Resumes & CVs">
Deficit Atencional
Deficit Atencional
Deficit Atencional
EDICIÓN TÉCNICO-PEDAGÓGICA
Paulina Godoy Lenz
Soledad González Serrano
Andrea Pérez Cuello
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Eduardo Bachmann Mancilla
PORTADA
Claudia Camacho Briceño
Fecha de Impresión: Noviembre de 2009
RPI 186554
ISBN 978-956-292-264-7
2 71
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
DÉFICIT ATENCIONAL
Guía para su comprensión y desarrollo de estrategias
de apoyo, desde un enfoque inclusivo, en el
nivel de Educación Básica.
3
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Índice
INTRODUCCIÓN 7
PRIMERA PARTE:
DESCRIPCIÓN DEL TRASTORNO DE DÉFICIT ATENCIONAL CON Y SIN HIPERACTIVIDAD 9
SEGUNDA PARTE
RESPUESTAS EDUCATIVAS PARA NIÑOS Y NIÑAS CON TDA CON Y SIN HIPERACTIVIDAD 31
4
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Índice
2. Principios Generales para el diseño de respuestas educativas y pedagógicas 38
2.1.- Cuidado y fortalecimiento de la autoestima 38
2.2.- Orientar los apoyos educativos y pedagógicos a metas de largo plazo 40
2.3.- Implementar estrategias de apoyo desde los primeros años para evitar “vacíos”
de aprendizaje 41
2.4.- El avance es lento, por lo que el convencimiento y la persistencia son centrales 42
2. 5.- Las actividades deben considerar la posibilidad y un espacio de movimiento a
los niños/as 43
2. 6.- Organizar las actividades considerando los diferentes estilos de aprendizaje y
permitiendo cierta flexibilidad en la manera de trabajar 43
2. 7.- Aprovechar al máximo la capacidad de juego 44
3. Aspectos claves en un establecimiento educativo para el trabajo con niños y niñas con TDA 45
3.1.- Organización institucional 45
3.2.- Organización del trabajo en el aula 47
3.2.1.- Clima social 47
3.2.2.- Resolución de conflictos 49
3.2.3.- Relaciones interpersonales 52
3.3.- Espacios físicos y naturales 55
3.4.- Organización de los grupos, tiempos y rutinas de trabajo 58
3.5.- Organización del trabajo con las familias 62
BIBLIOGRAFÍA 66
ANEXO: 67
Pauta para la entrevista con los padres 67
5
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
6
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Introducción
La escuela es la primera instancia formal donde niños y niñas manifiestan sus potencialidades
y también sus dificultades. El desarrollo de estas potencialidades y la forma de evolución de las
dificultades, dependerá en medida importante, de lo que la escuela en su conjunto sea capaz
de ofrecer. El impacto que esto puede tener en el desarrollo e historia escolar futura de los
niños y niñas con Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad (TDA/H) es muy alto.
Es por ello, que en esta Guía, se proponen algunos caminos para brindar los apoyos educativos
que los/las estudiantes con TDA requieren para canalizar sus fortalezas y superar sus dificultades
evitando así su fracaso escolar.
La actual Política de Educación Especial1 señala que para hacer efectivo el derecho a la
educación de todos --niños, niñas y jóvenes-- se requiere de un cambio social, cultural y político
que reconozca y acepte que somos una sociedad diversa, en donde todos y todas tenemos los
mismos derechos y deberes.
Enmarcada en esta visión, la Guía que se presenta a continuación ha sido diseñada con el
propósito de apoyar a los educadores y educadoras -de aula regular, docentes-directivos,
profesores de educación especial- en la comprensión de las características, posibilidades y
capacidades de niños y niñas con Necesidades Educativas Especiales (NEE) asociadas al
Trastorno de Déficit Atencional con y sin Hiperactividad, de modo de favorecer su participación
y aprendizaje en la escuela.
En la primera parte, se presenta una revisión comprensiva de las características del Trastorno
de Déficit Atencional y de su manifestación en niños y niñas desde una perspectiva contextual.
Se invita a reflexionar sobre el rol que juegan en su desarrollo, las posibilidades y calidad de las
interacciones familiares, escolares y sociales. Además, se entregan algunas claves importantes
para la detección de las dificultades, así como para generar estrategias de trabajo en la escuela
y en el hogar.
1
Política Nacional de Educación Especial. Nuestro Compromiso con la Diversidad. MINEDUC, 2005.
7
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
La segunda parte, invita a la escuela a asumir el desafío de ofrecer a los niños y niñas una
respuesta educativa que les brinde oportunidades de aprendizaje y de participación en un
contexto de valoración de su individualidad. Para ello, entrega orientaciones y sugerencias
que abordan aspectos vinculados con la organización y gestión institucional y pedagógica; la
organización del trabajo en el aula, y la relación de colaboración que debe existir tanto con la
familia como con los/las profesionales especialistas.
− la comprensión de las fortalezas y dificultades de los niños con TDA con y sin
Hiperactividad,
− la reflexión acerca de las propias creencias, expectativas y actitudes hacia ellos y ellas,
− la revisión de las prácticas pedagógicas generales y específicas con los y las estudiantes
con dificultades de atención e hiperactividad, y
Como se puede apreciar a través del desarrollo de su lectura, las condiciones del contexto
educativo, pueden hacer la diferencia para que el paso de los niños y niñas con TDA por la
Educación Básica sea una gran oportunidad para desarrollar habilidades y comportamientos
que les aseguren una buena trayectoria escolar.
Esta Guía, ha sido elaborada con la intención de ser una invitación explícita para los/las docentes
y la escuela, para mejorar las condiciones en que se educan nuestros niños y niñas, en especial
los que presentan necesidades educativas especiales.
8
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Primera Parte
Descripción del Trastorno de Déficit Atencional
con y sin Hiperactividad
9
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Es frecuente escuchar de parte de profesores y profesoras que en sus aulas tienen niñas y niños
inquietos y con dificultades para seguir el ritmo de la clase. Refieren que son niños(as) que
interrumpen el desarrollo de las actividades de aprendizaje, que importunan a sus compañeros(as),
y que algunos, no logran los aprendizajes esperados.
Si bien, las investigaciones señalan que la reiteración de estos casos es de un 3% y un 7%, los
reportes de docentes y actores escolares dan la impresión que el porcentaje fuese mayor y que,
en el contexto del grupo curso, las dificultades de estos estudiantes aumentaran, hasta el punto
que la dinámica grupal y el clima de trabajo pueden llegar a ser difíciles de manejar. Esto, tendría
además repercusión en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y en el clima (de tensión)
que genera al conjunto de la comunidad educativa.
Pareciera ser que gran parte del comportamiento esperado por el establecimiento es justamente
aquel en el que niños y niñas con Déficit Atencional e Hiperactividad, presentan mayores
dificultades:
10
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Es decir, muchas de las conductas que el centro educativo espera de sus estudiantes, son
aquellas que, en general, los niños y niñas con TDA e Hiperactividad demoran en desarrollar.
Pareciera, sin embargo, ser la escuela el lugar que más oportunidades les puede entregar para
desarrollarlas.
- ¿Está preparada la escuela para trabajar con estas dificultades y generar oportunidades
para el desarrollo de conductas de adaptación escolar y aprovechamiento de las actividades
de aprendizaje para todos/as sus estudiantes?
La reflexión frente a esta pregunta pretende invitar a comprender las diversas barreras para el
aprendizaje que experimentan los niños y niñas con Déficit Atencional con y sin Hiperactividad,
no sólo a partir de sus dificultades individuales sino también desde aquellas que tienen relación
con el contexto escolar. Es decir, desde un enfoque que invita a repensar la orientación y
organización actual de la escuela para generar oportunidades de participación y de aprendizaje
para el conjunto de niños y niñas.
2
Condemarín, M; Gorostegui, M y Milicic, N: (2005): Déficit Atencional: Estrategias para el Diagnóstico y la intervención psicoeducativa.
Ed.Planeta. Chilena S. A.
11
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Niños y niñas que no presentan hiperactividad asociada a las dificultades de atención. Son niños
y niñas tranquilos(as) que parecieran “estar en la luna”.
1.2.- ¿Qué se debe conocer acerca de los niños y niñas con TDA que cursan la
Educación Básica?
Si bien las manifestaciones del TDA varían de un estudiante a otro dependiendo del género, edad,
características personales, características ambientales, etc., las siguientes son manifestaciones
frecuentes:
Si bien todos los niños y niñas se distraen en algún momento, en los niños con TDA esta
condición es permanente y por tanto muy notoria. El docente lo puede observar tanto en el
trabajo individual como en el trabajo grupal. Cualquier situación que ocurra dentro de la sala de
clases o fuera de ella capta su atención y le distraen de la actividad. En otras ocasiones estando
todo el grupo trabajando en silencio, se les observa “buscando nuevos estímulos”; por ejemplo,
sacando algo de la mochila, parándose a preguntar a un compañero, preguntando la hora al
docente o simplemente mirando hacia distintos puntos de la sala sin poder concentrarse en la
tarea.
A medida que cumplen años, sus períodos de atención/concentración van aumentando, pero
12
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
siempre es probable que sean de menor duración que los de sus compañeros y compañeras.
Es difícil que permanezcan en sus sitios como lo hace el resto de sus compañeros y compañeras.
Son niños y niñas que realizan una serie de movimientos que son innecesarios para lograr los
objetivos de una tarea.
Se manifiesta tanto en las tareas como en la adaptación a las normas de convivencia y a las reglas
de los juegos. Puede dar la impresión que no han escuchado bien.
En el Primer Ciclo estas dificultades son muy notorias, tanto en las actividades tales como
respetar una determinada secuencia para lanzar la pelota, como cuando se recoge una tarea en
la que se han dado determinadas instrucciones.
13
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
escritas que tienen mayor complejidad. Tareas que demandan una determinada secuencia en
la reflexión, la resolución de problemas, y/o que demandan periodos largos de observación
(como un experimento, por ejemplo), siguen dando cuenta de su dificultad para seguir
instrucciones. Esta es una característica tanto de los estudiantes con hiperactividad como sin
hiperactividad.
Suelen ser niños y niñas poco cuidadosos en situaciones de riesgo; por este motivo suelen
accidentarse.
Esta es una característica que va siendo menos “notoria” en la medida que las actividades físicas
van disminuyendo en intensidad; no obstante ello, en los recreos de los niños/as del segundo
ciclo, sigue siendo un aspecto sobre el cual hay que poner atención, tanto en estudiantes con
hiperactividad como sin hiperactividad.
En general se observa que tienen dificultades para esperar su turno, suelen adelantarse y ocupar
el espacio de otros niños(as) aún cuando se haya reglamentado distinto; se enojan con facilidad
cuando no se les da lo que desean.
1.3.- ¿Qué es importante tener en cuenta, respecto a un niño o una niña que
presenta Trastorno de Déficit Atencional sin Hiperactividad?
Lo importante en estos casos es estar consciente que generalmente son las conductas hiperactivas
las que ponen una “alerta” para el docente, y que hay niños que no interrumpen la actividad,
3
El ADHD y las niñas. Documento traducido y adaptado por María Eugenia Pueyrredón de “Understanding girls with AD-
HD” de Kathleen G. Nadeau. Material disponible en http://www.adhd.com.ar/publicaciones10.htm
14
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
que no demandan de manera especial la atención del adulto y que igualmente pueden estar
presentando dificultades importantes para atender y seguir el ritmo de la clase.
Los estudiantes que no presentan hiperactividad pareciera que no están escuchando; que están
pensando en algo muy distinto y lejano a la actividad y que no han logrado interesarse para seguir
el ritmo de trabajo del grupo. Son los niños(as) que parecen estar siempre distraídos y a los cuales
se debe estar permanentemente convocando para que “despierten” y se integren a la clase.
La información existente indica que se da con mayor frecuencia en niños que en niñas, en una
proporción de 4:1 respectivamente.
En las niñas, las conductas que dan cuenta de un TDA suelen ser más difíciles de reconocer que
en los niños. Rasgos como la impulsividad manifiesta, la hiperactividad y la conducta disrruptiva
no siempre son lo más característico en las niñas con TDA. Las niñas tienden a presentar signos
de inatención y olvidos más que de hiperactividad.
A veces pueden ser muy calladas en el aula y aislarse de sus compañeras. Presentan, sin embargo,
dificultades para comprender las instrucciones, les cuesta organizarse para iniciar los trabajos,
suelen presentar sus tareas más tarde de los plazos estipulados y sentir mucha ansiedad frente
a las evaluaciones. Hay ocasiones en que se dedican excesivamente a las tareas, manifestando
ansiedad asociada a un gran esfuerzo por compensar sus dificultades.
Cuando existe hiperactividad, esta puede manifestarse en dificultades para expresarse y para
controlar sus palabras y emociones, a veces son habladoras, inquietas, “saltan” de un tema a otro
y adoptan roles y conductas muy “llamadoras de atención”. Por tanto, una habilidad importante
que deberán desarrollar, es la de controlar y monitorear su propia conducta: evaluar su modo
de relacionarse con los otros y ajustarlo a las distintas situaciones y personas.
Estas diferencias, y el hecho que en general las escalas de observación de conducta para el
diagnóstico estén más centradas en la hiperactividad e impulsividad pueden estar conllevando
-como señalan algunos estudios- a que el Déficit Atencional en las niñas esté subdiagnosticado.
4
El ADHD y las niñas. Documento traducido y adaptado por María Eugenia Pueyrredón de “Understanding girls with
AD-HD” de Kathleen G. Nadeau. Material disponible en http://www.adhd.com.ar/publicaciones10.htm
* idem
15
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
1.5.- ¿Qué se sabe acerca de las causas del Trastorno de Déficit Atencional?
Estos factores neurobiológicos pueden estar determinados por la herencia y/o por dificultades
durante el embarazo y/o el nacimiento. Otros factores como la alimentación, la ingesta de aditivos
químicos como colorantes y preservantes, o el estrés no constituyen causas del Trastorno, aunque
pueden influir en su aparición.
“Si bien el factor de riesgo más importante para la aparición de TDA/H es el genético,
se ha encontrado que componentes ambientales, como el tipo de dieta y aditivos de los
alimentos, la contaminación por plomo, los problemas relacionados con el hábito de fumar
de la madre durante la gestación, el alcoholismo materno, las complicaciones del parto,
bajo peso al nacer y prematuridad, influyen en su aparición.”
Por otro lado, la búsqueda de factores ambientales que contribuyen al desarrollo de TDA/H
ha identificado numerosos aspectos psicosociales, incluyendo disfunción familiar, status
socioeconómico bajo y privación ambiental, violencia, estrés y depresión”.5
Entonces, si bien los factores psicosociales y familiares no constituyen causas de origen del TDA,
se ha demostrado que son factores determinantes para su desarrollo y manifestación, en cuanto a
intensidad, duración y posibilidades que tendrá el niño o la niña de integrarse al proceso educativo
y lograr los aprendizajes deseados.
Es decir,
Un niño o niña con manifestaciones leves de TDA puede empeorar si carece de soporte emo-
cional de la familia y está inserto(a) en contextos escolares sin apoyo.
Un niño o niña con dificultades severas asociadas al TDA puede evolucionar positivamente si,
tanto la familia como la escuela, se centran en sus fortalezas y otorgan una guía clara para mejorar
su adaptación en el ámbito social, escolar y familiar.
5
Primer Consenso Latinoamericano sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. México, Junio del 2007
16
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Por tanto, el principal desafío tanto para el establecimiento educativo como para la familia, es
ofrecer un ambiente con tal calidad de respuestas, que las conductas de inatención, hiperactividad
e impulsividad no se traduzcan en otros trastornos mayores que aumenten la dificultad de
adaptación social y escolar o el logro de los aprendizajes expresados en el Marco Curricular.
En este punto, es importante considerar que se está haciendo referencia al Primer Ciclo de
Educación Básica, planificar y desarrollar un trabajo preventivo resulta decisivo en el progreso de
estos estudiantes.
En el Segundo Ciclo sigue siendo importante trabajar preventivamente, pero se debe tener
en cuenta que cuando un niño o niña no ha recibido con anterioridad los apoyos necesarios
en lo emocional y pedagógico, puede presentar dificultades de mayor complejidad y por tanto
será necesario incorporar intervenciones de apoyo más específicas, como talleres grupales que
existan tanto al interior de la escuela (orientadora, programas de apoyo específicos) como fuera
de ella (Programas de Salud Mental y Comunitarios). En algunos casos un apoyo psicológico
podrá ser necesario.
En algunas oportunidades puede suceder que además de la causa biológica de las dificultades
atencionales del niño o niña, se sume una imagen personal deteriorada por repetidas experiencias
de fracaso, desmotivación por el aprendizaje, “lagunas” importantes en los conocimientos y mala
disposición a resolver los conflictos de manera armónica. El desafío de la escuela es por tanto,
mucho mayor y la oportuna intervención es muy necesaria, porque en este ciclo los estudiantes
con TDA que no han contado con los soportes adecuados suelen desertar del sistema escolar
en una proporción significativa.
17
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
- ¿A partir de qué edad se puede decir que un niño presenta Trastorno de Déficit Atencional?
Si bien este trastorno tiene un comienzo temprano, sus síntomas usualmente se reconocen una
vez que el niño o niña inicia su educación formal, ya que el centro educativo, independiente de
sus características específicas, les demanda un comportamiento más estructurado y períodos
mas prolongados de atención y concentración que, aunque adecuados a su edad, el niño o la niña
con TDA tienen dificultades para lograr.
Usualmente el diagnóstico se realiza a partir de los 6 años de edad, aun cuando en el 70% de
los casos se recoge, a través de la historia, la presencia de conductas típicas del Trastorno desde
antes de los 3 años. Los especialistas que habitualmente están involucrados en este proceso son
el Pediatra, Médico familiar6, Neurólogo, Psiquiatra Infantil, Psicólogo y Psicopedagogo. En el
ámbito de la Salud Pública el proceso de evaluación se inicia en el Consultorio de Salud al cual
pertenece el niño o niña.
6
En algunos Consultorios se está poniendo en práctica la idea de tener un Médico que atienda a la familia o a grupos familiares determinados.
18
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Existe información consistente respecto de que estas conductas se han iniciado a edad
temprana y son claramente manifiestas desde el ingreso a la escuela.
1.7.- ¿Qué hacer ante la sospecha de que algún niño o niña pueda presentar
Transtorno de Déficit Atencional?
En caso de tener sospechas fundadas de un TDA con o sin hiperactividad, se torna central planear
una entrevista con la familia o adultos responsables del estudiante para señalarles la inquietud
y sugerir, como parte de un plan de apoyo, que el niño o niña sea evaluado(a) por su pediatra o
médico familiar, y si es necesario, por los especialistas que corresponda, neurólogo, psiquiatra,
psicólogo y psicopedagogo.
7
En el se ANEXO adjunta una Pauta para la Entrevista con los Padres que puede servir como orientación.
19
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
términos relativos utilizando expresiones como “es posible que (Antonio - Susana) esté mostrando
dificultades para mantener su atención en una situación y/o tarea de acuerdo a los esperado para
su edad, conductas que pueden estar dando cuenta de algún grado de hiperactividad que conviene
evaluar para prestar los apoyos específicos”. Evitar la utilización de expresiones absolutas como
“Trastorno de Déficit Atencional”, “hiperkinético”. Recuerde que el diagnóstico debe efectuarlo
el especialista pertinente.
Se logre establecer una relación de colaboración recíproca que beneficie el desarrollo del
niño o niña. Para esto, es necesario planificar cuidadosamente la entrevista, contar con una
sistematización de la información que se le va a presentar a los padres y, sobretodo, prever la
mejor forma de plantear la situación de manera que no sea percibida como un “llamado de
atención” por las conductas del estudiante o como una condicionante a su permanencia en la
escuela.
Se exprese con total claridad que el objetivo de la entrevista es comprender mejor al niño(a)
e iniciar un proceso de apoyo especial dentro del cual se encuentra una evaluación diagnóstica
por parte de los especialistas.
Se oriente a la familia acerca de cómo acceder a la red de apoyo con la que cuenta la
escuela o con otras opciones. En el caso que los padres comenten que el niño o niña ya ha sido
evaluado(a), es recomendable acoger su relato intentando comprender qué ha pasado, cómo se
ha desarrollado el tratamiento si lo hubiera, qué ha resultado y qué no.
20
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
En el caso que los padres comenten que el niño o niña ya ha sido evaluado(a), es recomendable
acoger su relato intentando comprender qué ha pasado, cómo se ha desarrollado el tratamiento
si lo hubiera, qué ha resultado y qué no.
Por otra parte, es necesario considerar que muchas de las conductas “típicas” del Trastorno
de Déficit Atencional y de la Hiperactividad, no tienen una causa madurativa, sino que pueden
darse por otros motivos tales como la ansiedad frente a situaciones de stress (familiar, social y/o
escolar), malos hábitos de vida, sobrestimulación acústica y visual o por prácticas pedagógicas
inadecuadas. Esto requiere observar con rigurosidad la conducta de los estudiantes y también
aspectos de su entorno, de manera de diferenciar los caminos a tomar. En esta misma línea, el
reporte de conductas, que solicitan los especialistas a docentes y familia, supone hacerlo con la
máxima seriedad para contribuir a un diagnóstico certero.
Con un diagnóstico bien realizado y el medicamento recetado en forma adecuada, no debiera haber
dependencia ni escalada de fármacos. Los fármacos ayudan efectivamente en la sintomatología
de los niños y niñas que lo requieren8 y facilitan un terreno más fértil para implementar los
apoyos educativos que necesitan.
8
Ritalín en la sala de clases. Entrevista con la Neuróloga Infantil Amanda Céspedes.
Disponible en http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/Vercontenido.aspx?ID=106430
21
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
A continuación, se presenta una descripción comprensiva del desarrollo de los niños y niñas
con TDA con y sin Hiperactividad en los ámbitos cognitivo, socio-conductual y afectivo, con el
propósito de identificar y especificar los desafíos pedagógicos que enfrenta la escuela, los que
serán abordados con detalle en la segunda parte de esta guía.
Aunque el TDA se presenta también en niños y niñas con nivel intelectual normal e incluso
superior, igualmente su desempeño escolar se puede ver disminuido por variables cognitivas,
conductuales y afectivas, como se verá a continuación:
Una de las variables cognitivas que suelen dificultar el aprendizaje de estos niños y niñas es la
forma en que perciben y procesan la información; ellos cuentan, generalmente, con lo que se ha
denominado un estilo cognitivo impulsivo9. Éste se caracteriza por:
Procesar la información en forma más superficial y con excesiva rapidez por lo que la
información no llega a almacenarse en la memoria a largo plazo. Frente a los datos o estímulos
que se les presenta, realizan menos análisis, no establecen categorizaciones ni comparaciones,
por tanto procesan menos información.
Falta de flexibilidad, dificultad para frenar o inhibir una respuesta cuando ésta ha sido activada
y, por tanto, para generar respuestas alternativas.
Por lo general, este estilo conlleva dificultades para iniciar, organizar y priorizar la tarea entregando
respuestas pobres en contenido y calidad, con una tendencia a insistir en respuestas mecánicas
aún cuando hayan sido evaluadas como incorrectas.
9
Condemarín, M; Gorostegui, M y Milicic, N: (2005): Déficit Atencional: Estrategias para el
Diagnóstico y la intervención psicoeducativa. Ed.Planeta Chilena S.A.
22
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
23
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Identificar con precisión estas dificultades constituye el primer paso para elaborar los apoyos
pedagógicos necesarios, que permitan a los niños y niñas ir regulando sus procesos de atención,
organización de la información y producción de respuestas.10
Por otra parte, es central reconocer, que la capacidad creativa es una de las grandes fortalezas de
los niños y niñas con TDA, y que hay que potenciarla, tanto al servicio del desarrollo cognitivo
como de su desarrollo afectivo y social.
En la medida que los niños y niñas con TDA cuentan con más tolerancia al caos, pueden estar
atentos a una serie de estímulos al mismo tiempo, sin que esto les genere rechazo y, debido a
que tienen una mayor capacidad para activar una serie de ideas a partir de un estímulo, suelen
ser rápidos e ingeniosos tanto en sus respuestas verbales como en los juegos y la expresión
artística.
• El desafío pedagógico es, entonces, cooperar con ellos y ellas para que plasmen en
productos concretos sus ideas creativas, guiando la secuencia de trabajo, proveyendo los
recursos necesarios y valorando socialmente sus productos.
Tanto las características conductuales como cognitivas descritas conllevan a que la adquisición de
hábitos de trabajo se vea dificultada y, por lo tanto, a que exista una considerable variabilidad en
las tareas en términos de calidad, cantidad y rapidez. Sin embargo, se ha comprobado que la
motivación por la tarea es un factor que puede jugar un rol clave en la persistencia y calidad del
trabajo escolar.
Uno de los factores que más incide en que los niños y niñas persistan en una tarea y logren
llevarla a término de buena manera es la motivación con que cuenten para hacerlo.
10
En la segunda parte de esta guía se detallan otras estrategias
24
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Generalmente los niños y niñas con TDA perciben que su trabajo es incompleto o de calidad
inferior al de sus compañeros y compañeras; por lo tanto, lo entienden como fracaso. Cuando
esta sensación se empieza a repetir, se refuerzan sus sentimientos de incompetencia y falta de
control para conseguir éxito, disminuyendo así sus expectativas de logro y por tanto el esfuerzo
y motivación dedicados a la tarea.
Fracaso escolar
(independiente de
las capacidades)
Revertir este círculo “vicioso” implica interrumpir su dinámica en alguno de sus puntos.
• Hay que tener en cuenta que el solo hecho de decirle o pedirle al niño o niña que se esfuerce
para mejorar su rendimiento, no asegura el cambio. Lo más probable es que lo haya escuchado
más de una vez, y que lo entienda, pero no ha logrado superar su situación. Por lo tanto, se
podría decir que esta intervención no es suficiente.
25
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
• Es necesario evaluar en cuál de los puntos del círculo es factible cambiar algo para que ese niño o
niña en particular pueda obtener una experiencia distinta. Pareciera factible que es en la sensación
de éxito donde el docente puede intervenir, a través, por ejemplo, de ofrecerle oportunidades
para dar buenas respuestas ya sea por su originalidad, rapidez u otras características que suelen
acompañar a estos niños(as).
• Tener presente que no basta “una experiencia” para revertir esta situación. Se requiere atender
al proceso del niño o niña, haciéndole notar sus avances, proponiéndole nuevos desafíos en
forma progresiva.
Ser cooperadores, cariñosos y con muy buenas ideas tanto en el juego como en otras actividades
de poca estructuración y “al aire libre” son cualidades que caracterizan a los niños y niñas con
TDA.
Sus desafíos, tienen que ver fundamentalmente con autorregular su comportamiento de acuerdo
con las instrucciones, normas y reglas propias de la interacción grupal, respetando turnos, el
espacio del otro y resolviendo situaciones de conflicto de acuerdo a los principios establecidos.
Esto, no es algo que resulte fácil, sobre todo en los primeros años de la Educación Básica, por lo
que es fundamental que los adultos puedan prestar permanente apoyo a través de:
• entregar determinadas “señales” que, por ejemplo, le recuerden que debe respetar los turnos
para que sus compañeros no lo dejen fuera;
• señalar para todo el grupo formas de conseguir algo y realizar un trabajo sin agresiones.
26
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
de curso puedan comprender estas dificultades y apoyarlos, por ejemplo, a través de recordarles
las reglas al momento de iniciar un juego u otra actividad.
En la medida que se avanza en el desarrollo se pueden encontrar dos situaciones muy diferentes
en el ámbito socio-conductual:
En otros casos, en cambio, los conflictos en el ámbito social y conductual son cada vez más
frecuentes, con mayor agresividad y sin la posibilidad de reparar el daño provocado. Las conductas
se vuelven cada vez más desafiantes y generalmente los conflictos terminan con un mayor
resentimiento de parte del estudiante.
La relevancia de tener en cuenta esta distinción es, por una parte, reconocer el valor de
apoyar y modelar conductas prosociales desde el primer momento en los niños y niñas, en un
diálogo afectivo y priorizando los refuerzos por sobre los castigos y recriminaciones y, por otra,
comprender que cuando se está frente a estudiantes que han ido intensificando sus conductas
disruptivas en lo social y conductual, es primordial romper la escalada de la conducta desafiante.
Es en este ámbito donde resulta indispensable la actitud serena, firme y afectuosa de parte de
los(las) educadores(ras), que permita al estudiante con TDA contar con un modelo adecuado y
accesible de alternativas conductuales.
En términos generales, el desarrollo socioafectivo en los niños y niñas con TDA está influenciado
por los mismos factores que en el resto de los niños, sin embargo, las dificultades de adaptación
que presentan desde temprana edad inciden en que se observen en ellos, mayores indicadores
de estrés y de ansiedad, a veces asociados a la percepción de una sobre exigencia para mejorar
su conducta.
27
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
- ¿Es cierto que la autoestima es uno de los aspectos más sensibles y por tanto, de mayor
cuidado?
El desafío es, fortalecer la autoestima de los niños y niñas con TDA, en la medida que ésta
es determinante en su desarrollo y en la superación de sus dificultades.
28
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
¡Importante!
Un niño o niña que se siente poco querido(a) tendrá una actitud defensiva frente a
sus dificultades y reaccionará sin motivación a las invitaciones para mejorar.
Los sentimientos del propio valer y del propio poder constituyen, por una parte,
el motor de la motivación de logro y, por otra, permiten aceptar las dificultades y
emprender alternativas de cambio.
Un niño o niña que logra construir un discurso como el siguiente, lo más probable es que
logre ir superando progresivamente sus dificultades:
“Nada me sale bien y siempre me están retando” “no importa lo que haga siempre
me van a retar”
29
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Segunda Parte
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Se ha visto que es necesario considerar la influencia que tiene el contexto en el cual el niño
o niña participa, puesto que su comportamiento será el resultado de la interacción entre las
características personales y los facilitadores o las barreras que el ambiente le ofrece para participar
en las actividades propias de la vida cotidiana.
En el caso de los niños y niñas con TDA e Hiperactividad, se ha señalado que aún cuando las
dificultades tienen un origen neurobiológico, los factores del contexto familiar y educativo juegan
un rol clave en el progreso y logro de los aprendizajes esperados.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
FACTORES EJEMPLOS
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
FACTORES EJEMPLOS
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
FACTORES EJEMPLOS
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Simón tiene 7 años, cursa primero básico y asistió desde los 4 años a un Centro de
Educación Parvularia. Desde sus primeros años presenta dificultades para mantener
la atención y concentrarse en una actividad y frecuentemente deambula por el aula. Es
muy simpático y querido por sus compañeros y en general lo pasa bien en la escuela,
pero al momento de trabajar en actividades grafomotoras su ánimo cambia, se pone
rabioso y demanda especial atención de su profesor. Sus trabajos anteriores no los ha
terminado y algunos los ha arrugado.
Desmotivación
por la tarea
36
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Comenzar con una actividad grafomotora que contenga un estímulo de especial interés para
él, como por ejemplo, completar un mapa para encontrar un tesoro; es decir, algo que lleve su
atención a lograr un desafío donde la tarea es el medio para lograrlo.
Seccionar la tarea tanto en las instrucciones como en las etapas que debe lograr. Con esto se
asegura la comprensión de las instrucciones y permite que el niño o niña experimente el éxito al
alcanzar cada etapa.
Estimular el logro de cada etapa a través del refuerzo social ya sea en privado o frente a sus
compañeros, elegir su trabajo para ponerlo en el diario mural, enviar una nota especial a los
padres, o bien responder a algún compromiso pactado previamente.
Es importante saber que no basta una vez para que recupere la motivación, este es
un trabajo progresivo y constante.
Por tanto las siguientes tareas que se le entreguen deben seguir contemplando
estas consideraciones.
37
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Se ha dicho también que las características de los niños y niñas con TDA/H constituyen el punto
de partida para los retos educativos que tiene la escuela con estos niños y niñas.
La autoestima es uno de los aspectos centrales para que las personas puedan enfrentar las
dificultades y salir adelante. También es un aspecto muy sensible a las excesivas críticas y experiencias
sistemáticas de fracaso. Fortalecer la autoestima en los niños y niñas es responsabilidad de los
adultos significativos y cercanos. Los niños con TDA/H no siempre están en condiciones de
modificar solos su comportamiento, por lo que el reto educativo y pedagógico es buscar nuevas
formas de apoyo y no hacerle sentir que no cumple con las expectativas. Este último mensaje no
contribuye en nada cuando el niño o la niña no logran la tarea, aún cuando lo intenten.
Efectivamente los niños y niñas con TDA, y especialmente los que tienen hiperactividad, presentan
conductas disruptivas que ponen a prueba a los adultos, por lo que se requiere estar muy
conciente de que estas conductas obedecen a las dificultades para controlar sus impulsos y no
porque se esté desafiando al adulto y/o las normas que éste haya puesto.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
muy conciente de que estas conductas obedecen a las dificultades para controlar sus impulsos y
no porque se esté desafiando al adulto y/o las normas que éste haya puesto.
Las permanentes críticas, amenazas y sobre-exigencias sólo contribuyen a disminuir aún más una
autoestima ya disminuida por las repetidas experiencias negativas.
Los adultos que están a cargo de la formación de los niños y niñas son quienes tienen la
responsabilidad y las mejores posibilidades para fortalecer su autoestima.
Tanto en el Primer Ciclo como en el Segundo Ciclo de Enseñanza Básica, las actitudes y las
actividades deben considerar el cuidado y fortalecimiento de la autoestima del niño o niña. Esto
significa una especial atención a:
Tal vez se hace necesario reafirmar –especialmente a los profesores-- lo importante de velar por
la información que se tiene respecto del niño o niña, puesto que un mal manejo de ella afectará
la positiva evolución del TDA/H. Como ejemplo, “Hoy Ignacio está muy activo, no ha logrado
terminar ninguna tarea”, frente al llamado de atención de sus compañeros el niño responde:
“me estoy portando mal porque no me tomé la pastilla” o lo que es aún más grave y que suele
darse en algunas salas de clase, cuando la profesora justifica la conducta del niño(a) ante sus
compañeros diciendo: “no se ha podido tomar la pastilla, niños entendámoslo”
Explicar al niño o niña que sus dificultades son de concentración; y que esto no significa que tenga
menos capacidad intelectual que sus compañeros o que padezca de una “enfermedad”. Sería
necesario agregar, para la reafirmación del niño(a), que todos somos diferentes, explicitándolo
a través de ejemplos cercanos emanados desde su realidad más inmediata, su familia, escuela,
amigos del barrio, etc.
Evitar los llamados de atención en público. En muchas ocasiones las conductas disruptivas generan
una tensión importante en el adulto que dirige una actividad. Para estos casos se sugiere poner
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
la energía en recuperar el clima de trabajo y hablar posteriormente con el niño o niña que ha
generado la situación. Los llamados de atención en público suelen menoscabar la autoestima y
no disminuir la conducta disruptiva. Es necesario dialogar y ofrecerle la posibilidad de evaluar sus
conductas y sus consecuencias.
Identificar, reconocer y validar sus intereses y fortalezas para ayudarle a orientarlas hacia fines
pedagógicos. Por ejemplo, si se reconocen habilidades personales, gusto por actividades manuales,
plásticas, artísticas o de la informática, orientarlo y mediar para que la utilice en la ejecución de
un determinado aprendizaje.
Descubrir y ofrecer todas las oportunidades para mostrar sus habilidades frente a sus pares y a
los adultos de la escuela. Es importante tener presente que en muchas ocasiones la conducta
disruptiva lleva a que se les excluya de actividades recreativas, culturales, extraprográmaticas que
son justamente las instancias donde pueden mostrar sus habilidades, mejorar la percepción de sí
mismos y motivarse por participar de mejor forma en el resto de las actividades.
Ofrecerle estrategias y modos de hacer las cosas que les permitan organizarse y llevar a cabo sus
ideas, sus aportes. Se sugiere utilizar tanto en el colegio como el hogar, un cartel en donde se
expliciten las tareas y actividades, determinando la duración de cada una de ellas. Es importante
considerar en la confección de estos horarios, los períodos de atención que cada niño o niña
tiene.
2.2.- Orientar los apoyos educativos y pedagógicos a metas de largo plazo más que
al manejo de la conducta hiperactiva
Este es un principio que no se debe perder de vista en la medida que contiene el valor preventivo
sobre el cual se ha insistido.
Esto significa, por ejemplo, adecuar las estrategias pedagógicas a los tiempos de trabajo en busca
de un aprendizaje relevante. Además, establecer planes de apoyo con metas a corto, mediano
y largo plazo, tiempos e indicadores para ir evaluando los progresos en las distintas áreas. Se
sugiere como estrategia de apoyo para evaluar el proceso que vivencia el niño con TDA/H,
establecer metas claras y alcanzables y evaluarlas. Para ello se podría, por ejemplo, implementar
el uso de una “libreta de crecimiento personal”.
Este recurso requiere de compromiso, la ponderación clara de las metas y la flexibilidad del
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Para evaluar cada meta se pueden utilizar colores, conceptos o números. Al finalizar la semana se
ve el puntaje obtenido y se le dan ciertas regalías, como un recreo adicional, poder construir con
un material que le agrade, sentarse con un compañero(a) con quien tenga afinidad, etc.
Por eso es importante establecer un vínculo cercano: afectivo y sistemático, con ciertas claves y
complicidades, en la lógica de estar atento a entregarles oportunidades de éxito con conductas
positivas que realicen, motivándolos a través de desafíos alcanzables. Esto los hará sentirse seguros,
valorados y querrán volver a sobresalir a través de conductas similares.
Un buen vínculo con el docente suele ser un factor altamente protector de los fracasos escolares,
considerando el punto exacto entre norma y afecto, exigencia y acogida, esta combinación hará
que se sienta contenido.
2.3.- Implementar estrategias de apoyo desde los primeros años para evitar
“vacíos” de aprendizaje.
En múltiples ocasiones, por las dificultades que tienen para procesar datos, los niños(as) no alcanzan
a retener y apropiarse de alguna información. Hay que ayudarlos con información complementaria
en otro momento y/o solicitando la colaboración específica de los padres cuando sea factible. Es
fundamental hacer el ensamblaje de la triada Familia – Profesor – Especialista. El profesor(a) es el
profesional de la educación encargado de dar las sugerencias específicas de refuerzo en casa y
solicitar al especialista los requerimientos que apoyarán el proceso del niño(a).
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Antes de iniciar un plan de apoyo es necesario priorizar y definir por donde empezar, básicamente
para evitar hacer una sobre-exigencia desde el principio, que puede debilitar tanto la motivación
del niño o la niña como del o la docente. En muchas situaciones el área social es la que se
encuentra con mayores déficits, manifestados a través de conflictos con el grupo de pares. Se
debe comenzar entonces, apoyando en el niño o niña el desarrollo de habilidades sociales y de
adaptación al grupo, además de planificar estrategias de apoyo al desarrollo cognitivo. En otros
casos, en cambio, se debe comenzar enfatizando en el apoyo afectivo y motivacional.
Es importante estar consciente que el niño o niña podrá lograr avances como resultado de
un proceso de apoyos continuos y no creer que por implementar una vez una determinada
acción de apoyo, se va a observar un cambio. Igualmente, considerar que puede haber avances y
retrocesos, lo que no significa fracaso, ni menos que haya que abandonar lo que se está haciendo.
En ocasiones las estrategias de apoyo contribuyen a mantener avances y prevenir retrocesos.
Lograr que los niños y niñas estén tranquilos en la sala no significa que estén procesando la
información y aprendiendo, por lo que se sugiere considerar estrategias metodológicas específicas
para el desarrollo de las actividades, como las siguientes:
Orientar de manera explícita la atención del niño o niña hacia el problema o tarea que se le plantea.
Resulta central acercarse a él o ella y comprobar si comprendió la tarea o actividad solicitada.
De no tener claridad en el punto de partida y “hacia donde va”, tendrá menos posibilidades de
regular su comportamiento hacia la actividad requerida.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Entregarle las instrucciones en forma parcelada, marcar de alguna forma los pasos de la tarea.
Esto es central ya que, como hemos visto, si pierde “el camino” dirige su atención y su conducta
a cualquier otra cosa perdiendo la motivación por la tarea. Se debe recordar que la motivación
es un factor altamente determinante para estos niños y niñas.
Poner especial atención a las actividades con tiempo límite ya que éstas pueden aumentar la
impulsividad y desorganización.
El movimiento constante es una de las conductas más persistentes y que no siempre es manejable
por el niño o la niña. No considerar esto en la planificación de las actividades puede ocasionar que
el grupo completo pierda la concentración, y el adulto, la paciencia. Se debe tener en cuenta que
los niños y niñas hiperactivos no van a trabajar igual que los otros niños y niñas: es más probable
que se pongan de pie mientras escriben, que hagan ruido, que se balanceen en la silla, que se
le caigan los lápices al suelo, entre muchas otras conductas posibles resultantes de su actividad
excesiva y de su impulsividad.
Como estrategia se puede nombrar al niño(a) con TDA/H como secretario personal, para que
cumpla por ejemplo, funciones de entrega materiales o de búsqueda de diferentes encargos, de
tal forma de permitirle movilidad dentro y fuera de la sala.
Respetar a todos los estudiantes de igual manera, significa ofrecer distintas oportunidades para el
aprendizaje. Un niño o niña que realiza dibujos o rayas mientras la profesora relata una historia
o explica acerca de un tema, puede estar absorbiendo cada palabra. Por tanto, es importante
aprender a reconocer, aceptar y adaptarse a las diferencias entre aprendices visuales, auditivos y
kinestésicos.
Enseñar individualmente a niños con NEE, requiere saber acerca de cómo piensan y procesan la
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
información. Los niños y niñas con TDA suelen aprender muy bien a través de estímulos visuales
por lo que, por ejemplo, se pueden incorporar imágenes para trabajar ideas complejas y/o
abstractas que les resulten más difíciles de comprender.
Es central que los niños y niñas tengan una experiencia positiva en las actividades e instancias
de aprendizaje. Siempre es posible contar con espacios de flexibilidad y recurrir a la actividad
lúdica para aprender, sobretodo en el Primer Ciclo. El juego permite potenciar en el niño o niña
el logro de conductas sociales fundamentales, como tolerancia, flexibilidad, trabajo en equipo,
respeto a los acuerdos y normas, entre otras.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Una institución educativa con orientación inclusiva para atender a niños y niñas con TDA e
Hiperactividad u otras necesidades educativas especiales, debe asumir explícitamente este desafío
y gestionar la vida de la escuela con criterios de:
• Apertura, para aceptar las diferencias individuales, sus necesidades específicas y creer que
pueden existir modos de actuar distintos a los que se espera.
• Creatividad, para innovar caminos y soluciones cada vez que se requiera, utilizando los diversos
recursos disponibles.
Para que una institución educativa sea inclusiva y apoye efectivamente a niños y niñas con TDA
e Hiperactividad debe considerar:
- Que la inclusión y apoyo específico a los niños y las niñas con necesidades educativas especiales,
quede explicitado como política en el Proyecto Educativo Institucional.
- Que la gestión de los recursos humanos y materiales considere las NEE para la consecución
de los objetivos pedagógicos. Por ejemplo, en el número y distribución de niños por sala, en
la asignación de los docentes de acuerdo a experiencia y competencias con determinados
niños y niñas, racionalización del tiempo escolar de acuerdo a las necesidades educativas de
los estudiantes, el trabajo en equipo y la reflexión pedagógica, el acompañamiento entre pares,
entre otros.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Reconocer las NEE de los estudiantes con TDA e Hiperactividad implica hacerse cargo de que
todos somos diferentes. Con esta claridad se podrá, gestionar recursos humanos, tiempos y
espacios para encuentros de reflexión pedagógica e intercambio de estrategias como desarrollo
del autocontrol, técnicas de respiración y relajación y de hábitos de estudio, estrategias coordinadas
de los docentes en el Segundo Ciclo, etc.
Para Reflexión
¿En qué decisiones se nota, por ejemplo, la flexibilidad para gestionar los recursos de
tiempos, espacios y materiales?
¿Qué puedo hacer yo como Docente para contribuir a que exista una mayor apertura
y aceptación de las diferencias individuales en mi Escuela?
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
La atmósfera social que se genere en el aula será central para el desarrollo de las actividades y
logro de los aprendizajes esperados; también es crucial en sí misma en la medida que permite que
niños y niñas se desenvuelvan en un ambiente grato, de respeto, ordenado; puedan desarrollar
habilidades pro-sociales que contribuyan a mantener y mejorar el clima.
