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Los Arboles Mueren de Pie PDF

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AlejandroCasona

LOSRBOLES
MUERENDEPIE

Comediaentresactos

EstaobraseestrenoenelteatroAteneo,deBuenosAires,elda1de
abrilde1949,conelsiguientereparto:

PERSONAJES

ACTORES

MARTAISABEL

LuisaVehil.

................

LAABUELA......................

AmaliaS.Ario.

GENOVEVA.....................

TeresaSerrador.

HELENA,secretaria..........

CarmenDomenech.

AMELIA,mecangrafa.....

LedaZanda.

FELISA ,doncella............

SoledadMarc.

MAURICIO

.....................

EstebanSerrador.

SEORBALBOA.................

FranciscoL.Silva.

ELOTRO........................

AlbertoClosas.

ELPASTOR NORUEGO .........

FranciscoDonado.

ELILUSIONISTA................

JosM.Navarro.

ELCAZADOR ....................

CayetanoBlondo.

ELLADRNDELADRONES.....

JosCouto.

ACTOPRIMERO

A primera vista estamos en una gran oficina moderna, del ms


aspticocapitalismofuncional.Archivosmetlicos,ficherosgiratorios,
telfonos,audfonoytodalacomodidadmecnica.Aladerechadel
actor, la puerta de secretara a la izquierda, primer trmino, la
puerta de la direccin. Segundo trmino, salida privada. La mitad
derecha del foro est ocupada por una librera. La izquierda, en
medioarco,cerradaporunaespesacortina,quealcorrersedescubre
unvestuarioamontonadodetrajesexticosyunamesitaconespejo
alumbradoenlosbordes,comoenuncamarndeteatro.
En contraste con el aspecto burocrtico hay ac y all un rastro
sospechoso de fantasa: redes de pescadores, cartulas, un maniqu
descabezado con manto, un globo terrqueo, armas intiles, mapas
coloristas de pases que no han existido nunca toda esa abigarrada
promiscuidaddelasalmonedasylastiendasdeanticuario.
En lugar bien visible, el retrato del Doctor Ariel, con su sonrisa
bonachona, su melena blanca y su barba entre artstica y
apostlica.
Al levantarse el teln la Mecangrafa busca afanosamente algo que
no encuentra en los ficheros. Consulta una nota y vuelve a remover
fichas,cadavezmsnerviosa.EntraHelena,lasecretaria,madurade
aosydeautoridad,consuscarpetasqueordenamientrashabla.
HELENA.

Qu,siguesinencontrarla?
MECANGRAFA.

Es la primera vez que me ocurre una cosa as. Estoy segura de que
esa ficha la extend yo misma el fichero est ordenado
matemticamenteysoycapazdeencontrarloquesemepidaconlos
ojoscerrados.Nocomprendocmohapodidodesaparecer.
HELENA.

Noestarequivocadalanota?
MECANGRAFA.

Imposible es de puo y letra del Jefe. (Tendindosela.) 4B43. No


puedehaberningnerror.
HELENA.

Haydos.

MECANGRAFA.

Dos?
HELENA.

Primero,nopronuncienuncaaqu,lapalabraJefepareceotracosa.
DigasimplementeDirector.Ysegundocmoquiereencontrarauna
muchachadediezysieteaosenlasfichasazules?Hastacumplirla
mayoredadvanencartulinablanca.
MECANGRAFA.

Diosmoperodndetengolacabezahoy!
HELENA.

Muchocuidadoconesotratndosedemenoreslaleyesinflexible.
MECANGRAFA.

Siempresemeolvidaesedetalledelcolor.
HELENA.

Recuerde que en esta casa cualquier pequeo detalle puede ser una
catstrofe. Muchas vidas estn pendientes de nosotros, pero el
camino est lleno de peligros y lo mismo podemos merecer la
gratituddelahumanidadqueiraparartodosalacrcelestamisma
noche.Noloolvide.
MECANGRAFA.

Perdn.Leprometoquenovolveraocurrir.
HELENA.

As lo espero. Y ahora, a ver si es verdad esa seguridad de sus


manos. Pngase ante el fichero de menores con los ojos cerrados y
dmeel4B43.
MECANGRAFA.

Esste?
HELENA.

Muy bien, la felicito. (Lee.) "Ernestina Pineda. Padre desconocido y


madre demasiado conocida. Abandono del hogar. Peligro. Urgente.
Vase modelo H4." (Busca en sus carpetas repitiendo.) Modelo H
4...modeloH4.H4.(Unvistazoyfrunceelceo.)Ah!porlovisto
esgrave.(Tomaunasnotasrpidasensubloc.)
MECANGRAFA.

Puedo hacerle una pregunta? Ya s que no se debe, pero a m me


ocurrialgoparecidoyestoymuertadecuriosidad.

HELENA.

Acostmbrese a obedecer sin preguntar es mejor para todos.


(Arranca la hoja del bloc y se la da con la ficha y la carpeta.) (La
mecangrafa va a salir.) Otra cosa si llega una muchacha de ojos
tristes, con boina a la francesa y tarjeta azul, hgala pasar
inmediatamente.
MECANGRAFA.

Ladelramoderosas?
HELENA.

Cmolosabe?
MECANGRAFA.

No fue culpa ma lo o, sin querer, cuando se lo estaba diciendo el


Jefe.
HELENA.

Director.
MECANGRAFA.

Disculpe. (Sale. La Secretaria se sienta a ordenar papeles y tomar


notas.Entra,desecretara,elPastorprotestanteuntipodemasiado
perfectoparaserverdadero.Vienedeunhumornadaevanglico.)

HELENAyPASTOR
PASTOR

Estoyaesdemasiado.Protesto!Respetuosamente,peroprotesto.
HELENA.(Sinabandonarsutrabajo.)

Otravez?
PASTOR .

Yohesidollamadoaqucomoespecialistaenidiomas:nuevelenguas
vivas y cuatro muertas, cuarenta aos de estudios, cinco ttulos
universitarios... y total para qu? Hasta cundo me van a tener
ocupadoentrabajosinferiores?
HELENA.

Cmo!Aunproblemadeconciencia,condudasreligiosasyenuna
damaescocesa,lellamausteduntrabajoinferior?
PASTOR .

Pero otra solterona! Ya llevo cuatro en menos de una semana. Y si


hay algo en este mundo que un soltern no puede soportar es una
solterona.
HELENA.

Muygalante.
PASTOR .

Nolodigoporusted.Ustednoesunamujer.
HELENA.

Gracias.
PASTOR .

Quiero decirquees un amigo,uncamarada. Por esolehabloconel


corazn en la mano. Protesto, protesto y protesto!(Se arranca una
patilla.Helenaselevanta.)
HELENA.

Clmese,reverendo.
PASTOR .(Repentinamente

alarmado mira en torno y baja la voz).


Porqumellamareverendo?Hayalguien?
HELENA.

Nadietranquilcese.
PASTOR .

Ah.(Searrancalaotrapatilla.)
HELENA.

Ycmbieseinmediatamente. (Le tiendeunpapel.)Tieneotra misin


delicadaparahoy.
PASTOR .(Sinilusin.)

S,yas.Barconoruegoalavista!Tengoqueseryoelquevayaal
puerto?
HELENA.

No tenemos otro que conozca ese idioma. Piense en la emocin de


esosmuchachosalescuchartanlejosunaviejacancindelatierra!
PASTOR .

No ir a decirme que un trabajo as justifica cinco ttulos


universitarios!
HELENA.(Dejandoeltonoamistosoparaimponerse.)

Aqunadietieneelderechodeelegirsusconsignas.Oseobedecea
ciegasoseabandonalalucha!
PASTOR .

Enfin...todoseaporlacausa.(Dejaresignadosubibliaysuslentes.
Corre la cortina descubriendo el vestuario, se quita la levita, y
mientrassigueeldilogovaponindoseunacamisetamarineraylas
altasbotasdeaguasobreelmismopantaln.)
HELENA.

Consiguitranquilizarlaconcienciadeesadama?
PASTOR .

Qudama?
HELENA.

MissMcpherson.Lasolteronaescocesa.
PASTOR .

Ah, s, supongo que s. Era un caso corriente. Por qu no iba a


resultar?
HELENA.

No s tem que pudieran surgir complicaciones en la discusin


religiosa.Comoustedescatlicoyellaprotestante...
PASTOR .

Paraunprofesordeidiomasesonoesdificultad:elprotestantismoes
undialectodelcatolicismo.
HELENA.

Entonces,sitodosalibienaquvieneesemalhumor?
PASTOR .

Le parece poco? Slo se cuenta conmigo para trabajos de


principiante. Por qu no se me dio parte en el golpe del Club
Nutico? Eh! Por qu se me dej fuera cuando el Baile de las
Embajadas? Eh! All haba gente de todos los pases. Era mi gran
oportunidad!
HELENA.

Esanochenuestrointersnoestabaenelsalndebaile,sinoenlas
cocinas. Una equivocacin en el narctico lo habra echado todo a
rodar.Algunaotraqueja?
PASTOR .

Lo de los nombres. Pase que en el cumplimiento del deber se me

llameel"F48".Peroaqudentro,entrecompaeros...
HELENA.

Es mejor que nadie sepa el nombre de nadie. Puede prestarse a


indiscrecionespeligrosas.
PASTOR .(Ofendido.)

Piensaqueyosoyundelator?
HELENA.

Ni remotamente. Pero, que pasara si alguno de los nuestros, por


una torpeza, cayera en manos de la polica? Toda la organizacin
descubierta!
PASTOR .(Selevantaconvencido.)

Niunapalabrams.Aquhorallegaesemalditobarco?
HELENA.

Porqumaldito?
PASTOR .

Quierodecir,esedichosobarco.
HELENA.

Por qu dichoso? No lo diga con ese gesto. Sonra. Una buena


sonrisaeslamitaddenuestrotrabajo.
PASTOR .

Estbien.(Conunasonrisaquenolesale.)Aquhorasdebenllorar
esosmuchachosnoruegosoyendolasviejascancionesdesupas?
HELENA.

As, muy bien. (Consulta su reloj). A las once. Tiene usted cuarenta
minutos. (El Pastor enciende las luces del espejo y se sienta a
maquillarse.Unodeloslibrosseiluminatresvecesconunaluzroja,
almismotiempoqueseoyentresllamadassordasdechicharra.Una
parte de la librera comienza a abrirse lentamente hacia adentro
descubriendo una entrada secreta. Pasa el ilusionista un tipo
humildemente estrafalario, con una gran carrik anacrnica o levita
larga. Trae en la mano un racimo de globos infantiles. La puerta se
cierrasolatrasl.)

HELENA,PASTOR ,ILUSIONISTA
ILUSIONISTA.

Salud,compaeros.
HELENA.

Salud.
PASTOR .

Salud.
ILUSIONISTA.(Cuelga sus globos y pasa a dejar el sombrero de copa

sobrelamesa.)
Dgame,seoraestodelosglobosesabsolutamentenecesario?
HELENA.

Esotraprotesta?
ILUSIONISTA.

Pregunto,simplemente.Cadaunotieneelsentidodesuprofesiny
esto de los globitos, la verdad, no me parece digno de una
organizacinserianidem.
HELENA.

Ah, usted tambin? Por lo visto ya empieza a filtrarse aqu la


indisciplina. Pues no seores, no sin autoridad y obediencia no hay
luchaposible.Pinsenlobienantesdedarunpasoms!
ILUSIONISTA.

Yonohehechomsquepreguntar.
HELENA.(Autoritaria.)

Nieso!Elquenoestdispuestoaentregarsealacausaconelalma
entera tiene abierta la puerta. Slo se le pedir al salir el mismo
juramento que se le pidi al entrar: silencio absoluto. Tienen algo
msquedecir?
ILUSIONISTA.

Nada.
PASTOR .

Nada.
HELENA.

Gracias. (Sale. El Pastor, que ha completado su maquillaje con una


sotabarba roja, viene al centro de la escena ponindose la zamarra.
El Ilusionista se sienta aburrido. Mientras habla hace las cosas ms
inesperadasconunanaturalidaddesconcertante:cadavezquebusca
algoensusinmensosbolsillosvanapareciendoenredadoscintajosde
colores,abanicosjaponeses,frutas,unaflauta,untrompodemsica.

Lo ms curioso es que ni l hace el menor caso al Pastor mientras


dialogan, ni el Pastor muestra la menor extraeza ante sus trucos
pueriles. Hay frente a frente un tono doctoral y una sorna plebeya
resignada.)

ILUSIONISTAyPASTOR
PASTOR

Cadadaseestponiendoestomsduro.Sinofueraporque,enel
fondo,somosunosidealistas!
ILUSIONISTA.

Le dir a usted: a m los idealismos... (Aplasta contra el suelo su


bastnyseloguardaenelbolsillo).
PASTOR .

Muchotrabajo?
ILUSIONISTA.

Nada viejos, nios, criadas... Matine! (Buscando algo saca una


flauta en la que sopla un acorde y la pasa al otro bolsillo.) Y usted
contento?
PASTOR .

Desarraigado. Yo he nacido para la Universidad. (Nostlgico.) La


Sorbona,Oxford,Bolonia...
ILUSIONISTA.

Yo para el circo: Hamburgo, Marsella, Barcelona... (Repite el juego


con unos pauelos que al deslizarse entre sus manos cambian de
color.)
PASTOR .

Labibliotecahastaeltecho,lacampana,elclaustrogtico...
ILUSIONISTA.

Laviejacarpadelona,loscaminos...
PASTOR .

Cuarentaaosdeestudiarsentado!
ILUSIONISTA.

Cuarentapasesapie!
PASTOR .

Encambioahora...
ILUSIONISTA.

Aloquehemosllegado,compaero.Unabanana?
PASTOR .

No, gracias. (El Ilusionista pela y come filosficamente la suya.) S


quetenemos una gran responsabilidad social. Peroesos nombres de
espas...Hayderechoaqueunhombrecomoyosellameel"F48"?
ILUSIONISTA.

Y...?Yosoyel"X31",ymeaguanto.
PASTOR .

Peronosientelaangustiadeestarmuertodebajodeesaletrayese
nmero?
ILUSIONISTA.

Ledirausted:amlaangustiametafsica...(Come.)
PASTOR .

Mi nombre verdadero es Juan. Poca cosa, verdad? Pero humano,


seor, humano! Millares de Juanes han escrito libros y han plantado
rboles.Millonesdemujereshandichoalgunavezencualquierrincn
del mundo "te quiero, Juan". En cambio quin ha querido nunca al
"F48"?Juansabeapuebloyaeternidad:eselhierro,lamaderade
roble, el pan de trigo. "F48" es el nylon. (El Ilusionista termina de
comersubananayguardalacscaraenelbolsillo.)
ILUSIONISTA.

Ammegustaelnylonescmodoybarato.Elporvenir!(Selimpia
conunpauelorojo,quealsoltarlo,vuelverpidamenteasusitio.)
PASTOR

No,nomedigaquesoyyoelnicoensentirestaangustia!Podra
ustedresignarseasereternamenteel"X31"?
ILUSIONISTA.

Cuestaunpoco.Laprimeravezquemeollamarascrequeestaban
llamandoaunsubmarino.(Sacaunaespeciedecigarreraqueabrea
resorteyseilumina.)Uncigarrillo?
PASTOR .

Tengo que acostumbrarme a esta maldita pipa. (El Ilusionista


enciendeconunfsforoquerascaenelcodo.)Yacantar,yhastaa
bailar si es preciso. Pero ese nombre, ese nombre...! Cmo pudo
decirGuillermoqueelnombrenosignificanada?(Recita.)

"MontescoonoMontesco,terest!
Encambiounnombreques?Nipienimano
nibrazonisemblante
nicosaalgunaquealhombrepertenezca."
Noestoyconforme!
ILUSIONISTA.

Conquin?
PASTOR .

ConShakespeare.
ILUSIONISTA.

LediraustedamShakespeare...(Seaprietaconelndiceunodo
soltandoporelotrounlargochorritodeagua.)
PASTOR .

Peroams,ams!Puedorecitarsusobrascompletasdememoria.
Algndahastasoconescribirlasparecidas.(ElIlusionistalanzaen
elsuelountrompodemsica.)Yenquhevenidoaparar?
ILUSIONISTA.(Mirndoleporprimeravezdefrente.)

Nosomosnadie,hermano: usted,uncatedrticosinctedrayo,un
ilusionista sinilusiones. Podemostratarnosdet.(Recogeeltrompo
enlapalmadelamanomirndolebailar.Depronto,oyendolavozde
la Secretaria, que se acerca, se incorpora y lo guarda imponiendo
silencio. El Pastor cierra apresuradamente la cortina del vestuario.
Entra Helena, con la muchacha de los ojos tristes y la boina a la
francesa.AnticipadamentelallamaremosIsabel.)

DICHOS,HELENAeISABEL
HELENA.

Pase,seorita.Esunaverdaderaalegraquesehayadecididoavenir
a vernos. Tienen la bondad de dejarnos solas? (El Pastor se inclina
cortselIlusionista,comoenunsaludodepista.Recogesusglobos
yseencaminaalasegundaizquierdadetrsdelPastor.Seaprietala
bocadelestmagoconeldedohaciendounruidodebocina.ElPastor
ledejapaso.Isabellosmirasalirdesconcertada.)

ISABELyHELENA

HELENA.

Sintese,porfavor.
ISABEL.(Sinsentarse.)

Fueustedlaquemellam?
HELENA.

Yo no puedo tomar iniciativas slo obedezco rdenes. Pero estoy


segura de que el seor Director va a ser feliz cuando lo sepa. Un
momento.(Vaalaudfono.)Hola!Direccin?(Seoyeenelaudfono
lavozdelDirector.)
VOZ.

Diga,Helena.
HELENA.

Tengounagrannoticiaparausted.
VOZ.

Si quiere darme la mejor del da dgame que los ojos tristes que
esperbamosacabandellegar.
HELENA.

Efectivamente,aquest.
VOZ.

Saldelaenminombreydgalequeencuantotermineaqutendrel
mayorgustoenatenderla.Decorazn.
HELENA.

Asusrdenes.(Corta.)Haodo?
ISABEL.

Realmente no s cmo agradecerles... Pero podra saber quin me


llamyparaqumehantradoaqu?
HELENA.

El seor Director le explicar. No quiere sentarse? Parece un poco


nerviosa.
ISABEL.

Mucho.Ysobretodo,desconcertada.Fueunacitatanextraayenun
momentodemividatan...tan...(Ahogaunsollozoysedejacaeren
unasiento.)
HELENA.

Vamos, seorita, tranquilcese. Le aseguro que est entre amigos...


quinsabesicompaeros!Quieretomaralgo?
ISABEL.

Nada, gracias. (Sonredisculpndosemientras seseca una lgrima.)


Yapas.

ISABEL,HELENAyMECANGRAFA.Despus,BALBOA
MECANGRAFA.(Enlapuerta.)

Hayunseorquequierehablarconladireccin.
HELENA.

Queespere.
MECANGRAFA.

VienerecomendadoporelDoctorAriel.
HELENA.

PorelDoctorArielenpersona?Perohgalopasarinmediatamente!
Adelante, seor, adelante. (Entra el Seor Balboa: un anciano
correctsimo y pulcro, un poco tmido. Trae en la mano una tarjeta
azul.)
BALBOA.

Seorita...
HELENA.

