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AVENA
AVENA
AVENA
La avena es muy exigente en agua por tener un coeficiente de transpiración elevado, superior incluso a la cebada,
aunque le puede perjudicar un exceso de humedad. Las necesidades hídricas de la avena son las más elevadas de
todos los cereales de invierno, por ello se adapta mejor a a los climas frescos y húmedos, de las zonas nórdicas y
marítimas. Así, la avena exige primaveras muy abundantes de agua, y cuando estas condiciones climatológicas se
dan, se obtienen buenas producciones. Es muy sensible a la sequía, especialmente en el periodo de formación del
grano.
Es una planta rústica, poco exigente en suelo, pues se adapta a terrenos muy diversos. Prefiere los suelos profundos
y arcillo-arenosos, ricos en cal pero sin exceso y que retengan humedad, pero sin que quede el agua estancada. La
avena está más adaptada que los demás cereales a los suelos ácidos, cuyo pH esté comprendido entre 5 y 7, por
tanto suele sembrarse en tierras recién roturadas ricas en materias orgánicas.
PARTICULARIDADES DEL CULTIVO
• Preparación del terreno: Es frecuente que la avena sea un cultivo muy poco cuidado, tanto en labores preparatorias como en abonado. Sin
embargo, si se abonara y preparara el terreno con más esmero, la avena sería capaz de producciones relativamente altas, sobre todo en los
años de primaveras lluviosas.
Si la avena sigue al trigo o a una leguminosa para grano, cercana la época de siembra, se da una bina cruzada, gradeando si se va a sembrar
de forma mecanizada. Si le ha precedido una planta de escarda, únicamente será necesario un sólo pase; cuando se siembra después de una
leguminosa forrajera hay que romper la superficie del terreno con una labor ligera.
• Siembra: Se trata de una planta poco resistente al frío, por tanto en muchas zonas se suele sembrar en primavera (desde el mes de enero en
las tierras de secano hasta el mes de marzo en las tierras de regadío), excepto en zonas con clima cálido que se suele sembrar en otoño.
La cantidad de semilla empleada suele ser muy variable. Consideramos una dosis corriente de 100 a 150 kg/ha. La densidad de siembra óptima
en avena de invierno es de 250 plantas /ha. En siembras de primavera la densidad es de 300-350 plantas/m2.
En la siembra a voleo conviene dar dos pases cruzados para que la semilla quede mejor distribuida, ya que al tratarse de una semilla muy
ligera, es difícil repartirla con regularidad. En terrenos compactos y algo secos se aconseja la siembra en surcos, pues es más fácil mantener el
terreno libre de malas hierbas, siendo la separación entre surcos de 20 cm.
En tierras pobres puede sembrarse como cabeza de alternativa, pues la avena de invierno se siembra antes que el trigo. En terrenos de más
fertilidad es corriente que vaya detrás de trigo o cebada, dado que es una planta menos exigente que estas dos. Cuando va en cabeza de
alternativa, ocupa un lugar detrás de barbecho blanco o semillado.
• Abonado: Debido a que el sistema radicular de la avena es más profundo y desarrollado que el del trigo y la cebada, le permite
aprovechar mejor los nutrientes del suelo, por tanto requiere menos aportes de fertilizantes. La avena responde muy bien al
abonado nitrogenado, aunque es sensible al encamado cuando se aplica a altas dosis.
La extracción media de avena por hectárea y tonelada es de 27,5 kg de N, 12,5 kg de P2O5 y 30 kg de K2O.
Para una producción de 3.000 kg por hectárea habría que pensar en un abonado de unas 100 unidades de N, 50 unidades de
P2O5 y 90 unidades de K2O.
Estas cantidades responden más o menos a un abonado de restitución. En caso de conocerse el análisis del terreno se podrán
modificar estas cantidades de acuerdo con la riqueza en el suelo de los tres elementos principales.
Lo mismo habría que decir para el caso de que se hubiera estercolado el terreno en años anteriores.
En terrenos pobres en cal, ligeras, con humedad suficiente, la cianamida cálcica es el abono nitrogenado más apropiado. En
cambio en suelos fuertes es preferible abonarlos con nitrato, y en terrenos con exceso de cal se recomiendan las sales amónicas.
