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Aprender A Decir NO - Tutoria
Aprender A Decir NO - Tutoria
Aprender A Decir NO - Tutoria
CUANDO DECIR NO
¿Qué es?
Aprender a decir… NO ; establecer tus propios límites no
es sencillo pero, aunque te cause ansiedad o malestar,
debes aprender a hacerlo si quieres mejorar tus
relaciones personales y sentirte bien contigo mismo
Saber decir “NO” y establecer nuestros propios límites personales puede parecer una
tarea sencilla, pero lo cierto es que no lo es. Sin embargo, aprender a hacerlo supone
la clave del éxito de nuestras relaciones interpersonales.
Con nuestros amigos, familia y pareja , y mucho más aún en el trabajo, es importante
dejar claro qué es lo que estamos dispuestos a hacer y qué no, con el fin de que los
otros puedan conocer nuestros límites y actuar en consecuencia. Es por ello que la
ausencia de esta habilidad puede traer consigo importantes problemas personales e
interpersonales.
¿Por qué cuesta tanto
decir NO?
Decir que no es una habilidad que nos facilita establecer nuestros límites
personales, permitiendo que los demás conozcan lo que estamos o no
dispuestos a hacer. Al ser una habilidad, se trata de un comportamiento
aprendido, si bien es cierto que existen determinadas características de
personalidad que pueden facilitarnos dicho aprendizaje. Así por ejemplo,
los individuos extrovertidos a los que les gusta relacionarse con muchas
personas suelen adquirir más fácilmente esta habilidad que aquellos que
son introvertidos
TE EXPLICAMOS LOS PRINCIPALES MOTIVOS QUE PUEDEN INFLUIR A UNA
PERSONA PARA QUE ADOPTE ESTE COMPORTAMIENTO:
Elevada deseabilidad social: en muchas ocasiones buscan complacer al otro, por lo que
dicen que sí o dejan violar sus propios derechos personales porque creen que es lo que se
espera de ellos.
Facilidad para sucumbir a la presión de otra persona o grupo: como consecuencia de lo
anterior acaban haciendo aquello que las otras personas desean. Por ello, la ausencia de
esta habilidad es especialmente peligrosa en los adolescentes en lo que al consumo de
drogas se refiere.
Falta de asertividad: son incapaces de expresar de manera adecuada aquello que piensan.
Por ello, aunque crean que deben decir que no, no se atreven a hacerlo o, cuando lo
hacen, no resultan convincentes.
Experiencias negativas previas: es posible que en algún momento hayan intentado decir
que no, o establecer sus límites, y les hayan respondido de una manera inadecuada o
hayan sufrido consecuencias negativas importantes. Por lo tanto, a partir de estas
experiencias pueden aprender a “decir sí” para evitar las repercusiones que podría tener
su negativa.
Baja autoestima:
En muchos casos es la causa (“no valgo nada como para negarme”), y en muchas otras
también es una consecuencia, ya que las personas que no saben decir que no se sienten
inferiores a los demás por no verse capaces de establecer límites respecto a ellos.
Miedo al rechazo o a una evaluación negativa: para ellos es importante que los demás
les acepten y no les evalúen negativamente. Creen que si se muestran de acuerdo con
todo lo que el otro les propone tendrán menos posibilidades de ser rechazados y, por el
contrario, serán “más queridos”, y se les aceptará con facilidad.
Temor a las consecuencias que imaginan que podría tener su negativa. En algunas
ocasiones no temen tanto el rechazo de los otros como el hecho de que su negativa
implique determinadas consecuencias; por ejemplo, un despido.
CONSECUENCIAS DE NO
SABER DECIR NO…
Es cierto que decir que sí y hacer lo que los otros desean puede suponerte
beneficios a corto plazo. Las personas que no establecen sus límites suelen
parecer bastante complacientes de cara a los demás, y su trato es agradable.
Sin embargo, el coste para ellos es muy alto, ya que a largo plazo sufren
las consecuencias de no saber decir que no, que son:
Sentimiento de inferioridad y baja autoestima.
Los demás abusan de ellos: la gente recurre a ellos en exceso porque “les
acostumbran” a saber que siempre estarán ahí.
COMO APRENDER A DECIR.. NO
Te damos algunos consejos para que aprendas a decir que no y seas capaz de negarte a
hacer todo aquello que no deseas:
Pierde el miedo a lo que los demás puedan pensar: dentro de unos límites razonables, tú
eres la primera persona que debe estar satisfecha con su conducta.
Acepta la ansiedad como parte del proceso. Es normal que te pongas nervioso o te sientas
incómodo a la hora de decir que no, pero no sucumbas a este malestar diciendo que sí y
tratando de quitarte el problema de encima cuánto antes, porque así solo conseguirás diferir
una situación indeseada, pero no resolverla.
En relación a lo anterior, recuerda las consecuencias negativas que te puede acarrear
aceptar, y que seguramente no se verán compensadas por el alivio emocional momentáneo
que experimentarás si aceptas.
Colócate frente a un espejo y entrena un estilo de comunicación asertivo; piensa en
situaciones cotidianas en las que tengas que decir que no, y observa mentalmente
tu comunicación no verbal, escuchando también tu lenguaje verbal.
Di que no sin dar demasiadas explicaciones; así ofrecerás menos argumentos a
aquellos que te quieran convencer de lo contrario.
Interioriza esta idea: “es posible que no hagas ni seas aquello que deseas, pero siempre
tienes la opción de no hacer ni ser aquello que no quieres”, y ponla en práctica cada vez que
te enfrentes a una situación en la que no desees hacer lo que te proponen.
Por lo general, las personas que no saben decir que no suelen adoptar una actitud
pasiva o inhibida a la hora de comunicarse con los demás. Aunque no sea tu caso, te
ayudamos a reconocer a las personas que no saben decir no, y que se caracterizan por
el siguiente perfil: