Religious Belief And Doctrine">
Tema 2. El Porqué de La Revelación
Tema 2. El Porqué de La Revelación
Tema 2. El Porqué de La Revelación
4.- La llamada a la
comunión y la fe
1. El porqué de la
Revelación En el hombre
existe
un deseo natural
de alcanzar un
conocimiento pleno de
Dios.
Este conocimiento
no se puede alcanzar
por las solas fuerzas
humanas.
pero nos dan un
conocimiento limitado de Él
y de su vida.
Incluso,
para alcanzar esa certeza
existen notables
dificultades.
Una anécdota ilustrativa:
Ha querido desvelar
su propia
intimidad, tratar a
los hombres como
amigos y como
hijos amados,
para hacerlos
plenamente felices
con su amor
infinito.
Los anhelos de plenitud
y los anhelos de
salvación
en
quenuestra
están condición
humana
inscritosno se pueden
satisfacer
con algo terreno.
La revelación de Dios,
la entrega que Él hace de
sí mismo donando su amor
infinito,
sobreabundantemente…
tiene la capacidad de colmar
el corazón humano,
llenándolo de una
felicidad mucho mayor de
la que el hombre mismo
es capaz
de desear o imaginar.
Como escribió san Pablo
a los Corintios (1 Cor 2,9):
«Ni ojo vio, ni oído oyó,
ni pasó por el corazón
del hombre,
las cosas que…
Dios preparó
para los que le aman»
Benedicto XVI,
Audiencia,5-X-2012:
La Revelación
«es la realización
de las aspiraciones
más profundas, de
aquel deseo de infinito
y de plenitud que
alberga en lo íntimo
el ser humano, y
lo abre a una felicidad
no momentánea y
limitada, sino eterna».
2. La Revelación en la
historia de la salvación
Según el Concilio Vaticano II,
la Revelación
responde a un plan,
a un proyecto
que se desarrolla mediante
la intervención de Dios
en la historia de los
hombres.
Dios
toma la iniciativa e
interviene en la historia
a través de determinados
acontecimientos como:
-la llamada del patriarca
Abraham a la fe,
y ordena esos
hechos para la
salvación
que desea dar a los
hombres.
Dios mismo
comunica el sentido
profundo de esos
acontecimientos,
su significado para la
salvación,
a hombres elegidos por Él,
a los que constituye en
testigos de esa acción divina.
Por ejemplo,
Moisés y Aarón
fueron testigos de los
milagros que hizo Dios
para obligar al faraón de
a dejar partir al pueblo de Israel,
y así liberarlo de la esclavitud.
De esa manera,
Dios desveló y realizó
una etapa de su
designio, abrió unos
caminos previstos por
Él
desde su eterna
sabiduría
para que los hombres
supieran que estar con Dios
significa libertad y salvación.
A esa etapa
siguieron otras etapas y
otros acontecimientos
salvadores, por eso se
habla de
una “historia de la salvación” de
Dios con los hombres.
Esa “historia de la
salvación” está
narrada en el AT, y
más concretamente
eny los
en los libros
libros históricos del
iniciales
(GénesisATy Éxodo
principalmente)
(16 libros, entre los cuales
-el libro de Josué,
-los dos libros de Samuel y
-los de los Reyes).
La historia de la salvación
culmina en un gran
acontecimiento: el de
la Encarnación
del Hijo de Dios,
un suceso, situado en la
historia humana que
marca la plenitud de
ese proyecto de Dios.
La Encarnación
es un
acontecimiento
singularísimo.
Ahí Dios no interviene en
la historia como antes,
a través de ciertos
acontecimientos y de
palabras transmitidas
por medio de hombres
escogidos,sino que Él
mismo entra en la
“historia”:
se hace hombre y
se hace protagonista
de esa historia humana
para guiarla y
reconducirla al Padre con
su predicación
y sus milagros,
con su pasión,
muerte y
resurrección.
Con el envío final
del Espíritu Santo
prometido a
sus discípulos.
En la historia de la
salvación, que culmina
en la vida de Cristo y el
envío
del Espíritu Santo, Dios,
además de revelarnos
su propio misterio,
nos desvela también
cuál es su proyecto
respecto a nosotros.