Encantada.EsustedamigodelDoctorAriel?
BALBOA.

Tengoesehonor.
HELENA.

Entoncessupongoqueeldoctorlehabrinformadoya...no?
BALBOA.

No, nada me dio simplemente esta direccin y me dijo que aqu lo


sabratodo...siesquealgopodanhacerporm.
HELENA.

Esperemosques.Tomelosdatos,Amelia.(LaMecangrafarecogela
tarjetadelseorBalboaysesientaatomarlosdatosparaelfichero.
HelenaleindicaunasientoydiceporIsabel.)Nossitengoderecho
a hacer laspresentaciones o siprefierenreservarse losnombres. En

cualquiercasoconsidrensecomoamigos.
BALBOA.

Honradsimo.
ISABEL.

Gracias,seor.(ElseorBalboatomaasientojuntoaIsabel.Pequea
pausa. En la segunda izquierda aparece un momento el Pastor
Noruego.)

DICHOSyPASTOR
PASTOR .

Unmomento,compaerabastacantarotengoquellevartambinel
acorden?
HELENA.(Impacienteantelaimprudencia.)

No me parece momento oportuno para pedir instrucciones. Espere


ahdentro!
PASTOR .

Perdn. (Sale. La Secretaria sonre un poco tontamente sin saber


cmoexplicarlaextraaaparicin.)
HELENA.

Otroamigo...(Tomadelamesaelsombrerodecopaparallevrselo.
Del sombrero sale un conejo blanco. Ella se apresura a esconderlo,
nerviosa.)Disculpen...estosempleados!...(Saleconelsombreropor
segundaizquierda.IsabelyelseorBalboa,aquieneshasorprendido
tanto el noruego como el conejo, se miran desconcertados. Despus
contemplan inquietos el lugar. La Mecangrafa termina de anotar y
devuelvelatarjeta.)
MECANGRAFA.

Nada ms, seor muchas gracias. (Coloca en el clasificador la ficha


queacabade extender. Suena eltelfonoatiende mecnicamente.)
Diga. S, yo misma. Cmo? Pero no! Ese asunto de los nios
secuestrados qued archivado definitivamente. Resultado negativo.
Ah, eso ya es otra cosa. Espere, creo que tengo aqu a mano los
datos. (Sin soltar el auricular busca en un indicador, repitiendo.)
Fumadero de opio... Fumadero de opio... Fumadero... (LaSecretaria
ha aparecido a tiempo de sorprender la nueva imprudencia. Avanza
rpida.)
HELENA.

Dejeeso!(Toma el auricular y contestaenun tonotanamable que


esevidentementefalso.)Hola!Ah,esusted?Encantadasiempre.Lo
siento pero ahora no me es posible. No, por favor, no insista.
(Subrayando.) Le repito que en este momento es imposible. Yo le
llamar. De nada. (Cuelga.) Vamos, seorita el trabajo no puede
esperar.Conpermiso.(Vacilaunmomento.Desconectaeltelfonoy
saleconlaMecangrafa.Isabelyel seorBalboasemirancadavez
msperplejos. lseenjugalafrenteconelpaueloellatamborilea
los dedos nerviosa. Sonren forzadamente sin saber qu decirse.Por
finelseorBalboadaelprimerpaso,confidencial.)

ISABELyBALBOA
BALBOA.

Dgame, seorita, usted tiene una idea aproximada de dnde


estamos?
ISABEL.

Yono.Yusted?
BALBOA.

Tampoco. Es curioso, no? Ninguno de los dos sabemos dnde


estamosysinembargoaquestamoslosdos.
ISABEL.

Nohabremosequivocadoladireccin?
BALBOA.

Comprobemos.Culeslasuya?
ISABEL.(Saca de su bolso una tarjeta azul.) Avenida de los Aromos

2448.
BALBOA.(Mirandolasuya.)

Dos, cuatro, cuatro, ocho. Correcto. Es indudable que en toda la


ciudadnopuedehabermsqueunaAvenidadelosAromos.
ISABEL.

Y es indudable que en toda la avenida no puede haber ms que un


dos,cuatro,cuatro,ocho.
BALBOA.

Entonces estamos bien, no hay discusin. Pero dnde? Qu


significaestamezcladeoficinaydeutilera?

ISABEL.

Esloqueyomeestoypreguntandodesdequellegu.
BALBOA.

Y ese fumadero de opio... y esos nios secuestrados... No ir a


decirmequetodoestoesnatural!
ISABEL.

Quin sabe. A veces unas palabras sueltas pueden prestarse a


confusiones.
BALBOA.

De acuerdo. Pero... es natural criar conejos en un sombrero de


copa?
ISABEL.

Eso sera lo de menos. Para m lo mssospechoso es lo otrolo del


pescador.
BALBOA.

Porqu?
ISABEL.

Porqueesepescadornoruegoqueacabadesalir,cuandoentrnoera
noruegonipescador.Eraunpastorprotestante.
BALBOA.(Selevantasobresaltado.)

Demonio!Quinlehadichoeso?
ISABEL.

Yo lo vi, en un banco del parque: un pastor protestante discutiendo


conunainglesapelirroja.Esdecir...amenosquelaseoraestuviera
disfrazadatambin.
BALBOA.

Pero entonces no hay duda. Hemos cado en una trampa! (Se oye
dentroungolpedeacorden.)
ISABEL.

Silencio.Ahviene.(Balboasesientarpidamentedisimulando.Cruza
el Pastor, que ha completado su estampa nrdica de lobo de mar
viene terminando de sujetarse elacordenenbandolera.Se detiene
mirandocompasivamenteaunoyotra.)

ISABEL,BALBOAyelPASTOR

PASTOR .

Primerda,no?
BALBOA.(Averqusale.)

Primerda.
PASTOR .(Sibilino.)

Si quieren un buen consejo, retrense ahora que todava estn a


tiempo.Ysino,mirenmiejemplo:cuarentaaosdeestudiosporun
plato de lentejas... y ahora a la taberna del puerto, a cantar para
esos muchachotes rubios que lloran cerveza! (Sale por secretara
rezongandoentredientes.) F48...F48...(Isabel y Balboalesiguen
conlosojos.Despusvuelvenamirarseatnitos.)

ISABELyBALBOA
BALBOA.(Repitemecnicamente.)

F48...Ustedhaentendidoalgo?
ISABEL.(Resuelta.)

Yo s: que hay que salir de aqu antes que sea tarde! (Se levanta
dispuestaacorrer.lladetiene.)
BALBOA.

Por ah no! Quiere meterse usted misma en la boca del lobo?


Calma, seorita mientras tengamos la cabeza sobre los hombros,
usmosla framente. Reflexionemos. (Respira hondo para
tranquilizarse y medita en voz alta.) A primera vista, todo lo que
estamospresenciandoaquslopuedeocurrirenunteatrooenuna
filmadoradepelculasoenuncirco.
ISABEL.

Ojalnofueramsqueeso.
BALBOA.

Y, sin embargo, es evidente que no estamos en un circo ni en un


teatronienunafilmadora.
ISABEL.

Evidente.
BALBOA.

Tampococabepensarenunalogia.

ISABEL.

Yenunasecta?
BALBOA.

Dequ?
ISABEL.

Qusyo.Unasectasecreta.
BALBOA.

Religiosa?Noescosadeestostiempos.Poltica?Unaorganizacin
terrorista?
ISABEL.

Contraunviejoyunapobremujersola?Novaldralapena.
BALBOA.(Desesperado.)

Pero entonces dnde diablos nos hemos metido? Yo soy un poco


distrado y puedo equivocarme pero usted... Es posible que haya
venidoaqusinsaberadndevena?
ISABEL.

Cuandomellamaronestabatandesesperadaquenopodanegarme.
Si en aquel momento me hubieran citado a la puerta del infierno
habraidolomismo.
BALBOA.

Quinlacit?
ISABEL.

Nilos.Eraunannimo.
BALBOA.

Meloestabaimaginando!Conamenazas?
ISABEL.

Alcontrario:conlamshermosadelaspromesas.
BALBOA.

Haberempezadoporah!Sedacuentaahoradelpeligro,criatura?
Una muchacha, joven, linda, sola... Cmo no sospech esta intriga
tenebrosa?
ISABEL.(Aterradacorriendoarefugiarseasulado.)

Nomediga!Unsecuestro?
BALBOA.

Qu otra explicacin puede haber? Pero no tenga miedo viejo y


todo, soy un caballero. Que se atrevan esos rufianes! (En este
momento el libro vuelve a encenderse tres veces, con tres llamadas
dechicharra,ylapuertafalsadelalibreraempiezaagirar.Losdos
retroceden despavoridos, imponindose silencio mutuamente y
vuelven a sus asientos. Por la puerta secreta entra el Mendigo: una
figura srdida escapada de la Corte de los Milagros, con mugrienta
caparomntica,anchofieltroyparcheenunojo.)

ISABEL,BALBOAyelMENDIGO
MENDIGO.

Salud.(Pasacontodanaturalidad,sinhacerlescaso,hacialamesay
sobre una bandeja de plata va depositando distintos objetos que
extrae de sus profundos bolsillos: un collar de perlas, varios relojes
con cadena, algunas carteras. Despus seala un nmero en el
telfonointerior.)
MENDIGO.

Hola. Aqu el SS2. Misin cumplida. Sin complicaciones. No, est


tranquilo, no me ha seguido nadie. Respondo. Gracias. (Se quita el
parche del ojo y se dirige a la segunda izquierda. De pronto se
detiene contemplando admirado al seor Balboa.) Exacto, exacto,
exacto! Un verdadero hallazgo. (Avanza un paso con el dedo
tendido.)Ustedeselcoroneldelassieteheridaspararecuerdosde
guerra!Aques?
BALBOA.

Eh...?
MENDIGO.

Ah, no? Qu lstima! Con una perilla blanca, era el tipo justo. (A
Isabel.) Salud compaera. (Sale. En cuanto se cierra la puerta el
seorBalboaselevantaplidoperoiluminado.)

ISABELyBALBOA.Dilogorapidsimo
BALBOA.

Porfin!Estclaroahora?Hemoscadoenunamafia!
ISABEL.

Hayquesalirdeestacuevacomosea!

BALBOA.

Pordnde?Nocomprendequetodaslaspuertasestarntomadas?
ISABEL.

Puede haber una ventana. (Descorre la cortina del vestuario, asoma


la cabeza y lanza un grito. El Sr. Balboa se tapa los ojos
dramticamente.)
BALBOA.

Nomedigams!Unahorcado!
ISABEL.

Unropero:disfraces,pelucas,mscaras...
BALBOA.

Loquemeimaginabaunabandadeimpostores.
ISABEL.(Corredenuevolacortina.)

Ysillamramosalapolicaportelfono?
BALBOA.

Creequesontontos?Yahabrncortadoelhilo.
ISABEL.

Ysipidiramossocorroagritos?(Vaagritar.lladetienebajando
lavoz.)
BALBOA.

Estloca?Senosecharanencimaahoramismo.
ISABEL.

Quiz esta salida secreta... (Palpando la librera.) Tiene que haber


algnbotnporaqu.
BALBOA.

Quieta! Y si se equivoca de botn y saltamos hechos pedazos?


Espere. Estudiemos la situacin serenamente. (Se vuelven
sobrecogidos oyendo un grito tirols que retumba en secretara. Se
abre la puerta de una patada y entra el Cazador con dos perros en
tralla.Calzncortodepana,canana,escopetaysombrerodepluma.
Tipo de una vitalidad desbordante, entra a gritos y zancadas,
chorreandojbilo.)

ISABEL,BALBOAyelCAZADOR

CAZADOR.

No lo dije? xito total! Y yo solo solo! Para que luego digan de la


iniciativa privada. Me hace el favor un momento? (Entrega el dogal
de los perros al seor Balboa, que no acierta a negarse, tan
espantado de los perros como del dueo. El Cazador se abalanza al
telfonocantandoperaitaliana.)
CAZADOR.

Fgaro cu. Fgaro la... Hola! Departamento de material? S, yo


mismo.Feliz.Nosemenotaenlavoz?Anoterpido:paramaana
al amanecer tres docenas de conejos. Cmo? Pero no, hombre de
Dios! Paraquemeiban aservir muertos? Vivos, vivos y coleando!
De acuerdo. (Va a colgar cantando. Se detiene de pronto.) Ah,
espere, otra cosa. Necesito ms perros. Todos los que pueda: ocho
perros, catorce perros cincuenta perros! Hambrientos? No se
preocupe de la alimentacin me encargo yo. (Re.) Queda usted
invitado. A las rdenes, camarada. (Cuelga y toma rpido una nota
cantando. Comenta entusiasmado.) Es prodigioso? Si lo hubieran
ustedesvisto!Cuatrohombresfelicesconelmnimodegasto.(Cruza
arecogersusperroscantando.)"Lucvanolestelle!"Gracias,seor,
muyamable,gracias.(Grandespalmadas.Alnotarsuasombro,mira
aunoyotrareceloso,miraalaspuertas,ybajalavozconfidencial.)
Nuevos?
ISABEL.(Sinvoz.)

Nuevos.
CAZADOR.

Pero...iniciadosyaoenperododeobservacin?
BALBOA.

Mitadymitad.
CAZADOR.

Ah,ya:catecmenos.
ISABEL.

Catecmenos.
CAZADOR.

nimo, compaeros, el principio es lo nico que cuesta. Despus...


es maravilloso! (A los perros.) Quieto, Romeo! Vamos Julieta!
(Abre de otra patada la puerta de la direccin gritando.) Seor
Director! Seor Director...! (Y desaparece con el mismo alarido
gutural que anunci su llegada. Isabel queda en pie, pasmada. El
seorBalboacaedesfallecidoenunsilln.)

ISABELyBALBOA
BALBOA.

Es intil. Ni secta, ni logia, ni mafia. Pero entonces qu? Una luz,


Seor,unaluz!
ISABEL.(Se acerca con un temblor de emocin en la voz.) No
estaremossoando?
BALBOA.

Losdosalmismotiempo?
ISABEL.

Sin embargo, este mundo arbitrario, esta confusin de trajes y


personajes,slopuedeproducirseensueos.
BALBOA.(Enjugndoselafrente,vencido.)

Yo no entiendo ya nada de nada. Si en este momento se abre esa


puertayentraNapolenapreguntarmequhoraes...nifronicalor.
ISABEL.(Obsesionada.)

Napolen... Napolen... Nap... (Con una sospecha repentina se lleva


lamanoaloslabiosahogandoungrito.)Yaest!
BALBOA.

Quest?
ISABEL.

Perocmonosemeocurriantes?Sinopodaserotracosa!
BALBOA.

Qucosa?Habledeunavez!
ISABEL.(Aferrndoledeunbrazo.)

No ha odo contar el caso de aquel sanatorio donde un da se


sublevaron todos los locos, ataron a los enfermeros y ocuparon sus
puestos?
BALBOA.(Selevantaestremecido.)

No...?
ISABEL.

Aqu lo tenemos otra vez! Hemos cado en una pandilla de locos


sueltos! (Se oye dentro una algaraba de perros aullando, una
verdadera jaura.) Los perros...! Los cincuenta perros
hambrientos!! (Corre aterrada a secretara y encuentra la puerta

cerrada.Golpeaagritoshastacaersinfuerzasderodillas.)Socorro!
Abran, por compasin! Los perros!... Los perros!... (Abre Helena.
Isabel retrocede instintivamente. La algaraba de perros va
calmndosehastadesaparecer.)

ISABEL,BALBOA,HELENA.LuegoelDIRECTOR
HELENA.

Pero,seoritaqugritossonstos?Haocurridoalgo?
BALBOA.

Ylopreguntausted,queeslaorganizadoradetodo?Paso,seora
aprtesedeesapuerta!
HELENA.

Nocomprendo.
BALBOA.

Demasiado comprende! Esta muchacha ha venido aqu engaada


miserablemente pero no est sola. Tiene derecho a salir, y saldr
conmigo. Aprtese! (Se abre la primera izquierda y aparece el
Director,quediceseveramente,conunaautoridadtranquila.)
DIRECTOR.

Nohaodo,Helena?Dejelibreelpaso.
HELENA.(Seinclinarespetuosa.)

El seor Director. (Seaparta.Isabel y Balboa se vuelvenmirandoal


Director que, contra lo que pudiera esperarse, es un hombre joven,
sonriente, con una cordialidad llena de simpata y una elegancia
natural ligeramente bohemia. Su sola presencia calma la situacin.
AnticipadamentelellamaremosMauricio.)
MAURICIO.

Seguramentehahabidoalgunaconfusinlamentable,yelseortiene
derecho a una explicacin. (Avanza sonriente.) Lo nico que me
apresuro a aclarar es que nada de lo que haya podido sospechar
hasta ahora es la verdad. No est entre secuestradores, ni entre
rufianes,nientrelocos.Encuantoaestaseorita,nohavenidoaqu
engaada miserablemente, al contrario: est en el camino de su
salvacin. (A ella.) Pero si se ha arrepentido y prefiere seguir
viviendo como hasta ayer, la puerta est abierta. Usted decidir.
(Pausa de vacilacin. Balboa da un paso hacia la puerta y ofrece el
brazoaIsabel.)

BALBOA.

Vamos?
ISABEL.

(Que no ha apartado los ojos un momento de Mauricio.


Reaccionaresuelta.)
No. Ahora necesito saber! (Avanza hacia l.) Por qu ha dicho "si
prefiereseguirviviendocomohastaayer"?Quienesusted?
MAURICIO.

Quimportaeso?Nosetratademividasinodelasuya.
ISABEL.

Quesloquepretendesaberdem?
MAURICIO.

Slo una cosa. Pero demasiado ntima para hablar delante de


testigos.(Isabeldudaunmomentomirndolefijamente.Seacercaa
Balboa,conunasplica.)
ISABEL.

Djenossolos.
BALBOA.

Aqu?
ISABEL.

Sinmiedo.Esehombrenomienteestoysegura.
MAURICIO.

Acompae al seor, Helena. Y nada de secretos con l dgale lisa y


llanamentetodalaverdad.
BALBOA.(AIsabel.)

Laespero.
ISABEL.

Gracias. Es usted el primer hombre, el nico, que ha dado un paso


para defenderme. (Le estrecha las manos.) Gracias. (Balboa le besa
lamano.UnaleveinclinacinalDirector,ysaleconlaSecretaria.)

ISABELyMAURICIO
MAURICIO.

Tranquilaya?

ISABEL.

Tranquila.
MAURICIO.

Deverdadnotienemiedo?
ISABEL.

No. Ahora es algo ms profundo. No s lo que va a decirme pero


sientoquetodamividaestpendientedeesaspalabras.Hable,por
favor!
MAURICIO.

Contesteprimero.(Daunpasohaciaella.)SeoritaQuintana,qule
ocurrianoche?
ISABEL.(Retrocedeturbada.)

No,esono!Conquderechomelopregunta?
MAURICIO.

Esnecesario.Conteste.
ISABEL!

Djeme! No me obligue a recordarlo! (Se deja caer en un asiento


sollozandoahogadamente.)
MAURICIO.

Vamos,noseania.Mremealosojos:nosonlosdeunpolicanilos
deunjuez.Confiesesinmiedo.Quleocurrianoche?
ISABEL.

