y atrac ción en Dun kerq uc. to en la Resi stenc ia; Níza n habí a perc cjdo do y prolí ngui disti más ofo filós sigui ó siendc.) el セ・ヲ「カイ@ en nti:;. En fico del parti do dura nte la déca da síguk de inteL :ctua les !le. este perío do, el incre men to en la masa @ ・ エ ョ B Q ^ M N セ イ L ᄋ ' r·.alat¡ r·" tcóri - esca sa; Zjッイセ@ セM o_ '-' ....- "'"-''"" vado s al PCF dio una obra la por ado raliz neut en ,gran med ida カゥセIN@ que ウセ@ trc tE.ns ificac wn ae los cont roles cultu rales nto vícle el y ra guer la al com enza r fe-zhda novi smo por la direc ción del PCF. déca da post erior a la guer ra nóm eno nuev o de la la influ enci a deJ marx ismo en los rned ios Lefeb vre 14 Sobn:: este episod io, vé,1sc la narra ción autobi ogr{tf ir.:n ue . 47 P. resw, ie et e somm La en ard Fuchs , der S;"'tnL:n/er und dcr .. 15 V.éasc ei t:nsay o de Benj.: 1min, ({I:::du 1966, pp 326-41 f "Hist oria y fort, en Angelu:, Novu:., Franc hjウエッセiォ・⦅イL@ rsos interru;-npidos, t]. lッセ@ Discu en r, Fuchs> @ ッ 、 。 オ セ e 」ッャ・ゥョエウセZ@ ra const ituyen un: ünport .í?tnte i_enT-1 n: · · conta ctos de Berqan11n en pNセMQイヲウ@ invest igacio nes. ヲオエNイ。セᄋ@ 1 A,dve-nirniet1to del marx ismo occi dent al 51 ació n y que adqu i" tas nue habí an sttrg ido dura nte la ocup ués de ella, con desp ral una gnm hrad iació n cultu イゥ・ッセョ@ voir. Esta inBeau De y las ob···1" ,,,, <::artre Q|ゥサ・イャセᄋオMpッョエカ@ filós ofo acaer prim el @ L セ ・ ェ ッ k p;r ,, ,,,_ n:e,Jiatiz;":da ヲャオ」ゥセᄀGMZ@ a Hege l en fイセュ」ゥ。@ démi co que intro dujo siste máti cam ente <<existencial» d.e La ción ante s de la guer ra y cuya inter preta re y Merl eau-P onSart a dó feno meno logía del espír itu brin ' ''ros 16 セ@ . • . . .. . ' . bn 19. 4'6 , e::-. • o Xlsm m<H m eh recto haCi a el ty un iente , Les Tern ps fund aron tnl perió r.hco socia lista inde pend ione s filos ófica s, ribuc cont Mod emes , cuya arnp lia gam a de itica s rápid aanal psico y s polít icas, liter arias , antro poló gica yent e del intlu más ca men te lo conv irtió en ia revis ta teóri dos a tenta eron sinti se re país ..Ni Merl eau- Poin ty ni Sart de ente sivam suce ron trata entr ar en el PCF, pero amb os arél, a o junt a activ naria man tene r una actit ud revo lucio mism o se nega ba a ticul ando idea s polít icas que el parti do rlo. Esta amb igua ataca ni él adm itir, pero sin opon erse a masa de la clase la que de relac ión/ basa da en la cree ncia orga niza da por te men vible nmo estab a inco dent ro de él, al ectu jntel r labo un part ido que sofo caba la Sart re, en de to inten nario cond ujo final men te al extra ordi prác tica la de ta direc n zació 1952·54, de reali zar una teori ados titul yos ensa serie la en , polít ica del PCF desd e fuera que ostró dem se , ente ralrn Natu Los com unis tas y la ;ouz. i?. le. posib era no tica prác y a teorí tal «exc éntri ca» unid ad de tacuespec una a re Sart a llevó :La revu elta húng ara de 1956 nces ?esar roH. ó s:1 lar rupt ura con el PCF; a part ir de, ento enci a orga mzat Jrefer de o marc obra teóri ca fuera de todo decl arad ame nte r cula parti a icist vo com o filós ofo y publ dent ro del par, tanto ntras l'vííe masa s. sin cont; :,cto con reso del PCUS Cong XX del s ione tido com unis ta, las repe rcus a Lefe bvre do lleva an habí te men y la rebe lión húng ara final en i947 con ーオ「ャゥ」。、セ@ La;; cLJses de la nregu erra de Kojev e fuei'OÚ e (Kozh evKcqev dr::'Alexan . Hegei de e lectur la a el título de J¡¡t,-c )(luair m de_ 1921. a ama Alem en fía filoso ió estud y nikov ) nació ce Rusia en !902 Fnmr m, a nasó Luego r.!ger. Heide 19?7 h'-l;O ia influe ncia de Jaspe rs y ruso, dirigi ó su interé s a HegeL ado emigr otro , Koyré ndre Aiexa Je, d¿-;1 clases sobre Hegel en la Ecol_e Pra· Como c;ucc:om· de Koyré , Kojev e dio guerr a ュオセ、A。ャN@ _la ウセァオョ、。@ hastg 1934 desde s tique des Hau:.e s Etude Londr es, ,969. a, mgles cción tradu en te 17 Pubii: :ados recien temen 16 Perry Andcrson 52 8 fue exp ulsa do del par tido . a la opo sici ón acti va, y en 195 lleg ó a su pun to año s la pas ivid ad pol ític a del PCF En ・セッウ@ . elia Arg de rra cul mm ant e dur ant e la gue zac ión del rég ime n inSin emb arg o, la lim itad a libe rali reve ló que nue vas nta sese tern o del par tido en los afw s ose den tro de tánd ges do fue rzas inte lect uale s hab ían esta ción por entr ega s de la bioél cail ada men te. Ya la pub lica nu, des de 1955. hab ía seña gra fía de Mar x y Eng els de Cor ició n eru dita de Me hrin g lado. el pas o a Fra ncia de la trad 1 rici ón de la obr a de Lou is Y R1a zan ov g. Per o fue la apa sup uso un cam bio dec isiAlth usse r, de 1960 a 1965, Jo que lect ual den tro del par tido . vo en .el nive l del deb ate inte do un ímp orta nte sist ema Por pnm era vez se hab ía arti cula ativ o del cüm uni smo fran teór ico den tro del mar co org aniz inal idad fue ron reco noc ido s cés, sist ema cuy o valo r y orig nen tes. La infl uen cia de A1has ta por sus más dec idid os opo te des pué s de 1965, tan to thu sser se difu ndi ó rnu y ráp ida men ifila s del PCF , dán dol e una pos fue ra de ャセウ@ セッュ@ 、N・Lョエイセ@ la 9 Sin emb arg o, en la h1s ton a del par tido í • cwn オセQ」。@ arro llo en sendes su sido ha par ado Ja de este asc end ient e ític a del PCF . La ace ntu ada tido con trar io a la evo luci ón pol iden tal en los año s sese nta, mod erac ión del com uni smo occ en el pro su expre;,;ión más des arro llad a en efec t?, 。ャ」ョセ￳@ una «de moc raci a ava nza da» gra ma del part 1do en pro de alm ente el PCF se dist inen Fra ncia , mie ntra s inte rna cion hac ia Chi na y su adh cpor su alto gra do de hos tilid ad ァNエセ■。@ flic to chin o-so viét ico. Por swn a la pos tura rus a en el con ser se def inía ・クーャ■」ゥエ。ュセ@ el con trar io, la obr a de Alt hus ca en que la doc trin a ofiépo com o ant ihu man ista en una las virt ude s del hum ani smo cial del par tido fran cés alab aba ios con trac tw.d es (com unis com o vínc ulo corn ün ent re soc la edif icac ión de una dem otas, soc iali stas y cató lico s) en sov iéti co pro clam aba «tod o crac ia ava nza da, y el par tido mis mo tiemn-o mas as; セ。ャ@ par a ei hombre>> com o lem a de Q 。セ@ sus sim patí as hac i3 cィゥ[ Alt hus ser ape nas disi mul aba 。ーョNG」エセイッ@ 。ィ\[セᄋL@ Hi hast a Frie drich Engt :/s, París , Augu-;té" Corn u, Kar/ AJan ; et 1846. a hast n llega cuat ro, volú men es, que \セー。イ・Zゥ」ッ@ tal l!sser-, Pour 111arx y L•rc C,c capi d<Js ufna s pnnc :pa,e s de Altll lセL@ 1965. de otra/ ・イセ@ una @ N A セ ョ 。 エ ウ ゥ ャ 」 de s rnese s a pocu _h:m tal Adv enim ient o del rna rxis mo occ iden 53 en la rela cad a エゥセ。ョ・コ@ Así, una vez más , hab ía una mar el PCF : mw ntra s que 。ョセ・ウ@ ción ent re teor ía y par tido en ide nte men te la «Or todo xia» este últi mo hab ía imp ues to estr 。セッイ@ es» de la ーイゥュ・セ。L@ fren te a las incl inac ion es «lib eral ᆳ セ キ 」 ョ ・ ャ ウ ba era recl ama los pap eles se inv ertí an, y la prim ta del seg und o. Per o セョ@ tud laxi la a te men te el rigo r fren @ 。 ュ エ ウ セ 、 ,. PCF rali zac ión del nue va situ ació n, la mis ma libe con la ciad os, se 」ッュ「QセP@ aso y dos alia sus a tran qui liza r a tod o ar evit a par Alt hus ser estu diad a cau tela per son al de @ イ ・ [ セ ウ オ ィ エ ャ a de n ició pos , ia cho que fron tal. A este resp ecto Lua ase mej arse a la Nセ・@ ó lleg cés fran tido den tro del par so@ キ ・ カ セ 」 エ ョ ゥ la de pué s kác s en el par tido hún gar o des @ ウ 。 オ ・ ャ N 」 エ セ i s nte orta s, imp viét ica de 1956. En amb os caso al con el mov imiC nt,o coson per culo vín do fun con un pro lo o a rom per con .el, ウセᆳ mu nist a se neg aro n a aba ndo nar par tido de gua rda- r. sJ!enClo llan do el pac to táci to con su (cua a, si su ob: a セ・ッョ」@ dich sob re la pol ític a pro pia men te .P.ractrcas ヲャセ。・ウI@ lesq uier a que fue sen sus ゥューャ」。ッョセウ@ n:udad de ・セエ@ bilr v.m La cta. per man ecía rela tiva men te inta w con side rab le pres trg, mtua aco mod ació n pre sup oní a un haC ia poteór icos , 1? アセ@ dep end ient e por par te de amb os que la org amz acw n ?e.l. parsibl e una coe xist enc ia táct ica term inad a. La amb 1gu eda d tido tení a inte rés en no dar por tipo de lazo no era n men os y la tens ión inh eren tes a este cas o de Alth usse r, a cau sa evid ente s, par ticu larm ent e en el ivas en el PCF . de la falt a de rest ricc ion es coe rcit cida d de la difu sión セ・ャ@ La ext rao rdin aria esc ala y velo no ウッャNセ@ la líbe r.ac ión, アセ@ mar xism o en Ital ia des pué s de PS, 、セャ@ @ ョ ・ セ 「 ュ 。 エ del PCI. smo se man ifes tó en el crec imi ento , dad uah lcct inte ;mi zad os de la y de vas tos sec tore s no org .la a a _1ad Sun o. país eur ope セ QP@ tuv o par alel o en nin gún otro dio al mat eria lism o hisse rra gue pos la recc nció n que en eje prin cipa l de la cul tura tóri ¿o en Fra ncia , hizü que el en Eur opa de la zon a germar xist a des pué s de 1945 pas ara vez en e! sigl o. Per o el desmán ica a la lati na por prim era iba a seg uir un rum bo r:ot a· arro llo del mar xism o ital iano por el mar :dsm o fran cl'S en blc mu ltc dife ren te del seg uido ia hab ía pos eído una エョセ、ャᆳ las dos déG 1da s sigu ient e:, Ital (mt aha a la épo ca de Eng cls, ción m;< rxis ta nati va que se rcm .4nderson a fines del siglo XIX. La obra de Labriola habL:t sido heredada y continuada en la generación :,;igüiente por Mondolfo, otro filósofo ex hegeliano que a su vez habíu ejercido una influencia directa sobre la generación de Grarnsu 10 • Luego, en el largo interludio del fascismo, se incubaron en la prisión los escritos de Gramsci, que fueron dc,;cubieltos y , publicados por primen¡ vez en 1947-49. Su efecto fue enorme, tanto dentro del PCI como fuera de éL La presencia de esta herencia marxista nativa que culminó en la gran obra emprendida por Gramsci ayudó, pues, a inmunizar al comunisrno italiano c:mtra los mayores estragos de la guerra fria: el PCI resistió al zhdanovismo en mucha rnavor medida que el PCF. La dirección del partido, aún 」ュᄋセQーオウエ。@ en gran parte por hombres que habían sido contemporáneos y colegas de Gramsci, atemló lo peor de la represión cultural típica del perí.odo la Kominform y permitió cierta Uberta.d de expresión intelectual dentro de la organiza· ción, siempre que estuviese ウMセァイ・。、@ de la actividad polí· tica del par.tido. Por otro lado, la canonización póstuma de Gramsci, paradójicamente, sirvió para esterilizar la vitalidad de su legado teórico al marxismo italiano. La figun3. de Gramsd fue couvertida en un icono ideológico oficial del partido, invoca.do en todos ャッセ@ actos públicos, mientras sus escritos eran manipulados u olvidados: veínticlnc:J aflos después del fin de la guerra, el PCI no había publicado una edi·· ción crítica seria sus obras, Así, los mezcla aromas de incienso y polvo que rodearon a los Cuadernos de la prisión dieron el inesperado resultado de que la principal tendencia teórica que se desarrolló denttu del mar'Xlsmo itaíiano después de la segunda guerra mundial una reacción contra toda la Etscendencia filosófica Labriola a Gramsci. El fundador de la nueva 」セ[オ・ャ。@ era GalvatH) Delia Volpe, un filósofo afiliado ai PCJ en 1944 que escribió tma serie de obras influyentes de 194? a 1960. Delia セNZッュ@ la mayoría de íos intelectuales acadónicos la prezo Sobre ':'! papd ele Mondolfo, véase Chdsti;u·, ャセNj・、Lgウ@ G ran;sci. lvt(Irxismu.:; in J talieu, Francfort, j970. pp. 21-2!!.. Antoi'Jio 55 Advenimiento del marxismo occidental guerra, había aceptado d fascisn1o. Formalrnente absuelto de su pasado por su adhesión al PCI después セ・ャ@ ァッセー・N@ セ・@ Badoglio, con todo, sus ankcedentes .le unp.echan adqmnr una autoridad política dentro del partido, rmentras que los mismos rasgos" personales que antm'ío セ・@ habían l!evado a aceptar y justificar el Estado corporatlv.o, ーッウエ・ョイュセ@ le inclinaban a una consecuente conformidad con la pohtlca de la dirección del PCL De este modo, si bien la orientación teórica de Della Volpe divergía clararnente de la ortodoxia nrevalecíente en el partido, su obra carecía de toda carga p(:lítica autónoma. Aunque era el más eminente filósofo profcsiorwl del partido, también era en ョュN」ィ_セ@ 。ウー・セᆳ tos el más 1nargínal a éL No hubo ninguna fnccwn sena entre Della Volpe y el partido en el transcurso de las dos décadas de su pertenencia a él; pero también, el aparato cultural del partido le rindió escaso homenaje. Sin embargo, bajo su Ínfluencia surgió un セイオーッ@ de jóvenes ゥョエ・ャセ」ᆳ tuales que formaron la escuela mas coherente y ーイッ、オ」エャカセ@ dentro dei PCI: Pietranera, Colletti, Rossi, Merker, セ・イュ@ y otros. De éstos, el más dotado y agudo era Collett1, セュ・ョ@ se unió al partido a los veintiséis años, en 1950. Despues .del XX Congreso del PC1..JS y de la rebelión ィョァ。イセL@ la イN・カQセエ。@ teóric::-1 del rcr, Societil, fue ampliada en su eqmpo edrtonal en 1957 mediante la inclusión (entre otros) de Della Volpe y Pietranera, a los que se sumó Colletti al año siguiente. En este período, los temas filosóficos de la escuela empezaron a adquirir resonancias políticas entre algunos de ャセウ@ miembros más jóvenes dd grupo. En particular, se pod:a f.'] ·'f'ca er' la impo,·tancm interpretar que Hl hャsiエNセョcj。@ LNjッウセ@ 1 ·, ' " .. , ::, de ,,abstracción dcntít1ca deter m mana» caractcnsuca 、セ@ la obra de DeHa Volpe, ímplícaba la necesidad de un 。セᆳ lisis de la soci.edad italiana en términos de las 」。エセァッZQウ@ «puras» del capitalismo desarrollado, con unos セ「jエャカッウ@ políticos correspondientemente ᆱ。カョコセッZG@ a persegutr por la clase obrera. Esto se hallaba en opos1c10n CC?n la ortodoxia d.el PCI, que subrayaba el carácter ィゥウエ￳イ」。ュ・セ@ 。エイセᆳ sado e híbrido de la sociedad italiana, lo cual ex1g1a rellimitadas, de tipo «democrático» más o ·, o • .... ,· 56 Perry Anderson que socialista, políticamen te más adecuadas 21 • Las tensio" nes teóricas dentro de Societa provocaron finalmente la su" presión de la revista por el PC1 a principios de 1962, sc<>uida del i por un debate filosófico en gran escala en el ウ・イョ。ゥセI@ partido, Rirwscita, donde apareció una <tcusación contra la escuela de Della Volpe, a la que Colletti rcmondió acrernen" te. Dos_ años más tarde, disgustado por el 'fracaso de toda democratiz ación. real dentro de la URSS o de los partidos ¡ comunistas occidentale s desde 1956, Collcttí abandonó · fue siguiente セ@ ,_. _i_[-t- de'c<tda PCI 22 • Su obra principal dura11t" [セャ@ escrita fuera de todo marco organízativ o. Así, de 1924 a 1968, el marxismo no se «detuvo» como Q エ・@ un iba a afirrnar Sartre más tarde, pero avanzó ュ」、ゥ。セ @ オ ャ ッ ᄋ | セ ョ política ir:terminab le rodeo lejos de toda práctica _Este divorcio estuvo determinad o p01 toda la épo」キョセイゥN@ h1stonca. En el plano más profundo, el destino del mar」セ@ xismo en. Europa fue regido por la ausencia de セイ。ョ、」ウ@ revoluciona rios después de 1920, excepto en ャ・カ。ョエセュQッウ@ la penfena cultural de España, Yugoslavia v Grecia. Tamla estaliniza" bién fue, inseparable mente, un resultado 、セ@ de .la formales ción de los partidos comunistas , herederos de Octubre, lo cual hizo imposible una ァ」ョオゥセ@ イ・カッャオ」ゥセョN@ labor teo:1ca dentro de la política aun en ausencia de todo revoluciona rio, lo que, a su vez, contribuyó ャ・セ。ョエZイッ@ a 1mpedu·lo. Así, la característi ca oculta del marxismo セ・M 21 Véase Franco Cassano, comp., Marxisme e filosofia in Italia, Bari, 1?73, pp. 7"8, 14"19; _180-81. Este volumen contiene los textos de los nrin" Cipales debates teoncos dcntró del PCI en los años cincuen!a v sesent · " la controver_,ia de 19.62 a qu"e nos referiremos más a¿lela;lte. a, m 」ャオセ。@ ahora el propio relato de Collctti, «A po" . ᄋセ@ [Sobre; e:ta_ h1stona,_ カ・。ウセ@ Jeft Rev¡'cw • 86 . ¡'t¡\'10-agos t o ·d e and phllosoph!cal htJLal . ' New " · mterview» 9 1974 , pp. 3" («Entrevista a LuciO Colletí>>, Zona Abierta 4 1975) E t de ーイッ「ャ・セ。@ de gran. importancia para toda una ウ・イゥセ@ no.ta.ble texto セウN@ en este ensayo. En efecto, muchas de teoncos Y yoht!Cos 。Nョセiコ、ッウ@ sus concluswnes son Similares a algunas tesis que aquí presentamos aun· fundamentos propios. Ningún otro ー・ョセ。、ッイ@ naturalmente, con. セオウ@ セオ・L@ 1mJ?ortante de la tradJe!Ón del marxismo occidental ha mostrado tanta · la naturaleza y .los límites de éste como Collett1". E s mnecelucidez · ·· · d,sobre :dno eCir que no hay razon alguna para .suponer que él estaría de acuerdo con muchas de las argumentacio nes o juicios particulares de este ensayo.] Advenimien to del marxismo occidental 57 cidental en su conjunto es que se trata de un producto de la derrota. El fracaso de la revolución socialista fuera de Rusia, causa y consecuenc ia de su corrupción dentro de Rusia, es el trasfondo común a toda la tradición teórica de este período. Sus obras principales fueron creadas, sin exexcepción, en situaciones de aislamiento político y desesperación. Historia y consciencia de clase (1923), de Lukács, fue escrita en el exilio, en Viena, mientras el terror blanco reinaba en Hungría después de la supresión de la Comuna húngara. Los Cuadernos de Gramsci fueron escritos en la prisión, cerca de Bari, después de la definitiva represión del movimient o obrero italiano por el fascismo triunfante. Las dos obras más importante s de la Escuela de Francfort se publicaron en el momento culminante de la reacción política en Alemania Occidental y los Estados Unidos después de la guerra: Mínima moralia (1951), de Adorno, en el año en que se inició en Alemania Occidental el proceso formal de proscripció n del KPD; Eros y civilización (1954 ), de Marcuse, durante la histeria del rnacartismo en Norteaméri ca. En Francia, la Crítica de la razón dialéctica (1960), de Sartre, fue publicada después del golpe gaullista de 1958 y en el momento más álgido de la guerra de Argelia, cuando la masa de la clase obrera francesa -conducid a por el PCFpermanecía paralizada e inerte, mientras los ataques terroristas de la oAs golpeaban a los pocos individuos que se oponían activament e a la guerra. Fue también en esos años cuando Althusser comenzó a elaborar sus primeros y más originales estudios: Contradicc ión y sobredeterm inación (1962), el más importante de éstos, coincidió con la instalación autoritaria del gobierno presidencia l directo y la plena consolidaci ón política de la V República. Esta serie ininterrumpida de derrotas políticas -para la clase obrera, para el socialismo - no pudo por menos de tener profundos efectos sobre la naturaleza del marxismo de esta época. Al mismo tiempo, la estalinizaci ón de los partidos creados por la III Internacion al, desde fines de los años veinte, buro" cráticamen te organizado s e ideológicam ente subordinad os a la política de la URSS, dejó en el marxismo otro sello distin· tivo. El resultado de la segunda guerra mundial, como he- And erso n 58 fun do en el esq uem a geomos vist o, seña ió un cam bio pro ura acti va en E;_n·opa, con gráf ico del mar xism o con1o cult unis mo corn o fuer za viva la prác tica desa pari ción del com '· ta.1 y con e!' sun ó,., · L•cC·Jnen ·1 セ@ \1 nw '' ··)b¡-J · la cl"S en . e, " ,_ . f.r a u. e f erna .• . ュ。ウMセエ@ com unis tas mie nto y el pred orni nio de part idos ron dna orü: es situ acio nc:; en Fran cia e Ital ia. Esta s dife rent nar. ;cio rel. o blem a de cóm :-ma vari eda d de resp ues tas al pro s one regi pro leta ria en la te.oría mar xis: a con la polí tica forón raci . La irh.: orpo alud ldas , pero sm hall arle solu ción ia '-lül pe, 4Jth usse r), la Del , kács (Lu rnal a part idos obr eros frat erna l re y Col !etti ), el . n sali da de ello s (Lef ebv ., 1' exió ' con . 1· ... t>"•'; o ,a ren uno a exp lCH a a s ("'a·r ello r·op ,, . , e u . • -on ser a e ti tu des ioello s (ií.d orno y Mar cuse ) resu ltar Hセoョ@ ía lTta r>js ta con_ la jオセ@ ella s inc;J.paces de vinc ular Ja teor 」ゥセ。ウ@ par a todo s esto s teór icos cna de mas as. Pod ría dec irse que era el polo cen tral o únic o el mov irrü en.t o corn unis ta ofic ial lo accp .. cPn la polí tica soci alis ta organiz<1dn, 1 de la J l arjó r> re . p··,':J ar" >·,-y·l-..,z c,e_ イョ。セッ@ tara n o- l1) '"···· -''" < r.trL @ ・ ウ イ Z G 」 j L M ᄋ セ .. @ Z セ N M ¡'., nc;•ci .. Q ,) .. ..... Q ,:, .lr;;.. t íeór eral es . El r· . ,_ ·'"""' opc ione s g·en -' ' hab ía · su de r rigo el ptar a. un pnr tidn com uni: .;ta y ace con o caso , pod ía man tene r cier to con tact セウエ・@ セ⦅ZLョ@ · ;o:lc a @ p Z セ イ ー one la (a l nac iona 1a VIda de la clas e @ 、 。 」 ョ ャ ゥ Z セ ᄋ @ セ ョ オ G ケ iゥァセ、ッI@ el part ido esta ba inev itab lem ente clás ico; , os text los con ca lógi filo os men al gato do ohli era el. leni nism o (cuy o estu dio por , anía cerc ti do). El prec io de esta a las real ldad es de la luch a coti dian ción duc con el sile ncio sob re su trab ajad or) rícd o que no MセAN@ ⦅ANLャセ^@ in;.p orta ntes ; exc epto er1 la La opc ión opu esta era Alth usse r ejen 1pli flcu n esra opc ión. ción de corn o perr nan eccr fuer a de toda orga niza , caso este En te. dien pen inte lect ual inde as con trol inst ituc iona l sob re las form en ía hab o poc tam bio, cam slón , pero , en ta rxis nJ.a ica ben efic io la labo r teór la clas e soci al en Sar tre y tien e sent ido en tal Adv enim ient o del mar xism o occ iden 59 de esta pos tura . El prim ede dife rent es man eras , vari ante s de inte rven cion es pers ona ro man tuvo una seri e inig uala da rnac iona l, al escr ibir imles por la cau sa del soci alis mo inte Hun gría , Arg elia , Cub a, el por tant es ensa yos sob re Fran cia, , pero sin un con ocim ienCon go, Vie tnam y Che cosl ova quia mar xism o y sin infl uen to ínti mo de la here ncia clás ica del de su pro pio país . El secia sob re el mov imie nto obr ero erio r en las ante rior es tragun do pos eía una form ació n sup nso s libr os que trat aba n, dici one s mar xist as y escr ibió exte dos Uni dos y la URS S (El a su man era obli cua , de los Esta o soviético), pero elahom bre unid ime nsio nal y El mar xism era indu stri al todo e obr bor ó una teor ía que neg aba a la clas alte rnat iva era aban ma últi Una vo. pote ncia l soci alis ta acti renc ia a la polí tica : fue la don ar toda adh esió n y toda refe de pos gue rra. acti tud Ado rno en la Ale man ia nto fue el med itad o La con secu enc ia de tal esta nca mie en los cam pos más imp orsile ncio del mar xism o occ iden tal del mat eria lism o hist ótant es par a las trad icio nes clás icas nóm icas del mov imie nto rico : el exa men de las leye s eco prod ucc ión, el aná lisis de del cap ital ism o com o mod o de bur gué s y la estr ateg ia la maq uina ria polí tica del Esta do a derr ibar lo. Gra msc i es de la luch a de clas es nec esar ia par éste es el sell o de gran dela únic a exc epc ión a esta regl a y otra s figu ras de esta trad iza que lo dist ingu e de toda s las sólo él enc arnó en su perción . Es lógi co que así sea, pue s teor ía y prác tica , tal com o son a la unid ad revo luci ona ria de exp erie ncia de la insu rrec la defi nía la here ncia clás ica. La 1919-20 y de la dire cció n ción de los obr eros itali ano s en con stitu yero n las fuen orga niza tiva del PCI de 1924 a 1926 o dur ante los larg os año s tes crea dor as de su pen sam ient tra las con secu enc ias inte de cárc el que le pro tegi eron con a de Ital ia y que le mat alect uale s de la esta lini zaci ón fuer itos reve lan las rup tura s ron lent ame nte. Pero aun sus escr e de la cua l nac iero n, y los lími tes en las luch as de la clas eria les de su cau tive rio. así com o las circ uns tanc ias mat mar xist a de Eur opa ocDes pué s de Gra msc i, ning ún otro ilar es. La redu cció n del cide ntal logr aría real izac ione s sim rest ring idas alte rnat ivas ámb ito par a la labo r teór ica a las el aisl ami ento indi vidu al de la obe dien cia inst ituc iona l o Perry Anderson 60 '¡ i ica entre supri mió toda posib ilida d de una relac ión dinám impi dió e lista socia lucha la y el mate rialis mo histó rico marx isdel s ipale princ s tema los todo desa rrollo direc to de exatodo s, nista comu dos parti mo clásic o. Dent ro de los los de , uerra posg de tas rialis impe men de las econ omía s téestra n ucció cond la de y dente Occi siste mas estat ales de reser vado gica de la lucha de clase s qued ó estri ctam ente 」ッョ、ゥセ@ , ones izaci organ esas de ca a la cúsp ide buro cráti postu ras las a ral gene ción rdina subo la nada a su vez por nism o orofici ales sovié ticas . Fuer a de las filas del comu dentr o de la ganiz ado, no había ning ún punt o de apoy o ar un análi sis masa de la clase obre ra desd e el cual desa rroll bien a caus a o o una estra tegia revol ucion arios inteli gible s, (Fran cia, local del pred omin io comu nista en el prole taria do rencias tende ras Italia ), o bien a causa. de sus abru mado de n ració gene La form istas (Alem ania, Estad os Unid os). y smo fasci del ia teóri cos form ados en la doble expe rienc deso ello: por ada la segu nda guer ra mund ial qued ó marc alem anes, que espe raron total ment e de la clase obre ra (los inevi table ron ifica no tuvie ron una Resis tenci a) o la ident eses o los franc (los ment e con su repre senta ción comu nista ente sea ablem Prob a). italia nos, que tuvie ron una Resis tenci aludi do, o grup del joven signi ficati vo que el miem bro más rior al poste fue ipal princ Colle tti, el único cuya form ación co teóri único el ién tamb fasci smo y a la Resis tencí a, fuese políti s lema prob sobre bir de esta tradi ción capa z de escri l ectua intel tad .liber con cos y econ ómic os de la posg uerra 23 • p[セイッ@ aun PCI del to mien aleja su y rigor profe siona l desd e ialme nte reca las contr ibuci ones de Colle tti han sido esenc tes clási cos, deba los de ce balan del s pitul acion es expo sitiva prop io. Duho derec por es ncial susta más que innov acion es a mungu.en nda segu la de ués desp rante más de veint e afias en ental occid dial, el regis tro intel ectua l del marx ismo dicha teorí a econ ómic a o polít ica prop iame nte obra s 、・セ@ on of Stalin », en New Véans e, en partic ular, sus ensayo s •<The questi e»; en C. Napol eoni y L. duzion «Intro e 1970; de junio mayo 6l, , l.eft Review crollo o svilupo?, Bari, 1970, Collet ti, comps ., ll futuro del capita lismo: lona, Anagr ama 1977: «<nBarce , Stalin de ón cuesli (La página s lxxi-cxii capita lismo, México, Sidel mbe derru el y troduc ción», en El marxi smo glo XXI, 1978). 23 61 A.dvenimiento del marx ismo occidental cualq uiera de -en la prod ucció n de obra s impo rtant es en o. blanc en ente icam práct ó los dos cam pos- qued efect os los por das senta repre ales Las traba s instit ucion o de posg uedel fasci smo o las restr iccio nes del comu nism .razó n la ョゥセ。@ rra, sin emba rgo, no fuero n en modo algun o donu mos en de la ester ilida d de la teorí a marx ista en esos fue tamb ién el escen ario de Euro pa occid ental . Porq ue ésta dente s del la é•)oca de una cons olida ción objet iva sin prece . Econ ómic a1 capi tal en todo el mun do indu stria l avan zado los auge ment e, el dinam ismo globa l del prolo ngad o pe」オ。ャアセ・Nイ@ años cincu enta y sesen ta fue mayo r que el de to m1en crec1 El o. ríodo anter ior en la histo ria del capit alism en , inició do gene ral y masi vo que se regis tró en este perío de prod ucefect o una nuev a fase en el desa rroll o del modo predi cciolas ente tal, desm intie ndo apare ntem ción セッュ@ plant eany crisis o nes clási cas de su inmi nente deca denc ia La @ N ッ セ ヲ ■ エ ョ ・ ゥ 」 .is do prob lema s radic alme nte nuev os al anális en mo térm su tradi ción de la econ omía marx ista que hallo .fue @ L セ T Y Q en zy, la Teoría del desarrollo capitalista, de Swee a del V1s1ble releg ada al pasa do al final de esta obra , a caus de Estaomía econ la éxito de la renov ación keyn esian a en al tema eron volvi n dos Unid os. Cuan do Swee zy y Bara al mocapit El , obra veint e años más tarde en una exten sa ox? ortod o marc al nopolista, renu nciar on en gran medi da 24 Vl· el Y a escal La • de las categ orías econ ómic as marx istas ?e Sweez y del conce pto de Es bien conoc ido el aband ono por Baran y Sin embar go: lo que Marx. de l, capita El de ar plusva lor, piedra angul estud1 a: Y reエ。Aャセ@ es no 1966) York, a (Nuev l hacen en Mono poly capita orgám ca del @ ョ P セ Q ウ ー ュ ッ 」 de el o lor plusva chaza r conce ptos como el de de ellos aparta rse ⦅エ£cQ。ュ・セ@ capita l, media nte una crítica direct a, como de un cierto. caract er keyne · para efetua r analog ías más vagas, a menud o medid a fuera de los en ァセ。ョ@ siano. En este sentid o. dicha obra se sitúa que .. Debe イ・」ッ、セウ@ clásiCo smo marxi del tos imien proced los y términ os del Insh!u to de ntc am.b1e el .en @ ョ セ ゥ 」 。 ュ イ ッ ヲ de (1930) año Banm pasó un de El capztal moウ・セ」QPョ@ Invest igació n Social de Franc fort; las オャエセュ。ウ@ por su parte, @ セ ・ キ s c1a. mfluen su de tes nopoli sta revela n signos eviden _de «exced enque la ョッ」セQZ@ ha subray ado recien temén te que no 」ッョウゥ、・イセ@ la de 」セョ@ en 」ッョエイ。、セ@ te» [sl<rplus] de El capita l monop olista este su declar acmn d1,recta al Véase l. capita El de ue] us-val [surpl alon> «plusv genera l, ーオ・セ@ pp. 31-32. セョ@ respec to en Month ly Review , enero de 1974: (Ba:a n mmt olista monop l capita El de ación public la decír" e que desde umden se en estado ism<? capital del y Sweez de is antes) Jos anális ーッ」セ@ . ología termm su en xos ortodo Month ly Revie w han sido más -24 62 Perry Anderson gor de la expansión imperialista de las fuerzas de producción, tanto en la región atlántica como en la del Pacífico, presentó un formidable desafío teórico al desarrollo del materialismo histórico: la tarea, en todas sus dimensiones, nunca fue llevada a cabo dentro de la tradición del marxismo occidental 25 • Al mismo tiempo, después de la segunda guerra mundial se produjo el establecimiento, por primera vez en la historia de la dominación burguesa, de la democracia representativa basada en el sufragio universal como estructura normal y estable del Estado en todos los principales países capitalistas: Alemania Occidental, Japón, Francia, Estados Unidos, Inglaterra e Italia. La novedad de este orden político como sistema perdurable y uniforme a escala internacional a menudo se olvida en el mundo anglosajón, debido a la relativa antigüedad de sus tradiciones locales en Inglaterra y los Estados Unidos 26 • Puede verse 25 La enigmática carrera del polaco Micha! 