Es un proyecto
grande
porque yfuimos
hermoso
elegidos
por Dios,
aun antes de la creación del
mundo, en el Hijo,
Jesucristo.
No somos fruto de la
casualidad, sino de un
proyecto
que nace del amor de Dios, que
es un amor eterno.
Nuestra relación con Dios no se
debe sólo a que Él nos creó,
ni nuestra finalidad se agota
en el hechoendelaexistir
insertados o estar
historia.
No somos
tan sólo criaturas…
somos hijos suyos
adoptivos: hermanos
de Jesucristo.
Por eso
el misterio de Dios
es el motivo último
de nuestra existencia.
El Compendio del
Catecismo
(n. 6):
«Dios, en su bondad y
sabiduría, se revela al hombre.
Este
de la designio
vida divina…
consiste en hacer
partícipes
a todos los
hombres, mediante
la gracia del
Espíritu Santo, para
hacer de ellos hijos
adoptivos
en su Hijo
Unigénito»
Es inaccesible pero su
amor lo hace cercano
a los hombres.
Es soberanamente libre
en sus decisiones y
está enteramente
comprometido con ellas.
Todo eso da a Dios
un carácter fuertemente personal,
porque es propio de las personas
decidir, elegir, amar, manifestarse
a los otros.
Los hombres
manifestamos nuestra
personalidad y
nuestro carácter con lo
que decimos y con
nuestros actos.
A través de ellos,
los demás aprenden a
conocernos: revelamos
nuestro modo de ser.
Y Dios hace lo
mismo.
En el AT,
Dios se revela,
en primer lugar,
con sus palabras.
Por ej.:
Ex 20,2:
Y, junto con
las palabras,
las obras:
La labor evangelizadora
de la Iglesia
está vivificada por la
acción de la
Trinidad.
Además,
no hay nadie
que no reciba
de parte de Dios
la ayuda y
las luces
para alcanzar
la comunión con Él.
La Revelación
es una invitación de
Dios a la comunión con
Él
y a la salvación.
«La respuesta adecuada a
esta invitación es la fe».
(Catecismo n. 142)
Y ¿qué es la fe?
es una luz
interior que
viene de Dios
por la que
reconocemos
su presencia
y su
actuación.
Una luz que lleva
a abrazar con alegría
aquello que ha escuchado,
que da un nuevo sentido
a la vida…
a esa acción
divina: acto de
adhesión
al Dios que se
revela.
Dei Verbum, 5:
Un acto libre.
Dios ilumina… y
el hombre siempre es
libre de acoger o rechazar
la invitación de Dios,
para aceptar a Jesús
como Señor de su
vida o rechazarlo.
Esto último
le pone en peligro
de perder la felicidad
terrena y eterna.
La fe es, además,
un acto de
confianza,
porque se
acepta
ser guiados por Dios,
se acepta
Cristo
que indica…
sea Señor
con su gracia el camino
de la libertad y de la
vida.
Creer es
entregarse con alegría al
proyecto providencial
que Dios tiene para cada uno,
y que conduce a vivir como
buenos hijos de Dios.
Nos
comohace fiarnos de
el patriarca Dios,
Abrahán
y como la Virgen María.
A modo de resumen:
En el hombre existe
un deseo natural de alcanzar
un conocimiento pleno de
Dios, que no es capaz de
conocer
sin la ayuda de Dios.
Dios se ha revelado
como un ser personal y trino,
a través dela “historia de
la salvación”, recogida
en la Biblia.
Con esa revelación,
Dios quiere ofrecer
a los hombres la
posibilidad de vivir
en comunión con él,
para que puedan participar
de sus bienes y de su vida,
y así llegar a la felicidad.
Bibliografía básica
-Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 50-73.
-Francisco, Encíclica Lumen Fidei.
-Benedicto XVI, ¿Qué es la fe?», 24-X- 2012.
• Lecturas recomendadas
– C. Izquierdo Urbina, et al., Voz Revelación,
en Diccionario de teología, EUNSA, Pamplona
2006, p. 864ss.
• – J. Burgraff, Teología fundamental.
Manual de iniciación, Rialp, Madrid
2007, caps. III y VII.