La distribución del abonado se puede realizar en la siembra o durante la fase de crecimiento vegetativo, según el cultivo
precedente y la resistencia al encamado de la variedad utilizada.
Si la planta se destina para forraje en verde debe intensificarse la cantidad de nitrógeno que se aporta para conseguir una
abundante vegetación. En cambio, si se destina para grano, el exceso de nitrógeno alarga el ciclo vegetativo de la planta, lo cual
no suele ser conveniente, pues se corre el riesgo de que se asure el grano.
VARIEDADES
Los criterios a seguir en la elección de variedades son: color y calidad del grano, productividad, resistencia al encamado, enfermedades y
frío. La temperatura es el principal factor ambiental que determina el tipo de variedad.
Las avenas de invierno predominan en las zonas con inviernos suaves y las avenas de primavera, con madurez temprana, se cultivan al
norte del área de las avenas de invierno. Las variedades de media estación, de madurez tardía, se siembran en las zonas más frías de las
regiones templadas.
Además de lo anterior, los programas de mejora también desarrollan la hibridación, para crear
poblaciones de avena con genotipos que permitan la obtención de nuevas variedades. Actualmente no
existen híbridos de avena, pues se desconoce la androesterilidad citoplasmática y el cultivo de
anteras.
APLICACIONES
El grano de avena se emplea principalmente en la alimentación del ganado,
aunque también es utilizada como planta forrajera, en pastoreo, heno o
ensilado, sola o con leguminosas forrajeras. La paja de avena está considerada
como muy buena para el ganado. El grano de avena es un magnífico pienso
para el ganado caballar y mular, así como para el vacuno y el ovino. Es buena
para animales de trabajo y reproductores por su alto contenido en vitamina E.
En menor escala la avena se emplea como alimento para consumo humano, en
productos dietéticos, triturada o molida y para preparar diversos platos.
También se mezcla con harina de otros cereales en la fabricación de pan, así
como en la fabricación de alcohol y bebidas.
VALOR NUTRICIONAL
El valor nutricional del grano de avena es superior al de otros cereales, al ser la avena más rica en aminoácidos
esenciales, especialmente en lisina. El contenido en proteínas digestibles del grano de avena es mayor que en maíz y
también tiene una mayor riqueza en materia grasa que la cebada y el trigo.
IMPORTANCIA ECONOMICA Y
UBICACIÓN GEOGRAFICA
En la producción mundial de cereales la avena ocupa el quinto lugar, siendo
el cereal de invierno de mayor importancia en los climas fríos del hemisferio
norte.
PLAGAS Y ENFERMEDADES
• Plagas:
-Tarsonemus apirifex, se trata de un ácaro, que durante el espigado,
endurece la vaina con sus picaduras e impide la salida de la panícula.
Pasadas las semanas el raquis sale enteramente retorcido y las flores
quedan estériles. Se controla con una buena preparación del terreno y un
abonado adecuado. En Canadá es una de las plagas más importantes.
-El carbón desnudo (Ustilago avenae), destruye toda la panícula, dejando sólo el eje central. Esta enfermedad no suele revestir
importancia.
-La roya anaranjada (Puccina coronifera), es específica de la avena . Las uredosporas son de un color anaranjado vivo. Las pústulas
son a veces pequeñas y otras alcanzan casi el tamaño de un centímetro. Puede causar daños importantes. Para combatirla se
emplea Diclobutrazol 3% + Mancozeb 40%, presentado como suspensión concentrada a una dosis de 1-5 l/ha con 21 días de plazo
de seguridad. También se puede emplear Triadimefon 25%, presentado como concentrado emulsionable a una dosis de 0.50-1 l/ha
con 15 días de plazo de seguridad.
-Oidio (Erysiphe graminis), la planta atacada tiene un aspecto semejante a la del trigo afectada por la misma enfermedad. Presenta
unas manchas grises sobre las hojas, vainas y tallos, y también sobre las espiguillas, en las que después se ven pequeños puntos
negros. Control: emplear variedades resistentes, no sembrar demasiado espeso y disminuir el abonado nitrogenado.