Simenon Georges - Comisario Maigret - Cuentos - El Cliente Mas Obstinado Del Mundo PDF
Simenon Georges - Comisario Maigret - Cuentos - El Cliente Mas Obstinado Del Mundo PDF
Simenon Georges - Comisario Maigret - Cuentos - El Cliente Mas Obstinado Del Mundo PDF
Georges Simenon
El cliente ms obstinado del mundo
Captulo uno
atmsfera ya bulliciosa?
Joseph dira:
Me volv y vi a alguien en medio del caf. Era
un hombre con un sombrero gris y con una maleta
pequea en la mano.
En realidad el establecimiento estaba abierto sin
estarlo. Estaba abierto, puesto que la puerta lo
estaba, pero no lo estaba en el sentido de que nadie
entraba a aquella hora, que el caf no estaba
preparado, que apenas haba empezado a
calentarse el agua en la cafetera y que las sillas
permanecan an amontonadas encima de las
mesas.
No podr servirle nada antes de media hora
larga dijo Joseph.
Crey haberse librado de l. Pero el hombre, sin
soltar su maletn, cogi una silla de una de las
mesas y se sent. Se sent simplemente,
tranquilamente, como alguien a quien no se le hace
cambiar de idea, y dijo:
No tiene importancia.
Lo que bast para poner a Joseph de mal
humor. Le ocurra como a esas amas de casa que
declarara.
Maigret preguntara ms tarde a los tres, a
Joseph, a la seorita Berthe y al seor Monnet:
Pareca espiar a alguien en la calle?
Y las respuestas seran muy diferentes.
No por parte del seor Monnet.
La cajera:
Me dio la impresin de que esperaba a una
mujer.
Y, por ltimo, Joseph:
Le sorprend varias veces mirando al bar de
enfrente, pero en seguida bajaba la mirada.
A las once y veinte pidi un vaso de Vichy. Hay
algunos clientes que beben agua mineral. Los
conocemos y sabemos por qu: son personas como
el seor Blanc, del Ministerio de la Guerra, que
siguen un rgimen. Joseph se fij en seguida en que
el hombre ni fumaba ni beba, lo que resultaba
bastante raro.
Luego, durante cerca de dos horas, dejaron de
ocuparse de l, pues era la hora del aperitivo;
empiezan a llegar clientes, el camarero ya sabe por
Le sirvo algo?
Otro caf con mucha leche.
Porque tiene hambre y cuenta con que la leche
le alimentar por lo menos un poco. No ha pedido
ningn peridico ms. Ha tenido tiempo de leer el
suyo de la primera a la ltima lnea, incluidos los
anuncios.
Lleg el coronel y le molest que el desconocido
ocupase su sitio; pues el coronel, que teme la menor
corriente (y la primavera es muy traidora), se pone
siempre en el fondo de la sala.
Jules, el segundo camarero, que slo lleva tres
aos en la casa y que nunca tendr aspecto de un
verdadero camarero, llega a ocupar su puesto a la
una y media, y Joseph pasa detrs del tabique
acristalado donde le bajan la comida.
Por qu piensa Jules que el desconocido tiene
aspecto de vendedor de alfombras y de cacahuetes?
No me dio la sensacin de ser franco. No me
gustaba su manera de mirar hacia abajo. Haba algo
muy dulce, viscoso, en su cara. Si hubiese sido por
m, le habra sacudido y le habra dicho que se haba
equivocado de cafetera.
de la polica
Joseph telefonea, por lo tanto, a la P. J. y
pregunta por Janvier.
Tengo aqu a un cliente muy extrao que est
en un rincn sentado desde las ocho de la maana y
que parece resuelto a no moverse. No ha comido
nada. No cree que hara usted bien en venir a
echar un vistazo?
Janvier, el hombre meticuloso, se llev los
ltimos boletines con la fotografa y seas
personales de los que estaban perseguidos y se
dirigi hacia el bulevar Saint-Germain.
Curiosa casualidad: en el momento en que entr
en el caf, ste estaba vaco.
Se fue? pregunt a Joseph.
Pero ste seala al stano.
Acaba de pedir una ficha y ha bajado al
telfono.
Lstima! Unos minutos antes y habran podido
intervenir el telfono para saber a quin llamaba y
por qu. Janvier se sienta y pide un calvados. El
hombre vuelve a subir y ocupa de nuevo su sitio,
siempre tranquilo, tal vez preocupado, pero no
de consultar el informe.
Es posible No lo med Un hombre estaba
agachado al lado de un cuerpo tendido Luego
supe que era un mdico que precisamente volva del
teatro y, por casualidad, tambin cliente nuestro
Tenemos muchos clientes entre los doctores
Se levant diciendo:
Le han dado bien La bala entr por la nuca y
sali por el ojo izquierdo.
Lleg el agente de polica. Yo saba muy bien
que iban a interrogarme.
Puede creerme si quiere, pero no me atreva a
mirar al suelo Lo del ojo izquierdo sobre todo me
haca sentirme mareado No quera ver a mi cliente
en aquel estado, con el ojo izquierdo fuera
Me dije que yo haba tenido algo de culpa, que
habra debido Pero qu es lo que yo hubiese
podido hacer?
Me parece estar oyendo la voz del agente que
pregunt con su libreta en la mano:
Nadie le conoce?