Todos los docentes saben que una buena convivencia en el aula no se genera de manera
espontánea sino que se debe acordar, planificar y reforzar permanentemente.
Los estudiantes deben estar concientes de esto y comprender que la conducta de cada uno de
ellos contribuye o no a un clima social positivo. En el Primer Ciclo, es posible utilizar dibujos,
cuentos y ejemplos de la vida cotidiana para mostrar cómo se puede contribuir a una convivencia
escolar armónica para todos. Es importante estimularlos a plantear sus puntos de vista, y a definir
en forma participativa las normas que se deberán seguir para mantener un ambiente de juego,
trabajo y recreación en un ambiente constructivo para todos.
- Hay algunas normas --o acuerdos-- para comportarse que el docente plantea como relevantes,
expone cuál es el sentido y fundamenta la importancia de respetarlas. Explica también cuáles
son las consecuencias de su transgresión para el clima del aula y cuáles serán las conductas
reparadoras que se deberán realizar cuando no se cumplan.
Una estrategia socio emocional y que potencia el logro de una cultura democrática es la
implementación de un “Contrato de convivencia”. Este se elabora con el aporte de ideas de todos
los integrantes del curso a través de preguntas ¿Qué debemos hacer para llevarnos bien en nuestro
curso? ¿Cómo podemos hacer las tareas sin distraernos?, ¿En qué me comprometo para aportar a las
mejores relaciones con mis compañeros(as)?. Este contrato se publica con las normas que regirán la
convivencia del grupo curso, se va evaluando diaria o semanalmente. Otra alternativa es hacer, a
través del Centro de Alumnos, un “Contrato de convivencia de patio”.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
- Las necesidades de mayor movimiento, que tienen los niños y niñas con TDA/H, deben quedar
explicitadas de manera que el resto de los compañeros y compañeras no lo vean como una falta
a la norma.
- Las normas específicas con los niños y niñas con TDA deben ser explicitadas con ellos en un
diálogo personal y deben ser comentadas, evaluadas y modificadas regularmente de acuerdo al
desarrollo, avances y/o retrocesos de los niños(as) en su comportamiento.
En el Segundo Ciclo sigue siendo importante explicitar las normas para mantener un clima
apropiado para el aprendizaje dentro de la sala de clases, aún cuando uno pudiera esperar que
las normas de “buen comportamiento” ya estén aprendidas.
A medida que avanzan de un nivel a otro, la forma de relacionarse de los estudiantes va cambiando,
los intereses se diversifican significativamente y las fuentes de conflicto también suelen ser distintas
a las del Primer Ciclo. Esto implica que necesariamente se deben volver a revisar las normas de
convivencia y trabajo en el aula con los estudiantes, analizándolas y descubriendo los sentidos que
tienen éstas para que sean respetadas.
Más que una gran cantidad de “reglas de comportamiento”, se sugiere utilizar unos cuantos
principios que aseguren el bienestar y trabajo en el aula. Siempre es importante y efectivo llevar
al alumno a que tome conciencia de que sus acciones repercuten positiva o negativamente en el
otro, por tal motivo se hace imprescindible situar al niño poniéndose en el lugar del otro.
Realizar esta revisión y llegar a acuerdos con el conjunto del curso es útil tanto para el grupo
como para los niños y niñas con más dificultades en su adaptación.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Para resolver los conflictos que se producen en el aula con los estudiantes con TDA, una
perspectiva que contribuye, es comprender el comportamiento desde un enfoque interaccional.
En la medida que se involucra a los otros y al contexto en la comprensión del comportamiento
se visualizan mayores posibilidades de intervención por parte del Docente.12
Un ejemplo:
Han pasado tres semanas desde la incorporación de Tomás y los distintos profesores
han notado que el niño evidencia malestar y reacciones agresivas frente a sus
compañeros y compañeras, generándose situaciones de conflicto tanto dentro de la
sala como en los recreos
Una opción para abordar esta situación, es atribuir estas reacciones a la hiperactividad e impulsividad
característica del TDA, con base en los antecedentes (o “etiqueta”) que trae el niño(a) y realizar
intervenciones específicas para que modifique su comportamiento. Una segunda opción es
ampliar la comprensión considerando el contexto, sin dejar de considerar que Tomás pueda
tener más dificultades para controlar su conducta que otros niños(as); se deben observar factores
como los siguientes:
12
Campion, J: 1987: “Los sistemas conjuntos: el psicólogo, la familia y la escuela”. En: El niño en su
contexto. La teoría de los sistemas familiares en psicología de la educación. Ed. Paidos.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
¿Cuáles son las características del contexto en que se dan las “conductas
problema”?
¿Sólo Tomás tiene estas reacciones o también la tienen otros niños y niñas del
curso?
Estas preguntas contribuyen a ampliar la mirada a otros factores que pueden estar aportando a
la situación y a tomar decisiones sobre las intervenciones y apoyos específicos para resolver
la situación de conflicto.
Por otra parte, el enfrentar los conflictos de esta manera, su análisis y la búsqueda de solución
también constituye una instancia de aprendizaje para los niños y niñas al menos en tres
sentidos:
a. Hay un modelamiento de parte del docente acerca de cómo se enfrentan y resuelven las
situaciones de conflicto. De qué forma (tranquila o exaltada), qué criterios se utilizan para encontrar
una solución (participación o no de los involucrados), el tipo de consecuencia que se toma (uso
del castigo como solución o conducta reparatoria), entre otros.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Una táctica que da resultado es reunir a todas las personas involucradas en el conflicto, se les
escucha a todos siguiendo un orden al azar, guiando para que describan los hechos, encuentren
puntos en común, evalúen en que estuvieron bien y en que erraron (tomado el error como
parte del aprendizaje, si no se toma conciencia de los errores se hace más difícil superarlos) y por
último se tomen acuerdos de la forma de actuar en un futuro en situaciones similares.
c. Desde el punto de vista emocional también reviste un aprendizaje, puesto que al comunicarse
afectivamente con el alumno(a), a través de un diálogo reflexivo y acogedor, le permite expresar
y legitimar su emoción, contextualizando su accionar y replanteando nuevas formas de actuar y
solucionar sus conflictos.
En el caso del Segundo Ciclo se sugiere dedicar tiempo en las horas de Consejo de Curso para
explicitar los procedimientos que serán seguidos en las situaciones de conflicto (no tiene sentido
sorprenderlos con esto). Privilegiar procedimientos que aseguren intervenciones formativas
donde los y las estudiantes puedan comprender la situación del conflicto desde los distintos
puntos de vista, evaluar la propia conducta e imaginar otras alternativas. Recordemos que los
OFT consideran aspectos relacionados con la resolución de conflictos, por lo que se pueden
incorporar en el tratamiento de estás temáticas.
En los casos más complejos de niños o niñas con conductas disruptivas asociadas a TDA/H se
sugiere tener las siguientes consideraciones adicionales:
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Importancia de organizar un diálogo posterior que permita tanto al docente como al estudiante
comprender el encadenamiento de sucesos que lo(a) llevó a la conducta “explosiva”, identificar
señales que le permitirán frenar las conductas explosivas y buscar conductas alternativas (“¿qué
sucedió, cuál fue la causa, cuáles hubieran sido caminos posibles, cuál fue el que utilicé, qué
resultó, logré resolver el conflicto?”) Es importante enseñarle al niño(a) a expresar sus emociones
sin dañar a nadie.
Cerrar el conflicto y partir de cero nuevamente: No atribuir las conductas disruptivas a una
agresión personal hacia el o la docente. El diálogo permitirá descubrir los verdaderos motivos.
Las relaciones interpersonales que se establecen al interior del aula pueden ser determinantes
tanto en el aprendizaje como en el bienestar de las y los estudiantes y del Profesor o Profesora.
Las conductas disruptivas de los niños y niñas con TDA e Hiperactividad suelen poner en tensión
las relaciones, generando emociones de rabia y desesperación. Sin embargo, también es cierto
que una actitud positiva de parte del adulto hacia el niño o niña, respetuosa de sus características
y con altas expectativas en relación con su comportamiento y aprendizaje, puede contribuir de
manera significativa en la mejor adaptación y desarrollo de sus capacidades. Explicitar socialmente
los logros, fortalecerá la autoimagen, plantearle desafíos individuales le permitirá tener claridad
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
sobre sus metas y le dará más seguridad a su actuar. Un diálogo permanente, abierto, cálido y
reflexivo permitirá que el alumno(a) confíe en su profesor(a) y que éste se transforme en un eje
protector.
Por el contrario, una actitud del adulto que denote molestia, decepción y rechazo puede conllevar a
que las dificultades se acentúen y aparezcan otros conflictos asociados. El enojo expresado en críticas,
castigos y rechazo sólo acentúa las dificultades, la autoimagen se deteriora aún más y emergen
conductas defensivas, negativas y desafiantes, reflejando rabia y resentimiento.
Por ejemplo, si una o un estudiante golpea sistemáticamente su lápiz en el escritorio sin darse cuenta
de lo que está haciendo. Si a los otros compañeros les molesta el ruido, camine discretamente
hacia él o ella y gentilmente toque el lápiz, mírelo(a) y sonría. Podrá observar su sorpresa y su
respuesta positiva al darse cuenta de lo que estaba haciendo.