Estaba desesperada... no poda ms! Nunca tuve una casa, ni un


hermano,nisiquieraunamigo.Y,sinembargo,esperaba...esperaba
enaquelcuartuchodehotel,sucioyfro.Yanisiquierapedaqueme
quisieran me hubiera bastado alguien a quien querer yo. Ayer,
cuandoperdmitrabajo,mesentdeprontotanfracasada,tanintil.
Querapensarenalgoynopodaslounaideaestpidamebailaba
enlacabeza:"novasapoderdormir...novasapoderdormir".Fue
entoncescuandosemeocurricomprarelveronal.Seguramentelas
callesestabanllenasdelucesydegentecomootrasnoches,peroyo
noveaanadie.Estaballoviendo,peroyonomedicuentahastaque
llegu amicuartotiritando. Hasta aquel pobrevaso en que revolva
el veronal tena rajado el vidrio. Y la idea estpida iba creciendo:
"por qu una noche sola...? Por qu no dormirlas todas de una
vez?" Algo muy hondo se rebelaba dentro de mi sangre mientras
volcaba en el vaso el tubo entero pero ni un clavo adonde
agarrarmeniunrecuerdo,niunaesperanza...Unamujerterminada
antesdeempezar.Habaapagadolaluzysinembargocerrlosojos.

De repente sent como una pedrada en los cristales y algo cay


dentro de la habitacin. Encend temblando... Era un ramo de rosas
rojas, y un papel con una sola palabra: "maana!" De dnde me
vena aquel mensaje? Quin fue capaz de encontrar entre tantas
palabras intiles la nica que poda salvarme? "Maana." Lo nico
quesentesqueyanopodamoriresanochesinsaberlo.Ymedorm
con la lmpara encendida, abrazadaa mis rosas mas! las primeras
que reciba en mi vida... y con aquella palabra buena calndome
como otra lluvia: "maana, maana, maana...!" (Pausa
recobrndose.)Alamaanasiguientecuandodespert...(Buscaen
sucartera.)
MAURICIO.

Cuando se despert haba debajo de su puerta una tarjeta azul


diciendo:"Nopierdasufeenlavida.Laesperamos".(Isabellomira
desconcertada,consutarjetaazulenlamano.Selevantasinvoz.)
ISABEL.

Erausted?
MAURICIO.

Yo.
ISABEL.

Pero por qu? Yo no le conozco ni le he visto nunca. Cmo pudo


saber?
MAURICIO.(Sonriente.)

Tenemosunabuena informacin.Cuandosupequehabaperdidosu
trabajo y la vi caminar sin sentir la lluvia, comprend que deba
seguirla.
ISABEL.

Yonolohabapensadoan.Cmoadivinloqueibaasuceder?
MAURICIO.

Eltubodeveronalyaerasospechoso,peromuchomsalverlaentrar
en la pensin sin cerrar la puerta cuando una mujer sola deja
abiertasupuertaesqueyanotienemiedoanada.
ISABEL.

Porlo que ms quiera, no se burle dem! Quines usted?Y qu


casa es sta donde todo parece al mismo tiempo tan natural y tan
absurdo?(Mauriciolatomadelamanoylahacesentar.)
MAURICIO.

Ahora mismo va a saberlo. Pero, por favor, no lo tome tan

dramticamente. Sonra. No hay ninguna cosa seria que no pueda


decirseconunasonrisa. (Daunospasosyquedadeespaldasaella,
frentealretrato.)HaodohablaralgunavezdelDoctorAriel?
ISABEL.

Solamenteelnombrehaceunmomento.
MAURICIO.

Aqu lo tiene es el fundador de esta casa. Un hombre de una gran


fortunayunaimaginacingenerosa,quepretendellegaralacaridad
porelcaminodelapoesa. (Vuelvehaciaella.)Desdequeelmundo
es mundo en todos los pases hay organizada una beneficencia
pblica. Unos tratan de revestirla de justicia, otros la aceptan como
unanecesidad,yalgunoshastalaexplotancomounaindustria.Pero
hastaeldoctorArielnadiehabapensadoquepudieraserunarte.
ISABEL.(Desilusionada.)

Y eso era todo? Una institucin de caridad? (Se levanta digna.)


Muchasgracias,seor.Noeraunalimosnaloqueyoesperaba.
MAURICIO.

Calma,noseimpaciente.Nosetratadelasiloyelpedazodepan.Lo
que estamos ensayando aqu es una beneficencia pblica para el
alma.
ISABEL.(Sedetiene.)

Paraelalma?
MAURICIO.

De los malesdel cuerpoya hay muchos que seocupan. Pero quin


hapensadoenlosquesemuerensinunsolorecuerdohermoso?En
los que no han visto realizado un sueo? En los que no se han
sentidoestremecidosnuncaporunramalazodemisterioydefe?No
ssiempiezaaverclaro.
ISABEL.

No s. Por momentos creo que est hablando en serio, pero es tan


extraotodo.Pareceunapginaarrancadadeunlibro.
MAURICIO.

Precisamenteaesoibayo.Porquencerrarsiemprelapoesaenlos
libros y no llevarla al aire libre, a los jardines y a las calles? Va
comprendiendoahora?
ISABEL.

La idea, quiz. Lo que no entiendo es cmo puede realizarse todo


eso.

MAURICIO.

Lo entender en seguida. Recuerda aquel fantasma que se


aparecisietesbadosenelCaserndelasLilas?
ISABEL.

Cmono,sifueenmibarrio?Enmitallernosehabldeotracosa
entresmeses.
MAURICIO.(Interesado.)

Yqusedecaensutaller?
ISABEL.

De todo:unos,quealucinaciones,otros,quelohabanvistoconsus
propiosojos.Muchosserean,perounpoconerviosos.Yporlanoche
serecordabanesasviejashistoriasdealmasenpena.
MAURICIO.

Enpena,perodealmas!Unbarriodecomerciantes,dondenuncase
habahabladomsquedenmeros,estuvotresmeseshablandodel
alma.Ahtieneelramalazodelmisterio.
ISABEL.

Pero no es posible! Usted no puede creer que aquel fantasma se


aparecienverdad!
MAURICIO.

Ycmonovoyacreerlosierayo!(Isabelselevantadeunsalto.)
ISABEL.

Usted?
MAURICIO.(Re.)

Por favor, no empecemos otra vez. Le juro que estoy hablando en


serio.Nocreequesembrarunainquietudounailusinseaunalabor
tandignaporlomenoscomosembrartrigo?
ISABEL.

Sinceramente, no. Creo que puede ser un juego divertido, pero no


veodequmanerapuedesertil.
MAURICIO.

No...? (La mira fijo un momento. Baja el tono.) Dgame estara


ustedaquahorasiyonohubiera"jugado"anoche?
ISABEL.(Vacilaturbada.)

Perdn.(Vuelveasentarse.)

MAURICIO.

Sivieranuestrosarchivosseasombraradeloquepuedeconseguirse
conunpocode fantasa...y contando,naturalmente,conlafantasa
delosdems.
ISABEL.

Debeseruntrabajobiendifcil.Tienenxitosiempre?
MAURICIO.

Tambin hemos tenido nuestros fracasos. Por ejemplo: una tarde


desapareciunnioenunparquepblicomientraslanierahablaba
conunsargento...Al dasiguiente desaparecaotroniomientrasla
mademoisellehacasutricota.Ypocodespus,otro,yotro,yotro...
Recuerdaelterrorqueseapoderdetodalaciudad?
ISABEL.

Tambineraustedelladrndenios?
MAURICIO.

Naturalmente.Esos,nunca estuvieronmejoratendidosqueenesta
casa.
ISABEL.

Peroquesloquesepropona?
MAURICIO.

Cosasdelpedagogo.Realmenteeraunapenaveraaquellascriaturas
siempre abandonadas en manos extraas. Dnde estaban los
padres? Ellos en sus tertulias, ellas en sus fiestas sociales y en sus
ts. Era lgico que al producirse el pnico se aferraran
desesperadamenteasushijosverdad?Desdemaanatodosjuntos
alparque!
ISABEL.

Ynoresult?
MAURICIO.

Todo al revs de como estaba calculado. El pnico se produjo, pero


los padres siguieron en sus tertulias, las madres en sus ts y los
pobreschicosencasa,encerradosconllave!Unfracasototal.
ISABEL.

Qulstima!Eraunabonitaidea.
MAURICIO.

No volver a ocurrir: ya hemos expulsado al pedagogo y hemos

tomado en su lugar a un ilusionista de circo. (Isabel sonre ya


entregada.)Gracias.
ISABEL.

Am?Porqu?
MAURICIO.

Porque al fin la veo sonrer una vez. Y conste que lo hace


maravillosamentebien.Ustedacabarsiendodelosnuestros.
ISABEL.

Nocreo.Sonustedesmuchos?
MAURICIO.

Siemprehacenfaltams.Sobretodo,mujeres.
ISABEL.

Dgame...Unaespeciedetirolsquepasporaquagritos,conunos
perros...
MAURICIO.

Bah,notieneimportancia.Unaficionado.
ISABEL.

Peroaqusededica?
MAURICIO.

Andaescondidoporlosmontessoltandoconejosyperdiendoperros.
Esunprotectordecazadorespobres.
ISABEL.

Ya,ya,ya.Yunmendigoqueentrmuymisteriosoporesalibrera,
conuncollardeperlas...?
MAURICIO.

Elladrndeladrones?Eseesmsserio.Tieneunasmanosdeoro!
ISABEL.

Paraqu?
MAURICIO.

Estespecializadoenesosmuchachosquesalendelosreformatorios
conmalasintenciones...(Gestoderobar.)Comprende?
ISABEL.
Comprendo. Cuando ellos... eh? (Gesto de robar con los cinco
dedos.)llossigue,y...(Repiteelgestodelicadamenteconelndice
yelpulgar.)Eh...?

MAURICIO.

Exactamente!(Renlosdos.)Vecmoyavaentrando?
ISABEL.

Claro,claro.Ydespus?
MAURICIO.

Despus los objetos robados vuelven a sus dueos, y el ladronzuelo


recibe una tarjeta diciendo: "Por favor muchacho, no vuelva a
hacerlo,quenosestcomprometiendo".Avecesdaresultado.
ISABEL.

Sabe que tiene unos


profesionales,supongo.

amigos

muy

pintorescos?

Artistas

MAURICIO.

Artistas s profesionales, jams. Los actores profesionales son muy


peligrososenlosmutis,yelquemenospedirarepartofrancsenel
cartel.
ISABEL.(Miraentornocomplacida.)

Es increble. Lo estoy viendo y no acaba de entrarme en la cabeza.


(Confidencial.)Deverdad,deverdad,noestnustedesunpoco?...
MAURICIO.(Re.)

Dgalo, dgalo sin miedo tal como va el mundo todos los que no
somosimbcilesnecesitamosestarunpocolocos.
ISABEL.

Megustaraverlosarchivosdebentenerhistoriasemocionantestan
complicadas!
MAURICIO,

Nolocrealasmsemocionantessuelenserlasmssencillas.Como
elcasodelJuezMendizbal.Nuestraobramaestra!
ISABEL.

Puedoconocerla?
MAURICIO.

Cmono.UnanocheelJuezMendizbalibaafirmarunasentenciade
muerte ya haba firmado muchas en su vida y no haba peligro de
quele temblara el pulso. Todos sabamos que nicon splicasni con
lgrimas podra conseguirse nada. El Juez Mendizbal era insensible
aldolorhumano,peroencambiosentaunaprofundaternuraporlos
pjaros. Frente a su ventana abierta el Juez redactaba

tranquilamentelasentencia.Enaquelmomento,eneljardn,rompi
a cantar un ruiseor. Fue como si de pronto se oyera latir en el
silencio el corazn de la noche. Y aquella mano de hielo tembl por
primera vez. Slo entonces comprendi que hasta en la vida ms
pequea hay algo tan sagrado y tan alto, que jams un hombre
tendrelderechodequitrselaaotro.Ylasentencianosefirm.
ISABEL.

Ah,no,no,no,porfavor,estoesdemasiado!Noiradecirmeque
tambinaquelruiseorerausted!
MAURICIO.

No, yo no he llegado a tanto. Pero tenemos un imitador de pjaros


prodigioso! Algunas noches de verano, en seal de gratitud, le
hacemosvolveracantaraljardndeMendizbal.Estyaclarotodo?
ISABEL.

Todo.Loquenomeexplicoesporqutienenqueesconderse,como
siestuvieranhaciendoalgoilegal.
MAURICIO.

Es que desdichadamente es as. No hay ninguna ley que autorice a


robar nios, ni est permitido sobornar a los jueces aunque sea con
elcanto de un ruiseor. (Seleacerca, ntimo.)Ahorapinselo.Aqu
tieneuna casa, unosbuenosamigos,yunhermosotrabajo.Quiere
quedarseconnosotros?
ISABEL.

Seloagradezco,peroqupuedohaceryo?Lamstorpe,laltima.
Estoy cansada de orlo cientos de veces en el taller. No sirvo para
nada!
MAURICIO.

Primero crea que sirve, y luego servir.Y no piense que hacen falta
grandes cosas ya ha visto que, a veces, basta un simple ramo de
rosas para salvar una vida. Usted, por lo pronto, tiene una sonrisa
encantadora.
ISABEL.

Gracias,muyamable.
MAURICIO.

Cuidado, entendmonos: no es una galantera, es una definicin. Le


estoy hablando como director, y mi deber es convertir esa sonrisa,
quenoesmsqueencantadora,enunasonrisatil.
ISABEL.

Creequeunasonrisapuedevaleralgo?
MAURICIO.

Quinsabe.Hapaseadoalgunavezpordetrsdelacrcel?
ISABEL.

Paraqu?Esunbaldotriste,llenodehierroviejoydebasura.
MAURICIO.

Perosobreesebaldohayunareja,yaferradoaesarejaunhombre
siempresolo,sinmsqueesepaisajesuciodelantedelosojos.Pase
ustedporallmaanaalmedioda,mirehacialareja,ysonra.Nada
ms.Aldasiguiente,vuelvaapasaralamismahora.Yalotro,yal
otro...
ISABEL.

Nocomprendo.
MAURICIO.

La peor angustia de la crcel es el vaco, que hace inacabable el


tiempo. Cuando ese hombre vea que el milagro se repite, hasta las
nochesle sern ms cortas, pensando:"maana,al medioda..."(Le
tiendelamano.)Compaeros?
ISABEL.(Resuelta.)

Compaeros.
MAURICIO.

Gracias. Estaba seguro. (Se dirige al audfono alegremente. Dentro


empieza a orse el canto del ruiseor.) Hola! Helena? Ya puede
venir.Ytrigameaeseseor.
ISABEL.(Escuchandoinmvil.)

Realmenteesprodigioso!
MAURICIO.

Elqu?
ISABEL.

Suimitadordepjaros.
MAURICIO.

Eso? Nunca. El nuestro lo hace mucho mejor un artista!


(Despectivo.) Ese que est cantando es un ruiseor de verdad.
(VuelvelasecretariaconelSr.Balboa.)

ISABEL,MAURICIO,HELENA,BALBOA
HELENA.

Todoresuelto?
MAURICIO.

Todolaseoritasequedaconnosotros.
HELENA.

Porfin!Felicitaciones.
MAURICIO.

Dlelahabitacinsobreeljardnypresntelaatodos.Vaaempezar
maanamismo.
HELENA.

A sus rdenes. Por aqu, seorita. (Se dirige a primera izquierda.


IsabelestrechalasmanosalseorBalboa.)
ISABEL.

Encantada,seor.Hasidounsecuestromaravilloso!
MAURICIO.(Detenindola

cuando llega a la puerta.) Un momento,


compaeraprimerensayo.Ah,elbaldoaqu,lareja.Aver.
ISABEL.(Sonrefeliz.)

As?
MAURICIO.

As. Muchas gracias. (Isabel sale sin dejar de mirarle y sonrer.


Mauricio queda un momento con la mano en alto, detenido en el
saludo. Parece que, contra sus teoras, la sonrisa le ha inquietado
extraamente. Trata de hojear unas carpetas distrado, silbando
entredientes,perosusojosvuelvenalapuerta.ElseorBalboatose
ostensiblemente para llamar su atencin. Mauricio se vuelve
bruscamente.)

MAURICIOyBALBOA
MAURICIO.

Oh,perdn,semehabaolvidado.Seor?...
BALBOA.

Balboa.FernandoBalboa.

MAURICIO.

Supongoquelasecretarialehabrpuestoalcorrientedetodo.Est
tranquiloya?
BALBOA.

Confiesoquepaslomo.Ahora,sinofueraloquemetraeaqu,casi
medaranganasdererperotodavatengosecalagarganta.
MAURICIO.

Si no es ms que eso, pronto se arregla. (Abre un pequeo bar.)


Whisky...Jerez?...
BALBOA.

Cualquier cosa hmeda. (Mauricio sirve.) Cuando el Doctor Ariel me


recomendestadireccinvinesingrandesesperanzas.Perodespus
delo queacabode orveo que tenaraznsihay alguien capazde
salvarme,esealguienesusted.
MAURICIO.

Haremosloquesepueda.(Letiendeunacopa.)Hblemesinninguna
reserva. (Mientras el seor Balboahabla, Mauriciotoma alguna nota
rpida.)
BALBOA.

Lahistoriavienedelejosperocabeenpocosminutos.Imagneseuna
granfamiliafelizdondeladesgraciaseensaadeprontohastadejar
solosalosdosabuelosyunnieto.Elmiedodeperderaquelloltimo
quenosquedabanoshizoserdemasiadoindulgentesconl.Esafue
nuestranicaculpa.Amistadessospechosas,nochesenterasfuerade
casa, deudas de juego. Un da desapareca una alhaja de la abuela.
"Esuncabezaloca...noledigasnada."Cuandoquiseimponermeya
era tarde. Una madrugada volvi con los ojos turbios y una voz
desconocida.Eraapenasunmuchachoyyatenatodoslosgestosdel
hombreperdido.Lesorprendforzandoelcajndemiescritorio.Fue
unaescenaquenoquisierarecordar.Meinsult,lleghastalevantar
lamanocontram.Ydolindomeencarnepropia,yomismolecruc
lacaraylopuseenlacalle.
MAURICIO.

Novolvi?
BALBOA.

Nunca. Su nica virtud era el orgullo. Cuando tratamos de


encontrarlo se haba embarcado como polizn en un carguero que
salaparaelCanad.Hacedeestoveinteaos.

MAURICIO.(Anota).

Complejodeculpa.Puedoanotarveinteaosderemordimiento?
BALBOA.

No.Fuelanochepeordemividaperosivolvieraaocurrir,cienveces
volveraahacerlomismo.Eltiemposeencargdedarmelarazn.
MAURICIO.

Tuvonoticiasdel?
BALBOA.

Ojal no las hubiera tenido. De la trampa de juego pas al


contrabandoyalaestafadelapeleadebarrioalospapelesfalsosy
la pistola en el bolsillo. Un canalla profesional. Naturalmente, la
abuela sigue sin saber nada de esto, pero nuestra casa estaba
destruida. Nunca me dijo una palabradereproche,pero aquelpiano
cerrado,aquelsillnvueltodeespaldasalaventanayaquelsilencio
tenso de aos y aos eran la peor de las acusaciones como si yo
fuera el culpable. Al fin un da lleg a sus manos una carta del
Canad.
MAURICIO.(Impaciente.)

Pero en qu estaba usted pensando? No pudo impedir que cayera


ensusmanosunacartaas,quepodamatarla?
BALBOA.

Alcontrario:eralacartadelareconciliacin.Minietopedaperdny
llenabatrespginasdehermosaspromesasydebuenosrecuerdos.
MAURICIO.

Disculpemehabaadelantadoestpidamente.
BALBOA.

No,ahoraescuandoseestadelantando.Aquellacartaerafalsala
habaescritoyomismo.
MAURICIO.

Usted?
BALBOA.

Qu otra cosa poda hacer? La pobre vieja se me iba muriendo en


silencio da por da. Y con aquellas tres pginas el piano volvi a
abrirseyelsillnvolviamirarotravezhaciaeljardn.
MAURICIO.

Muybien.Unpocoelemental,peroeficaz.(Anota.)"Mentirapiadosa."
Ydespus?

BALBOA.

Despus no quedaba otro camino que seguir la farsa. La abuela


contestaba feliz, y cada dos o tres meses, una nueva carta del
Canadparaalimentarelfuego.
MAURICIO.

Comprendoeslaboladenieve.
BALBOA.

UndaminietosegraduabaenlaUniversidaddeMontrealotroda,
era un viaje entrineo por bosques de abetosy lagos otro, abra su
estudio de arquitecto. Despus se enamoraba de una muchacha
encantadora. Finalmente, por mucho que trat de prolongar el
noviazgo, no tuve ms remedio que casarlos. Y todo era poco las
mujeres siempre quieren ms, ms... Y ahora... (Le falla la voz
emocionada.)
MAURICIO.

Vamos,nimo.Algohavenidoatrastornarsusplanesverdad?
BALBOA.

Lasemanapasada,alvolveracasa,mimujersaliaabrazarmeloca
dealegra,conuncablegrama.Despusdeveinteaosdeausencia
sunietoanunciabaelregreso!
MAURICIO.

Disculpe,peroahorasquenoloentiendo.Qudiablossepropona
ustedconesecableabsurdo?
BALBOA.

Yonada.Esque,derepente,lavidasemetaenlafarsa...Yelcable
eraverdadero.
MAURICIO.

Desunieto?
BALBOA.

Deminieto.Haceochodasseembarcenel"Saturnia".
MAURICIO.

Diablo! Esto empieza a ponerse interesante. (Anota.) "La vuelta del


nietoprdigo."
BALBOA.

Sedacuentadeloquehabrpasadoestasnochespensandoenese
barcoquesemevenaencima?Lacortinadehumoibaadescorrerse

y de nada vala ya cerrar los ojos. El aula de la Universidad iba a


convertirse en la celda de presidio el viaje por el bosque, en una
persecucin policial sobre el asfalto. Y aquel muchachote alegre y
sanodelascartas,enesapiltrafadel"Saturnia"!
MAURICIO.(Selevantailuminado.)

No me diga ms! Hay que salvar la mentira cueste lo que cueste.


Organizaremos una emboscada en el puerto, abordaremos el barco
disfrazados...Yonosloqueinventaremos,peroesttranquilo:su
nietonollegar!Noeraesoloquevenaapedirme?
BALBOA.

No.
MAURICIO.

Ah,no?
BALBOA.

Paraimpedirquellegueminietoyanohacefaltainventarnada.No
ha ledo los diarios de anoche? El "Saturnia" se ha hundido en alta
marcontodoelpasaje.
MAURICIO.

Muerto?
BALBOA.

Muerto.
MAURICIO.

Estriste,peroesunasolucin.Losabelaabuela?
BALBOA.(Levantndoseresuelto.)

Nidebesaberlo!Hehechodesaparecertodoslosdiarios,hecortado
eltelfonosiesprecisoclavarpuertasyventanas.Peroesanoticia,
no!Sabeustedloqueesesperarveinteaosparavivirunsoloda
ycuandoesedallegaencontrarlotambinnegroyvaco?
MAURICIO.

Lo siento, pero qu puedo hacer yo? Hasta ahora hemos inventado


algunostrucosingeniososcontramuchosmales.Contralamuerteno
hemosencontradonadatodava.
BALBOA.

Pero es posible que no haya comprendido an? Qu importa ya el


nietodemisangre?Alquehayquesalvaresalotroaldelascartas
hermosas,aldelaalegraylafe...elnicoverdaderoparaella!Ese
eselquetienequellegar.

MAURICIO.(Comprendiendoalfin.)

Unmomento!Nopretenderustedqueyoseasunieto!
BALBOA.

Y por qu no? Cosas ms difciles ha hecho. No ha sido usted


ladrndeniosyfantasmadecasernyfalsificadorderuiseores?
MAURICIO.

Pero un hombre no es tan fcil de trucar como un fantasma: tiene


unacarapropia,yunosojosyunavoz...
BALBOA.

Afortunadamente nunca envi fotografas y veinte aos cambian


completamenteaunmuchacho.
MAURICIO.

Yelnaufragio?
BALBOA.

Pudoperderesebarcoytomarotro.Puedellegarmaanamismoen
avin.
MAURICIO.

Aunqueasfuera.Supongamosqueyallegu,yaestoyenlacasa,ya
pasoelprimerabrazo.Ymaanaqu?Yopuedocruzarporunavida
unmomento,peronopuedoquedarme.
BALBOA.

Ni yo iba a pedirle tanto. Slo una semana, unos das... una noche
siquiera! (Aferrndose a l, suplicante.) No, no me diga que no! O
todassusteorassonmentira,oustednopuedenegarleaesamujer
unahora,unasolahorafeliz,quepuedeserlaltima!
MAURICIO.

Calma,calma.Nodigoques,perotampocohedichotodavaqueno.
Djeme despejar un poco la cabeza. (Se desabrocha el cuello
resoplando. Bebe un trago de whisky. Repasa sus notas. Finalmente
miraaBalboaysonrevolviendoasutonojovial.)Ylopeordetodo
esqueelasuntomegustadealma!
BALBOA.

S?...
MAURICIO.

Enbuenanos hemos metido,amigo!Lode la Universidad, pase.Lo


de los viajes, con un poco de geografa, pase. Pero estas

complicaciones intiles... Por qu tena que hacer arquitecto a su


nieto?Yonoentiendounapalabradematemticas.
BALBOA.

Nosepreocupelaabuelatampoco.
MAURICIO.

Ysobretodoporqudemoniostenaquecasarlo?Enlafarsa,como
en la vida, se defiende mucho mejor un soltero. No podamos
inventarleundivorciorepentino?
BALBOA.

Peligroso.Sobreesolaabuelatieneideasmuyfirmes.
MAURICIO.

Ysihicieraelviajelsolo?
BALBOA.

Conqudisculpa?
MAURICIO.

Cualquiera...complicacionesfamiliares.
BALBOA.

Lachicanotienefamilia.Alpadre,queeraelltimo,lomatelao
pasadoenunaccidentedecaza.
MAURICIO.

Podemosorganizarleotroaccidenteaella.Unaenfermedad.
BALBOA.

Yl,tanenamorado,ibaadejarlaas,sola?
MAURICIO.

Cuandoyodigoqueesamujernosvatraerdecabeza.Morena?
BALBOA.

Rubia.
MAURICIO.

Peor. Rubia, enamorada, hurfana... (Da unos pasos pensativo. De


prontosefija enelimpermeablequeIsabelhadejado sobre la silla.
Se le iluminan los ojos.) Espere! (Se precipita al audfono.) Hola!
Helena? Por favor, aqu las dos! Rpido! (Vuelve.) Se ha fijado
bien en esa muchacha que lleg cuando usted? Cree que podra
servir?

BALBOA.

Justa!Eltipoideal!(Leabraza.)Gracias,seor,gracias!...

MAURICIO, BALBOA,HELENAeISABEL
HELENA.

LlamabaelseorDirector?
MAURICIO.

Orden urgente! Prepare un equipaje completo para la compaera:


diez trajesde calle,seis dedeporteytres denoche.Unas fotoscon
fondodenieve.Unaramadeabeto.Yenlosbales:"HotelOntario.
Hlifax.Canad".
HELENA.

Cmo!LaseoritavaairalCanad?
MAURICIO.

Alcontrario:vaavolver!Ynadadeseorita.Seora:tengoelgusto
de presentarle al abuelo de su esposo. (Dentro se oye el canto del
ruiseor.)

TELN

ACTOSEGUNDO
En casa de la Abuela, Saln con terraza al foro sobre el jardn.
Primera derecha, puerta a la cocina. Primera izquierda, a las
habitaciones. Al foro derecha, un pequeo vestbulo, en que se
supone el acceso al exterior. A la izquierda, segundo trmino, una
amplia escalera con barandal. Todo aqu tiene el encanto esfumado
de los viejos lbumes y la cmoda cordialidad de las casas
largamentevividas.
Genoveva ms que criada, amiga y confidente de la seora
disponeenlagranmesalosplatosycubiertosdeunacenaparados.
Felisa,doncella,bajalaescaleraconunascortinas.
Esdenoche.Eljardnensombra.

GENOVEVAyDONCELLA .Despus,laABUELA
GENOVEVA.

Colglascortinasnuevas?
FELISA .

Sonlasqueacabodequitar.Noeranlasantiguaslasquequerala
seora?
GENOVEVA.

Poresopregunto.Pusolasfloresenlahabitacin?
FELISA .

Siete veces ya. Primero que no eran bastante frescas, despus que
erandemasiadofrescaslaseora,querosaselseor,queramade
pinoella,queelaromaesloqueimporta,lquelasfloresdenoche
sonmalsanas.Desdehaceunasemananohaymaneradeentenderse
enestacasa.
GENOVEVA.

Peroqudejporfin?
FELISA .

Detodoqueelijanellos.Yaestoyquenopuedomsdesubirybajar
escaleras,de ponery quitar cortinas, decolgarydescolgarcuadros.
Esquenovanaponersedeacuerdonunca?
GENOVEVA.

Lacosanoesparamenos,Felisa.Noseponeustednerviosacuando

sunoviolahaceesperarmediahora?Imagneseloqueesesperara
unhombreveinteaos!Pusolassbanasdehilocrudo?
FELISA .

Lasdealgodn.Elseordicequelasdehilosondemasiadopesadas.
GENOVEVA.

Pero la seora no quiere otras. Tanto le molesta tener que


cambiarlas?
FELISA .

No es por el trabajo es que no sabe una a quin atender. Como la


famosa discusin de las camas se acuerda? El seor empeado en
que dos camas gemelas, y la seora que la cama matrimonial. No
sera mejor esperar a que lleguen ellos y digan de una vez lo que
prefieren?
GENOVEVA.

Eso no es cuenta nuestra. Cuando la seora manda una cosa y el


seorotra,sedicequesalseorysehaceloquemandalaseora.
FELISA .

Enresumendejolasdealgodnosubolasdehilo?(EntralaAbuela,
de la cocina. Es la vieja seora llena de vida nueva pero aferrada a
susencajes,asusnoblesterciopelosyasubastn.)
ABUELA.

Las de hilo, hija, las de hilo crudo. Las he bordado yo misma y es


comoponersobreellosalgodeestasmanos.Comprende?
FELISA .

Ahoras.(Tomalassbanasdeunrespaldoysubeconellas.)
ABUELA.

Cierre bien la puerta de la sala y corra la cortina doble se oye


demasiadoelcarillndelrelojypuededespertarlos.
FELISA .

Bien,seora.
ABUELA.

Encambiolaventanadjelaabiertadeparenpar.
FELISA .

Ysientranbichosdelosrboles?
ABUELA.

Que entre el jardn entero! (La doncella desaparece.) De muchacho


toda su ilusin era dormir al aire libre. Algunas noches de verano,
cuando crea que no le sentamos, se descolgaba por esa rama del
jacarandquellegaa la ventana. Recuerdaquehace aosel seor
quisocortarla?
GENOVEVA.

Nolefaltabarazntapaloscristalesyquitatodalaluz.
ABUELA.

Quimportalaluz!Yoestabaseguradequehabadevolver,yquin
sabe si alguna noche no le gustar descolgarse otra vez como
entonces.
GENOVEVA.

Ahora ya no sera lo mismo. Esa rama puede resistir el peso de un


chico,peroeldeunhombreno.
ABUELA.

Por qu? Tambin el jacarand tiene veinte aos ms. Los platos,
as.Enlascabecerasquedanmuylejos.
GENOVEVA.

Eslacostumbre.
ABUELA.

Lanuestra.Ellosnohacetresaosquesehancasado.Unalunade
miel!Noseenfriarelhorno,verdad?Hedejadoamedialumbrela
tortadenueces.Todavaleestoyoyendo,agritos,cuandovolvadel
colegio:"Abuela,tortadenuezconmieldeabejas!"Porqumueve
lacabezaas?
GENOVEVA.

La torta de nueces, el jacarand... siempre como si fuera un


muchacho. Cree que un hombre que levanta casas de treinta pisos
vaaacordarsedecosastanpequeas?
ABUELA.

Nolasrecuerdoyo?Losmismosaoshanpasadoparamquepara
l.
GENOVEVA.

Losmismos,no:ustedaqu,quietal,porelmundo.
ABUELA.

Qupuedeocurrir?Quetraigaunavozmsroncayunosojosms
cansados? Dejar por eso de ser el mo? Por mucho que haya

crecidonosertantoquenomequepaenlosbrazos.
GENOVEVA.

Un hombre no es un nio ms grande, seora es otra cosa. Si lo


sabryoquetengotresperdidosporesosmundosdeDios.
ABUELA.(Repentinamentealerta.)

Chist...calle!Nooyeuncoche?(Escuchanunmomentolasdos.)
GENOVEVA.

Es un poco de viento en el jardn. (La Abuela se sienta respirando


hondoconlamanoenelpecho.)Cuidadoconesosnervios,seora.
ABUELA.

Hay que ser fuerte para una alegra as si fuera algo malo, ya est
unamsacostumbrada.Unpocodeagua,porfavor.
GENOVEVA.

Quieretomarotrapastilla?
ABUELA.

Basta ya de remedios el nico verdadero es ese que va a llegar.


Cree que si no sal al puerto fue por miedo a la fatiga? Fue por no
repartirloconnadieallentretantagente.Deestacasasaliyaqule
espero.Quhoraes?
GENOVEVA.

Tempranotodava.Sonlargoslosltimosminutoseh?
ABUELA.

Perollenos,comosiyafueransuyos.Muchasvecessentestomismo
al recibir sus cartas: daba vueltas y vueltas al sobre sin abrirlo y
hasta cerraba los ojos tratando de adivinar antes de leer. Parece
tonto, pero as las cartas duran ms. (Alerta nuevamente.) No
oye?...
GENOVEVA.

Elvientootravez.Yanopuedentardar.
ABUELA.

No importa. Es como dar vueltas al sobre. (Suspira.) Cmo ser


ella?
GENOVEVA.

Quin?
ABUELA.

Quinvaaser?Isabel,sumujer.
GENOVEVA.

Nolehablabaenlascartas?
ABUELA.

Y eso qu? Los enamorados todo lo ven como lo quisieran. No es


que yo tenga nada contra ella pero esas mujeres que vienen de
lejos...
GENOVEVA.

Celosa?...
ABUELA.

Quizunpoco.Unaloscuida,losvaviendocrecerdaporda,desde
el sarampin hasta el lgebra, y de repente una desconocida, nada
ms que porque s, viene con sus manos lavaditas y te lo lleva
entero. Ojal que, por lo menos, sea digna de l. (Se levanta
repentinamente.) Y ahora! Oye ahora?... (En efecto, se oye un
motoracercndose.)
GENOVEVA.

Ahora s! (La luz de unos faros ilumina un momento el jardn. La


doncella aparece en lo alto de la escalera. Dos bocinazos fuera,
llamando.)
FELISA .

Seora,seora...Yaestnah!
ABUELA.

Salgaaabrir,Felisa!Pronto!(DetieneaGenoveva.)Ustedno.Aqu,
conmigo.Squevoyaserfuerte,peroporsiacaso.(Campanilla.La
doncella sale rpida. Se oye la voz de Mauricio gritando
alegremente.)
VOZ.

Abuela! Abran o salto por la ventana! Abuela!... (La campanilla


insisteimpaciente.)
ABUELA.

Loestoyendo?Elmismolocodesiempre!(EntraprimeroMauricio,
quesedetieneunmomentoenelumbral.DespuselseorBalboae
Isabel, con equipaje de mano y finalmente la doncella con algunas
maletas,quedeja,volviendoabuscarelresto.)

ABUELA,GENOVEVA,MAURICIO,BALBOA,ISABEL
ABUELA.

Mauricio!...
MAURICIO.

Abuela!...
ABUELA.

Por fin!... (Se estrechan fuertemente. La Abuela lo besa, lo mira


entre risa y llanto, vuelve a abrazarlo. Mauricio deriva
inmediatamentelasituacinhaciauntonojovial.)
MAURICIO.

Quinhabadichoqueestabadbilmivieja?Todavahayfuerzaen
estasmanostandelgadas.(Selasbesa.)
ABUELA.

Djame que te vea. Mis ojos ya no me ayudan mucho, pero,


recuerdan, recuerdan. (Le contempla largamente.) Qu cambiado
estsmimuchachote!
MAURICIO.

Sonveinteaos,abuela.Unavida.
ABUELA.

Quimportaya!Ahoraescomovolveraabrirunlibroporlamisma
pgina.Aver...Unpocomsclarosloscabellos.
MAURICIO.

Algunossehabrnperdidoporahlejos.
ABUELA.

La voz ms hecha, ms profunda. Y sobre todo, otros ojos... tan


distintos...peroconlamismaalegra...Aver,reteunpoco.
MAURICIO.(Riendo.)

Conlosojos?
ABUELA.

As! Esa chispita de oro es lo que yo esperaba. La misma de


entonces la que me haca perdonrtelo todo... y t lo sabas,
granuja.
MAURICIO.(Tranquilizado.)

Menosmalquealgoqueda.

ABUELA.(Vuelveaabrazarloemocionada.)

MiMauricio!...Mo,mo!...
MAURICIO.

Lgrimas,no.Nohahabidobastantesya?
ABUELA.

No tengas miedo stas son otras, y las ltimas. Ven que te vea
mejor...aqu,alaluz...(ElseorBalboaquehapermanecidoinmvil
juntoaIsabel,seadelanta.)
BALBOA.

Unmomento,Eugenia.Mauricionovienesolo.Nimalacompaado.
ABUELA.

Oh,perdn...
MAURICIO.

Ahtienesatulindaenemiga.
ABUELA.

Mienemigaporqu?
MAURICIO.

Crees que no se te notaba en las cartas? "Quin ser esa intrusa


que viene a robarme lo mo?" (Toma de la mano a Isabel
presentndola.) Pues aqu est la intrusa. La rubia, Isabel, la
devoradoradehombres.Noseleconoceenlacara?
ABUELA.

Porfavor,novayaahacerlecaso.Essumaneradehablar.
ISABEL.

Sileconoceryo.(Avanzatmidaylebesalasmanos.)Seora...
ABUELA.

Asnoenlosbrazos.(Labesaenlafrente.)Noteextraarquete
habledetdesdeahoramismoverdad?Astodoesmsfcil.
ISABEL.

Seloagradezco.(Laabuelalacontemplaintensamente.)
MAURICIO.

Quleandasbuscando?Algoescondidodetrsdelosojos?
ABUELA.

Nosonclaros,tranquilos...

MAURICIO.

Y no saben mentir cuando te mira una vez ya lo ha dicho todo.


(Avanza sonriente hacia Genoveva tendindole la mano.) Supongo
questaeslafamosaGenoveva.
BALBOA.

Lamisma.
GENOVEVA.

Conocaminombreelseor?
MAURICIO.

Laabuelameescribasiempretodolobuenodeestacasayentrelo
bueno no poda faltar usted. Dos hijos emigrados en Mxico, y otro
enunbarcodelPacficono?Todosbien?
GENOVEVA.

Bien. Muchas gracias, seor. (Vuelve la doncella con el resto del


equipaje.)
FELISA .

Diceelchoferquesivuelvealaaduanaabuscarlosbales.
ISABEL.

Maanaporestanocheconelequipajedemanosobra.
MAURICIO.

Sbanlo, por favor. (Ayudando a la doncella.) Y entre nosotros no


tieneporqullamarle"elchofer".LlmelesimplementeManolo,como
losdomingos.(Guiaunojo.LaDoncellareruborizada.)
FELISA .

Gracias.(SubiendoelequipajeconGenoveva.)Simptico,eh?
GENOVEVA.

Simptico.Yseor.(Mauriciocontemplalacasaextasiado.)

MAURICIO,ISABEL,laABUELA, BALBOA
MAURICIO.

La casa otra vez... por fin! Y todo como entonces: la mesa familiar
de cedro, los abanicos de rigodn, la poltrona de los buenos
consejos...

ABUELA.

Todoviejootrapoca.Peroalascasaslessientanlosaoscomoal
vino.(AIsabel.)Tegusta?
ISABEL.

Ms. Me pone no s qu en la garganta. Una casa as es lo que yo


habasoadosiempre.
ABUELA.

Quieresconocerlatoda?Teacompao.
MAURICIO.

No hace falta hemos hablado tanto de ella que Isabel podra


recorrerlaenteraconlosojoscerrados.
ABUELA.

No?...
ISABEL.

Casi. (Avanza hacia el centrode laescena con losojosentornados.)


Ahlacocinadelea,conlaescaleradetrampaquebajaalabodega.
All el despacho del abuelo tallado en nogal, y la biblioteca hasta el
techo.Loslibrosdelaabuela,abajo,enelrincndecristales.Arriba,
la sala grande de los retratos y un reloj suizo de carilln que suena
como una catedral pequea. (Se oye arriba el carilln, y luego una
campanada. Isabel levanta los ojos emocionada.) Ese! Lo hubiera
reconocidoentremil!
ABUELA.

Sigue,Isabel,sigue!...
ABUELA.

Frente al reloj, una puerta con doble cortina de terciopelo rojo. Y


sobre el jardn, el cuarto de estudiante de Mauricio, con larama del
jacarandasomadaalaventana.
ABUELA.

Tambineso?
ISABEL.

Mauriciomelodijotantasveces:"sialgndaregresoquierovolvera
treparporaquellarama".
ABUELA.(Radiante.)

Lo ves, Fernando? Ves cmo no se poda cortar? Ven ac, hija.


Diostebendiga!

ISABEL.

Abuela...! (Se echa en sus brazos. El juego la ha ganado y solloza


ahogadamente.)
ABUELA.

Peroqutepasa,criatura?Ahoravasallorart?
MAURICIO.

No hay que hacerle caso es una sentimental. No has odo que


siemprehabasoadounacasaas?
ABUELA.

Ylatendr,nofaltabams!Oparaquesarquitectosumarido?
MAURICIO.

Lascasasviejasnolashacemoslosarquitectos.Lashaceeltiempo.
ABUELA.

Pon t lo de fuera y basta. Lo de dentro ya lo pondr ella.


Prometido?
MAURICIO.

Prometido.
ABUELA.

As nada ms? Aqu en tu tierra cuando un marido hace una


promesalafirmadeotramanera.
BALBOA.

QuizIsabelnosepalascostumbres.
ISABEL.

S, abuelo. (Besa a Mauricio en la mejilla.) Gracias, querido. (A la


abuela.)As?
ABUELA.(Unpocodecepcionada.)

Eso, all vosotros. Si no recuerdo mal apenas llevis tres aos de


casados.
MAURICIO.

Porah.
ABUELA.

Porahno.Tresexactamenteelseisdeoctubre.
ISABEL.

Justoelseisdeoctubre.

ABUELA.

Y a los tres aos ya se besan as por all? Por lo visto la tierra


mandamucho.
MAURICIO.

Lo ests viendo? Siempre esa dichosatimidez. Quvaapensarla


abueladenosotrosydelCanad?Unpocodepatriotismo!
ISABEL.

Tonto. (Vuelven a besarse, ahora apasionadamente un poco


excesivo por parte de Isabel. La Abuela sonre encantada. Las
criadas,queaparecenenloaltodelaescalera,tambin.Balboatose
inquieto,cortando.)

DICHOS,GENOVEVAyFELISA
BALBOA.

Muy bien! Pacto sellado. Y ahora no sera cosa de pensar algo


prctico? Quiz estn cansados quiz tengan hambre. Genoveva!
(Bajanlasdos.)
MAURICIO.

Ni hablar de eso. En el barco no se hace ms que comer a todas


horas.
ISABEL.

Yoloquequisieraescambiarmeunpoco.
ABUELA.

De verdad no vais a tomar nada? Genoveva se haba esmerado


tantopreparandolacena.
GENOVEVA.

Despus de todo, ms vale as. Con tantas cosas se me haba


olvidado la cocina y el ponche caliente ya estar fro y el caldo fro
yaestarcaliente.
ABUELA.

Porlomenoshayunacosaquenopuedesrechazarme.Teacuerdas
cuandovolvasdelcolegiogritando?...
MAURICIO.(Conilusinexagerada.)

No...!Tortadenuezconmieldeabejas?

ABUELA.(Feliz,aGenoveva.)

Looye?Cosaspequeaseh?Cosaspequeas!Pronto,squelasdel
horno, y antes que se enfren, una dedada de miel bien fina por
encima.
GENOVEVA.

Enseguida.
FELISA .

Algoms,seora?
ABUELA.

Nada,Felisabuenasnoches.
FELISA .

Buenasnochesatodos.(UnainclinacinespecialaMauricio.)Buenas
noches,seor.(SaleconGenoveva.)

ABUELA, ISABEL, MAURICIO, BALBOA


ABUELA.

Ven,Isabel,voyamostrartetucuarto.Yaversinomedaslarazn.
ISABEL.

Enqu,abuela?
ABUELA.

Una discusin con el viejo. Imagnate que se haba empeado en


poner dos camas gemelasquesilos tiempos,quesipatatn, quesi
patatn. Pero nosotras a la antigua verdad, hija? Como Dios
manda!
ISABEL.(Sobresaltada.)

Alaantigua?
BALBOA.(Rpidoenvozbaja.)

Hayalladootrahabitacincomunicada.Esttranquila.
ABUELA.

Nomecontestas,Isabel?
ISABEL.

S,abuelacomomandaDios.Vamos.
BALBOA.

Despacio,Eugeniacuidadoconlasescaleras.
ABUELA.(Subiendo.)

Djame ahora de monsergas. Cuandouncorazn aguantalo que ha


aguantadoste,yanohayquinpuedaconl.
ISABEL.

Apyeseenm.
ABUELA.

Eso s. Con un brazo joven al lado, vengan aos y escaleras. Y sin


bastn!(SelodaaIsabel.)As.Conlafuerzademisdospies.Conla
fuerza de mis dos nietos. As...! (Sale erguida del brazo de Isabel.
BalboayMauricioalquedarsesolosrespirancomoquienhasalidode
untrancedifcil.)

MAURICIOyBALBOA
MAURICIO.

Qutal?
BALBOA.

Asombroso. Qu energa alegre y qu fuego! Es otra... otra! (Le


estrecha lasmanos.)Graciascon todaelalma. Nunca podr pagarle
loqueesthaciendoenestacasa.
MAURICIO.

Por mi parte, encantado. En el fondo soy un artista, y no hay nada


que me entusiasme tanto como vencer una dificultad. Lo nico que
sientoesqueapartirdeahoratodovaserdemasiadofcil.
BALBOA.

Creequelopeorlohemospasadoya?
MAURICIO.

Seguro.Lopeligrosoeraelprimerencuentro.Sienaquelabrazome
fallalaemociny la dejomirartranquila,estamosperdidos.Poreso
laaprethastahacerlallorarunosojosturbiosdelgrimasyveinte
aosdedistancia,ayudanmucho.
BALBOA.

De usted no me extraa tiene la costumbre y la sangre fra del


artista. Pero la muchacha, una principiante, se ha portado
maravillosamente.

MAURICIO.(Concesivo.)

Noestmallachica.Tienecondiciones.
BALBOA.

Aquella escena del recuerdo fue impresionante: lacatedralpequea,


el rincn de cristales, la rama asomada a la ventana... Si a m
mismo,quelehabadibujadolosplanos,mecorriunescalofro!
MAURICIO.

Hastaahtodofuebien.Perodespus...aquelsollozocuandoseech
enbrazosdelaabuela...
BALBOA.

Qutienequedecirdeaquelsollozo?Noleparecinatural?
MAURICIO.

Demasiado natural eso es lo malo. Con las mujeres nunca se sabe.


Les prepara usted la escena mejor calculada, y de pronto, cuando
llegaelmomento,mezclanelcoraznconeloficioyloechantodoa
perder.Nohayquesoltarladelamano.
BALBOA.

Comprendo, s es tan nueva, tan espontnea... Puede traicionarse


sinquerer.
MAURICIO.

Y con esa memoria de la abuela! Cuanto menos las dejemos solas


mejor.
BALBOA.

Yqupiensahacerahora?
MAURICIO.

Lo natural en estos casos: la velada familiar, los recuerdos ntimos,


losviajes...
BALBOA.(Mirandorecelosoalaescaleraybajandolavoz.)

Noselehabrolvidadoningndato?
MAURICIO.

Pierda cuidado donde falle lageografaestlaimaginacin.Procure


usted que la velada no sea muy larga, por si acaso. Y pasada esta
primeranoche,yanohaypeligro.
BALBOA.(Sintiendollegar.)

Silencio.(AparecelaAbuelaenloaltodelaescalera.)

BALBOA,MAURICIO,laABUELA
BALBOA.

Sola?
ABUELA.

Nolehagoningunafaltaconocelacasamejorqueyo.
MAURICIO.

Qutallapequeaenemiga?
ABUELA.(Bajando.)

Deliciosa de verdad. Sabes elegir, eh! Dos cosas tiene que me


encantan.
MAURICIO.

Dosnadams?Primera.
ABUELA.

La primera esa manera tan natural de hablar el castellano. No era


inglesalafamilia?
MAURICIO.

Tedirlospadress,eraninglesesperoelabuelo...unabuelo,era
espaol.
BALBOA.(Apresurndose

a aceptar la justificacin.) Claro, as se


explica:eselidiomadelainfancia,eldeloscuentos...
ABUELA.

Quinfancianiqucuentos.Paraunamujerenamoradaelverdadero
idiomaessiempreeldelmarido.Esoesloqueammegusta.
MAURICIO.

Biendicho.Ylaotracosa?
ABUELA.

Laotra,nitmismotehabrsdadocuenta.Esalgoquetienenmuy
pocas mujeres: tiene la mirada ms linda que los ojos. Te habas
fijado?
MAURICIO.(Quenilosospechaba.)

Yadecayoquelenotabaalgo...peronosabaqu.
ABUELA.

Puesyasabesqu.Ahoraaprendeaconocerlotuyo.(AlAbuelo.)Le
hashabladoya?
BALBOA.

Dequ?
ABUELA.

Ya me imaginaba que no ibas a tener valor. Pero es necesario... y


ahoraqueestamossolos,mejor.
MAURICIO.

Algnsecreto?
ABUELA.

Lo nico que no me atrev a recordarte nunca en las cartas. Aquella


ltimanoche...cuandotefuiste...comprendes?ElAbuelonosupolo
quehacaestabafuerades.
BALBOA.

Porfavor,bastaderecuerdostristes.
ABUELA.

Afortunadamentesupisteabrirtepaso.Perounmuchachosoloporel
mundo... Si la vida te hubiera arrastrado por otros caminos... (Con
unamiradadereprochealAbuelo.)Dequinseralaculpa?Esoes
loqueelabuelonosehaatrevidoaconfesarenvozalta.Peroenel
fondodesuconcienciayosquenohadejadounsolodadepedirte
perdn.
MAURICIO.

Alcontrariohizoloquedeba.Ysiaalgodeborespetoygratitudes
aestamanoquemehizohombreenunasolanoche.(Selaestrecha
fuerte.)Gracias,abuelo.(Seabrazan.LaAbuelarespiraaliviada.)

DICHOS,GENOVEVAeISABEL
GENOVEVA.(Entrando

con una bandeja.) Un poquito tostadas, pero

oliendoabueno.
MAURICIO.(A

Isabel, que aparece en la escalera con un nuevo


vestido.)
Pronto,Isa!Hanllegadolastortasdenuezconmieldeabeja!
ABUELA.

Laprimeraparati.

ISABEL.(Bajacorriendo.)

Con lo que Mauricio me haba hablado y las ganas que tena yo de


probarlas!(PruebalaqueletiendelaAbuela.)
BALBOA.

Tegustan?
ISABEL.

Sabrosasdeverdad.
MAURICIO.(Conexageradafruicin.)

Hum! Sabrosas es poco. Habra que inventar la palabra, y tendran


quehacerlaesasmismasmanos.Qutedecayo?
ISABEL.

Tenasrazn:escomounacomunindecampo.
ABUELA.

Nohaydeestascosasentutierra?
ISABEL.

All hay de todo: grandes fbricas de miel, bosques enteros de


nogales y millones de casas con abuelas. Peroas, todojunto, ytan
nuestro...assolamenteaqu!
ABUELA.

Adulona!(Isabelmuerdeotra.)
MAURICIO.

Despacio,setevanaatragantar.
ABUELA.

Conunvinilloalegreentranmejor.
BALBOA.

HayunRiojaclaroyunbuenBorgoaviejo.
MAURICIO.

Deesoyaestamoscansados.Nohaydeaquelquesehacaencasa
conmostodepasasycscaradenaranja?
GENOVEVA.

Eldulce?
ABUELA.(Feliz.)

El mo, Genoveva, el mo...! (Genoveva lo busca en el aparador y

sirve.) No es un vino de verdad es un licor para mujeres, pero


enredadorcomoundiablopequeo.Vers,vers.
BALBOA.

Vasabebert?
ABUELA.

Estanoches,paseloquepase.Ynoteenojesporquevaaserigual.
(AIsabel.)Tegustalareposteracasera,verdad?...
ISABEL.

Am...larepostera...
BALBOA.(Cortando.)

Leencanta.Esloprimeroquemedijoalllegaralpuerto.
ABUELA.

Entonces vamos a tener mucho que hacer juntas. (Levanta su copa.


Todos en pie.) Por la noche ms feliz de mi vida! Por tu tierra,
Isabel!
MAURICIO.

Todos,Genoveva.Paralaabuelaloquehaydebajodesutechotodo
esfamilia.
GENOVEVA.

Gracias,seor.Saludyfelicidad.
TODOS.

Salud.(Beben.)
ABUELA.

Qutal?
ISABEL.

Traviesounverdaderodiablopequeo.Tienequedarmelarecetao
esunsecretodefamilia?
ABUELA.

Paratiya,nopuedehabersecretosenestacasa.
BALBOA.(AGenoveva.)

Retreseadescansar.Gracias.
GENOVEVA.

Aquhoraeldesayuno?

MAURICIO.

Nunca tenemos hora. O nos dormimos como troncos hasta media


maanaosalimosalroconelsol.
GENOVEVA.

Hastamaana,ybienvenidos.
TODOS.

Hastamaana,Genoveva.Buenasnoches.(SaleGenoveva.)

ABUELA,BALBOA, MAURICIOeISABEL
ABUELA.

Esodelronoserverdad.Cortacomouncuchillo.
MAURICIO.

Qu sabis aqulo que es elfro? (Animando a Isabel parameterla


en situacin.) Que te diga Isabel si es bueno baarse en los
torrentesconespumadenieve!
ISABEL.

Aquellos torrentes blancos, con los salmones saltando contra la


corriente!
ABUELA.

Recuerdo una vez me lo escribiste, cuando el viaje por el San


Lorenzo.Nofuealldondegrabasteminombreenunroble?
MAURICIO.

Allfue.
ABUELA.

Megustaratantoorteloatimismo!
MAURICIO.

La excursin a los grandes lagos? Algo de cuento! Imagnate un


trineo tirado por catorce perros con cascabeles ah los rebaos de
ciervos all, los bosques de abetos como una navidadsin fin... yal
fondo el mar dulce de los cinco lagos, con las montaas altsimas
metiendolacrestadenieveenelcielo.
ABUELA.

Cmo! Pero hay montaas en la regin de los lagos? (El Abuelo


tose.)

ISABEL.

Mauricioesunoptimistayacualquiercosallamamontaas.Unavez
vimos un gato monts subido a un rbol y estuvo una semana
hablandodeltigreylaselva.
MAURICIO.

Quise decir colinas. En Nueva Escocia, como es tan llano, cualquier


colinapareceunamontaa.
ABUELA.

Pero Nueva Escocia est al este. Qu tiene que ver con los cinco
lagosqueestnalaotrapunta?
MAURICIO.(Dispuestoadiscutirlo.)

Ah,s?Demaneraqueestaleste?
ABUELA.

Vasadecrmeloam,queheseguidotodostusviajesdapordaen
elatlasgrandedelabuelo?
BALBOA.(Tosenuevamentecortandoeltema.)

UngranpaselCanad...ungranpas!Otracopita?
MAURICIO.

S,gracias.
ABUELA.

Amtambinlaltima.
BALBOA.(Sirviendo.)

Yqutaltusnegocios?
MAURICIO.

Cules?
ISABEL.

Culesvanaser?,lascasas,losgrandeshoteles.
ABUELA.

Hashechoalgunaiglesia?
MAURICIO.

Noarquitecturacivilnadams.
ABUELA.

Qulastima!Mehubieragustadoverteresolveratiaquelproblema
de las catedrales gticas un tercio de piedra, dos tercios de cristal.

Eltrabajoquemedioamaquello!
MAURICIO.(Inquieto.)

Tambinhasestudiadoarquitectura?
ABUELA.

No entenda una palabra, pero era una manera de acompaarte


desde lejos, cuando los exmenes. Querrs creer que todava
recuerdo algunas frmulas? "La cpula esfrica, suspendida entre
cuatro tringulos curvos, debe tener el dimetro igual a la diagonal
delcuadradodelplano."Quporqumemirasconesacara?Noes
as?
MAURICIO.(AlAbuelo.)

Esas?
BALBOA.(Renervioso.)

Qubromista!ymelopreguntaam.Otracopita,Mauricio?
MAURICIO.

Unvaso,porfavor!
ABUELA.

Biendicho!Amtambin.
BALBOA.

Tnoquesetesubaalacabezatunieto,pase,peroconestevino
casero,cuidado.
ABUELA.(Graciosamentealegre,sinperderdignidad.)