'Kalecki constituye quizá el caso más cercano de interés del marxismo europeo de esa época por las principales transformaciones del capitalismo avanzado. Nacido en Lodz en 1899, Kalecki -ingeniero de formación, sin títulos formales en economía- se anticipó a la mayoría de las ideas de Keynes en su obra Estudios sobre la teoría de los ciclos económicos, de 1933, dos años antes de la publicación de la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Emigró a Inglaterra a través de Suecia en 1935, y fue luego el primer economista que predijo el sistema de posguerra de gestión anticíclica de la demanda en Occidente, en su artículo <<The political aspects of full employment» (The Poiitical Quarterly, 4, 1943). En 1955 volvió a Polonia, donde ocupó puestos en la universidad y la planificación hasta poco antes de su muerte, ocurrida en 1970. La ambigüedad de la obra de Kalecki reside, por supuesto, en la naturaleza indeterminada de su relación con el marxismo. Sería necesario ahondar la investigación biográfica sobre este punto. Como colaborador anónimo en periódicos socialistas en la Polonia semidictatorial de Jos coroneles, en Jos años treinta, Kalecki parece haber sido criticado por el PC polaco por «luxemburguismo>>, a causa de su preocupación por los problemas de la demanda efectiva y los niveles de inversión. En Inglaterra y Norteamérica, su obra -nunca formulada en categorías marxistas clásicas- fue tomada como una forma de keynesianismo de izquierda. Aún no se ha pronunciado un veredicto final. La obra de Kalecki plantea la cuestión de si no ha existido una tradición específicamente polaca de economía marxista en este siglo, que descendería de Luxemburgo, y a la que Grossmann, Moszkowska y Kalecki, de diferentes maneras. habrían pertenecido oblicuamente. 26 En la misma Inglaterra, la implantación del sufragio universal sólo data de 1929. En Francia, Italia y Japón fue introducido por primera vez en 1945. Advenimiento del marxismo occidental 63 esto en la ausencia de toda teorización importante o convil;cente sobre él en el marxismo clásico: el Estad? democraticoburgués en sí nunca fue objeto de una ッィZセ@ ImJ?ortante de Marx, quien no vivió para ver su realizacwn, m de Lenin cuyo enemigo era un tipo de Estado 」ッューャ・エN。セ@ dis¡into el de la Rusia zarista. Así, los problemas 1mphcl· tos en Qセ@ elaboración de una teoría política capaz de 」。ーエセイ@ y analizar la naturaleza y los mecanismos de la 、・ュッセイ。」ャ@ re resentativa, como forma madura del ーッセ・Z@ hurgues, no ヲオセイッョ@ menores que los planteados por el rapido 。カセ」・@ de la economía capitalista mundial, durante las dos ーョイZ・セ。ウ@ décadas siguientes a la guerra. t。セ「ゥョ@ ellos 」ッョウエャュ。セ@ una laguna dentro de la corriente prmc¡pal de la obra mar xista en Occidente. 3. CAMBIOS FORMALES Cambios form ales prog resiv o aban dono d e 1as estru ctura s econ ómic as o El 't' 1 。」ッセーM Icas como punt os de inter és de la teorí a fue セッ@ edad grav de o centr el todo na o por. un camb io básic o en filoso la hacia el cual se desp lazó ・セイッーL@ セZQ@ セ。クゥウッ@ , . tradi la toda de te n ende ec o mas sorpr . va セオ・@ de Luká cs a Althu sser y de Kors ch a Colle tti es i・セ@ de los filósofos ーイッヲ・ウゥョ。セ@ セイーッ・。ョ」ゥ@ セイ ienazam empl un ficó este camb io signi ュ・ョセL@ to acacÚ ッセエ。@ a nuev la en rada elabo a teorí Emtc? creci ente de la é mbur Luxe nal, nacio Inter II la de poca . n エゥ・セーッウ@ burla do de los k。エィ・、セウゥᄀ@ ィセ「■。@ セウォャエᄋ@ d c{on Q オョゥカ・セウ、。L@ セゥ@ Q セゥョ・@ te 」セᄋゥウ﾿オ・@ セョ。ウNッZ[@ . ració n anter ior a l a pnm lectu ales marx istas de la gene era . 1 · d u m ra guer mas uni . . n Ia nunc a se mcor -pora ron a los siste de オョ■セ@ de Euro pa centr al u orien tal. La form カ・イウャエ。セ@ entre la teorí a y la práct ica que ell os P.repre senica poht dad 'bl · taban e a mcom pati e con cualq uier posic ión acad émic セ@ E @ セ イ 。 ー de cam If, era .habi tual que ense ñaran en escue las エGセ@ más idad activ una como ros, .obre 'll?ara 、セ@ o o カセ@ セュエョ。ウ@ o ens mbur Luxe y rding Hilfe la. xtanc mt e a VI - una , eecon omía polít ica en la escue la del SPD eng Be 1 ョセイッ@ @ ᄋ セ ャ ッ 「 ros obre a s Leni n y Riaz anov diero n clase セi・ョエイ。ウ@ d' au y B v1ques en Long jume 10 curso s en el centr o auer . ' L v· del tiSPD . en lena. os pnm eros teóri cos del m . Luká cs enseñ ó Zセクイ@ esta エセ。、ゥ」￳ョN@ ヲセ、ゥッ@ prim era guer ra mund ial· la te uran t u apes h . K en !a escue la expe rime ntal Karl Marx 、セ@ 、ャセ@ 」ャ。ウセ@ bセ」@ os anos vemt e. La creac ión del Insti tuto de In r. n セョ@ d. vesti gacló n Socia l de Fran cfort -inst ituci ón ind セZ@ @ ョ セ 、 。 エ ウ e del local ad pero adhe rida a la univ ersid 65 ar. Pero al una fase de trans ición en la Repú blica de Weim marx ista hafinal de la segu nda guer ra mund ial, la teorí a a las unive rbía emig rado de mane ra práct icam ente total po de las tiem sidad es, lugar es de refug io y exilio al mism o do, Luperío lucha s polít icas del mun do exter ior. En este Volpe, Delia kács, Lefebvre, Gold mann , Kors ch, Marc use, runive s cargo Adorno, Colle tti y Alth usser ocup aron todo s inicia a 1 habí que sitari os con rang o de profe sores ; Sartr e, donó aban la aria, do una brilla nte carre ra doce nte univ ersit los casos , la desp ués de triun far como escri tor. En todo s disci plina que ense ñaba n era la filosofía. desplazaLos deter mina ntes exter nos que impu lsaro n el de la ista marx a mien to de los focos princ ipale s de la teorí forado trasl su y fía econ omía y la polít ica hacia la filoso s ento rtam depa los a mal de las asam bleas de los parti dos peeste de ria histo ría acad émic os, se inscr ibían en la somb gene ral y ríodo . Pero este camb io nunc a habr ía sido tan mina nte deter roso pode comp leto de no habe r exist ido un ivo fue decis o suces El ista. inter no en la mism a cultu ra marx impo rmás s rano temp jos la tardí a revel ación de los traba s fueEsto 1844. de París de os tante s de Marx: los manu scrit inSu 1932. en ú Mosc en vez ron publ icado s por prim era del 1933 en ria victo la por fluen cia inme diata fue acall ada nces - era nazis mo en Alem ania, el país dond e -po r ento comi enzo el por y r, mayo fuese prob able que su reson ancia a prehabí que , anov (Riaz 1934. de las purg as en Rusia , en ón edici la en n cació publi su para para do los manu scrit os del tuido desti fue ls, Enge y Marx crític a de las obra s de Sin emba rInstit u,to de Mosc ú antes de que apare ciera n.) esión en tres go, caus aron una profu nda y perd urab le impr En su exilio pens ador es de la époc a, indep endie ntem ente. Riaz anov en en Moscú, Luká cs traba jó bajo la direc ción de expe rienel desc ifram iento de los manu scrit os en 1931: esta mane ra percia, segú n su prop ia decla ració n, trans form ó de Marcu se en Brand eis y Lukác s en Budap est, Korsc h en Nueva York, Adorn o en Franc fort París, en sser Althu y ann Goldm re, La .Tolla, Lefebv ci y Benja mín, Grams Sólo . Roma en ti Collet y a Delia Volpe en Mesin univer sidad. toda a ajenos on necier perma o, ambos víctim as del fascism 1 66 Perry Anderson manente su interpretación del marxismo 2• En Berlín, Marcuse celebró su publicación con un ensayo de 1932 en Die Gesellschaft, que empezaba con la resonante declaración de que los manuscritos «daban una nueva base a toda la teoría del 'socialismo científico'»; y subrayaba en particular su opinión de que demostraban la importancia fundamental de los cimientos filosóficos del materialismo histórico en todas las etapas de la obra de Marx 3 • En París, Lefebvre fue autor de las primeras traducciones de los manuscritos a una lengua extranjera: su primera edición de ellos, preparada en colaboración con Guterman, apareció en 1933; la primera obra teórica importante que expuso una reconstrucción del pensamiento de Marx como un todo a la luz de los manuscritos de 1844 fue El materialismo dialéctico, de Lefebvre, escrito en 1934-35 4• Pero fue en el período posterior a la segunda guerra mundial cuando se hicieron sentir dentro del marxismo contemporáneo los plenos efectos del descubrimiento de las primeras obras de Marx y su incorporación al estudio de su pensamiento. En Italia, Della Volpe inició su entrada teórica en el materialismo dialéctico con la primera traducción y examen en italiano de los nuevos textos del joven Marx, no sólo de los manuscritos de París, sino especialmente de la Crítica de la filosofía del Estado de Hegel (1947-50) 5. También en este caso, toda la versión que ofrecía Della Volpe del marxismo -que llegó a inspirar a una gran escuela- se basó en una selección y una interpretación particulares de los primeros escritos fi2 Véase la entrevista <<Lukács on his life and work», New Left Review, 68, julio-agosto de 1971, pp. 56-57; y el prefacio de 1967 a History and c/ass consciousness, Londres, 1971, p. xxxvi (Historia y consciencia de clase, México, Grijalbo, 1969). J Véase Marcuse, Studies in critica/ philosophy, Londres, NLB, 1972, páginas 3-4 cuyo primer ensayo es una traducción de este texto funda· mental, << The foundations of historical materialism>> (<<Nuevas fuentes para fundamentar el materialismo histórico», en Para ltna teoría crítica de la sociedad, Caracas, Tiempo Nuevo, 1971). 4 Le materialisme dialectique, publicado por primera vez en París ᄋセョ@ 1939; traducido al inglés con el título de Dialectical materialísm, Londres, 1968, pp. 61-167, passim. 5 Véanse La teoría marxista dell'emancipaziune umww (1945) y La liberta communista (1946), que se centran principalmente en Jos manuscritos de París, y Per la teoria d'un umanesimo positivo (1947), centra- Cambios formales 67 losóficos de Marx, aunque un poco diferentes de las de Lukács, Marcuse o Lefebvre. En Francia, fueron también los nuevos textos del joven Marx los que principalmente llevaron a Merleau-Ponty y Sartre al marxismo después de la liberación: la primera aproximación importante de Sartre a los problemas de la teoría marxista, Materialismo y revolución (1947), apelaba esencialmente a la autoridad de los manuscritos de París 6 • El cenit de la influencia de los escritos filosóficos del joven Marx se alcanzó a fines de los años cincuenta, cuando los temas provenientes de ellos se difundieron en gran escala por toda Europa occidental. Tanto fue así que el primer rechazo inequívoco de esos textos como constitutivos del materialismo histórico -los primeros ensayos de Althusser- aún los tomaba forzosamente como punto de partida para todo examen realizado dentro del marxismo contemporáneo 7 • Hasta en la negación definían el campo preliminar de discusión. Además, la forma misma del rechazo de los escritos tempranos de Marx permaneció sujeta a la alteración a largo término de los puntos cardinales del marxismo que su descubrimiento había hecho posible. Porque la teoría positiva desarrollada por Althusser en contra de las anteriores interpretaciones de en ellos, siguió situándose en un plano técniMarx 「セウ。、@ desconocido antes de su aparición. filosófico, camente Así el marxismo occidental en su conjunto, paradójicamente: invirtió la trayectoria del desarrollo del propio Marx. Mientras que el fundador del materialismo históric() Y se desplazó progresivamente de la filosofía a la ーッャ■エゥ」セ@ luego a la economía, como terreno central de su pensar;:uento los sucesores de la tradición que surgieron despues de 19l0 volvieron la espalda cada vez más a la economía Y la política para pasar a la filosofía, abandonando el compro、ッセ[」■エゥ。@ de la filosofía del Estado de Hegel. Las traducciones por Delia Volpe de ambos textos de Marx aparecieron en 1950. , 6 Véase Uterary and philosophical essays, Londres, _1955. <<Ün . thc 1 En particular, ,, Feucrhach's 'Philosophical mamfcstoes >>. young Marx» y <<The 1844 manuscripts of Karl Marx», en For Marx,. -1"ondres, 1969 (<<Los 'manifiestos filosóficos' de Feucrbach>>, «Sohrc ··_1, キカ」セ@ Marx>> y« Los 'manuscritos de 1844' de Karl Marx>>, en La revolucwn leorica de Marx, México, Siglo XXI, 1967). 68 Perry Ande rson upac ión miso direc to con lo que habí a sido la gran preoc haéste del Marx madu ro, casi tan comp letam ente como jusu de s bía aban dona do el exam en direc to de los tema comgiro un ventu d. En este senti do, la rued a parec ió dar ujo ningu na pleto . En reali dad, por supu esto, no se prod filosófica esa simp le rever sión, ni podí a prod ucirs e. La empr cuen tas r salda del prop io Marx estab a dirig ida ante todo a Alemaen os con Hegel y sus princ ipale s hered eros y crític pensu de co' nia, espec ialme nte Feue rbach . El objet o teóri camEn . liano hege sami ento era esenc ialme nte el siste ma resur gibio, para el marx ismo occid ental --pes e al gran princ iel él-de o mien to de los estud ios hege liano s dentr io Marx. El pal objet o teóri co era el pens amie nto del prop prim eros los a ó limit se a exam en de éste, desd e luego, nunc de las ncia prese va masi La escri tos filosóficos solam ente. Pero esto. @ 。 ■ オ ャ セ ク ・ Marx de obra s econ ómic as y polít icas te, amen típic da, trata fue la total idad de la obra de Marx exfico filosó sis análi el que como la fuent e mate rial de la s al uso sistraer ía los princ ipios epist emol ógico s desti nado form ar) el trans (y r preta inter temá tico del marx ismo para expu so de a nunc Marx o mism mund o, princ ipios que el la tradi de fo filóso ún Ning o. modo explí cito o exha ustiv princ imeta la que s jamá vo sostu ción marx ista occid ental tituir una pal o final del mate rialis mo histó rico fuera cons n práct icateorí a del cono cimie nto. Pero el supu esto comú la indagade r mina preli tarea la que ment e de todos era las regla s ción teóri ca dent ro del marx ismo era disce rnir , pero entede la inves tigac ión socia l desc ubier tas por Marx de su obra , rrada s en las parti cular idade s circu nstan ciale s fue que una y si era nece sario comp letar las. El resul tado occidennotab le prop orció n de lo que prod ujo el marx ismo urso del Disc tal se conv irtió en un prolo ngad o e intrin cado extra ña era Méto do. La prim acía conc edida a esta empr esa en que o grad a Marx en cualq uier fase de su desar rollo . El traesta toda en los tema s epist emol ógico s pred omin aron iteríst carac s dició n pued e verse en los título s de sus obra fiy ismo Marx ch, cas. Desde un comi enzo , la obra de Kors el mode lo básic o. El volu men simil ar losofía, ・ウエ。「ャセ」ゥ￳@ con un enpubl icado por Luká cs el mism o año se inici aba Cambios form ales 69 en el que se sayo titula do «¿Qué es marx ismo ortod oxo? », refer ía «exse afirm aba conf iadam ente que dicho térm ino halla r fiel a iba 8 clusi vame nte al méto do» • Este prece pto del catás obra las refle jo en el meto dolo gism o obse sivo de ución revol y n Razó logo poste rior; los libro s titula dos como a lógic La ács), (Marcuse), El asalto a la razón (Lpk y la do méto del lema ciencia posit iva (Delia Volpe), El prob tiva nega ctica Dialé re), Crítica de la razón dialéctica (Sart ). usser (Alth (Ado rno) y Para leer «El capital» elabo rado La natur aleza de segu ndo orde n del discu rso ismo marx de que en estas obra s -sob re el marx ismo más an estab que en aje lengu tuvo una cons ecue ncia adici onal. El e do ializa espec más vez escri tas adqu irió un carác ter cada se a teorí la rico, histó do inacc esibl e. Dura nte todo un perío aje suma conv irtió en una disci plina esoté rica cuyo lengu la políde ncia dista su de da ment e técni co daba la medi pre siem sido había no , luego e desd tica. La obra de Marx, ni a époc su de res lecto los para conc eptua lmen te fácil ni filosó s texto eros prim sus tanto para la poste ridad . Pero (las dos parficos como sus poste riore s obra s econ ómic as inicia l de ma siste su n debía ) obra su tes más difíc iles de , Hegel y térm inos a teorí as preex isten tes -esen cialm ente medi ante la Rica rdo- que Marx trató de critic ar y supe rar imos a la creac ión de nuev os conc eptos más claro s y próx el voca bulareali dad mate rial: meno s «hipo stasi ados » (en el del Marx rio df'l joven Marx ), meno s «teológicos» (en r las dificulmadu ro). Además, si bien nunc a ocult ó al lecto desp ués tades de llega r a dom inar una disci plina cient ífica, mane la de de 1848 Marx trató de expo ner su pens amie nto mo máxi al r ra más senci lla y clara posib le, a fin de lleva desa estab que su intel igibi lidad para la clase obre ra a la tal fin en la tinad o. Es famo so el cuida do que se tomó a tradu cción franc esa de El capital. del lenEn cont raste con esto, la extre mada dific ultad enoccid ismo marx guaje carac terís tica de gran parte del de ón tensi la por tal en el siglo xx nunc a fue contr olada Por . tario prole co una relac ión direc ta o activ a con un públi 8 Histor y and class consciousness, p. l. Per ry And erso n 70 enc ima del mín imo neceel con trar io, su mis mo exce so por indi cio de su divo rcio sari o de com plej idad verb al fue el r exo teri smo de la teode toda prác tica pop ular . El pec ulia múl tipl es form as: en ría mar xist a occ iden tal iba a asu mir carg ado de acad emi cisLuk ács, un esti lo pes ado y abs trus o, tica frag men taci ón, immo; en Gra msc i, una pen osa y críp una gnó mic a brev eda d pue sta por la pris ión; en Ben jam ín, sint axis imp ene trab le y y obli cuid ad; en Della Volpe, una tre, un herm étic o e imuna auto rref eren cia circ ular ; en Sar en Alth usse r, una sibiliplac able labe rint o de neo logi smo s; de esto s auto res eran 9 na retó rica de la eva sión • La may oría y llan eza. Algunos de cap aces de exp resa rse con clar idad eran tam bién liter atos ello s -Sa rtre , Ado rno y Ben jam ínello s se exp resó en un ' de valía. Sin emb argo , ning uno de orta ntes obr as teór icas leng uaje llan o y senc illo en las imp lme nte. Las explicaciopor las que se los recu erda hab itua den dar cue nta de este nes indi vidu ales o pers ona les no pue de Gra msc i sim bocaso fenó men o cole ctiv o y reit erad o. El óric a que rigi ó hist a regl liza, por su mis ma exce pció n, la uaje mar xist a leng del ía este aba ndo no gen eral por la teor más gran de a obr la ión, clás ico. Los Cua dern os de la pris gen te rediri un por itos de toda esta trad ició n, fuer on escr prof esio sofo filó un por no volu cion ario de la clas e obr era, al muc ho más pob re y nal, prov enie nte de un estr ato soci inte lect ual mar xist a imhum ilde que el de cua lqui er otro orie ntal ante s o desp ués por tant e de Eur opa occ iden tal u emb argo , con tien en nude la prim era gue rra mun dial . Sin no resu elto s aún por la mer oso s enig mas , muc hos de ello s de la fero z cen sura y nud ició n con tem porá nt:a , pro duc to obli gab an a Gra msc i a las priv acio nes de la cárc el, que a exp osic ione s coh eren recu rrir a cód igos alus ivos más que auto res iban .a ser critic adas con Las dific ultad es liter arias de estos L'Ordilze Nuov o iba a ser atade sci Gram por frecu encia . La direc ción socia lista franc és L' Httm tlllilé dico perió el cada por su «difi culta d» por con una exten sa justi ficac ión có repli sci en 1920, acus ación a la que Gram de 1920. Luká cs fue acus ado o ener 10 de Reva i, de su pros a en L'On line Nuov o, i por Rcva en 1949; vúts e .Tosef de <<ar istoc ratism o en el estilo ,; 18-19. La term inolo gía de pp. 1950, res, Lond sm, reali list Paul Luká cs a11d socia r vigo r por Luci en Sl-ve, en ᆱj・。セM Sart re fue ataca da con parti cula ro de 1961, páfebre 123, que, Criti elle Nouv La Sart re el la diale ctiqu e», ginas 79-82. 9 71 Cam bios form ales enc ia de la der rota en la tes 10 • Esta recl usió n físic a, con secu gen pro féti ca del aislaluch a de clas es, iba a ser una ima teri ores , más libr es que mie nto que rod eó a los teór icos pos as. En este sent ido, mas Gra msc i, pero más alej ado s de las vo suje to a una estu tal el leng uaje del mar xism o occ iden abie rto dur ante mo abis cen sura hist óric a más altlp lia: el alis ta y el suesoci o ient casi cinc uen ta año s entr e el pen sam lo de la revo luci ón pop ular . la form a teór ica del Est e larg o divo rcio , que mod eló llam ativ o efec to otro él mar xism o occ iden tal, tuvo sob re la uni dad pode tura rup gen eral . Tod o ocu rrió com o si la mas as dies e de tica prác la lític a entr e la teor ía mar xist a y laza mie nto hac ia otro com o resu ltad o un irre sist ible desp s vinc ulad o. En auerla hab eje de la tens ión que deb ería imi ento revo luci ona rio senc ia del polo mag néti co de un mov ició n tend ió a diri girs e de clas e, la agu ja de toda esta trad gue sa con tem por áne a. La cad a vez más hac ia la cult ura bur xist a y la prác tica prorela ción orig inal entr e la teor ía mar ente sust itui da por una leta ria fue suti l, pero con stan tem xist a y la teor ía burg uenue va rela ción entr e la teor ía mar reor ient ació n, desd e luesa. Las razo nes hist óric as de esta el défi cit de la prác tica go, no resi dier on senc illam ente en te. Por el con trar io, fue revo luci ona ria de mas as en Occ iden las nac ione s de cap itael bloq ueo del ava nce soci alis ta en la con figu raci ón cult ural lism o ava nza do el que dete rmi nó asp ecto s fun dam enta les. tota l de esas soci eda des en cier tos imp eria lism o, jun to con Sob re todo , la rest abil izac ión del unis ta, hizo que sectola esta lini zaci ón del mov imi ento com bur gué s recu pera ran una res imp orta ntes del pen sam ient o sob re el pen sam ient o sorela tiva vita lida d y sup erio rida d gué s no llegó al agotacial ista . En Occ iden te, el ord en bur emba rgo, no expl ican las dific ul· Las cond icion es de la prisi ón, sin sci. Su leng uaje, com o hem os Gram de s tades que pres enta n Jos Cuad erno comp lejic lad aun en Turí n: ria cesa inne visto , hab' a sido criti cado por su los Cuad erno s han de S<!r de engi mas adem ás, al meno s algu nos de los cion es e ince rtidu mbre s intel ectua les, radic cont ias prop sus atrib uido s a ívoca o nunc a halló una resp uesta inequ al abor dar prob lema s a los que satis facto ria. lO 0 , ·• · セBョ]ャlio@ GMセlZN⦅イSHゥjャ|L@ ECA J 72 Perry Anderson miento de su lapso histórico de vida: su capacidad para sobrevivir a dos guerras mundiales y resurgir económícamente en las dos décadas siguientes con mayor dinamismo que nunca se reflejó, inevitablemente, en su capacidad de cambio y desarrollo culturaL Aún contaba con la adhesión de los estratos intelectuales mayores y mejor preparados del mundo, cuyas reali.zaciones creadoras siguieron siendo (con importantes vadaciones nacionales) esenciales en tolos campos. Estas realizaciones, na-turalmente, tenírm limites detenninado'.;, establecidos por la posición d"Cscendente del capitalismo a escala Flobal en オセ。@ épor"l PD que pese a todo, un tercio dd mundo ・ウセ。ー￳@ a. セオ@ sm;;n:_;Í. pセイ@ la debilidad g(>,nera! de la cultura socialista, dañada o paイ。ャゥコセ、@ por la rcptesl6n oficial estalinismo y el confí·· narmento de la .n:volución internacional a ャ←セZ^@ zonas atrasa·· das de Eurasia, fue en definitiva mucho mayor. Después de 1920, el rnarxi.3m.o en su conjunto avanzó menos Tápidamente, en un gran núme::ro de disciplinas, que la cultura no marxista. Esta amarga realiJad ejerció una central y agobiante sobre d carácte!· la labor que se イセ[。ャ■ZコN「@ dentro del materialismo en occidental. 1' Así · ' dセN・ウ」ッエA。ョ@ ·· ·¡ marxism.o occidental, • , セャ@ -·' rasgo ::nas Cie. como tradición con,úr; es quizá la 」ッョᄋセエ。・@ e mfluencia ウッィイセ@ él 'los Gウオ」セゥッ@ エゥセッ@ ,de Í.:h·;alismo europeo. El ámbito las イ・ャ。」ゥッョセ[@ entre ellos fue siempre complejo, pues suponía la asími1ación y el rechazo, el préstamo y la crítica. Las proporciones de la nlf'zcla variaron de un caso a otro. Pero el esqucrna básico fue exírañamente similar del decenio de 1920-30 al de ·¡ 960 70. t,ukács escribió Historía y consciencia de clase mientras aún se hallaba bajo la イセッヲオョ、。@ influencia intelectual de fa sociologf¡¿ de Weber y Sunme1 y !a fiJosofía de Dilthe:y y En rnwticular·, sus categorías fundam.ent&les de «radonalizadónx v «conciencia adscrita» derivaban de Weber; su tcatamíenro ·de la ,,cosificación» Hcvaba el claro sello de Sirrnnel: y su l•osdlhlad hacia las ciencias naturales ·--algo totalmente ajeno :1. la lite· ratura marxista 。ョエ」、ッ[ᄋMセ@ estaba en gran medida inspirada pur Dilthey y la concepción del vitalismo alemán e.ebensphi- Cambios formales 73 losophie) en general u. Gramsd construyó sus Cuadernos de la prisión, en gran parte, como un diálogo constante con Croce y Hna crítica sistemática de éste, y adoptó la terminología y las preoci.1paciones del filósofo idealista que por entonces dominaba el Gscenario cultural de Italia, en particular su interés por la historia ético-política 12 ; también, secundariamente, desarrolló ideas y enfoques del crítico literario De Sanctis, de una generación anterior. La obra colectiva de la escuela de Fnmcfort se impregnó, desde los años treinta en <Hkl.ante, de los conceptos y tesis del psicoanálisis freudiano, como referencia organizadora de bue·· na parte de su investigación teórica. El principal estudio de Marcuse, Eros y á,,ili';:,-:i.ción, ¡ba a ser llamado expresamente una «indagaciÓn filosófica de Freuch, y todo su vocabulario de la «represión>.> y la «sublimación», el «principio de realidad}' y e"l «princil;io de rendimiento>>, «eros» y «tánatos» se n·ovía dentro dd universo del discurso de Freud. Sartre :es un caso 」セー・ゥ。ャL@ ya que fue el más eminente filósofo de Francia, formado pm Heidegger y Husserl antes de pasar al marxismo. Así, llevó consigo a sus escritos r.oarxistas su pasado intelectual, con sus instrnmentns y sus nwenciones distintivos. El resultado de t:sto d ,tr:)slado de muchos de lo5 conceptos de El ser y l:t nada s J.os de la Crítica de la razón dialéctica; entre otros, la noción de ,,facticidad,., que lleva a la de «rareza,, la de <dnautenticidath a la de «seriaHdad», la de incstabili· 1 ' ·¡ «panl·SH?!Hill> ' ·· aH> ,. . ' 13 .•I' ero, a 1 de 1 «grupo en iuswn» (le_ 11 r,stas irJflueud.as ;,on í:l.lY.I.pliRmenic demostradas セョ@ c1 ensayo de g。セ@ reih Stech"lan Jor:e;;, «Thc marxism of the early Lukács», Ne·w Left R.evie;v} 70, ョ」カゥZセエオャML@ .. d]ciernbrc de 1971. Weber fue a:n1igo personai Y 」ッセ@ lega eL.' LukCt.L:::; antes de 1:1 primera guerra rnundiaL - n S()bre h-:t con1piejldad de la actitud de Grarnsci hacia Crocc y su [NQ、イョゥ。」￳セ@ con イ・ウセ。@ por la categoria de éste de la ,,llistoria Hセエゥ」ッᆳ Polide;1x.. nde Aセji@ su opinión debía. ser tcn1ada corno un ᄋセ」。ョッ@ en1pírico>' para ]c. Ín:restqpción histórica/ véase JI matcriaiismo >torir:or Tudn, 1966, págim:; 201,2, donde Cir3msci compata セョ」ャオウッ@ a Crocc con l・ョセL@ como dos エ・￳イゥ」ッセ[@ de la hegc:nonia que, cada UPO a su tnanera, recnazaro11 el econon1isH10 (El n1aterialisrno histórico y la filosofía de Benedetlo CroC('r Buenos ;\ires ]\luna Visión/ 1971). 13 Una exposición completa de las semejanzas conceptuaies entre El :rer y la rwda. y la Critica de la raz.ó;; dialéctica. se ha!!ará en e\ admira- 74 Cambios formales Perry Anderson en la teorí a regla: la relac ión de Sweezy con Schu mpet er 16 ment e, la inecon ómic a es un ejem plo de esto • Recí proca exten derse a fluen cia de un solo pens ador ideal ista pued e plo, no sólo vario s teóri cos marx istas . Bach elard , por ejem rado por Leinspi ró a Althu sser, sino que tamb ién fue admi conc lusio nes febvre, Sartr e y Marc use, quien es extra jeron fue un desmuy difer entes de su obra 17 • Freu d, sobre todo, use, sino cubr imie nto comú n, no sólo de Ador no y Marc te, cada tamb ién de Althu sser y Sartr e, aunq ue, nuev amen muy diveruno de ellos adap tó o inter pretó su legad o en con siste mas sas direc cione s 18 • Esta cons tante confl uenc ia rialis mo hisde pens amie nto conte mpor áneo s ajeno s al mate él, fue algo tóric o, y a menu do decla radam ente adve rsos a prim era guedesco nocid o en la teorí a marx ista antes de la itoria del rra mun dial 19 • Fue una nove dad espec ífica y defin marx ismo occid ental . de esta La serie de relac iones entre impo rtant es teóri cos cultu ral no tradi ción y pens ador es mode rnos del camp o iores del mism o tiemp o, las dos princ ipale s fuent es anter influeron sigui e Sartr de origi nal siste ma exist encia lista refelas rior: poste nto yend o activ amen te en su pens amie su en dan abun r egge Heid renci as o alusi ones a Huss erl y desaños diez icado publ largo estud io sobre Flau bert, sser concibió pués de la Crítica de la razón dialéctica. Althu cont ra sus al radic y ta su obra como una polém ica abier e y LuSartr sci, Gram princ ipale s prede cesor es, sobre todo de sus os much debió co kács. Pero tamb ién su siste ma teóri @ セ ウ ャ 。 ・ 、 ゥ es ador pens res térm inos organ izado res a tres dispa y de «protas: las nocio nes de «rup tura epist emol ógica » uilhe m, un Cang y elard blem ática » fuero n toma das de Bach pron unde s ambo ia, filósofo y un histo riado r de la cienc sintoura «lect de . ideas ciada tende ncia psico logis ta; las n, un Laca de enían prov mátic a» y «estr uctur a desc entra da» recon iana freud oxia psico anali sta que comb inaba la ortod del ación acuñ la que sona ncias heide ggeri anas; mien tras impo rtada térm ino «sob redet ermi nació n», claro está, fue lacio nes corre s 14 ctiva direc tame nte de Freu d • Esta s respe pensadel ca gráfi topo cultu rales -qu e rigen la posic ión russe Alth y e Sartr use, mien to de Luká cs, Gram sci, Marc s serie tales de s cada son sólo las más impo rtant es y desta asimil s cione Rela . en la tradi ción del marx ismo occid ental senta ntes 15 • res pued en enco ntrar se en casi todo s sus repre Gold mann lzt. El pape l centr al que dese mpeñ ó en la obra de dura nte la Suiza en psico logía de Piage t (con quien traba jó o de esta marc del guer ra) es un ejem plo típico . Aun fuera mism a la cer apare a tradi ción prop iame nte dicha , tiend e and form, Prince ton, 1971, ble estudi o de Frede ric James on, Marxism anális is crítico del tema. mejor el mucho con es que página s 230-74, s de Althu sser en torno a sus deuda s 14 Sobre las propia s declar acione , véase For Marx, p. 257, y Reading Lacan y con Bache lard, Cangu ilhem México, Siglo XXI, 1969). Bachel», capital, p. 16 (Para leer «El capita lard dirigió la tesis doctor al de Althus ser. escuel a de Delia Volpe en Italia. El 15 La princi pal excepc ión es la ntos de la lingüí stica de Hjelm seleme s mucho tomó Volpe mismo Delia del gusto, pero la escuel a en su Critica la en a estétic lev para su teoría de influe ncias no marxi stas, en libre e ament conju nto perma neció relativ partes . Esta ausen cia proba otras de ogas compa ración con sus homól innova ciones temát icas imbleme nte estuvo relaci onada con la falta de verá más adelan te. portan tes que tambi én la disting uió, como se 75 , p. ix. Véase The theory of capitalism development and nothingness, LonVéase La somm e et le reste, pp. 142-43; Being s Aires, Losad a, 1966); Eros dres, 1957, pp. 600-3 (El ser y la nada, Bueno y civilización, Barceand civilization, Londr es, 1956, pp. 106 y 209 (Eros es, 1964. pp. 249-50 Londr man, ional imens One-d y 1969), lona, Seix Barra! Estos autore s 1968). l, Barra Seix lona, Barce al, ension (El hombr e unidim más que lard, Bache de a poétic la por te almen se sintie ron atraíd os esenci por su episte molog ía. , 46-47. «Sociology and psycho logy», New Left Review 18 Cf. Adorn o and civilization, passim; Eros se, Marcu 1968; de ebrero 1967-f de bre noviem philosophy and other essays, Althus ser, «Freu d and Lacan», en Lenin and Anagr ama, 1970); Sartre , lona, Barce , Lacan y (Freud 1971 Londr es, NLB, 1974, pp·. 35-42. NLB, es, Londr sm, marxi and m Betwe en existentialis II Intern aciona l es la de época la en nismo 19 La influe ncia del darwi dad del evolu· autori la go, embar Sin quizá el equiva lente más cercan o. no incidí a direct ament e en cionis mo era la de una cienci a natura l que Por ello, podía ser aprob ael domin io social del mater ialism o histór ico. n intern a de éste. Aun en do o adopt ado sin una verda dera modif icació más sensib le a la influe no teóric el nte bleme proba ky, el caso de Kauts no son caract erístic as de as direct es tacion impor cia del darwi nismo . las extrem o de esta especi e más caso Un erra. su princi pal obra de la pregu s intele ctuale s bolchevicierto sobre fue, sin duda, el atract ivo de Mach a escrib ir m。エ・イゥャウュセ@ ques, en partic ular Bogdá nov, que instó a Leninollo de las cienci as fístdesarr el fue aquí ién Tamb . cismo iocriti y empir a- sobre cierta s tenden cias cas lo que ejerci ó una atracc ión -tran sitori impor tante de la terfigura na ningu go, embar Sin dentro del marxi smo. ncia. influe su sufrió o clásic smo cera genera ción del marxi 16 17 1 76 Perry Anderson refer encia marx ista fue, por así decir , el eje horiz ontal de al mism o Pero intel ectua l para el marx ismo de Occi dente . cal de verti eje tiemp o, éste se distin guió tamb ién por un ién a tamb ño refer encia de un géne ro en gran medi da extra consiable invar las anter iores tradi cione s marx istas : fue su allá más a ntab trucc ión de un linaj e filosófico que se remo mardel cos de Marx. Todo s los princ ipale s siste mas teóri o mecaxism o occid ental revel an, a este respe cto, el mism fías filoso a do nism o espo ntáne o. Sin excep ción, han apela filoso la letar comp prem arxis tas para legit imar , expli car o en , Marx de allá fía de Marx. Este regre so comp ulsiv o más desd e el cual busc a de un anter ior punt o de vista venta joso fue t-ambién , Marx de inter preta r el signi ficad o de la obra a en que básic rica histó ción un indic io suge stivo de la situa omin io pred doso nove El . se halla ba el marx ismo occid ental s vishemo como fue, ción tradi de los filósofos dentr o de la culla ó sufri que ral gene io to, uno de los signos del camb desde cales verti s línea Las 1920. tura marx ista desp ués de occid ental , cend encia que reivi ndica ba ahor a el marx ismo medi da a a buen en ecían obed o, para Marx y para sí mism mism o el pues él, de o dentr l ese ascen dient e profe siona máti ca siste fica filosó obra una Marx no había dejad o ning filotesis eras prim sus ltar sepu en el senti do clásico. Tras se a nunc rez madu su en tos, inédi sófic as en manu scrit os fico. Aun aven turó de nuev o en un terre no pura ment e filosó do, la méto el sobre rior poste jo su más impo rtant e traba en form a de intro ducc ión de 1857 a los Grun driss e, qued ó prep arad o fragm ento prog ramá tico, nunc a term inado ni al de la propara su publi cació n. :g1 carác ter laten te y parci los escri tos ducc ión filosó fica de Marx fue comp ensa do por para sus tardí os de Engels, y sobre todo el Anti-Dühring, gene ral en suces ores inme diato s. Pero esos escri tos caye ron más vez cada desc rédit o desp ués de 1920, cuan do se hizo acentr s tema obvia la incom patib ilida d de algun os de sus anatur ias cienc les con los prob lema s y los halla zgos de las nzar con les. En efect o, el marx ismo occid ental iba a come fica de filosó cia un doble y decid ido recha zd de la heren y en fía filoso y Enge ls por Kors ch y Luká cs en Marx ismo adeEn e. ment ctiva Historia y consciencia de clase, respe Cambios formales 77 ls iba a ser !ante la avers ión a los últim os texto s de Enge ncia, de prese en entes corri las com¿ n práct icam ente a todas 20 • Pero una vez desuse Marc a usser Sartr e a Colle tti, de Alth del legad o de carta da la contr ibuci ón de Enge ls, la limit ación nece sidad de Marx se hizo más evide nte, y más acuc iante la ヲゥャッウ￳セᆳ comp letar lo. El recur so a anter iores 。セエッイゥ、・ウ@ consiser e pued fm tal para peo euro cas del pens amie nto con respe cto derad o, en ciert o senti do, como una regre sión con la que a Marx. No es casu al que la pere ntori a frase ectua les intel os asad antep sus con Marx ajust ó cuen tas preta r de di-«Lo s filóso fos no han hech o más que inter es de trans verso s modo s el mund o, pero de lo que se trata ismo ocform arlo »- haya enco ntrad o poco eco en el marx 、・ウセ「。ᆳ ciden tal, cuyo s filóso fos qued aron legal ment e y pract ica a teorí entre naria lucio revo zado s de la unid ad lado. ッエセ@ que exigía la once ava tesis sobre Feue rbach . Por La xión. refle una sola frase no pued e supr imir siglo s de orprop para mera afirm ación de Marx nunc a podí a basta r ni inclu so rico, histó mo rialis mate al fía ciona r una filoso anter iores a para hace r un balan ce de las vieja s filoso fías no era en él. Adem ás, la prop ia cultu ra filosó fica de Marx Y en セ・ャ@ modo algun o exha ustiv a. Basa da ・ウョ」ゥ。ャュセエ@ o mtim ento Feue rbach , no se carac teriz aba por su cono cimi o Tomá,s de de Kant o Hum e, Desc artes o Leibniz, Plató n res. Asi, en Aquino, para no habl ar de otras figur as meno de M?rx allá otro senti do, una regre sión crono lógic a más preci safica, no era nece saria ment e una reinc idenc ia filosó エセ、。@ ment e porq ue Marx nunc a habí a evaluado. o ウオー・セ。ッ@ iera siqU m ores; anten la ética , la meta físic a o la セウエ←ゥ」。@ sta italian o s・「。ウエセョ_@ La única excepc ión a esta regla es el marxi de Engel s con digm· @ セ ￳ ウ ッ ャ ゥ ヲ N @ ッ セ 。 ァ ・ ャ el ido defend Timpa naro, quien ha Pisa, 1970, pp. 1-122 (Pradad y autori dad en su libro Sul matenal!smo, Fonta nella, 1973). La. calona. Barce mo, xis materialismo y estructuralis derech o a ser consid.ede la obra de Timpa naro le da con creces ntal ャゥ、セ@ en esta época. Sm occide smo marxi del l genera n exame todo en rada las. otras estodas contra te samen expre tan a dirigid estado embar go, ha diverg ente: tan ーッセエオ。@ una enta repres y , último este cuelas , dentro de nte, m <;>bsta No ta. gratui r pa:ece podría aquí que su simple inclus ión deters cierta a do escapa ha al origm e ement siquie ra esta obra intran sigent Véase más adelan te, cap. 4, minac iones comun es del marxi smo occide ntal. nota 40. -20 Perry Anderson 78 •¡:,,.. i· i· ..,. 1".' había aborda do mucho s problem as básicos de la filosofía clásica. En otras palabra s, había cierta legitim idad en los sucesivos intento s hechos dentro del marxis mo occiden tal para estable cer un linaje intelec tual que se remont ara más allá de Marx. Porque todo desarro llo creado r de la filosofía marxis ta inevita blemen te tendría que pasar por una reconside ración de la comple ja histori a cognoscitiva que el mismo Marx ignorab a o evitaba. Los puntos de partida existentes en la obra de Marx eran demasi ado escasos y demasiado estrech os para que esto no fuese necesario. Al mismo tiempo, no es menest er subray ar los riesgos implíci tos en un prolong ado recurso a las tradicio nes filosóficas premar xistas: es bien conocido el peso abruma dor de los motivo s idealist as y religiosos en ellas. La primer a reinter pretaci ón import ante del marxis mo que hizo un uso fundam ental de un sistema premar xista para constru ir su propio discurs o teórico fue el enfoqu e que de Hegel hizo Lukács en Historia y consciencia de clase. Hegel nunca había sido muy estudia do en la 11 Interna cional: por lo general, sus princip ales pensad ores le habían considerado como un precur sor remoto , pero ya sin import ancia, de Marx, de menor entidad que Feuerb ach 21 • Lukács invirtió radical mente esta aprecia ción, y por primer a vez elevó a Hegel a una posició n absolu tament e domina nte en la prehistori a del pensam iento marxis ta. La influen cia de esta reevalu ación de Hegel iba a ser profun da y durade ra para toda la tradició n posteri or del marxis mo occiden tal, coincidieran o no con ella los pensad ores posteri ores. Pero el recurso de Lukács a Hegel fue mucho más allá de esta atribución genealógica, pues dos de las tesis teórica s básicas de Historia y consciencia de clase proven ían de Hegel más que de Marx: la idea del proleta riado como el «sujeto -objeto idéntic o de la historia », cuya conciencia de clase supera ba por ello el problem a de la relativi dad social del conociVéanse los propios comenta rios de Lukács en History and class había consciousness, p. xxi. La principal excepción fue Labriola, quien o. De sido un filósofo hegeliano antes de su encuentr o con el marxismLenin, ahí la repentina revelación del «descubr imiento» de Hegel por después del descrédit o de la 11 Internaci onal en 1916. 21 Cambios formales 79 miento , y la tenden cia a conceb ir la «alienación» como una objetiv ación externa de la objetiv idad human a, cúya reapropiación sería un retorno a una prístin a subjeti vidad interio r, lo que permit ía a Lukács identif icar el logro por la clase obrera de una verdad era conciencia de sí misma con la realización de una revoluc ión socialista. Cuaren ta años más tarde, Lukács iba a describ ir esas tesis distinti vas de Historia y consciencia de clase como «una pluscuamhegelizació1;1 de Hegel» 22 • Sin embarg o, la reevalu ación de la import ancia de Hegel para el marxis mo, que inició Historia y consciencia de clase, halló mucho s sucesores. El mismo Lukács más tarde trató de redescu brir categor ías fundam entales del pensamien to de Marx en el de Hegel, más que de introdu cir categor ías hegelia nas en el marxis mo. Su estudio de El joven Hegel (1938) fue un esfuerz o mucho más erudito para estable cer una continu idad directa entre Hegel y Marx, basado en la lectura por Lukács de los manusc ritos de 1844, en Moscú, y en el papel de concep tos económicos como el de trabajo en los primer os escrito s de Hegel 23• Tres años más tarde, Marcus e publicó Razón y revolución en Nueva York, con el subtítu lo de Hegel y el surgim iento de la teoría social, primer intento de efectua r un análisis marxista de todo el desarro llo del pensam iento de Hegel, en todas sus fases, como prepara ción y condic ión para la obra de Marx. La fidelida d de Marcus e a este concep to de Hegel nunca vaciló. Adorno, mucho más crítico que Lukács o Marcuse del idealism o objetiv o como «filosofía de la identid ad», basó, sin embarg o, su import ante obra en los procedimientos de la Fenomenologia del espíritu: «El método de Hegel -decl aró- inspiró el de Mínima moralia» 24 • En Francia , en cambio , aun admitie ndo la import ancia fundam ental de Hegel en la formac ión de Marx, Sartre iba a inverti r su evaluación y a exaltar la contrib ución antitéti ca de Kierkegaard como correct ivo filosófico a Hegel dentro del marxismo. Si bien sostení a que el mismo Marx habfa supera do la 22 23 24 History and class consciousness, p. xxiii (p. xxv). Der junge Hegel no fue publicad o hasta 1948 a causa de la guerra. Minima moralia, Londres, NLB, 1974, p. 16 (Minima moralia, Caracas, Monteávila, 1975). Cambios formales Perry And erson 80 el, afir mó que el mar anti nom ia entr e Kie rkeg aard y Heg a con vert irse en un neoxism o del sigl o xx hab ía tend ido de este mod o la proheg elia nism o petr ific ado , reva lida ndo de la exp erie ncia inditest a del exis tenc ialis mo en nom bre sta omn ímo do, exp erie nvidu al fren te a un sist ema obje tivi 25 prim ero en exp resa r • cia que Kie rkeg aard hab ía sido el ceso hist óric o en la CríLa reco nstr ucc ión de Sar tre del pro o irre duc tibl e pun to de tica de la razón dialéctica torn ó com este mod o, com o térm ino par tida el indi vidu o con ceb ido de ués de la Crít ica, el únifina l de toda clas e soci al. Aun desp dio espe cial fue Kie rkeco filó sofo al que ded icó un estu gaa rd 26 • fuer on resu elta men te En Ital ia, Del ia Vol pe y su escu ela taja ntem ente neg ativ os anti heg elia nos desd e el com ienz o: Heg el y pos itiv os en su en su eva luac ión de la filo sofí a de Mar x fue una rup tura aser ción de que el pen sam ient o de ó a Mar x en un lina je com plet a con Hegel. Del ia Vol pe ubic por Gal ileo , has ta Hum e, que iba desd e Aris tóte les, pas and o real izad o crít icas de hi· todo s los cua les, sost enía , hab ían diri gida por Mar x conla pós tasi s de su épo ca sim ilar es a letti quie n escr ibió el Col o tra Heg el n. Per o fue su disc ípul el heg elia nism o que se prin cipa l ataq ue sist emá tico con tra tal: Hegel y el marxisllev ó a cab o en el mar xism o occ iden dem ostr ació n en mo. Est a obr a fue con ceb ida com o una cris tian o intu itiv o sofo gran esca la de que Heg el era un filó aniq uila ción de la reala era cuy o pro pós ito teór ico bási co inte lect o, al serv icio de lida d obje tiva y la dev alua ción del ba en las antí pod as de la relig ión, y que , por tant o, esta que el verd ade ro pred eMar x. En cam bio, Col letti sost enía t, cuy a insi sten cia en la ceso r filo sófi co de Mar x fue Kan obje tivo , más allá de toreal idad inde pen dien te del mun do se teng an de él, fue la dos los con cep tos cog nos citiv os que 2S de res, 1%3, pp. 814 («Cu estio nes The prob lem of meth od, Lond , Buen os Aires, Losa da, 1963, dialéctica méto do», en Critica de la razón ersal •, volu men 1). yo cKie rkeg aard : the singu lar univel uni26 Véas e el impo rtant e ensa : aard rkeg «Kie ( 9 146-6 pp. ism, en Betw een exist entia lism and marx, Kierkegaard vivo, Mad rid, Alianza, versa l singu lar», en Sart re y otros 1968). iva, Mesi na, 1950. 'll Logic a come sciem.a posit 81 de la irre duc tibi lida d prec urso ra de la tesi s mat eria lista tem olog ía de Kan t fue del ser al pen sam ient o. Así, la epis éste nun ca tuvo con cien prec urso ra de la de Mar x, aun que prim ero 28 • Aná loga men cia de la med ida de su deu da con el .teoría polí tica de Mar x te, par a Del ia Vol pe y Col letti , la del que éste era inco nstení a un imp orta nte prec ede nte taci one s filo sófi cas de cien te: la obr a de Rou ssea u. Las limi los prin cipi os de inte rKan t resi dían en su ace ptac ión de libe ral, y fuer on prec isacam bio de la soci eda d cap ital ista ssea u repu dió en una men te esto s con cep tos los que Rou Est ado repr esen tati vo crít ica radi calm ente dem ocrá tica del en todo lo esen cial casi bur gué s que pos teri orm ente Mar x, ' 29 no har ía más 'que repe tir • do agu en pero , tico Un real inea mie nto no men os drás Alde a obr la en duj o con tras te con los ante rior es, se pro exp lícit a en su leng uaos men que Aun ela. thus ser y su escu ilac ión retr oac tiva de je, fue en esen cia la más tota l asim mar xism o. En este caso , tod a una filo sofí a prem arxi sta al era Spin oza . En verd ad, el ante pas ado atri buid o a Mar x oza intr odu jo una repar a Alth usse r, «la filo sofí a de Spin hist oria de la filosola volu ción teór ica sin prec ede ntes en luci ón filo sófi ca de revo or fía y, sin luga r a dud as, la may con cep tos y mavos nue los 30 todo s los tiempos}} • Cas i todo s 1973, espe cialm ente pp. 113-38 (El Hege l and rnarx ism, Lond res, NLB, . En la époc a de la II Inter 1977) lbo, la marx ismo y Hegel, México, Grija r) se habí an senti do atraí dos por nacio nal. Meh ring y otros (Ad!e trucc ión filos ófica siste máti ca del gécons una ning pero , de ética de Kant trató de vinc ular la epist emol ogía nero de la reali zada por Colle tti sseau Kant con la de Marx . seau e Marx, Rom a, 1964, pp. 72-77 (Rou 29 Véas e Delia Volp e, Rous de esta ma extre ón ulaci form La . 1970) , Roca ngs, Y Marx , Barc elona , Mart ínez rodu ction », en Karl Marx , Early writi de opin ión se halla rá en Colle tti, «<nt tos escri eros prim los a rodu cción Penguin/NLR. Lond res. 1974 ( «<nt elon a, Anag rama , 1977). Marx», en La cues tión de Stali n, Barcacía impl ícita otorg ada a Spin oza soprim La 102. p. 3D Read ing capit al, nacio eden te, en este caso en la JI Inter bre Marx tuvo un impo rtant e prec varie dad de «una ente cialm esen era ismo nal. Plejá nov creía que el marx zism o de Marx y Enge ls repre senta of spinozismo», y escri bió que «el spino mod erno »: Fund ame ntal prob lems prec isam ente el mate rialis mo más («Las cues tione s fund amen tales del 10-11 marx ism, Lond res, í929, pp. 1964, p. 367). I, Buen os Aires, Quet zal, marx ism'' "• en Obras escogidas, por Colle tti, para 6as ataca ente rosam vigo sido una Esta s afirm acion es han nes cons idera b:m a Marx com o quien «Ple jánov fue uno de quie oza»; véas e fイッセ[@ to Leni n, seau Rous Spin mera exten sión y aplic ación de 28 1 82 Perry And erso n ndo de lado los imtice s del mar xism o de Alth usse r, deja áne as, de hec ho fuer on por tado s de disc ipli nas con tem por La dist inci ón cate góri ca tom ado s dire ctam ente de Spin oza . y «Objetos reales» fue entr e cob jeto s del con ocim ient o» dist inci ón de Spin oza tom ado dire ctam ente de la fam osa ocu lto que une los dos entr e idea e idea tum 31 • El mon ism o fiel men te tom ado de polo s de este dua lism o fue tam bién gen eral de la prod ucSpin oza : la alth usse rian a «ese ncia idad , no era más que ción», com ún al pen sam ient o y la real oza : ord o et con nex io la trad ucc ión de la máx ima de Spin et con nex io reru m («el idea rum reru m ídem est, ac ord o mis mo que el ord en y ord en y con exió n de las idea s es el elim inac ión por Althus32 con exió n de las cosa s») • La radi cal ntía s del con ocim ienser del pro blem a filosófico de las gara de Spin oza veri tas o dich to o la verd ad, tam bién obe dec ía al de todo mon ism o ca lógi nor ma sui et falsi, con secu enc ia fun dam enta l de to cep rigu roso 33 • De man era sim ilar , el con pro duc ción en de o mod «ca usal idad estr uctu ral» de un lari zad a de la secu ión vers Para leer cEl capital» es una Dios com o causa imm acon cep ción que tien e Spi noz a de ue de Alth usse r a las ataq ado nen s 34 • Sob re todo , el apa sion inm edia ta en oposiilus ione s ideo lógi cas de la exp erie ncia pio de la teor ía solación al con ocim ient o cien tífic o pro los hom bres y las clamen te, y a toda s las con cep cion es de hist oria , y no com o «SO· ses com o suje tos con scie ntes de la セYWUIN@ y sociedad, Barc elona ! fッョエ。・ャセL@ Lond res, NLB, 1972, p. 7l (Ideología te, Debo rín y sus d1scípulos SigUieron En la URSS, dura nte los años vein un «Ma rx sin barb a•. Un punt o que a Plejá nov y cons idera ron a Spin ozaía en gran med ida la obra de Kant y cabe seña lar es que Marx desc onoc men te a Spin oza en su juve ntud ; sin Desc artes pero habí a leído dete nida haya sido parti cula rmen te influ ido que s a emb argo ,' hay poco s indic ios de le halla r un puña do de refer encia por él. En su obra sólo es posib más com ún. Spin oza, en su mayo ría del géne ro expr esam ente. Para Spin oza, «idea lo dice 31 Read ing capital, p. 40, o: nam aliud est circulus, aliud idea vera est dive rsum quid a suo ideat s). lectu intel datio circuli» (De emen prop osi· Reading capital, p. 216, y Ethica, II, 32 Cf. For Marx, p. 169, ción vu. de sí mis. «La verd ad es tanto el crite rio JJ Read ing capital, pp. 59-60 . lium scho , XLIII . prop XI, ma com o de la false dad• : Ethíca, a imm a· 9. «Deus est omn ium reru m caus itori a, 34 Read ing capital, pp. 187-8 a inma nent e, no trans caus la es s («Dio » siens .tran nens, non vero . XVIII . de toda s las cosa s•): Ethica, I, prop Cambios form ales 83 sociales, era una exa cta port es» invo lunt ario s de rela cion es oza de la exp erie ntia repr odu cció n de la den unc ia de Spin y su infa tiga ble inres erro vaga com o fuen te de todo s los ica era la cree ncia de sist enc ia en que la ilus ión arqu etíp o una volición libr e, los hom bres de pos eer de algú n mod ente gob erna dos por cua ndo de hec ho está n perm ane ntem «Su idea de la liberleyes de las que no tien en con cien cia: sa de sus acciones» 35 • El tad es sólo su igno ranc ia de la cau term inab a con la conimp laca ble dete rmi nism o de Spin oza men os opre siva , nun ca clus ión de que , aun en la soci eda d la ilus ión: «Quienes será pos ible libr arse del pod er de bres divi dido s con rescree n que los pue blos o los hom ser llev ado s a vivi r por pec to a los asu ntos púb lico s pue den eda d de oro del poe ta o la razó n sola men te, sue ñan con la 36 r ada ptó tam bién esta con un cue nto de had as» • Alth usse ta, los hom bres tamafir mac ión: en una soci eda d com unis asm as de la ideo logí a bién esta rán rod ead os por los fant ncia esp ontá nea . «To das com o med io nec esar io de su exp erie ideo logí a com o el elelas soci eda des hum ana s secr etan la nsa ble a su resp irac ión, men to y la atm ósfe ra mis ma indi spe n sist emá tica de Spia su vida hist óric a» 37 • La intr odu cció por Alth usse r y sus disnoza en el mat eria lism o hist óric o de nto más 。ュ「ゥ」ッセ@ cípu los fue inte lect ualm ente el inte emm llar arro des y x con stru ir un lina je filosófico par a Mar a par icas teór nes ccio diat ame nte a par tir de él nue vas dire orimp cto aspe 38 un en el mar xism o con tem por áne o • Sólo nulla m um 。」セゥッョオュ@ est eoru m liber tatis idea, quod suar -3s «Haec ergo La parte II, prop . xxxv, scho ltum . cognoscant causam•: véas e Ethica, «De serv itute hum ana, seu de affectítulo el lleva a Ethic la cuar ta de del hom bre, o el pode r .de las emo· turn viribus», «Sob re la escla vitud la obra de Alth usser , SI se hace la toda en tal amen done s» tema fund •. Véas e For Marx, pá· de las «emo cion es• a la «ideo logía エイ。ョ」ゥセ￳@ . . . 180 ginas 232-35, Reading capital, p .. o-poltttcus, I, 5. ogzc 36 Spin oza, Trac tatus theol . . pn· 37 For Marx, p. 232. por @ ￳ A セ ョ ッ 」 ・ イ r. usse Alth este párra fo. , 38 [Des pués de ser escri to Véas e Elém ents d'autocrttzque, París mera vez su deud a con Spin oza. 1975). Sin em· a, l。セN@ elon Barc a, crític auto de s ento 1974, pp. 65-83 (Elem y ca:ec e por siend o vaga y ァ・ョセ」。L@ barg o, su expo sició n de ella sigue cífic as: _De espe ias denc spon corre y ales lo com ún de refer encia s textu posic ión trans la de ad unid y sión exten proeste mod o no revel a la verd ader a más gico filoló io estud Un de Spin oza a su obra teóri ca. del ュオョ、セ@ docu men tarla .] para es ultad dific s poca ría fund izado halla Per ry And erso n 84 te en bus ca de conexiotant e Alth usse r se diri gió a otra par la filo sofí a. La rela tiva nes sign ific ativ as en la hist oria de' hist oria llev ó a Alth usse r indi fere ncia de Spin oza hac ia la una líne a de desc end ena com plet ar su lina je de Mar x con tesq uieu , en una rela ción cia secu nda ria que par te de Mon ssea u en la gen ealo gía de muy si.m ilar a la de Kan t con Rou rit des lois, de Mon tesCo! lettl . Alth usse r atri buy ó al Esp des cub rim ient o del con cep to de una el エイ。ウセ・ョ、ャ@ アュ・セL@ últi ma inst anc ia» por un tota lida d soci al «de term inad a en o den tro de ella , con cep to que lueg ーイ・ッセ。ョエ@ セウー・」エッ@ caEl en x Mar por do a 39Ser cien tific ame nte fun dam enta iセ。@ pzta1 . de Mar x con stitu yen Esto s suce sivo s reto rno s más allá den tro del mar xisntes uye los caso s más dest acad os e infl lista . Seg ún es bien sabimo occ iden tal. Pero no ago tan la o pre cur sor fun dam enta l do, Gol dma rm elig ió a Pas cal com ocu lto 40 • En su juve ntud , de la teor ía dial écti ca en El Dios o pro gen itor fHo sófi co 41. Lefe bvre optó por Sch ellin g com o, Ado rno y Hor mod o más pro fun do y sub terr áne De セュ@ insp irad os por pro bab lem ente fuer on tam bién ォィ・ゥュセイ@ n de la idea de una «na tura leza Sch ellm g en su intr odu cció , o 42 . M . arcu se, por su part e, ape ló al ca 4•da:". en e I mar xism fuen apo yo de su con cep to de una este tiCi smo de Sch iller un , bién 43 tam . ta . En algu nos caso s, t ura soc1. e da d com ums ores sad pen de dive rsos mis mo filó sofo reci bió hom ena je mar xism o occ iden tal. del n ició trad pert ene cien tes a la pp. 52"53 ss. (Mon tesqu ieu, and histo ry, Lond res, NLB, 1973, a 1968' Nuev cia Cien la polztzca y la histo ria, Mad rid . 300-2. Gold mann God, Lond res.' 1964, pp. 24J..4, 25Í-ital de la idea mar· . セ@ セ@ Th,e Nィゥ、Lセ・ョ@ amen fund r urso prec o com Kant a s h."bJa e.eg1do .ante NLB, 19i1 (lntr oduc véas e lmm anue l Kant , Lond res, u, 1974). de エッセ。ィ、Z@ セウエ。@ rrort Amo , Aires os Buen , uón a la fzlosofza de Kant es de mu· pp. 415-24; este episo dio, que no , en otros , 41 • La somm .e et le イᄋセウエ・L@ bvre Lefe de erior post obra la sí mtsm o para esta t.ha 1mpo rtanc 1a セョ@ lado r de la tend encia gene ral de aspe.ct:os es parti cula rmen te reve sinti eron prof unda men te la zer Polit y él que a rela.t tra.dJción. lセヲ・「Nカイ@ emen te a busy por el!o se pusie ron cons cient falca de un !maJ e 。ーイセᄀ、ッ@ con Sche lling . n diero e, ment final ; uado adec pareC Jera ierda car42un? que ャセウ@ n, ocul ta en )a cultu ra de la izqu EJ resu rgum ento de esta noció , al qPe t'nte ablcm Prob . tigar inves por セ@ es un prob lema que está · 。ャセュョLN@ h. pnm ero mter esó fue a Erns t Bloc 3. 43 Eros and civil izati on, pp. 185-9 39 セッ■エゥ」ウ@ Cambios form ales 85 a Luk ács, fue para dóji caNie tzsc he, por ejem plo, odio so par 44 Mar curs e y Alth usse r • men te exa ltad o por Ado rno, Sar tre, lade una invi sibl e regu Pero quiz á la más eloc uen te pru eba mar xism o occ iden tal, del po cam rida d que atra vies a todo el y opo sici one s inte rnos , por fuer tes que sean sus con tras tes fue el únic o teór ico imes el caso de Gra msc i. Pue s éste un filQ.sofo, sino un polí por tant e de Occ iden te que no era pro fesi ona l pod ía hab erle tico . Nin gún inte rés pur ame nte rior es a Mar x. Sin eme imp elid o a bus car ante pas ado s ante men te su obr a más orig ibarg o, tam bién él orga nizó cen tral uiav elo. Par a Gra msc i, nal alre ded or de un prec urso r: Maq prem arxi sta era nec esar iael ante ceso r obli gad o del pas ado un teór ico polí tico com o men te no un filó sofo clás ico, sino los prés tam os que tom ó él. Per o la med ida y el tipo de lme nte sim ilar es a los de Gra msc i de Maq uiav elo son tota iden tal. El tam bién tom ó otro s pen sad ores del mar xism o occ del flor enti no térm inos dire ctam ente del ante rior sist ema obr a. En los Cua dern os y tem as que intr odu jo en su pro pia rio mis mo se con vier de la pris ión, el par tido revo luci ona e», cuy o pod er unincip te en una vers ión mod erna del «Prí es inte rpre tado smo rmi tari o exa ltó Maq uiav elo. El refo la de las ciud aa te ejan sem com o una visi ón «co rpor ativ a» ez Maq uiav elo hab ía anades itali ana s, cuy a dec isiv a estr ech que hist óric o» del prol e«blo tem atiz ado . El pro blem a de un plad o desd e el pun to de tari ado y el cam pes inad o es con tem una «mi licia » pop ular flovist a de los plan es de éste par a msc i ana liza los mec anis rent ina. Del prin cipi o al fin, Gra la dua l apa rien cia de la mos de la dom inac ión bur gue sa en as del cen taur o de Ma«fue rza» y el «en gañ o», las dos form los sist ema s esta tale s de quia velo 45 • Der iva la tipo logí a de páng der Vern unft, Berlí n, 1953, Com páre se Luká cs. Der Zers tOru trata o únic , 1976) lbo, Grija a, , Barc elon ginas 244"317 (El asalt o a la razón com enta rios de Ador no en <<Letters to los con , tema del so pámien to exten ew, 81, septi emb re·oc tubre de 1973, Walt er Benjamín>>, New Left Revi (San Gene t, Bue0 346-5 pp. 1964, res, Lond t, Gene sgina 72; Sartr e, .Saint and civil izati on, pp. 119-24, y A!thu nos Aires, Losa da); Marc use, Eros ser, Leni11 and philo soph y, p. 181. 125-43, s, Lond res, 1971, espe cialm ente pp. 45 Gram sci, Priso n note book erno s Cuad los de llano caste logía s en 147-8 y 169-75. (Exi sten varia s anto Anto logía comp ilada por M. Sacr istán la , ellas entre e, véas ' de la prisi ón; Mad rid, Siglo XXI , 1974.) 