Para algunos niños y niñas “sentarse calladamente” después de una tarea es imposible. Se trata
de aceptar las necesidades individuales y permitir un espacio en el aula para que aquellos que
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
necesiten estar de pie, puedan hacerlo. Como recurso pedagógico siempre es favorecedor
tener un espacio en la sala habilitado con juegos (bloques, juguetes en desuso, o confeccionados
por ellos mismos), con material de desecho, de tal modo de darle la oportunidad a todos y
especialmente a los niños(as) que presentan NEE para que cambien de actividad, dándole la
posibilidad de movimiento. Siempre es importante comprometerlos a que luego retomarán su
quehacer.
Un aula en la que hay un par de estudiantes de pie, es a veces más silenciosa que
una en la que todos están sentados.
A los niños y niñas que tienen TDA se les dificultan las situaciones sociales e interpersonales por
su incompetencia para monitorear las respuestas del otro.
Aprender a esperar antes de responder a lo que parece ser una grosería; hacerle ver calmadamente
al niño o niña lo que acaba de decir, señalándole lo que se escuchó (incluyendo el tono de voz) y
preguntarle lo que en realidad quiso decir.
El comentario impulsivo o pregunta fuera de lugar a menudo revela una mente trabajando.
Los niños y niñas con TDA/H son frecuentemente creativos y brillantes, sólo que parecen pensar
en niveles diferentes. Hay que aprender a aceptar, valorar y aprovechar esos comentarios que
pueden no encajar exactamente con las “respuestas esperadas”. El Profesor o Profesora tiene la
posibilidad de abrir una discusión interesante a partir de estos comentarios y luego reorientarla
hacia el objetivo de aprendizaje.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
La manera cómo el(la) docente interactúe con el(la) estudiante con TDA, cuánto le escuche, qué
mensajes le entregue y cómo acoja sus ideas constituye un modelo muy eficaz para la percepción
que se formen los compañeros y compañeras de aula y por tanto, para el tipo y calidad de la
interacción que se desarrolle entre ellos.
Dejar que las interacciones se den sin la mediación del adulto y que el niño o niña con TDA
aprenda, por ejemplo, del rechazo por sus conductas disruptivas, no sólo no garantiza que
logre modificar su comportamiento social indeseado sino que probablemente lo intensificará.
En cambio, cuando el profesor(a) tiene prácticas inclusivas, está generando desarrollo humano,
puesto que las actitudes de aceptación, tolerancia, apoyo, y contención, fortalecen las relaciones
entre las personas.
La permanencia de los niños y niñas en la escuela debe estar organizada de tal manera que
desarrollen sus potencialidades en los ámbitos cognitivo, afectivo, social y corporal en un ambiente
grato, ordenado y con recursos adecuados a su edad y nivel de desarrollo.
Esto implica que tanto el espacio como los recursos con que cuenta la institución educativa deben
ser gestionados de manera flexible al servicio del logro de estos objetivos.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Para reflexionar
- ¿Cuenta esta Escuela con espacios que permitan a los niños y niñas con TDA y
otras necesidades educativas especiales moverse con tranquilidad y seguridad? o, ¿se
requiere tener una gran cantidad de normas y reglas para resguardar la seguridad de
los estudiantes en los espacios físicos? ¿Se han delimitado los espacios para distintas
actividades o se usan indiferenciadamente?
- ¿Se cuenta en esta institución con espacios específicos y adecuados donde, por
ejemplo, puedan estar los niños y niñas con necesidad de “aquietarse”, de cambiar
de “ambiente” o de moverse enérgicamente?
Delimitar espacios: dar a conocer de manera explícita a los niños y niñas cuáles son los
espacios que han sido delimitados para el trabajo en silencio y cuáles para otras actividades y
funciones. No es suficiente señalarlo una vez, es importante instalar letreros o imágenes que
recuerden esto, y si se advierte que no está siendo efectiva la información, es importante cambiar
de estrategia o de señal e insistir.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Señalar cambio de actividad en el mismo espacio: si un mismo espacio se debe utilizar para
distintos fines, se sugiere utilizar determinadas señales para mostrar el cambio de actividad, de
esta manera se hará explícito cómo será utilizado el espacio a partir de ese momento.
Utilizar recursos materiales: disponer los recursos materiales de tal modo que estén al
alcance de todos(as) y puedan ser utilizados de manera libre. Para que se mantengan en buen
estado también es importante señalar verbal y gráficamente cuáles son los cuidados generales y
específicos que deben tener cada vez que los utilicen.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Ubicación: Ubicar a los niños y niñas con TDA/H estratégicamente cerca del Profesor o
Profesora, porque van a requerir de mayor atención, mas instrucciones para realizar las tareas
y mas frecuente diálogo espontáneo; a la vez que esto aumentará su seguridad y disposición al
trabajo. Tenerlos cerca no interrumpe la concentración de los otros niños y niñas que pueden
requerir silencio para trabajar y evita los desplazamientos innecesarios. El diálogo con ellos y ellas
afianza las relaciones y mejora la comprensión mutua.
Apoyo para el Docente: Utilizar, cuando sea posible, el sistema de “partner” o de ayudante.
Esto se refiere a compartir con un o una colega los momentos de estrés. Si se encuentra teniendo
“uno de esos días” en que le es muy difícil lidiar con el comportamiento intenso de un niño o niña
con TDA, o se encuentra particularmente estresado(a), pídale al colega si puede “invitar” al niño
o niña a su clase para “ayudar”. La clave es permitirle al niño o niña algo de movimiento y a usted
algo de aire en esos malos días que todos tenemos.
Las estrategias deben ser ajustadas a los intereses y necesidades propias de cada edad, en la
medida que hay diferencias sustantivas entre el 5º y el 8º Básico.
Organizar grupos pequeños de discusión antes que discusiones con todo el curso. Los
alumnos(as) con mayor nivel de impulsividad, pero también las niñas y niños más distraídos y
tímidos tienen mejores oportunidades para expresarse y darse cuenta que sus opiniones son
valiosas en la medida que se pueden expresar y lo hacen de manera adecuada.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
El tiempo utilizado en esta actividad no supera el necesario para ordenar a los estudiantes y
asegurar un mejor clima para el aprendizaje.
Este ejercicio además de tranquilizarlos y disponerlos para el aprendizaje contribuye a que los
contenidos se trabajen desde los conocimientos previos de los niños(as).
Establecer una rutina diaria y avisar con tiempo a sus alumnos y alumnas de los cambios,
cuando esto vaya a ocurrir. Los niños y niñas con TDA/H no pueden manejar bien los cambios o
sorpresas en la rutina de trabajo. Necesitan sentirse con capacidad de controlar las situaciones.
Esta seguridad se pierde cuando sucede algo fuera de regla. Los niños y niñas necesitan aprender
a ser flexibles, pero no es de gran valor si es forzado a ello. Si no se quiere hacer saber a todo
el curso de un cambio, entonces, trate de informar al padre o madre del niño(a). Esto permitirá
prepararlo(a) antes de llegar a la Escuela. Si necesita realizar una sorpresa, entonces quizá pídale
ayuda al niño y hágalo parte de la sorpresa.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Apoyar el desarrollo de habilidades para iniciar, organizar y priorizar las tareas. El apoyo
en esto es clave para cualquier actividad. Recordar que el desarrollo es progresivo y requiere de
apoyo sistemático. Por ejemplo, se les puede ayudar:
• Teniendo presente que las tareas largas generalmente corren el riesgo de abandono y
desmotivación.
• Señalándole metas de rendimiento claras y específicas, paso a paso. Las metas a largo plazo
generalmente son olvidadas y abandonadas rápidamente.
Los estudiantes que tienen un estilo cognitivo impulsivo no se desempeñan bien en evaluaciones
contra el tiempo o “sorpresivas”. No hay que exponerlos a este tipo de valoraciones porque
incidirán en aumentar sus experiencias de mal rendimiento, menoscabo de la autoestima y
desmotivación. En los casos de mayor vulnerabilidad pueden incidir en repitencia y deserción.
Por otra parte, las malas calificaciones en estos casos no actúan como “remecedores”.
Identifique junto con él o ella las mejores formas para dar cuenta de los aprendizajes logrados
(oral, escrita, disertación apoyada con elementos visuales, etc.). Más importante que la adecuación
a las metodologías y ritmo de sus compañeros es la evaluación real de los aprendizajes que ha
logrado alcanzar.
Privilegiar la calidad por sobre la cantidad en las tareas para el hogar. Las tareas para el
hogar son una oportunidad para reforzar algunos aprendizajes y despertar el interés por otros.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Es importante que sean breves, con sentido y motivadoras para asegurar su realización. No
es conveniente que tenga un cuaderno con tareas siempre incompletas. Se pueden buscar
estrategias para asegurar que las lleve a casa: el recuerdo de un compañero, un “letrero” con la
pregunta “¿Llevas tus tareas a casa?”, u otras.