Y yo dije maquinalmente:
Yo creo que
Acab por inclinarme, mir y le juro, seor
Maigret, a usted que me conoce desde hace mucho
tiempo, dados los miles y miles de vasos de cerveza
y calvados que le he servido en la Brasserie
Dauphine, le juro que en la vida sent semejante
emocin.
No era l!
Era un tipo que yo no conoca, que nunca
haba visto, un tipo alto y delgado que, en una noche
tan hermosa como aqulla, una noche tan agradable
que hasta se poda dormir en la calle, llevaba un
impermeable beige.
Aquello me tranquiliz Tal vez sea una
tontera Pero estaba muy contento de no haberme
equivocado Si mi cliente hubiese sido la vctima en
vez de ser el asesino, me lo habra reprochado toda
la vida
Desde por la maana, me di cuenta que aquel
tipo no era muy catlico Hubiese puesto la mano
en el fuego No fue en vano el telefonear a
Janvier Slo que Janvier, aunque sea mi cuado,
he de decirlo, slo ve el reglamento Suponga que,
cuando le hice venir, hubiese pedido los papeles al
ningn paquete.
Ya sabe usted que esas cosas no se les
escapan a las mujeres.
Diga usted lo que quiera, pero yo contino
pensando que he pasado el da con un asesino y
que sin duda he escapado de una buena
Captulo dos
Llegaron andando al cruce del bulevar SaintGermain y, a travs de los cristales, vieron a Joseph
ocupado en hacer la limpieza.
Pero el comisario entr primero enfrente Los
dos cafs, que se encontraban el uno frente al otro,
cada uno en una esquina de la calle, eran
completamente diferentes. Mientras el dominio de
Joseph era viejo y discreto, el otro caf, que tena
por nombre Chez Lon, era agresivo y vulgarmente
moderno.
Naturalmente, tena un largo mostrador donde
apenas bastaban dos camareros en mangas de
camisa para despachar cafs con leche, vasitos de
vino blanco y ms tarde, los tintos y los aperitivos
anisados.
Pirmides de croissants, de sandwiches y de
huevos duros En un extremo de la barra, el
mostrador del tabaco, donde tan pronto est el
dueo como la duea; luego la sala, con sus
columnas de mosaico rojo y oro, con sus veladores
de una materia indeterminada en cuyas pantallas se
reflejan colores inverosmiles y con sus asientos
tapizados de terciopelo de un rojo chilln.
Aqu, las puertas estaban abiertas todas de par
en par y era un movimiento continuo de la maana a
hermoso coche
cmodamente.
casi
nuevo
se
sent
Captulo tres
Y volvindose al comisario:
An ayer estuvo aqu hasta las once bebiendo
chatos.
Ayer?
Maigret sinti un choque en el pecho.
Espere No Quiero decir anteayer
Adems, ayer estuve lavando y por la noche fui al
cine.
Se puede comer aqu?
Naturalmente que se puede comer Qu
quieren? Asado de cerdo con lentejas? Hay
buen pt para empezar.
Comieron en la terraza, en la mesa vecina a la
del chfer que les haba llevado. De vez en cuando,
el dueo vena a charlar un poco con ellos.
Le informar mejor mi colega que tiene
habitaciones Nosotros no tenemos hotel Debe
hacer uno o dos meses que ese tipo lleg Slo
que para beber lo hace un poco en cada sitio Mire,
ayer por la maana
Est usted seguro de que fue ayer por la
maana?
anunci.
Ya imagin que se trataba de la polica
Entre
Subieron algunos escalones. La escalera
pareca salir del taller de carpintera, como todas las
cosas de madera, y la pintura de las paredes
acababa apenas de secarse.
Por favor, por aqu
Se volvi hacia una puerta entornada y dirigi
una sea a alguien que Maigret no poda ver.
La habitacin en la que el comisario haba sido
introducido era un living-room, con un divn, libros,
adornos, almohadones de seda multicolores. En una
mesita haba el peridico del medioda con la
fotografa del muerto.
Sintese No s si podr ofrecerle algo
Gracias.
Habra debido darme cuenta de que eso no se
hace Mi marido vendr en seguida No tenga
miedo No intentar huir y, por otra parte, no tiene
nada que reprocharse. nicamente ha estado
enfermo esta maana Volvimos en el primer tren
No tiene el corazn muy fuerte Ha tenido una
en
la
Y Combarieu?
Era ambicioso, impaciente Siempre
necesitaba dinero Conoci a un hombre que
acababa de volver de las colonias y que le meti en
la cabeza la idea de ir all Primero quiso que mi
hermana le acompaase, pero ella se neg por lo
que le haban dicho del clima y de su repercusin en
la salud de las mujeres
Se fue solo?
S Permaneci ausente durante dos aos y
volvi con los bolsillos llenos de dinero Lo gast
ms rpidamente de lo que lo haba ganado Ya se
haba acostumbrado a beber Pretenda que mi
marido era una larva y no un hombre, que un
hombre tena otras cosas que hacer en la vida ms
que dedicarse a seguros y a vender sellos.
Volvi a marcharse?
Y le fue menos bien. Lo notbamos en sus
cartas, aunque siempre ha tenido costumbre de
darse importancia Hace dos inviernos, mi hermana
Marthe cogi una pneumonia y muri Se lo
escribimos a su marido Parece ser que se puso a
beber an ms En cuanto a nosotros, vinimos a
instalarnos aqu, pues haca tiempo que tenamos