44 Perry Anderson 86 la tríada de éste formada por el «territorio», la «autoridad» y el «consenso». Para Gramsci, el pensamiento de Maquiavelo «también podría ser llamado una 'filosofía de la praxis'» 46 , que era la forma en que Gramsci aludía al marxismo en la prisión. Así, hasta el mayor y menos típico de sus representantes confirma las reglas generativas del marxismo occidental. La unidad operativa que delimitaba el campo del marxismo occidental en su conjunto, con sus desplazamientos globales de ejes, no excluía, desde luego, las divisiones subjetivas y los agudos antagonismos dentro de él. En verdad, éstos contribuyeron mucho a generar la vitalidad interna y la variedad de esta tradición, una vez establecidos históricamente sus límites externos. Sin embargo, es característico del marxismo occidental que nunca haya elaborado una cartografía exacta o adecuada de su propio paisaje intelectual. Esta laguna fue una consecuencia lógica de uno de los rasgos más sorprendentes y paradójicos de la nueva cultura teórica que se desarrolló después de 1920: su falta de internacionalismo . Este hecho señaló también una radical divergencia de los cánones del marxismo clásico. Hemos visto que Marx y Engels mantuvieron correspondencia y se pelearon con socialistas de toda Europa y fuera de ella. Los teóricos sucesores de la II Internacional estaban mucho más arraigados en sus contextos políticos nacionales que los fundadores del materialismo histórico, pero también formaban, al mismo tiempo, un ámbito integrado de debate socialista internacional. En la generación que siguió a Marx y Engels, la recepción a la obra de Labriola brinda quizás el ejemplo más elocuente de la comunicación continental que existía por entonces. Labriola, el primer feórico marxista que surgió en la zona políticamente atrasada y olvidada del sur de Europa, se hizo famoso con extraordinaria rapidez desde París hasta San Petersburgo. En realidad, su primer ensayo importante le fue encargado por Sorel para Le Devenir Social, de Francia, en 1895; al año, el periódico 46 Prison notebooks, p. 248. Cambios formales 87 de Kautsky en Alemania, Die N eue Zeit, lo había イ・ァゥウエセッ@ y saludado; en 1897, Plejánov publicó una larga セ・」ョウキ@ de los escritos de Labriola en Novoe Slovo, en Rusia; pocos meses más tarde, Lenin instaba a su hermana a que los tradujera al ruso, y en 1898 apareció una traducción セオウ。N@ La generación siguiente de marxistas formó una 」ッュオ、セ_@ aún más internacionalista, si cabe, de pensadores y mihtantes, cuyos apasionados debates teóricos se basaban en ;>bras de gran medida en el estudio cabal y minucioso de ャ。セ@ unos y otros. La controversia sobre La acumulacwn de caejemplo de ・セッN@ pital, de Luxemburgo, es un ゥューイ・ウッョ。エセ@ Fue este ambiente, por supuesto, el que hizo de la creacwn disciplinada de la III Internacional una culminación de la experiencia histórica anterior del movimiento obrero en el continente, a la par que una ruptura con ella. , Con la victoria del «socialismo en un solo paiS>> en la URSS, seguida de la progresiva burocratización de la Komintern y finalmente las perspectivas nacionalistas adoptadas por el comunismo europeo durante la s.egunda guerra mundial y después de ella, el marco dommante de la discusión marxista sufrió un cambio fundamental. Esta se desarrolló cada vez más, no sólo lejos de la militancia política, sino también de todo horizonte internacional. La teoría se contrajo gradualmente a compartimientos セ。」ゥッョャ・NウL@ aislados unos de otros por la indiferencia o la Ignorancia relativas. Este proceso fue tanto más extraño cuanto que la abrumadora mayoría de los nuevos teóricos, como hemos visto eran especialistas académicos situados en los más eleniveles de sus respectivos sistemas universitarios, Y, カ。、ッセ@ de por tanto, se hallaban idealmente dotados, en ーイゥセ」ッZ@ facilidad de lenguaje y ocio para efectuar un estudio seno Y lograr el conocimiento de los sistemas intelectuales de otra.s naciones. Sin embargo, de hecho, los filósofos de esta tradición -de estilos complejos y recónditos, como nunca había ocurrido antes- eran, prácticamente sin excepción, provincianos en grado sumo y carecían de información sobre las culturas teóricas de los países vecinos. Es asombroso que dentro de todo el corpus del marxismo occidental no haya una sola evaluación seria o crítica pormenorizada de la obra Perry Anderson 88 de un teórico import ante por otro que revele un íntimo conocimi ento textual o un mínimo cuidad o analític o en su tratamien to. A lo sumo hay calumn ias precipi tadas o elogios casuale s, unas y otros basado s en lectura s rápidas y superficiales. Ejempl os típicos de esta mutua preteri ción son las pocas y vagas observa ciones de Sartre sobre Lukács , las dispersas y anacró nicas disgres iones de Adorno sobre Sartre las virulen tas invecti vas de Collett í contra Marcus e, la 」ッョセ@ fusión -prop ia de un aficion ado- de Althuss er entre Grarnsc i y Colletti y el rotund o rechazo de Althuss er por Delia Volpe 47 • Y se .trata meram ente de coment arios incidentales en obras cuya finalida d princip al es totalme nte otra. No hay ningún caso en el marxis mo occiden tal de un combate o conflic to teórico total de un pensad or o escuela con otro, y menos aún de un domini o global del ámbito interna cional de esta tradició n. Esto ocurre hasta en los casos en que hay una relació n entre mentor y discípu lo: por ejemplo, la aceptac ión por Goldm ann de la obra del primer Lukács nunca fue acomp añada del menor interés o estudio crítico de su obra posteri or. El resulta do de este provinc ialismo y esta ignoran cia general izados con respect o a los sistema s extrana cionale s de pensam iento fue impedi r toda concien cia cohere nte y lúcida del edificio del marxis mo occidenta l en su conjun to. El descon ocimie nto mutuo de los teórico s mantuv o en una opaca oscurid ad el sistema real de relacio nes y diferen cias entre ellos. Esto no signific a que no hubiera intento s de delimit ar claros frentes de batalla dentro del campo del marxis ino occiden tal. Dos de tales intento s al menos fueron efectuados en los años sesenta por Althuss er· y Colletti . Ambos se basaro n en una indiscr iminad a amalga ma de todos los otros sistema s, aparte del propio, en un solo bloque filosófico, y en el rechazo de este conjun to como proven iente de GMセN@ ',. '.' 1 セᄀQ@ ,,,... The problem of method, pp. 21, 37-9, 52-4; Adorno, Negative dtalectzc, Londres, 1973, pp. 49-51 (Dialéctica negativa Madrid Taurus 1975); Colletti, From Rousseau to Lenin, pp. 128-40; Á!thusse r,' r・。、ゥョセ@ capztal, pp. 134-8; Delia Volpe, Critica dell'ideologia contempo ranea, Roma, ránea 1967, pp. 25-26 n., 34-35 n., 37 n. (Crítica de la ideología contempo ' Madrid, A. Corazón, 1970). • 47 sセイエ・L@ 89 Cambios formales Hegel y viciado por él, junto con la pretens ión de que sólo su propia obra entronc aba directa mente con Marx. Por lo demás, los dos relatos del desarro llo del marxis mo desde los años veinte eran mutuam ente incomp atibles, pues las categor ías de Althuss er incluía n explíci tament e a Collett i en la tradició n hegelia na que repudia ba, mientra s que la lógica de Collett i atribuí a a Althuss er la herenc ia hegelia na que denunc iaba. De estas dos constru cciones retrosp ectivas , la interpr etación de Althuss er era más amplia y compre nsiva. Para él, las obras de Lukács , Korsch , Gramsc i, Sartre, Goldm ann, Della Volpe y Collett i eran todas clasific ables como variant es del «histor icismo» : una ideolog ía en la cual la socieda d se convier te en una totalid ad «expresiva» circular, la histori a en un flujo homog éneo del tiempo lineal, la filosofía en una autocon ciencia del proceso históric o, la lucha de clases en un comba te de «sujeto s» colectivos, el capitalism o ;en un univers o esencia lmente definid o por la alienac ión, y el comun ismo en un estado de verdad ero humanism o más allá de la alienac ión 48 • La mayorí a de estas tesis, argüía Althuss er, proven ían de Hegel, a través de Feuerb ach y los escrito s del joven Marx: la teoría científi ca del materia lismo históric o se fundó en una ruptura radical con ellas, realiza da por Marx en El capital. La reconst rucción de Colletti, en cambio , tenía un enfoqu e más estrech o, aunque de mayor alcance : para él, el primer Lukács , Adorno, Marcus e, Horkhe imer y Sartre estaban unidos en el ataque común contra la ciencia y la negació n del materia · lismo, inheren te a la afirmac ión de que la contrad icción es un princip io de realida d, más que de razón, mientr as que el materia lismo dialécti co al que el Lukács posteri or y Althuss er se adhería n era meram ente una versión natural ista del mismo idealism o oculto. Ambos proced ían de la crítica metafísica al intelec to de Hegel, cuyo fin era la aniquil ación filosófica de la materia 49 • Esta crítica había sido fatalme nte Véase Reading capital, pp. 119-43. Marxism and Hegel, pp. 181-98. La admisión por Althusse r de la diasalléctica de la naturalez a como el único elemento valioso que puede sitúa varse en Hegel, una vez rebautiza do como «proceso sin sujeto••, le and directam ente dentro del campo de la crítica de Colletti; véase Lenin J").., . philosoph y, pp. 117-19. . ·•RAI\r•. u 't·; ¡ セᄋNZ[@ セM 48 49 エ⦅GN^セM@ u,..,í!o,.-.セHャゥ「エ[a@ 90 Perry Anderson mal entendida y adoptada por Engels en el Anti-Dühring, con lo que había echado los cimientos de una línea de pensamiento que iba a suponer una desviación completa del materialism o racional y científico de Marx, ejemplifica do en el método lógico de El capital. ¿Qué validez puede asignarse a estas dos tesis? Está bastante claro que tanto la escuela de Delia Volpe como la de Althusser se han distinguido por ciertos rasgos comunes que las separa de otros sistemas del marxismo occidental. Su hostilidad hacia Hegel, desarrollad a antes y de manera más profunda en el sistema de Della Volpe, los destaca muy obviamente en una tradición que, por lo demás, ュオ・ウエイセ@ una predomina nte tendencia hegeliana. Además de esto, comparten el nuevo y agresivo énfasis en el carácter científico del marxismo, en la preeminenc ia de El capital dentro de la obra de Marx, y en la consiguien te importanci a cardinal del pensamien to político de Lenin. Ambos representar on una vehemente reacción contra las anteriores tendencias teóricas, que negaban o ignoraban muchas de las aserciones de la tradición clásica. Pero estas característi cas no bastan para dividir todo el campo del marxismo europeo desde 1920 en dos bandos antitéticos. Las polaridade s simples propuestas por Althusser o Colletti son demasiado toscas y panorámica s y se basan en estudios comparativ os demasiado escasos para proporcion ar una guía seria en la compleja constelació n de tendencias filosóficas dentro del marxismo occidental, incluidas las de ellos. Ni siquiera sería exacto hablar de un espectro más sutil o continuo de sistemas en lugar de una tajante polaridad de ellos, porque las actitudes de los teóricos a menudo han coincidido o se han superpuest o de manera desconcert ante, desde muy diversos puntos de partida, lo que excluye su alineación en una única gama de posiciones filosóficas. El carácter irreconciliable de las tipologías que proponen Colletti y Althusser es en sí un indicio de la aporía lógica de ambos. Así, el tema de la alienación fue tildado de archihegeli ano por Althusser, y su rechazo considerad o como una condición previa del materialism o científico; sin embargo, Colletti, cuyo ataque a Hegel era más radical y más documenta do que el 1,,,,' Cambios formales 91 de Althusser, retuvo el concepto de alienación por considerarlo fundament al en la obra del Marx maduro y en el materialismo histórico como ciencia. A la inversa, Colletti concentró su fuego en la dialéctica de la materia en Hegel, como piedra de toque religiosa de su idealismo y el más nocivo legado al pensamien to socialista posterior; en cambio, Althusser seña.Jó el mismo aspecto de la obra de Hegel como el único elemento viable de indagación científica heredado de él por el marxismo. Además, el entrecruzam iento de tendencias va mucho más allá de estos dos protagonist as. Gran parte del sistema de Althusser fue construido contra el de Sartre, dominante en Francia a principios de los años sesenta; mientras que la mayor parte de la polémica de Colletti estuvo dirigida contra la Escuela de Francfort, temporalm ente dominante en Alemania a fines· de los años sesenta. Ninguno de ellos parece haber tenido un conocimien to íntimo del adversario del otro, con el resultado de que ambos eran inconscient es de ciertas semejanzas diagonales con ellos. La creciente preocupación de Colletti por la dualidad del marxismo como «ciencia o revolución» , al mismo tiempo teoría de las leyes objetivas del capitalismo y de la capacidad subjetiva del proletariad o para derrocar el modo de producción del que él mismo es parte estructural 50 , estaba en realidad muy cerca del punto de partida metodológi co básico de la investigación de Sartre. Las involuntari as correspond encias entre Althusser y Adorno -en apariencia los dos teóhcos más alejados posibles- eran aún más sorprenden tes. La Escuela de Francfort estuvo desde el comienzo de su formación · más saturada de influencia hegeliana que cualquier otra de Europa. El marxismo de Adorno representó, en los años sesenta, una versión extrema de la renuncia a todo discurso sobre las clases o la política, precisamen te los objetos a los que el marxismo de Althusser daba primacía formal. Sin embargo, la Dialéctica negativa, de Adorno, desarrollad a primero en conferencia s dadas en París en 1961 y luego completada en 1966, reproduce toda una serie de motivos que so Véase, por ejemplo, From Rousseau to Lenin, pp. 229-36. Perr y Ande rson 92 Marx v Para leer se encu entra n en La revo lució n teóri ca de habla ·r de otro s no «El capit al», publ icad os en 1965, por tti, publ icaColle de que se halla n en Hegel y el marx ismo , aba explíafirm rno do en 1969. Así, entre otro s tema s, Ado obje to, del a lógic citam ente la abso luta prim acía epist emo vacu i la y ria histo la la ause ncia de todo suje to gene ral en la aba Atac . ción» nega dad del conc epto de <<negación de la icacosif la y n ació alien aten ción filos ófica conc edid a a ía le de uso relición com o una ideo logía de mod a, susc eptib nsas de El expe a Marx n gioso ; el culto de las obra s del jove histo ria y la de as ntric pocé capit al; las conc epcio nes antro paüa ; los acom las que mo la emo lient e retór ica del hum anis l, hasocia za rique de te fuen a mito s del trab ajo com o únic comun es que rial, mate a ralez cien do abst racc ión de la natu rhace a so inclu 51 llegó rno Ado • ella pone nte irred ucib le de teon 1os cual es la se eco de los prec epto s de Al thus ser segú ráctica teóri ca») v (<<p tica prác de o ría es un tipo espe cífic ida por la teorí a. la mism a noci ón de prác tica debe ser defin bió Ador no, «y «La teorí a es una form a de prác tica» , escri ente men te teórila prác tica mism a es un conc epto emin o de estas decl arac ione s, que CO» 52 • El desa fiant e teori cism unid ad entre teosupr imen todo el prob lema mate rial de la el marx ismo y ría y prác tica com o vínc ulo diná mico entre ndo desd e el cola luch a revo lucio naria de masa s, proc lama idera do com o un mien zo su iden tidad léxic a, pued e ser cons la époc a post erior lema gene ral del marx ismo occi dent al en base suby acen te a la segu nda guer ra mun dial. Indic a la ectu ales denintel com parti da por las má"s disp ares post uras tro de él. cos de Alth usPor lo dem ás, claro está, los siste mas teóri prob lemá tisu en ser y Ado rno eran noto riam ente disím iles ciert os tede ncia ca y su orien tació n. La curio sa coin cide que un de ba prue mas impo rtant es en sus obra s es mera antíh ey s liana hege vago cont raste bina rio entr e escu elas 158-60, 177-8, 1334, 190-2, 304. Véase Negat ive dialeciic, pp. 67, 89, o en la prima cía del objeto Adorn de encia insist la que Debe señala rse ti, lo cual hace 'JCiosos los Collet de la como sa es al meno s tan vigoro respe cto. fort a ・セエ@ Franc de la Escue la a ataqu es genér icos de éste 144. p. tic, diaíec ive Negal 1'71; p. 52 Stichw orte, Franc fort, 1968, 5! Cam bios form ales 93 ir la ⦅オ「ゥ」。￳セ@ gelia nas es total men te inad ecua do para defin marx 1smo occlexac ta de las difer ente s escu elas dent ro del a mult iplic idad dent al o las relac ione s entre ellas . La mism o -qu e no inad de filiac ione s filos ófica s que hem os exam lling , SpiSche , sólo inclu yen a Hege l, sino tamb ién a Kant y otro sieu tesqu noza , Kie¡ kega ard, Pasc al, Rous seau , Mon cola teraulos vínc exclu ve tal aline ació n pola r. Adem ás, los ra burcultu la de res les 、セ@ cada teóri co con dive rsos secto de lema prob el más gues a cont emp orán ea com plica n aún vez, su a s, Esto . ellos las afini dade s y anta goni smos entre las dive rsas si· han estad o cond icion ados y regu lado s por bras , es perfe cpala otras tuac ione s polít icas nacio nales . En r de esta tracula parti ma tame nte evid ente que cada siste d de deter alida plur una de dició n ha recib ido la impr onta s y nive les onte horiz s ente difer mina cion es, deriv adas de los po y del tiem su de as lógic ideo e les de las estru ctura s socia heter ogen ei_da ? _de pasa do, lo cual ha prod ucid o una gran ntur a h1st onca teorí as, dent ro de los pará metr os de la coyu No disp onem os de básic a que delim ita a toda la tradi ción . las rela· real セ@ espa cio aquí para expl orar la distr ibuc ión Para dad. com ple]l cion es dent ro de este camp o, en toda su ad nalid origi la r nues tros fines , es más impo rtant e cons idera madel co clási o desc ollan te de cada siste ma frent e al legad Porq ue en todo te. eden prec a époc la de rico histó teria lism o dent al, el desocci bala nce de las reali zacio nes del marx ismo nuev os tema s de arro llo de nuev os conc epto s o la apar ición su pote ncia y a ralez brin da el indic io más claro de su natu com o tradi ción . 4. INNOVACIONES TEMATICAS de inmedi ato ciertos rasgos general es. El marxis mo occiden tal, como hemos visto desde 1920 se los grande s inhibió cada vez más de aborda r エ・￳イゥ」。ュセ@ último de el fue i Gramsc s. político o problem as económ icos s proescrito sus en mente directa trató que sus pensad ores o, embarg Sin clases. de lucha la de blemas ヲセョ、。ュ・⦅ャウ@ en ista capital ía econom la sobre nada escnbw el tampoc o sí, en el sentido clásico de analiza r· las leyes del movimiento de este modo de produc ción 1• Despué s de él se produj o un silencio similar con respect o al orden político de la domina ción burgue sa y al modo de derroc ado. El resulta do que el marxis mo occiden tal en su conjun to, cuando fue ヲオセ@ mas allá de cuestio nes de método para consid erar problemas de sustanc ia, se concen tró casi totalme nte en el estudio de las superestructuras. Ademá s, los órdene s superes trucmostró un interés mayor y específicos por los セオ・@ エオセ。ャ・ウ@ mas constan te fueron los mas alejado s de la base materia l de la base económ ica, según la expresi ón de Engels. eセ@ otras palabra s, no fueron el Estado o el Derech o los que pッ、・ュセ@ 1 l 、ゥウ」・イョセ@ 1 El silencio de Gramsci sobre los problem as económic os fue total Sin y misterios amente, uno de sus más íntimos y viejos em?argo , ー。イセ、￳ェゥ」@ n· am1g?s fue P1ero Sraffa, quien sirvió de intermed iario en su correspo denc1a con el PCI fuera de Italia durante los últimos años de su prisión fue el último hombre que habló de política internad o: Y ーイッ「。ャ・ュョエセ@ pocos meses antes de su muerte, acaecida en 1937. Hay @ L Q 」 ウ セ 。 イ g ⦅ n.al con relación entre el más grande pensa· c1erto s.IJ?lbohsmo. en esta ・セエイ。￱@ poht1co marx1sta de Occtdent e y el más original teórico de la econo、セイ@ de la posguerr a, con su mezcla de intimida d personal y alejamie nto セオ。@ existido ni la más remota conexión entre No parece ィ。「・セ@ ュエ・ャ」セオ。N@ sus respectiv as obras. La crítica de Sraffa de la econo、セ@ オュカ・イセッ@ ャッセ@ mta neoclas1ca 1ba a ser más rigurosa y devastad ora· que todo lo hechon del marxism o. Sin embargo , esta notable realizació del セ。ューッ@ セ・ョエイッ@ por un retorno, más allá de Marx, a Ricardo, y el sistefue 。」ッューョセ、@ ella fue apenas menos inclemen te para la teoría del ma que surgió セ・@ valor de El caprtal. Lセ@ !' 95 Innovaciones temdticas le propor cionaro n los objetos típicos de su investig ación. Lo que concen tró el foco de su atenció n fue la cultura . Y sobre todo, dentro del ámbito de la c;ultura, fue el arte el que absorb ió las princip ales energía s y dotes del marxismo occiden tal. A este respect o, la norma es llamati va. Lukács dedicó la mayor parte de su vida a trabajo s sobre la literatu ra, produc iendo una apretad a serie de estudio s sobre la novela aleman a y europe a, desde Goethe y Scott hasta Mann y Solzhe nitsin, para culmin ar en una gran Estética 2 general , su obra publica da más extensa y ambici osa • Adorno escribi ó una docena de libros sobre música que incluyen tanto análisis globales de las transfo rmacio nes musicales del siglo xx como interpr etacion es de compo sitores, por ejempl o, Wagne r y Mahler , además de tres volúme nes de ensayo s sobre literatu ra; tambié n comple tó su obra con una Teoría estética general 3 • El legado teórico más significativo de Benjam in dentro del marxis mo fue un ensayo sobre La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, y su princip al obra crítica en los años treinta fue un estudio sobre Baudel aire 4 • Paralel amente , concen tró su interés en la obra de Brecht 5• El princip al trabajo de Goldtes de crí2 Aesthetik , Berlín/N euwied, 1963. Las obras más importan in tica literaria marxista traducid as hasta ahora al inglés son: Studies Europea n realism (1950). The historical novel (1962), The meaning of conhis temporar y realism (1963), Essays on. Thomas Mann (1964). Goethe and publisido han todas primera, la Excepto (1970). tsyn Solzheni (1967). age precadas por Merlin Press, que también ha traducid o en 1971 la obra marxista Theory of the novel. (En castellan o están en curso de publicación las obras completa s de Lukács: México y Barcelon a, Editorial Grijalbo. ) Madrid Tau3 Aestlletis che Theorie, Francfor t, 1970 (Teoría estética, of rus, 1978). De los principal es estudios musicale s, sólo Philosophy Buenos música, nueva la de filosofía (La 1973 Londres, music, modern es Aires, Sur) ha sido hasta ahora traducid o al inglés. Los tres volúmen de Noten zur Literatur fueron publicad os en Alemania (Berlín y Francfort del Meno, 1958-61). pidos, 1, pp. 15· 4 Véase Illumina tions, pp. 219-53 (Discursos interrum Lon57); y Charles Baudelaire: a lyric poet in the era of high capitalism, dres, NLB, 1973; (lllumina tions, 2, Baudelaire, Madrid, Taurus, 1972). de Brecht en el 5 Benjamí n desde luego, fue un íntimo interlocu tor cia exilio. El pensami ento estético de Brecht, si bien es de gran importan su intrínsec a -como es obvio- en la historia del marxism o europeo de y tiempo, estuvo siempre subordin ado a su práctica como dramatur go, relapor lo tanto cae fuera del ámbito de este ensayo. Sobre la doble páción de Brecht con Benjamí n y Lukács, véase Understanding Brecht, . . , . ,., tJ'E. ./ _,• ᄋセイeエ@ エNZセᄋサBGMQ[I@ .\ . > • : 1: • ·i !l ¡:>.•¡i.{,. ·-, ,:'ll r- ¡jELC,tV \N' ,. #' . Aエセ@ ··•"'·"' Perr y Ande rson 96 o, El Dios mann fue un análi sis de Racin e y el janse nism n gene ral cano un leció estab ocult o, que al mism o tiem po en sus rico; histó mo rialis mate de crític a litera ria para el (Malrnos mode la nove la y o teatr otros escri tos explo ró el a la ión ribuc Cont una bió 6 escri vez, raux ) • Lefeb vre, a su teorí a esestét ica 7• Delia Volpe, por su parte , elabo ró otra ás de ensatética en gran escal a, la Crítica del gusto , adem ning una obra yos sobre cine y poes ía 8 . Marc use no escri bió came nte trató sobre algún artis ta espec ífico , pero siste máti socie dad la estét ica como la categ oría fund amen tal de una dad» final menlibre , en la que «el arte como form a de reali io mund o sote mode laría los conto rnos objet ivos del prop o sobr e la cial, tema comú n a Eros y civili zació n y Un ensay marx ismo el con liber ación 9 • El prim er encu entro de Sartr e ; dutura? litera la coinc idió con su publi cació n de ¿Qué es mara teorí la de ro rante la trans ición hacia su labor dent que par la a t, xista , su princ ipal obra versó sobre Gene men10 final do cuan y escri bió sobre Mall armé y Tinto retto ; nio sigui ente te rema tó su paso al marx ismo , dedic ó el dece en una ebido conc a un monu ment al estud io sobre Flau bert, ficas filosó s obra sus escal a mayo r que la suma de todas caso un nta prese , mbre anter iores u. Gram sci, como de costu ¡,L Breche, Madri d, Tauru s, ginas 105-21 (Ilumi nacion es, 3, Tentat ivas sobre Left Review , 84, marNew en idos 1975). y los ensayo s de Brech t traduc El compr omiso en arte y lizo-abr il de 1974, «Again st Georg Lukác s» (véase s de Adorn o sobre Benja teratu ra, Barce lona, Peníns ula, 1974). Las crítica idos en New Left Review , traduc textos los en se hallar n podrá t mín Y Brech Walte r Benja mín») , y 87-88, 81, septie mbre- octubr e de 1973 ( «Lette rs to Estos compl ejos internt•). mitme «Com ( 1974 septie mbre• diciem bre de debate s del desarr ollo tantes impor más los caml:>ios consti tuyen uno de cultur al del marxi smo. , París, 1964 (Para una sociología de 6 Pour une sociol ogie du roman la novela, Madri d, Cienci a Nueva , !967). París, 1953. 7 Contr ibutio n a /'esthé iique, a del gusto, Barce lona, Seix Ba8 Critica del gusto, Milán, 1960 (Crític (Lo verosí mil fílmicu v ッエイセ@ 1954 , Roma , filmico mile rra!, 1966); 1/ verosi · 1967). , Nueva a Cienci d, Madri ensayo s de estétic a, as a «Art ensayo su en se hallar puede . 9 Su más explíc ita declar ación julio-a gosto de 1972. form of reality •, en New Left Review , 74, de los que sólo se han 10 Los estudi os sobre Malla rmé y Tintor etto, libros; véase M. Con·· os extens ad realid en eran entos, fragm public ado pp. 262, 314-15. 1970, París, , Sartre de écrits Les ka, tat y M. Rybal (El idiota de la fa1971-72 París, 1-lll, vals. e, fam_ill . 1_1 L'idio t de una extrañ a seHay 1975). neo, mporá milla, Bueno s Atres Tiemp o Conte ert y la de Benja mín sobre mejan za entre la obra de Sartre sobre Flaub !a Inno vacio nes temá ticas 97 ionad o con los dentr o de esta galer ía que, si bien está relac o sobre la much ibió Escr . ellos de anter iores , es disti ntos ón 12 , pero ·el litera tura italia na en los Cuad erno s de la prisi fue el reino objet o prim ario de su indag ación teóri ca no ra para cultu la de total ón funci y ctura del arte, sino la estru e el Rena cilos siste mas de pode r polít ico de Euro pa, desd iones más mien to hasta nues tros días. Así, sus inves tigac ales de la profu ndas y origi nales fuero n análi sis· instit ucion ectua les, el form ación y h divis ión histó ricas de los intel las ideol ogías carác ter socia l de la educ ación y el pape l de clase s. Toda medi ador as en la cime ntaci ón de bloq ues entre ada en tela obra de Gram sci estuv o cons tante ment e centr teóri cos otros de mas supe restr uctur ales, pero, a difer encia auton ola de tión del marx ismo occid ental , abor dó la cues como rales cultu ras mía v la efica cia de las supe restr uctu ncame teóri inado exam político, que debía ser un ーセᄋッ「ャ・ュ。@ manel con ión relac te como tal de modo explí cito, en su l. Tam bién Altenim iento o la subv ersió n del orde n socia no del méto do terre el thuss er, por últim o, sólo aban donó rar cuest iones explo para y llevó a cabo análi sis susta ntivo s más largo de o ensay su exclu sivam ente: セオー・イウエ」。ャ@ , adop tando ación educ la y este tipo versó sobre la ideol ogía aba de deriv que da parti mani fiest amen te un punt o de o pino teatr de ban trata s Gram scí; otros texto s más breve Fuearte. del aleza natur la de tura (Brec ht o Crem onini ) y rada elabo ación aplic única la ra del camp o de la filoso fía, ridad perso nal de sus ideas que lleva el sello de su auto 13 • Así, la temá tica cultu tura ha sido una teorí a de la litera b。セャ・イZ@ y el ュゥョ。エオイセウッ@ pese al contra ste entre el gigant ismo de uno rse en tres partes : el m1smo del otro. El estudi o de Benja mín iba a dividi cual medio . 、セャN@ de Par_ís ・セ@ Baudc bire como alegor ista; el mund o social que smtet1 za el s1gmf1cado o escrib ió; v la merca ncía como objeto poétic tarnbi én fue conce_bido en del poeta· y del capita l. El estudi o de Sartre _de_ la person ahdad . セ・@ iva subjet ción forma la tito: tripar un esque ma vo de su recepc 10n obJeti campo como io Imper do Flaub ert; el Segun singul ar de ambos . ica histór d unida como y Bovar como artista , y ivfadame extens o de los más el es ale nazion t'ita 12 El volum en Letter atura e di, pero incluy e las prime Cuade rnos de la prisió n en la edició n de Einau su encarc elamie nto. a ras crítica s teatra les de Grams ci, anteri ores tuses» , «Crem onini, painappara State gical ideolo and ogv «Ideol 13 Véase philos ophy and other and Lenin en art», on letter «A ct;,ter of the abstra todos los textos reúna que lano castel en en volum essays (no hay ningú n 98 Perry Anderson ral e ideológic a ha predomin ado uniforme mente en el marxismo occidenta l del principio al fin. La estética, que desde la Ilustració n ha sido el puente más cercano de la filosofía hacia el mundo concreto, ha ejercido una especial y constante atracción sobre sus teóricos 14 • La gran riqueza y variedad de los escritos producid os en este dominio, mucho más rico y sutil que todo lo hecho dentro de la herencia clásica del materiali smo histórico, quizá sea a fin de cuentas el logro colectivo más perdurab le de esta tradición . Pero, al mismo tiempo, los principal es sistemas intelectuales del marxismo occidenta l también han engendra do específicam ente nuevos temas teóricos, de mayor importan cia para el materiali smo histórico en su conjunto. Lo distintivo de estas concepcio nes es su radical novedad con respecto al legado clásico del marxismo . Se las puede definir por la ausencia de todo indicio o anticipac ión de ellas en los escritos del joven o del viejo Marx, o en la obra de sus herederos de la II Internaci onal. El criterio adecuado aquí no es la validez de estas innovacio nes o su compatib ilidad con los principio s básicos del marxismo , sino su originalidad . No es tarea de estas considera ciones efectuar una evaluació n crítica de los méritos de cada una de ellas, pues ello excedería de nuestros límites. Por el momento será suficiente señalar las desviacio nes conceptu ales más significativas, con respecto a lo anterior, en el desarrollo del marxismo occidenta l. Toda tentativa de este tipo debe inevitablemente ser arbitraria , en cierta medida, en su selección ; particula rmente, dentro de los estrechos límites de este ensayo, no es posible brindar un análisis exhaustiv o 15 • Pero de Althusser incluidos en inglés en Lenin and philosophy; véase «Ideología y aparatos ideológicos de Estado• en Escritos, Barcelona, Laia, 1974); aThe 'piccolo teatro': Bertolazzi and Brecht•, en For Marx, y Pierre Macherey, Pour une théorie de la production littéraire, en la serie Théorie, de Althusser, París, 1966. 