La ltima de verdad, Fernando, Fernandito, Fernanditito... un dedito


asnoms...as,as,as...(Ponindoloverticalpocoapoco.Alverlo
quelesirve.)Tacao!
MAURICIO.

Demaneraquelacpulaesfricasuspendidaentrecuatrotringulos
curvos...Eresformidable,abuela!
ABUELA.

Y si un da estudiaras medicina, yo venga microbios. Y si estudiaras


astronoma,yoconungorrodepuntayuntelescopioas.Peronotu
oficioeselmejordetodosloshombres,ahacercasaslasmujeres,
allenarlas...(Levantasucopa.)Yvivalaarquitecturacivil!
ISABEL.

Vamosabuelahansidodemasiadosnervios,yhayquedescansar.

ABUELA.

Esta noche? Dormir yo esta noche despus de veinte aos


esperndola? Esta noche no me lleva a m a la cama ni la guardia
montadadelCanad!(Bebe.)
BALBOA.

Eugenia,portubien...
ABUELA.

Y ahora, msica, Isabel! Las ganas que tena yo de orte tocar


aquellabaladairlandesa:"Myheartiswaitingforyou".
ISABEL.

Qu?
ABUELA.

"Myheartiswaitingforyou."Nosediceaseningls?
ISABEL.(Aterrada.)

Oh,yes...yes...
ABUELA.

Eslacancinquemsmegusta.Lamismaquetestabastocandoel
daqueteconociMauricionoteacuerdas?
ISABEL.(Conmayorsoltura.)

Oh,yes,yes,yes!
ABUELA.

Alpiano,querida,alpiano!(Vaalpianosinabandonarsucopa,abre
latapayquitaelpao.)
BALBOA.

Noseaslocamsicaaestashoras!
MAURICIO.(RpidoaIsabeltomndoladeunbrazo.)

Sabestocarelpiano?
ISABEL.

El"Bolero"deRavel,conundedo!
MAURICIO.

Quespanto!Estanocheno,abuela:Isabelestrendidadelviaje.
ABUELA.

Nohaydescansocomolamsica.Vamos,vamos!

MAURICIO.

Maana,otroda...
ABUELA.

Yporqunoahora?
MAURICIO.

Sern supersticiones pero siempre que Isabel se ha puesto a tocar


esabalada,siemprehaocurridoalgomalo.(Enestemomento,seoye
elcristaldeunacopaqueserompe.Isabel,quesehaacercadoala
mesa, de espaldas al pblico, da un grito y retira la mano.) No te
dije?Quhasido?
ISABEL.

Nada...elcristal...
ABUELA.

Tehasheridolamano?
ISABEL.

Notieneimportanciaunaraazoapenas.
BALBOA.

Pronto:alcohol,unavenda...
ABUELA.

Dejaconellicoryelpaueloeslomismo.(Empapasupaueloenel
licorylevendalamano.)As...pobrehijateduele?
ISABEL.

Lesjuroquenoesnada.Lonicoquesientoesquehemosdejadoa
laabuelasinmsica.
MAURICIO.

Esono.Tocaryoalgomo.
ABUELA.

Perotcomponestambin?
MAURICIO.

A ratos... tonteras para vengarme de los nmeros. Como sta. (Se


sienta al piano y juega gilmente los dedos como improvisando.) El
mes de abril en el bosque... est empezando el deshielo. Este es el
deshielo. (Acordes en los graves.) Las ardillas saltan de rama en
rama.Estassonlasardillas.(Arpegiossaltarinesenlosagudos.)Yel
cantodelcucoanunciaelbuentiempo.Aquestelcuco.(Canta.)

Cuc,cuc
cuc,cuc,
cucuandosalgaelsol
cuc,cuc,
cuc,cuc,
florecerelamor.
Elsoldijo"quiz":
lanochedijo"no".
Cucundodir"s"
elcucodelamor?
Cuc,cuc
cuc,cuc,
cucundodirs
cuc,cuc,
cuc,cuc,
tucococorazn!
Tegusta?
ABUELA.

Tuya tena que ser! (Levanta su copa.) Por el nieto ms nieto de


todos los nietos... y viva la msica civil! Hoopy!! (Risas.) A ver,
otravez.Todos!Eldeshieloprimeroeldeshielo.Lasardillas:ahora
lasardillas.Yahsaleelcuco!(Repitenlacancin,llevandoMauricio
la voz cantante y contestando ellos el canto del cuco y coreandolos
versospares.Risas.Aplausos.)Otrodedito,Fernando.Porelcucodel
buen tiempo. El ltimo, ltimo, lt... (Desfallece un momento
llevndoselamanoalcorazn.Isabelcorreasostenerla.)
ISABEL.

Abuela!
BALBOA.

Basta,Eugenia.Adescansar.
ABUELA.(Serecobra.Sonre.)

No ha sido nada. Este maldito pequeo que me da todo lo bueno y


todolomalo.Peronovayisacreerqueestoymareada.Unpocode
niebla,esos...Tengoqueacostarmeya,tanpronto?
ISABEL.

Esmejoras.Maanaseguiremos.
ABUELA.

Maana!Conlolargasquesonlasnoches.Quedescanses,Mauricio.

Hastamaana,hija.(Laabraza.Isabellaacompaahastalapuerta.)
BALBOA.(AMauricio.)

Si tienes costumbre de leer antes de dormir ya sabes dnde est la


biblioteca.Quieresalgnlibro?
MAURICIO.

UntratadodearquitecturayunatlasdelCanad!
ABUELA.

Vamos,Fernando?Maana,labaladairlandesa,eh?Yaversisois
capaces de soar algo mejor que vosotros mismos. (Sale con el
abuelo riendo feliz y repitiendo el estribillo. Al quedarse solos,
Mauricio resopla desabrochndose el cuello. Isabel se deja caer
agotadaenunsilln.)

ISABELyMAURICIO
MAURICIO.

Vaya,porfinsalimosdelpaso.
ISABEL.

Ojalterminaratodoaqu.Yonohesentidounaangustiamsgrande
en mi vida es como esos equilibristas que andan descalzos entre
cuchillos.
MAURICIO.

Realmentelaseoraespeligrosa.Tieneunamemoriainexorable!
ISABEL.

Sonaosyaosdenopensarenotracosa.Quseradeesapobre
mujersideprontodescubrieralaverdad?
MAURICIO.

De nosotros depende. Nos hemos metido en este callejn y ya es


tardeparavolverseatrs.
ISABEL.

Ymaanaestafarsaotravez?Yhastacundo?
MAURICIO.

Solamente unos das. Despus, un falso cable llamndonos


urgentemente,yahquedaelrecuerdoparasiempre.
ISABEL.

Porqumeencargamesto?Nopuedo,Mauricio,nopuedo!
MAURICIO.

Tantomiedotienes?
ISABEL.

Por ella. Ser hermoso lo que estamos haciendo, pero al verla


entregada como una nia feliz, tuve que hacer un esfuerzo para no
gritarlaverdadypedirleperdn.Esunjuegodemasiadocruel.
MAURICIO.

Lo que yo me tema: el corazn metindose en la comedia. As no


iremosaningunaparte.
ISABEL.

Hehechotodoloquepude.Nomeheportadobien?
MAURICIO.

Al principio, s aquella timidez de la llegada, aquella escena de la


evocacin, muy bien. Pero despus, aquel sollozocuando teechaste
ensusbrazos...
ISABEL.

Nopodams.Tambinyosloqueesvivirsola,yesperando.
MAURICIO.

Esoesloquehayquecorregirdesdeelprincipio.Elartenosehace
aquseorita.(Elcorazn.)Sehaceaqu,aqu.(Lafrente.)
ISABEL.

Ustednoseemocionniunmomento?
MAURICIO.

Laemocinverdaderanuncaesartstica.Porejemplotefijastecon
qu ilusin me com las tortas de nuez con miel? Pues si hay dos
cosasqueyonopuedoaguantarsonlamielylasnueces.Estoeslo
queyollamounaconcienciaartstica.(Dandoporhechoqueno.)A
titegustaron?
ISABEL.

Deliciosas!
MAURICIO.

Esunaopinin.
ISABEL.

Entoncesaqueltemblorenlavozalverlaporprimeravez...?

MAURICIO.

Esunrecursoelementalhastalosracionistasdeteatrolosaben.
ISABEL.

Yaquelabrazo,largoyensilencio,hastahacerlallorar...?
MAURICIO.

Todo estaba previsto: con lgrimas en los ojos es ms difcil ver


claro. Comprendes ahora? (Isabel lo mira como si hubiera
descendidodeestatura.)
ISABEL.

Ahoras.Porlovistotengomuchoqueaprender.
MAURICIO.

Bastanteperotllegars,Isabel.
ISABEL.

Por qu me sigue llamando Isabel si nadie nos oye? Mi nombre es


Marta.
MAURICIO.

Aquno.Estamosviviendootravidayhayqueolvidarcompletamente
lanuestra.Nadadeconfusiones.
ISABEL.

Estbien.Dgamelasfaltasdeestanocheparacorregirlas.
MAURICIO.

Por lo pronto, el beso. Mejor dicho, los dos besos. El primero,


demasiado...
ISABEL.

Fraternal?
MAURICIO.

Fraternal. Tres aos de matrimonio no es tiempo bastante para esa


frialdad.Encambioelsegundo...elsegundotampocoeraunbesode
tresaos!
ISABEL.

Demasiadofuerte?
MAURICIO.

Demasiado.Enarte,lamedidaeseltodo.

ISABEL.

Disculpenovolveraocurrir.
MAURICIO.

Asloespero.Segundo:nometratesnuncadeusted.Recuerdaque
soytumarido.
ISABEL.

Peroestandosolos...
MAURICIO.

Niestandosoloshayqueacostumbrarse.Tsabesloquehacenlos
amantes inteligentes cuando tienen que vivir en sociedad? Se
acostumbranatratarsedeustedenlaintimidadparanoequivocarse
luegoenpblico.Nosotrostenemosquehacerlomismo,alrevs.
ISABEL

Perdn,nosaba.Ylodelidiomacmoloarreglamos?
MAURICIO.

Quidioma?
ISABEL.

El mo, el ingls. La abuela ya has visto que lo sabe. Y yo,por muy


bsicoquesea,nopretendersquemeloestudieenunanoche.
MAURICIO.

Habr que hacer un esfuerzo. Hoy el ingls se ha convertido en un


idiomatanimportantequehastalosnorteamericanosvanatenerque
aprenderlo.
ISABEL.

Oh,yes,yes.
MAURICIO.

Teestsburlando?
ISABEL.

Delmaestro?Seraunafaltaderespetoimperdonable.
MAURICIO.

No, no, sin ironas a ti te est pasando algo. Desde hace un


momentonomemirascomoantes.Parecesotra.
ISABEL.

No sers t el que me est pareciendo otro a m? (Se acerca


amistosa.) Escucha, Mauricio: el otro da cuando me dijiste que tu

imitador de pjaros cantaba mejor que el ruiseor verdadero,


hablabasenseriono?
MAURICIO.

Completamenteenserio.Unsimpleanimal,pormaravillosoquesea,
nopuedecompararsenuncaconunartista.
ISABEL.

Entoncesdeverdadcreesqueelartevalemsquelavida?
MAURICIO.

Siempre. Mira ese jacarand del jardn: hoy vale porque da flor y
sombra, pero maana, cuando se muera como mueren los rboles,
ensilencioydepie,nadievolveraacordarsedel.Encambiosilo
hubierapintadoungranartista,viviraeternamente.Algoms?
ISABEL.

Nadams.Estodoloquequerasaber.(Sedirigealaescalera.)
MAURICIO.

Un momento. Hasta ahora slo te he corregido los errores pero no


serajustosinoelogiaratambinlosaciertos.
ISABEL.

Hetenidoalgnacierto?Menosmal.
MAURICIO

Unosobretodo:eltrucoparanotocarelpiano.
ISABEL.

Ah,lodelamanoherida.Estuvobien?
MAURICIO.

Niyomismolohubierahechomejor.Conqutepintasteelrojode
lasangre?Conlabarradelabios?
ISABEL.

Conlabarradelabios.
MAURICIO.

Me lo imagin en seguida. Felicitaciones! (Le estrecha la mano.


Isabel reprime una queja retirando la mano. Mauricio la mira
sorprendido.)Qutepasa?
ISABEL.

Nada...losnervios.(Vaalaescalera.Mauricioladetieneimperativoy
laarrancaelpauelo.)

MAURICIO.

Espera!Perotehasclavadoelcristaldeverdad?
ISABEL.

No se me ocurri otra cosa. Una mentira hay que inventarla en


cambio la verdad es tan fcil. Buenas noches. (Vuelve a ponerse el
paueloycomienzaasubir.)
MAURICIO.

Noteofenderssitedigounacosa?
ISABEL.

Di.
MAURICIO.

Tienesdemasiadocorazn.Nuncasersunaverdaderaartista.
ISABEL

Gracias. Es lo mejor que me has dicho esta noche. (Va a seguir. Se


vuelve.)Ytnoteofendessiyotedigootra?
MAURICIO.

Di.
ISABEL.

Si algn da tuvieran que desaparecer del mundo todos los rboles


menosuno...ammegustaraquefueraesejacarand.Perdonada?
MAURICIO.

Perdonada.
ISABEL.

Buenasnoches,Mauricio.
MAURICIO.

Hasta maana... MartaIsabel. (Queda apoyado en la baranda


mirndolasubir.Arribavuelveaorseelcarilln.)

TELN

ACTOTERCERO
PRIMERCUADRO
Enelmismolugarunosdasdespus.Tarde.Laescenasola.Llama
eltelfono,yapocoacudeladoncella.Mauriciobajalaescalera.

FELISAyMAURICIO
FELISA .

Hola!Cmo?Perono,seorita,hamarcadomalotravez.Denada.
MAURICIO.

Quinera?
FELISA .

Nmero equivocado. Ya van tres veces que llama la misma voz y


preguntandoporlamismadireccin.
MAURICIO.

Habruncruceenlalnea.Porquinpreguntaba?
FELISA .

AvenidadelosAromos,dos,cuatro,cuatro,ocho.Imagnese,alotro
extremo! (Mauricio toma una manzana del frutero, la limpia con la
mangaylamuerde.)Necesitaalgoelseor?
MAURICIO.

Nada,gracias.
FELISA .

Letraigouncuchilloyunplato?
MAURICIO.

Nunca!Conplatoycuchilloseraunalimentoasesunanaturaleza
muerta.
FELISA .

Cmo?
MAURICIO.

Nada,Felisa.Hastaluego.
FELISA .

Para servirle, seor. (Mauricio espera a que salga y luego acude al

telfono.Hablamientrascomesumanzana.)
MAURICIO.

Hola! Helena? S, claro que comprend. Alguna novedad? Aj!


Supongoqueel"F48"estarcontentoconesosdosbarcosgriegos:
su idioma predilecto! Pero, por favor, que no les hable a los
muchachos del Partenn. Por aqu, esplndido salvo la primera
noche, que hubo sus tropiezos, todo sobre ruedas. La abuela, un
encanto si uno pudiera elegir yo no elegira otra. Quin, Isabel?
Felizyprogresandodapordavaaserunacolaboradoraexcelente.
Porellaaqunosquedaramostodalavida,perohallegadolahorade
echar este teln. Prepreme un cable del Canad con el siguiente
texto:"Aprobadooficialmenteproyectocasasbaratasbarriadaobrera
urge presencia inmediata". Firma... Hmilton. Repita. De acuerdo.
Hgamelollegarmaanatemprano.Yparalatardedosfalsospasajes
deavin. Nada ms.Gracias, Helena.Hasta maana.(Cuelgaysale
hacia el jardn silbando su cancin. Por izquierda entra la Abuela,
nerviosa,seguidaporGenoveva.)

ABUELAyGENOVEVA
ABUELA.

No, no, Genoveva, no puede ser por ms vueltas que le doy no


acabadeentrarmeenlacabeza.Estustedsegura?
GENOVEVA.

Tampoco yo quera creerlo pero cuando le digo que lo he visto con


mispropiosojos.
ABUELA.

Porqunomeavisantes?
GENOVEVA.

Laverdad,nomeatrevsoncosastandelicadas.Silaseoranome
hubieraacorraladoapreguntas,nuncahabradichounapalabra.
ABUELA.

Mal hecho hay que poner eso en claro de una vez, y cuanto antes
mejor.
GENOVEVA.

Ysifuerayolaqueestequivocada?
ABUELA.

No sera usted sola. Tambin yo he ido atando cabos todos estos

das,yportodas partessalimos alomismo.Yamedecaelcorazn


quealgoextraohabaaqu.
GENOVEVA.

Laseorasospechabatambin?
ABUELA.

Desde la primera noche: una mirada aqu, una palabra suelta all...
Perocualquiercosapodaimaginarmenosesto.DndeestIsabel?
GENOVEVA.

Vaahablarle?
ABUELA.

Yahoramismo.Leparecequesoyyomujerparaandarespiandola
verdadpordetrsdelaspuertas?DndeestIsabel?
GENOVEVA.

Regandolashortensias.
ABUELA.

Llmela.
GENOVEVA.

Porfavor,seora,pinselo...
ABUELA.

Quelallamedigo!(Genovevaseasomaaljardnllamando.)
GENOVEVA.

Isabel...NiaIsabel!...Yaviene.
ABUELA.

Djenos solas. (Sale Genoveva hacia la cocina. Llega Isabel con un


brazadodehortensias.)

ABUELAeISABEL
ISABEL.

Mellamaba?
ABUELA.

Acrcate. Mrame de frente y contesta sin vacilar. Qu me andas


ocultandotodosestosdas?

ISABEL.

Yo?...
ABUELA.

Losdos.
ISABEL.

Abuela!...
ABUELA.

Sindesviarlosojos.Contesta!
ISABEL.

Nolaentiendo.
ABUELA.

De sobra me entiendes, y es intil seguir fingiendo. Comprendo que


esunaconfesindemasiadontima,quizdolorosaperonoteestoy
hablando como una abuela a una nieta. De mujer a mujer, Isabel
qupasaentreMauricioyt?
ISABEL.

Porloquemsquieraquesloqueestsospechando?
ABUELA.

No son sospechas, hija, es la realidad. Esta maana, cuando


Genoveva subi el desayuno, t estabas dormida en tu cuarto sola.
Mauricio estaba durmiendo en la habitacin de al lado. Puedes
explicarmequsignificaeso?
ISABEL.(Aliviada.)

Lodelashabitaciones?...Yesoeratodo?(Re,nerviosa.)
ABUELA.

No veo que tenga ninguna gracia al contrario. Esa misma risa


nerviosa,noquieredecirnada?
ISABEL.

Nada. Es que me hablaba usted en un tono... como si hubiera


descubiertoalgoterrible.
ABUELA.

Teparecepoco?Porlopronto,unmatrimonioqueduermeseparado
es una inmoralidad. Pero puede significar algo peor: un amor
terminado.
ISABEL.

Perono,abuela!Cmopuedenipensarlosiquiera?
ABUELA.

Notendramotivos?
ISABEL.

Ninguno. Simplemente lo que pasa es que por la ventana del jardn


entranmosquitos.Mauricionopuederesistirlos.
ABUELA.

Y t s? Qu matrimonio es ste que se deja separar por un


mosquito?
ISABEL.

Noerauno,nidos,nitres.Eraunaplaga!
ABUELA.