En los cursos del Segundo Ciclo se sugiere dialogar complementariamente con el estudiante
con dificultades atencionales para reforzar las instrucciones de las tareas, motivar su realización y
acordar adecuaciones cuando sea necesario. Este diálogo permite ir fortaleciendo el compromiso
del o la estudiante con el trabajo. Además se pueden tener tutores por subsector que apoyen a
los alumnos con TDA y monitorear la sistematización de su trabajo.
Desde el Primer Ciclo es conveniente trabajar con los niños y niñas, técnicas y hábitos de estudio.
En los primeros años resulta fundamental el apoyo de los padres, hermano mayor o tutor que
pueda apoyarlo en el hogar, por lo que es importante mostrar y compartir las sugerencias.
En el caso de los estudiantes del Segundo Ciclo el apoyo suele ser directo, donde tan importante
es ofrecerles técnicas de estudio como ayudarles a descubrir y evaluar cuáles son las que les dan
mejores resultados.
El apoyo de Educadoras y Educadores Diferenciales suele ser una buena oportunidad en estos
casos. Otras estrategias de apoyo que resultan útiles son la utilización de una Agenda, la elaboración
de fichas, mapas conceptuales, esquematizar, subrayar, etc.
61
Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
¿Cuáles son los criterios centrales para que funcione el trabajo familia-escuela?
- Que las necesidades de trabajo conjunto sean explicitadas, a través de entrevistas personales,
tanto con la familia como con los especialistas.
- Que las expectativas de apoyo mutuo sean conocidas y ajustadas por parte de cada uno.
- Que se trabaje para lograr un compromiso con la estrategia planificada, considerando que ésta
debe ser siempre realista y posible de cumplir. Cuando se acuerdan grandes apoyos difíciles de
cumplir (por tiempo y/o recursos de los padres, por ejemplo), se pierde la confianza mutua.
- Que se logre acuerdos sobre los aspectos en que la familia cuenta con la posibilidad real de
apoyarlo(a) y en cuáles la escuela puede colaborar.
- Considerar que el diagnóstico de TDA de un hijo o una hija genera distintas reacciones en
función de la intensidad del Trastorno, de la estructura y dinámica familiar y de las expectativas
hacia el hijo o hija, entre otros. La adaptación de la familia a la nueva situación puede ser variable;
es posible encontrar actitudes que dan cuenta de no querer asumir las dificultades -actitudes de
enojo, de depresión e impotencia, pero también de aceptación y proactividad.
- Considerar que los padres y madres de los niños y niñas con TDA necesitan sentirse escuchados
y comprendidos, no obstante, no quieren sentirse víctimas de la situación o que los demás sientan
lástima por ellos.
- No “caer” en comunicaciones diarias hacia el hogar relatando todas las conductas disruptivas
en que el niño o la niña ha incurrido. Esto sólo contribuye a tensionar la relación padre/madre
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Recuerde que los padres y madres necesitan saber de qué manera ayudar y no sólo la constatación
de hechos.
¿Qué actividades se pueden desarrollar con la familia de niños y niñas con TDA e Hiperac-
tividad?13
La política de relación y trabajo con la familia debiera estar explicitada en el Proyecto Educativo
Institucional de la escuela. La forma de llevarla a cabo será flexible y ajustada a las necesidades de
los niños y niñas, en función de los objetivos pedagógicos. Existen distintos enfoques y actividades
que pueden ser utilizados, adecuándolos a los diferentes contextos.
13
Estas actividades también pueden ser utilizadas con el conjunto de padres y apoderados con y sin NEE;
en este caso se han adecuado a familias con niños y niñas con SDA e hiperactividad.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
• Orientaciones para el
apoyo en el hogar.
• Grupos de acompañamiento
• Entrevistas. y crecimiento, orientados
• Orientaciones para el fundamentalmente al soporte emocional,
apoyo en el hogar. comprensión de los sentimientos para
aceptar de mejor forma el diagnóstico, y
• Articulación y contacto con desarrollar una actitud proactiva; también,
Oral profesionales especialistas. para aprender y compartir técnicas
• Construcción de planes de apoyo específicas en el hogar.
de apoyo pedagógico.
• Escuela para Padres con temas de
interés general y específicos de NEE.
• Charlas, especialmente para padres
más resistentes a aceptar las NEE
• Construcción de material y
adecuación de los espacios físicos.
• Co-construcción de planes de
apoyo pedagógico conjunto.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Bibliografía
Nadeau, K. G. - Understanding girls with AD-HD. Adaptado y Traducido por María Eugenia
Pueyrredón Publicaciones, ADHD Fundación para la Investigación del Déficit Atencional e
Hiperkinesia. En: http://www.adhd.com.ar/publicaciones10.htm
Educar Chile - Ritalín en la sala de clases. Entrevista con la Neuróloga Infantil Amanda Céspedes.
Disponible en: http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/Vercontenido.aspx?ID=106430
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
Anexo
PAUTA EJEMPLO
PARA LA ENTREVISTA CON LOS PADRES Y MADRES
PASO 1:
PREPARANDO LA ENTREVISTA
Reflexionar:
Porque creo que es importante que los padres asuman el mal comportamiento
de su hijo(a).
Porque creo que en conjunto con los padres y madres podemos apoyar este alumno(a).
Otros motivos.
Cada uno de estos motivos puede orientar de manera distinta el sentido y el objetivo de la
entrevista. Por esto, poder reflexionar e identificar los reales motivos para realizar la entrevista,
revisarlos y repensarlos permitirá, por una parte, reconocer la propia disposición hacia los padres
y madres, y por otra, planificar la entrevista con mayor claridad y entregar también a los padres y
madres el mensaje más claro.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
se pueden emprender.
Otros objetivos.
Recuerde que esta puede ser la primera entrevista, por lo tanto los objetivos no pueden ser muy
ambiciosos; también es necesario recordar que, en el primer momento, a cualquier padre/madre
le cuesta aceptar las dificultades de su hijo(a).
Una vez que haya revisado sus motivos y objetivos, y los haya “ajustado” a la realidad del niño(a)
y su familia planifique la reunión considerando los siguientes criterios:
Tono de la citación: Sea amable en la citación. El tono que lleve la citación también
influirá en la disposición con que los padres y madres lleguen a la
escuela.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
PASO 2:
PRIMER CONTACTO
Muéstrese cálido con los padres y madres. Refuerce el que hayan podido asistir a la citación.
Generar un clima acogedor y de confianza facilita de manera significativa, abordar las situaciones
de conflicto y conseguir acuerdos.
Inicie la entrevista con la premisa de que los padres/madres están interesados resolver la situación
de su hijo(a); por el contrario, partir con una actitud de “llamado de atención” o denotando la
“falta de preocupación” sólo lleva a los padres/madres (y a cualquier persona en esa situación) a
defenderse y oponer resistencia.
Es muy posible que durante la entrevista aparezcan desde los mismos padres y madres sus
dificultades para prestar el apoyo a su hijo(a), lo cual sí permite poder establecer pequeños
compromisos para el cambio.
Ejemplo:
“Buenas tardes; que bien que hayan podido organizarse para venir”
“Cómo han estado últimamente” (es importante saber de qué vienen y poder empatizar con su
situación).
PASO 3:
COMPRENDIENDO EL PROBLEMA
Lo importante es esta fase más que informar a los padres/madres sobre el comportamiento
de (Tomás); es llegar a una comprensión compartida acerca de lo que le sucede y cómo poder
encaminar de otro modo la situación. Conocer la relación de los padres/madres con su hijo o
hija, etc.
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Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
“¿Cómo han visto últimamente a (Tomás)? ¿Contento, triste, interesado en las tareas?
Una vez que se ha establecido una relación de acuerdo, respecto a que algo le puede estar
pasando a (Tomás) y que sería importante emprender caminos de apoyo, se puede continuar
con verbalizaciones como las siguientes:
“En otros niños(as) ha resultado muy bien el consultar a un especialista en el tema... el que se
incorpore a este taller... que los padres realicen con él ciertas tareas específicas en la casa, etc.”
(Aquí es importante recoger qué es lo que los padres y madres ya han realizado y, qué les ha
dado resultado y qué no, para buscar otras alternativas).
PASO 4:
ESTABLECIENDO COMPROMISOS
“¿Cuáles serían los próximos pasos que podemos acordar, compromisos de ustedes y
compromisos nuestros, como escuela?”
Despedirse de manera muy cordial y resaltar cualidades de Tomás, de manera que el encuentro
de Tomás con su padre y madre en el hogar pueda ser grato y optimista.
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DéfiDéfi
cit Atencional concon
cit Atencional y siny Hiperactividad
sin Hiperactividad Déficit Atencional con y sin Hiperactividad
EDICIÓN TÉCNICO-PEDAGÓGICA
Paulina Godoy Lenz
Soledad González Serrano
Andrea Pérez Cuello
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Eduardo Bachmann Mancilla
PORTADA
Claudia Camacho Briceño
Fecha de Impresión: Noviembre de 2009
RPI 186554
ISBN 978-956-292-264-7
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DÉFICIT ATENCIONAL
Guía para su comprensión y desarrollo de estrategias
de apoyo, desde un enfoque inclusivo, en el
nivel de Educación Básica.