14 Es significativo que la única obra de verdadera calidad que abarca ampliament e todo el marxismo occidental sea un estudio estético: Marxism and form, de Frederic Jameson. 15 Se verá que los sistemas principales que no se apartaron radicalmente del canon de la teoría marxista anterior fueron Jos creados por Delia Volpe y Lukács. En ambos casos, esto se relacionaba con una fi- Innovaciones temdticas 99 ciertos temas distintivo s resaltan inconfund iblemente en las teorías que estamos examinan do. Se los puede considera r como un recuento mínimo de las contribuc iones sui generis de la tradición que nos ocupa. A este respecto, cabe referirse primero y ante todo a la noción de hegemoní a de Gramsci. El término provenía del movimien to socialista ruso, donde Plejánov y Axelrod fueron los primeros en emplearlo en discusion es estratégic as sobre la futura dirección por la clase obrera de una revolución en Rusia 16 • La adopción de ese término por Gramsci lo transform ó en un concepto tota!"mente nuevo en el discurso marxista, destinado precisam ente a teorizar sobre unas estructur as políticas del poder capitalist a que no existían en la Rusia zarista. Recordan do los análisis de Maquiavelo de la violencia y el engaño e invirtiénd olos tácitamen te, Gramsci formuló el concepto de hegemon ía para designar la fortaleza y la complejid ad muchísim o mayores de la dominación de la burguesía en Europa occidenta l, que habían impedido la repetición de la revolució n de Octubre en las zonas capitalist as avanzada s del continent e. Este sistema hegemónico de poder fue definido por el grado de consenso que obtenía de las masas populares a las que dominaba , y la consiguie nte reducción en la cantidad de coerción necesaria para reprimirl as. Sus mecanism os de control para asegurars e este consenso residían en una red ramificad a de institucio nes culturale s -escuela s, iglesias, partidos, asociaciones , etc.- que inculcaba n a las masas explotada s la subordina ción pasiva, a través de un conjunto de ideología s elaborada s en el pasado histórico y transmiti das por grupos intelectua les auxiliares de la clase dominant e. Esos intelectuale s, a su vez, podían ser tomados por la. clase delidad textual más estricta a los escritos de Marx (¿para bien _o para mal?). El desarrollo de tem;;1s como los de la alienación o la cosificación en el joven Lukács no son genuinas innovacione s, por grande que haya llegado a ser su difusión mucho más tarde en el marxismo occidental, pues ya están presentes en toda la obra del joven Marx. exa16 La evolución y significació n del concepto de hegemonía serán minadas extensamen te en otra parte, en un futuro ensayo sobre Gramsci que aparecerá en New Left Review ( <<The antinomics of Antonio Gramsci», New Left Review, 100, noviembre de 1976-enero de 1977; Las antinomias de Antonio Gramsci, Barcelona, Fontamara, 1978). 100 Perry Anderson dominante de anteriores modos de producción (« tradicionales») o engendrados dentro de sus propias filas sociales (<<orgánicos») como una nueva categoría. La dominación burguesa era fortalecida, además, por la adhesión de cl2ses aliadas secundarias, soldadas en un compacto bloque セ[ッ」ゥ。A@ y dinámica hegemobajo su dirección política. La ヲャ・Zセゥ「@ en Occidente, trabajo el sobre capital el por nía ejercida median te esta es tructu イセQ@ consensual estratificada, fue para el rnovirnicnto socialista una barrera mucho más difícil de superar que la que encontró en Rusia ! 7 . Este orden político podül contener v n:sistir las crisis económicas del tipo que los marxistas anteriores habían considerado corno la palanNo ca fundamental de la revolución bajo d. 」。ーゥエZjャウイョセIN@ permitía un ataque: frontal del proletariado, según d modelo ruso. Pan1 hacvr!e frente, sería neces<:1ria una bn!a v difícil «guerra de posicicnt:s». Mediante e.',té conjL;;li¿> de conceptos, sólo Gramscí entre los pensadores del marxh; . mo occidental intentó directamente hallar una explicación teórica del callejón sin salida histórico qu.c fue el origen y la matriz de ese marxismo occidental. La teoría de Grarnsci de la hegemonía poseía también otra peculiaridad dentro de esta tradición. No sólo se basaba en la participación personal en los conflictos políticos contemporáneos, sino también en una investigación comparativa sumamente minuciosa del pasado europeo. En otras palabras, era el producto del estudio científico de un material empírico, en el sentido clásico en que era practicado por los fundadores del malcrialismo histórico. Esto imno iba a ocurrir con ninguna otra innovnción Q・ュサエ■」Gセ@ portante del rnarxismo occidental. Todas las dcrnis セ[」イ■。ョ@ construcciones especulativas, en el viejo sentido filosófico: ia esquemas conceptuales a priori para la comprensión 、エセ@ historia, no necesariamente incompatibles con los demcntos de juicio empíricos, pero siempre inckrnostrados en su modo de presentación. Característicamen te, estas concepciones han carecido de todo sistcrna concreto de pcriodifundamentales en Jos que Gramsd expone estas 17 Entre los {I\エウZセェ」@ id<.:dS, véase la traducción inglesa, Prisun ll!Jil'boob, pp. 5-14, .'i2-8, 229-39. Innovaciones temáticas 101 zación que las articulase en categorías abiertamente ィゥウエッセ@ riográficas del género que Gramsci respetaba escrupulosamente. La teoría de este tipo más amplia e inesperada fue la visión de la relación entre el hombre y la 11aturaleza, elaborada por la Escuela de Francfort. Sus orígenes se rE'montaban a la filosofía de Schelling, quien a la mitad de su ᄋセyッᆳ lución adoptó una metafísica contnievolucícnis ta en la cual se consideraba toda la historia registrada como una regresión desde un estado superior a otro inferior de <<naturaleza caída>>, después de una <<Contracción» original de la divinidad con respecto al mundo y antes de una «resurrección» final de la naturaleza, con la reunificación de la deidad y el universo 18 • Esta doctrina místico-religiosa fue adaptada y transformada por Adorno y Horkheimer en una <<dialéctica de la ilustración» secular. La concepción marxista clásica de la marcha de la historia, desde las comunidades primitivas hasta el capitalismo, había puesto de relíeve el creciente dominio del hombre sobre la naturaleza con ei desarrollo de las fuerzas productivas, corno progresiva emancipación de la sociedad humana de la tiranía de la necesidad natural (Naturnotwendigkeit). Los frutos de esta liberación fueron arrebatados por las sucesivas clases explotadoras mediante la división social del trabajo, pero con el advenimíento del comunismo se produciría su reapropiación por los producto·res mismos para crear finalmente una sociedad de abundancia generalizada, cuyo dominio definitivo de la naturaleza sería el signo del «reino de la libertad>>. Adorno y Horkheimer convirtieron esta concepción afirmativa en otra radicalmente interrogativa e incluso negativa. Para ellos, la ruptura original del hombre con la naturaleza y el posterior proceso de su creciente dominio sobre ella no llevó apareja,;Crecieron aca18 Schelling: «(No z¡nuncia todo una victa ウオュ・イァゥ、\Zセ_@ so esas montaf1as hasta llegar a ser como son ahora? ¿Se elevó el suelo que nos sostiene; hasta su nivel actual, o descendió hasta él? .. ¡Oh, no, búsqued<' el esos r<.:stos de la magnificencia humana originaria, en 」オケ\Zセ@ viajero curioso ,·isita los púramos <k Pcrsi:1 o los desiertos de; la India, son las verdaderas ruinas! Toda la ti<.:rra es una enorme ruina, cuyos y los hombres, como espíritus, y animales la habitan corno ヲ\Zセョエ。ウュL@ fuerzas y tesoros ocultos son retenidos como por poderes donde イョオ」ィ\Zセウ@ invisibles o mágicos hechizos» (Werke, IV, Erg. Bd., Munich, 1927, p. 135. 102 ·r:,' Perry Anderson do un progreso necesario en la emancipación humana, pues el precio del dominio sobre la naturaleza, de la cual el hombre era también parte inseparable, fue una división social y psíquica del trabajo que produjo una opresión_ aún mayor de los hombres, aunque creó un potencial aún mayor para su liberación. La subordinación de la naturaleza se efectuó parí passu con la consolidación de las clases, y de ahí la subordinación de la mayoría de los hombres a un orden social impuesto como una implacable segunda naturaleza sobre ellos. El avance de la tecnología hasta ahora sólo ha perfeccionado la maquinaria de la tiranía. Al mismo tiempo, la estructura de la razón como condición de la civilización se basó en el sofocamiento de la naturaleza en el hombre, con la creación de la escisión psicológica entre el ego y el ello, que hizo posible el control racional de sus impulsos espontáneos. El refinamiento instrumental de la razón en la lógica y la ciencia redujo constantemente el mundo natural exterior al hombre a meros objetos cuantificados de manipulación, borrando la distin· ción entre cosas subsistentes y conceptos cognoscitivos para engendrar una identidad operacional. El retorno de lo reprimido, que fue la consecuencia fatal de. esta supresión de la naturaleza, con el tiempo adquirió forma filosófica en la Ilustración, en la que la naturaleza misma fue identificada, a la inversa, con la razón, y finalmente alcanzó su forma política en el fascismo, cuando la barbarie se vengó de la civilización que la había conservado secretamente, en un salvaje desquite de la naturaleza degradada contra la razón 19 • El refinamiento de la tecnología industrial iba también a culminar en la posibilidad de la autodestrucción planetaria: todos sus artefactos estarían expuestos al aniquilamiento por las explosiones o la polución de los elementos. Así, una sociedad liberada interrumpiría toda búsqueda presuntuosa: su objetivo histórico sería no la dominación de la naturaleza, sino la reconciliación con ella. Esto significaría el abandono del cruel e inútil intento de imponer la identidad 19 Adorno y Horkheimer, Dia/ectic of Enliglltment, Londres, 1973, especialmente pp. 81-119, 168-208 (Dialéctica del Iluminismo, Buenos Aires, Sur, 1970). 1nnovaciones temdticas 103 del hombre y la naturaleza, mediante la subyugación de la segunda al primero, para llegar al reconocimiento tanto de la diferencia como de la relación entre ambos; en otras palabras, su vulnerable afinidad 20 • Finalmente, se redimiría la «caída» de la naturaleza, fuera y dentro de los hombres; pero su no identidad aún excluiría una armonía libre de contradicciones entre ellos. Esta temática básica fue común a toda la Escuela de Francfort. Sin embargo, Marcuse le dio un matiz especial. En su obra, la naturaleza y la sociedad -adquieren referencias más precisas y programáticas. Para Marcuse, siguiendo directamente a Freud, la naturaleza instintiva del hombre residía esencialmente en la libido sexual: Eros. Además, y por encima de la represión original necesaria para que el hombre primitivo luchase contra la necesidad y lograse la civilización, represión postulada por Freud, la estructura de la sociedad de clases engendró sucesivas formas históricas de «represión adicional», derivada de la desigualdad y la dominación. Sin embargo, la riqueza tecnológica del capitalismo avanzado ahora ha hecho posible el fin de la represión adicional mediante la inauguración de un socialismo de la abundancia 21 • Por consiguiente, el principio de placer (junto con el principio contrario de evitación del dolor, llamado Tánatos por Freud) podía finalmente concordar con el principio de realidad del mundo externo, una vez abolidas las restricciones del trabajo alienado. La emancipación humana y la emancipación natural, entonces, coincidirían en la liberación erótica. Esto no significaría meramente una liberación polimorfa de la sexualidad, sino también una difusión de la inversión libidinal en las relaciones laborales y sociales, que otorgaría a toda práctica de una existencia pacificada las sensuales cualidades del juego ᄋセウᆳ tético. En este mundo órfico, más allá del «principio de rendimiento» del capitalismo, la sublimación cesaría de ser represiva; la gratificación erótica fluiría libremente por toda la vida social; finalmente el hombre y la naturaleza esta20 21 Minima moralia, pp. 155-75; Negative dialectic, pp. 6, 191-2, 270. Eros and civilization, pp. 35-7, 151-3. 104 Perry An.derson rían sintonizados en una armoniosa unidad de sujeto y objeto 22 • Esta afirmación distinguía tajantemente セ@ Ma;·cuse de Adorno, cuya obra no contenía ninguna solución sensual semejante. Sin embargo, para Marcuse, el curso real de .la historia negó ese resultado posible: ci capitalismo contemporáneo realizó lo contrarío de una verdadera emancipación libidinal: la «des-sublimación represiva" de una sexualidad comercializada y seudopermisiva que ahogó y sofocó toda rebelión de los impulsos eróticos a un nivel más profundo. Un destino similar sufrió el arte, antaño crítico y ahora neutralizado e incorporado a una cultura celebrada por la realidad establecida. La tecnología, a su vez, cesó de co.1tener la posibilidad oculta de una sociedad alternativa: el avance mismo de las fuerzas productivas modernas se había convertido en una involución que perpetuaba las relaciones de producción existentes. La abundancia que había creado solamente permitió al capitalismo integrar al proletariado en un orden social monolítico de opresión y conformidad, en el cual perdió toda conciencia de sí mismo corno clase separada y explotada 23 • Así, la democracia· era ahora el disfraz normal de la dominación, y la tolerancia, un suave medio de manipulación dentro de un sistema homogéneo en el cual las masas, despojadas de toda dimensión de·-conciencia negativa, elegían mecánicamente los amos para que la dominaran. El empleo fundamental de Freud para elaborar una nueva perspectiva teórica dentro del marxismo, evidente en la obra de Marcuse, paradójicamente iba a caracterizar también a la de Althusser. Pero en este caso la selección de conceptos del psicoanálisis y su transformación Íueron muy diferentes. Mientras Marcuse adaptaba la ュ・エ。ーウゥ」ッャァ■セ@ de Freud para formular una nueva teoría de los instintos, Althusser se apropiaba del concepto freudiano de inconsciente para construir una nueva teoría de la ideología. La radical ruptura de Althusser con las concepciones tradicionales del materialismo histórico residía en su firme afir22 23 Eros and civilizatimt, pp. 116, !64-7, !94-5, 200 8. One-dimensiona/ man, pp. 60-78, xvi, 19 52. Innovaciones temáticas 105 mación de que <da ideología» no den e historia», porque es -como el inconsciente--- «inmutable>> en su estructura y funcionamiento dentro de las sociedades humanas 24 • La autoridad en la que basó esta afirmación fue, por analogía, la obra de Freud, para quien el inconsciente era «eterno>>. La ideología, para Althusser, era un conjunto de representaciones míticas o ilusorias de la realidad, que expresaban la relación imaginaria de los hombres con sus condiciones reales de existencia y eran inherentes a su experiencia inmediata: como tal, era un sistema inconsciente de determinaciones, no una forma de conciencia, como se la concebía comúnmente. La permanencia de la ideología como medio vivo de ilusión fue, a su vez, una consecuencia necesaria de su función sociai, que era la de atar a los hombres en la sociedad, adaptándolos a las posiciones objetivas que les asignaba el modo de producción dominante. De este modo, la ideología fue el cemento indispensable de la cohesión social en todo período de la historia. Para Althusser, la razón por la cual era inevitable como conjunto de creencias y representaciones falsas era que todas las estructuras sociales eran, por definición, opacas para los individuos que ocupaban posiciones dentro de ellas 25 • En realidad, la estructura formal de toda ideología era una inversión invarelación real entre las formaciones sociales y riable de ・セ。@ los individuos que las integraban, pues el mecanismo esencial de toda ideología fue siempre constituir a los individuos Lenin aná philosophy, pp. 151-2. Véase, en particular, «Théorie, pratique th(orique et formation théorique. Idéologie ct lutte idéologique», texto sólo publicado hasta ahora en forma de libro en traducción española: La filosofía como arma de la revolucióu, Córdoba, Argentina Cuadernos ele Pasado y Presente, 1968, páginas 21-73. Sus tesis son inequívocas: «En una sociedad sin clases, al igual que en una sociedad de clases, la ideología tiene por función asegurar la ligazóri de los hombres entre sí en el conjunto de las formas de su existencia, la relación de los individuos con las tareas que les fija la estructura social [ ... ] la deformación de la ideología es socialmente necesaria en función misma de la naturaleza del todo social. muy precisam<>nte en función de su determinación por su estructura, a la que hace. como todo social, opaca para los individuos que ocupan en él un lugar determinado por esta estructura. La opacidad ele la estructu· ra social hace necesariamente mítica la representación del mundo indispensable a !a cohesión sociah (pp. 54-55). 24 25 106 ,.,, ' ' Perry Anderson en «sujetos» imaginario s -centros de libre iniciativa- de la sociedad para asegurar su sujeción real al orden social como ciegos soportes o víctimas de él. La religión en general (la «Unión» del hombre con Dios) y el cristianism o en particular proporcion ó, a este respecto, el modelo arquetípico de los efectos de toda ideología: instilar las ilusiones de la libertad para asegurar mejor las operacione s de la necesidad. Spinoza brindó una descripción completa de esta operación característi ca de la ideología, y precisamen te con respecto a la religión, antes y de una manera más acabada que Marx. Pero hoy es posible relacionar y articular Qセ@ ョセᆳ turaleza inconscient e de la ideología con el concepto Cientlfico de Freud del inconscient e psíquico, este mismo «iniciado» por las formas de ideología peculiares de la familia como estructura objetiva 26 • Finalmente , el carácter transhistór ico de la ideología como medio inconscient e de la experiencia vivida implicaba que aun en una sociedad sin clases su sistema de errores e ilusiones sobrevivirí a para dar cohesión vital a la estructura social del propio comunismo . Porque también esta estructura sería invisible e impermeab le para los individuos que vivieran dentro de ella 27 • La ciencia del marxismo nunca coincidirá con las ideas y creencias vividas de las masas bajo el comunismo . Las conclusion es de la obra de Sartre tienen ciertas curiosas semejanzas subterráne as con las de Althusser. Pero el tema definitorio del sistema de Sartre, el que lo distingue de cualquier otro, es la categoría de la escasez. El término :fue acuñado por el philosophe italiano Galiani en la época de la Ilustración . Este formuló por primera vez el valor como una razón entre la utilidad y la escasez (rarita) en todo sistema económico 28 ; esta noción técnica de escasez pasó marginal., Lenin and philosophy, pp. 160-5. For Marx, p. 232; La filosofía como arma de la revolucwn, p. SS. Fernando Galiani, Dalla maneta, Milán, edición de 1963: «El セ。ャッイ@ mediante es, pues, una razón, y se compone de dos razones, ・クーイセ。、ウ@ poslos nombres de utilidad y escaseZ>> (p. 39). Este uso del termmo ヲオセN@ teriormente adoptado por Condillac. Para Ricardo: «Al poseer ut1hdad, las mercancías derivan su valor intercambiabl e de dos fuentes: de セオ@ (The prmescasez y de la cantidad de trabajo Il:ecesaria para ッセエョ・イャ。ウᄏ@ ciples of political economy and taxatzon, Londres, edición de 1971, p. 56). 26 27 28 Innovacion es temáticas 107 mente a Ricardo, fue prácticame nte ignorada por Marx y reapareció luego como categoría fundament al en la economía neoclásica posterior a él. El uso que hace Sartre del término, sin embargo, no tiene nada en común con el de Galiani. En efecto, éste creía que la situación original de la humanidad había sido de abundancia : los objetos más útiles eran también los más abundantes en la naturaleza 29 • Marx fue más ambiguo en sus alusiones a la cuestión. Pero si bien ocasionalmente sugirió que quizá hubiera existido un estado primitivo de escasez 30 , más comúnmen te supuso una profusión original de la naturaleza con respecto a la limitación de las necesidade s humanas antes del advenimien to de la civilización 31 • Además, su teoría del valor no contenía referencia alguna a la escasez, a diferencia aun de la mención nominal de ella por Ricardo. Para Sartre, en cambio, la escasez o rareza fue la «relación fundamenta l» y «la condición de en su Pero en la práctica Ricardo ignoró en gran medida la ・セ」。ウコ@ teoría del valor, pues la consideró pertinente sólo para categorías muy limitadas de bienes de lujo (estatuas, pinturas o vinos). 29 «Con maravillosa providencia. este mundo está de tal modo constituido para nuestro bien que la utilidad, en general, nunca coincide con la escasez [ ... ] Las cosas necesarias para mantener la vida se hallan con tanta profusión en toda la tierra que no tienen ningún valor e valen relativamente poco« (Dalla maneta, p. 47). 30 En La ideología alemana, Marx escribió que «este desarrollo de las fuerzas productivas [ ... ] constituye también una premisa práctica absolutamente necesaria, porque sin ella sólo se generalizaría la escasez (nur der Mangel verallgemeine rt) y, por tanto, con la pobreza (Notdurf) comenzaría de nuevo, a la par, la lucha por lo indispensable y se recaería en todR la inmuncliria anterior>>. Véase Werke, vol. 3, pá· ョ・」ウ。イゥセュエ@ ginas 34-5 (La ideología alemana, Barcelona, Grijalbo, 1970, p. 36). Este pasaje sería recordado por Trotski en su análisis de las razones del surgimiento del estalinismo en Rusia, análisis en el que hizo de la escasez (lmz}¡da) una caterroría fundamental de su explicación: véase The revolution betrayed, Nueva York, 1965, pp. 56-60 (La revolución traicionada, Barcelona. Fontamara, 1976). 31 La declaración más representativa quizá se encuentre en los Grundrisse: «Originariame nte, los dones espontáneos de la naturaleza son abundantes, o por lo menos sólo es menester apropiárselos. Desde un principio, asociación, que surge naturalmente (familia)) y su correspon· diente división del trabajo y cooperación. Ya que, también en el origen, las necesidades son escasas», Grundrisse, Londres, 1973, p. 612 (Elementos fundamentales para la critica de la economía política, Madrid, Siglo XXI 1972, vol. 2, p. 121). Al mismo tiempo, por supuesto, Marx y Engels definían el <<reino de la libertad>> por la superabundan cia material. más allá del «reino de la necesidad>> que gobernaba tanto a las sociedades anteriores a las clases como a las sociedades de clases. 108 Perry Anderson posibilidad» de la historia humana, tanto el punto de partida contingente como el «motor pasivo» de todo desarrollo histórico. No existió ninguna unidad original entre el hombre y la naturaleza; por el contrario, el hecho absoluto de la rareza determinó a la naturaleza como la <<negación del hombre» desde el comienzo, y a la historia, recíprocamente. como una antinaturaleza. La lucha contra la rareza engen· dró la división del trabajo y por ende la lucha de clases, con lo cual el hombre mismo se convirtió en la negación del hombre. La violencia, la incesante opresión y explotación de todas las sociedades conocidas es, pues, la rareza internalizada 32 • El duro dominio del mundo natural sobre los hornbres y el dividido antag<;mismo de sus esfuerzos por transformarlo para dar seguridad a sus vidas dio origen a colectividades seriales, conjuntos inhumanos en los que cada miembro es extraño a todos los otros miembros v a si mismo y en los que los fines de todos son confiscado:;;. en el resultado total de sus acciones. Tales series siempre han sido la forma predominante de coexistencia social en todo modo de producción hasta la fecha. Su antítesis formal es el «grupo en fusión», en el que todos los hombres son miembros de todos los otros y están unidos en una empresa fraternal para lograr un objetivo común en y contra el ambien de rareza. El ejemplo supremo de un grupo fusionado es un movimiento de masas en el momento apocallptico de un levantamiento revolucionario triunfante 33 • Mas para conservar su existencia, llevando a cabo un combate desigual en un mundo de violencia y privación, tal grupo debe adquirir a su vez inercia organizativa y especialización funcional, con lo cual pierde su fraternidad y dinamismo para convertirse en un grupo <<institucional>>. Entonces le aguardan la petrificación y la dispersión: el paso siguiente ᄋセウ@ transferir la unidad del grupo hacia arriba, a una autoridad ((, r· 32 Critique de la raison dialectique, pp. 200-24. La analogía que se hace a menudo entre Sartre y Hobbes es infundada. Para Hobbes, como para Galiani .. la naturaleza aseguró una abundancia original al hombre, quien tema que hacer poco más que recibirla como los frutos de la tierra. Véase Leviathan, XXIV, Londres, edición de 1968, pp. 294-5. 33 Critique de la raison dialectique, pp. 306-39 ss., 384-96 ss. Innovaciones temáticas 109 «soberana» que está por encima de él, para alcanzar una estabilización vertical. El Estado es la encarnación final de tal soberanía, y su estructura invariable es la de una cúspide restringida y autoritaria, que manipula la serie dispe;s_a que está debajo de ella mediante una jerarquía burorepresivo. Con su consolidación, el grupo y el エ・セイ_@ 」イ。セ@ actrvo que ongmariamente la creó es degradado una vez más a la pasividad serializada 34 • Si para Sartre los grupos Y las series constituyen los <<elementos formales de toda historia>>, la historia real de las clases sociales dibuja el mapa de las complejas combinaciones o conversiones de unas formas en otras. Pero las clases nunca constituven grupos fusionados como un todo: son siempre un cornp{¡esto mestable de aparatos, grupos y series en el que normalmente predominan las últimas. Así, la idea marxista clásica proletariado>> era una imposible contra、セャ@ ᆱ⦅セゥ」エ。、オイ@ 、セ@ un compromiso bastardo entre la terrninos, los en drccwn pasiva 35 • Pues ninguna claserialidad la y activa soberanía se, corno tal, puede coincidir con un Estado: el poder político no puede ser ejercido por toda la clase obrera, y el Estado no es nunca una expresión real ni siquiera de la de ella. De este modo, la burocratización y repreョZセケッイ■。@ swn de todos los Estados posrevolucionarios producidos por la historia hasta ahora está vinculada a la naturaleza y la condición misma del proletariado como conjunto social, mientras existan la escasez general y la división en clases. La burocracia es un acompañamie-nto inelirninable y contrario al socialismo en esta época. Se observará que las sucesivas innovaciones en temas sustantivos dentro del marxismo occidental, que acabamos de examinar, reflejaban o preveían problemas reales y fundamentales que la historia planteó al movimiento socialista en el medio siglo posterior a la primera guerra mundial. El absorbente interés de Grarnsci por la hegemonía preveía la estabilización consensual del Estado capitalista en Occiden34 35 !bid., pp. 573-94, 608-14. !bid., pp. 644, 629-30. 110 .