Nianas!Cuandoyotenatuedadnomehubieranseparadodemi
marido ni las diez plagas de Egipto! Tienes que prometerme que no
volveraocurrir.
ISABEL.

Pierda cuidado. Pero qu importancia tiene una separacin de


momento?
ABUELA.

No es un momento lo que me preocupa son todos los minutos de


toda la vida. Cuando se llega a mi edad ya no hay ms felicidad
posible que presenciar la de los otros y sera muy triste que por
vermefelizamestuvieraisfingiendoalgoquenosents.
ISABEL.

HallegadoapensarqueMauricioyyononosqueremos?
ABUELA.

Delante dem,demasiado pero despus... Ayercuandotomabaisel


teneljardnyoestabaenlaventana.Niunamiradaniunapalabra
entrelosdoslpensandoensuscosas,trevolviendotutconlos
ojosbajos.Cuandofuisteatomarloyaestabafro.
ISABEL.

Unsilencionoquieredecirnada.Haytantasmanerasdeestarjuntos
unhombreyunamujer.
ABUELA.

Podras jurarme, con la mano en el corazn, que eres


completamentefeliz?

ISABEL.

Porqumelopregunta?
ABUELA.

Nos...hayalgoraroentrevosotros.Tenotoacobardadadelantede
l,comosilfueraelquemanda.Yenelverdaderoamornomanda
nadieobedecenlosdos.
ISABEL.

Mauricioestansuperioramentodo!Nonecesitamandarparaque
yoseafelizobedeciendo.
ABUELA.

Malo es que lo pienses, pero por Dios que no lo sepa l o ests


perdida. Siempre se ha dicho que el amor es un poco como esos
carritos chinos: uno muy cmodo, sentado dentro, y el otro tirando.
Porlovistoestaveztehatocadoatitirarelcarrito.
ISABEL.

Yquimportasiesmoloquevadentro!Ojalfueramspesadala
cargaymsduroelcaminoparamerecerlomejoralallegada.
ABUELA.

Peroquestsdiciendo!Hablasdetumaridocomosinofueratuyo
comosituvierasqueganrteloan.
ISABEL.

Esqueustednopuedeimaginartodo loqueesMauricioparam.Es
ms que el amor, es la vida entera. El da que le conoc estaba tan
desesperadaquemehabradejadomorirenunrincncomounperro
con fro. l pas junto a m con un ramo de rosas yuna palabra y
aquellapalabrasolamedevolvi degolpe todolo que crea perdido.
En aquel momento comprend desde dentro que iba a ser suya para
siempre, aunque fuera de lejos, aunque l no volviera a mirarme
nunca ms. Y aqu me tiene, atada a su carro, pero feliz porque es
suyo!
ABUELA.

Tanlocaests,hija?
ISABEL.

Si la locura es eso, bendita sea la locura. Benditos los ojos que me


miranaunquenomevean.Benditasumanoenmicinturaaunqueno
seamsqueunsueo.Escuche,abuela...(Searrodillaasulado.)El
otro da me preguntaba usted por qu no quera hablar otro idioma
queeldeMauricio.Comprendeahoraporqu?Unidiomanosonlas

palabras, son las cosas, es la vida misma. Cuando yo era nia mi


madremedeca"querida"eraunapalabra.Cuandoibaalaescuela
lamaestramedeca"querida"eraotrapalabra.Perolaprimeravez
queMauricio,sinvozcasi,medijo"querida!",aquelloyanoerauna
palabra: era una cosa viva que se abrazaba a las entraas y haca
temblar las rodillas. Era como si fuera el primer da del mundo y
nunca sehubiera querido nadie antes que nosotros.Por la noche no
poda dormir. "Querida, querida, querida!..." All estaba la palabra
viva rebotndome en los odos, en la almohada, en la sangre. Qu
importaahoraqueMauricionomemiresilmellenalosojos!Qu
importa que el ramo de rosas siga diciendo "maana" si l me dio
fuerzas para esperarlo todo! Si no hace falta que nos quieran... si
bastaquererparaserfeliz,abuela,feliz,feliz!...(Haidoexaltndose
consuspropiaspalabrashastaterminarllorandoenelregazo.)
ABUELA.

Basta, criatura, basta. La verdad es que no sabe una a qu carta


quedarse. Hace un momento tena la preocupacin de que no le
querasbastanteyahoracasimedamiedovertequererletanto.Pero
de esto ni una palabra a l, lo oyes? Aprovecha ahora que eres
jovenparasubirtealcarroyquetirelunpoquito,queparaesoes
hombre.(VuelveMauricio.Isabelselevanta.)

ABUELA, ISABEL,MAURICIO
MAURICIO.

Confidenciasdesuegraynuera?Maloparaelmarido.
ABUELA.

Porqusuponesqueestbamoshablandodeti?Nohayotrascosas
dequhablarenelmundo?
MAURICIO.

Desdeluego,ymuchomsimportantes.Puedosabercules?
ISABEL.

Novalelapenacosasdemujeres.
MAURICIO.

Meloimagin.Hablandodetraposseguro.
ABUELA.

Seguro. Dios te conserve el olfato, hijo. A los hombres tan


inteligentescomotnolesvendramaldevezencuandobajardelas
nubes...(MirandoaIsabel.)ydarseunavueltaporestapobretierra.

MAURICIO.

Isabeltehadichoalgocontram?
ISABEL.

Alcontrarioleestabacontandotodolofelizquesoy.
MAURICIO.

Ya.Yporesohasllorado?
ABUELA.

Algunas mujeres tienen una extraa manera de ser felices. Aprende


t,queestsdemasiadoacostumbradoaquetodotecaigadearriba.
Yojo cmo la tratas enadelante, queno est solaahoraya somos
dos. (Saca del armario una cajita de cartn.) Toma, hija por si te
hacefalta.
MAURICIO.

Quesesto?
ABUELA.

Contralosmosquitos.(Salealjardn.)

ISABELyMAURICIO
MAURICIO.

Qumosquitos?
ISABEL.

Unosquehetenidoqueinventar.EstamaanaGenovevateencontr
durmiendoenlahabitacindehuspedes.
MAURICIO.

Tenaqueser!Elnicodaquesemeolvidecharlallave.
ISABEL.

Notepreocupes,queyaestarreglado.
MAURICIO.

Seguro?Nohabrsospechadonada?
ISABEL.

Nada.Atuladoseaprendeamentircontantanaturalidad.
MAURICIO.

Esunamaneramuydelicadadellamarmeembustero.
ISABEL.

Imaginativo.Eraunelogioprofesional.
MAURICIO.

Supongoquehabrspasadounmalratodenervios,comosiempre.
ISABEL.

Atodoseacostumbrauna.
MAURICIO.

Afortunadamenteyaquedapoco.Tengounagrannoticiaparati.
ISABEL.

Menosmal.
MAURICIO.

Maana temprano recibiremos un cable del Canad, y por la tarde


dospasajesdeavin.
ISABEL.(Seestremece.)

No?...Quieresdecirquenosvamosya?
MAURICIO.

Ya.Helenaseencargadetodo.
ISABEL.

Ysaeralagrannoticia?
MAURICIO.

Si te parece poco. Se acabaron los sobresaltos y esa especie de


remordimiento que no te dejaba dormir. Ahora, la ltima velada
familiar,unadespedidallenadepromesas...yalairelibreotravez!
Misincumplida.Noestscontenta?
ISABEL.

Mucho...muycontenta.
MAURICIO.

Conesacaranadielodira.
ISABEL.

Asdeprontodueleunpoco...
MAURICIO.

Nopensarasquebamosaquedarnostodalavida.Tmismamehas

dichomuchasvecesqueeraunafarsacruel,superioratusfuerzas.
ISABEL.

As era al principio. Slo yo s lo que me cost entrar en esto


veremosaoraloquemecuestasalir.Maana?
MAURICIO.

Maana.
ISABEL.

Nopodrasesperarunpocoms,undasiquiera?
MAURICIO.

Paraqu?Todoloquepodahacerseporesamujeresthechoya.
ISABEL.

Noesporella,Mauricio,ahoraesporm.Necesitoacostumbrarmea
laidea.
MAURICIO.

Cada vez te entiendo menos. Te he dado para empezar uno de los


trabajos ms difciles lo has hecho con una naturalidad pasmosa,
como una recin casada feliz de verdad. Y ahora, cuando ya est
cayendoeltelnvasatemblarotravez?
ISABEL.

Nos...Medamiedoesoquetllamaslagranescenafinal.
MAURICIO.

Ladespedida?Eslamsfcildetodas:unpequeotembloralhacer
los bales, largas miradas a la casa como si fueras acariciando uno
por uno todoslos rincones... Ni siquieraes necesariohablar. De vez
en cuando deja caer algo de las manos, as como sin querer: una
cosa que cae en silencio tiene ms emocin que una palabra. Por
qumemirasas?
ISABEL.

Teadmiro.
MAURICIO.

Ironasotravez?
ISABEL.

Sin ironas te admiro de verdad. Es asombrosa esa manera que


tenislossoadoresdenoverclaromsqueloqueestlejos.Dime,
MauriciodequcolorsonlosojosdelaGioconda?

MAURICIO.

Aceitunaoscuro.
ISABEL.

Dequcolorsonlosojosdelassirenas?
MAURICIO.

Verdemar.
ISABEL.

Dequcolorsonlosmos?
MAURICIO.

Los tuyos?... (Duda. Se acerca a mirar. Ella entorna los prpados.


Sonredesconcertado.)Nolotomesamal.Parecerunadesatencin
perotejuroque en estemomento tampocosabradecirtecmo son
losmos.
ISABEL.

Pardos, tirando a avellana. Con una chispita de oro cuando te res.


Conunanieblagriscuandohablasyestspensandoenotracosa.
MAURICIO.

Perdona.
ISABEL.

Denada.(Sonredominndose.)Ysimaana,alhacerlosbales,se
meresbalaalgoentrelasmanos"ascomosinquerer"pierdecuidado
quenoserlaemocinsloserporquehetenidounbuenmaestro.
Gracias, Mauricio. (Sale al jardn. Ha ido oscureciendo. Fuera, las
sombraslargasdelatarde.Mauricioenciendepensativouncigarrillo.
Seoyelacampanilladelacalle,yapocoladoncellacruzaaabrir.El
seorBalboavienedesushabitaciones,conunlibroenlamano.)

MAURICIO,FELISA,BALBOA
BALBOA.

Sisonlosdiarios,pselosamidespachosinabrir.
FELISA .

Bien,seor.(Salealvestbulo.)
BALBOA.

No era ste el libro que andabas buscando? "Los ltimos


descubrimientosdelaarqueologa."

MAURICIO.

Notieneinters.Hehechoyounomssensacional.
BALBOA.

T!Cundo?
MAURICIO.

Ahora mismo. Despus de largas excavaciones, acabo de descubrir


quesoyunperfectoimbcil.(Tiraelcigarrilloqueacabadeencender
ysalealjardnllamando.)Isabel!...(Vuelveladoncella.)
FELISA .

Esunavisitaparaelseor.
BALBOA.

A estas horas! No espero a nadie ni estoy para nadie. (La Doncella


vaaobedecer.ElOtroapareceenelumbral.)

BALBOAyelOTRO
OTRO.

Param,s.Hehechounviajedemasiadolargoparaquesemecierre
estapuerta.
BALBOA.

Conquderechoentraasenmicasa?Djenos,Felisa.(Ladoncella
sale.Balboaenciendelasluces.)Quinesusted?
OTRO.(Avanzaunospasos.Tiraelsombrerosobreunsilln.)Tanto

hecambiadoenestosveinteaos?
BALBOA.(Inmvil,sinvoz.)

Mauricio!...
OTRO.

Noveoqueseaparaasombrarseas,comosifueraunfantasma.No
recibistemicableanunciandoelviaje?
BALBOA.

No es posible... El "Saturnia" se hundi en alta mar con todo el


pasaje.
OTRO.

Y t te alegraste al saberlo verdad? Es natural la mancha de la

familia lavada lejos y para siempre. Pero ya ves que no cuando se


llevaunavidacomolamanuncaseviajaenelbarcoqueseanuncia
niconelnombrepropio.Lapolicasuelesertancuriosa!
BALBOA.

Basta,Mauricio.Aquvienes?
OTRO.

Ynecesitaspreguntarlo?Qufaltadeimaginacin!Porlomenosno
supondrs que vengo a ponerme de rodillas y llorar sobre mis
pecados.
BALBOA.

No te conozco bien. He seguido toda tu vida y s lo que puede


esperarsedeti.
OTRO.

Mealegroasseahorranmuchasexplicacionesenojosas.Sobretodo
parati.
BALBOA.

Param?
OTRO.

Es lo menos que poda esperar. No te has sentido responsable en


ningnmomentodeesavidaqueyoarrastrabalejosdemicasa?
BALBOA.

No trates de descargar tus culpas sobrelos dems. Todo lo que has


hechoall,yalohabasempezadoaqu.
OTRO.

Demaneraquelaconcienciatranquila?
BALBOA.

Hiceloquedeba,ysiesnecesariovolverahacerlocienveces.
OTRO.

Portugusto, quiz pero ahorametemoquenovasapoder. Aquel


muchachodeentoncesestyaunpocoduro.
BALBOA.

Esunaamenaza?
OTRO.

Una advertencia simplemente. S por experiencia que no hay


caminoshechosparanadiecadaunotienequeabrirseelsuyocomo

pueda.Yelmo,hoy,pasaporestacasa.
BALBOA.

Deunavez,porfavorquesloquevienesabuscar?
OTRO.

Si fuera a reclamar mis derechos, todo lo que me quitaste en una


noche:unavidaregalada,unabuenamesa,unafamiliahonorable...
BALBOA.

Nohabrspensadoquedarteaviviraqu!
OTRO.

No,estatetranquilo.Esoquetllamashogarnosehahechoparam,
yserademasiadoincmodoparalosdos.
BALBOA.

Qupretendesentonces?
OTRO.

Te he dicho primero todo lo que podra exigir. Pero soy razonable y


voy a conformarme slo con una parte. En una palabra, abuelo,
necesitodinero.
BALBOA.

Nopodaserotracosa.Cunto?
OTRO.

Ah est lo malo, que por mucho que lo sienta no puedo hacerte un


precio de amigos. (Dejando repentinamente el tono irnico.) Estoy
comprometido gravemente sabes? No con la polica, que a eso ya
estoy acostumbrado. Ahora es con los compaeros, y esos no
perdonan.
BALBOA.

Notepidoexplicaciones.Cunto?
OTRO.

Tepareceramuchodoscientosmil?
BALBOA.

Estsloco?Dedndepiensasquepuedosacaryoesacantidad?
OTRO.

Desde luego no esperaba que la tuvieras ah en el bolsillo. Pero


puedes encontrarla y sin ir muy lejos... sin salir de aqu. Si no he
calculadomal,solamentelacasavaleeldoble.

BALBOA.

Lacasa!Venderestacasa?
OTRO.

Paradosviejossolosesdemasiadogrande.
BALBOA.

Serascapazdedejarnosenlacalle?
OTRO.(Rencoroso.)

No me dejaste t a m hace veinte aos? Todava recuerdo aquel


portazo,yavecestodavameardentusdedosaqu.Fuelaprimeray
laltimavezquealguienseatreviaponermelamanoenlacara.
BALBOA.

Esoesloquetetrajo,verdad?Qubientecomprendoahora!Noes
slo el dinero es toda esa resaca turbia de la venganza y el
resentimiento.
OTRO.

Seracosadediscutirlo,peronotengotiempo.Necesitoesacantidad
maanamismo.Hecho?
BALBOA.

Nimaananinunca!
OTRO.

Pinsalodespacio,abuelo.Pormyasquenoteimportara.Perot
tienes un nombre intachable. Te gustara verlo en letras de
escndaloenlosperidicosyenlasfichaspoliciales?
BALBOA.

Nopuedo.Aunquequisieratejuroquenopuedo.
OTRO.

Detinomeextraasiempretecosttrabajoabrirlacajadehierro.
Pero hay alguien que no me dejar morir estpidamente junto a un
farolpudiendosalvarme.Dndeestlaabuela?
BALBOA.

No! La abuela, no! Pedir a mis amigos, reunir lo que pueda.


Llvatelosvalores,lasalhajas...
OTRO.

Nohevenidoapedirlimosna.Vengoabuscarlomo,ytsabesmuy
bienquelaabuelanoseracapazdenegrmelo.Porqunoquieres

quehableconella?
BALBOA.

Escucha, Mauricio, por piedad. La abuela no sabe nada de tu


verdaderavida.Paraellaaquelmuchacholocodehaceveinteaoses
ahora un hombre feliz que vuelve lleno de recuerdos a casa de los
suyos.
OTRO.

Ah! Una historieta ejemplar. Lo malo es que ya pas la edad y no


megustanlashistorietas.Dndeestlaabuela?(Avanza.Elabuelo
lecortaelpaso.)
BALBOA.

Piensatodoloquepuedesdestruirenunmomento!
OTRO.

Notengotiempoqueperder.Aparta!
BALBOA.

No!Deaqunopasas!
OTRO.(Sujetndole.)

Nohabrspensadoquepuedeslevantarmelamanootravez.Esoes
fcil con un nio con un hombre ya no es lo mismo. Aparta, digo!
(Loaparta,bruscamenteyllamaenvozalta.)
Abuela!...(AlaltimarplicaapareceMauricioenlaterraza.Avanza
resuelto,conunairacontenidaqueleasordalavoz.)

DICHOSyMAURICIO.Despus,laABUELAeISABEL
MAURICIO.

Sin voces. Cuando un hombre est dispuesto a todo no grita. Salga


deestacasaconmigo.
OTRO.

Puedosaberquinesusted?
MAURICIO.

Despus, ahora, en este mismo momento, la abuela va aentrar por


esa puerta lo oye bien? Si pronuncia delante de ella una palabra,
unapalabrasola,lomato.
OTRO.

Am?...

MAURICIO.(Cortando.)

Por mi alma que lo mato aqu mismo! (Se oye rer llegando.)
Silencio.(EntralaAbuelaconIsabel.)
ABUELA.

Enmividahabaodoundisparateigual.Serstonta?Iradecirmea
m que esa lucecita verde que encienden las lucirnagas... Oh,
perdncrequeestabansolos.
MAURICIO.

Noesnada.Elseor,quenoconocebienestoysehabaconfundido.
(Con intencin.) Yo voy a indicarle el camino. (Desde la puerta.)
Vamos?
OTRO.(Avanzaresuelto.)

Vamos.
ISABEL.(Conunpresentimientoanteeltonodedesafoquetraslucen

laspalabrasdeloshombres.)
Mauricio! (El Otro se vuelve sorprendido al or su nombre. Mira
fijamenteaIsabelyaMauricio.)
MAURICIO.

Esunmomento,Isabel.Enseguidavuelvo.Poraqu...(ElOtrovacila.
Porfinseinclinalevemente.)
OTRO.

Disculpen. Seora... (Sigue a Mauricio. Isabel y la Abuela quedan


inmvilesmirndolessalir.)

TELN

SEGUNDOCUADRO
En el mismo lugar al da siguiente. En un rincn un bal abierto.
Sobre la mesa una maleta y ropa blanca. ISABEL dobla la ropa en
silencio. GENOVEVA terminadehacerelbal.

ISABELyGENOVEVA
GENOVEVA.