·,, ...,, Perry Anderson te dos decenios antes de que apareciera como fenómeno duradero y general. Muchas de las preocupaci ones de Adorno por la naturaleza, que por entonces parecían una perversa desviación de la Escuela de Francfort, repentinam ente reaparecier on en el extenso debate posterior sobre ecología en los países imperialist as. Los análisis de Marcuse de la sexualidad presagiaron el derrumbe institucion al de las restriccion es eróticas y la sensibilida d, la emancipaci ón como enervación , característi ca de buena parte de la cultura burguesa a partir de mediados de los años sesenta. Las principales disgresione s en Althusser sobre la ideología fueron inspiradas directamen te por la ola de revueltas dentro del sistema de educación superior del mundo capitalista avanzado durante el mismo período. El tratamiento de Sartre de la escasez esbozó la cristalizaci ón universal de la burocracia después de cada revolución socialista en los países atrasados, mientras que su dialéctica de las series y los grupos previó en buena medida el curso formal del primer levantamie nto de masas contra el capitalismo en los países desarrollad os después de la segunda guerra mundial (Francia en 1968). El valor o la adecuación relativos de las soluciones propuestas por cada sistema a los problemas de su esfera no nos concierne aquí. Lo que es necesario aclarar y subrayar, más bien, es la orientación colectiva de las innovacion es teóricas peculiares del marxismo occidental. Porque, por heteróclito s que sean en otros aspectos, comparten un rasgo fundament al: un común y latente pesimismo. Todas las variantes o desarrollos sustanciale s de esté!. tradición se distinguen de la herencia clásica del materialfsmo histórico por lo sombrío de sus implicacion es o conclusiones. A este respecto, entre 1920 y 1960 el marxismo cambió lentamente de colorido en Occidente. La confianza y el optimismo de los fundadores del materialism o histórico y de sus sucesores desaparecie ron progresivam ente. Casi todos los nuevos temas importante s de la producción intelectual de esta época revelan la misma disminució n de la esperanza y la misma pérdida de la certeza. El legado de Gramsci era la perspectiva de una larga guerra de desgaste Innovacion es temáticas 111 contra una estructura del- poder capitalista enormemen te fuerte, más resistente al colapso económico de lo que habían creído sus predecesor es, una lucha sin un resultado final claramente visible. Indefectibl emente ligada su vida al destino político de la clase obrera de su tiempo y su país, el temperame nto revoluciona rio de Gramsci se expresó sucintamente en la máxima: «pesimism o del intelecto, optimismo de la voluntad». Nuevament e, sólo él percibió y registró conscientem ente cuál iba a ser el timbre del nuevo e imprevisto marxismo. La difusa melancolía de la obra realizada por la Escuela de Francfort carecía de una nota similar de fortaleza activa. Adorno y Horkheime r pusieron en tela de juicio la idea misma del dominio final de la naturaleza por el hombre, como ámbito de liberación más allá del capitalismo . Marcuse evocó la potencialid ad utópica de la liberación de la naturaleza en el hombre, sólo para negarla más enfáticamente como tendencia objetiva de la realidad y para concluir que quizá la misma clase obrera había sido absorbida irrevocable mente por el capitalismo . El pesimismo de Althusser y Sartre presentaba un horizonte distinto, pero no menos sombrío, con respecto a la estructura misma del socialismo. Althusser declaró que aun el comunismo , como orden social, seguiría siendo opaco para los individuos que vivieran en él, engañándo los con la perpetua ilusión ele su libertad como sujetos. Sartre rechazó la idea misma de una verdadera dictadura del proletariad o como una imposibilidad e interpretó la burocratiza ción de la revolución socialista como el producto ineluctable de una escasez cuyo fin era inconcebib le en este siglo. Estas tesis específicas fueron acompañad as por acentos y cadencias generales totalmente insólitos en la historia anterior del movimient o socialista. También ellos eran, de un modo menos directo, signos inconfundi bles de la profunda alteración del clima histórico en el que tuvo que vivir el marxismo en Occidente. Ningún pensador anterior de la tradición del materialism o histórico habría escrito con tonos e imágenes como los que Adorno, Sartre, Althusser o Gramsci usarían. La constante visión de la historia de la 112 Perry Anderso n Escuela de Francfo rt fue expresa da por Benjam ín mejor que nadie, en un lenguaje que habría sido práctica mente incompren sible para Marx y Engels: «Y éste deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifie sta una cadena de datos, él ve una catástro fe única que amonto na incansablement e ruina sobre ruina, arrojánd olas a sus píes. Bien quisiera él deteners e, desperta r a los muertos y recompo ner lo despeda zado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredad o en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarla s. Este huracán le empuja irreteniblem ente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montone s de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotro s llamamo s progreso .» Es típico que Benjamí n. escribie ra de los anales de toda lucha de clases: «Tampo co los muertos estarán seguros ante el enemigo cuando éste venza. Y este enemigo no ha cesado de vencer>> 36 • Gramsci , entre tanto, en la prisión y la derrota, resumió la vocación de un socialist a revoluci onario de la época con un desola9,o estoicism o: «Algo ha cambiad o fundame ntalmen te. Y puede verse. ¿Qué es? Antes todos querían ser aradore s de la historia , desemp eñar la parte activa; tener cada uno una parte activa. Ninguno quería ser 'abono' de la historia . Pero ¿se puede arar sin enriquec er primero la tierra? Por consigui ente, se debe ser el arador y el 'abono'. Abstrac tamente , todos lo admitirí an. Pero ¿en la práctica ? 'Abono' por 'abono', tanto valía tirarse atrás, volver a las tinieblas , a lo indistint o. Algo cambió, porque existe quien se adapta 'filosófi camente ' a ser abono, que sabe que tiene que serlo y se adapta [ ... ] No es tampoco la cuestión de vivir un día de león o cien años de oveja. No se vive siquiera un minuto como león, todo lo contrari o: se vive como infraove ja por afias y años, y se sabe que debe vivirse así» 31 • Benjam ín y Gramsc i fueron víctimas del fascismo . Pero 36 Illuminati ons, pp. 257, 259-60; Discursos interrump idos, l, pp. 181, Innovac iones temática s en la época de la posguer ra el tono dominan te en el marxismo occiden tal a menudo no fue menos sombrío . En el ensayo quizá más vigoroso de Althusse r, por ejemplo , describe el desarrol lo social desde el nacimie nto hasta la infancia en el que se forma el inconsci ente, con ruda violencia, como una dura prueba «que todos los hombre s adultos han superad o: ellos son los testigos, para siempre amnésicos, y muv a menudo las víctimas , de esta victoria , llevando en h; más" oculto, es decir, en lo más vocifera nte de sí mismos, las heridas, enferme dades y fatigas de ese combate por la vida o la muerte humana s. Algunos , la mayoría , salen más o menos ilesos de ella, o al menos tratan de aparentado; muchos de estos ex combati entes quedan marcado s de por vida; algunos morirán algo más tarde, a consecu encia de su combate , al abrirse repentin amente las viejas heridas en explosio nes psicótic as, en la locura, la compuls ión última de una «reacció n terapéut ica negativa »; otros, con la mayor «normal idad» del mundo, bajo la aparienc ia de un desfalle cimiento «orgánic o». La humani dad sólo inscribe como caídos en guerra a sus muerto·s oficiales : a los que han sabido rnorir a tiempo, es decir, tarde, como hombre s, en guerras humana s en las que sólo lobos y dioses humanos se desgarra n y sacrifica n» 38 • Sartre usó otra cruda metáfora para describi r las relacion es entre los hombres : ·en un universo de escasez: «Nos aparece el mismo como ei contrah ombre, en tanto que este mismo hombre aparece como radicalm ente otro (es decir, portado r para nosotro s de una amenaza de muerte) . O, si se quiere, compren demos de una manera general sus fines (son los nuestros ), sus medíos (tenemo s los mismos) , las estructu ras dialéctic as de sus actos; pero los compren demos como si fuesen los caracteres de otra especie, nuestro doble demonía co. En efecto, nada -ni las grandes fieras ni los microb ios- puede ser más terrible para e:l hombre que una especie inteligen te, carnicer a, cruel, que sabría compre nder y frustrar a la :inteligenc ia humana y cuyo fin sería precisam ente la desEsta especie, evidente mente, es la trucción del ィッュ「イセN@ 183. Turfn, Einaudi, 37 Prison notebooks , p. xciii (Quaderni del carcere, página 1128; Pasado y presente, Buenos Aires, Granica, 1974, p. 108). 113 38 Lenin and philosoph y, pp. 189-90. 114 '',,, ... , Perry Anderson los otros en nues tra apreh endié ndos e por todo hom bre en perte nece n a el medi o de la rarez a» 39 • Pasa jes como éstos mun do de al ña extra ente una litera tura fund amen talm rráne o, subte ismo Marx , Labr iola o Lenin. Reve lan un pesim de sus radas más allá de las inten cione 's o las tesis decla de ismo optim autor es 40 , ning uno de los cuale s renun ció al '•,• p. 208 (Crltica de la razón dialéc· • 39 Critiq ue de la raison dialectique, ttca, vol. 1, p. 291). escrito s de Sebas· este punto es menes ter decir algo sobre losTimpa naro contie ne . 40 eセ@ de obra La antes. os al que aludim tlano tQュー。ョセイッL@ llama •marx ismas cohere nte y elocue nte de lo que él mismo ello, es tanto el イ・」ィセコッ@ la guerra . Por m? occide ntal» que se haya escrito desde os crítico s su propia obra, mas sorprenden_te .que en una serie de aspect antes. En efecto , tam· erado consid ma esque el con da comc_1 a todo, pセ・@ ica, no polític a 0 ecofilosóf te almen esenci es @ ッ イ セ 。 ー ュ ゥ t @ セ 、 bi.en. la obra intelec tual anteri or a sado antepa un a apela en tambi nomic a. Aden; as, do el marxi smo. rpreta reinte ente cialm sustan es a traves del cual セ。イクL@ mo Lcopa rdi Giaco poeta el es ante domin el predec esor En este セ。ウッL@ saluda ble forma de mater ialism o es juzgad a como un cuya pセイエャ」オ。@ y Engels , a causa de su firme Marx de la @ セ 、 @ ョ セ ・ ャ ー ュ ッ 」 ョ・」セ。\_@ morta lidad - que de los hmlte s msupe rables -de fragili dad y セッョ」ᄀ・Q。@ distint ivo de la más tema El hostil. leza natura una re Impon e al. homb ia final no del victor la de ad abilid inevit la pues, es, obra de Tunpa naro e.' Así, es hombr el sobre leza natura la @ ・ セ sin? ho!ll? re sobre. l_a. ィゥウエッイセ。N@ la de que , clásica a tristez una con qUiza, .en defmi tlva, mas ーセウQュエ。@ En todos estos aspect os de este. セゥァャッN@ pensa dor セocA。ィウエ@ cualqU ier ッセイ@ pero inconf undib lemen te puede consid erarse a T1mpa naro, paradO J!ca ntal al que se opone . pッセ@ occide smo marxi del. ión tradic la de ー。⦅セ・@ 」ッセ@ en su forma ción la tuvo que tancia Impor e notabl la dna argu1r se que erudic ión no marla por ada domin ente totalm plina filología antigu a -disci ponde al model o corres én tambi ali?esde Wilam owitz hasta Pasqu セゥウエ。L⦅@ subray arse inmed iatame nte identi ficado en este ensayo . Dicho esto, debe ta un genuin o y maen otros aspect os la obra de Timpa naro presen アセ@ occide ntaL Las difere nsmo marxi del s norma las con ste contra n_Iflesto ha estado reduci da princiCias son que la filosof ía de Timpa naro nunca que ha tratad o de elasino ía, molog episte la por s palme nte a un interé ión critica a la headhes una en , mundo del una visión sustan tiva 「ッセ。イ@ se ha basad o ,n nunca rdi Leopa de hace recia d(; Engels ; que el uso que o por el poeta o siquie ;a la afirma ción de que Marx haya sido influid de ー・ョセ。ュゥ」エッ@ sean hoas que k haya conoc ido, G que los dos sistem algo que falta en istra sumin rdi Leopa ta, presen lo como tal mogén eos: ismo es consc ientem ente Marx, no que está oculto en él; y que su pesim a. Por último , puede límpid prosa una en tal como Y defend ido 、・セ。イッ@ gratTo de liberta d un de s añado acomp ido dec1rse que estos rasgos han el de cualqu ier que mayor oficial del con:un ismo del ca.mpo de ヲオ・イコ。セ@ naro, nacido en J\123, no fue ot:a figura del marxi smo ocqde ntal. Timpa ndient e, sino midel partid o comun ista ni un intelec tual indepe del PSI y luego セQ・ュ「イッ@ rda izquie la de ro prime : obrero o partid litante de otro · del PSil'P, en Italia. y Innovaciones temd ticas 115 capit alism o. la volic ión en la lucha cont ra el fasci smo o el ntos antaA travé s de ellos , el marx ismo expre só pens amie ño impe nsab les para el socia lismo . s que dePode rnos resum ir ahor a el conju nto de rasgo ta. Nadistin ción finen al marx ismo occid ental como tradi las zoen s taria cido del fraca so de las revol ucion es prole la pride ués desp nas avan zada s del capit alism o セオイッー・@ encreci una sí de ro mera guer ra mund ial, desa rroll ó dent clase la de ica práct la te escis ión entre la teorí a socia lista y ente por el obrer a. El abism o entre amba s, abier to origi nalm fue amtico, sovié do Esta aisla mien to impe rialis ta cont ra el zació n crati buro la por ente pliad o y fijad o insti tucio nalm expolos Para n. Stali bajo n de la URS S y de la Kom inter moel , dente Occi en ó surgi que nente s del nuev o marx ismo rnaenca única la ba senta repre al vimi ento comu nista ofici tenía senti do ción real de la clase obre ra inter nacio nal que lo recha zao él a en alias se él, a para ellos , ya se afilia sen ica inpráct la y a teorí la entre l sen. El divor cio estru ctura nista s de esta heren te a la natur aleza de los parti dos comu ria del tipo époc a impe día una labor polít icoin telec tual unita la reclu sión que defin ia el marx ismo clási co. El resul tado fue vida del prode los teóri cos en las unive rsida des, lejos de la la teorí a desletar iado de sus paíse s, y un desp lazam iento de espec ializa de la econ omía y la polít ica a la filoso fía. Esta en el lención fue acom paña da de una creci ente dific ultad de su ón guaje , cuya s barre ras técni cas estab an en funci de par la a dista ncia de las masa s. Recí proca ment e, marc hó inter ión nicac un decre cient e nivel de cono cimie nto o comu vez, su A s. paíse nacio nal entre los teóri cos de los difer entes práct ica de la la pérd ida de todo conta cto dinám ico con la los sistehacia clase obre ra desp lazó a la teorí a marx ista e ideaistas marx no mas de pens amie nto contE-mporáneos iosis simb en te amen listas , con los cuale s se desa rroll ó típic conla o, tiemp o mism estre chas aunq ue contr adict orias . Al junto l, siona profe fía centr ación de los teóri cos en la filoso tos de Marx , con el desc ubrim iento de Jos prim eros escri antec esore s de tiva spec llevó a una búsq ueda gene ral retro fico eufilosó nto amie pens del marx ismo en el anter ior 116 Perry Anderso n ropeo y a una reinterp retación del rnateria lismo histórico a la luz de ellos. Los resultad os de esto fueron triples. Primero, hubo un marcado predom inio de la labor epistemo lógica, enfocad a esencial mente en problem as de método. Segundo , el principa l campo en el que se aplicó el método fue la estética, o las superes tructura s cultural es, en un S' tido más amplio. Por último, las principa les desviaci ones teóricas fuera de este campo, que desarrol laron nuevos temas ausentes del marxism o clásico ·-sobre todo de manera especul ativa-, revelaro n un persiste nte pesimism o. El mé1odo como impoten cia, el arte corno consuelo y el pesimismo como quietud: no es difícil percibir element os de todos ellos en el marxism o occident al. Porque lo detenni nante de esta tradició n fue su formaci ón por la derrota, las largas décadas de retroces o y estancam iento, muchas de ellas teque rribles desde cualquie r perspec tiva histórica , por ャ。セ[@ 1920. de pasó la clase obrera occiden tal después Pero la tradició n en su conjunt o tampoco puede ser reducida a esto. Pese a todo, los pensado res principa les permanecie ron inmunes al reformi smo 41 • No obstante , su lejanía de las masas, ninguno capituló ante el capitalis mo triunfan te, como habían capitula do antes teóricos de la li Internac ional, como Kautsky , que estaban mucho más cerca de la lucha de clases. Además , la experien cia histórica que su obra articuló , en medio de sus inhibici ones y afasias, fue también en ciertos aspectos críticos la más avanzada del mundo, ya que abarcab a las formas superior es de la econom ía capitalis ta, los más viejos proletar iados ind1:1s.. triales y las más largas tradicio nes intelectu ales del socialisde este historial , mo. Algo de la riqueza y la 」ッューャ・ェゥセ。、@ lemente en inevitab entró fracaso, así como de su miseria y de siempre aunque , permitió o el marxism o que produjo . elección de campos sus En eta. incompl forma oblicua e cualde el que mayor sutileza una este marxism o alcanzó quier fase anterior del material ismo histórico . Su profundidad en esos campos fue compra da al precio de las di(/, fue siempre, inte4! Horkheim er t's el único ejemplo de renegado, pero lectualmen te, un pensador de segundo orden dentro de la Escuela de Francfort. Innovac iones temática s 117 mension es de su ámbito. Pero si bien éstas se redujero n radicalm ente, no se produjo una parális.is complet a de la energía. Hoy, la experien cia total de los cincuen ta años pasados de imperia lismo constitu ye un acervo fundam ental que aún debe ser evaluad o por el movimi ento obrero. セQ@ marxism o occiden tal ha sido parte integran te de esa hisイ・カッャオ」セᆳ toria, y ninguna nueva generac ión de ウッ」ゥ。ャエセ@ mente Igsencilla puede narios de los países imperia listas esta tracon cuentas ajustar norarlo o dejarlo de lado. Así, es ellacon do rompien y dición --apren diendo de ella la de actual ión renovac una una de las condicio nes para recode ento movimi doble o necesari teoría marxista . Este . nocimie nto y ruptura no es, por supuesto , una tarea 」クャセ@ fm a Porque, esto. excluye objeto su de síva. La ョ。エオアセャ・コ@ de cuentas, los lazos mismos de esta tradició n con una geoY grafía particul ar han originad o también _su. 、セー・ョ」ゥ。@ una ser a o prme1p1 en aspira o marxism El d. su debilida ciencia universa l, no más reducibl e a límites merame nte nacionales o continen tales que cualquie r otro conocim iento «occiセQ@ エセイョZゥ@ . objetivo de la realidad . En este ウ」ョエゥセッNG@ dental» implica inevitab lemente un JUICIO lmntatzv o. La falta de universa lidad es un indicio de falta de verdad. El marxism o occiden tal fue necesari amente menos que el marxismo en la medida en que era occident al. El materia lismo histórico sólo puede desplega r toda su potencia cuando está libre de cualquie r especie de provinci alismo. Y tiene todavía que recupera rla. 5. CON TRA STE S Y CON CLU SION ES el mov imie nto obreEl adve nim ient o de un nuev o perí odo en divi dió a la teor ía de ro que pong a fin a la larg a paus a que . La revu elta francela prác tica es ahor a visib le, sin emb argo , un prof undo camecto sa de may o de 1968 seña ló, a tal resp uent a años se procinc bio histó rico . Por prim era vez en casi ivo en el capimas o dujo un leva ntam ient o revo lucio nari cond icion es de en y paz de talis mo avan zado , en tiem pos . La fuer za uesa burg cia ocra pros peri dad imp eria lista y dem cés. Con Fran ta unis Com ido de esta expl osió n supe ró al Part dos conlas vez era prim por ello com enza ron a debi litar se de la rica histó ncia cide coin dicio nes esen ciale s de la no al. La reap aric ión de. teor ía y la polí tica en Euro pa occi dent de un part ido bumas as revo lucio nari as fuer a del cont rol ebib le la unif icac ión rocr atiza do hizo pote ncia lmen te cono la clas e obre ra una de la teor ía mar xista y la prác tica de revu elta de May o no vez más . En reali dad, desd e lueg o, la prol etar iado fran cés fue una revo lució n, y la may oría del aban dona do el PCF. ni orga niza tiva ni ideo lógi cam ente ha ia y la luch a de La dista ncia entr e la teor ía revo luci onar de un día para otro mas as estu vo lejos de ser elim inad a ; pero llegó a su mí" en Parí s dura nte may o y juni o de 1968 fuer a derr otad a la nim a sepa raci ón en Euro pa desd e que ulto s de 1920. Acle" hud ga gEne ral en Turí n dura nte los tum expe rien cia aisla da. más , la revu elta de Fran cia no fue una olea da inter naci onal En los años sigu iente s se prod ujo una de la clas e obre ra 2n cada vez más vast a de insu rrec cion es todo lo que habí a de los país es imp erial istas , a dife renc ia te. En 1969 d vein ccur rido desd e com ienz os de los años serie de huel . or may la prol etar iado itali ano dese ncad enó ra britá nica obre e clas gas regi strad a en el país ; en 1972 la ria, lle" histo su de l lanz ó la más logr ada ofen siva indu stria Contrastes y conclusiones 119 ; en 1973 los trab agand o a para lizar la econ omí a naci onal or ataq ue cont ra jado res japo nese s lleva ron a cabo su may la econ omí a 1974 セQ@ capi tal regi strad o hast a la fech a. En imp orta nte so rece capi talis ta mun dial entr ó en su prim er nto del imie blec resta desd e la guer ra. La prob abil idad de un prác la y xista mar ía circu ito revo lucio nari o entr e la teor ra obre e clas la de s tica de mas as, a trav és de luch as reale s ncia ecue cons Las or. may indu stria l, se ha hech o cada vez stran la n será tica prác la y de tal reun ifica ción de la teor ía icion es que, en su form ació n del mar xism o, al recr ear cond del mate riali smo es ador fund mom ento , prod ujer on a los histó rico . ada por la reEntr e tant o, la serie de conm ocio nes inici deci sivo sobr e las vuel ta de may o ha teni do otro imp acto riali smo histó rico en pers pect ivas cont emp orán eas del mate o occi dent al, desla zona capi talis ta avan zada . El mar xism Alth usse r, ocup ó en de Luk ács y Kor sch hast a Gram sci o o en toda la histo ria muc hos aspe ctos el fren te del esce nari ués de la vict oria intel ectu al de la izqu ierd a euro pea, desp de todo este perí odo de Stal in en la URS S. Pero a lo larg o nari o» otra tradi subs istió y se desa rroll ó «fue ra del esce por prim era vez ción de un cará cter muy dife rent e, que expl osió n fran cesa y atra jo la aten ción polí tica dura nte la de la teor ía y el ledesp ués de ella. Se trata , desd e lueg o, com o hem os visal, gado de Trot ski. El mar xism o occi dent dedo r del com ualre to, siem pre se pola rizó mag néti cam ente rica del prol etahistó nism o ofici al, com o únic a enca rnac ión nari a. Nun ca lucio revo e riad o inte rnac iona l en cuan to clas poco lo com tam mas mo, acep tó com plet ame nte el esta linis sido los man haya que iera bati ó activ ame nte. Pero cual esqu s pens asivo suce los por s tices de las actit udes adop tada idad o real otra a habí no ellos dore s haci a él, para todo s Fue esto lo que lo med io de acci ón soci alist a fuer a de él. ski. Porq ue desd e la sepa ró radi calm ente de la obra de Trot dedi có su vida a una mue rte de Leni n en adel ante , Trot ski mov imie nto obre ro luch a prác tica y teór ica para libe rar al ica, de form a que inte rnac iona l de la dom inac ión buro crát o del capi talis mo a· pudi era lleva r a cabo el derr ocam ient 120 1,,,' Perry Anderson escala mundial. Derrotado err la lucha interna del PCUS en los años veinte y exiliado de la URSS por ser un peligro permanente para el régimen simbolizado por Stalin, el desarrollo más perdurable de la teoría marxista por Trotski comenzó en el exilio 1• Su nueva obra nació de la matriz de una tremenda conmoción de masas: la revolución de octubre. Pero el trotskismo corno sistema tuvo un nacimiento retardado: fue en gran parte posterior a la revolución, cuando la experiencia que lo hizo posible había ya desaparecido. Así, la primera producción importante de Trotski en el exilio fue una obra de historia concreta, caso único en un teórico marxista de su talla. Su Historia de la revolución rusa (1930) sigue siendo en muchos aspectos el más eminente ejemplo de literatura histórica marxista hasta hoy, y la única en la cual la competencia y la pasión del historiador se unen a la actividad y el recuerdo de un dirigente y organizador político, en una importante reconstruc· ción del pasado. La siguiente realización de Trotski fue aún más significativa en algunos aspectos. Aislado en una isla turca, escribió desde lejos una serie de textos sobre el surgimiento del nazismo en Alemania, cuya calidad corno estudios concretos de una coyuntura política no tiene parangón en los anales del materialismo histórico. En este campo, ni siquiera Lenin escribió una obra de semejante profundidad y complejidad. Los escritos de Trotski sobre el fascismo alemán constituyen, en verdad, el primer análisis marxista verdadero de un Estado capitalista del siglo xx: la formación de la dictadura nazi 2• El espíritu internacionalista de su intervención, destinada a armar a la clase obrera alemana contra el peligro mortal que la amenazaba, se mantuvo du1 Aunque, desde luego, tuvo sus orígenes proféticos en su obra pre· rrevolucionaría Resultados y perspectivas. 2 Este juicio puede parecer paradójico; volveremos a él en otro lado. Es sintomático del destino del legado de Trotski el que estos escritos sobre Alemania no hayan sido publicados en forma de libro hasta 1970, año en que apareció la primera edición alemana. Una traducción inglesa de ellos se hallará en The struggle against fascism in Germany, Nueva York, 1971. Contrastes y conclusiones 121 rante toda su vida. Exiliado y expulsado de un país tras otro sin contacto físico con el proletariado de ninguna nación: siguió elaborando análisis políticos de primer_ orden sobre Europa occidental. Francia, Inglaterra y eウーセョN。@ _fueron .examinadas por él con un dominio de la espec1flc1dad nacional de sus formaciones sociales que Lenin, totalmente concentrado en Rusia, nunca alcanzó 3• Finalmente, ・ャ。「ッセ￳@ una rigurosa y vasta teoría sobre la naturaleza del Esta .... o soviético y el destino de la URSS bajo Stalin, documentada y desarrollada con un manejo clásico ?e l_os elementos 、セ@ juicio 4 • La escala histórica de las reahzacwnes de Trotski セウ@ aún difícil de apreciar hoy. No disponemos aquí de espacio para 、・ウョエイ。￱セクᄋ@ el セ・ᆳ gado posterior del pensamiento Y. セ。@ セ「Z。@ セャ・@ tイッセウィN@ Algm: día esta otra tradición -persegmda, mJunada, aislada Y dividida- tendrá que ser estudiada en toda la diversidad de sus canales y corrientes subterráneas. Puede sorprender a los historiadores futuros con sus riquezas. Aquí sólo es necesario comentar la obra de dos o tres de los posteriores herederos de Trotski. Los miembros más dotados de la generación siguiente a él procedían ambos de la ゥョセ・ャ」エオ。ᆳ lidad de Europa oriental, en los límites entre Paloma Y R:usia. Isaac Dcutscher (1907-67), nacido cerca de Cracov1a, fue un militante del Partido Comunista Polaco en la ilegalidad, rompió con la Komintern por su ーッャ■エゥセ。@ ante_ el ascenso del nazismo en 1933, y luchó durante cmco anos en un grupo trotskista de oposición dentro de la clase obrera, en la Polonia de Pilsudski. En vísperas de la segunda gueイセᄋ。@ mundial, rechazó la decisión de Trotski de crear .una IV Internacional, renunció al intento de mantener la u:ndad política entre teoría y práctica, que juzgó entonces 1rnpo·· 3 Ahora reunidos respectivamente en Whither fイ。ョ」・セ@ (1970), On Britain (1973) y The Spanish revolution (1973), todos pubhca,dos en Nu:va York. Los escritos sobre Gran bイ・エ。￱セ@ datan en セオ@ rnayona de IO.s anos veinte, pero la colección anterior om1te algunos ¡mportantes escntos de los años treinta. . 4 Sobre todo, The revolution betrayed, The class nature of the Sovzet State e In defense of marxism, Nueva York, 1965 (En defensa del marxismo, Barcelona, Fontamara, 1977). 122 ,r: Perry Anderson sible, y emigró a Inglaterra 5• Allí, después de la guerra, se hizo historiador profesional y escribió la importante serie de obras wbre el curso y los resultados de la revolución soviética por las que se hizo famoso en todo el mundo. Pese a sus divergencias con Trotski, la continuidad de sus preocupaciones difícilmente podría haber sido más estrecha. Trotski estaba trabajando en una biografía de Stalin cuando murió; la primera obra de Deutscher fue una biografía de Stalin, que comenzaba allí donde su predecesor la había dejado. Después, la principal obra de Deutscher sería una biografía del propio Trotski 6• Su contemporáneo y colega más importante fue otro historiador. Roman Rosdolsky (1898-1967), nacido en Lvov, fue uno de los fundadores del Partido Comunista de Ucrania occidental. Mientras trabajaba bajo la dirección de Riazanov como miembro correspondiente del Instituto Marx-Engels en Viena, se unió a Trotski en su crítica de la consolidación del estalinismo en la URSS y de la política de la Komintern frente al fascismo en Alemania a principios de los años treinta. De 1934 a 1938 volvió a Lvov y trabajó en el movimiento trotskista local de Galitzia, a la par que escribía un largo estudio sobre la historia de la servidumbre en la región. Capturado por el ejército alemán durante la segunda guerra mundial, fue enviado a campos de concentración nazis. Al ser liberado ᄋセョ@ 1945, emigró a los Estados Unidos, donde trabajó como investigador aislado en Nueva York y Detroit, abandonando la actividad política directa. Allí escribió uno de los pocos textos marxistas importantes sobre el problema nacional en Europa que aparecieron desde la época de Lenin 7• Su magnum opus, sin embargo, fue un extenso análisis en dos volúmenes de los Grundrisse de Marx y su relación con El • S Sobre la primera etapa de Deutscher, véase Daniel Singer, «Armed w1th a pen», en D. Horowitz, comp., Isaac Deutscher, the man and his work, Londres, 1971, pp. 20-37. 6 The prophet armed (1954), The prophet unarmed (1959) y The prophez outcast (1963) (El profeta armado, El profeta desarmado y El profeta desterrado, México, Era, 1966, 1968 y 1969). 7 Friedrich Engels und das problem der «Geschichtslosen Volker» Hannover, 1964. Sobre la vida de Rosdolsky, véase la reseña 。ーイ・」ゥ、セ@ en Quatrieme lnternationale, 33, abril de 1968. Contrastes y conclusiones 123 capital, publicado póstumamente en Alemania Occidental en 1968 8• El objetivo de esta importante reconstrucción de la arquitectura del pensamiento conómico maduro de Marx fue permitir al marxismo contemporáneo reanudar la tradición fundamental de la teoría económica dentro del materialismo histórico, interrumpida al extinguirse el austromarxismo en el período de entreguerras. Trotski no había escrito ninguna obra económica de entidad, a diferencia de la mayoría de los teóricos de su generación: el mismo Rosdolsky, que no era economista de formación, emprendió esa tarea por un sentido del deber hacia las generaciones siguientes, como solitario superviviente de la cultura de Europa oriental que había antaño producido el bolchevismo y el austromarxismo 9 • Su esperanza no fue vana. Cuatro años más tarde, Ernest Mandel -un trotskista belga que había participado activamente en la Resistencia y caído prisionero de los nazis, antes de destacarse en la IV Internacional después de la guerra- publicó en Alemania un estudio de gran aliento sobre El capitalismo tardío, directamente en deuda con Rosdolsky 10 : fue el primer análisis teórico del desarrollo global del modo de producción capitalista desde la segunda guerra mundial, concebido dentro del marco de las categorías marxistas clásicas. Así, la tradición que se remonta a Trotski presenta un contraste polar, en los aspectos más esenciales, con la del marxismo occidental. Se concentró en la política y la •XOnomía; no en la filosofía. Fue resueltamente internacionalista y nunca se limitó en sus preocupaciones o su horizonte s Zur Entstelumgsgeschichte des Marxschen Kapitals, Francfort, 1968 (Génesis y estructura de «El capital>> de Marx, México. Siglo XXI, 1978). 9 «El autor no es un economista ni un filósofo ex profeso. Por ello, no se hubiese atrevido a escribir un comentario a Jos Gnmdrisse si aún existiese en la actualidad -tal como la había en el primer tercio de nuestro siglo-· una escuela de teóricos marxi'stas que se hallasen más a la altura de esa tarea. Sin embargo, la última generación de teóricos marxistas de renombre cayeron, en su mayoría, víctimas del terror hitlerista y estalinista>>, Zur Fntstehungsgescltichte , pp. 10-11 (p. 14). 10 Der Spiirlwpitalismus (Versuch einer Erkliirung), Francfort, 1972; dedicatoria a Rosdolsky, p. 9. [La edición inglesa ampliada, Late capitalism, Londres, ;-;LB, .1975, omite el subtítulo de la edición alemana.] (Traducción prevista: México, Era.) Perry Anderson 124 a una sola cultura o país. Habló un lenguaje claro y apremiante, cuyo prosa más fina (Trotski o Deutscher) poseía, sin embargo, una calidad literaria igual o superior a la de cualquier otra tradición. No ocupó cátedras en las universidades. Sus miembros fueron perseguidos y desterrados. Trotski fue asesinado en México. Deutscher y Rosdolsky fueron exiliados. imposibilitados de retornar a Polonia o Ucrania. Mande! está desterrado de Francia, Alemania Occidental y los Estados Unidos hasta el día de hoy. Podrían agregarse otros nombres. El precio pagado por el intento de mantener la unidad marxista entre teoría y práctica, aun en los casos en que finalmente se renunció a ella, fue elevado. Pero la ganancia obtenida para el futuro del socialismo, en cambio, fue inmensa. Hoy, esta herencia teórico-política brinda uno de los elementos fundamentales para todo renacimiento del marxismo revolucionario a escala internacional. Las adquisi . ciones que encarna tienen sus propios límites y flaquezas. El desarrollo por Trotski de la fórmula específica de la revolución rusa en una regla general para el mundo subdesarrollado sigue siendo problemática; sus escritos sobre Francia y España no tienen la misma seguridad que los referentes a Alemania; su juicio sobre la segunda guerra mundial, abandonando su análisis del nazismo, era equivo· cado. El optimismo de Deutscher sobre las perspectivas de una reforma interna en la URSS después de Stalin era ln· fundado. Los principales esfuerzos de Rosdolsky fueron de carácter expositivo más que exploratorio. El estudio de Mandel, después de un silencio tan prolongado en ese campo, fue subtitulado deliberadamente «Un intento de explicación». En general, el progreso de la teoría marxista no podía saltar por encima de las condiciones materiales de su propia producción: la práctica social del proletariado real de la época. La combinación del aislamiento forzado de los principales destacamentos de la clase obrera organizada en todo el mundo y la prolongada inexistencia de levantamientos revolucionarios de masas en las tierras centrales del capitalismo industrial inevitablemente dejó sus huellas en toda la tradición trotskista. También ella estuvo sujeta a los dictados últimos de la larga época de derrota セ[@ '_,. Contrastes y conclusiones 125 histórica de la clase obrera occidental. Su reto al espíritu del tiempo, que la separó del marxismo occidental, le impuso sus penalidades particulares. La reafirmación de la validez y realidad de la revolución socialista y la democracia proletaria, contra tantos hechos que las negaban, inclinó involuntariamente a esta tradición hacia el conservadurismo. La preservación de las doctrinas clásicas tuvo prioridad sobre su desarrollo. El triunfalismo en la causa de la clase obrera y el catastrofismo en el análisis del capitalismo, afirmados de forma más voluntarista que racional, iban a ser los vicios típicos de esta tradición en sus formas rutinarias. Será necesario hacer un inventario histórico de los logros y los fracasos de esta experiencia. Hace falta desde hace tiempo una evaluación crítica y sistemática del legado de Trotski y sus sucesores, comparable con la que hoy está potencialmente disponible con respecto a la herencia del marxismo occidental. Al mismo tiempo, el crecimiento de la lucha de clases internacional desde finales de los años sesenta ha comenzado a crear, por primera vez desde la derrota de la Oposición de Izquierda en Rusia, una posibilidad objetiva de reaparición de las ideas políticas asociadas a Trotski en ámbitos fundamentales de los debates y la actividad de la clase obrera. Cuando se produzca esta conjunción, sus valores serán juzgados por la crítica más amplia de la práctica proletaria de masas. Mientras tanto, el cambio de clima desde finales de los años sesenta también ha tenido efectos sobre el marxismo occidental. La reunificación de la teoría y la práctica en un movimiento revolucionario de masas, libre de trabas burocráticas, sería el fin de esta tradición. Como forma histórica, se extinguirá cuando sea superado el divorcio que le dio origen. Los signos preliminares de esta suoeración son· visibles hoy, pero en modo alguno se trata 、セ@ un proceso acabado. El período actual es aún de transición. Los grandes partidos comunistas del continente europeo, que siempre fueron el campo gravitacional subyacente del marxismo occidental, están lejos de haber desaparecido; su predominio dentro de la clase obrera de sus respectivos países no ha 126 IJ. ' ᄀᄋセ@ Perry Anderson disminuid o notablem ente, aunque su crédito como organizaciones revolucio narias se haya debilitad o entre la intelectualidad. Muchos de los principal es teóricos del marxismo occidenta l a los que nos hemos referido están ahora muertos. Los que sobrevive n han demostra do hasta ahora ser incapaces de responde r a la nueva coyuntur a creada desde la revuelta de Mayo en Francia con algún desarrollo notable de sus teorías. En su mayoría, probable mente hayan terminado su carrera intelectua l. En una generació n más joven, formada bajo la influenci a de esta tradición , se ha manifesta do cierta preocupa ción mayor por la teoría económica y política, fuera del perímetro filosófico de sus mayores 11 • Sin embargo, este cambio a menudo ha sido acompañado de un simple desplazam iento del horizonte referencial, del comunism o soviético al chino. Organiza tiva e ideológicame nte más vago como polo de orientaci ón, la sustitución de la URSS por China, por lo demás, ha conservad o básicame nte la tácita heterono mía política del marxismo occidenta l. El paso de algunos de los teóricos de la vieja generació n -Althuss er o Sartre- más o menos directame nte de una a otra, meramen te confirma la continuid ad de la relación estructur al 12 • Fundame ntalment e, los cambios dentro del m::trxismo occidenta l deben ser considera dos como imponder ables, en la medida en que existen. En todo caso, qmza los viejos teóricos de esta tradición que sobrevive n estén condenad os a la repetición y el agotamie nto filosóficos. El futuro de sus discípulo s, naturalm ente, está más abierto. Entre tanto, cualquier a que sea su destino en su zona de origen, los últimos años han sido testigos de la introducción en gran escala del marxismo occidenta l, creado en Alemania, Francia e Italia, en nuevas regiones del mundo capitalista y, sobre todo, en los países anglosajo nes y nórdicos. 11 Las obras más notables de este tipo son las de Nicos Poulantzas: traduccione s inglesas, Political power and social classes, Londres, NLB/ sw, 1973, y Fascism and dictatorship , Londres, NLB, 1974 (Poder político y clases sociales y Fascismo y dictadura, México, Siglo XXI, 1969 y 1971). 12 La naturaleza y la influencia del maoísmo caen fuera del alcance de este ensayo; será menester examinarlas detalladame nte en otra parte. Contrastes y conclusiones 127 Las consecue ncias de esta difusión son imprevisi bles. Ninguna de esas naciones ha poseído históricam ente un fuerte movimien to comunist a, y ninguna hasta ahora ha producido nada importan te en la teoría marxista. Sin embargo, algunas tienen haberes específico s propios. En Inglaterra , especialmen te, la clase obrera ha sido hasta ahora una de las más poderosa s del mundo, y la calidad de la historiog rafía marxista probable mente sea superior a la de cualquier otro país. La relativa modestia , hasta la fecha, de la cultura marxista en un sentido más amplio, en esta región, puede sufrir cambios sorprend entement e rápidos. Porque la ley del desarroll o desigual también rige el ritmo y la distribución de las realizacio nes teóricas: puede transform ar países rezagados en países dirigentes , que se beneficie n de las ventajas de los recién llegados, en un plazo relativam ente corto. De todos modos, puede decirse con alguna seguridad que hasta que no domine el terreno de los Estados Unidos e Inglaterr a -respecti vamente los países de la clase imperialista más rica y la clase obrera más vieja del mundo- el marxismo no habrá medido sus fuerzas con la amplia gama de problema s que le plantea la civilizaci ón del capital en la segunda mitad del siglo XX. La incapacid ad de la III Internacional, aun en los días de Lenin, para hacer algún progreso serio en las potencias anglosajo nas, cuando Estados Unidos y Gran Bretaña eran los dos centros mayores del capitalismo mundial, indica en qué grado era incomple to el materiali smo histórJco aun en el apogeo de sus realizacio nes como teoría revolucio naria viva. Hoy, los formidab les problema s científico s que plantea al movimien to socialista el modo de producci ón capitalist a en su momento más fuerte, y no en el más débil, están aún por resolver en gran medida. En este sentido, el marxismo tiene todavía que realizar las tareas más difíciles. Es improbab le que esté en condicion es de abordarla s hasta que no eche raíces en los bastiones imperiale s maduros del mundo anglosajó n. Porque después del prolonga do y tortuoso rodeo del marxismo occidenta l, aún esperan respuesta las cuestiones que la generació n de Lenin dejó pendiente s y a las que luego fue imposible responde r por la ruptura entre la teo- 128 • ,,, '1 セᄋ@ Perry Anderson ría y la práctica en la época de Stalin. No pertenecen al ámbito de la filosofía. Conciernen a las realidades económicas y políticas fundamentales que han dominado la historia del mundo en los últimos cincuenta años. Aquí sólo disponemos de espacio para hacer una brevísima enumeración de ellas. Primero y ante todo, ¿cuáles son la naturaleza y la estructura reales de la democracia burguesa como tipo de sistema estatal que se ha convertido en la forma normal del poder capitalista en los países avanzados? ¿Qué tipo de estrategia revolucionaria puede derrocar esta forma histórica de Estado, tan distinta de la de la Rusia zarista? Después de ella, ¿cuáles serían las formas institucionales de la democracia socialista en Occidente? La teoría marxista apenas ha abordado estos tres temas en sus interconexiones. ¿Cuál es el significado y la posición de la nación como unidad social, en un mundo dividido en clases? Sobre todo, ¿cuáles son los complejos mecanismos del nacionalismo como fenómeno de masas de fuerza fundamental en los dos últimos siglos? Ninguno de estos problemas ha recibido nunca una respuesta adecuada desde la época de Marx y Engels. ¿Cuáles son las leyes contemporáneas del movimiento del capitalismo como modo de producción? ¿Definen nuevas formas específicas de crisis? ¿Cuál es la verdadera configuración del imperialismo como sistema internacional-de dominación económica y política? Sólo acaba de empezar la labor sobre estos problemas, en un paisaje que ha cambiado hace tiempo desde Lenin o Bauer. Finalmente, ¿cuáles son las características básicas y la dinámica de los Estados burocráticos que han surgido de las revoluciones socialistas en los países atrasados, tanto en su unidad como en su distinción de los otros? ¿Cómo fue posible que la destrucción de la democracia proletaria en Rusia después de la revolución fuera seguida por revoluciones sin democracia proletaria desde el comienzo, en China y otras partes, y cuáles son los límites determinados de tal proceso? Trotski inició el análisis del primer proceso, pero no vivió para ver el segundo. Son estas densas cuestiones las que plantean hoy el desafío fundamental al materialismo histórico. Contrastes y conclusiones 129 La condición necesaria para su solución es, como hemos visto, el surgimiento de un ュッカゥイZ・セエ@ イ・カッャオ」ゥョセ@ de masas, libre de restricciones orgamzatiVas, en los paises _natales del capitalismo industrial. Sólo entonces será pos1ble una nueva unidad entre la teoría socialista y la práctica de la clase obrera, capaz de dotar al marxismo de los poderes necesarios para elaborar el conocimiento del que hoy car;ce. No es posible prever qué formas 。、ッーエセ£@ ・セエ@ teona del futuro, ni quiénes serán sus creadores. Sena erroneo ウセᆳ poner que ellos repetirán necesariamente los ,n;odel?s clasicos del pasado. Prácticamente todos los teoncos Importantes del materialismo histórico hasta la fecha, desde Marx y Engels hasta los bolcheviques, desde las ヲセァオイ。ウ@ ーセゥョ」ᆳ pales del austromarxismo hasta I_as del marxismo ocCidental han sido intelectuales provementes de las clases posee、ッセ。ウL@ y por lo general de la alta burguesía :nás que de la baja 13 , Gramsci es el único ejemplo ーセイエ・ョZ@ a un medio de verdadera pobreza, pero hasta el nac10 leJOS del proletariado. Es imposible no ver en esto una inmadurez provisional de la clase obrera en su conjunto, desde una perspectiva histórica mundial. Basta pensar en las. セッョウ・」オᆳ cias para la revolución de Octu?re セ@ la fr_a?Ihdad de la vieja guardia bolchevique, una 、Qイ・セ」Pョ@ poht_Ica reclutada en su abrumadora mayoría entre la mtelectuahdad rusa, superpuesta a una clase obrera aún en gran medida inculta: la facilidad con que tanto la vieja guardia 」セュッ@ la vang':ardia proletaria fueron eliminadas ーッセ@ Stalm _en los 。ョセウ@ veinte no carecía de relación con el abismo social que hab1a entre ellas. Un movimiento obrero capaz de lograr una autoemancipación perdurable no reproducirá este 、オ。ャセウュッN@ Los «intelectuales orgánicos» imaginados por GramsCI, engendrados dentro de las filas del mismo ーイッャセエ。⦅ゥ、L@ aún no han tenido el papel estructural en el soc1ahsmo revo13 La denominación convencional de «intelectual pequeñoburgués». no es apropiada para la mayoría de las ー・イウッョセ@ a que. nos hemos ref_endo. Muchas de ellas pertenecían a familias de neos fabncantes, comerciantes y 「。セアオ・イッウ@ (Engels, Luxemburgo, Bauer, lオセ£」ウL@ gイッsセi⦅ャ。ョL@ a、ッセョL@ Benjamin, Marcuse y Sweezy), o de エ・イ。セオョウ@ (Ple]anov, M_ehnng, Labriola), o de importantes abogados o burocratas (Marx Y Lemn). 130 1,'. Perry Anderson lucionario que él creía que sería el suyo 14 • Las formas extremas de esoterismo que han caracterizado al marxismo occidental eran propias de «intelecuales tradicionales», en el sentido de Gramsci, en un período en que había poco o ningún contacto entre la teoría socialista y la práctica proletaria. Pero a largo plazo el futuro de la teoría marxista dependerá de los intelectuales producidos orgánicamente por las clases obreras industriales del mundo imperialista, a medida que adquieran capacidad cultural y confianza en sí mismas. La palabra final la dijo Lenin. Se cita a menudo y con razón su famosa afirmación de que «sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario». Pero también escribió, con igual énfasis: «Una acertada teoría revolucionaria [ ... ] sólo se forma de manera definitiva en estrecha conexión con la experiencia práctica de un movimiento verdaderamente de masas y verdaderamente revolucionario» 1s. Ambas cláusulas son importantes aquí. La teoría revolucionaria puede ser acometida en un relativo aislamiento, como Marx en el Museo Británico o Lenin en Zur_ich durante la guerra: pero sólo puede adquirir una forma correcta y definitiva cuando está vinculada con las luchas colectivas de la clase obrera. La mera pertenencia formal a una organización de partido, del tipo común en la historia reciente, no basta para establecer tal vínculo: es necesaria una estrecha conexión con la actividad práctica del proletariado. Tampoco es suficiente la militancia en un pequeño grupo revolucionario: debe existir un lazo con las masas reales. Recíprocamente, tampoco basta el lazo con 14 Tal vez el más destacado pensador socialista hasta ahora procedente de las filas de la clase obrera occidental haya sido un británico, Raymond Williams. Sin embargo, la obra de Williams, aunque ha respondido al modelo del marxismo occidental por sus temas típicamente estéticos y culturales, no ha sido la de un marxista. No obstante, su historia de las clases -constante y firmemente presente en todos los escritos de Williams- confiere a su obra ciertas cualidades que no pueden hallarse en ninguno de los escritos socialistas contemporáneos y que formarán parte de toda futura cultura revolucionaria. !S «Left-wing communism: an infantil disorder», Selected works, volumen 111, p. 378 (El «izquierdismo», enfermedad infantil del comunismo, en Obras escogidas, Moscú, 1970, III, p. 354). ·'. Contrastes y conclusiones 131 un movimiento de masas, pues éste puede ser reformista: sólo cuando las masas son revolucionarias la teoría puede completar su vocación eminente. Estas cinco condiciones para el desarrollo con éxito del marxismo no se han dado en ninguna parte del mundo capitalista avanzado desde la segunda guerra mundial. Pero las perspectivas de su reaparición están ahora aumentado al menos. Cuando haya nacido un movimiento verdaderamente revolucionario en una clase obrera madura, la «forma final» de la teoría no tendrá ningún precedente preciso. Todo lo que puede decirse es que, cuando hablen las propias masas, los teóricos -del género de los que ha producido Occidente durante cincuenta años- permanecerán necesariamente en silencio. EPILOG O ,, ·.: Las afirmaci ones con que concluy e el ensavo anterior deben inspirar hoy ciertas reservas . En efe¿to, carecen de ciertas aclaraci ones y distincio nes sin las cuales su lógica es, en última instanci a, reduccio nista. Su mismo tono apocalíptico es un signo sospech oso de dificulta des perentor iamente eludidas o ignorada s. Explora r esas dificulta des de modo adecuad o, por no hablar ya de resolver las, requeriría otro ensayo. Lo más que podemo s hacer aquí es indicar la debilida d fundam ental en la construc ción del texto anterior. Esto puede ser formula do sucintam ente. La teoría marxista, se arguye en todo el ensayo y con mayor énfasis al final sólo adquiere sus contorn os apropia dos en relación 、ゥイ・」エセ@ con un movimi ento revoluci onario de masas. Cuando éste se halla ausente o ha sido derrotad o, la primera , inevitablement e, sufre deforma ciones o se eclipsa. La premisa de este tema general, desde luego, es el postulad o de la «unidad entre teoría y práctica », tradicio nalment e conside rado como definito rio de la epistem ología marxista . Hay ciertas sugeren cias en el ensayo de que la relación entre ellas es más complej a de lo que habitual mente se admite; pero en conjunt o el texto es una persiste nte afirmac ión del lazo fundam ental entre ciencia y clase, materia lismo históric o e condicio nes reales insurrec ción proletar ia, en este siglo. lセウ@ o los horizont es precisos de la unidad entre teoría y práctica no son examina das en ninguna parte. Como resultad o de ello, las conclusi ones del ensayo invitan a una lectura «activist a» de sus tesis que podría ser científic amente insostenible y política mente irrespon sable. Porque hay una objeción insupera ble a toda descripc ión .del marxism o como la sugerida en las últimas páginas de este ensayo. Es extraño que no haya sido formula da antes Epílogo 133 con más frecuenc ia. Si la designac ión apropia da del marxismo es «materi alismo histórico », debe ser, sobre todo, una teoría de la historia. Pero la historia es, principa lmente, el pasado. El presente y el futuro, por supuesto , también son histórico s, y es a ellos a los que se refieren involunt ariament e los precepto s tradicio nales sobre el papel de la práctica dentro del marxism o. Pero· el pasado no puede ser alterado por ninguna práctica del presente . Los sucesos del pasado pueden siempre ser reinterp retados y sus épocas redescubi ertas por generac iones posterio res, pero no pueden ser modific ados en ningún sentido sensatam ente materialista. Desde un punto de vista político, el destino de los hombre s y mujeres viviente s -en el presente real y el futuro previsi ble- es inmensa mente más importa nte para un socialist a que cualquie r otra consider ación. Pero científic amente, el dominio abruma dorame nte prepond erante del conocim iento discerni ble es el reino de los muertos . El pasado, que no puede ser cambiad o o anulado , puede ser conocido con mayor certidum bre que el presente , cuyas acciones están aún por hacer. Y hay más todavía. Habrá siempre una escisión intrínse ca entre el conocim iento y la acción, la teoría y la práctica , para toda ciencia posible de la historia. Ningún marxism o respons able puede renunci ar a la tarea de compre nder el universo inmenso del pasado o aspirar a ejercer la jurisdic ción de una transfor mación material de éste. Así, pese a toda tentació n encomia ble, la teoría marxist a no puede equipar arse con una sociolog ía revolucionar ia. Nunca puede ser reducid a al <<análisis de la coyuntura actual>>, por usar una termino logía ahora de moda. Porque, por definició n, lo que es actual pronto pasa. Confinar el marxism o a lo contemp oráneo es condena rlo a un olvido perpetu o en que el presente deja de ser cognosc ible una vez que retroced e al pasado 1• Pocos socialist as disenEsta no es una doctrina imaginaria . En una obra reciente se declano gana nada al asomarxismo , como práctica teórica y ーセj■エゥ」。L@ <<El ra: ciarse con la escritura y la investigac ión históricas . El estudio de la historia no sólo carece de valor científicam ente, sino también políticamente. El objeto de la historia, el pasado, al margen de cómo se conciba, no puede afectar a la situación actual. Los sucesos históricos no existen 1 134 \' Perry Anderson tirán de esto. Sin embargo, es paradójico que el lugar exar:to que ocupa la historia dentro del materialismo histórico nunca haya sido adecuadamen te discutido hasta ahora. Es incompatible con todo pragmatismo filosófico. En este sentido, quizás el marxismo aún deba asumir con toda seriedad su pretensión de ser una «ciencia de la historia». Pues el orgulloso título de materialismo histórico sólo ouede ser ganado con un modesto respeto por la realidad 、セ@ sus dos términos. Este respeto exige un límite a la noción pe la unidad entre teoría y práctica. Los grandes problemas políticos que se plantean a la clase obrera internacional en el siglo xx, y cuya ausencia de la tradición del marxismo occi?ental hemos subrayado aquí, permanecen, ciertamente, suJetos a su regulación. Pero las formas y los cambios exacエセウ@ de su regla nunca han sido estudiados adecuadamen te .. Sm_ セュ「。イァッL@ el abandono de la universalidad general y acntiCa que a menudo han atribuido a la unión entre teoría y práctica puede, en verdad, ayudar a los marxistas a enfocar más precisamente las condiciones sociales concretas ー。セ@ _el ウオイァゥセ・_Zッ@ de la teoría revolucionari a y los procedimiento s Cientificos específicos para su validación. Esto no significa que deban distinguirse en el materialishistó_rico dos 、ッセゥョウ@ separados cerrados: una «política» activa y una «histona» pasiva, la una totalmente gober?ada por la marejada de las prácticas de las masas y la otra Idealmente exenta de ellas. En cambio, nuestro propósito n:o y en el ーイ・ウセョエ@ Y no p.uedell; tener ninguna influencia material sobre él. Las 」ッセ、QPョ・ウ@ de ex1stenc1a de las relaciones sociales actuales existen neccsanamente セ@ son consta.ntcmente reproducidas en el presente. El objet? que セ」⦅「・@ eluc1d_ar la tcona marxista y sobre el que debe actuar la práctica ーッィエQ」セ@ marx1sta no es el 'presente', aquello que el pasado se ha d' _ nado permitirnos, sino la 'situación actual'. Toda la teoría marxista ーセイ@ abstracta 」[ᄀエ⦅セ・@ sea, por general que sea su campo de aplicación セクゥウエ・@ para pN・セュQエZ@ el anális,is de_ la si_tuación actual [ ... ] Un análisis hlstórico セ・@ la s1tuacwn actual es 1mpos1ble>> (B. Hindess y P. Hirst Pre-capitaOセウエ@ m_o,des of production, Londres, 1975, p. 312). Los autores' de esta declaracwn, remotos descendientes de Althusser, tienen el discernimiento 、セ@ .セイッ」ャ。ュ@ con. 」ゥ・イセ。N@ ¡;recisión las exasperadas consecuencias de una logJCa cuyas prem1sas lmCla\es pueden a menudo parecer intrascendentes Y no ウオ」・セエQ「ャ@ de ーイッカセ。@ controversias en las explicaciones marxisエセウ@ convencw.nales de la umdad entre teoría y práctica dentro del matenahsmo h1stonco. ',!. Epílogo 135 es plantear la cuestión, hasta ahora indebidament e descuidada, de la relación -real y potencial- entre «historiografía» y «teoría» en la cultura marxista en su conjunto. Las determinacion es políticas de los modernos estudios históricos, marxistas o no marxistas, son tan conocidas que no necesitamos insistir en ellas. (No constituyen, claro está, una forma de la unidad entre teoría y práctica, en el sentido clásico.) Las adquisiciones históricas disponibles o necesarias para los escritos modernos sobre teoría política o económica, dentro del marxismo, no han sido consideradas con tanta frecuencia. En verdad, debería ser evidente que los avances en la historiografía marxista son potencialmen te de importancia fundamental para el desarrollo de la teoría marxista. Sin embargo, a pesar de la formación de importantes escuelas de historiografía marxista en casi todos los países capitalistas avanzados, no puede decirse que el :materialismo histórico como sistema teórico se haya beneficiado de modo proporcional. Ha habido relativamente poca integración de los hallazgos de la historia marxista en la política o la economía mixta, hasta ahora. Esta anomalía parece todavía mayor cuando se recuerda que en la época del marxismo clásico no había ninguna historiografía profesional de este género, mientras que su advenimiento en una época posterior no ha tenido efectos apreciables en el marxismo posclásico. A causa de su novedad, aún está por verser su importancia para la estructura del materialismo histórico en su conjunto. Al menos, puede conjeturarse que el equilibrio entre «historia» y «teoría» podrá restablecerse en una cultura marxista del futuro que altere su configuración presente. Hay otro punto destacado en este ensayo que requiere una modificación relacionada con la anterior. Hemos usado el lema de la unidad entre teoría y práctica para señalar un contraste estructural entre el marxismo clásico y el «OCcidental». Ciertamente, este contraste no es falso. Sin embargo, la manera de exponerlo aquí tiende a eximir indebidamente al marxismo clásico de un examen crítico. La unidad práctica de este último con las luchas de la clase obrera de su tiempo, que lo hace genuinamente muy supe- 136 Perry Anderso n rior a la tradició n posterio r, aparece como una norma de compara ción absoluta dentro del material ismo histórico . Pero una vez que se relativiz a la regla de la unidad ᄋセョエイ・@ teoría y práctica , aun la ciencia que estuvo más estrecha y heroicam ente vinculad a con la clase obrera debe ser sometida a una constan te y escrupu losa reevalua ción. Si bien el ensayo no atribuye perfecc ión alguna al marxism o clásico, los límites a los que se refiere, sin embargo , son presentados esencial mente como element os incomol etos, como lagunas cuyo remedio era un posterio r desarr¿l lo de la teoría que el marxism o occiden tal fue luego incapaz de realizar. No hemos tomado con suficien te seriedad la posibilidad de que haya element os en la herencia clásica que no sean tanto incompl etos cuanto incorrec tos. En parte, es precisam ente la acumula ción de unos conocim ientos del pasado que no poseían las primera s generac iones de marxistas, quienes lo vivían como su presente , lo que permite y exige hoy plantear nuevos interrog antes científic os sobre su obra. En otras palabras , el marxism o clásico debe ser sometido al mismo examen riguroso y a la misma evaluaci ón crítica que la tradició n posclási ca derivada de él. El valor y la calma necesari os para llevar a cabo tal program a serían mucho mayores que en el caso del marxism o occident al, habida cuenta de la venerac ión con que casi todos los socialistas serios han tratado a los maestro s clásicos del materialismo históric o y la ausencia hasta ahora de toda crítica intelectu al de ellos que manteng a en política una postura igual y resuelta mente revoluci onaria. El mayor respeto, sin embargo , es compati ble con la mayor lucidez. El estudio del marxism o clásico requiere hoy una combina ción de conocimie ntos eruditos y honestid ad escéptic a que todavía no ha tenido. En la época de la posguer ra, los trabajos mejores y más original es en este campo tomaron comúnm ente la forma de reinterp retacion es ingenios as de un texto o autor canónic o -Marx, Engels o Lenin- para refutar ideas convenc ionales sobre otro, a menudo con el propósi to de rebatir críticas o malas interpre taciones burgues as del marxismo. Hoy es necesari o abandon ar esta práctica y proce- Epílogo 137 der, en cambio, a examina r la validez de los mismos textos del marxism o clásico, sin ningún supuesto previo de que son necesari amente coheren tes o correcto s. En verdad, quizá la respons abilidad más importa nte de los socialist as contemporá neos sea identific ar las principa les debilida des teóricas del· marxism o clásico, explicar sus razones históric as v remedia rlas. La presenc ia de errores es uno de los signos de toda ciencia: la afirmac ión de que no los hay, sencillamente ha desacred itado la pretensi ón del material ismo histórico de ser una ciencia. La compara ción habitual de Marx con Copérni co o Galileo, si ha de hacerse, debe ser tomada en serio: nadie pensaría hoy que los escritos de estos últimos están exentos de errores y contradi cciones importa ntes. Su misma condició n de precurso res de la astronom ía o la física modern as garantiz a la inevitab ilidad de sus ᄋセイッᆳ rres en el alba del desarrol lo de una nueva ciencia. Lo mismo vale, a priori, con respecto al marxism o. Obviam ente, no podemo s explora r aquí los problem as que plantean los textos clásicos de esta tradició n. Sin embargo , afirmar meramente la necesida d formal de hacerlo, sin ninguna especificación , sería poco más que una piedad simbólic a. Por ello, para concluir , indicare mos ciertos ámbitos críticos en los que la herencia del marxism o clásico parece inadecu ada o insatisfa ctoria. Los rápidos comenta rios que haremos sobre ellos no pretende n, naturalm ente, ser un tratamie nto adecuado de los problem as correspo ndientes . Sólo son unas pocas y breves indicaci ones de unos problem as que deberán ser examina dos en otra parte. Por razones de conveniencia, nos limitare mos a la obra del trío descolla nte de la tradició n clásica: Marx, Lenin y Trotski. No necesita mos insistir aquí en la grandez a de la obra global de Marx. En verdad, fue la amplitu d misma de su visión general del futuro 1a que, en cierto sentido, originó las ilusione s y miopías locales en su examen del presente de su época. Marx no sería política y teóricam ente tan importante para el siglo xx si a veces no hubiese tenido una falta de sincroni zación con el siglo XIX en el que vivió. Puede decirse que sus errores y omision es fueron, por lo 138 Perry Anderson general, セQ@ precio de sus previsiOnes. Lo que debe permitir al ュ。