Loszapatosabajo,verdad?
ISABEL.(Ausente.)

Abajo.
GENOVEVA.

Ylosvestidosvanbien,dobladosas?
ISABEL.

Esigual.
GENOVEVA.

Igualnoustedlosabrmejorqueyo,quenoheviajadonunca.Es
as?
ISABEL.(Sinmirar.)

As. (Genoveva suspira resignada y cierra la lona. Se oye arriba el


carilln.Isabellevantalosojosescuchando.Cuatrocampanadas.)
GENOVEVA.

Porsubiennovequeespeorcallar?Digaalgo,porfavor!
ISABEL.

Qupuedodecir?
GENOVEVA.

Cualquier cosa, aunque no venga a cuento como cuando una tiene


que pasar por un sitio oscuro y se pone a cantar. Con este silencio
pareceunentierro.
ISABEL.

Algohaydeeso.Cuntosvestidoshasmetidoenesebal?
GENOVEVA.

Siete.

ISABEL.

Siete vestidos pueden ser toda una vida: el claro de la primera


maana, el de regar las hortensias, el azul de tirar piedras al ro, el
deaquellanochequesequemelmanteldefiestaconuncigarrillo.
Ahora, ah apretados, ya no hay fiesta ni hortensias ni ro. S,
Genoveva,hacerunequipajeescomoenterraralgo.
GENOVEVA.

Lo malo no es para los que se van. Ustedes vuelven a lo suyo, con


todalavidapordelante.Perolaseora...
ISABEL.

Hablconella?
GENOVEVA.

Niyoninadieahsigueencerradaensucuartosinmoverunamano
nidespegarloslabios.
ISABEL.

Pero por qu ese silencio como una protesta? Ya saba que tarde o
tempranotenaquellegarestemomento.Esmalaculpa?
GENOVEVA.

La culpa es del tiempo, que siempre anda a contramano. Recuerdo,


cuando el barco iba llegando, que cada minuto pareca un siglo en
esta casa. "El lunes, Genoveva, el lunes!" Y aquel lunes no llegaba
nunca. En cambio ahora cundo pas aquel da y el siguiente y los
otros? Mi madre lo deca: hay un reloj de esperar y otro de
despedirseeldeesperarsiempreatrasa.(Seleresbalandeentrelas
manosunospauelos.)Disculpenosdndetengolasmanos.
ISABEL.

Alcontrario.Gracias,Genoveva.
GENOVEVA.

Graciasporqu?
ISABEL.

Pornadasoncosasmas.(LlegaMauriciodelacalle,preocupado.)
GENOVEVA.

Volver a lavarlos. Todava pueden secar. (Sale hacia la cocina.


IsabelsedirigeimpacienteaMauricio.)

ISABELyMAURICIO

ISABEL.

Hayalgunaesperanzadearreglo?
MAURICIO.

Ninguna. Todo lo que se le poda ofrecer se ha hecho ya sin


resultado.Dentrodeunosminutosvaavenirlmismoconlaltima
palabra.
ISABEL.

Yvasapermitirleentrarenestacasa?
MAURICIO.

Desgraciadamente es la suya. Ni razones ni splicas ni amenazas


valen nada con l. Ese hombre viene dispuesto a todo y no dar un
pasoatrs.
ISABEL.

Es decir que toda nuestra obra va ser destruida en un minuto,


delantedenosotrosyvamosapresenciarloconlosbrazoscruzados?
MAURICIO.

Esintilquettengaslarazn.ltraelafuerzaylaverdad.
ISABEL.

Notereconozco.Oyndotehablarelprimerdaparecasundomador
de milagros, con una magia nueva en las manos. No haba una sola
cosafeaquetnopudierasembellecerniunatristerealidadquetu
no fueras capaz de burlar con un juego de imaginacin. Por eso te
segu a ojos cerrados. Y ahora llega a tu puerta una verdad, que ni
siquieratieneladisculpadesugrandeza...yahestsfrenteaella,
atadodepiesymanos!
MAURICIO.

Qu puedo hacer? Al descubrir el juego hemos puesto todas las


cartas en su mano. Ahora ya no necesita pedir puede jugar
tranquilamentealchantaje.Nohaynadaqueesperar,Isabel.Nada.
ISABEL.

An puedes hacer un bien en esta casa: el ltimo. Confisale t


mismoalaabuelatodalaverdad.
MAURICIO.

Quganaramosconeso?
ISABEL.

Es como quitar una venda. T puedes hacerlo poco a poco, con el

almaenlosdedos.Noesperesaquelselaarranquedeuntirn.
MAURICIO.

No puedo, notendra valor. No quiero ver una herida queyo mismo


he contribuido aabrir y queyanosoycapazdecurar.Vmonosde
aqucuantoantes!
ISABEL.

Atucasacmodaytranquila?Adivertirnosfabricandosueosque
tienenestedespertar?No,Mauriciovuelvetsolo.
MAURICIO.

Nohabrspensadoquedarteaqu!
ISABEL.

Ojalpudiera.Perotampocoquierosalirdeestavidainventadapara
volvercontigoaotratanfalsacomosta.
MAURICIO.

Adndeentonces?Piensasvolveratuvidadeantes?
ISABEL.

Parece increble, verdad? Y sin embargo sa es la gran leccin que


heaprendidoaqu.Micuartoeraestrechoypobre,peronohacafalta
mseramitalla.Enelinviernoentrabaelfroporloscristales,pero
era un fro limpio, ceido a m como un vestido de casa. Tampoco
haba rosas en la ventana slo unos geranios cubiertos de polvo.
Perotodoamimedida,ytodomo:mipobreza,mifro,misgeranios.
MAURICIO.

Yesaaquellamiseriaadondequieresvolver?Nolohars.
ISABEL.

Quinvaaimpedrmelo?
MAURICIO.

Yo.
ISABEL.

T? Escucha, ahora ya no hay maestro ni discpula vamos a


hablarnos por primera vez de igual a igual, y voy a contarte mi
historia como si no fuera ma para que la veas ms clara. Un da la
muchachasolafuesacadadesumundoyllevadaaotromaravilloso.
Todo lo que no haba tenido nunca, se le dio all de repente: una
familia, una casa con rboles, un amor de recin casada. Slo se
trataba, naturalmente, de representar una farsa. Pero ella "no saba
medir" y se entreg demasiado. Lo que deba ser un escenario se

convirti en una casa verdadera. Cuando deca "abuela" no era una


palabra recitada, era un grito que le vena de dentro y desde lejos.
Hasta cuando el falso marido la besaba le temblaban las gracias en
lospulsos.Sietedasdurelsueo,yaqutieneselresultado:ahora
yasquemisoledadvaasermsdifcil,ymisgeraniosmspobres
y mi fro ms fro. Pero son mi nica verdad, y no quiero volver a
soar nunca por no tener que despertar otra vez. Perdname si te
parezcoinjusta.
MAURICIO.

Solamente en una parte. Por qu te empeas en pensar que esa


historiaeslatuyasola?Nopuedeserladelosdos?
ISABEL.

Ququieresdecir?
MAURICIO.

Que tambin yo he necesitado esta casa para descubrir mi verdad.


Ayernohabaaprendidoandequcolorsontusojos.Quieresque
te digaahoracmo sona cadahoradelda, ycmocambiandeluz
cuandoabreslaventanaycuandomirasalfuego,ycuandoyollegoy
cuandoyomevoy?
ISABEL.

Mauricio!
MAURICIO.

Sietenochestehesentidodormiratravsdemipuerta.Noerasma,
peromegustabaorterespirarbajoelmismotecho.Tualientoseme
fuehaciendocostumbre,yahoralonicoquesesqueyanopodra
vivir sin l lo necesito junto a m y para siempre, contra mi propia
almohada.Entucasaoenlamaquimporta!cualquieradelasdos
puedeserlanuestra.Eliget.
ISABEL.

Mauricio...!(Seechaensusbrazos.)
MAURICIO.

MartaIsabel!Miverdad!(Labesalargamente.Seoyelacampanilla
del vestbulo. Se miran en sobresalto, abrazados. La campanilla
vuelveasonarimpaciente.)Ahest.(Vaasalirasuencuentro.Ella
lodetiene.)
ISABEL.

Tno!Djamesolaconl!
MAURICIO.

Estsloca?(Ladoncellapasaaabrir.)
ISABEL.

Quiz una mujer pueda conseguir lo que no has conseguido t.


Djame!(Sebesannuevamente,rpidos.)
MAURICIO.

Estarcerca.
ISABEL.

No tengas miedo: ahora soy fuerte por los dos. (Mauricio sale al
jardn.VuelvelaDoncella.)
FELISA .

Eselmismohombredeanoche.Preguntaporlaseora.
ISABEL.

Dgale que pase. (La Doncella va a obedecer. El Otro aparece en el


umbral.)
FELISA .

No hace falta por lo visto es su costumbre. (El Otro le ordena salir


conungesto.Despusavanza.MiraaIsabeldearribaaabajo.)

ISABELyelOTRO
OTRO.

Mifalsaesposano?
ISABEL.

Sufalsaesposa.
OTRO.

Muchogusto.Porlomenosnohanelegidomal.
ISABEL.

Gracias.
OTRO.

Yastodoeltingladoquehanarmadoaqulascartas,elmatrimonio
feliz,laemocindelaabuela.Unabonitafbulaconmoralejaytodo.
Lstimaqueseacabetanestpidamente.
ISABEL.

Nosehaacabadotodava.

OTRO.

Pormiparte,siquierenustedesseguirla,yasabenelprecio.
ISABEL.

Demasiado alto.Malvender esta casalo nicoquelesquedaa esos


dosviejosparamorirenpaz.
OTRO.

Tambin yo puedo caer en una esquina si vuelvo sin el dinero. Mis


amigosnoentiendendefantasas,yencambiotiranbien.
ISABEL.

Essultimapalabra?
OTRO.

Otravez? Su novio me pidi anoche un plazo para arreglar. Les he


dadohastaahora,ybastadelargas.Hayplataonohayplata?
ISABEL.

Ustedsabetanbiencomoyoqueesimposible.
OTRO.

Esoprontovamosaverlo.Supongoquealaviejalatienenencerrada
en su cuarto verdad? No se moleste conozco el camino. (Avanza.
Isabellecierraelpaso.)
ISABEL.

Quieto!Niunpasoms!
OTRO.

Le advierto que a m no me handetenido nunca las mujeres que se


ofrecenlasqueamenazan,muchomenos.Aparte!
ISABEL.

Porlomssagrado,pinseloantesqueseademasiadotarde!Sabe
queunasolapalabrasuyapuedemataraesamujer?
OTRO.

Noserparatanto.
ISABEL.

Desgraciadamente, s. Slo esta ilusin la mantena de pie, y un


golpeaspuedeserlefatal.
OTRO.

Tantoleinteresalavidadeesamujer?

ISABEL.

Msquelamapropia.
OTRO.

Entoncesparaquperdertiempo?Podemosplantearlascosascomo
ammegustacomounnegocioredondo.Doscientosmilpesosvale
lavidadelaabuela.Baratono?
ISABEL.

Canalla...! (Avanza con la mano crispada. Se abre la puerta de


izquierdayaparecelaAbuela.)

ElOTRO,ISABEL,laABUELA
ABUELA.

Qupasaaqu,Isabel?
ISABEL.(Corriendoaella.)

Abuela...!
ABUELA.

Si no me equivoco, el seor es el mismo que estuvo aqu anoche.


(Avanzaunospasos.)Buscaaalguienenestacasa?
ISABEL.

A nadie. Slo vena a despedirse. (Suplicante.) Verdad que se iba


ya,seor?
OTRO.

Nohehechounviajetanlargoparavolvermeconlasmanosvacas.
ISABEL.

Mentira!Noleescuche,abuela,noleescuche!
ABUELA.

Peroestsloca?Qumaneraesstaderecibiranadie?Disclpela
est un poco nerviosa. Djanos parece que el seor tiene algo
importantequedecirme.
ISABEL.

lno!Selodiryodespus,solaslasdos!
ABUELA.(Enrgica.)

Basta,Isabel!Salaljardnynovuelvasconningunadisculpahasta

que yo te llame lo oyes? Con ninguna disculpa! Djanos. (Isabel


salerpidaocultandoelrostro. Pausa.LaAbuelamiralargamenteal
desconocidoyavanzaserena.)

LaABUELAyelOTRO
ABUELA.

Porlovistodebedesercosagrave.(Sesienta.)Quieresentarse?
OTRO.

No,gracias.Conpocaspalabrasvaaserbastante.
ABUELA.

De modo que ha hecho un largo viaje para hablar conmigo? De


dnde?
OTRO.

DelCanad.
ABUELA.

Un hermoso pas. Mi nieto lleg tambin de all hace unos das.


Conoceaminieto?
OTRO.

Mucho.Porloqueveo,muchomejorqueustedmisma.
ABUELA.

Esposible.Yoheestadoseparadadeltantotiempo!Cuandosefue
deestacasa...
OTRO.

Cuandoloexpulsaronsinrazn.
ABUELA.

Exacto.Cuandoel abuelo loexpuls de estacasa,tuvemiedo del.


Eraunacabezalocaperoyoestabaseguradesucorazn.Sabaque
le bastara acordarse de m para no dar un mal paso. Y as fue.
Despusvinieronlascartas,lanuevavida,yporfinlmismo.
OTRO.

Conozco el cuento lo que no me explico es cmo ha podido


tragrseloasusaos.
ABUELA.

Nocomprendo.

OTRO.

Dgame, seora no se le ocurri nunca sospechar que esas cartas


pudieranserfalsas?
ABUELA.

Falsaslascartas?
OTRO.(Brusco.)

Todo! Las cartas, y esa historia ridcula, y hasta su nieto en


persona! Es que se ha vuelto ciega o es que esta jugando a cerrar
losojos?
ABUELA.(Selevanta.)

Peroquesloquepretendeinsinuar?Queesemuchachoalegrey
feliz que est viviendo bajo mi techo no es mi nieto? Qu el mo
verdadero, la ltima gota de mi sangre... es este pobre canalla que
estdelantedem?Eraesoloquevenasadecirme,Mauricio?
OTRO.

Abuela...!
ABUELA.

Y para dar este golpe a una pobre mujer has atravesado el mar?
Puedesestarorgulloso.Esunahazaadehombre!
OTRO.

Acabramos! De manera que tambin t estabas metida en la


farsa?
ABUELA.

No. Yo no lo supe hasta anoche. Aquel segundo que te vi aqu me


abri los ojos de repente despus no me cost trabajo obligar al
abueloaconfesar.Eraalgotanatrozquemisentraassenegabana
creerlo! Slo una esperanza me quedaba ya: "por lomenos, delante
de m no se atrever". Y he esperado hasta el ltimo momento una
palabrabuena,ungestodepiedad,unavacilacinsiquiera...algoa
que poder aferrarme para perdonarte an! Pero no. Has ido
directamentealallagacontusmanossucias...adondemsdola!
OTRO.

Nopodahacerotracosa,abuela.Necesitoesedineroparasalvarla
piel!
ABUELA.

Conozco la cifra acabo de ortela a ti mismo: doscientos mil pesos


vale la vida de la abuela. No, Mauricio, no vale tanto. Por una sola

lgrimatelahubieradadoentera.Peroyaestardeparallorar.Qu
esperasahora?Niuncentavoparaesapielquenotienedentronada
mo!
OTRO.

Vasadejarmemorirenlacallecomounperro?
ABUELA.

Noestuley?Tenporlomenosladignidaddecaerenella.
OTRO.(Conunaangustiaronca.)

Piensa que no solamente pueden matarme que puedo tener que


mataryo!
ABUELA.

Por tu alma, Mauricio, basta! Si algo te queda de hombre, si algo


quiereshaceranpormsaldeestacasaahora,ahoramismo!
OTRO.

Tantoteestorbamipresencia?
ABUELA.

Niunmomentoms!Novesquesemeacabanlasfuerzas,queme
estn temblando las rodillas... y que no quiero caer delante de ti!
Fuera!
OTRO.

Tuyaserlaculpa!
ABUELA.

Fuera!(ElOtro,conungestocrispadosalebruscamente.LaAbuela,
vencida,caesollozandoensupoltrona.)Cobarde...cobarde...!
(Pausa.EntraelseorBalboayacudeaella.)
BALBOA.

MipobreEugenia...Notedijequeibaasersuperiorati?
ABUELA.

Yavesqueno.Eldolorfuertepasya.Lomaloeslahuellaquedeja
esa pena que viene despus en silencio y que te va envolviendo
lenta, lenta... Pero a esa ya estoy acostumbrada somos viejas
amigas.(Serehace.)Losmuchachosnohabrnodonadaverdad?
BALBOA.

Nopiensasdecrselo?

ABUELA.

Nunca.Les debo losdas mejoresdemivida.Y ahorasoy yolaque


puede hacer algo por ellos. (Se levanta. Llama en voz alta.)
Mauricio!Isabel...!
BALBOA.

Perodedndevasasacarfuerzas?
ABUELA.

Eselltimoda,Fernando.Quenomeveancada.Muertapordentro,
perodepie.Comounrbol.(EntranIsabelyMauricio.)

BALBOA,laABUELA,ISABEL,MAURICIO
ABUELA.

Qucarastristessonsas?Yahabrtiempomaana.
ISABEL.

Sefueesehombre?
ABUELA.

En este momento. Qu tipo extrao! Dice que ha hecho un viaje


largoparahablarme,sequedamirndomeensilencio,yalfinalseva
comohabavenido.
MAURICIO.

Sinhablar?
ABUELA.

Parecaqueibaadeciralgoimportante,perodeprontoselequebr
lavozynopudoseguir.
ISABEL.

Ynodijonada?Niunapalabrasiquiera?
ABUELA.

Una sola: perdn. T lo entiendes? Algn loco suelto. Cerraste el


equipaje?
ISABEL.

Todavahaytiempo.
ABUELA.(Alabuelo.)

Crtalesuntallodeljacarandlesgustarllevrselocomorecuerdo.
Delaventana.(Balboasubelentamentelaescalera.)Ah,ylareceta

del licor, no se nos vaya a olvidar a ltima hora. Tienes lpiz y


papel?
MAURICIO.

S, abuela. (Se lo entrega a Isabel, que se sienta a escribir a la


mesa.)
ABUELA.

Anota,hija,yavercmotesale.Todaslasmujeresdeestacasalo
hemoshecho bien. Anota:agua destiladayalcohol apartes iguales.
(Tonontimo.)Cundosaleelavin?
MAURICIO,

Maanaalamanecer.
ABUELA.

Maana!... Mosto de uva pasa, un cuarto. Moscatel si puede ser.


(Vuelvealtonontimo.)Meseguirsescribiendo,Isabel?
ISABEL.

S,abuela,siempre,siempre.
ABUELA.

Me gustara ver los grandes bosques y los trineos...! Dos claras


batidas a punto de nieve. Y el da de maana... cuando tengis un
hijo...Unhijo...?(Quedacomoausenteenlapromesalejana.Isabel
sueltaellpizyocultaelrostrocontraelbrazo.Mauricioleaprietalos
hombros en silencio y le devuelve el lpiz.) Cscara de naranja
amarga, bien macerada... Una corteza de canela en rama para
perfumar...Dosgotasdeesenciaderomero...(Teln.)

Finde
"LOSRBOLESMUERENDEPIE"

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