セ・イNキャゥウッ@ histórico superarlos hoy es la suma de lo c?nocimien:os .científicos ahora disponibles sobre la ィゥウエッセ@ n.a 、・セ@ セーゥエ。ィウュッL@ muy superior a los que él tenía a su disposicion. Es en este aspecto en el que hay tres ámbitos 、ッョセ・@ la obra de Marx parece muy incierta desde una perspectiva contemporánea. , ellos es su tratamiento del Estado ca. i). El primero 、セ@ pitalista. En _sus pnmeros escritos empezó a teorizar, en efecto, sobre lo que más tarde iba a ser la democracia burguesa, antes. de que existiese en ninguna parte de Europa, pero a un Nョセ[・ャ@ muy 。「セエイ」ッ@ y filosófico. Luego, en 18481850, ・ウ」セi@ bw セュ@ estudiO histórico concreto del peculiar セウ。、ッ@ 、Qセエ。ッョャ@ creado por Napoleón III en Francia, su umco escnto de este género. Más tarde, nunca analizó direcセ。ュ・ョエ@ el Es.tado parlamentario inglés bajo el cual vivió el resto de su v1da. En todo caso, tendió a generalizar abusivamen_te el «bonapartismo» como forma típica del Estado burgues moderno, セ@ cau.sa de sus recuerdos políticos del pade dicho Estado bonapartista en pel 」ッョエイ。・カ_ャオセキN@ QXセN@ Por 」ッョウセュ・エL@ fue incapaz de analizar la III Repú「セi」。@ que surgw. en Francia después de la derrota de 1870. fュN。A・セエL@ debido a su preocupación por el bonapartismo ᆱュゥィエ。イセウᄏL@ en cambio tendió aparentemente a subestimar la ca?aCidad repres.iva de los Estados <<pacifistaS>> inglés, hoャ。セ、・ウ@ Y nm:teamencano, y a veces pareció creer que en esos pmses podna alcanzarse el socialismo por medios pacíficos Y. electorales solamente. El resultado fue que Marx nunca hizo una ⦅、セウ」イゥー￳ョ@ coherente o comparativa de las estruc· エセイ。ウ@ J?oht1cas del poder burgués de clase. Hay una notable d1spandad. entre sus primeros escritos politicofilosófícos y sus postenores escritos económicos . . , ii) Parece haber acompañado a este fallo la incomprenセッョL@ ,en buena me¿id.a,. de la naturaleza de la época poster_w.r en que le toco vivir. Aunque en su época Marx fue el umco que comprendió el dinamismo económico del modo de producción capitalista posterior a 1850, que iba a transヲセイュ。@ el m.undo, al parecer no registró nunca el gran cambiO en el Sistema estatal internacional que lo acompaí1ó. '' セ@ ,1 Epilogo 139 Las derrotas de 1848 al parecer convencieron a Marx de que ya no podía haber revoluciones burguesas, a causa del temor que en todas partes experimentaba el capital ante la clase obrera (de ahí las traiciones en Francia y Alemania en ese año). En realidad, durante el resto de su vida presenció una sucesión de revoluciones capitalistas triunfantes en Alemania, Italia, Estados Unidos, Japón y otros países. Todas ellas se realizaron bajo la bandera del nacionalismo, no de la democracia. Marx creía que el capitalismo atenuaría y anularía progresivamente la nacionalidad en un nuevo universalismo; de hecho, su desarrollo estimuló y reforzó el nacionalismo. Su incapacidad para percibir esto dio como resultado una serie de graves errores políticos durante los decenios de 1850-60 y 1860-70, época en que los principales dramas de la política europea estuvieron todos relacionados con luchas nacionalistas. De ahí su hostilidad hacia el Risorgimento en Italía, su desprecio por el bismarckismo en Alemania, su adulación de Lincoln en los Estados Unidos y su aprobación del otomanismo en los Balcanes (esta última determinada por otra preocupación «anacrónica» de 1848: su temor a Rusia). Sólo dejó a las posteriores generaciones de socialistas un silencio teórico sobre el carácter de las naciones y los nacionalismos, con muy perjudiciales consecuencias. iii) La arquitectura económica del propio El capital, la mayor realización de Marx, no es inmune a una serie de posibles dudas. Las más insistentes de éstas· conciernen a la teoría del valor expuesta por Marx. Aparte de las dificultades asociadas a su exclusión de la escasez como determinante (cf. Ricardo), surge el problema de fijar las cantidades agregadas de trabajo (cf. Sraffa) y, sobre todo, la inquietante dificultad hallada hasta ahora para convertir estos últimos en precios como elemento cuantificable (en contradicción con los cánones normales de cientificidad y las comparaciones habituales del descubrimiento del plusvalor con el del oxígeno). Otro perturbador aspecto de toda la teoría del valor es la distinción entre trabajo productivo y trabajo improductivo, que, aunque esencial para ella, nunca ha sido codificada teóricamente o establecida empírica- セM 140 , lLセ@ :.:J ('_¡ .. Perry Anderson mente por Marx o sus sucesores . Las conclusio nes más aventuradas del sistema de El capital fueron el teorema general de la caída de la tasa de ganancia y el supuesto de una creciente polarizac ión de clase entre la burguesía y el proletariado. Ninguna de ellas ha sido adecuada mente fundamen tada. La primera implicaba la quiebra económic a del capitalismo por sus mecanism os internos; la segunda, su quiebra social por medio, si no de una pauperiza ción del proletariado, sí de una preponde rancia absoluta final de una vasta clase obrera industria l de trabajado res productiv os sobre una diminuta burguesía , con pocos grupos intermedios o ninguno. De este modo, la ausencia misma de una teoría política apropiad a en el último Marx puede estar lógicame nte relaciona da con un latente catastrofi s.mo en su teoría económic a, que hacía redundan te el desarroll o de la primera. El caso de Lenin presenta otro conjunto de problema s, porque, a diferencia de Marx o Engels, Lenin no sólo fue el autor de una teoría original, sino el arquitect o de una práctica política que llegó a organizar una revolució n socialista y a crear un Estado proletario . Las relacione s entre su teoría y su práctica son, pues, tan importan tes como las relacione s entre sus tesis teóricas mismas. Los principal es problema s que su vida y su obra parecen plantear son los concernie ntes a la democrac ia proletaria (en el partido y el Estado) y la democrac ia burguesa (en Occidente y en Oriep.te). . i) La teoría inicial de Lenin de un partido neojacob ino ultracent ralizado expuesta en ¿Qué hacer? llevaba la premisa explícita de la distinción entre las condicion es de clandestinida d en la Rusia autocráti ca y de legalidad en la Alemania constituc ionalista. Lenin ajustó un poco la teoría a las revueltas de masas que セーイッ、オェ・ョ@ en la revolució n de 19051906, pero nunca la revisó o modificó oficialme nte. En 1917, el resurgim iento de los soviets en Rusia convenció a Lenin de que los consejos de obreros セイ。ョ@ la forma revolucio naria necesaria del poder proletario , en contraste con las formas universal es del poder capitalist a en Europa, y elaboró 141 Epilogo el primer desarroll o real de la teoría política marxista con su famosa interpreta ción de ellos en El Estado Y la :evolución. Sin embargo, ni entonces ni más tarde イZャ。」セョ￳@ o integró su doctrina sobre el partido en su exphcacw n de los soviets en Rusia o en cualquier otra parte. Sus textos sobre la primera no hacen mención alguna de la segunda, Y sus textos sobre ésta guardan silencio en lo referente a la primera. El resultado de esto fue que permitió una rápida reversión del democrat ismo soviético radical ·El eウエセ、ッ@ y la revolució n al radical autoritar ismo partidista イ。、セ」ャ@ ·del Estado ruso después del comienzo de la ァオセイ。@ ciV.Il. Los discursos de Lenin posterior es a la guerra CIVIl registran la decadenc ia de los soviets, pero sin preocupa rse mucho o lamentar lo seriamen te. Los remedios finales que propuso para hacer resurgir la 、・ュッセイ。」ゥ@ i_イセャ・エ。ゥ@ frente a las usurpacio nes de una burocrac ia chovmist a en la URSS meramen te instaban a efectuar cambios limitados dentro del partido, no dentro de la clase o el ー。■セZN@ no hay ョゥァオセ@ alusión a los soviets en su testimoni o pohuco. El fallo tearico que esto implicaba puede ウ・セ@ relaciona do con. los errores prácticos cometido s por Lemn y los 「ッャ」セ・カオーウ@ durante la guerra civil y después de ella en el ・jイセiN」LQP@ Y la justificac ión de una represión política de la ッーウゥセioョ@ .que, como probable mente se demostra rá cuando los histonado res marxistas la hayan estudiado honestam ente, fue a menudo innecesar ia y retrógrad a. . ii) Lenin comenzó su actuación política イ・」ッョゥセ、@ la fundamen tal diferenci a histórica entre eオセッー。@ occ.Idental y Europa oriental en ¿Qué hacer? En vanas ocaswnes posterior es (sobre todo en El «izquierd ismo», enfermed ad infantil del comunism o) aludió nuevame nte a Zセャ。N@ pセイ_@ nunca hizo seriamen te de ella un objeto de reflexwn pohtlca marxista. Es notable el hecho de que en El Estado Y la revolución, quizá su obra más importan te, se mantenga en un plano de total generalid ad su ・ク。セョ@ del eウセ。、ッ@ 「セイᆳ g:ués, pues por la forma en que lo considera podna refenrse a cualquier país del mundo. De hecho, セQL@ Estado ruso, que acababa de ser eliminado por la revolucw n セ・@ f・「イセッL@ era absolutam ente distinto de los Estados aleman, frances, ?e. 142 Epílogo Perry Anderson inglés o norteam ericano , a los que se refería n las citas de Marx y Engels en las que se basó Lenin. Al no delimit ar inequívo cament e una autocra cia feudal de la democr acia burguesa, Lenin originó involun tariame nte una constan te confusión. entre los marxis tas posteri ores, confusi ón que iba a Impedi rles elabora r una estrate gia revoluc ionaria eficaz en Occidente. Esta sólo podía habers e forjado sobre la base directa y sistemá tica del Estado represe ntatide una エ・ッイ■セ@ vo democr aticobu rgués en los países capital istas avanza dos Y de las combin aciones específ icas de su maquin aria de conセ@ c?erció n, que eran ajenas al zarismo . La consecuenウセョッ@ incapac idad Cia practic a de esta deficie ncia teórica fue la Lenin, para por fundad a y guiada de la III iセャエ・イョ。」ゥッL@ del imcentros s mayore arraigo en las masas de los ャッァZ。セ@ anglosa mundo el veinte: penahs mo modern o en los años socieda estas En . Unidos s JÓn de Inglate rra y los Estado estrade tipo otro y partido de des se necesit aba otro tipo tegia, que no fueron inventa dos. La obra sobre econom ía de Lenin, El imperia lismo, que fue un conside rable avance en ャセ@ época en que .fu: escrita (1916), era, sin embarg o, priny despué s de la guerra parecía in、・ウ」ョセエゥカ。L@ 」セー。ャュ・ョエN@ capital ismo modern o para recudel idad dicar una Incapac halló formul ación oficial en que es desastr sus perarse de tern. Una vez más un táKomin la de entos docum mucho s soó a los ュゥャエ。セ・ウ@ dispens ico económ ofismo cito catastr política teoría una r elabora de tarea difícil la de s cialista de las estruct uras del Estado con el que tenían que habérselas en Occidente. Es exigua la evaluac ión teórica seria de la obra de Trotski que se ha realizad o hasta ahora. La biograf ía de Deutsc her, probab lement e la biograf ía más leída de un revoluc ionario no ha ido acomp añada o seguida de ョゥァセ@ 」オイゥッセ。ュ・ョエ@ estudio análog amente sistemá tico de las ideas de Trotski en parte, quizá, porque sus mismo s mérito s han ッ」オャエ。、セ@ la necesid ad de hacerlo . Más próxim a en el tiempo a la polémi ca política actual que la de los otros teórico s de la clásica, la obra de Trotski exige un análisis desエイ。、セ」ゥ￳ョ@ apasiOn ado. y honesto que aún, en general , no ha recibid o. 143 Las dificult ades fundam entales que plantea parecen ser las siguientes. i) La noción de «revolu ción perman ente» fue expues ta de la イ・カセャLオᆳ por Trotsk i para explica r y predec ir el 」セイウッ@ ción rusa. Demos tró ser exacta. No hubo nmgun a revoluc wn burgue sa en Rusia; no se produj o ningun a estabili zación capital ista interme dia; una insurre cción obrera. estableció un Estado proleta rio a los pocos meses del fm del zarismo , y este Estado no logró constru ir el socialis mo cuando se halló aislado en un solo país. Sin embarg o, después de 1924, Trotsk i general izó su esquem a. de Qセ@ revolución rusa a todo el mundo colonia l y ex coloma l, afirma ndo セオイᆳ que en adelant e no podría triunfa r ningun a イ・カッャオ」ゥセョ@ @ ウ ィ 。 エ ャ ー セ fase a guesa en un país atrasad o ni ha?er ningun estabili zada de desarro llo anteno r a una revoluc wn proletaria. Los dos logros siempr e citados como imposi bles para una burgue sía colonia l eran la consec ución de la. indepen dencia nacion al y la solució n de la cuestió n agrana . ·La exE:l perienc ia históric a de posgue rra iba a ser más 。ュセゥァオN@ pnla @ ゥ ・ N 、 セ イ エ ョ ッ 」 @ L セ ・ イ 。 ー a ejempl o de la revoluc ión argelin mera afirmac ión; el caso de la revoluc wn bolivia na, la seera gunda. Un tercer criterio , no menci<;mado tan a ュセョオ、ッL@ (parlantativa represe acia democr la de el estable cimien to mentar ia): treinta años de Unión India sugiere n que esto tambié n es posible . Se podría n utilizar argume ntos secundarios para sostene r que ningun o de los antiguo s países coloniale s ha satisfec ho nunca los tres criterio s, o que la セ・イᆳ dadera indepen dencia, la solució n 、セ@ la cuestión. ag;ana la democr acia nunca han sido conqui stadas en nmgun p_ais a causa del papel del imperia lismo, la usura y la 」ッイセーゥ⦅￳ョ@ en ellos. Pero toda general ización indebid a de los cnteno s que definen una revoluc ión burgue sa de este tipo tiende a conver tir la teoría de la revoluc ión perman ente en una taurescata r tología (sólo el socialis mo puede, por 、・ヲゥョセ￳L@ resolve r o l mundia o mercad del país un a e tament comple de todos los problem as del campes inado), o exige ーイオセ「。ウ@ caella que nunca han dado ni siquier a los mismo s paises pitalist as avanza dos (que tardaro n siglos en llegar _a la d:mocrac ia burgue sa, por ejempl o, con mucha s regresiOnes si- :v 144 '·' Perry Anderson mi_lares a las de la India contemporánea). Por lo tanto, el axioma de la «revolución permanente» debe considerarse in、セュッウエイ。N@ hasta 。ィッイセ@ _como teoría general. Tal vez po、セ。ョ@ conJeturarse sus dificultades por su derivación literal de un texto de Marx de 1850. La fidelidad canónica a Marx de. este género no puede ser una garantía de exactitud científica. · ii) Los escritos de Trotski sobre el fascismo constituケセョ@ セQ@ único análisis directo y elaborado de un Estado caーゥエセィウ。@ moderno en todo el marxismo clásico. Superior en cahdad a todo lo escrito por Lenin, tratan, sin embargo, de algo que ha resultado ser una forma atípica de Estado 「セイァオウ@ セ@ el siglo XX, por importante que pueda haber Sido h1stoncamente su aparición en su tiempo. Para teorizar sobre la especificidad del Estado fascista como el más mortal ・ョセゥァッ@ de la clase obrera, Trotski, desde luego, tuvo que brmdar elementos de una contrateoría del Estado democraticoburgués , a fin de establecer el contraste ・ョエイセB@ ambos. Por ello, en sus escritos hay más consideraciones sobre la democracia burguesa que en los de cualquiera de sus predecesores. Sin embargo, Trotski nunca elaboró una explicación sistemática de ella. La ausencia de tal teoría ーセイ・」@ セ「・イ@ tenido, efectos determinantes sobre sus juic_ws ーッィエセ」ウ@ despues de la victoria del nazismo. En particular, mientras que en sus ensayos sobre Alemania subrayaba la imperativa necesidad de ganar a la pequeña burァセ・ウ■。@ para una alianza con la clase obrera (citando el eJemplo del bloque contra Kornilov en Rusia), en sus ensayo_s _sobre el Frente Popular descartaba a la organización tradicional de la pequeña burguesía local, el Partido Radical, por 」ッョウゥセ・イ。ャ@ meramente un partido de «imperialismo democrático» que en principio debía ser excluido de toda alianza antifascista. El mismo cambio es evidente en sus artículos sobre la guerra civil española, aunque con algunas reservas y correcciones. Luego, al comienzo de la segunda guerra mundial, Trotski condenó el conflicto internacional como una mera repetición interimperialista de la primera guerra mundial, en la que la clase obrera no debía optar por ninguna de las partes, pese al carácter fascista Epílogo 145 de una de ellas y el carácter democraticoburgu és de la otra. Esta postura fue justificada mediante la afirmación de que, puesto que de todos modos en los años treinta el mundo imperialista marchaba hacia el desastre económico, la distinción entre las dos formas de Estado capitalista había dejado de tener importancia práctica para la clase obrera. Los errores de esta evolución teórica son evidentes. Los propios escritos anteriores de Trotski sobre Alemania son la mejor refutación de sus escritos posteriores sobre la guerra. Una vez que la URSS fuese atacada por Alemania, por supuesto. Trotski habría modificado su postura sobre el conflicto mundial. Pero el catastrofismo económico que parece haber motivado los errores de su fase final fue una constante de la III Internacional desde Lenin en adelante, y su fuente última, como hemos visto, era Marx. iii) Trotski fue el primer marxista que elaboró una teoría de la burocratización de un Estado obrero. Su expli cación de la situación de la URSS en los años treinta sigue siendo un logro magistral, por cualquier patrón que se la juzgue. Sin embargo, quizá inevitablemente. nunca exploré todas las implicaciones y paradojas de la idea de un «Esta· do obrero» que sistemáticamente reprimía y explotaba a la clase obrera. En particular, no era probable que la teoría, tal como él la legó, pudiera predecir o explicar el surgimiento de nuevos Estados de este tipo fuera de Rusia, en países donde no había un proletariado industrial similar (China) o no se había producido una revolución social semejante desde abajo (Europa oriental), セᄋ@ donde -no obstante- se creó un sistema histórico obviamente similar, sin ninguna degeneración anterior. La polémica posterior sobre la extensión de la noción de «estalinismo» iba a reflejar esta dificultad. Otro problema de la teoría general de Trotski sobre la n.:.;turaleza de un Estado obrero burocratizado iba a plantearlo su tesis de que era indispensable una «revolución política» coercitiva para restaurar la democracia proletaria allí donde había sido abolida por una casta usurpadora de funcionarios. Esta perspectiva ha sido repetidamente justificada por el curso de los acontecimientos en la URSS, en contra de las esperanzas de quienes, como Deutscher, creían en la 146 J :.¡ ;·! セ[@ ᄋセN[@ k! ),. セ@ · 0 ; Ó: 0 ,;, {NLセ@ lli.liil ... Perry Anderson posibilidad de una reforma gradual y pacífica de la dominación burocrática desde arriba. Pero su premisa era, evidentemente, la preexistencia de una democracia proletaria original que había sido anulada y que, por ende, podía ser recuperada mediante una revuelta política inmediata. En China, Vietnam y Cuba, sin embargo, la idea de una «revolución política» parecía históricamente mucho menos convincente, dada la ausencia de soviets iniciales que restaurar. En otras palabras, en estos países se planteaba la difícil cuestión de «fechar» el momento en que podía juzgarse que una revolución política era un objetivo oportuno y no utópico. Trotski dejó pocas indicaciones de cómo podía ocurrir esto aun en Rusia. Y no ha habido prácticamente ninguna discusión sobre cómo podría o debería realizarse en China o Cuba. Así, quedan sin resolver algunos de los más importantes problemas implícitos en la noción de «Estado obrer.o» o en la de «revolución política». Estos son, pues, algunos de los problemas canónicos que plantea todo estudio de la literatura clásica del materialismo histórico. Registrarlos no es en modo alguno faltar al respeto a los más grandes de sus pensadores. Sería absurdo imaginar que Marx, Lenin o Trotski podrían haber resuelto todos los problemas de su tiempo, por no hablar de los que aparecieron después de ellos. Que Marx no descifrara el enigma del nacionalismo, que Lenin no dilucidara la esencia de la democracia burguesa o que Trotski no predijera revoluciones sin soviets, no son motivos de sorpresa ni de censura. La talla de sus realizaciones no queda disminuida por ninguna lista de sus omisiones o errores. En verJad, puesto que la tradición que representan siempre se ocupó de las t:ostructuras políticas y económicas ---como no se ocupó de ellas el marxismo occidental, con su orientación típicamente filosófica-, los mismos temas reaparecen prácticamente como problemas universales ante todo militante socialista del mundo contemporáneo. Hemos visto cuán numerosos y acucian tes son ahora. ¿Cuál es la naturaleza constitutiva de la democracia burguesa? ¿Cuáles son la función y el futuro de la nación-Estado? ¿Cuál es el ca- Epílogo 147 rácter real del imperialismo como sistema? ¿Cuál es el si?nificado histórico de un Estado obrero sin 、・ュ_セイ。」Q@ soob rera.? (.· Co' m-o puede llevarse a cabo una . ·revolucwn , d cialista en los países capitalistas 。カ_コセ、ッウ@ ¿ C?mo pue e hacerse del internacionalismo una pract1ca genuma, no ュセᆳ ramente un ideal piadoso? ¿Cómo puede evitarse en l.os antiguos países coloniales el destino de revoluciones antenores e? situaciones similares? ¿Cómo pueden ser atacados セL@ abohdcs los sistemas establecidos de privilegios y ッーセ・ウQNョ@ burocráticos? ¿Cuál sería la estructura de una autentica democracia socialista? Estos son los grandes problemas por resolver que constituyen el orden del día más urgente para la teoría marxista actual. INDICE DE NOMBRES Adorno, Theodor, 37 y n. (4), 39, 45-47, 58-59, 65, 69-70, 75, 79, 84, 88, 89, 91, 92, 95, 101, 102 n. (19), 104, 110, 111, 129 n. (13) Albania, 35 Alemania, 2, 7-13, 15, 18-22, 24, 25, 30-32, 35, 37-39, 42-48, 51 n. (16), 57, 60, 62, 65, 72, 120, 123, 124, 126, 141, 144, 145 Althusser, Louis, 1, 37, 38, 52, 53, 57, 58, 64, 65, 67, 69, 70, 74, 75, 77, 81-85, 88-92, 97, 104106, 110, 111, 113, 119, 126, 134 n. (1) Archivos para la Historia del Socialismo y el Movimiento Obrero, 31, 45 Argelia, 57, 59 Aristóteles, 80 Austria, 15, 18, 25, 26, 30-33, 64, 123, 129 Axelrod, Paul, 99 Bachelard, Gaston, 74, 75 Baran, Paul, 61 Baudelaire, Charles, 95, 97 n. (11) Bauer, Otto, 14, 15, 17, 22, 26, 32, 33, 64, 128 Bélgica, 123 Benjamin, Walter, 37-39, SO, 65 n. (1), 70, 95, 96 n. (5), 112, 129 n. (13) Bernstein, Eduard, 12 n. (3), 21 Bogdanov, Alexander, 75 n. (19) Bohm-Bawerk, Eugen von, 17, 32 bolchevismo, 15, 22, 27, 29, 123, 129, 141 Brecht, Bertolt, 95, 97 Bujarin, Nicolás, 14, 15, 18, 22 n. (11), 24, 29, 32, 38 Bulgaria, 35 Canguilhem, Georges, 74 n. (14) Cassano, Franco, 56 n. (21) Cerroni, Umberto, 55 Colletti, Lucio, 37, 39, 55, 56, 58, 60, 64, 65, 77, 80, 81 n. (28), 84, 88-91, 92 n. (51) Comité Central del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, 12, 15, 24 n. (13) Copérnico, Nicolás, 137 Cornu, Augusto, 52 Cremonini, Leonardo, 97 Croce, Benedetto, 40, 73 Cuba, 59, 146 Checoslovaquia, 30, 35 China, 52, 126, 128, 145, 146 De Beuvoir, Simone, 51 Deborin, Abram, 82 n. (30) Delia Volpe, Galvano, 37 n. (4), 39, 54-56, 65, 66, 69, 70, 74 n. (15), 80, 88-90, 96, 98 n. (115) De Sanctis, Francisco, 73 Descartes, René, 77, 82 n. (30) Deutscher, Isaac, 122, 124, 142, 145 Jndice de nombres 150 ZイNセ@ Die Neue Zeit, 12, 24 n. (13), [セ@ Zセ@ 86 Dilthey, Wilhelm, 72 セ@ セQ@ ., ¡: Engels, Friedrich, 8-13, 17, 18, 21, 31, 40 n. (4), 48, 52, 53, 76, 77, 81 n. (30), 86, 90, 94, 107 n. (31), 112, 114 n. (40), 128, 129, 136, 140 Escandinavia, 127 España, 30, 39, 40, 56, 121, 124, 144 . · Estados Unidos, 11, 33, 35, 42, 44, 46, 47, 57, 59-62, 65 n. (1), 122, 124, 127, 142 fascismo, 30, 35, 39, 43, 55, 60, 102, 112; véase nazismo Feuerbach, Ludwig, 8, 68, 77, 78, 89 Fiori, Giuseppe, 44 n. (7) Flaubert, Gustavo, 74, 96 Francia, 2, 30, 35, 37-39, 47-52, 57, 60, 62, 65 n. (1), 66, 67, 70, 73, 79, 86, 91, 96, 110, 118121, 124, 126, 141 Francfort, Escuela de, 31, 32, 44-47, 57, 64, 73, 91, 92 n. (31), 101, 103, 110, 111, 116 n. (41) Frente Popular, 47, 50 Freud, Sigmund, 73-75, 103-106 Friedmann, Georges, 48 Gran Bretaña, 2, 8, 35, 40, 62, 118, 121, 122, 126, 127, 130 n. (14), 142 Grecia, 56 Grossmann, Henryk, 32, 33, 45, 62 n. (25), 129 n. (13) Grünbert, Carl, 31, 45 Guerra Mundial, I, 14, 17, 19, 21, 22, 27, 38-41, 144; II Guerra Mundial, 33, 35, 39-41, 57, 60, 62, 65, 87, 122-124, 144 Guterman, Norbert, 48, 66 Hamerow, Theodore, 9 n. (1) Hegel, Georg Wilhelm Friedrich, 8, 51, 68, 69, 77-80, 89, 90, 92 Heidegger, Martín, 51 n. (16), 74 Hilferding, Rudolf, 14, 15, 17, 22, 33, 45, 64 Hindness, Bary, 134 n. (1) Hirts, Paul, 134 n. (1) Hitler, Adolf, 45, 123 n. (9) Hjemslev, Louis, 74 n. (15) Hobbes, Thomas, 108 n. (32) Holanda, 46 Horkheimer, Max, 37, 38 n. (2), 45, 46, 50, 84, 89, 101, 102 n. (19), 111, 116 n. (41) Horthy, Miklos, 43 Hume, David, 77, 80 Hungría, 25, 26, 30, 35, 37, 42, 43, 51, 53, 55, 57, 59, 64, 65 n. (1) Galiani, Fernando, 106, 107 Galilei, Galileo, 80, 137 Genet, Jena, 96 Goethe, Wolfgang, 95 Goldmann, Lucien·, 37, 39, 65, 74, 84, 88, 89, 95 Gramsci, Antonio, 1, 36, 38, 40 n. (4), 41-44, 54, 57, 59, 65 n. (1), 70, 71, 73, 74, 85, 88, 94, 96, 97, 99-101, 109-112, 119' 129, 130 Husserl, Edmund, 73 India, 143 Instituto de Investigación Social. Véase Francfort, Escue- la de Instituto Marx-Engels (Moscú), 24, 31, 65, 122 Internacional, I, 8, 9; II, 8, 22, 37, 65, 81 n. (28) y (30), 86, Indice de nombres 98, 116; III, 27, 29, 30, 44, 57, 87, 115, 127, 142, 145; IV, 121123 Italia, 2, 26, 27, 30, 34, 38, 39, 42-44, 53-58, 60, 62, 65 n. (1), 66, 73, 74 n. (15), 80, 85, 91, 97, 106, 114 n. (40), 118, 126 Jameson, Frederic, 98 n. (14) Japón, 62, 119 Jaspers, Karl, 51 n. (16) Jau res, J ean, 48 Jay, Martín, 44 n. (8) Kalecki, Micha!, 62 n. (25) Kant, Immanuel, 77, 80, 81 n. (28), 84, 93 Kautsky, Karl, 11, 12, 15-17, 21, 22, 64, 75 n. (19), 86, 116 Keynes, John Maynard, 61, 62 n. (25) Kierkegaard, Srpren, 79, 80, 93 Kojeve, Alexandre, 51 Korsch, Karl, 36, 37 n. (4), 38, 41, 42, 44, 64, 65, 68, 76, 89, 119 Koyré, Alexandre, 51 n. (16) Labriola, Antonio, 11, 12, 15, 26, 40 n. (4), 54, 78 n. (21), 87, 114, 129 n. (13) Lacan, Jacques, 74, 75 n. (18) Lask, Emil, 72 Lefebvre, Henri, 37, 39, 48-51, 58, 65, 66, 75, 84, 96 Leibniz, Gottfried Wilhelm, 77 Lenin, Vladimir Ilyich, 14-24, 27-29, 38, 63, 64, 73 n. (12), 75 n. (19), 78 n. (21), 87, 90, 114, 119-120, 122, 127, 128, 130, 136, 137, 140, 141, 144, 145 Leopardi, Giacomo, 114 n. (40) Leví, Paul, 25 n. (14) Lincoln, Abraham, 139 151 Lukács, Georg, 1, 36-38, 41-44, 50, 53, 57, 58, 64, 65, 67, 68, 69, 72, 74, 76, 78, 79, 84, 88, 89, 98 n. (15), 119, 129 n. (13) Luxemburgo, Rosa, 14, 15, 17, 20, 22, 24, 25, 32, 45, 62 n. (25), 64, 87, 129 n. (13) Mach, Ernst, 75 n. (19) Machiavelli, Niccolo, 85, 99 Mahler, Gustav, 95 Mallarmé, Stéphane, 96 Malraux, André, 96 Mandel, Ernest, 123, 124 Mann, Thomas, 95 Marcuse, Herbert, 1, 37-39, 45, 47, 57, 58, 65, 67, 69, 73, 74, 75, 77, 79, 84, 88, 89, 96, 103, 104, 110, 111, 129 n. (13) Martov, Julius, 24 n. (13) Marx, Karl, 7-22, 23, 31, 33, 48, 52, 63, 65-69, 75-86, 89, 91, 92, 94 n. (1), 98, 99 n. (15), 106, 107, 112, 114, 115, 128-130, 134-138, 144-146 Mehring, Franz, 11-13, 15, 22, 52, 129 n. (13) Merker, Nicolo, 55 Merlau-Ponty, Maurice, 51, 67 Mondolfo, Rodolfo, 54 Montesquieu, Charles de Secondat, 84, 93 Morris, William, 12 n. (3) Moszkowska, Natalie, 32, 33, 62 n. (25) Mussolini, Benito, 30 Napoleón III, 138 nazismo, 32, 33, 35, 43, 45-47, 65, 120-122, 124, 144 Nietzsche, Friedrich, 84 Nizan, Paul, 48-50 Octubre, revolución de, 1, 2227, 38, 56, 99, 119, 129, 144 Oposición de Izquierda, 43, 125 1ndice de nombres 152 París, Comuna de, 8, 9, 14 Partido Comunista A l e m á n (KPD), 15, 25, 30, 42, 44-47, 57 P a r t i d o Comunista Francés (PCF), 39, 48-51, 53, 57, 118 Partido Comunista Húngaro, 41, 42, 49 n. (12) Partid o Comunista Italiano (PCI), 39, 42, 43, 54-56, 59, 60, 94 n. (1) Partido Comunista Polaco, 32, 62 n. (25), 121 Partido Comunista Soviético, 29, 43, 51, 52, 57 Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), 12, 15, 21, 45, 46, 65 Partido Socialdemócrata Polaco, 15 Partido Socialista Francés, 48 P a r t i d o Socialista Italiano (PSI), 12, 27, 38, 114 n. (40) Pascal, Blaise, 84, 93 Pasquali, Giorgio, 114 n. (40) Piaget, Jean, 74 Pietranera, Giulio, 55 Platón, 77 Plejánov, Georgy, 11, 13, 15, 22, 81 n. (30), 87, 99, 129 n. (13) Politzer, Henri, 48, 49, 84 n. (41) Polonia, 21, 27, 32, 35, 62 n. (25), 121 Portugal, 30 Preobrazhenski, Evgeni, 14, 15, 24, 29 Procacci, Giuliano, 16 n. (9) Proudhon, Pierre J oseph, 8 Racine, Jean, 96 Revai, Josef, 70 n. (9) Riazanov, David, 23, 29, 45, 52, 64, 65, 122 Ricardo, David, 69, 94 n. (1), 107, 139 Riechers, Christian, 54 n. (20) Rosdolsky, Roman, 122-124 Rossi, Pietro, 55 Rousseau, Jean-Jacques, 81, 93 Rumanía, 36 Rusia, 11, 15-30, 63, 87, 99, 100, 121, 128, 140, 141, 143; véase URSS Sartre, Jean-Paul, 1, 37, 39, 49 n. (13), 51, 58, 65, 67, 69, 70, 73, 74, 77, 79, 85, 88, 89, 91, 96, 106, 107, 109, 111, 113, 126 Schelling, Friedrich Wilhelm Joseph, 84, 93, 101 Schiller, Friedrich, 66 Schumpeter, Joseph, 26 n. (15), 75 Scott, Walter, 95 Seve, Lucien, 70 n. (9) Simmel, Georg, 72 Solzhenitsin, Alexander, 95 Sorel, Georges, 86 Spinoza, Baruch, 81-84, 93, 106 Sraffa, Piero, 94 n. (1), 139 Stalin, José Vissarionovich, 29, 36, 115, 120, 123 n. (9), 128, 129 Sternberg, Fritz, 32 Suiza, 33 n. (19), 37, 39, 46, 74 Sweezy, Paul, 33, 61, 75, 129 n. (13) Tarbuck, Ken, 18 n. (10) Timpamlro, Sebastiano, 77 (20), 114 n. (40) Tintoretto, Jacopo, 96 Togliatti, Palmiro, 43 Tomás de Aquino, 77 Trotski, Leon, 14, 15, 19, 21, n. (11), 23, 24, 27, 29, 107 (30), 119-124, 128, 142-146 Tugan-Baranovski, Mikhail, n. (13), 33 Turati, Filippo, 12 n. (4) n. 22 n. 26 Indice de nombres Ucrania, 26 n. (19), 122, 124 Unamuno, Miguel de, 40 n. (4) URSS, 28-31, 34-36, 41-44, 56, 57, 59, 65, 107 n. (30), 115, 119122, 124-126, 140, 141, 145, 146 153 Wilamowitz, Ulrich von 114 n. (40) ' Williams, Raymond, 130 n. (14) Yugoslavia, 36, 56 Wagner, Richard, 95 Weber, Max, 16 n. (9), 72 zhda:tl.ovismo, 50, 54